Economia Digital

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De la noche a la mañana todo cambió: espacios públicos cerrados, escuelas

suspendidas y oficinas vacías. Los niños y maestros aprenden sobre herramientas


que no habían utilizado para seguir con sus clases, las empresas llevan meses en
home office y una gran parte de los restaurantes dependen de las apps de entrega
a domicilio.  
Con miles de compañías que cierran y mandan a sus empleados a casa, el
consumo de bienes y servicios mostró un decremento como no había pasado en
mucho tiempo.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos estima que la


economía mundial se contraerá 7.7% en 2020 y no habrá un repunte financiero
hasta finales del 2021. 

En un mundo que avanza a gran velocidad hacia la incorporación de mayores


tecnologías para la conectividad, existen países con temas pendientes; rezagos en
sus esquemas de digitalización que evitan la transformación y desarrollo de estas
sociedades.

Este es el caso de México, país que comparte un estado tecnológico que pone
freno a su competitividad en un mercado internacional en donde la información,
manejo de datos e investigación aplicada al desarrollo de Inteligencia Artificial
están marcando la pauta de los negocios del mañana.

La contingencia que atravesamos ha hecho visible la necesidad de desarrollar


habilidades digitales básicas: estas serán la puerta para sacar el mejor provecho
de la conectividad. Hacer un buen uso de la tecnología es la principal herramienta
para que personas y negocios sigan operando a distancia.

México tiene habilidades de mano de obra muy calificada y con costos muy
competitivos, por lo que podríamos evolucionar a una fábrica digital, agregando
Inteligencia Artificial y otros valores agregados en la cadena de producción, para
convertirnos en productores de elementos en la economía digital.
El impacto económico de las tecnologías digitales ha sido objeto de estudios que
evidencian su contribución positiva al crecimiento del PIB, la productividad y el
empleo.

Desde el comienzo de la pandemia de Covid-19 las tecnologías digitales han


permeado la mayoría de las interacciones sociales y comerciales. El paso ya está
dado y todo apunta a que es ahora cuando se debe abrazar esta nueva realidad y
con la participación de los diversos sectores como el gobierno, empresas e
instituciones civiles que integran la sociedad aprovechar la brecha digital y usar la
tecnología como factor de desarrollo para impulsar proyectos e iniciativas de esta
misma índole que contribuyan al crecimiento de México.

Se refleja el impacto que la pandemia está teniendo en las empresas, marcas y


hábitos de consumo de los mexicanos a través del canal digital. Destaca la
adaptación que han tenido es estos tiempos difíciles. Entre las estrategias
enfocadas al canal digital, las empresas resaltan haber fortalecido su presencia en
buscadores, redes sociales y anuncios en páginas web, así como haber apostado
por la venta por Internet, factores a los que seguirán dando prioridad como una
estrategia a largo plazo. Durante el 2020, el comercio y las empresas en México
contrarrestaron los impactos del COVID-19 en sus estrategias de negocio,
vendiendo en línea

La crisis del COVID-19 ha propiciado el crecimiento del comercio por la web, la


modificación de los hábitos del consumidor y el acercamiento entre las personas y
los oferentes de productos y servicios esenciales en momentos en que es
necesario

Bajo este contexto, las empresas cada vez más deberán habilitar la sección de e-
commerce en sus empresas, ya que el comportamiento de los consumidores está
cada vez más orientado a comprar productos y adquirir servicios en línea. En este
punto es necesario contar con un equipo capaz de brindar una atención excelente
al cliente, que logre cubrir con sus expectativas de información.

El e-commerce está en una posición única de crecimiento exponencial ya que


alrededor de 10.8 millones de consumidores hagan una compra digital por primera
vez este año por la pandemia que estamos atravesando.

Las más beneficiadas serán las pequeñas y medianas empresas (pymes), que
representan al 64% de las compañías y más del 70% del empleo en México. Con
todo esto será más fácil para todos los negocios comenzar a generar
transacciones transfronterizas.

Aun así, se considera que México aún tiene que pasar por un proceso de adopción
de habilidades digitales y de educación digital que le permita “ponerse a la altura”
de sus socios.

Las microempresas que sólo comercializan de manera física, se encuentran en


una posición particularmente delicada ya que es más difícil que puedan vender
sus productos a causa de la pandemia y tener competencia que ya vende online.

CONCLUSION

El gobierno mexicano puede ayudar a que, de forma ágil y rápida, una masa
crítica de microempresas pueda dotarse de capacidades digitales para continuar
operando ininterrumpidamente en el contexto de las restricciones de esta
pandemia y para maximizar oportunidades de crecimiento en la poscrisis. Para
masificar y optimizar sus intervenciones y recursos, los gobiernos deben apoyarse
en herramientas digitales que ya existen. No se ha dado un interés fluido para
impulsar de una forma segura a ayudar a las empresas en este caso las mas
afectadas que son las mypes y pymes sufren un gran retraso para estar
adecuadas al entorno y poder subsistir.

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