Signos Autismo PDF

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 3

AUTISMO: signos premonitorios.

Si su niño exhibe al menos la mitad de estos sintomas es probable que tenga


autismo o algún trastorno generalizado del desarrollo.

Señales

Dificultad en mezclarse con otros niños.


Insistencia en la rutina, resistente al cambio
Risa inapropiada
Poco miedo a situaciones peligrosas
Ausencia de contacto visual
Juegos inapropiados sostenidos
Aparente poca sensibilidad al dolor
Ecolalía, repetición de diálogos
Preferencia a la solitud
Resistencia a los abrazos afectuosos
Girar objetos
Aparente sordera, no responden a la comunicación verbal
Apego inapropiado a objetos
Dificultad en expresar necesidades, uso de gestos para pedir
Hiperactividad o letargo
Berrinches inesperados

Señales Tempranas:

Si su niño tiene menos de 2 años, alerte a su pediatra si cualquiera de estos


síntomas ocurren:

Falta de balbuceo a los 12 meses


Falta de gestos como apuntar y saludar a los 12 meses
Falta de uso de palabras a los 16 meses
Falta de uso espontaneo de frases de dos palabras o más a los 2 años
Perdida de lenguaje o habilidades sociales
Dificultad en mantener contacto visual
Inhabilidad en responder a su nombre
Inhabilidad en ver hacia donde usted señale
Falta de interés en los juegos imaginativos

Qué nos pediría un autista ?

Autor: Angel Rivière

Ayúdame a comprender.
Organiza mi mundo y facilítame que anticipe lo que va a suceder.
Dame orden, estructura, y no caos.
No te angusties conmigo, porque me angustio.
Respeta mi ritmo. Siempre podrás relacionarte conmigo si comprendes mis
necesidades y mi modo especial de entender la realidad. No te deprimas, lo
normal es que avance y me desarrolle cada vez más.
No me hables demasiado, ni demasiado deprisa. Las palabras son "aire" que no
pesa para tí, pero pueden ser una carga muy pesada para mí. Muchas veces no
son la mejor manera de relacionarte conmigo.

Como otros niños, como otros adultos, necessito compartir el placer y me gusta
hacer las cosas bien, aunque no siempre lo consiga. Hazme saber, de algún
modo, cúando he hecho las cosas bien y ayúdame a hacerlas sin fallos. Cuando
tengo demasiados fallos me sucede lo que a tí: me irrito y termino por negarme a
hacer las cosas.

Necesito más orden del que tú necesitas, más predictibilidad en el medio que la
que tú requieres.
Tenemos que negociar mis rituales para convivir.
Me resulta difícil comprender el sentido de muchas de las cosas que me piden
que haga.
Ayúdame a entenderlo.
Trata de pedirme cosas que puedan tener un sentido concreto y descifrable para
mí. No permitas que me aburra o permanezca inactivo.
No me invadas excesivamente. A veces, las personas sois demasiado
imprevisibles, demasiado ruidosas, demasiado estimulantes. Respeta las
distancias que necesito, pero sin dejarme solo.
Lo que hago no es contra tí. Cuando tengo una rabieta o me golpeo, si destruyo
algo o me muevo en exceso, cuando me es difícil atender o hacer lo que me pides,
no estoy tratando de hacerte daño. ¿Ya que tengo un problema de intenciones, no
me atribuyas malas intenciones!

Mi desarrollo no es absurdo, aunque no sea fácil de entender. Tiene su propia


lógica y muchas de las conductas que llamáis "alteradas" son formas de enfrentar
el mundo desde mi especial forma de ser y percibir. Haz un esfuerzo por
comprenderme.

Las otras personas sois demasiado complicadas. Mi mundo no es complejo y


cerrado, sino simple. Aunque te parezca extraño lo que te digo, mi mundo es tan
abierto, tan sin tapujos ni mentiras, tan ingenuamente expuesto a los demás, que
resulta difícil penetrar en él. No vivo en una "fortaleza vacía", sino en una llanura
tan abierta que puede parecer inaccesible.
Tengo mucha menos complicación que las personas que os consideráis normales.

No me pidas siempre las mismas cosas ni me exijas las mismas rutinas. No tienes
que hacerte tú autista para ayudarme. El autista soy yo, no tú!

No sólo soy autista. También soy un niño, un adolescente, o un adulto. Comparto


muchas cosas de los niños, adolescentes o adultos a los que llamáis "normales".
Me gusta jugar y divertirme, quiero a mis padres y a las personas cercanas, me
siento satisfecho cuando hago las cosas bien. Es más lo que compartimos que lo
que nos separa.
Merece la pena vivir conmigo. Puedo darte tantas satisfacciones como otras
personas, aunque no sean las mismas. Puede llegar un momento en tu vida en
que yo, que soy autista, sea tu mayor y mejor compañía.

No me agredas químicamente. Si te han dicho que tengo que tomar una


medicación, procura que sea revisada periódicamente por el especialista.

Ni mis padres ni yo tenemos la culpa de lo que me pasa. Tampoco la tienen los


profesionales que me ayudan. No sirve de nada que os culpéis unos a otros.
A veces, mis reacciones y conductas pueden ser difíciles de comprender o
afrontar, pero no es por culpa de nadie. La idea de "culpa" no produce más que
sufrimiento en relación con mi problema.

No me pidas constantemente cosas por encima de lo que soy capaz de hacer. Pero
pídeme lo que puedo hacer.
Dame ayuda para ser más autónomo, para comprender mejor, pero no me des
ayuda de más.

No tienes que cambiar completamente tu vida por el hecho de vivir con una
persona autista. A mí no me sirve de nada que tú estés mal, que te encierres y te
deprimas. Necesito estabilidad y bienestar emocional a mi alrededor para estar
mejor. Piensa que tu pareva tampoco tiene culpa de lo que me pasa.

Ayúdame con naturalidad, sin convertirlo en una obsesión. Para poder ayudarme,
tienes que tener tus momentos en que reposas o te dedicas a tus propias
actividades. Acércate a mí, no te vayas, pero no te sientas como sometido a un
peso insoportable. En mi vida, he tenido momentos malos, pero puedo estar cada
vez mejor.

Acéptame como soy. No condiciones tu aceptación a que deje de ser autista. Sé


optimista sin hacerte "novelas". Mi situación normalmente mejora, aunque por
ahora no tenga curación.

Aunque me sea difícil comunicarme o no comprenda las sutilezas sociales, tengo


incluso algunas ventajas en comparación con los que os decís "normales". Me
cuesta comunicarme, pero no suelo engañar. No comprendo las sutilezas
sociales, pero tampoco participo de las dobles intenciones o los sentimientos
peligrosos tan frecuentes en la vida social. Mi vida puede ser satisfactoria si es
simple, ordenada y tranquila. Si no se me pide constantemente y sólo áquello que
más me cuesta. Ser autista es un modo de ser, aunque no sea el normal. Mi vida
como autista puede ser tan feliz y satisfactoria como la tuya "normal". En esas
vidas, podemos llegar a encontrarnos y compartir muchas experiencias.

Enviado por: Rosa Mangano


Fuente: autismo.com

También podría gustarte