Caso Practico Control Constitucional
Caso Practico Control Constitucional
Caso Practico Control Constitucional
º 1679-2005-PA/TC
LIMA
GUILLERMO LUIS ÁNGEL
OTINIANO GARCÍA
ASUNTO
ANTECEDENTES
Por otro lado considera que los artículos 7º, 8º, 9º y 10º del Decreto Legislativo
N.º 813, Ley Penal Tributaria, violan la autonomía del Ministerio Público, pues desplazan
a éste de la función de conducir la investigación de los delitos y lo obligan a formalizar
la denuncia presentada por la SUNAT, por lo que solicita se inapliquen al caso concreto
y se deje sin valor probatorio la mencionada investigación administrativa. Considera que
son inconstitucionales, además, porque condicionan la comparecencia de un procesado al
pago de una caución igual a la suma investigada, lo que significaría una forma encubierta
de prisión por deudas. Finalmente, aduce que la investigación administrativa cuestionada
vulnera el debido proceso, pues no se le ha permitido al recurrente el acceso a un
procedimiento con todas las garantías.
FUNDAMENTOS
§1. Petitorio
2. Este Tribunal tiene dicho que el control difuso de constitucionalidad de las leyes es
una competencia reconocida a todos los órganos jurisdiccionales para declarar
inaplicable una ley, con efectos particulares, en todos aquellos casos en los que la ley
resulta manifiestamente incompatible con la Constitución. El control difuso es,
entonces, un poder-deber del juez consustancial a la Constitución del Estado
democrático y social de Derecho. Conviene siempre recalcar que la Constitución es
una auténtica norma jurídica, la Ley Fundamental de la Sociedad y del Estado, y un
derecho directamente aplicable. Y es que, como sostuviera
el Chief Justice Jhon Marshall, al redactar la opinión de la Corte Suprema en
el Leanding Case Marbury v. Madison, resuelto en 1803,
conforme dispone la segunda Disposición General de la Ley N.º 28301, Orgánica del
Tribunal Constitucional.
A su vez, para que un planteamiento de esta naturaleza pueda realizarse en el seno del
proceso constitucional de amparo contra resoluciones judiciales, es preciso que su
aplicación (real o futura) repercuta en el ámbito constitucionalmente protegido de
algún derecho sometido a este proceso y que el afectado lo haya cuestionado
oportunamente en el proceso ordinario, ya que de otro modo no sería posible atribuir
al juez la lesión de alguno de los contenidos del derecho a la tutela procesal, en los
términos del artículo 4º del Código Procesal Constitucional.
De ahí que el segundo párrafo del artículo VI del Título Preliminar del Código Procesal
Constitucional prevenga que
y también que la primera disposición final del mismo Código Procesal Constitucional
establezca que
Los jueces y Tribunales interpretan y aplican las leyes y toda norma con
rango de ley y los reglamentos respectivos según los preceptos y
principios constitucionales, conforme a la interpretación de los mismos
que resulte de las resoluciones dictadas por el Tribunal Constitucional
en todo tipo de procesos.
9. Pues bien, expuestos los alcances de este último límite al ejercicio del control judicial
de constitucionalidad de las leyes, este Tribunal advierte que, como toda regla, ésta
tiene sus excepciones. A saber:
Ese es el caso, por ejemplo, de las Leyes de Amnistía N.os 26479 y 26492, que fueron
consideradas incompatibles con la Convención Americana de Derechos Humanos por
la Corte Interarmericana de Derechos Humanos en la Sentencia Caso Barrios Altos,
de 18 de septiembre de 2003 (Cf. STC 0275-2005-PH/TC).
10. En el caso en análisis, el recurrente alega que los artículos 7º, 8º y 9º del Decreto
Legislativo N.º 813 vulneran el artículo 159°, inciso 4) de la Constitución, porque
desplaza al Ministerio Público de la función de conducir la investigación de los delitos
al asignar ésta al órgano administrador del tributo.
13. El Tribunal Constitucional considera que el agravio expuesto por el recurrente como
fundamento para que se realice el control jurisdiccional de constitucionalidad de las
disposiciones legislativas cuestionadas no satisface el juicio de relevancia al que se
ha aludido en esta sentencia por dos consideraciones;
14. (A) En primer lugar, en lo que se refiere a la relación que pudiera existir entre las
facultades concedidas a la SUNAT mediante los artículos cuestionados y el derecho
a la presunción de inocencia, este Tribunal no encuentra conexión causal.
15. (B) En segundo lugar, las disposiciones legislativas cuestionadas tampoco guardan
una relación causal con el derecho al debido proceso y, concretamente, con el derecho
de defensa cuya violación se ha alegado.
Por ello, dado que dicho órgano no tiene competencia para sancionar sino sólo para
realizar una investigación administrativa que permita determinar si existen o no
indicios para plantear una denuncia de parte ante el Ministerio Público, ésta no tiene
porqué realizarse garantizando el derecho a ser oído. Se trata de una investigación
interna, de cuyos resultados depende que el órgano formule su denuncia de parte.
Este, por lo demás, ha sido el criterio expuesto por este Tribunal en la STC 3356-
2003-HC/TC, Caso Zavaleta Vargas, proceso instaurado por uno de
los coinculpados del recurrente.
17. Claro está que tal regla rige para aquellos casos en los que se trata de una investigación
administrativa interna, es decir, cuando la investigación se realiza sin la participación
de los presuntos implicados en la comisión de los ilícitos. Y no en aquellos en los que,
tras el inicio de las investigaciones, se cita a los presuntos implicados, en cuyo caso
estos tienen el derecho a ser asistidos por un abogado defensor y conocer los cargos.
18. Por otro lado, el recurrente solicita que, para su caso concreto, el Juez del amparo
declare la inconstitucionalidad de los incisos b), c) y d) del artículo 10º del Decreto
Legislativo N.º 813. Dichas disposiciones prevén:
21. Finalmente, por las razones expuestas en los fundamentos 10 a 17, el Tribunal
Constitucional no considera que la investigación administrativa realizada por la
SUNAT, que sirvió de base para la formalización de la denuncia del Ministerio
Público y que fue ofrecida como uno de los medios de prueba en el proceso penal que
se sigue al recurrente, constituya una prueba ilícita, ya que, como se sostuvo, ésta no
se realizó lesionando los derechos fundamentales del recurrente.
HA RESUELTO
Publíquese y notifíquese.
SS.
ALVA ORLANDINI
BARDELLI LARTIRIGOYEN
GONZALES OJEDA
GARCÍA TOMA
VERGARA GOTELLI
LANDA ARROYO
[1]
Artículo VI del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional: “Cuando exista incompatibilidad
entre una norma constitucional y otra de inferior jerarquía, el Juez debe preferir la primera, siempre que
ellos sea relevante para resolver la controversia y no sea posible obtener una interpretación conforme a la
Constitución”
[2]
Dicho artículo ha sido modificado por el numeral 5 de la Segunda Disposición Modificatoria y
Derogatoria del Decreto Legislativo N.º 957, de conformidad con los Numerales 1y 2 de la Primera
Disposición Complementaria – Disposición Final del Decreto Legislativo N.º 957, publicado el 29 de julio
de 2004. Su texto modificado es el siguiente:
“Artículo 7, Decreto Legislativo N.º 813.
1. El Ministerio Público, en los casos de delito tributario, dispondrá la formalización de la
Investigación Preparatoria previo informe motivado del Órgano Administrador del Tributo.
2. Las Diligencias preliminares y, cuando lo considere necesario el Juez o el Fiscal en su caso, los
demás, actos de la Instrucción o Investigación preparatoria, deben contar con la participación
especializada del Órgano Administrados del Tributo”.
[3]
“Artículo 8, Decreto Legislativo N.° 813. Investigación y promoción de la acción penal.
1. El Órgano Administrador del Tributo cuando, en el curso de sus actuaciones administrativas,
considere que existen indicios de la comisión de un delito tributario, inmediatamente lo
comunicará al Ministerio Público, sin perjuicio de continuar con el procedimiento que
corresponda.
2. El Fiscal, recibida la comunicación, en coordinación con el Órgano Administrador del Tributo,
dispondrá lo conveniente. En todo caso, podrá ordenar la ejecución de determinadas diligencias a
la Administración o realizarlas por si mismo. En cualquier momento podrá ordenar al Órgano
Administrador del Tributo le remita las actuaciones en el estado en que se encuentran y realizar
por sí mismo o por la Policía las demás investigaciones a que hubiere lugar”.
[4]
Escrito de demanda, obrante a folios 161.
[5]
Escrito de demanda, obrante a folios 167.
[6]
Escrito de demanda, obrante a folios 167.