El Legado

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Nuestra herencia en Cristo (2 Pedro 1:3-10)

 Walter Cuadra  10:54:00  Sermones

“ Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder,
mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,  por medio de las cuales nos ha
dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza
divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;  vosotros
también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al
conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad;  a la piedad, afecto
fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar
ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas
tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual,
hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no
caeréis jamás”.
2 Pedro 1:3-10

INTRODUCCIÓN
             “Un nuevo millonario que no sabe sobre su fortuna”, este fue el título de una noticia publicada por un
periódico de Bolivia. Un hombre sin hogar que vivía en las calles de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia huyó de
la policía, pero lo que no sabía es que le llevaban noticia de que había heredado 6 millones de dólares. Tomás
Martínez, de 67 años, aparentemente pensó que la policía estaba a punto de arrestarlo por su vida alcohólica y
los hábitos de drogas. El hombre desapareció sin dejar rastro, entonces los periódicos de ese país empezaron a
publicar la noticia diciendo: "un nuevo millonario que no sabe sobre su fortuna".
           
             De igual manera nuestra nueva vida en Cristo trae consigo grandes tesoros y riquezas inimaginables,
sin embargo, hay muchos que lo ignoran o la pierden a lo largo de su vida. La Biblia nos enseña que somos
herederos de esta gran fortuna.
Nuestra herencia en Cristo

I.            DIOS NOS HA HEREDADO GRANDES PROMESAS


    

El pasaje anterior nos habla de que somos herederos de grandes riquezas.

1.      Nuestra riqueza consiste en llevar una vida lejos de la maldición del pecado y de gran provecho
personal: “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino
poder…” (2 Pedro 1:3).
2.      Nuestra fortuna está relacionada con la oportunidad de conocer al verdadero Dios: Jesús: “…
mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia…” (2 Pedro 1:3).
3.      Nuestra herencia consiste en grandes promesas que son verdaderas: “… por medio de las cuales
nos ha dado preciosas y grandísimas promesas…” (2 Pedro 1:4). Son muchas las promesas que tenemos:
prosperidad, de protección, de sanidad, de respaldo en cualquier situación, de consuelo y compañía, de éxito y
respaldo en nuestras vidas, etc.
4.      Nuestro legado es la nueva naturaleza que se nos ha otorgado: para “… que por ellas llegaseis a
ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la
concupiscencia.” (2 Pedro 1:4).

Sin embargo, muchas veces podríamos vivir lejos de esta grandísima promesa por causa del pecado
en nuestras vidas, por ello Pedro nos dice habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la
concupiscencia. Ahora bien, ¿cómo logramos escapar de la corrupción del mundo y no ceder a los deseos de
nuestra naturaleza pecaminosa? Pedro nos da la clave a continuación.

II.            DIOS NOS EXHORTA A CUIDAR NUESTRO


    

LEGADO

Vosotros también, poniendo toda diligencia…

            La Biblia nos exhorta a ser diligentes en nuestra vida Cristiana ya que de lo contrario nuestra vieja
naturaleza nos arrastrara al pecado y perder lo que Dios nos ha dado. Para ello este pasaje nos da algunos
pasos a seguir:

III.            PASOS A SEGUIR PARA NO PERDER NUESTRO


             

LEGADO

1.       … añadid a vuestra fe virtud… nuestra vida en Cristo comienza con la fe, el elemento esencial en el
cristianismo. La Biblia nos enseña que: “Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo
que no se ve”, (Hebreos 11:1, NVI), Ahora bien, es necesario añadir a la fe VIRTUD. Virtud es un buen
hábito que capacita a la persona para actuar de acuerdo a la razón recta. Un mal hábito se llama vicio. La
Biblia nos habla que el creyente tiene que ser una persona virtuosa y para eso tiene que desarrollar hábitos que
contribuyan a su crecimiento espiritual: leer la Biblia y otra literatura cristiana de provecho, orar,
congregarnos con fidelidad, estar ocupados en su obra, etc. Haciendo esto nuestra vida estará ocupada como
para darle lugar a pensamientos y acciones pecaminosas.
2.      … a la virtud, conocimiento… A nuestros buenos hábitos hay que agregarle el conocimiento de la palabra
de Dios y todo lo que nos ayude a edificarnos y ser mejores cada día: “Por lo demás, hermanos, todo lo que
es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si
hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”, (Filipenses 4:8). Nuestros pensamiento y en
general nuestra mente tiene que estar influenciada por el mensaje del evangelio.
3.      … al conocimiento, dominio propio… de nada sirve todo el conocimiento si no tenemos el dominio
propio para mantener nuestros deseos y sentimientos bajo perfecto control. Aunque el cristiano conozca que
algunas acciones son pecado, si no tiene el dominio propio caerá en ellas.
4.      … al dominio propio, paciencia… Un ingrediente muy importante para perseverar en la vida cristiana es
la paciencia. Es decir, la tolerancia a las pruebas de la vida para mantenernos constantes en todo tiempo. Esto
complementa el dominio propio. En el evangelio las grandes victorias no se dan de la noche a la mañana, sino
antes se tiene que sufrir y esperan con fe así como lo hicieron aquellos que esperaron en medio de la prueba y
alcanzaron la victoria, como Job, Jacobo, José, Rut, entre otros.
5.      … a la paciencia, piedad… la NVI traduce esta palabra como “devoción a Dios”. Es importante que
llevamos una vida llena del Espíritu y de adoración a Dios. La adoración no solo consiste en cantarle himnos
a Dios, sino más bien es un estilo de vida que glorifique su nombre. Nuestras acciones en la iglesia, en el
trabajo, en nuestra familia y en lo personal deben ser un acto de adoración delante de Dios. “Así que,
hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo,
agradable a Dios, que es vuestro culto racional”, (Romanos 12:1).
6.      … a la piedad, afecto fraternal… el amor entre hermanos es otra cualidad que debe abundar en nuestra
vida: “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su
hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?”, (1 Juan 4:20). Es nuestra
responsabilidad contribuir con la unidad entre los hermanos de la iglesia a través del vínculo perfecto de la
paz.
7.      … y al afecto fraternal, amor… El amor es el cumplimiento de toda la ley y esta basado en un acto de
voluntad de amar aun a nuestros enemigos. “Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye,
Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu
alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es
semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.    No hay otro mandamiento mayor que éstos”, (Marcos
12:29-31). Generalmente en el mundo se aman a las personas que han hecho algo bueno por nosotros, pero el
amor de Dios está basado en la voluntad de amar sin esperar nada a cambio. “El amor es paciente, es
bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta,
no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la
verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”, (1 Corintios 13:4-7, NVI).

      IV.   SI SOMOS DILIGENTES EN ESTOS CONSEJOS


JAMÁS CAEREMOS
“Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al
conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego,
habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer
firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás”.
2 Pedro 1:8-11
            El practicar estas cosas nos mantendrán ocupados y con provecho para no perder por causa del pecado
nuestra herencia en Cristo Jesús.

CONCLUSION

1.      Dios nos ha elegido para vida eterna y para heredar grandes promesas.
2.      La Biblia nos muestra como ocuparnos en nuestra vida para no perder la heredad que tenemos en el
Señor.
2 Pedro 1

Vv. 1-11.La fe une verdaderamente a Cristo con el creyente débil y con el fuerte y
purifica realmente el corazón de uno y del otro; todo creyente sincero es justificado
a ojos de Dios por su fe. La fe obra santidad y produce efectos en el alma que
ninguna otra gracia puede producir. En Cristo habita toda la plenitud y el perdón, la
paz, la gracia y el conocimiento, y los nuevos principios son así dados por medio
del Espíritu Santo. Las promesas para quienes son partícipes de la naturaleza
divina nos harán inquirir si son realmente renovadas en el espíritu de nuestra
mente; volvamos todas estas promesas en oraciones por la gracia transformadora
y purificadora del Espíritu Santo. El creyente debe agregar conocimiento a su
virtud, incrementar la familiaridad con toda la verdad y la voluntad de Dios.
Debemos agregar templanza al conocimiento; moderación por las cosas
mundanas; y a la templanza debemos agregar paciencia o alegre sometimiento a
la voluntad de Dios. La tribulación produce paciencia por la cual soportamos todas
las calamidades y las cruces en silencio y sumisión. A la paciencia debemos
agregar piedad: esto incluye los santos afectos y disposiciones hallados en el
verdadero adorador de Dios; con tierno afecto por todo sus semejantes cristianos
que son hijos del mismo Padre, siervos del mismo Amo, miembros de la misma
familia, viajeros al mismo país, herederos del mismo legado. Por lo tanto, los
cristianos deben laborar para alcanzar la seguridad de su vocación y elección,
creyendo y haciendo el bien; y esforzarse en ello cuidadosamente, es un
argumento firme de la gracia y misericordia de Dios, que los sostiene para que no
caigan completamente. Los que son diligentes en la obra de la religión, tendrán
una entrada triunfal en el reino eterno donde reina Cristo y ellos reinarán con Él
para siempre jamás; y es en la práctica de toda buena obra donde debemos
esperar entrar al cielo.

Vv. 12-15.Debemos ser fundados en la creencia de la verdad, para que no


seamos llevados por cualquier viento de doctrina; y especialmente, en la verdad
que necesitamos saber en nuestro día lo que corresponde a nuestra paz, y que se
opone a nuestro tiempo. El cuerpo no es sino un tabernáculo o tienda del alma. Es
una vivienda vil y móvil. La cercanía de la muerte hace diligente al apóstol en el
negocio de la vida. Nada puede dar tanta compostura en la perspectiva o en la
hora de la muerte como saber que seguimos fiel y sencillamente al Señor Jesús, y
buscamos su gloria. Los que temen al Señor, hablan de su paciencia. Este es el
modo de diseminar el conocimiento del Señor, y por la palabra escrita ellos son
capacitados para hacer esto.

v. 16-21.El evangelio no es algo débil, pero llega con poder, Romanos 1, 16. La
ley pone ante nosotros nuestro miserable estado por el pecado, pero nos deja ahí.
Descubre nuestra enfermedad, pero no da a conocer la cura. Ver a Jesús
crucificado es lo que sana el alma. Tratad de disuadir al mundano codicioso de su
avaricia; unos gramos de oro pesan más que todas las razones. Ofreced quitar la
ira con argumentos a un hombre furioso, que no tiene paciencia para oírlos. Tratad
de detener al libertino, una sonrisa es más fuerte para él, que toda razón. Pero
llegad con el evangelio y exhortadles con la preciosa sangre de Jesucristo,
derramada para salvar sus almas del infierno, y para satisfacer sus pecados y esta
es la súplica poderosa que hace confesar a los hombres buenos que sus
corazones ardían por dentro, y a los malos, como Agripa, decir que casi fueron
persuadidos a ser cristianos, Hechos xxvi, 28. Dios se complace bien con Cristo y
con nosotros en Él. Este es el Mesías que fue prometido, a través del cual todos
los que creemos en Él seremos aceptados y salvados. La verdad y la realidad del
evangelio son también anunciadas por los profetas y escritores del Antiguo
Testamento, que hablaron y escribieron bajo la influencia del Espíritu de Dios, y
conforme a su dirección. ¡Qué firme y segura debe ser nuestra fe, que tiene una
palabra tan firme y segura sobre la cual apoyarse! Cuando la luz de la Escritura el
Espíritu Santo de Dios lanza como dardo a la mente ciega y al entendimiento
entenebrecido, es como la aurora que irrumpe, avanza y se difunde por toda el
alma hasta que el día es perfecto. Como la Escritura es la revelación de la mente y
de la voluntad de Dios, todo hombre debe escudriñarla para entender su sentido y
significado. El cristiano sabe que el libro es la palabra de Dios, en el cual saborea
la dulzura, y siente el poder, y ve la gloria verdaderamente divina. Y las profecías
ya cumplidas en la persona y salvación de Cristo, y en los grandes intereses de la
iglesia y el mundo, forman una prueba incuestionable de la verdad del
cristianismo. El Espíritu Santo inspiró a hombres santos para hablar y escribir. Él
asistió así y los dirigió para entregar lo que ellos habían recibido de Él, para que
ellos expresaran claramente lo que daban a conocer. Así que las Escrituras son
para ser contadas como las palabras del Espíritu Santo y toda la claridad y
simpleza, todo el poder y toda la propiedad de las palabras y expresiones, vienen
de Dios. Mezcle la fe con lo que encuentre en las Escrituras, y estime y reverencie
la Biblia como libro escrito por hombres santos enseñados por el Espíritu Santo.
2 PEDRO 1 – LA VIDA DE UN CRISTIANO SEGURO
A. Una animación para conocer a Dios y lo que Él ha hecho por
nosotros.
1. (2 Pedro 1:1) Introduciendo una carta de Pedro, a los creyentes.

Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por
la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa
que la nuestra:

a. Simón Pedro: El apóstol se llamaba a si mismo Simón Pedro. Quizás, como


escribió esta carta después de un largo tiempo, no quería olvidar de donde venía,
y que a veces seguía siendo más como el viejo Simón que como el nuevo Pedro.
i. Recordamos que Simón era el nombre que le fue dado al nacer; Pedro fue el
nombre especial dado por Jesús, para llamar a este hombre por su pensar y
comportamiento como una piedra.
ii. Algunos dicen que Pedro no fue quien escribió esta carta porque la materia y el
estilo son un poco diferentes en comparación con 1 Pedro. Aun así,
el propósito de las dos cartas es diferente. 1 Pedro fue escrita para animar a los
cristianos que estaban bajo la amenaza de persecución violenta; 2 Pedro fue
escrita para avisar a los mismos creyentes del peligro de los falsos maestros e
influencias dañinas.
iii. “Convencidos de que el mejor antídoto para la herejía es un conocimiento
maduro de la verdad, Pedro exhorta a sus lectores a tener una apreciación propia
para la profecía, de vivir una vida santa y piadosa mientras esperan la venida de
Cristo y crecer en la gracia y conocimiento del Señor.” (Kirby)
b. Siervo y apóstol de Jesucristo: El orden de estos títulos es importante.
Pedro primero se considera a sí mismo un siervo, y después un apóstol. Su
posición como un siervo era más importante para el que su estado como apóstol.
c. A los que habéis alcanzado una fe igualmente preciosa: Pedro escribió a
aquellos que tenían la misma salvación que él había experimentado, a la cual le
llamaba “una fe igualmente preciosa.” Esta fe era alcanzada, y no por esfuerzos
del hombre, sino por la justicia de nuestro Dios y Salvador.
i. “También nos dice, que la fe es ‘preciosa;’ y, ¿apoco no es preciosa? Ya que
trata con cosas preciosas, con promesas preciosas, con sangre preciosa, con
redención preciosa, con toda la preciosura de la persona de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo.” (Spurgeon)

ii. Una fe igualmente preciosa probablemente habla de que ambos judíos y


gentiles disfrutaban de una misma fe, y por lo tanto, de los mismos beneficios de
Jesús. “Dios te ha dado a ti – gentiles creyentes, la misma fe y salvación que nos
ha dado a nosotros –judíos creyentes” (Clarke)
d. Nuestro Dios y Salvador, Jesucristo: La gramática del griego antiguo prueba
que Pedro dijo que Jesucristo es nuestro Dios y Salvador. “La expresión Dios y
Salvador es una construcción en el griego antiguo que demanda a que se
traduzca como, nuestro Dios y Salvador, Jesucristo, la expresión demuestra que
Jesucristo es el Dios de los cristianos.” (Wuest)
i. “La gramática deja muy poca duda de que en estas palabras, Pedro está
llamando a Jesucristo Dios y Salvador.” (Blum) “Es una prueba absoluta de que
San Pedro llama a Jesucristo Dios, incluso en el sentido indicado de la palabra.”
(Clarke)

2. (2 Pedro 1:2-4) Un saludo extenso para el entendimiento del valor del conocimiento de
Dios.

Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro


Señor Jesús.Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad
nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel
que nos llamó por su gloria y excelencia,por medio de las cuales nos ha
dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser
participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que
hay en el mundo a causa de la concupiscencia;

a. Gracia y paz sean multiplicadas: Pedro indicaba que gracia y paz – esos dos
de los regalos más preciados – son nuestros en el conocimiento de Dios y de
nuestro Señor Jesús. Mientras más conocemos a Dios adquirimos estos
fundamentos esenciales para la vida.
b. Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas
por su divino poder: Sin embargo, no solamente gracia y paz – sino todas las
cosas que pertenecen a la vida y a la piedad son nuestras mediante el
conocimiento de aquel. El conocer a Dios es lallave para todas las cosas que
pertenecen a la vida y a piedad.
i. Estas cosas vienen a nosotros por medio de Su divino poder. “¡Poder divino!
¡Que cuestiones estupendas son captadas en ese término, poder divino! ¡Esto es
lo que escarbó hasta lo más profundo de la tierra y el mar! ¡Poder divino, esto es
lo que guía la marcha de las estrellas en el cielo! ¡Poder divino! Es lo que sostiene
los pilares del universo, y lo que un día los sacudirá, y apresurará a todas las
cosas a ser la nada que eran naturalmente.” (Spurgeon)
ii. Estamos dispuestos a intentar casi todo menos el conocimiento de Él. Aun
confiamos más en los planes y esquemas del hombre en vez del conocimiento
de Él. Intentaremos conocernos a nosotros mismos en vez de al conocimiento
de Él. Necesitamos llegar al mismo lugar en el cual estaba el Apóstol Pablo,
cuando dijo a fin de conocerle (Filipenses 3:10).
iii. De acuerdo con Blum, la palabra en el griego antiguo de conocimiento no se
refiere a un conocimiento casual. Significa un conocimiento exacto, completo, y
profundo.
c. Mediante el conocimiento de aquel (Dios): Llegamos al conocimiento de
aquel cuando aprendemos mediante de Él, Su palabra, por medio de la oración, y
por medio de la comunidad de Su pueblo. Es cierto que necesitamos a Dios
solamente, pero Dios no solamente nos encuentra en nuestra “soledad” pero
también en la comunidad con Su pueblo.
d. Nos llamó: Este conocimiento de Dios viene a aquellos que son llamados. Es
conocimiento, pero no meramente entendimiento intelectual o intuición. Es el
conocimiento que viene por experiencia – la experiencia que el pueblo de Dios
tiene con Dios mismo.
e. Nos llamó por su gloria y excelencia: Es la Gloria y excelencia de Jesús la
que lo motivó a llamarnos, y es Su gloria y excelencia la que nos llama hacia Él.
f. Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas:
Esto explica el valor de la gloria y excelencia de la que Dios nos llama. Por
medio de estas, Él nos dio preciosas y grandísimas promesas. Esto significa
que las promesas de Dios están basadas en Su gloria y excelencia, y por lo
tanto, son perfectamente confiables porque Dios nunca comprometería Su gloria
y excelencia.
i. Salmo 138:2 nos recuerda que Dios honra a Su Palabra aun por encima de Su
nombre. Nunca tenemos que dudar de las promesas de Dios. Sino que
deberíamos de dejar que Dios sea veraz y todo hombre mentiroso (Romanos 3:4).
ii. Por estas razones, las promesas de Dios son ambas grandísimas (en el
sentido de que son grandes e imponentes), y también son preciosas, en el
sentido de su valor. “Muchas cosas son grandísimas pero no preciosas, tales
como piedras grandes, las cuales son de poco valor; y por el otro lado, muchas
cosas son preciosas pero no son grandísimas, tales como los diamantes y otras
joyas, las cuales no pueden ser grandísimas si son preciosas. Pero aquí tenemos
promesas que son tan grandísimas, que no son menos que infinitas, y tan
preciosas, que no son menos que divinas.” (Spurgeon)
iii. “Era de consecuencia considerable para la comodidad de los gentiles que estas
promesas fueron hechas para ellos, y que la salvación no era exclusivamente de
los judíos.” (Clarke)
g. Para que por medio de ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza
divina: Esto explica el valor de estas grandísimas y preciosas promesas. Por
medio de estas promesas, nosotros somos participantes de la naturaleza
divina. La idea de Pedro es similar a la idea de Pablo con respecto a nuestro
estado glorioso como hijos e hijas adoptados de Dios (Gálatas 4:5-7).
h. Habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la
concupiscencia: Dios está muy por encima de la corrupción de este mundo. Así
debería de ser también con aquellos que son participantes de la naturaleza
divina. La corrupción que hay en el mundo se expresa por si misma a causa
de la concupiscencia –los deseos impíos del mundo.
3. (2 Pedro 1:5-7) Como vivir como participantes de la naturaleza.

Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a


vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio;
al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto
fraternal; y al afecto fraternal, amor.
a. Poniendo toda diligencia: Somos participantes de la naturaleza divina, pero
una vez que somos hechos hijos e hijas espirituales, crecimiento en la vida
cristiana no simplemente nos sucede. Debemos de poner toda diligencia en
nuestro caminar con el Señor.
b. Añadid a vuestra fe, virtud: Comenzamos a caminar con el Señor con fe, pero
la fe prosigue en virtud, conocimiento, dominio
propio, paciencia, piedad, afecto fraternal, y amor – siendo el amor la piedra
principal de la obra de Dios en nosotros.
i. Añadid a vuestra fe: Literalmente, en el griego antiguo, “Subiendo mano con
mano; aludiendo, como muchos piensan, a el coro en la danza griega, quienes
bailaban agarrados de las manos.” (Clarke)
ii. La extensión de la lista demuestra que Dios quiere que nosotros tengamos una
vida cristiana completa, completa en todo sentido. Nosotros no podemos estar
contentos con una vida cristiana incompleta.

iii. De las palabras dominio propio, el erudito griego Kenneth Wuest dice que los
griegos usaban estas palabras dominio propio para describir a alguien que no
era gobernado por el deseo sexual.
c. Poniendo toda diligencia: Estas hermosas cualidades no son simplemente
puestas sobre nosotros por el Señor mientras nosotros las recibimos de manera
pasiva. Sino que somos llamados a poner toda diligencia para estas cosas,
trabajando en equipo con Dios para añadirlas.
4. (2 Pedro 1:8-9) Como usar estas cualidades para medir tu caminar cristiano.

Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejaran estar


ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
Pero el que ni tiene estas cosas tiene la vista muy corta; el ciego, habiendo
olvidado la purificación de sus antiguos pecados.

a. Si estas cosas están en vosotros y abundan: Si tenemos estas cosas,


y abundan estas cosas, es evidente para todos que no estamos ociosos ni sin
fruto en nuestro conocimiento de Jesús.
i. Las palabras ociosos y sin fruto caracterizan las vidas de muchos cristianos, a
quienes les faltan estas cualidades les hace falta más conocimiento de Dios –
conocerlo a Él por medio de una relación en un sentido que sea más completo y
profundo cada vez.
ii. Abundan: Algunos se sienten bien porque estas cualidades se demuestran en
nosotros de vez en cuando. Pero Pedro dice que estas cosas deben abundar en
nosotros.
b. El que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego: Si estas
cosas nos faltan, demuestra que tenemos “problemas de la vista.” Tenemos la
vista muy corta, somos incapaces de ver a Dios, solo nos vemos a nosotros
mismos. Esto nos hace prácticamente ciegos, demostrando que nosotros
hemos olvidado que fuimos purificados de los antiguos pecados.
i. “Un hombre ve las cosas de tiempo y es incapaz de discernir aquellos de la
eternidad… se ve a sí mismo y sus semejantes, pero no a Dios. Esta miopía es
destructiva de una verdadera experiencia cristiana y por lo tanto, hace imposible el
avance.”(Morgan)

ii. La razón para esta condición también está establecida; Uno así ha olvidado la
purificación de sus antiguos pecados. “Eso es para decir que, ha fallado al
responder toda la ampliación de la vida y la visión que vino a él cuándo recibió la
limpieza de su naturaleza al principio de su vida cristiana.” (Morgan)
iii. Quizás ha olvidado lo malo que era, y cuanto necesitaba esta limpieza. Quizás
ha olvidado el gran costo de la mancha por la purificación de sus grandes
pecados. Quizás ha olvidado cuán grande y completo es la purificación, haciendo
a un pecador culpable ahora tan puro y blanco como la nieve (Isaías 1:18).
5. (2 Pedro 1:10-11) Haciendo nuestra vocación y elección firme.

Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y
elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.Porque de esta
manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
a. Tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección: ¿Cómo
podemos estar seguros de que Dios nos ha llamado y que somos
elegidos? Haciendo estas cosas las que se hablaron en 1 Pedro 1:5-7 (fe, virtud,
conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto fraternal, y amor). Al ver
estas cosas en nuestras vidas, sabemos que nuestras vidas se están haciendo
más como la naturaleza de Jesús. Demuestra que estamos siendo conformados a
la imagen de Su Hijo (Romanos 8:29).
i. Es imposible para una persona que no es salva hacer deberes morales y
religiosos. Pero “estas cosas” Pedro escribió de asuntos del corazón, y debe de
ser evidente en todo aquel que ha nacido de nuevo. Simplemente, si somos
llamados, si somos elegidos, y después somos nacidos de nuevo – y si somos
nacidos de nuevo, se demuestra en la manera en que vivimos.
ii. “Sin embargo, se preguntará, ¿porque es la vocación puesta aquí antes de
la elección siendo que la elección es eterna, y el llamado toma un lugar en el
tiempo? Yo contesto, porque la vocación es primero para nosotros. Lo primero que
tú y yo podemos saber es el la vocación: no podemos saber si somos elegidos
hasta que sentimos que somos llamados. Debemos, primeramente, demostrar
nuestra vocación, y después nuestra elección es ciertamente segura.” (Spurgeon)
b. Porque hacienda estas cosas, no caeréis jamás: Al buscar estas cosas nos
mantenemos sin tropiezo. Crecimiento y progreso continuo en la vida cristiana es
la manera segura de evitar el tropiezo.
c. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el
reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo: Pedro les recuerda a sus
líderes de la gran recompensa de una vocación y elección hecha firme. Entrarán
al cielo de manera gloriosa, y no así como por fuego (1 Corintios 3:15).
i. “Hay dos maneras de entrar por un puerto. El barco puede entrar, anegado y
alocado, solo se mantiene a flote por el trabajo continuo de las bombas; o puede
entrar con todas las velas desplegadas, su pendón flotando en la cofa. La escalera
es lo que el apóstol desea para sí mismo y para quienes se dirige. Desea que una
puerta abundante sea ministrada para ellos.” (Meyer)

ii. F.B. Meyer también escribió que la idea de “amplia y generosa entrada” era
verdaderamente una entrada de coro. La idea era de un conquistador romano
llegando a la ciudad, bienvenido por cantantes y músicos quienes se unirían a él
en una procesión feliz y gloriosa a la ciudad.
iii. “¿Así será tu entrada al cielo? ¿Entrarás, salvado así como por fuego, o
recibirás una recompensa? ¿Entrarás desconocido, o serás recibido por docenas y
cientos a los que hayas sido de bendición y que te estarán esperando?” (Meyer)

iv. Os será otorgada: “Solo un pensamiento más. Se dice que la entrada será
‘ministrada a nosotros.’ Eso me da una dulce pista de que, yo encuentro, hace
hincapié por Doddrige. Cristo abrirá las puertas del cielo, pero el tren de virtudes
celestiales – las obras que nos persiguen – ira con nosotros y nos guiara a la
entrada.” (Spurgeon)
B. La necesidad de ser recordados.
1. (2 Pedro 1:12) Pedro explica porque escribe de estas cosas que han escuchado
anteriormente – los básicos de la vida cristiana.

Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros


las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente.
a. Por esto: Pedro acaba de escribir de la promesa de la entrada a el reino
eterno de Dios (2 Pedro 1:11). Porque la llegada a ese reino es tan importante, es
importante y necesario que Pedro nos recuerda siempre de los básicos de la vida
cristiana.
b. Yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las
sepáis: A pesar de que sus lectores sabían la verdad, a vista en lo que estaba en
juego – su destino eterno – vale la pena repasar estas cosas una y otra vez.
i. Un equipo deportivo que va a air a un campeonato repasa los mismos
fundamentos una y otra vez. Ellos hacen esto, aun a pesar de que ya conocen
estas técnicas, porque saben qué es lo que está en juego.

ii. Por esta razón, los cristianos nunca se deberían de cansar de escuchar los
básicos de la vida cristiana. Debemos de regocijarnos cada vez que Jesucristo, Su
evangelio y Su plan para nuestras vidas son predicados.

c. Confirmados en la verdad:confirmadoses la misma palabra traducida


en Lucas 22:32 como fortalecido, cuando Jesús le dijo a Pedro “tú, una vez vuelto,
confirma a tus hermanos.” Aquí, Pedro cumplió con la orden de Jesús. Él nos
confirmará y fortalecerá al recordarnos de los básicos de la vida cristiana.
2. (2 Pedro 1:13-14) La urgencia del corazón de Pedro.

Pues tengo por justo, en tanto que estoy en este cuerpo, el despertaros con
amonestación; sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo, como
nuestro Señor Jesucristo me ha declarado.

a. Tengo esto por justo: Por lo que está en juego, Pedro sabía que era justo el
recordarle a la gente contantemente, especialmente porque sabía que los días de
esta vida terrenal llegarían a su fin prontamente.
b. En breve debo abandonar el cuerpo (tienda): Pedro no consideraba a su
cuerpo como algo más que una tienda. Una tienda es un lugar temporal en donde
vivir. Las tiendas se deben de cuidar, pero no invertirías mucho para arreglarla. Tú
guardarías tus recursos para algo más permanente en donde vivir. Nuestro lugar
permanente en donde vivir es el cielo, y deberíamos de invertir más en el cielo que
en nuestras tiendas.
i. ¿Cómo sabía Pedro que en breve debe de abandonar su cuerpo? Quizás fue
porque Pedro simplemente estaba envejeciendo. Quizás porque el fuego dela
persecución se estaba calentando más alrededor de él. La historia de la iglesia
nos dice que Pedro si murió como mártir, como nuestro Señor Jesucristo le
habíadeclarado. (Juan 21:18-19).
ii. Esto demuestra que Pedro creía que las palabras proféticas de Jesús se
cumplirían por completo. Jesús demostró a Pedro que él moriría como mártir, y él
le creyó – aun si él deseara que solo fuera algo simbólico.
3. (2 Pedro 1:15) Pedro se prepara para el futuro.

También yo procuraré con diligencia que después de mi partida vosotros


podáis en todo momento tener memoria de estas cosas.

a. Procurare con diligencia… podáis en todo momento tener memoria: Pedro


puso este recordatorio en la carta, para que nosotros podamos tener el
recordatorio constante aun después de su partida.
b. Después de mi partida: Pedro parecía estar consciente de la importancia del
paso de los apóstoles, y la necesidad de preservar la enseñanza autoritativa de
los apóstoles y profetas. Esto, la enseñanza escrita de los apóstoles y sus
asociados, es la fundación de la iglesia (Efesios 2:20) preservada por Dios para
todas las generaciones.
C. La certeza del testimonio apostólico
1. (2 Pedro 1:16-18) La evidencia de la transfiguración

Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor


Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con
nuestros propios ojos su majestad. Pues cuando él recibió de Dios Padre
honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía:
Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos
esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo.

a. Porque no os hemos dado a conocer… fábulas artificiosas: Pedro declara


solemnemente que el testimonio de los apóstoles – un testimonio por el cual
soportaron tortura y dieron su vida – no fueron basados en fábulas astutas ni con
mentiras a medias, sino en testimonio ocular; elloshabiendo visto con sus
propios ojos su majestad.
i. Fábulas se traduce el griego antiguo mythos. Algunos piensan que el evangelio
y el registro bíblico solo son mitos antiguos. Puede que admiren su poder como
mitos, pero Pedro insiste con certeza que su mensaje no era un mito – era historia,
visto por sus propios ojos.
ii. Podemos reconstruir con exactitud los acontecimientos históricos de los
testimonios de aquellos quehan visto con sus propios ojos, quienes deben de
ser checados para asegurarse de que están diciendo la verdad. Los apóstoles y
escritores del Nuevo Testamento han sido checados por siglos y se han
encontrado veraces.
b. Visto con nuestros propios ojos su majestad: ¿Cuándo vio Pedro
la majestad de Jesús? Hubo muchas ocasiones, pero probablemente una
sobresalió en su mente: la transfiguración de Jesús, registrada en Mateo 17:1-
8, Marcos 9:1-9, and Lucas 9:28-36. Sabemos esto porque Pedro cita lo que el
Padre le dijo a Jesús en la Transfiguración: “Este es mi Hijo amado, en el cual
tengo complacencia.”
i. En la transfiguración, Jesús fue trasformado en gloria ante los apóstoles, no
meramente cambiado en apariencia externa. El efecto fue muy llamativo; Jesús se
hizo tan brillante en apariencia que era difícil ver a Jesús. Él brilló como el
sol (Mateo 17:2).
ii. Uno puede ver que esta brillante gloria no una un milagro nuevo sino una
“pausa” en un milagro en marcha. El milagro verdadero era que Jesús, casi todo el
tiempo, podía evitar manifestar Su gloria.
c. Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia: En la transfiguración,
el Padre habló desde el cielo para declarar Su aprobación y gozo en Dios el Hijo.
Mientras Pedro escribía esto, sentimos que las palabras aun resonaban en sus
oídos, porque en la transfiguración cometió el error de hacer a Jesús igual que a
Moisés y Elías, quienes aparecieron junto con Él.
i. Esas palabras del cielo eran importantes, porque Jesús le acababa de decir a
Sus discípulos que Él tenía que ser crucificado y Sus seguidores también tenían
que tomar su cruz y seguirlo (Marcos 8:31-38). Sus discípulos necesitaban esta
palabra de certeza para seguir confiando en Jesús, y necesitaban escuchar que
Jesús aún era complaciente del Padre, a pesar de que había dicho que sería
crucificado.
ii. Estas palabras del cielo también pusieron claramente a Jesús por sobre la Ley
de los profetas. Jesús no era solamente otro, o un mejor dador de la ley o profeta,
Él era el Hijo amado.
iii. Esencialmente, la voz del cielo era una reprensión para Pedro (Marcos 9:7). Sin
embargo, ahora, lo que una vez fue una reprensión se ha convertido en un dulce
recuerdo.
iv. Moisés y Elías aparecieron con Jesús por que representaban a los que estaban
atrapados con Dios (Judas 9 y 2 Reyes 2:11). Ellos presentaron la Ley (Moisés) y
los profetas (Elías). Moisés y Elías también se figuran juntos en la profecía con
una fuerte conexión con los testigos de Apocalipsis 11:3-13.
d. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo: Fue increíble para Pedro y los
discípulos el ver a Jesús transfigurado y glorioso. Fue increíble para ellos
escuchar esta voz enviada del cielo. Sin embargo, la experiencia por sí misma
no transformó sus vidas. Solo el nacer de nuevos por el Espíritu Santo lo hizo,
dándoles audacia sin límites. La transfiguración fue increíble, pero era experiencia
pasajera hasta que nacieron de nuevo.
2. (2 Pedro 1:19) La evidencia de la profecía cumplida.

Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en


estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que
el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;

a. Tenemos también la palabra profética más segura: La experiencia de Pedro


en la transfiguración fue increíble. Pero aún más segura que la experiencia
personal de Pedro es el testimonio de la Palabra de Dios acerca de quién es
Jesús. El cumplimiento de la palabra profética más segura es ciertamente, es el
testimonio confiable de la verdad de las Escrituras.
i. “Tomados de acuerdo a la traducción común, parece decir que profecía es una
evidencia más segura de la revelación Divina, aún más que los milagros; y así ha
sido entendido.” (Clarke)
b. A la cual hacéis bien en estar atentos: Cuando consideramos el testimonio
profético a Jesús, hacemos bien en estar atentos. Hay al menos 332
predicciones distintas en el Antiguo Testamento con referencia al Mesías que
Jesús cumplió a la perfección. La combinación de esta evidencia junta, desde un
punto de vista estadístico simple. Es absolutamente abrumador.
i. El profesor Peter Stoner ha calculado que la probabilidad de que algún hombre
cumpla con ocho de estas profecías es de uno en 100,000,000,000,000,000 (10 al
17ma potencia). Esa cantidad de dólares de plata cubriría el estado de Texas a dos
metros de profundidad. Stoner dice que si se tiene en cuenta 48 de las profecías,
las probabilidades se convierten en uno en 10 a la 157 ma potencia.
c. Como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro: Con razón Pedro puede
decir que la palabra es segura, y que es una antorcha que alumbra, es algo a lo
que nos debemos de aferrar hasta que el día aclarezca y Jesús regrese.
3. (2 Pedro 1:20-21) Principios para la garantía profética.
Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de
interpretación privada,porque nunca la profecía fue traída por voluntad
humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados
por el Espíritu Santo.

a. Ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada: Aún en el


tiempo de Pedro, enemigos de Jesús distorsionaban las profecías delAntiguo
Testamento, dándoles significados personales y bizarros para excluir a Jesús de
su cumplimiento. Pero Pedro dice que la profecía no es de interpretación
privada, sino que su significado es evidente y puede ser comprobado por otros.
i. Aunque Pedro habla de profecía de la Escritura, es el mismo principio para el
don de la profecía hoy en día. Debe haber una confirmación sobria de cualquier
palabra profética, y no por medio de otra palabra profética, sino por las Escrituras.
En el don de la profecía, Dios nunca habla solamente a una persona, y siempre
provee confirmación.
b. Nunca la profecía fue traída por voluntad humana: Es erróneo y malo el
distorsionar la profecía a nuestro significado personal, porque la profecía no es
viene del hombre, sino de Dios, aunque venga por medio de los hombres santo
de Dios– pero solamente cuando son inspirados por el Espíritu Santo.
i. “Lejos de inventar el tema de sus propias predicciones, los profetas antiguos ni
siquiera sabían el significado de lo que ellos mismos escribían. Ellos fueron más
allá de si mismos por la influencia del Espíritu Divino, y después de años estaban
solos para descubrir el objeto de la profecía; y el cumplimiento era prueba
absoluta de que era predicción de Dios y que no era invento privado.” (Clarke)
c. Siendo inspirados por el Espíritu Santo: De acuerdo con Green, la palabra
griega Antigua traduce “inspirado” tiene el sentido de llevado a lo largo, como un
barco siendo llevado a lo lago por el viento o la corriente (la misma palabra es
usada para un barco en Hechos 27:15, 17). Es como si los escritores de las
Escrituras “elevaban sus velas” en cooperación mientras Dios y el Espíritu Santo
los llevaban a lo largo de la dirección que Él deseaba.
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