La Calidad en Gillette Argentina, Admon Operaciones
La Calidad en Gillette Argentina, Admon Operaciones
La Calidad en Gillette Argentina, Admon Operaciones
Resumen de caso
ANTECEDENTES
Mejor conocida por sus máquinas de afeitar y sus navajas (Trac II, Sensor,
y la más novedosa, MACH3 con un precio premium), Gillette Company
también era un líder en las baterías (Duracell), en los cuidados dentales
(Oral-B), y en los artículos de tocador (Gillette Series), y era un gran
vendedor de productos para escritura (Paper Mate y Parker Pen) y
rasuradoras eléctricas y otros utensilios pequeños (Braun)
Cada día, por lo menos 1 200 millones de personas en todo el mundo usan
uno o más productos Gillette. En 1998, la corporación era el líder mundial
en 10 categorías de productos de consumo. En años recientes, Gillette
introdujo más de 20 productos nuevos cada año. Ese año fue el quinto año
consecutivo en el cual por lo menos 40% de las ventas provenían de
nuevos productos.
En 1993, ODI envió consultores a Buenos Aires para que capacitaran a los
directores, administradores y otras 20 personas argentinas que se
convertirían en los instructores del resto de la organización. Jorge Micozzi
(presidente de la compañía) aceptó de inmediato la administración total de
la calidad; él lo explicó así: “al poco tiempo después de que lanzamos el
programa de administración total de la calidad en Argentina, llegué a la
conclusión de que las recomendaciones, soluciones y los resultados
provenientes de los principios del trabajo en equipos interfuncionales eran
mejores, más enriquecedores y más creativos que cualesquiera otros.
Cuando se conjuntan las personas provenientes de distintas disciplinas
para mejorar un proceso o una razón, se obtienen resultados mucho
mejores. Necesitábamos optimizar nuestras decisiones y procesos porque
pude ver que, a medida que se abriera nuestro mercado argentino, más
competencia provendría de Estados Unidos y de Europa. Para competir y
para mantener nuestra participación de mercado, debíamos tener un
desempeño mejor, más rápido y con el cual pudiéramos trabajar con más
facilidad”.
Victor Walker investigó las quejas acerca del tiempo y del contrato para la
calidad, detectó que las personas consideraban que era algo demasiado
burocrático e innecesario, investigó extensamente el movimiento de la
calidad.
Micozzi describió los esfuerzos que tuvo que hacer detrás de los escenarios
para persuadir a sus ejecutivos de que proporcionaran un apoyo total al
programa de la calidad:
“Víctor tiene una actitud muy especial; él apoya y ayuda a todas las
personas de la organización con todos los temas relacionados. Participa
mucho; cuando un equipo tiene problemas, él colabora y los ayuda. Tiene
un carácter muy fuerte, es muy buen analista y transmite compromisos
reales, no solamente teóricos; sino algo real”.
Las rotaciones del inventario fueron de 4.8 a 8.7, y los gastos operativos de
ese lapso disminuyeron 40%. Finalmente, el rendimiento sobre los activos
aumentó en 60% en el mismo periodo. Walker estimó que el aumento de
rentabilidad atribuible directamente a la administración total de la calidad
había sido de 17.8 millones de dólares entre 1993 y abril de 2000, más
todos los beneficios no monetariamente cuantificados, sobre todo los que
se relacionan con los clientes externos y con los mejoramientos de los
procesos internos.
CONCLUSION