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ZONIFICACION SISMICA DE LA CUENCA DE SANTIAGO, CHILE

Leyton, F.1, Sepúlveda, S.A.2, Astroza, M.3, Rebolledo, S.2, González, L.3, Ruiz, S.2, Foncea, C.3,
Herrera, M.2, Lavado, J.4
1 Departamento de Ingeniería en Construcción, Facultad de Ingeniería, Universidad de Talca,
Camino Los Niches km 1, Curicó, Chile.
2 Departamento de Geología, Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Universidad de
Chile, Plaza Ercilla 803, Santiago, Chile.
3 Departamento de Ingeniería Civil, Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Universidad
de Chile, Blanco Encalada 2002, Santiago, Chile.
4 Departamento de Industria, Facultad de Ingeniería, Universidad Tecnológica Metropolitana.

RESUMEN
El movimiento del suelo producido por un sismo es función de muchos factores entre los que se
pueden destacar las características de la fuente sismogénica, la trayectoria que siguen las ondas
sísmicas desde su origen hasta su destino y las características y propiedades locales del suelo en el
punto de observación. El presente estudio analiza las condiciones de los suelos del área
Metropolitana de Santiago para hacer una clasificación sísmica de los depósitos existentes. Con este
propósito, se consideran parámetros como la geología, propiedades dinámicas del subsuelo y la
distribución de daños observada durante el terremoto del 3 de marzo de 1985. Producto de este
análisis se obtiene un mapa donde se identifican dos zonas en las cuales se puede esperar un peligro
sísmico relativamente homogéneo.

SUMMARY
The movement of the ground during an earthquake depends upon many factors, such as: the
characteristics of the source, la path followed by the seismic rays, and the local conditions at the
observation site. In the present study, we focus on the local soil conditions at the Santiago
Metropolitan area, aiming to obtain a seismic classification of the existing deposits. We consider
several parameters, such as dynamic properties of the soils and the distribution of damaged observed
during the last great earthquake (3/03/1985). From this analysis, we obtain a map where two zones
can be recognized; each one with a homogeneous expected seismic hazard.
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INTRODUCCIÓN
De la respuesta de las construcciones a grandes terremotos se ha comprobado que hay una
fuerte influencia de las condiciones locales del sitio, efecto conocido por casi 200 años cuando fue
puesto en evidencia por las diferencias de comportamiento en las cercanías a los ríos Mississippi y
Ohio, comparados con emplazamientos más elevados, durante las secuencias sísmicas de New
Madrid de 1811-1812 (Drake, 1815). Casos similares de la influencia del sitio fueron detectados
durante el gran terremoto de Japón de 1891 (Milne, 1898), de San Francisco de 1906 (Wood, 1908)
y de Long Beach de 1933 (Wood, 1933). La ciudad de Santiago no es una excepción en este tipo de
comportamiento, como quedó en evidencia durante el terremoto de Valparaíso de 1906 (Montessus
de Ballore, 1916) y de 1985 (Monge, 1986). Durante este último evento se reportaron entre 0.5 y 2
grados de diferencia en la intensidad entre áreas cercanas (Astroza y Monge, 1989; Menéndez,
1991). Según Astroza y Monge (1991) las mayores amplificaciones se producen en los depósitos
constituidos por suelos finos y en los depósitos fluviales actuales poco consolidados.
En el presente estudio se identifican zonas dentro de la cuenca de Santiago con mayores
demandas sísmicas y por lo tanto más susceptibles de presentar mayores daños producto de las
condiciones locales. Con este propósito se recopilaron antecedentes de distinta naturaleza, desde
datos netamente descriptivos, tales como la geología superficial, a valores cuantitativos geotécnicos
y geofísicos. Del estudio de la geología se concluye que en la cuenca de Santiago se presentan
principalmente cuatro unidades con propiedades definidas que inciden en un marcado
comportamiento sísmico particular, ellas son: los limos y arcillas o finos del noroeste, las cenizas
volcánicas, las gravas del Mapocho y Maipo y los abanicos aluviales menores o conos de deyección.
En una primera instancia, estas unidades se pueden agrupar en dos clases si se usan los criterios de
una norma de diseño sísmico de edificios e instalaciones industriales para establecer la demanda
sísmica.

GEOLOGIA
La cuenca de Santiago es una depresión irregular con profundidades, estimadas por
gravimetría (Araneda et al., 2000), variables entre una centena de metros hasta aproximadamente
500 m. Para definir los depósitos geológicos sedimentarios de la cuenca de Santiago en un plano se
consideraron las características granulométricas dominantes en los aproximadamente 30 metros
superficiales con lo cual prácticamente desaparecen las zonas de transición entre unidades. La
información requerida se obtuvo de la interpretación de pozos y sondajes y de los trabajos de
Valenzuela (1978), Wall et al. (1999), Milovic (2000), Fernández (2001, 2003), Rauld (2002), Sellés
y Gana (2001) y Fock (2005), los cuales aportan una buena descripción de la geología del área.
En base a la información anterior, se definieron las unidades que se muestran en la Figura 1 y
cuya descripción es la siguiente:
• Unidad I. Rocas. Estas afloran en los cordones que rodean la cuenca de Santiago y en los
cerros islas (cerros de Chena, Santa Lucía, Renca y otros). De acuerdo al mapa de Fock
(2005), hacia el noreste y este afloran principalmente rocas asignadas a la Formación
Abanico, intruidas por rocas ígneas. Al norte y al oeste dominan rocas más antiguas,
asignadas a las formaciones Lo Valle, Veta Negra y Lo Prado y cuerpos intrusivos
cretácicos.
• Unidad II. Gravas. Unidad constituida principalmente por materiales gruesos, con
predominio de gravas arenosas de compacidad media a alta. En la cuenca corresponden
principalmente a los depósitos subactuales de los ríos Maipo, Mapocho y Clarillo.
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Figura 1 - Mapa con la geología superficial de la cuenca de Santiago, según la leyenda del borde
derecho. El contorno ennegrecido representa los límites del radio urbano.
• Unidad IIIa. Depósitos constituidos por bloques y gravas subangulares en matriz soportante
areno-arcillosa con intercalaciones de arenas, limos y arcillas. En el área de estudio
corresponden a abanicos aluviales menores ubicados en las laderas de los relieves principales
que rodean la cuenca.
• Unidad IIIb. Depósitos constituidos por gravas y bloques en matriz areno arcillosa.
Corresponden a abanicos aluviales antiguos, principalmente asociados al río Mapocho,
ubicados al noreste de la cuenca. Estos se ubican formando un relieve de altura media como
por ejemplo los cerros Apoquindo y Calán.
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• Unidad IV. Depósitos constituidos por gravas y bloques en matriz soportante arcillo arenosa.
En la cuenca se ubican en el relieve principal, al este y noreste, y corresponden a depósitos
de remociones en masa antiguos.
• Unidad Va. Depósitos constituidos por gravas en matriz areno arcillosa con abundantes
intercalaciones de arenas, limos y arcillas y gruesos suelos limo arcillosos. En la cuenca
corresponden a los depósitos de abanicos aluviales de los esteros Colina y Arrayán.
• Unidad Vb. Depósitos constituidos por arenas finas a gruesas con mezcla variable de limos y
arcillas. En la cuenca corresponden a los depósitos del estero Lampa.
• Unidad VI. Depósitos constituidos por espesores mayores a 20 m de ceniza volcánica con
fragmentos líticos y pómez, asignada a la unidad denominada Ignimbrita Pudahuel. Los
depósitos se ubican formando lomas de poca altura en el sector poniente y norponiente de la
cuenca de Santiago. Se incluyen en esta unidad depósitos de cenizas con intercalaciones de
arenas limos y gravas.
• Unidad VII. Depósitos constituidos por limos y arcillas con intercalaciones de gravas, arenas
y cenizas. Los depósitos asignados a esta unidad se ubican principalmente en el sector norte
de la cuenca de Santiago.
• Unidad VIII. Depósitos de granulometría variable entre gravas y limos. Corresponden a los
depósitos de los cauces fluviales actuales que se distribuyen en toda la cuenca.
Los límites entre algunas de las unidades se establecieron teniendo en cuenta los valores de
las intensidades sísmicas y de los periodos fundamentales de vibración, para luego revisar con
mayor detalles los perfiles estratigráficos disponibles y establecer la unidad predominante. Un
ejemplo de ello es el caso de los depósitos ubicados entre los cerros isla de Renca y San Cristóbal.

PROPIEDADES DINAMICAS DE LOS DEPOSITOS DE LA CUENCA


Teniendo en cuenta que las normas de diseño sísmico hacen la clasificación sísmica de los
sitios en función de las propiedades dinámicas de los suelos, es fundamental contar con antecedentes
relacionadas con ellas, principalmente el período fundamental de vibración y las velocidades de
propagación de onda de corte. En la cuenca de Santiago se cuenta con varios estudios sobre su
respuesta sísmica, dentro de los que destacan los estudios de microvibraciones (Pasten, 2007;
Bonnefoy-Claudet et al., 2008) y de refracción sísmica (Ponce, 1998; Geo-E Tech, 2007).
Periodo fundamental de vibración: El análisis de las mediciones de microvibraciones ambientales
permite determinar el período fundamental de vibración de los suelos utilizando el método de
Nakamura, esto es, la razón espectral entre la componente horizontal y la vertical (H/V) (Nakamura,
1989, 2000). En el presente trabajo se han utilizado los datos de Pasten (2007) en el cual se
realizaron un total de 264 mediciones, algunas de las cuales han sido eliminadas por estar
dominadas por transientes (Bonnefoy-Claudet et al., 2008), reduciéndose a las mediciones que se
muestran en la Figura 2.
Del análisis de las mediciones de microvibraciones ambientales, se distinguen cuatro tipos de
comportamiento en la curva H/V, tal como se presentan en la Figura 3: (a) curva plana en donde no
se identifica ningún pico, (b) se presenta un pico en las bajas frecuencias, pero la respuesta es plana,
(c) pico de baja amplitud, junto con otros, de menor amplitud, en otras frecuencias, (d) pico de alta
amplitud y otros marcados en frecuencias superiores.
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Figura 2 - Mapas con la geología superficial (ver detalles en Figura 1), con datos de la intensidad sísmica
(Escala MSK-64) para el terremoto de Valparaíso de 1985 (izquierda) y con mediciones de Vs30 y datos
de período fundamental de vibración del suelo (derecha).
Luego de revisar los instrumentos utilizados en las mediciones de microvibraciones y
compararlos con otros (Ruiz y Leyton, 2010), se concluye que los picos que se detectan en baja
frecuencia corresponden a un artefacto producto del tipo de instrumento utilizado, por lo que son
descartados en el presente estudio. Con ello, las respuestas tales como las presentadas en (b) pasan a
clasificarse como planas (a). Por otro lado, las curvas presentadas en (c) y (d) presentan una
frecuencia fundamental de vibración del suelo, pero poseen un pico con variaciones de amplitud. En
este trabajo se han clasificado estos dos tipos de curva de la misma manera, identificando la
frecuencia fundamental de suelo (Bonnefoy-Claudet et al., 2008), independiente de la amplitud del
pico principal. En todo caso, cabe mencionar que la amplitud del pico está relacionada con el
contraste de impedancia entre la roca y el relleno (Bonnefoy-Claudet et al., 2006).
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Figura 3 - Taxonomía de la respuesta de H/V de microvibraciones tomadas en la cuenca de Santiago; las líneas
discontinuas corresponden a las razones H/V de cada una de las componentes horizontales, la línea continua es el
promedio de ambas, mientras que la zona gris representa el error, en términos de la desviación estándar. Los gráficos
presentados fueron tomados en: (a) y (b) unidad II, (c) unidad VII y (d) unidad IIIa.
Mediante el análisis de las mediciones de microvibraciones ambientales se puede determinar
el período fundamental de vibración cuando existe un contraste de impedancia importante entre los
estratos que conforman el depósito sedimentario (Bonnefoy-Claudet et al., 2006). En los depósitos
de la cuenca de Santiago no fue posible identificar el período fundamental en mucho de los sitios de
medición ubicados en gravas (Unidad II) lo que significaría que el contraste de impedancia no se
produce debido a la mayor rigidez de este tipo de unidad. Los periodos fundamentales resultantes de
las mediciones de microvibraciones varian en amplio rango de valores, encontrándose algunos
valores mayores que 2.0 seg y otros del orden de 0.05 seg. Según el valor del período fundamental
de vibración, las unidades geológicas de la Figura 1 se pueden agrupar de acuerdo con los rangos
indicados en la Tabla 1.

Tabla 1 – Período fundamental de vibración según la unidad geológica

Unidad Geológica según Figura 1 Período Fundamental del suelo, en seg


IIIa , VI y VII ≥ 0.5
II y Va < 0.5

Velocidad de propagación de ondas: De los estudios de refracción sísmica realizados en la ciudad


de Santiago (Ponce, 1998; Geo-E Tech, 2007) se ha podido determinar la velocidad de propagación
de ondas de corte de los distintos estratos que forman un depósito en un determinado sitio, siendo la
mayor limitación el hecho que las mediciones se han hecho para profundidades que no superan los
20 m. Consientes de esta limitación, se ha determinado la velocidad de propagación de ondas de
corte Vs30 (IBC, 2007) asumiendo que la velocidad de ondas de corte se mantiene constante en los
últimos metros y es igual al último valor registrado. Esta aproximación es conservadora si se
considera que en la mayor cantidad de los casos la velocidad de ondas de corte aumenta con la
profundidad. Los sitios donde es posible calcular esta velocidad y los valores que resultan se indican
en la Figura 2. Según los valores de Vs30, las unidades geológicas se pueden agrupar de acuerdo
con los rangos indicados en la Tabla 2. De la Tabla 2 se comprueba que los depósitos de la cuenca
de Santiago se ubican en los rangos indicados como roca o suelo duro y suelo rígido según IBC
(2007) o suelo Tipo II y Tipo III según NCh433 (INN, 1996).
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Tabla 2 – Velocidad de onda de corte Vs30* según la unidad geológica

Unidad Geológica según Figura 1 Vs30*, en m/seg


IIIa, VI y VII 150 ÷ 400
II 400 ÷800
* Se estima que estos valores son mínimos, debido a la extrapolación realizada, ver detalles en el texto.

DAÑOS DEL TERREMOTO DEL 3/03/1985


Los estudios de los daños de los terremotos ocurridos desde 1906 permiten identificar un
aumento de ellos en algunos sectores de la ciudad de Santiago debido, principalmente, a las
condiciones locales. Estos efectos han sido observados en los terremotos de 1906 (Ms= 8.2), 1965
(Ms=7.1), 1971 (Ms=7.5) y 1985 (Ms=7.8).
En particular, para el sismo del 3 de marzo de 1985 quedó constancia de estos daños en las
encuestas municipales que se elaboraron para la reparación de los mismos. El procesamiento de esta
información ha permitido determinar las intensidades sísmicas en las 21 comunas del Gran Santiago
y en los pueblos de la Región Metropolitana usando la metodología propuesta por Monge y Astroza
(1989). Las intensidades sísmicas calculadas en la cuenca de Santiago se muestran en la Figura 2. Es
conveniente tener en cuenta que el terremoto del 3 de marzo de 1985 pertenece a la serie de grandes
terremotos con epicentro frente a las costas de Valparaíso, que ocurren con periodicidad estimada en
82±6 años (Kausel, 1986), y los cuales controlan la demanda sísmica de diseño en la ciudad de
Santiago cuando se trata de los terremotos interplaca.
De acuerdo con la Figura 2, las intensidades sísmicas en las unidades geológicas de la cuenca
de Santiago pueden variar entre los valores indicados en la Tabla 3. Es conveniente destacar que en
esta tabla no se han considerado las intensidades de las comunas de Las Condes y Vitacura, grado
6.0 en la escala MSK-64, debido a que esta estimación puede estar subestimada al haber aceptado
que las viviendas encuestadas corresponden a una Clase C de vulnerabilidad y de esta forma la
intensidad puede ser al menos ½ grado superior si se considera que por su calidad las viviendas de
estas comunas corresponden a una clase de vulnerabilidad D (González, 1998).

Tabla 3 – Intensidad sísmica según la unidad geológica

Unidad Geológica según Figura 1 Intensidad Sísmica terremoto del 3 de marzo de


1985, IMSK-64
VI y VII 7.0 y 8.5
IIIa. 7.0 y 7.5
II. 6.5 y 7.5

En la comuna de Maipú, al sur oeste de los depósitos de ceniza volcánica (Unidad VI) se
observa una intensidad de hasta 8.0 grados en un sector que está ubicado dentro de la Unidad II,
constituida por gravas. Esta intensidad es mayor que la intensidad promedio para este tipo de
depósito lo que podría deberse a la intercalación de niveles de ceniza volcánica en los depósitos de
grava. En la actualidad no hay datos que permitan confirmar esta información y por lo tanto se
requieren estudios locales de los primeros 30 m de los suelos del sector. En Puente Alto también se
observan intensidades altas en los depósitos de gravas (Unidad II); a la fecha no se tiene datos de
detalle de los suelos de los primeros metros superficiales que permitan definir mejor la unidad en
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este sector, pero observaciones geológicas en los alrededores del puente que cruza el río Maipo
hacia Pirque indican la existencia de niveles gruesos de materiales con matriz de ceniza volcánica.
Adicionalmente, se tiene que la Unidad VI aflora al noreste del sector.
Teniendo en cuenta lo anterior, se aprecia que el conocimiento de la geología superficial no
es suficiente para explicar el nivel y la distribución de daños observados después de un terremoto
(por ejemplo, dentro de la Unidad II), requiriéndose análisis más detallados para explicar mejor las
variaciones en intensidad observadas dentro de los depósitos. Las investigaciones futuras se deben
orientar a definir mejor y comparar la estratigrafía de los sondajes de buena calidad disponibles y
revisar la profundidad del basamento.
En todo caso, en términos generales y como una primera aproximación, se puede observar
una relación entre las intensidades y el tipo de unidad geológica de la cuenca de Santiago, lo cual ha
permitido trazar los límites y extender la zonificación sísmica a sectores despoblados en los cuales
sólo hay información de la geología.

ZONIFICACION SISMICA
La zonificación de varias ciudades de Chile se ha realizado usando un método empírico
basado en el estudio de los daños producidos por un sismo de características destructivas y en los
registros de vibraciones ambientales (Monge, 1990). Los resultados obtenidos han permitido
identificar efectos locales que no sólo se explican por el tipo de depósito existente sino que también
se relacionan con los niveles de las aguas subterráneas, la morfología del basamento rocoso, la
topografía y las propiedades dinámicas de los estratos sedimentarios más superficiales.
En particular, para la ciudad de Santiago se cuenta con algunos estudios de zonificación
sísmica, destacando entre ellos los realizados con posterioridad al sismo del 3 de marzo de 1985
(Astroza y Monge, 1991, MINVU, 1989). En estos estudios la zonificación se basa en las
intensidades sísmicas obtenidas en las comunas de la ciudad de Santiago (Menéndez, 1990) y la
geología (Astroza et al., 1989); identificando cuatro zonas (Astroza y Monge, 1991) las que se
diferencian por el grado de intensidad, siendo la zona donde se ubican las comunas de Renca, Cerro
Navia, Quinta Normal, Lo Prado, Pudahuel, Maipú y Puente Alto la de intensidad mayor.
Además, Midorikawa (1990) y Pérez (1988) concluyen que no es posible hacer una
zonificación de las ciudades de Santiago y Viña del Mar, a partir de los registros de
microvibraciones para suelos con las características de los encontrados en estas ciudades.
Teniendo en cuenta la información reunida en los últimos años sobre la geología y las
propiedades dinámicas de los depósitos, y las intensidades sísmicas del terremoto del 3/03/1985, se
propone una zonificación sísmica de la cuenca de Santiago, considerando los criterios de
clasificación de los suelos usados por las normas de diseño sísmico. La zonificación propuesta
identifica dos zonas cuyos límites se muestran en la Figura 4. Se debe reconocer que hay sectores en
los cuales la información es escasa, ejemplo de ello son las unidades IIIa, Va y Vb de la Figura 1. En
la Tabla 4 se indican las unidades geológicas del sector de la cuenca de Santiago analizado que
pertenecen a cada una de las dos zonas.

Tabla 4 – Unidades geológicas por zona sísmica.


Zona Sísmica Unidad Geológica según Figura 1
A II y Va
B IIIa, Vb, VI y VII
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CONCLUSIONES
La zonificación sísmica propuesta considera (i) la amplificación del movimiento del suelo
durante un terremoto cuantificada por las intensidades sísmicas estimadas a partir de la distribución
de los daños en una muestra homogénea de viviendas, y (ii) la rigidez de los depósitos superficiales,
cuantificada por la velocidad promedio de la onda de corte de los primeros treinta metros y el
período fundamental de vibración del suelo, en la medida que éste pueda ser identificado al usar el
método de H/V o Nakamura. Para definir los depósitos de la cuenca de Santiago se han considerado
las características granulométricas dominantes de los 30 metros superficiales, aproximadamente.
Es necesario realizar estudios de mayor detalle para lograr una mejor caracterización de la
respuesta sísmica en algunas de las unidades geológicas de la cuenca de Santiago, con lo cual se
podría verificar si es necesario incluir un número mayor de zonas que las dos propuestas en este
trabajo.

Figura 4 - Mapa de la geología superficial (ver detalles en Figura 1) y la zonificación sísmica propuesta en
este estudio (líneas verticales y horizontales).
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AGRADECIMIENTOS

Los autores quisieran agradecer las continuas y motivante discusiones y aportes de los profesores J.
Campos, S. Barrientos y R. Saragoni. Este estudio fue financiado por el Núcleo Milenio en
Sismotectónica y Peligro Sísmico y usó la base de datos generada por el Fondef D03I-1066.

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