Los Principios Basicos Osteopaticos
Los Principios Basicos Osteopaticos
Los Principios Basicos Osteopaticos
LA OSTEOPATÍA
LOS PRINCIPIOS BÁSICOS OSTEOPÁTICOS
por
Albert Rosa Sempere
Por otro lado, ¿qué significa que la salud no es la ausencia de síntomas? ¿Qué
significa que la armonía física y emocional se basa en un equilibrio dinámico
estable? ¿Qué significa que la Osteopatía no trata la enfermedad sino al
enfermo¿¿Qué es para un osteópata un enfermo, si no atiende tanto a los
síntomas como a la causa que los han desarrollado?
Vivimos en una sociedad que se ocupa de educarnos y mantenernos en la infancia. La
sociedad del consumismo es una sociedad infantil y caprichosa, donde interesa tener
un remedio para cada síntoma y donde se intenta evitar que el individuo ejerza su
individualidad . No hay que hacer preguntas si éstas nos llevan a salir de lo estándar.
Niño, vale ya de preguntar ¿..y porqué?
Se nos mantiene como niños hasta la edad en la que ser viejos no es rentable, sin
permitirnos expresar el auténtico niño interior, la trasparencia y la pureza de nuestro
ser se pierde en la frenética carrera por ser lo que no somos.
En una sociedad donde el ritmo es demasiado rápido como para detenernos a analizar
por qué corremos tanto. Y en toda esta cultura de la información desbordada y
apabullante, unos profesionales hablamos de recuperar la quietud, el equilibrio
dinámico y sobre todo crecer como individuos que trabajan por si mismos y para si
mismos en sus procesos de curación.
Pero la conciencia social está evolucionando. Aprendemos poco a poco, sin muchos
referentes pero con ejemplos alentadores, que la inercia y el descontrol pueden
combatirse y la necesidad de descubrir nuevos caminos abre las puertas de Medicinas
como la Osteopatía, donde se vuelve a confiar en el hombre y en sus capacidades de
responder ante la enfermedad desarrollando sus propios mecanismos fisiológicos,
escuchando la sabiduría genética que hemos acumulado en millones de años.
El Dr. Still fue el creador de la Osteopatía. Nació en Virginia en 1828. Desde joven se
inició en la Medicina rural de la mano de su padre. En este tiempo pudo comprobar las
limitaciones terapéuticas que existían en su época para múltiples dolencias. El mismo,
al sufrir fuertes dolores de cabeza y náuseas, y no encontrar remedio alguno, tuvo que
imaginar algún sistema de alivio. Y halló algo que en el futuro sería un revulsivo para
investigar sobre las técnicas estructurales. Colocando una cuerda a ras de suelo, entre
dos árboles y apoyando la nuca en ella el dolor se mitigaba. Still nos dice:
“Al no saber nada de Anatomía por esa época, yo no podía imaginar
como una simple cuerda podría calmar así el dolor de cabeza y también el
malestar estomacal que frecuentemente le acompaña. Repetí dicho tratamiento
durante 20 años cada vez que experimentaba aquel fuerte dolor de cabeza.
Comprendí al fin que de esta manera yo suspendía la acción de los nervios
occipitales, equilibrando de este modo la circulación de las arterias y las venas.”
“Un estudioso de la vida debe asumir mentalmente todas las partes del cuerpo,
así como estudiar su función y su relación con las otras partes y sistemas”
A. T. Still
“La sangre debe poder ir y venir sin obstáculos. El trabajo del osteópata
consiste en asegurar que la sangre pueda fluir de forma continua por las
arterias, los capilares y las venas” A.T.Still
El normal fluir circulatorio aporta a todos los tejidos del organismo los agentes
inmunitarios necesarios para combatir cualquier enfermedad. La alteración de ese flujo
minimiza la capacidad de defensa.
Brunold y Jacob nos dicen: “Ningún fenómeno se produce sin causa. Está aquí el
principio soberano y regulador de la razón humana en la investigación de los
hechos reales. Muy a menudo la causa de un fenómeno se nos escapa, o bien
tomamos por causa algo que no lo es. Pero a pesar de la impotencia en la cual
nos encontramos para aplicar el principio de causalidad, a pesar de los errores
en los cuales podemos caer, nada tiene que hacer vacilar nuestra adhesión a
este principio, concebido como una regla absoluta e imprescindible.”
Desde y gracias a los principios de Still y todo su legado básico, pasando por la
evolución de Martin LittleJohn, los descubrimientos de Sutherland, hasta la gran
aportación de las leyes de Fryette y su mecánica vertebral, los estudios de fisiólogos
como Chanfrault y N´Guyen Van Nghi, la investigación osteopática de Hix, Korr,
Werham, Mitchell y Mitchell Jr., Brooks, Head,, I. Koor, Jones, , Sherrington, las
aportaciones sobre el trabajo fluídico de A.Becker, R.Becker, Brooks, la estela de
Viola Frymann y Anne Wales que a sus edades casi centenarias siguen siendo un
referente vivo de las doctrinas directas de Sutherland, Magoun, Hoover, Upledger,
Jealous, la importantísima evolución de la Osteopatía Visceral de Barral, Mercier, el
trabajo analítico de las cadenas musculares y fasciales de Busquet, y gracias a
muchos otros osteópatas investigadores, docentes, y amantes de la Osteopatía, ha
podido hacerse realidad el avance científico y clínico de este arte terapéutico.
LA OSTEOPATÍA CRANEAL
Los principios osteopáticos de Sutherland
Sería un discípulo directo de Still, William Garner Sutherland, ( 1873- 1954 ), quién
revolucionaría el mundo de la Fisiología y conmocionaría a los propios osteópatas de
la época al descubrir un nuevo movimiento originado en el cerebro, al que llamó
Cranial Rythmic Impulse (CRI ) o Movimiento Respiratorio Primario (MRP).
Sutherland descubre que los huesos craneales no están soldados entre si, tal y como
se creía, y tal y como gran parte de la comunidad médica sigue creyendo, sino que
gracias a las suturas se da interdependencia y capacidad de deslizamiento a los
mismos.
Así pues el osteópata aprende a percibir este sutil pero a la vez profundo movimiento,
mediante el desarrollo de su tacto, como un músico que es capaz de tocar sin pensar,
el osteópata detecta las restricciones del movimiento y es capaz, mediante técnicas
suaves donde la conexión con la persona es vital, de restaurar la fisiología que los
tejidos necesitan para estar en salud. La sutileza de esta técnica, más allá de la
fisiología, pasa por lo que Becker decía “Solo los tejidos saben”. Una vez el
conocimiento está integrado, hay que dejarlo a un lado, para conseguir conectar con el
estado vibracional del paciente, dejar que las correcciones sean efectuadas por la
tendencia innata que los tejidos tienen a recobrar su equilibrio. El osteópata solo es un
ser en escucha, un vehículo potenciador de las capacidades naturales del cuerpo.
LA OSTEOPATIA VISCERAL
Posteriormente, pero apenas fue ayer, en los ochenta, el osteópata Jean Pierre
Barral junto con Mercier integra la Osteopatía Visceral a la práctica global
osteopática.
Barral es quién realmente establece principios fisiológicos claros, ejes de movimiento
estudiados clínicamente, y desarrolla la manipulación visceral a través del denominado
movimiento de Motilidad. La escuela osteopática francesa, es la que más ha
investigado y desarrollado el trabajo visceral, y donde se ha integrado de una forma
más profunda la Osteopatía Visceral al trabajo osteopático. Y aunque reciente, la
aportación de Barral, ha sido una de las mayores en las últimas décadas de la
Osteopatía y ha influido en la praxis de muchos de nosotros de una forma
importantísima.
Otras aportaciones muy importantes han sido las propias de Upledger y su desarrollo
de los sistemas de escucha viscerales, la aportación de los reflejos neurolinfáticos de
Chapman, puntos de estimulación visceral a través del sistema neurolinfático, las
cadenas musculares de Busquet, donde nos comunica cadenas estructurales con
órganos, el sistema fascial visceral de Finet y Williame o el trabajo vascular y su
acción sobre la víscera de Kuchera. Sin olvidar al propio Still !!!, que ya en su época
nos hablaba de la importancia de las vísceras y sus sistemas de fijación, de la fascia
visceral, de los epiplones y los mesos, y con su completo conocimiento anatómico, nos
daba el estudio de la continuidad del cuerpo humano.
Por otro lado, podemos hacer una analogía entre la amplitud del movimiento de
Motilidad y el estado energético del mismo, acercándonos así, de una forma
interesante a las ideas de la Medicina Tradicional China, en su concepción milenaria
de los orígenes de la enfermedad. El trabajo sobre la Motilidad visceral requiere por
parte del osteópata una profunda y clara visión anatómica, pero sobretodo una
capacidad de estar y acompañar a los tejidos, donde a través de ellos será posible
interactuar en otros campos de la persona, como el químico, el emocional y el
energético.
Los 24.000 movimientos al día del diafragma no son nada desdeñables, considerando
que cualquier pequeña alteración en su funcionalidad a lo largo de los años, crea una
suma lesional importante. El diafragma tracciona a los pulmones , el mediastino y las
vísceras.
Dice Still:
“Quisiera llamar la atención sobre el hecho de que el diafragma puede perturbar
y retener el paso de la sangre y producir con ese estancamiento determinados
cambios, desde el primer germen de muerte hasta lo más acabado, así como
también, el cáncer de bocio, el engrosamiento glandular del cuello, de las
fascias y de todas las sustancias que se encuentran por encima del diafragma”
La Osteopatía Integral
Nombrar también las principales escuelas osteopáticas que aportan también un sello
distintivo en su conocimiento osteopático:
Escuela americana, madre de todas, la inglesa, francesa, y belga, las más
importantes en cuanto tradición y bagaje, suiza, alemana como escuelas de
evolución muy importante, y en los últimos años la escuela italiana como impulsora de
interesantes investigadores.
De la escuela española, decir que día a día, trabaja por hacerse un hueco a escala
europea, pero antes deberá hacerse un hueco en la propia sociedad española,
regularizar sus estudios, y por tanto unificar criterios, para estar a la misma altura que
sus colegas europeos.
Valoración osteopática.
Es la raíz de nuestro trabajo, conocer y obtener incluso los datos aparentemente
menos importantes es básico, para detectar cuales son los sistemas que han llevado
al individuo a perder su estado de equilibrio.
El osteópata pregunta por el estado emocional del individuo, su situación personal,
cualquier síntoma que el paciente presente aunque no esté relacionado en primera
instancia con el motivo de consulta, antecedentes traumatológicos, enfermedades
infantiles, características de cómo fue el parto del paciente, muy importante para el
osteópata, antecedentes familiares, operaciones, cicatrices, etc.
Por otro lado, desde el síntoma busca diferenciar el horario en que se manifiesta, tipo
de dolor o molestia, antigüedad, como se manifestó por primera vez, de día o de
noche, de pie o sentado, aparece con el aumento de estrés o indiferente, en el trabajo
o en fines de semana, etc.
Pregunta también por las características de dolor, por las características de la
disfunción fisiológica y otros datos relacionados.
Exploración
Una vez realizada la ficha, se procede a chequear que sistemas están en disfunción,
valorando la MOVILIDAD de sus estructuras, como se comporta la columna, las
articulaciones periféricas, las suturas craneales, la mandíbula, las vísceras, las fascias,
etc. en relación a una micromecánica de precisión, que es la base de la práctica
osteopática. La Osteopatía se basa principalmente en devolver el movimiento a
aquellos sistemas articulares que la han perdido o se ha visto alterada.
El Movimiento es Vida.
Así la exploración busca detectar esas disfunciones y establecer un hilo conductor que
las enlace para dar sentido a un sistema lesional. La lesión no aparece por casualidad,
el osteópata busca la causa o causas y una coherencia entre ellas. Es por eso que el
trabajo osteopático siempre es ÚNICO para cada persona. Hay que adaptarse a la
Naturaleza de cada individuo.
La sesión
Una vez el osteópata ha determinado con los datos recopilados una dirección
terapéutica, realiza las técnicas convenientes para ajustar y facilitar la corrección de
los sistemas endocrinos, nerviosos, vasculares, estructurales y energéticos del
paciente.
Las técnicas son muy variadas, pero hay que recordar que no son las técnicas las que
hacen al osteópata, sino su capacidad de entender la integridad terapéutica.
Streching, Energía Muscular, Isométricos y técnicas propioceptivas, corrección
vertebral, técnicas para las fascias, para los paquetes vasculares, técnicas de
inhibición y estimulación, técnicas suaves para el cráneo, técnicas de movilización
visceral y técnicas de inducción suave visceral, técnicas energéticas, etc.
Es decir mediante técnicas corporales, algunas más profundas otras más superficiales,
algunas más sutiles otras más evidentes, algunas más creativas otras más clásicas, el
osteópata busca activar el interruptor de los sistemas de autocuración del paciente.
El seguimiento
Dentro de este concepto osteopático, el osteópata debe valorar, si su trabajo de la
sesión anterior ha producido cambios en los patrones de lesión, si el cuerpo ha
reaccionado modificando sus señales, si los síntomas han variado, si la movilidad de
las estructuras ha evolucionado, en definitiva, si nuestro trabajo ha sido aceptado e
integrado por el cuerpo, si acepta nuestra particular y modesta visión de sus
disfunciones, y acepta nuestra acción terapéutica.
El número de sesiones necesarias, depende de varios factores, de las características
lesionales, la edad, el terreno y la capacidad de autocuración de la persona, es decir,
de su energía vital, de nuestra habilidad, de la voluntad del paciente, del campo en el
cual estamos trabajando, etc.
En Osteopatía Clásica se considera que si la causa primaria ha sido detectada, y
normalizada, la corrección que el propio cuerpo hace de la misma y de las lesiones
secundarias que esta crea, puede ser efectuada en pocas sesiones, entre 3 y 6 .Pero
también es cierto que algunas personas, evolucionan satisfactoriamente, pero de una
forma más lenta, ya que sus procesos vitales son más débiles y el número de sesiones
debe ser mayor. También la antigüedad de la lesión, la existencia de bloqueos
emocionales asociados, el tipo de compensaciones que se han desarrollado, el propio
estado físico del individuo, etc., pueden solicitar un número mayor de sesiones. Pero
de cualquier forma, el osteópata debe valorar que se estén produciendo cambios
derivados de la información transmitida al sistema bioenergético del individuo, que el
cuerpo los integre y que por tanto la persona se esté beneficiando de la aportación de
un tratamiento osteopático.
Por otro lado la Osteopatía no puede ser considerada como la panacea, y debemos
aceptar que hay casos a los que no podemos o sabemos ayudar, o no se encuentran
dentro de las competencias de un osteópata, por lo que la derivación al profesional
sanitario adecuado es una práctica habitual dentro del marco osteopático.
(Derivaciones a médicos endocrinos, pediátras, traumatólogos, fisioterapeutas
especialistas en neurología, especialistas en cadenas musculares, posturólogos,
odontólogos, logopedas, podólogos , optometristas, psicólogos, y un largo etc. de
profesionales con los que el osteópata mantiene relación profesional.)
El tiempo de duración de cada sesión puede oscilar entre los 20-30 min. hasta los 60
min. aproximadamente según las necesidades terapéuticas y según la línea de trabajo
del osteópata.
Los intervalos entre cada sesión, también son variables. Depende también de varios
factores, pero por lo general se suele establecer un mínimo de 2 semanas y un
máximo de 5, para las primeras sesiones en la corrección inicial. El osteópata debe
dejar este margen para que la información transmitida enraíce en el organismo, y
tenga tiempo de realizar sus autoadaptaciones. Posteriormente, sesiones más
espaciadas de control, entre 8 a 12 semanas, hasta que nuestro trabajo, pasa ya a ser
puramente preventivo espaciado según las necesidades. Muchos osteópatas
recomiendan cuatro sesiones anuales de carácter preventivo.
Autor
Albert Rosa Sempere D.O.
Osteópata.Posturólogo.
Osteópata infantil
Homeópata unicista, naturópata y kinesiólogo
Kinesiólogo neurosensorial y del comportamiento.
Consultor en BRMT
Fundador de SEEOB. Sociedad española de
enseñanza de Osteopatía Biointegrativa.
Desarrollador de la Regulación Biointegrativa
Sistémica (ReBS)
Director de Centro Kineos, Osteopatía y Terapias
Integradas