Marco Teorico - Drogas
Marco Teorico - Drogas
Marco Teorico - Drogas
Definición de droga.
Se define como aquella sustancia de uso no médico que posee efectos psicoactivos en
quien la consume (capaz de producir cambios en la percepción, el estado de
ánimo, la conciencia y el comportamiento), siendo estas susceptibles de ser
autoadministrado. De esta manera quedando maraca la diferencia entre droga y un fármaco,
no viene dada por criterios farmacológicos, químicos o médicos, sino por dos pequeños
matices de tipo instrumental y social, el primero propio del individuo quien se administra
la sustancia sin prescripción médica y que el objetivo sea distinto al de la curación de una
patología1.
En base al Informe Europeo sobre Drogas publicado en el año 2017 evidencia que
poco más de una cuarta parte de la población de 15 a 64 años de la Unión Europea, más de 93
millones de personas, han probado drogas ilegales en algún momento de su vida, esto
señalando según los informes, la experiencia de consumo de drogas es más habitual en
hombres (56,8 millones) que en mujeres (36,8 millones), destacándose que la droga que más
se prueba es el cannabis (53,8 millones de hombres y 34,1 millones de mujeres), seguido muy
de lejos por la cocaína (12,2 millones de hombres y 5,3 millones de mujeres), la MDMA (9,3
millones de hombres y 4,7 millones de mujeres) y la anfetamina (8,4 millones de hombres y
4,2 millones de mujeres), por su parte los niveles de consumo de cannabis a lo largo de la
vida difieren considerablemente entre países, oscilando entre ocho de cada 20 adultos en
Francia y menos de uno de cada 20 en Malta y Rumanía; por su parte se menciona que el
consumo de drogas constituye una buena indicación del consumo reciente y se concentra
principalmente en los adultos jóvenes, estimándose que 18,7 millones de adultos jóvenes (de
entre 15 y 34 años) ha consumido drogas en el último año y el número de hombres duplica al
de mujeres3.
Depresoras.
Alcohol.
Opiáceos: heroína, morfina, metadona.
Tranquilizantes: pastillas para calmar la ansiedad.
Hipnóticos: pastillas para dormir.
Estimulantes.
Perturbadoras.
Tipos de consumidores.
De acuerdo a la OMS dentro de los tipos de consumidores encontramos los siguientes:
Uso experimental: se refiere a las primeras veces que una persona consume droga;
generalmente ser alcohol o tabaco, este en ocasiones, refiere a un consumo extremadamente
infrecuente o inconstante; por su parte el Ministerio de Educación de Ecuador indica que se
refiere a un consumo discontinuo y sin efectos perjudiciales para el estado de salud.
Uso social: empleado por lo general al consume alcohol y tabaco, basándose en la costumbre
social de ingerir bebidas tipos alcohólicas o probar tabaco, en reuniones o encuentros
sociales; este consumo es aceptado por las personas, recalcando que su consumo por lo
general no presentan efectos perjudiciales para el consumidor.
Cabe mencionar que esta situación en conjunto con la interacción de otros factores,
como las compañías distribuidoras y disponibilidad al acceso de drogas; siendo que el menor
de edad por lo general muchas veces sin posibilidad de responder de manera adecuada a las
exigencias que le plantean, pueden tornase vulnerable al consumo de dichas sustancias.
El poco o nulo apoyo familiar, más el cariño de los padres, seguido de la influencia negativa
por parte de amigos, promesas de una vida con menos dificultad, la facilidad para conseguir
dinero, la curiosidad y el alejamiento de responsabilidades académicas. Son muchos de los
factores desencadenantes dentro del ambiente del joven o adolescente; encontrando que la
influencia del ambiente en el refuerzo positivo para mantener el consumo de drogas, se evoca
la necesidad de ser ayudados y de encontrar caminos para realizar actividades propias de su
edad, como por ejemplo frecuentar la escuela.
Por lo general incitados por la sensación de bienestar causada por el consumo de drogas, sin
saber el tipo de droga, los jóvenes deciden adentrarse en un mundo que les parece ser aquel
en que deseaban vivir, esto a pesar de ese sentimiento, revelan desconocer las consecuencias
de ese consumo para su organismo y se involucran en un ciclo vicioso que, aunque quieran
salir de él, no encuentran condiciones para eso.
Este factor de riesgo se basa en la señalización que fija que cada consumidor, sin incurrir en
ningún delito, puede portar la cantidad de alguna de las siguientes drogas: 10 gramos de
marihuana, 2 gramos de pasta base de cocaína, 1 gramo de clorhidrato de cocaína, 0,1 gramos
de heroína. Siendo esto esencial para que los jóvenes puedan acceder a dichas sustancias
psicoactivas, sin temor a ser penalizador por cargar en su poder hasta ciertos gramos de
sustancia.
La sobreprotección.
Es otro fenómeno cada vez más frecuente, quizá producido porque muchos padres no están
todo el tiempo que quisieran con ellos por razones de trabajo, aun-que es oportuno recordar
que importa más la calidad del tiempo dedicado que la cantidad. El “todo vale” es una actitud
preocupante ya que los hijos deben educarse con normas y límites, es muy difícil que quien
en la infancia no tuvo límites los acepte en la adolescencia y la infracción repetida de las
normas debe sancionar sede manera proporcionada en la cuantía y en el tiempo oportuno.
Publicidad.
Constituye una importante fuente de presión social hacia el consumo. Los anuncios asocian la
bebida con valores y estímulos atractivos para los adolescentes, como la amistad, el carácter y
la personalidad, la transición a la adultez, el sexo, el riesgo y la aventura, entre otros; estos
mensajes persuasivos por lo general son difíciles de contrarrestar por los adolescentes que en
muchos casos carecen de una actitud crítica frente a la publicidad, por esta razón, se ha
limitado la presencia de mensajes publicitarios dirigidos explícitamente a población
adolescente10.
En base a los datos publicados por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga
y el Delito (UNODC) en el 2016, aproximadamente unas 275 millones de personas en todo el
mundo, es decir un 5,6% de la población mundial, en edades comprendidas entre los 15 a 64
años, consumió algún tipo de drogas, de este encontrando un aproximado de 13,8 millones
jóvenes de entre 15 y 16 años de edad, estos habiendo consumido algún tipo de drogas, en
especial el uso del cannabis, lo que equivale una proporción del 5,6%, situando entre las
drogas de más uso por los adolescentes la marihuana, la cocaína y la heroína 2; por un lado
basados en la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT),
realizado en Mexico, en el año 2016, encontraron los siguientes resultados en los
adolescentes entre la edad comprendida entre los 12 y 17 años de edad, que 6,4% ha
consumido cualquier droga alguna vez, el 3,1% lo ha realizado en el último año y un 1,2% en
el último mes; por su parte 6.2% ha consumido drogas ilegales alguna vez (6.6% hombres y
5.8% mujeres)3; por su parte se manifiesta que un 60,7% de la población realizo el consumo
de algún tipo de droga licita entre la edad de los 15 a 19 años, destacándose ademas que la
dependencia del consumo de drogas en los jóvenes y adolescentes en Ecuador, es una de las
más altas en lo que respecta Sudamérica, de acuerdo al UNODC, evidenciándose que
Ecuador registra mayores niveles con 51 %; frente al 20 % en Chile y Uruguay, además de
Perú con 36 %, destacándose ademas que algunos jóvenes o adolescentes llegan a cometer
diversos delitos con tal de adquirir la droga para su consumo.
Cabe mencionar que los adolescentes pueden estar comprometidos en varias formas
con el alcohol y las drogas legales o ilegales, siendo común el experimentar con el alcohol y
las drogas durante las adolescencia, desgraciadamente, con gran frecuencia los adolescentes
no ven la relación entre sus acciones en el presente y las consecuencias del mañana, ellos
tienen la tendencia a sentirse indestructibles e inmunes hacia los problemas que otros
experimentan, por su parte el uso del alcohol o del tabaco a una temprana edad aumenta el
riesgo del uso de otras drogas más tarde, siendo que algunos adolescentes experimentan un
poco y dejan de usarlas o continúan usándolas ocasionalmente sin tener problemas
significativos, en cambio otros desarrollarán una dependencia, usarán luego drogas más
peligrosas y se causarán daños significativos a ellos mismos y posiblemente a otros.
Asi mismo el uso y consumo de drogas se basa en la sociedad que se desarrolla los
jóvenes y adolescentes, centrados en el consumismo directo, este convirtiéndose por lo tanto
es un problema de todas las personas que conviven esta, es por ello para que se logre prevenir
o atenuar este problema de consumo, se deberá basar en distintos enfoques: desde el
antropológico, hasta el espiritual, del pedagógico al familiar, social a sociocultural y
educativo a político, pero que lo indispensable es frenar el consumo, a través de la
comunicación, acercamiento y afectividad a hacia los jóvenes y adolescentes que son el grupo
de mayor vulnerabilidad que caen en dicho problema de consumo, llegando a tener fines
desagradables, por lo cual debemos tomar en cuenta planes de prevención11-12.
Conductas antisociales: el abuso de drogas, hace que los consumidores dejen de practicar
actividades que disfrutaban con anterioridad, además tienen mayor probabilidad de tener
problemas en el trabajo, como un rendimiento pobre e incluso su abandono o despido; en el
caso de los jóvenes, el rendimiento en el colegio o el abandono del estudio, es una
manifestación más que evidencia del consumo de este tipo de sustancias.
Alteración del humor: destacable en las horas posteriores al consumo. A largo plazo la
personalidad de muchas personas puede verse muy afectada.
Aislamiento: el aislamiento puede ser una consecuencia directa del consumo de drogas. Por
un lado, los jóvenes pueden aislarse de la familia o del trabajo, y en casos graves como el
consumo de heroína, el drogadicto puede aislarse a nivel social e incluso personal, dejando de
preocuparse por su apariencia física e higiene. Los consumidores pueden vivir por y para la
droga.
Ansiedad e insomnio: es muy habitual que las personas que consumen drogas con
frecuencia, sufran ansiedad y alteraciones del sueño, de hecho, algunos individuos reconocen
que son incapaces de acostarse sin consumir marihuana una vez que se habitúan a hacerlo.
Las drogas como el éxtasis o la cocaína pueden alterar la calidad del sueño, generando
ansiedad nocturna o pesadillas.
Los conceptos de uso y abuso son muy generales por lo que resulta difícil de precisar,
por lo que en determinados contextos es usual y está plenamente integrado dentro de su
cultura, en otras sociedades se convierte en una auténtica amenaza para la población14.
Por su parte el uso nocivo o abuso, se ha definido mediante tres características: (a)
patrón patológico de consumo (incapacidad de abstenerse y detenerse; (b) desajuste en el
funcionamiento social u ocupacional debido al uso de las sustancias; (c) duración mínima de
la perturbación de al menos un mes. En cambio la dependencia es una forma severa de abusos
de cualquier sustancia conformada por un conjunto de factores tantos fisiológicos,
psicológicos y sociales, que incluye signos de tolerancia y/o abstinencia, esta se caracteriza
por: (a) conducta compulsiva, es decir, consumo frecuente de la sustancia; (b) perdida de los
mecanismos de autocontrol; (c) fuerte motivación para consumir a pesar de los daños ya
manifestados; (d) en el organismo se ha producido tolerancia, es decir se necesidad de dosis
mayores de la sustancia para sentir los mismos efectos; (e) Cuando se deja de consumir, se
padece de una serie de síntomas tanto físicos como psicológicos, cuyo alivio solo es posible
con más consumo, a menudo este conjunto de síntomas y sensaciones se le es denominado
sindrome de abstinencia14.
Por su parte dentro de los puntos fundamentales para la prevención del consumo en
adolescentes encontramos:
Una buena educación familiar: los programas preventivos en personas con vulnerabilidad
o problemas en la esfera familiar, son otra vía importante para conseguir reducir el
consumo de las distintas drogas, ya que a mayor número de problemas, mayor
probabilidad de consumo de drogas.
Informar sobre la concepción que se tiene sobre las distintas drogas influye en su
consumo. En ocasiones puede haber sesgos sobre los efectos de las sustancias, en un
sentido o en otro. Por ello es de gran relevancia proporcionar información correcta y tener
siempre presente que el objetivo de una persona es tener las suficientes habilidades para
enfrentarse adecuadamente a su entorno y tener una buena adaptación en el mismo.
Ponerse en contacto con profesionales ante la sospecha o confirmación del consumo, para
valorar la situación y realizar una intervención precoz16.
Referencias Bibliograficas.