Quinto Grado

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QUINTO GRADO

PROPONEMOS ACCIONES DE CONSUMO RESPONSABLE AL


REALIZAR NUESTRAS COMPRAS

Las alternativas muestran prácticas de consumo que protegen la salud de la


consumidora o consumidor, su economía familiar y el ambiente en el marco
de la globalización.

De manera habitual, adquirimos mas cosas de las que en la realidad


necesitamos. El consumo responsable incide en la necesidad de adecuar
nuestras compras de acuerdo a los recursos que existen en el planeta, de
manera que favorezcan tanto la disponibilidad como la igualdad social.

Sabemos cómo gastar menos cuando vamos al mercado: comprar solo lo que se
necesita, hacer una lista detallada, comparar alternativas o establecer un
presupuesto previo son algunas de las claves de una compra inteligente , pero
además de aprender a ahorrar, nuestras compras ha pasado de importar solo a
nuestro bolsillo a ser parte del bien común. 
Cuando en las decisiones de compra ya no solo miramos la relación calidad-
precio, sino que leemos las etiquetas, preferimos envases reciclados y nunca
olvidamos llevarnos la bolsa de casa, estamos aportando un valor añadido a
nuestros actos cotidianos a través del consumo socialmente responsable.
Para lograr un equilibrio justo entre las necesidades económicas, sociales y
ambientales. En definitiva, satisfacer las necesidades del presente sin
comprometer la capacidad de las generaciones futuras. Debemos tomar
conciencia de nuestros hábitos de consumo para contribuir a crear un nuevo
modelo de producción; es la manera de que nuestras acciones tengan un menor
impacto ecológico y un mayor efecto positivo en la sociedad.
Si somos conscientes de que los envases domésticos pueden ser reutilizados de
nuevo, podemos reducir vertederos, ahorrar agua, emitir menos CO2 y crear
empleo “verde”. Los pasos son sencillos: separar en casa y depositar en los
contenedores adecuados.
Apostar por medidas de eficiencia energética y usar las energías renovables que
nos proporciona la naturaleza también nos hace más responsables: los
consumidores domésticos somos responsables de casi un tercio del consumo
total de energía del país. Sin renunciar al confort de nuestra vida cotidiana,
podemos revisar algunos comportamientos para reducir sustancialmente
nuestro consumo de energía y no derrochar electricidad. Conocer la calidad
energética de la vivienda, optar por vehículos con combustibles alternativos o
comprar electrodomésticos eficientes no solo suponen un ahorro económico,
ayudan a reducir las emisiones de efecto invernadero, disminuyen la
dependencia energética exterior y cuidan del medioambiente y de la salud
pública.

LA COMPRA ÉTICA:  la que exige a los fabricantes garantías de que sus


productos o servicios se han elaborado en condiciones laborales dignas. Hay
que tener en cuenta si se han respetado los salarios mínimos, los derechos de
los trabajadores, la igualdad de oportunidades y el fomento del empleo de
calidad.

LA COMPRA SOCIAL:  la que potencia las empresas de economía social, como


por ejemplo las cooperativas, y el consumo local. Disminuir el número de
intermediarios aumenta los beneficios de la zona. Elegir productos procedentes
del comercio justo también contribuye a la mejora de las condiciones
económicas y sociales de las comunidades.

1)  ELIGE PRODUCTOS LOCALES , FRESCOS Y DE TEMPORADA


El consumo de productos de km 0 reduce de forma considerable el transporte
de mercancías, provocando el descenso del número de camiones o barcos que
surcan los mares y carreteras y también el número de km que se recorren.
Cuando compras en un negocio pequeño regentado por empresarios locales,
además de favorecer la economía local, estás reduciendo tu desplazamiento y el
de los productos que estás consumiendo.

2 ) EVITA LOS PRODUCTOS DE UN SOLO USO : opta por materiales


compostables, biodegradables y reciclables.

Botellas, bolsas, pajitas… El plástico está en nuestro día a día y produce efectos
muy negativos en el medioambiente.  Para que te hagas una idea, una botella
de plástico puede tardar unos 500 años en descomponerse. Es evidente, por lo
tanto, que hay que evitar el consumo de plásticos si queremos cuidar nuestro
entorno.
3 ) RECICLA ANTES QUE COMPRAR : muchas de las cosas que vas a tirar se
pueden volver a utilizar.

Si somos conscientes de que los envases domésticos pueden ser reutilizados de


nuevo, podemos reducir vertederos, ahorrar agua, emitir menos CO2 y crear
empleo “verde”. Los pasos son sencillos: separar en casa y depositar en los
contenedores adecuados.

4) COMPRA EL CONTENIDO Y NO EL ENVASE : considera comprar a granel y


busca envases reutilizables. Es urgente, también, frenar el continuo abuso en
materia de desechos y reducir el derroche de materias primas.

Respete al medio ambiente y que el envase elegido se pueda reciclar, reutilizar y


sea lo menos contaminante posible para proteger nuestra capa de ozono
5 ) LLEVA TU PROPIA BOLSA DE CASA: Piensa no solo en el ahorro de plástico
para el planeta sino también en el espacio que ganarás al dejar de acumular
estas bolsas que no sirven para mucho más. Por no hablar del tiempo que
ahorrarás al no tener que pelearte con estas bolsitas para abrirlas (no estás
solo, es un drama a nivel nacional).
CUESTIONARIO
EN UN MAPA CONCEPTUAL
 ¿sabemos actuar en conciencia para ser consumidores responsables?
 ¿realmente necesitamos todos esos productos que ofrece la publicidad
en radio, televisión y en medios impresos?
 ¿qué impactos estamos generando en la sociedad y en el ambiente?
 ¿cuáles son los argumentos éticos para realizar un consumo responsable

en nuestras familias y, en general, en la sociedad peruana?

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