Poema - Herbert S. Bailey

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Poema

Herbert S. Bailey

Dice el banquero, "controle el flujo de efectivo" 


En una lóbrega medianoche, mientras reflexionaba débil y cansado,
En un gran volumen, raro y curioso, de conocimientos contables,
Buscando trucos (sin escrúpulos) para escabullirme a través de algún nuevo hueco de evasión fiscal,
De repente escuché que llamaban a la puerta,
Sólo esto y nada más. 

Después sentí un incómodo escozor y escuché el tintineo del efectivo


Mientras entraba un tenebroso banquero a quien había visto con frecuencia.
Su rostro era verde como el dinero y en sus ojos se podían ver
Signos de dólares que parecían brillar mientras él calculaba las cuentas.
"Flujo de efectivo", dijo el banquero, y no dijo nada más. 

Yo siempre había pensado que era bueno mostrar un renglón final del estadode resultados de color
negro como el azabache.
Pero el banquero mandó un resonante "No.
Sus partidas por cobrar están altas; aumentan hasta el firmamento;
Hay amenazas de cancelación de cuentas. Lo que importa es el flujo de efectivo".
Repitió, "controle el flujo de efectivo". 

Entonces traté de contar la historia de nuestro magnífico inventario


Que, aunque grande, está lleno de las cosas más encantadoras.
Pero el banquero vio su crecimiento y con una fuerte maldición
Agitó los brazos y gritó "¡Basta! ¡Es suficiente!
¡Pague los intereses y no me venga con patrañas!" 

A continuación, busqué partidas no relacionadas con el efectivo que pudieran aumentar sin límites
Para reemplazar el flujo de efectivo siempre de salida,
Pero para mantener en negro mi estado reduje la depreciación,
Y mi banquero me dijo que había hecho algo temerario
Se estremeció y comenzó a rechinar los dientes. 

Cuando le pedí un préstamo, respondió con un gemido


Que la tasa de interés sería la tasa preferencial más ocho,
Y para garantizar mi integridad insistió en alguna garantía:
Todos mis activos más el cuero cabelludo de mi cabeza.
Sólo esto, una tasa estándar.

Aunque mi renglón final está en negro, me encuentro de espaldas en el suelo,


Mi efectivo fluye de salida y los clientes demoran sus pagos.
El crecimiento de mis partidas por cobrar es casi increíble:
El resultado es seguro -¡miseria incesante!-
Y escucho al banquero murmurar en tono de voz bajo y ominoso,
"Controle el flujo de efectivo".

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