El Físico Italiano Giovanni Battista Venturi
El Físico Italiano Giovanni Battista Venturi
El Físico Italiano Giovanni Battista Venturi
ciudad de la regióm de Emilia. Venturi fue alumno de Lazzaro Spallanzani, el científico que refutó la
teoría de la generación espontánea. En paralelo con el aprendizaje de la ciencia, el joven estudiante
emprendió estudios teológicos, y fue ordenado sacerdote en 1769. En los años siguientes fue profesor
de lógica en un seminario de Reggio Emilia; en 1774 se convirtió en profesor de geometría y filosofía en
la Universidad de Módena.
Más tarde ocupó los cargos de matemático ducal, ingeniero del estado, y auditor para el duque de
Módena. Como ingeniero de Estado fue responsable de la construcción de puentes, rectificación de los
cursos de agua, drenaje de tierras pantanosas, y el establecimiento de las regulaciones estatales para la
construcción de presas.
En 1796 se trasladó a París, como secretario de una delegación enviada por el duque de Módena para
entablar negociaciones con el Consejo Ejecutivo Supremo. Después de negociaciones infructuosas,
permaneció allí por un año y medio para mejorar su conocimiento de la física y la química, dedicándose
al estudio de la mecánica de fluidos. Razonando sobre las conclusiones alcanzadas por Daniel Bernoulli
con la ecuación del mismo nombre, Venturi describió un fenómeno que afectaba el movimiento de un
fluido en condiciones particulares.
Imaginando un fluido que fluye en un conducto y que en un cierto punto éste se estrecha, la velocidad
de flujo del conducto, debe necesariamente permanecer invariada para respetar, en el segundo tramo,
el principio de conservación de la masa. Venturi observó que, en las proximidades del estrechamiento, la
velocidad del fluido aumentaba (y por consiguiente también su energía cinética) y que la presión
disminuía (por la ley de conservación de la energía, aunque esta último no podía ser destruida). En pocas
palabras, observó que la presión de una corriente de líquido aumenta con la velocidad decreciente, y
viceversa, cuando se amplía la sección del conducto.
Este fenómeno se conoce como efecto Venturi y es ampliamente utilizado en diversos campos, como en
los difusoresde los automóviles, en los inyectores y vaporizadores, en los aireadores de vino e incluso en
los capilares del sistema circulatorio humano. La aplicación de este efecto es el llamado tubo de Venturi,
que se utiliza para medir la velocidad de un fluido en un conducto.
En París, donde permaneció hasta 1797 , Venturi también examinó los códigos de Leonardo Da Vinci,
publicando algunos extractos en su ensayo "Essai sur les ouvrages physico-mathématiques de Léonard
de Vinci" (Paris, 1797), en los que, por primera vez, pone en evidencia el componente científico y
tecnológico de la obra de Leonardo. También trabajó en los escritos de Galileo Galilei.
Estando en París, Napoleon Bonaparte lo nombró miembro del Cuerpo legislativo, profesor de la Escuela
Militar de Módena, y Caballero de la Legión de Honor. Pero distintas influencias políticas adversas
sometieron a Venturi a muchas vicisitudes, incluso con penas de prisión. Poco después de la conquista
de Italia, el primer cónsul Napoleón le dio una cátedra en la Universidad de Pavia, y le fueron asignadas
varias misiones diplomáticas. Paralelamente Venturi continuó aplicando su experiencia en ingeniería al
trabajo en la minería y la construcción hidráulica.
Más tarde, fue nombrado Agente Diplomático de la Confederación Helvética y pasó doce años en Suiza.
Se retiró en 1813, debido a problemas de salud; el emperador Napoleón le concedió una pensión en la
escala máxima. A su regreso a Reggio se dedicó a publicar una serie de obras científicas y literarias.
En 1814 escribió "Commentarj sopra la storia e le teorie dell' ottica" (Comentarios sobre la historia y la
teoría de la óptica), y entre 1818 y 1821 compiló, editó y publicó muchos manuscritos y cartas de Galileo
en "Memorie e lettere inedite finora o disperse di Galileo Galilei, ordinate e illustrate con annotazioni".
Giovanni Battista Venturi falleció en Reggio Emilia, el 24 de abril de 1822, a la edad de setenta y seis
años.