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Paidologia

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Paidologia

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Domingo Barnés Salinas

Paídología
Edición de José María Hernández Díaz

Biblioteca Nueva
MINISTERIO DE EDUCACIÓN, POLÍTICA SOCIAL Y DEPORTE
MEMORIA Y CRITICA DE LA EDUCACIÓN
Colección dirigida por
Agustín Escolano Benito

SERIE CLÁSICOS DE LA EDUCACIÓN

CONSEJO ASESOR
Secretaria
Gabriela Ossenbach Sauter (UNED)

Miguel Seas Miranda (Universidad de Granada)


Carmen Colmenar Orzaes (Universidad Complutense de Madrid)
Narciso de Gabriel Fernández (Universidad de A Coruña)
Josep González-Agäpito (Universidad de Barcelona)
Alejandro Mayordomo Pérez (Universidad de Valencia)
Antonio Viñao Frago (Universidad de Murcia)

María Esther Aguirre Lora (UNAM, México)


Jesús Alberto Echeverri (Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia)
Antonio Nóvoa (Universidad de Lisboa)
Gregorio Weinberg (Buenos Aires) t

Entidad colaboradora: Sociedad Española de Historia de la Educación (SEDHE)


Cubierta: A. Imben

Editan: Secretaría General Técnica del Ministerio de Educación, Política Social y


Deporte y Editorial Biblioteca Nueva, S. L.

O Herederos de Domingo Barnés


• Del estudio introductorio, José María Hernández Díaz, 2008
© Editorial Biblioteca Nueva, S. L., Madrid, 2008
Almagro, 38
28010 Madrid
www.bibliotecanueva.es
[email protected]
© De la presente edición, Secretaría General Técnica del MEPSYD
Subdirección General de Información y Publicaciones

Catálogo de publicaciones del MEPSYD


www.mepsyd.es

Catálogo general de publicaciones oficiales


www.060.es

ISBN: 978-84-9742-833-0
NIPO: 651-08-017-2
Depósito Legal: M-55.905-2008

Impreso en Rógar, S. A.
Impreso en España - Printed in Spain

Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, dis-
tribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con la autoriza-
ción de los titulares de propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados
puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (ans. 270 y sigs., Código
Penal). El Centro Español de Derechos Reprográficos (www.cedro.org) vela por el respe-
to de los citados derechos.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN, José María Hernández Díaz 15
1. El movimiento paidológico en España (1900-1918) 20
2. Domingo Bamés. Apunte biográfico 35
3. La Paidología de Barnes 38
4. La Paidología en España (1918-1936) 42
5. La Paidología después de 1939 49

BIBLIOGRAFÍA 55
Obras de Domingo Barnés relacionadas con la Paidología 55
Revistas científicas donde Domingo Barnés publicó muchos de
sus estudios 55
Traducciones 56
Obras sobre Domingo Bamés y la Paidología 56

PAIDOLOGIA

PRIMERA PARTE
RELACIONES HISTÓRICAS Y DOCTRINALES
DE LA PAIDOLOGÍA CON LA PSICOLOGÍA
Y CON LA PEDAGOGÍA

SECCIÓN PRIMERA

CAPÍTULO PRIMERO: LA PSICOLOGÍA COMO PRECEDENTE HISTÓRICO



Y EN SU RELACIÓN ACTUAL CON LA PAIDOLOGÍA 65
I. Influjo de las ideas de desenvolvimiento y evolución en la
historia de la Paidología 65
10 ÍNDICE

II. La idea del desenvolvimiento como base de la Psicología


moderna 69
III. La Psicología genética es integrada por la Paidología, la
Psicología comparada y la Psicología social 72
IV. La Psicología moderna afirma cada vez más su carácter
genético 74
V. El concepto moderno del desenvolvimiento, la individuali-
dad y la escuela a la medida 75
VI. Aplicación ejemplar del concepto de desenvolvimiento apli-
cado a la Psicología del instinto como base de su Peda-
gogía 79
VH. La Paidolo& proclama su diferenciación dentro de la Psico-
logía 82

CAPITULO II: ALGUNAS POSICIONES DE LA PSICOLOGÍA ACTUAL 85


I. La nueva Psicología 85
II. La teoría behaviorista 86
III. El reflejo condicionado 88
IV. El behaviorismo y la entelequia 90
V. La «Gestalt psicologie» 90
VI. La Psicología de la «estructura« y el análisis 95
VII. El psico-análisis 96

SECCIÓN SEGUNDA

CAPÍTULO III: LA PEDAGOGÍA COMO PRECEDENTE HISTÓRICO Y EN


SU RELACIÓN CON LA PAIDOLOGIA Y PRINCIPALMENTE CON LA
PSICOLOGÍA DEL NIÑO 101
I. La Pedagogía moderna se apoya, lo mismo que la Psicolo-
gía, en la idea del desenvolvimiento 101
II. Influjo de Rousseau en la Paidología 102
III. Influjo de Pestalozzi en la Paidología 106
IV. Influjo de Herbart en la Paidología 116
V. Influjo de Froebel en la Paidología 121

CAPITULO IV: CONFUSIÓN DE LA PEDAGOGIA EXPERIMENTAL CON EL


ESTUDIO PSICOLÓGICO DEL NIÑO 126
I. Confusión histórica de la Pedagogía con la Paidología como
estudio psicológico del niño 126
II. La Psicología pedagógica 127
III. La contribución de la Psicología pedagógica a la educa-
ción 129
ÍNDICE 11

IV. La Paidología y la Pedagogía experimental 132


V. La Pedagogía integral y la Paidología 139

CAPÍTULO V: LA PEDAGOGÍA Y EL MAESTRO 143


I. Las escuelas experimentales y los laboratorios de Paido-
logia 143
II. La Paidología y el maestro 147
III. La Paidología y la Paidotecnia 150
IV. La Paidología y la Didáctica 152
V. La disciplina formal 153
VI. Los principios del programa escolar 157
VII. El médico y el maestro 158
VIII. La Paidología y la Biología 163

CAPÍTULO VI: Los «TEST» PAIDO-PEDAGÓGICOS 165


I. La confluencia metodológica de la Psicología, la Pedagogía
experimental y la Paidología 165
II. El «test» no podía aparecer sino en la concepción paidoló-
gica de la Pedagogía moderna 166
III. Los «test» y la definición de la inteligencia 169
IV. «Test» de educación y «test» de desenvolvimiento 172
V. La edad mental 174
VI. El nivel de la inteligencia y la eficacia social 175
VII. Métodos psicológicos aplicados a la Pedagogía 177
VIII. «Test» o «baremo» de conocimientos 178
IX. La vida escolar como un «test» 180
X. El método de los grupos equivalentes 181
XI. fluctuaciones anuales de la actividad 182
XII. Fluctuaciones diarias de la actividad 184
XIII. Las lecturas de los niños 185

SECCIÓN TERCERA

CAPÍTULO VII: LA PAIDOLOGÍA Y LA PEDAGOGÍA SOCIAL 189


I. La Pedagogía social 190
II. La Pedagogía social en Norteamérica 191
III. Influjo de las condiciones sociales 198
IV. La presión social 198
V. La autoeducación y el trabajo colectivo 200
VI. El «cociente social» 201
VII. La Pedagogía proletaria 202
VIII. La educación y el orden social 204
12 ÍNDICE

IX. La unidad de la infancia ante la Paidolog-ía 206


X. El niño proletario 206
XI. Cuestionario-proyecto para la investigación de la psiquis
del niño proletario 208
XII. La correlación entre el grado de inteligencia y la posición
económica de la familia 215
XIII. La pedagogía proletaria posible es, a la vez, una Pedagogía
y una Paidología sociales 216

SEGUNDA PARTE
LA PAIDOLOGIA
COMO CIENCIA INDEPENDIENTE

CAPÍTULO VIII 221


I. Sustantividad de la Paidología 221
II. Definición de la Paidología 225
III. El niño 227
IV. Diferencias somáticas entre el niño y el adulto 229
V. Diferencias psicológicas entre el niño y el adulto 231
VI. El niño y la niña 235

CAPÍTULO IX: LA FUNCIÓN BIOLÓGICA DE LA INFANCIA 238


I. El problema 238
II. Importancia del problema para la Pedagogía 240
III. Algunas sugestiones de Ortega y Gasset acerca del pro-
blema 242
IV. El medio ambiente del niño 243
V. La biología de la adaptación y la de la vida propiamente
dicha 244
VI. La reacción del niño rescpecto de su medio ambiente 245
VII. El deseo como regulador de la voluntad 246
VIII. El deseo y los sentimientos infantiles 246
IX. Los sentimientos como funciones psíquicas internas 247
X. Consecuencias pedagógicas 248
XI. Lo biológico y lo ético 248
MI. La educabilidad de la infancia 250
XIII. El carácter y la conducta 251
XIV. Función biológica de la imitación y del juego 254

CAPÍTULO X: EL PRINCIPIO DE ACTIVIDAD 257


I. El principio de actividad 257
II. La plasticidad 258
ÍNDICE 13

III.Las operaciones nuevas 260


IV. El aprendizaje n'inteligente 261
V. El aprendizaje inteligente 263
VI. El aprendizaje inteligente de los animales Experiencias de
Köhler con los chimpancés 265
VII. Objeciones contra el aprendizaje inteligente 267
VIII. La teoría de los grados, de Bühler 268
IX. Fundamentación fisiológica de la teoría de los grados 269
X. La memoria en el aprendizaje 270
XL La evolución psíquica y las estructuras 271
XII. Las categorías de la percepción 273
XIII. La formación de las estructuras en la infancia 274

CAPtruLo XI: DESARROLLO Y APRENDIZAJE 276


I.La genética, herencia y ambiente 276
II.Los casos de gemelos idénticos criados separadamente 277
III.Desarrollo y aprendizaje 279
IV. La nutrición del niño 281
V. El desarrollo y el ejercicio 282
VI. La distinción entre desarrollo y aprendizaje es más teó-
rica que real 283
VII. Paralelos historicoevolutivos 284
VIII. Tiempo y ritmo de la evolución 287
IX. El espíritu como factor en la evolución 288
X. La razón armoniza, correlaciona y conexiona 290

CAPÍTULO XII: EL PRINCIPIO DE ACTIVIDAD. EL TRABAJO Y LA FA-


TIGA 292
I. El trabajo y la fatiga en general 292
II. Clases de fatiga 293
III. Variación de la fatiga 294
IV. Nota pedagógica 295
V. Efectos y manifestaciones de la fatiga 295
VI. Grados de la fatiga 296
VII. ¿Puede permitirse que los niños lleguen a la fatiga? 297
VIII. La fatiga y los nuevos métodos del trabajo industrial 298
IX. Ley energética del menor esfuerzo. Regulación orgánica 300
X. Medición de la fatiga 301
XI. La pereza 304
XII. El sueño 305
XIII. La higiene del sueño 306
XIV. La fatiga y el horario escolar 308
INTRODUCCIÓN
Jost MARÍA HERNÁNDEZ DÍAZ
Busto de Domingo Barnés, cuando era Subsecretario de Instrucción Pública. La es-
cultura es costeada y dedicada por el Ayuntamiento de Béjar en 1933, en agradeci-
miento a las gestiones realizadas por Barnés para que se instalase en Béjar el pri-
mer Instituto de Segunda Enseñanza en la historia de la ciudad. Es obra del escul-
tor Francisco González Macías, en diorita negra, y en la actualidad se encuentra en
el Museo Municipal de Escultura de Béjar. En la base tiene tallada la inscripción: «El
Ayuntamiento de Béjar al ínclito republicano Don Domingo Barnés, con admiración
y gratitud».
Foto realizada por Juan Antonio Frías Corsino Cedida gentilmente para esta publicación.
El término científico «Paidologia» es hoy prácticamente desco-
nocido en nuestros ambientes pedagógicos y psicológicos, investi-
gadores y docentes, pero también en los de otras partes del mun-
do'. El uso de esta expresión y del término en concreto apenas se
utiliza en España desde finales de la década de 1960, a medida que
desaparece la enseñanza de la Paidología de los planes de estudio
de formación de maestros en las Escuelas Normales.
Desde hace una generación larga ni en España ni en Europa se
observa ambiente alguno receptivo a los estudios paidológicos, con

1 No deja de ser significativa la ausencia de la voz «Paidologia» en las principa-


les enciclopedias de educación que hoy tienen vigencia en el panorama internacio-
nal. Es revelador también que un influyente y respetado Diccionario de Pedagogía,
como el que coordina Luis Sánchez Sarto en 1936 (Barcelona, editorial Labor), deje
fuera las cuestiones paidológicas, y no dedique un pequeño apartado a la Paidología
en España, cuando por entonces esta disciplina gozaba del mayor estatus en la uni-
versidad española, y España ocupaba un lugar destacado en el hipotético ranking
pgdológico mundial. La perspectiva que incorpora Víctor García Hoz (en su Diccio-
nario de Pedagogía) es muy indicativa también, como sucede con la síntesis ordena-
da y clarificadora de Alberto del Pozo Pardo para comprender la progresiva disolu-
ción y desaparición final de la Paidología en España, cfr. Agustín Escolano (dir.):
Diccionario de Ciencias de la Educación. Historia de la Educación, II, Madrid, Anaya,
1985, págs. 274-275. Al acceder a Internet a través de cualquiera de los buscadores
más importantes, nos encontramos de nuevo con una imagen residual de la Paido-
logia en versión española, y sobre todo referida a los ámbitos pedagógicos de Ibero-
américa. En inglés el término Paidology resulta completamente inexistente en el uso
científico desde hace años y décadas, o como un ya muy lejano eco histórico.
18 JOSÉ MARÍA HERNÁNDEZ DÍAZ

esa denominación. Desde luego que en Estados Unidos la Paidolo-


gía, salvo en los inicios de esta ciencia pedagógica, nunca tuvo aco-
gida docente e investigadora, como tal, como denominación y como
concepto, al considerarse como un modelo europeísta de entender
lo que allí siempre fue Psicología de la Educación en un sentido
laxo. Sólo paises de Iberoamérica, como México, Brasil, Argentina,
Chile, Perú, Colombia o Uruguay han mantenido la llama paidológi-
ca durante casi todo el siglo xx. Todavía en 2008 pueden encon-
trarse en librerías de viejo, como la conocida con el nombre de
«Doncel» en el casco histórico de la Ciudad de México, cerca de la
famosa editorial Porrúa, o en otras de Buenos Aires y Lima, edicio-
nes de obras con títulos decididamente paidológicos, o reediciones
de obras y manuales de Paidología. El caso de la Paidología de Pei-
nado Altable puede resultar esclarecedor en este punto, pero po-
dríamos hacerlo extensible a otros autores, incluido el propio Bar-
nés y su clásica Paidologí a.
Y ello es posible merced a la evidente influencia de los modelos
paidológicos españoles anteriores al exilio cultural y pedagógico
derivado de la Guerra Civil, y más en particular de nuestro ahora
comentado Domingo llames y de la corriente impulsada por la Ins-
titución Libre de Enseñanza. Los hombres y mujeres de la ILE des-
de un principio fueron proclives a apoyar iniciativas de corte paido-
lógico, como se desprende de la lectura de la colección de su influ-
yente Boletín de la Institución Libre de Enseñanza (BILE) durante
algo más de sesenta arios.
En opinión de algunos estudiosos del tema el presente paido-
lógico dentro del contexto de las Ciencias de la Educación, nulo
como expresión lingüística concreta y casi en sentido científico es-
tricto, parece haber sido el resultado final de la pérdida de sustan-
tividad de la Paidología como ciencia. Parece que aquella ciencia
totalizadora de la infancia, como se planteaba a finales del siglo
xix, había resultado ser una aspiración baldía e infecunda que ha-
bía recorrido un corto viaje a lo largo del siglo xx, resultando lue-
go devorada, integrada o diluida por otras ciencias pedagógicas y
psicológicas afines
En consecuencia, los manuales de Pedagogía y Psicología de la
Educación, y diccionarios y obras de referencia básica, utilizados en
España para la formación de maestros y pedagogos desde los años
setenta del siglo xx, los que se publican a partir de esas fechas, de-
jan de incorporar la denominación de «Paidología» para referirse al
INTRODUCCIÓN 19

estudio del niño en alguna de sus vertientes, en particular la bioló-


gica y psíquica.
Poco a poco en la literatura científica pedagógica y psicológica
ha sido sustituido o integrado el contenido que en otras épocas dio
configuración a la Paidología por otros conceptos y denominacio-
nes. Los elementos paidológicos de referencia han quedado incor-
porados a ciencias o ámbitos del conocimiento y la docencia como
los que actualmente llevan el nombre de Psicología de la Educa-
ción, Psicología Pedagógica, Pedagogía Experimental, Psicome-
tría, Psicología Infantil, Biología de la Educación, Psicología Gené-
tica, Biología Pedagógica, Psicología Escolar, Psicopedagogía, y
otros próximos. La denominación actual más acorde, por la seme-
janza de contenidos, parece la de Psicología Infantil, si se contem-
pla su conexión con la Psicología Genética, o la de Psicología de la
Educación, si se acepta su estrecha relación con la tradición de la
Psicología funcionalista de raíz norteamericana. Ambas versiones
han estado presentes en el corto trayecto de la Paidología a lo lar-
go del siglo xx, en España y en el mundo científico y educativo don-
de se desarrolló.
No obstante, en una etapa muy bien señalada de nuestra histo-
ria pedagógica en el siglo xx, la Paidología ha ocupado un espacio
de importancia y reconocimiento en la formación de profesionales
de la educación (maestros y pedagogos) y en la investigación edu-
cativa. Conviene recuperar, explicar y valorar tales aportaciones, a
pesar de la escasez de trabajos monográficos de tono y perfil pai-
dológico dentro del más amplio de las Ciencias de la Educación. Así
sucede en Espana 2 y también en otras comunidades científicas inter-
nacionales con las excepciones que corresponda señalar y aplaudir3.

2 En España, más allá de menciones indirectas a la Paidología en diferentes tra-


bajos relacionados con la historia de la Psicología y la Pedagogía, remitimos a José
María Hernández Díaz: «Los manuales de Paidología en España», en Jean Louis Gue-
reria; Gabriela Ossenbach y María del Mar de Pozo: Manuales escolares en España,
Portugal y América Latina (siglos XIX y XX), Madrid, UNED, 2005, págs. 179-193;
Rosa Cardi y Helio Carpintero: «La Paidología de Domingo Barnés», Boletín de la Ins-
titución Libre de Enseñanza, II época, 7 (abril de 1989), págs. 3-28.
3 Cfr. Marc Depaepe: «Science, Technology and Paedology. The concept of
science at the Faculté International de Paedologie in Brussels (1912-1914)", Scien-
tia Paedagogica Experimentalis 22 (1985), págs. 14-27; «The international organiza-
tion of Paidology before World War», en International Standing Conference for the
History of Education (ISCHE): Conference papers for (he 9'h session of (he ISCHE
20 josÉ MARÍA HERNÁNDEZ DÍAZ

De ahí la importancia de rescatar a autores paidológicos y


obras emblemáticas de esta corriente científica dentro del ámbito
general de las Ciencias de la Educación, como es el caso de Do-
mingo Barnés y una de las obras más influyentes en España e Ibe-
roamérica hasta muy adelantado el siglo xx, como es precisamente
su Paidología, que en este breve estudio introductorio pasamos a
comentar. Es un manual de formación de especialistas en la educa-
ción de alto impacto y proyección, y seguramente es la principal
contribución original de Barnés, dentro de una extensa y envidiable
obra política, académica y científica como la que logra desempeñar
en su trayectoria vital, como trataremos de recomponer.

1. EL MOVIMIENTO PAIDOLÓGICO EN ESPAÑA (1900-1918)

En otro momento hemos escrito sobre el movimiento paidoló-


gico en España hasta la emergencia definitiva de la Paidología
como disciplina en 1918, formando parte del plan de estudios de
formación de maestros en la Escuela de Estudios Superiores del
Magisterio en Madrid 4 . Se decía allí que la Paidología había lo-
grado configurarse como disciplina, y ser aceptada en la entonces
incipiente academia del ámbito educativo, porque había seguido
un proceso rápido de producción intelectual propia, con identidad
y reconocido prestigio, tanto en España como en el panorama in-
ternacional.
Los primeros cultivadores de la Paidología en España se habían
conectado desde muy temprano al emergente movimiento paidoló-
gico mundial. Ello les permite introducir en España obras y autores
que abordan con rigor científico los problemas de la infancia, y con

Pecs, ISCHE, 1987, vol. I, págs. 128-138; «Social and personal factors in the incep-
tion of experimental research in education (1890-1914): An exploratory study», His-
tory of Education 16, 4 (1987), págs. 275-298. En estos artículos se analiza el pro-
ceso de gestación y configuración de la emergente Paidología en Europa, así como
su imparable declive. Sobre todo en su obra más extensa sobre el tema: Zum Wohl
des Rindes? Pädologie, Pädagogische, Psychologie und Experimentelle Pädagogik in Eu-
ropa un den USA, 1890-1940, Leuven, Leuven University Press, 1993.
4 Cfr. José María Hernández Díaz: «La Paidología en España a principios del si-
glo xx. Emergencia de una disciplina», en IX Coloquio de Historia de la Educación:
El cumertlo: historia de una mediación social y cultural, vol. I, Granada, Ed. Osuna-So-
ciedad Española de Historia de la Educación, 1996, págs. 79-88.
INTRODUCCIÓN 21

el tiempo ofrecerán reflexiones y monografías paidológicas de ele-


vada competencia.
En efecto, desde la elaboración y difusión por el estadouniden-
se Oscar Chrisman en 1896 del término Paidología 5 , desde los pri-
meros años del siglo xx, se produce en el mundo una auténtica fie-
bre y escalada paidológica. En su opinión, los nuevos estudios y
conceptos sobre la infancia sugieren la conveniencia y necesidad de
una ciencia holistica, totalizadora y al tiempo específica y con iden-
tidad para el estudio científico de todo aquello que se relaciona con
la infancia. Ensayos paidológicos, artículos publicados en revistas
especializadas, docencia universitaria de la disciplina, cátedras crea-
das con perfil paidológico, laboratorios experimentales de Paidolo-
gía, seminarios de reflexión, congresos científicos donde se deba-
ten las cuestiones de la infancia, reflexiones de altura sobre el es-
tudio de la infancia, todo ello va haciendo posible la rápida madurez
que logra el movimiento paidológico en el mundo antes de la Gran
Guerra, sobre todo en las dos primeras décadas del siglo xx.
También sabemos que las rencillas y enfrentamientos existen-
tes entre los grandes promotores y protagonistas de primera hora
en el lanzamiento de la Paidología en Europa, y en el movimiento
mundial (Alfred Binet, Edouard Claparéde y Ovide Decroly), el
avance de la Pedagogía Experimental y la Psicología del Niño y de
la Educación 6 , la creciente influencia del modelo científico y educa-
tivo norteamericano, las dificultades de comunicación que provoca
la etapa bélica en Europa en la segunda década del siglo xx, y se-

5 La ciencia del niño, como la define Chrisman, creador de la Paidologia, fue ob-
jeto de profunda reflexión por parte de Domingo Bamés, quien escribe: «Pudiera
afirmarse que la Paidología es una ciencia porque tiene su idea central: la vida in-
fantil; los fenómenos de la vida infantil constituyen el campo de investigación pai-
dológica, su objeto de estudio... Bajo estas leyes agrupamos principios, hechos,
ejemplos y aplicaciones. Así tendremos constituida la ciencia de la Paidología: la
clasificación sistemática de las leyes que rigen los fenómenos de la infancia. Y aún
mejor pudiera decirse que la idea central es el desenvolvimiento infantil, y el campo
de investigación los fenómenos de este proceso de desenvolvimiento, tanto físico
como psíquico, y los influjos —internos, externos, sociales y escolares— que reci-
be. Y a su alrededor agrupamos las leyes que rigen estos fenómenos», cfr. Domingo
Bamés: Lo Paidología, Madrid, Ed. La Lectura, 1932, págs. 168-169.
6 Cfr. César Coll: Conocimiento psicológico y práctica educativa. Introducción a las re-
laciones entre Psicología y Educación, Barcelona, Barcanova, 1989, en especial las págs.
20-46. También Sandalio Rodríguez Domínguez: «Desarrollo histórico de la Psicología
educativa en España», Educadores, 118-119 (1982), págs. 337-362; págs. 517-544.
22 JosÉ MARÍA HERNÁNDEZ DÍAZ

g-uramente otros factores añadidos a los mencionados, provocan un


desilusionante y progresivo desmembramiento de la todavía bisoña
Paidología, y su movimiento de apoyo y referencia, avanzados los
años veinte, tal como defiende Marc Depaepe en sus trabajos ya ci-
tados.
Esto no significa, de ninguna manera, que deje de aumentar en
todo el mundo el interés por el estudio científico de la infancia,
como ponen de manifiesto la vitalidad de las asociaciones paidoló-
gicas nacionales e internacionales que se van creando, los congre-
sos científicos realizados, las numerosas revistas y libros especiali-
zados en cuestiones relacionadas con la Pedagogía científica, la
Psicología de la infancia y el avance de los métodos experimentales
en el tratamiento de estos problemas7
La configuración académica y científica de la Paidología en Es-
paña, en gran parte conseguida en las dos primeras décadas del si-
glo xx, es el resultado afortunado de la confluencia de varios facto-
res que van a intervenir de forma diferente, pero real.
Por una parte, hay que volver a recordar el ya mencionado éxi-
to del movimiento paidológico en el mundo occidental desarrollado
de varias áreas culturales de Europa, Norteamérica y algunos paí-
ses de América del Sur como Argentina, Uruguay y Chile, sobre
todo en los primeros quince arios de la centuria, y más adelante en
otros. España no podía ser ajena a estas influencias externas, por-
que un sector de intelectuales y pedagogos, casi siempre próxi-
mos a la Institución Libre de Enseñanza, buscaba en el exterior lo
que se entendía como necesario para reformar la sociedad espa-
ñola a través de la educación y la ciencia, en cualquiera de sus ex-
presiones.
El movimiento paidológico mundial vive un rápido ascenso has-
ta la llegada de la Gran Guerra en 1914. En esa etapa constituyen-
te la participación de estudiosos españoles viene a ser muy secun-

7 Baste al efecto la consulta de otra importantísima obra de Barnés para la in-


vestigación en historia de la de la educación, historia de la ciencia, historia de la in-
fancia, y otros estudios educativos complementarios, como es Fuentes para el estudio
de la PaidologM, Madrid, Impr. de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos,
1917. Asimismo es imprescindible Eduardo Claparéde: Psicología del niño y Pedago-
gía experimental, Madrid, Impr. Beltrán, 1930. Traducción de Domingo Barnés de la
octava edición francesa. En particular el apéndice titulado «El movimiento paidoló-
gico de 1916-1920», págs. 531 y sigs.

INTRODUCCIÓN 23

daria y tangencial. Pero a partir de 1910 varios profesores españo-


les asumen iniciativas internacionales en el ámbito de la Paidolo-
gía. Así, proponen al comité mundial, y éste lo acepta, que se cele-
bre en Madrid el II Congreso Mundial de Paidología. en 1915. Con
el añadido que en el I Congreso Mundial de Paidología celebrado en
Bruselas en 1912 habían estado presentes nada menos que 27 re-
presentantes españoles. Aquel ansiado encuentro científico mun-
dial de Madrid no pudo celebrarse como consecuencia de la convul-
sión bélica de toda Europa.
Por razones económicas, políticas o de falta de comunicación
derivadas de los años de la Primera Guerra Mundial, por motivos
surgidos de las difíciles relaciones personales existentes entre al-
gunos de los más destacados representantes de la incipiente cien-
cia paidológica (Binet, Claparede, Decroly), o tal vez por la indefi-
nición conceptual de la pretendida nueva ciencia, lo cierto es que en
torno al inicio de la tercera década del siglo xx en Europa la Paido-
logia comienza a declinar. Sus propuestas científicas y paidológicas
llegan a diluirse en otras ciencias sociales y pedagógicas, y en ra-
mas concretas de la Psicología y la Pedagogía. Pero, como con-
traste, mientras se inicia ese declinar en países europeos próximos,
en España se produce un despegue espectacular de la Paidología,
como saber, como disciplina, y como campo de investigación cen-
trado en los problemas del niño.
Para comprender este avance paidológico tan sorprendente en
España (extensible a varias repúblicas del Sur de América) es pre-
ciso también considerar las nuevas e importantes modificaciones,
estancamientos y retrasos que se producen en el sistema escolar
español desde principios del siglo xx.
Los efectos directos en la conciencia colectiva de los españo-
les que suscita todo el movimiento espontáneo de los regenera-
cionistas, desde las posiciones más heterogéneas de cada uno de
ellos, posiblemente se concreta en una expresión que ha mereci-
do comentarios de lo más variado, pero que para nosotros es re-
flejo de profundo calado paidológico. Lo que Joaquín Costa espe-
taba y ponía sobre la mesa de los políticos como reflexión y solu-
ción cuasi mágica para resolver los problemas de España,
«escuela y despensa » , o lo que en palabras parecidas escribe de
otra forma Miguel de Unamuno como propuesta, (dos españoles
necesitan carne y ciencia como solución a sus problemas » , ali-
mentación y cultura, comienza a traducirse en medidas de cambio
24 JosÉ MAR_ÍA HERNÁNDEZ DíAz

y mejora de las condiciones de la infancia española, y de la hu-


milde escuela primaria8.
Nacen las primeras leyes de protección a la infancia, que regu-
lan obligaciones y derechos de los niños en la vida pública y en el
medio familiar. Se inician profundas reformas en la organización de
la enseñanza, creando por primera vez el Ministerio de Instrucción
Pública y Bellas Artes, mejorando la estabilidad salarial del hasta
entonces proscrito colectivo de los maestros, nace en serio la es-
cuela graduada como nueva organización de la cultura escolar, se
instaura, ordena y amplía el currículo de la escuela primaria, y de
ahí se derivan y multiplican otras reformas de valor fundamental
para el avance del sistema escolar primario en España, y de los es-
tudios paidológicos en particular. Sin duda, hay que situarse en el
contexto de una etapa que algunos, tal vez de manera un tanto pre-
tenciosa y ensayística, han denominado Edad de Plata de la cultu-
ra española, aunque la expresión ha hecho fortuna hace ya arios.
Debemos considerar igualmente otros cambios de orden cuanti-
tativo y cualitativo del sistema educativo de la España de principios
del siglo xx que ejercen evidentes influencias sobre el entonces na-
ciente movimiento paidológico. En el primer tercio del siglo xx de
forma progresiva se produce una fuerte expansión de la escuela pri-
maria, en términos de magnitudes, y también se inician profundos
procesos de renovación pedagógica.
Se expande y mejora la escuela primaria en el número de sus
unidades, en el número de arios de escolaridad obligatoria, en un
mejor acceso de las niñas a la escolarización, aunque todavía en
1931 la Segunda República se ve obligada a crear varios miles de
escuelas (se estiman en 25.000 las necesarias para cumplir las ci-
fras que establece la ley), porque todavía no se había garantizado el
puesto escolar para cada niño español de 6 a 14 arios.
Crece cualitativamente la escuela primaria cuando comienza a
implantarse la escuela graduada, se establece y amplía el currícu-
lo, se inician las construcciones escolares más acomodadas, se cre-
an organismos específicos para la construcción de escuelas prima-
rias (Antonio Flórez será el arquitecto exponente de este moví-

8 Cfr. José María Hernández Díaz: «La humilde escuela primaria en la Salaman-
ca de Unamuno (1891-1936)», en Ángel Rodríguez Sánchez e Ignacio Francia (co-
ords.): El tiempo de Miguel de Unamuno y Salamanca, Salamanca, Ediciones Universi-
dad de Salamanca, 1998, págs. 224-267.

INTRODUCCIÓN 25

miento), cambian de forma progresiva los conceptos de la cultura


escolar, mejoran y se modernizan los materiales escolares, manua-
les escolares y libros de texto9.
Desde una lectura paidológica de esta etapa, asistimos a nove-
dades muy destacadas, que emergen de un concepto nuevo y dife-
renciado de la infancia y del escolar. La construcción del niño como
escolar, como sujeto central de la institución que construye la cul-
tura escolar en la España del primer tercio del siglo xx se erige en
un elemento de distinción y significación. Es la etapa en que se con-
solida la categoría infancia de manera autónoma, pero es igual-
mente el momento en que emerge con identidad propia la categoría
alumno, y no solamente la de niriow.
Es imprescindible considerar la publicística pedagógica de las
primeras décadas del siglo xx, y los primeros estudios científico ex-
perimentales, para poder comprender el ambiente de impacto, aco-
gida y proyección que logra alcanzar el naciente movimiento paido-
lógico en los ambientes educativos y científicos españoles del pri-
mer tercio del siglo xx.
Pero para comprender con honestidad intelectual la emergen-
cia de la Paidología en España durante las dos primeras décadas
del siglo xx, es imprescindible considerar las aportaciones institu-
cionales del Museo Pedagógico Nacional (funciona desde 1882), de
la Junta de Ampliación de Estudios (nace en 1907) y de la Escuela
de Estudios Superiores del Magisterio (comienza a funcionar en
1909). Desde la imponente y novedosa aportación tales instancias
educativas públicas, y el compromiso y buen hacer de personalida-

9 Los trabajos publicados sobre la escuela primaria en esta etapa son numero-
sos y de gran interés, pero solamente mencionamos algunos, cfr. Antonio Viña° Fra-
go: Innovación pedagógica y racionalidad científica. La escuela graduada pública en Es-
paña (1898-1936), Madrid, Akal, 1990. Véase también el monográfico de Historia de
la Educación, Salamanca, 12-13 (1993-1994); José María Hernández Díaz y Francis-
co de Luis Martín: «La escuela y la educación popular en la España de principios del
siglo xx», en Los 98 ibéricos y el mar, Vol. II, La cultura en la Península Ibérica, Madrid,
Sociedad Estatal Lisboa 98, 1998, págs. 231-262; Pedro Cuesta Escudero: La escue-
la en la reestructuración de la sociedad española (1900-1923), Madrid, Siglo XXI, 1994;
Manuel Bartolomé Cossío: La enseñanza primaria en España, Madrid, R. Rojas, 1915,
segunda edición renovada por Lorenzo Luzuriaga.
1 0 Estas ideas las hemos desarrollado más extensamente en José María Her-
nández Díaz: »De niño a escolar. El alumno como construcción pedagógica», en
Agustín Escolano (dir.): Historia ilustrada de la escuela en España. Dos siglos de pers-
pectiva histórica, Madrid, FGSR, 2006, págs. 99-119.

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