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    Inculcar buenos modales y hábitos de cortesía desde pequeños es importante para ayudar a los niños en su proceso de socialización y adquirir valores como el respeto. Los adultos deben ser ejemplos de modales al saludar, dar las gracias, hablar con respeto a los demás y pedir las cosas por favor. Se recomienda empezar a enseñar estas habilidades básicas como decir "gracias", "por favor", "hola", "adiós" y "perdón" a partir de los 2 o 3 años.

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    Inculcar buenos modales y hábitos de cortesía desde pequeños es importante para ayudar a los niños en su proceso de socialización y adquirir valores como el respeto. Los adultos deben ser ejemplos de modales al saludar, dar las gracias, hablar con respeto a los demás y pedir las cosas por favor. Se recomienda empezar a enseñar estas habilidades básicas como decir "gracias", "por favor", "hola", "adiós" y "perdón" a partir de los 2 o 3 años.

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    Adquisición de hábitos y de buenos modales en la educación de los niños:

    - ¿Es importante inculcar buenos modales o hábitos de cortesía desde muy


    pequeños? ¿Por qué?
    Hoy en día es muy importante que los niños sepan cómo comportarse de manera adecuada en
    los diferentes ámbitos y situaciones que nos encontremos en la vida y tratar a todas las
    personas con respeto.

    Educar e inculcar a los niños en cuanto a modales, etiqueta, saber estar, normas de


    comportamiento les ayudará mucho en su proceso de socialización y así mismo le permitirá
    adquirir valores y actitudes imprescindibles para relacionarse con los demás.

    Creo que es importante que los adultos desde que son pequeños seamos los que adoptemos y
    enseñemos esa forma o manera de enseñar modales, como, por ejemplo; saludar y dar las
    gracias cuando estén ellos delante, hablar con respeto a las demás personas o pedir por favor
    las cosas.
    ¿A qué edad crees que es conveniente empezar? Razona tu respuesta.
    A los 2 o 3 años

    Ya pueden usar fórmulas de cortesía como “gracias” o “Por favor”.

    Pueden decir” hola” o “buenos días” cuando entran en los sitios y “adiós” cuando se marchan.

    También pueden empezar a decir “perdón” si han molestado a alguien.

    Tal y como he indicado en el punto anterior los niños son un fiel reflejo de las conductas que
    ven en la casa. Desde ese instante tenemos que ser muy cuidadosos con nuestros gestos,
    lenguaje y comportamiento, ya que el único modelo de referencia que tienen en su entorno
    son los padres en este caso.

    También es importante que mientras que enseñamos al niño norma de cortesía reforcemos y
    valoremos las ocasiones que se comporta bien, esto supondrá un aumento en su autoestima y
    una motivación para que se sigan repitiendo esas conductas deseadas y que pretendemos
    enseñar.

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