No Pasaron La Posta

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NO PASARON LA POSTA

Introducción. En las competencias de atletismo, en la disciplina de carrera de postas, que es una disciplina
de equipo, la clave es que cada participante de lo mejor de sí, pero hasta el momento de entregar la posta al
siguiente. Puede haber tenido una carrera excelente, pero si al momento de pasar la posta lo hace mal. Ya
sea que se le caiga, lo haga a la mano equivocada, cualquier error, el equipo puede perder la carrera.
La historia entre el libro de los Josué y el libro de los Jueces, figuradamente encontramos un caso en donde
no se entregó bien la posta, o no se entregó. Moisés, si pasó la posta. Pero Josué no lo hizo. Aunque es
pertinente aclarar que Moisés no escogió Josué, sino fue Dios. Sin embargo es obvio, que Moisés fue el
mentor de Josué, de manera que éste pudo reemplazarlo. Nuestro reto es, como estamos entrenando a la
generación que viene para tomar el liderazgo de la Iglesia. A quienes Dios va a escoger para tomar el mando
de la siguiente generación de cristianos.
I. Moisés pasó la posta a Josué.
A. La escuela Egipcia. Dios cumple su palabra. Josué posiblemente fue el hijo primogénito de
Num. Haciendo un cálculo de su edad, Josué cuando salió de Egipto tenía unos 45 años. Él
fue un testigo presencial de lo que sucedió la noche de la pascua. El mandato de Dios era que
los hijos de Israel sacrificaran el cordero pascual y pusieran la sangre en los postes de las
puertas de sus casas. Para que cuando venga el ángel de la muerte, no mate a sus
primogénitos. Josué fue testigo en esa noche en que su vida fue librada tal y como Dios lo
había prometido.
B. La escuela amalecita. La dependencia completa de lo que Dios puede hacer. Unos días
después del cruce del mar rojo el pueblo de Amalec salió a su encuentro y los declaró la
guerra. Allí Josué por primera vez entra a tallar en la historia de Israel, Moisés lo nombra
comandante de batalla. Él no había tenido entrenamiento militar, pero ahora tenía que pelear
defendiendo la causa de Israel. Moisés en la montaña junto con Aarón y Ur, interceden para
que la batalla sea ganada. Mientras Moisés mantiene levantadas sus manos, Josué vence al
enemigo, pero cuando baja sus manos, Amalec vence a los Israelitas. Allí Josué aprende que
no es por con espada que se vence las batallas, sino con el poder de Dios.
C. La escuela del Sinaí. La prosperidad viene cuando esperamos con paciencia en Dios.
Cuando Moisés va a recibir las tablas de la ley, Josué debe esperarlo al pie de la montaña.
Allí tuvo que esperar 40 días.
Generalmente nos cuesta esperar. Hoy vivimos en un mundo muy presuroso. Queremos todas
las cosas rápidas. Comida rápida, viajes rápidos, títulos rápidos. Pero con en las cosas de
Dios necesitamos persistencia. La vida cristiana es una carrera de resistencia. Mucho más la
formación de líderes no es de la noche a la mañana. No es con unas cuantas lecciones. Es más
que todo práctico.
D. La escuela de la interpretación correcta. Todo debe interpretarse a lo que Dios ha dicho.
Cuando Moisés baja con las tablas de la ley, Aarón y el pueblo ya habían hecho el becerro de
oro, y todos estaban haciendo fiesta. Josué dice que es sonido de guerra, pero Moisés le dice
que no, sino que el pueblo ha pecado contra Dios. Allí Josué aprende que las cosas no se
deben juzgar de una manera superficial, sino con discernimiento de Dios, de acuerdo a su
voluntad.
Este breve resumen de la vida de Josué, hasta que es nombrado como sucesor de Moisés demora un lapso
de 40 años. De este proceso vamos a aclarar que los líderes no se forman de la noche a la mañana. Tienen
que pasar por una escuela, tanto en lo teórico, pero más en lo vivencial. Los líderes de la nueva generación
necesitan la influencia de la generación que les antecede. Los jóvenes necesitan la influencia de sus padres o
de los adultos. Los adolescentes de los jóvenes, los niños de sus mayores. No son nuestras palabras, son las
vivencias que impactan en la vida de los niños y los jóvenes. Josué se formó a lado de Moisés, ayudando a
Moisés, no por una semana, sino por 40 años. Los líderes de nuestra Iglesia no se van a formar con sólo venir
al culto una vez por semana y por un par de horas. Los líderes de la Iglesia se van a formar cuando pasamos
más tiempo con ellos. Cuando se ven más involucrados en las cosas de Dios.
Cuando Josué vino a Moisés, ya había demostrado la convicción de seguir a Dios, el valor de luchar por sus
convicciones y la disposición a obedecer a Dios y a su mentor.
Ahora, cuando se trata de formar líderes, eso es lo que se necesita. Primero su convicción de seguir a Dios,
su valor para luchar por sus convicciones, su disposición para obedecer a Dios y sus mentores.
El mentor facilita las herramientas. Dios te da la visión y el pueblo acepta tu liderazgo.
Antes de pasar al siguiente punto, quiero hacerles unas preguntas. ¿Usted está convencido de ser salvo, sabe
en quién ha creído?, ¿Tiene usted la valentía para dar lo mejor por su Iglesia?, ¿Tiene usted la disposición de
obedecer a Dios y su pastor?
II. Josué olvidó pasar la posta.
A. Josué no tuvo un discípulo a su lado. De Josué la Biblia no nos dice que haya tenido un
ayudante a lado. Obvio que hubo mucha gente que lo apoyó en su misión. Pero no hubo un
discípulo que aprenda y quede como líder para la siguiente generación. Hay algo sencillo que
usted puede hacer, con sus hijos. Venga juntos al templo. No importa si tiene 30 o 1 año. Es
fácil darle un par de soles para el taxi y decirle que vaya. Pero es más sacrificado ir con él a la
hora programada para estar en la casa del Señor. Sea usted el mentor de sus hijos. Ellos no
quieren sus palabras, ellos quieren ver su ejemplo, su influencia.
B. El pueblo por entero se dedicó a poseer la tierra.
La generación de Josué se dedicó a disfrutar la tierra que Dios los había dado. Posiblemente
se dedicaron a construir sus casas, a edificar ciudades, a expandir sus áreas de cultivo. Pero
descuidaron el mandato de Dios de repetir la ley de una manera continua. Jesús dijo que la
semilla que cae entre los espinos, significa que la persona recibe la palabra, pero los afanes de
este siglo y el engaño de las riquezas estorban para que lleve fruto. Hoy es evidente eso, el
afán de este siglo, de lograr el sueño americano, poniendo a Dios en segundo plano.
Medite mucho en lo que hoy está dando a sus hijos. Se dice que la educación es la mejor
herencia. Para mí la mejor herencia es el evangelio. Porque es para vida eterna.
C. No eliminaron por completo a los cananeos.
En varias oportunidades se repite la frase, pero tampoco… arrojó al… eso desagradó a Dios.
Él les había mandado que exterminen por completo a los cananeos. Que no dejen nada de su
idolatría para que ellos no se desvíen. Sin embargo Israel no hizo caso. Esa gente que dejaron
se convirtió en un tropezadero y más tarde en la ruina de Israel.
Mucho cuidado con la mediocridad en la vida cristiana. Cuidado con no abandonar ciertos
hábitos que de nada te edifican. Para ti quizá parece normal, pero tus hijos, tus nietos pagaran
la factura. Mucho cuidado con los programas de televisión que miran tus hijos. Mucho
cuidado con el celular o la tablet que ahora hacen de niñera. No sólo afecta la salud, sino que
afecta los valores de la persona.
D. Aunque el pueblo juró servir a Jehová, sus hijos no lo hicieron.
Dice el libro de los Jueces, que el ángel de Jehová les reprendió duramente por no haber
cumplido el pacto de Jehová. Ellos lloraron y mostraron arrepentimiento. Ya lo habían hecho
con Josué, prometiendo servir a Jehová. Pero parece que todo quedó en palabras.
III. Consecuencias de no pasar la posta.
A. Una generación que no experimentó el poder de Jehová. No es que no supieron lo que
Dios hizo, de todas formas las historias llegaron a sus manos. El asunto es que ello no
experimentaron en carne propia lo que es el poder de Dios.
Nuestras nuevas generaciones ya no están pasando por lo que nosotros pasamos. Tienen una
vida muy cómoda en comparación a lo que nos tocó pasar. Eso tal vez los ha limitado a que
ellos no puedan ven en carne propia lo que es el poder de Dios.
Pero lo más preocupante es, que las Iglesias se están formando por personas que no han
tenido un encuentro personal con Dios o no se han convertido. Es ilógico lo que el libro de
los jueces nos dice: se levantó una generación que no conocía a Jehová. Es decir un pueblo de
Jehová, que no conoce a Jehová. Hoy es una generación de cristianos que no conocen a
Cristo.
De esto no podemos echarlos la culpa a los que nos anteceden, si tú no has nacido de nuevo,
pídele a Dios de todo corazón y él lo hará. Me buscarán y me encontraran. Porque me
buscarán de todo corazón.
B. Una generación que dejaron al Dios de sus Padres.
No es seguir una tradición. Cuando la Biblia nos dice sobre el Dios de sus padres, se refiere al
Dios histórico que se reveló a Abraham, a Isaac, a Jacob, que los sacó de la esclavitud de
Egipto. Ellos dejaron a Dios, que hasta el momento les había dado evidencias de ser real y
poderoso. Que había cumplido sus promesas y había hecho grandes cosas a su favor. Ellos
dejaron al Dios que los dio la tierra de Canaán.
Hoy tenemos que enfatizar una fe en Cristo. la Iglesia tiene que aprender a vivir de Cristo y
no de las dádivas.
C. Una generación idólatra.
Una generación que fue en pos de la idolatría de Canaán. Si no hacemos lo posible para que
nuestra generación conozca a Dios de una manera personal. Ellos serán una nueva generación
de ateos, agnósticos, renegados, musulmanes, budistas, de la nueva acrópolis, y hasta pueden
llegar a ser ocultistas.
D. Una generación castigada por Dios.
Dios bendice la obediencia. Pero también castiga la desobediencia. Su promesa fue clara, si
guardan mis mandamientos, serán benditos. Pero si no obedecen mis mandamientos, serán
malditos. El deseo de cada padre es que sus hijos tengan una familia bien formada, que
estudien y sean buenos profesionales. Pero si ellos no tienen a Dios en su vida, no tendrán esa
bendición de Dios. Es raro ver que en la cárcel hay un gran porcentaje de jóvenes que sus
padres fueron y son cristianos.

CONCLUSIÓN
Hoy tenemos la responsabilidad de dejar un legado firme y consistente a la siguiente generación. La clave es
el ejemplo que estamos dando. Los niños se olvidan de las palabras que les podemos decir. Ellos miran el
ejemplo que dejamos. Ellos miran nuestro compromiso con Dios y el trabajo que hacemos. Usted le puede
decir que lo más importante es ir al templo, pero si con sus hechos no lo demuestra, su niño aprenderá que
no es tan importante como usted lo dice. Usted le puede decir que Dios es dueño de todo, pero si no
ofrenda y diezma con responsabilidad, entonces no será relevante como lo dice.
El legado que vamos a dar a la siguiente generación no es sólo palabras. Es un esfuerzo por dar ejemplo. Es
un esfuerzo por pasar tiempo significativo con los niños y adolescentes. Moisés para formar a Josué, no lo
hizo sólo con palabras, lo hizo estando con él. Jesús pasó tres años con sus discípulos.

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