BETHESDA

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Rev Obstet Ginecol Venez 

vol.77 no.1 Caracas mar. 2017

Actualización en el reporte de citología cervicovaginal basado en el Sistema Bethesda 2014

Dra. María Carolina Moreno Barrios

RESUMEN

El cáncer cervical representa la segunda causa de mortalidad en la mujer venezolana. La pesquisa de esta
neoplasia fue mejorada significativamente desde que Papanicolaou introdujera la citología como prueba para
seleccionar pacientes de alto riesgo. La citología es una pieza fundamental en el diagnóstico del cáncer
cervical y sus lesiones precursoras, aparte de su indiscutible valor en la orientación etiológica de infecciones e
inflamaciones, y en casos muy puntuales realiza una valoración hormonal indirecta. A través de los años se
han utilizado diferentes reportes citológicos, desde Papanicoloau hasta el Sistema Bethesda, siendo este
último el más aceptado y utilizado a nivel mundial. Desde su creación en 1988, el mismo ha sido objeto de
modificaciones, siendo la última actualización en 2014, con miras a facilitar la comunicación entre los
citólogos y el clínico, mejorar la correlación cito-histológica y ofrecer al clínico una terminología adecuada
para el tratamiento y pronóstico de la patología cervical.

Palabras clave: Sistema Bethesda, Citología Cervical

INTRODUCCIÓN

El cáncer del cuello uterino es el segundo cáncer más frecuente en mujeres en el mundo, con 86 % de los
casos y 88 % de las muertes en países en vías de desarrollo, y es la causa más importante de años de vida
perdidos (por cáncer) entre las mujeres de América Latina y el Caribe, donde se concentra 13 % de los casos y
12 % de las muertes que ocurren anualmente en el mundo (1).

El Sistema Bethesda fue creado gracias a la iniciativa de un grupo pequeño de profesionales que se reunieron
en Maryland, Bethesda en el Instituto Nacional del Cáncer, en 1988, con la idea de elaborar un formato de
reporte claro para la citología ginecológica en el que se utilizara una terminología uniforme, reproducible
entre los laboratorios de citología e histología y, a su vez, que reflejara los conocimientos más actualizados
sobre las neoplasias cervicales.

Posteriormente en el año 1991 se evaluó el impacto de la introducción del Sistema Bethesda en la comunidad,
basándose en la experiencia de aquellos que lo estaban utilizando. En 1994 sale publicado el primer Atlas del
Sistema Bethesda. Diez años después, es decir en 2001 se lleva a cabo un taller de trabajo, utilizando el
internet para ampliar la participación en el proceso de análisis y revisión de la terminología, en el que
participaron más de 400 personas de más de 20 países. En el año 2004 se publica el segundo atlas del Sistema
Bethesda (2).

Para 2003, se estima que el 85,5 % de los laboratorios en Estados Unidos habían implementado la
terminología del Sistema Bethesda 2001 (3).

En 2014, durante los meses de marzo a junio, se abrió, vía internet, un espacio participativo para actualizar el
sistema Bethesda del 2001, intervinieron 2454 personas de 59 países, dando origen a la última actualización
del Sistema Bethesda, que se resume en la tabla 1. El Tercer Atlas del Sistema Bethesda fue publicado en
2015 (4).

TABLA 1. SISTEMA BETHESDA 2014


SISTEMA BETHESDA 2014

1.- Adecuación de la muestra

A.- Satisfactoria para evaluación

Cuando la muestra teñida tiene las siguientes características:

a) Apropiada identificación con solicitud de examen citológico adjunto.

b) Información clínica relevante.

c) Un número adecuado de células epiteliales bien conservadas y visualizables.

d) Una cantidad adecuada de células epiteliales endocervicales o de la zona de transformación escamo-


columnar.

Una apropiada identificación indica que la lámina ha sido bien rotulada y que esta corresponde al examen
citológico solicitado. Los datos clínicos deben ser suficientes, en tanto sirvan para interpretar y orientar el
diagnóstico al personal que realiza la lectura. Estos datos se consignan en la ficha de solicitud.

La designación de espécimen satisfactorio indica que la cantidad de células epiteliales bien preservadas y
visualizables, es un estimado de 8000 a 12 000 células escamosas en un extendido convencional y unas 5000
células escamosas en preparados líquidos.

Un adecuado componente celular endocervical y de la zona de transformación escamo-columnar consiste en


encontrar en la muestra un mínimo de 10 células endocervicales o metaplásicas bien preservadas aisladas o
agrupadas.

La última de las características es aplicable a la muestra, tanto de mujeres perimenopáusicas como


postmenopáusicas, excepto en situaciones de marcada atrofia, donde las células de metaplasia y las de tipo
endocervical a menudo no pueden distinguirse de las células parabasales del epitelio escamoso. En estas
situaciones que impiden identificar la zona de transformación endocervical, no se afecta la categorización de
extendido satisfactorio.

Una muestra se considera “parcialmente obscurecido” por sangre o infiltrado inflamatorio cuando es posible
visualizar el 50 % a 75 % de células epiteliales, es entonces incluida dentro del grupo de extendidos
satisfactorios.
Los extendidos en la figura 1 se consideraron satisfactorios para evaluación, a pesar de que presentan ciertos
factores que dificultan el estudio de la muestra.

B.- Insatisfactoria para evaluación

Una muestra es considerada como insatisfactoria y se rechaza para su procesamiento cuando:

a) No se encuentra identificada la lámina o la solicitud de examen citológico, o no corresponde el nombre de


la lámina con la de la orden

b) La lámina se encuentra rota y no puede ser reparada.

Las muestras que se procesan, pero que se consideran insatisfactoria para evaluación son las siguientes:

a) Material celular inadecuadamente conservado lo que impide su lectura.

b) Las células epiteliales bien preservadas y visualizadas en conjunto cubren menos del 10 % de la superficie
de la lámina.

c) Hay exceso de células inflamatorias, cúmulos de sangre, áreas de extendidos gruesos, contaminantes, etc.,
que impiden la lectura de más del 75 % de las células epiteliales.

La designación de “insatisfactoria o de no satisfactoria” indica que la muestra no es apta para la detección de


anormalidades del epitelio cervical.

Se debe distinguir los extendidos que han sido procesados y que el laboratorio ha determinado que son
insatisfactorios después de la evaluación microscópica.

Los casos más frecuentes en la práctica de muestras rechazadas y no procesadas se muestran en la figura 2.
Los casos más frecuentes de muestras procesadas pero rechazadas para valoración oncológica se observan en
la figura 3.
2.- Categorización general

Es un componente opcional de clasificación del Sistema Bethesda. Queda a criterio del citólogo categorizar o
no, aquellas muestras que son satisfactorias para evaluación, pero que presentan algún factor que limite su
estudio.

Existen tres categorizaciones:

A.- Negativo para lesión intra-epitelial o malignidad

Incluye los frotis que se consideraban como “dentro de límites normales ”, es decir aquellas células que no
presentan cambios morfológicos y aquellas con cambios celulares benignos, incluyendo las infecciones.

B.- Anormalidades en células epiteliales, especificando si estas son escamosas o glandulares.

C.- Otros: células endometriales en mujeres mayores de 45 años, donde se denota la ausencia de
anormalidades morfológicas en las células per se, sin embargo, puede existir indicadores de incremento de
riesgo, por ejemplo, presencia de células endometriales en mujeres mayores de 45 años.

3.- Interpretación o resultados

A.- Negativo para lesión intra-epitelial o malignidad


a.- Elementos celulares normales o células epiteliales sin cambios neoplásicos (Figura 4). Se incluyen las
células escamosas, endocervicales, endometriales y del segmento más bajo del útero. Del epitelio escamoso
que recubre el exocérvix se desprenden las células profundas, intermedias y superficiales, dependiendo de la
edad y el estado hormonal de la paciente, mientras que del epitelio glandular monoestratificado cúbico que
recubre el endocérvix, se desprenden las células endocervicales, que según su disposición en el extendido
pueden observarse en forma de panal de abeja o en empalizada. Las células endometriales se desprenden de la
cavidad uterina en ciertas fases del ciclo menstrual, considerando su presencia normal hasta el octavo día del
ciclo menstrual, en pacientes menores de 45 años.

b.- Hallazgos no neoplásicos (Figura 5):

Incluye:

a) Variaciones celulares no neoplásicas:


metaplasia escamosa, cambios queratóticos,
metaplasia tubal, atrofia con o sin
inflamación y cambios asociados con el
embarazo.

b) Cambios celulares reactivos asociados


con: inflamación (hasta reparación típica),
radiación, dispositivo intrauterino (DIU)

c) Presencia de células glandulares post-histerectomía.

c.- Organismos:
Se describen: Trichomonas vaginalis, hongos consistentes con Cándida sp, cambios en la flora vaginal
sugestivos de vaginosis bacteriana, bacterias morfológicamente consistentes con Actinomyces sp, cambios
celulares compatibles con el virus del herpes simple y con citomegalovirus (Figura 6).

B.- Anormalidades en células epiteliales

a) Anormalidades del epitelio escamoso:

i) Células escamosas atípicas (Figura 7). En esta categoría, se consideran los cambios celulares que pueden
relacionarse con varios factores etiológicos, pero que no se logra determinar una causa definitiva sobre la base
de los hallazgos citológicos. Estos cambios pueden reflejar una reacción exuberante de tipo benigno o
constituir una lesión potencialmente grave, los cuales no permiten concluir con un diagnóstico definitivo. Se
puede decir que el término de células escamosas atípicas representa cambios citológicos sugestivos de una
lesión intraepitelial que son cualitativa o cuantitativamente insuficientes para elaborar una interpretación
definitiva.

• Células escamosas atípicas de significación indeterminado (ASC-US): corresponden a las iniciales


de Atypical Squamous Cells of Undetermined Significance, son sugerentes de una lesión de bajo grado, y es
muy común que esté relacionada a una infección por virus de papiloma humano (VPH).

• Células escamosas atípicas que no excluyen una lesión intraepitelial escamosa de alto grado (ASC-H) por
las siglas en inglés de Atypical Squamous Cells Cannot exclude High grade squamous intraepithelial lesión,
son sugerentes de una lesión de alto grado y son de mayor relevancia clínica en comparación con las ASC-
US.

• Lesión intraepitelial escamosa (Figura 8). Comprende un espectro de anormalidades epiteliales no


invasivas, que tradicionalmente se han clasificado como condiloma plano, displasia, carcinoma in situ, y
neoplasia intraepitelial (NIC). En el sistema Bethesda estas lesiones se dividen en lesiones de bajo grado y de
alto grado.
Lesión intraepitelial de bajo grado (LSIL), corresponde a las siglas en inglés de Low Squamous
Intraepithelial Lesion. Se agrupan las alteraciones celulares asociadas a infección por Virus Papiloma
Humano (VPH), la displasia leve/NIC I.

Lesión intraepitelial de alto grado (HSIL), corresponde a las siglas en inglés de High grade Squamous
Intraepithelial Lesion. Las lesiones de alto grado agrupan a la displasia moderada/NIC II, displasia
severa/NIC III y el carcinoma in situ.

ii) Carcinoma de células escamosas. El Sistema Bethesda establece que puede realizarse la distinción entre el
carcinoma queratinizante y el no queratinizante (Figura 9).
b) Anormalidades del epitelio glandular:

i) Células glandulares atípicas (AGC): corresponden a las siglas en ingles de Atypical Glandular Cells. Son
células endometriales, endocervicales o glandulares no específicas, que muestran atipia nuclear que excede
aquellos observados por reacción o reparación, aunque carecen de las características inequívocas de
adenocarcinoma.

ii) Células glandulares atípicas a favor neoplasia. Los cambios que presentan no son cuantitativa ni
cualitativamente suficientes para la interpretación de un adenocarcinoma endocervical o endometrial in situ o
invasor, estas atipias celulares se acercan más a las observadas en un adenocarcinoma.

En líneas generales, debe hacerse la diferenciación con cambios morfológicos producidos por: artefacto de
cepillado/escobillado, pólipo endocervical, procesos inflamatorios/reparativos relacionados con
trauma/infección, atipia por asa de diatermia, atipia glandular asociada a DIU, endometriosis cervical, fístula
recto-vaginal, prolapso tubárico, metaplasia tubárica, hiperplasia microglandular y atipia de Arias-Stella
endocervical (Figura 10).

iii) Adenocarcinoma endocervical in situ (AIS). Es también conocida como la lesión endocervical glandular
de alto grado, en la cual no hay signos evidentes de invasión, es decir existe ausencia de diátesis tumoral
(Figura 11).

iiii) Adenocarcinoma endocervical. Citológicamente pueden superponerse con las características citológicas
del adenocarcinoma in situ, la diferencia básica, es la presencia de diátesis tumoral que indica que la lesión se
ha tornado invasiva (Figura 11).
iiiii) Adenocarcinoma endometrial. A pesar de que Bethesda establece criterios claros para identificar este
cuadro, en realidad muchas veces puede ser confundido con un adenocarcinoma endocervical, y el
diagnóstico diferencial lo haría la biopsia (Figura 11).

4.- Notas educativas y sugerencias (opcional)

Las sugerencias que son incluidas en los informes citológicos proporcionan informacional adicional al
significado o valor predictivo que puedan tener los hallazgos citológicos. El citólogo debe procurar usar la
terminología adecuada y concreta, concordantes con la tecnología y los recursos disponibles.

Comúnmente, puede hacerse recomendaciones que incluyan, por ejemplo, repetir la muestra cuando la
primera que se valora resulta ser insatisfactoria, sobre todo cuando existen reacciones inflamatorias o
hemorragias severas que no permiten observar con detalle el material celular.

Sugerir un seguimiento periódico o una prueba adicional que ayude a esclarecer un hallazgo que es
inconcluso también es frecuente, especialmente recomendar pruebas de detección y tipificación de VPH
cuando se observan signos indirectos del mismo, y no puede darse un diagnóstico citológico definitivo de la
infección, entones se categoriza el extendido como ASC-US y se realiza la recomendación.

Otra sugerencia y nota educativa que debe ser utilizada con relativa frecuencia, es la relacionada con la toma
de muestras que presentan algún factor que limita el estudio, por ejemplo, al observar constantemente la
ausencia de células endocervicales y/o células metaplásicas, por un muestreo inadecuado, cuando se emplea
un hisopo en vez del cepillo endocervical, se puede colocar en el informe alguna referencia sobre la
importancia y ventajas que ofrece el uso del cepillo endocervical.

Otra sugerencia bastante usual es la necesidad de realizar un proceso de fijación adecuado que permita
preservar el material celular y eliminar los artificios producidos por desecación al aire.

CONCLUSIONES

• Resulta esencial que los profesionales en el área de la citología y de ginecología conozcan e interpreten de
manera adecuada el reporte de los hallazgos clínicamente significativos para la paciente y en función a eso,
sigan los lineamientos de tratamiento establecidos.

• Los cambios introducidos por el Sistema Bethesda en 2014 son mínimos y no tienen que ver con la
terminología en sí, sino con algunas interpretaciones de ciertos hallazgos.

• En 2014, se realiza un cambio en la categoría “Otros”, la presencia de las células endometriales en mujeres
mayor de 40 se cambia a mujeres mayores de 45 años de edad.

• Esencialmente existen modificaciones en la parte de “Negativo para Lesión intraepitelial o malignidad ”: a)


Se introduce el término de variaciones no neoplásicas, y se agrupan en ellas: la metaplasia escamosa, los
cambios queratóticos, la metaplasia tubal, la atrofia y los cambios asociados al embarazo. Y b) Entre los
organismos que pueden ser identificados a través de estudio citológico se agrega los cambios celulares
consistentes con citomegalovirus.

• El apartado de la “Adecuación de la muestra” sigue resultando de suma importancia porque de una correcta
toma de la muestra depende en gran medida un resultado citológico acertado

• Las sugerencia y notas educativas representan un canal de comunicación, entre el citólogo y el ginecólogo
que, si es bien empleado, redundará en esclarecer la importancia de ciertos hallazgos citológicos y el
seguimiento de la paciente
REFERENCIAS

1. Ferlay J, Shin HR, Bray F, Forman D, Matehrs C, Parkin DM. Estimates of worldwide burden of cancer in
2008: GLOBOCAN 2008. Int J Cancer. 2010; 127 (12): 2893 - 2917.        [ Links ]

2. Solomon D, Davey D, Kurman R, Moriarty A, O’Connor D, Prey M, et al. Forum Group Members;
Bethesda 2001 Workshop. The 2001 Bethesda System: terminology for reporting results of cervical cytology.
JAMA. 2002; 287 (16): 2114 - 2119.        [ Links ]

3. Davey D, Neal M, Wilber D, Colgan T, Styler P, Mody D. Bethesda 2001 implementation and reporting
rates: 2003 practices of participants in the College of American Pathologists Interlaboratory Comparison
Program in Cervicovaginal Cytology. Arch Pathol Lab Med. 2004; 128 (11): 1224 - 1229.        [ Links ]

4. Nayar R, Wilbur DC, editores. The Bethesda System for Reporting Cervical Cytology. Definitions,
Criteria, and Explanatory Notes. 3rd ed. Nueva York: Springer; 2015.        [ Links ]

5. Nayar R y Wilbur D. The Pap Test and Bethesda 2014. Cancer Cytopathol. 2015; 123 (5): 271 –
281.        [ Links ]

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