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Maziel 1 B

Este documento presenta un poema de 1777 titulado "Canta un guaso en estilo campestre los triunfos del Excelentísimo Señor D Pedro de Ceballos", escrito por Juan Baltazar Maciel. El poema alaba las victorias militares del primer virrey del Río de la Plata, Pedro de Cevallos, pero lo hace a través de la voz de un guaso cantando con guitarra. Esto marca un precedente para la literatura gauchesca posterior por incorporar elementos orales y populares. El documento también analiza el contexto histórico

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Este documento presenta un poema de 1777 titulado "Canta un guaso en estilo campestre los triunfos del Excelentísimo Señor D Pedro de Ceballos", escrito por Juan Baltazar Maciel. El poema alaba las victorias militares del primer virrey del Río de la Plata, Pedro de Cevallos, pero lo hace a través de la voz de un guaso cantando con guitarra. Esto marca un precedente para la literatura gauchesca posterior por incorporar elementos orales y populares. El documento también analiza el contexto histórico

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Literatura y Cultura Argentinas I P ágina |1

Año: 2020
Asignatura: Literatura y Cultura Argentinas I
Segundo Cuatrimestre
Comisión: Viernes de 18 a 20 horas.
Docente responsable: Dr. Edgardo H. Berg
Clase: Viernes 11 de septiembre de 2020

Unidad 1. Presente El Virreinato y la patria. Baltasar Maciel, Canta un guaso en


estilo campestre los triunfos del Excelentísimo Señor Don Pedro de Cevallos

Hola a todas y a todos. Les doy la bienvenida al curso de Literatura Argentina I que
iniciamos. Espero que estén bien en este contexto difícil que no nos permite el intercambio
áulico, tan real como necesario. Tratemos de sobrellevar esta instancia lo mejor posible. En
principio, vamos a seguir esta modalidad que nos permite el aula virtual sin excluir la
posibilidad de que hagamos más adelante un mix con algunas reuniones virtuales utilizando
algunas de las aplicaciones de videoconferencia instantánea como Zoom o Jitsi Meet (esta
última es la aplicación con que tomamos los exámenes finales de las asignaturas del Área).
Me gustaría que en principio lean el programa de la asignatura. Siempre recomiendo,
incluso cuando más adelante estén preparando el final, que traten de encuadrar lo que van
estudiando teniendo como mapa de lectura las distintas unidades del programa. Funciona
como un marco, un contexto de significación y abre un campo problemático para encuadrar
cada unidad. Si ustedes lo leen con cuidado van a ver que está estructurado a partir de la
categoría de tiempo y que funciona, en primer lugar, como un dispositivo de análisis para
poder ver (mirar, interpretar) el elenco de textos que forman parte del corpus básico de la
asignatura. En primer lugar, se trata de ver y observar el movimiento, el cambio en la serie
cultural y literaria argentinas. ¿Cómo funciona el cambio en la literatura argentina? ¿Cómo
se cruzan las series culturales? ¿Qué relación hay entre política y literatura? Por otro lado,
podemos leer (asignar sentidos o problematizarlos) los contextos de producción cultural y
de sentido. Si se fijan las unidades y el arco temporal que las comprende, podríamos decir:
entre la coyuntura (el testimonio) y la utopía. Y en tercer término, el campo problemático
que se abre a partir de la categoría temporal (pensado como un cronotopo en el decir
bajtiniano) permite pensar una periodización, una cadena y una serialización. Quiero decir
autoriza un armado a partir del vínculo de la serie cultural y literaria y la serie histórica y
política (la literatura y la historia).
¿Es posible vincular la literatura colonial a la literatura argentina? ¿Pertenece a la
literatura argentina las producciones culturales y literarias anteriores a la revolución de
Mayo? ¿Dónde cortar? ¿Cómo establecer una periodización? ¿Está última deber ser
cronológica o se define por la presencia constante de tópicos y problemáticas en su
continuidad? ¿Dónde fijar el punto de inicio? ¿Los hechos históricos y políticos determinan
las manifestaciones culturales? ¿O los textos literarios tienen su evolución específica por
fuera de las determinaciones políticas e históricas?

1. Contexto histórico y de enunciación

Un poco de historia. En Buenos Aires, en 1776 (siglo XVIII), se produce un


acontecimiento que ocupará un lugar central en la historia del período colonial en el Río
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de la Plata. Carlos III decide crear en 1776 el Virreinato del Río de la Plata y nombra a
Pedro de Cevallos primer virrey, gobernador y capitán general. En ese período, Pedro de
Cevallos encaró una decidida campaña militar contra los portugueses, con los que la
corona española mantenía un antiguo litigio por la Banda Oriental. Tras un año, Cevallos
recuperó la Colonia de Sacramento.
Juan Baltazar Maciel (o Maziel), letrado, sacerdote con una posición expectante en la
jerarquía eclesiástica, escribe algunas composiciones apologéticas y de arte neoclásico
con la figura del militar y político ascendente. Pero también, compone un poema de
cuarenta versos octosílabos romanceados, fechado en 1777, y lo titula “Canta un guaso
en estilo campestre los triunfos del Excelentísimo Señor D Pedro de Ceballos”:

Aquí me pongo a cantar,


abajo de aquestas talas,
del maior guaina del mundo
los triunfos y las gazañas,
del señor de Cabezón,
que por fuerza es camarada
de los guapos cabezones
que nada tienen de mandrias.
Hé de puja, el caballero,
y bien vaia toda su alma,
que a los portugueses jaques
a zurrado la badana.
Como a ovejas los ha arriado
y repartido en las pampas,
donde con guampas y lazo
sean de nuestra lechigada.
De balde eran mis germanos,
sus cacareos y bravatas,
si al columbrar a Ceballos.
[........................................]

No lo ha hecho así el come gente


o más aina come vacas,
vuestro don Pinto Bandeira
salteador de la otra Banda,
que allá por sus andurriales
y siempre de disparada,
huyendo como avestruz,
aun se deja atrás la gama.
Ya de Santa Catalina
las batatas y naranjas
no les darán en el pico
aunque más griten, chicharras.
Su Colonia, ras con ras,
dis que queda con la playa
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y en ella quando la dha


harán de azulejos casa?
Perdone, Señor Ceballos,
mi vena silvestre y guasa,
que las germanas de Apolo
no habitan en las campañas.

Si pensamos en la constitución y en la historia de la serie gauchesca en nuestra


literatura, podríamos decir que ya hay elementos embrionarios, motivos y cierta
entonación que estarán presentes (renovados) en la serie gauchesca y que va de
Bartolomé Hidalgo a José Hernández. En primer lugar, podemos percibir una relación
constitutiva de asimilación y captura de la tradición cultural oral. Esto como ustedes
advertirán se ve ya desde el primer verso del poema de Maciel que preludia un siglo
antes a “El gaucho Martín Fierro”, que conocemos como la primera parte del poema de
José Hernández (“Aquí me pongo a cantar”). En el romance de Maciel también está
planteado que lo que se lee se toma como la versión escrita (e impresa) de algo dicho,
cantado o conversado por uno o más gauchos. Si se quiere uno de los protocolos y
marcos previos que tendrá luego el género gauchesco. Y esto puede pensarse como la
traducción y el pasaje de una voz escuchada a una palabra escrita. Y el título de la
composición, como advertimos, se propone definir claramente ese estatuto. Un sujeto de
emisión que no es el que escribe (letrado) y que se constituye en el canto como guaso y
que se caracteriza por su estilo campestre.
Existen varias teorías sobre el origen del vocablo gaucho, una de ellas deriva la
palabra del origen portugués "gauderio" con la que se designaba a los andariegos
habitantes de las grandes extensiones de campo de Río Grande del Sur y del este de la
Banda Oriental, pasando al Río de la Plata en el siglo XVIII.. En el siglo
XVIII, Concolorcorvo en El Lazarillo de ciegos caminantes nos habla
de gauderios cuando menciona a los gauchos o huasos: "Estos son unos mozos nacidos
en Montevideo y en los vecinos pagos. Mala camisa y peor vestido procuran encubrir con
uno o dos ponchos...". Las palabras “gauderio”, "gaucho" como "huaso" son,
indudablemente, plurietimológicas y plurisignificativas y fueron forjadas en un contexto
temporal y territorial específico, en el ámbito ganadero del Cono Sur.

2. El texto

En “Canta un guaso en estilo campestre….” de Juan Baltazar Maciel hay una clara
partición enunciativa y una distancia: el que indica quien canta no es quien canta, sino que
asume la traducción de un proceso que va del canto a la escritura. O permite leer el texto, en
clave imaginaria: la oralidad del canto es asumida por la escritura. Al decir “canta un guaso”,
estamos hablando de una reproducción o ficción mimética y la composición remite a una
voz dicha. La apuesta primordial de Maciel es, a través de una alabanza al general victorioso,
el primer virrey del río de la Plata, colocar como sujeto del acto de habla poética a un cantor
que con una guitarra entona piezas campestres. En el contexto de las poéticas dominantes
en la época, para cantar las hazañas de Ceballos hubiera correspondido según los protocolos
estéticos del neoclasicismo, un soneto o una oda, una forma lírica provista de todo un
arsenal retórico propio para enaltecer la figura del héroe político y militar. Al colocar el
panegírico dedicado al flamante virrey en boca de un guaso, Maciel con su texto viene a
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afirmar una enunciación y un diálogo polémico entre dos hablas sociales existentes y una
voluntad para citarlos. Cuando Ricardo Rojas se pregunta sobre la autoría de un sainete
anónimo que se titula El amor de la estanciera (1780-1795) y que también se lo atribuye a
Maciel, señala la excepcionalidad del contacto entre esas dos hablas (la culta y la popular).

Para Ricardo Rojas, el logro de Maciel es haber construido la imagen de un héroe desde
la voz y la perspectiva plebeya y desde la instrumentalización de una cultura baja y popular.
Es en este sentido que Juan Baltasar Maciel puede pensarse como un precursor involuntario
de la literatura gauchesca, al dejar de lado los moldes y cánones rígidos de la poética
neoclásica y producir con su texto un eslabón y un germen futuro de una literatura nacional
a partir del modelo de un romance de cuarenta líneas. El texto, como decíamos, va a
prefigurar una entonación típica y una serie de motivos y tópicos que vamos a reconocer en
la literatura gauchesca. Es así, teniendo en cuenta la genealogía del género, Ricardo Rojas
enumerará ciertas constantes (con sus variantes). Así por ejemplo menciona el tono, el
vocabulario, cierta utilización de la rima y de las formas métricas; el argumento americano,
la oposición entre ciudad y campo, la atribución del poema a un payador de la pampa, las
notas de color rural, la sugestión de que ha de cantarse al son de una guitarra. Cantar y
contar. Una primera alianza entre lo oral y lo escrito: una voz oída y transcripta por la
palabra letrada. Y, en este sentido, se podría afirmar que el poema de Maciel cifró los
elementos de una postulación genérica futura. Como una forma de reenvío o un re-citado,
un siglo más tarde, Miguel Hernández comenzará el Martín Fierro (1872), de este modo:

“Aquí me pongo a cantar/al compás de la vigüela/que el hombre que lo desvela/una pena


estrordinaria/como la ave solitaria/con el cantar se consuela”.

Siempre, revisen la bibliografía que paulatinamente iremos subiendo, tanto en el drive


de la materia como en el aula virtual. Muchas gracias. Seguimos en la próxima clase.
Que tengan un buen fin de semana.

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