Manejo Disfagia Ap
Manejo Disfagia Ap
Manejo Disfagia Ap
— Manejo de la disfagia en AP —
© BrysemFARMA, S.L. 2020
ISBN: 978-84-944966-8-4
Impreso en España
Todos los derechos reservados. No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema
informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por
grabación u otros medios, sin el permiso previo por escrito de BrysemFARMA S.L.
COORDINADORA
Dra. Mercedes Ricote Belinchón
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria.
Coordinadora del Grupo de Trabajo de Aparato Digestivo de SEMERGEN.
Centro de Salud Mar Báltico. Madrid.
AUTORAS
Dra. Silvia Alcalde Muñoz
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria.
Miembro del Grupo de Trabajo de Aparato Digestivo de SEMERGEN.
Centro de Salud Alameda de Osuna. Madrid.
Prólogo 5
Presentación.
Importancia y magnitud del problema. justificación y objetivos
Bibliografía
1. Pérez Aisa, Á. Disfagia orofaríngea: concepto. Prevalencia. Fisiología de la deglución. Etiología y
complicaciones. Ponencia. España: Universidad de Málaga; 2017.
2. Jiménez Rojas C, Corregidor Sánchez AI, Gutiérrez Bezón C. Disfagia. En: Sociedad Española de
Geriatría y Gerontología (SEGG), (coor.). Tratado de Geriatría para residentes. Madrid; 2006.
p545-553.
3.
Sánchez Ceballos FL. Epidemiología de la disfagia en la población española. Tesis doctoral.
Madrid: Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid; 2016.
4. EFE. Solo el 10% de los pacientes con disfagia está diagnosticado [Internet]. heraldo.es. 2019 [cited
12 April 2019]. Available from: https://www.heraldo.es/noticias/suplementos/salud/2017/09/20/
dos-millones-espanoles-sufren-disfagia-pero-solo-estan-diagnosticados-1197544-1381024.html
5. Ponce M, Ponce J. Disfagia y odinofagia. En: Montoro MA, García Pagán JC, (eds.). Problemas
comunes en la práctica clínica: Gastroenterología y hepatología. 2ª ed. Madrid; 2012. p3-16.
6. Drossman DA, Hasler WL. Rome IV-Functional GI Disorders: Disorders of Gut-Brain Interaction. Gas-
troenterology. 2016; 150(6):1257-61. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27147121
7. Martín A, Ortega O, Clavé P. Oropharyngeal dysphagia, a new geriatric síndrome. Rev Esp Geriatr
Gerontol. 2018; 53(1):3-5.
8. Clavé Civit P. Disfagia orofaríngea en el anciano. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2012;47(4): 139-140.
9. Clavé Civit P, Garcia Peris P. Justificación y objetivos. En: Clavé Civit P, García Peris P (eds.). Guía
de diagnóstico y tratamiento nutricional y rehabilitador de la disfagia orofaríngea. Barcelona:
Editorial Glosa SL; 2013. p13-18.
10. G
oldsmith T, Cohen AK. Swallowing disorders and aspiration in palliative care: Definition,
consequences, pathophysiology, and etiology [Monografía en Internet] En: Schmader KE,
Deschler DG, Smith TJ, (eds.). UpToDate; 2018 [acceso 15 de octubre de 2018].
1.1. Introducción
La disfagia se define como la dificultad para tragar o deglutir; es decir, la dificultad
para hacer llegar los alimentos o los líquidos desde la boca al estómago, por
afectación de una o más fases de la deglución1.
Las cifras acerca de su prevalencia varían mucho si se tiene en cuenta que la
mayoría de los estudios la presentan en relación con causas neurológicas2 y que
son diferentes dependiendo de la edad de los pacientes3, aunque como se indicaba
en la introducción, la disfagia es un síntoma que afecta a dos millones de españoles,
de los que solo un 10 % está correctamente diagnosticado y tratado4.
Dada su repercusión tan negativa sobre la calidad de vida y las importantes com-
plicaciones asociadas (pérdida de peso, deshidratación, desnutrición, aspiracio-
nes respiratorias e incluso la muerte), su identificación y orientación en AP resulta
fundamental para un manejo correcto y precoz, pudiéndose identificar la causa
con la anamnesis y exploración física hasta en el 80 % de los casos5.
4. ª Fase esofágica: comprende el paso del bolo desde el EES hasta el estómago
gracias a la onda peristáltica producida por las capas musculares esofágicas,
la circular interna que se relaja por debajo del bolo y se contrae por encima, y
la longitudinal externa que acorta la longitud esofágica. El esfínter esofágico
inferior (EEI) se abre por la presencia del bolo y por el propio peristaltismo
esofágico, permitiendo la entrada al estómago tras lo cual recupera su tono
evitando el reflujo gastroesofágico.
Otros factores a tener en cuenta en esta fase son: el efecto de la gravedad y
la existencia de una presión intraluminal negativa gracias a la inspiración y su
efecto en la cavidad torácica. Esta es la etapa que tiene una mayor duración,
entre 8 y 20 segundos y también es involuntaria.
El envejecimiento por sí mismo no es causa de disfagia evidente clínicamente, aun-
que hay cambios asociados a la edad que afectan a todas las fases de la deglución
(tabla 1)8.
1. ª O
ral - Sellado labial (mantenerlo en 1. P
érdida de dientes.
prepa- cavidad).
ratoria 2. Prótesis móviles.
Voluntarias - Saliva, lengua y mandíbula
(control (reducir viscosidad para que 3. A
trofia de músculos
cortical) sea fácil de tragar). masticatorios.
4. S
e produce menos
• Lengua impulsa al bolo contra saliva.
2. ª O
ral de el paladar duro y faringe.
transporte
• Reflejo de deglución.
Tabla 1. Fases fisiológicas de la deglución y cambios asociados al envejecimiento. Adaptada de Jiménez Rojas C,
et al. (2006) 8.
Bibliografía
1. Álvarez Hernández J, Andrés Esteban LM, Ashbaugh Enguídanos RA, Atienza Sánchez E, (ed.).
Disfagia orofaríngea: soluciones multidisciplinares. Con 36 recetas elaboradas en el Hospital
Universitario Príncipe de Asturias. 1.ª ed. Toledo. Grupo Aula Médica. 2018.
2.
Sánchez Ceballos FL. Epidemiología de la disfagia en la población española. Tesis doctoral.
Madrid: Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid; 2016.
3. World Gastroenterology Organisation (WGO). Disfagia. Guías y cascadas mundiales. [Texto en
Internet]. Actualizado en septiembre 2014. Guías Mundiales de la Organización Mundial de
Gastroenterología.
1. E
NFERMEDADES • Traumatismo craneoencefálico.
NEUROLÓGICAS • Demencia.
• Esclerosis lateral amiotrófica.
• Esclerosis múltiple (bulbar).
• Síndrome de Guillain-Barré.
• Poliomielitis.
• Polimiositis. Dermatomiositis.
• Distrofias musculares (Steinert, Duchenne, oculofaríngea).
2. ENFERMEDADES • Síndrome paraneoplásico.
MUSCULARES • Miopatías metabólicas (tirotoxicosis, mixedema, Cushing,
amiloidosis).
• Conectivopatías.
4. CAUSAS
• Fármacos, cirugías, radiación.
IATROGÉNICAS
Así, la DOF funcional afecta a más del 30 % de los pacientes que han sufrido un
accidente cerebrovascular; a un 52-82 % de pacientes con párkinson; es el síntoma
inicial en el 60 % de pacientes con esclerosis lateral amiotrófica; afecta a un 40 %
Tabla 3. Causas de disfagia esofágica. ERGE: esofagitis (o enfermedad) por reflujo gastroesofágico. Fuente:
elaboración propia.
ORGÁNICO
FUNCIONAL
BENIGNO MALIGNO
Presentación
Intermitente Constante, no varía
en el tiempo
Poca o nada
(en estados
Repercusión
avanzados, Poca/moderada Importante
clínica
pérdida de
peso)
Acalasia
(esófago sin
Ejemplo peristaltismo y Estenosis péptica Carcinoma esofágico
nula relajación
del EEI)
Tabla 4. Diagnóstico diferencial en la disfagia esofágica. EEI: esfínter esofágico inferior. Fuente: elaboración propia.
Los criterios deben cumplirse de forma mantenida en los últimos 3 meses y, mínimo,
6 meses antes del diagnóstico. Esta disfagia suele ser intermitente y mejora con el
tiempo. Se aconseja comer despacio y masticar bien y, en casos más intensos, se
pueden beneficiar de ansiolíticos, antagonistas del calcio, anticolinérgicos o
antidepresivos.
3.1.2. Y en el caso de ser así, ¿qué tipo de disfagia es: orofaríngea o esofágica?
Como regla general, la disfagia orofaríngea (DOF) cursa con degluciones
fraccionadas, fugas de comida por la boca, signos de aspiración y regurgitación
nasal/oral inmediata, mientras que la esofágica suele acompañarse de pirosis, dolor
torácico o regurgitaciones tardías (tabla 2).
Por otro lado, la localización de los síntomas por debajo del hueco supraesternal
orienta a un origen esofágico, mientras que si se refieren en el cuello no discrimina
entre ambas.
Tabla 2. Diagnóstico diferencial entre disfagia orofaríngea y esofágica. Fuente: elaboración propia.
Consta de una serie de preguntas con las que se puede averiguar si el paciente
presenta problemas para deglutir, y con que texturas, frecuencia y grado de
gravedad (tabla 3)8.
1. ¿En general, usted piensa que comer debería ser una experiencia agradable?
Sí No No sé
Sí No No sé
Sí No No sé
Sí No No sé
5. S
i la respuesta es sí (en la pregunta n. º 4)
¿Ud. evita comer con otras personas debido a dichos problemas?
Sí No No sé
6. S
i la respuesta es sí (en la pregunta n. º 4)
¿Ud. se siente incómodo debido a esta condición en las comidas?
Sí No No sé
7. S
i la respuesta es sí (en la pregunta n. º 4)
¿Ud. se siente ansioso o temeroso durante las comidas?
Sí No No sé
8. ¿Ud. cree que sus problemas al tragar hacen su vida menos agradable?
Sí No No sé
Tabla 3. Test clínico para el diagnóstico de la disfagia orofaríngea. Méndez-Sánchez IM, et al. (2017) 8.
Tragar es doloroso
Tragar es estresante
Tabla 4. Eating Assessment Tool-10 (EAT-10). Puntuación: 0 = ningún problema: 4 = un problema serio. Una
puntuación de 3 puntos indica disfagia. Extraída de Burgos R, et al. (2012) 11.
5. E
xploración neurológica exhaustiva: incluyendo pares craneales, especialmente
el facial, glosofaríngeo, hipogloso, neumogástrico y espinal (descartar parálisis
facial, desviación lingual o úvula, apraxia bucolinguofacial) y valorando si hay
disfonía, extrapiramidalismo, atrofia muscular u otros datos que orienten a
enfermedades neurológicas secundarias. De este modo, el temblor y las
alteraciones del tono muscular sugieren enfermedad de Parkinson; la ptosis
palpebral y la debilidad muscular hacen pensar en miastenia gravis y la pérdida
focal de fuerza muscular sugiere enfermedad vascular neurológica14.
Inicio
Bolo nº/volumen
5 mL
1
Viscosidad
néctar
20 mL
3
5 mL
4
Viscosidad
líquida
20 mL
6
5 mL
7
Viscosidad
pudin
20 mL Fin de la exploración
9
Figura 1. Secuencia de realización del Método de Exploración Clínica Volumen-Viscosidad (MECV-V). Extraída de
Clavé P. et al. (2007) 16.
Evaluación de la disfagia. Pruebas complementarias más utilizadas. Estudio de disfagia orofaríngea y esofágica 27
condiciones fisiológicas en que se encuentra rutinariamente el paciente, por lo cual
se considera que su representatividad es limitada6.
Endoscopia
Videofluoroscopia/FEES +
– manometría
Estudios anatómicos
específicos: TC, TEGD, RM faringoesofágica
Figura 1. Algoritmo diagnóstico de la disfagia orofaríngea. DOF: disfagia orofaríngea; EES: esfínter esofágico
superior; FEES: Videoendoscopia de la deglución; RM: resonancia magnética; TC: tomografía computarizada;
TEGD: tránsito esofágico gastroduodenal. Modificado de Clavé Civit P. et al. (2013) 7.
Evaluación de la disfagia. Pruebas complementarias más utilizadas. Estudio de disfagia orofaríngea y esofágica 29
b) Manometría esofágica: consiste en el estudio de la presión intraluminal de la
faringe y esófago mediante una sonda que presenta sensores de presión a lo
largo de su longitud. La sonda es introducida por las fosas nasales hasta el esó-
fago, registra la presión basal y durante la deglución a nivel de la faringe, esfín-
ter esofágico superior, cuerpo esofágico y esfínter esofágico inferior, y permite
valorar las alteraciones de la contracción o relajación en los distintos niveles y la
coordinación entre los mismos. Sus principales indicaciones son la localización
del EEI antes de la pHmetría esofágica, preoperatorio de cirugía antirreflujo,
estudio de la disfagia no orgánica y tras cirugía esófago-gástrica, y afectación
esofágica en enfermedades sistémicas como la esclerodermia2,3,8.
c) M
anometría de alta resolución (MAR): tiene las mismas indicaciones que la con-
vencional con 36 puntos de registro simultáneos, y gracias a un software, per-
mite la representación de los cambios topográficos y presivos que se producen
en ambos esfínteres y cuerpo del esófago2,8.
d) Esofagoscopia transnasal: consiste en la valoración de manera directa del esó-
fago, mediante la utilización de un esofagoscopio introducido por la fosa na-
sal hasta la hipofaringe y esófago. Permite valorar alteraciones estructurales del
esófago y realizar un estudio dinámico de la fase esofágica de la deglución. Es
una técnica segura y con muy bajo índice de complicaciones, con la que se pue-
de realizar una retroversión para observar el esfínter esofágico superior e inferior
desde una visión distal, lo que permite valorar su funcionalidad cuando el pa-
ciente realiza la deglución de sustancias de diversas consistencias y volúmenes4.
e) p
Hmetría de 24 horas: consiste en la valoración del pH intraluminal y sus varia-
ciones durante 24 horas, mediante una sonda que se introduce a través de la
fosa nasal, y presenta un electrodo de medición que se sitúa en el tercio distal
del esófago a 5 cm por encima del esfínter esofágico inferior. Se registran los
descensos de pH por debajo de 4, lo que indica la existencia de reflujo gástrico,
y la correlación con la ingesta, la posición y los síntomas como pirosis, dolor to-
rácico, regurgitación, tos o estridor2,4.
f) Impedanciometría intraluminal: detecta la presencia de líquido o aire en el esó-
fago permitiendo evaluar el tiempo de tránsito del bolo y la velocidad de con-
tracción del esófago en respuesta al bolo. Puede incorporar, además, múltiples
sensores de pH que indican la presencia de reflujo tanto ácido como alcalino y
determinar el tiempo de aclaramiento del reflujo. Evita la radiación en la evalua-
ción del tránsito del bolo mediante monitorización intraluminal de la resistencia
y proporciona evidencia cualitativa del vaciamiento esofágico4.
g) Endoscopia: es la prueba más útil para evaluar la mucosa esofágica, permitiendo
un diagnóstico preciso de las lesiones benignas y malignas. Permite la toma de
biopsias y muestras para citología, cultivo y estudio histológico, así como la dila-
tación de las estenosis, colocar prótesis en neoplasias y extraer cuerpos extraños
impactados en el esófago. Si se observa una lesión submucosa, la toma de biop-
sias endoscópicas no suele ser útil para obtener tejido de la lesión, por lo que debe
Esofagograma
Normal/sospecha
Compresión Lesión orgánica
de trastorno motor
Endoscopia
pHmetría Endoscopia
Figura 2. Algoritmo de actuación ante la disfagia de posible origen funcional. Extraído de Ponce M, et al. (2012) 2.
Evaluación de la disfagia. Pruebas complementarias más utilizadas. Estudio de disfagia orofaríngea y esofágica 31
SOSPECHA CLÍNICA DE DISFAGIA ORGÁNICA
Endoscopia
Lesión Normal/sospecha
Lesión orgánica
submucosa de trastorno motor
Ecoendoscopia
Esofagograma Biopsia
TAC
Compresión Sospecha de
Normal
extrínseca trastorno motor
Figura 3. Algoritmo de actuación ante la disfagia orgánica. Extraído de Ponce M, et al. (2012) 2.
Bibliografía
1. Casado Caballero FJ, Delgado Maroto A, Iñigo Chaves A. Disfagia esofágica y trastornos motores
de esófago. RAPD online [Revista en Internet] 2017 [consultado 4 de marzo de 2019]; 40(1).
Disponible en: https://www.sapd.es/revista/2017/40/1/04
2. Ponce M, Ponce J. Disfagia y odinofagia. En: Montoro MA, García Pagán JC, (eds.). Problemas
comunes en la práctica clínica: Gastroenterología y hepatología. 2ªed. Madrid; 2012. p3-16.
3. Ponce M, Garrigues V, Ortiz V, Ponce J. Trastornos de la deglución: un reto para el gastroenterólogo.
Gastroenterología y Hepatología. 2007;30(8):487-497.
4. Molina Gil B, Guerra Blanco FJ, Gutiérrez Fonseca R. Disfagia y aspiración. Libro virtual de formación
en otorrinolaringología SEORL. Capítulo 120. [Internet]. 1ª ed. Madrid. 2014. Sociedad Española de
Otorrinolaringología y patología Cervico-Facial SEORL-PCF. [citado 3 marzo 2019]; Disponible en:
https://booksmedicos.org/libro-virtual-de-formacion-en-otorrinolaringologia-seorl/#more-120307
5. Méndez-Sánchez IM, López-Vega MC, Pérez-Ais Á. Disfagia orofaríngea. Algoritmo y técnicas
diagnósticas. RAPD online [Revista en Internet] 2017 [consultado 5 de marzo de 2019]; 40(3).
Disponible en: https://www.sapd.es/revista/2017/40/3/03/resumen
6. Nazar G, Ortega T, Fuentealba I. Evaluación y manejo integral de la disfagia orofaríngea. Rev. Med.
Clin. Condes.2009; 20(4):449-457.
Evaluación de la disfagia. Pruebas complementarias más utilizadas. Estudio de disfagia orofaríngea y esofágica 33
V. Complicaciones asociadas
5.1. Introducción
La disfagia es un síntoma de alarma que requiere una evaluación rápida para
definir su causa exacta (estructural, funcional, orofaríngea, esofágica) e iniciar un
tratamiento adecuado. La importancia de su detección radica en la posibilidad de
evitar las complicaciones que de la misma se derivan: malnutrición (disfagia a
sólidos), deshidratación (disfagia a líquidos) y, en casos graves, neumonía como
consecuencia de las aspiraciones broncopulmonares. Asimismo, también hay que
tener en cuenta aquellas complicaciones relacionadas con los aspectos psicológicos,
sociales y económicos que acompañan al paciente y que tienen un gran impacto
en su vida y suponen una carga para los sistemas sanitarios 1.
Complicaciones asociadas 35
Si el déficit de aporte de líquidos se prolonga en el tiempo, puede causar insuficiencia
renal aguda de origen prerrenal, mayor riesgo de infección urinaria por una mayor
concentración de la orina, obstrucción intestinal por la presencia de fecaloma y
mayor riesgo de úlceras de decúbito, caídas y fracturas.
Complicaciones asociadas 37
Bibliografía
1. Álvarez Hernández J, Andrés Esteban LM, Ashbaugh Enguídanos RA, Atienza Sánchez E, (eds.).
Disfagia orofaríngea: soluciones multidisciplinares. Con 36 recetas elaboradas en el Hospital
Universitario Príncipe de Asturias. 1.ª ed. Toledo. Grupo Aula Médica. 2018.
2. Jiménez Rojas C, Corregidor Sánchez AI, Gutiérrez Bezón C. Disfagia. En: Sociedad Española de
Geriatría y Gerontología (SEGG), (coord.). Tratado de Geriatría para residentes. Madrid; 2006.
p545-553.
3.
Sánchez Ceballos FL. Epidemiología de la disfagia en la población española. Tesis doctoral.
Madrid: Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid; 2016.
4. Clavé Civit P. Complicaciones de la disfagia orofaríngea. En: Clavé Civit P, García Peris P (ed.). Guía de
diagnóstico y tratamiento nutricional y rehabilitador de la disfagia orofaríngea. Barcelona: Editorial
Glosa SL; 2013. p31–49.
5. Galán Sánchez-Heredero MJ, Santander Vaquero C, Cortázar Sáez M. Relationship between
dysphagia and malnutritition in patients over 65 years of age. Enferm. Clínica 2014; 24:183–190.
6. Martín A, Ortega O, Clavé P. Oropharyngeal dysphagia, a new geriatric síndrome. Rev Esp Geriatr
Gerontol. 2018; 53(1):3-5.
7. Clavé P, Shaker R. Dysphagia: Current reality and scope of the problema. Nat Rev Gastroenterol
Hepatol. 2015; 12:259-70.
8. Nazar G, Ortega T, Fuentealba I. Evaluación y manejo integral de la disfagia orofaríngea. Rev. Med.
Clin. Condes.2009; 20(4): 449–457.
9. Ponce M, Garrigues V, Ortiz V, Ponce J. Trastornos de la deglución: un reto para el gastroenterólogo.
Gastroenterología y Hepatología. 2007;30(8):487-497.
6.1. Introducción
Los principales objetivos en el tratamiento de los pacientes con disfagia van
orientados a conseguir una deglución eficaz y segura, lo que implica:
• Conseguir mantener la máxima funcionalidad de la deglución y que el paciente
mantenga un estado adecuado de hidratación y nutrición.
• Reducir las complicaciones médicas asociadas, especialmente las respiratorias
por su elevada morbimortalidad.
• Valorar las necesidades y formas más adecuadas de suplementación nutricional.
• Orientar al paciente y familiares acerca de otras vías de alimentación no oral si
están indicadas1.
•E
lectromiografía de superficie y biofeedback: o medición electrofisiológica de
la actividad del sistema musculoesquelético sobre la piel para mejorar la coor-
dinación y el fortalecimiento muscular8.
MANIOBRAS DESCRIPCIÓN
Labiales • Esconder los labios, apretarlos con fuerza y estirarlos mientras están
cerrados.
• Intentar unir las comisuras bucales.
• Pronunciar M, P, B.
• Dar besos.
Mandibulares • Bostezar.
• Mover a un lado y a otro.
• Abrir y cerrar la boca.
• Hacer movimientos de succión e hinchar las mejillas.
Técnicas de facilitación
Fundamentalmente es la electroestimulación neuromuscular (cervical y de pilares
faríngeos)7 mientras el paciente practica unos ejercicios deglutorios para aumentar
su potencia y mejorar la sincronización entre las diferentes fases de la deglución.
Aunque podrían tener un papel relevante, se necesitan más estudios para valorar
su nivel de eficacia7.
•T
écnicas de exclusión laríngea: cierre endoscópico de supraglotis y, en último
extremo, laringectomía total5.
Bibliografía
1. Jiménez Rojas C, Corregidor Sánchez AI, Gutiérrez Bezón C. Disfagia. En: Sociedad Española de
Geriatría y Gerontología (SEGG), (coor.). Tratado de Geriatría para residentes. Madrid; 2006.
p545-553.
2. De Luis Román DA, Aller R, Izaola O. Menú de textura modificada y su utilidad en pacientes con
situaciones de riesgo nutricional. Nutr Hosp. 2014;29:751-759.
Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/3092/309231669006.pdf
3. Red Menni de Daño Cerebral. Guía para el manejo de la disfagia. Pautas para personas con
problemas de deglución. [Internet] Gipuzkoa: Servicio de Logopedia de Daño Cerebral del Hospital
Aita Menni; 2014 [consultado 13 de febrero de 2019]. Disponible en: https://dañocerebral.es/
cuidar-en-casa-a-una-persona-con-disfagia/
4. Cámpora H, Falduti A. Evaluación y tratamiento de las alteraciones de la deglución. Rev Am Med
Resp 2012; 3: 98-107.
5. Gutiérrez Fonseca R. Tratamiento rehabilitador y conservador de la disfagia orofaríngea. En:
Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), (coor.). Intervención nutricional en el
paciente con disfagia. Envejecimiento y nutrición. Madrid: IMC; 2014. p65-77.
6. Clavé P, Terré R, de Kraa M, et al. Approaching oropharyngeal dysphagia. Rev Esp Enferm Dig
2004; 96(2):119-131.
7. Clavé Civit P, Arreola García V, Velasco Zarzuelo M. Tratamiento rehabilitador. En: Clavé Civit P,
García peris P, (ed.). Guía de diagnóstico y de tratamiento nutricional y rehabilitador de la disfagia
orofaríngea. 2ª ed. Barcelona: Glosa S.L; 2013. p167-180.
8. Lembo AJ. Oropharyngeal diysphagia: Clínical features, diagnosis, and managemet. [Monografía en
Internet] En: Talley NJ, Deschler DG, Robson KM, editors. UpToDate; 2016 [acceso 1 de junio de 2018].
Disponible en: http://www.uptodate.com/contents/oropharyngeal-dysphagia-clinical-features-
diagnosis-and-management
7.1. Introducción
El objetivo primordial de todo profesional sanitario ante un paciente con disfagia
debe ir dirigido a conseguir una alimentación segura (reduciendo al máximo las
complicaciones respiratorias) y eficaz (es decir, en suficiente cantidad para
conseguir un buen estado nutricional y de hidratación)1, siempre individualizando
el tratamiento según las características del paciente e integrando dichas
modificaciones dietéticas dentro del ámbito social y familiar. La adaptación de las
texturas de los sólidos y la viscosidad de los líquidos se considera en la actualidad
la intervención más sencilla, valiosa y con gran eficacia terapéutica, ya que mejora
la seguridad y minimiza las aspiraciones2.
Con dobles texturas/ Leche con galletas, sopas con pasta/arroz, purés con carne o
texturas mixtas pescado, cereales con leche o muesli, yogures con trozos.
Crujientes, secos o duros Pan de cereales, tostadas, biscotes, frutos secos, pan, galletas,
patatas.
Con pieles o semillas Grumos, pescados con espinas, mandarinas, uvas, fresas, tomates.
Tabla 1. Alimentos con texturas de riesgo en pacientes con disfagia. (Continúa en página siguiente)
Tabla 1. Alimentos con texturas de riesgo en pacientes con disfagia. Adaptado de González Alted C, (2013) 4.
Lo ideal sería enriquecer los alimentos para que, aunque sean cantidades más
pequeñas aporten más nutrientes (tapioca, sémola), grasas (aceite de oliva,
mantequilla, nata) y proteínas (clara de huevo, queso rallado)5.
En general, las raciones deben ser pequeñas, con más tomas repartidas a lo
largo del día (el tiempo de deglución aumenta de 2 a 4 veces) y que no excedan
los 45 minutos1.
Es preferible evitar las pajitas y utilizar cucharas antes que jeringas1,3 (permiten
observar la deglución y la presión en la lengua estimula el reflejo deglutorio),
administrando pequeñas cantidades cada vez, procurando que el paciente no
hable mientras coma, evitando que se acumulen alimentos, y asegurándose de que
la boca esté vacía antes de administrar una nueva cucharada de alimento. Si aparece
tos, hay que detener la alimentación1.
TIPO DE TEXTURA
DESCRIPCIÓN
CUALITATIVA CUANTITATIVA
Tabla 2. Modificación de las viscosidades de los fluidos según la American Dietetic Association y la British Dietetic
Association. Adaptado de Clavé Civit P, et al. (2013) 6.
7.4.1. Hidratación
En general, los ancianos frágiles, con enfermedades oncológicas y neurodegene-
rativas suelen tener unas necesidades hídricas menores dado que la actividad
física es menor, y por tanto, también sus pérdidas insensibles, siendo suficiente
un aporte de un litro al día, aunque según el grado de disfagia que padezca el
paciente, habrá que planificar las tomas para prevenir la deshidratación3. Suele
lograrse con líquidos espesados o aguas gelificadas1, aportándolas en las tomas
principales, a media mañana y en la merienda, e intentar en la medida de lo posi-
ble que sirva como aporte energético en forma de aguas gelificadas enriquecidas
con lácteos o postres cremosos1.
Bibliografía
1. Gómez- Busto F, Andia V, Ruiz de Alegría L, Francés I. Abordaje de la disfagia en demencia
avanzada. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2009;44(S2):29-36.
3. Ashbaugh Enguídanos RA. Intervención nutricional en el paciente con disfagia orofaríngea (DOF).
En: Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), (coor.). Intervención nutricional en el
paciente con disfagia. Envejecimiento y nutrición. Madrid: IMC; 2014. p79-90.
5. Jiménez Rojas C, Corregidor Sánchez AI, Gutiérrez Bezón C. Disfagia. En: Sociedad Española de
Geriatría y Gerontología (SEGG), (coor.). Tratado de Geriatría para residentes. Madrid; 2006.
p545-553.
6. Clavé Civit P, Arreola García V, Ferrero López I, Rofes Salsench L. Tratamiento dietético de la
disfagia orofaríngea mediante cambios de textura y viscosidad del bolo alimenticio. En: Clavé
Civit P, García peris P, (eds.). Guía de diagnóstico y de tratamiento nutricional y rehabilitador de
la disfagia orofaríngea. 2ªed. Barcelona: Glosa S.L; 2013. p115-123.
7. Clavé P, De Kraa M, Arreola V, Girvent M, Farré R, Palomera E, et al. The effect of bolus viscosity
on swallowing function in neurogenenic dysphagia. Aliment Pharmacol Ther. 2006;24(9):1385-94.
8. Agencia Estatal. Boletín Oficial del Estado [Sede Web]. Madrid: Ministerio de Sanidad y Política
Social [consultado 6 de marzo de 2019]. Disponible en:
https://www.boe.es/eli/es/rd/2010/09/24/1205
1. ª Oral • Masticación y
Preparatoria formación del bolo:
1. Pérdida de dientes.
- Sellado labial
(mantenerlo en 2. Prótesis móviles.
cavidad). 3. A
trofia de músculos
- Saliva, lengua y masticatorios.
mandíbula (reducir 4. Se produce menos
viscosidad para saliva.
VOLUNTARIAS que sea fácil de
(control cortical) tragar).
Tabla 1. Fases fisiológicas de la deglución y cambios asociados al envejecimiento. EES: esfínter esofágico superior.
Adaptado de Jiménez Rojas C, et al. (2006) 4.
1. Presencia de disfagia.
3. Los resultados de imágenes (TAC, RMN o ultrasonografía) son consistentes con la pérdida de masa
muscular en los músculos deglutorios.
Diagnóstico:
Tabla 2. Criterios diagnósticos de disfagia sarcopénica. TAC: Tomografía Axial Computarizada; RMN: Resonancia
Magnética Nuclear. Extraído de Patino-Hernández D, et al. (2016) 5.
8.6. Tratamiento8
De forma general, el tratamiento de la disfagia requiere de un equipo multidisciplinar
con estrategias que deben individualizarse según el paciente. En el anciano, además
de la rehabilitación, resulta fundamental:
• La adaptación de la dieta: texturas homogéneas, no mixtas, sin grumos, etc.
Bibliografía
1. Clavé P. Disfagia orofaríngea en el anciano. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2012;47(4):139-140.
2. Sánchez García E, Olaya-Loor GE, Mateos-Nozal J. Protocolo diagnóstico y terapéutico de la
disfagia orofaríngea en el anciano. Medicine-Programa de Formación Médica Continuada
Acreditado. 2018; 62(12):3684-88.
3. Martín A, Ortega O, Clavé P. Disfagia orofaríngea, un nuevo síndrome geriátrico. Rev Esp Geriatr
Gerontol. 2018;53(1):3-5.
4. Jiménez Rojas C, Corregidor Sánchez AI, Gutiérrez Bezón C. Disfagia. En: Sociedad Española de
Geriatría y Gerontología (SEGG), (coor.). Tratado de Geriatría para residentes. Madrid; 2006.
p545-553.
5. Patino-Hernandez D, Germán Borda M, Venegas Sanabria LC, Chavarro-Carvajal DA, Cano-
Gutiérrez CA. Disfagia sarcopénica. Rev Col Gastroenterol. 2016;31(4418-23).
6. Barroso J. Disfagia orofaríngea y broncoaspiración. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2009;44(S2):22-28.
7. Khan A, Carmona R, Traube M. Dysphagia in the Elderly. Clin Geriatr Med 2014; 30(1):43-53.
Disponible en: https://geriatric.theclinics.com/
8. Gómez-Nussbaumer D, Polanía E. Protocolo diagnóstico de la disfagia en el anciano. Protocolos
de práctica asistencial. Medicine. 2016;12(1):46-8.
9. Clavé P, Arreola V, Romea M, Medina L, Palomera E, Serra-Prat M. Accuracy of the volumen-
viscosity swallow test for the clinical screening of oropharyngeal dysphagia and aspiration. Clin
Nutr. 2008;27(6):806-15.
10. G
arcía-Peris P, Velasco C, Velasco M, Clavé P. Disfagia en el anciano. Nutr Hosp Suplementos.
2011;4(3):35-43.
11. Almirall J, Cabré M, Clavé P. Neumonía aspirativa. Med Clin (Barc). 2007;129(1):424-432.
9.1. Introducción
Bien es sabido que los pacientes ancianos frágiles y aquellos que tienen
enfermedades neurodegenerativas y cerebrovasculares suponen un colectivo de
riesgo para presentar disfagia1. En concreto, la disfagia orofaríngea (DO) puede
afectar a más del 30 % de los pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular;
a un 52-82 % de pacientes con párkinson; es el síntoma inicial en el 60 % de los
pacientes con esclerosis lateral amiotrófica (ELA); afecta a un 40 % de pacientes con
miastenia gravis; al 44 % de los que tienen esclerosis múltiple (EM); hasta el 84 % de
pacientes con enfermedad de Alzheimer1-2; y al 25-42 % de pacientes tras un
traumatismo craneoencefálico1.
9.2. Demencia
La disfagia en las demencias debe considerarse como un síndrome frecuente en
una enfermedad de curso largo y progresivo, que afecta en sus últimos estadios a
más del 70 % de los pacientes, con frecuencia mayores, con baja inmunidad,
pluripatológicos y polimedicados3. Puede afectarse la fase oral de la deglución por
incoordinación neuromuscular (apraxias) o la fase faríngea, más típica de las
demencias vasculares por secuela de ictus o en estadios avanzados de las demencias
neurodegenerativas4. A medida que progresa el empeoramiento cognitivo y
funcional, la conducta alimentaria se encuentra más deteriorada, de forma que la
disfagia afecta especialmente a los pacientes en estadios GDS (Global Deterioration
Scale)-FAST (Functional Assessment Staging) 6 y 7 (ver Anexo I). Sus complicaciones
no difieren de las de la disfagia en pacientes sin demencias, siendo la neumonía
aspirativa (NA) la principal causa de muerte3.
Tabla 1. Factores primarios y secundarios implicados en la pérdida ponderal en el paciente con demencia tipo
alzhéimer avanzada. Adaptado de Gómez-Busto F, et al. (2009) 3.
Tabla 2. Algunos de los fármacos que pueden interferir en la ingesta. Adaptado de Gómez-Busto F, et al. (2009) 3.
La disfagia se
Tempranas Tardías
desarrolla en etapas…
Pérdida de peso 10 % 30 %
Si existe inestabilidad postural cefálica, hay que impedir la hiperextensión del cuello
con un soporte adecuado para la cabeza; asegurando la sedestación a 30o tanto al
inicio como al final de la ingesta durante mínimo 30 minutos y prestando atención
al estado nutricional no solo cuando aparece la disfagia sino durante toda la
enfermedad. Dado que no se ha visto que el uso de sondas de alimentación
mejorase el estado nutricional, ni redujese las complicaciones, la guía ESPEN de
nutrición enteral en pacientes geriátricos no considera su uso en la fase final de la
demencia. De igual modo, la gastrostomía percutánea no disminuyó ni las
aspiraciones ni la presencia de neumonías, propiciando, por el contrario, un aumento
de la flora patógena bucal3.
Bibliografía
1. Barroso J. Disfagia orofaríngea y broncoaspiración. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2009;44(S2):22-28.
2.
Pérez Aisa, Ángeles. Disfagia orofaríngea: concepto. Prevalencia. Fisiología de la deglución.
Etiología y complicaciones. Ponencia. España: Universidad de Málaga; 2017. Disponible en:
https://riuma.uma.es/xmlui/handle/10630/13122
3. Gómez- Busto F, Andia V, Ruiz de Alegría L, Francés I. Abordaje de la disfagia en demencia
avanzada. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2009;44(S2):29-36.
4. Jiménez Rojas C, Corregidor Sánchez AI, Gutiérrez Bezón C. Disfagia. En: Sociedad Española de
Geriatría y Gerontología (SEGG), (coor.). Tratado de Geriatría para residentes. Madrid; 2006.
p545-553.
5. Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición. Repercusiones clínicas de la disfagia y la
desnutrición en el paciente con ictus. Endocrinol. Diabetes Nutr.2018;65(10):625-6.
6. Merrot O, Guatterie M, Fayoux P. Enfermedades neurológicas de la faringe y trastornos de la
deglución en la infancia y la edad adulta. EMC Otorrinolaringología. 2012;41(1):1-15 [Artículo E-20-
610-A-10].
7. Espaulella Ferrer M, Aragonès Pascual JM, Amblàs Novellas J, Molist Brunet N. Esclerosis lateral
amiotrófica y disfagia en el anciano. Rev Esp Geriatr Gerontol.2015;50(2):97-104.
8. Goldsmith T, Cohen AK. Swallowing disorders and aspiration in palliative care: Definition,
consequences, pathophysiology, and etiology [Monografía en Internet] En: Schmader KE,
Deschler DG, Smith TJ, (eds.). UpToDate; 2018 [acceso 15 de octubre de 2018]. Disponible en:
https://www.uptodate.com/contents/swallowing-disorders-and-aspiration-in-palliative-care-
definition-consequences-pathophysiology-and-etiology?search=dysphagia %20palliative&source
=search_result&selectedTitle=1~150&usage_type=default&display_rank=1
10.1. Introducción
La disfagia en los pacientes incluidos en los programas de cuidados paliativos es un
síntoma muy frecuente, especialmente en neoplasias malignas del tracto digestivo
superior, enfermedades neurológicas progresivas, y por la fragilidad que se desarrolla
próxima al final de la vida. Comprender la fisiopatología de la enfermedad que la
produce resulta muy importante para su correcto manejo, puesto que lo que puede
ser beneficioso en una determinada enfermedad puede no serlo en otra1. Aunque el
manejo no difiere de los pacientes no incluidos en estos programas, no hay que
olvidar que el objetivo principal es asegurar el confort y aliviar el dolor por encima
de una nutrición e hidratación óptimas1-2, dado que, en muchas ocasiones, la
desnutrición está relacionada con la progresión de una enfermedad sistémica que
no responde a un tratamiento específico2 y en pacientes oncológicos puede tener un
origen multifactorial, incluyendo el denominado síndrome caquexia-anorexia, que
repercute negativamente en su calidad de vida3.
Dado que la fisiopatología de la disfagia ya se ha descrito, solo se comentarán las
particularidades de especial interés, haciendo hincapié en la alimentación e
hidratación al final de la vida.
10.2. Etiología
Existen tres causas fundamentales por las que la disfagia en pacientes que reciben
cuidados paliativos puede producirse:
TUMORES ESOFÁGICOS
OTROS
Tabla 1. La disfagia como consecuencia tumoral. Adaptada de Goldsmith T, Cohen AK, (2018) 1.
Puntos clave
• La disfagia es la dificultad para realizar una adecuada deglución y afecta a unos
dos millones de españoles, de los cuales solo un 10 % están correctamente diag-
nosticados y tratados.
• Aunque existen cambios asociados a la edad que pueden afectar a todas las fa-
ses de la deglución (presbifagia), no se debe considerar que la disfagia es una
parte natural del proceso de envejecimiento. En el 80 % de los casos es orofarín-
gea, considerándose un síndrome geriátrico con elevada prevalencia a partir de
los 70 años.
• Ante un paciente con disfagia, es importante distinguir entre orofaríngea y eso-
fágica, saber qué alimento la produce, su progresión en el tiempo, la presencia de
otros síntomas y si se produce en el contexto de alguna enfermedad sistémica.
• La disfagia orofaríngea (DO) suele ser una manifestación clínica de enfermeda-
des sistémicas y neurodegenerativas (ictus, alzhéimer, párkinson) aumentando
su prevalencia en pacientes institucionalizados. Se caracteriza por la dificultad
para la masticación, degluciones fraccionadas, sialorrea, regurgitaciones nasa-
les/orales inmediatas y tos durante o inmediatamente después de la deglución.
• La disfagia esofágica puede deberse a trastornos de la motilidad (acalasia, es-
pasmo esofágico difuso) u obstrucción mecánica (neoplasias, estenosis pépti-
cas, reflujo gastroesofágico). Se acompaña de pirosis, dolor torácico atípico y
regurgitaciones tardías.
• La localización de los síntomas en el cuello no discrimina entre disfagia orofarín-
gea y esofágica.
Conclusiones 69
• Existen varios test validados para el cribado de la disfagia, siendo el Eating-As-
sessment Tool 10 (EAT-10) el más sencillo y rápido para utilizar en la consulta de
AP, y que detecta la disfagia con una puntuación ≥3 y con predicción del riesgo
de aspiración a partir de >15 puntos.
• Respecto al diagnóstico clínico, el test más utilizado es el Método de Exploración
Clínica Volumen-Viscosidad (MECV-V), útil para detectar alteraciones tanto de la
eficacia como de la seguridad de la deglución, y que puede aplicarse en ancia-
nos, enfermedades neurodegenerativas e ictus.
• Como diagnóstico instrumental, la endoscopia es de primera elección si se sos-
pecha malignidad (toma de biopsia, citología, cultivo, estudio histopatológico),
permite dilatar las estenosis, colocar prótesis en neoplasias y extraer cuerpos
extraños impactados en el esófago.
• Otras pruebas complementarias utilizadas en la práctica actual, especialmente
en la DO son la videofluoroscopia (gold standard), y la fibroendoscopia, además
de esofagograma, la manometría convencional y la manometría de alta resolu-
ción.
• El principal objetivo del tratamiento va a ir encaminado a asegurar una correcta
hidratación y nutrición y minimizar las complicaciones, especialmente las neu-
monías por aspiración, que suponen la primera causa de muerte en pacientes
con enfermedades neurodegenerativas y el primer año de seguimiento después
de un accidente cerebrovascular.
• Entre las estrategias de rehabilitación deglutoria, destacan los cambios postura-
les (flexión cervical anterior), estrategias de incremento sensorial (estimulación
mecánica de pilares o lengua), praxias neuromusculares (ejercicios de Shaker) y
maniobras deglutorias específicas (deglución supraglótica).
• Entre las técnicas intervencionistas más utilizadas destacan la miotomía del cri-
cofaríngeo y la inyección de toxina botulínica sobre el músculo cricofaríngeo, la
miotomía ± suspensión/resección del divertículo de Zenker, y técnicas dirigidas
a solucionar la incompetencia de los esfínteres glótico y velopalatino.
• La adaptación de las texturas de los sólidos y la viscosidad de los líquidos se
considera en la actualidad la intervención más sencilla, valiosa y con gran efica-
cia terapéutica ya que minimiza las aspiraciones. La reducción del volumen y el
aumento de la viscosidad del bolo mejoran la seguridad, siendo la prevalencia de
aspiraciones máxima con líquidos y disminuyendo con néctar, miel y pudin (por
ese orden).
• Es un síntoma muy frecuente en las unidades de cuidados paliativos. El manejo
no debe diferir del resto de pacientes no incluidos, aunque no hay que olvidar
que el principal objetivo debe ser proporcionar alivio sintomático y asegurar el
confort, no la reversión de la malnutrición, irreversible en los últimos estadios y
consecuencia, no causa de la enfermedad de base.
Conclusiones 71
Anexo I
Escala Global Deterioration Scale (GDS) y Functional Assessment Staging (FAST),
correspondencia en EA, adaptado de la traducción al castellano del grupo de
estudio de neurología de la conducta y demencias (guía SEN, 2002)1.
ESTADIO FAST
ESTADIO
Y DIAGNÓSTICO CARACTERÍSTICAS
GDS
CLÍNICO
GDS 2. 2. A
dulto normal Quejas de pérdida de memoria. No se objetiva déficit
Defecto de edad en el examen clínico. Hay pleno conocimiento y
cognitivo valoración de la sintomatología.
muy leve
Bibliografía
1. Arrieta Antón E, Fernández Pascual L, González Rodríguez V, Goñi Imizcoz M, Guerrero Díaz MT,
López Merino P, et al. Guía de atención al paciente con demencia en atención primaria. Valladolid:
Gerencia Regional de Salud. Junta de Castilla y León; 2007.
Anexo I 73
Anexo II
EAT-10: Eating Assessment Tool
Despistaje de la Disfagia
FECHA
OBJETIVO
A. INSTRUCCIONES
2 Mi problema para tragar interfiere con 7 El placer de comer se ve afectado por
mi capacidad para comer fuera de casa mi problema para tragar fuera de casa
0 = ningún problema 0 = ningún problema
1 1
2 2
3 3
4 = es un problema serio 4 = es un problema serio
3 Tragar líquidos me supone un esfuerzo extra 8 Cuando trago, la comida se pega en mi garganta
0 = ningún problema 0 = ningún problema
1 1
2 2
3 3
4 = es un problema serio 4 = es un problema serio
B. PUNTUACIÓN