Demanda Portal de Belen 03 02 2021
Demanda Portal de Belen 03 02 2021
Demanda Portal de Belen 03 02 2021
I. PERSONERIA.
II.OBJETO.
2
Surge entonces manifiesta, patente y explicita que por la acción
coordinada de los arts. 1, 2, 4, 5, 16 y 21 se produce una gravísima
violación a los derechos fundamentales de la persona concebida en que
incurren la normas impugnadas, y justifican esta acción en relación al
derecho de incidencia colectiva de la vida de los niños no nacidos a
partir de la concepción, derecho básico y primordial, con evidente rango
constitucional, y todo conforme a las razones de hecho y de derecho,
que exponemos en esta demanda. En nombre y representación de ese
colectivo iniciamos la presente demanda de amparo.
3
b. Requerir y acceder a la atención de interrupción del embarazo en los
servicios del sistema de salud de conformidad con lo establecido en la
presente ley….”
4
c. Si estuviera en peligro la vida o la salud de la persona gestante.
5
Art. 21. “…Orden publico: Las disposiciones de la presente ley son de
orden publico y de aplicación obligatoria en todo el territorio de la
Republica Argentina. …”
III. COMPETENCIA.
6
IV. ADMISIBILIDAD FORMAL DE LA DEMANDA.
a. Legitimación Activa:
7
tenían ningún apoyo para cumplir su función maternal. Se han
albergado en sus casas, más de cuatro mil personas, y han nacido bajo
su amparo, centenares de niños. Han prestado -y seguirá prestando-,
apoyo a las situaciones más difíciles que una mujer puede sufrir, cuál
es la maternidad en soledad, la violencia doméstica, la expulsión del
hogar, etc.
Por todo ello, nuestra representada reúne los
requisitos formales y sustanciales que se desprenden del art. 43, 2°
párrafo de la C.N., al decir “podrán interponer esta acción ... en lo
relativo ... a los derechos de incidencia colectiva ... las asociaciones que
propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la que
determinará los requisitos y formas de su organización”. No habiendo
sido reglamentado este artículo, la jurisprudencia es pacífica en
considerar que bastan la personería jurídica, y la defensa comprometida
del derecho en cuestión, como formando parte del objeto de la
institución.
A mayor abundamiento destacamos que, en los
autos “Portal de Belén Asociación Civil sin fines de lucro
c/Ministerio de Salud y Acción Social de la Nación s/Amparo”, se
otorgó participación y legitimación activa a nuestra Asociación, para
accionar en los términos del art. 43 de la C.N., en defensa y protección
de los niños no nacidos concebidos y la Corte Suprema de Justicia de la
Nación acogió la demanda, en todas sus partes, en fallo definitivo e
irrecurrible, dictado el 5 de marzo de 2.002, que acompañamos en copia
simple para ser agregado autos. Caso “Portal de Belén”. Fallos
325:292.
En cuanto al efecto erga omnes de los amparos
interpuestos en virtud del art. 43 C.N., destaco el leading case “Portal
8
de Belén”, que comentaremos infra. La naturaleza del derecho
lesionado: la inviolabilidad de la vida de toda persona por nacer, que
constituye un número indeterminado de personas. Tal realidad impone,
necesariamente, el efecto erga omnes de la presente acción de amparo.
Afirma el Dr. Guillermo Barrera Buteler en su voto
de la resolución dictada por la Excma Cam. 3ra en lo Civil de la Ciudad
de Córdoba de fecha 21 de mayo del 2013, (autos “PORTAL DE BELEN
ASOCIACION CIVIL C/ SUPERIOR GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE
CORDOBA – AMPARO – EXPTE. N° 2301032/36”) sobre las acciones
colectivas que: “de esta manera, la ausencia de ley reglamentaria no ha
sido obstáculo para que la Corte Suprema admita la legitimación activa
de asociaciones en las causas “Asociación Benghalensis” en defensa del
derecho a la salud de los afectados por el SIDA (C.S.J.N. Fallos
323:1339), en “Asociación Grandes Usuarios de Energía de la República
Argentina” (Fallos 320:690) y en “Asociación de Esclerosis Múltiple de
Salta” (Fallos 326:4931) 1, entre muchos otros. No puedo dejar de
mencionar que, entre estos leading cases, se cuenta precisamente un
fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la causa promovida
por la misma asociación que acciona en estos autos, a la que se le
reconoció legitimación para actuar en defensa de un conjunto
indeterminado de niños por nacer (C.S.J.N., 5/3/2002; “Portal de Belén
Asociación Civil sin fines de lucro c/ Ministerio de Salud y Acción Social
de la Nación s/ Amparo”, Fallos 325:292, Foro de Córdoba N° 76, pág.
117).”
1
C.S.J.N., Fallos 326:4931
9
Prosigue Barrera Buteler afirmando que: “El hecho
de que la acción se dirija contra una lesión a un derecho con un objeto
único e indivisible, como podría ser un acto de contaminación del
ambiente, sino contra la amenaza de lesión a un conjunto de derechos
individuales homogéneos que resultan afectados por una causa fáctica
común no es obstáculo al reconocimiento de la legitimación que cuestiona
la demandada porque, a partir de la doctrina sentada por el voto
mayoritario de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la causa
“Halabi, Ernesto c. Poder Ejecutivo Nacional ” (C.S.J.N., 24/2/2009, ,
Fallos 332:111) se le imprimieron nuevos perfiles a este concepto
jurídico.”
En el pronunciamiento antedicho, se ha
asumido la conclusión de que en el concepto de derecho de incidencia
colectiva del art. 43 C.N. también quedan comprendidos aquellos
supuestos en que nos hallamos frente a un grupo indeterminado de
personas que está afectado por una misma causa en los derechos
individuales de cada uno de ellos siempre que concurran los elementos
tipificantes de una acción de clase, lo que ocurre en el caso de autos
porque hay homogeneidad entre los derechos que se pretende proteger,
ya que se trata de la tutela del derecho a la vida de los niños por nacer
de la República Argentina, lo que importa una pluralidad relevante de
derechos individuales y divisibles que guardan homogeneidad.
Culmina afirmando que: “Además, es claro que
los derechos afectados exceden el interés de cada parte porque no
aparece posible ejercer en tiempo oportuno de manera individual y
aislada las acciones por parte de los titulares del derecho, máxime
cuando se trata de casos en los que es su propia representante legal
quien pone en acto la amenaza latente y, por tanto podría resultar
10
afectado el acceso a la justicia; finalmente, la trascendencia social del
derecho amenazado genera un fuerte interés estatal en su protección, no
sólo para dar cumplimiento a mandatos constitucionales, sino también
porque está en juego el “interés superior del niño” (Convención sobre los
Derechos del Niño, art. 3.1). “PORTAL DE BELEN ASOCIACION CIVIL C/
SUPERIOR GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE CORDOBA – AMPARO –
EXPTE. N° 2301032/36 del 21/05/2013).
Por el art. 1ro de la ley 26.061, también como
entidad que trabaja por la infancia, tenemos el derecho a demandar
incluso en forma colectiva, para la restauración y protección de los
derechos de los niños, cuando las autoridades gubernamentales que
deben protegerlos, no lo hacen, y ello en el marco del sistema de
protección integral de la infancia previsto en la Convención
Internacional Sobre los Derechos del Niño y en la referida ley 26.061.
11
Al respecto, la doctrina especializada ha sostenido
que “las asociaciones pueden actuar no sólo en defensa de un interés
propio, sino también en resguardo de los derechos que les atañen como
sector o grupo social en defensa de intereses comunes” (ver JEANNERET
DE PÉREZ CORTÉS, María, “La Legitimación del Afectado, del Defensor
del Pueblo y de las Asociaciones”, publicado en LL 2003-B, pág. 1333 y
ss.).
b) Legitimación Pasiva:
12
Como V.S sabrá, el amparo puede generarse tanto
por un acto lesivo único como por varios actos lesivos continuados,
siendo esta distinción la que permite explicar el origen de la doctrina de
la ilegalidad continuada.
Al amparo y cobijo de los arts. 1, 2, 4, 5, 16 y 21 de
la ley 27.610 miles de niños de la República Argentina que aún no han
nacido, podrán ser eliminados sin ninguna razón de ninguna especie,
solo fundadas las muertes de estos niños en la voluntad de sus madres,
como si estos niños fueron partes apropiables de su cuerpo, que les
permitiera la absoluta disposición de sus existencias.
Además, esta ley implica la aplicación de la doctrina
de la ilegalidad continuada.
Tal teoría ha sido reconocida tanto por la doctrina y
como por la jurisprudencia. En virtud de ella se afirma "...que los
sucesivos, ilegales y continuos actos lesivos van haciendo renacer o
renovar constantemente el plazo de quince días hábiles del art. 2 inc. e)
de la ley de amparo nacional 16986, impidiendo en consecuencia la
caducidad de la acción, siendo éste su efecto práctico más importante...".
Afirma Casco que esta doctrina fue inicialmente
esbozada en el punto 9º) del dictamen de fecha 30/10/85 del
procurador general subrogante Jorge Mosset Iturraspe, en la causa
"Bonorino Peró, Abel y Otros c/ Estado Nacional s/ Amparo" (Fallos
307:2174 - La Ley, 1986-A, 3; DJ, 1986-I-259), dictamen que "...fue
adoptado diez años después por los votos de los ministros de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, doctores Augusto C. Belluscio y
Eduardo Moliné O'Connor, en la causa "Video Club Dreams c. Instituto
13
Nac. de Cinematografía", sentencia de fecha 06/06/95, La Ley, 1995-D-
243."
En el considerando N° 4 del voto del doctor Belluscio
dijo: "Con anterioridad a la reforma constitucional de 1994, se ha
señalado que ni el inc. d), "in fine", ni el inc. e) del art. 2 de la ley 16.986,
pueden constituir una valla infranqueable a la tarea judicial de estudiar
la concordancia del acto impugnado con la Constitución Nacional. Máxime
si se considera que con la acción incoada no se enjuicia un acto único del
pasado sino una ilegalidad continuada, sin solución de continuidad,
originada tiempo antes de recurrir a la justicia, pero mantenida al
momento de promover la acción y también en el tiempo siguiente”
(dictamen del Procurador General subrogante compartido por este
tribunal en Fallos 307:2174).
Similares argumentos -continúa escribiendo Casco- fueron
expuestos en el consid. 5 del doctor Moliné O'Connor: "Por lo demás,
cabe advertir que el escollo que importa el art. 2° inc. e), de la ley 16.986,
en cuanto impone la necesidad de presentar la demanda de amparo
dentro de los quince días hábiles a partir de la fecha en que el acto fue
ejecutado o debió producirse, no es insalvable en la medida en que
con la acción incoada se enjuicia una ilegalidad continuada, sin
solución de continuidad, originada, es verdad, tiempo antes de
recurrir a la justicia, pero mantenida al momento de accionar y
también en el tiempo siguiente. No es un hecho único, ya pasado,
cuyo juzgamiento tardío comprometa la seguridad jurídica ni un hecho
consentido tácitamente, ni de aquellos que en virtud de su índole deben
plantearse en acciones ordinarias (confr. dictamen del Procurador
General subrogante en Fallos 307:2174).” (énfasis añadido).
14
VI. Las normas lesionadas por los arts. 1,
2, 4, 5, 16 y 21 de la ley 27.610, son las siguientes:
El derecho a la inviolabilidad de la vida de la
persona por nacer reconocido y protegido por los arts. 14, 14 bis, 16,
19, 28, 29, 33, 75 incs. 22 y 23 de la Constitución Nacional y arts. 1, 3,
6, 18, 24 y 41 de la Convención Internacional Sobre los Derechos del
Niño y demás tratados internacionales con jerarquía constitucional.
Finalmente existen violaciones bien definidas de otros tratados de
derechos humanos ya constitucionalizados como lo es el art. 4 de la
CADH.
15
En tal sentido desde 1869 que se sancionara el
primer Código Civil Argentino que rigió hasta el año 2015, se reconoció
que el por nacer o “nasciturus” es una persona y que tiene protección a
título de persona desde la concepción (arts. 63 y 70). Este principio
adelantado a su tiempo de Vélez Sarsfield marcó claramente la
diferencia con el Código Civil de Chile de Andrés Bello que otorgaba la
personalidad jurídica al nacimiento.
Lo mismo sucede ahora con el nuevo Código Civil
que en su art. 19 sancionado en el 2015, establece que “…Comienzo de
la existencia. La existencia de la persona humana comienza con la
concepción.
No habla el reciente Código Civil y Comercial de
incrementalidad cronológica alguna en la obtención de la personalidad
jurídica por parte del “nasciturus”. La tiene plenamente y sin
incrementalidad alguna desde la concepción. No hace distinción ni
excepción alguna nuestro reciente Código. Además, por tratarse de
derechos humanos, toda excepción sería de interpretación
restringida.
16
Para Gabriel Mazzinghi, el hombre tiene derechos,
desde el primer instante de su concepción y hasta su muerte natural o
la existencia como organismo físico a la vida corporal. Y lo tiene en
forma absoluta e irrenunciable, de modo tal que nadie puede
arrebatárselo ni el mismo consentir en su función….y cita a Ortega y
Gasset “La vida humana es la suprema y radical realidad, porque en ella
radica todas las demás, y porque todo lo que acaece, nos acaece porque
primero vivimos…” 2
2
. Mazzinghi, Gabriel. Ed. 172. 295
3
Caferatta, José I. “Las Nuevas Técnicas de Reproducción Humana y el Derecho Positivo Argentino”.
E.D. 130.p.729 y 741.
17
momento donde a lo biológico se suma lo antropológico. En la
concepción acontece el nuevo ser y en su unicidad encontramos las
potencias que le permiten desarrollarse en un itinerario ininterrumpido
hasta la muerte…”4
4
Cartasso, Guillermo. “Persona por Nacer y Derechos Humanos” E.D. 22/12/04.
5
Medina Graciela “Genética y Derecho”. J.A. 1989-IV-843
18
70 del C. C. Argentino, cuando afirma que desde la concepción en el
seno materno comienza la existencia de las personas porque no está en
el seno materno, ya que la autora establece que el hecho de que no
haya concepción en el seno materno no es óbice para aplicar el art. 70
del C.C. por analogía en mérito al art. 16 del mismo cuerpo
legal…..afirma la referida jurista que las normas posteriores han
reafirmado esta interpretación. La ley 23.264 de 1985, cuando en
Argentina se conocía y practicaba las técnicas de fecundación asistida,
sigue manteniendo el mismo criterio.
19
pero en modo alguno puede llegar a ser considerado como el instante en
que recién adquiriría humanidad el nuevo ser, calidad esta última que
según lo antes expuesto, ya presenta el ovocito pro nucleado….Que un
óvulo humano aloje un espermatozoide humano, se trata de una
realidad nueva en pleno desarrollo, y no puede ser sino un ser
humano…
6
Blanco, Luis Guillermo. “El Preembrion Humano y sus Consecuencias.” E.D. T- 155. p. 581 y ss.
20
Mazzinghi, LL.1978-C-993, Cesar Astigueta, E.D. 117-421. Roberto
Andorno E.D. 120 – 947. Atilio Aníbal Alterini “Cuerpo Humano,
Persona y Familia, “Derecho de Familia”. Rubinzal Culzoni, 1990.
Dolores Loyarte y Adriana Rotonda, “Procreación Humana Artificial” Un
Desafió Bioético”, De Palma 1995. Alberto Rodríguez Varela, E.D. 163.
972. Pedro Federico Hoof, E.D. 124-685. Graciela Medina, JA. 1989-IV-
839. Chiapero de Bas y Tagle de Marrama, JA.1989-IV-878. Enrique
Carlos Banchio, LL. 1991-B-826. Armando S. Andruet (h), ED 149-94.
Jorge Bustamante Alsina, LL. 1996-C-1015. Domingo Cura Grassi, LL.
1996-C-463. 7
7
CNCiv. Sala l. 3-12-1999- E.D. 20/12/1999. Revista de Derecho de Familia y de las Personas.
Benavente Isabel. Ed. La ley Nro 1. Año 2008. p. 241.
21
concepción, ratificándose plenamente la posición del Código de Vélez
Sarsfield en sus arts. 63 y 70.
Marco científico.
22
Que destruir a un embrión humano significa impedir el nacimiento de un
ser humano”.
Constituciones Provinciales.
23
extensos de fundar la Nación. Luego, dentro del molde jurídico del código
de derechos y poderes de ésta, cabe la más grande variedad, toda la que
pueda nacer de la diversidad de caracteres físicos, sociales e históricos
de cada región o provincia o de sus particulares anhelos o aptitudes
colectivos” y agrega que con su originalidad y diversidad en materia de
declaraciones, derechos y garantías las constituciones provinciales
“concurren al desarrollo, vigor y perfeccionamiento de la vida nacional y
reflejan sus influencias sobre el progreso del derecho público de la Nación
entera” (González, Joaquín V.; “Manual de la Constitución Argentina” en
“Obras Completas”, Univ. Nac. de La Plata, Bs. As., 1935, Vol. III, pag.
574).
Prosigue el voto de Barrera Buteler afirmando que
“…En general podemos decir que las provincias no pueden desconocer, ni
limitar de ninguna manera los derechos y garantías reconocidos por la
Constitución Nacional, pero sí está dentro de sus atribuciones ampliar el
ámbito de protección, por lo que la cuestión se resuelve mediante la
aplicación del principio “pro homine” que, en caso de divergencia entre
normas otorga siempre prioridad a aquella que otorga una tutela más
amplia a la persona humana, de manera tal que si una constitución de
provincia reconoce cualquier derecho con mayor amplitud que la
Constitución Nacional, prevalecerá la norma local, salvo que ésta haya
sido dictada invadiendo el constituyente local el ámbito de poderes
delegados en el Gobierno Federal, caso en que la norma provincial,
aunque otorgue mayor protección a la persona, será inconstitucional; es
el caso del art. 58 de la Constitución de Córdoba (C.S.J.N., 19/3/02 en
“Banco del Suquía S.A. c/ Tomassini – P.V.E.”, Foro de Córdoba Nº75,
pag. 101).
24
Reafirma Barrera Buteler que “…Ahora bien, si
juzgamos desde este punto de vista a las disposiciones de los arts. 4 y
19 inc. 1° de la Constitución de Córdoba, lejos de hallarse alguna
incompatibilidad o contradicción entre las normas constitucionales locales
y las del bloque de constitucionalidad federal, que han sido analizadas
en el punto 4.2 precedente, podemos apreciar que hay una armonía total.
Sin embargo, no podemos dejar de advertir en las normas locales un
énfasis mayor en el deber de los órganos estatales de respetar y proteger
el derecho a la vida de los niños por nacer y muy especialmente en
materia de políticas de salud. (Guillermo Barrera Buteler. Voto en fallo
citado).
Si Argentina ha decidido mantener la personalidad
jurídica a los niños concebidos, por aplicación del art. 41 de la CIDN
ninguna interpretación que provenga de un tratado internacional podría
incidir en que el “nasciturus” perdiera protección legal que ya tiene
garantizada por el derecho interno, ya sea en las leyes de la Nación o en
Constituciones Provinciales. Los tratados son pisos normativos y no
techos. Sin perforar el tratado en su piso, cualquier Estado puede en su
derecho interno avanzar hacia el techo con normas más protectivas. Se
trata del principio de mayor protección a las víctimas y pro
homine.
La ley 27.610 en sus arts. 1, 2, 4 primer párrafo, 16
y 21, le quita toda protección legal a los niños no nacidos hasta las
catorce semanas de gestación, desde el momento en que, el solo deseo
de la madre, sin ninguna causa que lo avale o justifique, es
determinante para que le elimine como si fuera simplemente “un
fenómeno” desprovisto de personalidad jurídica.
25
El art. l de la ley 27.610, autoriza y consagra el
derecho a “interrumpir el embarazo”, entiéndase destruir al niño no
nacido, de acuerdo a los compromisos internacionales asumidos. Bueno
es decir ahora que la República Argentina no ha suscripto ningún
tratado que disponga la posibilidad de que una mujer pueda destruir la
vida de su hijo a su sola voluntad. Que en los tratados de DDHH con
jerarquía constitucional, ninguno de ellos consagra semejante “derecho”
y muy por el contrario a partir de la CIDN se establece un piso
normativo para nuestro país, ya que por acción precisamente de la
Argentina, se agregó al preámbulo de la CIDN el principio que Argentina
había contribuido a instalar en 1959 en la Declaración Universal de los
Derechos del Niño, principio que se expresa “el niño, por su falta de
madurez física y mental, necesita protección y cuidado especiales,
incluso la debida protección legal, tanto antes como después del
nacimiento” y es precisamente en 1989 a la hora de aprobar la CIDN,
que Argentina y otros países insisten en el reinstalar en el preámbulo
dicho principio, y al hacerlo la CIDN debe cambiar el art. l que
establecía que se consideraba “niño” desde el nacimiento hasta los 18
años, por otra norma en conformidad con el preámbulo que establece
que “Niño es todo ser humano hasta los 18 años…”.
Además del piso normativo de la CIDN que no se
puede obviar ni perforar hacia abajo.
El art. 2 de la ley 27.610 establece el derecho a
“interrumpir el embarazo” a la sola voluntad de la gestante y en el art.
4, primer párrafo, se consagra “este derecho” hasta la semana catorce
inclusive. En el art. 5 se ordena al sistema de salud que el aborto a
petición, sin ninguna causal que lo justifique “debe hacerse en un plazo
de 10 días”, término perentorio que de no cumplirse arroja sobre los
26
profesionales médicos un enjambre de sanciones y admoniciones. El
art. 21 de la ley 27.610 termina afirmando que el derecho de una mujer
a destruir la vida de una persona humana (art. 19 C.C.C.N.) sin ningún
elemento que lo justifique, a su sola voluntad, por el simple hecho de no
desear tal embarazo, es materia de “orden publico”.
27
niño por nacer. En cambio, sí hay un tratado (CIDN) que expresamente
prescribe que al niño por nacer hay que protegerlo antes y después del
nacimiento, (preámbulo) y que todo ser humano es niño hasta los
dieciocho años, (art. 1) y que todo niño, no generalmente, todo niño
tiene derecho a la vida (art.6) , y que todas las decisiones que se tomen
sobre él, deben atender a su interés superior (art.3·) y que para que no
queden dudas, la República Argentina ratifica la CIDN con una reserva
interpretativa específica votada por el Congreso Nacional, para proteger
objetivos éticos de la República en el orden internacional. En cambio la
ley la ley 27.610, sin tener la mayoría de votos positivos que prevé C.N.
para su sanción para que la CIDN pierda jerarquía constitucional en las
condiciones de su vigencia, pretende cuasi mágicamente recomenzar la
historia, como si nuestra atribulada República comenzara a existir con
el actual Gobierno y el actual Congreso.
No existe ningún tratado internacional de derechos
humanos con jerarquía constitucional que establezca “el derecho al
aborto”. Sí existe un tratado como la CIDN vigente en la Argentina, que
considera niño a todo ser humano desde su concepción hasta los 18
años de edad. Nuestro Código Civil y Comercial lo considera ser
humano, más aún, persona humana desde la concepción y el Código
Penal, aun con la reforma de la ley 27.610, también.
La propia ley 27.610 en su afán de destruir todo el
ordenamiento jurídico, omite derogar el art. 19 del C. Civil y Comercial
y despojar al niño no nacido de su personalidad jurídica. Si no la deroga
expresamente sigue reconociéndole ese status, y más aún, los nuevos
arts. 85 y 86 del C. Penal que plantea la ley 27.610 siguen tratando al
aborto como un delito contra las personas, precisamente contra la
vida de las personas.
28
La postura del Estado Nacional en los arts.
objetados de la ley 27.610, no puede “perforar hacia abajo” los pisos
normativos de los tratados constitucionalizados, porque se topa de
frente con la CIDN.
Cualquier otro tratado no constitucionalizado que se
pudiera invocar, tiene jerarquía menor a los constitucionalizados; por lo
tanto, quedan fuera de la cuestión.
Debemos subrayar que es aceptable una
interpretación dinámica de los derechos, en la medida en que respete
este principio elemental: no vaciar de contenido el derecho originario y
rellenarlo con su contrario. O sea: el derecho a la vida desde el
momento de la concepción, no puede ser interpretado como otorgar a la
madre el “derecho” a matar al nasciturus e imponer al sistema sanitario
y sus agentes la “obligación” de hacerlo. No habría un cambio de
paradigma, sino la destrucción del derecho constitucional o
convencional. Así las cosas, el Congreso Nacional no puede establecer
válidamente el régimen de la ley en crisis, pues es absolutamente
inconciliable con las ya citadas normas constitucionales que le ordenan
a los poderes públicos en especial, respetar y proteger esa vida.
29
desde la concepción y entonces la ley crea una nueva figura legal , un
subsistema de los niños no nacidos, que lo conforman ahora los “…no
nacidos - no deseados – invisibilizados – cuasi personas, destinados
a desaparecer …” · Parias absolutos y, por otro lado, se mantienen
intangibles los derechos de los niños “no nacidos deseados” con la
plenitud de la personalidad jurídica. Esta creación “cuasi mágica” de
una nueva categoría de hecho de “existentes desde la concepción,
pero sin ningún derecho, ni a vivir”.
Al no tener ningún derecho, la madre podría hacer
con ellos lo que buena o malamente quisiera. Al destruirse la vida
concebida quedaran células y sustancias sumamente codiciadas por
algunos mercados inescrupulosos. Sin lugar a dudas esta norma en la
coordinación de los arts. 1, 2, 4 primera parte, 5, 16 y 21 de la ley en
crisis, embiste frontalmente al art. 16 de la C.N. que prescribe “…todos
sus habitantes son iguales ante la ley …”
No pueden existir dos situaciones iguales con
tratamiento jurídico distinto, es decir que en el universo de niños no
nacidos que tienen en común la existencia temporal en el vientre
materno, no podemos discriminarles sus derechos a unos por los
deseos de su madre de no dejarlo nacer. Se mantiene la protección al
nasciturus. No se deroga el art. 19 del C. Civil y Comercial y, es más, en
la propia ley 27.610 se mantienen normas legales para reprimir la
eliminación del “nasciturus” a través del aborto; es decir que la ley aquí
cuestionada, no objeta que la persona por nacer sea persona desde la
concepción y, pese a ello, al “nasciturus” no deseado le suprime todos
sus derechos al permitir que sea exterminado. Han creado una nueva
categoría de persona humana sin derechos.
30
Esta nueva categoría de hecho sobre los seres
humanos que comprende a los humanos no nacidos- no deseados –
invisibilizados – cuasi personas, destinados a desaparecer, queda en
mucho peor condiciones que los animales domésticos o salvajes, ambos
custodiados por leyes que los protegen en su integridad.
Esta nueva categoría de hecho sobre los seres
humanos que comprende a los humanos no nacidos – no deseados –
invisibilizados – cuasi personas – destinados a desaparecer queda en
mucho peor condición que las especies vegetales que cada día son más
protegidas por las leyes medioambientales.
El abandono de animales domésticos o la
destrucción de animales salvajes en tiempo de reproducción o por ser
especies protegidas, o la mera agresión a un animal doméstico (ley
14.346, conocida como “Ley Sarmiento”) o la destrucción de un
algarrobo en el monte nativo, después de la sanción de la ley 27.610
tienen mayor protección jurídica que los niños no nacidos en el vientre
de su madre si llegan a ser “no deseados”.
31
humanas, pero en realidad, no tienen ningún derecho, ni el de la vida,
frente a los niños “deseados” que tienen todos los derechos.
32
es conjunta para ambos progenitores. No es que se lo tenga en cuenta
poco, simplemente la ley 27.610 considera al progenitor como otro tipo
de argentinos inexistentes. Todos los argentinos somos iguales ante la
ley. No hay, ni debería haber, subespecies de argentinos.
Dice la norma que la Responsabilidad Parental
“…son los deberes y derechos que corresponden a los progenitores sobre
la persona y bienes del hijo, para su protección, desarrollo y protección
integral mientras sea menor de edad y no se haya emancipado….”
En el art. 646 del C. Civil y Comercial se establece
como deber cuidar del hijo y en el art. 647 se prohíbe a los padres
maltratar a sus hijos es decir acometer hechos que lesionen o
menoscaben física o psíquicamente a los niños o adolescentes.
Más aún en el art. 665 del C.C.C.N. se le obliga al
padre presunto, aunque no haya pruebas de la paternidad, a abonar
alimentos desde el embarazo.
No obstante todo lo anterior, la ley 27.610, a la hora
que la mujer decide abortar hasta la 14 semanas a los niños no
nacidos, le otorga dicho “derecho” sin ninguna participación del
progenitor, al cual la ley por otro lado, le impone el deber de alimentar,
cuidar y proteger al niño de malos tratos y daños físicos.
Está claro que para la ley 27.610 el “nasciturus”
hasta las 14 semanas de embarazo es absolutamente la nada misma, y
que dicha ley tiene idéntica consideración hacia el progenitor cuando el
embarazo es “no deseado”. No se entiende entonces cómo funciona aquí
la equidad de género.
Ahora bien, si se argumentase que por una cuestión
de género las mujeres tienen la facultad de disponer según su deseo y
sola voluntad que su hijo viva o no, conviene recordar que mujeres son
33
el 50% por ciento de los niños que provienen de un acto sexual
consentido de su madre y que se abortaran sin causa alguna que lo
pudiera justificar y sin necesidad de expresar ningún motivo al respecto
más que la propia voluntad de la gestante. Esas niñas serán mujeres
absolutamente indefensas y víctimas de la más profunda
vulnerabilidad.
La ley 27.610 ha embestido las normas del C. Civil y
Comercial sin derogarlas y a la propia Constitución Nacional con la
elegancia de un elefante en un bazar.
34
La progenitora puede tomar las decisiones con su
vida y con sus acciones en el marco de su autonomía; al límite se lo
pone la Constitución cuando se afectan derechos de terceros y, en el
caso que nos ocupa, más que claro aparecen perjuicios evidentes para
el niño que es eliminado y para el progenitor que es apartado de sus
derechos de responsabilidad parental previsto en el art. 638 ss. y cc. del
C. Civil y Comercial.
La autonomía de la mujer, y sus derechos
reproductivos, ceden ante el derecho a la vida de su hijo concebido, y en
menor medida frente a los derechos y obligaciones parentales del
progenitor en la hipótesis de la primera parte del art. 4 de la ley 27.610.
Distinta es la situación prevista en la segunda parte del art. 4 que lo
analizaremos al final de esta demanda.
Si la mujer no está en riesgo grave de vida a causa
del embarazo, no hay dudas que su autonomía reproductiva queda
limitada por el derecho a la vida de un ser humano inocente que no
pidió venir al mundo y lo hizo en virtud de un acto sexual consentido y
aprobado por su madre.
VII. 3. Violación del art. 29 de la C.N.
No se quedan ahí: los arts. 1, 2, 4, primer párrafo, 5,
16 y 21 de la ley 27.610 siguen embistiendo a la Constitución Nacional;
en este caso le toca el turno al art. 29 de la Carta Magna. Dice dicha
norma que “…El Congreso no puede conceder al ejecutivo nacional
facultades extraordinarias, ni la suma del poder público, ni otorgarle
sumisiones o supremacías, por los que la vida, el honor o las
fortunas de los argentinos queden a merced de gobiernos o
persona alguna…”.
35
La norma constitucional es clara el Congreso nunca
hubiera podido sancionar el art. 4 primer párrafo de la ley en crisis, en
cuanto permite que la madre - a su sola voluntad o arbitrio - pueda
definir sin causa gravísima que lo justifique, la eliminación de su hijo,
quien es una persona humana para el derecho argentino. El Congreso
está entregando una supremacía a una persona sobre la vida de la
otra. A nadie puede darle el Congreso semejante supremacía. Aquí
aparece de nuevo el art. 16 de la C.N. Todos los habitantes son
iguales ante la ley.
Nadie podía imaginar que las Provincias Argentinas
cuando se constituyó la Nación en el Pacto Constitucional de
1853/1860, hubieran aceptado entregar al Congreso la facultad de
destruir la vida humana más vulnerable por una cuestión de deseos y
que los deseos iban a ser más importantes que las personas mismas.
No hay dudas de que el Congreso se ha extralimitado porque las
Provincias expresamente le condicionaron en el Pacto Constitucional
que la vida de los argentinos es indisponible.
36
embarazo, y no desde algún período durante el mismo. No hay
distinciones que justifiquen que dicha protección sea incremental,
que pudiera autorizar que la protección de la persona humana en
gestación sea a partir de las 14 semanas en adelante. Y el Congreso
hace exactamente al revés: le quita toda protección jurídica hasta las 14
semanas transformando al que debía proteger en una subespecie
humana no protegible cuando fuera “no deseado”. La situación de
“deseado” o “no deseado” se transforma en constitutiva o no del
derecho a la vida. Ello repugna a todo el orden jurídico.
La Constitución le ordenó este régimen de seguridad
social al Congreso en 1994; han pasado casi 30 años, y aquel no lo hizo
y ahora, para disimular su mora, conjuntamente con la ley 27.610
aprueban la ley de los mil días para proteger al niño por nacer, justo a
continuación de autorizar su eliminación. Es patético. De manual.
37
profundo en el vínculo familiar más fuerte establecido por la propia
naturaleza.
38
Ahora bien, las estadísticas vitales del Ministerio de
Salud de la Nación contradicen a los propios impulsores de la ley de
legalización del aborto, y demuestra que las cifras inventadas eran parte
de un eslogan de campaña para aplacar la conciencia del pueblo
argentino ante semejante desatino. Las estadísticas vitales publicadas
del año 2018 por el Ministerio de Salud de la Nación, pág. 17, que son
las ultimas publicadas, nos dicen que a causa de embarazos
terminados en aborto fallecieron en el referido año, 31 mujeres, sin
especificar si los abortos eran espontáneos o procurados.
39
ya ha llamado a licitación para comprar miles y miles de dosis de
misoprostol para efectuar los abortos químicos.
40
Con la excusa de un supuesto problema de salud
pública, abordado unilateral y exclusivamente desde el derecho a la
salud de la mujer, y omitiendo toda referencia del derecho a la vida de
la persona no nacida – como si realmente no existiera – los arts. 1, 2, 4,
5, 16 y 21 de la ley 27.610 consagran el derecho a eliminar por el solo
deseo de aquella la vida de su hijo concebido pero aun no nacido, hasta
las catorce semanas de gestación sin dar, brindar, ni tener ninguna
justificación al respecto..
41
salud pública abordado únicamente desde la subjetividad de la gestante
tras actos sexuales consentidos no puede implicar no incluir el derecho
a destruir esa nueva vida de la persona humana, si tal embarazo no es
deseado por ella – de hecho a la persona por nacer no se le pide opinión
-. No hay racionalidad ni proporcionalidad posibles. Se trata de un acto
de antijurídico total. Un eventual problema de Salud Pública solo
abordado desde la salud de la mujer embarazada tras actos sexuales
consentidos no puede implicar el derecho de destruir esa nueva vida de
la persona humana, si tal embarazo “no es deseado”. La racionalidad y
la proporcionalidad no aparecen aquí por ninguna parte. No parece
lógico ni razonable, pretender resolver un problema de salud pública a
través de la muerte de personas humanas inocentes sin que exista en la
madre un motivo proporcionalmente grave que lo justifique.
42
Los arts. 1, 2, 4 primera parte, 5, 16 y 21 de la ley
27.610 aniquilan varios de los derechos consagrados precedentemente
en la Constitución Nacional. Entre ellos el art. 28, cuando establece que
los derechos deben ejercerse de acuerdo a las leyes que reglamentan su
ejercicio, pero sin alterarlos. Expresamente el art. 14 cuando establece
que los derechos deben ejercerse conforme las leyes que reglamentan su
ejercicio, pero sin alterarlos. Por vía de la salud pública enfocada desde
la autonomía de la mujer, exclusivamente, se destruye la vida de miles
de argentinos. También el art. 14 bis cuando le exige al Congreso que
legisle en función de la Protección Integral de la Familia, y en la ley
27.610 proponen situaciones absolutamente disruptivas en la familia,
entre el vínculo más profundo de la sociedad humana que es el que se
da entre una madre y su hijo en gestación. No menos alteración sufre el
derecho a la igualdad ante la ley previsto en el art. 16 de la C.N.,
cuando se crea mediante la ley 27.610 la subespecie humana de los
niños concebidos no nacidos – no deseados – no personas. La ley
27.610 también hace desaparecer el art. 19 de la C.N. al no poner un
freno a las acciones humanas en el daño a terceros.
43
la vida de la persona humana desde el momento de la concepción”
(Considerandos 11, 12 y 14, Fallos: 325:292).
El principio pro homine tiene tres reglas de
aplicación: 1) la primacía de la norma más favorable a la protección de
la persona física (CADH, art. 29 incs. a, b y c); 2) progresividad o
conservación de la norma más favorable al ser humano (CADH, art. 29
inc. d); y 3) aplicación tutelar de las normas (Convención de Viena sobre
el Derecho de los Tratados, art. 31.1).
Asimismo, hay una pauta hermenéutica general en
cuanto a los derechos constitucionales y convencionales, que es su
armonización, según lo resuelto inveteradamente por la C.S.J.N.: “la
máxima interpretativa que establece que los derechos constitucionales
en juego deben armonizarse… la interpretación de la Constitución
Nacional no debe efectuarse de tal modo que queden frente a frente los
derechos y deberes por ella enumerados, para que se destruyan
recíprocamente; antes bien, ha de procurarse su armonía dentro del
espíritu que les dio vida; cada una de las partes ha de entenderse a la
luz de las disposiciones de todas las demás, de tal modo de respetar la
unidad sistemática de la Carta Fundamental” (EDCO, 2005-275); y “no
puede constituir criterio interpretativo válido, el anular unas normas
constitucionales por aplicación de otras, sino que debe analizarse el
conjunto como un todo armónico, dentro del cual cada disposición ha
de interpretarse de acuerdo con el contenido de las demás” (in re: “Hoft,
Pedro Cornelio s/inconstitucionalidad art. 177 – Const. Prov.”, del
7.12.99). A su vez, las normas constitucionales y convencionales son
inmediatamente operativas, aun cuando no se haya dictado ninguna ley
reglamentaria (Fallos: 239:459).
44
El procedimiento regulado por la Ley 27.610 impide
al representante promiscuo de las personas por nacer (artículo 103,
inciso b.i, del C.C.C.N.) defender judicialmente al nasciturus ante la
decisión de eliminarlo, porque dicho funcionario jamás podrá enterarse
del pedido de la progenitora. Entonces nadie podrá ejercer las acciones
individuales de los nasciturus, contra la ley en crisis, solicitando la
protección de su vida. En consecuencia, a dicha clase o colectivo de
personas, sólo le queda este amparo colectivo del art. 43 C.N., con la
tutela de PORTAL DE BELÉN.
45
c) Es universal y, por su expansión, puede ser considerada con carácter
de orden público internacional. (Jus Cogens). d) Es la que mas
claramente protege al niño por nacer de todos los tratados
constitucionalizados.
46
Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá, Perú,
Uruguay y Venezuela.
47
En febrero de 1955, se lleva a cabo el "X Congreso
Panamericano del Niño" en la Ciudad de Panamá. El Congreso
Panamericano del Niño es un órgano del Instituto Interamericano del
Niño, que se reúne cada cuatro años y tiene el carácter de Conferencia
Especializada Interamericana. Sus recomendaciones son divulgadas por
el Instituto que debe procurar su cumplimiento8. Demás esta recordar
que el Instituto Interamericano del Niño es nada más ni nada menos
que un órgano especializado de la OEA para la protección de la infancia.
En el X Congreso y por unanimidad, los Estados Americanos dijeron en
la recomendación cuarta: "Que todos los Estados del continente
americano establezcan para el menor un nuevo derecho, de carácter
social eminentemente tutelar y no punitivo, cuyas normas estén
consignadas en un solo cuerpo legal llamado Código o Estatuto del Niño,
del Menor o de la Familia.” La recomendación quinta establece: “Que los
Códigos del Niño, del Menor o de la Familia, reglamenten todos los
asuntos referentes a la protección integral de los menores, partiendo
desde su concepción biológica hasta su mayoría de edad” 9.
8
SAJON, Rafael, citado por D´Antonio, Hugo en “Derecho de Menores” Edit. Astrea. Bs. As. 1.994.
pág. 47.
9
Boletín del Instituto Interamericano del Niño , Tomo 130, pág. 461.
48
comenzaba con su concepción. Así se explica que todos los Códigos de
Menores o legislación minoril específica que se dictaron en América con
posterioridad al X Congreso, contemplan al "nasciturus" como un niño,
Así es el caso de Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El
Salvador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela 10. En
1959 se reúne el XI Congreso Panamericano del Niño (Bogotá), y allí se
recomienda nuevamente que "Los Estados Americanos deben tomar
medidas para proteger integralmente al niño desde el momento de la
concepción" 11.
10
“Legislación Atinente a la Niñez en las Américas”. Instituto Interamericano del Niño. OEA . Edit.
Depalma, Buenos Aires, 1995.
11
D’ANTONIO, Hugo, “Derecho de Menores”, Ed. Astrea, Buenos Aires, 1994, pág. 45.
49
octubre de 1959, en las sesiones 911a. a 916a. El tema ya había sido
discutido en la Comisión de Derechos Humanos. La Sesión N° 913a. de
la Tercera Comisión fue clave. El proyecto que venía de la Comisión de
Derechos Humanos no tenía en el preámbulo ninguna consideración
sobre la protección al niño antes del nacimiento. Italia había planteado
una enmienda al párrafo tercero del preámbulo en el sentido de que se
expresara que el niño debe ser protegido “...desde el momento de la
concepción.”. La enmienda Italiana suscitaba algún rechazo en estados
orientales, entonces terció la enmienda de Filipinas que fue la que
realmente se aprobó. Esta enmienda decía que debía reemplazarse la
frase “a partir del momento de la concepción” por otra frase que
estableciera que el niño tendría protección “tanto antes como después
del nacimiento”. El Sr. López representante de Filipinas explicaba así su
enmienda: “N° 3... La delegación de Filipinas espera que esta
modificación de redacción permita a los países que no han sufrido la
influencia del derecho romano votar a favor del principio según el cual
el niño tiene derecho a protección desde antes del nacimiento.
50
no están preceptuados, por cierto, más que en las legislaciones que
admiten el principio según el se considera al niño nacido desde el
momento de su concepción. No hay que olvidar que muchos países que
no reconocen ese principio deben, sin embargo, estar en condiciones de
aprobar el proyecto de declaración N° 14. La enmienda filipina, que
emplea la fórmula más amplia “tanto antes como después del
nacimiento”, resuelve esa dificultad. Esa enmienda no es una
transacción -prosigue el árabe- Asegura una protección de los derechos
del niño tan eficaz como la enmienda italiana, pues el período anterior
del nacimiento se remonta evidentemente hasta la concepción...”. La
enmienda filipina es aprobada por 58 votos a favor, uno sólo en contra y
10 abstenciones.
51
puede quedar entonces de las intenciones de los Estados Americanos
respecto a su compromiso con la protección internacional del
“nasciturus”. Además la Declaración ha establecido como principio N°
cuarto que “...El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad
social. Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este
fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados
especiales, incluso atención prenatal y postnatal....”
52
preámbulo, los derechos humanos que consagra no dimanan sino de la
propia persona humana, de la condición natural humana. No dependen
de una situación cultural determinada, sino que responden a las
necesidades y tendencias de la naturaleza humana. Estos derechos no
han sido atribuidos por el Estado o la Comunidad Internacional, no
resultan una concesión que determinada sociedad hace al hombre; en
ultimo análisis su fundamento se hallara - como recalca el preámbulo
de la Convención - en los atributos de la persona humana 12.
12
CHUECA, Sancho. “Los Derechos Humanos protegidos en la Convención Americana de San
José”, 1969, Revista Española de Derecho Internacional, 1-3-80.
53
protegió al "nasciturus", la Convención no puede dejar de hacerlo,
sólo puede aumentar la protección, nunca disminuirla.
54
reconocimiento a la personalidad jurídica del "nasciturus" que dependía
en América de lo que resolviera la ley personal, es decir cada
ordenamiento civil al cual estuviera sujeto el niño no nacido, a partir de
la Convención Americana, cualquier defecto o falta de reconocimiento
en el derecho interno, será suplido por el Pacto de San José de Costa
Rica. Esto está prescripto enfáticamente en dos artículos de la
Convención: El art. 1 inc. 2 dice claramente que "... para los efectos de
esta Convención, persona es todo ser humano”. ” En plena concordancia
lógica con este postulado, el art. 4 reconoce el derecho de "toda persona
a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por ley en general
a partir del momento de la concepción nadie puede ser privado de la vida
arbitrariamente". La concatenación lógica de las dos normas venía
impuesta a partir de la equiparación de: persona = ser humano, que
efectúa el art. l. Si persona es todo ser humano, y está fuera de toda
duda que el "nasciturus" es un ser humano, no hay duda de que el niño
no nacido es persona y tiene el derecho a la vida que consagra el art. 4.
55
No puede dudarse que la concatenación lógica de las
normas antes mencionadas es perfecta.
56
de la universalidad e inmutabilidad de los atributos esenciales de los
seres humanos.
57
del art. 4., por lo que en el trabajo interpretativo, uno de los términos
deberá forzosamente prevalecer sobre el otro y así se podrá encontrar el
sentido correcto. Si el término “en general” significa lo que afirma la
CIDH en “Baby Boy” , el término “Toda Persona” debe entenderse de
otra forma más o menos así: "generalmente la persona tiene derecho a
que se respete su vida..." Es decir, estamos frente a un absurdo que
tendrá implicancias sobre toda la Convención, porque el término “toda
persona” -sin excepciones-, abre casi toda la formulación de derechos
en cada artículo de la Convención, es decir que el absurdo en el art. 1
repercute en toda la Convención, al fallar la consideración del primer
derecho y fundante de todos los demás (Derecho a la Vida). Por lo tanto,
tenemos la absoluta confirmación que la interpretación efectuada de
esa forma ha sido errónea. En estas hipótesis el término “en general”
prevalece sobre el término “toda persona”.
58
prosigo la demostración de ello. Dice el art. 4 de la Convención: "Toda
persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará
protegido por la ley, y en general, a partir del momento de la
concepción...". Reiterando que el término “en general” ha pretendido ser
interpretado por la CIDH en el sentido de que los Estados no han
querido otorgar protección internacional absoluta a todos los niños no
nacidos, comienza la prueba demostrativa del absurdo oponiendo esa
errónea interpretación con el postulado del art. 24 de la misma
Convención cuando dice: “Todas las personas son iguales ante la ley".
La premisa: "Generalmente las personas tienen derecho a que se
respete su vida" es contradictoria con otra que establezca que: "Todas
las personas son iguales ante la ley". Seguir sosteniendo la
interpretación de la CIDH respecto al término “en general”, es enervar y
destruir en la Carta Magna de los Derechos Humanos de América, el
principio general de derecho más importante de occidente que afirma
que: "Todas las personas son iguales ante la ley", y ese es un precio
demasiado caro por sostener el término “en general”.
59
discriminación, a igual protección de la ley." Con ello se prueba que si
el término “en general” significa que la mayoría esta protegida en su
derecho a la vida y que otros no lo están, el art. 24 se transforma en un
grafismo inerte carente de sentido alguno. Confrontado el término “en
general” con el art. 24, se despeja cualquier duda interpretativa. Es más
lógico que el término “en general” se transforme en un grafismo inerte y
no que eso suceda con el art. 24 que contiene una norma universal con
carácter de principio general del derecho de las naciones civilizadas,
que es la base de todo el desarrollo jurídico de occidente y que debe ser
tenido especialmente en cuenta al resolver un litigio internacional
según el art. 38, inc. c, del Estatuto de la Corte Internacional de
Justicia. Si el término “en general” significa lo que la CIDH pretende en
“Baby Boy” el art. 24 de la CADH debería ser reformado por otro que
dijera: "No todas las personas son iguales ante la ley..."
60
requieren por parte de su familia, de la sociedad y del Estado”. Hemos
visto que para los Estados Americanos el "nasciturus" es un niño que
merece toda protección, en consecuencia, de sostenerse la
interpretación del término “en general” que afirma la mayoría de la
CIDH en “Baby Boy”, también queda volatilizado este artículo. Para los
Estados Americanos, el "nasciturus" es un niño. Así lo reflejan los
dictámenes del Instituto Interamericano del Niño, y especialmente el X
Congreso Panamericano del Niño. Así lo reflejan los Códigos Civiles y los
Códigos del Menor de los Estados Americanos, antes y después de la
firma de la Convención, como ya lo hemos visto y lo veremos en los
puntos que siguen. Si esto es así, todo niño no nacido debe tener la
protección de su familia, la sociedad y el Estado, y no solo algunos
niños, toda vez que el art. 24 se refiere a "todos" y no a "algunos" niños.
61
al delegado de Brasil que “en el orden internacional de los derechos
civiles y políticos, no compete a la legislación interna juzgar sobre eso.”
El delegado de Ecuador pidió que se retire el termino “en general”, y que
quede redactado así: “este derecho estará protegido por ley a partir del
momento de la concepción”. El presidente de la Comisión Sr. Gonzalo
García Bustillos, toma la palabra y cierra el debate con estas palabras:
“...que como delegado de su país (Venezuela), estima que en cuanto al
derecho a la vida, desde el momento de la concepción del ser humano,
no puede haber concesiones y que juzga inaceptable una Convención
que no consagre dicho principio...”. Luego de la clara afirmación del
Presidente, éste pone a votación el inciso en cuestión, el que es
aprobado sin modificaciones. Es decir queda como ingresó el proyecto13.
13
Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos. 7 al 22 de noviembre de
1969. Actas y Documentos. Comisión Primera, págs. 159/60.
62
en medida considerable la idea de la supresión arbitraria de la vida. Por
otra parte no fue menos discutido el tema de la pena de muerte;
destacándose los criterios de la delegación del Uruguay, Honduras y
Costa Rica, los cuales buscaron una fórmula conciliatoria en atención a
las corrientes supresivas de esa pena en el ámbito regional americano.
...Otro tema de intenso debate en la discusión de este artículo fue el
concepto de delito político... Por lo demás el artículo aprobado conservó
prácticamente el texto del proyecto” 14.
14
MONROY CABRA, Gerardo, en Seminario Regional de la OEA – 1980, pág. 37.
63
que no aceptaba ninguna reserva que no garantice en forma absoluta el
derecho a la vida de una persona inocente. Cualquier Estado que
hubiera discrepado con la actitud de Costa Rica de no aceptar estas
reservas interpretativas contra el derecho a la vida de un inocente,
le hubiera respondido, pero la repuesta fue el silencio, el mismo
silencio que cuando el Presidente de la Comisión primera cerrara el
debate afirmando que el derecho a la vida desde la concepción era
“innegociable”. El innegable triunfo de la postura de Costa Rica,
unida al cierre del debate en la Comisión primera cuando el presidente
de la misma expresó que el derecho a la vida desde la concepción era
innegociable y la aceptación de los Estados, al momento de la firma de
la Convención, solo podía ser modificada con alguna reserva al
momento de la ratificación o adhesión 15.
15
Conferencia Especializada de Derechos Humanos. Actas y Documentos, Comisión Primera,
págs. 159/60.
64
“en general” le prohibía legalizar en el futuro prácticas abortivas, es
decir lo entendió absolutamente al revés de D’Abranches y su producto
“Baby Boy”. La comprensión del problema que hace México demuestra
que ha triunfado claramente en la Convención la protección
internacional del “nasciturus”. La reserva mexicana al pretender
conculcar el derecho a la vida de un ser humano inocente no puede
sostenerse. La Convención Americana en su art. 75, remite a la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de l969, y dicha
Convención no admite reservas contra el objeto y fin del tratado 16.
65
a) Toda persona inocente de graves delitos tiene el
derecho absoluto a la vida. (Art. 4 de la Convención Americana.)
66
La Convención ha significado un gran avance para la
protección de los niños no nacidos. El día 20 de Noviembre de 1989, en
el seno de la Tercera Comisión de la Asamblea General, el Sr.
Representante de la República Federal de Alemania, expresaba
conceptos que sintetizaban lo que fue un gran día para la dignidad de la
vida humana naciente. El citado representante germano decía horas
antes de la firma de la Convención que “el proyecto ya no da la
impresión de que renuncia al principio enunciado en la Declaración de
los Derechos del Niño de 1959 de que el niño debe ser protegido incluso
antes del nacimiento. Si se tiene en cuenta el art. 31 de la Convención
de Viena, del 23 de Mayo de 1969, según el cual un Tratado debe
interpretarse de buena fe y teniendo en cuenta su objeto y fin, el
párrafo noveno del preámbulo representa un gran triunfo...” 17.
17
E/CN 4 /1989/SR 54. CIDN.
67
anteriores del presente, pero conviene recordar el comentario del
representante de Arabia Saudita en 1959 sobre las dos enmiendas
propuestas al preámbulo de 1959: ”... N° 12.... La propuesta tendiente a
insertar las palabras “desde el momento de la concepción” suscita vivas
controversias, y hay que reconocer que la expresión “fron the moment of
his conception” que figura en el texto ingles de la enmienda italiana
revisada y la subenmienda italiana, plantea dificultades de
interpretación. Es imposible en efecto determinar el momento exacto de
la concepción. ¿Se trata de la concepción en sentido médico o de
momento de la concepción como resulta de la aplicación de los plazos
legales del embarazo? Esos plazos no están preceptuados, por cierto,
más que en las legislaciones que admiten el principio según el se
considera al niño nacido desde el momento de su concepción. No hay
que olvidar que muchos países que no reconocen ese principio deben,
sin embargo, estar en condiciones de aprobar el proyecto de declaración
N° 14. La enmienda filipina, que emplea la formula más amplia “tanto
antes como después del nacimiento”, resuelve esa dificultad. Esa
enmienda no es una transacción - prosigue el árabe - Asegura una
protección de los derechos del niño tan eficaz como la enmienda
italiana, pues el periodo anterior del nacimiento se remonta
evidentemente hasta la concepción...”
68
art. 1º de la Constitución Alemana que dice así: “Los derechos generales
de las personas son igualmente aplicables a los niños que están por
nacer, incluso desde el momento de la concepción...” 18.
Esas disposiciones a las que se refiere el profesor polaco son sin duda
dos fundamentales: a) La inclusión en el noveno párrafo del preámbulo
del reconocimiento de que se es niño antes de nacer, y como todo niño
el “nasciturus” debe ser cuidado y protegido especialmente. b) A raíz de
la inclusión de ese concepto de niño antes de nacer, expuesta en el
preámbulo, hubo de reformarse el art. 1º del Proyecto que definía al
niño desde el nacimiento hasta los dieciocho años, por otra definición
que expresara que “niño es todo ser humano hasta los dieciocho años”.
Al entrar en el preámbulo este principio, entraba lisa y llanamente en el
texto del tratado, toda vez que la Convención de Viena en su art. 3l, inc.
18
E/CN 4/1989/SR.54, pág. 19. CIDN
19
A/C.3/44/ SR.38, pág. 3. CIDN.
69
2, establece que el análisis del texto será en el contexto de éstos, y el
contexto se forma del texto, el preámbulo y los anexos.
20
A/C.3/44/ SR.38, pág. 7. CIDN.
21
A/C.3/44/ SR.39, pág. 9. CIDN.
70
El representante del Nepal, advirtiendo que la
Convención retomaba la protección del niño desde antes de su
nacimiento, expresaba a través de su representante que su Gobierno
“...Ha implantado políticas concebidas para promover el bienestar físico
del niño incluso antes de nacer gracias a cuidados prenatales...” 22.
22
A/C.3/44/SR. 38, pág. 12. CIDN.
23
A/C.3/44/SR. 39, pág. 9. CIDN.
24
A/C.3/44/SR. 42, pág. 12. CIDN.
71
No puede dudarse que las razones del cambio
operado responden sin duda a la acción mediata e inmediata de los
Estados Americanos. La acción mediata se encuentra expresada en la
actitud de los Estados Americanos en los debates de la Declaración de
los Derechos del Niño de 1959, donde apoyaron masivamente el
reconocimiento de los derechos del niño a partir de la concepción, y así
obtuvieron el reconocimiento de toda la Comunidad Internacional a
estos derechos, cuando la Declaración incorporó en su preámbulo el
principio de que el niño necesita protección y cuidados especiales tanto
antes como después de su nacimiento”. Esta fórmula, hoy universal, no
se hubiese logrado sin la acción concertada de los Estados Americanos,
como quedó demostrado en esta investigación. La acción de los Estados
Americanos en los debates de l959 que ya hemos estudiado, marcan un
punto de inflexión sin retorno a favor de la protección del niño no
nacido. El gran reconocimiento universal de 1959 no es para los
Estados Americanos más que la reiteración de una práctica por ellos
siempre sostenida.
72
Argentina expresó en el seno de la Tercera Comisión
de la Asamblea General el día 14 de Noviembre de 1989, que “…celebra
que el preámbulo que el proyecto de Convención se haya incluido el
concepto de que el niño necesita protección y cuidados especiales
tanto antes como después de su nacimiento. Ese enunciado
garantizará una condición biológica y social igualitaria que redundará
en beneficio del mejor desarrollo del niño” 25. Además, Argentina al
ratificar la Convención Sobre los Derechos del Niño, efectúa una reserva
interpretativa en el sentido de que entiende que cuando la Convención
afirma que niño es todo ser humano hasta los dieciocho años, está
comprendido el "nasciturus" a partir de la concepción, en un todo de
acuerdo con su legislación interna. Argentina comienza a estudiar el
proyecto que los expertos de Naciones Unidas producen en 1988. En
ese estudio el grupo argentino integrado por representantes del Estado
y de las ONG especializadas y otras de acción comunitaria cuestionan el
art. l del Comité de Expertos en cuanto define "...es niño todo menor
desde el nacimiento hasta los dieciocho años"...Argentina propone su
cambio por una norma que establezca "...es niño todo menor desde su
concepción hasta los dieciocho años." Tuvo éxito el planteo y en
segunda lectura de la Comisión de Expertos, la Comisión de Derechos
Humanos, en 1989, modificó el proyecto en su art. 1° y se aceptó la
siguiente fórmula: "...Se entiende por niño a todo ser humano menor de
l8 años...". Mediante la ley 23.849 de l990, Argentina ratificará la
Convención sobre los Derechos del Niño, con la reserva unilateral
interpretativa de que "se es niño desde la concepción en el seno
25
A.C.3/44/SR. 41, pág. 11. CIDN.
73
materno". Luego en la reforma de la Constitución de 1994, Argentina
otorgará a la Convención Sobre los Derechos del Niño, jerarquía
Constitucional 26. En virtud de ello, no puede dudarse que para la
Argentina, el "nasciturus" tiene protección plena constitucional, como
ya la tenia antes por el art. 33 de la C.N., y ello no sólo por la reserva
interpretativa, que estimó sobreabundante atento la claridad de la letra
y el espíritu de las normas, sino por todo lo que significa la génesis y
desarrollo de la Declaración de l959 y la Convención de l989. La
fórmula transaccional adoptada por el art. 1° de la Convención en
cuanto determina que "Niño es todo ser humano hasta los dieciocho
años...", es solo transaccional en apariencia, y significa un triunfo de la
posición tradicional de los Estados Americanos, es decir es un triunfo
de la protección del "nasciturus", toda vez que en el siglo XX se puede
haber negado con pertinacia que el niño no nacido sea persona para el
derecho, lo que nadie se ha obstinado en negar es que tenga existencia
y que esa existencia sea humana, con lo cual la formula de la
Convención es un triunfo inconmensurable para la causa de la vida
humana naciente, no tanto en América Latina, donde tradicionalmente
ha sido siempre así, sino en el resto del mundo, donde los niños no
nacidos están expuestos a ataques y procedimiento de destrucción
masiva, que asombraran a los historiadores del futuro. Tratándose la
Argentina de un Estado Federal, conviene también tener en cuenta que
las Constituciones Provinciales de la década del 80, consagran el
absoluto derecho inviolable a la vida del niño no nacido.
26
SAJON, Rafael, “Derecho de Menores”, Ed. Depalma, Buenos Aires, 1995, págs. 461/2.
74
Comité de los Derechos del Niño. La CIDN crea el
Comité de los Derechos del Niño.
75
través de sus representantes y ello no puede ser luego obliterado por
ningún Comité de expertos. Al tratado le concierne solo el tratado
tal como las partes lo entendieron y en el marco del art. 31 de la
Convención de Viena. Un conjunto de expertos no puede subrogar la
responsabilidad y voluntad de los Estados firmantes y de los
parlamentos que lo ratificaron.
76
distinguir protección jurídica al “nasciturus” durante los distintos
plazos del embarazo, sino en el sentido de expandir regional y
universalmente su sistema jurídico que protege la vida humana a
título de persona desde la concepción. La participación argentina
en dicha Convención corona el esfuerzo.
77
Como si quedara alguna duda, cuando la
República Argentina ratifica la CIDN mediante ley 23.849, estableció en
el art. 2 párrafo 2 que con relación al art. lro de la CIDN , “…la
República Argentina declara que el mismo debe interpretarse en el
sentido de que se entiende por niño todo ser humano desde el
momento de la concepción hasta los 18 años de edad….”
78
Citando a Manuel Diez de Velasco Barrera
Buteler afirma que el autor español “…ha destacado el carácter no
formalista del concepto de reserva que adopta la Convención de Viena y
dice que “la definición adquiere así un carácter amplio, comprendiendo
no sólo las reservas que excluyen la aplicación de cláusulas, sino
también las llamadas declaraciones interpretativas siempre que
éstas, al precisar el alcance y exacto contenido que tales disposiciones
tienen para el Estado autor de las mismas, restrinjan el alcance de tal
aplicación, modificando los efectos jurídicos de ciertas disposiciones”
(Diez de Velasco, Manuel; “Instituciones de Derecho Internacional
Público”, Tecnos, Madrid, 1999, 12ª edición, pag. 144).
79
Culmina el tema Barrera Buteler afirmando que “…
Por otra parte y en lo que hace a los efectos de la declaración
interpretativa en cuanto al Derecho Constitucional interno, el hecho de
que la Ley Nº 23.849 haya sido sancionada, promulgada y publicada en
1990, es decir antes de que tuvieran lugar las deliberaciones de la
Convención Constituyente de 1994, que dispuso darles jerarquía
constitucional a sus disposiciones, refuerza claramente la idea de que
estuvo en la voluntad del constituyente otorgarle esa jerarquía normativa
a la declaración según la cual a partir de la concepción ya hay un niño,
titular de todos los derechos que se mencionan en el pacto
constitucionalizado y de todos los demás que se reconocen a todo hombre
por los demás tratados y por la propia Constitución Nacional como
inherentes a la dignidad natural de la persona humana.”.
80
ley de convocatoria y habida cuenta de la resistencia de un importante
sector de la Convención a debatirlo, no solo por la apelación a los
términos de la ley 24.309 sino también por motivos sustantivos o
conceptuales, el grupo de convencionales que pugnaba por el
tratamiento de la cuestión entendió que la incorporación de la expresión
“…en las condiciones de su vigencia…” referida a los tratados
individualizados por el art. 75 inc. 22 segundo párrafo, permitía elevar a
la jerarquía constitucional la reserva realizada por la República
Argentina (entender por niño a todo ser humano desde el momento de
la concepción y hasta los 18 años de edad) a la CIDN…”
81
niño a todo ser humano desde la concepción hasta los 18 años de edad
y que luego afirma en el art. 6 que “todo niño tiene derecho a la vida”,
no a veces ni generalmente, si se pretende considerar en la ley 27.610 a
los niños no nacidos no deseados hasta las catorce semanas de
vida, ya no como personas, ya no como niños, sino como simples
“fenómenos” que dependen del deseo de su madre para vivir, era
necesario el dictado de una ley específica –con dos tercios de los
votos de la totalidad de ambas cámaras que le quitara jerarquía
constitucional a la reserva-, lo que evidentemente no hicieron.
82
las mayorías necesarias que la C.N. prevé le quita efectos protectivos a
los derechos humanos de la infancia consagrados en la CIDN en las
condiciones de su vigencia en nuestra patria.
83
La CIDN manda a razonar y a actuar
exactamente al revés de la ley 27.610. Si a raíz de embarazos no
deseados hay abortos, el PEN tendría que trabajar para que ello no
suceda, ayudando a las familias a cumplir sus roles primarios, pero
nunca podría tomar una decisión exactamente al revés del principio el
interés superior disponiendo, como lo hace, la entrega masiva de
misoprostol en todos los centros de salud – sin advertiles a las mujeres
los efectos secundarios de dicha droga- y, además, mediante
eliminación quirúrgica de dichos niños.
84
No es razonable, ni contiene ningún elemento de
proporcionalidad, que por el sólo deseo arbitrario de la gestante se
termine eliminando un ser humanos indefenso, vulnerable si lo hay.
85
que solo la gestante pueda a su arbitrio, hasta las catorce semanas de
vida del “nasciturus”, decidir si le otorgará o no el derecho a la vida a
su hijo ya engendrado, dando por tierra con todos los derechos y
obligaciones que la CIDN había puesto en la cabeza de ambos padres
para la crianza y desarrollo del niño, teniendo en cuenta su interés
superior.
86
Por aplicación de guías similares a la ley 27.610 en
las provincias sabemos que: a) hace imposible investigar si el embarazo
fue o no producto de una violación; b) las mujeres saben que el aborto
es gratuito y nadie investigará si ha sido “legal” o no; c) en los casos
reales de embarazo por violación, como la mayoría suceden en el
entorno doméstico, se elimina la prueba y se perpetúa la situación de
abuso sobre la mujer.
87
Pero esta droga misoprostol es mala hasta para
matar. Tiene una tasa de fallos entre el 12% y el 25% de los casos, con
lo cual muchas veces los niños terminan naciendo, pero con 35 tipos de
anomalías detectadas. Basta leer el prospecto que se adjunta para el
producto Misop 200 para darse cuenta de lo terrible que es para un
niño el misoprostol, ya que o lo mata o lo deja con severas
discapacidades si nace con vida. Basta leer en el prospecto las
contraindicaciones y las reacciones adversas posibles para darse cuenta
de a qué sometemos a nuestras mujeres con un aborto con
misoprostol. En cambio a las españolas se les da información más
completa en el prospecto del Cytotec 200 mg donde se les advierte de
las graves anomalías fetales que suceden. Se adjunta el prospecto
correspondiente surgido del vademécum español.
88
El texto produce escalofríos. Se presenta la mujer,
incluso horas previas al nacimiento, afirma al personal de salud que
la atiende que ha sido violada y suscribe una declaración jurada – o
sea un formulario pre impreso en papel - que queda en poder de la
persona que le atiende y se realiza el aborto. El niño muere aunque por
el desarrollo del embarazo sea viable, y sea mucho menos riesgoso
hacerlo nacer y darlo en adopción, que destruirle el cerebro en el canal
de parto para que nazca muerto. Esta técnica se llama aborto de
nacimiento parcial y está muy difundida en los países que admiten el
aborto en los nueve meses de gestación.
89
Con solo una declaración jurada se podrá eliminar al
niño hasta el día mismo de nacimiento, sin que la persona gestante
deba comunicar absolutamente nada de lo que supuestamente pasó. La
vida del niño, evidentemente, no vale nada para los autores de la ley
27.610.
90
consentimiento de su representante legal deberá ser requerido para el
aborto…”.
91
consentimiento de su representante legal …”. Es el mismo texto de la
ley 17.567, y reaparece el aborto “sentimental”.
92
pocas palabras, el papelito –declaración jurada- importa cero riesgo
para la persona que mienta a sabiendas. Se darán casos, entonces, de
abortos a petición camuflados hasta el mismo momento en que el bebé
esté listo para el nacimiento.
93
se hace, según el Presidente de la Nación, para mantener la misma
formula que el art. 86 de 1921 en materia del concepto de salud.
94
abre los caminos a un concepto de salud como el de la OMS que tiene
tanta amplitud que prácticamente no existe mujer embarazada que se
encuentra en dicho estado de cuasi perfección y, por lo tanto, podría
destruir en los nueve meses de gestación a su hijo engendrado. Se
pierden todos los derechos de los niños por nacer.
95
de derechos de primera magnitud custodiados en los artículos ya
mencionados de la CIDN (arts. 1,3,6.).
96
los nueve meses del proceso gestacional, como que en realidad no
fueran personas, en abierta violación de las normas invocadas de la
CIDN.
97
calidad del agente, que debe ser un médico diplomado; b. el
consentimiento de la mujer embarazada y c. la finalidad de evitar un
grave peligro para la vida o la salud de la madre que no pueda ser
evitado por otros medios.” (D'ALESSIO, Andrés J.: Código Penal.
Comentado y anotado, parte especial. Buenos Aires).
98
Lo realmente increíble es con la frivolidad y
desprecio que una resolución de un Ministro, el Protocolo se lleva
puesta la Constitución Nacional y la de las Provincias, al propio Código
Civil.
99
el art. 86 del C.P. no existe más la cláusula que garantizaba el balanceo
entre el derecho a la vida y el derecho a la salud del binomio madre-
hijo. Más grave aún, perfora el art. 3 inc. 3ro de la Convención
Internacional Sobre los Derechos del Niño, que establece que en
cualquier decisión que lo pueda afectar al niño, tiene que prevalecer su
interés primordial y el Protocolo razona al revés y subordina la vida del
niño, que es su bien más preciado, a un daño futuro de su madre,
que hoy no está presente y para ese daño futuro, pronosticado
simplemente sin importar la intensidad o calibre que tenga, sea
leve o grave.
100
aborto por un eventual daño mental, actual o futuro, si no está obligado
a interactuar con un psiquiatra, ni con un psicólogo como condición
previa e indispensable para eliminar al niño? ¿Cómo podría determinar
el médico tratante la existencia de la causal social, sino interactúa con
una asistente social? Y en el caso de hacerlo, ¿Qué asistente social
podría afirmar que ese daño social no puede evitarse por otros medios?
101
salud pero con factores predisponentes, la continuación del embarazo
puede constituir un factor de precipitación de una afectación.
Asimismo, en los casos con enfermedades crónicas o agudas, la
continuación del embarazo puede actuar como un factor de
consolidación de la enfermedad, como por ejemplo su cronificación,
aparición de secuelas o incluso la muerte.”
102
aquel que se realiza con el fin de recuperar la salud o salvar la vida de
la madre amenazada por el proceso de gestación- es considerado un
caso de estado de necesidad, comprendido en la norma general del art.
34, inc. 3 del Código Penal, en virtud del cual se trata de causar un mal
para evitar otro mayor. A tal fin, surge clara la necesidad de tomar en
consideración el valor relativo de los bienes en conflicto (conf. Fontán
Balestra, Carlos, Derecho Penal -Parte Especial-, Abeledo-Perrot, 13o
ed., 1992). Esta decisión, que requiere la participación necesaria del
médico para que se configure la causa de justificación, queda a
resguardo de la autoridad de los jueces, y debe ser adoptada por los
padres y de acuerdo a lo que indica la ciencia médica.”
103
posible de subsanar por otros medios que no requieren vulnerar las
garantías del menor que, como se dijo, deben prevalecer”
104
respecto a este último requisito los autores dicen: “Además, el aborto
debe haber sido decidido a fin de evitar un grave peligro para la vida o
la salud de la madre, pero esa finalidad solo influirá en la impunidad
cuando el peligro no pueda ser evitado por otros medios distinto
del aborto” (Carlos Creus y Jorge E. Boumpadre en su libro Derecho
Penal Parte Especial, Tomo I, Astrea, 2007, pág 66).
105
gravedad concurre cuando ella es la afectada. Tratándose de la salud,
del funcionamiento orgánico, esta nota se advierte más claramente,
puesto que lo insignificante o intrascendente no autoriza el aborto
(Nuñez, 341). Todo otro peligro que no sea para la vida o la salud queda
excluido (Laje Anaya, I, 62/63): conservar la belleza, evitar el aumento
desmedido de la familia o los problemas espirituales y familiares). La
disposición exige que se actúe con el fin de evitar aquel peligro. Si la
finalidad de evitar aquel peligro puede alcanzarse por otras vías que
sean menos dañosas, la muerte del feto no es lícita. La licitud de la
conducta está expresamente supeditada a la condición de que el peligro
no pueda ser evitado por otros medios. Habiendo varias posibilidades
no se beneficia al médico que hace uso de la más cómoda o rápida sino
al que realiza lo que es indispensable (Nuñez, P.Esp.,37)” (Della Vedova,
Estudios de las figuras delictivas, Tomo I, Advocatus, Año 1994, pàg
90). (El subrayado nos pertenece).
106
salud a los Estados provinciales es, sencillamente, destruir al sistema
constitucional. Sólo el Poder Judicial puede ponerle freno. Ese es el
profundo sentido ético de esta acción de amparo.
107
Ahora bien, esta ley no garantiza el estado de paz en
la sociedad, porque permite la destrucción del vínculo más profundo de
la sociedad humana que se verifica entre una madre y el niño que lleva
en su seno. Es el quiebre más profundo de la sociedad, es la prolífica
“madre de todas las grietas”. Es la ruptura más profunda que se puede
advertir y ello nunca puede ser considerado un “derecho” de una
comunidad que se precie de tal. Y nadie podrá imaginar siquiera que
traerá la paz a dicha comunidad.
108
Las violaciones de los derechos constitucionales que
sufren los niños no nacidos con la sanción y promulgación de la ley
27.610 son evidentes, palmarias, saltan y nos gritan a la vista,
surgen del propio texto de las normas impugnadas a poco que se las
confronte con el resto del ordenamiento jurídico constitucional de
la República. Ello justifica plenamente la vía procesal del amparo
previsto en el art. 43 de la Constitución Nacional para el pronto
reestablecimiento de los derechos conculcados.
109
La vía del amparo colectivo es la única vía idónea
para la protección efectiva del derecho a la vida de las personas por
nacer; puesto que, de lo contrario se vulnerarían todos los derechos
reconocidos a los niños, incluso desde antes de su nacimiento. Si la
madre es quien puede resolver que el niño no nazca y el Estado obliga a
los centros de salud a consumar la voluntad de la gestante bajo pena de
cárcel, es por demás evidente que sólo la actora puede ejercer la
representación legal de este colectivo, el cual ha sido invisibilizado por
la ley en crisis. Y ello pesa a que dicho colectivo es especialmente
vulnerable ya que “por su falta de madurez física y mental, necesita
protección y cuidados especiales tanto antes como después del
nacimiento” (cfr. Preámbulo de la Convención sobre los Derechos del
Niño). Precisamente por ello, el art. 43 de la C.N. fue proyectado para
evitar una “forma de discriminación”, como la que surgiría si esta
categoría o clase fuera excluida de un pleito en defensa del fundante y
principal de sus derechos constitucionales: la inviolabilidad de su vida
perpetrada por una ley nacional.
110
El Punto “2. En los procesos colectivos referentes a
intereses individuales homogéneos: “a) la causa fáctica o normativa
común que provoca la lesión a los derechos:”: En este caso, la normativa
común que aniquila derechos de los niños por nacer (arts. 1, 2, 4, 5, 16
y 21 ss y cc de la ley 27.610, en cuanto permiten la eliminación de los
niños no nacidos como si carecieran de derechos en la República
Argentina. “b) que la pretensión está focalizada en los efectos comunes”:
La pretensión está focalizada en los efectos comunes que por la
aplicación de los artículos cuestionados, se dañan en forma actual e
inminente el derecho humano básico a la vida y a la salud de los niños
consagrados en la Convención Internacional Sobre los Derechos del
Niño. (arts. .1,3,6, 19 y 24 )
111
“b) justificar la adecuada representación del
colectivo;”: Este recaudo fue desarrollado en los ítems .
Representación” y Legitimación” “
112
Atento lo expuesto, corresponde tener por cumplidos
los recaudos indicados y se dé curso a la presente acción y cautelar
solicitada, conforme se expone a continuación.
113
existe peligro en mantener la situación actual (“periculum in mora”), y
la cautela no puede obtenerse por otro medio que no sea la medida
precautoria solicitada.
114
En consecuencia, los jueces se encuentran en
condiciones de suspender –en este caso, parcialmente- la aplicación de
la ley 27.610, sin que a ello obste a la presunción de legalidad ni el
carácter ejecutorio que de ellos se predica.
2. Peligro en la demora
115
minorice durante la sustanciación del proceso tendiente a su
reconocimiento.
116
b) los derechos a la salud y a la vida cuyo amparo se
persigue son plenamente verosímiles;
117
claramente introducido el caso federal por ante la CSJN y para el caso
hipotético de que no se consiguiera en la sentencia a dictarse la tutela
pretendida, recurrir ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación,
por la vía prevista en el artículo 14 de la Ley 48 por la violación de los
arts. 1,3,6,19 y 24 de la CIDN y arts. 14,14 bis, 16, 19, 29 ,33 ss y cc
de la Constitución Nacional.
DOCUMENTAL
118
d. Sentencia de la C.S.J.N. recaída en autos Portal de
Belen c/ Ministerio de Salud y Acción Social de la Nación
S/Amparo-“ de fecha 05-03-2002.
119
https://www.buenosaires.gob.ar/sites/gcaba/files/situacion_y_respues
ta_version_web_17-2-2020_final_0.pdf y
https://www.buenosaires.gob.ar/sites/gcaba/files/situacion_y_respues
ta_en_ssyr._caba_2019_para_publicar.pdf . En caso de ser desconocidas
o impugnadas por la demandada o eventualmente por terceros
interesados dejamos ofrecida subsidiariamente la prueba informativa a
fin de que el referido organismo remita copia certificada de tal
documental.
120
INFORMATIVA
PERICIAL
121
Signature Not Verified
Digitally signed by PAULA
PONTE
Date: 2021.02.02 11:43:17 ART