MARIA Madre y Discipula
MARIA Madre y Discipula
MARIA Madre y Discipula
MADRE
Y
DISCIPULA
Guatemala 2004
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MARIA
EN LA HISTORIA
DE LA SALVACION
INTRODUCCION
2
Con estos folletos deseamos contribuir a la formación de los
miembros de la comunidad eclesial y a la realización de una pastoral
mariana más auténtica.
Introducción
En ella se propone el tema y se plantea un marco global de
comprensión.
Desarrollo del tema
3
De manera sintética se abordan los aspectos fundamentales del
argumento. La propuesta de los contenidos temáticos se hace
de manera puntual, evitando secuencias y argumentaciones
complicadas y complejas.
Criterios
Se exponen en esta sección algunos elementos
complementarios, aclaratorios o problemáticos relacionados
con el tema tratado.
Resumen
Se recogen de forma sintética los contenidos esenciales sobre
los que se ha reflexionado en el fascículo. Ayuda a las
personas a valorar y retener lo esencial del argumento.
Preguntas para el diálogo
Estos materiales pueden ser utilizados por grupos eclesiales y
parroquiales. Las preguntas relacionan el tema expuesto con
las situaciones de la parroquia y de la Iglesia Local.
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CLAVES PARA INTERPRETAR A MARIA
Es normal en la marialogía recurrir a un principio fundamental que
sustente, integre y unifique todos los demás elementos, que se dicen sobre
María. Podemos señalar que históricamente se han dado tres intentos en esa
dirección:
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María vista desde su condición de mujer
L. Boff y otros estudiosos(as) han tratado de elaborar la reflexión
teológica sobre María a partir de su condición de mujer. Estas
personas consideran que el principio articulador de toda la
Marialogía ha de ser “lo femenino”. Es una perspectiva novedosa,
que toma muy en cuenta la sensibilidad cultural de nuestra época.
6
Que en la historia de la salvación se pueden señalar algunos
momentos más significativos que marcan etapas, fases o
procesos que tienen repercusiones ulteriores, por ejemplo
Antiguo Testamento, Nuevo Testamento, Iglesia primitiva,
Historia de la Iglesia posterior. Dentro de cada uno de ellos se
pueden hacer distinciones más particulares;
Al colocar a María en el contexto general de la historia de la
salvación, la situamos en el horizonte global de la
comunicación y actuación de Dios en la historia de la
humanidad. De esa forma la relacionamos con la totalidad de
la revelación y salvación cristiana católica, indicando tres
momentos particularmente importantes: María y Jesús; María
y la Iglesia del primer siglo y María y la Iglesia de los siglos
II-XXI.
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sino narraciones kerigmáticas sobre Jesús. De forma sintética se
quiere resumir ese período en esta frase: “El niño crecía y se
fortalecía, llenándose de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él”
(Lc 2, 40).
Los padres de Jesús solían ir todos los años a celebrar la
Pascua en Jerusalén. En una de esas ocasiones, cuando Jesús tenía
doce años, se quedó en el Templo sin que sus padres lo advirtiesen.
El episodio sirve al evangelista para recordar a sus padres que Jesús
debe “ocuparse de las cosas de su Padre” (Lc 2, 49).
Durante la vida pública de Jesús, María aparece en pocas
ocasiones. Una de ellas es en las bodas de Caná de Galilea (Jn 2,
1,12). El pasaje ha tenido sucesivas reelaboraciones y parece que el
sentido primario era el de cierto distanciamiento entre Jesús y su
parentela, como lo reporta también el evangelio de Marcos (Mc 3,
31-35). El evangelio de Juan menciona a María al pie de la cruz, en
los momentos cruciales de la muerte de Jesús. En esa ocasión María
es dada como madre del discípulo amado (Jn 19, 26-27).
8
la comunidad cristiana. Esto es particularmente manifiesto en
el evangelio de Lucas. María es la joven que ha escuchado la
voz de Dios y que, a pesar de las dificultades, quiere seguir la
vocación de ser madre de Jesús, que el ángel le anuncia (Lc 1,
38). María es para la comunidad cristiana la mujer creyente,
“dichosa tú que has creído que se cumplirían las cosas que le
fueron dichas de parte del Señor” (Lc 1, 45). Es la joven que
ha confiado en Dios y por eso se “alegra en Dios su salvador”,
que se ha fijado en su persona sencilla y humilde, verdadera
“pobre de Yahvéh” (Lc 1, 47).
Siglos II-IV
Ya desde el II siglo se desarrolló el culto litúrgico a María,
según se puede apreciar en algunas fórmulas bautismales
antiguas y también en las menciones de María en plegarias
eucarísticas de este tiempo. San Ireneo llama a María
“abogada de Eva”. Durante este período comenzaron a
aparecer algunos escritos “apócrifos”, textos que no fueron
incorporados a los libros canónicos de la Escritura, pero que
tuvieron mucha influencia en el arte sacro, en las
predicaciones y devociones populares. Algunos de estos
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documentos son de contenido mariano. La oración “Bajo tu
amparo” se remonta a finales del siglo III o comienzos del IV.
En ella ya encontramos los títulos de “Madre de Dios” y
“Virgen” para llamar a María, a la que se le pide su protección
e intercesión. El Concilio Constantinopolitano I (381) ya hace
mención de María, relacionándola con la encarnación de Jesús.
Siglos V-X
El culto y devoción a María se difunde primero en oriente y
después en occidente. Contribuyó a ello, sin duda, el Concilio
de Efeso (431), en el que María es proclamada “Madre de
Dios”. Algunos Padres de la Iglesia reaccionan ante quienes
niegan la virginidad perpetua de María o los que pretenden
ofrecer sacrificios a María, no distinguiendo correctamente
entre el culto de adoración a Dios y el honor que se le tributa a
María. También se encuentran algunas exageraciones de los
poderes de María en los llamados “Apocalipsis de la Virgen”
(s. V), que atribuían funciones de intervención de María a
favor de los condenados. Durante este período María es
propuesta como ejemplo y modelo de virginidad para quienes
se consagran a Dios.
Las fiestas litúrgicas dedicadas a María se van multiplicando.
En Jerusalén se celebran, a partir del 431, la fiesta de María
“Theotócos” el 15 de agosto. Un siglo después este día se
celebrará la fiesta de la “Dormición”. Durante el siglo VI se
introdujo la fiesta de la “Natividad de María” el 8 de
septiembre y también la “Anunciación” como fiesta
independiente, pues antes estaba unida a la Navidad.
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Siglos X-XV
En esta época se resalta la grandeza, la santidad y el poder de
María. En el siglo XII se difunde la meditación de María al pie
de la cruz atribuyéndole un valor sacrificial. María es vista
menos como Madre del redentor y más como cooperadora de
la redención. El arte representa a María vestida y adornada
con la moda de la época o como virgen dolorosa al pie de la
cruz. María. En el sentir de muchos de los fieles, ocupa un
lugar intermedio entre Cristo y la Iglesia, por eso María es
considerada como madre espiritual de los creyentes, madre de
misericordia, socorro de los cristianos.
También se difundieron durante estos siglos varias oraciones a
María: el “Angelus”, el “rosario”, las “letanías”. Oraciones
muy sencillas, muy bíblicas y con las cuales el pueblo cristiano
colmaba sus anhelos de oración, que no llenaba la liturgia,
toda ella en latín e incomprensible para los miembros laicos de
la Iglesia.
Edad Moderna
En los últimos siglos de la Edad Media se nota un deterioro de
la piedad mariana. Incluso se difunden algunas expresiones y
modalidades religiosas, que por exceso de devoción, resultan
aberrantes. Llegan incluso a atribuirle a María el título de
diosa, en cierto sentido. Se le indica como una cuarta persona
de la Santísima Trinidad. En algunos lugares se extiende el
“voto de sangre” por defender la Inmaculada Concepción de
María. Se constituyen “Asociaciones de esclavos de María”,
etc.
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Epoca contemporánea
Durante la primera mitad del siglo XIX se nota una
recuperación de la piedad mariana en todo el mundo.
Contribuyeron a esto: 1) las apariciones de la Virgen a
Catalina Labouré (1830); 2) las apariciones de María en La
Salette; 3) la definición del dogma de la Inmaculada
Concepción en 1854; 4) las apariciones de la Virgen en
Lourdes a Bernardita.
Los temas marianos que tienen mayor relevancia en este
período son la inmaculada concepción, la asunción y la
mediación mariana.
En 1950 Pío XII proclama el dogma de la Asunción de María.
Con la encíclica Fulgens corona proclama el mismo Papa el
año mariano de 1954. Pío XII instituye la fiesta de María
Reina con la encíclica Ad coeli Reginam de ese mismo año.
En el período inmediatamente anterior al Vaticano II y en el
mismo Concilio se dieron ciertas presiones para definir los
dogmas de la mediación de María y María corredentora. Por el
contrario, otros grupos deseaban colocar a María dentro de la
Iglesia y venerarla como un miembro excelente y eminente de
ella. Estos debates se dieron en el Concilio Vaticano II y ésta
última posición prevaleció.
Ante la crisis de la devoción mariana, que se observó a finales
de los años 60 del siglo XX, Pablo VI publicó el documento
Marialis Cultus (1974) para reavivar el culto y piedad
marianas. Juan Pablo II, con la encíclica Redemptoris Mater
anuncia el año mariano (1987-1988) durante el cual se
publican la colección de Misas en honor de María. El mismo
Papa el 16 de octubre del 2002, con la carta apostólica
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Rosarium Virginis Mariae, introduce los misterios luminosos
del rosario, que se han de añadir a los ya tradicionales gozosos,
dolorosos y gloriosos.
CRITERIOS
El fundador de la Mariología sistemática es Francisco Suárez, quien
tratando sobre Los Misterios de la vida de Cristo (1592) introduce 24
temas sobre María. El primer escrito dedicado exclusivamente al
estudio teológico sobre María fue realizado por Plácido Nigido
(1602). Vincent Contenson (1687) denomina a su estudio sobre
María, Marialogía. En la actualidad se está tratando de recuperar ese
nombre, que es más apropiado que el de Mariología.
13
tiempo nos servimos de la Tradición eclesial y del Magisterio, que a
lo largo de los 20 siglos ha ido profundizando las afirmaciones
bíblicas, en fidelidad a ellas.
RESUMEN
Claves para interpretar a María
María concebida a partir de Cristo
La reflexión sobre María se desarrolla a partir de la relación
que tuvo María con Jesús. Una gran mayoría de los
especialistas considera el eje de toda la marialogía la verdad
teológica y dogmática de María madre de Dios.
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Cristo, con la Iglesia primitiva y la vida de la Iglesia y de los
cristianos.
Criterios
El fundador de la Mariología es Francisco Suárez (1592). Hoy
se prefiere el vocablo “Marialogía” al de “Mariología”.
15
El marco del estudio sobre María dentro de la Historia de la
salvación parece más integral que el cristológico, eclesiológico
u otros que se han propuesto.
16
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17
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Iberoamérica y de sus imágenes y santuarios más
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18
MARIA
EN EL NUEVO TESTAMENTO
INTRODUCCION
Nuestro conocimiento sobre María debe partir y fundarse en lo que
dice la Sagrada Escritura. Al respecto podemos constatar que los versículos
bíblicos que hacen referencia a María son pocos, unos 120, si tomamos en
consideración el número total de dichos versículos de los Libros Sagrados.
Los textos que nos hablan sobre María corresponden al Nuevo
Testamento. Con frecuencia, sin embargo, nos encontramos con citas del
Antiguo Testamento que los Santos Padres, la liturgia y algunos teólogos
aplican a María, aduciendo que algunos evangelistas han recurrido a ellos.
En tal caso se hace una lectura cristiana del Antiguo Testamento, que
reinterpreta, en las nuevas situaciones del siglo I, algunos hechos o
acontecimientos de siglos anteriores. Nos distanciamos de tomar el Antiguo
Testamento como prefiguración y anticipación de los eventos acaecidos en
la época del Nuevo Testamento.
En este Folleto nos proponemos hacer breves anotaciones sobre los
versículos más significativos del NT desde el punto de vista mariano.
Queremos al mismo tiempo recoger de forma sintética las afirmaciones
más relevantes sobre María en dichos escritos. A partir de ellas, la vida
19
eclesial y el magisterio fue elaborando los dogmas marianos, que exponen
los puntos vinculantes de la fe para el católico, pero que en sí no nos dicen
todo sobre María.
Abordamos tres aspectos más en este Fascículo: los textos del
Antiguo Testamento, que se han utilizado como marianos, los “hermanos
de Jesús” y el pasaje Apocalipsis 12, al que se le ha atribuido significación
mariana.
20
del tiempo. Por ello citamos primeramente un texto de Pablo de la carta
a los Gálatas, siguen Marcos, Lucas-Hechos y Juan.
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por quienes han aceptado la predicación de Jesús sobre el Reino de
Dios.
“Llegaron su madre y sus hermanos, y desde fuera lo mandaban llamar.
Tenía gente sentada alrededor, y le dijeron:
- Oye, tu madre y tus hermanos te buscan ahí fuera.
El les contestó:
- ¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?
Y paseando la mirada por los que estaban sentados en el corro, dijo:
- Aquí tenéis a mi madre y mis hermanos. El que cumple la
voluntad de Dios ése es hermano mío y hermana y madre”
(Mc 3, 31-35).
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carpintero, el hijo de María, el hermano de Santiago, José, Judas
y Simón! ¡Si sus hermanas viven con nosotros aquí!
Y aquello les resultaba escandaloso.
Jesús les dijo:
-Sólo en su tierra, entre sus parientes y en su casa, desprecian a
un profeta.
No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó a unos pocos enfermos
(Mc 6, 1-6).
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discípulos a todas las gentes, constituir el discipulado universal
(Mt 18, 19-20). A María se le menciona, especialmente en Mt
1-2 y en algunas escenas en la vida pública, también
reportadas por los otros evangelios sinópticos (Mt 12, 46-50;
Mt 13, 53-58).
24
Esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor
por el profeta:
25
Jesús y su familia
En el ministerio público de Jesús hallamos dos pasajes que
tienen relación con María. Ambos pertenecen a la tradición
sinóptica con algunas variantes respecto a Marcos y Lucas.
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- ¿De dónde saca éste ese saber y esos milagros? ¿No es
el hijo del carpintero? ¡Si su madre es María y sus
hermanos Santiago, José, Simón y Judas! ¡Si sus
hermanas viven todavía aquí! ¿De dónde saca entonces
todo eso? (Mt 13, 53-58).
Y aquello les resultaba escandaloso. Jesús les dijo:
- Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta.
No hizo allí muchos milagros por su falta de fe”
(Mt 13, 53-58).
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“A los seis meses envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de
Galilea, que se llamaba Nazaret, a una joven prometida a un
hombre de la estirpe de David, de nombre José; la joven se
llamaba María. El ángel, entrando a donde estaba ella, le dijo:
- Alégrate, favorecida, el Señor está contigo.
Ella se turbó al oír estas palabras, preguntándose qué saludo era
aquél. El ángel le dijo:
-Tranquilízate, María, que Dios te ha concedido su favor.
Pues mira, vas a concebir, darás a luz un hijo y le
pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo
del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David su
antepasado; reinará para siempre en la casa de Jacob y
su reinado no tendrá fin.
María dijo al ángel:
-¿Cómo sucederá eso, si no vivo con un hombre?
El ángel le contestó:
-El Espíritu Santo bajará sobre ti y la fuerza del Altísimo
te cubrirá con su sombra; por eso al que va a nacer lo
llamarán “Consagrado”, Hijo de Dios. Ahí tienes a tu
pariente Isabel: a pesar de su vejez, ha concebido un hijo,
y la que decían que era estéril está ya de seis meses: para
Dios no hay nada imposible.
María contestó:
-Aquí está la esclava del Señor, cúmplase en mí lo que has
dicho.
Y el ángel la dejó.
(Lc 1, 26-38).
28
Jeremías (saludo – turbación – mensaje – reparos – señal –
obediencia). Lucas, como fuente independiente de Mateo, nos
habla de la concepción original de Jesús, sin intervención de
varón, por obra del Espíritu Santo.
La expresión “favorecida”, que otros traducen “llena de
gracia”, se ha de entender como “bendecida
extraordinariamente” por Dios. María ha gozado de una
predilección especial de Dios. María, virgen, es llamada,
elegida y preparada por Dios para dar a luz a Jesús, llamado
Hijo de Dios.
La respuesta de María es de total disponibilidad, obediencia a
la vocación que Dios le encarga: “Aquí está la esclava del Señor,
cúmplase en mí lo que has dicho”.
29
en su plan de salvación. Lucas resalta además que María es un
ejemplo de creyente en Dios: “¡dichosa tú, que has creído! porque
lo que te ha dicho el Señor se cumplirá” (Lc 1, 45).
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importancia, pero lo fundamental es que María es vista como
auténtica “pobre de Yahvéh”, objeto del amor misericordioso
de Dios salvador. Los excluidos y desprotegidos son exaltados,
mientras que los soberbios y potentados son derribados. Las
generaciones se alegrarán por lo que Dios ha obrado en María
31
- Mira: éste está puesto para que todos en Israel caigan o
se levanten; será una bandera discutida, mientras que a ti
una espada te traspasará el corazón: así quedará patente
lo que todos piensan”
(Lc 2, 34-35).
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las respuestas que daba. Al verlo se quedaron extrañados, y le
dijo su madre:
-Hijo, ¿por qué te has portado así con nosotros? ¡Mira
con qué angustia te buscábamos tu padre y yo!
- ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo tenía que
estar en la casa de mi Padre?
Ellos no comprendieron lo que quería decir. Jesús bajó
con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre
conservaba en su interior el recuerdo de todo aquello. Jesús iba
creciendo en saber, en estatura y en el favor de Dios y de los
hombres”
(Lc 2, 41-52).
cumplidores de la Palabra
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sinóptica y posiblemente lo han tomado Mateo y Lucas de
Marcos. La primacía en la comunidad cristiana la tienen
quienes oyen la Palabra y la cumplen, no los lazos de la carne.
La frase de Jesús está en sintonía con la parábola del
sembrador que antecede al relato (Lc 8, 4-15).
Elogio a María
“Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la gente le
dijo gritando:
-¡Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te
criaron!
Pero él repuso:
- Mejor: ¡Dichosos los que escuchan el mensaje de Dios y
lo cumplen!”
(Lc 11, 27-28).
34
(Hch 1, 12-14).
35
Su madre dijo a los sirvientes:
- Haced lo que él os diga.
Había seis tinajas de piedra de unos cien litros cada una, como
lo pedían los ritos de purificación de los judíos.
Jesús les dijo:
- Llenad las tinajas de agua.
Las llenaron hasta arriba.
Luego les mandó:
- Ahora sacad y llevádselo al maestresala.
Le llevaron al maestresala. Este probó el agua convertida en
vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues la
habían sacado ellos); entonces llamó al novio y le dijo:
- Todo el mundo sirve primero el vino bueno, y cuando la
gente está bebida, el peor; tú, en cambio, te has guardado
el bueno hasta ahora.
Así, en Caná de Galilea, comenzó Jesús sus señales, manifestó su
gloria y sus discípulos creyeron más en él.
Después de esto bajó a Cafarnaún con su madre, sus parientes y
sus discípulos, y se quedaron allí unos cuantos días”
(Jn 2, 1-12).
36
ya hemos observado en los evangelios sinópticos, un
distanciamiento de Jesús respecto a su madre en todo lo que se
refiere a seguir la voluntad de Dios. No nos consta que María
fuera discípula de Jesús durante la época de la vida pública.
37
En los evangelios se nota una actitud de separación y
distanciamiento entre la familia carnal de Jesús y la nueva familia
que constituyen los que se adhieren a su predicación y a la
comunidad cristiana. A la pertenencia a la Iglesia se le otorga la
primacía sobre la consaguinidad. No nos consta que María
acompañara a Jesús durante los años de su vida pública.
38
comunidad del discípulo amado, según se puede observar en las
frases de Jn 19, 25-27.
CRITERIOS
Textos del Antiguo Testamento aplicados a María
En los escritos marianos y en la liturgia es frecuente encontrar
algunos textos del AT que se aplican a María. Consideramos que en
estos casos se está haciendo una lectura cristiana del AT, pero los
textos en sus propios contextos y momentos históricos estaban
privados de semejante interpretación.
Génesis 3, 15
“Pongo hostilidad entre ti y la mujer,
entre tu linaje y el suyo:
él herirá tu cabeza
cuando tú hieras su talón”.
Is 7, 14
“Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal:
Mirad: la joven está encinta y dará a luz un hijo,
y le pondrá por nombre Dios-con-nosotros”.
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El contexto es la guerra sirio-efrainita durante el reinado de
Ajaz (s. VIII). El texto se refiere a que la esposa de Ajaz dará a
luz a Ezequías, que será el salvador de Jerusalén. El
significado, por tanto, es que la salvación viene de Dios y el
rey debe tener confianza en un Dios que es fiel a la promesa.
Mateo (1, 23), citando este texto de Isaías, quiere manifestar
que nuevamente se hace presente la salvación de Dios con el
nacimiento del Emmanuel. El énfasis está puesto, tanto en
Isaías cuanto en Mateo, en la llegada de la salvación, no en la
virginidad, pues en el primer caso Ezequías no fue concebido
virginalmente.
Miq 5, 1-3
“Pero tú, Belén de Efrata,
pequeña entre las aldeas de Judá,
de ti sacaré el que ha de ser el jefe de Israel:
su origen es antiguo, de tiempo inmemorial.
Pues los entrega sólo hasta que la madre dé a luz
y el resto de los hermanos vuelva a los israelitas.
En pie pastoreará con el poder del Señor,
en nombre de la majestad del Señor, su Dios;
y habitarán tranquilos, cuando su grandeza
se extienda hasta los confines de la tierra”.
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Los hermanos y hermanas de Jesús
Son varios los textos del NT que mencionan los “hermanos” de
Jesús” (Mc 3, 31.32// Mt 12, 46.47 // Lc 8, 19.20; Hch 1, 14; Jn 2,
12; 7, 3.5.10; 1 Cor 9, 5). Incluso se nos reportan los nombres de
cuatro de ellos: Santiago, Joset (Mc) o José (Mt), Simón y Judas.
También el NT habla de “hermanas” de Jesús (Mc 6, 3b // Mt 13,
56). La importancia de este argumento estriba en su relación con la
virginidad de María después del parto.
Hacemos unas anotaciones breves sobre este argumento:
El término griego usado en el NT para decir “hermano” es
αδελφός y en el hebreo ת א. El sentido primario de estos
vocablos es de hermano de sangre. El segundo significado es
de pariente, miembro del grupo, del clan o tribu. No se puede
deducir con certeza, en base a los textos en sí mismos, si en
los pasajes mencionados se trata de hermanos físicos o
parientes de Jesús. La mención de los cuatro hermanos no
aclara tampoco nada al respecto.
Se han añadido otras razones basadas en los mismos textos
evangélicos: “José no la conocía hasta que ella dio a luz un
hijo” (Mt 1, 25). El versículo, de por sí, no dice nada sobre el
después del nacimiento, únicamente afirma que José antes de
que naciera Jesús no tuvo relaciones sexuales con María.
También se arguye a partir de Lc 2, 7: “y dio a luz a su hijo
primogénito”. Tampoco se dice aquí que María tuviera más
hijos después, sino únicamente que el nacido, Jesús, es el
primer hijo.
En los primeros siglos del cristianismo observamos posiciones
muy dispares al respecto. Helvidio (380 d. C.) afirma que son
hermanos carnales de Jesús y verdaderos hijos de María.
41
Epifanio (382 d. C.) los considera hermanastros de Jesús, en
cuanto nacidos de un matrimonio precedente de José.
Jerónimo (383 d. C.) opina que son primos, nacidos de María
de Cleofás, pariente de la virgen María.
La Iglesia, a través de la tradición eclesial, afirma la virginidad
de María después del parto y excluye, por tanto, las
interpretaciones que sostengan que Jesús tuvo otros hermanos
carnales.
42
Porque han derribado al acusador de nuestros hermanos,
al que los acusaba día y noche ante nuestro Díos;
ellos lo vencieron con la sangre del Cordero
y con el testimonio que pronunciaron
sin preferir la vida a la muerte.
Regocijaos por eso, cielos
y los que en ellos habitáis.
¡Ay de la tierra y del mar!
El diablo bajó contra vosotros rebosando furor,
pues sabe que le queda poco tiempo.
43
PREGUNTAS PARA EL DIALOGO
1. ¿No es necesario un mayor conocimiento de los católicos de la
Sagrada Escritura y de todo lo que dice ella sobre María?
2. ¿ El estudio de la Sagrada Escritura en qué forma puede ayudar a
mejorar la devoción mariana de nuestras comunidades?
3. ¿Has observado el desarrollo del interés por María a través de los
escritos del Nuevo Testamento?
5. ¿Qué te parece la presentación de María como creyente y
discípula?
44
MARIA
MADRE DE DIOS
INTRODUCCION
El pueblo cristiano venera a María, ya desde muy antiguo, bajo la
advocación “Madre de Dios”. Esta expresión no se encuentra en la Sagrada
Escritura. En ella María es llamada “madre de Jesús” (Mt 2, 11.21; 13, 55;
Lc 2, 48.51; Jn 2, 1; 6, 42; 19, 25-26) y también “madre de mi Señor” (Lc
1, 43). ¿Por qué estos cambios al referirse a María? ¿No es mucho
atrevimiento llamar “Madre de Dios” a la humilde aldeana de Nazaret?
La Iglesia, a través de los siglos, ha ido reflexionando,
profundizando y aclarando el significado de la persona de Jesús, su vida, su
mensaje, su muerte y resurrección, y la trascendencia de todo ello para la
humanidad. En este contexto general, cristológico y salvífico, se ha de
colocar el desarrollo de la doctrina mariana. Durante los siglos II-V
algunos negaban la humanidad de Jesús (gnósticos y docetas) y otros
establecían diferencias entre la naturaleza humana y divina de Jesús. Los
padres de la Iglesia y teólogos respondieron haciendo notar que Jesús, Hijo
de Dios, se encarnó y tomó la carne de una mujer, María. Por eso, María es
madre de Jesús, según su humanidad.
En este Folleto tratamos el primero de los dogmas marianos: María
Madre de Dios. En los tres siguientes continuaremos con los restantes:
María siempre virgen, la inmaculada concepción de María y la asunción de
María al cielo. Hay una íntima relación entre todos los dogmas marianos,
45
pero podemos afirmar, que los tres últimos descansan en el dogma que
afirma que María es madre de Dios.
Queremos analizar tres aspectos fundamentales del dogma “María
madre de Dios”: ¿Cuáles fueron los motivos que llevaron a su definición?
¿Qué significado tiene para el conjunto de la fe cristiana? ¿Qué elementos
pone de relieve la celebración litúrgica que hace la Iglesia el 1ro. de enero
de esta solemnidad mariana?
La maternidad de María es del todo original: es una maternidad
virginal. Ambos aspectos son inherentes y se armonizan. Nosotros los
tratamos separados por motivos didácticos, dedicando el siguiente fascículo
a la virginidad de María.
46
¿Cómo se relacionan las naturalezas humana y divina en Cristo en
la única persona divina? ¿Es el Espíritu Santo, Dios, como el
Padre y el Hijo? Los primeros concilios de la Iglesia abordaron
estos temas y trataron de exponer la fe auténtica, ortodoxa, frente
a los que afirmaban cosas distintas.
47
María en el Concilio de Efeso (431)
En el Concilio de Efeso se discutió que Jesús es verdadero
Dios y verdadero hombre. En el debate se enfrentaron
Nestorio, patriarca de Constantinopla y Cirilo, patriarca de
Alejandría. El primero afirmaba que María todo lo más podría
ser llamada “la que ha dado a luz a Cristo” (Cristótocos). El
segundo sostenía la unidad de una única persona de Jesús, con
sus dos naturalezas, divina y humana, y decía que se podía
afirmar de María que era “la que ha dado a luz a Dios”
(theotocos), pues Jesús es una única persona, Dios como el
Padre. El documento más importante del concilio de Efeso es
la 2da. Carta de Cirilo a Nestorio (DH 250ss), donde se
condena como contraria a la fe de Nicea la respuesta de
Nestorio a esta carta. El texto dice lo siguiente:
48
El Concilio de Calcedonia (451)
En el Concilio de Calcedonia se completa la interpretación de
las dos naturalezas de Jesús en la unidad de la única persona
divina de Jesús. Se puede constatar que la afirmación sobre
María Theotócos es un corolario de la doctrina cristológica:
El Concilio Vaticano II
El Concilio Vaticano II trata el tema de la maternidad divina
de María de una forma mucho más amplia que la tradición
eclesial anterior y lo hace relacionando a María con el misterio
de Cristo y con el misterio de la Iglesia.
49
dio con plena libertad y conciencia. María vive su
maternidad divina bajo el impulso del Espíritu desde
el principio al fin de su vida terrena, en un progresivo
camino de fe, de obediencia y de caridad.
La dimensión de servicio es otra perspectiva con la
que se enriquece la reflexión sobre la maternidad
divina de María. La Madre de Dios es la sierva del
Señor que considera su vida como un servicio al
género humano.
50
La concepción virginal de Jesús, en el sentido bíblico, tiene como
principal objetivo, sin menoscabar la virginidad física de María,
patentizar que Jesús es Hijo de Dios. María fue elegida por Dios
para esa misión especialísima de ser Madre del Hijo de Dios, de
Jesús Dios, por eso es llamada “Madre de Dios”.
51
El Vaticano II, un concilio centrado en la Iglesia, no podía menos
que reflexionar sobre la unión entre María y la Iglesia. Ambas son
instrumentos de salvación para la humanidad y ambas son un
ejemplo de entrega total a la misión que Dios les ha confiado.
52
quiere ser fieles al mensaje litúrgico del día y evitar la dispersión
espiritual.
CRITERIOS
53
Convendría acrecentar la formación de los fieles cristianos para
que la advocación “Madre de Dios”, con que se dirige a María,
pudiera ser evocada con toda su riqueza teológica y de forma
correcta.
“¿No hizo tal vez la Virgen María la voluntad del Padre, la cual
por la fe creyó, por la fe concibió, fue elegida para que por ella la
salvación naciese para nosotros entre los hombres y fue creada
por Cristo antes que Cristo fuese creado en su seno? Santa María
hizo la voluntad del Padre y la hizo enteramente; y por ello vale
más para María ser considerada discípula de Cristo que Madre de
Cristo” (Agustín, Discurso 72 A, 7).
RESUMEN
Las disputas sobre Jesús y las referencias a María en los
primeros siglos de la Iglesia
Los evangelios y demás escritos del Nuevo Testamento no son
ni biografía ni tratado de teología sobre Jesús. Los evangelios
están escritos para la predicación, y los otros textos son
54
respuestas a algunas situaciones de las comunidades cristianas
primitivas.
55
Significado de la maternidad divina de María para el conjunto
de la fe cristiana
María y la concepción virginal de Jesús
La concepción virginal de Jesús muestra, sobre todo, que Jesús
es Hijo de Dios y su madre es Madre de Dios.
María y la encarnación
María ha aportado a Jesús su humanidad, por eso Jesús es
plenamente hombre. Las discusiones cristológicas de los
primeros siglos recurrieron a la participación de María, mujer,
en la concepción de Jesús, para indicar que Jesús era hombre
verdadero.
56
La celebración de María, madre de Dios, se efectúa el 1ro. de
enero, donde se hacen converger diversas conmemoraciones:
octava de navidad, circuncisión de Jesús, primer día del año
civil y la jornada por la paz.
Por encima del cúmulo de motivos la celebración ha de
destacar la maternidad divina y virginal de María.
Criterios
Se ha de aumentar la formación de los fieles para que la
advocación “María, madre de Dios” exprese toda su riqueza
teológica y se entienda de forma correcta.
57
MARIA
SIEMPRE VIRGEN
INTRODUCCION
En una sociedad como la nuestra en que se valora enormemente la
sexualidad pareciera anacrónico y cartente de sentido hablar de la Virgen,
la siempre virgen María. La fe de la Iglesia no se ha de cambiar ni
acomodar a las modas del tiempo sino que se ha de exponer en su totalidad,
sin recortes ni reduccionismos.
Muchos católicos se dirigen a María simplemente como la Virgen.
Este nombre se ha convertido en el mismo nombre de María.
Reflexionamos en este Fascículo sobre este argumento y deseamos
contribuir a una mayor estima de María madre y virgen en nuestras
comunidades eclesiales.
Partimos aclarando el significado de la virginidad de María, según el
pensamiento católico. A continuación hacemos un recorrido por los textos
de la Sagrada Escritura y de la tradición eclesial, analizando lo que han
dicho sobre la virginidad de María. Llegamos, finalmente, a la declaración
dogmática de la virginidad de María en el Concilio de Letrán del año 649.
Concluimos con unas anotaciones sobre la significación de la virginidad de
María para la Iglesia.
58
La fe y conciencia del pueblo cristiano ha sido muy importante en la
comprensión de esta verdad, que poco a poco la reflexión teológica y
magisterial ha ido elaborando y formulando de forma más técnica.
59
se habla del origen divino de ciertas personas (Buda, Krishna,
Zoroastro), que por eso son concebidas de forma especial.
La virginidad, pues, sería una idea procedente de las religiones
paganas, que trata de explicar el origen de este ser tan
excepcional que es Jesús.
1
Cfr. CALERO A. M., María, en el misterio de Cristo y de la Iglesia, CCS, Madrid 1990, 133.
60
siglo I) si se comparan con algunas cartas de Pablo de los años
50 o el mismo evangelio de Marcos.
61
“José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte contigo a
María, tu mujer, porque la criatura que lleva en su seno viene del
Espíritu Santo” (Mt 1, 20).
62
La virginidad María en el parto
La opinión más generalizada sobre este argumento es que el
Nuevo Testamento no dice nada sobre este argumento.
Algún estudioso (I. De la Poterie) ha manifestado que hay
textos de los que se podría deducir semejante hecho. Aportan
como pruebas Jn 1, 13 (leído en singular ) y Lc 1, 35 (en el
que se habla del nacimiento del “santo”), lo cual implicaría
ausencia de contaminación, también de la sangre derramada en
el ciclo menstrual o en el parto (Lv 12, 2).
Ambas interpretaciones nos parecen opiniones muy loables,
pero no suficientemente convincentes. En primer lugar, la
lectura de Jn 1, 13 en singular no está atestiguada por los
principales manuscritos, por eso hoy las traducciones de la
Biblia la excluyen totalmente. La interpretación que se hace de
Lc 1, 35 es muy rebuscada y pareciera forzarse en la dirección
que se desea dar al texto.
63
presentan. Se tiene la impresión que la interpretación que se da
a estos versículos es influenciada por la propia
confesionalidad.
La tradición eclesial, después de posiciones titubeantes y
contrarias, siguió la opinión de Jerónimo (s. IV), que toma
como primos de Jesús a dichos hermanos.
64
En este período diferentes grupos religiosos critican la
virginidad de María. Un grupo de judeo-cristianos ebionitas
niegan que Cristo haya nacido de una virgen. Por eso su
evangelio no contiene la narración de la infancia de Jesús.
Los paganos, entre ellos Celso, se oponen a la concepción
virginal de Jesús, pues no creen posible que Dios se encarnara
en una mujer.
Algunos gnósticos (Valentín, por ejemplo) si bien afirman la
concepción y el parto virginal de Jesús, sin embargo lo vacían
de significado, pues niegan realmente la maternidad de María.
Cristo, según ellos, pasó por el cuerpo de María como “el agua
por un canal”.
65
que era virgen, después de haber descendido sobre ella el
mencionado Zeus en forma de lluvia de oro. Y vosotros
deberíais ruborizaros de afirmar las mismas cosas que ellos;
mejor sería decir que este Jesús nació de hombres...” (Ibid.
67; PG 7, 960).
Ireneo de Lyon (+ 202) se opone a los gnósticos y ebionitas
diciendo que Jesús, si hubiera nacido de semen humano,
como los demás hombres, solamente hubiera sido un hombre,
incapaz de traer la salvación. Recurre como fundamento de su
posición a la Escritura y la historia de la salvación: Como se
puede observar en Is 7, 14: “el Señor mismo va a daros una
señal: He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz
un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel” – sigue diciendo
Ireneo - “fue Dios, pues, el que se hizo hombre y el Señor en
persona nos salvó, él que nos dio el signo de la virgen... Por
eso no es verdadera la interpretación de algunos... que dicen
que Cristo fue engendrado por José, destruyendo cuanto está
en la economía de Dios y haciendo vano el testimonio de los
profetas” ( Adversus haereses III, 21; PG 7, 946).
Ireneo introduce también el tema del parto virginal con unas
palabras que han dado pie a múltiples interpretaciones: “El
Hijo de Dios se convierte en hijo del hombre, que, en cuanto
puro, puramente abrió el seno puro, justamente el que regenera
a los hombres para Dios y que él mismo ha hecho puro” (Ibid.
4, 33, 11; PG 7, 1080). Algunos autores (Galot y G. Söll)
creen que Ireneo pensaba en un parto normal de María. Sin
embargo, otras palabras del mismo Ireneo se encaminan en
otra dirección: “Antes de que llegaran los dolores del parto dio
a luz a un niño” (Demonstratio evangelica 54).
66
Varios escritores del siglo III hablan también de que Cristo es
de madre virgen: Tertuliano, Clemente de Alejandría,
Orígenes. Este último defiende la virginidad perpetua de
María, pero parece no ver contradicción entre ese hecho y un
parto normal de María en el nacimiento de Jesús.
67
Las confesiones de fe de los primeros siglos mencionan la
virginidad de María, que conforme pasan los siglos se van
precisando y aclarando más.
La Traditio Apostolica, escrita por Hipólito de Roma en el
siglo III, dice que Jesús “nació por obra del Espíritu Santo de
María virgen” (DH 10).
El Concilio Constantinopolitano I (381) expone que Jesús
“por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del
cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María la
virgen, y se hizo hombre” (DH 150).
68
LA VIRGINIDAD DE MARIA EN LOS CONCILIOS DE
CONSTANTINOPLA II (533) Y DE LETRAN (649)
El Concilio de Constantinopla II recoge ya la fe de la Iglesia sobre la
virginidad de María, declarando a María siempre virgen: Jesucristo
69
filiación divina de Jesús. Para que ésta sea real, se ha de mantener la
virginidad física de María y no considerarla únicamente como mero
recurso literario.
Significado eclesiológico
El Vaticano II ha puesto de manifiesto el valor tipológico que
representa María en cuanto madre y virgen:
Significado antropológico
La virginidad de María es siempre un signo y símbolo de integridad,
de entrega absoluta. María se ha dado totalmente a Dios, aceptando
una misión en la que Dios, Jesús y el Espíritu son los grandes
protagonistas. La respuesta de María ha sido incondicional, de todo
su ser. En una sociedad hipersexualizada María es siempre un
70
reclamo al valor de la virginidad, de la no absolutización de la
sexualidad.
CRITERIOS
La reflexión sobre la virginidad de María, como hemos podido
observar a través de esta presentación, ha seguido un camino de
sucesivos debates, aclaraciones y precisiones. De la virginidad antes
del parto y después del parto, se pasó a la inclusión de la virginidad
en el parto. Negaciones, dudas, defensas forman parte de la vida de
la Iglesia hasta la formulación magisterial definitiva, que en este
caso se dio en el Concilio de Letrán del 649.
RESUMEN
Significado de la virginidad
Algunas interpretaciones sobre la virginidad de María
Negación de la virginidad
Algunos estudiosos creen que la virginidad de María es
simplemente un recurso literario para expresar que Jesús
es Hijo de Dios.
71
Otros opinan que la concepción de Jesús, sin la
intervención de José, va en contra de la encarnación de
Jesús, que no sería hombre como los demás.
72
No vemos motivos suficientes para dudar de que Mt
1-2 y Lc 1-2 no reporten el hecho real de la
virginidad física de María.
73
Los judeo-cristianos ebionitas niegan que Cristo haya
nacido de una virgen.
Los paganos, Celso por ejemplo, se oponen a la
concepción virginal, pues Dios no se pudo encarnar
en una mujer.
Algunos gnósticos opinan que el cuerpo de Jesús
pasó por María como “el agua por un canal”.
74
Los primeros símbolos de la fe
La Traditio Apostolica de Hipólito dice que Jesús
“nació por obra del Espíritu Santo de María Virgen”.
El Concilio Constantinopolitano I confiesa que “por
obra del Espíritu Santo se encarnó de María la
virgen”.
Significado eclesiológico
75
El Vaticano II propone a María madre virgen como modelo de
la Iglesia.
Significado antropológico
En nuestra sociedad la virginidad de María es un signo del
valor de esta cualidad, minusvalorada y despreciada por la
cultura sexualizada.
Criterios
El camino hasta la comprensión actual eclesial de la virginidad
de María ha estado marcado por dudas, debates y sucesivas
aclaraciones.
76
LA INMACULADA CONCEPCION
DE MARIA
INTRODUCCION
El pueblo cristiano católico venera y celebra con gozo la fiesta de la
“Purísima” o “”Inmaculada”. Muchas de estas personas relacionan
“pureza” y “sin pecado” con el tema de la virginidad de María, pensando
de ella que fue concebida virginalmente. Nuestra finalidad además de
aclarar conceptos erróneos o inexactos, es comprender positivamente el
significado del dogma de la inmaculada concepción de María.
El pueblo cristiano aventajó a los teólogos en la percepción,
celebración e irradiación de esta verdad. La reflexión teológica fue lenta, en
algunos casos tortuosa y violenta, ejerciendo el magisterio eclesial una
función moderadora del debate.
En este tema exponemos el camino que fue haciendo la Iglesia en la
comprensión de la santidad de María y sus alcances. Analizamos el dogma
de la concepción sin pecado original de María y resaltamos el valor que
representa para la Iglesia María como Inmaculada. Finalizamos con
algunas anotaciones sobre la celebración litúrgica de la Inmaculada
Concepción.
77
En la parte que corresponde a los Criterios apuntamos algunos de
los motivos de la controversia y oposición de algunos teólogos a esta
verdad.
Efrén (+ 373) dice que María es: “bella”, “sin mancha”, “sin
fealdad”, “sin suciedad”.
78
Gregorio Nacianceno ( + 390) hace este razonamiento: puesto
que María iba a ser Madre de Jesús, el Cristo, era necesario
que fuera purificada con antecedencia (prokatharazeisa) por
obra del Espíritu Santo. No se puede aplicar aquí el sentido
que la teología posterior le va a dar a ese concepto, pero ya
queda insinuado.
79
él no tendría sentido celebrar la fiesta de la concepción de María si
no “hubiera sido inmune de todo pecado original” (PL 120, 1372a).
La fiesta de la concepción de María se había introducido en las
Iglesias de oriente en el siglo VII y se extendió posteriormente a
occidente. Al principio el objeto de esta fiesta no era muy claro: ¿era
la infusión del alma racional de María en el cuerpo ya existente?
¿Era el primer momento de su existencia? ¿Era la santificación de
María todavía en el seno de Santa Ana?
San Bernardo fue un gran opositor a la introducción de esta fiesta,
aduciendo que no tenía sentido celebrar la concepción de María que
todavía no había sido santificada. Para él, María había sido
santificada en su nacimiento, pero no ciertamente en su misma
concepción (PL 182, 332-336).
80
un decreto sobre la inmaculada concepción (1439), que tuvo mucho
influjo en varios países (España, Francia, Suiza, Alemania, Austria,
Bélgica) y también en las universidades de París, Colonia, Lovaina y
Maguncia. El documento dice:
81
Intervenciones importantes de los Papas sobre la Inmaculada
Concepción de María:
Sixto IV en las Constituciones Cum praecelsa (1477) y Grave
nimis (1483) exhorta a los fieles a dar gracias a Dios por la
admirable concepción de María y anima a la participación en
la fiesta de la inmaculada (DH 1400). Prohíbe, además, tachar
de herejes tanto a los inmaculistas como a los que sostenían
que María fue concebida con pecado original (DH 1425-
1426).
82
Preparación de la definición dogmática
Pío IX fue un gran impulsor de la devoción a la Inmaculada y su
definición dogmática. El 1ro. de junio de 1848 nombró una comisión
de consultores sobre la conveniencia de definir ese dogma. El 2 de
febrero de 1849, con la encíclica “Ubi primum”, invitaba a los
obispos a tomar posición. Respondieron 603, de los cuales 546
estaban a favor. Unos pocos eran contrarios y el resto se abstuvieron.
83
En el tortuoso y polémico camino hacia la definición del
dogma de la inmaculada concepción de María, la fe del pueblo
cristiano jugó un papel importantísimo. “Se evidencia un
crescendo en el comportamiento del pueblo que, en un primer
momento, celebra sin problemas la fiesta de la concepción, y
luego se escandaliza cuando se niega el privilegio mariano,
reaccionando finalmente, incluso de manera violenta, contra
los defensores del pecado original de María”1.
El pueblo cristiano fue el gran defensor de la inmaculada
concepción de María en contraste con muchos teólogos,
especialmente dominicos, que fueron grandes opositores.
84
Los testimonios de los Padres y de los escritores de la Iglesia
Los padres y escritores sagrados, con algunas excepciones, exaltaron
la santidad personal de María durante los primeros siglos.
Desde el siglo VIII aparece más explícitamente la temática de la
concepción inmaculada de María, que será objeto de fuerte polémica
durante los siglos posteriores, especialmente entre franciscanos y
dominicos. La intervención moderadora de los Papas contribuyó a
pacificar las aguas turbulentas de acusaciones recíprocas de herejes.
La radicalmente redimida
85
La inmaculada concepción de María es sobre todo una muestra de la
redención de Jesucristo. El es el centro del universo, el es el único
redentor y, por su acción salvadora, María ha sido anticipadamente
redimida en sus raíces, en su total profundidad. Por eso algunos
teólogos la llaman “la radicalmente redimida”. La inmaculada
concepción tiene más en su centro la acción redentora de Jesucristo
que el pecado original.
El texto de la definición dice que María fue preservada del pecado
original “en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del
género humano”.
86
Las oraciones de la eucaristía evocan la preservación de María de
todo pecado, en previsión de los méritos de Cristo, e imploran
asimismo la limpieza de nuestros pecados.
CRITERIOS
Con frecuencia se ha criticado la actitud de los teólogos en el
proceso de aclaración y definición de la Inmaculada Concepción de
María. Los teólogos encontraban dificultad en combinar varios
elementos: ¿Tienen todas las personas humanas pecado original?
¿Cómo puede afirmarse que María no lo tuvo si es persona humana?
87
¿Es Jesús el mediador y salvador universal? ¿No ha sido María
redimida por Jesús? A todo esto se añadía la manera agustiniana de
entender la transmisión del pecado original, que pesó mucho en
occidente.
Como se puede observar los teólogos tuvieron que reflexionar sobre
estos temas para lograr una comprensión acorde con la Sagrada
Escritura y el pensamiento eclesial.
RESUMEN
De la santidad de María a su concepción inmaculada
Ya en el Nuevo Testamento, en el evangelio de Lucas
especialmente, María es objeto de admiración y propuesta de
imitación.
Durante los siglos II y III algunos escritores sagrados
relacionan a Eva, origen del pecado, y María, causa de nuestra
salvación.
88
A partir del siglo IV se le denomina a María “Santa”, “Toda
Santa”, queriendo indicar con ello la ausencia de pecados
personales en María.
Algunos escritores orientales de los siglos IV-V (Efrén,
Gregorio Nacianceno, Hesiquio) fueron aportando elementos
importantes en el camino hacia la comprensión de los alcances
de la santidad de María.
San Agustín por su manera de entender la transmisión del
pecado original, afirma que María debía tener dicho pecado.
Pascasio Radberto (790-865) fue el primer teólogo que habla
de la exención de María del pecado original.
Duns Scoto plantea la prevención del pecado original de María
por gracia del Mediador, respondiendo a las críticas de los
teólogos tomistas.
El Concilio de Basilea (s. XV), considerado ilegítimo, emitió
un decreto sobre la inmaculada concepción de María, que tuvo
mucha repercusión en varios países y universidades.
El Concilio de Trento (s. XVI), excluyó a María del
tratamiento que hizo sobre el pecado original.
Varios Papas (Sixto IV, Pío V, Paulo V, Clemente XI),
durante los siglos XV al XVIII, contribuyeron a moderar las
discusiones que se suscitaron sobre la inmaculada y a alentar
la celebración de su fiesta.
89
Fundamentos de la definición
El sentido de la fe de la Iglesia
Los textos bíblicos (Gen 3, 15; Lc 1,38.42) leídos en
la tradición de los padres
Los testimonios de los Padres y teólogos
La celebración de la fiesta de la inmaculada
90
Criterios
Las dificultades de los teólogos sobre la concepción sin
pecado original de María provenían de no saber:
cómo combinar la universalidad del pecado original de
todos los seres humanos;
la mediación universal salvífica de Jesucristo;
la transmisión del pecado original a través de la
generación.
91
LA ASUNCION
DE MARIA
INTRODUCCION
La Iglesia desde muy antiguo celebró el 15 de agosto una fiesta con
tres nombres distintos, que hacía énfasis en el destino final de María.
Inicialmente esa festividad recibió el nombre de Dormición, que recordaba
la muerte de María. Posteriormente se le llamó Tránsito, que expresaba el
paso de María de la vida terrena a la vida celestial. Y finalmente, se le puso
el nombre de Asunción, que subrayaba ya la glorificación de María en el
cielo.
En la asunción de María han sido primero, como también en los
dogmas marianos de la perpetua virginidad y de la inmaculada concepción,
la convicción del pueblo de Dios y la celebración de la fiesta litúrgica.
Algunos teólogos han ido a la zaga y a veces se han opuesto a estas
interpretaciones sobre la vida de María. La definición del dogma de la
asunción, más que mencionar unos textos explícitos sobre la asunción,
afirma que dicha verdad se funda en las Sagradas Escrituras y relaciona
varios elementos, que en su interrelación conducen a la definición.
92
Exponemos en este Fascículo el camino que condujo a la definición
del dogma de la asunción, el contenido y el significado de ese dogma para
la humanidad y la Iglesia. Concluimos con algunas anotaciones sobre la
liturgia de la asunción.
93
Se reúnen todos los apóstoles alrededor de su
lecho.
La Virgen muere de muerte natural.
Hay una intervención judía hostil durante el
entierro.
Una vez que es sepultado el cadáver, resucita o
es llevado al Paraíso.
94
pudiera desintegrarse en el sepulcro, puesto que esto no
estaría acorde ni con su maternidad, ni su santidad, ni su
virginidad perpetua.
95
DEFINICION DEL DOGMA DE LA ASUNCION
Peticiones a la Santa Sede
La definición del dogma de la asunción es el resultado convergente
de muchos factores que se dieron en la historia de la Iglesia: la fe de
la comunidad eclesial en esta verdad, la celebración litúrgica de la
fiesta, las reflexiones de los teólogos.
La primera petición a la Santa Sede para definir este dogma se dio ya
en el siglo XVIII y fue presentada por el P. Cesáreo Shguanin (1692-
1769). En el siglo XIX fueron los cardenales Steckx y Sánchez
quienes solicitaron a Pío IX que definiera la asunción. También la
reina Isabel II de España se dirigió al mismo Pontífice para pedirle la
definición de la asunción de María. Durante el siglo XX se añadieron
centenares de cartas en el mismo sentido.
El Papa Pío XII, con la encíclica Deiparae Virginis de 1946,
consultó a todo el episcopado del mundo para que externaran su
opinión sobre si podía ser definido el dogma de la asunción y si
deseaban, unidos a sus fieles, esta definición.
Pío XII el 1ro. de noviembre de 1950, con la Constitución Apostólica
Munificentissimus Deus, proclama el dogma de la asunción de María.
96
por la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados
Apóstoles Pedro y Pablo y nuestra,
proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado:
Que la Inmaculada Madre de Dios, siempre virgen María, cumplido el
curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria
celestial”1 (DH 3903).
97
terminar con la victoria sobre el pecado y la muerte; la
resurrección de Jesucristo y la glorificación del cuerpo virginal
de María.
5to. El texto de la definición no pretende entrar en otros detalles
como la muerte de María y la forma de la asunción.
6to. La definición del dogma atañe únicamente a la asunción de
María. No forma parte del contenido dogmático la filosofía
tomista en que se ha formulado, ni la concepción espacial en
que se expresa.
Valor eclesiológico
El camino de fe de María y su consumación se constituye en un
ejemplo para toda la comunidad cristiana. La Iglesia ve en María a la
madre, creyente y discípula de Jesús, que ha respondido a la
vocación de seguimiento de Jesús y que Dios ha reconocido su
trayectoria haciendo patente la victoria sobre la muerte.
98
“La madre de Jesús, de la misma manera que ya glorificada en los
cielos en cuerpo y alma, es imagen y principio de la Iglesia, que ha
de ser consumada en el futuro siglo, así en esta tierra, hasta que
llegue el día del Señor (Cfr. 2 Pe, 3, 10), brilla ante el Pueblo de Dios
peregrinante, como signo de esperanza segura y de consuelo” (LG
68).
CRITERIOS
99
El 1ro. de noviembre de 1950, conmemoración de todos los santos,
fue proclamado el dogma de la asunción. Esto no significa que se
trate de una canonización de María semejante a la de los santos. La
asunción pone de manifiesto que la condición de María, tras la
conclusión de su vida terrena, es de glorificación plena, cuerpo y
alma, algo que todos los santos y justos tendrán al final de los
tiempos.
RESUMEN
El camino hacia la definición del dogma de la asunción
100
Silencio asuncionista durante los tres primeros siglos.
101
El Papa Pío XII consultó a todo el episcopado sobre la
posibilidad y conveniencia de la definición dogmática de la
Asunción.
102
La asunción de María es ejemplo para las personas. La
humanidad y la Iglesia ven la plena realización de la
existencia de María, vencedora de la muerte.
Valor eclesiológico
La glorificación de María es modelo para la Iglesia que
prosigue en el camino trazado por Jesucristo, camino de fe, de
seguimiento, de hacer la voluntad de Dios.
Criterios
La asunción no es una canonización de María. La glorificación
de María comprende toda la persona, alma y cuerpo, algo que
les está reservado a los justos únicamente al final de los
tiempos.
103
Los protestantes y ortodoxos reaccionaron también
negativamente ante la definición del dogma de la asunción.
No creemos que haya razones suficientes para negar la muerte
de María, como la de todos los seres humanos.
104
EL CULTO
Y
DEVOCION A MARIA
INTRODUCCION
La Iglesia rinde a María un culto especial, que ha sido denominado
hiperdulía (especial veneración), que difiere del culto de adoración que
únicamente se dirige a Dios.
La reforma litúrgica, promovida por el Concilio Vaticano II, ha
colocado el año litúrgico como el eje fundamental de la celebración
cristiana. Las festividades de María, mártires y santos se han de insertar
dentro del año litúrgico y haciendo referencia al Misterio Pascual de
Jesucristo.
La devoción a María tiene muchas expresiones: muestras de amor,
veneración, intercesión e imitación. De todas ellas hablaremos en este
105
Folleto, explicitando las instancias y orientaciones de la devoción a María
en nuestros tiempos.
Hay dos puntos que deseamos resaltar en el conjunto de la
exposición. El primero es que el culto a María ya tiene de por sí un puesto
importante en el conjunto del año litúrgico. Se ha de evitar hacer un
calendario paralelo de celebraciones marianas sin relación al establecido
por el calendario litúrgico. El segundo aspecto es que la devoción a María
se ha de traducir, sobre todo, en imitación de su respuesta a Dios en fe,
obediencia y caridad.
106
El culto a María, aunque es muy especial, es diferente esencialmente
del culto de adoración que tributamos a Dios Padre, al Verbo
encarnado y al Espíritu Santo. Las diversas formas de piedad con que
honra la Iglesia a María, dentro de la doctrina sana y ortodoxa,
mantienen siempre la centralidad de Cristo.
107
Conviene recordar que la Iglesia celebra el misterio de María en el
16-23).
al tiempo litúrgico.
verdaderos discípulos.
108
en la Liturgia de las Horas y también en los cánticos Pange
tiempo pascual.
María en el santoral
Siempre se ha de buscar en la liturgia el nexo entre las
siguientes:
109
Dedicación de la Basílica de Santa María la Mayor
(5 de agosto), Santa María Reina (22 de agosto),
Nuestra Señora de los Dolores (15 de septiembre),
Nuestra Señora del Rosario (7 de octubre),
Presentación de la Santísima Virgen María (21 de
noviembre), Inmaculado Corazón de María (sábado
después del II domingo posterior a Pentecostés).
Memoria de Santa María en Sábado y Misas votivas.
La Marialis Cultus de Pablo VI dice sobre la
votivas marianas.
110
María es una persona humana, no es una persona divina, y debe
colocarse siempre dentro del Misterio de Cristo y Misterio de la
Iglesia, de la Historia de la salvación. El culto de adoración lo tributa
la Iglesia únicamente a Dios; a María y a los santos se les venera. La
Iglesia no duda reconocer en María una función claramente
subordinada respecto a Jesucristo, único Mediador y Salvador (LG
62).
111
prudente podría ser armonizar los contenidos del mes de mayo o
octubre con la liturgia propia de cada uno de esos tiempos.
112
María mujer sencilla y humilde. Son dos aspectos importantes que
hoy se quieren revalorizar: su feminidad y su sencillez, son rasgos de
María que la hacen cercana a nosotros.
113
Antropológica. María ha de ser presentada como significativa
para nuestros contemporáneos. Esto afecta a las imágenes,
oraciones y manera de dirigirse a ella. Hoy la vemos como una
doncella sencilla y humilde. La miramos como mujer cercana a
nosotros, sin atributos de reina que la alejan de nuestra condición.
114
Intercesión. La comunidad cristiana se dirige a María como
intercesora. María, cercana a nosotros como mujer y madre, es un
canal, un vehículo, un medio para solicitar su intercesión ante Jesús
y el Padre. La salvación y los bienes siempre son obra de Dios. Jesús
es el único mediador. María intercede ante el Padre.
CRITERIOS
Liturgia y devociones marianas
Pablo VI da una orientación muy acertada sobre esta relación. “Una
31).
115
el catolicismo tenga un espíritu ecuménico y observe las
orientaciones eclesiales sobre las imágenes y la verdadera devoción
a la Madre de Jesús.
RESUMEN
Naturaleza y fundamento del culto a María
María es honrada en la Iglesia con un culto especial por encima
de los ángeles y santos. Es un culto diferente al culto de adoración
que sólo se le tributa a Dios.
116
La auténtica devoción a María ha de conducir a la imitación de
sus virtudes.
María en el santoral
La presencia de María en el santoral es muy abundante:
solemnidades y fiestas del Señor con contenido mariano,
solemnidades para celebrar dogmas marianos, fiestas de María,
memorias, memoria de santa María en sábado y misas votivas.
117
Algunas manifestaciones de devoción mariana
El sábado. Día dedicado a María. Se puede celebrar
litúrgicamente la memoria de María algunos sábados.
118
Características de la devoción a María
Bíblica: Se ha de fundar en la Sagrada Escritura.
Litúrgica: Las formas de expresión religiosa mariana han de
estar relacionadas con la liturgia.
Ecuménica: El culto y devoción mariana no han de dañar el
espíritu ecuménico.
Antropológica: María ha de ser presentada como significativa
para nuestros contemporáneos.
Criterios
Liturgia y devociones marianas
119
La liturgia ocupa el puesto central en la vida celebrativa de la
Iglesia. Las devociones han de acompañar y ser elementos
auxiliares de la liturgia.
120
ORACIONES
MARIANAS
INTRODUCCION
El pueblo cristiano ha manifestado una especial predilección por las
invocaciones a María. Algunas de ellas se remontan a los primeros siglos
del cristianismo. Otras se introdujeron en la Edad Media y todavía hoy
mantienen su vigencia y se encuentran constantemente en los labios de los
fieles.
El carácter sintético de nuestros folletos no nos permite ampliarnos
excesivamente en los temas, menos todavía en éste, que de por sí habría
abundante material para explayarse. Seleccionamos algunas de las
oraciones más importantes a María, dando de cada una de ellas unos datos
históricos y teológicos, que puedan ser de utilidad en la pastoral.
La devoción y veneración a María encuentra sus raíces en el Nuevo
Testamento. Ya las primeras comunidades cristianas tenían gran
admiración por la madre de Jesús. El evangelio de Lucas es el que más
habla de María. La expresión “desde ahora todas las generaciones me
121
llamarán bienaventurada” (Lc 1, 48) pudo haber sido un motivo para
propiciar las invocaciones a María.
Las oraciones que tratamos en este fascículo tienen todas ellas una
gran tradición eclesial, están muy arraigadas en el pueblo cristiano y
frecuentemente recomendadas por el Magisterio. El mejor y mayor
conocimiento puede ayudar a saborear estas oraciones y a rezarlas con más
gusto.
122
Sacramentos – Liturgia de las Horas), que es el culto público y
oficial de la Iglesia a Dios. También exhorta a realizar otras prácticas
religiosas públicas o privadas, que sin ser litúrgicas, ayudan a los
fieles, tal es el caso del rezo del rosario, del angelus u otras oraciones
marianas o dirigidas a los santos.
123
La comunidad cristiana y los cristianos del siglo XXI siguen
rezando esta plegaria sencilla, hermosa y de gran respeto y aprecio
por María:
El Ave María
Es una oración sencilla, breve, que condensa unos aspectos
centrales de nuestra fe. El Ave María es una oración de alabanza que
conecta a Dios, a Jesús, a María con nuestra vida de peregrinos en la
fe.
Partes del Ave María
La primera parte está tomada del saludo del Angel
Gabriel: “Dios te salve [María], llena eres de gracia, el
Señor es contigo” (Lc 1, 28). Comenzó primeramente a
ser recitada como jaculatoria. El monje Alberto en 1140
rezaba diariamente 150 avemarías, haciendo alusión, a
esta parte que tratamos, tantas como el número de los
salmos.
La segunda parte corresponde a la alabanza que Isabel
dirige a María: “Bendita tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre [Jesús]” (Lc 1, 42).
La unión de la primera y segunda parte del Ave María
se encuentra ya a partir del siglo VI. En tiempos del
Papa San Gregorio Magno (590-604), ya aparece esa
124
unión como antífona del ofertorio del cuarto domingo
de adviento. El añadido “Jesús” se atribuye al Papa
Urbano IV (1261-1264).
125
El primer impulso es hacia el cielo, un himno de
alabanza. Se canta la gesta de Dios realizada en María.
Aunque la referencia sea mariana, el centro, sin
embargo, lo ocupa Dios, autor de las maravillas
realizadas en la bendita entre todas las mujeres. Al igual
que toda auténtica alabanza y acción de gracias es una
actitud desinteresada.
La segunda parte tiene en cuenta la tragedia humana del
pecado y de muerte. Pedimos socorro, conscientes de
nuestra debilidad y nuestra incapacidad de salvación.
Pero en todo esto no hay ninguna amargura o
resentimiento. A la luz de Dios y de María, asumimos
nuestra situación decadente y nos entregamos
confiadamente porque previamente hemos sido capaces
de alabar y agradecer. El Dios, que tan eficazmente
actuó en María ¿cómo no va a tener misericordia de sus
hijos pecadores y condenados a la muerte? Por eso
terminamos con un resuelto y consolador “Amén”.
El Angelus1
El Papa Pablo VI afirmaba en la Marialis Cultus sobre esta
oración mariana: “El “Angelus” no tiene necesidad de restauración:
la estructura sencilla, el carácter bíblico, el origen histórico que lo
enlaza con la invocación de la incolumidad en la paz, el ritmo casi
litúrgico que santifica momentos diversos de la jornada, la apertura
hacia el misterio pascual, por lo cual mientras conmemoramos la
Encarnación del Hijo de Dios pedimos ser llevados “por su Pasión y
1
Cfr. MAGGIANI S., Angelus, en DE FIORES S. – MEO S., Nuevo Diccionario de Mariología, 3ra.
ed., San Pablo, Madrid 2001, 101-115.
126
Cruz a la gloria de la resurrección”, hace que a distancia de siglos
conserve inalterado su valor e intacto su frescor”. (MC 41).
127
Calixto III en 1456 de tocar todos los días las
campanas entre el rezo de Nona y Vísperas, rezando
3 padrenuestros y tres avemarías por la paz de la
cristiandad, que se encontraba bajo la amenaza de los
turcos.
La forma actual, de tres versículos bíblicos y tres
avemarías, está documentada por primera vez en un
catecismo impreso en Venecia en 1560. A partir de
1600 recibe un aval papal con Clemente VIII,
recomendando que cada día se haga la salutación
angélica en la mañana, al mediodía y a la tarde.
Contenido teológico:
El Angelus es una oración que tiene como centro el
acontecimiento de la encarnación. Se menciona el saludo
del ángel, la concepción de Jesús por obra y gracia del
Espíritu, la respuesta de María, la disponibilidad a hacer la
voluntad de Dios y la encarnación propiamente dicha. La
última invocación es una súplica a María para que las
promesas de Dios se hagan realidad en nosotros.
La oración conclusiva, dirigida a Dios, pide que
obtengamos la resurrección los que hemos conocido la
encarnación de su Hijo Jesús.
El rosario2
Elementos históricos
22
Cfr. STAID E. D., Rosario, en DE FIORES S. – MEO S., Nuevo Diccionario de Mariología, 3ra.
ed., San Pablo, Madrid 2001, 1731-1741.
128
El rosario de Ave Marías se deriva del rosario de
Padrenuestros, que fue introducido por San Benito para que
ciertos monjes iletrados rezaran dicho rosario en vez de
recitar los 150 salmos.
En los siglos X y XI era bastante frecuente entre los fieles
el rezo del rosario de padrenuestros. Hacia el 1150
comienzan a aparecer los rosarios de avemarías.
En el siglo XIV el cartujo Enrique de Calcar realizó la
división de las 150 unidades de avemarías en 15 decenas,
intercalando entre cada decena un padrenuestro.
En el siglo XV queda atestiguada la introducción de la
meditación de los misterios, que anteriormente no se daba
en el solo rezo de avemarías y padrenuestros. En este
mismo siglo los dominicos, especialmente con Alain de la
Rocha, que creó cofradías del santísimo rosario, se
convirtieron en los principales apóstoles de esta devoción.
Alberto de Castello, en el año 1521, limitó a 15 la
meditación de los misterios, teniendo como motivos
fundamentales: la encarnación, la pasión y muerte de Jesús
y la gloria de Cristo y de la Iglesia.
La implantación definitiva, antes de la última reforma
introducida por Juan Pablo II en el 2002 , tuvo lugar con el
Papa Pío V, a partir de la victoria de Lepanto el 7 de
octubre de 1571. El rosario estaba conformado por tres
bloques de 5 misterios: los gozosos, dolorosos y gloriosos.
Juan Pablo II acaba de añadir cinco misterios más al
rosario, llamándolos misterios luminosos (bautismo en el
Jordán; autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná; el
129
anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión; la
transfiguración y la institución de la eucaristía).
130
Configurarse a Cristo con María
Rogar a Cristo con María
Anunciar a Cristo con María
Las letanías3
Historia de las letanías
Las letanías tienen una historia muy compleja. Toman
como modelo las letanías de los santos, que se difundieron
en la Iglesia a partir del siglo V. Estas letanías eran
invocaciones y deprecaciones dirigidas a Dios, a la Virgen
y a los santos, que concluían con una serie de peticiones
más específicas. Las letanías tenían un carácter muy
popular y se rezaban en las procesiones penitenciales, en la
vigilia pascual, en las ordenaciones, en las oraciones por los
enfermos, en las rogativas, etc.
Las letanías marianas se originaron en el siglo XIII. Hubo
varios modelos de letanías: las venecianas (Basílica de San
Marcos en Venecia), las lauretanas (Casa de Loreto), las de
Maguncia (oraciones deprecatorias).
A partir del siglo XVII se imponen las letanías lauretanas a
toda la Iglesia, que con algunas adiciones posteriores son
las que se recitan actualmente.
131
gusta repetir las alabanzas de aquella a la que considera
poderosa mediadora ante su Hijo. Responden a la cultura, a
las necesidades espirituales y temporales en las que han
sido compiladas”4.
Salve Regina
Origen
Se escribió después de 1067 y antes de 1135. El autor pudo
ser Aimaro, obispo de Puy, muerto en 1098. La salve se
compuso probablemente en la abadía Augia Divis de
Reichau (Suiza), donde se cantaba en gregoriano.
Es una plegaria que rebosa dulzura y delicadeza, aunque
con gran contenido teológico. La Iglesia la ha rezado por
mucho tiempo en el Oficio de la Virgen. Actualmente se
encuentra en el Oficio de Completas.
El contenido teológico
María es presentada como reina, madre, virgen, abogada,
intercesora a quien el pueblo fiel, atribulado en la tierra,
invoca para que le muestre el rostro de su Hijo. El mundo
es visto como “un valle de lágrimas”, concepción negativa,
que contrasta con valoraciones actuales mucho más
positivas.
“Dios te salve,
44
Ibid. 1061.
132
reina y madre de misericordia,
vida y dulzura, esperanza nuestra,
Dios te salve”.
CRITERIOS
Nos hemos detenido en las principales oraciones marianas. Hay otras
que también son importantes, que apenas mencionamos:
133
está inspirado en el cántico de Ana (1 Sam 2, 1-10) y
contiene muchas referencias de los salmos. María es
considerada como pobre de Yahvéh, auténtica creyente,
esperanzada en el cumplimiento de las promesas de
Yahvéh.
RESUMEN
Las oraciones a María
El culto de adoración sólo lo tributamos a Dios. A María le
profesamos una especial veneración.
La oración igualmente se dirige a Dios, Padre, Hijo Y
Espíritu. El centro del culto son los acontecimientos de la
salvación, especialmente la Eucaristía.
Cristo es el único mediador y salvador. Este puesto no
puede ser ocupado por ninguna criatura.
La Iglesia recomienda que la oración principal sea la
litúrgica. Además exhorta a realizar otras prácticas que
ayudan a los fieles, tal es el caso de las devociones a María
y a los santos.
La oración mariana se dirige, por María, a Dios. Por ser
mujer la vemos muy cercana a la humanidad y al mismo
tiempo muy próxima a Dios, por su respuesta personal en la
134
carne y en el espíritu. Por ello la invocamos, veneramos,
pedimos su intercesión e imitamos.
Los Papas y Obispos han recomendado constantemente la
oración a María
El Ave María
Las dos primeras partes son bíblicas. La tercera parte es
un añadido medieval. El Ave María actual fue fijada
por Pío V en 1568.
El Ave María es una expresión de alabanza a Dios por
lo actuado en ella. Al mismo tiempo es súplica a María
para que nos socorra en nuestra condición de pecadores.
El angelus
Esta oración nace como oración de la puesta del sol y
posteriormente se reza también al amanecer y mediodía.
La forma actual de tres versículos y tres avemarías data
de 1600.
135
El rosario
Los rosarios de avemarías se derivan de los rosarios de
padrenuestros, que los monjes iletrados rezaban en vez
del rezo de los salmos, que se hacían en latín. Hacia el
siglo XII comienzan a aparecer los rosarios de
avemarías. En el siglo XIV se dividen las 150 unidades
de avemarías en 15 decenas, intercalando en cada
decena un padrenuestro. El Papa Pío V, a partir de la
victoria de Lepanto, afianzó el rosario tradicional por
varios siglos, fijando tres bloques de misterios: gozosos,
dolorosos y gloriosos. El Papa Juan Pablo II añadió en
el 2002 los misterios luminosos.
El rosario armoniza y combina la contemplación de los
misterios de Cristo y de María, con la súplica y alabanza
a María. Los Papas han exhortado a orar por la paz y las
familia en el rezo del rosario.
Las letanías
Las letanías marianas tienen su modelo en las letanías
de los santos, que se difundieron en la Iglesia a partir del
siglo V. Las letanías marianas tuvieron su origen en el
siglo XIII. A partir del siglo XVII se imponen las
letanías lauretanas a toda la Iglesia.
Las letanías contienen una serie de títulos e
invocaciones a María, que se repiten una tras otra,
intercaladas únicamente con la súplica “ruega por
nosotros”.
136
Salve Regina
El origen de esta plegaria es medieval (siglos XI-XII).
María es vista como reina, madre, virgen, abogada e
intercesora a quien implora el pueblo atribulado.
Criterios
Regina coeli. Oración que sustituye al angelus en el tiempo
pascual. El centro es siempre la encarnación.
137
ADVOCACIONES
A
MARIA
INTRODUCCION
Muchas personas hablan de los “títulos de María”. Nosotros hemos
preferido “advocaciones” a María, indicando con este término: la
protección o patrocinio de María, sus atributos, imágenes o santuarios que
están dedicados a ella
María es única y la llamamos con muchos nombres o frases. Estas
formas de invocar a María ponen en evidencia algún rasgo o característica
de su rica y variada personalidad.
El pueblo cristiano se ha dirigido a María de múltiples formas. Se
puede decir que cada pueblo o comunidad cristiana tiene una manera de
llamar a María, mejor dicho, se ha apropiado de una advocación, con la
cual se identifica. En este Fascículo hemos seleccionado unos cuantos.
Quizá la escogencia no sea la más apropiada para algunos, pero nos parece
que representan varias facetas de María que han tenido y siguen teniendo
particular veneración y devoción en el pueblo cristiano: María, madre de la
Iglesia; Inmaculado Corazón de María; Santa María del Monte Carmelo;
138
María auxiliadora; Nuestra Señora de la Merced; Nuestra Señora, la Virgen
de los dolores. De cada una de ellas hacemos algunas anotaciones
históricas, resaltamos su contenido teológico y damos unos datos breves
sobre su celebración litúrgica.
Un complemento a estas advocaciones se puede hallar en el
Fascículo Nro. 15, que analiza las apariciones de Guadalupe, Lourdes y
Fátima.
Las advocaciones, lejos de encerrarnos en capillismos, deben
abrirnos a la riqueza y multiforme figura de María.
ADVOCACIONES MARIANAS
MADRE DE LA IGLESIA
Proclamación de María, madre de la Iglesia
El Papa Pablo VI, al clausurar la IIIra. Sesión del
Concilio Vaticano II, que acababa de aprobar la
Constitución sobre la Iglesia (LG), declaró a María
“Madre de la Iglesia”.
El Papa emplea un tono solemne en dicha
proclamación, para resaltar la importancia del
acontecimiento: “Para gloria de la Virgen María y
consuelo nuestro, declaramos a María Santísima
Madre de la Iglesia, es decir, de todo el pueblo
cristiano, tanto fieles como Pastores, que la llaman
Madre amantísima, y decretamos que con este
dulcísimo nombre, ya desde ahora, todo el pueblo
cristiano honre e invoque a la Madre de Dios”1.
1
CONCILIO ECUMENICO VATICANO II, Constituciones. Decretos. Declaraciones, BAC, Madrid
1993, 1148.
139
Fundamentos del título
Pablo VI dice que este título no es nuevo para la
piedad cristiana, pues desde muy antiguo la Iglesia se
dirigió a María como madre. Es más, “María como
madre de Cristo, debe ser considerada también como
madre de los fieles y de los Pastores, es decir, de la
Iglesia”.
La maternidad de María sobre la Iglesia tiene su base
en la unión de María con Jesús y con la Iglesia
respectivamente. En el centro y punto de unión de
esta relación se encuentra la asociación y
participación de María en la obra de la salvación.
La advocación “Madre de la Iglesia” es una
ampliación de los conceptos “María madre de Dios”,
“María madre nuestra” y su aplicación específica a la
Iglesia.
En el Vaticano II se buscó la armonía entre quienes
pretendían colocar a María más de parte de Jesús y
Dios, y quienes deseaban ponerla mejor de parte de
la humanidad. La proclamación de este título se ha
de entender de forma correcta para que no se
interprete como el triunfo del primer grupo sobre el
segundo. La declaración de “María madre de la
Iglesia” no es para colocar a María en un puesto
intermedio entre Cristo y la Iglesia, desligada de la
humanidad, sino que “toda la Iglesia, al desarrollar
su variada actividad, toma el ejemplo absolutísimo
140
de la Virgen Madre de Dios para imitar
perfectamente a Cristo”2.
La celebración litúrgica
No se ha establecido ningún día para esta celebración. Cabe
mencionar, sin embargo, que en Las Misas de la Virgen
María aparecen tres formularios distintos, que pueden
utilizarse en algunas ocasiones oportunas, con la debida
moderación.
22
Ibid. 1149.
33
Cfr. ALONSO J. M. – SARTOR D., Inmaculado Corazón, en DE FIORES S. – MEO S. (ed.), Nuevo
Diccionario de Mariología, Paulinas, Madrid 1988, 941-955.
44
Ibid. 947.
141
Antes se habían utilizado las expresiones “Corazón
purísimo”, “Corazón santísimo”, “Corazón sagrado”.
La devoción al inmaculado corazón de María está
fundada en textos bíblicos (Lc 2, 19 y Lc 2,51, Lc 2,
35) y en otras reflexiones de los padres de la Iglesia
y escritores sagrados. En el siglo XVII se tienen las
primeras aprobaciones de cofradías consagradas al
culto al corazón de María. Es el tiempo,
precisamente en el que San Juan Eudes (1601-1680)
promovió la celebración litúrgica de los corazones de
Jesús y de María. A partir de 1648 comenzó a
celebrarse la fiesta del corazón de María, aunque su
aprobación como tal encontró dificultades en la
Santa Sede. En 1944 se extendió la fiesta a toda la
Iglesia. En la reforma actual es una memoria
facultativa, colocada un día después de la
solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús.
Cabe mencionar también que el 8 de diciembre de
1942 Pío XII, con ocasión del 25 aniversario de las
apariciones de Fátima, consagró la Iglesia y el
género humano al inmaculado corazón de María.
Significado de la devoción
En la Sagrada Escritura, el corazón es el punto de
referencia fundamental de la persona, de donde
dimanan todas sus pensamientos y decisiones.
Manteniendo este significado bíblico, la devoción al
inmaculado corazón de María debe dirigirse a la
persona de María y a todas sus acciones. No se debe
142
quedar en la contemplación del corazón únicamente
y conducir a una devoción sentimental, como ocurrió
a veces en el pasado.
La devoción al corazón de María ha sido fuente de
una enorme riqueza espiritual, que la define san Juan
Eudes en estos términos: “Deseamos honrar en la
Virgen madre de Jesús no solamente un misterio o
una acción, como el nacimiento, la presentación, la
visitación, la purificación; no sólo algunas de sus
prerrogativas, como el ser madre de Dios, hija del
Padre, esposa del Espíritu, templo de la santísima
Trinidad, reina del cielo y de la tierra; ni tampoco su
dignísima persona, sino que deseamos honrar en ella
ante todo y principalmente la fuente y origen de la
santidad y de la dignidad de todos sus misterios, de
todas sus acciones, de todas sus cualidades y de su
misma persona, es decir, su amor y su caridad, ya
que según todos los santos doctores el amor y la
caridad son la medida del mérito y el principio de
toda la santidad”5.
Liturgia de la memoria
La liturgia de la celebración presenta a María como
modelo de escucha de la Palabra de Dios, que la
acoge y medita en su corazón. A ello aluden
especialmente la antífona antes del evangelio y de la
comunión, como también el evangelio (Lc 2, 41-51),
55
Ibid. 946.
143
en el que María medita en su corazón las actitudes de
Jesús y su dedicación a las cosas de su Padre.
La colecta del día relaciona a María, digna morada
del Espíritu, con los cristianos, que piden la
intercesión de María para ser “templos dignos” de
Dios.
66
Cfr. MACCA V., Carmelo, en DE FIORES S. – MEO S. (ed.), Nuevo Diccionario de Mariología,
Paulinas, Madrid 1988, 386-391.
144
“en el servicio de Cristo”, dentro de un clima de
sencillez y de austeridad”7.
77
Ibid. 387.
88
CONGREGACION PARA EL CULTO DIVINO Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS,
Directorio sobre la piedad popular y la liturgia. Principios y orientaciones, BAC-documentos,
Madrid, 2002, nro. 205 p. 151.
99
Ibid.
145
Celebración litúrgica de la fiesta
La fiesta se celebra el 16 de julio y es memoria libre. La
colecta de la misa pide la ayuda de María para llegar a la
santa montaña, que es Cristo: “Te suplicamos, Señor, que
la poderosa intercesión de la Virgen María, en su
advocación del monte Carmelo, nos ayude y nos haga
llegar hasta Cristo, monte de salvación”.
MARIA AUXILIADORA
Origen del título
No conocemos el origen preciso del título “María
auxilio de los cristianos”. Pío V quiso que, como
agradecimiento a la virgen por la victoria de los
ejércitos cristianos en Lepanto (7 de octubre de
1571), se invocara a María como auxilio de los
cristianos e introdujo esta advocación en las
Letanías Lauretanas. Las victorias sucesivas de los
cristianos en Viena y el regreso del Papa Pío VII a
Roma en 1814 se relacionan con la historia de esta
advocación.
Si bien el título es relativamente reciente, sin
embargo, la Iglesia desde antiguo se dirigió a María
con otras expresiones semejantes: “amparo”,
“socorro”, “refugio”, “ayuda”, “protección”,
“abogada”, intercesora”. Nos hallamos con una
variación terminológica del concepto fundamental,
con acentuaciones específicas.
146
El Papa Pío VII introdujo la fiesta de María
Auxiliadora el 16 de septiembre de 1815.
San Juan Bosco ha sido el gran propagador de esta
devoción en la Iglesia Universal, que asocia esta
devoción en una triple dirección: de todos los
cristianos en sus diferentes dificultades, de la Iglesia
y del Papa. En honor de María Auxiliadora fundó el
Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, junto a
Santa María Mazzarello, construyó el Santuario a
María Auxiliadora de Turín, la obra de María
Auxiliadora para las vocaciones tardías y la
Archicofradía de los Devotos de María Auxiliadora.
Compuso y difundió además “La bendición de María
Auxiliadora”, aprobada oficialmente por la Sagrada
Congregación de Ritos el 18 de mayo de 1878.
147
ciegos; liberando a los hombres de las opresiones y
prejuicios sociales y religiosos; muriendo y
resucitando por la humanidad.
La celebración litúrgica10
Pío VII estableció que se celebrara la fiesta de María
Auxiliadora perpetuamente en Roma en conmemoración de
su regreso de la prisión de Fontainebleau. También se lleva
a cabo en muchas Iglesias Particulares y en la Sociedad de
San Francisco de Sales. No es memoria obligatoria.
Los textos bíblicos son: Gen 3, 1-6.13.15 donde se
anuncia la victoria del Hijo de la Mujer. Puede
1010
Cfr. CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, Misas de la Virgen I. Misal, Coeditores Litúrgicos,
Barcelona 1988, 191-193.
148
elegirse en su lugar Ap 12, 1-3a.7-12ab.17, texto que
representa la victoria de la Iglesia contra el dragón y
que la tradición patrística y litúrgica ha utilizado en
sentido mariano.
El evangelio (Jn 2, 1-11) muestra el auxilio de María
a la Iglesia, sean los apóstoles o quienes participan
en el banquete.
Las oraciones expresan la función de María como
Madre y auxiliadora del pueblo cristiano y la invocan
para que proteja a la Iglesia, le conceda paz duradera
y ayude a los cristianos en todas sus necesidades.
El texto del prefacio pide a María, madre y
auxiliadora del pueblo cristiano “que bajo su
protección, participe valientemente en el combate de
la fe, persevere con fidelidad en la enseñanza de los
apóstoles, y camine seguro entre las dificultades del
mundo hasta alcanzar gozoso la Jerusalén del cielo”.
1111
Cfr. PIKAZA X., Merced (La Virgen Liberadora), en DE FIORES S. – MEO S. (ed.), Nuevo
Diccionario de Mariología, Paulinas, Madrid 1988, 1320-1334.
149
Virgen a San Pedro Nolasco, en la que ésta le pide
que funde una orden que se preocupe de la redención
de los cautivos. Nuestra Señora de la Merced es la
titular de esta orden y de muchos institutos religiosos
femeninos, que tienen su origen en el tronco
mercedario.
Nuestra Señora de la Merced es también la patrona
de Barcelona, título que está relacionado con la
experiencia espiritual de Pedro Nolasco. Nuestra
Señora de la Merced recibe también culto en algunas
regiones de España y América.
Celebración litúrgica
150
La reforma litúrgica considera esta celebración como
propia de la familia religiosa mercedaria y de
aquellas Iglesias particulares que tengan especial
devoción por ella. No es memoria obligatoria ni
optativa.
Las oraciones de la eucaristía ponen en evidencia la
función de Cristo redentor, que proporciona la
verdadera libertad de los hombres.
Las lecturas señalan dos aspectos, íntimamente
relacionados. Por una parte, María es una nueva
Judit, que libera a Israel y a la Iglesia (Jd 15, 8-10;
16, 13-14). Por otra, María, asociada a la obra de la
redención, es entregada al discípulo amado como
madre de la comunidad cristiana, de la Iglesia (Jn 19,
25-27).
151
templo para la presentación de Jesús y las palabras
de Simeón “una espada atravesará el alma”; 2do. La
huida de María a Egipto con José y Jesús; 3ro. La
pérdida de Jesús en el templo de Jerusalén; 4to. El
encuentro de María con Jesús, junto con las mujeres,
en el camino al calvario; 5to. María al pie de la cruz;
6to. La acogida de Jesús, en el regazo de María,
cuando es bajado de la cruz; 7mo. La entrega al
sepulcro del cuerpo muerto de su Hijo).
En el siglo XV comienza a celebrarse en Colonia
(Alemania) una fiesta de “las angustias y dolores de
la Virgen”. Sixto IV introdujo en el Misal Romano
en 1482 una misa sobre Nuestra Señora de la
Piedad, que se refería a María al pie de la cruz. En
1668 se les permite a los Siervos de María la
celebración de la Misa de los siete dolores de María.
Pío VII en 1814 fija la fiesta de los Siete Dolores de
María para el tercer domingo de septiembre. Pío X
trasladó esta festividad al 15 de septiembre. La
reforma litúrgica del Vaticano II mantuvo la
memoria de “Nuestra Señora, la Virgen de los
Dolores” en el mismo día, 15 de septiembre.
152
fielmente su comunión con el Hijo hasta la cruz, ante
la cual resistió en pie (cf Jn 19, 25), no sin cierto
designio divino, sufriendo profundamente con su
unigénito y asociándose a su sacrificio con ánimo
maternal, consintiendo amorosamente en la
inmolación de la víctima que ella había engendrado”
(LG 58).
La devoción a la dolorosa se plasmó históricamente
en varios ejercicios piadosos.
- La corona dolorosa o de los siete dolores,
que sigue el esquema del rosario, sólo que
los misterios que se contemplan son los
dolores de María y el rezo de avemarías es
de 7.
- La via matris dolorosae. Es una especie de
vía crucis, representando los diete dolores
de María. Se sugiere la práctica en los
viernes de cuaresma.
- La desolada, que hace referencia al
acompañamiento de María, estando en
oración, desde el atardecer del viernes
santo hasta la tarde del sábado santo.
- Devoción y veneración a la dolorosa, que
representan a María de negro en escenas
asociadas a la cruz, con una actitud
recogida, sollozante y de dolor.
Celebración litúrgica
153
La reforma litúrgica ha colocado como memoria la
celebración de “Nuestra Señora, la Virgen de los
Dolores” en el día 15 de septiembre. Las oraciones
recuerdan los dolores de María e invitan a la Iglesia a
asociarse, como la Virgen, a la pasión redentora de
su Hijo. La primera lectura (Heb 5, 7-9) recuerda
cómo Jesús aprendió, sufriendo, a obedecer y se
convirtió después de su consumación en autor de
salvación de todos los que lo obedecen. La segunda
lectura (Jn 19, 25-27 / Lc 2, 33-35) son los textos de
María al pie de la cruz y de María atravesada por una
espada.
Cabe mencionar también que entre las Misas de la
Virgen María aparecen dos celebraciones sobre
María junto a la cruz del Señor en el tiempo de
cuaresma. En los santuarios marianos se podrá
recurrir a ellas en algún día de cuaresma, sin
extralimitarse.
CRITERIOS
Las advocaciones marianas son formas particulares de inovcar a
María, que es única. Reflejan particularidades de la misma figura
de María, que no se han de convertir en exclusivismos ni
capillismos.
154
Lo importante sería recuperar toda la figura de María en cada una
de las advocaciones, aunque se resalte algún aspecto en particular.
RESUMEN
Advocaciones Marianas
Madre de la Iglesia
El Papa Pablo VI proclamó a María Madre de la Iglesia,
al concluir la tercera sesión del Concilio Vaticano II.
El título no es nuevo y se basa en la unión de María con
Jesús y con la Iglesia.
Se trata de una ampliación de los conceptos “María
madre de Dios” y de “María madre nuestra”.
La advocación “María madre de la Iglesia” no debe
hacer pensar a los cristianos que María está colocada en
un puesto intermedio entre Cristo y la Iglesia.
155
La celebración litúrgica es de memoria facultativa,
colocada un día después de la solemnidad del Sagrado
Corazón de Jesús.
María Auxiliadora
Pío V insertó este título en las Letanías Lauretanas. Esta
advocación tiene mucha similitud con otras semejantes:
“socorro”, “abogada”, “intercesora”, “amparo”. Pío VII
introdujo la fiesta de María Auxiliadora el 16 de
septiembre de 1815.
San Juan Bosco ha sido el gran propagador de esta
devoción en la Iglesia Universal.
El significado teológico del título tiene mucho que ver
con: Dios protector del pueblo, Jesucristo salvador y la
156
participación de María en la obra salvífica de Cristo y
de la Iglesia.
La celebración litúrgica es memoria libre y se hace el 24
de mayo. Las oraciones y lecturas destacan la función
de María como ayuda e intercesora ante la Iglesia y el
pueblo cristiano
157
En la actualidad los dolores de la virgen se ven
dentro de toda la historia de María, no sólo como
momentos puntuales.
La devoción a la dolorosa se ha plasmado en ciertas
prácticas: la corona de los siete dolores, la via matris
dolorosae y la desolada.
Además de la celebración litúrgica de la memoria de
Nuestra Señora de los Dolores el 15 de septiembre,
las Misas de la Virgen María contienen dos
formularios de celebración sobre María al pie de la
cruz para el tiempo de cuaresma. Estas se deberán
usar con prudencia, especialmente en los santuarios
marianos, para no romper ordinariamente el tiempo
cuaresmal.
Criterios
María es única. Las advocaciones reflejan múltiples maneras
de dirigirse a la misma persona de María.
Las advocaciones han estado sujetas a los vaivenes históricos.
Algunas han ido perdiendo vigencia, otras han persistido y
algunas otras se han ido añadiendo.
Es importante recobrar toda la figura de María en cada una de
las advocaciones, aunque se resalte algún aspecto particular.
158
tu parroquia?
2. ¿Cuáles son los rasgos que más sobresalen y son apreciados
por las personas en la advocación de tu comunidad
cristiana?
3. ¿Qué prácticas marianas se realizan alrededor de la advocación
de tu parroquia?
4. ¿Cómo recuperar toda la persona de María en cada una de las
advocaciones?
159
ESPIRITUALIDAD
MARIANA
INTRODUCCION
La devoción a María debe generar un camino espiritual mariano, que
sabemos que no tiene fin en sí mismo, sino que nos remite a Cristo y a la
vida en el Espíritu que él nos propone.
Muchas personas de nuestra sociedad no están interesadas en todo lo
que suena a “espiritualidad”. Lo que más les interesa es vivir bien, gozar lo
más posible y poseer lo que desean. Estas personas están atrapadas por lo
material, “pasan” de lo espiritual, no les llama la atención, creen que no les
aporta nada, no va con ellos. El cristiano ha de ser profeta del Espíritu, de
la fuerza transformadora de Dios, que unifica a las personas, les da plenitud
de existencia y les abre al horizonte global de la realización en Dios y
según Dios.
Vamos a tratar en este Folleto La espiritualidad mariana. Queremos
primeramente ofrecer unos rasgos generales sobre la espiritualidad.
Seguidamente nos detenemos en la vida en el Espíritu de María y
posteriormente damos unas pautas de vivencia espiritual mariana a través
de la vida y del culto.
Queremos que aparezca claramente que la espiritualidad es una
dimensión de la totalidad de la vida, que no nos aísla de nuestros
contemporáneos ni de la sensibilidad actual, sino que asume a la persona de
manera más integral sin reducirla a un ser exclusivamente material.
También deseamos dejar claro que la espiritualidad mariana no es un
camino paralelo a la espiritualidad cristiana, sino que son algunas
160
acentuaciones dentro del único camino de seguimiento de Cristo y vida en
Espíritu.
LA ESPIRITUALIDAD CRISTIANA
La espiritualidad hace referencia a la actuación del Espíritu en las
personas. Es presencia del Espíritu, es acción regeneradora y
transformante, es santificación y vivificación de la vida cristiana. Es
“fuerza de Dios”, “aliento”, “soplo” que renueva la persona para
conformarla cada vez más con Cristo.
El cristiano vive la experiencia trinitaria de una forma completa: la
vida como don de Dios, la elección a formar parte de una comunidad
cristiana, la salvación de Dios en Cristo, la esperanza de una humanidad
nueva construida en torno a Cristo, la vivencia del Espíritu como presencia
de Dios en nuestras vidas, que las anima, transforma y guía hacia la
santidad.
Stefano de Fiores indica unas características de la espiritualidad
contemporánea1:
1
Cfr. DE FIORES S., Espiritualidad contemporánea, en DE FIORES S. – GOFFI T. (ed.), Diccionario
de Espiritualidad, 4ta. ed. Paulinas, Madrid 1991, 617-644.
161
fundamenta y le da significado. El hombre es un ser espiritual-
material, en el que lo espiritual lo envuelve todo y le da su propia
fisonomía.
162
No se trata, pues, únicamente de poner la intención religiosa en el
trabajo o impregnarlo de jaculatorias. El orden de la creación y de la
redención se entrecruzan y se deben armonizar. La persona ha de
vivir cristianamente toda su existencia, que mayoritariamente es
existencia en el mundo, en medio de la tareas ordinarias de la
familia, del trabajo, de las relaciones sociales, económicas y
políticas.
Espiritualidad liberadora
La espiritualidad ha de mostrar hoy un rostro liberador, lo cual
implica:
163
La espiritualidad liberadora reconoce la intervención de Dios
en la historia, se alegra de que Dios actúa a favor de los pobres
y mantiene la confianza en las promesas de Dios.
Tampoco se ha de pensar fácilmente que estas actitudes
cristianas se vivan ya en plenitud. Se deben tener los ojos
abiertos a las experiencias existentes de opresión y del camino
liberador que todavía resta por hacer.
Espiritualidad comunitaria
La sensibilidad cultural y la teología han puesto de manifiesto la
importancia de la comunidad y de estar en comunión. La
espiritualidad contemporánea resalta también la vida espiritual en
comunidad y de comunidad, descalificando comportamientos y
actitudes religiosas totalmente individualistas.
La dimensión comunitaria adquiere además características de
apertura eclesial, ecuménica y mundial. La espiritualidad no se queda
encerrada en los muros de la confesionalidad y de las religiones. Está
abierta a todas las personas que desean y deben vivir la existencia
como respuesta al Espíritu, que está presente en cada persona.
ESPIRITUALIDAD DE MARIA2
El evangelio nos ha indicado la opción fundamental de la vida espiritual de
María: sumergirse cada vez más en la economía pascual salvífica hasta ser
del todo dócil al Espíritu de Cristo que obraba en ella.
22
Cfr. GOFFI T., Espiritualidad, en DE FIORES S. – MEO S. (ed.), Nuevo Diccionario de Mariología,
Paulinas, Madrid 1988, 661-678.
164
Experiencia espiritual: caracterizada por el continuo pasar del vivir
según la carne al vivir según el Espíritu. María redimida recibe la
gracia participando en el Misterio Pascual de Cristo.
165
descubrir a Dios presente en la historia humana y dedicado a
completar su creación; es el júbilo que María proclama en el
himno sublime del Magnificat (Lc 1, 46-55).
María es modelo y ejemplo también de la caridad. La
caridad divina, tal como se manifestó en el Verbo encarnado,
es donación total al servicio de los otros (cf 1 Jn 4, 8.16). “El
mayor sea como el que sirve” (Lc 22, 26; Jn 13, 13-15). Es el
modo como María vivió y sigue viviendo su caridad, de suerte
que se puede autodenominar “esclava del Señor” (Lc 1, 38.48;
cf LG 55), que se da toda al servicio de Dios Padre y de los
hombres.
166
La Virgen ayuda a imprimir una orientación espiritual a la Iglesia en
su proceso de liberación. Su Magnificat es el himno de una gran
revolución de esperanza. La devoción mariana no se agota ya en la
petición de gracias, suscitando en los devotos una indolente
pasividad frente a las situaciones desagradables; orienta para llevar a
cabo una efectiva promoción humana en toda la sociedad y para cada
persona.
María ofrece y comunica un singular ejemplo de belleza. Ella misma
ha sido la obra maestra que Dios ha ejecutado. Ella es el modelo de
la hermosura en el que se inspira el Espíritu para completar la
armonía del universo. La devoción a la Virgen ha otorgado el gusto
por la belleza; ha dado la percepción concreta de una hermosura
difundida en toda vivencia cristiana; ha despertado el gozo de una
vida alegremente armoniosa; ha permitido a los creyentes poder
asomarse a la vida virtuosa como a una luminosa experiencia de
hermosura.
María sabe presentarse como ejemplar para la misión espiritual que
hoy la mujer está llamada a ejercer. Ayer, en armonía con el contexto
sociocultural existente sobre la mujer, se encerró a la Virgen
completamente en su pudor virginal, de suerte que S. Ambrosio
afirmaba de ella que, permaneciendo entre las paredes domésticas,
“no salía de casa más que para ir al templo, e incluso entonces se
hacía acompañar de sus padres u otros parientes” (De virginibus II,
9-10; PL 16,221).
Hoy el Magisterio eclesiástico nos invita a reconocer que
María, “aún habiéndose abandonado a la voluntad del Señor, fue algo
del todo distinto de una mujer pasivamente remisiva o de religiosidad
alienante, antes bien fue mujer que no dudó en proclamar que Dios
es vindicador de los humildes y de los oprimidos y derriba de sus
167
tronos a los poderosos del mundo (cf Lc 1, 51-53)”; debiendo
reconocer “en María, que sobresale entre los humildes y los pobres
de espíritu, una mujer fuerte que conoció la pobreza y el sufrimiento,
la huida y el exilio” (MC 37).
CRITERIOS
La espiritualidad mariana es un camino de crecimiento espiritual,
que remite a Cristo. No se ha de constituir en una vía paralela y
autónoma a la que expone la Iglesia, que está centrada en Cristo,
en su misterio pascual.
RESUMEN
La espiritualidad cristiana
Hace referencia a la actuación del Espíritu en las personas. Es acción
regeneradora, transformante, santificadora y generadora de vida de la
existencia cristiana.
168
La espiritualidad como opción fundamental y horizonte de
significado de la existencia
La persona tiene una dimensión espiritual como un componente
esencial de su ser, algo que le fundamenta y le da significado.
Espiritualidad liberadora
La espiritualidad liberadora implica:
Conversión hacia el prójimo oprimido.
Celebración histórica del misterio pascual.
Espiritualidad de gratitud, alegría y esperanza.
Espiritualidad comunitaria
La espiritualidad contemporánea resalta vida espiritual en
comunidad y de comunidad, descalificando actitudes totalmente
individualistas.
169
Espiritualidad de María
María, obediente al Espíritu, se sumergió completamente en la
economía de la salvación. La espiritualidad de María tiene estas
características:
Experiencia espiritual
María, redimida de un modo extraordinario, realizó la experiencia
del pasar de vivir según la carne a vivir según el Espíritu.
Criterios
La espiritualidad mariana es un camino de crecimiento
espiritual que remite a Cristo.
170
El conocimiento de la espiritualidad de María nos ayuda a
vivir nuestra propia espiritualidad e imitar la de ella.
La espiritualidad mariana es sobre todo vida, respuesta
personal al Espíritu.
171
MARIA
EN EL CONCILIO VATICANO II
INTRODUCCION
El Concilio Vaticano II es un punto de referencia fundamental para
la Iglesia del siglo XX y de principios del XXI. A él convergieron
importantes movimientos eclesiales, que jalonaron la mitad del siglo XX :
los movimientos litúrgico, bíblico y ecuménico, acompañados de la
renovación de la teología, precisamente como fruto de esas investigaciones.
El Vaticano II, al mismo, es una expresión de la colegialidad episcopal,
expresada en sus documentos, lo que otorga a sus enseñanzas un valor
mucho mayor que el que tiene el magisterio ordinario.
Durante más de un siglo se vivió un gran entusiasmo mariano,
promovido por varios factores: la definición de los dogmas de la
Inmaculada Concepción (1854) y de la Asunción (1950), del año mariano
de 1954 en conmemoración del centenario de la definición dogmática de la
Inmaculada; las apariciones marianas más importantes: Fátima (1917) y
Lourdes (1858). La antesala del Vaticano II era, por consiguiente, de gran
exaltación mariana.
En este fascículo analizamos los aspectos fundamentales del texto
sobre María del Vaticano II, que constituye el VIII capítulo de la
Constitución sobre la Iglesia (nros. 52-69) y que se intitula “La
Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios, en el misterio de Cristo y
de la Iglesia”. Vamos a detenernos, especialmente, en cinco aspectos: Giro
172
en la marialogía en el Vaticano II, la relación entre Cristo y María, entre la
Iglesia y María, orientaciones sobre el culto a María y finalmente, la
proclamación de María, Madre de la Iglesia, por Pablo VI al clausurarse la
3ra. Sesión del Vaticano II.
173
Un momento importante en esta discusión lo constituyó la histórica
votación, que se hizo el 29 de octubre de 1963, sobre si se debía
insertar el esquema de María en la Constitución sobre la Iglesia o
más bien debía formarse un documento aparte. El debate enfrentaba
las dos posiciones descritas anteriormente. La corriente eclesiotípica
deseaba que se hablara de María en el contexto de la historia de la
salvación. La tendencia cristotípica, que subrayaba la eminencia y
singularidad de María, prefería que se hiciera un documento
exclusivo para ella. La votación fue muy ajustada: 1114 votos fueron
para la inserción de María en el documento sobre la Iglesia y 1074
estaban en desacuerdo con dicha inclusión. Una ligera diferencia
decidió un cambio de notables repercusiones en la marialogía.
Hay que hacer notar que el texto del Concilio Vaticano II sobre
María refleja los debates y enfoques descritos. El documento trata de
armonizar ambas tendencias, como se refleja en el mismo título “La
Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios, en el misterio de
Cristo y de la Iglesia” y en todo su desarrollo. Algunos han
considerado el mérito mayor de ese esfuerzo la colocación de María
en el marco global de la historia de la salvación.
174
Dios, del Redentor, Templo del Espíritu, y al mismo tiempo,
redimida de manera especialísima en atención de los méritos de
Cristo (LG 53).
175
8-20), en la presentación en el templo (Lc 2, 24-35) y en el hallazgo
de Jesús en el mismo templo (Lc 2, 41-51). María fue
comprendiendo poco a poco las palabras y actuaciones de Jesús (Lc
2, 41-51).
176
participado de una manera sobresaliente de la redención, de la
salvación de su hijo Jesucristo. Por eso, María es vista como un
miembro eminente de la comunidad eclesial y paradigma de ella en
el camino de fe, de santidad y realización definitiva.
177
excluye, sino que suscita en las criaturas una colaboración diversa
que participa de la única fuente” (LG 62).
178
María, glorificada en los cielos, es imagen, esperanza y consuelo de
la Iglesia que peregrina hacia la consecución de su plena realización
(LG 68).
179
El Concilio Vaticano II invita a evitar falsas exageraciones sobre
María así como también la excesiva estrechez. También exhorta a ser
prudentes en palabras y acciones y obviar cuanto pueda inducir a
error a los hermanos separados, sobre la doctrina auténtica de la
Iglesia sobre María (LG 67).
180
en la sesión de clausura de la 3ra. etapa conciliar, 21 de noviembre
de 1964).
CRITERIOS
El Vaticano II fue el punto de convergencia de dos perspectivas
marialógicas, una más centrada en los privilegios, y otra que
resaltaba a María, miembro de la humanidad y de la Iglesia. A pesar
de las tensiones y debates, se puede aseverar que la reflexión
teológica sobre María ha sido enriquecida.
181
El logro mayor de la marialogía del Vaticano II ha sido colocar a
María en la historia de la salvación. Ese marco general sitúa a María
dentro del conjunto de la obra salvífica, que tiene su centro en Cristo
Jesús. De esta forma se pueden evitar separaciones o aislamientos de
María, que pueden confundir a las personas y hacerles pensar que
María se encuentra en un puesto intermedio entre Dios y la
humanidad.
RESUMEN
Giro en la marialogía del Vaticano II
La marialogía antes del Vaticano II daba mucha importancia a
los privilegios y dogmas marianos.
Un grupo de obispos, unos 300 hicieron la propuesta de que el
Concilio Vaticano II definiera como dogma la mediación de
María.
En el Vaticano II se manifestaron dos tendencias marianas,
una que deseaba añadir nuevos atributos a María y otra que
prefería que María se presentara a partir de su humanidad, de
miembro de la Iglesia.
La inclusión del tema mariano en la Constitución sobre la
Iglesia significó un cambio notable en la marialogía.
182
El mérito mayor de ese cambio es la colocación de María en el
conjunto del misterio de Cristo y de la Iglesia, mejor todavía,
en el marco global de la historia de la salvación.
El Vaticano II ha sido el concilio que más ampliamente ha
hablado de María.
183
María participó en la obra de la salvación de Cristo y sigue
haciéndolo, dimanando dicha participación de la mediación
única de Jesús Redentor.
La Iglesia invoca a María con varios títulos: Abogada,
Auxiliadora, Socorro, Mediadora. Títulos que no deben quitar
ni añadir nada a la eficacia de Cristo único Mediador.
María es modelo de la Iglesia en cuanto virgen y madre. La
Iglesia engendra a hijos a la nueva vida y es fiel en la fe,
esperanza y amor a Cristo.
María es ejemplo de todas las virtudes para la Iglesia.
El Vaticano II exhorta a que María sea signo de unidad entre
todos los cristianos y todos los pueblos.
María, glorificada en los cielos, es imagen y esperanza de la
Iglesia peregrina.
184
La verdadera devoción a María no consiste en un vano
sentimentalismo ni una credulidad vacía, sino en la imitación
de sus virtudes.
Criterios
La reflexión teológica sobre María se enriquece con las dos
tendencias que se observaron en el Concilio Vaticano II.
El mayor logro del Vaticano II ha sido colocar a María en el
marco de la historia de la salvación.
La reflexión sobre María del Vaticano II no es una obra conclusa,
sino que prosigue, a otros niveles, en el período posterior hasta
nuestros días.
185
4. ¿Ocupa la imitación de María el puesto que le otorga
el Vaticano II, como el aspecto más importante de la devoción
a María?
186
MARIA
EN EL POSTCONCILIO
INTRODUCION
El Vaticano II significó un punto importante de reflexión teológica
sobre María y sobre la manera como se debe orientar la devoción y el culto
a María. Sin embargo la vida de la Iglesia sigue y es necesario analizar qué
sucedió en los años sucesivos. No hacemos una historia de la marialogía ni
de la devoción mariana, sino pretendemos únicamente resaltar algunos
puntos y momentos significativos del caminar mariano de la Iglesia desde
1966 a la fecha.
En primer lugar hacemos notar la “crisis mariana” de los años 70 del
siglo XX y la actuación del Papa Pablo VI en la búsqueda de una
superación de estos momentos bajos de piedad mariana. Seguidamente
hacemos una breve reseña de los enfoques más importantes en la
marialogía de este período al que nos estamos refiriendo. Sin lugar a dudas
se han dado pasos importantes en la teología sobre María en los que se
complementan muchas perspectivas sectoriales. Un tercer argumento de
este Fascículo aborda algunas intervenciones de Juan Pablo II sobre María,
que ha estado muy presente en toda su vida y actuación pastoral.
Se puede constatar que la situación pastoral actual de la Iglesia es
muy diversa de los años inmediatos postconciliares y que en cierta manera
María ocupa un lugar importante y significativo en la vida de los cristianos
187
y en la pastoral eclesial. Aunque lentamente se va encontrando una armonía
entre marialogía y pastoral mariana y entre liturgia y devoción mariana.
188
El documento “Signum magnum” señala el culto que se le
debe dar a María, como Madre de la Iglesia, y la devota
imitación de sus virtudes.
189
voluntad de Dios (Cf Lc 1, 38); porque acogió la
palabra y la puso en práctica; porque su acción
estuvo animada por la caridad y por el espíritu de
servicio; porque, es decir, fue la primera y la más
perfecta discípula de Cristo: lo cual tiene un valor
universal y permanente” (nro. 35). María no fue una
mujer remisa, todo lo contrario fue una mujer fuerte
que afrontó la pobreza, el sufrimiento y el exilio que
puede presentarse de modelo a quienes buscan con
espíritu evangélico la liberación del hombre y de la
sociedad (nro. 37).
En la tercera parte, el Papa invita al rezo frecuente
del angelus y del rosario, dos oraciones, sumamente
evangélicas y de gran tradición en la Iglesia. El
angelus marca el ritmo del día y proporciona la
ocasión de orar en los momentos de la mañana,
mediodía y tarde. El rosario, oración contemplativa,
de súplica y alabanza al mismo tiempo, mantiene su
valor en las múltiples situaciones de la vida sean
ordinarias o sean graves.
190
Enfoques teológicos sobre María de 1970 – 1990
María a partir de los dogmas marianos
Algunos teólogos siguieron presentando la doctrina sobre
María a partir de los dogmas marianos. En estos casos los
dogmas ocupan la mayor parte de la exposición. Estos autores,
con ciertos retoques, todavía siguen anclados a la marialogía
preconciliar, buena en su tiempo, pero que no responde ya a
las instancias de la investigación bíblica, teológica
marialógica y litúrgica de la época postconciliar.
191
María a partir de lo femenino
Algunos teólogos y teólogas han querido destacar la figura de
María como mujer, precisamente en momentos de gran
sensibilidad cultural sobre lo femenino. En general, estas obras
adolecen de un enfoque unilateral en el que no incorporan ni
armonizan debidamente otras dimensiones de María y en el
que la femineidad lo envuelve todo. La instancia es válida y
debe ser tenida en cuenta en la reflexión sobre María, pero sin
las exageraciones ni exclusivismos de algunas de estas obras.
192
cristiano. El camino es correcto pero la reflexión teológica y
de María han de tomarse más en cuenta para que no se diluya
en estudios de antropología cultural.
RELANZAMIENTO MARIANO
El Papa Juan Pablo ha dedicado una especial atención a la devoción a
María tanto en su vida personal como en su actividad pastoral. En la Iglesia
Universal se ha plasmado en varias iniciativas que enumeramos a
continuación:
193
manera quiso el Papa que antecediera a la rememoración del
Jubileo de la Redención de inicios del IIIer. Milenio.
El Año Mariano pretende también hacer una renovada lectura
de lo que dijo el Concilio Vaticano II sobre María, que
comprenda tanto los aspectos doctrinales como la promoción
de una auténtica espiritualidad.
194
Las misas están dirigidas en primer lugar a los santuarios marianos
para que dispongan de variedad de celebraciones, que evite la rutina
y monotonía. También pueden ser usadas por las comunidades
cristianas, que desean conmemorar la memoria de María los días
sábados del tiempo ordinario, cuando no coincidan con una fecha de
memoria obligatoria.
195
rosario pasan de 15 (gozosos, dolorosos, gloriosos) a 20 (con los
luminosos).
Los misterios luminosos suponen la incorporación al rosario de
algunos episodios de la vida pública de Jesús: 1ro. El bautismo de
Jesús en el Jordán; 2do. La autorevelación de Jesús en las bodas de
Caná; 3ro. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión;
4to. la transfiguración de Jesús; 5to. La institución de la Eucaristía
CRITERIOS
La vida de la Iglesia es dinámica y por ende deben analizarse los
procesos históricos de la teología y de la pastoral. También la
marialogía y devoción mariana tienen que ser estudiados
históricamente para observar sus cambios e innovaciones.
196
RESUMEN
Crisis mariana postconciliar
Crisis mariana postconciliar
El Vaticano II no produjo un relanzamiento mariano.
Por el contrario se observó una crisis general en toda
la Iglesia sobre la devoción a María.
Pablo VI, a través de dos “exhortaciones
apostólicas”, salió al paso de las dificultades
encontradas en el culto a María y expuso su figura en
diálogo con las instancias teológicas, litúrgicas y
antropológicas contemporáneas.
Relanzamiento mariano
El Año Santo Mariano. Juan Pablo II lo convoca como
antesala de los años del Jubileo del Año 2000.
La Encíclica “Redemptoris Mater”. Una reflexión sobre
María centrada en tres temas: el misterio de Cristo, el
misterio de la Iglesia, la mediación mariana.
197
Promulgación de las Misas de la Virgen María. Son 44
formularios que se proponen favorecer el culto a María
con contenidos apropiados y de forma variada.
Búsqueda de armonía entre liturgia y piedad popular.
Se recuerda la centralidad de la liturgia y el respeto a los
ejercicios de piedad de los fieles. Estos deben expresar
la dimensión trinitaria y estar en relación con la Sagrada
Escritura y sensibilidad ecuménica.
La renovación del rosario
Juan Pablo II en el año 2002 introdujo los Misterios
Luminosos en el rosario, modificando la estructura del
rosario tradicional en tres series de misterios, que databa
del siglo XVI.
Criterios
La vida de la Iglesia es dinámica. Se han de analizar también
los cambios e innovaciones de la marialogía y devoción a
María.
Pablo VI, ante la crisis mariana del inmediato postconcilio,
repropone la devoción a María en diálogo con las instancias
teológicas, litúrgicas y antropológicas contemporáneas.
Juan Pablo II ha sido un Papa mariano. Sus actuaciones han
influido en el lugar que ocupa María en la conciencia y
prácticas marianas de los fieles.
198
2. ¿Hubo crisis mariana en tu vida y comunidad cristiana? ¿Cuáles
fueron sus manifestaciones?
3. ¿Consideras que la vida y actuación del Papa Juan Pablo II
ha influido en la devoción a María del pueblo cristiano?
4. ¿Qué piensas de la inclusión de los misterios luminosos en el
rosario?
199
REFLEXION TEOLOGICA
SOBRE MARIA
EN AMERICA LATINA
INTRODUCCION
María ocupa un lugar destacado en la religiosidad popular
latinoamericana. La piedad mariana y sus múltiples expresiones inundan
las prácticas religiosas católicas. Como podemos ver la reflexión teológica
sobre María ha sido tardía y esto puede explicar cierto contraste entre la
marialogía y las prácticas marianas.
Exponemos en este tema, en primer lugar, el desarrollo de la
marialogía en América Latina durante el siglo XX. Se puede constatar un
cambio significativo en el proceso que va de los santuarios a la reflexión
teológica.
En segundo lugar ofrecemos los enfoques más significativos que se
han elaborado sobre María en los últimos años. Destacamos la contribución
de la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano de Puebla
de Los Angeles (México), que aprovecha la reflexión del Vaticano II, de la
Marialis Cultus del Papa Pablo VI y del mismo tema de la reunión, la
evangelización. Reseñamos también la perspectiva que ha reflexionado
sobre María a partir de la religiosidad popular, que busca entender este
fenómeno y a partir de él revitalizar la pastoral mariana. Finalmente
200
hacemos mención de los estudios que se han hecho sobre María desde la
perspectiva de la mujer y de la liberación y en algún caso combinando
ambos aspectos.
La reflexión sobre María está lejos todavía de ser algo acabado. Se
han dado pasos importantes, pero queda mucho todavía por andar.
1
VARGAS UGARTE R., Historia del culto a María en Ibero América y de sus imágenes y
santuarios más celebrados, 2 vols., 3ra. ed., Talleres Gráficos Jura, Madrid 1956.
201
cuyo culto no se ha interrumpido, antes bien, ha ido en aumento, son
precisamente las de más genuina cepa americana, las más nuestras
por su origen y por las circunstancias que han rodeado su
desenvolvimiento. Bastaría citar nombres: Guadalupe, Zapopan,
Ocotlán, Izamal, Talpa en México; Chiquinquirá, Las Lajas en
Colombia; Coromoto en Venezuela; el Quinque, Guápulo en el
Ecuador; Cocharcas, Chapi y Characato en el Perú; Copacabana,
Cotoca en Bolivia; Andacollo en Chile; Luján, Iratí en la Argentina;
Caucupé en el Paraguay; y hemos citado los santuarios más
importantes; y 3ro.) el influjo moralizador y civilizador del culto a
María, especialmente entre los aborígenes”2.
22
Ibid. XIX-XX.
202
Tercera etapa: Se realiza una profundización mariana (1970-
Conferencia de Puebla, 1979)
203
TENDENCIAS MARIALOGICAS MAS
SIGNIFICATIVAS EN AMERICA LATINA
204
evangelización”, el binomio “comunión y participación” y la
temática sobre la liberación y sobre la mujer. El conjunto de datos
marianos, articulados con esas instancias y con honda vinculación a
la religiosidad popular, nos ofrece una figura de María íntimamente
unida a la misión evangelizadora de la Iglesia en el continente y
fuente de dinamismo en el momento presente.
205
explica los dogmas marianos a la luz de la teología actual y
pone de relieve la significación de María en la historia de la
salvación y en la situación particular de América Latina:
María es considerada mujer profética y liberadora.
206
Eclesiales de Base y sobre el Magnificat como canto de
María y del pueblo.
207
describir las características de la devoción mariana
como era vista por los conquistadores y aborígenes;
2do.) individuar el proceso de incorporación de
María a América Latina; 3ro.) realizar un análisis
fenomenológico y estructural de la piedad mariana,
estableciendo las conclusiones teológicas que se
derivan de ella; y 4to.) relacionar esas conclusiones y
los factores de la cultura autóctona.
208
(experiencia machista, experiencia campesina y
situación de opresión). Eso explica los rasgos
positivos de la religiosidad popular latinoamericana
(acentuación afectiva y sentimental, énfasis en el
perdón y salvación eterna, insistencia en la función
de María como intercesora y auxiliadora en cualquier
necesidad) y los límites de la misma religiosidad
(idealización de María madre sin extender su
significación igualmente sobre la mujer en cuanto tal
y la distinción maniquea entre hogar y sociedad, por
lo cual la piedad mariana queda relegada al ámbito
hogareño, restándole importancia en la
transformación de la sociedad).
209
privilegios marianos o que se preocupa de indagar un
principio fundamental, dejando en la penumbra la forma en
que Dios actuó en María.
210
puede aseverar que no manifiesta haber asumido con decisión los
enfoques renovadores de la marialogía conciliar y postconciliar.
CRITERIOS
El panorama presentado, aunque sea sólo en sus grandes trazos, nos
manifiesta que la marialogía en y desde América Latina ha dado
pasos importantes en los 30 últimos años del siglo XX.
RESUMEN
Etapas en la marialogía latinoamericana del siglo XX
Primera etapa: interés en imágenes y santuarios (inicios del
siglo XX hasta el Vaticano II).
Segunda etapa: Inexplicable silencio (1960-1970).
211
Tercera etapa: Se realiza una profundización mariana (1970-
1979).
Cuarta etapa: Sistematización de la marialogía
latinoamericana (1979-2004).
212
María fue percibida inicialmente por los indígenas de
América como “la conquistadora” y más tarde entró de
lleno en las nuevas naciones que se fueron
independizando de España.
María es considerada por el pueblo latinoamericano
como Madre de Dios y de Cristo con unas características
peculiares: acentuación afectiva y sentimental, María
intercesora y devoción con poca incidencia de los
practicantes en relación con la mujer y la sociedad.
Criterios
La marialogía de América Latina ha dado pasos importantes
en los últimos años.
La reflexión marialógica latinoamericana contribuye a la
inculturación de la fe en nuestros países.
La profundización sobre María puede contribuir a salvar la
distancia y renovar las prácticas pastorales marianas.
La marialogía de América Latina tiene algunos aspectos
peculiares, que merece la pena resaltar: su relación con la
213
misión de la Iglesia, con la religiosidad popular, con su estado
de mujer y su contribución a la liberación.
214
LOS APOCRIFOS MARIANOS
INTRODUCCION
Hasta hace poco tiempo los apócrifos marianos no eran tenidos en
cuenta en la reflexión sobre María. Se consideraba a estos escritos sin
ninguna importancia y se descartaban porque estos textos no pertenecen a
los libros inspirados y por su dudosa procedencia, a veces herética. Cabe,
sin embargo, destacar que algunos elementos de los evangelios apócrifos
han entrado de lleno en la piedad popular y en el arte, por ejemplo: los
nombres de los padres de María y de los magos de oriente, el nacimiento de
Jesús en una cueva con el asno y el buey, la historia de los ladrones Dimas
y Gestas, que fueron ajusticiados con Jesús, etc.
En la actualidad nos interesamos por los apócrifos marianos porque
nos aportan datos interesentes sobre María, procedentes de la tradición
eclesial, a veces antiquísima, y porque ciertamente han influido en las
formulaciones dogmáticas de la perpetua virginidad de María y de la
Asunción.
Nuestro propósito, al presentar los apócrifos marianos más
importantes, es enriquecernos en el conocimiento de María, aunque sea por
fuentes no bíblicas, aclarando que estos textos no tienen el mismo valor que
los libros del Nuevo Testamento, que tomamos como inspirados y fuente y
norma de nuestra fe.
Después de ofrecer una visión breve de los evangelios apócrifos en
general y mencionar los más importantes, vamos a ocuparnos más
215
detenidamente en los apócrifos de María, conocidos como Apócrifos de la
Natividad de María y Asuncionistas.
216
natividad de Jesús, Jesús niño, la natividad de María, la crucifixión,
la dormición de María, etc. Los escritores de estos libros los
atribuyen muchas veces a alguno de los apóstoles, que fueron
testigos de la vida de Jesús: Pedro, Mateo, Felipe, Santiago, Juan,
Tomás, etc.
Estos evangelios, de carácter fantasioso y legendario, en muchas
ocasiones tenían una finalidad doctrinal, es decir, se proponían
defender alguna verdad de fe, ya sea ante los docetas, gnósticos o
quienes negaban la perpetua virginidad de María.
217
APOCRIFOS MARIANOS
La comunidad cristiana de los primeros siglos desarrolló también una
literatura apócrifa sobre María. El interés de estos textos se centró en la
natividad de María e infancia de María (Apócrifos de la natividad y
Apócrifos de la infancia) y en la muerte de María y su asunción (apócrifos
asuncionistas). Vamos a exponer algunos datos de los evangelios apócrifos
marianos más importantes.
218
3. Matanza de los inocentes y martirio de Zacarías (c. 22-
24).
4. Epílogo (c. 25).
Síntesis de la obra:
Joaquín, hombre rico y justo, tenía pesar por no tener hijos.
Ana, su esposa, se lamentaba de su esterilidad. Un ángel de
Dios se le aparece a Ana y le anuncia que concebirá y dará
a luz. Ella concibe sin haber tenido relaciones con Joaquín.
María es educada en el Templo y a la edad de 12 años
deciden los sacerdotes buscarle esposo. Se presentan los
viudos del pueblo y José, viudo también, es escogido
porque de su vara salió una paloma.
Regresando una vez José a casa observó que María estaba
encinta, sin haber tenido relaciones sexuales con ella. El
sacerdote del Templo pide que se sometan ambos a la
prueba de las aguas para ver si dicen verdad. Al comprobar
que las aguas no les hacen daño, lo normal hubiera sido que
cayeran muertos, se convence que José y María no han
tenido relaciones y que el fruto de sus entrañas no ha sido
engendrado por ellos ni es fruto de relaciones con otra
persona.
José, obedeciendo una orden del emperador que prescribía
el censo de los habitantes de Belén, marcha con otro hijo
suyo y con María encinta en una asna, hacia esa población.
En las proximidades de Belén le llega a María la hora del
parto y José busca una partera. Esta observa que María ha
tenido al niño Jesús de forma virginal. La partera le cuenta
a Salomé lo que ha ocurrido con María y ésta, incrédula,
manifiesta que tal cosa no la creerá si no introduce ella el
219
dedo en la naturaleza de María. Al hacerlo su mano queda
carbonizada, por su incredulidad, y posteriormente es
curada al tocar a Jesús.
El resto del libro habla de la adoración de los magos de
oriente, que le ofrecen a Jesús oro, incienso y mirra.
220
Apócrifos sobre la Asunción de María
Los apócrifos asuncionistas son muchos. Los más antiguos se
remontan al siglo IV. Los elementos fundamentales de estos
documentos son: el hecho de la asunción de María; la reunión de
todos los apóstoles en torno a ella en el lecho de muerte y la vela
que hacen a María en el valle de Josafat.
22
Ibid. 593 y 596.
221
las potencias celestiales respondieron el Aleluya. Entonces un
resplandor más fuerte que la luz nimbó la faz de la madre del
Señor y ella se levantó y fue bendiciendo con su propia mano a
cada uno de los apóstoles. Y todos dieron gloria a Dios. Y el
Señor, después de extender sus puras manos, recibió su alma
santa e inmaculada”.
CRITERIOS
El conocimiento de los evangelios apócrifos ayuda a revalorizar
los evangelios canónicos, los que la Iglesia considera como
inspirados. En la comparación entre ambos se puede observar la
diferencia entre dichos escritos y apreciar por qué la Iglesia sólo
toma como contenido de la revelación, de los datos de la fe, a los
evangelios que conforman el canon de los libros sagrados.
222
Los evangelios apócrifos nos ofrecen datos de lo que pensaban los
cristianos de los primeros siglos de la Iglesia sobre ciertos
aspectos, que no están claramente expresados en el Nuevo
Testamento. Algunos puntos ni siquiera habían sido definidos
como dogmas todavía, como la virginidad de María y la asunción.
RESUMEN
Los evangelios apócrifos
Significado del término “apócrifo”
El vocablo “apócrifo”, procedente de la lengua griega,
significa “cosa escondida, cosa oculta”. Los cristianos
denominan con este término a los textos que no pertenecen a
los libros inspirados, al canon de la Biblia, aunque desarrollen
temas similares o complementarios a los que se hallan en la
Sagrada Escritura.
223
alguno de los apóstoles, tratan de forma legendaria y fantástica
temas como la natividad de Jesús, de María, episodios de Jesús
niño, la crucifixión, la dormición de María, etc.
Apócrifos marianos
Se trata de una literatura apócrifa sobre María. Sus argumentos
son: natividad e infancia de María, muerte y asunción de
María.
Apócrifos de la natividad
Protoevangelio de Santiago
Escrito de finales del siglo II, atribuido a Santiago el
Menor. Busca defender la virginidad de María antes, en
y después del parto.
224
de Jesús, que parecen haber sido tomados del Apócrifo
del Pseudo-Tomás.
.
Libro sobre la natividad de María
Es una refundición del Pseudo-Mateo, aunque su estilo
es elegante.
225
Criterios
El conocimiento de los evangelios apócrifos ayuda a
revalorizar los evangelios canónicos y apreciar por qué la
Iglesia no considera estos últimos como libros inspirados.
226
LAS APARICIONES
DE MARIA
INTRODUCCION
Son frecuentes en la pastoral los rumores sobre apariciones de
María, que atraen la atención de muchas personas y que marcan también
algunas expresiones de religiosidad. Queremos dedicar este tema al estudio
breve de estos fenómenos. Lo hacemos con espíritu de fe, siempre abiertos
a las manifestaciones y acciones extraordinarias de Dios, de María y de los
santos, pero también con espíritu eclesial y teológico, que tiene en cuenta
lo que el Magisterio piensa sobre estos hechos y lo que la teología tiene
también que decir sobre ellos.
Primeramente exponemos unos criterios generales sobre las
apariciones, para colocarlas como auténticas manifestaciones de María, en
la vida de la Iglesia y de los cristianos. A continuación ofrecemos unos
datos esenciales, aunque breves, de tres de las apariciones que han gozado
de mayor aceptación popular y eclesial y cuya celebración la Iglesia ha
incluido en el calendario litúrgico. Se trata de Nuestra Señora de
Guadalupe, de Lourdes y de Fátima.
Cualquier rumor o indicio de apariciones siempre suscita un interés
por lo insólito, por lo extraño, por la búsqueda de cosas extraordinarias, por
227
afanes de remedios y curaciones inmediatas. Debemos recordar siempre
que la revelación plena y definitiva de Dios ha acontecido en Jesucristo. La
plasmación de ella en la Sagrada Escritura recibida en y por la comunidad
eclesial es el lugar en que se han de situar y evaluar cualquier otro tipo de
revelaciones y apariciones.
228
Hay que tener presentes algunos otros elementos
sumamente importantes para formarse un juicio sobre las
apariciones marianas: la salud física y mental de los
videntes, su vida honesta y recta, la correspondencia de los
mensajes recibidos con la fe, las obras buenas que se
producen a su alrededor, desdiciendo de ello cuando se
notan indicios de lucro, de negocio o de otro tipo de
comercio pseudo-religioso.
229
1531. María, que se le presenta Juan Diego en la colina del Tepeyac,
desea que se le construya ahí un templo. Con este mensaje va Diego
al arzobispo Fray Juan de Zumárraga. Este, le pide una señal. En la
última de las apariciones María le dice a Diego que no le inquiete la
enfermedad de su tío, que ya sanó. Diego recoge en su ayate unas
flores, que le presenta a la Virgen. Posteriormente va a visitar
nuevamente al arzobispo y le repite el deseo de la Virgen de que se
construya un templo. Hecho esto, despliega la tilma blanca que traía
abrazada al pecho y, desparramadas las flores en el suelo, aparece
sobre el ayate la imagen de la siempre virgen Madre de Dios, como
se puede observar todavía hoy en el santuario de Guadalupe
(México).
La imagen de Guadalupe
La tilma es un lienzo tejido con fibra de maguey, que mide
168x105 cm. La imagen representa a una señora de rostro noble,
color moreno, manos juntas y de vestido bordado de flores. El sol
resplandece sobre el fondo con cien rayos, doce de ellos enmarcan el
rostro conformando una corona. La señora tiene un collar de adorno
con una cruz negra, sostenido por un ángel con largas alas.
En las pupilas de la Virgen se encuentra reflejado el perfil de
Juan Diego y de algunas otras personas presentes en el milagro de las
rosas.
Significado de Guadalupe
Sin lugar a dudas Guadalupe está en el centro de la
religiosidad popular mexicana. La Virgen de Guadalupe
aúna al pueblo mexicano en un sentido patriótico y
nacional.
230
Guadalupe es una muestra de la predilección de Dios por
los débiles y pobres. Diego, pobre e indígena, es el
preferido en la manifestación de la Virgen. Ella se muestra
como la “siempre virgen santa María, madre del verdadero
Dios”, madre piadosa dispuesta a remediar las miserias,
penas y dolores de quienes le invoquen.
Guadalupe es también expresión de la unión de la razas y
de los pueblos. Su rostro moreno hace converger a blancos
e indígenas en una nueva raza y cultura, el mestizo. En los
albores de la evangelización y posteriormente ese rostro
mestizo ha sido un precioso símbolo religioso que,
contextualizando el evangelio, pudiera ser asumido con
más facilidad por quienes veían a María con sus mismos
rasgos.
231
Ella le responde “Soy la inmaculada Concepción”. Todavía se
sucedieron dos apariciones más el 7 de abril y el 16 de julio.
232
Posteriormente en 1917, a partir del 13 de mayo, tendrán seis
apariciones más, en este caso de la Virgen. Lucía narrará después
otras dos apariciones acaecidas en Pontevedra en 1925 y en Tuy en
1929.
Según los testimonios de los videntes: la Virgen parecía que
tuviera unos dieciocho años. Su vestido era blanco como la nieve.
También era blanco, con bordes dorados el manto que le cubría la
cabeza y la mayor parte del cuerpo. De las manos, unidas a la altura
del pecho, colgaba un rosario, que terminaba con una cruz de oro.
El mensaje de Fátima
Es un llamado a la oración, especialmente al rezo del rosario.
Es una invitación a la penitencia y a la conversión del corazón.
Es también una exhortación a la comunión reparadora.
Acentúa la intercesión del corazón de la Virgen.
Predice la conversión de Rusia y el triunfo final del corazón de
María.
CRITERIOS
Los cristianos han de estar siempre abiertos a una constante
purificación de su fe, evitar la superstición y la tendencia hacia los
fenómenos extraordinarios. También se ha de recordar que no se ha
de mantener una actitud totalmente racionalista ante todas las
posibles manifestaciones de Dios y de María, siempre que sean
comprendidas dentro del conjunto de elementos de la vida eclesial.
233
María del pueblo cristiano. En el siglo XX ha habido algunas otras
que han sido de mucho impacto, pero todavía los elementos
religiosos ahí presentes necesitan mayor discernimiento.
RESUMEN
Orientaciones teológico-pastorales sobre las apariciones
marianas
El cristiano es una persona abierta a las manifestaciones
y revelaciones de Dios y de María.
Las principales manifestaciones de Dios se han dado en la
creación, en la historia del Pueblo de Dios y en la persona de
Jesucristo. La revelación de Dios está recogida en la Sagrada
Escritura, que la Iglesia custodia y trasmite a la humanidad.
María y los santos se pueden manifestar a algunas
personas. Estas revelaciones son privadas y no tienen el
mismo valor e importancia que la revelación pública y oficial
de la Iglesia.
Se ha de tomar en cuenta para juzgar las apariciones: la
234
salud física y mental de los videntes, su vida honesta y recta, la
correspondencia de la fe con los mensajes recibidos, las
buenas obras que se producen a su alrededor, desdiciendo de
ellas el afán de lucro o de otro tipo de intereses pseudo-
religiosos.
Los cristianos no están obligados a creer en las
revelaciones privadas de María. La fe que debe ser creída es la
fe de la Iglesia.
La imagen de Guadalupe
La imagen se encuentra grabada en un lienzo tejido con
fibra de maguey. La imagen representa a una señora de
rostro noble, color moreno, manos juntas y vestido
bordado de flores. Doce rayos de sol enmarcan el rostro
conformando una corona. La señora tiene un collar de
adorno con una cruz negra, sostenido por un ángel con
largas alas.
Significado de Guadalupe
Guadalupe está en el centro de la religiosidad
mexicana.
235
Guadalupe es una muestra de la predilección de
Dios por los débiles y los pobres.
Guadalupe es expresión de la unión de razas y
pueblos.
236
blanco, cubierta de un manto también blanco con bordes
de oro. De sus manos colgaba un rosario, que terminaba
con una cruz de oro.
El mensaje de Fátima
Es un llamado a la oración, especialmente del
santo rosario.
Es una invitación a la penitencia y a la
conversión.
Es una exhortación a la comunión reparadora.
Subraya la intercesión del corazón de la Virgen.
Predice la conversión de Rusia y el triunfo final
del corazón de María.
Criterios
Los cristianos han de estar siempre abiertos a las
manifestaciones de la trascendencia sin actitudes
racionalistas, pero tampoco supersticiosas.
Durante el siglo recién pasado se ha hablado de otras
apariciones, pero todavía necesitan mayor
discernimiento eclesial.
El Magisterio de la Iglesia no se pronuncia sobre las
apariciones en sí mismas. Reconoce únicamente los
valores espirituales que se fomentan.
La acción pastoral debe estar centrada y hacer converger
los esfuerzos hacia el centro de la fe en Jesucristo
dentro de un marco trinitario.
237
PREGUNTAS PARA EL DIALOGO
1. ¿Qué piensan los cristianos de tu comunidad sobre las apariciones
de María? ¿Qué significado y valor les otorgan?
2. ¿Qué acogida tienen las apariciones de Guadalupe, Lourdes y
y Fátima? ¿Cuál es la opinión de las personas sobre ellas?
3. ¿Cómo se puede promover una mejor educación de la comunidad
cristiana para que la fe esté más centrada en los núcleos
fundamentales de ella? ¿Cómo purificar la fe de supersticiones
y de actitudes crédulas o mágicas?
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