1878 - Disquisiciones Nauticas - Pgs 1 A 296
1878 - Disquisiciones Nauticas - Pgs 1 A 296
1878 - Disquisiciones Nauticas - Pgs 1 A 296
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DISQUISICIONES NÁUTICAS.
U MAR DESCRITA POR IOS MAREADOS.
MAS DISQUISICIONES,
QUE COMPRENDEN
LA V I D A DE L A G A L E R A CON INTERESANTES NOTICIAS DE L A CHUSMA;
GALBONESJY FLOTAS DE I N D I A S ;
OSADÍA DE LOS NAVEGANTES, GRANDES ^ P E N A L I D A D E S ,
COMBATES Y NAUFRAGIOS', PLAGAS , SUCIEDADES,....
CESAREO F E M A N D E Z DURO,
Ayudante de órdenes de S. M . el Rey, Correspondiente de la Academia
de la Historia, etc.
MADRID.
IMPRENTA , E8TBBEOT1PIA Y GALVANOPLASTIA D E ARIBAU Y O *
(SUCESORES DE RIVADENETRA), 1
i m p r e s o r e s de C á m a r a de S. M . ,
calle del Duque de Osuna, núm. 3.
1877.
MINISTERIO DE MAEINA.—Subsecretaría.—
limo. Sr.: — E l Sr. Ministro de Marina dice hoy
al Presidente de la Junta Superior Consultiva
del ramo, lo siguiente:
«Excmo. Sr.: Dada cuenta al Rey (Q. D. G.),
de la instancia del Capitán de navio D. Cesáreo
Fernandez Duro, explanada en su comunicación
de fecha 14 de Mayo último, solicitando se dis-
ponga por este centro la publicación de la segun-
da parte de sus Disquisiciones Náuticas, en volu-
nien análogo al ya publicado, S. M., teniendo en
cuenta que los gastos de la nueva publicación
que se solicita no excederán de la cantidad presu-
puestada para el primer volumen, se ha servido
determinar pueda verificarla con sujeción á igua-
les bases y condiciones que las fijadas en la Real
orden de 25 de Agosto de 1875, que autorizaba
la publicación de la primera parte de la obra de
referencia, satisfaciéndose su importe con cargo
al capítulo y.artículo correspondientes del Presu-
puesto.»
VI
LA VIDA DE LA G A L E R A .
M. D. X X X j X.»
Como quiera que sea, 110 tan sólo el título, sino tam-
bién la primera quintilla, que han estampado en su l i -
bro, difiere del manuscrito de la Biblioteca Nacional. La
<le Briznela empieza:
Mateo donde consiste,
L a gracia en que os deleitáis,
Suplico que me escribáis
La vida afligida y triste
Que en la galera pasáis.
I.
APROBACION.
1
que os conviniere; y si alguno comenzare á dormir, déle
el compañero del codo para le despertar; porque en mal
punto entra en galera el que no se aproveclia de esta
nuestra doctrina.
CAPÍTULO PRIMERO.
CAPÍTULO I I .
CAPÍTULO m .
CAPÍTULO IV.
CAPÍTULO V .
CAPÍTULO V I .
CAPITULO V I L
CAPÍTULO V I I I .
CAPÍTULO I X .
CAPÍTULO X .
aun con quién juega, porque son tan avisados y tan tai-
mados los de la galera, que si le sienten al pasajero que
es un poco necio, jugarán con él tres al mohíno.
90. Es saludable consejo que á la hora que embarcare,
en la galera importune al capitán, ruegue al cómitrey
soborne al alguacil, y áun se haga con algún remero,
para que, si no le dieren lugar en popa ó le admitieren
en alguna cámara, que á lo menos le señale alguna ba-
llestera, porque si en esto es descuidado y perezoso, tén-
gase por dicho y condenado en que no hallará de dia á
do se asentar, y mucho menos de noche á do se acostar.
91. Es saludable consejo que como en la galera no
haya mucho que hacer, ni menos que negociar, ver allí
el pasajero que lo más del día y de la noche se ocupan en
contar novelas, hablar cosas vanas, blasonar de sus per-
sonas , alabar sus tierras y áun relatar vidas ajenas ; y en
semejantes pláticas y liviandades debe mucho el pasajero
cuerdo guardarse de no ser prolijo, novelero, vocinglero,
mentiroso, entremetido, chocarrero y porfiado, porque
más pena da en la mar una conversación pesada que no
la mala vida de la galera, y parece esto muy claro, en
que la marea de cuando en cuando os hace revesar, y un
necio porfiado cada hora os hace desesperar.
92. Es saludable consejo para el pasajero que presu-
me de ser cuerdo y honrado, compre algunos libros sa-
brosos y unas horas devotas, porque de tres ejercicios
que hay en la mar, es , á saber: el jugar, el parlar y el
leer ; el más provechoso y menos dañoso es el leer.
93. Es saludable consejo, antes que se embarque el
pasa iero, se provea de anzuelos, cordel, cebo y cañas,
LA VIDA DE LA GALERA. 63
LAUS DEO.
II.
PREGUNTA.
RESPUESTA.
Do el gusano regordido
Y sucias chinches y arañas
Hacen habitanco y nido.
116. Pan de diez años de afán.
Cernido con mala harina;
¿Puede ser mayor mohína
Que entre la costra del pan
Hallemos la chiuchelina?
117. Jesucristo me socorra
Con favores soberanos;
Cuando en la costra hay gusanos,
Y luégo se le avisó:
«Tenemos que arhohv gavia,
Con que no os durmáis, no.»
170. Fué al quinto banco furioso,
Y un turco dijo en su seta:
« Aqui se coge esta beta,
Y es lugar muy trabajoso
Con esta batalloleta.»
171. Dió luégo un salto sutil
Por cima el escandelar,
Y fuese un rato á parar
A l banco del alguacil,
Y empezóle de mirar
172. Vio que tenía mil tramas
De diabólicas rencillas,
Pernos, cadenas, manillas,
Y unos peces sin escamas
Que tienen por nombre anguillas.
173. Y díjole: <( puto pez,
Reniego de tu sabor
Y de tu perversatez;
No vuelvo yo acá otra vez
Para ver tanto dolor.»
174. E l maligno se admiró
De las anguillas nombradas;
Luégo tienda se abatió,
Y una gavia le quebró
Los hocicos y quijadas.
175. A l árbol se fué á arrimar
Con el dolor del testuz,
78 DISQUISICIONES NAUTICAS.
FIN.
£0 DISQUISICIONES NAUTICAS.
APÉNDICES.
1.
Si en la tierra no se hallan,
Allí ¿ qué será ?
« Pero es seguro
Que tendrás, sí en el mueres,
Mayor sepulcro.»
2.
•*
96 DISQUISICIONES NÁUTICAS.
(13) Quijote, parte n, cap. i.xiir. «¿Qué han hecho estos desdi-
chados que así los azotan, y cómo este hombre solo que anda por
aquí silbando tiene atrevimiento pora azotará tanta gente?i>
LA VIDA DE LA GALERA. 113
ESCARRAMAN.
LA MENDEZ.
3.
ALIMENTOS.
4.
ALOJAMIENTOS.
5.
TRAJES Y LIMPIEZA.
(44) Disq. V y V L
(45) Ambos documentos en la Colecc, F . P., leg. xvm.
152 DISQUISICIONES NAUTICAS.
6.
PORMENORES DEL SERVICIO.
7.
MAREO.
G A L E O N E S Y F L O T A S D E INDIAS.
I.
Ni la Vcracruz es cruz,
Ni Santo Domingo Santo,
Ni Puerto-Rico es tan rico
Para ponderarlo tanto.
(9) Se publicó con otras cartas del mismo autor, por la Sociedad
de Bibliófilos, y agotada la edición no es fácil encontrar un ejem-
plar.
12
178 DISQUISICIONES NAUTICAS.
II.
«Buena es la que v a ,
Mejor es la que viene ;
Una es pasada y en dos muele;
Más molerá si Dios quisiere.
Cuenta y pasa que buen viaje faza;
Ah de proa, alerta, buena guardia.»
192 DISQUISICIONES NAUTICAS.
mo que ayer, siu ver otra cosa alguna diversa. ¿ Qué gus-
to? ¿Qué alivio puede tener en el viaje , ni qué hora le
puede dejar el enfado de tal camino y posada?
E l camino por tierra en buena cabalgadura y con bue-
na bolsa es contento: vais un rato por un llano, subís
luego un monte, bajáis de allí á un valle, pasáis un
fresco rio, atravesáis una deliesa llena de diversos gana-
dos; alzáis los ojos, veis volar diversas aves por el aire;
encontráis diversas gentes por el camino, á quien pre-
guntáis nuevas de diversas partes; alcanzáis dos frailes
franciscos con sus bordones en la mano y sus faldas en
las cintas, caminando en el asnillo del seráfico, que os
saludan con un « Deo gracias »; ofrecérseos ha luego un
padre jerónimo en buena muía andadora con estribos de
palo en los piés, y otros mejores en las alforjas de bota
de buen vino y pedazo de jamón fino. No os faltará un
agradable encuentro de una fresca labradorcita, que va a
la villa oliendo á poleo y tomillo salsero, áquien digáis:
«¿Amores, queréis compañía?» N i aun dejais de encon-
trar una puta rebozada con su zapatico corriendo sangre
sentada en uu mulo de recuero, y su rufián á talón tras
ella. Ofréceseos un villano que os vende una hermosa
liebre que trae muerta con toda su sangre dentro para la
lebrada, y un cazador de quien compráis un par de bue-
nas perdices. Descubrís el pueblo donde vais á comer ó
á hacer jornada, y alivíaseos con su vista el 'cansancio.
Si hoy llegáis á una aldea donde hallaréis mal de comer,
mañana os veréis en una ciudad que tiene copiosísima y
regalada plaza. Si un día coméis en una venta, donde el
ventero cari-acuchillado, experto en la seguida y ejerci-
13
194 DISQUISICIONES NAUTICAS.
III.
Y poniendo pavesadas,
Se previenen á esperalles,
Y haciéndose media luna
Los nuestros hasta la tarde,
Dudosos en quien serian
Toda la noche á el alarde
Don Lope de Hoces de sí,
Pues estando vigilante
Alentaba á los soldados
Para que sus puestos guarden;
Pero al descubrir el dia
Nos desengañó un patache,
Diciendo que era Tomás
De la Raspur, á quien hace
Estatuas de bronce eterno
La Fama con voz suave.
Juntóse toda la armada,
Y alegres se dan buen viaje
Unos á otros, contentos
De verse ya en tal paraje.
Después de haberse inquirido
Los sucesos del viaje
Desde que se dividieron,
Se halló que á Tomás le falte
El almirauta de Honduras,
Y también Lázaro Sánchez,
Que en un patache venía;
Pero, al fin, después de hallarse
Sin falta de nao de plata,
Sobrellévanse estos males.
212 DISQUISICIONES NAUTICAS.
Se partió á reconocellos
En su galeón San Esteban,
. Y como vieron venir
Algunas urcas flamencas,
Les pareció que serian
Infieles, pero las señas
Que estaban determinadas
Venció luego esta sospecha.
Llegó al fin el desengaño
Con las naos que ven más cerca,
Y á la de don Lope de Hoces,-
Que" es la primera, le allegan.
Por popa fueron pasando
Los más , y el viaje celebran
Las voces que hiere el fuego,
Que de los cañones sueltan
A la capitana real.
La de Nueva España llega
A celebrar su viaje,
Y los clarines se encuentran
Resonando por el aire.
Y luego veinte y tres piezas
Que hieren el manso viento,
Hacen salva á la grandeza
Del que de la casa de Alba,
Rama ilustre, sol que alegra,
A l que de Toledo escribe
La fama con voz eterna.
Pero el Alcídes valiente.
Con diez y siete dió muestras
GALEONES Y FLOTAS DE INDIAS. 217
FIN.
IV.
V.
APENDICES.
1.
2.
PAJES DE ESCOBA.
3.
AGUA DE LA SENTINA.
SALOMAR.
5.
6.
7.
8.
9.