Derecho Popular Trabajo Tema 1 y 2

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 36

República Bolivariana de Venezuela

Ministerio de Educación Superior Universitaria, Ciencia y Tecnología


Universidad Nacional Experimental De Los Llanos Centrales
“Rómulo Gallegos”
Área de Ciencias Políticas y Jurídicas
Unidad Curricular: Derecho Popular

GENERALIDADES DEL DERECHO


POPULAR Y LA CONSTITUCIÓN DE LA
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE
VENEZUELA
Integrantes: Julio César Hernández Bonillo
29.900.284
Marierfely Lespe
30.276.141
Anthonny Lopez
30.597.454

1° Año sección 2

Febrero, 2.021
INDICE:

Pag

1- Aspectos generales del Derecho Popular en la Venezuela de hoy… ………… 3

2- Importancia del Derecho popular a la luz de nuevos tiempos… ……………... 4

3- Concepto: Derecho Popular… ………………………………………………... 6

4- Importancia… …………………………………………………………………. 9

5- Principios Constitutivos de las sociedades… …………………………………. 11

6- Fundamentos del Derecho Popular en Venezuela… …………………………... 12

7- Constitución de la República Bolivariana de Venezuela… ……………………. 18

8- Analizar: Soberanía y Derechos Sociales………………………………………... 20

9- Analizar: Derechos Políticos… ………………………………………………….. 24

10- Fundamentos Jurídicos… ………………………………………………………… 25


11- Referencias Bibliográficas…………………………………………………………
ASPECTOS GENERALES DEL DERECHO POPULAR EN LA VENEZUELA DE HOY.

El poder popular se ha asociado a las diversas formas de participación y organización popular,


principalmente impulsadas sobre el gobierno, con el fin de hacer realidad la democracia
“participativa y protagónica” asentada en la constitución de 1999.

El derecho popular es el poder del pueblo organizado, en las más diversas y símiles formas de
participación, para la toma de decisiones en todos los ámbitos (político, social, ambiental,
organizativo, internacional y otros), para el ejercicio pleno de su soberanía. Mediante el ejercicio
del protagonismo y se hace parte de las formas de participación y la gestión directa de los asuntos
que le proporcionan a la gente mejor calidad de vida y condiciones que atribuyan a su desarrollo
integral.

El poder popular se ha sido bastión de impulso del modelo socialista, y se ha entendido como el
modo de ejercicio del derecho a la participación ciudadana en los asuntos públicos y manifestación
de la democracia participativa, bajo absoluta rectoría del poder ejecutivo nacional y solo se insiste
por y para el modelo socialista.

La regulación del poder popular se pueden asumir distintas vías legales que conduzcan a la
nulidad, desopilación o bien abrogación de las leyes inconstitucionales; vías legislativas o políticas
que persigan la derogativa de dichas leyes y vías ciudadanas en las que se fomente el
conocimiento de las nuevas formas de participación en los asuntos públicos, se aclare en qué
medida son inconstitucionales esas vías y se propenda a la participación con presidencia de las
exigencias inconstitucionales, en acatamiento directo de las normas de la constitución.
IMPORTANCIA DEL DERECHO POPULAR A LA LUZ DE LOS NUEVOS TIEMPOS:

1Consolidar la democracia participativa y protagónica, en función de la

insurgencia del Poder Popular como hecho histórico para la construcción de la

sociedad socialista, democrática, de derecho y de justicia.

Impulsar el desarrollo y consolidación del sistema económico comunal,

mediante la constitución de organizaciones socio-productivas, para la

producción de bienes y servicios destinados a la satisfacción de necesidades

sociales, el intercambio de saberes y conocimientos, así como la reinversión

social del excedente.

Promover la unidad, la solidaridad, la supremacía de los intereses colectivos

sobre los intereses individuales y el consenso en sus áreas de influencia.

2El Poder Popular tiene como imprtancia garantizar la vida y el bienestar social del

pueblo, mediante la creación de mecanismos para su desarrollo social y

espiritual, procurando la igualdad de condiciones para que todos y todas

desarrollen libremente su personalidad, dirijan su destino, disfruten los

derechos humanos y alcancen la suprema felicidad social; sin discriminaciones

por motivos de origen étnico, religioso, condición social, sexo, orientación

sexual, identidad y expresión de genero, idioma, opinión política, nacionalidad u

origen, edad, posición económica, condición de discapacidad o cualquier otra

circunstancia personal, jurídica o social, que tenga por resultado anular o

menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y

garantías constitucionales.

e anticodificación y decodificación en

China; D. Ley sobre Derechos Reales de 2007; Crítica académica a la Ley sobre

Derechos Reales de 2007: 1. Sobre la protección de la propiedad estatal, Sobre la

posibilidad de comercializar el derecho de uso de tierras rurales para la habitación,


Sobre la usucapión [prescripción adquisitiva extraordinaria], Sobre cómo definir el

interés público, Sobre el carácter gratuito de la restitución de una cosa perdida,

Sobre el concepto de derecho real y la naturaleza de la Ley sobre Derechos Reales;Los

últimos avances en el Proyecto de Derecho de Daños ; La última versión del

Proyecto de Derecho de Daños: contenido y características; H. Los debates actuales sobre

Derecho de Daños: Sobre el nombre y la naturaleza del Derecho de Daños, Sobre

cómo establecer cláusulas generales de la Ley de Daños, Sobre los daños especiales y sus

tipos: a. El daño ocasionado por el Estado, El daño proveniente del abuso de confianza,

El daño resultante de accidentes laborales, El daño por interferencia en futuras

relaciones contractuales, e. El daño ocasionado por el profesional, Sobre la indemnización por


daños, Sobre los modos de extinción de la responsabilidad por daños.
Derecho Popular

En todo el mundo, las comunidades indígenas y las organizaciones de la sociedad civil


están realizando campañas para mejorar la gobernanza de los recursos naturales. Las
comunidades procuran afirmar los derechos de manejo, los derechos de uso y los
derechos de participación en los beneficios (de explotaciones extractivas realizadas por
terceros). En general, una estrategia efectiva de campaña por los derechos incluye:

a. Acción comunitaria directa;

b. Comunicación masiva para movilizar amplio apoyo público; y

c. Acción legal para cambiar la ley o la forma en que funciona

Muchas de las personas que realizan campañas por los derechos a los recursos son
expertos en movilización comunitaria, pero se sienten menos cómodos manejando
estrategias relativas a los medios de comunicación y legales. Particularmente, estamos
incómodos al enfrentar la complejidad y la mística del sistema jurídico. Tendemos a
respetar el sistema jurídico como natural o inclusive divino. El sistema jurídico es “como
es”. Damos por sentado que las leyes e instrumentos que permiten que los intereses
empresariales extraigan y utilicen recursos naturales son válidos y perfectos. Suponemos
que el cuestionamiento o modificación de las leyes se encuentra más allá de nuestros
medios, por lo menos sin depender de abogados – cambiando una forma de falta de
poder por otra.

Estos supuestos en general están errados. En países con una democracia aún más débil,
quienes hacen campañas pueden transformar al sistema jurídico de un gran obstáculo en
una importante herramienta de campaña. Derecho Popular asiste en este proceso.
Combina:

a. Ideas sobre sistemas jurídicos en general;

b. Enfoques para adquirir conocimiento gerencial sobre leyes sustantivas (por


ejemplo, “ley forestal”); y

c. Un marco para integrar las estrategias legales en una estrategia global de


campaña.

¿Quién puede utilizar la herramienta Derecho Popular?

Escribimos Derecho Popular principalmente para líderes de campañas que toman


decisiones estratégicas y manejan a asesores profesionales. Esperamos que otras
personas en organizaciones comunitarias, empresas locales y partidarios consideren útiles
estas ideas.

¿Cuándo y dónde es útil la herramienta Derecho Popular?

Quienes realizan campañas piensan que Derecho Popular es útil para aquellos en países
como Ghana, donde:

a. Existen instituciones democráticas formales;

b. Los intereses empresariales respaldados por el Estado explotan los recursos


naturales en gran medida, excluyendo a las comunidades dependientes de los recursos y
con poco beneficio para la economía nacional; y

c. Ya existe un esfuerzo de la sociedad civil para cambiar el status-quo o fuerte


evidencia de la disposición para una campaña de ese tipo.

¿Cómo pueden quienes realizan campañas utilizar la herramienta Derecho Popular?

Vemos dos formas de utilizar la herramienta Derecho Popular:

a. Quienes realizan campañas pueden utilizar la herramienta Derecho Popular para


desarrollar confianza en su causa. Derecho Popular proyecta valores públicos que ponen
en tela de juicio el “derecho” de los intereses empresariales y las burocracias
gubernamentales y validan la agenda de campaña.
b. Quienes realizan campañas pueden usar Derecho Popular a nivel de la organización
para integrar estrategias legales en campañas por los derechos a los recursos sin ceder
indebidamente el control a los profesionales del derecho que quienes hacen campañas
utilicen o empleen.
IMPORTANCIA:

Tiene por objeto desarrollar y consolidar el Poder Popular,

generando condiciones objetivas a través de los diversos medios de

participación y organización establecidos en la Constitución de la República, en

la ley y los que surjan de la iniciativa popular, para que los ciudadanos y

ciudadanas ejerzan el pleno derecho a la soberanía, la democracia

participativa, protagónica y corresponsable, así como a la constitución de

formas de autogobierno comunitarias y comunales, para el ejercicio directo del

poder.

El Poder Popular es el ejercicio pleno de la soberanía por parte del pueblo en lo

político, económico, social, cultural, ambiental, internacional, y en todo ámbito

del desenvolvimiento y desarrollo de la sociedad, a través de sus diversas y

disímiles formas de organización, que edifican el estado comunal se fundamenta en el


principio de soberanía y el sentido de

progresividad de los derechos contemplados en la Constitución de la

República, cuyo ejercicio y desarrollo está determinado por los niveles de

conciencia política y organización del pueblo. tiene por finalidad garantizar la vida y el
bienestar social del

pueblo, mediante la creación de mecanismos para su desarrollo social y

espiritual, procurando la igualdad de condiciones para que todos y todas

desarrollen libremente su personalidad, dirijan su destino, disfruten los

derechos humanos y alcancen la suprema felicidad social; sin discriminaciones

por motivos de origen étnico, religioso, condición social, sexo, orientación

sexual, identidad y expresión de género, idioma, opinión política, nacionalidad u


origen, edad, posición económica, condición de discapacidad o cualquier otra

circunstancia personal, jurídica o social, que tenga por resultado anular o

menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y

garantías constitucionales
PRINCIPIOS CONSTITUTIVOS DE LAS SOCIEDADES:

La vida social no es algo externo al hombre: a través del trato con los demás, de la reciprocidad de
servicios y del diálogo, la vida social engrandece al hombre en todas sus cualidades y le capacita
para perfeccionarse. El principio, el sujeto y el fin de todas las instituciones sociales es la persona
humana, que por su misma naturaleza tiene absoluta necesidad de la vida social. La índole social
del hombre muestra que el desarrollo de la persona humana y el crecimiento de la sociedad están
mutuamente condicionados.

Aristóteles propone un método para el estudio de un tema importante: “dividir lo compuesto


hasta sus elementos simples (pues éstos son las partes mínimas de todo), así considerando los
elementos que forman el todo, se ve mejor en qué difieren entre sí las cosas dichas, y si cabe
obtener algún resultado científico”. Con este método se intentará entender para luego ordenar y
dar luces sobre los distintos elementos que componen una sociedad.

No podría trazarse un dibujo de la sociedad sin incluir las instituciones que le dan vida: las familias,
los centros educativos, la Iglesia, las empresas, las organizaciones que conforman la sociedad civil
y el conjunto de instituciones que articulan el Estado.

Rafael Alvira explica que en toda sociedad se da una articulación de tres elementos que van
relacionándose y que configuran una sociedad: los trascendentales, las categorías y las
instituciones sociales. Cada uno de los elementos se da en cada una de las instituciones que según
su origen, identidad, antigüedad, población, tamaño, país y región va configurando la cultura
propia e impactando en la de la región en la que se sitúa geográficamente.
FUNDAMENTOS DEL DERECHO POPULAR EN VENEZUELA

La expresión Poder Popular se ha empleado como uno de los principios rectores del programa
político adelantado por el Ejecutivo Nacional, y que ha sido calificado como socialismo o transición
al socialismo, desde el año 2005. Así, la expresión Poder Popular ha estado asociada a la
participación ciudadana en la ejecución de ese modelo político, y de allí su identificación formal
con el sistema de democracia participativa, y en concreto, con los artículos 62 y 70 de la
Constitución de 1999. La idea subyacente es la de democracia directa: si el pueblo es el titular de
la soberanía, por ello, todo poder público tiene carácter “popular”.

Una primera aproximación a la concreción de esta figura se realizó en el 2006, con la promulgación
de la Ley de los Consejos Comunales, la cual creó la Comisión Nacional Presidencial del Poder
Popular.

Pero es en el año 2007 cuando la figura adquiere mayor relieve, primero, por la decisión del
Presidente de la República de calificar a todos los Ministerios como “Ministerios del Poder
Popular”. Segundo, por el protagonismo que el “Poder Popular” tuvo en el Proyecto de reforma
constitucional, rechazado por referendo del 2 de diciembre de 2007, reforma en la cual se concibió
a esa figura como una de las ramas del Poder Público y

se asumió que tal Poder está conformado por el pueblo, titular de la soberanía y que su finalidad
era la participación en el modelo socialista. Tercero, el “Poder Popular” también quedó
desarrollado en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013. Ese Plan,
aprobado por la Asamblea Nacional después del rechazo de la reforma mediante referendo,
asumió, sin embargo, el contenido esencial de esa propuesta de reforma constitucional,
incluyendo la participación directa del pueblo en asuntos públicos como principio rector del
modelo socialista.

Desde el 2007 hasta ahora, el desarrollo del Poder Popular ha seguido estos lineamientos. Un hito
importante fue la sanción de una nueva Ley Orgánica de los Consejos Comunales (GO Nº 39.335 de
28 de diciembre de 2009). La figura de estos Consejos no sufrió mayor modificación, aun cuando sí
se reformó notablemente su función, pues ahora, quedó expreso que estos consejos comunales
deben colaborar con el modelo socialista, como estructuras del Poder Popular, y en su
constitución estará sujeta a un intenso control del Ministerio del Poder Popular para las Comunas.

La subordinación del consejo comunal y del Poder Popular a ese modelo político quedó en
evidencia al desarrollarse el régimen del Consejo Federal de Gobierno. El artículo 184 de la
Constitución permite la transferencia de competencias de Estados y Municipios hacia la
comunidad organizada, lo que es concebido como una forma de descentralización, distinta a la
transferencia de competencias del Poder Nacional a los Estados y Municipios. Sobre este régimen,
la Ley Orgánica del Consejo Federal de Gobierno (GO Nº 5.963 extraordinario del 22 de febrero de
2010) incorporó expresamente el Poder Popular (y dentro de él a los consejos comunales) a la
descentralización regulada en el artículo 184 constitucional.

Es importante mencionar también, en este sentido, que el Reglamento de esa Ley (GO Nº 39.416
de 4 de mayo de 2010) desarrolló el régimen del Consejo Federal de Gobierno mucho más que la
propia Ley, y allí quedó en evidencia la preferencia por un concepto de descentralización basado
en la transferencia de competencias a la comunidad organizada como “Poder Popular”. El
concepto de transferencia de competencias que emplea el Reglamento (artículo

3) modifica sustancialmente el concepto constitucional de descentralización como transferencia


de competencia a estados y municipios, y establece, ahora, que descentralización es la
transferencia de competencias al Poder Popular, y en especial, a los consejos comunales.

En definitiva, Este Reglamento condensó la visión del Poder Popular como principio del modelo
socialista, de acuerdo con lo planteado en la propuesta de reforma constitucional de 2007, el Plan
de la Nación 2007-2013 y la Ley Orgánica de los Consejos Comunales de 2009. Así, el Poder
Popular emerge, en estos instrumentos legales, como la participación directa del pueblo, a través
de las organizaciones previstas para tal fin, para la construcción del socialismo.

2. Postulados esenciales de la Ley Orgánica del Poder Popular

La Ley Orgánica del Poder Popular (publicada en Gaceta Oficial número

6.011 extraordinaria de 21 de diciembre de 2010), condensa y concretiza en una Ley los


principales lineamientos del Poder Popular gestados en las leyes antes señaladas. De esta nueva
Ley Orgánica se derivan, en síntesis las siguientes premisas:

➢ El Poder Popular es un conjunto de organizaciones, bajo la rectoría del Poder Ejecutivo


Nacional, que promueven la participación ciudadana o “iniciativa popular”, es decir, promueve el
ejercicio directo de la soberanía, mediante la “democracia participativa, protagónica y
corresponsable”;

➢ Esa participación ciudadana y en consecuencia, ese Poder Popular, debe “construir las
bases de la sociedad socialista, democrática, de derecho y de justicia”. Este aspecto es
fundamental y debe destacarse: el Poder Popular exige que la participación ciudadana se ejerza
siempre a favor del socialismo;
➢ El Poder Popular sirve de base del Estado comunal el cual se define en la Ley como una
“organización político social” que está conformado por una serie de instancias “constituidas por
los diferentes sistemas de agregación comunal y sus articulaciones, para ampliar y fortalecer la
acción del autogobierno comunal: consejos comunales, comunas, ciudades comunales,
federaciones comunales, confederaciones comunales y las que, de conformidad con la
Constitución de la República, la ley que regule la materia y su reglamento, surjan de la iniciativa
popular” (art. 8.9 de la Ley). Todas estas instancias del Poder Popular adquieren personalidad
jurídica mediante el registro ante el Ministerio del Poder Popular de las Comunas, por lo que es el
Ejecutivo Nacional el que decide si se registra o no un consejo comunal.

➢ El Poder Popular cuenta con organizaciones, que se definen como “las diversas formas del
pueblo organizado, constituidas desde la localidad…” por iniciativa popular, y cuenta con
instancias, para el ejercicio del autogobierno, y que son el consejo comunal, la comuna, la ciudad
comunal y los sistemas de agregación comunal, las cuales cuentan con sustrato territorial y
personalidad jurídica.

➢ La Ley Orgánica del Poder Popular regula cinco “ámbitos del Poder Popular”, los cuales se
traducen en una serie de competencias asignadas a las instancias del Poder Popular:

▪ La Planificación de Políticas Públicas, que en los términos establecidos en la Ley Orgánica


de Planificación Pública y Popular, se define como “un ámbito de actuación del Poder Popular que
asegura, mediante la acción de gobierno compartida entre la institucionalidad pública y las
instancias del Poder Popular, el cumplimiento de los lineamientos estratégicos del Plan de
Desarrollo Económico y Social de la Nación, para el empleo de los recursos públicos en la
consecución, coordinación y armonización de los planes, programas y proyectos a través de los
cuales se logre la transformación del país, el desarrollo territorial equilibrado y la justa distribución
de la riqueza” (artículo 17 de la LOPP).

▪ La Economía comunal, conforme se define en el artículo 18 de la LOPP, es un “ámbito de


actuación del Poder Popular que permite a las comunidades organizadas la constitución de
entidades económico-financieras y medios de producción, para la producción, distribución,
intercambio y consumo de bienes y servicios, así como de saberes y conocimientos, desarrollados
bajo formas de propiedad social comunal, en pro de satisfacer las necesidades colectivas, la
reinversión social del excedente, y contribuir al desarrollo social integral del país, de manera
sustentable y sostenible, de acuerdo con lo establecido en el Plan de Desarrollo Económico y
Social de la Nación y la ley que regula la materia.” Este ámbito de actuación del Poder Público se
ha regulado en la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal. Cobra aquí especial importancia
el concepto de propiedad social y su alcance frente al modelo tradicional de propiedad privada,
erigido como derecho fundamental en el artículo 115 de la Constitución.

▪ La Contraloría social, la cual define el artículo 19 de la LOPP como un “ámbito de actuación


del Poder Popular para ejercer la vigilancia, supervisión, acompañamiento y control sobre la
gestión del Poder Público, las instancias del Poder Popular y las actividades del sector privado que
afecten el bienestar común, practicado por los ciudadanos y ciudadanas de manera individual o
colectiva, en los términos establecidos en la ley que regula la materia. Este ámbito de actuación
del Poder Público se ha regulado en la Ley Orgánica del Contraloría Social, donde se la define como
“una función compartida entre las instancias del Poder Público y los ciudadanos, ciudadanas y las
organizaciones del Poder Popular, para garantizar que la inversión pública se realice de manera
transparente y

eficiente en beneficio de los intereses de la sociedad, y que las actividades del sector privado no
afecten los intereses colectivos o sociales” (art. 2).

▪ La Ordenación y gestión del territorio, que conforme al artículo 20 de la LOPP, es un


“ámbito de actuación del Poder Popular, mediante la participación de las comunidades
organizadas, a través de sus voceros o voceras, en las distintas actividades del proceso de
ordenación y gestión del territorio, en los términos establecidos en la ley que regula la materia.” y

▪ La Justicia comunal, definida en el artículo 21 de la LOPP como un “ámbito de actuación


del Poder Popular, a través de medios alternativos de justicia de paz que promueven el arbitraje,
la conciliación, la mediación, y cualquier otra forma de solución de conflictos ante situaciones
derivadas directamente del ejercicio del derecho a la participación y a la convivencia comunal, de
acuerdo a los principios constitucionales del Estado democrático y social de Derecho y de Justicia,
y sin contravenir las competencias legales propias del sistema de justicia ordinario”.

3. Aproximación al alcance del concepto de Poder Popular

Según señalábamos anteriormente, desde 2005 ha ido emergiendo el concepto de Poder Popular
que ahora se concretiza en la Ley Orgánica del Poder Popular. De lo expuesto, podemos
recapitular y determinar cuál es el sentido que el Poder Popular tiene conforme a su evolución
histórica:
En primer lugar, el Poder Popular es uno de los fundamentos del programa político que ejecuta el
Poder Ejecutivo Nacional desde el 2005, denominado socialismo o transición al socialismo.

En segundo lugar, dentro de tal programa socialista, el Poder Popular se erige como la
participación directa de los ciudadanos en asuntos públicos. Tal participación se extiende a la
formación, ejecución y control de la gestión pública, mediante cualquiera de los instrumentos
previstos en el artículo 70 constitucional, los cuales se dividen en medios de participación política y
medios de participación socioeconómicos.

En tercer lugar, esa participación directa busca sustituir, en muchos casos, la actuación política de
representantes electos popularmente, y de allí la eliminación, en ciertas leyes, del cargos de
elección popular, por cargos a designación. En definitiva, se pretende la sustitución de la
democracia

representativa por la democracia participativa, lo que implica una grave violación constitucional.

En cuarto lugar, esa participación ciudadana que se expresa mediante el Poder Popular, se ejerce a
través de una serie de instancias que cuentan con personalidad jurídica propia, como los consejos
comunales y comunas. Estas instancias populares actúan bajo la rectoría del Poder Ejecutivo
Nacional, de quien depende, como se dijo, el registro que permite su funcionamiento.

En quinto lugar, importa aclarar que el Poder Popular no tiene entidad territorial, esto es, no
constituye un nivel político-territorial dentro de la estructura del Poder Público, como sí lo son el
Poder Nacional, Estadal y Municipal. Por tanto, es una noción funcional, socio-política y no
orgánica territorial, no debiendo confundirse el Poder Popular con el Estado Comunal.

En sexto lugar, las organizaciones e instancias del Poder Popular deben dirigir su actuación a la
construcción del modelo socialista. Este es, así, el objeto único y exclusivo de estas organizaciones,
de lo cual se concluye que (i) el Poder Popular debe contribuir con este modelo socialista; (ii) la
participación ciudadana no se reconoce para fines distintos al socialismo y (iii) la participación
ciudadana, efectivamente, sólo puede ejercerse a través de las organizaciones del Poder Popular.
Esto último se evidencia en el nuevo sistema de planificación, contenido en la Ley Orgánica de
Planificación Pública y Popular (GO Nº 6.011 extraordinario del 21 de diciembre de 2010), así como
en la Ley Orgánica del Consejo Federal de Gobierno y su Reglamento.

En séptimo lugar, las instancias del Poder Popular adquieren predominio en la transferencia de
competencias y en especial, en el régimen municipal. La reforma de la Ley Orgánica del Poder
Público Municipal (GO Nº 6.015 del 28 de diciembre de 2010), avanza en este sentido,
concordantemente con las reformas de la Ley de los Consejos Estadales de Planificación y
Coordinación de Políticas Públicas y la Ley de los Consejos Locales de Planificación Pública
(publicadas en la GO Nº 6.017 extraordinario de 30 de diciembre de 2010). En todas estas Leyes el
Poder Popular asume el ejercicio de competencias municipales y también estadales, lo que implica
la extensión del modelo socialista, único al cual debe orientarse ese Poder Popular.

En definitiva, sin contar con asidero constitucional, el Poder Popular ha sido bastión de impulso del
modelo socialista, y se ha entendido como el modo de ejercicio del derecho a la participación
ciudadana en los asuntos públicos y de manifestación de la democracia participativa, bajo absoluta
rectoría del Poder Ejecutivo Nacional y solo, se insiste por y para el modelo socialista.

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela


La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela es la Carta Magna vigente en
Venezuela, adoptada el 15 de diciembre de 1999 mediante un referéndum popular. El 15
de febrero de 2009 le fue introducida la Enmienda № 1 impulsada por el presidente Hugo
Chávez, recibiendo respaldo de diversos sectores y el rechazo de los partidos
tradicionales.

El 2 de febrero de 1999, en la toma de posesión como Presidente Constitucional de la


República de Venezuela en el Capitolio Federal reunido el Congreso Nacional, Hugo
Chávez pronunció el juramento de ley:

Única. Juro sobre esta moribunda Constitución. Juro delante de Dios, juro delante de la
Patria, juro delante de mi pueblo que sobre esta moribunda Constitución impulsaré las
transformaciones democráticas necesarias para que la República nueva tenga una Carta
Magna adecuada a los nuevos tiempos. Lo juro.

Los venezolanos fueron convocados a un referéndum consultivo el 25 de abril de 1999


para que decidieran si aprobaban o no la propuesta de reforma impulsada por el ejecutivo
que fue sometida a aprobación popular. La constitución venezolana de 1999 se convirtió
en la primera en reconocer los derechos de los pueblos indígenas, estableciendo como
oficiales sus lenguas y reconociendo derechos sobre los territorios ocupados
ancestralmente. Desde el punto de vista ambiental, esta constitución es pionera en la
región al reconocer derechos ambientales, entre ellos, el derecho de los ciudadanos a vivir
en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado. Entre otros asuntos de índole
ambiental, la constitución establece:

Todas las actividades susceptibles de generar daños a los ecosistemas deben ser
previamente acompañadas de estudios de impacto ambiental y sociocultural.

El Estado impedirá la entrada al país de desechos tóxicos y peligrosos, así como la


fabricación y uso de armas nucleares, químicas y biológicas.

El Estado promoverá la agricultura sustentable como base estratégica del desarrollo rural
integral a fin de garantizar la seguridad alimentaria de la población.

Es un derecho y un deber de cada generación proteger y mantener el ambiente en


beneficio de sí misma y del mundo futuro.

Toda persona tiene derecho individual y colectivamente a disfrutar de una vida y de un


ambiente seguro, sano y ecológicamente equilibrado.

El Estado protegerá el ambiente, la diversidad biológica, los recursos genéticos, los


procesos ecológicos, los parques nacionales y monumentos naturales y demás áreas de
especial importancia ecológica.

El genoma de los seres vivos no podrá ser patentado, y la ley que se refiera a los principios
bioéticos regulará la materia.

Es una obligación fundamental del Estado, con la activa participación de la sociedad,


garantizar que la población se desenvuelva en un ambiente libre de contaminación, en
donde el aire, el agua, los suelos, las costas, el clima, la capa de ozono, las especies vivas,
sean especialmente protegidos, de conformidad con la ley.

¿Qué es la Soberanía y Derechos Sociales?


La soberanía es el poder político supremo que corresponde a un Estado independiente,1
sin interferencias externas. En teoría política, la soberanía es un término sustantivo que
designa la autoridad suprema que posee el poder último e inapelable sobre algún sistema
de gobernabilidad.

El vocablo «soberanía» también ha jugado un importante papel en la teoría política y en la


doctrina del derecho internacional. No obstante, en ocasiones, el contenido de esta
palabra ha sido oscurecido y deformado, por lo que puede entenderse de varios modos o
admitir distintas interpretaciones y ser, por tanto, motivo de dudas, incertidumbre y
confusión. El principal problema estriba en que, habiendo tantas definiciones del término
como hay autores, no hay acuerdo sobre cuál es el objeto buscado por este concepto en el
derecho internacional.

Según la definición de Jean Bodin: «Soberanía es el poder absoluto y perpetuo de una


república», quien, a su vez, determina cuál es el objeto de su definición. Primero establece
lo que es República: «es el recto gobierno de varias familias y de lo que les es común con
poder soberano»; para en seguida decir: «una vez establecido el fin, hay que establecer
los medios para conseguirlo». Cuyo corolario sería que la soberanía es el medio para
conseguir el recto gobierno, y no cualquier gobierno.

Por otro lado, Carré de Malberg, en su Teoría general del Estado, tras analizar y
descomponer el concepto de soberanía «en independencia en el exterior y superioridad
en el interior del Estado», manifiesta que el concepto parece doble, pero que, en
definitiva, «soberanía interna y soberanía externa no son sino los dos lados de una sola y
misma soberanía».

Es posible que, pensando en esos que pretenden redefinir la soberanía, fuera lo que
llevara a Georg Jellinek a decir que «la soberanía es un concepto polémico». Quizás fuera
este mismo motivo el que pudiera haber impulsado a Hermann Heller a promover la
recomendación de releer la obra de Bodino (Jean Bodin), pues decía: «Me parece que
muchos de los que hablan de él, en verdad no saben con certeza qué es lo que Bodino
enseñó».

Carlos Augusto Rodríguez señala que una crítica científica de la soberanía debe exponer
todas las definiciones de ese término y dirigir contra cada una de ellas las objeciones que
procedieran. Claro está que sólo se expondrán los lineamientos generales del problema y
se ofrecerán soluciones prácticas. No hay que confundir ni mezclar las consecuencias
prácticas que resulten de esta crítica científica con lo que se concibe en la doctrina del
Estado, en la del derecho constitucional o con lo que en verdad dispone la Carta Magna.
Estas consecuencias servirán para alimentar la doctrina del derecho internacional, en
particular para aclarar el objeto buscado por el concepto de la soberanía dentro del
mencionado derecho.

Los derechos sociales son aquellos derechos que facilitan a los ciudadanos o personas de
un país a desarrollarse en autonomía, igualdad y libertad así como aquellos derechos que
les permiten unas condiciones económicas y de acceso a bienes necesarios para una vida
digna.12

Los derechos sociales, desde el punto de vista del contrato social, en contraste con los
derechos naturales, son aquellos que son considerados derechos legales reconocidos por
los derechos positivos.3

Los derechos sociales, son una parte de los derechos económicos, sociales y culturales y
parte de los derechos humanos, aparecen en el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) aprobado en 1966 y que entró en vigor en
1976 y de forma más genérica en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de
1948.4

Los derechos sociales son los que humanizan a los individuos, sus relaciones y el entorno
en el que se desarrollan. Son garantías de la igualdad y la libertad reales, pues la libertad
no es posible si es imposible ejercerla por las condiciones materiales de existencia.5

Derechos sociales fundamentados en el contrato social

Para algunos, los derechos sociales se fundamentan en el contrato social —que puede o
no ser explícito en una Constitución— Por ejemplo, para James Madison, un “derecho
social” es uno que se adquiere por el mero hecho de la existencia, implícita o no, de ese
contrato.6 El ejemplo que Madison propone puede entenderse en países de habla hispana
como el derecho a un juicio justo (juicio por jurado en EE. UU.). Tal derecho no es
“natural” -no existe ni puede existir previamente a la aparición de la sociedad y de las
leyes. Tampoco tiene una forma única: puede haber diferentes maneras de
implementarlo. Sin embargo, todo y cualquier acuerdo para formar una sociedad justa
implica el derecho a un juicio justo. En general, desde el punto de vista del
contractualismo, los derechos que tal contrato origina (derechos civiles) solo son válidos
en la medida en que benefician a la sociedad y sus miembros. Si ese no es el caso, se
renegocia el contrato —a través de elecciones o cambios a la ley— o, últimamente, se
recurre legítimamente a la insurrección. (Véase John Locke, David Hume, etc. Para una
visión más detallada y moderna de esta problemática, ver José M.ª Martínez de Pisón
Cavero: "Políticas de bienestar: un estudio sobre los derechos sociales'7).listo

Derechos sociales derivados de los derechos humanos

Para otros los derechos sociales se derivan directamente de los Derechos humanos o
naturales, en el sentido que son facultades o derechos inherentes a todo ser humano, por
lo tanto anteceden y prevalecen sobre (son implícitos en) cualquier otro compromiso,
consecuentemente, son derechos que ninguno puede perder o conceder.8 Así, por
ejemplo, Thomas Paine argumenta, en su obra Los derechos del hombre, que el derecho a
beneficiarse del esfuerzo común es realmente un derecho natural de los seres humanos,
dado que estos solo pueden vivir en sociedad. Al ciudadano “La sociedad no le dona nada.
Cada hombre es un propietario en la sociedad, y toma del capital como materia de
derecho” (Cap II “de los derechos civiles”). Paine va tan lejos como a sugerir -entre otras
reformas sociales- un “salario mínimo garantizado” (es decir, incluso para aquellos en
desempleo).9

Por su parte Edmund Burke10 argumenta que: “Si la sociedad civil se ha creado para el
avance del hombre, todas los avances que ha efectuado llegan a ser su derecho. (El
Estado) Es una institución de beneficencia y la ley misma solo es beneficiosa si actúa de
acuerdo a una regla. (op. cit). y “Lo que sea que un hombre puede hacer por sí mismo sin
causar perjuicio a los demás él tiene derecho a hacer por sí mismo; y tiene derecho a una
porción justa de todo lo que la sociedad, con todas sus combinaciones de habilidades y
fuerzas, puede hacer en su favor. En esta sociedad todos los hombres tienen iguales
derechos”.... Burke ve su propuesta como representando “los verdaderos derechos
humanos”.
Desde este punto de vista, tales derechos serían el equivalente a los denominados
derechos humanos de segunda generación (los derechos económicos, sociales y
culturales), propios de algunas versiones del Estado del bienestar y del Estado Social de
Derecho, que aparece históricamente, como superación del Estado de Derecho liberal.11

Enumerándolos, los derechos sociales serían:

El derecho a un empleo y a un salario.

El derecho a la protección social en casos de necesidad (jubilación, seguridad social,


desempleo, bajas laborales por causas de salud, maternidad o paternidad, accidentes
laborales).

El derecho a la vivienda, un hogar seguro.

El derecho a la educación.

El derecho a la sanidad.

El derecho a un medio ambiente saludable, al acceso a la cultura y a todos los ámbitos de


la vida pública.

El derecho a la alimentación y la soberanía alimentaria.

¿Qué son los Derechos Políticos?


Son aquellos derechos que tienen los ciudadanos para expresar, ejercer y participar en el
universo democrático de la sociedad a la que pertenece, porque con ello se consolida y se
realiza la democracia, una de las maneras de manifestar este derecho, es a través de las
elecciones. Los derechos políticos son el conjunto de condiciones y opciones que
posibilitan al ciudadano a participar en la vida política de su nación, expresando con el
ejercicio del derecho su criterio, como forma de ejecutar su libertad personal y de
conciencia y formando, con su manifestación, un vínculo con sus representantes electos,
es decir entre gobernantes y gobernados. Este derecho se encuentra señalado en el art.62
de La Constitución …ver más…

Pueden mencionarse los siguientes:

• Derecho de voto: se refiere al derecho que tienen los ciudadanos de elegir a quienes
hayan de ocupar determinados cargos públicos, por medio de elecciones realizadas por
sufragio universal e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad
de los electores.

• Derecho a ser electo: es el derecho que tienen los ciudadanos a postularse para ser
elegidos con el fin de ocupar determinados cargos públicos.

• Derecho de participar en el gobierno y de ser admitido a cargos públicos.

• Derecho de petición política: se refiere al derecho de dirigir peticiones a las Cámaras, o a


los órganos ejecutivos, y de exponer sus necesidades a fin de influir en la legislación
política.

CARACTERÍSTICAS DE LOS DERECHOS POLÍTICOS Los aspectos políticos consagrados en la


Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, son:

• Los venezolanos y venezolanas que no estén sujetos o sujetas a inhabilitación política ni


a interdicción civil, y en las condiciones de edad previstas en esta Constitución, ejercen la
ciudadanía y, en consecuencia, son titulares de derechos y deberes políticos de acuerdo
con esta Constitución. (Artículo 39).

FUNDAMENTOS JURÍDICOS:
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999)

Capítulo IV De los Derechos Políticos y del Referendo Popular

Sección Primero: De los Derechos Políticos

Art. 62: Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de participar libremente en
los asuntos públicos, directamente o por medio de sus representantes elegidos o elegidas.

La participación del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública es el


medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo, tanto
individual como colectivo. Es obligación del Estado y deber de la sociedad facilitar la
generación de las condiciones más favorables para su práctica.

Art 63. El sufragio es un derecho. Se ejercerá mediante votaciones libres, universales,


directas y secretas. La ley garantizará el principio de la personalización del sufragio y la
representación proporcional.

Art. 64. Son electores y electoras todos los venezolanos y venezolanas que hayan
cumplido dieciocho años de edad y que no estén sujetos a interdicción civil o
inhabilitación política.

El voto para las elecciones parroquiales, municipales y estadales se hará extensivo a los
extranjeros o extranjeras que hayan cumplido dieciocho años de edad, con más de diez
años de residencia en el país, con las limitaciones establecidas en esta Constitución y en la
ley, y que no estén sujetos a interdicción civil o inhabilitación política.

Art 65. No podrán optar a cargo alguno de elección popular quienes hayan sido
condenados o condenadas por delitos cometidos durante el ejercicio de sus funciones y
otros que afecten el patrimonio público, dentro del tiempo que fije la ley, a partir del
cumplimiento de la condena y de acuerdo con la gravedad del delito.

Art 66. Los electores y electoras tienen derecho a que sus representantes rindan cuentas
públicas, transparentes y periódicas sobre su gestión, de acuerdo con el programa
presentado.

Art 67. Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de asociarse con fines
políticos, mediante métodos democráticos de organización, funcionamiento y dirección.
Sus organismos de dirección y sus candidatos o candidatas a cargos de elección popular
serán seleccionados o seleccionadas en elecciones internas con la participación de sus
integrantes. No se permitirá el financiamiento de las asociaciones con fines políticos con
fondos provenientes del Estado.

La ley regulará lo concerniente al financiamiento y a las contribuciones privadas de las


organizaciones con fines políticos, y los mecanismos de control que aseguren la pulcritud
en el origen y manejo de las mismas. Así mismo regulará las campañas políticas y
electorales, su duración y límites de gastos propendiendo a su democratización.

Los ciudadanos y ciudadanas, por iniciativa propia, y las asociaciones con fines políticos,
tienen derecho a concurrir a los procesos electorales postulando candidatos o candidatas.
El financiamiento de la propaganda política y de las campañas electorales será regulado
por la ley. Las direcciones de las asociaciones con fines políticos no podrán contratar con
entidades del sector público.

Art 68. Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a manifestar, pacíficamente y sin
armas, sin otros requisitos que los que establezca la ley.

Se prohíbe el uso de armas de fuego y sustancias tóxicas en el control de manifestaciones


pacíficas. La ley regulará la actuación de los cuerpos policiales y de seguridad en el control
del orden público.

Art 69. La República Bolivariana de Venezuela reconoce y garantiza el derecho de asilo y


refugio.

Se prohíbe la extradición de venezolanos y venezolanas.

Art 70. Son medios de participación y protagonismo del pueblo en ejercicio de su


soberanía, en lo político: la elección de cargos públicos, el referendo, la consulta popular,
la revocatoria del mandato, las iniciativas legislativa, constitucional y constituyente, el
cabildo abierto y la asamblea de ciudadanos y ciudadanas cuyas decisiones serán de
carácter vinculante, entre otros; y en lo social y económico, las instancias de atención
ciudadana, la autogestión, la cogestión, las cooperativas en todas sus formas incluyendo
las de carácter financiero, las cajas de ahorro, la empresa comunitaria y demás formas
asociativas guiadas por los valores de la mutua cooperación y la solidaridad.
La ley establecerá las condiciones para el efectivo funcionamiento de los medios de
participación previstos en este artículo.

Capítulo V

De los Derechos Sociales y de las Familias

Artículo 75. El Estado protegerá a las familias como asociación natural de la sociedad y
como el espacio fundamental para el desarrollo integral de las personas. Las relaciones
familiares se basan en la igualdad de derechos y deberes, la solidaridad, el esfuerzo
común, la comprensión mutua y el respeto recíproco entre sus integrantes. El Estado
garantizará protección a la madre, al padre o a quienes ejerzan la jefatura de la familia.

Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a vivir, ser criados o criadas y a
desarrollarse en el seno de su familia de origen. Cuando ello sea imposible o contrario a su
interés superior, tendrán derecho a una familia sustituta, de conformidad con la ley. La
adopción tiene efectos similares a la filiación y se establece siempre en beneficio del
adoptado o la adoptada, de conformidad con la ley. La adopción internacional es
subsidiaria de la nacional.

Artículo 76. La maternidad y la paternidad son protegidas integralmente, sea cual fuere el
estado civil de la madre o del padre. Las parejas tienen derecho a decidir libre y
responsablemente el número de hijos o hijas que deseen concebir y a disponer de la
información y de los medios que les aseguren el ejercicio de este derecho. El Estado
garantizará asistencia y protección integral a la maternidad, en general a partir del
momento de la concepción, durante el embarazo, el parto y el puerperio, y asegurará
servicios de

planificación familiar integral basados en valores éticos y científicos.

El padre y la madre tienen el deber compartido e irrenunciable de criar, formar, educar,


mantener y asistir a sus hijos o hijas, y éstos o éstas tienen el deber de asistirlos o asistirlas
cuando aquel o aquella no puedan hacerlo por sí mismos o por si mismas. La ley
establecerá las medidas necesarias y adecuadas para garantizar la efectividad de la
obligación alimentaria.

Artículo 77. Se protege el matrimonio entre un hombre y una mujer, fundado en el libre
consentimiento y en la igualdad absoluta de los derechos y deberes de los cónyuges. Las
uniones estables de hecho entre un hombre y una mujer que cumplan los requisitos
establecidos en la ley producirán los mismos efectos que el matrimonio.

Artículo 78. Los niños, niñas y adolescentes son sujetos plenos de derecho y estarán
protegidos por la legislación, órganos y tribunales especializados, los cuales respetarán,
garantizarán y desarrollarán los contenidos de esta Constitución, la Convención sobre los
Derechos del Niño y demás tratados internacionales que en esta materia haya suscrito y
ratificado la República. El Estado, las familias y la sociedad asegurarán, con prioridad
absoluta, protección integral, para lo cual se tomará en cuenta su interés superior en las
decisiones y acciones que les conciernan. El Estado promoverá su incorporación
progresiva a la ciudadanía activa, y creará un sistema rector nacional para la protección
integral de los niños, niñas y adolescentes.

Artículo 79. Los jóvenes y las jóvenes tienen el derecho y el deber de ser sujetos activos
del proceso de desarrollo. El Estado, con la participación solidaria de las familias y la
sociedad, creará oportunidades para estimular su tránsito productivo hacia la vida adulta
y, en particular, para la capacitación y el acceso al primer empleo, de conformidad con la
ley.

Artículo 80. El Estado garantizará a los ancianos y ancianas el pleno ejercicio de sus
derechos y garantías. El Estado, con la participación solidaria de las familias y la sociedad,
está obligado a respetar su dignidad humana, su autonomía y les garantizará atención
integral y los beneficios de la seguridad social que eleven y aseguren su calidad de vida.
Las pensiones y jubilaciones otorgadas mediante el sistema de Seguridad Social no podrán
ser inferiores al salario mínimo urbano. A los ancianos y ancianas se les garantizará el
derecho a un trabajo acorde con aquellos y aquellas que manifiesten su deseo y estén en
capacidad para ello.
Artículo 81. Toda persona con discapacidad o necesidades especiales tiene derecho al
ejercicio pleno y autónomo de sus capacidades y a su integración familiar y comunitaria. El
Estado, con la participación solidaria de las familias y la sociedad, le garantizará el respeto
a su dignidad humana, la equiparación de oportunidades, condiciones laborales
satisfactorias, y promoverá su formación, capacitación y acceso al empleo acorde con sus
condiciones, de conformidad con la ley. Se les reconoce a las personas sordas o mudas el
derecho a expresarse y comunicarse a través de la lengua de señas venezolana.

Artículo 82. Toda persona tiene derecho a una vivienda adecuada, segura, cómoda,
higiénicas, con servicios básicos esenciales que incluyan un hábitat que humanice las
relaciones familiares, vecinales y comunitarias. La satisfacción progresiva de este derecho
es obligación compartida entre los ciudadanos y ciudadanas y el Estado en todos sus
ámbitos.

El Estado dará prioridad a las familias y garantizará los medios para que éstas, y
especialmente las de escasos recursos, puedan acceder a las políticas sociales y al crédito
para la construcción, adquisición o ampliación de viviendas.

Artículo 83. La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo
garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará políticas
orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios.
Todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, así como el deber de
participar activamente en su promoción y defensa, y el de cumplir con las medidas
sanitarias y de saneamiento que establezca la ley, de conformidad con los tratados y
convenios internacionales suscritos y ratificados por la República.

Artículo 84. Para garantizar el derecho a la salud, el Estado creará, ejercerá la rectoría y
gestionará un sistema público nacional de salud, de carácter intersectorial,
descentralizado y participativo, integrado al sistema de seguridad social, regido por los
principios de gratuidad, universalidad, integralidad, equidad, integración social y
solidaridad. El sistema público nacional de salud dará prioridad a la promoción de la salud
y a la prevención de las enfermedades, garantizando tratamiento oportuno y
rehabilitación de calidad. Los bienes y servicios públicos de salud son propiedad del Estado
y no podrán ser privatizados. La comunidad organizada tiene el derecho y el deber de
participar en la toma de decisiones sobre la planificación, ejecución y control de la política
específica en las instituciones públicas de salud.

Artículo 85. El financiamiento del sistema público nacional de salud es obligación del
Estado, que integrará los recursos fiscales, las cotizaciones obligatorias de la seguridad
social y cualquier otra fuente de financiamiento que determine la ley. El Estado
garantizará un presupuesto para la salud que permita cumplir con los objetivos de la
política sanitaria. En coordinación con las universidades y los centros de investigación, se
promoverá y desarrollará una política nacional de formación de profesionales, técnicos y
técnicas y una industria nacional de producción de insumos para la salud. El Estado
regulará las instituciones públicas y privadas de salud.

Artículo 86. Toda persona tiene derecho a la seguridad social como servicio público de
carácter no lucrativo, que garantice la salud y asegure protección en contingencias de
maternidad, paternidad, enfermedad, invalidez, enfermedades catastróficas,
discapacidad, necesidades especiales, riesgos laborales, pérdida de empleo, desempleo,
vejez, viudedad, orfandad, vivienda, cargas derivadas de la vida familiar y cualquier otra
circunstancia de previsión social. El Estado tiene la obligación de asegurar la efectividad de
este derecho, creando un sistema de seguridad social universal, integral, de
financiamiento solidario, unitario, eficiente y participativo, de contribuciones directas o
indirectas. La ausencia de capacidad contributiva no será motivo para excluir a las
personas de su protección. Los recursos financieros de la seguridad social no podrán ser
destinados a otros fines. Las cotizaciones obligatorias que realicen los trabajadores y las
trabajadoras para cubrir los servicios médicos y asistenciales y demás beneficios de la
seguridad social podrán ser administrados sólo con fines sociales bajo la rectoría del
Estado. Los remanentes netos del capital destinado a la salud, la educación y la seguridad
social se acumularán a los fines de su distribución y contribución en esos servicios. El
sistema de seguridad social será regulado por una ley orgánica especial.

Artículo 87. Toda persona tiene derecho al trabajo y el deber de trabajar. El Estado
garantizará la adopción de las medidas necesarias a los fines de que toda persona puede
obtener ocupación productiva, que le proporcione una existencia digna y decorosa y le
garantice el pleno ejercicio de este derecho. Es fin del Estado fomentar el empleo. La ley
adoptará medidas tendentes a garantizar el ejercicio de los derechos laborales de los
trabajadores y trabajadoras no dependientes. La libertad de trabajo no será sometida a
otras

restricciones que las que la ley establezca.

Todo patrono o patrona garantizará a sus trabajadores y trabajadoras condiciones de


seguridad, higiene y ambiente de trabajo adecuados. El Estado adoptará medidas y creará
instituciones que permitan el control y la promoción de estas condiciones.

Artículo 88. El Estado garantizará la igualdad y equidad de hombres y mujeres en el


ejercicio del derecho al trabajo. El Estado reconocerá el trabajo del hogar como actividad
económica que crea valor agregado y produce riqueza y bienestar social. Las amas de casa
tienen derecho a la seguridad social de conformidad con la ley.

Artículo 89. El trabajo es un hecho social y gozará de la protección del Estado. La ley
dispondrá lo necesario para mejorar las condiciones materiales, morales e intelectuales de
los trabajadores y trabajadoras. Para el cumplimiento de esta obligación del Estado se
establecen los siguientes principios:

1. Ninguna ley podrá establecer disposiciones que alteren la intangibilidad y


progresividad de los derechos y beneficios laborales. En las relaciones laborales prevalece
la realidad sobre las formas o apariencias.

2. Los derechos laborales son irrenunciables. Es nula toda acción, acuerdo o convenio
que implique renuncia o menoscabo de estos derechos. Sólo es posible la transacción y
convenimiento al término de la relación laboral, de conformidad con los requisitos que
establezca la ley.

3. Cuando hubiere dudas acerca de la aplicación o concurrencia de varias normas, o


en la interpretación de una determinada norma se aplicará la más favorable al trabajador
o trabajadora. La norma adoptada se aplicará en su integridad.
4. Toda medida o acto del patrono contrario a esta Constitución es nulo y no genera
efecto alguno.

5. Se prohíbe todo tipo de discriminación por razones de política, edad, raza, sexo o
credo o por cualquier otra condición.

6. Se prohíbe el trabajo de adolescentes en labores que puedan afectar su desarrollo


integral. El Estado los o las protegerá contra cualquier explotación económica y social.

Artículo 90. La jornada de trabajo diurna no excederá de ocho horas diarias ni de cuarenta
y cuatro horas semanales. En los casos en que la ley lo permita, la jornada de trabajo
nocturna no excederá de siete horas diarias ni de treinta y cinco semanales. Ningún
patrono o patrona podrá obligar a los trabajadores o trabajadoras a laborar horas
extraordinarias. Se propenderá a la progresiva disminución de la jornada de trabajo
dentro del interés social y del ámbito que se determine y se dispondrá lo conveniente
para la mejor utilización del tiempo libre en beneficio del desarrollo físico, espiritual y
cultural de los trabajadores y trabajadoras.

Los trabajadores y trabajadoras tienen derecho al descanso semanal y vacaciones


remunerados en las mismas condiciones que las jornadas efectivamente laboradas.

Artículo 91. Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le
permita

vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e
intelectuales. Se garantizará el pago de igual salario por igual trabajo y se fijará la
participación que debe corresponder a los trabajadores y trabajadoras en el beneficio de
la empresa. El salario es inembargable y se pagará periódica y oportunamente en moneda
de curso legal, salvo la excepción de la obligación alimentaria, de conformidad con la ley.
El Estado garantizará a los trabajadores y trabajadoras del sector público y del sector
privado un salario mínimo vital que será ajustado cada año, tomando como una de las
referencias el costo de la canasta básica. La Ley establecerá la forma y el procedimiento.

Artículo 92. Todos los trabajadores y trabajadoras tienen derecho a prestaciones sociales
que les recompensen la antigüedad en el servicio y los amparen en caso de cesantía. El
salario y las prestaciones sociales son créditos laborales de exigibilidad inmediata. Toda
mora en su pago genera intereses, los cuales constituyen deudas de valor y gozarán de los
mismos privilegios y garantías de la deuda principal.

Artículo 93. La ley garantizará la estabilidad en el trabajo y dispondrá lo conducente para


limitar toda forma de despido no justificado. Los despidos contrarios a esta Constitución
son nulos.

Artículo 94. La ley determinará la responsabilidad que corresponda a la persona natural o


jurídica en cuyo provecho se presta el servicio mediante intermediario o contratista, sin
perjuicio de la responsabilidad solidaria de éstos. El Estado establecerá, a través del
órgano competente, la responsabilidad que corresponda a los patronos o patronas en
general, en caso de simulación o fraude, con el propósito de desvirtuar, desconocer u
obstaculizar la aplicación de la legislación laboral.

Artículo 95. Los trabajadores y las trabajadoras, sin distinción alguna y sin necesidad de
autorización previa, tienen derecho a constituir libremente las organizaciones sindicales
que estimen convenientes para la mejor defensa de sus derechos e intereses, así como a
afiliarse o no a ellas, de conformidad con la Ley. Estas organizaciones no están sujetas a
intervención, suspensión o disolución administrativa. Los trabajadores y trabajadoras
están protegidos y protegidas contra todo acto de discriminación o de injerencia contrario
al ejercicio de este derecho. Los promotores o promotoras y los o las integrantes de las
directivas de las organizaciones sindicales gozarán de inamovilidad laboral durante el
tiempo y en las condiciones que se requieran para el ejercicio de sus funciones.
Para el ejercicio de la democracia sindical, los estatutos y reglamentos de las
organizaciones sindicales establecerán la alternabilidad de los y las integrantes de las
directivas y representantes mediante el sufragio universal, directo y secreto. Los y las
integrantes de las directivas y representantes sindicales que abusen de los beneficios
derivados de la libertad sindical para su lucro o interés personal, serán sancionados o
sancionadas de conformidad con la ley. Los y las integrantes de las directivas de las
organizaciones sindicales estarán obligados u obligadas a hacer declaración jurada de
bienes.

Artículo 96. Todos los trabajadores y las trabajadoras del sector público y del privado
tienen derecho a la negociación colectiva voluntaria y a celebrar convenciones colectivas
de trabajo, sin más requisitos que los que establezca la ley. El Estado garantizará su
desarrollo y establecerá lo conducente para favorecer las relaciones colectivas y la
solución de los conflictos laborales. Las convenciones colectivas amparan a todos los
trabajadores y trabajadoras activos y activas al momento de su suscripción y a quienes
ingresen con posterioridad.

Artículo 97. Todos los trabajadores y trabajadoras del sector público y del privado tienen
derecho a la huelga, dentro de las condiciones que establezca la ley.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

https://observatoriop10.cepal.org/en/node/129
https://es.wikipedia.org/wiki/Constituci%C3%B3n_de_Venezuela

https://es.wikipedia.org/wiki/Soberan%C3%ADa

https://www.uma.edu.ve/admini/ckfinder/userfiles/files/Daniela%20Urosa.pdf

https://vlexvenezuela.com/vid/principios-poder-popular-comunal-701416589

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999)

También podría gustarte