Hechos 9
Hechos 9
Hechos 9
En Antioquía de Pisidia, nos dice que casi todo el pueblo estaba allí
reunido para escuchar la Palabra de Dios,... porque Después de la
predicación de un sermón, algo había pasado durante la semana entre la
gente, y casi toda la ciudad estaba allí convocada para escuchar el
Evangelio.
En el Areópago vemos lo mismo. Allí está Pablo ante aquellos que tenían
el gobierno en Atenas, predicándoles la Palabra de Dios.
¿Y como llegó Pablo a estar allí? ¿algo planeado por él? NO; Sino que se
corrió la voz que Pablo estaba predicando cosas nuevas, y se le citó al
Areópago para que compartiera estas cosas. Y allí se les fue expuesto el
evangelio de Cristo a estos filósofos griegos.
¿Cómo es que vemos, que los discípulos sin una propaganda, sin una
metodología de tratar de atraer a la gente, se encontraban delante de
muchos predicando el Evangelio?
Pues Resulta que Dios estaba cooperando para que se predicase el
Evangelio,.... y ocurrían fenómenos, y ocurrían cosas que despertaban a la
gente para venir a escuchar la Palabra de Dios.
Así también nosotros tenemos que considerar la Biblia, ¿cómo es el proceder
de Dios? porque no es que lo vemos una vez, si no que lo vemos registrado
en su palabra una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez.
Dios nos enseña mostrándonos en las Escrituras como es su proceder y
cómo actúa Él.
Y los hijos tienen que ser entendidos, fijándose en esos detalles de cómo
actúa Dios y ahí sacar las enseñanzas y de ahí sacar las aplicaciones;
Porque así son los discípulos sabios, así son los hombres que tienen un
corazón enseñable,...se fijan en otros, a ver cómo proceden,..A ver cómo
contestan,.. a ver cómo actúan, a ver cómo contestan, a ver cómo afrontan
ciertas cosas,... y toman nota.
Ese es el proceder del hombre enseñable, es el proceder del hombre
sabio, se fija en la actuación de otros, para de ahí sacar provecho.
Cómo es que siempre hubo ahí algo que Dios promovía, para que estas
personas escucharan el Evangelio.
Hebreos 2:4 testificando Dios juntamente con ellos, con señales y
prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su
voluntad.
Cómo que Dios está detrás de la predicación del evangelio, no es algo que
tiene que hacer la Iglesia meramente porque Dios se le ha encargado, sino
que testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y
diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.
Había una obra de Dios secreta en los corazones de los hombres,
testificando juntamente con ellos en la gran tarea de la proclamación del
Evangelio.
Vamos a considerar algunos puntos que nos indiquen qué lugar tenía la
predicación de la Palabra de Dios, para que nosotros estemos seguros de
mantener en nuestras mentes y en nuestros corazones el lugar apropiado
del sermón en la vida y obra de la iglesia.
Recuerden que una vez dijimos que mientras leemos el libro de los Hechos,
teníamos que hacerlo como si hiciéramos un viaje, de meternos de lleno allí
en los hechos, allí en ese día de Pentecostés, en ese día insólito, de la
venida del Espíritu de Dios en esa casa donde ellos estaban en un rinconcito
del mundo, el descenso del Espíritu Santo en ese rinconcito del mundo
dónde solamente a esta gente le llamó la atención de lo que pasaba allí.
Pues bien, ese acontecimiento tan extraordinario, ese ruido, ese viento
donde Dios estaba empezando la nueva creación a través de la obra de su
espíritu como hizo en la primera creación en Génesis 1, y después como
eso también por su espíritu al crear al hombre, aquí este día vino sobre
ellos para darles algo nuevo que ellos no tenían... comenzó la nueva
creación.
Pues bien, ante todo eso que aconteció aquel día, ante la tremenda
experiencia, que ellos empezaran a hablar en lenguas que nunca habían
hablado, que nunca habían estudiado... Hablando en diferentes lenguas las
maravillas de Dios…
y después de experimentar todas estas cosas ¿qué fue lo que ellos
hicieron?
Comenzaron a predicar a Jesucristo!!! ese fue el centro.
Presentar a Jesucristo y concluir con un llamamiento al arrepentimiento y a
la conversión a esa multitud….En eso se centró su labor.
Ellos no empezaron a decir: “lo que hemos sentido es algo maravilloso, ver
esas llamas de fuego fue increíble, y poder hablar en estas lenguas que no
conocemos; ¡¡¡son como lenguas de ángeles!!!...” ¡¡¡NO!!!
En vez de hablar de su propia experiencia, comenzaron a predicar a
Jesucristo y a éste crucificado, resucitado y glorificado... “así que
arrepientanse”
El Espíritu Santo que descendió sobre ellos les llevó a no estar entretenido
en el fenómeno que había pasado, NO, el Espíritu Santo les llevó a
predicar, a predicar y a predicar a Jesucristo para la salvación de los
oyentes.
Miren 1:8 “ pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el
Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en
Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Cristo les había dicho que serían testigos suyo.
Los derivados de esta palabra testigos, nos encontramos que nos lleva a la
predicación, ser testigo tiene la misma raíz que Predicar.
Mire 2:40 “Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba,
diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.
Miren 8:25 “ Y ellos, habiendo testificado y hablado la palabra de Dios, se
volvieron a Jerusalén, y en muchas poblaciones de los samaritanos
anunciaron el evangelio.
Miren 10:42 “ Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos
que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos.
Miren 18;5 “Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba
entregado por entero a la predicación de la palabra, testificando a los
judíos que Jesús era el Cristo.
El término testificar significa predicar, predicar El Evangelio, predicar a
Jesucristo.
“ me seréis testigos” dijo Cristo, ¿ cómo? “ predicando la palabra,
predicando a Jesucristo”
¿Que les mandó el Señor Jesucristo en su despedida en Lucas 24:45
“Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las
Escrituras; 46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo
padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; 47 y que se predicase
en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las
naciones, comenzando desde Jerusalén. 48 Y vosotros sois testigos de estas
cosas............Jesucristo mismo les mandó como algo central la predicación
de la Palabra de Dios a su Iglesia.
Pero todavía podemos insistir en preguntar: ¿por qué Dios nos ordena que
prediquemos Su Palabra?
La mejor respuesta que he leído es la siguiente: Porque la Palabra de
Dios “es la fuerza más poderosa del Universo”
Mira a tu alrededor todo aquello que no haya sido creado por manos
humanas y verás una demostración de lo que Dios es capaz de hacer por
medio de Su Palabra.
Dios hizo todas las cosas que existen con el poder de Su Palabra. Él actúa
hablando. “Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz” (Gén. 1:3). Así de simple.
Él habló y una cantidad ilimitada de seres y cosas vinieron a la existencia,
desde estrellas gigantescas hasta minúsculas partículas.
¡¡¡El mandato de Dios parece una locura. ¿Qué sentido tiene predicar en un
valle lleno de huesos?
Pero Ezequiel obedeció y de inmediato entró en acción el poder
vivificante de la Palabra de Dios:
Y como no existe poder mas grande en todo el Universo, no pudieron
resistirse a la voz de Dios...
Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo
profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con
su hueso. Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel
cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu. Y mme dijo:
Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho
Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos
muertos, y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en
ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo
Amós 3:8). “Si el león ruge, ¿quién no temerá? de igual modo, Si habla
Jehová el Señor, ¿quién no profetizará?”