Si Sos Aude 6465
Si Sos Aude 6465
Si Sos Aude 6465
iria Prieto
Psiquiatra
equipo asertivo Comunitario de
Camden-londres
imAxe de portAdA:
raMón eSteBan Florencia
Psiquiatra autoría: Chus Gómez
valladolid
produCión editoriAl:
edicións Positivas
Dep. legal: v.G. 109/84
iSSn: 1130-1538
SUMario
eDitorial
Editorial
ramón area Carracedo
la otra PSiqUiatría
15 El afecto y las modalidades de la negación:
la desmentida en la clínica analítica.
Argumentos contra la estática clasificatoria
ignacio iglesias Colillas
25 Cuerpos
Hernán e. lago
33 Tristeza de hoy y de ayer
Carlos Fernández atiénzar
43 Angustia y tigres de papel
Fernando Martín aduriz
oriGinaleS y reviSioneS
47 Consumo de drogas en la población LGB
Beatriz rodríguez Paz
Markel Mahillo Gutiérrez
71 Conciencia y naturaleza
Los límites del Fisicalismo
esther Benzaquén de Hevia
a ProPóSito De...
141 Salud mental en la sociedad actual.
Relación entre salud mental y arte: Arte Brut
alcira Cibeira vázquez
antón Casais lestón
169 El autoritarismo científico en Medicina
Javier Peteiro Cartelle
179 Medios digitales y malestar actual
adrià Casanovas Fernández
CoMUniCaCioneS
185 Fibromialgia, ¿La única rebeldía posible?
Maria luisa Costa Ferreira da Silva
lisi amaya lega
Carolina Cabrera ortega
195 Fronteras y factores psicosociales en salud mental
Florencio Moneo Martín
209 Injusticia testimonial:
atravesando las fronteras epistemológicas en Salud Mental
Álvaro Cerame del Campo
anthyma violeta Franco Soler
Paloma Coucheiro limeres
225 La hospitalización domiciliaria en salud mental: una estrategia de
intervención en crisis para personas con problemas de salud mental
iria Domínguez vázquez
alba luque tintó
Carmen Hidalgo arjona
Mar Bodas Martínez
antoni Corominas Díaz
PonenCiaS
239 Dolor y fronteras
David le Breton
253 Arquitectura de los espacios comunitarios
Manuel Gallego Jorreto
261 Capitalismo y subjetividad
Manuel Fernández Blanco
269 Contextualizando el bienestar psicosocial a través de
la ciudadanía y los derechos humanos
Francisco José eiroa-orosa
CoMUniCaDoS
411 Comunicado da AGSM-AEN sobre a problemática das persoas sen fogar
da cidade de Compostela
415 Valoración da AGSM-AEN en relación á ficha de seguimento da visita
realizada ao Hospital Psiquiátrico de Conxo
419 oBitUarioS
Tiburcio Angosto Saura
José García González
Desta volta, non debera chegar cun plan que cubra o expediente e desbote
unha mellora radical. Dende a aGSM-aen agardamos a lectura do docu-
mento, faremos unha análise pormenorizada do mesmo e darémoslle toda
a importancia ao que consideramos imprescindible en calquera discurso
ao redor da saúde mental con vocación transformadora.
Correspondencia: [email protected]
Deseo comenzar esta breve exposición con una simple pero fundamental
pregunta clínica: ¿Cuál es la función más importante del diagnóstico en psicoa-
nálisis? ¿Qué es lo que nos interesa ‘clasificar’ en psicoanálisis? Desde la pers-
pectiva de la eficacia terapéutica, ningún proceso analítico avanza si no se
van disolviendo, una a una, las resistencias que van saliendo al paso.
¿no es acaso una de las dimensiones del diagnóstico psicoanalítico la elu-
cidación de las diversas presentaciones de las modalidades de la negación? Di-
chas modalidades son, en la práctica, las que se nos presentan como
resistencias a la cura. ¿Y no es el levantamiento de las resistencias el recurso más
poderoso del tratamiento psicoanalítico? Sin la debida particularización de los
mecanismos de defensa, se torna imposible ubicar los mecanismos de for-
mación de síntomas y la lógica del afecto en cada caso y en cada momento
del análisis. Según Freud, lo esencial de la represión es precisamente la ‘so-
focación’ de un proceso afectivo. este es, de hecho, uno de los temas cen-
trales que vertebra los estudios reunidos en ¿Qué significa analizar? Clínica
y epistemología (Xoroi edicions, 2019)1.
Por eso es absolutamente necesario volver a reflexionar sobre los conceptos
económicos de Freud, especialmente el ‘afecto’ y la ‘pulsión’, aquello que, a priori,
alma». además, Freud afirma que «todos los estados anímicos, aun los que
solemos considerar ‘procesos de pensamiento’, son en cierta medida ‘afec-
tivos’, y de ninguno están ausentes las exteriorizaciones corporales y la ca-
pacidad de alterar procesos físicos»9.
Clínicamente hablando, es requisito sine qua non que recuerdo y afecto sean
convocados al mismo tiempo: se trata de ‘expresar’ (Aussprechen), de enun-
ciar el afecto re-vivenciándolo. La afectividad es un modo de pensar y de recor-
dar, y no un fenómeno derivado o secundario de las representaciones y
pensamientos. Es más bien al revés.
ahora bien, cuando las vivencias afectivas y su percepción han sido desmen-
tidas, nunca sobrevenadrán como ‘recuerdos’, ya que dichas vivencias han
sido solo parcialmente inscriptas, por así decir. no se puede recordar lo
que aun no ha alcanzado el estatuto de la realidad psíquica y que, por ende,
nunca sucedió. la desmentida no es sino una de las modalidades de la ne-
gación en la cual me voy a detener. Examinar este mecanismo implica sumer-
girnos en el problema de la admisión, creencia o atribución de realidad de las
representaciones y afectos penosos y dolorosos, que se ven siempre sometidos –
‘política del avestruz’ mediante– a intensas fuerzas de repulsión (Abstos-
sung). es por eso que el método clínico siempre consiste en «sorprender al
yo que se place en la defensa». Se trata así de perturbar las defensas, que se
manifiestan siempre como resistencias al proceso analítico.
tan tempranamente como en los Estudios sobre la histeria (1893-5), la desmen-
tida se manifiesta en la tensión y los signos de afecto observables por el análisis
de los gestos, temática que encontramos cabalmente desarrollada en El interés
por el psicoanálisis (1913)10, donde Freud expone su teoría del lenguaje y en la
cual incluye, otorgándole un lugar principal, al lenguaje de los gestos.
Si saltamos ahora a El yo y el ello, de 1923, Freud afirma que las ‘sensaciones’
no requieren de los eslabones de conexión de lo Preconsciente, sino que
irrumpen directamente en la consciencia, atravesando libremente las de-
fensas, por así decir, prescindiendo de su verbalización.
en el texto Fetichismo (1927), la desmentida aparece vinculada al fetiche en las
perversiones pero, por otro lado, como mecanismo asociado a los duelos que
quedan sin poder ser elaborados porque sólo han sido ‘aceptados’ intelec-
notAs
1
Mi más profundo agradecimiento al Prof. José María Álvarez y a mi editor Henry
odell, gracias a quienes este proyecto fue posible, y a Kepa Matilla y Juan de
la Peña por el dedicado y cuidadoso Prólogo.
2
DiltHey, W. «la vivencia», en Psicología y teoría del conocimiento, México, Fondo
de cultura económica, 1945, p. 420–421.
3
idem, p. 421.
4
DiltHey, W. «vivencia y expresión», en Psicología y teoría del conocimiento, México,
Fondo de cultura económica, 1945, p. 425.
5
SPionoza, B. Ética demostrada según el orden geométrico, Madrid, alianza editorial,
2017, p. 275.
6
iGleSiaS ColillaS, i. ¿Qué significa analizar? Clínica y epistemología. Barcelona,
Xoroi edicions, 2019, p. 136.
7
FreUD, S. «tratamiento psíquico (tratamiento del alma)» (1890), en Sigmund
Freud, Obras Completas, vol. i, Bs. as., amorrortu editores, 2002, p. 118).
8
idem.
9
ibídem, p. 120.
10
FreUD, S. «el interés por el psicoanálisis» (1913), en Sigmund Freud, Obras Com-
pletas, vol. Xiii, amorrortu editores, 2003.
11
FreUD, S. «Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia (Dementia
paranoides) descrito autobiográficamente», en Sigmund Freud, Obras Completas,
vol. Xii, Bs. as., amorrortu, 2001, p. 69.
12
Utilizo el término Castración en el sentido que abarca todas las vivencias de pér-
dida, límite, ausencia, falta, falla, etc. en fin, las vivencias de displacer y dolor.
Hernán e. lago
Psiquiatra. Hospital psiquiátrico italiano de Buenos aires
Correspondencia: [email protected]
dignos de una poética y se los expresa como “timia”, la cual al ser medida
sólo puede mostrarse en variantes dentro de un gradiente que va desde una
atimia, en donde este árido neologismo expresaría “la falta de afectividad”,
a los extremos de un “aumento patológico” de la afectividad, la hipertimia.
a su vez, la hipertimia puede ser displacentera o placentera, mostrando
aquí en forma efectiva y concreta el sometimiento que ostenta la ciencia
sobre los afectos a los afectos. estos rangos, espectros, niveles, toman el
valor de objetos, concretos, reales, universales y sobretodo neutrales. De
esta manera, una gran tristeza, el afecto en un duelo irresoluto, lo que se
llama depresión y la melancolía, pueden caer como “hipertimia displacen-
tera”, pensando que quien lo escribe, quien pronuncia y quien lo decreta
no realizó juicio alguno.
al acudir a lo cuantitativo para intentar que la psicopatología entre dentro
del discurso dominante de la ciencia se establece en estos rangos la afecti-
vidad, una medida que sea lo común, lo esperable, en la que si falta o si
sobra se torna patológica. Cabe preguntarse ¿Con qué no se corresponde?
¿Con lo biográfico del paciente, con su singularidad o con lo esperado?
¿Por quien?
la tristeza al pecar de exceso, según la ciencia, se torna una enfermedad,
algo a corregir. es así que se plantea como un objeto, al igual que la dis-
tancia o el tiempo, algo por fuera del observador, por fuera del sujeto. Por
consiguiente medible, cuantificable, posible de universalizar, de aplicar es-
calas que lo normativicen, protocolos que la manejen y lo controlen, defi-
nitivamente un objeto.
¿Cómo sucedió que algo como los afectos y la distancia, tan singulares y
diferentes, caigan ambos bajo ser considerados objetos, cómo es que pue-
den ser objetivados?
¿Cómo es que puedo acercarme en forma “pura” (sin compromisos, sin
ideología, sin inconciente, sin “yo”) a eso que se me presenta y estudiarlo
desde su esencia, como un observador no participante? ¿Cómo es que
puedo abstenerme de todo lo que soy y en un segundo tiempo ir al objeto
para conocerlo en su realidad?
Desde el discurso dominante, existe una respuesta que acapara toda forma
Por último, aparece algo por fuera de la res cogitans, y mucho más por
fuera de la perfección divina. Descartes la nombrara res extensa, el cuerpo
y el mundo. ¿Pero cómo?
el autor nos dirá que hay ciertas ideas que no provienen del propio yo y
que no me han sido impuestas por Dios directa o indirectamente, y si este
último no es capaz de engañarme, debo reconocer que estas ideas provie-
nen de los cuerpos. es así como cobra sustancia la res extensa, el mundo.
Separando una sustancia de la otra, en forma clara y distinta, nos abocare-
mos a conocer un poco más de la res extensa para comenzar el camino que
removerá el velo de la concepción del cuerpo propio de la ciencia y la bio-
medicina.
en el movimiento que hace Descartes de replegarse en la razón es el alum-
bramiento del sujeto moderno, del cogito. “Soy una cosa que piensa”. el
sujeto se encuentra desvinculado del mundo, solo accede a él saliendo de
este y contemplandolo desde la seguridad de su razón, utilizándolo y teo-
rizando sobre éste.
el cuerpo y sus impurezas –pasiones, dolores, afectos, sensaciones, etc– que-
dan junto con las sillas, las mesas y las piedras, conformando la res extensa.
Con lo explicado podemos ver cómo la metafísica cartesiana puede dar
una explicación acabada de la realidad. Puede demostrar que a los objetos
les corresponde lo claro y distinto, que pertenecen a la res extensa, que su
cualidad es la extensión y puede ser diferenciado de las otras sustancias y,
por lo tanto, del sujeto. todo puede ser aprehendido racionalmente, con
la certeza de la matemática universal.
la matemática en el siglo Xvii poseía dos propiedades que eran cruciales
para el proyecto cartesiano, la claridad y la distinción. Descartes pretendía
que sean extendidos al resto de las ciencias. esto último haría que se pre-
senten de forma evidente y que de esta manera no pueda negarse su vera-
cidad, por lo que es menester que para llegar a conocer algo, debo lograr
que se presente de forma clara y distinta.
la concepción de la res extensa nos abre el camino a una tierra nutricia
para que todo sea sometido a la matemática, para que surja una ciencia
dura, fría, plagada de certezas. todo el mundo quedó por fuera de la con-
ciencia, es mera extensión. la comprensión del afecto, como la distancia,
son posibles de ser medidos y objetivados, por lo tanto, capaces de ser in-
tervenidos.
De hecho, el mismo Descartes dirá: “(...) como una máquina fabricada
compuesta de huesos, nervios, músculos, venas, sangre y piel (...)”.
Para Descartes el cuerpo es algo que se puede deshacer en trozos, para co-
legirlos, conocerlos, aprehenderlos desde la razón. el cuerpo es extenso,
tiene la capacidad de ser medido y pesado. los cuerpos son tales que res-
ponden a la geometría, a la matemática.
en el propio cuerpo, en el cual según Descartes nos encontramos unidos
a él tan estrechamente y tan mezclado que parezco como un solo todo,
aparecen el hambre, la sed, apetitos, “(...) e inclinaciones corporales hacia
la alegría, la tristeza, la cólera, y otras tales pasiones.”
Formando los afectos, los sentimientos y las necesidades, parte de la red
extensa, podemos entender cómo la neuropsiquiatría y la neuropsicología
pueden hacer de la tristeza, un duelo o la melancolía, una hipertimia dis-
placentera. asimismo, no se dificulta entender cómo puede transformarse
la tristeza, un dolor del alma, un profundo sufrimiento, una inconmensu-
rable carga para el espíritu, una pérdida, en una falta de serotonina, por lo
que en un cuerpo que no difiere de una mesa, de una silla, no hace falta
más que repararlo ante la falla.
Podríamos solo sostenernos en la crítica, pero es crucial una propuesta que
marque algo diferente. Una de las propuestas que propone un cambio en
la concepción del cuerpo, es la de la fenomenología de Martin Heidegger.
Heidegger nos hará pensar que el cuerpo que aparece objetivado bajo la
concepción de la ciencia, el cuerpo como es concebido por la biomedicina,
es concebido como un “cuerpo físico”, que en lo general no difiere de cual-
quier otro cuerpo u objeto, ya que encuentran su determinación en la ex-
tensión. Señala la particularidad de todos los cuerpos, aún de aquel cuerpo
con vitalidad, el cuerpo viviente; el cual para nuestro amigo rené, como
para la ciencia, no deja de ser extensión, materialidad, espacialidad.
que es vivido por la histeria y que la ciencia con sus fármacos e interven-
ciones no puede ni acercarse a calmar. es ese mismo dolor de estómago o
de muelas “que extiende un velo sobre la existencia”, ese dolor que no
duele al estómago o a la muela, sino a ese cuerpo del que son tributarios
como unidad y no como parte medida y pesada.
el ejemplo por antonomasia es la eutanasia o el suicidio asistido, donde si el
dolor se ubica dentro de los márgenes de lo medible, de lo esperable por la
ciencia para un padecer capaz de cuantificarse, la discusión se instala, los ban-
dos se establecen entre los progresistas a favor y los moralistas en contra.
Pero cuando el dolor involucra una subjetividad, ya no del sujeto cartesiano,
cuando es un sufrimiento que no se acopla a la causa efecto, los rostros se
miran y los vestigios de la moral religiosa y cartesiana aparecen.
la ciencia, la biomedicina, toman sin lugar a dudas al körper como única
concepción del cuerpo. apareciendo así, una medida en el laboratorio que
marca lo sano de lo enfermo, lo normal de lo anormal, un cierto peso para
una cierta altura; una resonancia para vislumbrar un cierto cerebro.
lo esperable no es neutral, no es objetivo, no es desde la pureza de la falta
de singularidad que surge lo normal y lo esperado. todo es para un cierto
cuerpo, un cuerpo que no es sin la ciencia moderna, quien lo conoce y lo
funda en el mismo acto. Un cuerpo de donde provienen la tristeza como
la alegría, que no dejan de ser parte del Körper, parte divisible y medible,
permitiendo pensarlas como hiper o hipo, como normal y patológicas.
el cuerpo viviente, es quien da la posibilidad de un cuerpo físico, es ante-
rior a los órganos, anterior al género, a las clasificaciones, es la misma po-
sibilidad del sujeto, ya no entendido como algo aislado, como un
psicologismo, sino como algo por fuera de si mismo, constantemente
fuera, sin un adentro, ya que este binarismo afuera/adentro, se enmarca
en el cartesianismo. Un cuerpo que es fuera, un cuerpo que no deja de ser
lenguaje, un lenguaje que no deja de ser fuera.
Correspondencia: [email protected]
voy a dividir esta exposición en dos partes; en primer lugar, vamos a pensar
si el tiempo histórico ha trastocado o ha cambiado la forma de manifes-
tarse, las formas clínicas de la melancolía, o lo que es peor, si la melancolía
ha desaparecido del mapa. quizá, en la actualidad la melancolía ha cam-
biado el traje de la tristeza y se ha puesto el traje del vacío y el objeto de
consumo se convierte así en objeto que llena ese vacío.
la segunda parte versará sobre la melancolización que el capitalismo ha
impuesto al sujeto humano, a través de la alienación y la rotura que el sis-
tema produce en el psiquismo. Desubjetivación provocada por la caída del
padre que ensambla el deseo con la ley. el deseo del sujeto es arrasado y
sustituidos por objetos de consumo que azuzan el pseudodeseo de hom-
bres asolados y desorientados en una época de vínculos líquidos, sustitui-
bles y perecederos. al igual que le sucede al melancólico, el hombre
contemporáneo esta empachado de objetos de consumo, objetos desecho
que lastran y enlentecen al ser; le desvitaliza.
en cuanto a la clínica, podemos pensar que la tristeza empieza a conside-
rarse un estorbo. afecto humanizador, como la angustia, cuando hay tris-
teza hay menos vacío, menos real, menos agujero. la tristeza nos desplaza
a un segundo momento más psíquico y elaborado. la tristeza envuelve un
vacio mortal y humaniza el ser, aunque la tristeza melancólica sea infinita.
Si me permiten la licencia, la tristeza es a la melancolía lo que el delirio es
al automatismo mental en la psicosis. Con la tristeza se puede hacer algo;
llorarla, dolerse, crear. Con el vacío no; el vacío se actúa o se llena.
les toco vivir el gran trauma, los nietos se distanciaron tanto de ese mundo
extraño y ajeno de lo rural, que les parece un momento prehistórico y le-
jano1. Como defiende tisseron, lo que no se puede pensar, se actúa o se
encarna a través de la transmisión psíquica entre las generaciones. nues-
tros abuelos hicieron un duelo silencioso y sin elaborar (y ya sabemos que
si no hay duelo, aparece la melancolía), porque había algo indecible que
había que ocultar por vergüenza o culpa; no olvidemos que nuestros abue-
los vivieron un periodo oscuro y triste, una guerra civil, una larga posgue-
rra y una dictadura llena de traumas e indignidad sin tramitar. en la
segunda generación no se podía nombrar ese indecible, pero se presentía.
y en la tercera generación no se pudo siquiera pensar eso indecible y trau-
mático. en la tercera generación, los nietos, ya en la modernidad, expresan
su malestar sin tristeza, con otras formas clínicas más banales, enajenadas,
deshumanizadas, menos psíquicas y quizá la melancolía, en los tiempos
modernos, se pone el disfraz de lo psicosomático en el cuerpo y de lo adic-
tivo en lo conductual, con el trastorno límite como paradigma de la incon-
creción, de lo inestable y de lo inconsistente. Se olvida de la tristeza
melancólica con desprecio. Signo de hombres débiles y antiguos, se asiste
a una banalización de la melancolía. la melancolía de nuestros días no es
digna de llevar ese nombre.
la modernidad entrampó a la segunda y tercera generación. no hubo un
duelo, no hubo una mediación entre el tiempo de lo rural y el tiempo de
lo urbano y de lo moderno. los abuelos fueron arrancados del pueblo y a
los nietos les silenciaron su historia. les dejaron un agujero mudo y les hi-
cieron creer que bastaba con silenciar, olvidar y gozar de una época alegre,
de una primavera renacida tras la oscuridad que dejaron las sotanas y los
sables. la modernidad quiso olvidarse de hacer un duro duelo por lo vivido
por nuestros abuelos. Se miró para otro lado sin pedir perdón, sin reconci-
liarse, sin hablar de lo que pasó. Unas generaciones con la cabeza en el pue-
blo y el cuerpo en la ciudad. a partir de los ochenta, ser moderno y
drogarse eran sinónimo y la heroína hizo estragos en las capas humildes
de la sociedad. los hombres y mujeres del campo se fueron a la fábrica y
el desarraigo llenó de melancolía sus almas. el modelo patrimatriarcal de
familia, el modelo habitual de familia rural o de provincias, está aún pode-
rosamente arraigado en la mente de los países más rurales y más pobres,
en “Más allá del principio del placer”. el cuerpo es un peso muerto que lastra
al sujeto. lo psicosomático muestra la desconexión del afecto con la re-
presentación y cómo ese monto de afecto se encarna directamente en un
órgano. el psicosomático nunca puede estar triste, le sale una úlcera o le
duele la cabeza. las patologías occidentales como la obesidad, las cardio-
patías, la hipertensión, muestran esa marca en el cuerpo y las consecuen-
cias nefastas que la sociedad de mercado produce por su exceso de oferta.
la adicción es un segundo grupo de patologías del vacío. Signo de la sole-
dad autista de nuestros tiempos, el sujeto captura el objeto droga con un
mecanismo de envoltura “y la sombra del sujeto cae sobre la droga”6. la pecu-
liaridad de nuestra época, es la multiplicación de objetos de goce, objetos
desecho/mierda, que el sujeto contemporáneo lleva adherido a él a todas
horas, empachado y lastrado
la segunda parte, versará sobre como el capitalismo y la sociedad de con-
sumo incide sobre el ser y la consiguiente melancolización que sucede en
ese humano contemporáneo. Se cimenta en cuatro premisas:
la primera premisa, es la dificultad que tiene el deseo de hacerse un lugar,
la dificultad de hacer surgir ese deseo en un mundo saturado de objetos
de consumo ofrecidos por un sistema que sacia de inmediato el pseudodeseo
del sujeto, constantemente satisfecho y sin tiempo para esperar. Decía
lacan que el deseo surge si hay posibilidad de ausencia:
“lo que provoca la angustia es lo que nos anuncia […] la posibilidad de
la ausencia, es la seguridad de la presencia. lo más angustiante para el
niño se produce precisamente, cuando la relación sobre la cual él se ins-
tituye, la de la falta que produce deseo, es perturbada, y ésta es perturbada
al máximo cuando no hay posibilidad de falta, cuando tiene a la madre
siempre encima, limpiándole el culo…”
en segundo lugar, y al hilo de lo anterior, la sociedad de consumo dificulta
la posibilidad de hacer duelos, como le sucede al melancólico que tiene el
objeto perdido incorporado, precisamente porque el objeto de consumo
está constantemente adherido al sujeto. no hay destete, la palabra no
puede salir de la boca porque el seno está constantemente en ella. el len-
guaje permite el duelo y el duelo elabora simbólicamente la pérdida. Pero
si el objeto está siempre presente, no hay duelo posible. Según recalcati8,
bibliogrAFíA
FernÁnDez, C., Melancolía; clínica y transmisión generacional, Xoroi edicións, Bar-
celona, 2019.
ByUnG-CHUl-Han, La agonía de Eros, ed. Helder, Barcelona, 2017.
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reCalCati, M., La clínica del vacío, Madrid, Síntesis, 2008.
laCan, J., El seminario 10. La angustia (1963). Barcelona, Paidós, 2006.
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FreUD, S., Duelo y melancolía (1915). Obras completas. vol. 2, Madrid, Biblioteca
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Del Molino, S., La España vacía; viaje por un país que nunca fue, Madrid, turner,
2016.
KorMan, v., Y antes de la droga ¿qué?, Barcelona, autor-editor, 2009.
notAs
1
estas reflexiones están desarrolladas en el capítulo v del libro Melancolía. Clínica
y transmisión generacional. Barcelona, Xoroi edicions. 2019.
2
Definición de la rae.
3
término utilizado por recalcati, para incluir patologías de la conducta alimen-
taria, trastornos psicosomáticos, drogodependencias y la propia melancolía y
otras psicosis.
4
Colette Soler fundamenta la estructura melancólica en dos pilares: el delirio de
indignidad y culpa, y la mortificación.
5
recalcati defiende este postulado en sus jornadas “Melancolía y neomelancolía”.
aMPP. 6 de abril de 2019. Madrid.
6
KorMan, v., Y antes de la droga ¿qué? Barcelona, nC ediciones, 2009. Pag 178.
7
laCan, J., El Seminario. Libro 10, La angustia, pag 64.
8
Jornadas “Melancolía y neomelancolía”. aMPP. 6 de abril de 2019. Madrid.
9
el deseo es la consecuencia de esa falta estructural del ser.
10
ByUnG-CHUl-Han, La agonía de Eros, ed. Helder, Barcelona, 2017.
11
FernÁnDez, C., Melancolía; clínica y transmisión generacional, Xoroi edicións, Bar-
celona, 2019. Pág. 25.
12
Del Molino, S., La España vacía, Madrid, turner, 2016. Págs. 79, 241, 244.
Correspondencia: [email protected]
Frente a la angustia el sujeto no tiene otro recurso que fomentarse el miedo a un tigre de papel
Jacques lacan. Seminario Xvi.
Correspondencia: [email protected]
1. reSUMen
el tratamiento contra las drogodependencias es motivo de estudio desde
hace décadas. a través de distintas áreas como la psicología, la psiquiatría,
la farmacología o la enfermería se están consiguiendo tratamientos cada
vez más efectivos en la lucha contra las adicciones. los estudios epidemio-
lógicos que tratan de buscar los eslabones sociales más tendentes al con-
sumo, suelen en ocasiones obviar al colectivo lGB como un eslabón más
débil o susceptible. en esta investigación se revisan las causas o motivos
que llevan a este sector de la población a consumir en mayor medida que
la población heterosexual; así como comparativas de consumo entre po-
blación lGB y heterosexual.
PalaBraS Clave: lGB; orientación sexual; estresores; drogas.
1. SUMMary
the treatment against drug dependence has been the subject of study for
decades. through different areas such as psychology, psychiatry, pharma-
cology or nursing, more and more effective treatments in the fight against
addictions are being achieved. epidemiological studies that try to find the
social links that tend to consume the most, often tend to obviate the lGB
group as a weaker or more susceptible link. in this researchers, the causes
or reasons that lead this sector of the population to consume more than
the heterosexual population are reviewed; as well as the comparisons of
consumption between lGB and heterosexual population.
KeyWorDS: lGB; sexual orientation; stressors; drugs
2. introduCCión
la literatura científica ha concluido en numerosas ocasiones la relación
entre factores de riesgo o predisponentes al consumo de tóxicos. así pues,
encontraremos factores de riesgo asociados que incrementaran la vulne-
rabilidad y las posibilidades de consumir como baja autoestima, presencia
de ansiedad, estrés, depresión, maltrato familiar, acoso escolar, disfunción
familiar... (Cáceres, et al., 2006). así mismo, la orientación sexual, ha de-
mostrado ser un también un factor en el consumo de drogas, destacando
como colectivo de riesgo la población de lesbianas, gays, bisexuales y per-
sonas transgénero (lGBt) debido a la vulnerabilidad individual y colectiva
que este grupo presenta en la sociedad general. Progresivamente los estu-
dios comienzan a equiparar la orientación sexual con la cultura, la etnia,
la genética, la edad, el estatus económico y social o el medioambiente en
el que la persona viva (Cabaj, 2008; eMiS, 2013).
los estigmas, prejuicios, problemas psicológicos, inestabilidad emocional,
aislamiento social, carencias socioeducativas y familiares, forman parte de
la vida de usuarios de drogas de la comunidad lGBt y en muchas ocasiones
requieren de tratamiento por parte de los servicios de salud mental. Sin
embargo, para muchas personas, la vergüenza y el miedo ante los prejui-
cios, la discriminación y el rechazo son motivo para no solicitar ayuda
(Cabaj, 2008; Buffin, roy, Williams y Winter, 2011).
la manera en que el abuso y la dependencia de alcohol y otras drogas se
manifiestan en la población lGBt es objeto de diversos estudios que mues-
tran que el uso de sustancias psicoactivas, especialmente el alcohol y las
drogas de diseño, han ejercido un papel importante con consecuencias ne-
fastas en esta población (Halkitis y Jerome, 2008)
3. JustiFiCACión
trabajar en el ámbito sanitario supone estar en contacto diariamente con la
sociedad, al menos con una muestra que a la larga se hace representativa. al
iniciar protocolos de acogida se realiza una biografía del usuario. Curiosa-
mente en las guías ofertadas sobre cómo realizar una primera entrevista es-
tructurada no se incluye la orientación sexual como ítem a preguntar.
en el área de toxicomanías existe un número significativo de usuarios perte-
necientes al colectivo lGB que establece como uno de los desencadenantes
de consumo el frecuentar locales de ocio gay donde el uso de sustancias es
4. mArCo teóriCo
4.1. uso de sustancias desde la perspectiva del aprendizaje social
la teoría del aprendizaje Social propuesta por Bandura (1977) provee un
marco conceptual adecuado para poder entender los patrones de consumo
de tóxicos en poblaciones lGB. Bandura estableció su teoría en base a dos
supuestos: la conducta humana es, en su mayoría, aprendida, no innata y
gran parte del aprendizaje es asociativo y simbólico. este aprendizaje se
produce por la interacción de tres elementos: factores personales, ambiente
y conducta; un cambio en uno de ellos tiene necesariamente efectos en los
otros. además se puede aprender tanto por observación como por ejecu-
ción directa o vicaria o por la combinación de ambas fuentes de aprendi-
zaje. Por lo tanto el comportamiento es aprendido a través de la
observación y la imitación.
a través de la teoría del aprendizaje Social, investigadores y clínicos infi-
rieron la importancia del uso de sustancias entre iguales. la literatura bi-
bliográfica determina, por ejemplo, la relación entre el rol de pares o
“partner drinking” y los patrones de consumo del individuo (Homish y
leonard, 2008; McCrady, 2004; roberts y leonard, 1998).
así pues, usando como base la teoría del aprendizaje social, la bibliografía
muestra diferencias de consumo entre la población heterosexual y la po-
blación lGB respecto al consumo de sustancias; estando la comunidad lGB
históricamente localizada en torno a actividades que lo favorecen de un
modo más habitual e intensivo que en población heterosexual.
decreciendo generalmente esta ratio con la edad (SaMHSa, 2004). Sin em-
bargo, diversa bibliografía sugiere que la influencia de la edad en el con-
sumo de sustancias no es tan marcada en las muestras de minorías sexuales
(Gruskin et al., 2001; Halkitis & Palamar, 2008; Klitzman et al., 2002; Parks
y Hughes, 2005, Stall et al., 2001).
b) Género.
en la población general hay marcadas diferencias en el uso de sustancias
desde la perspectiva de género; reportando los hombres altos niveles de
consumo de tóxicos, así como mayores problemáticas al respecto (Kessler
et al., 2005). estas diferencias de género, están mucho más igualadas en el
colectivo lGB según muestran diversos estudios (Gillespie y Blackwell,
2009) (amadio et al., 2008; amadio y Chung, 2004; McKirnan & Peterson,
1989; Parsons, Halkitis, & Bimbi, 2006)
esto podría deberse a los roles del género en la población lGB que permi-
ten una mayor flexibilidad y libertad para actuar de manera no estereoti-
pada (gender nonconforming).
C) Bisexualidad.
estudios recientes han comenzado a indagar también acerca la identidad,
la atracción y el comportamiento de la bisexualidad, determinando que
este grupo presenta un mayor consumo problemático que los colectivos
heterosexuales o exclusivamente homosexuales.
McCabe, et al., (2005) encontró que las mujeres que se identificaban como
“mayoritariamente heterosexuales”, bisexuales o que sentían atracción o
habían tenido relaciones sexuales tanto con hombres como con mujeres
reportaban un mayor consumo de sustancias que aquellas que se identifi-
caban como “exclusivamente heterosexuales” y que sentían atracción y
mostraban un comportamiento únicamente heterosexual. respecto a la
muestra masculina cabe destacar que sólo los hombres que se consideraban
“mayoritariamente heterosexuales” mostraban mayor riesgo de consumo
que los “exclusivamente heterosexuales” mientras que los bisexuales no se
diferenciaban de los “exclusivamente heterosexuales”. estos resultados
muestran que quizás un factor de riesgo podría ser la incongruencia entre
la identidad sexual (self-identity) y el comportamiento sexual.
6. disCusión
Como bien se ha mencionado a lo largo del trabajo, todavía queda mucho
trabajo por realizar en los estudios que realizan comparativas entre pobla-
ción heterosexual y homosexual. Uno de los factores necesarios para poder
sacar resultados concluyentes es la definición precisa de la orientación se-
xual. Se ha demostrado como el incluir o no las distintas dimensiones va-
rían los resultados de los estudios. es evidente, por lo que se desprende de
la literatura bibliográfica, que la identidad o el comportamiento bisexual
están asociados a un mayor consumo de tóxicos por lo que se debería de
prestar más atención a este aspecto.
Una de las líneas que considero que sería interesante de desarrollar e inves-
tigar más relacionado con el entorno sanitario es la del tratamiento específico
en drogodependencias, tanto como prevención como para adicciones para
población lGB. Una de las problemáticas que me he encontrado a lo largo
de la realización del trabajo es la falta de atención sobre la orientación sexual
en los tratamientos contra la prevención o el consumo de tóxicos (egleston
et al., 2010). asumiendo que toda la muestra es heterosexual, no es posible
realizar cuidados específicos y personalizados en el colectivo lGB más vul-
nerable como se desprende de los resultados obtenidos.
7. ConClusiones
Compilando toda la información recogida a lo largo del trabajo se podría
decir que está demostrado que el colectivo lGB y particularmente las mu-
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Correspondencia: [email protected]
reSUMen
Con la esperanza de que los conocimientos en neurociencia ayudasen a
comprender al ser humano y tratar de modo científico sus pérdidas de equi-
librio mental, durante los últimos años del siglo XX se dedicaron grandes
esfuerzos a la investigación del cerebro. Sin embargo, debido a los límites
de estos conocimientos en su aplicación práctica junto con las dudas que
proporciona la ciencia actual sobre la percepción humana, un número cre-
ciente de científicos y filósofos han abierto nuevas líneas de investigación
y desarrollado nuevas hipótesis sobre la actividad mental que podrían cam-
biar nuestra comprensión del mundo.
PalaBraS Clave: conciencia, mente, materia, objetividad, subjetividad.
aBStraCt
With the hope that the knowledge in neuroscience helped to understand
the human being and to treat in a scientific way his losses of mental equi-
librium, during the last years of the 20th century, great efforts were devoted
to brain research. However, due to the limits of this knowledge in its prac-
tical application together with the doubts that current science provides
about human perception, a growing number of scientists and philosophers
have opened new lines of research and developed new hypotheses about
mental activity that could change our understanding of the world.
KeyWorDS: consciousness, mind, matter, objectivity, subjectivity.
introduCCión
a menudo, cuando la ciencia investiga un fenómeno, olvida que el método
que utiliza procede de un modo de entender la naturaleza que es filosófico
y cultural. el origen de la ciencia que conocemos (Descartes o Galileo) se
basó en la separación de la mente y el cuerpo, considerando que solo podía
ocuparse de la materia, a la que podía cuantificar para así elaborar leyes,
mientras que la mente inmaterial quedó a cargo de la religión y posterior-
mente de la psicología. en el momento en que la ciencia abordó la activi-
dad mental, se consideraron dos opciones para resolver el dualismo: o bien
la mente procedía del cerebro (se trata de un epifenómeno de la actividad
cerebral) o bien es inaccesible desde la ciencia por ser inmaterial. en la ac-
tualidad, el dualismo ha desaparecido casi por completo, al menos en el
ámbito científico, pero el modo en que lo ha hecho, su tratamiento como
un epifenómeno, tiene sus límites explicativos e inconvenientes prácticos.
que ver con la calidad del programa. esta metáfora podría dar la razón a los
que piensan que el cerebro es similar a una computadora (funcionalistas) pero
la actividad mental es aún más complicada. edelman & tononi (3) explican
cómo las experiencias modifican las redes neuronales y desde las investiga-
ciones cuánticas de la mente (4) se afirma que la mente actúa sobre la materia,
sin olvidar la teoría enactivista de Francisco varela (5, 6) que considera que la
mente no se encuentra solo en el cerebro, teoría que, en su versión más radical
(7), afirma que la conciencia es una propiedad fundamental de la naturaleza.
1.1. el difícil problema
no es fácil explicar desde el punto de vista estrictamente materialista cómo
el cerebro, con propiedades físicas, da lugar a la mente, cuyas propiedades
son inmateriales, por lo que se ha elaborado una complicada explicación
de tipo emergentista denominada superveniencia, basada en el concepto de
que el todo es mayor que la suma de las partes; por tanto, la mente, que es
la suma de las partes, tendría propiedades que no posee el cerebro. Pero
no hay ninguna demostración empírica de que sea así sino que es solo una
especulación basada en una forma de concebir la ciencia; es decir, anali-
zando el funcionamiento de un mecanismo para establecer leyes que ex-
pliquen los efectos que se producen a partir de unas causas, suponiendo
que las leyes físicas que se conocen sean completas. Desde un punto de
vista más concreto, las investigaciones en neurociencia se han encontrado
con el difícil problema (hard problem) (8), que es el problema semántico de
cómo un significado se convierte en un proceso electro-químico en el ce-
rebro, planteado por primera vez por John Searle con su conocida metáfora
de la habitación china (9). el problema que contiene la metáfora de Szasz
antes mencionada, el paso del significado a su codificación, aunque abun-
dantemente discutido, marca los límites de la computación. en el caso de
los humanos, por ejemplo, no puede explicar cómo una señal de cualquier
tipo que avisa de un peligro se convierte en sustancias químicas en el cere-
bro que, a su vez, producen un estado de conciencia.
1.2. los qualia
Pero aún hay más problemas cuando se intenta describir la mente como un
epifenómeno. en la actividad mental hay que incluir las sensaciones, los de-
nominados qualia (las cualidades subjetivas de las experiencias individuales).
1 https://www.nature.com/articles/s41586-019-1099-1
que se mide, y esto se ve solo como una instancia particular en las elecciones.
el futuro es hasta cierto punto abierto, y al elegir qué medir, los sistemas
están participando e influyendo en las posibilidades que se producirán. Si
la biosfera y el cosmos son creativos de esta manera, la fe de los biólogos
en que, en última instancia, las explicaciones que reducen los organismos
a la química y la física finalmente tendrán éxito está completamente fuera
de lugar. no hay ninguna razón en absoluto para suponer este esquema;
por el contrario, hay muchas razones para otorgar el reconocimiento apro-
piado de las características únicas de la vida que han surgido en el devenir
creativo de la naturaleza y para reconocer que es esencial reconocer la aper-
tura de este devenir. no solo es necesario entender que cada organismo,
incluidos los protozoos y las plantas, tienen mundos con un significado
para ellos al que responden en consecuencia sino que es también necesario
reconocer que estos mundos están abiertos en cierta medida y que los or-
ganismos para sobrevivir tienen que enfrentar y lidiar con esta apertura.
al hacerlo, pueden darse cuenta de nuevas posibilidades que nunca antes
se habían realizado o incluso se habían previsto, cuestión que es evidente
en la observación y la percepción de que la evolución depende de la activi-
dad de exploración inquieta de los animales, que descubren nuevos usos
de lo que tienen disponible en su lucha por la vida.
3.3. la concepción de la materia
De acuerdo con la ampliamente aceptada teoría de campo cuántica para
explicar la materia, las partículas son entendidas como la actividad subya-
cente de los campos, concepción muy alejada de nuestra percepción ordi-
naria. es el movimiento del campo el que envuelve información acerca de
todo el universo; por ejemplo, la información de la luna existe en todo el
espacio de la tierra y por eso podemos percibirla. De forma análoga, cada
partícula del cuerpo envuelve información de todo el universo. Si trasla-
damos estos conceptos a la existencia humana, quiere decir que cada uno
de nosotros forma parte del mundo y recibe-envía información y que cual-
quier cambio en el entorno, por pequeño que sea, puede tener un pro-
fundo efecto. incluso recientes experimentos del llamado ePr (la paradoja
de albert einstein, Boris Podolsky y nathan rosen sobre el misterio del
entrelazamiento cuántico), realizados por Bohm junto a John Bell (33),
ConClusiones
el precio de esta falta de fronteras entre sujeto-objeto sería la pérdida, en
parte, del prestigio de la ciencia como conocimiento de la realidad, ya que
habría que incluir el elemento subjetivo del observador. eso no quiere decir
que las denominadas ciencias duras sean inútiles o falsas sino que habría
que rebajar el concepto de verdad que actualmente posee: se trataría de
incluir al observador en las observaciones o, aún más, habría que basarse
en las relaciones entre sistemas (35, 22). Pero aún más interesante podría
ser el surgimiento de una nueva ciencia que unifique los ámbitos subjetivos
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Datos de contacto:
Unidade de Saúde Mental de vilagarcía – Salnés.
avenida Xoan Carlos i, nº 38. CP: 36600. vilagarcía de arousa (Pontevedra)
Correspondencia: [email protected]
reSUMen
OBJETIVO: evaluar la efectividad de los programas basados en Mindfulness
para el manejo del dolor y clínica psiquiátrica asociada en pacientes con
diagnóstico de Fibromialgia.
MÉTODO: Se llevó a cabo la revisión en las bases de datos de WoS (Web of
Science), Pubmed y Scopus. Se buscaron artículos relacionados con el
Mindfulness, la fibromialgia y el dolor crónico.
el patrón temporal de búsqueda es desde su inicio hasta noviembre de 2018.
SUMMary
oBJeCtive: to evaluate the effectiveness of programs based on Mindfulness
for pain management and the psychiatric clinic associated on patients di-
agnosed with fibromyalgia.
MetHoDS: a research was done searching on different databases: WoS
(Web of Science), Pubmed and Scopus. articles related to mindfulness, fi-
bromyalgia and chronic pain were researched.
the temporary search pattern is from its beginning until november 2018.
reSUltS: 61 articles were identified: 10 meta-analyses, 3 systematic reviews,
22 studies and 26 articles related to the non-psychopharmacological treat-
ment of the disease or Mindfulness applied to other clinical studies.
ConClUSion: in general, most studies show promising data on pain, anxiety
and quality of life measurements. However, the existence of a larger num-
ber of randomized, protocolized studies with a larger and more homoge-
neous sample are necessary to achieve greater scientific evidence.
PalaBraS Clave: Minfulness, Fibromialgia, Dolor, ansiedad, Depresión.
Key WorDS: Mindfulness, Fibromialgya, Pain, anxiety, Depression.
introduCCión
el dolor crónico es un grave problema médico que ocasiona una gran li-
mitación funcional de los pacientes y causa un gran gasto sanitario tanto
por el número elevado de consultas como por los fármacos recetados. Pro-
voca un importante sufrimiento emocional en el paciente y en sus allega-
dos causando un grave impacto en la salud física y emocional e induciendo,
con frecuencia, clínica ansiosa y depresiva (1).
Una de las causas más frecuentes de dolor crónico es la fibromialgia, con
una prevalencia en españa del 2,73%. Se postula como causa una disfun-
ción del Sistema nervioso central que incrementa la sensibilidad al dolor.
además del dolor, se acompaña de fatiga, alteraciones de sueño, problemas
cognitivos y ansiedad (1).
el abordaje farmacológico consigue una reducción parcial de los síntomas
mejorando la calidad de vida. Como abordajes no farmacológicos, el ejer-
cicio aeróbico y la terapia cognitivo conductual (tCC) demostraron me-
joría frente al placebo (2).
Mansorr(3), en una publicación reciente sobre terapias no-farmacológicas
para la fibromialgia, destaca la tCC y el mindfulness como prometedoras
a la hora de reducir la ansiedad, el estrés, el dolor e incrementar la capaci-
dad de tolerancia al mismo.
Jon Kabat-zinn (4) en 1982, presentaba por primera vez el “Mindfulness
based stress reduction” (MBSr), un programa basado en la meditación
para disminuir el estrés y la ansiedad promoviendo una mejor autorregu-
lación en 51 pacientes con dolor crónico.
Posteriormente, han ido surgiendo progresivamente reproducciones de
este programa o de programas basados en Mindfulness (MBi). en diferen-
tes estudios(5), se ha visto que el MBSr, programa de reducción de estrés
basado en Minfulness de 8 semanas de duración, se relaciona con mejoría
del sueño y menor intensidad de los síntomas y del estrés percibido.
en una revisión Cochrane(6) del 2009 sobre las terapias mente-cuerpo en
la Fibromialgia el mindfulness no se encontró inicialmente una robusta
evidencia de efectividad. Desde entonces, han ido apareciendo numerosos
estudios y ensayos, buscando mejorar la evidencia científica.
mAteriAl y método
Se realiza una revisión bibliográfica sistemática en diferentes bases de datos
Medline, Scopus y Web of Science desde el inicio temporal de búsqueda
hasta noviembre 2018, utilizándose las palabras clave: “MinDFUlneSS”,
“FiBroMyalGia”, ”FiBroMialGia”, “CHroniC Pain”, “Dolor Cró-
niCo”.
además, se realizó una búsqueda manual incluyendo el Google Scholar,
para encontrar otras publicaciones relacionadas que pudieran resultar de
interés.
De los artículos se seleccionaron los estudios existentes, revisiones y me-
taanálisis utilizando de criterios de inclusión:
1) Población mayor de 18 años.
2) Pacientes con dolor crónico/Fibromialgia
Criterios de exclusión:
1) Pacientes con otras enfermedades (procesos oncológicos, tinnitus),
1) Poblaciones con consumo de tóxicos.
los datos de los estudios se han registrado en una tabla realizada ad hoc
para la revisión.
resultAdos
en la figura 1 se describe el resultado de la búsqueda. tras una consulta ini-
cial, se encontraron más de 2000 artículos en las bases de datos, que se re-
dujeron a 141 tras revisar el título y eliminar duplicados.
Posteriormente, se revisaron los abstracts y, centrando la búsqueda en es-
tudios y metaanálisis, se encontraron 61 artículos: 10 metaanálisis, 3 revi-
siones sistemáticas, 22 estudios y 26 artículos relacionados (Tabla 1).
los estudios utilizan escalas para cuantificar el dolor y el impacto de la Fi-
iMaGen 1
taBla 1
disCusión
Dentro de las limitaciones que se han encontrado en la revisión, destaca-
mos las siguientes:
la existencia de diferencias en los diseños de investigación de los estudios,
ConClusiones
la bibliografía científica existente pone de manifiesto la eficacia de las téc-
nicas centradas en mindfulness a la hora de mejorar la clínica presentada
por los pacientes con diagnóstico de fibromialgia. Se ha encontrado evi-
dencia consistente de que reducen el dolor subjetivo y la sintomatología
ansiosa y depresiva, además de producir un aumento de la calidad de vida
del paciente. Su formato grupal las hace de especial interés dados los efec-
tos terapéuticos del propio grupo, su aplicabilidad en unidades ambulato-
rias de salud mental y su potencial eficiencia.
aun así, las diferencias encontradas en la bibliografía y las limitaciones seña-
ladas hacen recomendable buscar una mayor evidencia a través de estudios
con muestras mayores, mejores diseños metodológicos y protocolos de in-
tervención manualizados, que permitan determinar y mejorar la eficacia y
eficiencia de estas técnicas dentro de paquetes de tratamiento más amplios.
AspeCtos étiCos
protección de seres humanos y animales:
los autores declaran que no se ha experimentado en seres humanos o en
animales para la realización de este estudio.
Confidencialidad de datos:
los autores declaran que no aparecen datos de ningún paciente en el ar-
tículo.
derecho a la privacidad y al Consentimiento informado:
los autores declaran que no se ha vulnerado la intimidad de los pacien-
tes, no apareciendo ningún dato en el artículo.
Fuente de financiación:
los autores declaran que no ha existido ninguna financiación para la rea-
lización del artículo.
Conflictos de interés:
los autores declaran que no existen ningún conflicto de intereses a la
hora de hacer el artículo.
bibliogrAFíA
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Correspondencia: [email protected]
1. introduCCión
en este trabajo expondremos y contextualizaremos algunos datos encon-
trados acerca de casos de locuras puerperales (o psicosis puerperales) en
Galicia (región autonómica del noroeste de españa) a finales del siglo XiX
y primeros años del XX.
repasaremos algunos hitos en la historia de las psicosis puerperales. asi-
mismo, incluiremos algunos trabajos realizados por autores de la psiquia-
tría y de la cultura de Galicia en el siglo XX
Partimos de la clínica, del debate acerca de las causas de la enfermedad
mental y después del parto, y mientras que vemos el diagnostico de locura
puerperal como un diagnóstico como de hace dos siglos, las mujeres del
siglo XXi siguen padeciendo de episodios depresivos y psicóticos en el pe-
ríodo puerperal, (más bien perinatal) (Brockington, 1996, 1998; Henshaw,
Cox y Barton, 2017; González-Castro, 2016).
Labradora
5. ConClusiones
Pese a que pueda parecer un diagnóstico decimonónico que ya apenas se
presenta en la actualidad, la locura puerperal sigue existiendo en el siglo
XXi, y afectando severamente a muchas de las madres que la padecen, con
consecuencias a corto y largo plazo para el vínculo maternofilial y el des-
arrollo emocional del recién nacido.
Hemos partido de la descripción y análisis de una serie de casos con diag-
nóstico de “locura puerperal”, atendidos a finales del siglo XiX y primeros
años del XX en el Manicomio de Conxo en Santiago y en otros espacios
asistenciales.
Desde estos casos hemos tratado de evidenciar algunos apuntes acerca de
los cambios y las continuidades en los malestares y expresiones psicopato-
lógicas del sufrimiento psíquico en el período perinatal…Una historia que
va desde la “puerperal insanity” del siglo XiX a la salud mental perinatal
en el siglo XXi.
recuerden, el primer miércoles de mayo es el Día Mundial de la Salud Men-
tal materna.
Fuentes
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rubén touriño
Psiquiatra. Sant Joan de Deu. Barcelona
Correspondencia: [email protected]
reSUMen
¿Cómo sostener una conversación con un sujeto psicótico? Sin resultar algo
evidente, pensando en la posición clínica que podría considerarse conve-
niente en el encuentro con la psicosis bajo transferencia y la dirección de
una cura, tal vez se pueden considerar en diferentes momentos de las en-
señanzas de Jacques lacan al menos dos modalidades que proponen una
orientación al respecto: aquella que es referida en su tesis doctoral como
“à bâtons rompus” –expresión traducida en la edición en castellano como
“sin ningún plan preconcebido”– y “un surcamiento operado por la prác-
tica”, palabras que, en La convención de Antibes, eric laurent sitúa a propó-
sito de la Clase sobre Lituraterra del Seminario 18.
Bajo la propuesta de ensayo, se pretende tratar de aproximarse a dichas ex-
presiones, localizándolas en los textos, ayudándose de otras referencias bi-
bliográficas alrededor de las mismas, pensando si es posible proponer una
articulación entre ambas a propósito de un lugar a ocupar por el analista
en la cura.
PalaBraS Clave: psicosis, psicoanálisis, à bâtons rompus, aimée, letra.
SUMMary
How to hold a conversation with a psychotic subject? Without being ob-
vious, thinking about the clinical position that could be considered conve-
*ensayo presentado hacia la obtención del Certificado de estudios Clínicos de la Sección Clínica
de Barcelona, en septiembre de 2019, bajo la supervisión de vicente Palomera.
nient in the encounter with psychosis under transference and the direction
of a treatment, maybe at least two modalities can be considered at different
times of Jacques lacan’s teachings: the one which is referenced in his doc-
toral thesis as “à bâtons rompus” –expression translated in the Spanish edi-
tion as “without any preconceived plan”– and “un surcamiento operado
por la práctica”, a sentence that, in la Convention d’Antibes, eric laurent re-
fers to Lituraterre lection in Seminar 18.
the aim of this brief essay is to try an approach to these expressions, by
finding them in the texts, taking into account the context in which they
were written, making use of another references around them, and thinking
if it is possible to propose an articulation between the two regarding a place
to be occupied by the analyst in the treatment.
KeyWorDS: psychosis, psychoanalisys, à bâtons rompus, aimée, letter.
¿por qué elegir este caso y no otro? ofrece dos razones. en primer lugar, la
información sobre el mismo, en cuanto se encontrará con la paciente “casi
día a día a lo largo de cerca de un año y medio” 19, complementando las
observaciones de dichas citas “con todos los medios que nos ofrecía el la-
boratorio y la indagación social” 20, es decir, realiza una investigación ex-
haustiva sobre el caso a partir de todas las fuentes a su alcance. Durante
ese tiempo, lacan se situará depositario de la correspondencia que le dirige,
a través de la cual explora y construye el caso psiquiátrico. Pero también
se detiene en la producción literaria que ella pensaba publicar, dos novelas
rechazadas por las editoriales y la corte real de inglaterra a donde las había
enviado, y escritas en los ocho meses previos al pasaje al acto que concluye
en su detención y posterior hospitalización. Justamente el nombre Aimée
corresponde a la protagonista.
en segundo lugar, por el carácter demostrativo del caso: una psicosis pa-
ranoica “cuyo tipo clínico y cuyo mecanismo merecen, en nuestra opinión,
ser individualizados, pues nos parece que tanto el uno con el otro ofrecen
la clave de algunos de los problemas nosológicos y patogénicos de la para-
noia, y particularmente de sus relaciones con la personalidad” 21.
Una vez expuesto el caso, analizados sus escritos y establecida la discusión
sobre un diagnóstico, iniciará lacan la investigación sobre los mecanismos
de la psicosis.
“À bâtons rompus”.
esta expresión localizada en la tesis de lacan (en la página 213 en la versión
en la edición en francés éditions du Seuil, Paris, 1975) es traducida en la
edición en castellano (página 193, Siglo XXi editores, duodécima reimpre-
sión, México, 2016) como, a propósito de la manera de conversar con su
lacan sobre los encuentros con aimée. Surcar esas cadenas significantes,
teniendo presente que “el uso que hace el psicótico de nuestra presencia
es labrar más unos surcos que otros. nosotros tenemos que ayudarlo, con
método” 68. “Surcar esas ‘ramblas’ que con el fluir del lenguaje van depo-
sitando esos restos y detritus, productos de la erosión, y con los que el sujeto
puede jugar y construir un abarrancamiento, hacer un litoral entre saber
y goce” 69, en palabras de v. Palomera.
todo ello apuntaría pues, como decía Xavier esqué en su intervención al
cierre del Xi Congreso de la aMP, a considerar ya no solamente la posición
clásica del analista tomando acta como secretario del alienado, insuficiente
para los desafíos clínicos que la psicosis plantea, sino también a poder sos-
tener la transferencia en cuanto “partenaire-síntoma del sujeto, partenaire
de goce” 70, proponiendo la posición del analista en la experiencia psicoa-
nalítica de la psicosis como aquella en la cual poder sostener el trabajo ana-
lítico “al modo de un taller de bricolaje, el tiempo necesario para que el
sujeto pueda construir, manufacturar, su invención singular y con ella lo-
grar estabilizar sus fenómenos de goce en exceso” 71.
ductor no logrará nunca que la cosa dicha sea la misma, lo logrará ‘casi’ ”.
Siempre hay algo que se pierde, borde al cual quizás el ejercicio mismo de
la traducción podría aproximarse, dando vueltas, sin llegar a ocupar eso
perdido, en tal caso velarlo.
Si pensamos el ejercicio de la traducción como un ejercicio de escritura, el
objetivo ya no estaría solamente del lado de decir lo mismo de otro modo,
de comprender lo que se nos dice, sino también del lado de escribirlo, y con
la escritura, dejar una marca, creando así un surco, un borde, alrededor de
aquello que permanece como resto y que se pierde, como en el ombligo del
sueño. es así como la conversación con el sujeto psicótico podría pensarse
también como una traducción, no solo en el sentido de una comprensión
digamos de una lengua a otra, sino una conversación en cuya tarea inherente
de traducción y de movilización de los significantes, se podrían desprender
algunos restos que justamente posibilitaría situar surcos alrededor de un goce
que se presenta desbordado, surcos, como los del litoral.
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6
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8
ibíd., p. 187.
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ibíd., p. 17.
10
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12
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12
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13
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14
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Janeiro: Jorge zahar editor ltda., 2011; p. 84
15
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sobre la paranoia. teoría sobre la psicosis (1936-1946)”. Bibliomanía 2. Bibliografía
y otra documentación. ob. cit. p. 2. en: http://congresoamp2018.com/wp-con-
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16
laCan, J. De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad. ob. cit. p. 141.
17
ibíd., p. 141.
18
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19
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20
ibíd.
21
ibíd.
22
ibíd., p. 197.
23
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Completas. Volumen VII. Buenos aires: amorrortu, 2007; p. 120.
24
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25
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36
Briole, G., “À bâtons rompus”. Opçao Lacaniana. Rev.Brasileira Internacional De
Psicanálise. abril 1996, nº 15, p. 86.
37
ibíd., p. 87.
38
Briole, G., “el lugar de la palabra en la curación de la psicosis”. Conversaciones
SISO I. La curación de la psicosis. ob. cit. p. 102.
39
laCan, J. De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad. ob. cit. p.
174.
40
laCan, J. De la psychose paranoïaque dans ses rapports avec la personnalité. éditions
du Seuil, Paris, 1975; p. 191.
41
laCan, J. De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad. ob. cit. p.
175.
42
laUrent, D.; “retorno sobre la tesis de lacan: el porvenir de aimée”. Freudiana
(55)
43
Miller, J. a. y otros; La psicosis ordinaria. Paidós: Buenos aires, 2003; p. 312.
44
FUrMan, M.; “la función de la letra y lo escrito en la psicosis”. Sin agujero. Tra-
tamiento posible del autismo y de la psicosis en la infancia y la adolescencia. Buenos
aires: tres Haches, 2018; p. 186
45
laCan, J. “la carretera principal y el significante ‘ser padre’ ” en Seminario 3:
Las Psicosis. Buenos aires: Paidós, 2000; p. 417
46
PaloMera, v. Pioneros de la Psicosis. Madrid: Gredos, 2014; p. 20.
47
ibíd.
48
laCan, J. “la carretera principal y el significante ‘ser padre’ ” en Seminario 3:
Las Psicosis. ob. cit. p. 419.
49
laCan, J. El Seminario. Libro 4: La relación de objeto. Buenos aires: Paidós, 2013;
p. 239.
50
ibíd., p. 307.
51
GarCía, l. “Fronteras, diques, amontonamientos”. Lacan Cotidiano nº 809.
en: http://www.eol.org.ar/biblioteca/lacancotidiano/lC-cero-809.pdf
Consultado el: 24/09/2019.
52
laCan, J. “Clase sobre Lituraterra” en El seminario 18: De un discurso que no fuera
del semblante. Buenos aires: Paidós, 2014; p. 112.
53
ibíd.
54
Miller, J.-a. La fuga del sentido. Buenos aires: Paidós, 2012; p. 126.
55
ibíd., p. 127.
56
vieira, M.a. “el trueno y el trazo” en Freudiana, nº 71
57
lacan, J. “Clase sobre Lituraterra” en El seminario 18: De un discurso que no fuera
del semblante. ob. cit. p. 113: “lo que se revela por mi visión del aluvión en
cuanto a lo que domina la tachadura es que al producirse entre las nubes, esta
se conjuga con su fuente. es justamente a las nubes a donde aristófanes me
llama para descubrir lo que ocurre con el significante, es decir, el semblante
por excelencia, si es por su ruptura que de ellas llueve este efecto cuando se
precipita lo que era allí materia en suspensión”.
58
vieira, M.a. “el trueno y el trazo” ob. cit.
59
Miller, J.a. “el ser y el Uno”, Curso de orientación lacaniana, 2010-2011. in-
édito, clase del 23/3/11, en Freudiana, nº 68.
60
laCan, J. “Clase sobre Lituraterra” en El seminario 18: De un discurso que no fuera
del semblante. ob. cit. p. 112.
61
Miller, J.-a. y otros, La psicosis ordinaria: la convención de Antibes. Buenos aires:
Paidós, 2017; p. 297
62
ibíd., p. 294.
63
ibíd., p. 296.
64
ibíd.
65
ibíd., p. 284-285
66
ibíd.
67
Briole, G., “el lugar de la palabra en la curación de la psicosis”. Conversaciones
SISO I. La curación de la psicosis. ob. cit. p. 102.
68
Miller, J.a. y otros, La psicosis ordinaria: la convención de Antibes. ob. cit. p. 296.
69
PaloMera, v. “transferencia y posición del analista en las psicosis”. El Psicoaná-
lisis. abril 2018, nº 32, p. 81.
70
eSqUÉ, X. “Puntos vivos del Xi Congreso de la aMP” intervención el 05-04-2019
durante el cierre del XI Congreso de la AMP: Las psicosis ordinarias y las otras,
bajo transferencia en: http://www.radiolacan.com/es/topic/1163/3 Consul-
tado el: 25/09/2019.
71
ibíd.
72
Di CiaCCia, a. “lacan, traductor” en: El diario éxtimo de Jacques-Alain Miller. Un-
décima entrega, 14/4/2014. en: https://bit.ly/2Mnfgez Consultado el:
25/09/2019.
Correspondencia: [email protected]
introduCCión
Buenas tardes, bienvenidos. nosotros vamos a hablar de art Brut y hablar
de art Brut es hablar fundamentalmente de cuadros, pero no sólo.
Un cuadro es una buena metáfora de una vida individual. Pasa con los cua-
dros como con la vida de cada uno… un cuadro tiene un estilo particular
y constituye una respuesta a preguntas encarnadas.
algunos pintan esa respuesta a partir de un academicismo heredado y ab-
soluto y les llega. Pueden incluso ser felices sin más problemas y ya está.
Unos pocos cuestionan ese academicismo e intentan inventar nuevas res-
puestas, ya sea abriendo brechas en el discurso heredado o inventando
nuevos discursos, que en caso de conseguirlo, van a ser sometidos por
otros a la misma lógica puesta en marcha por ellos. la respuesta no se en-
cuentra nunca, y quizás tenga que ver con que el lenguaje tenga fallas en
su estructura que impiden encontrarla. Finalmente, hay personas total-
mente fuera del discurso.
no todos somos iguales, por tanto. a través del tiempo, quedaron como
creadas por artistas sin formación previa en este campo, artistas ignorantes
de toda tradición cultural, y privilegiando la dimensión del acto creador.
lo define del siguiente modo:
“(…) Son obras ejecutadas por personas ajenas a la cultura artística, en
las cuales el mimetismo, contrariamente a lo que ocurre en los intelec-
tuales, no haya podido influir en sus autores y su orientación, en los
temas, la elección de materiales, ritmos, maneras de escribir (…) no es
cliché del arte clásico o de una moda artística. apoyamos el proceso ar-
tístico puro, bruto, reinventado en su totalidad en todas sus fases por su
autor, a partir solamente de los propios impulsos (…) (Dubuffet J, 1949).
¿Dónde se descubren estos artistas? Fundamentalmente en los manicomios.
allí se produce el encuentro con personas ingresadas que pintan incesan-
temente, compulsivamente, que no tienen ningún interés en comercializar
su obra, en el reconocimiento que ello supondría y, no habían tenido con-
tacto alguno con instituciones artísticas establecidas, es decir, son autodi-
dactas que hacen uso de materiales y técnicas inéditos.
Para nuestro tema, es importante recordar estos dos aspectos: son pintores
que pintan incesantemente y que no tienen interés en el reconocimiento.
volveremos sobre ello más adelante.
Desde 1945, Dubuffet recoge obras atendiendo a los criterios antes señala-
dos. en 1948 funda la Compagnie d´Art Brut junto a andré Breton (escritor y
dirigente del surrealismo), Michel tapie (pintor, crítico de arte) y otros.
entre los miembros fundadores hay artistas, pero no psiquiatras. la colec-
ción formada es muy amplia, las obras se van exponiendo en alguna galería
pero sin hacer referencia a la enfermedad mental de los autores. Dubuffet
y su restringido grupo de artistas e intelectuales, exponen ideas que repre-
sentan un desafío al arte establecido y una provocación que fue ignorada
por algunos y examinada y refutada por otros. el reconocimiento oficial
llegó en 1967, con la exposición en el Museo de artes Decorativas de Paris.
tras un periplo de diferentes propuestas con instituciones, la colección se
instaló definitivamente en 1976 en el Chateau de Beaulieu de lausana. está
formada, en un amplio número, por obras de enfermos psiquiátricos, ge-
neralmente esquizofrénicos. Se podría decir que el extremo “anticultural”
llegaría con el futurismo o el dadaísmo, pero a diferencia de éstos, Dubuffet,
Arte degenerado
Demos un pequeño salto en el tiempo de alrededor de una década. entre
1937 y 1941 se organiza en la alemania nazi la exposición de arte Dege-
nerado (“Entartete Kunst”), con el objetivo de demostrar la psicopatología
del arte moderno. “Degenerado” no significa feo, significa degradación
mental. la intención de la muestra no guardaba ambivalencia alguna, se
proponía poner a la vista “el deterioro del arte”. viajó por unas doce ciu-
dades y alcanzó los tres millones de visitantes. Se conservan fotografías de
la época y de cómo fue el montaje de la exposición. Con espíritu aleccio-
nador, buscaba demostrar al público la “decadencia” de las producciones.
Sobre las paredes se combinaron las obras de vanguardia con fotografías
tomadas a personas lisiadas y dibujos realizados por “enfermos”. las com-
paraciones visuales subrayaban el supuesto carácter “enfermo”, “judío”
“bolchevique” e “inferior”. el lugar físico fue elegido por su falta de luz,
las pinturas se colgaron sin marcos, con slogans… Una muestra paralela,
se instala a unos pocos metros: la Primera Gran exposición de arte alemán
que exponía los ideales estéticos del régimen en un edificio neoclásico cons-
truido para la ocasión.
Carl Schneider, catedrático de psiquiatría en Heilderberg, cede algunas de
las obras de la colección Prinzhorn para la exposición de Berlín donde se
exponen las obras del autor de art brut Frank Karl Buhler (Pohl), junto a
las de artistas como Paul Klee, Kandinsky, nolde, Kirchner, Marc, Kokos-
chka, etc. las vidas de Pohl y Carl Schneider volverían a cruzarse en cir-
cunstancias más dramáticas, puesto que Schneider participó con otros
psiquiatras en un proyecto de investigación, conocido como programa t4
que abría la puerta a la eliminación de “las vidas indignas de ser vividas” y
que acabó con la muerte de 70.000 enfermos mentales según algunos datos,
según otros, fueron más. entre los eliminados está Pohl.
una renovación del edificio. las desembalan ante su atenta mirada y le de-
cepcionan las piezas seleccionadas por Prinzhorn. la selección de obras
realizada en los años veinte choca con su propio gusto contemporáneo. la
construcción iconográfica del arte alienado de Prinzhorn está enmarcada
en el expresionismo y su énfasis en lo irracional. el art brut de Dubuffet
gusta del primitivismo, buscando elementos relacionados con la idea de lo
“originario” del ser humano. en su segunda lectura de Expresiones de la lo-
cura…, ya traducida al francés (así que la teoría cobra importancia), le lla-
man la atención las formas sencillas y arcaizantes que en el texto se
relacionan con los procesos más simples de la configuración de imágenes.
Después de varios recorridos, la colección de Dubuffet halla su asiento per-
manente en lausana, que funciona como museo, a pesar de su intención
contracultural. aun así, es un lugar que se encuentra aislado de los circuitos
artísticos habituales, en una explícita voluntad de segregación (ramírez J,
en Expresiones de la locura, 2012).
no podemos terminar este breve repaso histórico sin recordar a leo navratil
(1921-2006). en la alemania y austria post nazi se produce un movimiento
de rehabilitación moral de la locura que reivindica la dignidad de la locura y
la fuerza expresiva de la pintura de los enfermos mentales, se va a descubrir
un arte alternativo. a los 25 años, en 1946, se incorpora como psiquiatra al
Hospital vienés María Gugging. Comienza utilizando el dibujo de los pa-
cientes como instrumento diagnóstico y facilita esta actividad por conside-
rarla con valor terapéutico. en 1965 publica Esquizofrenia y arte en donde
concluye que “en la esquizofrenia el artista es la psicosis”.
Si la mirada al arte de los enfermos mentales en los años cincuenta está re-
lacionada con una peculiar vuelta a la figuración, en los sesenta, tiene que
ver con la psicodelia y la cultura de los alucinógenos, además de con el mo-
vimiento hippie y su atracción por la figura outsider. Harald Szeemann, es
director de la Galería de arte de Berna, cuando en 1963 emprende un viaje
a Heidelberg, donde contempla las obras que habían regresado de nuevo
a su embalaje, al altillo de la clínica. elige las que más le gustan y se las
lleva. años después, contó su asombro, ante la disponibilidad de una co-
lección así, que se hubiese podido llevar sin inventario, ni rendir cuentas a
nadie. Selecciona 250 obras y las expone en un centro de arte convencional,
el más grande artista psicótico de la historia, con una obra que engloba
unos 25.000 papeles, dibujos y diseños de increíble densidad. en 1907 co-
menzó a escribir su biografía que ocupa 25.000 páginas encuadernadas
por él mismo distribuidas en 45 tomos.
Conclusión. la pintura no limitó sus síntomas psicóticos significativa-
mente. no sabemos en qué grado los atenuó.
yayoi Kusama. reconocida artista, nace en Japón en 1929. a la edad de 10
años, cuenta en distintas entrevistas, tuvo una experiencia inaugural de su
psicosis que está traducida en la Wikipedia de esta manera: “Un día estaba
viendo el patrón de flores rojas de un mantel en la mesa, y cuando miré hacia arriba
vi el mismo patrón cubriendo el techo, las ventanas y finalmente sobre todo el
cuarto, mi cuerpo y el universo. Sentí como si me hubiera empezado a autodestruir,
a dar vueltas en el infinito del tiempo y lo absoluto del espacio, mientras me reducía
a una nada. Cuando me di cuenta que estaba sucediendo realmente y no sólo en mi
imaginación, me asusté. Sabía que tenía que huir por la amenaza de ser privada de
mi vida por el hechizo de las flores rojas. Subí las escaleras corriendo con desespe-
ración. Los peldaños debajo de mí comenzaron a desmoronarse y me caí de las es-
caleras, torciéndome el tobillo”.
relata cómo, también a esa edad, aparecen puntos o la deformación de los
objetos de su alrededor. ya de niña, realiza un retrato de su madre cubierto
de puntos sobre el rostro. a los 28 años, se va a eeUU donde vivirá hasta
los 44, que regresa a Japón para continuar con su obra. Una de las más co-
nocidas es Peep Show, que combina los “puntos” con su propia imagen en
relación a un juego de espejos que funciona como una máquina óptica de
fragmentación. la muerte de un amigo y de su padre después, la llevarían
a un intento de suicidio. todo ello desembocaría, por decisión propia, en
el establecimiento de su residencia en una institución psiquiátrica desde
donde va a trabajar a su taller situado muy cerca del centro. esta estancia
voluntaria continuaba en el 2016, según el trabajo de investigación consul-
tado (toro, K, 2016).
Conclusión: Una persona diagnosticada de esquizofrenia ejerce como ar-
tista, se presenta y reconoce como tal.
en resumen, el “estilo” art Brut está asociado fuertemente a la psicosis,
mirada y voz:
la mirada no es la visión. la vista, el ver, se estudia en oftalmología, en
neurología, en psicología, etc., como formando parte de un proceso en el
que se diferencian etapas como sensación, percepción, conciencia, repre-
sentación. Se puede cuantificar su pérdida y sus alteraciones. tenemos pro-
blemas en este campo como la miopía o el astigmatismo, etc.
la mirada es otra cosa, la mirada es soporte de deseo. Podemos evocarla
en diferentes contextos: Si digo “vi a María en el parque”, eso no da frio ni
calor; pero si digo “María me miró en el parque”, faltará tiempo para que
algún amigo comente “¡ya sabía yo, que ahí había algo!”.
Pero no es necesario que haya alguien en el parque para sentir la mirada.
Si paseamos al atardecer, aunque el parque esté solitario, a partir de cual-
quier ruido, se nos puede imponer la sensación de que alguien está al ace-
cho, que nos vigila.
no ya en el parque, en el arte, Balthus, que es un gran pintor pero no de
art Brut, presenta en sus cuadros esta escisión entre la vista y la mirada.
en su conocido cuadro El dormitorio, la ventana abierta evoca una mirada
escondida, una mirada entre el deseo y el goce.
Por otra parte, todos sabemos que algunas veces se hace difícil en un lugar
como este, a pesar de que a vosotros se os vea tan tranquilos y tan poco
Para finalizar nos gustaría señalar: ¿qué ocurre hoy en día? ¿es algo pasado
de moda el art brut? ¿Por qué traemos aquí algo casi decimonónico? ¿y ese
empeño en la puesta en valor de unas piezas amontonadas, llenas de polvo,
apartadas en un antiguo hospital?
empezaremos por decir que en ese caos inicial, en el contexto del cierre
de toén a Piñor… ahora podemos entender que en aquella mudanza… no
pudimos dejar abandonadas… lo que otros consideraban desechos. Se hu-
bieran salvado algo más de un centenar de piezas de gran formato que es-
taban en el taller… no el resto… hasta el millar que forman parte hoy de
la Colección. estas obras, las leemos como la esencia de la subjetividad…
y lo más singular de los que allí estuvieron ingresados desde 1959.
en el s. XXi, comienza una proliferación de talleres creativos relacionados
de una u otra forma con la enfermedad mental, muchos de ellos fuera del
ámbito de la psiquiatría y algunos con una política de promoción de sus
autores, lo que trae como consecuencia un cambio en el mercado del arte
en relación con ese tipo de obras que supone una revalorización econó-
mica; lo cual no deja de suponer una cierta revalorización de la locura
como pasaporte al éxito de ventas. este planteamiento vuelve a abrir varios
debates, entre ellos, el nunca cerrado, sobre la relación locura y creación
(Cagigas a, 2011).
el arte contemporáneo, hace que hoy en día se dé una interacción y una
mezcla que desdibuja todas las fronteras entre éste y el arte psiquiátrico. Des-
aparece el arte asilar como tal, y por otro lado, se presta mucha atención a
las producciones artísticas marginales, borrándose las categorías y convi-
viendo autores “cuerdos” que retratan la locura como tema, autores que imi-
tan el mecanismo de la enfermedad mental para concebir su propia obra,
autores “locos” insertos en la dinámica del mercado del arte… como os
hemos ido mostrando con los casos paradigmáticos que hemos seleccionado.
Se podría decir que desde el punto de vista de la obra de arte y de las pro-
ducciones, las clasificaciones pasan hoy en día, a un segundo plano, se bo-
rran las fronteras entre autores brut y no-brut, sin embargo, nos interesan
porque como hemos ido explicando, los procesos subjetivos que subyacen,
son diferentes.
reFerenCiAs bibliográFiCAs
Álvarez, J. M. “locura y creación” en Hablemos de la locura, Barcelona, Xoroi edi-
ciones, 2018.
CaGiGaS, a. Arte demente. Del lunar, Jaén, 2011.
CiBeira, a.; SiMón, D. “1959-1990. la Colección del Hospital de toén. ourense”.
en: Hernández Merino, a. Piqueras, n. Pinacoteca psiquiátrica en España. 1917-
1990 (Catálogo de la exposición). Universitat de valencia, 2009, p. 280-285.
Fuentes:
Historias clínicas del archivo histórico del Hospital Dr. Cabaleiro Goás. números
1 a 1004 (1959-1988).
archivo art Brut inventario Colección toén-Piñor. Pinturas HtoP 1-266. Catalog.
136-394; 395-415.
archivo art Brut inventario Colección toén-Piñor. esculturas Htoes 1-87. Cata-
log. 1-87; 393-395.
imágenes
i. Colección toén-Piñor. Fotografías inventariado. HtoP 2012.
ii. óleo sobre lienzo. 44.50*32. Colección toén-Piñor. HtoP27 (catalog. 162).
iii. óleo sobre tabla. 48.50*43. Colección toén-Piñor. HtoP22 (catalog. 157).
Correspondencia: [email protected]
reSUMen
existe un autoritarismo científico en Medicina derivado de una confusión
y colisión frecuente de dos miradas distintas, la científica y la clínica.
la mirada científica considera al sujeto como objeto susceptible de una
aproximación mecanicista y como individuo muestral en estudios estadís-
ticos de los que deriva la Medicina basada en la evidencia.
esa mirada es útil solo en la medida en que respeta la mirada singular, caso
por caso, que corresponde al encuentro clínico.
Por bondadosa que la ciencia sea para el desarrollo de la Medicina, el ejer-
cicio de ésta descansa siempre en una relación transferencial en la que el
saber científico debe facilitar la actuación compasiva inherente a la voca-
ción médica.
aBStraCt
there is a scientific authoritarianism in Medicine derived from a confusion
and frequent collision of two different perspectives, the scientific and the
clinical one.
the scientific view considers the subject as a susceptible object of a me-
chanistic approach and as a sample individual in statistical studies from
which evidence-based Medicine derives.
that look is useful only to the extent that it respects the singular look, case
by case, corresponding to the clinical encounter.
as good as science is for the development of Medicine, its exercise always
rests in a transference relationship in which scientific knowledge must fa-
cilitate the compassionate action inherent in the medical vocation.
PalaBraS Clave: Ciencia, autoritarismo, mirada, clínica, transferencia,
subjetividad.
KeyWorDS: Science, authoritarianism, gaze, clinical practice, transfe-
rence, subjectivity.
introduCCión
la tesis central que intento someter aquí a reflexión y discusión es que hay
un autoritarismo científico en Medicina. al margen de derivas inherentes
a una mala organización del sistema sanitario, ese autoritarismo procede,
en mi opinión, fundamentalmente de una confusión y colisión de miradas,
la que es científica y la que, basándose en ella, no puede serlo.
en efecto, hay dos miradas factibles en Medicina, la científica y la clínica.
Hasta hace poco tiempo en nuestra historia, durante milenios, la mirada
era pre-científica, con una extraña mezcla de magia y empirismo.
la mirada científica se dirige, por un lado, al organismo humano, a su es-
tructura, funcionamiento y patología a lo largo de su vida. Por otro, a sus
modos de enfermar, atendiendo a su descripción, explicación, tratamiento y
prevención. Ha sido muy recientemente que la irrupción de la herramienta
estadística, con una concepción frecuentista de la probabilidad y con sus con-
trastes de hipótesis, ha permitido ir diferenciando señales de ruido a la hora
de establecer relaciones causales o eficacias diagnósticas y terapéuticas.
Pero la mirada esencial, aunque basada en la científica, es la clínica. es
esencial por singular, ya que cada paciente es único, tanto por su biología
como por su biografía, y lo es en un momento dado de su vida. Del mismo
modo, es única la del médico que lo atiende, una mirada que ha de estar
apoyada por la científica, incluyendo las aplicaciones instrumentales diag-
nósticas, pero que siempre debiera ser una mirada transferencial, en la que
preVenCión y VigilAnCiA
el aforismo recogido tiene relación con la visión tradicional del médico, a
quien se acudía cuando uno estaba mal. Hoy en día, la expresión en boga es
otra. Se dice desde hace años que “más vale prevenir”. la prevención no es
novedosa; de hecho, hubo una época en la que era lo único que podía hacerse
en ausencia de terapias adecuadas. Pero ahora, de ver al médico como sanador
se ha pasado a concebirlo como agente científico que no solo cura, sino que
previene la enfermedad y que retrasa la muerte. Siempre se atendió a la hi-
giene, pero ahora esa atención torna con frecuencia en vigilancia permanente
en el contexto de una obsesión preventiva, a la que contribuyen elementos
relativamente novedosos, como son la confusión de riesgo y causalidad real,
el afán pronóstico y el intento de conjurar la llegada de la muerte.
Hay etiologías claras. a veces la causa es necesaria y suficiente, como ocu-
rre en la mucoviscidosis y otras genopatías. también puede ocurrir que
una causa necesaria, como una bacteria patógena, no sea suficiente; podría
estar presente en un paciente sin que éste desarrolle la enfermedad. y con
De vivir ahora, ramón y Cajal sería medicado con razón por sus travesuras
auto-confesadas. Pero es imaginable que no solo él; también Feynman o
einstein. ¿escaparía alguna mente genial al diagnóstico de tDaH?
y, si algo genera siempre discusiones, es lo referente a la nutrición. Hace
muy poco se publicó en el BMJ un interesante estudio según el que, sim-
plificando mucho las conclusiones, podemos deducir que ser carnívoro se
asocia a mortalidad cardíaca y que ser vegano, en cambio, nos pondría en
riesgo de ictus (7).
ya no será una enfermedad presente, sino su augurio, como constelación
probabilística de variantes feno y genotípicas, lo que constituirá el oráculo
personalizado que requerirá los pertinentes cribados periódicos. no sólo
eso. ese horóscopo sustentará un pronóstico extendido facilitador de la
tentación eugenésica tanto negativa, en forma de abortos, como positiva,
con las técnicas de edición genética. en cierto modo, retorna la pregunta
farisaica que se le hizo a Jesús, “¿quién pecó, él o sus padres?” ( Jn.9,1-25)
Jesús respondió que ninguno, pero no se le hizo caso entonces ni ahora.
en nuestros días se retoma la enfermedad como pecado asociado a genes
que hemos heredado o a riesgos que no hemos controlado.
la hipocondrización se generaliza gracias al Dr. Google y al nuevo santo-
ral que dedica cada día a una enfermedad. acabaremos asumiendo que
todos estamos enfermos, hasta que demostremos lo contrario, cosa cada
vez más difícil.
“¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en conocimiento? ¿Dónde el
conocimiento que hemos perdido en información?” se preguntaba t.S.
eliot. De la primera cuestión, mejor ni hablar; bastante tenemos con la se-
gunda. Desde la aparición de la computación electrónica hasta los “smart-
phones”, que son, en la práctica, ordenadores de bolsillo, el mundo se ha
transformado en secuencias de bytes. Pero nuestra salud también. nuestras
historias ya son electrónicas, ya están en esa nube que tiene tan poco de ce-
lestial. y tenemos una gran posibilidad, la vigilancia constante de todo lo
que se aleja del ideal, sea la calidad del sueño, la tensión arterial, lo que an-
damos, lo que comemos, la saturación de oxígeno, etc., etc. Para eso están
las “apps” médicas y para eso la miniaturización de laboratorios y de siste-
mas de imagen está en curso. Parece estupendo, pero, al lado de la hipo-
reFerenCiAs bibliográFiCAs
1. Payne lM. “Guérir quelquefois, soulager souvent, consoler toujours”. BMJ
1967;4:47-48.
2. aeMPS. informe de utilización de medicamentos hipolipemiantes en españa
durante el período 2000-2012. https://www.aemps.gob.es/medicamentosU-
soHumano/observatorio/docs/hipolipemiantes-2000-2012.pdf
Correspondencia: [email protected]
reSUMen
Se analizarán las relaciones entre el malestar del sujeto moderno y las par-
ticularidades del lazo social que caracterizan a las nuevas formas de comu-
nicación digital.
PalaBraS Clave: Malestar, redes sociales, lazo social, otro, goce.
KeyWorDS: Malaise, network, social link, other, jouissance
una crítica destructiva de estos nuevos modos de relación, que en según qué
condiciones y empleados con moderación pueden aportar ciertas facilidades.
lo que me propongo es indagar en algunas consecuencias que se desprenden
de manera casi inevitable de un uso cada vez más extendido y desmesurado,
y que en ocasiones llega a sustituir los encuentros cuerpo a cuerpo, sobre
todo teniendo en cuenta que las nuevas generaciones están creciendo ya
desde muy pequeñas acompañadas por estas nuevas tecnologías.
Una primera apreciación es que, en los medios digitales, la presencia viva
del cuerpo es reemplazada por retazos aislados y procesados que parciali-
zan, objetualizan y mortifican al otro y a uno mismo. las imágenes de ins-
tagram o Facebook, los mensajes de Whatsapp, etc., a la vez que nos
conectan de alguna manera con el otro también nos distancian de él porque
evidencian que hay algo del encuentro cuerpo a cuerpo que no puede ser
reproducido. Por una parte, esto sucede porque el cuerpo con el cual nos
vinculamos en este tipo de medios es únicamente el cuerpo de la imagen,
y una imagen generalmente estática que deja fuera toda una serie de ele-
mentos que en otras condiciones la vivifican, como los gestos, la mirada,
el tono de voz, etc. Pero la diferencia entre los encuentros cuerpo a cuerpo
y los que tienen lugar en estas plataformas no pasa únicamente por la pre-
sencia o ausencia del cuerpo físico, sino también por los modos de comu-
nicación y expresión propios del terreno digital, que favorecen el cálculo
de lo que uno quiere transmitir, reduciendo considerablemente la emer-
gencia de la espontaneidad, lo inesperado, el lapsus… es decir, todo aquello
que posibilita que seamos interpelados por el otro y que se manifieste lo
otro que habita en nosotros. en las redes sociales, por ejemplo, exponemos
una selección de imágenes, estados, textos, etc. que elegimos de manera
premeditada para que nos representen ante los demás usuarios, de quienes
recibimos, más que nada, un reflejo de nosotros mismos. y otro tanto ocu-
rre con aplicaciones como Whatsapp, donde los mensajes de texto o de
voz pueden ser planificados, releídos o reescuchados, e incluso borrados
antes de que lleguen al interlocutor, potenciando las estrategias obsesivas
de cálculo y control de uno mismo y del otro.
en una línea de pensamiento similar, varios autores entienden la época
contemporánea como caracterizada por un auge narcisista, de forma que
los medios digitales serían una expresión de esta tendencia a la vez que
contribuirían a su propagación. Byung-Chul Han, por ejemplo, expresa de
manera convincente esta idea en su libro La agonía del Eros al proponer que
el verdadero amor, para producirse, debe dirigirse a otro radicalmente dis-
tinto y distante. Sin embargo, Whatsapp, entre otras aplicaciones, nos
ofrece una accesibilidad permanente a los demás generando una ilusión
de conexión con el otro que en el fondo lo hace desaparecer, puesto que el
empeño por eliminar la lejanía, en palabras del autor, «en lugar de producir
cercanía, la destruye en sentido estricto. en vez de cercanía surge falta de
distancia» (2014, pp. 24-25). Una hipótesis que concuerda, por otro lado,
con la concepción lacaniana según la cual la falta es un abono indispensable
para la emergencia del amor.
las consecuencias de este hecho son visibles, por ejemplo, en las proble-
máticas que se generan en torno a la rapidez con la que a veces se exige
una respuesta a un mensaje y, en general, por el hecho de tener que estar
siempre disponible para el otro. Pienso en una paciente adolescente que
he atendido en tres ocasiones hasta la fecha que en la primera sesión me
explicó, entre otras cosas, que su novia se estaba cansando de ella porque
le exigía una atención constante a través del Whatsapp y discutían a me-
nudo cuando esa demanda no era satisfecha. en la segunda sesión la novia
ya la había dejado, lo cual provocó en la paciente una respuesta de rabia
incontenible. la última vez que nos vimos, sin embargo, me contó que
una amiga suya se le había declarado y estaba muy ilusionada con esta
nueva oportunidad, aunque parece que está pudiendo tomarse un tiempo
–un tiempo que antes faltaba y que yo he reforzado tratando de rebajar la
necesidad de inmediatez– para elaborar la pérdida y decidir si quiere em-
barcarse ahora en otra relación.
otra de las mayores manifestaciones de esta tendencia narcisista la encon-
tramos en las redes sociales donde la búsqueda de seguidores y de likes en
nuestras publicaciones nos aboca al goce autista de la contabilidad que no
deja espacio a la emergencia del otro, viéndose éste reducido a un número
más con el que rellenar el saco roto del narcisismo.
Por otro lado, la exposición pública de la vida personal –evidentemente, no
de cualquier contenido, sino de aquellos que queremos mostrar– se ha con-
de tomasa San Miguel, que los yoes de los individuos se recubran ahora
con más narcisismo como forma de defensa (2018, pp. 26-27).
en todo caso, algo que se hace patente en las redes es que las relaciones
predominantes se dan a través de estas identificaciones en espejo que ofre-
cen una satisfacción narcisista, donde cada cual se exhibe como completo
y en lo esencial similar a los demás. Sin embargo, esta ilusión de conjunto
no repara la brecha que nos distancia de la satisfacción que esperamos de
la identificación con los otros, puesto que ésta nunca va a coincidir con
nuestra forma más particular de gozar.
Para concluir podemos resumir las particularidades del tipo de vínculos
que se establecen entre los individuos en los medios digitales y que, es mi
hipótesis, estarían también induciendo transformaciones en la forma de
enlazarse al otro fuera de estos medios –más allá, como decía al inicio, de
que estos cambios no estén siendo generados únicamente por las nuevas
tecnologías, sino que en términos más generales son producto del funcio-
namiento propio de la era moderna–. tengo la impresión, entonces, de
que en el mundo digital los lazos que requieren de la espera, la falta, la di-
ferencia, el diálogo, el imprevisto, y en general todo aquello que siguiendo
a lacan podríamos ubicar más bien del lado femenino de las fórmulas de
la sexuación, queda prácticamente extinguido para dejar paso al predomi-
nio de la relación especular con el otro, el narcisismo, la inmediatez, el mo-
nólogo, lo previsible, la contabilidad y el goce autista que no pasa por el
otro, más emparentado con el lado macho de estas fórmulas, produciendo
sujetos que adolecen del encierro en sí mismos y de las consiguientes difi-
cultades para amar.
reFerenCiAs bibliográFiCAs
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CoMUniCaCioneS
Correspondencia: [email protected]
reSUMen
en este trabajo, introduzco una reflexión en torno a un grupo psicotera-
péutico integrado por mujeres con diagnóstico de distimia y fibromialgia.
a lo largo de mi presentación trataré de comunicar nuestro proceso de re-
visión de los emergentes grupales, los cuales hemos resignificado al añadir
una visión a través de la perspectiva de género al corpus teórico psicoana-
lítico del que partíamos. el objetivo es abrir una nueva perspectiva que per-
mita comprender a estas mujeres de una manera diferente.
PalaBraS Clave: Fibromialgia, psicoterapia de grupo, psicoanálisis, pers-
pectiva de género.
KeyWorDS: Fibromialgya, group psicotherapy, psychoanalysis, gender pers-
pective.
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Fibromialgia, ¿la única rebeldía posible?
esta experiencia grupal surge como idea de dos de las autoras de la necesidad
de encontrar una nueva forma de relación con las personas con el diagnóstico
de distimia en el marco del Centro de Salud Mental. esta categoría diagnós-
tica resulta cada vez más prevalente y abarca a usuarios con sufrimientos y
formas de relación muy dispares. no obstante, muchos de ellos tienen en
común una larga trayectoria en intervenciones terapéuticas en Salud Mental
sin que se aprecie una clara mejoría. es frecuente que estas personas padez-
can de dolores físicos intensos y crónicos que se encuadran en un diagnóstico
de fibromialgia. este sufrimiento invade al paciente de tal manera que es fre-
cuente que en el encuentro con su terapeuta el relato no se aleje de la queja
del dolor físico, con una demanda exigente de una solución inmediata al
mismo. esto resulta en una gran dificultad para abordar cualquier otro ma-
lestar que no pase a través del cuerpo, silenciando así la narrativa biográfica
de estas personas, muchas veces repleta de trauma. además, esta demanda
masiva hacia el terapeuta con frecuencia desencadena una contratransferen-
cia en la que predomina el rechazo e impotencia. estos sentimientos invaden
el vínculo terapéutico, amenazando con llegar a dañarlo.
todos estos factores hacen que la intervención individual de estos usuarios
suponga un reto cada vez mayor en la práctica asistencial diaria. en este
escenario, las autoras platearon la necesidad de buscar una forma de rela-
ción diferente con las personas con diagnóstico de distimia, que permitiera
una nueva mirada sobre ellas. Se consideró que la psicoterapia de grupo
podría facilitar una perspectiva diferente de su sufrimiento y dotarlo de un
sentido biográfico, ya que, entre otros elementos, el movimiento transfe-
rencia-contratransferencia se diluye.
Se inició un grupo de orientación psicoanalítica formado por cinco pacientes,
mujeres todas ellas, y dos conductoras de grupo. Se estableció un encuadre
semanal y una duración de un año. las usuarias estaban diagnosticadas de
distimia y fibromialgia y todas contaban con una larga evolución en Salud
Mental sin alcanzar una mejoría marcada y estable en el tiempo.
Durante la evolución del grupo se extrajeron varios emergentes importan-
tes. entre ellos destaca la necesidad de los sujetos de adquirir una identidad
única, nombrada con el diagnóstico de fibromialgia, en la que no se admi-
ten diferencias entre los miembros del grupo. todas ellas expresaban, sin
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Fibromialgia, ¿la única rebeldía posible?
discrepancias, en qué consistía para ellas ser mujer. estas mujeres de me-
diana edad, amas de casa en su mayoría, con hijos adolescentes o jóvenes,
se presentan como grandes sufridoras que han sacrificado su salud y su
propio deseo por el cuidado de su familia. Describen esta abnegación como
la esencia de “ser mujer” con la que ellas aseguran haber cumplido volun-
tariamente y con entusiasmo. expresan una gran culpa cuando no pueden
ejercer este papel con el que no se muestran en absoluto conflictuadas.
temen ser acusadas de vagas y describen con orgullo cómo, a pesar de sus
dolores, siguen esforzándose en cumplir con las tareas domésticas:
“He pasado un fin de semana maravilloso con mis dolores, porque me he
apuntado a voluntariado para sentirme útil”. en el discurso grupal la iden-
tidad de la mujer se guía por los mandatos de género y el sufrimiento apa-
rece como un elemento más de la subjetividad femenina, ineludible y
necesario. en los momentos en los que no son capaces de sobrellevar el
dolor llegan a afirmar: “no me siento mujer”. en reciprocidad, estas mu-
jeres piden el amor del otro en forma de agradecimiento y valoración por
parte de su entorno y la sociedad en global. esperan en este reconoci-
miento que se les otorgue la satisfacción de ser imprescindibles como he-
roínas del hogar. no obstante, la mayoría de las veces su dedicación es
desestimada en el medio familiar, quienes también asumen esta función
como intrínseca a la identidad femenina y por ello algo irrelevante. en la
narrativa grupal aparece la humillación y minusvaloración a la que se sien-
ten sometidas estas mujeres por la invisibilización de su trabajo. Cuando
en ocasiones reciben el agradecimiento buscado, éste no cumple con las
expectativas colmadoras que ellas imaginaban. ante la decepción, la res-
puesta del entorno percibida como insuficiente se recibe con rabia y gene-
rando paradójicamente una mayor demanda de validación que se torna
masiva. tratan de contener la frustración y persisten en la búsqueda del
aprecio del entorno a través de un cuidado cada vez más amplio y omni-
potente hasta que su cuerpo y mente claudican.
la limitación física parece ser el único límite en su omnipotencia lo que ge-
nera sentimientos de culpa por no “cumplir” con las tareas de cuidado de
manera perfecta. aunque no basta con una queja por un dolor intolerable,
ya que la experiencia subjetiva es susceptible de desconfianza, de ser percibida
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Fibromialgia, ¿la única rebeldía posible?
como exagerada e inadecuada: “Mi marido me dijo: cálmate que parece que
te estoy maltratando”. es esencial poseer un diagnóstico de fibromialgia que
sirve de escudo respaldando la veracidad del sufrimiento. en la narrativa gru-
pal, ser “fibromiálgica” no solo es la base de la cohesión grupal, sino que
además otorga una justificación para poder expresar la queja. al recibir un
nombre científico, las pacientes encuentran una explicación a lo que les pasa
dentro del discurso hegemónico aceptado por la sociedad actual y el sufri-
miento toma cariz de “verdad”. el motivo por el que no cumplen con el ser
“mujeres” es porque son “fibromiálgicas”: “la fibromialgia ocupa mi vida y
no atiendo a los míos”. esta importante función explica que las pacientes
construyan su identidad en torno al diagnóstico, fusionándose con ella sin
fisuras, no admitiendo siquiera diferencias entre ellas. ellas son fibromiálgicas
ante todo. asumen que comparten idéntica historia biográfica, familia y ex-
periencias traumáticas solo por y para ser “fibromiálgica”. Presentan una
vida pre-fibromialgia absolutamente idealizada repleta de experiencias de
superación de sufrimiento en las que se sentían mujeres completas. Hacen
ver que han podido con todo excepto con su propio cuerpo. “la que pasa
dolores soy yo, los demás no lo ven. antes [del diagnóstico] no necesitaba a
nadie, yo tiraba para adelante cantando”.
Con el diagnóstico llega también una esperanza de una cura médica inme-
diata y total del sufrimiento, una expectativa de una respuesta mágica y
omnipotente. Su objetivo es poder volver a cumplir con su papel como
mujer, sacrificándose por completo y recibiendo a cambio el amor total de
su entorno. Sin embargo, el paradigma médico presente en el imaginario
social que ofrece una solución inmediata y total no se cumple en su caso,
haciéndoles sentir además que no se les da credibilidad y que se les está
tratando de manera injusta. Se repite con los profesionales médicos y con
los psicoterapeutas la experiencia vivida en el entorno familiar. esto pro-
voca una rabia intensa que es expresada a través de reproches a los profe-
sionales por los que con frecuencia se sienten rechazadas en parte por la
contratransferencia generada. estas mujeres se sienten sometidas al mal-
trato de manera repetida a lo largo de sus vidas, no solo por los profesio-
nales y sus familias, sino también por sí mismas y su propia autoexigencia.
De la misma manera, se reproducen las mismas vivencias en la experiencia
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Fibromialgia, ¿la única rebeldía posible?
niña que ésta será merecedora del amor de las figuras significativas siempre
que sea una “mujer buena”. ante la amenaza de la pérdida del objeto y del
abandono absoluto en etapas tempranas se construye un superyó tirano que
no se limita a vigilar conductas puntuales sino la identidad al completo. en
la búsqueda de aprecio y apego, se desencadena una autoexigencia sádica y
constante que normativiza los ideales femeninos, en vez de conservarlos
como ideales. esto es fácilmente observable en el discurso grupal: “a mí me
encantaría hacerlo todo y sentirme bien física y psicológicamente, es mi
sueño, ser una mujer normal y cualquiera”. no cumplirlos genera angustia
y culpa por una falla narcisista profunda. esto explica el profundo dolor que
se trasluce en el discurso grupal de nuestras pacientes cuando no son capaces
de cumplir con el ideal de mujer, un dolor psíquico que tan solo se apacigua
al justificarse mediante el dolor físico y el rol de enferma.
la mujer trata de proporcionar un cuidado omnipotente y así tornarse im-
prescindible para asegurar el vínculo que se percibe como intensamente
frágil. las relaciones de apego se idealizan, esperando de ellas una recipro-
cidad de este “ser para el otro” en el que se satisfagan sus necesidades sin
pedirlo. al no cumplirse la expectativa se siente humillada, minusvalorada
y, en última instancia, inadecuada. a pesar de ello, tratará de reprimir la
rabia por temor a que ésta amenace el vínculo, cuya ruptura se experimen-
taría como una falla en la propia identidad. en el ideal de la feminidad nor-
mativa, la negación de la hostilidad es nuclear dado que el objetivo último
de la “mujer buena” es cuidar y ser objeto de deseo. levinton hipotetiza
que la mujer, al tratar de cumplir con los imperativos de género mediante
el ideal de renuncia absoluta a su deseo en favor del deseo del otro, crea
una situación que favorece la aparición de abusos por parte del entorno a
los que resultará extremadamente difícil poner límites sin expresar hostili-
dad. la mujer se ve atrapada en vínculos que le hacen sentirse necesitada
y por ello devuelven un refuerzo narcisista, pero al mismo tiempo les frus-
tran por los abusos a los que se ven sometidas.
inevitablemente, la agresividad termina por expresarse a través de repro-
ches, somatizaciones o explosiones puntuales de ira que tan sólo logran
aumentar la culpa al generar un cuestionamiento de su identidad como
“mujer buena”: “me gustaría poder expresar, comentar mi dolor sin sen-
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Fibromialgia, ¿la única rebeldía posible?
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Fibromialgia, ¿la única rebeldía posible?
este corpus teórico, al igual que ningún otro, explique lo que les pasa a las
mujeres diagnosticadas de distimia y fibromialgia en su totalidad. ambas
categorías diagnósticas aúnan cuadros clínicos dispares e individuos con
su propia subjetividad no susceptible de sistematización. la teoría de gé-
nero pone el acento en los imperativos heteropatriarcales presentes en
nuestra sociedad y en toda mujer y hombre que pertenezcan a ella. estos
mandatos imponen deseos desde el exterior que pueden condicionar el ori-
gen de malestares diferenciales según el género. asimismo, pueden empu-
jar a que la expresión del malestar siga una dirección y una forma
específica. la perspectiva de género, visibilizando los imperativos hetero-
patriarcales, amplía la comprensión de la diferente expresión del sufri-
miento en mujeres y hombres.
reFerenCiAs bibliográFiCAs
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• levinton n. El superyó femenino. 1ª ed. Madrid: Biblioteca nueva; 2010.
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ricana; 2002.
194 XXviii JornaDaS naCionaleS De SalUD Mental aen. SiSo nº 64-65. invierno 2019
Fronteras y factores psicosociales en salud mental
Correspondencia: fl[email protected]
reSUMen
en este texto propongo el significado de fronteras a los factores sociales
que impiden –por los efectos de la segregación que provocan–a la mayoría
de la población –cuando no son tratados su inclusión y disfrute de las ri-
quezas generadas por la actividad económica, política, recreativa y cultural
de la comunidad.
PalaBraS Clave: frontera, segregación, sociedad, política, salud.
KeyWorDS: border, segregation, society, politics, health.
deFiniCión
Frontera según el “Diccionario de la lengua española”–es: (de fronteo) 1 con-
fín de un estado. 2 Frontis, fachada. 3 Cada una de las fajas o fuerzas que se
ponen en el serón por la parte de abajo para su mayor firmeza. 4 tablero
fortificado con barrotes que sirve para sostener los tapiales que forman el
molde de la tapia cuando se llega con ella a las esquinas o vanos. 5 límite. ú.
m. en pl. “Su codicia no tiene FronteraS”.
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Fronteras y factores psicosociales en salud mental
tesis
este trabajo defiende la tesis de que las personas que han perdido la salud
–biopsicosocialmente comprendida, ver la “Declaración de alma ata” de
la oMS, de 1978 (2)– poseen una doble Segregación: la una que deviene
de su diagnóstico –la frontera visible– y la otra derivada de las falsas ideas
de la población –la frontera invisible, al modo por ejemplo, de la invisibili-
dad hasta hace poco de las mujeres con respecto a los hombres.
Propongo leer en este sentido las “obras Completas” de rosalía de Castro,
turner ed, 1993, cuando dice en el tomo i, página 48, en el prólogo de su
primera novela publicada en 1859 con 22 años:
“…Pasados aquellos tiempos en que se discutía formalmente si la mujer tenía
alma y si podía pensar –¿se escribieron acaso páginas más bella y profundas,
al frente de las obras de rousseau que las de la autora de lelia?– se nos per-
mite ya optar a la corona de la inmortalidad, y se nos hace el regalo de creer
que podemos escribir algunos libros, porque hoy, nuevos lázaros, hemos re-
cogido estas migajas de libertad al pie de la mesa del rico, que se llama siglo
XiX… el que tenga paciencia para llegar hasta el fin, el que haya seguido pá-
gina por página este relato, concebido en un momento de tristeza y escrito
al azar, sin tino, y sin pretensiones de ninguna clase, arrójelo lejos de sí y ol-
vide entre otras cosas que su autor es una mujer. Porque todavía no les es
permitido a las mujeres escribir lo que sienten y lo que saben.”
Mujer –vale igual para el gitano, el lGtBi, el enfermo mental, el toxicó-
mano y el migrante–, excelente novelista no reconocida desde su tiempo
hasta hoy. así como los estudios sobre ella de Mauro armiños (3), (4), (5),
(6), como uno de los muchos casos de invisibilidad. o de la noticia que
María Martín y Sara rosati analizan cuidadosa y exquisitamente, publicada
en el diario “el País” del 24 de marzo de 2019 en la página 32 (7), bajo el tí-
tulo de “10 temporeras marroquíes acusaron a su jefe de acoso sexual y la-
boral en los campos de Huelva. aquella decisión les impide volver a su país
porque sus familias las repudian. el precio de denunciar los abusos en la
fresa”, que demuestra que el paso adelante de las mujeres (en la frontera
invisible) les hace pagar una factura muy cara aún –en europa en pleno
siglo XXi–. Como profesionales de la salud mental, ¿hemos de tratar las
fronteras invisibles? Por supuesto que sí.
196 XXviii JornaDaS naCionaleS De SalUD Mental aen. SiSo nº 64-65. invierno 2019
Fronteras y factores psicosociales en salud mental
dAtos de CAmpo
el contexto de salud social: en el estado –señala alfageme en su “Chequeo
a la sanidad pública”– (8) 600.000 (584.018 en datos de 2018) pacientes
aguardan una intervención quirúrgica. 1,5 millones esperan una cita con
el médico especialista. la lista de espera media es de 93 días.
en traumatología la lista de espera (157.419) es 11 días de media. Demora
del diagnóstico 6 meses –resonancia y cita con el especialista–. tiempo de
espera endoscopia 1 año. tiempo de espera para una intervención quirúrgica
de cáncer de próstata en el servicio de urología de un hospital general ter-
ciario –en Bilbao, el Hospital de Basurto, fuente “archivo personal”– 75 días.
Por cada 1.000 ciudadanos 43 esperan ser vistos por un especialista (el Mi-
nisterio de Sanidad no detalla más los datos). Millón y medio de personas
que viven en la incertidumbre con un interrogante en la cabeza –“¿llegaré
a tiempo de que la intervención quirúrgica sea eficiente?”–. 4 de cada 10
son citados más allá de 2 meses. el último barómetro sanitario –de 2018–
explicita: el 47,7% de encuestados considera que los tiempos de espera no
han mejorado –recuerden todos la voz del personaje narrador al comienzo
de la película “Casablanca”, cuando describe el anhelo de los refugiados
del régimen nazi, decir: “…esperan los salvoconductos. y esperan, y espe-
ran, y esperan…”–. el 24,3% cree que han empeorado.
el año del comienzo de los drásticos ajustes, 2012, (Desviat (9) nos lo re-
cuerda en su libro “Cohabitar la diferencia. De la reforma psiquiátrica a la
salud mental colectiva”), la oMS incluyó a españa entre los países con
mayor recorte en los presupuestos para sanidad, junto a Bulgaria, Croacia,
estonia, Hungría, islandia, irlanda, italia, Grecia, letonia, rumanía, Por-
tugal, produjo un aumento de los copagos, dejando fuera casi 400 fármacos
que anteriormente eran financiados, una mayor externalización, más ges-
tión privada y venta de hospitales públicos, la ciudadanía aguardó 100 días
para operarse, 27 días más que el año anterior.
Según datos del ine la tasa de suicidios aumentó un 11% desde el inicio de
la crisis. Sánchez Bayle –Federación de asociaciones para la Defensa de la
Sanidad Pública– contabiliza (10) que la mitad de los médicos de atención
primaria tiene cupos de entre 1.500 y 2.000 pacientes. eso en españa. en
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Fronteras y factores psicosociales en salud mental
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Fronteras y factores psicosociales en salud mental
13. Hay que eliminar las autonomías limitando en todo lo posible la capa-
cidad legislativa autonómica –perspectiva única de la política y la cultura.
14. el conocimiento, la difusión y la protección de la identidad nacional es
concebida como única. la aportación de españa a la civilización y a la his-
toria universal, con especial atención a las gestas y hazañas de nuestros hé-
roes nacionales posee una versión única –visión idealizada de las guerras,
promoción de la violencia contra el vecino.
15. Hay que derogar inmediatamente la ley de Memoria Histórica porque
se volvería a vivir una guerra civil. no puede estudiarse el pasado porque
nos volvería a dividir –el recuerdo de lo que pasó es malo, mejor el olvido.
16. la Historia no es importante. no es necesario conocerla.
estas son solo unas pocas ideas falsas, prejuicios, porque existen todavía
muchísimas más.
entre muchas otras, Giordana en su libro “la stigmatisation en psychiatrie
et en santé mentale” (14) nos recuerda entre otras cosas –se puede leer en
la página 15 del prefacio– “…la autoestigmatización por la enfermedad
misma… el ser humano desarrolla desde su más temprana infancia una re-
presentación… como menos inteligentes y menos competentes. Con estas
falsas ideas la estigmatización alcanza a los profesionales de la salud mental.
Pienso en la Historia reciente de la república argentina. el jefe del depar-
tamento de psiquiatría, modélico para el país, de un hospital general –eva
Perón– sufrió la experiencia de la desaparición de su hijo tras el golpe de
estado de los coroneles –ver el libro de Sergio eduardo visacovsky (15) “el
lanús. Memoria y política en la construcción de una tradición psiquiátrica
y psicoanalítica argentina”, en donde el autor en la página 23 se manifiesta
así: “…la relación entre lo político y un dominio institucional no político,
para poner de manifiesto el lugar crucial que tuvo en la historia política
en la argentina después de 1955, como una fuerza activa proveedora de
marcos interpretativos de los pasados de sectores sociales e institucionales
no definidos como “políticos”. tal era el caso del lanús… este lugar crucial
de lo político no fue producto de un rasgo atávico de la argentina, sino del
modo específico que asumió su proceso político: la discontinuidad demo-
crática, el autoritarismo, la violencia política y el terrorismo de estado que
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Fronteras y factores psicosociales en salud mental
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Fronteras y factores psicosociales en salud mental
ConClusiones
a. Hacer visibles las fronteras –los determinantes sociales de la salud mental.
b. Conocimiento detallado de los factores históricos que permanecen pre-
sentes y obstaculizan los procesos de cambio en salud mental (21), (22),
(23), (24), (25), (26).
c. Contar con las opiniones y las decisiones de los pacientes (27) –nuestros
mejores aliados– a los que queremos ayudar, para la valoración de los re-
sultados de los tratamientos.
d. introducción de más cambios en la naturaleza de la relación terapéutica
paciente profesional hacia una mayor democracia (28) y reparto del poder
entre los actores, basado en la cooperación, el desarrollo interpersonal y
la colaboración interinstitucional de ambas partes.
e. el exquisito respeto de los derechos humanos de los pacientes, (29), (30),
(31), (32), (33), (34), (35), (36), (37), (38), (39), (40).
f. Mayor compromiso político (41) de los profesionales para el logro de los
objetivos de atención a las necesidades sanitarias del grupo social.
g. evaluación y en su caso cierre de los establecimientos hospitalarios de
larga estancia en el estado que aún perduran.
h. Formación en educación sanitaria a los pacientes con el objetivo de fo-
mentar la promoción de la salud –también la mental– en el seno de las re-
laciones sociales.
i. aumento de la financiación dedicada a la salud (42) –política económica
progresista (43), aumento del gasto comprometido en los Presupuestos
Generales del estado, estimulación de las aportaciones de las empresas y
fundaciones privadas.
j. Mayor control en la verificación de la asistencia por parte de profesionales
competentes e imparciales –externos al Gobierno, externos al sistema.
k. adquisición de conocimientos permanente.
l. Una actitud y una Psicoterapia adecuada a la base del proceso del trata-
miento de cada paciente.
m. Prioridad para el tratamiento en atención Primaria, en red con su en-
torno, sobre el hospitalario.
204 XXviii JornaDaS naCionaleS De SalUD Mental aen. SiSo nº 64-65. invierno 2019
Fronteras y factores psicosociales en salud mental
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reras marroquíes acusaron a su jefe de acoso sexual y laboral en los campos
de Huelva. aquella decisión les impide volver a su país porque sus familias les
repudian. in El País. Xliv. 15.230. 32. Madrid: Prisa ed, 2019.
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Fronteras y factores psicosociales en salud mental
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Fronteras y factores psicosociales en salud mental
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Fronteras y factores psicosociales en salud mental
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injusticia testimonial: atravesando las fronteras
epistemológicas en salud mental
Correspondencia:
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reSUMen
la injusticia epistémica queda definida por Miranda Fricker como un mal
causado a una persona en su condición de sujeto de conocimiento. algunos
autores han estudiado la manera en la que la injusticia epistémica se mani-
fiesta en la relación médico-paciente y la asimetría epistemológica y de
poder que se derivan de la misma, concluyendo que las personas que sufren
enfermedades son más susceptibles que la población general a sufrir injus-
ticia epistémica, especialmente en lo relacionado con las patologías crónicas.
Sin embargo, la aplicabilidad de este concepto en la salud mental no ha sido
tan explorada a pesar de que la identidad social de las personas con sufri-
miento psíquico está potencialmente sujeta a un mayor grado de descrédito,
así como a la intersección con otros ejes de opresión social. Siguiendo este
planteamiento, en la primera parte del artículo presentaremos el marco de
la injusticia epistémica propuesto por Fricker. Con el objetivo de aterrizar
el marco conceptual en la práctica, expondremos una serie de viñetas clíni-
cas que consideramos pueden arrojar luz y problematizar nuestro quehacer
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Injusticia testimonial: atravesando las fronteras epistemológicas en Salud Mental
aBStraCt
epistemic injustice is defined by Miranda Fricker as a damage done to so-
meone in their capacity as a knower. Some authors have studied the way
in which epistemic injustice might operate in the doctor-patient relations-
hip and the epistemological and power asymmetry derived from it, con-
cluding that patients are more susceptible than the general population to
suffer from epistemic injustice, especially in relation to chronic illnesses.
However, the applicability of this concept in mental health has not been
adequately explored despite the fact that the social identity of people with
mental illness is potentially subject to a greater degree of discredit, as well
as the intersection with other axis of social oppresion. Following this ap-
proach, in the first part of the article we will present the framework of
epistemic injustice as proposed by Fricker. With the aim of landing the
conceptual framework into our practice, we will expose a series of clinical
vignettes that we believe can shed light and problematize our work
through the aforementioned lens. lastly, we will present some insights on
the practical implications of considering the existence of a certain form of
epistemic injustice, as well as the controversies and problematizations that
arose from it, with the aim of thinking about the implications of concei-
ving the nature of this damage from which we are partially responsible.
PalaBraS Clave: injusticia testimonial, salud mental, epistemología de la
psiquiatría.
KeyWorDS: testimonial injustice, mental health, epistemology of psychiatry.
210 XXviii JornaDaS naCionaleS De SalUD Mental aen. SiSo nº 64-65. invierno 2019
Injusticia testimonial: atravesando las fronteras epistemológicas en Salud Mental
“la separación entre los dos combatientes a muerte debe sanar de algún
modo, de forma que estemos en ambas orillas a un tiempo y veamos,
a la vez, con ojos de águila y de serpiente. o tal vez decidamos desen-
tendernos de la cultura dominante, desecharla por completo como una
causa perdida y cruzar la frontera hacia un territorio totalmente inédito
y separado. o podríamos seguir otro itinerario. las posibilidades son
numerosas una vez que hayamos decidido actuar y no reaccionar contra
algo”. (1) (p. 135)
la publicación del libro “injusticia epistémica” en 2007 (2) supuso un punto
de inflexión en el ámbito de la epistemología social angloamericana y ha
generado una serie de interesantes debates que han revitalizado dicho
campo de conocimiento. la premisa es sencilla: la injusticia epistémica es
un tipo de daño que las personas pueden sufrir en su condición específica
de sujetos de conocimiento. la autora considera que existe un vacío en la
doctrina epistemológica y ética en lo que atañe a los “aspectos éticos y po-
líticos de nuestra conducta epistémica” (p.19), por ello construye una teoría
que se centra en la epistemología de la vida cotidiana y en sus prácticas
fundamentales: el acto del testimonio y la forma en la que damos sentido
a nuestra experiencia (hermenéutica); a partir de dichas prácticas la autora
describe los dos modos fundamentales en los que la injusticia epistémica
opera. Por un lado, la injusticia testimonial se produce cuando el discurso
que una persona articula recibe un menor nivel de credibilidad de lo que
debería en otras circunstancias, basado en un prejuicio derivado de la iden-
tidad social del sujeto. la autora pone como ejemplo una persona negra
denunciando un robo con la consiguiente sombra de duda que podría exis-
tir sobre sus palabras. Por otro lado, la injusticia hermenéutica ocurre cuando
una persona no es capaz de dar sentido a lo que le sucede al existir un vacío
en los recursos interpretativos colectivos a través de los que conocemos.
el ejemplo utilizado en este caso es la dificultad que una persona atraviesa
cuando sufre acoso sexual en un contexto cultural donde no existe dicho
concepto analítico.
este marco conceptual ha sido extrapolado al ámbito de la medicina por
autores como Havi Carel e ian Kidd (3)(4)(5), quienes analizan la manera
en la que las personas enfermas son especialmente vulnerables a esta forma
de injusticia dada la asimetría de poder existente entre los pacientes y los
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Injusticia testimonial: atravesando las fronteras epistemológicas en Salud Mental
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Injusticia testimonial: atravesando las fronteras epistemológicas en Salud Mental
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Injusticia testimonial: atravesando las fronteras epistemológicas en Salud Mental
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Injusticia testimonial: atravesando las fronteras epistemológicas en Salud Mental
vigentes, de las ayudas públicas, etc. Por tanto, el poder agencial dependería
de la alineación social.
en este sentido, cabe señalar que además de la coordinación social práctica
entre los agentes, Fricker habla de una forma de poder social, el poder iden-
titario, que requiere de la coordinación, en el imaginario colectivo, de las
concepciones de las diferentes identidades sociales. Éste se puede ejercer
de forma activa por ejemplo, en el caso de la salud mental, para que la pa-
ciente se rinda ante la autoridad de la práctica discursiva paternalista de la
profesional. también podría ejercerse de forma pasiva si por el mero hecho
de estar ante una profesional la paciente se inhibe verbalmente. así en este
caso emerge la concepción de lo que significa ser cuerdo o loco o de ser
profesional o paciente, que actúan conjuntamente con otras formas de
poder identitario (v.g. género, racialización y/o clase).
Consideramos que esta forma de poder es particularmente digna de ser
contemplada puesto que, además de formar “parte intrínseca del meca-
nismo del intercambio testimonial debido a la necesidad que tienen los
oyentes de utilizar estereotipos sociales en la estrategia heurística para la
valoración espontánea de la credibilidad de sus interlocutores” (p. 40), sus
lógicas se activan de forma automática a pesar de nuestras creencias, pu-
diendo llegar a incidir en nuestras acciones aunque “ninguna de las dos
partes acepte de forma consciente que el estereotipo es veraz” (p. 38). De
este modo, cuando los prejuicios son engañosos pueden suponer un per-
juicio para la hablante, pues además de producirse una disfunción ética y
epistémica, con la consiguiente pérdida de conocimiento, ésta es desauto-
rizada como sujeto de conocimiento, con el daño que ello implica.
Por consiguiente, compartimos con Fricker la necesidad de incorporar
marcos interpretativos socialmente situados, en particular en el campo de
la epistemología, que tradicionalmente ha concebido a las participantes de
las relaciones epistémicas abstrayéndolas de las relaciones de poder social.
es decir, reivindicamos la politización de nuestras formas de concebir las
relaciones epistémicas, en las que se (re)producen relaciones de poder entre
tipos sociales. este es el caso de las ciencias psi, que ejercen un papel “re-
gulador del sufrimiento psíquico y las conductas consideradas socialmente
como excéntricas o anormales a través del diagnóstico y el tratamiento”
XXviii JornaDaS naCionaleS De SalUD Mental aen. SiSo nº 64-65. invierno 2019 215
Injusticia testimonial: atravesando las fronteras epistemológicas en Salud Mental
(12) (p.110) y que a través del modelo biomédico sostienen “una configu-
ración paternalista en la atención, donde la profesional es la experta que
sabe lo que necesita el paciente y tiene incluso el poder de obrar sin su con-
sentimiento (p. 111)”, contexto idóneo para que se produzcan situaciones
de injusticia testimonial, como ilustraremos a continuación a través de una
serie de viñetas clínicas.
Viñeta 1
acude al servicio de urgencias una paciente de 35 años por dolor de garganta,
febrícula y mialgias de 3 días de evolución. la paciente, natural de Guinea
ecuatorial, lleva en españa desde su infancia y presenta un diagnóstico de es-
quizofrenia de larga data, estable desde hace varios años. al llegar a la urgen-
cia es triada para psiquiatría con la etiqueta «paciente con historial significativo
en salud mental». al poco de empezar la valoración, la paciente se muestra
extrañada de que le vea una psiquiatra, se aclara el motivo de consulta y se
deriva al circuito general de la urgencia.
esta viñeta nos permite observar la naturaleza interseccional de los pre-
juicios en la economía de credibilidad que pesan sobre el sujeto. la paciente
está marcada por su condición racializada, de enferma mental y de género.
no podemos hablar de tres condiciones que actúen de manera indepen-
diente sino que son categorías coconstitutivas que generan un yo. Un yo
que ocasionará, como señala Fricker (2) (p.56), un prejuicio identitario que
perseguirá al sujeto a través de las diferentes dimensiones de su actividad
social. Por ello, podemos ver representada en esta viñeta lo que Fricker ca-
lifica de injusticia testimonial sistemática, en la que el sujeto es vulnerable
a los múltiples tipos de injusticia existentes.
asimismo, nos parece que resalta las repercusiones a largo plazo en el ám-
bito de la salud que se pueden dar en todos aquellos que se encuentran en
una situación de déficit de credibilidad. Se producirán retrasos en el tiempo
de diagnóstico, se harán categorizaciones diagnósticas erróneas o se omi-
tirán cuadros activos. todo ello podrá aumentar las tasas de morbi-morta-
lidad en los sujetos atendidos, teniendo esto una especial importancia en
la responsabilidad ética de las facultativas. no obstante, es una responsabi-
lidad difícil de advertir en un primer momento ya que no se trata de un
daño directo y no contamos con andamiajes conceptuales a través de las
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Injusticia testimonial: atravesando las fronteras epistemológicas en Salud Mental
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Injusticia testimonial: atravesando las fronteras epistemológicas en Salud Mental
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Injusticia testimonial: atravesando las fronteras epistemológicas en Salud Mental
Viñeta 3:
Paciente de 44 años diagnosticada de distimia y alcoholismo crónico de larga
evolución, que es derivada a la urgencia por un problema somático. a su llegada
a la urgencia solicitan itC a psiquiatría puesto que la paciente se encuentra con
un elevado cuadro de ansiedad. a la valoración la paciente refiere una conflictiva
familiar ocurrida en la últimas semanas. indica que sus familiares, que conviven
con ella, le han robado dinero que guarda en su casa. Presenta antecedentes de
múltiples consultas a la urgencia por alteraciones conductuales tras discusiones
familiares en contextos en los que la paciente presenta un estado de ebriedad
elevado. la paciente suele mantener un relato externalizador de la problemática
familiar y minimizador de su papel en la misma.
introducimos esta viñeta por la problemática desencadenada en el faculta-
tivo que le atiende. Éste presenta una incapacidad para validar el discurso
de la usuaria debido a la experiencia previa que presenta en su relación te-
rapéutica, que con el paso del tiempo ha incurrido en una disminución
paulatina de su credibilidad.
el facultativo establece un distanciamiento emocional con la paciente, sos-
teniendo su malestar actual pero recogiendo la problemática familiar de
fondo sin demasiado interés. nos parece importante señalar dicha actitud
puesto que creemos que se trata de una situación compleja que podemos
observar en nuestra práctica diaria. Desde el marco teórico de la injusticia
epistémica nos gustaría señalar que se trata de un caso complejo por los
posibles agravios que se pueden cometer contra la paciente debido al déficit
de credibilidad por el prejuicio identitario que a priori se le otorga. quere-
mos señalar, como hemos expresado a lo largo del escrito, que dicho pre-
juicio podría ocasionar no solo un daño circunstancial en el sujeto sino un
daño epistémico, que de manera consecuente haría mella en los diversos
aspectos de la actividad social y que en última instancia podría llegar a re-
legarla a un rol pasivo en la práctica discursiva, degradándola de sujeto a
objeto, es decir, dejándola sin capacidad de aportar conocimiento y por
ello cosificándola epistémicamente.
Sin embargo, esta viñeta también trae a colación los límites que presenta
el marco que abordamos. Se trata de aquello que en determinados contex-
tos puede no estar produciendo un daño ético o epistémico y que por lo
XXviii JornaDaS naCionaleS De SalUD Mental aen. SiSo nº 64-65. invierno 2019 219
Injusticia testimonial: atravesando las fronteras epistemológicas en Salud Mental
disCusión
Hemos querido traer el marco de la injusticia epistémica al ámbito de la
salud mental dado que el objeto de nuestra práctica está estrechamente
vinculado con la realidad epistémica de la persona, es decir aquella que
tiene que ver de forma específica con ser un sujeto de conocimiento y los
malestares que se derivan de ello. además, tanto el corpus teórico como
la práctica clínica dependen, o deberían depender, del testimonio de los
pacientes así como de la interpretación que realizan de su propia experien-
cia. estos dos hechos conjuntamente hacen de nuestro campo un terreno
fértil para la injusticia epistémica. esta óptica permite entender, como se-
ñalan Crichton et al. (16) cómo y por qué, a pesar de una buena predispo-
sición, los profesionales de la salud mental con frecuencia no creen a sus
pacientes, y esta mirada nos permitiría tratar de revertir una práctica a me-
nudo inconsciente, que daña a los sujetos de conocimiento y también va
en detrimento de la práctica clínica.
a lo largo del artículo hemos analizado cómo la injusticia epistémica tes-
timonial se puede manifestar de varias maneras en el contexto de los ser-
vicios de salud mental y hemos problematizado sobre los posibles daños
que se pueden derivar de la misma, ya sea en un momento inmediato,
como las repercusiones que esto puede generar a nivel de la participación
de los sujetos y la construcción de los recursos interpretativos colectivos.
asimismo creemos que el propio concepto de la injusticia epistémica es
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Injusticia testimonial: atravesando las fronteras epistemológicas en Salud Mental
XXviii JornaDaS naCionaleS De SalUD Mental aen. SiSo nº 64-65. invierno 2019 221
Injusticia testimonial: atravesando las fronteras epistemológicas en Salud Mental
AgrAdeCimientos
querríamos agradecer a iván de la Mata y a Belén González por sus apor-
taciones y críticas al manuscrito, así como por animarnos a poner por es-
crito nuestras reflexiones sobre nuestra práctica.
222 XXviii JornaDaS naCionaleS De SalUD Mental aen. SiSo nº 64-65. invierno 2019
Injusticia testimonial: atravesando las fronteras epistemológicas en Salud Mental
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224 XXviii JornaDaS naCionaleS De SalUD Mental aen. SiSo nº 64-65. invierno 2019
la hospitalización domiciliaria en salud mental:
una estrategia de intervención en crisis
para personas con problemas de salud mental
Correspondencia: [email protected]
reSUMen
oBJetivo: la hospitalización y atención domiciliaria intensiva en salud
mental aparece como una alternativa a la hospitalización convencional
para personas que atraviesan una situación de crisis o sufrimiento psíquico
intenso, permitiendo una atención en domicilio intensiva y especializada
que favorezca la recuperación de la persona en su medio. el objetivo del
XXviii JornaDaS naCionaleS De SalUD Mental aen. SiSo nº 64-65. invierno 2019 225
La hospitalización domiciliaria en salud mental: una estrategia...
aBStraCt
oBJeCtive: home treatment in mental health appears as an alternative to
conventional hospitalization for people experiencing a crisis or intense psy-
chic suffering. it allows intensive and specialized home care, enhancing re-
covery in the person´s environment. the objective of the present study is
to describe the activity carried out by the home treatment team of our
center since its inception in october 2017.
MetHoD: a descriptive analysis of the type of intervention and the profile
of people attended is presented, as well as quantitative measures such as
number of patients admitted, or average stay.
reSUltS: Home treatment in mental health is a real alternative to conven-
226 XXviii JornaDaS naCionaleS De SalUD Mental aen. SiSo nº 64-65. invierno 2019
La hospitalización domiciliaria en salud mental: una estrategia...
introduCCión
la hospitalización y atención domiciliaria intensiva en salud mental apa-
rece como una alternativa a la hospitalización convencional para personas
que atraviesan una situación de crisis o sufrimiento psíquico intenso, per-
mitiendo una atención en domicilio intensiva y especializada que favorezca
la recuperación de la persona en su medio.
Son bastantes las experiencias internacionales existentes en tratamientos
domiciliarios intensivos en personas que atraviesan un problema de salud
mental, destacando el caso de Gran Bretaña, donde a partir del año 2000
el modelo de atención domiciliaria en crisis ha sido introducido de manera
generalizada (1). en españa, ya vienen funcionando desde hace años algu-
nos programas de hospitalización domiciliaria en valencia (2), a Coruña
(3) y Barcelona (4). en el año 2017, dentro de las estrategias del Pla director
de salut mental i addiccions del departamento de salud de la Generalitat de
Catalunya, se crean varios programas nuevos en el territorio catalán, entre
los que se encuentra el nuestro.
Con el fin de integrar el funcionamiento de los nuevos dispositivos con las in-
tervenciones domiciliarias que ya se llevan a cabo desde otros programas, en
el documento marco “Modelo asistencial de alternativas a la hospitalización
XXviii JornaDaS naCionaleS De SalUD Mental aen. SiSo nº 64-65. invierno 2019 227
La hospitalización domiciliaria en salud mental: una estrategia...
nuestrA experienCiA
en nuestro centro, el programa de hospitalización domiciliaria se ha ini-
ciado en octubre de 2017. el equipo responsable está formado por una psi-
quiatra y una enfermera, además de una psicóloga a tiempo parcial.
Durante el año 2018 se han atendido a 52 personas y a sus familiares.
Se han integrado las intervenciones de alta intensidad en personas que atra-
vesaban situaciones de crisis aguda, con intervenciones de intensidad
media, en personas en las que la situación de crisis es más subaguda. De
este modo, el equipo ha ido adaptando el nivel de intensidad de la inter-
vención a cada persona y su contexto familiar y social, de forma que en al-
gunos casos se han realizado visitas domiciliarias diarias (de lunes a viernes)
228 XXviii JornaDaS naCionaleS De SalUD Mental aen. SiSo nº 64-65. invierno 2019
La hospitalización domiciliaria en salud mental: una estrategia...
desde el inicio del programa hasta el alta, y en otros la atención ha sido se-
manal desde el inicio. Habitualmente, la frecuencia de las visitas domici-
liarias ha sido mayor durante las primeras semanas del ingreso en el
programa, y se han ido espaciando durante las semanas previas al alta.
Cabe señalar que, además de las visitas domiciliarias, se ha prestado atención
telefónica, lo que ha supuesto una intervención relevante. Por una parte, el
disponer de un teléfono móvil directo al que usuarios y familiares pudiesen
dirigirse para contactar con el equipo ha aportado flexibilidad (a la hora de
cambiar horas de visita, consultar dudas o comunicarse de forma más infor-
mal, por ejemplo, a través de mensajes de Whatsapp) así como una sensación
de mayor soporte percibido. Por otra parte, ha permitido contener situacio-
nes de crisis sin necesidad de una visita domiciliaria urgente.
la media de tiempo de ingreso en nuestro programa de las personas aten-
didas en el año 2018 ha sido de dos meses. el perfil de personas atendidas
ha sido heterogéneo en cuanto a edades y diagnósticos. no obstante, la
gravedad en cuanto al nivel de sufrimiento psíquico, afectación sintomática
y funcional, y repercusión familiar ha sido un factor homogeneizador.
a continuación se adjuntan las gráficas de las distribuciones por edad y
sexo.
XXviii JornaDaS naCionaleS De SalUD Mental aen. SiSo nº 64-65. invierno 2019 229
La hospitalización domiciliaria en salud mental: una estrategia...
las personas que han sido atendidas en el programa han sido derivadas
desde otros dispositivos de la red de salud mental. Una de las prioridades
del equipo ha sido el poder dar una respuesta ágil al equipo derivador y a
la persona y su familia, intentando que el primer contacto (a veces telefó-
nico y otras veces la primera visita domiciliaria), tenga lugar en las primeras
24-48 horas tras la derivación. a continuación se muestran dos gráficas, en
las que se recogen los dispositivos derivadores, así como los dispositivos a
los que los usuarios y usuarias son derivados al alta del programa.
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La hospitalización domiciliaria en salud mental: una estrategia...
reFlexiones
la atención domiciliaria en salud mental supone un cambio de paradigma
en la atención prestada. implica entrar en contacto directo con la realidad
cotidiana de la persona, con su hogar, su familia, su entorno más próximo.
esto permite al equipo una composición más realista de la persona y de su
situación.
XXviii JornaDaS naCionaleS De SalUD Mental aen. SiSo nº 64-65. invierno 2019 231
La hospitalización domiciliaria en salud mental: una estrategia...
Por otra parte, el ser recibido en el domicilio del usuario o usuaria implica
una inversión del procedimiento habitual (suele ser el profesional el que
recibe a la persona en su consulta). De igual forma, se hace más natural y
espontánea la participación de la familia en el proceso terapéutico. este
cambio de encuadre es significativo, y modifica de forma característica la
relación terapéutica. Desde la experiencia acumulada en este primer año,
la impresión del equipo es que facilita y fortalece la alianza terapéutica,
aportando un valor añadido a la intervención prestada.
el primer contacto con el equipo es a veces telefónico o a veces directa-
mente en el domicilio de la persona. Previamente, el equipo derivador ha
informado de las características y objetivos de la intervención a la persona
y a sus familiares, y éstos han aceptado la derivación, pues se trata de un
recurso voluntario. este primer contacto con el equipo es clave para gene-
rar una relación de confianza que venza las resistencias a aceptar la entrada
en el hogar de unas personas desconocidas y que permita la colaboración
entre el sistema familiar y el equipo. Por todo ello, nuestra actitud es de
respeto, de acercamiento cálido e interés genuino por entender la situación
de la persona y su familia, y de compromiso en colaborar conjuntamente
para favorecer la resolución de la crisis. Desde una posición horizontal y
humilde, el equipo intenta facilitar espacios de diálogo, dónde cada persona
presente en la visita pueda expresar su opinión o vivencia, y se genere una
comunicación de calidad que fomente la responsabilidad compartida y la
percepción de apoyo mutuo.
Uno de los requisitos del programa es que exista un entorno familiar con-
tenedor que permita la resolución de la crisis en el domicilio sin necesidad
de realizar un ingreso hospitalario. no obstante, esta condición no siempre
se cumple, y son muchos los factores que influyen: relaciones familiares
conflictivas, sentimientos de incomprensión mutua, minimización del su-
frimiento del otro, claudicación o desesperanza. en otras ocasiones, aun-
que la predisposición familiar es positiva, otros aspectos dificultan la
inclusión de la familia en las visitas: obligaciones laborales, cuidado de hijos
u otros familiares, no convivencia en el mismo domicilio, etc.
es por ello que desde el equipo intentamos ser flexibles, adaptándonos a
las condiciones de cada persona. no obstante, fomentamos que la familia
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La hospitalización domiciliaria en salud mental: una estrategia...
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PonenCiaS
dolor y fronteras
david le breton
Profesor de sociología en la Universidad de estrasburgo. Miembro del institut Uni-
versitaire de France. Miembro del instituto de estudios avanzados de la Universidad
de estrasburgo (USiaS).
autor de numerosas obras traducidas al español. especialmente en españa: Desaparecer
de sí. Una tentación contemporánea (Siruela); La sociología del cuerpo (Siruela); Elogio del
Caminar (Siruela); El tatuaje (Casimiro); El silencio. Aproximaciones (Sequitur).
y otra serie de trabajos traducidos en argentina, México, Chile o Uruguay.
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Dolor y fronteras
nunca son rígidas, son brújulas para orientar los lazos sociales. la experiencia
del dolor a veces rompe todas estas convenciones y se sumerge en una zona
de enormes turbulencias temibles por su repercusión en el vínculo social.
el individuo que sufre tiene la experiencia de despojarse de lo esencial. Su
territorio se reduce infinitamente, pierde su libertad de movimiento.
“el dolor –dice un paciente con dolor crónico– interrumpe mi sexualidad
tanto como mi vida diaria, mi sueño, mi vida profesional y social. todo
contribuye a la pérdida de la confianza en mí, de mi autoestima, al aleja-
miento, al encierro”.
Si el dolor se localiza en un punto específico del cuerpo, el sufrimiento no
es una extensión mecánica del mismo, abarca todos los demás aspectos de
la existencia sin dejar nada en barbecho.
el individuo es proyectado a otra dimensión de la realidad donde ya no
está en absoluto en armonía con los demás.
el sufrimiento desdibuja la línea entre el interior y el exterior, la que per-
mite al hombre disfrutar de su existencia sabiendo dónde está con respecto
al mundo.
Destruye los límites que generalmente te hacen sentir a gusto y cómodo
con los demás.
tiene consecuencias físicas: reducción de la resistencia, debilitamiento, in-
capacidad funcional, náuseas, vómitos, pérdida de apetito, trastornos del
sueño, mala percepción de la imagen corporal...
Consecuencias psicológicas: pérdida de interés en el mundo, dificultad para
concentrarse, angustia.
Consecuencias sociales: disminución de las actividades profesionales,
mayor dependencia, desinterés en las ocupaciones habituales, pérdida de
la libido.
Consecuencias espirituales: pérdida del sentido de la vida, de las convicciones
religiosas o, por el contrario, aumento de la fe como último refugio, etc.
el dolor crónico en muchos pacientes confiere una sensación trágica a su
existencia que los encierra en una sensación de impotencia.
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Dolor y fronteras
Conduce a una erosión progresiva del gusto por la vida, o incluso a un co-
lapso que hace que el sufrimiento sea más apreciable. la intensidad del su-
frimiento está relacionada con la impotencia que se va agravando con el
tiempo, la creciente convicción de que el castigo es irreductible, de que no
se vislumbra ninguna alternativa para eliminarlo o reducirlo.
la depresión o la desesperanza que a veces lo acompañan, hace surgir in-
cluso la tentación del suicidio.
Cuando el dolor comienza a golpear, apenas se ve a sí mismo como dura-
dero, su irrupción implica que tarde o temprano el médico llegará al final.
De lo contrario, se vuelve impensable y desorganiza la existencia.
Cuando aparece por primera vez, nadie puede imaginar que es el comienzo
de una experiencia que todavía será inútil meses o años después.
Un dolor intratable, que va minando con su trabajo día tras día, es una fi-
gura de lo insoportable. los medios de la medicina fracasan. los recursos
culturales y personales se vuelven inadecuados, los valores de resistencia,
de paciencia colapsan poco a poco frente a un tormento que los médicos
no pueden interrumpir a pesar de sus exámenes y sus habilidades.
el paciente se siente aislado porque se queda solo ante una experiencia que
lo desmantela, ante la cual nadie tiene consejo o apoyo.
el dolor crónico, como otras enfermedades duraderas como los trastornos
psiquiátricos, por ejemplo, debilita los lazos sociales, porque en estado de
vulnerabilidad la persona molesta con sus preocupaciones interminables
y arrastra a la impotencia a sus interlocutores.
liminAlidAd
nuestras sociedades ofrecen formas de ritualización de estas situaciones.
las personas que sufren temporalmente son objeto de especial atención
por parte de quienes las rodean, aliviadas de sus tareas habituales, y son
excusadas incluso por su torpeza si es necesario. abandonan sus obligacio-
nes o sus costumbres y aplazan otras; incluso se permiten una regresión,
quejas, comportamientos que no serían aceptables en otras circunstancias.
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Dolor y fronteras
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Dolor y fronteras
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Dolor y fronteras
elegir el dolor
Sería fácil mostrarlo, por ejemplo, en la experiencia del deporte, el tatuaje,
el body art o las suspensiones. Pero para concluir, me gustaría recordar
aquí el poder paradójico de la reorganización del dolor, por lo tanto, su re-
medio para la liminalidad en otro contexto.
De hecho, también encontramos esta dimensión antropológica de la re-
constitución subjetiva en ataques al cuerpo en un contexto de sufrimiento
personal.
en el mundo penitenciario, por ejemplo, son frecuentes las lesiones que
los presos se infringen contra su integridad corporal: quemaduras de ciga-
rrillos, excoriaciones, escarificaciones, ingestión de objetos, etc.
el interno subvierte el control de la institución sobre su cuerpo. Para dar fe
del hecho de ser hombre, sólo queda mostrar su fuerza física, su violencia
o su resistencia al dolor. la institución opera un control meticuloso y hu-
millante sobre los detenidos, compromete su privacidad a través de inspec-
ciones y cacheos en el cuerpo, sobre el momento de hacer sus necesidades
o de ducharse bajo la mirada de los demás. los guardias están allí perma-
nentemente para controlar el comportamiento, o son los otros prisioneros
quienes obligan a sus cuerpos defensores a no poder tener su propio espacio.
Donde sólo queda el cuerpo para probar su existencia y posiblemente hacer
que otros lo reconozcan, el dolor infligido deliberadamente se convierte en
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Dolor y fronteras
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Dolor y fronteras
liminalidad -wikipedia
la liminalidad (del latín limes “límite” o “frontera”) es cuando no se está
ni en un sitio (que puede ser físico o mental) ni en otro. es estar en un um-
bral, entre una cosa que se ha ido y otra que está por llegar. la enfermedad,
la adolescencia, el duermevela o la locura transitoria, son estados liminales,
como también lo son los viajes, ya sean por placer o por necesidad. tam-
bién puede haber lugares liminales, como un aeropuerto o una cárcel, y
pueden ser eventos personales o grupales. el concepto de liminalidad es
una noción desarrollada en el libro “ritos de paso”, por arnold van Gen-
nep,1 tomada posteriormente por victor turner,2 y alude al estado de aper-
tura y ambigüedad que caracteriza a la fase intermedia de un
tiempo-espacio tripartito (una fase preliminal o previa, una fase intermedia
o liminal y otra fase posliminal o posterior). la liminalidad se relaciona di-
rectamente con la communitas puesto que se trata de una manifestación
anti-estructura y anti-jerarquía de la sociedad, es decir, de una situación en
donde una comunión “espiritual” genérica entre los sujetos sociales sobre-
pasaría las especificidades de una estratificación. Se trata, por consiguiente,
del momento donde las distintividades triviales quedan suspendidas, lo que
precisamente permite “el paso” entre una condición social y otra.
notAs
1
Delanty, Gerard. Community: comunidad, educación ambiental y ciudadanía Grao
(2006) en Google Books, consultado el 22 de junio de 2011
2
“liminality and Communitas”, en The Ritual Process: Structure and Anti-Structure
(new Brunswick: aldine transaction Press, 2008).
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Arquitectura de los espacios comunitarios
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Arquitectura de los espacios comunitarios
Hemos visto como en cada época varia la escala de valores y que por ello
dirige sus críticas a aspectos diferentes de los cambios que se producen.
ocurre que estas críticas pueden ser acumulativas al pervivir problemas
anteriores no resueltos, existiendo una gran confusión.
a pesar de lo sintético de lo expuesto, vemos que los problemas de la ar-
quitectura son problemas de la sociedad total.
tal afirmación y la aproximación al conocimiento de su complejidad pro-
voca que al reflexionar y al proyectar, siempre se refugie uno en lo que pa-
rece fundamental: que es la conciencia de que el sujeto protagonista es el
usuario, el hombre y el objetivo casi único: mejorar sus condiciones de
vida. Dignificarla, sin otras disquisiciones.
Hasta ahora me he referido a la arquitectura como la construcción de un
espacio para resolver una carencia social, del grupo. Su logro es exigible
como avance social.
Pero la arquitectura es algo más que eso, es lo que el autor puede añadir a
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Arquitectura de los espacios comunitarios
esto y que viene representado por la idea que subyace en ella y que es el
soporte intelectual que la mantiene. además, es personal y nace del cono-
cimiento profundo y de la mirada atenta y sensible del que la hace.
Se parte por entender que la construcción de un espacio, además de ser
eficaz e idónea para el uso a que se destina, obligación ética del autor, debe
ser sensible y estimulante para la vida del usuario. Para lo cual debe ser
capaz de sugerir otras experiencias enseñando aspectos nuevos de la reali-
dad. lo que nos hará sentir más libres al conseguir un espacio digno e es-
timulante para la vida de la sociedad que lo usa.
Porque la arquitectura no se acaba con el hecho de realizar una construc-
ción. empieza aquí, cuando la usamos y la experimentamos. Con su capa-
cidad creativa de expresar emociones desde una visión personal.
tendríamos que preguntarnos sobre el papel social del arte y recordar su
poder liberalizador cuando está íntimamente ligado a la vida, lo que parece
volver a conducirnos a una necesaria escala de valores y compromisos.
Hasta ahora he hablado sobre arquitectura. He razonado sobre ella.
Pero la arquitectura tiene corporeidad, es una construcción que se usa, su
percepción es una vivencia, se percibe a través de los sentidos. Sabemos
que uno de sus objetivos para conseguir un espacio idóneo es crear un am-
biente adecuado, al tema y al lugar. Pero la arquitectura tiene una forma y
una imagen, hablar sobre ella siempre es muy limitado. las palabras nunca
suplantan su experiencia. Por ello presento unas imágenes que sé que tam-
poco la sustituyen, pero nos pueden aproximar a lo que es, e intentar apor-
tar otra información sobre aspectos quizás más intuitivos para que nos
predispongan a otros conocimientos y así entender el profundo significado
de considerar al usuario, al hombre, como protagonista principal, acom-
pañado del objetivo de hacer su vida más digna y mejor.
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Capitalismo y subjetividad
Correspondencia: [email protected]
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Capitalismo y subjetividad
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Capitalismo y subjetividad
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Capitalismo y subjetividad
pensada por la exhibición del éxito que el sujeto mostraría, como espectá-
culo, al mundo. la contracara de esta exaltación narcisista es que, si hay
fracaso, la identificación es con el deshecho prescindible. el ejemplo de los
empleados de France télécom lo ilustra muy bien.
Pero este esfuerzo de maximización, del sujeto neoliberal, es muy fatigoso.
Christian laval menciona las descripciones que pretenden dar cuenta del
correlato psicopatológico del “[…] estado del sujeto contemporáneo, del
nuevo sujeto, (cansado de ser sí-mismo), agotado por esta carrera hacia el
siempre más. en ellas se analiza, retomando términos que vuelven con fre-
cuencia: el sufrimiento en el trabajo, la depresión generalizada, la erosión
de la personalidad, la ‘perversión ordinaria’, la cultura de la desconfianza
e incluso la desimbolización y los fenómenos psicóticos de masa”.10
Se destaca a menudo que mucha gente piensa que la burocratización de las
prácticas (sanitarias, educativas y de todo tipo) suponen una carga pesada e
ineficiente. Pero laval incide en que la eficacia fundamental de las prácticas
gerenciales se da en el plano de la subjetividad, en reformar a los individuos,
es decir que la eficacia mayor se da en el plano del consentimiento a la com-
petencia y a la evaluación. y hay que reconocer que los evaluadores están
ganando esa batalla, siempre amparados en las mejores intenciones. Siempre
buscando que el sujeto-empresa “optimice su potencial”.
el mayor éxito del neoliberalismo es que el sujeto no se vive haciendo algo
que se le impone. De este modo, la producción de esta subjetividad, es una
de las claves del éxito del proyecto neoliberal a nivel planetario. tal como ha
destacado enric Berenguer, se trata “[…] de un dispositivo productor de con-
formidad y de sometimiento a una forma de vida que se plantea siempre
como la única posible”.11 esta conformidad se hace extensiva al capitalismo
de vigilancia que permiten, y promueven, las nuevas tecnologías.
este aspecto de producción de subjetividad del neoliberalismo ha sido tam-
bién destacado por el psicoanalista lacaniano Jorge alemán, cuando señala
que el discurso capitalista, regido por un rendimiento circular ilimitado,
colapsa la experiencia simbólica. Pone el ejemplo de la transformación que
se produce, en el capitalismo actual, de lo que llamamos “pobreza”, que
ya no tiene tanto que ver con la satisfacción de las necesidades materiales.
así, lo que vemos operando en los poblados, o en las “villas miseria”, es el
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Capitalismo y subjetividad
par falta/exceso. Jorge alemán señala que “[…] el goce tapona u obtura la
división del sujeto, volviéndolo un ‘individuo’ que, incluso en medio de la
miseria más atroz, se convierte en un emprendedor de sí, en un empresario
de su vida, o en un deudor, atrapado en una real sin salida”12.
la optimización del sujeto neoliberal incluye también una neuropolítica,
la gestión de nuestro capital neuronal, que ya sabemos que tiene entre sus
cualidades la plasticidad. es por esto que algunos autores, como negri, se
refieren al capitalismo actual como capitalismo cognitivo. Pero tal vez el
aspecto más radical de la tendencia a lo ilimitado, en el capitalismo actual,
es el movimiento transhumanista y la pretensión de poder abolir la muerte
en el horizonte de este siglo. Google fundó en el año 2013 Calico, una so-
ciedad de biotecnología destinada a luchar contra el envejecimiento con
el proyecto explícito de Matar la muerte. los gurús del transhumanismo
ya están prometiendo la inmortalidad. Prometen ganarle la partida al amo
absoluto hegeliano, a la muerte.
no deja de ser sorprendente que lacan ya realizara una premonición del
sujeto actual cuando presentó su escritura del discurso del capitalista en la
Universidad de Milán, el 12 de mayo de 1972, en su conferencia titulada
“Del discurso psicoanalítico”. lacan había producido sus 4 discursos y es-
tablecido el concepto de discurso como opuesto al movimiento perpetuo,
implicando una barrera en su circuito. el discurso del capitalista, lo formula
como una modificación del discurso del amo. el discurso del capitalista, al
contrario que el discurso del amo (que es también el del inconsciente), se
basa en el rechazo de la castración, del límite.
en el discurso del capitalista el sujeto aparece dirigiendo sus propias iden-
tificaciones. Se trata aquí del sujeto determinando su propia verdad, ya que
no hay más verdad que la propia, ni un sentido mejor que otro. Por otra
parte, la circularidad del discurso, sin barrera de impotencia o de imposi-
bilidad, permite al sujeto reunirse con el objeto. esto supone un movi-
miento perpetuo del superyó como imperativo de goce.
lo que nos muestra el impasse creciente de la civilización actual es que el plus
de gozar no solo sostiene la realidad en el fantasma, sino que está a punto de
sostener la realidad en tanto tal, lo que es posible ver por todos lados: la rea-
lidad transformada en fantasma. la época de la verdad (término que ya parece
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Capitalismo y subjetividad
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Capitalismo y subjetividad
notAs
1
Jacques lacan: el Seminario, libro 7, la ética del psicoanálisis (1959-1960). Bue-
nos aires, Paidós, 1998, p. 275.
2
Pierre Dardot, Christian laval: la nueva razón del mundo. ensayo sobre la ra-
cionalidad neoliberal, Barcelona, Gedisa, 2013.
3
Pierre Dardot, Christian laval: Común. ensayo sobre la revolución del siglo XXi,
Barcelona, Gedisa, 2015.
4
Pierre Dardot, Christian laval: la pesadilla que no acaba nunca, Barcelona, Ge-
disa, 2017.
5
Pierre Dardot, Christian laval: la sombra de octubre (1917-2017), Barcelona,
Gedisa, 2017.
6
Pierre Dardot, Christian laval, enric Berenguer: el ser neoliberal, Barcelona,
Gedisa, 2018.
7
https://www.elmundo.es/economia/2019/05/06/5cd073b921efa04f1e8b476b.h
tml
8
Jacques-alain Miller, Éric laurent: el otro que no existe y sus comités de ética.
Buenos aires, Paidós, 2005, p. 343.
9
Éric laurent: entrevista realizada por or ezrati para Haaretz (publicada el 29 de
julio de 2012).
10
Presentación de Christian laval en el seminario “Pensar con la antropología”,
laboratorio Sophiapol, lunes, 30 de marzo de 2015, Universidad Paris oeste,
nanterre la Défense. disponible en http://lalibertaddepluma.org/christian-
laval-antropologia/
11
Pierre Dardot, Christian laval, enric Berenguer: el ser neoliberal, Barcelona,
Gedisa, 2018, p. 16.
12
Jorge alemán: en la frontera. Sujeto y capitalismo. Conversaciones con María
victoria Gimbel, Barcelona, Gedisa, 2014, pp. 35-36.
13
Jacques-alain Miller: “intuiciones Milanesas ii”, Cuadernos de Psicoanálisis, nº
29, p. 41.
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Contextualizando el bienestar psicosocial a través
de la ciudadanía y los derechos humanos
reSUMen
recientemente, movimientos y conceptos tales como la recuperación, de
acuerdo con el uso del término acuñado por el movimiento de activismo
en salud mental, ciudadanía (tanto como herramientas de participación
como terapéutica) o la prescripción social, entre otros, han ampliado la
gama de opciones terapéuticas de la práctica primaria y la salud mental
mediante el fortalecimiento de los vínculos entre la salud, los servicios so-
ciales y los recursos comunitarios. en línea con la decepción de algunas or-
ganizaciones de usuarios occidentales con la manera en que las
administraciones públicas han absorbido sus reclamaciones, transformando
un proceso de abajo hacia arriba en otro de arriba hacia abajo, se busca dis-
cutir el papel que el compromiso social de la psicología debe desempeñar
en este proceso. en contraste con conceptualizaciones vacías y supuesta-
mente neutrales, promovemos la participación efectiva de profesionales y
usuarios en la construcción, de abajo hacia arriba, de una psicología com-
prometida y capaz de utilizar intervenciones de participación comunitaria
para mejorar y promover la salud mental.
PalaBraS Clave: Bienestar psicosocial, salud mental, ciudadanía, dere-
chos, preferencias
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Contextualizando el bienestar psicosocial a través de...
aBStraCt
recently, movements and concepts such as recovery, according to the use
of the term coined by the consumer and survivor movements, citizenship
(both as a participatory and therapeutic tools) or social prescription (among
others), have expanded the range of therapeutic options in general practice
and mental health by strengthening the links between health, social serv-
ices and community resources. in line with the disappointment of some
Western user organizations with the absorption of their claims by the ad-
ministration, transforming a bottom-up into a top-down process, we seek
to discuss the role that the social commitment of psychology should play
in this process. in contrast to empty conceptualizations disguised as “neu-
tral”, we intend to offer a bottom-up, source-embedded appreciation of
the need to effectively engage practitioners and users within the construc-
tion of a committed psychology field, able to use community engagement
interventions to promote and improve mental health.
Key WorDS: Psychosocial wellbeing, mental health, citizenship, rights,
preferences
¿psiCologíA desContextuAlizAdA?
en un artículo seminal, Cushman (1990) contextualiza la configuración
histórica del concepto del “yo” con respecto al campo de la psicología. la
psicología, argumenta, tiene el papel de “sanar el yo vacío (...) sin poder
abordar sus causas históricas” (p. 599) siendo responsable en parte del
mismo proceso de “vaciado” que afirma, y se supone que intenta abordar.
la psicología, según Cushman, se esfuerza por aparecer como una ciencia
neutral, mientras que sus intereses, sus temas, ideologías y negocios, tienen
“antecedentes históricos, constituyentes económicos y consecuencias po-
líticas” (p. 600). en este sentido, Sampson (1989) evidencia la transforma-
ción de la psicología en una disciplina en la cual la unidad funcional del
orden social se ha desplazado de la comunidad y la familia al nivel indivi-
dual influenciada por el posmodernismo. la teoría del individuo como una
entidad racional y autodirigida ha producido una serie de industrias que
son responsables de garantizar el funcionamiento adecuado de un “nuevo
yo incorpóreo”. entre estos, la salud mental, centrada en la eliminación
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Contextualizando el bienestar psicosocial a través de...
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Contextualizando el bienestar psicosocial a través de...
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Contextualizando el bienestar psicosocial a través de...
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Contextualizando el bienestar psicosocial a través de...
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Contextualizando el bienestar psicosocial a través de...
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Contextualizando el bienestar psicosocial a través de...
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Contextualizando el bienestar psicosocial a través de...
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Contextualizando el bienestar psicosocial a través de...
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Fronteras en los equipos asistenciales
Correspondencia: [email protected]
reSUMen
Se realiza un análisis de algunas de las dificultades comunes (pero no siem-
pre explicitadas) en los equipos asistenciales. Para ello se toma en conside-
ración de la idea de frontera como sustrato desde el que entender
conceptos como tarea, grupo o liderazgo. así mismo, se prestará especial
atención a la historia y situación actual del equipo de continuidad de cui-
dados del Complexo hospitalario universitario de Santiago de Compostela.
PalaBraS Clave: Frontera, equipos asistenciales, tarea, límites, liderazgo,
salud mental.
KeyWorDS: Border, care team, task, limits, leadership, mental health.
introduCCión
Como muchas veces, al no saber como empezar una presentación, o
cuando el tema propuesto puede parecer demasiado extenso o ambiguo,
o el foro incita a la creatividad, como es el caso, un principio puede ser ir
al diccionario y, a veces, lo hallado puede ser clarificador y dar pistas de
por donde debe discurrir la ponencia. al fin y al cabo, de modo intuitivo,
se nos presenta que una de las primeras fronteras para el conocimiento
puede ser el lenguaje, pero que para saberes fronterizos como los que
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Fronteras en los equipos asistenciales
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Fronteras en los equipos asistenciales
del tipo de liderazgos que puede haber en los equipos; liderazgos que
pueden ser destructivos como el del ejemplo, resultar improductivos
o ayudar a la construcción de un equipo de trabajo.
–Confín y límite: quizá las acepciones que de modo más inmediato
nos vienen a la cabeza. tenemos el equipo no sólo en frente de otros
equipos sino limitando con otros de los que se debe diferenciar. en
otro sentido además el equipo debe ser consciente de sus limitaciones
(por la norma o por la tarea).
–Frontis o fachada: sugiere la importancia de la imagen del equipo, la
identificación de sus miembros con una imagen positiva del grupo.
la gratificación que supone el reconocimiento del trabajo del equipo
facilita la identificación y posiblemente la integración en el mismo.
Pertenecer a ese equipo (al que tiene buena fachada) se convierte en
algo deseable, lo que hará que haya menos abandonos y más incor-
poraciones.
–Frontera como sostén del serón, faja que lo refuerza, que le permite
llevar más peso; en este caso nuevamente en género femenino, pare-
ciendo aludir a la función de sostén, holding, según las teorías Winni-
cot (3). aquí frontera no como límite sino como estructura que
permite que el equipo no se desborde, que no se caigan elementos
del equipo.
Si bien he querido emplear la polisemia de frontera/frontero para desarro-
llar la complejidad de la cuestión que nos ocupa, quiero ser más certero
en la definición de lo que entiendo por equipo. Con equipo sucede lo
mismo que con otros términos de uso común en salud mental, que de tan
manidos, cada vez tienen menos significado y operatividad; además de
equipo, podrían ponerse como ejemplo otras palabras como coordinación,
interdisciplinar o bio-psicosocial. aún así, a pesar de que desde la práctica
cotidiana en los servicios públicos tengamos la sensación de fracaso de
estos significantes, con una hegemonía de lo bio, estos vocablos siguen apa-
reciendo de modo destacado en los planes y documentos que dictan las
políticas de salud mental. Pongamos por caso la estrategia en Salud Mental
del Sistema nacional de Salud 2009-2013 (4):
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Fronteras en los equipos asistenciales
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Fronteras en los equipos asistenciales
la cohesión dentro del grupo. Por otra parte la acepción de grupa o grupo
como algo redondeado, el grupo como círculo, en el que todos sus miem-
bros están a la misma distancia del centro en pie de igualdad y son posibles
las interacciones cara a cara.
Generalmente se define el grupo como una reunión de personas, con algo
en común que los une y con interacción entre ellos. De acuerdo al número
de personas, las interacciones que se establecen o sus objetivos, es posible
clasificarlos (multitud, pandilla, agrupación, grupo primario, grupo secun-
dario u organización). Un equipo de trabajo sería un grupo pequeño, en
concreto un grupo primario. las características del grupo pequeño son:
– Compuesto de un número pequeño de individuos (mínimo tres),
con interacciones cara a cara entre todos los miembros, numerosas y
frecuentes.
– Se establecen relaciones afectivas entre los miembros que pueden
hacerse intensas.
– Duración que suele prolongarse unos años (de 3 a 10).
– Se da una diferenciación de funciones entre los miembros.
– existe interdependencia entre sus miembros y establecimiento de
sentimientos de solidaridad.
– Se producen acciones que tienden a la diferenciación del grupo, que
pueden resultar innovadoras, que dan lugar a cambios.
Citando a Cooley, el uso del nosotros para referirse al grupo implica una es-
pecie de simpatía y de identificación mutua de la que nosotros es la expre-
sión natural (7).
en oposición al grupo primario (equipo) estaría el grupo secundario (or-
ganización) más grande y duradero, en el que las relaciones son formales
y las acciones normativas y los movimientos responden a presiones de la
estructura, no a la dinámica grupal.
volviendo a vallejo Jiménez, este autor describe el paso de equipos de
salud mental a centros de salud mental (unidades en nuestra comunidad).
Para él este cambio implica el cambio del grupo instituyente al grupo ins-
tituido, del grupo sujeto-horizontal o transversal al grupo objeto-vertical.
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Fronteras en los equipos asistenciales
equipos en Frente de
Cuando hablamos de equipos asistenciales estamos haciendo referencia a
la tarea. entendemos el equipo como un grupo de trabajo que presta asis-
tencia a personas con problemas de salud mental. la tarea normalmente
viene definida por la organización en la cual desarrolla el trabajo ese
equipo. en el ámbito de la sanidad la tarea responde a un encargo social y
se sustenta sobre unos derechos (recogidos en leyes y decretos) y debe
tener a una planificación. Se puede dar el caso de que no exista una corres-
pondencia entre la tarea aparente (curación, recuperación, prevención) y
la real (tareas evacuatorias, listas de espera, altas, etc)
en el ámbito sanitario la referencia al equipo se da sobre todo en salud
mental y en primaria. Posiblemente campos en los que se deben enfrentar
problemas complejos, en los que una mirada reduccionista acabe llevando
al fracaso de la tarea.
no es casualidad, por tanto, la constitución de equipos para la atención a
problemas de salud mental. Sobre todo cuando se trata con los pacientes
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Fronteras en los equipos asistenciales
la puerta cerrada de la consulta puede ser una opción, pero no deja de ser una fan-
tasía, […] el equipo es la primera realidad que existe tras esa puerta (5).
¿en que se traduce todo esto en la práctica?
Por una parte en una asignación de roles en los equipos. aún en equipos
muy horizontales deberán estar definidas las funciones de cada uno de sus
miembros. en un equipo de trabajo interdisciplinar lo deseable es que
exista una puesta en común, una circulación de la información que dé lugar
a un acuerdo sobre cómo asumir la tarea en el usuario concreto, quién o
quienes lo harán y cuales serán las acciones a ejecutar. lamentablemente
muchas veces la realidad en los equipos es que no existe esta retroalimen-
tación y se acaba funcionando de acuerdo a un modelo de derivación en el
que las interacciones cara a cara son escasas. nos acabamos comunicando
a través de los pacientes que nos dan noticias del otro y a través de la his-
toria electrónica.
la referencia a los límites con los usuarios de servicios de salud mental
puede ser especialmente importante en los pacientes más graves con ten-
dencia a establecer relaciones simbióticas de dependencia. en estos casos
el equipo permite romper está relación diaica. Cuando lo que hay es una
triada en la que participa también la familia, la presencia de unos otros, no
de un único terapeuta, puede ser de especial utilidad constituyendo un
nuevo espacio de relaciones e intercambios que muestren un modo rela-
cional distinto al paciente (21).
Hablar de límites en relación a la institución y a la comunidad tiene que
ver con la capacidad de control. volviendo a la definición de frontero, el li-
derazgo puede funcionar como control de fronteras, al concebir el grupo
como un sistema abierto, con influencias de otros grupos, de la institución,
del grupo de pacientes (22). el equipo debe tener control sobre la tarea que
puede realizar (empoderado con respecto a la institución a la que perte-
nece), sobre la demanda que puede asumir (por parte de la comunidad a
la que presta servicio), sobre la entrada y salida de profesionales de los equi-
pos (esto último es muy complicado considerarlo en un servicio público,
sobre todo con la precariedad actual).
Por último la constitución de equipos de trabajo, si son operativos y la re-
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Fronteras en los equipos asistenciales
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Fronteras, nómadas y náufragos:
el laberinto institucional
José leal rubio
Psicólogo clínico. Psicoanalista. Consultor y Supervisor Clínico e institucional.
Correspondencia: [email protected]
reSUMen
“la organización compleja” era el título que me fue propuesto por los orga-
nizadores para mi participación en esta mesa cuyo tema es “Clínicas” dentro
del amplio título de la Jornadas tituladas “Fronteras”. la complejidad orga-
nizacional la transformé en el laberinto institucional para ampliar las miras
sobre el tema ya que la organización no es más que la materialización en un
espacio de lo institucional que la abarca. esa materialización de lo institucio-
nal que es la organización, siempre compleja por la multitud de factores que
en ella intervienen –humanos, físicos, de objetivos, metodológicos, etc.– de-
viene muy frecuentemente en un conjunto de fronteras, la mayoría de las
veces espacios defensivos, ocupados por sujetos unas veces nómadas, otras
sedentarios y generan efectos sobre ellos. Si las instituciones y sus organiza-
ciones están creadas para contener las ansiedades que se derivan, siguiendo
el pensamiento freudiano, de aquello que genera malestar –la caducidad del
cuerpo, el poder de la naturaleza y la dificultad de las relaciones humanas–
su disfunción genera sufrimientos como efecto del abandono y la intemperie
en la que queda el sujeto; el naufragio es la metáfora de ese sujeto en desam-
paro como efecto del grave descuido de la función contenedora que debe
cumplir la institución y sus organizaciones.
PalaBraS Clave: Fronteras, organización, sufrimiento, abandono, institución.
KeyWorDS: Borders, organization, suffereing, neglect, institution.
XXviii JornaDaS naCionaleS De SalUD Mental aen. SiSo nº 64-65. invierno 2019 301
Fronteras, nómadas y náufragos: el laberinto institucional
1. FronterAs
las muy intensas situaciones actuales de obstáculos en las fronteras geo-
gráficas y políticas para la circulación de las personas hacen que, entre otras
razones, el término frontera remita en primer lugar al predominio y re-
chazo del mismo por la hostilidad con la que en dichos lugares se trata a
aquellos que buscan donde vivir huyendo de las terribles condiciones en
las que se encuentran y los tratos que reciben. es impensable no conocer
y no conmoverse ante lo que ocurre en las fronteras entre México y eeUU;
las que separan Palestina de israel; las vallas que se construyen en toda eu-
ropa; las terribles vallas con concertinas que separan Marruecos de Ceuta
y de Melilla y el mar como terrible frontera donde quedan tantas vidas.
Marina Garcés en su libro Fuera de clase. Textos de filosofía de guerrilla, se re-
fiere a ellas cuando dice “que sean del tipo que sean, son límites que solo
se pueden traspasar bajo determinadas condiciones que algo ha impuesto.
la verdad de una frontera está en aquellos que no la han podido traspasar.”
Prefiere hablar de diferencias que se articulan. asimismo, señala Kofi
anann en el discurso de recogida del premio nobel en 2001: “las fronteras
reales de hoy no separan a las naciones sino al poderoso del desvalido, al
libre del esclavizado, al privilegiado del humillado.”
estas lecturas de la frontera como espacio inhóspito desvelan una realidad
que no es incompatible con el reconocimiento de la frontera como lugar
de evidente diferenciación, de diversidad de matices y de encuentro. Fron-
tera es todo aquello que delimita, evidencia, señala una diferencia. Desde
esa perspectiva la frontera es una realidad ante la que caben diversas inter-
pretaciones y actitudes. Puede decirse que atravesar fronteras es la perma-
nente tarea que nos impone el hecho de vivir. existe una razón fronteriza
–título de un libro de eugenio trias– que enfrenta la razón ilustrada con
todas aquellas cosas que ésta pretendía excluir como la sinrazón, el pensa-
miento mágico, el mundo de las pasiones o el pensamiento religioso. en
el límite entre la razón y sus sombras halla trías el ámbito de exploración
de una filosofía que puede denominarse “filosofía del límite”. el hombre
es en este sentido un “ser fronterizo”. la razón que corresponderá a este
ser del límite será por tanto una “razón fronteriza”.
es muy hermoso el discurso que hizo José luis Sampedro en el acto de in-
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Fronteras, nómadas y náufragos: el laberinto institucional
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Fronteras, nómadas y náufragos: el laberinto institucional
2. nómAdAs.
nómada define generalmente a comunidades o pueblos que se trasladan
de un lugar a otro, en vez de establecerse permanentemente en un solo
sitio. y van de un lugar a otro en busca de pastos o de intercambios en bien
de sus rebaños, de su familia, de sí mismos. y cruzan fronteras y territorios
a sabiendas de sus leyes y sus normas. lo nómada representa el deseo, la
necesidad humana de buscar el conocimiento y la vida en distintos lugares.
es la búsqueda frente al sedentarismo. es el cuestionamiento frente a las
certezas. la verdadera ruptura ontológica se produce en el momento en
que el ser se hace preguntas sin respuesta. todo intento humano por cono-
cer arrancaría del instante en que surge la cuestión del enigma. a partir de
ese punto, los esfuerzos por lograr el conocimiento parecen reproducirse
a través de la historia de la humanidad como reflejo de ese gesto original,
de un grito, de una experiencia que en cierto modo podemos calificar de
inefable. el concepto nómada me es especialmente útil cuando trato dos
temas de gran valor como la identidad y el saber.
el saber es nómada y no se puede ceñir al ámbito de una disciplina aunque
ésta quiera hacerlo sedentario.
la identidad es nómada porque somos sujetos en permanente búsqueda.
el nómada no es un ser perdido es un ser que busca, que sabe que ceñirse
a su territorio, ser sedentario es empobrecerse, que eso da una supuesta
confianza pero es engañosa. Por tanto, la identidad nómada es la identidad
que busca, que no se conforma, que quiere cambios, que no se resigna. el
nómada sabe que al cruzar territorios los modifica y se modifica. Si antes
señalé centralidad/fronterizo, ahora digo sedentario o nómada.
yo creo que vivimos ya en un tiempo postdisciplinar y que, por tanto, las dis-
ciplinas tal como se han ido estructurando en campos acotados se hacen ob-
soletas y solo se sostienen y, a duras penas, por la vigilancia gremial (los
colegios profesionales, los departamentos universitarios y otros) que se pre-
sentan como adalides de la pureza de una profesión pero que, en el fondo,
son defensores de un territorio de privilegios para el gremio o colectivo.
la clínica actual en salud mental es una clínica de la frontera y nómada
porque así es el sujeto y la sociedad de que se ocupa.
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Fronteras, nómadas y náufragos: el laberinto institucional
3. instituCión
las organizaciones son el sustento material de las instituciones, el lugar donde
aquellas se materializan y desde donde tienen efectos productores sobre los
individuos, operando tanto sobre sus condiciones materiales de existencia
como incidiendo en la constitución de su mundo interno.
la institución fascina, protege de las ansiedades internas que entonces son
derivadas al exterior, cuida de esas ansiedades mediante el pago de un peaje
que consiste en la debida obediencia a las leyes que impone, resuelven nece-
sidades y realizan deseos, aunque no todos.
a veces genera efectos contraproductivos, como señala ivan illich. la escuela
da instrumentos para la libertad y también la coarta en tanto es un instru-
mento de control y transmisión de valores establecidos en un determinado
momento. los servicios sociales, los servicios de salud pueden apoyar la au-
tonomía o generar dependencia y sometimiento, etc.
el ser humano encuentra en las distintas instituciones soporte y un apoyo,
un elemento de seguridad, de identidad y de inserción social. la institución
puede ser lugar de construcción y de destrucción, cura y daña, educa y
adiestra. Se mueve siempre en una paradoja; creada para contener ansie-
dades, las genera. Una excesiva contención de la ansiedad adormece; un
déficit en dicha función genera un sufrimiento estéril.
la institución es laberinto en el que es fácil perderse. Perderse es quedar
diluido o atrapado en ella.
Se puede decir que el éxito en la relación de todo sujeto en la institución
depende del equilibrio que logra producir entre lo que él o ella coloca en
la institución y lo que permite que de la institución entre en él. Un exceso
de depositación “libidinal” provoca un vínculo de dependencia y empobre-
cimiento; pero lo opuesto impide un vínculo necesario para su implicación
en las tareas.
la relación del sujeto con su organización, con sus organizaciones, siempre
es laberíntica. Siempre es lugar en algún punto engañoso porque promete
lo que no puede dar: satisfacción permanente de realización. la institución
no puede garantizar realizaciones pero sí facilitar acercarse a ello. estas
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Fronteras, nómadas y náufragos: el laberinto institucional
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Fronteras, nómadas y náufragos: el laberinto institucional
4. náuFrAgos
Señalé al principio que el naufragio del sujeto es el efecto de una falla que
está siempre vinculada a las condiciones en que se construyeron los vín-
culos y las condiciones del vivir. en alguna medida podemos decir que falló
lo institucional que, desde el origen, es imprescindible para hacer posible
la vida y la calidad de ésta. Desde hace tiempo, por efecto de la crisis eco-
nómica, pero también de valores, nos vemos confrontados con situaciones
de carencias y sufrimientos en los sujetos y en grupos de población que en
los servicios de salud mental muestran una sintomatología que creo se
puede llamar una clínica del desamparo.
Si es así que lo que se muestra con mas fiereza en la clínica actual es el
desamparo ello quiere decir que las instituciones están fallando en el cum-
plimiento de su función de sostén. y que, por tanto, el esfuerzo en los cui-
dados ha de ir acompañado de un trabajo que incida sobre las condiciones
del vivir; sin ello el imperio de lo psi será incuestionable y las profesiones
de asistencia irán al alza, pero los sujetos seguirán a la deriva. Muchos de
los sujetos con quienes nos relacionamos son náufragos, según define P.
Declerck, en su trabajo etnográfico y psicoterapéutico con personas en la
frontera de lo inhumano.
también lo son, aunque cueste decirlo, muchos profesionales y equipos
que trabajan en condiciones insuficientes por objetivos, muchas veces, im-
posibles.
tales experiencias de desamparo provocan un aumento de la indefensión,
de la precariedad y de la exclusión.
la exclusión supone un sujeto que no está, o que ya no está, integrado en
una red de solidaridad familiar, amistosa o de barrio. la precariedad no
atendida lleva a la exclusión. el excluido ya no es entonces el que vive en
precario, con escasas condiciones para un vivir digno, sino aquel que ha
superado una línea, un umbral, un pasaje, que ha llevado a cabo un salto
en el que se ausenta o es expulsado del vínculo social y de la fraternidad
del discurso.
estos riesgos de exclusión cada vez más evidentes son los que ponen en
juego la verdadera complejidad de los cuidados, de la atención y de las
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Fronteras, nómadas y náufragos: el laberinto institucional
años, por modificar las condiciones y estilos de vida y generar actitudes fa-
vorables a la libertad de los sujetos, a la seguridad del ejercicio de sus de-
rechos de ciudadanía y al derecho a que su singularidad sea respetada.
Hace falta una lectura no solo desde lo sanitario del sufrimiento humano
y que ello dé pié a prácticas transversales en las que las recetas, los consejos
y las prácticas de sustitución den paso a espacios de libertad y reconoci-
miento
la institución ofrece soluciones a los deseos de realización de los profesio-
nales y a las necesidades sentidas o generadas en los usuarios. ni unas ni
otras son enteramente realizables; ello genera frustración y un alto males-
tar en unos y otros de cuya solución depende la calidad de la atención a
dar/recibir y el vínculo de quienes participan.
el acercamiento difumina las diferencias y las articula. la clínica, si es el
desamparo, las intemperies diversas y las cada vez mas invivibles condicio-
nes de vida de la población lo que está generando los tan altos malestares
que, convertidos técnicamente en síntomas, nos llegan ha de ser una clínica
del sujeto que tenga en cuenta el contexto.
Se viene diciendo que es lo depresivo lo que predomina en la actualidad
como problema pero yo creo que solo es la expresión o el efecto de no
poder soportar exigencia para unos y condiciones para otros que impone
una vida que cada vez se hace más difícil. que llevan a la descomposición
del lazo social y por tanto al alejamiento del otro.
la clínica siempre es fronteriza y nómada y muchas veces en los márgenes.
y por ende, libre en tanto quiere ser abierta y no necesariamente protocolar
ni evidente. a veces es sobresalto.
Cuando la clínica se hace sedentaria, cuando deja de interesarse por lo que
hay a su alrededor, por los otros territorios del saber y formas de entender
y explicar el sufrimiento psíquico y los avatares de la vida, se empobrece.
Desde el lugar de trabajo en que me muevo, no es difícil ver los muchos
esfuerzos profesionales individuales y colectivos, pero también las muchas
fisuras, grandes fracturas a veces entre aquellos servicios y organizaciones
que atienden a las personas con problemas de salud mental. esas fronteras
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Fronteras, nómadas y náufragos: el laberinto institucional
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Fronteras, nómadas y náufragos: el laberinto institucional
cada uno. la cuestión es cómo nos movemos en esa fronteridad que siem-
pre somos y eso que compartimos con los otros.
a más gravedad, a mayor carencia más necesidad de disponer los recursos
de modo que garanticen los cuidados necesarios. ahí es donde más se
puede ver la dificultad para organizar coherentemente los cuidados y ha-
cerse cargo de la atención a la persona, quizás porque como me dijo un
día Moncho area mientras concretábamos mi intervención en este espacio,
“lo grave siempre es apátrida.”
bibliogrAFíA
Colina, F. (1999) “Clínica e historia”. en Álvarez, J.M., La invención de las enfer-
medades mentales. Madrid. ed. Dor S.l.
DerriDa, J. (2006) La hospitalidad. Buenos aires. ediciones la Flor.
DeClerCK, P. (2006) Los náufragos, Madrid, aen,
FreUD, S. (1.929) el malestar en la cultura. Madrid. Biblioteca nueva. Obras Comple-
tas, tomo viii.
GarCÉS, M. (2016) Fuera de clase. Textos de filosofía de guerrilla. Barcelona. Galaxia
Gutenberg.
illiCH, i. (1981) Las profesiones inhabilitantes. Barcelona. ed. Blume.
KriSteva, J. (1991) Extranjeros para nosotros mismos.
leal, J. (2016) la posición de los profesionales ante la vulnerabilidad de los sujetos
y los derechos sociales. en Revista de Treball Social (RTS) nº 207. Barcelona.
leal, J. (2018) los cuidados en el marco de una ciudadanía inclusiva. en Revista
AEN, vol. 38, nº 134
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312 XXviii JornaDaS naCionaleS De SalUD Mental aen. SiSo nº 64-65. invierno 2019
transitar la jubilación
Correspondencia: [email protected]
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Transitar la jubilación
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Transitar la jubilación
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Transitar la jubilación
“estamos en ello”, p.ej. en áreas conocidas, más de 18 años sin que la asis-
tencia pública abriese ni un solo centro ambulatorio especializado, ni tam-
poco ningún piso protegido.
en este estadio, en el que el paciente deviene en puro resto, lo llamativo es
que, al margen del esfuerzo de las familias, ni el dinero salva el precipicio
en los centros concertados, privados, simplemente lo disfraza con una
mano de pintura y protocolos rutinarios. “¿Para que voy a derivar el pa-
ciente a rehabilitación?”, se preguntaba una pensativa compañera. la es-
quizofrenia metodológica: medicamentos y aparatos caros para el paciente
“florecido”, agudo o de patología “interesante”, por los motivos que sean
y ratios de seguimiento y rehabilitación, low cost.
– no creo que esté extinguido el discurso del Manicomio. renace desde
nuestras actitudes, de pie o sentados en el despacho. Cada vez que negamos
sentido a la palabra del sujeto; lo reinventamos.
– no creo en la medicalización como santasanctorum del hacer psiquiá-
trico, confiando en medicamentos-drones que pretenden actuar con la de-
licadeza de un robot quirúrgico, sin preguntarse a qué precio está el kilo
de bienestar o el cuarto y mitad de precariedad de ese paciente concreto.
¡nuevas variantes de neurolépticos intentan ordenar las ideas sin interferir,
pulcros que son!, en el nivel de conciencia. inyectables para un cerebro des-
baratado que asiste consciente a su propio desbaratamiento, acrecentando
el horror. “¡Por favor, déjenme dormir!”
– no creo que fuese una ocurrencia genial abandonar aquellos “frondosos
espacios” donde transcurría nuestra atípica actividad clínica, mudándolos
en pequeños neomanicomios, con un pasillo como horizonte y en ocasio-
nes con reminiscencias cuasicarcelarias. Un jefe proclamaba: “los hemos
bajado del monte, los llevamos a la ciudad, ahora a un nuevo macrohospi-
tal...” pero no, no seguía la frase: “y ahora, como todo está saturado, los
vamos derivando a las áreas de apoyo, a las subcontratas concertadas, pri-
vadas…” cada vez, más cerca, más cerca de un nuevo monte y vuelta a em-
pezar, hasta la derrota final.
– no creo que la finalidad terapéutica de un ingreso implique que tenga
que ser breve porque sí!, sin ni siquiera haberte asomado por la ventana,
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Transitar la jubilación
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Transitar la jubilación
psicólogos con los psicólogos, los tS con los tS, los psiquiatras con los mé-
dicos, los residentes con los residentes, “nos hemos vuelto como neoclasis-
tas” afirmaba un colega aún en activo, “hemos dejado de interhablarnos”.
no solo hemos perdido transversalidad y versatilidad sino que, además, se
nos ha ido deteriorando el oído, a fuerza de escuchar poco.
“Hijo mío, disculpa si en estos últimos tiempos no he hablado mucho con-
tigo, pero es que no te escuchaba”, se disculpaba el padre de un paciente,
por sus silencios y distancia.
Deambulan por los despachos, muchos pacientes mudos porque abundan
los terapeutas sordos. tenemos que estar atentos a ese: “no he hablado
mucho contigo, pero es que no te escuchaba”. Hay una sensación aneste-
siante, que sobrevuela la tranquilidad con que nos hemos inoculado el rol
científico-médico; una impresión de haber optado y apostado por los pacien-
tes hablados a través de maquinas y pruebas, relegando a un muy segundo
plano a los que se presentan exclusivamente con un relato, siempre la palabra.
a propósito de los jóvenes psiquiatras, dice el mismo colega: se han acos-
tumbrado a vivir como normal una degradación asistencial de nueva cre-
ación. es la realidad que viven día a día. entre otras, atar ya no es una
excepción, es un hábito, hábito con el que, casi se recomienda. que los pa-
cientes sean remitidos desde urgencias; burocracia por el medio; retrasos
por el medio; sufrimiento por el medio.
Definitivamente, ahora la alerta se ha hecho viral, fraguando como el ce-
mento, en forma de un oscurantismo inerte. les hemos transmitido el
miedo y permitirse un posible otro criterio se considera, demodé, alocado
o simplemente temerario.
toda una generación de psiquiatras que hemos sido convocados, “obliga-
dos” en Galicia, a transitar la jubilación, y que somos deudores de todas
las incertidumbres que nos formaron, demandamos un acorde disonante,
que nos acerque al vértigo.
a la espera del tsunami estamos, mientras los pacientes siguen girando y
girando como derviches descabezados.
Pero no puedo sustraerme a recordar la primera vez que asistí a esa disonan-
cia creativa e irrepetible. antroido/Carnaval de 1975 y la fiesta derribaba la
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Transitar la jubilación
tapia del “Sanatorio” de Conxo para que el pueblo entrase y los pacientes
descubrieran que las puertas abrían en ambas direcciones. apenas tres imá-
genes de aquel día, necesarias, máxime cuando todo aquel escenario de trans-
formación, creatividad, transversalidad y múltiples neopsiquiatrías; represión
aparte, sin saber bien porqué, deliberadamente, se ha tergiversado, cuando
no, literalmente ocultado, en películas, libros, tesis doctorales, etc… editados
en un periodo reciente, al extremo de realmente pervertir la significación
real, la memoria, si de jubilación hablamos, de todo lo sucedido en apenas
dos años, de abril del 73 a julio de1975 y sin los que nada de lo que se llamó
la reforma de Conxo, se entendería.
(Proyección de tres diapositivas de la fiesta del Carnaval del 1975 en el Sa-
natorio de Conxo.1ª: entra la banda de música por la alameda central del
Sanatorio, 2ª: Publico y pacientes se confunden y funden para, como es-
pectadores, ver la actuación de la banda y de un grupo de baile tradicional,
3ª: imágenes de fusión y complicidad entre pacientes y vecinos del barrio).
Desde su creación como Manicomio en 1885, por primera vez los pacientes
compartían con los vecinos de Santiago los mismos jardines y el mismo aire.
Solo cinco minutos bastaron para decepcionar a los agoreros de cualquier
libertad, siempre vivos y siempre un lastre para cualquier innovación. en
los cinco minutos de víctor Jara, todo fue una sola barriada, la de la “nor-
malidad”.
y voy acabando. en esa psiquiatría crecí y creo. el miedo, ahora “sensatez”,
efectivamente se ha hecho pandemia dando paso a prácticas clínicas de re-
aseguramiento y control, alejándose sin remedio de un tiempo en que la
asistencia psiquiátrica asumía como propio e inherente a su quehacer, el
binomio libertad y riesgo.
45 años después, el teC goza de gran salud, y hasta se evalúa sin pudor el
beneficio económico que su uso genera. las correas son de diseño y los
wáteres no tienen tapa por si los enfermos se autolesionan con ella y esta
vez, no es porque estemos en los siglos de tenebrosos manicomios, ni por-
que no haya fármacos ni terapeutas, es algo más intrigante y sórdido.
Corriendo hacia los fonendos, hemos ido perdiendo la conciencia del po-
sible desvarío o del horror de nuevo cuño, del que nosotros, por acción o
por tedio, estamos siendo responsables.
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Transitar la jubilación
y acabo. en una de sus canciones, “las Puertas del eden”, Dylan, nos re-
gala dos versos: “en la fosa de los significados, a veces pienso que no hay
palabras”.
Pues bien, quisiera pensar que parte del misterio de estos versos sigue la-
tiendo en lo que hace de nuestra práctica algo propio que seguirá diferen-
ciando nuestro discurso de anestesistas, traumatólogos, internistas,
neurólogos, etc.
¿la respuesta?, donde Dylan la situó, en el viento.
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una intervención comunitaria
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Una intervención comunitaria
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Una intervención comunitaria
notAs
1
Colectivo Silesia, quiénes somos https://colectivosilesia.net/quienes-somos-
colectivo-silesia/
2
qué mala suerte https://www.elsaltodiario.com/vivienda/alquiler-que-mala-
suerte
3
el lado oscuro de la recuperación española: te quedarás solo y no sabrás por
qué https://blogs.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/mitologias/2018-
12-23/amigos-soledad-lado-oscuro-recuperacion_1720082/
4
Personal precario de la sanidad gallega se planta para “dejar de organizar la
miseria) https://www.eldiario.es/galicia/Personal-precario-sanidad-gallega-
organizar_0_877713065.html
5
De alcasser a Boiro, nuestras desaparecidas
https://www.pikaramagazine.com/2018/02/alcasser-desaparecidas/
6
Para evitar llegar a tal atroz futurible recomiendo encarecidamente la lectura
de al menos tienes trabajo, de naiara Puertas. y esta entrevista a la susodi-
cha: “Cómo vamos a ser demócratas si pasamos la mitad del día en espacios
que no lo son”
https://apuntesdeclase.lamarea.com/cultura/literatura/como-vamos-a-ser-
democratas-si-pasamos-la-mitad-del-dia-en-espacios-que-no-lo-son/
7
Proyecto la escalera http://www.proyectolaescalera.org/
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una mirada feminista a la salud mental
guadalupe Jiménez-esquinas
Profesora de antropoloxía Social
Facultade de Filosofía. Universidade de Santiago de Compostela
Correspondencia: [email protected]
reSUMen
este texto es una adaptación de la comunicación presentada en las XXviii
Jornadas nacionales de Salud Mental aen “Fronteras” donde, sin ánimo
de ser exhaustiva, trato de mostrar algunas de las ideas, reflexiones y pre-
guntas que han venido formulando distintas autoras aplicando una episte-
mología feminista al análisis de la psiquiatría y la salud mental. Después
de exponer el marco teórico utilizaré tres catas históricas en la historia de
las mujeres y los sustratos de locura: las brujas, las madresposas y las mu-
jeres contemporáneas.
PalaBraS Clave: mental health, feminism, anthropology, epistemology,
women history.
1. introduCCión
Parto de que en la construcción del saber científico, incluyendo la antro-
pología, la psiquiatría y las ciencias biomédicas en general ha imperado un
sesgo androcéntrico. Desde este punto de vista las mujeres se han cons-
truido como una alteridad, las “otras” respecto a un sujeto central en la
epistemología científica que han sido los hombres. Pero, además, no se
trata de una construcción de las mujeres como alteridad homóloga o equi-
valente1, una diversidad que sería bastante positiva, sino como una caren-
cia, una “falta de” respecto al sujeto central que ha incurrido en una
subvaloración de las mujeres y lo femenino que se denomina misoginia.
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Una mirada feminista a la salud mental
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Una mirada feminista a la salud mental
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Una mirada feminista a la salud mental
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Una mirada feminista a la salud mental
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Una mirada feminista a la salud mental
que sólo una mujer inestable o con una enfermedad mental podría querer
transgredir su “deber ser” como mujer-madre. también las personas trans*
siguen entendiéndose como patológicas en el DSM, precisando de un tra-
tamiento médico hormonal y un certificado psiquiátrico para “transgredir”
la cis-heteronorma y cambiar su identidad registral.
en la actualidad siguen sin tener cabida las mujeres borrachas o las adictas,
o las que gustan de salir de fiesta, o las promiscuas, las putas, las solteronas,
las golosas, las lesbianas, las personas trans* y no binarias, las feministas
organizadas, las que no quieren ser madres, las agresivas, las criminales,
las malas madres que cuidan mal de sus críos, o las que los abandonan, las
filicidas… estas son las nuevas brujas. también son brujas los hombres di-
sidentes de una masculinidad hegemónica, los afeminados, los que tienen
pluma, los objetores de conciencia, los desertores de la guerra25.
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Una mirada feminista a la salud mental
biberones. este se suponía que era el escenario ideal para que una nueva
casta de mujeres que no existía previamente: “las amas de casa”. las mu-
jeres que habían trabajado en las fábricas durante la guerra, simbolizadas
por la icónica rosie the riveter, tenían que convertirse en cuerpos dóciles28
y volver a sus casas, asumir nuevos roles y estereotipos para sostener toda
la parte invisible y no remunerada del trabajo de cuidados que redunda en
beneficio del sistema capitalista29.
estas mujeres amas de casa de clase media comienzan a desarrollar múltiples
patologías físicas pero sobre todo psíquicas: patologías autodestructivas, an-
siedad, depresión crónica (lo que ahora se denomina distimia), el “cansancio
del ama de casa”, dolores generalizados, síndrome de fatiga crónica, alcoho-
lismo, “desmedido deseo sexual”, histerismo, obsesión por la limpieza, neu-
rosis, altas tasas de suicidio, etc. el llamado “problema que no tiene nombre”
comienza a preocupar a los psicólogos, psiquiatras y a las revistas para público
femenino. estas nuevas patologías se atribuían, por parte de los psicoanalis-
tas, a un problema de tipo sexual, neurosis específicamente femeninas cuya
causa residía en nuestros órganos reproductivos (útero, ovarios, hormonas…
), una argumentación muy peligrosa por ser naturalizadora, definitiva y poco
modificable. Desde la pedagogía estas patologías se atribuían a un exceso de
educación universitaria que influía negativamente en estas mujeres ya que,
en definitiva, nunca iban a poder ejercer la profesión para la que se habían
formado, una argumentación peligrosa pues vuelve a alejarnos del saber-
poder para mantener el sistema patriarcal.
Friedan lo atribuyó a la “mística de la feminidad”, que así se titula su obra,
o al complejo de madre-esposa que se generalizó en esta época y que insistía
en la conyugalidad, fidelidad, heterosexualidad, crianza, cuidado y cons-
trucción de una subjetividad dependiente y “para los demás” como único
fin de las mujeres independientemente de su identidad, deseo sexual, nece-
sidades… y aquí vuelve a aparecer la “naturalización” de las mujeres para
garantizar su vínculo indisoluble con el cuidado y la culpabilización como
estrategia de control y ejercicio del poder. Surgen toda una nueva oleada
de expertos en crianza, en pedagogía, en higiene y en decoración30 con una
gran cantidad de recomendaciones sobre limpieza y desinfección, trucos de
cuidado facial, comida equilibrada, caligrafía infantil, deporte y ejercicio y
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Una mirada feminista a la salud mental
artes amatorias en el lecho conyugal. Sobre las amas de casa recae la exi-
gencia de estas nuevas recomendaciones y de garantizar el bienestar físico,
mental y emocional de todos los miembros de su familia ya que, en cuanto
dejan de hacerlo, también se les atribuye la capacidad para traumatizar de
por vida, castrar a sus hijos e hijas o convertirse en madres-helicóptero o
madres-tigre. este supuesto estatus de “reinas del hogar” se desmorona en
cuanto las amas de casa pierden los referentes: la menopausia, el abandono
del marido, el “nido vacío” o pérdida del rol de cuidadora o bien la certi-
dumbre de la dependencia económica, como ha analizado de Beauvoir31.
quisiera dejar claro que esto no es sólo una cuestión “de género”, de una
atribución diferente de roles entre hombres y mujeres y que, por tanto,
con un pequeño ajuste puede solucionarse. Se trata de una cuestión de
poder y por tanto es desde un punto de vista feminista, como movimiento
social y como epistemología, desde donde hay que interrogar y abogar por
derogar todo el sistema patriarcal. las casas repletas de rulos y bigudíes,
de yogurteras y centros de planchado, de ajuares bordados a punto de cruz
y pañales lavables, funcionaban como cárceles para mantener un sistema
de poder jerárquico, desigual e injusto que provocaban una profunda frus-
tración e insatisfacción bajo una aparente voluntad y consentimiento. Cui-
dado, porque estos trabajos de cuidado son absolutamente importantes ya
que, de hecho, nos va la vida en ello. Son básicos, fundamentales para nues-
tra supervivencia aunque no se remuneren, no se reconozcan, no se valo-
ren y sirvan para mantener a a las mujeres alejadas del poder reforzando
una subjetividad dependiente, de impotencia e infravaloración crónica.
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Una mirada feminista a la salud mental
parte parece ser que, ya que el sistema biomédico es androcéntrico, los do-
lores, sufrimientos y enfermedades de las mujeres tardan más en ser tomados
en serio, tratados u operados de una forma satisfactoria32. nuestros expertos
y especialistas tampoco tienen la solución sino que, muchas veces, sirven
sólo para certificar nuestra locura o extender una receta.
las mujeres estamos hipermedicadas para reducir la ansiedad, el insomnio,
la tristeza, la melancolía, para subsanar los estados no productivos. De tal
forma que las mujeres consumimos el doble de psicofármacos e hipnose-
dantes que los hombres, tanto legales como ilegales. el perfil de consumi-
dora es de mujeres adultas, de mediana o avanzada edad, con nivel de
estudios bajo, divorciadas o separadas y dedicadas al trabajo doméstico o
sin trabajo33 y que no buscan sustancias para la experimentación sino, más
bien, para la evasión. y, en este informe vuelve a aparecer la histórica aso-
ciación de las mujeres con la enfermedad mental “las mujeres s[on] más
proclives al diagnóstico de enfermedades mentales y, con ello, a la prescrip-
ción de antidepresivos y somníferos”. aquí se nos señala, de nuevo, las ma-
nifestaciones más visibles o el problema que estas mujeres suponen para
el orden social pero no las causas subyacentes de estas cifras tan alarmantes.
Creo que va siendo hora de preguntarnos qué nos está pasando, mujeres,
¿de verdad estamos tan enfermas? en este sentido creo que seguimos in-
mersas en un estado de perpetua minusvaloración, combinando el perfil
de transgresoras del deber ser de género y de exacerbación, tanto brujas
como madresposas, sin llegar a ser ninguna de las dos. que vivimos en un
ritmo trepidante de dobles, triples y cuádruples jornadas cuyos resultados
en nuestra salud todavía están por verse. que vivimos con el miedo cons-
tante que no ha perseguido toda la historia, bajo la estrategia del gasligh-
ting o con el miedo a caer en el saco de la locura. Un saco en el que ya
estábamos antes de nacer.
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Una mirada feminista a la salud mental
notAs
1
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2
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tedra, 1995.
3
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hasta Freud. Madrid: Cátedra, 1994.
4
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5
HaraWay, D. Ciencia, cyborgs y mujeres. La reinvención de la naturaleza. Madrid:
Cátedra, 1995.
6
ver por ejemplo:
ortner, S. ¿es la mujer con respecto al hombre lo que la naturaleza con
respecto a la cultura? en HarriS, o. y yoUnG, K. Mujer, cultura y sociedad.
Madrid: Cátedra, 1991: 109-132.
roSalDo, M. Mujer, cultura y sociedad: una visión teórica. en HarriS, o. y
yoUnG, K. Mujer, cultura y sociedad. Madrid: Cátedra, 1991: 153-180.
7
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Mignolo, W. Género y descolonialidad. Buenos aires: ediciones del Signo, 2008.
8
laGarDe, M. Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas.
México: UnaM, 2005.
9
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10
HernanDo, a. La fantasía de la individualidad: sobre la construcción sociohistórica
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11
rUiz SoMavilla, MJ. y JiMÉnez lUCena, i. Género, mujeres y psiquiatría. Una
aproximación crítica. Frenia, 2003, 3(1): 7-29.
12
Cit en laGarDe, M. Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas
y locas. México: UnaM, 2005.
13
ibid.: 694.
14
lóPez iBor, J. J. ¿Cómo se fabrica una bruja? Barcelona: Dopesa, 1967. este
psiquiatra español analiza la brujería en relación a los factores sociales,
económicos y religiosos y no sólo como consecuencia de enfermedades
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Una mirada feminista a la salud mental
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Una mirada feminista a la salud mental
26
laGarDe, M. Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y
locas. México: UnaM, 2005
27
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28
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31
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32
http://catalunyaplural.cat/es/las-injusticias-atencion-sanitaria-las-mujeres-en-
fermas/
33
https://diarioenfermero.es/las-mujeres-consumen-el-doble-de-psicofarmacos-
que-los-hombres/
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tiBUrCio anGoSto SaUra: in MeMoriaM
Antón seoane
No me atrevo,
no me atrevo a escribirlo,
si te mueres.
Yo seguiré viviendo.
Fernando Colina
Chus gómez
reSUMen
Se hace un análisis psicodinámico de la función de los personajes heteró-
nimos tanto en la vida como en la obra en el poeta portugués Fernando
Pessoa (1888-1935) así como de la obsesión por autodiagnosticarse como
histérico.
PalaBraS Clave: Pessoa. Heterónimos. Psicodinámico. Histeria
SUMMary
We have done a psychodinamic analisis of the heteronimos character’s
function, in his life as well as in his work, in the portuguese poet Fernando
Pessoa (1888-1935) just us the obsession for self-diagnostic like an hysteric.
Key WorD: Pessoa. Heteronimos. Psychodinamic.Hysteria
introduCCión
el presente trabajo pretende llevar a cabo un análisis de los factores que
pudieron influir en el proceso creativo de los personajes heterónimos de
Fernando Pessoa (1888 -1935) así como si de este proceso se sirvió también
Análisis
a lo largo de sus numerosos escritos, Pessoa da continuas referencias de
su mundo psíquico y de cierta fascinación por la psiquiatría y los psiquiatras
como observadores del más allá de la realidad, dice en Paginas de Estética y
de teoría y crítica literarias:
“Propiamente el único crítico de arte o de letras debe ser el psiquiatra, porque
aunque los psiquiatras sean tan ignorantes y laterales a los asuntos como todos
los otros hombres de aquello a lo que ellos llaman ciencia, tienen aún así, delante
bibliogrAFíA
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(Pag. 42). lisboa, editorial atica. 1994
2) PeSSoa, F.: Carta a Casais Montero en Escritos íntimos, cartas e páginas autobio-
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3) idem Carta a tia anica. (Pag 127).
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1986,2 (pp. 127-135).
15) FernÁnDez De FonSeCa, a: “Fernando Pessoa” Psicopatología, 1995 15,3
(pp.137-145).
1
Psicólogo, maestro de P. Janet. introdujo en Francia el concepto de Jackson de
evolución y disolución de los síntomas positivos y negativos de las enfermedades
nerviosas aplicándola a la psicopatología de la memoria (ellemberger, El Descu-
brimiento...)
2
el saudosismo partía de la saudade como un estado de ánimo nostálgico igual-
mente influido por el sentimiento pagano de los romanos y el monoteismo de
los hebreos. era el punto de partida de una regeneración nacional. estéticamente
tiene que ver con el simbolismo y con la tradición de los cancioneros galaico por-
tugueses así como con los paisajes del romanticismo. (a. Crespo)
3
Personaje mítico, poeta, anunciado por Pessoa en sus primeros escritos, que re-
novará toda la vida portuguesa y provocará “un renacimiento extraordinario, un
resurgimiento asombroso”
4
en el esbozo inicial, que una envió, de esta misma carta (todas las cartas las es-
cribía por duplicado) hay una diferencia en cuanto a estas fechas que fija 5 días
después: “Soy también discípulo de Caeiro y aún recuerdo el 13 de Marzo de 1914,
cuando escuchando por primera vez (esto es acabando de escribir de un solo im-
pulso del espíritu) gran número del Guardador de rebaños...” (17) pag. 182.
rebeca garcía-nieto
ramón Area
ramón Area
ramón area
Carlos rey
Psicoanalista.
Psicólogo especialista en psicología clínica
Barcelona
Febrero 2020
introduCión
iniCio: Una fenomenología del comienzo tal vez nos lleva a situarnos en
el puro acontecimiento, en lo que sucede, en lo que se presenta como acción
y nos coloca en la pasividad de la víctima o el testigo. también en una
aprehensión a través fundamentalmente de lo visual y que atrapa la mi-
rada. es el afuera entra por los ojos para constituirse en experiencia y pura
descripción.
la forma en que se engarzan ser y mundo toma la forma de urgencia y
de obligatoriedad, nos domina lo exterior, y lo emocional parece responder
a una lógica de la causalidad física.
Por ejemplo, epidemia vírica que causa muertes, con alta tasa de con-
tagios, con colapso del sistema sanitario, que viaja por el mundo y que des-
encadena miedo e indefensión en los ciudadanos.
uno / el ConFinaMiento
Una población puede aceptar un confinamiento preventivo por diferentes
motivos. quedarse en casa tiene que ver con la dimensión social del ser
humano, con la aceptación de una ley, con el bien común, con lo que cada
uno de nosotros debemos hacer para así contribuir a la solución de una ca-
tástrofe global. los ciudadanos ponen en cuarentena el individualismo o,
si se prefiere, las pulsiones de satisfacción más egoístas.
el altruismo o la empatía, como parte de nuestro acabado personal, son
algunos de los determinantes que permiten esta salida hacia el bien común.
quizás sea Sócrates el ejemplo histórico que da cuenta de una aceptación
extrema de esta dimensión social del ser humano. en el año 399 a.n.e. fue
acusado de impiedad a los dioses y de corromper a la juventud. Fiel a su con-
ciencia, respetó la decisión injusta de atenas. Bebió la cicuta1 y renunció a
eludir la sentencia, pese a que tuvo oportunidades para hacerlo. Sin embargo,
esta ejemplaridad socrática suele ser ejemplo por su excepcionalidad y, por
ello, en todos los lectores del Fedón siempre asoma esa otra dimensión ante
la amenaza y que el personaje parece fue capaz de trascender1.
1
Sorprende que en la descripción que Platón hace de la muerte de Sócrates no haya referencia al-
guna a los síntomas de envenenamiento por cicuta (es una muerte terrible): temblores, parestesias,
neuralgias, delirio, alucinaciones, convulsiones, parálisis progresiva que alcanza los músculos res-
piratorios hasta producir asfixia en pocas horas pero sin que se deteriore el nivel de conciencia. al-
gunos autores han señalado que Platón habla de farmakon y no de koncion, quizás por el empleo, en
las condenas a muerte por envenenamiento, de una mezcla de sustancias entre las que estaría la ci-
cuta pero también el opio.
dos / la GUerra.
la amenaza es un enemigo y las dificultades y vicisitudes de estos días, las
propias de una guerra.
la banalidad, que antes era un exabrupto sin pudor alguno por las re-
percusiones en el sufrimiento de las personas, se convirtió en una banalidad
militarizada con capacidad total para gobernar sobre el destino de los su-
jetos: cualquier cosa es válida con tal de derrotar al virus.
en nombre de este bien, los ancianos mueren solos, se convierte en hé-
roes al personal sanitario, se increpa desde los balcones a cualquiera que
pasee por la calle, se deciden criterios para entrar en las unidades de cui-
dados intensivos o se recluta estudiantes de último curso de enfermería y
medicina.
y en nombre de este mal se justifica la ausencia de equipos de protección,
los recortes a los sistemas públicos de salud, las incapacidades para gestionar
la crisis, la descoordinación entre las distintas administraciones, la tasa de
contagio entre los profesionales de la salud, la falta de ventiladores mecánicos
y el número de camas hospitalarias para los cuidados críticos.
asistimos a una biopolítica en la que el poder sigue siendo poder. las
instituciones no han sido capaces de ocupar su lugar. las décadas de cas-
tración de lo público y de lo común, las ha dejado en un presente para la
que se muestran incapaces de pensar, de coordinar, de substraerse a ese re-
lato de guerra en el que lo virtuoso es obedecer (aunque no existan órdenes
o éstas sean completamente cambiantes y confusas).
el líder, la institución y los cargos intermedios han aceptado que esta-
mos en guerra. el líder dicta normas mientras su parte perversa sonríe ante
la excepcionalidad que lamina los mecanismos de control y los equilibrios
de poder. las instituciones, corroídas por la melancolía, se encuentran en
riesgo de desaparición como si fueran las culpables de la descoordinación
y el fracaso, con dificultades para sostener un discurso que hable de la ne-
cesidad de lo público y de lo universal por encima de los mercados, los in-
tereses corporativos y la geopolítica.
el control ciudadano durante una guerra pasa por señalar la excepcio-
nalidad (ustedes lo que necesitan es un amo fuerte), dictar normas para
tres/ el CaMBio
toda crisis lleva implícita un choque existencial, una puesta en duda de lo
que se tenía por seguro y con lo que se podía contar en los buenos y en los
malos momentos. las experiencias de sufrimiento y muerte hacen tamba-
lear esos anclajes de la existencia y dejan un poso acerca de la necesidad
de otra vida posible, de hacer y sentir todo de otra manera, más plena, más
sincera, tal vez más feliz.
en consulta se escuchan con frecuencia estas reflexiones. en los duelos,
hay momentos en que parece que todo se terminó, que lo irremediable ha
hecho acto de aparición en la vida de uno: ¿Cómo puedo seguir adelante?
¿Cómo puedo encontrar un sentido?
al tiempo, poco después o mucho después (depende de la singularidad
del sujeto y de sus circunstancias) aquello que estaba colocado en el pasado
(si lo hubiese sabido, hubiese hecho las cosas de otra manera) se desliza hacia el
presente y hacia el futuro: ya nada será igual, me molesta cómo la gente se en-
reda en nimiedades, esto me va a acompañar para siempre, nunca seré el mismo.
en ocasiones, la voluntad de cambio permanece y las personas son dife-
rentes a lo que fueron. Hay una vivencia de estar inmerso en una experien-
¿que oCultAn estos relAtos? ¿Cuál es el mensAJe? ¿qué VAlores HAy de Fondo?
¿en qué lugAr nos ColoCA A lA poblACión?
Decía que el acontecimiento se significa en crisis y que detrás de toda crisis
siempre se agazapan los conflictos. algunos relatos se erigen desde la con-
sideración de la realidad como puro acontecimiento, es decir, la narrativa
¿Cuál es el relAto que queremos Construir desde lA sAlud mentAl? ¿qué eC-
HAmos en FAltA?
el arte
Frente a esa definición de la psiquiatría como una especialidad médica he
escuchado, en numerosas ocasiones que la clínica es un arte. Me gustaría
comenzar por explorar esta cuestión, un poco más allá del contenido más
aparente de la afirmación, ese que nos dice, que la cosa tiene su miga o
que está involucrada la experiencia, el interés, los valores o la intuición.
theodor adorno en Teoría estética analiza lo artístico no solamente
como aquello que se define desde lo bello o hermoso. el arte moderno
sitúa la experiencia estética en dos ejes que le permiten constituirse como
discurso social: la autonomía y la soberanía. la autonomía del arte le
otorga a la experiencia estética una capacidad de erigirse como un modo
de conocimiento tan legítimo como la ciencia.
la ClíniCa
Gabbard en Psiquiatría psicodinámica en la práctica clínica propone una cla-
sificación jerárquica de la angustia basada en el desarrollo emocional y cog-
nitivo de los seres humanos desde su nacimiento hasta su madurez.
la angustia superyoica se corresponde con un malestar relacionado con
la imposibilidad de cumplir un ideal interno (no soy lo que debo o como debo ser).
la angustia de castración se relaciona con un sentimiento profundo de
incapacidad ante el desafío (circunstancia) y delante de aquellas figuras in-
vestidas de autoridad (el que juzga mi valía).
la angustia de separación expresa un temor a la pérdida de amor o aten-
ción (originalmente un progenitor).
la angustia persecutoria es un temor a que el exterior (el otro) invadan
nuestro interior y lo destruyan.
la angustia de desintegración da cuenta de un miedo primitivo relacio-
nado con la propia identidad física y corporal, un temor a perder los propios
límites y a fusionarse con el exterior para así desaparecer o, una preocupación
a la fragmentación del sí mismo y a la pérdida de la integridad.
las angustias intermedias (el miedo a no dar la talla y que quienes nos
rodean reparen en ello) es la propia de aquel que aguanta pese a estar a
punto de derrumbarse, de pedir ayuda, de dejarlo todo y buscar ser prote-
gido o salvado. el síntoma (un insomnio, una somatización…) se presenta
como una prueba de debilidad que debe superarse, un recuerdo íntimo de
la propia insuficiencia que siempre retorna pese a todos los esfuerzos por
dejarla definitivamente atrás.
esta vulnerabilidad de algunos sujetos ha permanecido en una pax ro-
mana durante las primeras semanas de confinamiento. es, en cierta ma-
nera, el reverso de las patologías somáticas graves que se quedan en casa
y renuncian a acudir al hospital (infartos, ictus).
la crisis económica traerá desamparo y dejará a muchas personas por
fuera de aquello que les permitía, mal que bien, desarrollar un trabajo y
la aSiStenCia
Mucho de lo hablado, de una u otra manera, ya estaba presente en el oficio.
–Sabemos que no es lo agudo de las emergencias reales y generalizadas,
donde emerge preferentemente la sintomatología mental. Hay una de-
mora temporal entre las circunstancias adversas y psicopatología, que se
corresponde con el proceso singular de construcción simbólica de lo acon-
tecido en cada sujeto, con los efectos perjudiciales en la constitución o de-
rribo de un sentido de mundo y de vida, y a la entrada progresiva de las
circunstancias deletéreas en el mundo del vínculo y de las relaciones inter-
personales.
–Hace falta también tener en cuenta que la vulnerabilidad es un hecho
complejo resultante de la acumulación de órdenes y registros distintos, do-
tados de un ritmo propio, y donde deben incluirse, sin duda alguna, las
consecuencias económicas y de empobrecimiento que seguirán a esta crisis
sanitaria.
–De la consulta telefónica y, con carácter general, de la llamada telea-
sistencia, se pueden encontrar referencias a diferentes estudios que, a pesar
de los años transcurridos, siguen a proporcionar una evidencia no definitiva
acerca de su utilidad: la videoconferencia o la teleasistencia no es lo mismo
para todas las patologías o todos los grupos de edad y, tampoco es el in-
cluso que las llamadas o los mensajes electrónicos. Por eso, más allá de una
discusión alrededor de artículos también es procedente una reflexión epis-
temológica acerca de la tecnología en la comunicación humana y de la si-
tuación en la que estamos.
tipos de ArtíCulo
1. editorial. artículo breve, generalmente encargado por el Consejo
editorial, en el que la revista toma una posición (informa, comenta,
critica o discrepa) acerca de un tema científico de actualidad. las edito-
riales irán firmadas por su autor, pero se entiende que el Consejo edi-
torial está de acuerdo con su publicación.
2. originales. trabajos de investigación que han de cumplir dos requisitos
básicos (además de los usuales de formato, redacción, orden y presenta-
ción de datos, etc.): aportar algo nuevo a un aspecto concreto del cono-
cimiento psicopatológico o psiquiátrico y ser dicha aportación de
suficiente relevancia. Su extensión no será superior a las 5.000 palabras
incluyendo resumen, tablas, gráficos y bibliografía y, como regla general,
se recomienda que el número de firmantes no sea superior a seis.
3. revisiones. artículos que abordan en profundidad la puesta al día crí-
tica de un tema monográfico, redactado por un especialista en el
mismo. las revisiones se hacen a veces por encargo. Su extensión no de-
berá superar las 7.500 palabras.
4. Artículos especiales. Sección «a propósito de...», «a velas vir», «os
eventos...». trabajos de interés sobre temas psiquiátricos o de disciplinas
envío trabajos:
Chús Gómez
Unidades Hospitalarias rehabilitación Psiquiátrica
Hospital de Piñor
estrada de Piñor, s/n
32930 Barbadás oUrenSe
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