Identidad y Roles. Homosexualidad

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FACULTAD : CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA POFESIONAL : MEDICINA HUMANA

ASIGNATURA : SEXUALIDAD HUMANA

EXPOSICIÓN
TEMAS : IDENTIDAD SEXUAL Y ROLES DE GÉNERO , HOMOSEXUALIDAD

DOCENTE : ADOLFO HERENCIA BARRIOS

ESTUDIANTE:

PARIONA BAUTISTA , KATHERYNE NICOLE

VELASQUEZ MORALES ALISSON

OLMOS SOLDEVILLA RODOLFO

TASAYCO HERNANDEZ CARMEN

GARCIA TOLENTINO GERALDINE

GONZALES AGUILAR CIELO

CICLO : XI
INDICE
1. INTRODUCCIÓN........................................................................................................3
2. CAPITULO I................................................................................................................ 4
3. RESEÑA HISTORICA.................................................................................................4
4. CAPÍTULO II............................................................................................................. 14
5. DEFINICIONES........................................................................................................ 14
6. CAPITULO III:........................................................................................................... 17
7. LA IDENTIDAD, ESTEREOTIPOS Y ROL DE GENERO ........................................17
8. CAPÍTULO V:...........................................................................................................34
9. DERECHOS MOVIMIENTOS Y POLÍTICAS............................................................34
10. CONCLUSIONES.....................................................................................................39
11. REFERENCIA........................................................................................................... 40
INTRODUCCIÓN

La Identidad de género hace referencia al concepto que se tiene de uno mismo como ser
sexual y de los sentimientos que esto conlleva; se relaciona además con cómo vivimos y
sentimos nuestro cuerpo desde la experiencia personal y cómo lo llevamos al ámbito
público independientemente de nuestro sexo biológico. Mientras que  rol de genero hace
referencia, a los  comportamiento que se percibe en la sociedad como adecuado para cada
sexo  ,por ejemplo vestir de falda ,usar maquillaje y hacer los quehaceres de casa son el
trabajo de la mujer ,y salir a trabajar o verter de camisa es para el varón. Estos temas
abarcan una serie de cuestionamientos que serán abordados a continuación

En el presente trabajo hemos considerado necesario, empezar dando algunas definiciones


que nos van ayudar a entender y diferenciar algunos términos. Además de dar a conocer un
poco cómo influyen los roles de género y estereotipos en nuestra sociedad que, a pesar de
haber aceptado algunos cambios, todavía se muestra un poco conservadora.

Dentro del trabajo abarcamos también como parte de orientación sexual, la


homosexualidad, y como esta a través de la historia ha pasado por diferentes situaciones  
que van desde haber sido considerada como una enfermedad hasta el desarrollo de
algunos movimientos como el feminismo y sin dejar de lado el tema de la salud, como se
asocia mucho con enfermedades como SIDA Y VIH.

Finalmente se tomó en cuenta algunos derechos importantes que surgen a raíz de tanta
violencia y, muertes hacia estas personas que tienen una orientación sexual diferente a la
heterosexual
CAPITULO I
RESEÑA HISTORICA
En el siguiente trabajo se desea hacer una revisión de la conducta homosexual y los roles
de género en el marco histórico, para así poder llegar a un mejor conocimiento del tema.

1.1. Los pueblos mesopotámicos:

La civilización mesopotámica, que se extendió en el tiempo desde el siglo XXX hasta el III
a.C., aproximada mente, nos es conocida sobre todo por la información reunida por
Assurbanipal en la biblioteca de Nínive y por las diferentes tablillas y bajorrelieves en que se
reflejan sus costumbres.

Esta sociedad estaba dividida en hombres libres y esclavos, existiendo una clase intermedia
entre ambos. La familia era de carácter patriarcal y la mujer estaba en una situación
claramente inferior al hombre, pudiendo ser objeto de compraventa. La poligamia estaba
aceptada y los esclavos eran marcados como el ganado.

Para algunos, la interpretación del mito de Gilgamesh es claramente homosexual. Se


señalan los diferentes tipos de espíritus malignos existentes para el hombre mesopotámico,
habla de demonios que se unen a hombres, diablos que buscan el comercio sexual con los
humanos, son los Lulu.

En los Libros Sagrados se aplican penas para las transgresiones sexuales, en general,
estando castigado con el fuego y el incesto, pero no se hace alusión directa al trato
homosexual y las prostituciones sagradas florecían en tierras babilónicas.

1.2. El antiguo Egipto

Aquí se constituye un modelo de cultura esotérica, su modo de vida, su gobierno y su arte


son obra del clima y del poderoso influjo del Nilo. No fueron una raza guerrera y su deseo
fue siempre vivir y dejar vivir. De carácter sumiso, eran pacíficos que no sospechaban que
se pudiera poner en duda la autoridad de sus sacerdotes. Los egipcios estuvieron muy
aferrados a sus creencias religiosas; los cuales llegaron a tener, cerca de doscientos dioses
y diosas.

Los cuentos populares estaban llenos de actos desordenados y lujuriosos de sus dioses, a
los que no siempre consideraban como seres superiores a los hombres, quienes podían
emplear poderes mágicos para doblegarlos a su propia voluntad.

Un papiro de unos dos mil años a.C. refiere como el dios Seth hace uso sexual del también
dios Horus. La intersexualidad mítica aparece en Egipto en el dios Haapi, divinidad del Nilo,
que habitaba más allá de la Primera catarata, en una gruta y que era macho y hembra al
mismo tiempo.

La sociedad egipcia fue en un principio matrilineal, y aún dentro de los tiempos dinásticos la
línea femenina era en ciertos aspectos, de igual valor que la masculina, especialmente, en
lo que se refiere a la elección de descendentes, herencias y redacción de últimas
voluntades. Aunque luego su organización se convirtiera en un matriarcado de tipo
teocrático, con el Faraón como Dios sobre la tierra.
Era práctica habitual el matrimonio incestuoso y con mucha frecuencia los faraones se
casaban con sus propias hermanas. El hombre acomodado tenía generalmente un cierto
número de mujeres en su harén, lo que constituía riqueza y prestigio. En los palacios se
mantenía a jóvenes de ambos sexos como protegidos, con poder sobre ellos de vida y
muerte

1.3. La Homofilia Griega.

La civilización griega nos ofrece un modelo bien conocido de civilización homofílica.

La Naturaleza va a ser, para los griegos, el fundamento primero de todo lo que hay, pero
además, la physis es armonía; se dice que la perfección de la naturaleza de cada cosa
conspira a la perfección de la común naturaleza de todas las cosas. A la voluntad habitual
de participar en esa conspiración, es justa mente a lo que los griegos dieron el nombre de
phylla, es decir amistad.

Para Platón, el fin de la amistad es la perfección de la naturaleza humana en las


realizaciones individuales de esa naturaleza que son los amigos. El eros es algo más,
vendría a ser para Aristóteles una amistad especialmente intensa.

Va a ser en Grecia donde por primera vez en la Historia de Occidente aparece en sentido
fisiológico o técnico la doctrina acerca de la intersexualidad humana.

Para un griego culto del siglo V a.C., la relación amistosa era decisiva para estar de acuerdo
con su physis. En su clásica Vida sexual en Grecia la cultura griega era totalmente
masculina y la mujer solo formaba parte del esquema del hombre como madre de sus hijos
y administradora de la casa. La antigüedad trataba al hombre, y sólo al hombre, como foco
de toda vida intelectual. Esto explica por qué la crianza y educación de las niñas se
descuidaba hasta un punto casi inimaginable

En Grecia, las mujeres vivían separadas y estaban excluidas de todo lo concerniente a la


cultura y los intereses de su país y su época, Cuando tenían que salir solo era para las
ceremonias religiosas, para los funerales de un pariente o a visitar a otras mujeres, y debían
de cubrirse con velos y acompañarse de esclavos.

La mujer no tenía ninguna influencia sobre la vida intelectual y moral, e incluso las
consideradas como libres no podían participar en la vida pública. Al estar tan degradada,
como en la mayoría de las sociedades antiguas, el placer que podía dar al hombre también
se degradó, pues en realidad era un ser inferior. Las relaciones heterosexuales fueron
consideradas como una experiencia poco ennoblecedora, casi como una necesidad
puramente biológica.

El hombre solo podía tener en estas condiciones unas relaciones sexuales de mayor calidad
a través de la relación homoerótica, en la que podía por medio del amante elegido, "apreciar
racionalmente la belleza”. La mujer se vio convertida en un simple instrumento de
reproducción

El ideal griego de amor era el dirigido a los jóvenes varones, la pedofilia y la pederastia.
Pero se trataba de una pederastia filosófica, propia de las clases, intelectuales y
dominantes. En el mundo antiguo, los jóvenes esclavos eran objeto de gran demanda, con
fines homosexuales.

En las relaciones homofílicas era regla que hubiera gran diferencia de edad entre el amante
y el amado, que debía ser joven, aunque existían excepciones.
La civilización Romana

En la Antigua Roma, la homosexualidad también se consideraba normal, aunque no había


una tendencia homoerótica entre adultos y adolescentes tan general como en Grecia.

Los primitivos romanos eran campesinos rudos y laboriosos y la mujer gozaba entre ellos de
alta estima por su capacidad de trabajo y moderación. Pero con las conquistas, las
costumbres fueron cambiando y durante la época de la República, las riquezas acumuladas
y la influencia de Oriente y la de los demás pueblos incorporados al mundo romano trajeron
como consecuencia un aumento de la poligamia y de la homosexualidad, convirtiendo a la
mujer en un objeto de placer más, aunque, a pesar de todo ésta siempre tuvo en Roma una
mayor consideración que en Grecia

Para un patricio romano, todo estaba permitido desde la vista moral. Se trataba de un
pansexualismo, en el que la homosexualidad formaba parte como un componente más. La
clase acomodada era fundamentalmente ociosa y pasaba el tiempo en continuas fiestas,
orgias y banquetes en los que cualquier manifestación sexual era posible.

Durante los dos o tres primeros siglos del Imperio Romano, la homosexualidad y la
prostitución masculina florecieron, aunque las leyes Scantinia y Julia, las prohibieron.

La primera condena legal documentada de las prácticas homosexuales se dio a principios


del siglo III a.C., pero la prostitución masculina continuó prosperando.

1.4. La Moral Virtuosa del Cristianismo

Con la llegada de Cristo y su Buena Nueva, recogida en el Nuevo Testamento, se va a


mantener, aunque de forma diferente, la sexofobia de las Viejas Escrituras

El cristianismo, al menos el de sus primeros tiempos, no sanciona con fuertes penas ni


castiga a muerte a los que cometen sodomia o adulterio, sino que persigue la interiorización
de la idea del pecado, a través del autocontrol, en detrimento de la sanción extrema

El ideal cristiano era permanecer en estado de celibato. Toda la sexualidad, incluida en


algunos casos la reproductora, como sancionables por su carácter placentero. Todas las
manifestaciones sexuales llegaron a ser pecaminosas y la castidad fue elevada a la
categoría de virtud.

El cristianismo pregonaba la igualdad entre los distintos, con lo que la mujer vio al principio
su condición elevada pero, al mismo tiempo, al desaprobar toda la sexualidad, considerando
a Eva como la fuente de iniciación al pecado, también volvía a relegarla.

En San Pablo, más que en ninguna otra parte de los evangelios, se encuentran los
argumentos que sostendrán los defensores de las tendencias cristianas oscurantistas y
represivas sobre la sexualidad que irán apareciendo desde la Edad Media hasta nuestros
días. En el Apocalipsis de San Pedro, documento del siglo II, se admite la intensidad de los
sentimientos de repulsa con que los castos reaccionaban ante los impuros, reflejados en la
minuciosidad con que se describen los tormentos con que serán afligidos después de la
muerte los adúlteros, fornicarios y homosexuales.

1.5. Reconocimiento oficial de la religión cristiana por Constantino

Fue a principios del siglo IV d.C. cuando Constantino, hijo de madre cristiana, comprendió la
importancia de esta religión y resolvió apoyarse en las Iglesias cristianas, que estaban ya
extendidas por todo el Imperio y reconoció a esta religión, que condenaba taxativamente la
pederastia, como oficial, haciendo que, a partir de entonces, la sodomía fuera un crimen
capital.

Los que las cometen instigan al diablo: "diabolica instigatione”, está prohibido a todos
cometer esta "luxure ilicite" y se obliga a los que se han encontrado culpables a confesarse
de ello al patriarca y hacer penitencia. En cuanto a los que no quieren corregirse, se les
aplicará terribles suplicios, pues no son dignos de otra cosa.

1.6. Los Reyes Católicos v el pecado nefando

Durante el reinado de los Reyes Fernando e Isabel se va a producir en España una dura
represión de carácter político-religioso.

El 17 de septiembre de 1.480 se nombraron los dos primeros frailes dominicos para que
actuasen como inquisidores en Sevilla. Poco después, el 6 de febrero de 1.481, tuvo lugar
la primera ceremonia pública o auto de fe de la flamante Inquisición y fueron quemadas en
la hoguera seis personas, acusadas de herejes. Desde entonces, los Reyes Católicos no se
limitaron a intentar restablecer el orden; querían al mismo tiempo la unidad religiosa y para
conseguirla se valdrían sobre todo del nuevo Tribunal de la Fe.

Para la Inquisición española, el pecado nefando, como la bigamia y las desviaciones


sexuales de los clérigos, fueron delitos menores, aunque no los dejara de castigar. Su
principal objetivo fueron los herejes, es decir, los judíos y los moriscos.

El castigo para los adultos mayores de 25 años era la hoguera, siguiendo una descripción
del tribunal de Zaragoza; a los menores se les azotaba y se les mandaba a prisión. En la
aplicación de la pena de muerte para el delito de sodomía, la Inquisición española fue más
moderada que los propios tribunales civiles.

Durante esta época, el bestialismo se equiparaba muchas veces con la sodomía, y esta no
solo se refería a las relaciones entre hombres, sino también al lesbianismo y, extendiendo el
concepto de contranatura a los tratos sexuales entre hombre y mujer habidos de modo
artificial

1.7. El furor calvinista. Las guerras de religión en la Europa renacentista.

 La doctrina de Calvino, impuso un régimen de terror en Europa durante los siglos XVI y
XVII.

Todos los países en los que se desarrolló la Reforma sufrieron durante años continuas
persecuciones, conocidas como Guerras de Religión y, lo que era tan solo un movimiento
religioso o, como máximo teológico, sirvió a muchos ambiciosos como excusa para tomar
las armas y procurarse posesiones o riquezas que hasta entonces no habían tenido

Al mismo tiempo que la sífilis adquiere características epidémicas, una ferocidad inusitada
se apodera de todo el continente durante los siglos XV, XVI y XVII. Por un lado, los
partidarios de la reforma verán católicos en todas partes, a quienes castigaron cruelmente, y
por otro, los que vivían en territorios donde dominaba la Iglesia Católica, lucharán contra los
herejes, en parte, por el miedo de ser ellos mismos acusados de serlo.

1.8. La intersexualidad en las Cortes europeas v la difusión del confinamiento

La vida de Luis XIV estaba llena de ruidosas aventuras amorosas, fiestas, fastuosidad y
espectacularidad. Se calculan en diez mil los servidores del rey.
En este ambiente de lujo oriental, la homosexualidad constituyo una moda y el
intersexualismo fue una manifestación más. Hombres y mujeres presumían de ropajes
llamativos con brillantes colores y costosos bordados y entre el sexo masculino era habitual
el uso de la peluca con largos bucles empolvados. El lujo y el placer de unos pocos eran
mantenidos por el trabajo del resto de la población, en medio de una pobreza creciente.

1.9. El triunfo de la burguesía. El poder empieza a ser profano.

Con la Revolución Francesa, la Monarquía Absoluta perdió todo su poder y en 1792 se


proclamó la Convención para instaurar una Constitución republicana.

Con la Convención y el Directorio, al margen del desbordamiento que no pudieron evitar, se


efectuó una labor muy útil y se reunieron las ideas racionales de los Ilustrados en una nueva
Constitución, ’’ que reconoció derechos abstractos como la igualdad de las personas, el
matrimonio civil, el divorcio, la adopción, el derecho de tenencia de los hijos ilegítimos y la
división igual de la propiedad entre los herederos.

Las ideas humanitarias de la Revolución Francesa llegarán también al campo de la


sexualidad. La sociedad está volviéndose profana y la religión empieza a perder poco a
poco influencia en las costumbres. Los homosexuales van a ser vistos desde la Revolución
no ya como pecadores, sino como enfermos, aunque las leyes los van a seguir
considerando como delincuentes.

El pensamiento de los Ilustrados hacia el comportamiento desviado es de indiferencia e


incomprensión y el pueblo va a adoptar una actitud de mofa o burla ante ellos.

1.10. La homosexualidad como enfermedad mental

En estas condiciones, las actitudes sexuales van a perder parte de su equilibrio y la


homosexualidad, junto con la prostitución o el alcoholismo, aumentaran.

La locura se separó de los Códigos Penales al comienzo del XIX. Los locos estarán bajo
control médico desde entonces, lo que hará que la enfermedad mental, se haga posible. Los
homosexuales dispondrán, en cambio, de una doble condición. A unos se les conduce a la
cárcel y a otros al lugar para los locos. No habrá un criterio; los cambios son lentos y la
influencia de los valores religiosos sigue siendo grande. Por eso, en las legislaciones del
siglo XIX, se mantendrá todavía en muchos países la pena de muerte para la sodomía.

En la adelantada Inglaterra, la moral victoriana mantuvo la máxima pena para los


homosexuales hasta 1.861 cuando en la Promulgación del Acta de Delitos contra la
Persona, se conmutó por unas penas variables entre los diez años y la cadena perpetua.

La moral puritana continuó siendo la aceptada por la burguesía, y la mujer venía a ser un
objeto para el hombre, que la utilizaba para procurarse placer, las prostitutas, o para
asegurar la descendencia de la familia, como madre. En estas condiciones, la frigidez debió
de ser habitual entre las mujeres burguesas.
El socialismo feminista en Alemania
Los precursores del socialismo científico, Karl Marx y Friedrich Engels, establecieron las
bases del pensamiento socialista sobre la cuestión de la mujer. Engels en su libro El origen
de la familia, la propiedad privada y el Estado (1884) equiparaba la dominación de clase,
con la dominación de la mujer por el hombre. Sin embargo, para ambos la emancipación de
la mujer sólo se haría realidad tras una revolución socialista que liquidara el capitalismo. La
lucha de las mujeres debía subordinarse y articularse a la lucha de clases, ya que no había
diferencia alguna entre sus objetivos. Para Marx y Engels la igualdad política entre los
sexos era una condición necesaria para la plena emancipación de la sociedad; además
comprenden que la base fundamental de la emancipación femenina era su independencia
económica frente al hombre.

1.11. La mentalidad anatomo clínica.

Hacia la mitad del siglo XIX, la homosexualidad esta ya bien caracterizada como
enfermedad mental. En 1.835, el especialista inglés Morrison describe casos de sodomía
calificándolos de "monomanía con propensión anormal" y dice que "tratándose de
característica tan detestable, es un consuelo saber que a veces es consecuencia de la
demencia"

Desde la segunda mitad del siglo XIX, una de las actitudes predominantes en la medicina es
la que considera al enfermo solo como un objeto de estudio para conseguir un diagnóstico
físico lo más espectacular posible. SI tratamiento, en cambio, va a ser inexistente.

La psiquiatría científica alemana trataba de relacionar directamente los trastornos psíquicos


con alteraciones en el sistema nervioso central. Los aspectos sociales y psicológicos no
serán considerados, porque a los psiquiatras no les era muy conveniente, al haber tornado
partido por la preponderante burguesía y formar parte del orden establecido, que
consideraba a los homosexuales como personas corrompidas y despreciables.

Desde la segunda mitad del siglo XIX, los nuevos sexólogos van a encontrar múltiples
variantes de la homosexualidad. Por un lado, se recupera el concepto de hermafroditismo
para explicarla y, así, por ejemplo, Ulrichs, el creador del término uranismo, y a quien
muchos consideran el pionero de los movimientos de liberación homosexual. Ulrichs luchó
toda su vida por dignificar la "condición diferente" ante la sociedad, aunque no ganara de
mucho éxito al mantener sus teorías.

1.12. El gran renovador: Sigmund Freud

En 1905, Freud publica por primera vez sus Tres ensayos para una teoría sexual, que van a
tener inmediatamente una enorme influencia. En realidad, muchos de los conocimientos
actuales sobre la homosexualidad son tan ya presente en la obra freudiana. Partiendo del
concepto de libido, para Freud existirían desviaciones respecte al objeto heterosexual
normal, hacia una persona del mismo sexo sexuales, o mejor invertidas, y al hecho mismo
de inversión.

Freud continúa empleando el término de aberración sexual. Clasifica a los invertidos en


absolutos, aquellos que no pueden realizar el acto sexual normal, relativos o anfígenos
(hermafroditas psicosexuales); no exclusivos y ocasionales.

Freud se manifiesta razonable al no aceptar la estricta separación innatismo-adquisición


para comprender las causas de la homosexualidad. A los homosexuales que él llama
absolutos los califica como congénitos, pero con reparos y, para los demás, prefiere
emplear el término hermafroditismo psíquico.

Para explicar la homosexualidad, Freud utiliza la teoría de la bisexualidad. A finales del siglo
XIX, son varios los autores que recuperan esta idea, el mito del andrógino vuelve a ser
recordado, ahora de carácter científico.

Respecto a las manifestaciones sexuales preferidas por los homosexuales, lo que llama fin
sexual de los invertidos, Freud se aleja de aquellos que las relacionaban únicamente con
los contactos anales y piensa que estas son múltiples y no unitarias, llegando a manifestar
la idea de que las variaciones de expresión sexual, hasta la mera efusión sentimental son
frecuentes en los homosexuales.
El pensamiento freudiano continuó evolucionando hasta su muerte. En el año 1.935» antes
de morir en una carta a una madre nortearnericana, expone bien sus ideas sobre la
homosexualidad: " No es vicio, ni degradación, ni se la puede clasificar como enfermedad;
nosotros la consideramos como una variación de la función sexual producida por cierta
detención del desarrollo sexual, muchos individuos respetables de los tiempos antiguos y
modernos han sido homosexuales, y varios de los más grandes. Es una gran injusticia
perseguir la homosexualidad como si fuese un crimen, y es también crueldad”

Fara el viejo Freud, la homosexualidad es solo una variante sexual. Ni abominación, ni


pecado, ni degeneración o aberración y su tratamiento, en el sentido de cambiar la dirección
de las preferencias sexuales, no debe ni puede realizarse.

1.13. La ideología nacional-socialista y la homosexualidad. Nuevas técnicas de


tratamiento de los homosexuales. Las leyes nazis sobre la " Herencia morbosa "

La primera consecuencia de la llegada del nacional socialista, en lo que se refiere a la


homosexualidad, se concrete en la Exposición Oficial de Motives de una ley del 28 de junio
de 1.935 en la que se decía: "El Nuevo Estado, que pretende un pueblo fuerte en número y
vigor y moralmente sano, tiene que cornbatir enérgicamente toda acción sexual antinatural.
Contra la deshonestidad homosexual entre varones ha de luchar con especial severidad,
pues la experiencia enseña que tiene tendencia a propagarse epidémicamente y que ejerce
una influencia perniciosa sobre el pensamiento y el sentimiento de los círculos afectados "

Para los nazis, la sexualidad no es algo de Iibre disposición individual, sino un servicio más
al Estado, en su deseo de lograr el dominio absoluto sobre la población. En la nueva
ampliación del Código Penal, la homosexualidad es castigada en todas sus formas,
incluyendo las relaciones en privado entre hombres adultos, con penas variables, y dadas
las condiciones excepcionales prebélicas y de guerra poco más tarde, muchas veces con la
de muerte, bajo formas diferentes  judíos sobre todo, pero también gentes de ideología
diferente a los nazis, vagabundos, locos y homosexuales, irán a parar a los campos de
concentración, siguiendo las normas del demente Heinrich Himmler.

Los prisioneros de los campos de concentración eran identificados con un emblema, cuyo
significado servía para conocer el motivo de la detención. Para los homosexuales se eligió
un triángulo rosa, que se llevaba en la chaqueta y en la pierna derecha de los pantalones.

Ejemplos de la psiquiatría tradicional son fáciles de encontrar en aquellas fechas. Puede


servir el Tratado de J. Lange, cuya primera edición alemana es de 1935 y que tuvo, al
menos, cuatro ediciones. Sus ideas no tienen desperdicio y llega a parecer más un policía
que un médico.

El artículo 14 de la Ley de Prevención de la Herencia Morbosa permite la posibilidad de


practicarla en los homosexuales y en otros perversos, con el consentimiento de los mismos,
cuando según informe de los médicos del Estado, dicha operación sea necesaria para librar
a aquellos de su instinto sexual degenerado. Dicha medida no presupone sanción alguna.
En virtud de esa ley, muchos homosexuales fueron castrados y eliminados en los campos
hitlerianos, sin su consentimiento y con la ayuda de médicos como el psiquiatra Lange.

En el libro de Lange se explica cómo el fin del médico es la prevención de enfermedad es


más que su curación, por lo que la herencia viciosa debe ser eliminada mediante el único
medio preventivo realmente eficaz; la esterilización.

Lange está de acuerdo con esta ley y ve en su aplicación rigurosa un medio para conseguir
la disminución de las enfermedades, aunque este progreso solo será perceptible después
de largas décadas.
Otra ley nazi, complementaria de la anterior, la llamada Ley de Sanidad Matrimonial; en ella
y minuciosamente, se somete el matrimonio a control mediante la creación del certificado de
aptitud matrimonial.

La influencia de la Iglesia, a pesar de la continuada secularización, era muy grande todavía,


y sus normas sobre la sexualidad habían variado muy poco en los últimos cien años. Para
los religiosos, la homosexualidad era un pecado, cuya comisión se castigaba con el infierno,
y esta idea mantenía su gran influencia sobre el pueblo y las gentes sencillas, que desde el
nacimiento estaban adoctrinadas con estos criterios.
El feminismo del siglo XX y su lucha por la equidad
El feminismo como movimiento social y político surge de las filas de una corriente de
pensamiento que aún incipiente marcaría radicalmente una diferencia en el modo de ver la
vida y la sociedad en la época moderna: la Ilustración. Este movimiento se fue gestando a
partir de un proceso de reflexión en torno a la resignificación de la idea ilustrada de la
igualdad.
Históricamente el movimiento feminista surge como heredero de este proyecto cultural y
político que en el siglo XVIII se denominó ilustración o siglo de las luces, en donde las
feministas utilizaron el mismo argumento ilustrado, el logos, para vindicar ciertos criterios
universalistas como el concepto de ciudadanía. En las sociedades occidentales los
movimientos feministas se asocian fundamentalmente con la lucha por la obtención del
sufragio femenino, en el marco de las doctrinas liberales que reconocían la necesidad de
conceder a todos los ciudadanos, sin distinción de sexo, la igualdad de derechos políticos.
El movimiento feminista de esta época se destacaba por la lucha constante por demostrar
cómo el discurso político, filosófico, moral, educativo, cultural, sociológico y hasta religioso,
había sido formulado desde la primera persona del masculino, es decir, desde la
perspectiva dominante conocida como androcentrismo, que sostenía que los modos de
pensar en todos los ámbitos de las sociedades estaban descritos por y para los hombres.
La jerarquía de lo masculino sobre lo femenino era para las feministas de esta primera ola,
el principal obstáculo para que las mujeres salieran de esta situación de desventaja, en
cuanto a que lo femenino como sexualidad equivalía a hembra y lo masculino a macho. Si
se rompía con dichos parámetros de pensamiento y se repensaba por separado en el sexo
hembra y género femenino, las ataduras a roles específicos podrían empezar a romperse

1.14. Los homosexuales en la segunda mitad del siglo - XX.

La sociedad estaba muy rígidamente articulada por unas normas que no acertaban los tipos
de conducta diferentes, que era peligrosas y degradantes.

La utilización de vocablos como "marica" u otros similares es sinónimo de insulto mientras


que, cuando se quiere hablar bien de alguien se dice que es ”muy macho". Toda una
ideología socio política de la sexualidad se manifiesta en estas palabras. En la concepción
vulgar, al homosexual se le ve como un afeminado y a la mujer como inferior al hombre y
por eso se elogia a este al exaltar sus atributos varoniles y se le desprecia al ver en las
cualidades consideradas como femeninas.

Antes de la última gran guerra, y todavía ahora, el puritanismo hipócrita daba lugar a
verdaderas tragedias cuando en una familia los padres, horrorizados, descubrían la
condición homosexual de uno de sus hijos, a los que, o bien ignoraban desde entonces, o
arrojaban del hogar, pues no podían tolerar la convivencia con tales degenerados. Para este
tipo de padres era peor la homosexualidad de sus hijos que el que tuvieran un cáncer o
alguna otra enfermedad incurable.

Hacia la mitad de nuestro siglo se introduce en la Psiquiatría la clorpromazina, que marca


un verdadero hito en la especialidad. Muchos, a partir de entonces, la empiezan a utilizar
indiscriminadamente, consiguiendo llevar la tranquilidad y el orden a los manicomios,
Con la Clorpromazina, el sujeto queda indiferente, apático y embotado, pero, para algunos,
este es sinónimo de curación. Por si fuera poco, sobre todo en la década de los cincuenta,
se asociaban frecuentemente los choques, bien eléctricos o de otro tipo, al Largactil como
métodos habituales de tratamiento psiquiátrico.

1.15. Movimiento homófilo

Surgió tras la Segunda Guerra Mundial, aproximadamente entre 1945 y finales de la década
de 1960.

Pretendían conseguir la aceptación de los homosexuales y convertirse en miembros


respetables de la sociedad a través de dos medios: el conocimiento científico de la
homosexualidad y tratar de convencer a la sociedad de que, a pesar de las diferencias que
se reducían al ámbito privado, los homosexuales eran normales y de fiar. Se considera a
estos grupos políticamente moderados y cautelosos en comparación con los movimientos
LGBT tanto precedentes como con los que les sucedieron. Hubo alguna excepción más
radical como el comunista norteamericano Harry Hay. Sin embargo, pocos estaban
dispuestos a salir del armario, ya que se arriesgaban a ser encarcelados en la mayoría de
los países occidentales y la homofobia imperaba en la opinión pública de la época.

Una de las principales tareas que realizaron los grupos homófilos fue la de publicar revistas
que difundieran los conocimientos científicos sobre homosexualidad y trataran el tema
desde un punto de vista positivo.

1.16. Era del sida

La era del sida empezó oficialmente el 5 de junio de 1981, cuando el Centro para la
Prevención y Control de Enfermedades (de Estados Unidos) convocó una conferencia de
prensa donde describió cinco casos de neumonía en Los Ángeles. Al mes siguiente se
registraron varios casos de Sarcoma de Kaposi. La mayoría de estos pacientes eran
hombres homosexuales sexualmente activos.

Debido a la aparición de unas manchas de color rosáceo en el cuerpo de los infectados, la


prensa comenzó a llamar al sida «peste rosa», apuntando además a los homosexuales,
aunque pronto se hizo notar que también la padecían otros colectivos como los inmigrantes
haitianos en Estados Unidos, los usuarios de drogas inyectables, los receptores de
transfusiones sanguíneas y las mujeres heterosexuales.

Hasta 1984 se desconocía la causa y se sostuvieron diversas teorías sobre la posible causa
del sida. La teoría con más apoyo fue que el sida era causado por un virus. La evidencia
que apoyaba esta teoría era, básicamente, epidemiológica. En 1983 un grupo de nueve
hombres gais con sida de Los Ángeles, que habían tenido parejas sexuales en común,
incluyendo a otro hombre en Nueva York que mantuvo relaciones sexuales con tres de
ellos, sirvieron como base para establecer un patrón de contagio típico de las enfermedades
infecciosas. Esta hipótesis finalmente llevó a descubrir el VIH y se pudo empezar a
investigar su tratamiento y origen.

En un principio la comunidad gay fue culpada de la aparición y posterior expansión del sida
en Occidente. Incluso algunos grupos religiosos llegaron a afirmar que el sida era un castigo
de Dios a los homosexuales (esta creencia aún es popular entre ciertas minorías de
creyentes cristianos y musulmanes). Otros acusaron al estilo de vida «depravado» de los
homosexuales como responsable de la enfermedad.  En dicha difusión acelerada tuvo un
factor de importancia el hecho de que el uso del condón era poco habitual entre los
homosexuales, por considerarse únicamente un método anticonceptivo.
Los prejuicios descritos supusieron un paso atrás en la aceptación del hecho homosexual.
Todas las víctimas de la enfermedad en los primeros momentos sufrieron una
estigmatización, que fue doble en el caso de los homosexuales. Y los colectivos de víctimas
tuvieron que realizar esfuerzos y colaborar con la comunidad médica en campañas para dar
a conocer las verdaderas causas y formas de transmisión de la enfermedad, con objeto de
desterrar el pánico y acabar así con la discriminación.

1.17. OMS: No es una enfermedad


El 17 de mayo de 1990 se produjo uno de los hitos de la historia LGBT, la OMS retiró la
homosexualidad de la clasificación estadística internacional de enfermedades y otros
problemas de salud.Esta exclusión de la lista de enfermedades mentales fue seguida por el
resto de las organizaciones médicas del mundo: el Reino Unido hizo lo propio en 1994,
seguido por el Ministerio de Salud de la Federación Rusa en 1999 y la Sociedad China de
Psiquiatría en 2001.

Esta decisión tuvo un precedente en 1973 cuando la Asociación Estadounidense de


Psiquiatría (APA) modificó el estatus anterior de la homosexualidad, votando de manera
unánime sacar la homosexualidad de la sección «desviaciones sexuales» de la segunda
edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (el DSM-II).
CAPÍTULO II
DEFINICIONES

 ACOSO: Comportamiento agresivo repetido destinado a herir a alguien. Puede ser


físico, mental, y/o emocional. Es un comportamiento indeseado con el propósito o el
efecto de atentar contra la dignidad de una persona en un entorno intimidatorio,
degradante u ofensivo

 AFEMINADO: Tienes actitudes, gestos que se consideran propios de las mujeres.

 ANDROGINIA: Rechazo del modelo binario y defensa del potencial de dinamismo o


‘fluidez de los géneros’. Es una mezcla entre la apariencia, características y
comportamiento de hombre o mujer. Ejemplo: Físicamente intermedio, con rasgos
sexuales de hombre y de mujer, o bien un hombre o una mujer que no aparenta de
forma clara el sexo al que pertenece.

 ARMARIO (no salir del “closet”): Expresión que hace referencia a los gays, lesbianas
y bisexuales que no declaran abiertamente su orientación sexual. -Salir del armario:
dar el paso para declarar abiertamente la propia homosexualidad o bisexualidad.

 BINARIO: Concepción, prácticas y sistema de organización social con la idea de


que solamente existen dos géneros en las sociedades, femenino y masculino,
asignados a las personas al nacer, como hombres y como mujeres.

 BISEXUALIDAD: Orientación sexual en la que una persona se siente atraída por


ambos sexos, mujeres y hombres

 CISGENERO: Dícese de personas en la que el sexo de nacimiento encaja con su


identidad de género.

 CISNORMATIVO: Creencia de que todas las personas son cisgenero o que esta
condición es la única posible y aceptable.

 DISFORIA DE GENERO: Sentimiento de pertenecer a un género distinto del sexo de


nacimiento de una persona. Es la aversión de la persona hacia sus propios
genitales.
 Definida y agregada en el DSM-V y CIE-10.

 DRAG: Hombre vestido de mujer; mujer vestida de hombre; normalmente con fines
de entretenimiento. Son personas que se presentan con una apariencia exagerada y
estereotipada del sexo opuesto, con el fin de brindar un espectáculo divertido.

 ESTEREOTIPO: Noción o imagen fija que se tiene comúnmente de una persona o


grupo humano. Es un prejuicio generalizado acerca de las características que
hombres y mujeres deben poseer por su sexo de nacimiento o de las funciones
sociales que ambos desempeñan o deberían.

 EDUCACION INTEGRAL EN SALUD: Busca empoderar a las personas con los


conocimientos, aptitudes, actitudes y valores que necesitan para determinar y gozar
de su sexualidad física y emocionalmente, a nivel individual y en sus relaciones.
Entiende la sexualidad como un todo y parte del desarrollo emocional y social de las
personas

 EXPRESIONES DE GENERO: Es la expresión de los roles de género como mujer u


hombre (o ambos o ninguno de ellos) a través del comportamiento, la vestimenta, el
peinado, la voz, los rasgos físicos, etc. Está condicionada por las expectativas
sociales de género. No tiene por qué ser fija ni coincidir con el sexo, la identidad de
género o la orientación sexual de la persona.

 GAY: Hombre que se siente atraído emocional o físicamente por alguien del mismo
sexo.

 GENERO: Es el conjunto de características sociales y culturales históricamente


construidas, que se atribuyen a las personas en función de su sexo. Hace referencia
a las conductas, a lo que se espera de ellas por haber nacido con un pene o una
vagina (sexo de asignación), y es producto de la socialización.

 HETEROCENTRISMO: Ideología que sostiene que la heterosexualidad como lo


normal y única forma de expresar las preferencias sexuales de una manera
deseable y aceptable.

 HETERONORMATIVIDAD: Creencia que asume que todos son heterosexuales,


blancos, monogámicos, no se tiene en cuenta la diversidad sexual existente en la
sociedad.

 HETEROSEXISMO: Actitud que predica la heterosexualidad como la única


orientación sexual válida.

 HOMOFOBIA: Temor u odio hacia los hombres gais y mujeres lesbianas.

 HOMOSEXUAL: Persona que siente atracción emocional, romántica o sexual por


personas del mismo sexo. Puede aludir tanto a mujeres lesbianas como a hombres
gais.

 IDENTIDAD DE GÉNERO: Describe el sexo o el género con el que una persona se


identifica. la identidad de género es la pertenencia e identificación individual y
profunda que una persona siente desde temprana edad con un sexo u otro, es decir
con ser y sentirse hombre o mujer, según las divisiones binarias que permite nuestra
cultura. Así pues, identidad sexual no es lo mismo que orientación sexual, de
manera que una persona a quien se asigna en el momento de nacer el sexo varón,
puede sentirse mujer y tener relaciones con hombres o con mujeres.
 INTERSEXUALIDAD: Posesión de características físicas de ambos sexos. Son
intersexuales las personas nacidas sin un sexo cromosomático que las defina como
hombre o mujer; también conocidas vulgarmente como hermafroditas

 LESBIANA:Mujer cuya atracción afectiva y/o sexual se orienta hacia otras mujeres.

 MARICON: Término despectivo que designa a un hombre gay o bisexual. El términio


maricón se usa despectivamente o como insulto y su uso común denota una
homofobia latente en nuestra sociedad

 MARIMACHO: Término despectivo para lesbiana.

 ORIENTACION SEXUAL: Atracción emocional, romántica, y/o sexual hacia


personas del mismo sexo o del sexo opuesto.

 PANSEXUAL: Una persona que siente atracción erótica, afectiva hacia otra persona
con independencia del sexo, género, identidad de género, orientación sexual o roles
sexuales, así como la capacidad para mantener relaciones íntimas y/o sexuales con
ellas

 TRANS: Una persona que siente atracción erótica, afectiva hacia otra persona con
independencia del sexo, género, identidad de género, orientación sexual o roles
sexuales, así como la capacidad para mantener relaciones íntimas y/o sexuales con
ellas

 TRANSGENERO: Puede ser lo mismo que una persona trans o persona que vive
con un sexo/género que no es el que le fue asignado al nacer, pero que no ha
pasado por cirugía de reasignación de género.

 TRANSEXUAL: Adjetivo (aplicado a menudo por la profesión médica) para describir


a las personas que buscan cambiar o que han cambiado sus caracteres sexuales
primarios y/o las características sexuales secundarias a través de intervenciones
médicas (hormonas y/o cirugía) para feminizar o masculinizarse. Estas
intervenciones, por lo general, son acompañadas de un cambio permanente en el
papel de género.

 TRAVESTI: Alguien que se viste con ropa que se asocia al sexo opuesto al suyo de
nacimiento. Puede darse en público o en privado; ocasionalmente o continuamente.

CAPITULO III:
LA IDENTIDAD, ESTEREOTIPOS Y ROL DE GENERO
3.1. Varón y mujer, masculino y femenino
A través de los siglos ha persistido la creencia de que nacemos machos o hembras y de
que naturalmente hacemos lo que hacen hombres o mujeres. La única explicación que se
nos daba aludía a “dejar que la naturaleza siga su curso.

3..2 Sexo y género


Muchos consideran que los términos sexo y género como sinónimos, pero cada uno tiene
un significado específico. Sexo designa la feminidad o masculinidad biológicas. El sexo
biológico tiene dos aspectos: sexo genético, que está determinado por los cromosomas
sexuales, y sexo anatómico, es decir, las diferencias físicas que distinguen a varones y
mujeres. Género es un concepto que abarca significados psicológicos especiales agregados
a la feminidad o masculinidad biológicas. Por tanto, si bien el sexo está ligado a varios
atributos físicos (cromosomas, pene, vulva y otros), el género se refiere a las características
psicológicas y socioculturales asociadas con el sexo, o sea, a la masculinidad o feminidad.
Un aspecto inconveniente de ambas designaciones es que limitan la gama de conductas
que la gente expresa sin sentirse incómoda.
Cuando conocemos a alguien por primera vez, la mayoría de nosotros advertimos de
inmediato su sexo y, basándonos en su masculinidad o feminidad, hacemos suposiciones
acerca de cómo se comportará. Son suposiciones relacionadas con el género. Para la
mayoría de las personas estas suposiciones genéricas son parte importante de la
interacción social ordinaria. Identificamos a alguien como perteneciente a nuestro sexo o al
otro. Eso explicaría por qué se nos dificulta interactuar con una persona de sexo ambiguo.
Nos sentimos confusos e incómodos cuando no identificamos con seguridad el género de
alguien.

3.3 Identidad y rol de género


La identidad de género indica el sentido subjetivo de ser varón o mujer. En los primeros
años de vida casi todos nos damos cuenta de que somos varones o mujeres, pero nada
garantiza que esta identidad corresponda al sexo biológico, y hay quienes sienten gran
confusión al intentar identificar su masculinidad o feminidad.
El rol de género designa una serie de actitudes y conductas consideradas normales y
apropiadas en una cultura para individuos de un sexo en particular. Los roles crean
expectativas de ciertos comportamientos sexuales que la gente debe cumplir. A la conducta
socialmente apropiada para un hombre se le llama masculina, mientras que se identifica
como femenina a la conducta apropiada para una mujer.
Las expectativas acerca de los roles de género están definidas culturalmente y cambian de
una sociedad a otra. Así, en la sociedad norteamericana, un beso en la mejilla se considera
un acto femenino y por lo mismo inapropiado entre varones. Por el contrario, corresponde a
las expectativas de los roles masculinos en muchos países europeos y de Medio Oriente.

3.3.1 Formación de la identidad de género


Así como sabemos que tenemos cabello u ojos de determinado color, el género es un
aspecto de nuestra identidad que la mayoría de la gente da por sentado. Sin duda la
identidad de género casi siempre coincide con el hecho de tener ciertos órganos biológicos.
Pero no consiste sencillamente en parecer hombre o mujer, la pregunta de cómo llegamos a
vernos como pertenecientes a uno u otro sexo, tiene dos respuestas. La primera se centra
en los procesos biológicos que comienzan poco después de la concepción y que concluyen
antes del parto. La segunda se relaciona con la teoría del aprendizaje social, la cual se
centra en los factores culturales durante la niñez temprana para explicar tanto los detalles
de la identidad como la importancia personal de ser hombre o mujer.

3.3.2 La identidad de género como un proceso biológico: diferenciación prenatal


normal
Desde el momento de la concepción muchos factores biológicos contribuyen a distinguir un
sexo del otro.

Sexo cromosómico
El sexo biológico queda determinado en la concepción por la composición cromosómica de
los espermatozoides que fertilizan un óvulo, o huevo. Con excepción de las células
reproductoras, las células del cuerpo humano contienen 46 cromosomas dispuestos en 23
pares. De ellos, 22 hacen juego, es decir, los dos cromosomas de cada par son casi
idénticos. Estos conjuntos pareados, llamados autosomas, son iguales en hombres y
mujeres sin que influyan significativamente en la diferenciación sexual. Sin embargo, un par
de cromosomas (los cromosomas sexuales) no son iguales en el hombre y en la mujer. Ésta
tiene dos cromosomas similares, XX, en tanto que el hombre tiene cromosomas distintos,
XY. A raíz de un proceso biológico conocido como meiosis, las células maduras contienen
sólo la mitad del complemento habitual de cromosomas: un miembro de cada par. Un óvulo
normal contiene 22 autosomas y un cromosoma X. Un espermatozoide normal contiene 22
autosomas y un cromosoma X o Y. Si un espermatozoide que contenga un cromosoma y
fertiliza al óvulo, la combinación resultante XY engendrará un varón. Por el contrario, si un
espermatozoide que contenga un cromosoma X lo fertiliza, el resultado será una
combinación XX y engendrará una mujer. Los investigadores localizaron un gen individual
en el brazo corto del cromosoma y que, al parecer, cumple la importantísima función de
iniciar la secuencia de procesos que dan origen a las gónadas masculinas, o testículos.
Este gen que determina la virilidad recibe el nombre de SRY. Los resultados de una
indicaron que también existen uno o varios genes de la feminidad. Estudiaron cuatro casos
de varones cromosómicos que tenían genitales externos feminizados. Los cuatro tenían
cromosomas XY y un gene funcional SRY. Tres de ellos presentaban genitales externos
evidentemente femeninos; el cuarto tenía genitales externos ambiguos. Si el gen de la
virilidad es el factor determinante del sexo biológico, los genitales externos de los individuos
habrían seguido el patrón normal del desarrollo. Entonces, ¿qué factor desencadenó esta
variación de la secuencia esperada? Al analizar su adn se descubrió que se había duplicado
una porción muy pequeña de material genético en el brazo corto del cromosoma X. Por eso
los sujetos tenían una dotación doble de un gen llamado dss, lo que ocasionó la
feminización de un feto masculino normal desde el punto de vista cromosómico.

Sexo gonadal
En las primeras semanas después de la concepción, las estructuras que se convertirán en
órganos de la reproducción, o gónadas, son las mismas en hombres y mujeres. La
diferenciación comienza aproximadamente al cabo de seis semanas después de la
concepción. Las señales genéticas determinan si la masa del tejido sexual indiferenciado se
convertirá en gónadas masculinas o femeninas. En este momento uno o varios productos
del gen SRY en el feto masculino provocan la transformación de las gónadas embrionarias
en testículos. En ausencia del gen sry, y quizá bajo el influjo del dss u otro gen de la
feminidad, el tejido indiferenciado de las gónadas se convierte en ovarios.
Los testículos o los ovarios, una vez que aparecen, empezarán a secretar sus propias
hormonas sexuales.

Sexo hormonal
Las gónadas producen hormonas y las secretan directamente en la corriente sanguínea.
Los ovarios producen dos clases de hormonas: estrógenos y compuestos progestacionales.
Los estrógenos, el más importante de los cuales es el estradiol, influyen en la aparición de
las características sexuales físicas femeninas, además de que contribuyen a regular el ciclo
menstrual. Entre los compuestos progestacionales sólo la progesterona tiene importancia
fisiológica. Interviene en la regulación del ciclo menstrual y estimula el desarrollo del
revestimiento uterino en preparación para el embarazo. Los andrógenos son el principal
producto hormonal de los testículos. El más importante de ellos es la testosterona, que
influye tanto en la adquisición de las características sexuales del varón como en la
motivación sexual. En hombres y mujeres las glándulas suprarrenales también segregan
hormonas sexuales, incluidas pequeñas cantidades de estrógeno y mayores cantidades de
andrógeno.
Sexo de las estructuras internas de la reproducción
Aproximadamente a las ocho semanas después de la concepción, las hormonas sexuales
empiezan a influir de manera considerable en la diferenciación sexual. Los dos sistemas de
conductos (Wolff y los de Müller) comienzan a diferenciarse en las estructuras internas. En
un feto masculino, los andrógenos secretados por los testículos estimulan los conductos de
Wolff para que se transformen en los conductos deferentes, las vesículas seminales y los
conductos eyaculatorios. Otra sustancia liberada por los testículos recibe el nombre de
sustancia inhibidora de los conductos de Müller; ésta provoca que el sistema de los
conductos de Müller se contraiga y desaparezca en el varón. En ausencia de andrógenos, el
feto desarrolla las estructuras femeninas. Los conductos de Müller se transforman en las
trompas de Falopio, el útero y el tercio interno de la vagina, mientras que los conductos de
Wolff se degeneran.

Sexo de los genitales externos


Los genitales externos siguen un patrón similar de desarrollo. Hasta que las gónadas
comienzan a secretar hormonas durante la sexta semana, los tejidos de los genitales
externos del feto masculino y femenino permanecen indiferenciados. Estos tejidos se
transformarán en los genitales externos del hombre o de la mujer, según la presencia o
ausencia de un producto de la testosterona conocido como dihidrotestosterona (dht). Esta
sustancia estimula la protuberancia labioescrotal para que se convierta en el escroto, al
tubérculo genital y a los pliegues genitales para que se diferencien respectivamente en el
glande y en el tallo del pene. Los pliegues genitales se fusionan alrededor de la uretra para
formar el tallo del pene, y ambos lados de la protuberancia labioescrotal se unen para
formar el escroto. Estas fusiones no ocurren en la mujer. En ausencia de testosterona el
tubérculo genital se transforma en el clítoris, los pliegues genitales en los labios internos de
la vagina o labios menores, y los dos lados de la protuberancia labioescrotal se diferencian
para convertirse en los labios externos de la vagina o labios mayores. El proceso de
diferenciación termina en la decimosegunda semana: el pene y el escroto son reconocibles
en los hombres; el clítoris y los labios, en la mujer. Los genitales externos, las gónadas y
algunas estructuras internas de ambos sexos se originan en los mismos tejidos
embrionarios, por eso no debe sorprendernos que tengan partes homólogas.

Diferenciación sexual del cerebro


Muchas áreas del cerebro prenatal en desarrollo se ven afectadas significativamente por las
hormonas circulantes (testosterona y estrógeno), que contribuyen a la diferenciación.
En el nivel más general se observa una notable diferencia en el tamaño del cerebro. A los
seis años, cuando alcanza la plenitud de su tamaño adulto, el de los varones es
aproximadamente 15% más grande que el de la mujer. En opinión de los investigadores, la
diferencia de tamaño se debe a los andrógenos, que estimulan un crecimiento más rápido
del cerebro de los niños. Otras diferencias específicas se relacionan por lo menos con tres
estructuras importantes: el hipotálamo, los hemisferios cerebrales izquierdo y derecho y el
cuerpo calloso.
Cuando no circula testosterona, el hipotálamo de la mujer produce células receptoras
especializadas sensibles al estrógeno de la sangre. En el feto masculino, la presencia de
testosterona evita que dichas células se vuelvan sensibles al estrógeno. Durante la
pubertad el hipotálamo femenino sensible a estrógenos hace que la hipófisis libere
hormonas en forma cíclica, desencadenando así el ciclo menstrual. El hipotálamo
masculino, insensible a los estrógenos, dirige una producción relativamente constante de
hormonas sexuales.
Diferencias sexuales en una diminuta región del hipotálamo denominada lecho del núcleo
de la estría terminal (bst). El bst contiene receptores para andrógeno y estrógeno; al parecer
ejerce una influencia significativa sobre las diferencias y el funcionamiento sexual. Un área
central del bst es mucho mayor en los hombres que en las mujeres, y una región posterior
es dos veces mayor en ellos. Los investigadores han observado diferencias sexuales en
una región anterior del hipotálamo, llamada área preóptica. Un sitio específico de esta área
es mucho más grande en los varones que en las mujeres. Esta evidencia ha llevado a
algunos teóricos a suponer: las diferencias en la conducta sexual y de género, tanto en
niños como en adultos, se debe en parte a una masculinización o feminización del cerebro
durante el desarrollo prenatal, provocada por las hormonas.
La investigación demuestra sin lugar a dudas las diferencias entre el cerebro de hombres y
mujeres en el nivel de especialización hemisférica de las habilidades verbales y
cognoscitivas. La mujer tiende a utilizar los dos hemisferios al llevar a cabo actividades de
tipo verbal y espacial, mientras que el hombre propende más a exhibir patrones de
asimetría hemisférica, pues sólo utiliza un hemisferio en dichas funciones.

Diferenciación prenatal atípica


Las estructuras sexuales internas y externas ocurre bajo el influjo de estímulos biológicos.
Cuando estas señales se desvían del patrón normal, el resultado puede ser un sexo
biológico ambiguo. A las personas con características sexuales contradictorias o ambiguas
se les conoce a menudo como hermafroditas, término derivado de Hermafrodito. Ahora se
prefiere la denominación de intersexuales.
Cuando se habla de esta anomalía, conviene distinguir entre verdaderos hermafroditas y
pseudohermafroditas. Los primeros tienen ovarios y tejido testicular; son extremadamente
raros. A menudo sus genitales externos son una combinación de estructuras masculinas y
femeninas. Hay muchos más pseudohermafroditas; su frecuencia aproximada es de 1 en
cada 2 000 partos. Estos individuos también presentan una anatomía reproductora ambigua
tanto interna como externa; sólo que, a diferencia de los verdaderos hermafroditas, nacen
con gónadas que corresponden a su sexo cromosómico. Esta condición intersexual puede
ocurrir a causa de una combinación atípica de cromosomas sexuales o como resultado de
irregularidades hormonales prenatales.

Influencia del aprendizaje social en la identidad de género


Según la teoría del aprendizaje social, la identificación con los roles masculinos o femeninos
o con una combinación de ellos (androginia) proviene principalmente de los modelos
socioculturales y de las influencias a las que hemos estado sometidos durante el desarrollo
temprano.
Desde antes de que nazca su hijo, los progenitores (y otros adultos que intervienen en la
crianza) tienen ideas preconcebidas sobre las diferencias entre niños y niñas. Y comunican
sus ideas mediante muchos medios sutiles o no tan sutiles. Las expectativas de los roles de
género influyen en los ambientes donde crece el niño, desde la elección del color de su
cuarto hasta la selección de los juguetes. Del mismo modo, influye lo que los padres
piensan de sus hijos. Los progenitores de varones los caracterizan a sus hijos con adjetivos
como “fuertes”, “activos” y “robustos”; en cambio, los de mujeres usan adjetivos como
“suaves” y “delicadas”, a pesar de que los hijos de ambos tenían un tamaño y tono muscular
semejantes. A un niño lo alentarán para que no llore si se raspa una rodilla y para que
muestre otras cualidades “viriles”, como independencia y agresividad; a las mujeres las
alentarán para que sean cariñosas y cooperativas.
A los tres años los niños ya han adquirido una firme identidad de género. A partir de ese
momento el reforzamiento de su identidad suele perpetuarse por sí misma, pues procuran
ajustar su comportamiento a lo que aprendieron que es apropiado para su sexo. Por lo
regular las niñas pasan por un periodo en el que insisten en usar vestidos o cocinar. A
veces esto decepciona a sus madres que han adoptado guardarropa más cómodo y que
han dejado la cocina por una carrera profesional. Por su parte, a los niños les fascinan los
superhéroes, los policías y otros modelos de roles culturales; de ahí que procuren adoptar
conductas apropiadas a esos roles.
Las personas cuyo sexo asignado no igualaba al sexo cromosómico adquirían una identidad
de género acorde con la manera en que se les criaba.

El modelo de interacción
La abrumadora evidencia no permite afirmar que los niños normales sean psicosexualmente
neutrales al nacer. Hemos visto que poseen un sustrato biológico, todavía no conocido por
completo, que los predispone a interactuar con el entorno social en forma masculina o
femenina. Existen demasiadas pruebas que apoyan la importante intervención de las
experiencias en moldear la forma en que nos conceptualizamos: no sólo como varones o
como mujeres, sino en todos los aspectos de nuestra relación con quienes nos rodean. En
consecuencia, la mayoría de los teóricos e investigadores son partidarios de un modelo de
interacción, que reconoce el papel de la biología y la experiencia en la adquisición de la
identidad de género.

3.4 Transexualismo y transgenerismo


El transexual es una persona cuya identidad de género es contraria a su sexo biológico. Se
sentirá atrapado en un cuerpo del sexo “equivocado”, trastorno denominado disforia de
género. Un transexual anatómicamente varón siente que es una mujer que, por un capricho
del destino, está provista de genitales masculinos, pero desea que lo identifiquen como
mujer en el trato social. Muchos transexuales se someten a procedimientos de reasignación
de sexo: estudios exhaustivos, terapia hormonal y cirugía para modificar los genitales. Pero
no todas las personas con disforia de género quieren una reasignación completa. Es posible
que sólo deseen el cuerpo físico, el rol de género o la sexualidad del otro sexo.
El término transgénero suele aplicarse a individuos cuyo aspecto, conducta o ambos no
corresponden a los roles de género tradicionales.
La diferencia fundamental entre un transexual y un transgénero radica en que este último no
quiere cambiar su cuerpo para conseguir una mejor adaptación entre sus expectativas
personales y las de los roles sociales. El transexual, por su parte, se somete a veces a
cirugía mayor con tal de que su cuerpo coincida con su identidad de género. En cambio, el
transgénero no desea ninguna alteración anatómica, aunque de vez en cuando o con cierta
frecuencia se vista y adopte los amaneramientos considerados del otro sexo.
Identidad variable de género y orientación sexual
Muchos no entienden bien la diferencia entre identidad de género (especialmente la
variable) y la orientación sexual. En términos generales, la identidad de género es lo que
somos: el sentido subjetivo de ser hombre, mujer, o una combinación de ambos. La
orientación sexual indica a cuál de los sexos nos sentimos atraídos, tanto en el aspecto
psicológico como en el sexual.
Antes de la reasignación de sexo, la mayoría de los transexuales se sienten atraídos por
personas anatómicamente iguales que ellos, pero con diferente identidad de género. Así, un
transexual con identidad sexual femenina se sentirá encerrado en el cuerpo de un hombre
(y es probable que la sociedad lo identifique como varón) y tenderá a sentirse atraído por
los hombres. Dicho de otra manera, tiene una orientación heterosexual basada en su
autoidentificación como mujer. Si cede a sus impulsos eróticos antes de la reasignación de
sexo, se le señalará falsamente como homosexual. Atendiendo a la orientación
posquirúrgica, casi todos los transexuales de mujer a varón se sienten atraídos por mujeres,
mientras que los transexuales de varón a mujer se sienten atraídos por personas de uno u
otro sexo, aunque la mayoría prefiere a los hombres. Conviene señalar que a quienes
buscan la reasignación de sexo, los motiva principalmente el deseo de aliviar el conflicto de
la identidad de género, más que mejorar su atractivo para la pareja deseada.
Si bien los transexuales son heterosexuales en su mayoría, la comunidad transgenérica es
más ecléctica, pues está integrada por homosexuales, lesbianas, bisexuales y
heterosexuales.
Transexualismo: etiología, procedimientos y resultados de la reasignación de sexo
Sabemos que la mayoría de los transexuales son individuos normales desde el punto de
vista biológico, con órganos sexuales sanos, estructuras reproductoras internas intactas y el
complemento normal de cromosomas XX o XY.
Muchos transexuales empiezan a sentirse incómodos con su anatomía genital durante la
niñez temprana; algunos recuerdan haberse identificado firmemente con las características
del otro sexo desde los cinco, seis o siete años de edad. En algunos casos la incomodidad
se atenúa un poco al imaginar que se pertenece al otro sexo, pero con el tiempo, muchas
veces se va más allá y se llega al travestismo.

Etiología
Muchas teorías han tratado de explicar el transexualismo, pero la evidencia disponible no
permite obtener alguna conclusión. En opinión de algunos autores, los factores biológicos
cumplen una función decisiva. Una teoría propone que la exposición prenatal a cantidades
inadecuadas de hormonas del otro sexo origina una diferenciación inapropiada del cerebro.
Existe evidencia de que la diferenciación sexual cerebral y la de los genitales no sigue una
secuencia armoniosa. También se ha señalado que el transexualismo quizá sea inducido
por niveles anormales de las hormonas sexuales del adulto. Sin embargo, contradicen esta
explicación las numerosas indicaciones de que los niveles son normales en los transexuales
adultos.
Otra teoría, respaldada por algunas pruebas, sostiene que las experiencias del aprendizaje
social contribuyen de modo considerable al desarrollo del transexualismo.
Opciones para los transexuales
La psiquiatría tradicional ha considerado sólo dos soluciones para superar la disforia de los
transexuales: cambiar la identidad de género para que coincida con el cuerpo o cambiar el
cuerpo para que coincida con la identidad de género. Por supuesto, existen otras opciones,
y la evidencia clínica revela que algunos transexuales preoperatorios han descubierto que
para su salud mental quizá baste expresarse en actividades como el travestismo.
Procedimientos para la reasignación del sexo
Lo primero es una entrevista con la persona. A los que muestran una incongruencia
aparentemente genuina entre la identidad de género y su sexo biológico se les recomienda
adoptar un estilo de vida congruente con ella (estilo de vestir y patrones de comportamiento,
por ejemplo). Si al cabo de meses, un año o más tiempo, han logrado adaptarse a dicho
estilo, el siguiente paso es administrar una terapia hormonal, proceso diseñado para
acentuar los rasgos latentes del sexo deseado. De este modo, a los varones que desean
convertirse en mujeres se les prescriben fármacos que inhiben la producción de
testosterona junto con dosis de estrógeno que hacen crecer los senos, suavizan la piel,
disminuyen el vello facial y corporal y ayudan también a feminizar los contornos del cuerpo.
Disminuye la fuerza muscular, lo mismo que el interés sexual, pero sin que se altere el tono
de voz. A las mujeres que desean convertirse en hombres se les administra testosterona,
que impulsa el crecimiento del cuerpo y el vello facial; produce una voz más ronca y una
ligera reducción del tamaño de los senos. La testosterona también suprime la menstruación.
El último paso del cambio de sexo es la cirugía. Es un procedimiento muy eficaz para los
hombres que desean convertirse en mujeres. Se seccionan el escroto y el pene, y se crea
una vagina reconstruyendo el tejido pélvico. Durante la intervención se tiene mucho cuidado
de conservar los nervios sensoriales de la piel del pene; este tejido tan sensible se reubica
en el interior de la vagina recién creada. El coito es posible aunque quizá haya que utilizar
lubricante; muchos transexuales aseguran que después de la cirugía experimentan
excitación sexual y orgasmo. Con el tratamiento hormonal se puede lograr suficiente
desarrollo de los senos, pero algunos reciben además implantes. El vello corporal y facial,
que disminuye con las hormonas, puede eliminarse aún más mediante electrólisis. Por
último, si se desea puede efectuarse otra intervención para agudizar el tono de voz en los
transexuales de varón a mujer.
A una mujer biológica que desee convertirse en varón suelen extirpársele los senos, el útero
y los ovarios, y se le cierra la vagina. Es mucho más difícil construir un pene que una
vagina. Por lo regular el pene se crea con piel del abdomen o con tejido de los labios y del
perineo. Este órgano reconstruido no logra una erección natural ante la excitación sexual,
pero se dispone de otras opciones que proporcionan un pene rígido para el coito. Una
consiste en crear un tubo pequeño y hueco revestido de piel en el interior del cuerpo del
pene, donde puede introducirse un bastoncito rígido de silicón. Otra opción es implantar un
dispositivo inflable. A veces se producen sensaciones eróticas y orgasmo si el tejido
sensible extraído del clítoris se deja en la base del pene creado quirúrgicamente.
4.5 Roles de género
La asignación de roles de género culmina espontáneamente en suposiciones concernientes
al comportamiento de la gente. Por ejemplo, la sociedad espera que los hombres sean
independientes y agresivos, y que las mujeres sean dependientes y sumisas. Una vez
aceptadas por muchas personas, empezarán a funcionar como estereotipos. El estereotipo
es la idea generalizada de cómo es alguien con base en su sexo, raza, religión, origen
étnico u otras categorías similares. Los estereotipos prescinden de la individualidad.
Nuestra sociedad acepta muchos estereotipos comunes que se basan en el género. Según
algunas de las opiniones predominantes acerca de los varones, se les considera agresivos
(o asertivos por lo menos), sensatos, poco emotivos, independientes, dominantes,
competitivos, atléticos, activos y competentes, sobre todo. Por el contrario, a las mujeres se
les considera no asertivas, insensatas, emotivas, sumisas, afectuosas y cariñosas.
Los padres de familia como formadores de los roles sexuales
Para muchos sociólogos, los padres de familia son agentes influyentes de la socialización
en los roles de género. En los primeros años de vida de la criatura, los progenitores son el
modelo de lo que significa ser hombre o mujer. A menudo los padres tienen distintas
expectativas para hijos e hijas, que luego manifiestan en su interacción con ellos. En
términos generales, tienden a ser más protectores y restrictivos con las bebés, e intervienen
menos con los chicos y les dejan mayor libertad. Más aún, los alientan más a los hijos que a
las hijas a que realicen conductas asertivas y a que controlen o limiten la expresión de las
emociones. En cambio, estimulan más a las hijas para que expresen conductas de
responsabilidad social.
Muchos padres siguen animándolos para que los usen como preparación a determinados
roles de género del adulto. A sus hijas les regalan muñecas, juegos de té y hornos en
miniatura; a los niños, camiones, carros, pelotas y armas de juguete. A menudo regañan a
los hijos que se divierten con juguetes considerados apropiados sólo para el otro sexo.
Como los niños son sensibles a semejantes expresiones de molestia, aprenden a preferir
aquellos acordes con las expectativas de los roles de género de sus padres.
En síntesis, las preferencias de las chicas por juguetes “femeninos” como las muñecas,
quizá se deban al beneficio adaptativo de aprender las conductas adecuadas a su rol de
género que más tarde las ayudarán a criar y a cuidar a los hijos. Desde este punto de vista
evolutivo, el nexo entre la preferencia por determinados juguetes y las conductas
relacionadas con los roles de género provendría de las funciones sociales de la mujer y el
hombre primitivos; “las preferencias por algunos objetos como los juguetes denotaría una
preparación biológica para desempeñar los roles de género ‘masculinos’ o ‘femeninos’”.

El grupo de los pares


Es el segundo factor importante de la socialización en los roles de género. Comienza en el
periodo preescolar, y para el primer grado los niños ya escogen a miembros de su sexo
como compañeros de juego en 95% de las veces. La separación de los sexos, que continúa
en los años escolares, favorece los estereotipos sexuales en las actividades lúdicas que
preparan al niño para asumir los roles de género de adulto. Las mujeres juegan juntas con
muñecas y servicios de té; los hombres prefieren las competencias deportivas y se divierten
con pistolas de juguete. Ese tipo de influencias facilita la socialización de la mujer, que
tiende a ser cariñosa y no asertiva, mientras que los varones se acostumbran a la
competencia y la asertividad.
Escuela, libros de texto y roles de género
En el aula se da un trato completamente distinto a mujeres y hombres, lo cual ejerce una
gran influencia sobre la socialización en los roles de género.
• Los profesores atienden y alientan más a los hombres que a las mujeres.
• Generalmente no se castiga a los hombres que dan una respuesta sin que se les
haya preguntado; a las mujeres se les regaña por la misma conducta.
• Los profesores de primaria toleran más una conducta incorrecta de los alumnos que
de las alumnas.
• Los hombres tienen mayores probabilidades de recibir atención, ayuda y elogio de
sus profesores.
• Los profesores prestan más atención a las mujeres que se comportan en una forma
dependiente, pero son más condescendientes con los hombres que adoptan una
conducta independiente o agresiva.
• Las chicas a menudo pierden confianza en sus destrezas matemáticas y científicas
en la secundaria.
Los libros de texto también perpetúan los estereotipos de los roles de género. Durante el
decenio de 1990 y los primeros años del siglo xxi, los editores de libros de texto continuaron
mejorando muchísimo sus intentos por evitar los estereotipos de género. Sin embargo, igual
que la cultura que encarnan, los libros todavía conservan roles de género estereotipados.
La televisión y los estereotipos de los roles de género
La televisión es otro poderoso agente de la socialización en los roles de género. La
descripción de hombres y mujeres en las telenovelas es a menudo descaradamente
estereotipada. Los hombres aparecen más a menudo que las mujeres como personas
activas, inteligentes, amantes de la aventura y asumiendo puestos de liderazgo. En los
noticiarios y en los programas de entrevistas políticas, los hombres tienen mayor presencia
como fuentes confiables en la mayor parte de los temas. Los comerciales de televisión
tienden a consolidar los estereotipos.
La religión y los roles de género
Los niños a quienes se imparte instrucción religiosa suelen ser socializados para que
acepten ciertos estereotipos de género, y los creyentes propenden a aceptarlos. En las
tradiciones judía, cristiana e islámica esos estereotipos recalcan la supremacía del varón: a
Dios se le presenta como hombre con palabras como Padre, Él o Rey. La creencia de que
Eva fue creada con una costilla de Adán refleja con toda claridad la aprobación de género
de que la mujer debe ocupar un lugar secundario al del hombre.
Las mujeres como seres asexuales, los hombres como seres hipersexuales
Una idea errónea muy arraigada en muchas sociedades del mundo occidental es que la
mujer siente menos inclinación sexual que los hombres. A los varones les perjudica que los
califiquen de hipersexuales. Si alguien no experimenta una excitación inmediata ante una
persona que le parezca atractiva, accesible o ambas cosas, se sentirá un tanto
incompetente. Después de todo, ¿acaso los hombres no deben aprovechar de inmediato
una oportunidad sexual cuando se les presente? En nuestra opinión, eso resulta denigrante
y convierte al hombre en una máquina insensible capaz de responder automáticamente
cuando se oprime el botón correcto. El varón cree que buscar el sexo forma parte de su rol
masculino, a pesar de que no lo desee. El estereotipo de los varones como iniciadores del
sexo al establecer una relación, causa estrés tanto a mujeres como a hombres.
Los hombres como iniciadores, las mujeres como receptoras
En la sociedad moderna los roles de género tradicionales crean la expectativa de que el
varón inicia las relaciones íntimas (desde una invitación a salir de noche hasta la primera
insinuación sexual) y de que la mujer la aceptará o rechazará.
Si una mujer se siente obligada a aceptar un rol pasivo, no le será fácil iniciar la actividad
sexual. Y le será aún más difícil asumir un rol activo durante la práctica erótica. A muchas
las frustra, las entristece y enoja el hecho de que las expectativas culturales estén tan
profundamente arraigadas en la sociedad. Todo ello se refleja en los siguientes
comentarios: “Me gusta invitar a los hombres a salir y con frecuencia lo hago. Pero me
frustra que muchos supongan de inmediato que quiero irme a la cama sólo por haber
tomado la iniciativa de invitarlos”.
Para mí es difícil decirle a mi compañero lo que me gustaría durante una relación íntima.
Después de todo, ¿no se supone que él debe saberlo? Si se lo digo, es como si usurpara su
rol de conocedor de todo.
Las mujeres como controladoras, los hombres como incitadores
Muchas mujeres crecen con la idea de que el hombre piensa siempre en el sexo. Entonces
será natural para ellas el siguiente paso: controlar lo que ocurra durante la interacción
sexual. Ello no significa que inicien ciertas actividades propias del varón, el incitador. Por el
contrario, se aseguran únicamente de refrenar la lujuria desbocada de su pareja al
cerciorarse de que no las obligue a cosas inaceptables. Así, en vez de disfrutar que les
acaricien los senos, quizá se concentren en que no les toquen los genitales. El deseo de
controlar se manifiesta sobre todo en los noviazgos de la adolescencia. No debe
sorprendernos que si una mujer dedica mucho tiempo y energía a regular la intimidad
sexual, posiblemente le sea difícil experimentar sensaciones eróticas cuando por fin
renuncie a controlar.
Por su parte, los hombres están condicionados a ver a la mujer como un desafío sexual y a
llegar lo más lejos posible durante un encuentro erótico. También a ellos les resulta difícil
valorar la agradable sensación de la intimidad y de tocar a alguien, cuando lo único que
piensan es en qué hacer a continuación. A los que normalmente siguen este patrón, les
costará abandonar el rol de incitador y mostrarse más bien receptivos que activos durante la
interacción sexual. Tal vez se sientan confundidos o hasta amenazados por una mujer que
cambia el rol de controladora por el de iniciadora.
Aunque muchos rompen con dichos estereotipos y aprenden a aceptarse y a expresarse en
una forma más cabal, no debemos subestimar hasta qué punto hoy siguen vigentes los
roles de género en nuestra sociedad.
CAPITULO IV : HOMOSEXUALIDAD

4.1. DEFINICIÓN:

Etimológicamente proviene del vocablo griego homos, que significa «mismo», no del latín
homo, que significa «hombre». Es la atracción erótica y el interés por mantener relaciones
románticas con personas del propio sexo, se aplica tanto a hombres como a mujeres. En el
lenguaje coloquial, a los hombres homosexuales se les llama a menudo hombres gays, y a
las mujeres homosexuales, lesbianas.Como colectivo también se usa , «gays».

American Psychological Association’s (1991) Committee on Lesbian and Gay Concerns


(Comisión de los Intereses de Gays y Lesbianas de la Asociación Psicológica Americana),
la palabra «homosexual» se ha asociado históricamente a conceptos como desviación y
enfermedad mental, perpetuando los estereotipos negativos de los gays.
HOMOSEXUALIDAD E IDENTIDAD DE GÉNERO

Michael Bailey escribe que algunas personas «extremadamente gays» se vuelven


transexuales, es decir, adoptan el estilo de vida de las personas del otro sexo en su cultura.
Pero sentirse «atrapado» en un cuerpo con el sexo equivocado no forma parte de la
definición de ser gay. Las orientaciones sexuales no se definen por la actividad sexual per
se, sino más bien por la dirección de los intereses románticos y las atracciones románticas
que uno siente.

Muchas personas se sienten gays o heterosexuales mucho antes de tener relaciones


sexuales con personas de su propio sexo o del otro sexo, y algunas personas, que parecen
gays o heterosexuales, se mantienen célibes por motivos religiosos o ascéticos y se
abstienen de tener relaciones sexuales.

4.2. PUNTO DE VISTA BIOLÓGICO


PUNTO DE VISTA EVOLUCIONISTA:
La conducta sexual entre hombres y entre mujeres es la consecuencia de la selección
individual por altruismo recíproco. Es decir, las fuertes alianzas entre hombres y entre
mujeres proporcionan ventajas para la supervivencia del grupo, en la medida en que unen a
sus miembros mediante lazos emocionales. Esta hipótesis sigue siendo una especulación.
GENÉTICA Y ORIENTACIÓN SEXUAL :
Existen considerables evidencias de que las orientaciones sexuales gays masculinas y
lesbianas se dan más en determinadas familias . Los estudios con gemelos arrojan luz
sobre el posible papel de la herencia.
❏ Los gemelos monozigóticos, o gemelos idénticos, se desarrollan a partir de un solo
óvulo fertilizado y comparten el 100 por ciento de su herencia.
❏ Los gemelos dizigóticos, o mellizos, se desarrollan a partir de dos óvulos fertilizados
y, como otros hermanos y hermanas, comparten solo el 50 por ciento de su
herencia.
Así que, si la orientación sexual gay masculina o lesbiana se transmite genéticamente,
deberían encontrarse el doble número de gays entre los gemelos idénticos que entre los
mellizos. Como los gemelos idénticos y los mellizos que crecen juntos comparten las
mismas influencias del entorno, las diferencias en el grado de concordancia, para un rasgo
dado, entre los tipos de gemelos, son indicativas de origen genético.
Así que su mayor concordancia para una orientación sexual gay puede, al menos en parte,
reflejar factores del entorno. Los investigadores han encontrado evidencias de que existe
relación entre una región del cromosoma sexual X y una orientación sexual gay masculina.
Un grupo de investigadores encontraron que los hombres gays de una muestra de 114
hombres gays tendían a tener más familiares gays masculinos, por parte materna, que lo
que podría esperarse según la frecuencia de la población general. Sin embargo, estos gays
masculinos no tenían un mayor número de familiares gays por parte paterna.
Se sospecha que esta región cromosómica puede contener un gen que predispone a los
hombres hacia una orientación gay. Pero los investigadores han pedido precaución porque
no habían encontrado un gen particular relacionado con la orientación sexual, solo una
región donde se podría encontrar ese gen. Quizás un gen en particular o un grupo de genes
gobiernan el desarrollo de proteínas que esculpen ciertas partes del cerebro, de manera
que favorecen el desarrollo de una orientación sexual gay masculina.

INFLUENCIAS HORMONALES Y ORIENTACIÓN SEXUAL :

Las hormonas sexuales influyen fuertemente en la conducta de apareamiento de otras


especies. La testosterona es esencial para la diferenciación sexual masculina. En la edad
adulta, la testosterona parece tener un papel activador. Es decir, afecta a la intensidad del
deseo sexual, pero no a la preferencia por parejas del mismo o del otro sexo. Las
investigaciones no han tenido éxito al intentar relacionar la orientación sexual de cada sexo
con diferencias en los niveles de hormonas sexuales masculinas o femeninas,
respectivamente, en la edad adulta.

4.3. ADAPTACIÓN DE LA HOMOSEXUALIDAD


Hasta 1973, la orientación sexual gay masculina o lesbiana estaba considerada un trastorno
mental por la Asociación Americana de Psiquiatría. Pero ese año, los miembros de la
asociación votaron eliminarla de su lista de trastornos mentales, aunque se sigue
manteniendo una categoría de diagnóstico para personas con estrés acentuado y
persistente acerca de su orientación sexual.
Sin embargo, estudios más recientes, cuidadosamente controlados, han encontrado que los
hombres gays y las lesbianas experimentan, con mayor probabilidad que los
heterosexuales, sentimientos de ansiedad y depresión, y son más propensos al suicidio.
Más aún, los hombres gays sufren, con mayor probabilidad que los hombres
heterosexuales, desórdenes alimentarios, como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa.
No obstante, está claro que los hombres gays y las lesbianas se enfrentan al estrés
provocado por la opresión social y el rechazo.

4.4. RECONOCER Y DAR A CONOCER LA PROPIA ORIENTACIÓN SEXUAL

Muchas personas gays pasan por dificultades para reconocer y aceptar su orientación
sexual. Algunos incluso han pensado en suicidarse o intentado el suicidio por problemas de
autoaceptación.
Muchos hombres gays y muchas lesbianas se muestran reacios a declarar su orientación
sexual, incluso a los amigos y a la familia. Darlo a conocer puede ser problemático por el
riesgo de perder el trabajo, las amistades y el estatus social. Por otro lado, si la
organización donde trabaja el individuo apoya en general a los gays, darlo a conocer puede
proporcionarle mayor satisfacción en el trabajo y menos ansiedad.
Algunas familias son más receptivas. De hecho, pueden haberlo sospechado y se han
preparado para la noticia. Pero también muchas familias lo rechazan en un principio, pero
posteriormente, eventualmente, aunque sea a regañadientes, aceptan que un miembro de
la familia es gay.

4.5. ESTILOS DE VIDA GAY


Uno de los errores que comete la gente (y algunos investigadores) es tratar a las personas
gays como si fueran todas iguales.

Variaciones en los estilos de vida gay encontraron que cerca de tres de cada cuatro parejas
gays a las que estudiaron podían clasificarse según uno de estos cinco estilos de vida:
parejas cerradas, parejas abiertas, funcionales, disfuncionales y asexuales.
❏ Parejas cerradas : recuerdan fuertemente a las parejas casadas. Muestran
compromiso emocional profundo y pocas relaciones sexuales fuera de la pareja.
Casi tres veces más lesbianas (el 28 por ciento) que hombres gays (el 10 por ciento)
viven estas relaciones íntimas comprometidas. Las personas gays que viven en
relaciones cerradas muestran menos problemas psicológicos y sociales que aquellas
que tienen cualquier otro estilo de vida.
❏ Parejas abiertas . vivían juntos, pero tenían relaciones fuera de la pareja. Las
personas gays que vivían en parejas abiertas no parecían tan bien adaptadas como
las parejas cerradas. No obstante, su adaptación general era similar a la de las
personas heterosexuales.
❏ Funcionales : personas gays viven solas y tienen contactos sexuales con numerosas
parejas, un tipo de estilo de vida gay de «soltero desinhibido» , parecían haberse
adaptado bien a su estilo de vida desinhibido y eran sociables y estaban bien
adaptados.
❏ Disfuncionales: tenían problemas psicológicos, sociales y sexuales, sufrían a
menudo de ansiedad y de infelicidad, y muchos encontraban dificultad para
establecer relaciones íntimas.
❏ Asexuales : también vivían solos, pero se distinguían por tener pocos contactos
sexuales. Éstos tendían a tener más edad que los gays de los otros grupos. Aunque
no mostraban los problemas de adaptación de los disfuncionales, tampoco
establecían relaciones íntimas. A pesar de su conducta asexual, su orientación
sexual era claramente gay.

Los homosexuales, como los heterosexuales, llevan diferentes estilos de vida. Las cosas no
son más simples en el mundo gay que en el mundo heterosexual. Y las razones por las que
algunas personas son homosexuales siguen siendo tan poco claras como las razones por
las que la mayoría de las personas son heterosexuales.

4.6. HOMOFOBIA

La homofobia está relacionada con las actitudes «rudas» tradicionales masculinas. La


palabra «homofobia» deriva de las raíces que significan «temor hacia los homosexuales».
Aunque la homofobia es más común entre los heterosexuales, los gays también pueden ser
homófobos.

Los hombres tienden a ser más homofóbicos que las mujeres. Sin embargo, esta diferencia
en la homofobia puede deberse a que los hombres heterosexuales tienen más dificultad que
las mujeres heterosexuales para entender cómo un hombre puede sentirse atraído por una
persona del mismo sexo.

Las personas que tienen mucho interés en mantener los roles de género estereotipados
pueden sentirse amenazados más fácilmente por la existencia de una orientación sexual
gay masculina o lesbiana, porque las personas gays parecen confundir o cambiar estos
roles. Los hombres tienen un gran interés en mantener la tradición de la dominación
masculina, así que quizás no resulta sorprendente que los estudiantes universitarios sean
más intolerantes hacia los hombres gays que las estudiantes universitarias.

La homofobia toma varias formas, incluyendo:

❏ Uso de términos peyorativos (como marica)


❏ Contar chistes de gays de manera despectiva.
❏ Dificultar el acceso a los gays para encontrar casa, empleo u oportunidades
sociales.
❏ Mofarse (abuso verbal).
❏ Dar palizas a los gays (abuso físico).
CAPÍTULO V:
DERECHOS MOVIMIENTOS Y POLÍTICAS

Desde comienzos del decenio de 1990 los mecanismos de derechos humanos de las
Naciones Unidas han expresado repetidamente su preocupación por esas y otras
violaciones conexas.

En junio de 2011, el Consejo adoptó la primera resolución de las Naciones Unidas relativa a
derechos humanos, orientación sexual e identidad de género. La resolución fue aprobada
por un margen estrecho, pero es importante mencionar que recibió el apoyo de miembros
del Consejo de todas las regiones. Su aprobación abrió el camino al primer informe oficial
de las Naciones Unidas sobre ese tema, preparado por la Oficina del Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. En estos documentos se detallaban
cuales eran las obligaciones jurídicas básicas de los estados respecto a la protección de los
derechos humanos de las personas LGBT, dentro de las más resaltantes encontramos

1.PREVENIR LA TORTURA Y LOS TRATOS CRUELES, INHUMANOS Y DEGRADANTES


CONTRA LAS PERSONAS LGBT

Este derecho internacional obliga a los Estados a proteger a las personas contra la tortura y
otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, además de prohibir otras formas de maltrato
y ofrecer reparación por dichos actos. El hecho de no investigar ni hacer comparecer ante la
justicia a los autores de tortura constituye en sí mismo una violación de las normas
internacionales de derechos humanos. Además, el uso de exámenes anales forzosos
contraviene la prohibición contra la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Esos derechos están garantizados en los siguientes artículos

 Artículo 5 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: Nadie será


sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
 El artículo 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: Nadie será
sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. En
particular, nadie será sometido sin su libre consentimiento a experimentos médicos o
científicos.
 El artículo 2 de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas
Crueles, Inhumanos o Degradantes: Todo Estado Parte tomará medidas
legislativas, administrativas, judiciales o de otra índole eficaces para impedir los
actos de tortura en todo territorio que esté bajo su jurisdicción.

2.DESPENALIZAR LA HOMOSEXUALIDAD

Las leyes que tipifican penalmente la homosexualidad dan lugar a varias infracciones
separadas pero interconectadas. Esas leyes infringen el derecho individual de estar
libre de discriminación, consagrado en

 El artículo 2 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: Toda persona tiene


todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción
alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra
índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición
 Los artículos 12 y 9 : Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada,
su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su
reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales
injerencias o ataque
 El artículos 17 : Nadie será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida
privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques ilegales a su
honra y reputación
 El artículo 3 de la Declaración Universal de Derechos humanos: Todo individuo tiene
derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. Nadie estará
sometido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están
prohibidas en todas sus formas. Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos
crueles, inhumanos o degradantes

Esta consideración nace a raíz de que por lo menos existen por lo menos 76 países tenían
que tienen vigentes leyes que tipifican penalmente las relaciones consentidas entre adultos
del mismo sexo que por lo general, prohibían ciertos tipos de actividad sexual o toda
intimidad o relación sexual entre personas del mismo sexo. En algunos casos, el lenguaje
utilizado en las leyes se refiere a conceptos vagos e indefinidos, como “delitos contra el
orden natural”, “moralidad” o “libertinaje”.

3.PROHIBIR LA DISCRIMINACIÓN BASADA EN LA ORIENTACIÓN SEXUAL Y LA


IDENTIDAD DE GÉNERO

Las personas LGBT Sufren tanto de discriminación oficial, en la forma de leyes y políticas
estatales que tipifican penalmente la homosexualidad, les prohíben ciertas formas de
empleo y les niegan acceso a beneficios, como de discriminación extraoficial, en la forma de
estigma social, exclusión y prejuicios, incluso en el trabajo, el hogar, la escuela y las
instituciones de atención de la salud. Sin embargo, las normas internacionales de derechos
humanos prohíben la discriminación sobre la base de la orientación sexual y la identidad de
género. La orientación sexual y la identidad de género, al igual que la raza, el sexo, el color
o la religión, no son fundamentos permisibles para establecer distinciones.
Todos tienen el derecho de estar libres de discriminación, incluso la basada en la
orientación sexual y la identidad de género. Este derecho está protegido por los siguientes
artículos:

 Artículo 2: Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta
Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión
política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición.
 Artículo 7: Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual
protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda
discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal
discriminación. Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles,
inhumanos o degradantes.

ÁMBITO SALUD

Uno de los problemas en este ámbito era que la homosexualidad al tener tipificación penal
impedía el acceso a la atención de la salud por temor a que pueda dejar al descubierto una
posible conducta delictiva y porque alentaba a los profesionales de la medicina a negar sus
servicios. Además, la tipificación penal de la conducta sexual hace que en los planes y
políticas nacionales de salud no se consideren las necesidades sanitarias específicas de las
comunidades de personas LGBT. En el informe al Consejo de Derechos Humanos
correspondiente al 2010 se categorizó los efectos de la tipificación penal en el derecho a la
salud de tres maneras:

1. Inhibición del acceso a los servicios de salud. Cuando se tipifica penalmente la


conducta sexual entre personas del mismo sexo, esas personas no pueden obtener
acceso a servicios de salud eficaces y las medidas sanitarias preventivas no satisfacen
las necesidades de las comunidades de personas LGBT. Los profesionales de la salud
quizás se nieguen a tratar a pacientes que practiquen la homosexualidad o tal vez
respondan a ellos con hostilidad

2. Violencia: Los profesionales de la salud quizás se nieguen a tratar a pacientes que


practiquen la homosexualidad o tal vez respondan a ellos con hostilidad

3. Estigmatización social .la estigmatización impide que las instituciones legislativas y


normativas aborden adecuadamente las cuestiones sanitarias en comunidades
especialmente vulnerables al menoscabo de su derecho a la salud

Estas tipificaciones también tienen un efecto negativo en las campañas de salud pública
contra el VIH/SIDA pues impedían la ejecución de los programas de salud pública,
empujando a la clandestinidad a muchas de las personas que corren el riesgo de infectarse.
Así pues, la penalización de las prácticas homosexuales iría en contra de la ejecución de
programas de educación eficaces en materia de prevención de la infección por el VIH y del
SIDA
Tomando en cuenta todo lo anterior y notando que las personas LGBT e intersexuales
también afrontan una serie de impedimentos en el ejercicio del derecho a la salud. El
artículo 12.1 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
establece que reconocen el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible
de salud física y mental.

Este El derecho a la salud no debe entenderse como un derecho a estar sano. El derecho a
la salud entraña libertades y derechos. Entre las libertades figura el derecho a controlar su
salud y su cuerpo, con inclusión de la libertad sexual y genésica, y el derecho a no padecer
injerencias, como el derecho a no ser sometido a torturas ni a tratamientos y experimentos
médicos no consensuales.

SITUACION EN PERÚ

Actualmente la situación de las personas que tienen una orientación sexual diferente a la
heterosexual en el Perú, atraviesa por una serie de problemas entre los principales que
encontramos ,están la discriminación ,exclusión y desigualdad, que impide o dificulta el
ejercicio de sus derechos, problemas en el derecho a la salud los cuales están
relacionados con temas como las enfermedades de transmisión sexual, y por ultimo
atentados contra la vida integridad pues se sabe que se siguen produciendo muertes y
agresiones contra ellos.

Según el reporte de Promsex y la Red Peruana TLGB del 2016 se han se han detectado
desde abril 2014 a marzo 2015, 13 homicidios de personas TLGB: seis gays, cinco trans
femeninas, una lesbiana y una persona aparentemente bisexual. En cuanto a las
afectaciones a la seguridad personal que no resultaron en muerte, se reportó que las
mujeres trans vinculadas al trabajo sexual fueron las principales víctimas de agentes
estatales. Estos actos se han convertido en prácticas sistemáticas de serenazgos, quienes
las detienen arbitrariamente, golpean y trasladan a lugares desolados para quitarles sus
pertenencias y violentarlas sexualmente (desnudo forzado, violación sexual, etc.), sin ser
sancionados.

El 6 de mayo de 2008 el Perú presentó su informe durante la segunda ronda de sesiones


del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Este informe es parte del
mecanismo de Exámenes Periódicos Universales (EPU), recientemente creado en el marco
del proceso de reforma de las Naciones Unidas, por el cual cada Estado parte debe rendir
un reporte cada cuatro años. En dicha sesión, vista de todo lo que estaba sucediendo en
Perú Estado de Eslovenia recomendó al Estado peruano que debía “considerar la aplicación
de los principios de Yogyakarta como parte del derecho internacional de los derechos
humanos con relación a la no discriminación por orientación sexual e identidad de género,
como guía de las políticas de desarrollo

En el Informe Anual sobre Derechos Humanos de personas Trans, Lesbianas, Gays y


Bisexuales en el Perú elabora en este documento se analiza la actitud del estado peruano y
se hace algunas propuestas como:

1. Los derechos a la igualdad y a la no discriminación: Todas las personas tienen


derecho al disfrute de todos los derechos humanos, sin discriminación por motivos de
orientación sexual o identidad de género.
2. El derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica: Todo ser humano tiene
derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica. Las personas
en toda su diversidad de orientaciones sexuales o identidades de género disfrutarán de
capacidad jurídica en todos los aspectos de la vida. La orientación sexual o identidad de
género que cada persona defina para sí, es esencial para su personalidad y constituye
uno de los aspectos fundamentales de la autodeterminación, la dignidad y la libertad.

3. El derecho al trabajo.

4. El derecho a la seguridad y a otras medidas de protección social Todas las personas


tienen derecho a la seguridad social y a otras medidas de protección social, sin
discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género

5. El derecho a la educación

El derecho a la seguridad personal Toda persona, con independencia de su orientación


sexual o identidad de género, tiene derecho a la seguridad personal y a la protección del
Estado frente a todo acto de violencia o atentado contra la integridad personal que sea
cometido por funcionarios públicos o por cualquier individuo, grupo o institución.

En nuestro país la atención de salud por parte del Estado a las personas LGBTI está
enfocada principalmente a la prevención y tratamiento del VIH/Sida y las infecciones de
transmisión sexual (ITS). La mayor prevalencia del virus de inmunodeficiencia humana y las
infecciones de transmisión sexual en los hombres que tienen sexo con hombres (HSH) y
personas trans ha motivado que los esfuerzos del Estado estén destinados a atender
principalmente dichas afecciones sin considerar sus necesidades diferenciadas de salud
(sexual, reproductiva y mental).A manera de solución se toman en cuenta ciertas
estrategias que incluyen

1. intervenciones basadas en el uso de antirretrovirales, como el tratamiento


antirretroviral (beneficio preventivo del tratamiento), la profilaxis previa a la exposición
para personas con alto riesgo de contraer la infección por el VIH y la profilaxis posterior
a la exposición para la exposición ocupacional y sexual

2. Servicios integrales de salud sexual y reproductiva, ente ellos programas de


condones masculinos y femeninos, así como lubricantes

3. estrategias integrales de información, educación y comunicación sobre salud sexual


y reproductiva para la reducción y el manejo de los comportamientos de riesgo;
prevención, detección y tratamiento de las ITS

4. servicios integrales de reducción del daño causado por el consumo de sustancias


psicoactivas, inyectables o no inyectables, así como por la dependencia del alcohol;
pruebas de detección del VIH
CONCLUSIONES
El tiempo no ha pasado en vano.

La lucha de miles de personas por sus derechos ha sido escuchada, se hicieron oir. Hoy
podemos saber que el sexo biológico, el género y la orientación están juntos en una sola
persona, puede no seguir lo “normal” muchas veces pero eso no significa que eso este mal
o que deba ser sujeto a discriminación y violencia.

Podemos observar que los jóvenes son personas mas abiertas de pensamientos, sujetas a
desarrollar menos estigmas relacionados con la orientación sexual o expresión de genero
que observan. Nuestra sociedad aun es muy conservadora y pasara mucho tiempo para
que deje de verse con horror a las personas gays, lesbianas o bisexuales. La ideología de
genero está muy arraigada en las personas. Un pensamiento tan heteronormativo que
impide la aceptación e incita a la exclusión de muchas comunidades.

Los roles de genero son parte de nuestras vidas y si bien es cierto las mujeres con el tiempo
han conseguido un mejor trato, mas oportunidades de trabajo, mas protecciones y menos
marginación solo por nuestro género, aún queda un largo camino para nosotras porque la
igualdad no esta conseguida. Todo parte desde la educación en casa, que son entornos
protegidos que les debe enseñar que no esta mal sentirse diferente de tu sexo biológica,
que no esta mal amar a alguien de tu mismo sexo y que todas las personas no son
cisgeneros. El dia que se deje de creer que se hacen a los homosexuales a lesbianas,
habremos dado el mayor paso a la inclusión de todos los peruanos.
REFERENCIA
1. Loza C, Ramos W. Dirección General de Epidemiología [Internet]. Boletín
Epidemiológico. 2016. 160 p. Available from:
https://www.dge.gob.pe/portal/docs/ASISVIH2013.pdf
2. Defensoría del Pueblo. Situación de los Derechos Humanos de las personas LGBTI.
Derechos Humanos las Pers LGBTO Necesidad una política pública para la Igual en el Perú
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