Enganche en Arado de Reja y Vertedera

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA

FACULTAD DE AGRONOMÍA
ESCUELA DE INGENIERÍA AGRÍCOLA

CURSO:
MAQUINARIA AGRÍCOLA

TEMA:
“COMO SE REALIZA UN BUEN ENGANCHE CENTRADO EN
ARADO DE REJA Y VERTEDERA”

PROFESOR:
DOC. FERNANDO NOE CISNEROS

ALUMNA:
FLORES SAAVEDRA ANGELA

PIURA 2021
I. INTRODUCCIÓN
Labranza es la preparación del suelo para la siembra, y el proceso de
mantenerlo suelto y libre de malezas durante el crecimiento del cultivo. La
operación básica es la roturación del suelo en la preparación de la cama de
siembra. La roturación y aflojamiento del suelo es la fase más antigua de la
labranza. Se estima que en la prehistoria el hombre usó herramientas
rudimentarias hechas de madera u otro material con las cuales pudiera aflojar
el suelo. Posiblemente una rama de árbol fué la primera herramienta de
labranza usada por el hombre. Luego, con el uso del fuego o herramientas
manuales de piedra, pudo el hombre modelar las ramas de los árboles con sus
bifurcaciones, de manera que la herramienta de labranza poseía ya timón,
manija de comando y una punta más o menos aguda para roturar el suelo. Con
el tiempo el hombre comenzó a usar fuerza animal para arrastrar el arado.
¿Que se espera de una buena labranza?
La cama de siembra: No existe un tipo de cama de siembra que se adapte a
todos los cultivos y condiciones de suelo. La preparación de una cama de
siembra varia con el tipo de suelo, en un suelo arenoso (liviano) es muy distinta
a la correspondiente a un suelo arcilloso (pesado). En zonas de baja
precipitación anual, y con problemas de erosión eólica los agricultores tratan de
realizar las labranzas sin invertir el prisma de tierra o destruir la cubierta
vegetal. De esta manera conservan la humedad del suelo y reduce "el volado
del suelo''. En regiones con precipitaciones anuales de más de 500 mm, se
requiere el empleo de labranza con inversión del suelo (aradura) para
conseguir buenos rendimientos. Los suelos pesados arcillosos, debido a su
textura, no aceptan métodos de labranza sin aradura. En general, bajo
condiciones de abundante humedad, se requiere una aradura con inversión
completa del prisma de tierra a fin de cortar los ciclos biológicos de insectos,
hongos y otros agentes patógenos productores de enfermedades de las plantas
que de otra manera proliferan durante el ciclo del cultivo causando reducción
de los rendimientos del mismo. La cama de siembra requiere en general un
cierto grado de compactación y pulverización del suelo. Grandes espacios de
aire, restos vegetales no triturados, terrones, etc., no son características
deseables debido a que retardan el crecimiento de las raíces.
En este sentido Botta y Jorajuria (1997) comprobaron ensayando distintas
configuraciones de tractor sobre suelo arado y cama de siembra, que la
condición del primer suelo, fue mecánicamente diferente a la del segundo.
Tanto la resistencia a la penetración como los valores de densidad aparente
eran mayores para el suelo preparado como cama de siembra. Los valores de
densidad aparente fueron de 0,7 y 0,9 Mg/m³ para el suelo arado y la cama de
siembra respectivamente, mientras que la resistencia a la penetración fue de
28 y 63 kPa para cada condición de suelo. Esta situación fue esperable ya que
una mayor capacidad portante del suelo con laboreo secundario (cama de
siembra) es justificable a través de una mayor intensidad de tráfico recibida
para llegar a esa condición.
II. OBJETIVOS DE LA LABRANZA
Los objetivos que se persiguen las labores al preparar una cama de siembra
son los siguientes:
1) Crear una condición adecuada, mejorando las características físicas,
químicas y biológicas necesarias para el desarrollo del cultivo.
2) Incorporar los residuos vegetales y animales con el fin de favorecer su
descomposición mejorando de esta forma la fertilidad al suelo.
3) Enterrar y destruir malezas u otro tipo de vegetación indeseable.
4) Descompactar el suelo para permitir una buena circulación de aire.
5) Acondicionar el suelo para que retenga las aguas de lluvias.
6) Cortar los ciclos de vida de los insectos, destruyendo sus huevos, larvas y
nidos.
7) Acondicionar la superficie del suelo para prevenir erosión eólica.
Los resultados de la aradura serán satisfactorios si el operador del arado sabe
qué condiciones de suelos se necesitan para el cultivo a implantar. El arado
acondiciona una capa de suelo que constituye la cama de semillas y de raíces
simultáneamente. Debemos recordar que el cultivo vive un 95% del tiempo en
la cama de raíces y solo un 5% en la cama de semilla.

III. MARCO TEÓRICO


3.1. Tipos de implementos de labranza.
Según Cañavate (1993) Los aperos pueden clasificarse según:
a) Su forma de funcionamiento.
b) Su acoplamiento al tractor.
c) La labor que realizan.
a) Atendiendo a su forma de funcionamiento, se distinguen aperos:
1. - NO ACCIONADOS POR EL TRACTOR.
1.1- Arados sin volteo de suelo.
1.1.2. - Subsolador.
1.1.3. - Cincel o chicel.
1.2. - Arados con volteo de suelo.
1.2.1 - De vertedera.
1.2.2 - De discos.
1.3. - Rastras.
1.3.1 - De dientes.
1.3.2 - De discos.
1.3.3 - Destarronadora.
1.4. - Cultivadores.
1.4.1- De dientes rigidos.
1.4.2 - De dientes flexibles.
1.4.3 - De dientes vibrantes.
1.5. - Rodillos
2. - ACCIONADAS POR LA TOMA POSTERIOR DE POTENCIA.
2.1. - Fresadoras.
2.1.2 - De eje transversal (rotovátor).
2.1.3 - De eje vertical (azadas rotativas).
2.2. - Cavadoras.
2.3. - Rastra de dientes accionadas.
2.3.1. - Oscilante.
2.3.2. - Rotativa.
2.4. - Arados accionados
2.4.1- De vertedera rotativa.
2.4.2 - De discos accionado.
2.4.3 - Aporcador accionado.
b) Según el acoplamiento al tractor; se distinguen los siguientes tipos de
aperos.
 Arrastrados o remolcados: Son aperos enganchados al tractor en un
solo punto por medio de la placa de enganche (apero) y la barra de tiro
(tractor). Pueden ser enganchados y desenganchados fácil y
rápidamente. Como el apero va sobre sus propias ruedas o elementos
de soporte, queda independizado de los movimientos del tractor,
realizándose rápidamente las operaciones de enganche y desenganche.

 Suspendidos: Son aperos acoplados al tractor en el enganche en tres


puntos, de tal forma que son completamente soportados por aquél en su
posición elevada. El guiado y la profundidad de trabajo pueden así ser
controlados por el tractor. Está, sin embargo, limitado su tamaño con
respecto a los otros dos tipos de acoplamiento por problemas de
estabilidad cuando el arado es levantado, lo que obliga a colocar
contrapesos frontales en el tractor.

 Semisuspendidos: Son básicamente aperos suspendidos, pero con


apoyo sobre una rueda trasera. Con esto se permiten pesos mucho
mayores y también longitudes mayores que en los suspendidos. Están
enganchados al tractor por medio de una barra de acoplamiento
horizontal, siendo parcialmente sustentados por el tractor (nunca por
completo) y pudiendo así responder directamente a la dirección del
tractor.
c) Según la labor que realizan los aperos, se distinguen los tipos
siguientes:
 Aperos de alzar o primarios, los cuales realizan labores profundas (20-
35 cm) para la preparación del suelo para la siembra o el paso del
invierno. Incluyen los arados de vertedera y de discos, escarificadores, e
incluso aperos accionados.

 Aperos para labores complementarias o secundarias. Realizan el


cultivo de la capa superficial (hasta unos 15 cm), como el enterrado de
rastrojo, la preparación secundaria para la siembra, el cultivo entre
líneas, etc. Comprenden las gradas, cultivadores, rastras, rodillos,
fresadoras y azadas mecánicas.

 Aperos especiales. Arados subsoladores, viñedos, aporcadores, etc.

3.2. ARADOS DE REJA Y VERTEDERA


El arado de reja y vertedera fue uno de los implementos para labores profundas
más extendido en nuestro país, pero fue perdiendo importancia en la medida
que avanzaron otros sistemas de labranza, asociados a prácticas agronómicas
de tipo conservacionistas. Las labores que realiza son: inversión de la capa
arable y pulverización de la misma cuyos efectos agronómicos pueden
resumirse en:
- Aumento de los poros del suelo.
- Permitir una mayor capacidad de almacenamiento del agua.
-Enterrado de restos orgánicos.
-Enterrado de parásitos.
Otro efecto del volteo es el de elevar a la superficie las capas inferiores y, por
tanto, los microorganismos que éstas contienen. Es discutible si este efecto
puede resultar negativo o no sobre la capa arable.
3.2.1. - Arado y suelo
Según Sánchez Girón (1996) al introducirse la reja de un arado en el terreno

(figura 1.a), y realizar el corte de un prisma continuo de tierra, éste se rompe en


diferentes capas por la formación de grietas primarias y después en fracciones
(grietas secundarias), con lo que resulta desmenuzado, efecto que termina de
realizarse al ser volteado mediante la vertedera
(Fig. 1.b). Quedan así teóricamente los prismas de tierra (de sección: p,
profundidad, multiplicada por a, anchura) invertidos y apoyados: cada uno en el
anterior, siendo  el ángulo de volteo y resultando una aireación máxima para
 = 145, aunque normalmente se tienen valores del orden de 135 a 140.
3.2.2. TIPOS DE VERTEDERAS
Las vertederas son las piezas del arado que elevan, pulverizan con mayor o
menor intensidad y voltean un prisma de tierra, que previamente ha sido
cortado por la reja.
En la superficie de la vertedera existen dos zonas bien diferenciadas por su
cometido:
1) Frente.
2) Ala.
El frente tiene como misión continuar el proceso de rotura del terreno iniciado
en la reja, pulverizando los fragmentos del suelo resultantes de la acción de
esta e iniciando el volteo del mismo (figura 3). En cuanto al ala se refiere, su
misión fundamentalmente es conducir las partículas para depositarías junto al
surco contiguo, es decir, realiza el volteo, que será más o menos suave según
su forma y la velocidad de trabajo.
3.2.3. PREPARACION DEL ARADO La preparación del arado no sólo se
realiza para que haga una labor prolija, sino que también es necesaria para que
después pueda realizarse una correcta regulación del conjunto tractor-arado y
para que el arado sea lo más "liviano" posible al tiro. El orden que proponemos
es el siguiente:
3.2.4. CONTROL DE LA ALINEACION DE LAS REJAS.
Se deberá 'tensar una cuerda desde un extremo al otro del arado y recorrer
todo el filo de las rejas y los puntos de unión reja-vertedera para verificar que
estén correctamente en línea; es decir, todas en el mismo plano.
3.2.5. CONTROL DE LA ALINEACION DE LAS VERTEDERAS
Se deberá proceder de igual manera que con las rejas, recorriendo con la
cuerda el perímetro externo de las vertederas para controlar si están
correctamente alineadas.
3.2.6. CONTROL DE EQUIDISTANCIAS ENTRE LAS REJAS.
Se deberá medir con un metro, si todas las rejas están a la misma distancia, no
s6lo entre ellas sino también con respecto al bastidor. Esta medida se deberá
tomar en "punta" y en "cola" de reja.
3.2.7. CONTROL DE EQUIDISTANCIAS ENTRE LAS VERTEDERAS.
Se deberá proceder de igual manera que con las rejas midiendo tanto en el
"pecho" como en la "oreja" de las vertederas, la distancia existente entre ellas y
también la existente con respecto al bastidor. Debe tenerse en cuenta que
tanto en rejas como en vertederas, por más que estén equidistantes, la
tolerancia, tanto en alineación como en las distancias, es de aproximadamente
1 cm. Si este valor fuese superado, hay que proceder a su corrección.
3.2.8. CONTROL DEL FILO DE LAS REJAS.
Es sumamente importante para disminuir el esfuerzo de tracción de un arado,
que las rejas estén bien afiladas. Es conveniente insistir en ese punto, ya que
por no perder tiempo en cambiarlas luego se pierde muchísimo dinero en
gasoil, tiempo y desgaste de neumáticos.
3.2.9. VERIFICACION DE LA FORMA ORIGINAL DE LAS REJAS.
Las rejas deberán tener la punta apuntando hacia abajo y hacia el rastrojo. Una
reja que por picado o cementado perdió su forma original, no sólo no trabajará
adecuadamente, sino que producirá una marcha inestable en el arado, ya que
como éste permanentemente trata de equilibrarse, se producen paredes y
fondos de surco desparejos. Si la punta de la reja no tiene esa orientación
hacia abajo que se conoce con el nombre de "succión vertical" y hacia el
rastrojo, "succión horizontal", es imposible hacer una correcta regulación del
arado. Por lo tanto, las costaneras o talones, irán permanentemente
"taconeando" el fondo y la pared del surco, aumentando el esfuerzo de tracción
y por ende el patinamiento.
3.3. APERTURA DE LA AMELGA.
Una vez controlado y engrasado el arado, se deberá abrir una amelga, tratando
que quede el surco lo más parejo posible y de la profundidad que se desea
trabajar. Tratar de regular un arado con un surco desparejo donde existen
variaciones en la profundidad, demanda el doble de esfuerzo y de tiempo
porque el arado está continuamente desnivelándose.
3.3.1. REGULACION DE PROFUNDIDAD.
La profundidad de trabajo depende de una serie de factores, entre los que
podríamos mencionar: tipo de labor que se quiere realizar, estado del suelo,
profundidad del horizonte arable, etc. Estos temas no serán tratados aquí,
debido a que escapan nuestros objetivos.
3.3.2. REGULACIÓN DEL ANCHO DE CORTE DE LA PRIMER REJA.
Esta deberá cortar el ancho que le corresponde. No deberá arrancar ni
superponer. Si la primera reja no corta lo que le corresponde, el equipo no
trabajará "centrado" y habrá sido inútil la regulación de la trocha y la
verificación del arado. Se deberá quitar la gleba que tapa la primera reja con
una pala y ver cómo está cortando. En caso de que sea incorrecto, se deberá
desplazar la barra del tiro del arado hacia izquierda o derecha, según arranque
o superponga. Es conveniente realizar esta verificación varias veces ya que
después de cada regulación el arado se "acomodó", por lo que luego de insistir
recién se logra el objetivo.
3.3.3. NIVELACIÓN DEL ARADO CON VISTA POSTERIOR.
Esta regulación, si bien sumamente conocida no deja de tener gran
importancia. Si el arado está caído del lado del: surco, cortan más profundo las
rejas derechas y esto no sólo dejará una mala labor, sino que también
desequilibrará el tiro debido a que requerirá mayor esfuerzo el lado derecho.
Esto producirá derivas tanto en el arado como en el tractor. Lo mismo ocurrirá
si está caído del lado del rastrojo. Conviene verificar luego de cada intento de
regulación permitiendo que el arado se "acomode". No por sencillas las
regulaciones dejan de tener importancia.
3.3.4. - NIVELACIÓN DEL ARADO CON VISTA LATERAL.
Esta regulación nos va a permitir disminuir el esfuerzo de tracción requerido.
por el arado. Debe actuarse sobre la rueda de "cola", hasta lograr que todas las
costaneras o talones estén separados aproximadamente 1 cm. del fondo del
surco. Si las costaneras van raspando el fondo del surco, quiere decir que el
arado no se va apoyando sobre la rueda de "cola", sino que va apoyándose en
los cuerpos. Es decir que, en vez de ir rodando sobre la rueda, va frotando con
sus costaneras. Esto requiere lógicamente, mucho mayor esfuerzo de tracción
que si rodara. Por lo tanto, esta regulación tiene como objetivo transformar un
esfuerzo por frotamiento en uno de rodadura, para "alivianar" el tiro del arado.
Es imposible conseguir esta regulación si las rejas no tienen "succión vertical".
3.3.5. - REGULACIÓN DEL CRUCE DE LA RUEDA DE COLA.
La rueda de cola puede o no estar inclinada con respecto a la vertical, pero
además de esta inclinación, en muchos arados es posible regular el cruce de la
rueda de cola con respecto a la dirección de avance. Lo que se pretende es
que la rueda "mire" hacia la tierra arada, cuando el equipo se encuentra
trabajando. Si la rueda posee este cruce, empujará la cola del arado hacia la
tierra arada y habremos conseguido otro objetivo importantísimo: separar las
costaneras de la pared del surco. Nuevamente evitamos el frotamiento de las
costaneras que demanda mayor esfuerzo de tracción y favorecemos la
rodadura de la rueda de cola. Esto implica que logramos nuevamente alivianar
el tiro. Es imposible lograr esta regulación si las rejas no poseen "succión
horizontal".
3.3.6. - REGULACIÓN DE LAS CUCHILLAS.
Las cuchillas no sólo deben estar bien reguladas, sino que deben estar filosas y
poseer un gran porcentaje de su diámetro original. Independientemente de las
condiciones particulares que se presenten, en suelos normales las cuchillas
deben trabajar superficialmente. No deben cortar más allá de la mitad de la
profundidad de labor para lograr un correcto ángulo de corte. Si la cuchilla está
muy enterrada, en vez de rodar tiende 'a "pechar", aumentando el esfuerzo de
tracción. El eje de la cuchilla debe ir ubicado aproximadamente en la vertical
que pasa por la punta de la reja, o sea a la misma "altura", para permitir que la
gleba inicie su elevación en forma suave. En sentido transversal a la dirección
de marcha, la cuchilla deberá colocarse en forma tal que corte a 1 cm. hacia el
rastrojo a partir del borde de la vertedera. El frente o "pecho" de la vertedera no
deberá realizar el trabajo de la cuchilla, ya que arrancaría en vez de cortar,
aumentando el esfuerzo de tracción. Debe verificarse no sólo que todas las
cuchillas sean iguales y posean el mismo diámetro, sino que también estén
alineadas, equidistantes y con la misma regulación. Caso contrario crearán
esfuerzos desiguales que tenderán a desestabilizar el arado.
3.3.7. - LIMPIEZA DE LAS PARTES ACTIVAS DEL ARADO.
Se deberá proceder a una limpieza escrupulosa de las partes activas del arado,
rejas, vertederas y cuchillas, para que la tierra frote sobre una, superficie
pulimentada, con facilidad y poca demanda de fuerza.
3.4. - UBICACIÓN CORRECTA DEL ARADO
Colocar el arado en posición de trabajo, a la profundidad elegida y con la
primera reja cortando el ancho correcto. Sacar con una pala la tierra que cubre
el cuerpo donde está ubicado el centro de resistencia del arado.
3.4.2. - UBICACIÓN CORRECTA DEL TRACTOR
a) Con el tractor trabajando dentro del surco: Colocar el tractor con sus
neumáticos derechos dentro del surco, separado unos centímetros de la pared.
b) Con el tractor trabajando fuera del surco (sobre el rastrojo): Esta situación se
da cuando el arado tiene muchos cuerpos o el rodado trasero del tractor es
demasiado ancho para trabajar en el surco o cuando el tractor tiene duales. Se
debe colocar el tractor sobre el rastrojo de modo tal que su centro de potencia
quede desde el surco a una distancia igual a la mitad del ancho de labor más
un cuarto de reja.
Por ejemplo: si el arado tiene 10 rejas de 12", su ancho de labor será 3 m. La
mitad del ancho es 1,5 m y le sumamos 0,075 m (1/4 reja) con lo que nos
queda una distancia de 1,575 m. Esto es lo que debe existir entre el centro de
potencia y la pared del surco. Si se coloca el tractor en esta posición,
estaremos realizando un "tiro centrado", que es aquel que no le produce ningún
esfuerzo lateral al tractor. Es decir, el tractor tira para adelante y no existe
ninguna otra fuerza que tenga otro sentido que la dirección de marcha o pared
del surco. El tractor puede colocarse también en el borde de la pared del surco
para facilitar la conducción. En el caso de tractores convencionales, se deberá
regular la trocha de modo tal que coincidan las distancias entre caras exteriores
de los rodados delanteros y traseros. De este modo el conductor hace marchar
la rueda delantera a pocos centímetros del borde de la pared del surco,
teniendo la certeza que las ruedas posteriores "pisan" en forma correcta.

 Para realizar un correcto enganche debemos conocer la


ubicación de los siguientes puntos:

a) Centro de potencia del tractor: Denominamos Centro de potencia al


punto donde está anclada la barra de tiro del tractor, es decir al punto
donde pivotea cuando la desplazamos en sentido horizontal. Este
anclaje en los tractores convencionales se ubica generalmente sobre
una línea vertical que contiene al centro de gravedad del tractor. En los
tractores articulados puede estar ubicado sobre el punto de pivotamiento
o sino sobre el tren posterior.
b) Boca de la barra de tiro del tractor: Denominamos así al lugar donde
se engancha el arado al tractor, es decir, el punto donde pivotea la barra
de tiro del arado sobre el tractor.
c) Centro de resistencia del cuerpo del arado: Es una pequeña área que
podríamos ubicar en torno al primer bulón de cabeza fresada que se
ubica sobre la vertedera en su unión con la reja, a partir de la pared del
surco. Esta área se ubica a una distancia equivalente al 15-25 % del
ancho de labor de reja, a partir de la pared del surco y a la altura de la
unión reja - vertedera.
d) Centro de resistencia del arado: Está ubicado en el bulón mencionado
del cuerpo central del arado si este posee un número impar de cuerpos.
Si el arado posee un número par de cuerpos, el centro de resistencia se
encontrará ubicado en forma equidistante en una recta que une los
bulones mencionados de los dos cuerpos centrales.
La ubicación y el significado de este centro de resistencia revisten gran
importancia. Podemos decir que en ese punto se encuentra concentrada
toda la fuerza que hace el suelo para impedir que el arado avance. Por
lo tanto, si enganchamos de ese punto, el arado marchará en forma
estable y no tenderá a irse ni hacia la tierra arada ni hacia el rastrojo, ni
tenderá a desclavarse de cola ni a clavarse de punta. Este centro de
resistencia estará en el lugar indicado siempre y cuando se hayan
respetado cada uno de los pasos de la "preparación del arado". Si
alguno de ellos se realizó en forma incorrecta, este punto estará en otro
lugar y no podremos hacer una correcta regulación del conjunto.

Fuerzas que actúan sobre el tractor al realizar un correcto enganche: 1) Carga


vertical producida por el arado, 2) Transferencia anteroposterior de peso,
3) Dirección en que debe tirar el arado, 4) Boca de la barra de tiro, 5) Centro de
resistencia del arado, 6) Fuerza con la que se afirma el tractor al piso.

IV. CONCLUSIONES
 Es necesario tener un uso adecuado de la labranza ya que puede
perjudicar al terreno.

 Hay que seguir los pasos correctamente para lograr un buen enganche y
así evitar algún problema en el trabajo de arado.

V. BIBLIOGRAFIA:
 https://es.wikipedia.org/wiki/Labranza_(agricultura)
 http://www.agronuevoleon.gob.mx/oeidrus/ESTUDIOS_E_INVESTIGACI
ONES/AGRICULTURA/aguacate/labranza.pdf
 https://mecanizacionagricolafca.files.wordpress.com/2013/07/arado_de_r
eja_botta.pdf
 https://sites.google.com/site/vencedorespaneleros/labranza

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