La Ilíada
La Ilíada
Esta es una copia digital de un libro que, durante generaciones, se ha conservado en las estanterías de una biblioteca, hasta que Google ha decidido
escanearlo como parte de un proyecto que pretende que sea posible descubrir en línea libros de todo el mundo.
Ha sobrevivido tantos años como para que los derechos de autor hayan expirado y el libro pase a ser de dominio público. El que un libro sea de
dominio público significa que nunca ha estado protegido por derechos de autor, o bien que el período legal de estos derechos ya ha expirado. Es
posible que una misma obra sea de dominio público en unos países y, sin embargo, no lo sea en otros. Los libros de dominio público son nuestras
puertas hacia el pasado, suponen un patrimonio histórico, cultural y de conocimientos que, a menudo, resulta difícil de descubrir.
Todas las anotaciones, marcas y otras señales en los márgenes que estén presentes en el volumen original aparecerán también en este archivo como
testimonio del largo viaje que el libro ha recorrido desde el editor hasta la biblioteca y, finalmente, hasta usted.
Normas de uso
Google se enorgullece de poder colaborar con distintas bibliotecas para digitalizar los materiales de dominio público a fin de hacerlos accesibles
a todo el mundo. Los libros de dominio público son patrimonio de todos, nosotros somos sus humildes guardianes. No obstante, se trata de un
trabajo caro. Por este motivo, y para poder ofrecer este recurso, hemos tomado medidas para evitar que se produzca un abuso por parte de terceros
con fines comerciales, y hemos incluido restricciones técnicas sobre las solicitudes automatizadas.
Asimismo, le pedimos que:
+ Haga un uso exclusivamente no comercial de estos archivos Hemos diseñado la Búsqueda de libros de Google para el uso de particulares;
como tal, le pedimos que utilice estos archivos con fines personales, y no comerciales.
+ No envíe solicitudes automatizadas Por favor, no envíe solicitudes automatizadas de ningún tipo al sistema de Google. Si está llevando a
cabo una investigación sobre traducción automática, reconocimiento óptico de caracteres u otros campos para los que resulte útil disfrutar
de acceso a una gran cantidad de texto, por favor, envíenos un mensaje. Fomentamos el uso de materiales de dominio público con estos
propósitos y seguro que podremos ayudarle.
+ Conserve la atribución La filigrana de Google que verá en todos los archivos es fundamental para informar a los usuarios sobre este proyecto
y ayudarles a encontrar materiales adicionales en la Búsqueda de libros de Google. Por favor, no la elimine.
+ Manténgase siempre dentro de la legalidad Sea cual sea el uso que haga de estos materiales, recuerde que es responsable de asegurarse de
que todo lo que hace es legal. No dé por sentado que, por el hecho de que una obra se considere de dominio público para los usuarios de
los Estados Unidos, lo será también para los usuarios de otros países. La legislación sobre derechos de autor varía de un país a otro, y no
podemos facilitar información sobre si está permitido un uso específico de algún libro. Por favor, no suponga que la aparición de un libro en
nuestro programa significa que se puede utilizar de igual manera en todo el mundo. La responsabilidad ante la infracción de los derechos de
autor puede ser muy grave.
El objetivo de Google consiste en organizar información procedente de todo el mundo y hacerla accesible y útil de forma universal. El programa de
Búsqueda de libros de Google ayuda a los lectores a descubrir los libros de todo el mundo a la vez que ayuda a autores y editores a llegar a nuevas
audiencias. Podrá realizar búsquedas en el texto completo de este libro en la web, en la página http://books.google.com
UC -NRLF
$B 290 427
GIFT OF
1. c . Cebrian
C
RS
A
VE
L
NI
I
I
VM
ILL
SIG
LVX
M
D
C
EX LIBRIS
1
HOMERO ,
LA ILÍADA .
BIBLIOTECA CLASICA .
TRES PESETAS CADA TOMO.- CUATRO ENCUADERNADO .
OBRAS PUBLICADAS . Tomos .
HOMERO . -La Iliada , traducción directa del griego en
verso y con notas de D. José Gómez Hermosilla ... 3
CERVANTES -Novelas ej mplares y viaje del Parnaso...... 2
HERODOTO.- Los nueve libros de la historia , traducción
directa del griego, del padre Bartolomé Pou ...
ALCALA GALIANO . - Recuerdos de un anciano ....... 1
VIRGILIO.- La Eneida , traducción directa del latín , en ver
80 y con notas de D. Miguel Antonio Caro.
Las eglogas, traducción en verso , de Hidalgo.- Las
georgicas, traducción en verso, de Caro ; ambas traduc.
ciones directas del latín, con un estudio del Sr. Me .
néndez Pelayo....
MACAULAY.- Estudios lileririos.- Estudios históricos.- Es
tudios politicos.- Estudios biográfico.s - Estudios críticos.
Traducción directa del inglés de M. Juderias Bénder. 5
Historia de la Revolución de Inglaterra , traducción di 2
recta del inglés de M. Juderias Bénder....
QUINTANA.- Vidas de españoles célebres .. 2
CICERON . --Trutados didácticos de la elocuencia , traducción
directa del latin de D. Marcelino Menéndez Pelayo... 2
SALUSTIO . - Conjuración de Catilina . - Guer a de Tuyurla,
traducción del Infante D. Gabriel.- Fragmentos de la
grande historia , traducción del Sr. Menéndez Pelayo ,
ambas directas del latín ..... 1
TÁCITO.- Los anales, traducción directa del latin de don 2
Carlos Coloma...
Las historias , tralucción del mismo .. 1
PLUTARCO.- Las vidas paralelas, traducción directa del 5
griego por D. Antonio Ranz Romanillos..
ARISTOFANES.- T'entro completo, traducción directa del 3
griego por D. Federico Baráibar ..
POETAS BUCOLICOS GRIEGOS ( Teocrito, Bió y Mosco!.
Traducción directa del griego, en verso, por D. Ignacio
Montes de Oca, Obispo de Linares (Méjico).. 1
MANZON I.- Los Novios, traducción de D. Juan Nicasio Ga
llego .
La Moral Católica ..
ESQUILO .-- Teatro completo, traducción directa del griego,
con notas , por D. Fernando Brieva Salvatierra.
QUEVEDO . Ohras satíricas y festivi8 ...
DUQUE DE RIVAS . - Sublevación de Napoles ... 1
CALDERON DE LA BARCA.- Teatro selecio.. 4
HURTADO DE MENDOZA . - Obras en prosa..
SCHILLER . – Teatro completo, traducción directa del ale.
mán por Eduardo de Mir..
JULIO CESAR.- Los Comentarios.
XENOFONTE . – Historia de la entrada de Cyro el Menor
en Asia .
1 a Cyropedia ó Historia de Cyro el Mayor ..
MILTON . - Paraíso perdido ..
LAMARTINE .-- Civilizadores y conquistadores ..
LUCIANO . - Obras completas .. 1
HOMERO
LA ILÍADA
POR
TOMOTII
MADRID
LUIS NAVARRO , EDITOR
CALLE DE LA COLEGIATA , 6
1883
J. C. Cebrian ,
1801, Octwa St
PA4030
S8A34
1882
u 3
MAIN
HERMOSILLA Y SU ILIADA .
238008
6
ro Romanzado. Es obra rara y curiosa . El ejemplar
por mi examinado tiene la siguiente portada :
« El presente libro se nombra la yliada de homero
en romace, traduzida por Juan de Mena . »
En la hoja siguiente se lee :
« El presente libro se nombra la yliada de homero
historia lor muy antiguo, padre y principio ( sic) de
los poetas. Traduzida del griego y latin en lengua
oulgar castellana por el famoso poeta castellano
Juan de mena: embióla el licenciado Alonso rodri
guez de Tudela al ilustre e muy magnifico señor el
señor D. Hernando enrriquez con la presente carta.»
Precedido todo de un grabado en madera, que re
presenta una ciudad torreada , y al pié de sus muros
gente llorando.
Encabezado con un largo y pedantesco Prohemio
al rey D. Juan Segundo , sigue el Omero, que se di
vide en '36 capítulos . Llega hasta la signatura d
VI , y así termina :
«Aquí se acaba la Yliada de Homero hystoriadora
muy excellente: traduzida del Griego y Latin en len
gua oulgar castellana por el Poeta Castellano Juan
de Mena. Embiola el licdo. Alonso Rodriguez de
Tudela al illustre y muy magnífico señor el señor
don Hernando Henrriquez , para que lean sus hijos
los que han de ejercitar la disciplina y acto militar .
Fué imprimida en la villa de Valladolid por Arnao
Guillén de Brocár á 23 dias del mes de Abril. Año
de mil y quinientos y diez nueve años .
Son 30 fs. en letra de tórtis. Van inseparablemen
te unidas á las Contienda que odieron Ayáx de The
lamın y Ulisses, traduccion libre del episodio ovi
diano del libro xIII de los Metamorfóseos, hecha en
estancias de arte mayor por Alonso Rodriguez de
Tudela .
7
Además del ejemplar impreso ( 1 ) he visto varias
copias antiguas de este Omero. En la Biblioteca
Nacional hay cuatro ; el mejor es el T. — 130 , que
contiene además otros opúsculos . En el folio 43 se
lee: Aquí comienza el Omero romanzado por Johan
de Mena. Termina en el folio 77 , y en cosa esencial
no varía del impreso .
La extension de todo el libro de Juan de Mena
apenas iguala á la de un canto de la Iliada, con lo
cual dicho se está que no es traduccion ni por aso
mos . É por esta razon muy prepotente, señor. (dice
en la dedicatoria) dispuse no interpretar los 24 li
bros que son en el volúmen de la Iliada , saloo las
sumas brevemente dellos. Y la razon á que se refiere
está expresada con el gracioso simil de las dulces y
sabrossas frutas en la fin del verano , que á la pri
mera agua se dañan y á la segunda se pierden . Así
acaescerá á la omérica Iliada, etc. Limitose por lo
general el egregio autor del Labyrintho á trasladar
los argumentos ó periochus atribuidos á Ausonio ;
pero como tenía á la vista una traduccion latina más
ó ménos integra y fiel (quizá la de Leoncio Pilato) ,
adornó á veces las sumas ó extractos con diálogos y
descripciones , todo brevísimo y en estilo de lo más
latinizado y altisonante que puede verse . Juzguese
por el principio , que está traducido con exactitud :
Cap. I, en el qual Omero ... asigna en suma la
cabsa de la pestilencia que ovo en el real de los
griegos.
Divinal Musa, canta conmigo Omero locura del
soberbio fijo de Peleo , es á dezir Achilles, el cual
trayó mortajas tristes á los miserables griegos, y
assi mesmo dió al infernal huerco las ánimas fuer .
NANUSCRITAS .
IMPRESAS.
TRADUCCIONES .
( 1) Verso malo .
43
Pero temo tambien lo que dirian ( 1)
Contra mi los Troyanos y Troyanas
Si cual cobarde de la lid huyera.
Ni lo permite mi valor ; que siempre ( 2)
Intrépido he sabido presentarme
En la liza , y al frente de los Teucros
Combatir animoso por la gloria
De mi padre y la mia ......
Bien conozco
Que alguno de los principes Aqueos ,
Dejándote la vida, por esclava
Á Árgos te llevará, bañada en lloro .
Y allí de una extranjera desdeñosa
Obediente á la voz, á pesar tuyo
La tela tejerás é irás por agua
: A la fuente Meseida é Hiperea .
Y cuando vayas, los Argivos todos
Que te vean pasar triste y llorosa ,
El uno al otro se dirán alegres :
« Esta es la viuda de Héctor, el famoso
»Campeon , que de todos los Troyanos
» Era el más fuerte , cuando en torno al muro
» De llion con los Griegos peleaba . »
pág. 157 .
« Vere novo ... )
pág . 157 .
«Hen , magnum alterius... »
pág. 158.
De Horacio, comienzo de la oda 31.8 del libro
primero, Quid dedicatum : dos traducciones
Primera :
M. MENENDEZ PELAYO.
M. M. P.
LIBRO PRIMERO.
simo argumento
¿Acaso quieres
que mientras tú conservas la troyana
premio de tu valor , sin recompensa
ncie ?
yo á la mia renu
Esta razon nada prueba , y sólo es alegada para pro
vocar gratuitamente la cólera de Aquiles ; porque
Apolo no pedia la esclaya de este jefe, sino la de
Agamenon . Nótese , además, en todo su discurso el
tono arrogante con que se explica , y particularmen
te la amenaza de que él , como Generalísimo , esco
gerá la cautiva que más le agrade y de propia
autoridad se la quitará á su dueño , nombrando á
Aquiles el primero ; y no se dudará de que si este le
responde ya colérico y furioso , es porque ha visto
que á él principalmente fué dirigida la amenaza .
Nótese tambien la rápida y completa enumeracion :
hoy lancemos del mar a la llanura
embreado navío , en él se pongan , etc.
Réplica de Aquiles (v. 263):
¡Hombre tú sin pudor , alma dolosa !
67
LIBRO SEGUNDO .
LIBRO TERCERO .
LIBRO CUARTO .
94
Y al oponer los cóncavos broqueles
el uno al otro, inmensa voceria
se alzó en el campo; y juntos resonaban
del matador el insolente grito
y el triste lamentar del moribundo ,
y de sangre la tierra fué inundada.
¡ Qué verdad! ¡ qué pincel ! Estamos viendo el objeto
que se nos describe . Pero , ¡ cuánto se ilustra todavía
con el símil que sigue á la descripcion ! Quiero tam
bien repetirle , porque es de los más felices y más
bien escritos de todo el poema. (v. 774. )
Y como en el invierno dos torrentes,
saliendo de abundosos manantiales
y de altísima sierra derrumbados ,
sus espumosas resonantes aguas
juntan del valle en el profundo seno ,
y á lo léjos el ruido estrepitoso
oye el pastor desde las altas cumbres
de los montes vecinos; tal se oia
espantoso clamor en la llanura ,
cuando el choque empezó de las escuadras.
El que no vea en este simil la grandilocuencia épica
llevada al más alto punto; el que por este sólo pasaje
no renozca en Homero el os magna sonaturum ;
el que no perciba el ruido estrepitoso que hacen al
mezclarse en el valle las espumosas resonantes
aguas de dos torrentes derrumbados de altísima
sierra , y el que no descubra la semejanza entre este
puido y el inmenso clamor que debió alzarse en la
llanura al comenzarse una batalla en la cual comba
tian ciento cincuenta mil guerreros , no pase adelan
te. No se hizo para él la poesia .
No quiero dejar este libro sin notar la bellísima
comparacion de Simoïsio con el álamo que cae
en tierra, cortado por el carretero que luego le des
95
poja de sus ramas. ¡Qué bien escogidas las circuns
tancias de que el álamo criado á la orilla del lago
crece y se corona de espesas ramas , pero viene el
carretero y le corta , etc. , debiendo aplicarse todo el
símil á un tierno jóven criado con mucho regalo por
sus padres , y que muere en la flor, de su edad atra
vesado por una lanza enemiga !
Nótense finalmente en el discurso de Apolo á los
Troyanos la finura, la oportunidad y la destreza con
que es alabado Aquiles, y el cuidado que el poeta
tiene de recordar su nombre á los lectores, ya que
por ahora él no debe presentarse .
LIBRO QUINTO .
LIBRO SEXTO .
LIBRO SÉPTIMO .
LIBRO OCTAVO .
LIBRO NONO .
LIBRO DÉCIMO .
LIBRO UNDÉCIMO.
LIBRO DUODÉCIMO .
LIBRO DÉCIMOTERCIO.
LIBRO DÉCIMOCUARTO .
LIBRO DÉCIMOQUINTO .
LIBRO DÉCIMOSEXTO .
LIBRO DECIMOSÉPTIMO .
LIBRO DÉCIMOCTAVO .
LIBRO DÉCIMONONO .
LIBRO VIGÉSIMOPRIMERO .
LIBRO VIGÉSIMOSEGUNDO .
LIBRO VIGÉSIMOTERCERO .
LIBRO VIGÉSIMOCUARTO .
Méstor murió.
Troilo murió.
y Héctor murió tambien .
A todos estos
mató Mavorte y sólo ya me quedan
271
los cobardes y viles ..... etc.
Este es el verdadero lenguaje de un padre que llora
la pérdida de un hijo
que entre los hombres
era como Deidad , y parecia
nacido de algun Dios y no engendrado
por un padre mortal .
No habláré de la descripcion que hace el poeta del
modo con que los hijos del Rey prepararon el carro
y la carreta ; baste decir que es tan fiel y puntual
como todas las suyas .
Tampoco me detendré en el consejo que le da Hé.
cuba sobre que implore la proteccion de Jove ántes
de emprender taū peligroso viaje, ni en la religiosi
dad con que el anciano le ejecuta. Basta decir tam
bien que el pasaje es bellísimo en su línea . Nótense ,
sin embargo , aquellos epitetos dados á Jove con tanta
oportunidad , y que por eso no he querido omitir,
aunque para traducirlos al castellano ha sido nece
sario acudir a las perífrasis, porque no tenemos pa
labras que literalmente correspondan á las del ori
ginal y expresen su fuerza :
el que á su voz en negros pabellones
las nubes amontona , y que , sentado
en las cumbres del Ida, la llanura
vasta registra y la ciudad de Troya.
La comparacion hiperbólica empleada para dar á
conocer cuán grande era el águila que Júpiter envió
al Rey para anunciarle que podia emprender el viajo
con seguridad , es muy propia :
cuanta es la anchura
de la puerta, etc.
Vuélvase á leer.
La observacion de que los hijos y deudos de Pría
mo le acompañaron hasta fuera de la puerta ,
272
derramando muchas
lágrimas de dolor, como si entonces
el anciano á la muerte caminase,
es fina, y hace buen efecto en el pasaje en que está .
El discurso de Jove á Mercurio, mandándole que
acompañe y conduzca á Príanio á las naves de los
Griegos,
de modo que ninguno
de ellos le pueda ver ni le descubra
hasta que llegue al pabellon de Aquiles ,
no tiene adornos brillantes porque no los requiere ;
es sencillo y breve . Pero quizá extrañará alguno
que Júpiter, no habiendo empleado en comision al
guna al mensajero de los Dioses, le encargue ahora
la de acompañar á Príamo. La razon es clara. Mién
tras que no se ha tratado más que de simples anun
cios , ha bastado la mensajera ; más cuando llega el
caso de conducir al anciano Rey hasta el campo ene
migo , ya no basta la hembra ; es necesario un varon
que le defienda con su brazo , si alguno quiere ofen
derle .
La descripcion de los preparativos que hace Mer
curio para su viaje, tomando
las taloneras de oro
de eterna duracion ,
y
la vara con que el sueño soporoso
sobre los ojos de los hombres vierte, etc.,
y sobre todo , aquel disfrazarse bajo la figura
de un jóven en quien brilla .
graciosa juventud .
. y que nacido
de algun Rey poderoso , á la belleza
la majestad añade,
es magnítica. Nótese este último rasgo.
273
El temor que se apodera del heraldo cuando ve
cerca un bulto como de persona ; lo que dice al Rey ,
y la turbacion en que éste cayó al oirle, hasta el
punto de no atreverse
á responder ni á respirar siquiera,
todo está copiado de la naturaleza . Nótese aquella
circunstancia de que los cabellos del anciano Rey se
erizaron en su cabeza ,
al peso de los años ya inclinada
á tierra .
Ya ven los pintores la actitud en que han de poner
esta cabeza , si quieren hacer un cuadro que repre
sente el pasaje .
El coloquio entre Mercurio y Príamo está lleno de
bellezas y escrito con tan graciosa sencillez , que
para elogiarle debidamente seria necesario copiar
una por una todas las cláusulas de sus respectivos
discursos. Así , me limitaré á rogar á los inteligentes
que los vuelvan á leer, y examinándolos bien , digan
si en los mismos poetas dramáticos se encuentra un
diálogo tan hermoso , tan tierno y en que el inte
res progresivo de la escena esté tan bien graduado.
La descripcion de la fuerte empalizada que defen
dia el pabellon de Aquiles , y la noticia de la enorme
viga que aseguraba la puerta , son necesarias para
hacer ver que sólo un Dios podia facilitar á Priamo
la entrada en aquel recinto .
En la despedida de Mercurio es notable aquello de
indecoroso fuera,
siendo Dios inmortal , públicamente
favorecer á un hombre .
En efecto , en todo el poema los Dioses , que respec
tivamente favorecen á Griegos y Troyanos , lo ha
cen sin dejarse ver sino de aquellos a quienes ellos
mismos se descubren.
TOVO III. 18
274
En cuanto a la entrada de Priamo en la tienda sin
ser visto de nadie hasta que ,
abrazando de Aquiles las rodillas,
besó humilde la diestra poderosa,
homicida , terrible , que con sangre
de tantos hijos suyos se manchara ,
nada tengo que decir: basta leer el pasaje.
La sorpresa y admiracion que causó á todos los
circunstantes su repentina é inesperada aparicion se
pinta , se hace visible, en aquel símil tan oportuno
como bien aplicado:
Como atónitos quedan y admirados
los que á la casa ven de un poderoso ·
de repente llegar al suplicante, etc.
El discurso de Priamo debió enternecer, no sólo el
duro corazon de Aquiles , sino las mismas paredes.
No puede ser más bello. Váyanse notando los pen
samientos que contiene y el modo con que están ex
presados:
De tu padre le acuerda , ilustre Aquiles ,
que en rugosa vejez ya de la vida
al término se acerca , y tan anciano
es como yo . ¿Quién sabe si á estas horas, etc.
Que me entregues
su cadáver te pido .
Respeta , Aquiles ,
á los elernos Dioses , y te duele
de este infeliz anciano , á la memoria
recordando la imágen de tu padre.
Yo soy más infeliz; pries obligado
á sellar con mis labios ya me veo
la mano del varon que dió la muerte
á tantos hijos mios, etc.
Repito lo que ya dejo dicho varias veces y debe de
cirse respecto de todas las arengas de la Ilíada .
Puesto Priamo á los piés de Aquiles, ¿debió hablar
de otra manera? Y quitada , añadida , ó variada algu
na cláusula de su discurso , o formado otro distinto,
¿será el nuevo tan sencillamente sublime , tan tier
no , tan patético , tan hermoso, y tan propio del per
sonaje ?
Que Aquiles al acordarse de su padre rompa en
doloroso llanto , que Príamo le acompañe, y que am
bos se deshagan en lágrimas, llorando el segundo á
Héctor , y el primero
por su padre, y á veces á Patroclə ;
es tan natural, que si el poeta nos dijese lo contrario
no le creeríamos por más esfuerzos que hiciese .
La respuesta de Aquiles, algo más larga que la
súplica de Príamo, es , sin embargo , la que debió dar
en aquellas circunstancias. Se propone hablar al afli
gido Rey en términos cariñosos, disipar sus temores
é inspirarle confianza; y para conseguirlo no hubiera
bastado la respuesta breve y seca de «yo te concedo
276
lo que me pides. » Convenia reconocer que su dolor
era justo , tomar parte en sus penas , consolarle, y
para esto recurrir á moralidades filosóficas. Veamos,
pues , si este plan está bien desempeñado. Empieza
Aquiles mostrándose compadecido del suplicante que
tiene á sus piés , y diciéndole :
¡ Ah , Monarca infeliz, que tantos males
has padecido ya !
Manifiesta luego la admiracion que le causa ver que
haya tenido valor para venir al campamento de los
Aquivos y presentarse á un hombre que ha quitado
la vida á tantos hijos suyos , le convida á que se alce
del suelo y se siente , y procura consolarle y con
solarse á sí mismo, que tambien se hallaba afligido
por la memoria de su padre y la muerte de Patroclo ,
añadiendo:
y las amargas penas, .
áun estando los dos tan afligidos,
dentro del alma reposar dejemos .
Ninguna utilidad del triste llanto
el hombre saca ; los eternos Dioses
le condenaron á pasar la vida
en tristeza y dolor, y solos ellos
exentos siempre de pesares viven .
Ningun filósofo ha expresado mejor estas verdades ; y
hoy mismo , sustituyendo el singular Dios al plural
Dioses, pudiera un orador cristiano repetir en el pú!
pito las palabras de Aquiles .
Sigue el apólogo de los dos toneles que están a la
entrada del palacio de Jove ,
uno de males y de bienes otro ;
apólogo bellísimo, filosófico, y oportuno para el ob
jeto que se propone ; y de aqui pasa naturalmente á
otro género de consuelo , reducido á manifestar á
Príamo que no es él sólo el desgraciado y que tam
277
bien lo es Peleo en medio de sus venturas ; pues te
niendo un solo hijo , éste debe morir en juveniles
años, y entre tanto vive alejado de su padre y no
cuida de él por ocuparse en la guerra . Esta idea le
conduce á pensar en los males que esta guerra ta
causado á los Troyanos , y sobre todo á su Rey que
está presente ; el cual , siendo ántes Monarca tan po
deroso y padre de tantos hijos , está viendo de con
tinuo, desde que los Griegos aportaron á Troya,
en torno á su ciudad muertos y sangre ,
y batallas no más ;
y de aquí nace por sí misma la conclusion del dis
curso , donde vuelve a repetirle el consejo de que
procure consolarse , moderar su dolor, y suspender
el llanto . Por eso le dice :
Resignate , infeliz , y no en perpétuo
llanto así te consumas ; porque nada
lograrás con llorar al hijo amado ,
ni ya la vida le dará tu lloro ;
y acaso todavía te prepara
nuevos pesares el crüel Destino .
Este último pensamiento , que á primera vista parece
debiera aumentar la tristeza de Priamo, es sin em
bargo un consuelo muy eficaz para la desgracia de
que entonces se lamentaba . En efecto , llamada la
atencion del Rey hacia los pesares con que todavía
le amenazaba el Destino , debió disminuirse algun
tanto su dolor al considerar que áun tendria que llo
rar mayores calamidades.
La réplica de Priamo, negándose á tomar asiento
hasta que se le entregue el cadáver, es natural viendo
que Aquiles no le ha dicho positivamente si admi
tiaó no el rescate; pero todavía es más natural el
movimiento de cólera que éste experimenta al ver
que el Rey no obedece á su mandato. Es un rasgo
278
muy propio de su carácter iracundo é impaciente.
Tambien lo es , aunque por distinta razon , el dis
cursito que dirige á Patroclo así que se desprende
de un cadáver que le habia prometido no entregar.
Es naturalisimo que, al acordarse de esta promesa.
no cumplida, exclamé:
No conmigo te enojes, oh Patroclo,
si oyes decir en el averno oscuro
que de Héctor el cadáver rescatado
á su padre entregué .
Nótese la especie de satisfaccion que da á su difunto
amigo , ofreciéndole consagrar á sus manes una parte
de los preciosos dones que ha recibido . Esto es ya
lo único que puede hacer para quedar bien con él.
El otro discurso , en que exhorta al Rey á que
tome alimento , está respirando la amable sencillez
de aquellos siglos casi patriarcales ; la historia de
Niobe es oportuna , está referida con cierto interes,
y conduce por sí misma á la conclusion de
nosotros,
ilustre anciano, en la comida ahora
sólo pensemos : que mañana el hijo
llevarás á llion , y por su muerte
lágrimas verterás ; y todavía
muchas tendrán que derramar tus ojos.
¡Qué último rasgo tan feliz!
La observacion de que acabada la cena,
fijos los ojos
en Aquiles el Rey , no se cansaba
de admirar su estatura y su belleza,
que con la de los Dioses competia ;
y no ménos Aquiles admirado
estaba al contemplar la faz augusta
del anciano y sus canas venerables,
y al escuchar sus elocuentes voces;
279
es otra de aquellas ocurrencias que sólo hallamos en
Homero. Es verdadera, obvia , y fácil de hacer; pero
tal vez no la hubiera hecho otro poeta tratando del
mismo asunto.
El permiso que pide el Rey, para retirarse á des
cansar, es otra pincelada de maestro . ¿ Qué ternura
en aquellas expresiones :
Por mi parte
yo bien lo he menester ; que todavía
los párpados mis ojos no cubrieron
desde el aciago dia , etc. ,
y en aquellas
y ahora
la vez primera fué que la comida
he gustado , y el vino delicioso
humedeció mi paladar...
La razon que alega Aquiles para no permitirle dor
mir dentro de su tienda es ingeniosa , y la precau
cion necesaria .
La humildad , por decirlo así , con que el anciano
le pide los once dias de tregua para celebrar los fu
nerales de Héctor, es la que conviene a su situa
cion . Nótese aquello de que sin la palabra de Aqui
les no se atreverian los Troyanos á salir de la ciudad
para acarrear la leña . Ya he dicho varias veces que
nada se le escapaba al buen Homero de cuanto podia
ser interesante en cada pasaje, y aquí tenemos otra
prueba . Lo mismo digo de aquel estrechar Aquiles
la mano del Rey para que no temiese. ¡ Cuánto dice .
aquella mano !
La razon que da Mercurio á Príamo para hacerle
ver que conviene salir del campo griego antes que
amanezca , es convincente ; y la pintura del modo con
que el Rey y el heraldo volvian á Troya , luego que
empezó á clarear el dia y se aleió de ellos Mercurio,
280
una de las más hermosas del poema. La repetiré:
Caminaban
los dos ancianos en silencio triste ;
y en medio de suspiros y sollozos
los caballos á Troya dirigian ,
y las mulas.detras con el cadáver
la carreta arastraban lentamente .
La expresion griega imita , cuanto es posible , el mo
vimiento pausado de la carreta.
La circunstancia de ser Casandra la primera que
los ve desde léjos; el aviso que publica por toda la
ciudad , y la afluencia del pueblo á ver el cadáver de
su antiguo defensor, sin que dentro de los muros
quedase ni un hombre ni una mujer; todo contri
buye a hacer al héroe tan interesante en la muerte
como lo fuera en la vida . Nótese en el discursito de
Casandra aquello de que cuando Héctor volvia vic
torioso salian bodos á recibirle ,
porque él era
de Troya la alegría.
¡Qué expresion tan hermosa !
Dejemos lo que sigue , aunque todo es precioso, y
vengamos al lamento de Andrómaca , último es
fuerzo del poeta para despedazar el corazon de sus
lectores. Es preciso copiarle casi todo.
En juvenil edad , esposo mio ,
saliste de la vida , y me has dejado
en el alcázar viuda , y en su infancia
al hijo que nosotros ; infelices!
del amor conyugal única prenda ,
habíamos lenido . Ni ya á jóven
es posible que llegue . No: primero
arruinada será por los Aquivos
esta ciudad habiendo tú faltado,
su antemural, y defensor y padre
281
de las castas matronas y sus hijos .
Aquel'as pronto en las veleras naos
á Argos serán llevadas , y con ellas
Andrómaca tambien . Y tú , hijo mio,
ó con tu triste madre irás esclavo ,
y en vil oficio por ingrato dueño
trabajarás , ó de la excelsa torre
te arrojará indignado algun Aquivo
asiéndote del pié , porque a su padre
Héctor quitó la vida , o al hermano,
o acaso al hijo .
Inexplicable
es , Héctor, el dolor y la tristeza
que á tus ancianos padres ha traido
tu prematura muerte , y sobre todos
á mí en herencia llanto y amargura
me has dejado por siempre . Ni el consuelo
tuve de que al morir tú me alargases
la moribunda mano , ni me dieses
saludables consejos que en memoria
tuviera y recordase noche y dia
lágrimas derramando .
Sobre tan tierna alocucion es excusado hacer refle
xiones críticas.
La de Hécuba es ya de otro tono , y el haberle va
riado prueba cuán fino era en todas ocasiones el dis
cernimiento del poeta . Hécuba ha llorado ya tres
veces la pérdida de su hijo ; la primera como en pre
sagio , cuando le vió quedarse fuera de los muros ; la
segunda, cuando ya muerto le llevaban arrastrando
los caballos de Aquiles ; y la tercera , cuando Priamo
la dijo que estaba resuelto á ir al campo de los Grie
gos . Y si ahora volviese á hablar de la muerte del
hijo y del dolor que la causába , tendria que repetir
las mismas ideas, aunque variase las expresiones .
282
Por eso , pues , ya no habla de su pena ni se lamenta
de nuevo , sino que se consuela en parte viendo que el
cadáver estaba incorrupto , é infiriendo de este mi
lagro que Héctor habia sido amado de los Dioses en
vida y en muerte .
El discurso de Elena es admirable . Recuérdese lo
que dije al examinar el libro III , y se conocerá todo
el mérito que tiene . Empieza , como siempre , reco
nociéndose culpada , y de esta misma confesion na
cen el elogio de Héctor y la prueba de que ella de
bia sentir su muerte más que ninguno . Porque él no
sólo no la dijo nunca injuriosas razones, sino que
tomaba su defensa cuando alguno la insultaba ; de lo
cual infiere con razon que muerto el héroe
ya no la queda en la anchurosa Troya
más defensor ni amigo.
Nótese aquel rasgo con que el poeta acaba de dibujar
el carácter del bondadoso Príamo , haciendo sentir,
sin decirlo expresamente , cuánta era la indulgencia
con que trataba á sus hijos, y señaladamente á Pá
ris ; pues habiendo éste traido á Elena , causa de
todos los males , la queria él como si fuese hija suya .
Obsérvese finalmente la brevedad con que está re
ferido lo de los funerales; y se verá otra prueba de
que Homero sabia ser conciso cuando convenia que
lo fuese. En efecto , habiendo descrito con tanta pun
tualidad los de Patroclo, era ya inútil hablar proli
jamente de las mismas ceremonias.
283
NOTAS .
ADVERTENCIA .
LIBRO PRIMERO .
LIBRO SEGUNDO.
LIBRO TERCERO .
LIBRO CUARTO .
7
LIBRO QUINTO .
LIBRO SEXTO.
LIBRO SÉTIMO.
LIBRO OCTAVO.
LIBRO NONO.
LIBRO DÉCIMO.
LIBRO UNDÉCIMO .
LIBRO DUODÉCIMO.
LIBRO DÉCIMOTERCIO .
LIBRO DÉCIMOCUARTO .
LIBRO DÉCIMOQUINTO .
LIBRO DÉCIMOSEXTO .
LIBRO DECIMOSÉTIMO.
LIBRO DÉCIMOCTAVO .
LIBRO DÉCIMONONO.
LIBRO VIGÉSIMO .
LIBRO VIGESIMOPRIMERO.
LIBRO VIGÉSIMOSEGUNDO .
LIBRO VIGESIMOTERCERO.
LIBRO VIGESIMOCUARTO.
OCT 25 1989
NOV 1961
U. C. BERKELEY LIBRARIES
YB 40933
C046528810
238008
Homerus