El Espacio Geográfico de La Ilíada
El Espacio Geográfico de La Ilíada
El Espacio Geográfico de La Ilíada
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La geografía del Catálogo de las naves ha sido estudiada principalmente por
arqueólogos quienes han excavado la mayoría de los lugares allí mencionados
con el interés de establecer el período histórico al que pertenece el catálogo.
En el Catálogo de las naves de la Ilíada, se mencionan a todos los
guerreros que participan de la guerra de Troya y sus lugares de origen, puede
ser considerado como el primer mapa de todo el espacio geográfico griego del
que tenemos noticia.
El Catálogo contiene una descripción de Grecia continental: del
Peloponesio, de Etolia, de Tesalia, de Ática, Beocia, y de las costas del Asia
menor. No menciona las islas con excepción de Creta y de las islas Cefolónia.
Miremos un ejemplo del Catálogo:
“Cuantos ocupaban el Argos pelásgico, los que vivían en Alo, Álope y
Traquine y los que poseían la Ftía y la Hélade de lindas mujeres, y se
llamaban mirmidones, helenos y aqueos, tenían por capitán a Aquiles…” 1.
(Canto II.681-685).
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Homero, “La Ilíada” Bs. As., Centro Editor Cultura, 2003.
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FIGURA 3. Espacio Geográfico de La Ilíada. La Península Heládica Es el
resto de un antiguo continente que por una serie de dislocaciones y
fracturas, Se fragmentó, las cordilleras se transformaron en islas y los
valles en golfos. Fuente: P. Levi. Atlas du Monde. Grecia, 2001.
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La Diosa no cruza el Egeo por la ruta mas corta si no que viaja alrededor
bordeando la costa, va a Tesalia, Tracia y el monte Atos, llegando a la isla de
Lemmos. Desde allí va a la isla de Imbros y finalmente al monte Ida.
Esa es una ruta náutica seguida por los navegantes, debido a los fuertes
vientos del mar Egeo las embarcaciones no se aventuraban mar adentro si no
que seguían la ruta de la costa.
La descripción odológica, que es el nombre que recibían las descripciones
del espacio en una dimensión, tal como aparecen en el periplo, es la base de
todas las descripciones geográficas de la antigüedad. Cabe destacar que en la
Ilíada, hay descripciones verbales de mapas.
Estos mapas verbales que se conocen como logos ilustrativos, son
descripciones orales de mapas que debieron tener su correlativo pictórico pero
que desafortunadamente no sobrevivieron para llegar a nosotros. Se sabe que
los mapas fueron utilizados en Mesopotamia, desde un período temprano y es
posible que los mapas griegos tuvieran influencia oriental.
La Ilíada presenta la repartición de la tierra entre los dioses y este pasaje es
precisamente uno de los mapas verbales mas significativos: “Pues somos tres
hermanos, hijos de Crono, a quien Rea dio a luz: Zeus y yo, y el tercero Hades,
que reina en los infiernos. Todo ha quedado dividido en tres, cada uno ha
obtenido su parte en el honor. Yo obtuve en suerte, cuando agitamos las fichas
en el casco, habitar siempre el mar grisáceo, Hades obtuvo en suerte habitar la
tiniebla brumosa, Zeus obtuvo en suerte habitar el ancho cielo en el éter y las
nubes. La tierra ha seguido siendo común a todos y también al alto Olimpo”2.
(Ilíada. Canto XV. 187-193).
También puede considerarse al escudo de Aquiles como la descripción de
un mapa, en el canto XVIII de la Ilíada, Homero describe largamente el escudo
forjado por el Dios Hefeso para Aquiles, en el cual aparecen a la vez el mundo
entero y dos ciudades. Es un mapa cosmográfico que reúne elementos del
mundo natural y humano, los poetas romanos, lo llegaron a considerar como
modelo primario para describir el origen del universo, una alegoría de la
creación del cosmos: “Hizo lo primero de todo, un escudo grande y fuerte, de
variada labor, con triple cenefa brillante y reluciente, provisto de una
abrazadera de plata. Cinco capas tenía el escudo, y en la superior grabó el
Dios muchas artísticas figuras, con sabia inteligencia”. “Allí puso la tierra, el
cielo, el mar, el sol infatigable y la luna llena, allí las estrellas que el cielo
coronan, las pléyades, las Híades, el robusto Orión y la Osa llamada por
sobrenombre el carro, la cual gira siempre en el mismo sitio, mira a Orión y es
la única que deja de bañarse en el océano…” “Allí representa también a
ciudades de hombres dotados de palabras”… “Allí representa también una
blanda tierra noval, un campo fértil y vasto”… “… y Tetis saltó, como un gavilán
desde el nevado Olimpo, llevando la reluciente armadura que Hefeso había
construido”3. (Canto XVIII. 478-483.490.541.614).
HOMERO Y SU MUNDO
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muestra río arriba y río abajo, íntegramente el país de los hombres y dioses, tal
como lo hace en la descripción nocturna del campamento troyano al final del
canto VIII de la Ilíada: “Las hogueras numerosas que ardían en su vasto
campamento , cual en noche serena en que agitada no es por el viento la
región del éter en torno de la luna, brillan los astros, y su luz colora los riscos
todos, la elevada cima de las montañas y las altas selvas, y el cielo bóveda
azulada en su inmensa extensión pura aparece y las estrellas todas se
descubren, y se goza el pastor: tales y tantas ardían las hogueras que
encendieron delante de Ilion en la llanura que entre el río mediaba y los
Bajeles”4.
La imagen empieza por las hogueras del campamento y vuelve a las
hogueras del campamento, aquello que los estudiosos llaman una composición
circular.
Pero pasa de golpe de la tierra al cielo, al “Éter” que rodea el mundo, que
los griegos llamaban el Cosmos y cuya belleza los arrollaba, así como un
espectáculo de guerra a una imagen pastoral.
Con Homero surge la geografía descriptiva y positiva, considerado por
muchos como un geógrafo eminente, el poeta transformó en acciones humanas
las particularidades geográficas o los fenómenos físicos que tenían relación
con aquellos.
Homero tuvo el mérito de haber compuesto su poema, que los mismos
griego fijasen su propia geografía con arreglo a las indicaciones que el texto
homérico les iba suministrando, gran parte de nuestro sistema cartográfico
contemporáneo, tiene su origen en la ingenuidad poética de Homero,
constituyendo el primer testimonio del universo de su tiempo, y éstas
referencias hacen de él uno de los primeros geógrafos griegos.
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Homero, “La Ilíada”, Bs. As., Centro Editor de Cultura, 2003.
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Siete ciudades de Grecia asiática, mas precisamente de Jonia y Eolia,
situadas en la costa de lo que hoy es Turquía y las islas griegas vecinas se
disputan el honor de ser su patria: entre ellas se cuentan a Esmirna, en el
continente, y la isla de Quíos, también llamada la “Piedra del Maestro de la
escuela”, un peñasco donde está tallada una silla, en la cual, según cuentan
historiadores, el poeta se sentaba cuando recitaba sus versos a los niños.
Homero, era fundamentalmente un Aedo, el término viene del griego
“Aoidos”, que significa “Cantor”. Los poemas homéricos fueron compuestos y
cantados por aedos que se acompañaban de un pequeño instrumento de
cuerdas, la Forminge.
La Ilíada de Homero, data del siglo IX a.c. o del siglo VIII. . El siglo VIII es
un período muy importante en la historia del mundo griego, y del mundo
mediterráneo en general, en ésta época se consolida en Grecia europea,
insular y asiática una nueva forma de vida social: la ciudadana.
En relación al mundo homérico, la mayoría de los lugares que menciona se
encuentran en Grecia propiamente dicha o en las islas, incluida Creta, que para
él es un mundo distinto, misterioso. Es notable que la Grecia asiática, la patria
de Homero está prácticamente ausente de la Ilíada. El valle del Caistro sólo
aparece en una magnífica imagen: “Y cual raudo vuelo las bandadas de
chilladoras aves, como grullas, gansos o cisnes de alongado cuello, en la verde
pradera que a orilla se extiende del Caistro por el aire discurren bulliciosas, y
las alas tienden alegres y con gran ruido, al fin se posan y retumba el prado…”5.
Mileto, el valle del meandro y el monte Mícale, que aparecen desde la ribera
de Samos como el frontón de un templo, están presentes en el canto II de la
Ilíada, pero como un país “de los Carios”, cuyos guerreros combaten con los
troyanos.
La isla de Samos es una mera referencia geográfica, un lugar donde se
posa Iris, la mensajera de los dioses y donde se pueden vender los
prisioneros como esclavos. Esmirna y Quíos están ausentes de la geografía
homérica.
Cabe destacar que existe un mundo que, a los ojos de Homero, es real, en
el Catálogo de las naves, del canto II de la Ilíada, la Hélade junto a Ftía (el país
de los mirmidones), es la región de donde provienen los guerreros comandados
por Aquiles, “el mejor de los Aqueos”.
Cuando se refiere a los sitiadores de Troya, Homero emplea,
indistintamente, tres nombres: Aqueos, Dánaos (descendientes de Dánao, uno
de los reyes míticos que crearon Grecia) y Argivos. Argos una ciudad del norte
del Peloponesio, es el reino de Agamenón. Argos, significa probablemente
“Llanura muy visible”, todo un mundo muy real, visible y palpable que ha
llegado hasta nuestros días.
En la Ilíada, la Hélade no es el nombre genérico de lo que llamamos Grecia,
si no el de una parte de Tesalia, en el centro norte de Grecia continental.
Homero describe a su manera su mundo, las batallas, los inicios de la ciudad
democrática, con relaciones entre ciudadanos libres y esclavos, entre los
griegos civilizados y los bárbaros troyanos, entre los hombres y los dioses, los
hombres y su entorno geográfico; sin lugar a dudas el Mundo de Homero es
una fuente de enseñanza, de vida y de esperanza.
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Homero, “La Ilíada”, Bs. As., Centro Editor de Cultura, 2003.
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TROYA
Para muchos, una ciudad mitad mito y otro tanto realidad. Su grandeza, su
destrucción y el famoso caballo de Troya siguen siendo los grandes enigmas
de esta legendaria urbe a la que cantó Homero en su célebre Ilíada.
Nombrar a Troya equivale evocar una ciudad situada a horcajadas entre la
realidad y el mito, una leyenda cuyos destellos iluminaron la imaginación de
muchas generaciones una guerra de diez años, tan célebre como feroz, que
dejaría en ruinas a esa ciudad inmortal.
Las exploraciones llegarían a contar hasta nueve Troyas destruidas y
reedificadas unas sobre otras: la sexta, de la que aún subsistían las fuertes
murallas de piedras rectangulares, sería la saqueada por los griegos. La
novena capa correspondería a una época muy posterior a los tiempos del
Imperio Romano.
En cuanto a las exploraciones para determinar el sitio aproximado donde se
ubicó geográficamente la ciudad de Troya, debemos mencionar al arqueólogo
alemán Enrique Schliemann, quien vivió entre 1.822 y 1.890. Imaginó a Troya
a los pies de dos manantiales, uno caliente y el otro helado, que fluyen al río
Escamandro. Pero allí no encontró ni rastros de la metrópolis del rey Príamo.
En 1.871 optó por encaminarse a las cercanías de la ciudad de Ilión,
poblada por griegos en el noroeste de Turquía, clavó la zapa en Hisarlik, una
pequeña colina a unos cinco kilómetros de la costa egea, y precisamente en
medio de los ríos Scamander o Escamandro y Simios, y en la semiárida región
mas tarde bautizada Triade, comenzó por abrir una larga zanja con tal ímpetu
que, de entrada, arrasó parte del primer nivel: unas ruinas de la época
neolítica. El arrojado explorador alcanzó a identificar otras cuatro ciudades, la
segunda de las cuales contando desde el plano más profundo pertenecía a la
Edad de Bronce. Se la dató aproximadamente entre los 3.300 y 2.500 antes de
Cristo. Schliemann quedó convencido de que ésa era la Troya de Homero. La
antigüedad parecía resucitar ante los ojos asombrados de su descubridor.
Pero sería Dorpfeld, el ayudante y continuador de la labor Schliemanniana,
quien identificó la Troya homérica como la VI de las encontradas
sucesivamente. La mencionada ciudadela está localizada en las ruinas de las
fortificaciones de Hisarlik, en las inmediaciones de la boca de los Dardanelos.
Nuevas excavaciones realizadas entre 1.932 y 1.938 dirigidas por Carl W.
Blegen situaron la Troya homérica en el nivel Troya VII.
Uno de los mitos máximos de todos los tiempos resurgía del polvo. La
maravillosa gesta troyana, transcurridos mas de treinta siglos, continúa
agitando la imaginación y el espíritu, del mismo modo que todavía agita sus
playas el viento que sopla sin cesar entre las altas hiervas; un viento que no
existe en ningún otro punto de esa zona, y que ya Homero describió. Un viento
en cuyo hálito Aquiles sigue arrastrando el cadáver de Héctor, frente a las
murallas de la invencible Troya.
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CONCLUSIÓN
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valerosos griegos. En su momento de esplendor Troya mantenía una posición
estratégica dentro de la red comercial del mediterráneo oriental que la convirtió
en diana de todas las codicias, aún en nuestros días la ruta de del estrecho de
los Dardanelos - donde muy cerca de allí estuvo asentada Troya -sigue siendo
una vía codiciada por muchos ya que permite la comunicación directa entre el
Mediterráneo y el mar Negro.
Sin lugar a dudad La Ilíada no sólo es un documento histórico-geográfico
elemental sino el nacimiento de la creación poética occidental.
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BIBLIOGRAFIA
DIRECCIONES ELECTRÓNICAS
http://www.cervantesvirtual.com/portal/antigua/grecia.
http://www.educarchile.cl/ntg/docente/1556/article-81331.html
http://www.virtual.unal.e
du.co/cursos/humanas/2007769/lecciones/cap2/
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