Momeñe J 2020

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Behavioral Psychology / Psicología Conductual, Vol. 28, Nº 2, 2020, pp.

307-325

LA DEPENDENCIA EMOCIONAL HACIA LA PAREJA AGRESORA


Y SU RELACIÓN CON LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA
ALIMENTARIA1

Janire Momeñe1,2, Ana Estévez1, Ana María Pérez-García2,


Leticia Olave3 e Itziar Iruarrizaga3
1
Universidad de Deusto, 2Universidad Nacional de Educación a Distancia,
3
Universidad Complutense de Madrid (España)

Resumen
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son frecuentes en las
familias con dificultades para fomentar la autonomía de sus miembros, pudiendo
resultar un factor de riesgo a la hora de establecer relaciones de pareja
dependientes. La dependencia emocional y la violencia de pareja se dan
conjuntamente con elevada frecuencia. El objetivo del estudio fue examinar la
relación y el papel predictivo de los TCA en la dependencia emocional, violencia
recibida y dependencia emocional hacia la pareja agresora. Participaron 712
personas, 545 mujeres y 167 hombres, de entre 18 y 30 años (M= 21,32; DT=
2,94). Se encontró que las personas que puntuaban alto en TCA eran un grupo
de riesgo en el desarrollo de la dependencia emocional, permanencia en
relaciones violentas y desarrollo de ambas conjuntamente en una misma relación
de pareja. En cuanto a las características asociadas con los TCA, la impulsividad se
asoció con la violencia recibida y el miedo a la madurez, ineficacia,
perfeccionismo, ascetismo e impulsividad se asociaron con la dependencia
emocional en general y hacia la pareja agresora.
PALABRAS CLAVE: trastornos de la conducta alimentaria, dependencia emocional,
violencia recibida, factor de riesgo.

Abstract
Eating disorders are common in families with difficulties in promoting the
autonomy of their members and may be a risk factor when establishing
dependent relationships. Emotional dependence and partner violence occur
together with a high frequency. The aim of the study was to examine the
relationship and predictive role of eating disorders in emotional dependence,
violence received and emotional dependence on the aggressor partner. The
participants were 712 subjects, 545 women and 167 men, between 18 and 30
years of age (M= 21.32, SD= 2.94). It was found that individuals who scored high
on eating disorders were a risk group in the development of emotional
dependence, permanence in violent relationships, and the development of both
together in the same relationship. As for the characteristics associated with eating
disorders, impulsivity was associated with the violence received and fear of
maturity, ineffectiveness, perfectionism, asceticism and impulsivity were
                                                            
Correspondencia: Ana Estévez, Avda. de las Facultades, 24, 48007 Bilbao (España). E-mail:
[email protected]
308 MOMEÑE, ESTÉVEZ, PÉREZ-GARCÍA, OLAVE E IRUARRIZAGA

associated with emotional dependence in general and towards the aggressor


partner.
KEY WORDS: eating disorders, emotional dependence, violence received, risk factor.

Introducción

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son trastornos mentales


complejos, multicausales, que ocasionan problemas físicos, psicológicos y sociales y
que afectan especialmente a mujeres adolescentes y adultas jóvenes (Rodríguez-
Blanque, Sánchez-García, Menor-Rodríguez, Sánchez-López y Aguilar-Cordero,
2018; Westmoreland, Krantz y Mehler, 2016). Implican una alteración en los
patrones alimentarios y obsesión por la delgadez (Fernández, Grande, Banzo y
Félix-Alcántara, 2015), asociados en diversas ocasiones con una baja autoestima,
perfeccionismo (Berengüí, Castejón y Torregrosa, 2016), escasa empatía, dificultad
para identificar y comunicar emociones (Marmo, 2017), insatisfacción corporal
(Behar, Gramegna y Arancibia, 2014), desequilibrios emocionales, trastornos de la
personalidad, distorsiones perceptivas, pensamientos obsesivos, autovaloraciones
negativas (Domínguez, Villegas, Soleto y Soleto, 2013) y autolesiones (Rodríguez et
al., 2017). De este modo, suponen un problema de salud de gran relevancia
debido a su creciente incidencia, prevalencia, gravedad, tendencia a la cronicidad,
morbi-mortalidad, reiteradas recaídas e ingresos hospitalarios, etiología
multifactorial, etc. (Bermúdez, Machado y García, 2016). Además, en los últimos
años los TCA han aumentado de manera exponencial y continúan en aumento por
lo que se señala la importancia de su estudio (Camino et al., 2017; González-
Soltero et al., 2015; Ortiz, Aguiar, Samudio y Troche, 2017).
A lo largo de la literatura, se ha mencionado que las familias de las personas
con TCA tienden a no fomentar la independencia personal de sus miembros (Seijas
y Sepúlveda, 2005), siendo la restricción de la autonomía una de sus características
destacadas (Betancourt, Rodríguez y Gempeler, 2007), además de la
sobreprotección (Huaiquifil y Barra, 2017) y la elevada intrusión (Moreno y
Londoño, 2017). Especialmente, las familias de las personas con anorexia nerviosa
suelen ser aglutinadas, mostrando límites difusos entre los subsistemas y
dificultando la autonomía, separación e individualización de sus miembros
(Minuchin, Rosman y Baker, 1978). Además, se ha señalado que la funcionalidad
del síntoma restrictivo-purgativo de las personas con TCA iría dirigido a conseguir
su individualidad y autonomía (Betancourt et al., 2007). Del mismo modo, se ha
mencionado que la dependencia emocional hacia los demás predice la
sintomatología anoréxica (Rogers y Petrie, 1996). Es por esto, por lo que la
dependencia parental y la dificultad para independizarse y separarse de la familia
se consideran factores de riesgo psicológicos en la etiología de los TCA (Hernando,
2000). Sin embargo, a pesar de haberse mencionado que las personas con TCA
presentan una dependencia emocional hacia la familia, no se encuentran estudios
que analicen la dependencia emocional en el marco de las relaciones de pareja.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, así como, la brecha bibliográfica
mencionada, resulta relevante su estudio.
Dependencia emocional hacia la pareja agresora y trastornos alimentarios 309 

Por su parte, la dependencia emocional en la relación de pareja se define


como un patrón de necesidades emocionales insatisfechas en la infancia que
intentan cubrirse de manera desadaptativa a través de la pareja (Urbiola, Estévez,
Iruarrizaga y Jáuregui, 2017). Manifiestan una necesidad de contacto continuo y
excesivo hacia la pareja, pensamientos obsesivos entorno a ella y deseos de
exclusividad (Moral, Sirvent, Ovejero y Cuetos, 2018; Sirvent y Moral, 2018),
llevándoles a vivir las relaciones de manera intensa y posesiva (Moral y Sirvent,
2014). Además, priorizan a la pareja sobre cualquier otra cosa y muestran un
intenso terror a la soledad, miedo a dejar de ser queridos, abandonados o sentirse
menos prioritarios (Castelló, 2019), que les lleva a emplear un amplio repertorio de
estrategias retentivas (Riso, 2014) y a adquirir comportamientos de sumisión
(Castelló, 2012). Esto puede deberse a su baja autoestima y a su gran dificultad a
la hora de afrontar la vida por sí mismos. También demandan de manera intensa y
frecuente afecto por parte de la pareja que nunca les resulta suficiente (Markez,
2015). Además, a pesar de no estar satisfechos con la relación manifiestan una
gran incapacidad para romperla. De esta forma, establecen relaciones de pareja
patológicas y destructivas (Skvortsova y Shumskiy, 2014). Respecto a las diferencias
en función del sexo, algunos estudios informan de una mayor dependencia
emocional entre los hombres en comparación con las mujeres (Rodríguez,
Momeñe, Olave, Estévez e Iruarrizaga, 2019), mientras que otros estudios no han
encontrado diferencias significativas (Urbiola et al., 2019).
Se ha comprobado en diversas ocasiones que las personas que sufren
violencia por parte de su pareja paradójicamente van desarrollando hacia ella un
vínculo afectivo cada vez más fuerte. Asimismo, la dependencia emocional se ha
señalado como un posible factor que favorecería la permanencia en las relaciones
de pareja violentas (Momeñe y Estévez, 2018; Momeñe, Jáuregui y Estévez, 2017;
Sánchez, 2016), ya que dificultaría la ruptura de la relación (Urbiola, Estévez e
Iraurgi, 2014). Además, se ha comprobado que las mujeres que sufren violencia de
pareja presentan mayor dependencia emocional en comparación con las que no la
sufren (Huerta et al., 2016), manifestando abiertamente seguir queriendo a la
pareja e, incluso, intentan retomar la relación reiteradamente tras la ruptura
(Castelló, 2005). Por lo tanto, en múltiples estudios se ha comprobado cómo la
dependencia emocional y la violencia de pareja se dan conjuntamente con elevada
frecuencia, considerándose una de las mezclas más duras, difíciles e incluso
destructivas que puede haber en una relación de pareja (Congost, 2013). Sin
embargo, a pesar de que diversos estudios han mencionado la elevada asociación
entre la dependencia emocional y la permanencia en las relaciones de pareja
violentas, no se encuentran estudios que analicen ambas variables presentes en
una misma relación de pareja y su vinculación con otros factores. Tampoco se
encuentran estudios que analicen su relación con los TCA, lo que supone un
campo aún por explorar.
La violencia recibida por parte de la pareja, supone un grave problema social
debido a las consecuencias negativas que ocasiona en la salud física y psicológica
en las víctimas y a su elevada incidencia y cronicidad (Díaz, Estévez, Momeñe y
Linares, 2018). Aumenta en intensidad y frecuencia a medida que avanza la
relación de pareja, puede manifestarse a través de tres formas diferentes, física,
310 MOMEÑE, ESTÉVEZ, PÉREZ-GARCÍA, OLAVE E IRUARRIZAGA

psicológica y sexual (Lee y Lee, 2018; Sivagurunathan et al., 2017; Sloand et al.,
2017) y afecta en mayor medida a las mujeres (Ferrer-Pérez y Bosch-Fiol, 2019).
Estudios anteriores han mencionado que las personas que sufren violencia por
parte de la pareja informan una disminución del autoconcepto físico, presente en
las personas con TCA (Rogers y Petrie, 1996). Sin embargo, no se han hallado
estudios que analicen la relación entre los TCA y la permanencia en relaciones
violentas. Por lo tanto, debido a la ausencia de estudios en este ámbito, sería
interesante su estudio.
A este respecto, no se encuentran estudios que relacionen los TCA con la
dependencia emocional, violencia recibida, ni ambas conjuntamente en las
relaciones de pareja, pudiendo resultar un factor de riesgo o vulnerabilidad a la
hora de establecer este tipo de relaciones de pareja. Teniendo en cuenta estas
consideraciones, los objetivos del presente estudio fueron analizar las relaciones y
el papel predictivo de los TCA y sus características psicológicas y
comportamentales sobre la dependencia emocional, la violencia recibida y la
dependencia emocional hacia la pareja agresora. Asimismo, se evaluaron las
diferencias en función del sexo en las variables señaladas.

Método

Participantes

La muestra estaba compuesta por 712 participantes de los cuales 545 eran
mujeres y 167 hombres, con edades que oscilaron entre los 18 y los 30 años (M=
21,32; DT= 2,94). La muestra provino, por un lado, de los alumnos de la
Universidad Complutense de Madrid y, por otro lado, de las personas que acudían
con regularidad a gimnasios de la comunidad de Madrid. Predominaron los
participantes de nacionalidad española (n= 681). Con relación a los TCA, siguiendo
los criterios establecidos por el MULTICAGE CAD-4, 568 informaron una
inexistencia del problema, 55 un posible problema, 51 un muy probable problema
y 38 un seguro problema. Siguiendo los datos mencionados por los autores se
consideró un comportamiento problema dos o más respuestas afirmativas
proporcionadas en el MULTICAGE CAD-4, llegando a tenerlo 144 participantes. En
cuanto al nivel de estudios, 683 cursaron o estaban cursando estudios
universitarios, 20 formación profesional, 4 bachillerato, 4 estudios secundarios y 1
no tenía estudios. Respecto a la situación laboral, 562 estudiaban, 144 trabajaban,
5 se encontraban en paro y 1 señaló como otro. En referencia al estado civil, 686
estaban solteros/as, 4 casados/as y 22 señalaron como otros. Continuando con la
orientación sexual, 556 se definieron como heterosexuales, 73 homosexuales, 82
bisexuales y 1 pansexual.

Instrumentos

a. “Cuestionario de dependencia emocional” (CDE; Lemos y Londoño, 2006).


Está compuesto por 23 ítems distribuidos en seis factores: ansiedad de
separación, que consiste en expresiones emocionales del miedo producido
Dependencia emocional hacia la pareja agresora y trastornos alimentarios 311 

ante la posibilidad de la ruptura de la relación; expresión afectiva, referida a la


necesidad de tener expresiones constantes de afecto de su pareja que
reafirmen el amor que se sienten y disminuya la sensación de inseguridad;
modificación de planes, que supone un cambio de actividades, planes y
comportamientos debido a los deseos por satisfacer a la pareja o a la
posibilidad de compartir mayor tiempo con ella; miedo a la soledad, referida al
temor ante la ausencia de una relación de pareja, o por sentir que no es
querido; expresión límite, que consiste en realizar acciones o manifestar
impulsivamente autoagresión ante una posible ruptura de una relación, ya que
esta puede ser algo catastrófico por el terror a la soledad y la pérdida de
sentido de vida; y búsqueda de atención con el fin de asegurar la permanencia
en la relación y tratar de ser el centro de atención en la vida de la pareja. Los
ítems se responden en una escala tipo Likert que van de 1 (“Completamente
falso de mí”) a 6 (“Me describe perfectamente”). El cuestionario presenta
buena consistencia interna, obteniendo un alfa de Cronbach de 0,93 (Lemos y
Londoño, 2006). En el presente estudio el alfa de Cronbach para la escala total
fue de 0,94 y para las subescalas: ansiedad de separación = 0,89; expresión
afectiva = 0,85; modificación de planes = 0,79; miedo a la soledad =
0,82; expresión límite = 0,52 y búsqueda de atención = 0,62.
b. “Escala revisada de tácticas para la solución de conflictos” (Revised Conflicts
Tactics Scale-2, CTS2; Straus, Hamby, Boney-McCoy y Sugarman, 1996). La
“Escala de tácticas de conflicto” (Conflict Tactics Scale, CTS; Straus, 1979) y la
versión revisada fueron desarrolladas para evaluar la violencia ejercida y
recibida, al igual que el empleo de la negociación como método de solución
de conflictos en el ámbito de las relaciones de pareja. La escala revisada está
compuesta por 78 ítems, 39 ítems referidos a las propias acciones ejercidas y
los otros 39 ítems restantes referidos a las acciones ejercidas por su pareja.
Contiene cinco escalas, de las cuales la escala de negociación se divide a su
vez en dos subescalas cognitiva y emocional y las cuatro escalas restantes se
dividen también en dos subescalas menor y grave. La negociación consiste en
implementar acciones dirigidas a finalizar un desacuerdo mediante el debate y
razonamiento. Los ítems de la escala cognitiva evalúan tales debates. La escala
emocional, por su parte, evalúa en qué medida la pareja se comunica
sentimientos afectivos positivos, recabando las expresiones de afecto y
respeto. La agresión física hace referencia al empleo de la violencia física. El
abuso psicológico supone actos de violencia verbal y no verbal. La coerción
sexual se dirige a obligar a la pareja a realizar una actividad sexual no deseada.
Finalmente, las lesiones evalúan el daño físico infringido, es decir, roturas de
huesos, necesidad de asistencia médica o dolor continuado. La escala presenta
ocho alternativas de respuesta en función del número de veces que un acto
violento ha ocurrido en los últimos 12 meses (0 “Nunca”, 1 “Una vez”, 2
“Dos veces”, 3 “De tres a cinco veces”, 4 “De seis a diez veces”, 5 “De once a
veinte veces”, 6 “Más de veinte veces” y 7 “No en el año pasado, pero sí
anteriormente”). Asimismo, presenta cuatro indicadores: prevalencia (es
dicotómico (0-1), indica si los actos han tenido lugar o no); cronicidad (se
refiere al número de veces que un acto de una escala ha ocurrido); prevalencia
312 MOMEÑE, ESTÉVEZ, PÉREZ-GARCÍA, OLAVE E IRUARRIZAGA

a lo largo de la vida (toma como referencia temporal toda la vida de la persona


que completa el cuestionario) y frecuencia anual (sopesa los ítems de cada
escala por su frecuencia de ocurrencia). En el presente estudio, se emplearon
los 39 ítems que hacen referencia a la victimización. La escala total de la
violencia recibida ha mostrado buenas propiedades psicométricas en población
española, obteniendo un alfa de Cronbach de 0,83. De esta forma, las
subescalas de victimización también han obtenido una buena consistencia
interna (negociación = 0,75; abuso psicológico = 0,73; agresión física =
0,80; coerción sexual = 0,63; lesiones = 0,69) (Graña, Andreu, Peña y
Rodríguez-Biezma, 2013). En el presente estudio el alfa de Cronbach para la
escala total de la violencia recibida fue de 0,91 y para las subescalas: abuso
psicológico = 0,81; agresión física = 0,90; coerción sexual = 0,81 y
lesiones = 0,79.
c. “Inventario de trastornos de la conducta alimentaria” (Eating disorders
Inventory-2, EDI-2; Garner, 1998). Este inventario evalúa síntomas que
acompañan a la anorexia nerviosa (AN) y a la bulimia nerviosa (BN). Puede
aplicarse a partir de los 11 años y está formado por 91 ítems divididos en 11
escalas, de las cuales tres evalúan actitudes y conductas relacionadas con la
comida y el peso: obsesión por la delgadez, referida a la búsqueda incesante
de la delgadez, así como, preocupación por el peso, dietas y el miedo a
engordar; bulimia, evalúa la tendencia a darse atracones de comida
incontrolables; e insatisfacción corporal, mide la insatisfacción con la forma
general del cuerpo. Las ocho escalas restantes se dirigen a evaluar rasgos
psicológicos clínicamente relevantes en este tipo de trastornos: ineficacia,
evalúa sentimientos de incapacidad general, inseguridad, vacío, autodesprecio
y falta de control sobre la propia vida; perfeccionismo, evalúa el grado de
creencia de que sólo son aceptables niveles de rendimiento personal
excelentes, así como, la creencia de que los resultados personales deberían ser
mejores y el convencimiento de que los demás esperan de él/ella resultados
excepcionales; desconfianza interpersonal, evalúa el sentimiento general de
alienación de la persona y su desinterés por establecer relaciones íntimas, así
como, dificultades para expresar sentimientos y pensamientos; conciencia
interoceptiva, mide el grado de confusión o dificultad para reconocer y
responder adecuadamente a los estados emocionales, inseguridad para
identificar ciertas sensaciones viscerales relacionadas con el hambre y la
saciedad; miedo a la madurez, evalúa el temor a las experiencias psicológicas o
biológicas relacionadas con el peso en la adultez y el deseo de volver a la
apariencia prepuberal; ascetismo evalúa la tendencia a buscar la virtud por
medio de ciertos ideales como la autodisciplina, el sacrificio, la autosuperación
y el control de las necesidades corporales; impulsividad, evalúa la dificultad
para regular los impulsos y la tendencia al abuso de drogas, hostilidad,
agitación, autodestrucción y la destrucción de las relaciones interpersonales;
inseguridad social, mide creencias de que las relaciones sociales son tensas,
inseguras, incómodas, insatisfactorias y generalmente, de escasa calidad,
mostrando una falta de seguridad y de felicidad en las relaciones sociales. El
Dependencia emocional hacia la pareja agresora y trastornos alimentarios 313 

formato de respuesta es tipo Likert con seis alternativas de respuesta que van
de 0 (“Nunca”) a 5 (“Siempre”). A mayores puntuaciones obtenidas en cada
escala, mayores serán las manifestaciones del rasgo evaluado. La fiabilidad del
inventario es adecuada obteniendo un alfa de Cronbach de 0,70. En el
presente estudio el alfa de Cronbach para la escala total fue de 0,95 y para las
subescalas: obsesión por la delgadez = 0,90; bulimia = 0,79; insatisfacción
corporal = 0,89; ineficacia = 0,87; perfeccionismo = 0,73; desconfianza
interpersonal = 0,73; conciencia interoceptiva = 0,76; miedo a la madurez
= 0,74; ascetismo = 0,73; impulsividad = 0,81; inseguridad social = 0,54.
d. “MULTICAGE CAD-4” (Pedrero-Pérez et al., 2007). Este instrumento está
diseñado para detectar la presencia de trastornos de control de impulsos y
adicciones. Puede aplicarse en personas con edades de entre 14 y 90 años y
está compuesto por 32 ítems divididos en grupos de cuatro ítems que
componen ocho escalas: abuso/dependencia del alcohol, trastorno de juego
de azar, adicción a sustancias, trastornos de la alimentación, adicción a
internet, adicción a videojuegos, gasto compulsivo y adicción al sexo. Evalúa la
autopercepción del problema, la percepción por parte de convivientes, los
sentimientos de culpa y los signos de abstinencia o incapacidad para controlar
la conducta. Asimismo, en cuanto al formato de respuesta, se responde
siguiendo una escala dicotómica “Sí/No” en la cual ninguna o una respuesta
afirmativa indican inexistencia de ese problema, dos respuestas afirmativas
indican posible existencia de ese problema; tres respuestas afirmativas indican
una muy probable existencia de ese problema y las cuatro respuestas
afirmativas indican la segura existencia de ese problema. Los autores señalaron
que se consideraría un comportamiento problema dos o más respuestas
afirmativas proporcionadas en cada una de las escalas. En el presente estudio
se empleó la escala referida a los trastornos de la alimentación. La fiabilidad,
validez y sensibilidad diagnóstica del cuestionario es elevada, obteniendo la
escala total un alfa de Cronbach de 0,86 y para la escala de detección de los
trastornos de la alimentación fue de 0,70. En el presente estudio el coeficiente
alfa de Cronbach para la escala de los trastornos de alimentación fue de 0,75.

Procedimiento

Se solicitó la colaboración a la población general de manera presencial, en


sesiones grupales y en formato lápiz y papel. Antes de comenzar a cumplimentar
los cuestionarios de manera individual, se resaltó el carácter voluntario de la
participación y la posibilidad de abandonar el estudio en cualquier momento,
anonimato y confidencialidad de los datos obtenidos, así como, se explicaron
ciertas características de la investigación, tales como, duración orientativa,
importancia de la sinceridad a la hora de responder, etc. Además, se mencionaron
dos de los requisitos imprescindibles para poder participar en el estudio: ser mayor
de 18 años y haber tenido o tener en el momento de participar en el estudio una
relación de pareja. Previo a la cumplimentación de la batería de cuestionarios que
conformaban el estudio se solicitaron datos sociodemográficos. Asimismo, la
respuesta a los cuestionarios debía de realizarse basándose en una relación de
314 MOMEÑE, ESTÉVEZ, PÉREZ-GARCÍA, OLAVE E IRUARRIZAGA

pareja establecida que considerasen problemática, complicada o tormentosa. En


caso de no considerar que hubiesen mantenido este tipo de relación de pareja,
debían de basar sus respuestas en la última relación de pareja mantenida.
Finalizada la tarea, los participantes la entregaron y una vez recogidas, se procedió
a introducir los datos proporcionados en la base de datos. Igualmente, se les
facilitó un email de contacto para solventar posibles dudas o solicitar en caso de
estar interesados una devolución global de los resultados obtenidos en el estudio.
Este estudio fue realizado de acuerdo a los principios éticos de la Declaración
de Helsinki (World Medical Association, 2013), divulgada por la Asociación Médica
Mundial (AMM). Asimismo, firmaron un consentimiento informado para participar
en el estudio autorizando el empleo de los datos con fines investigadores.

Análisis estadístico

En primer lugar, se analizaron las relaciones entre los TCA y sus características
psicológicas y comportamentales y la dependencia emocional, violencia recibida y
dependencia emocional hacia la pareja agresora mediante la r de Pearson. En
segundo lugar, se ejecutaron dos análisis de regresión múltiple por pasos
sucesivos, el primero, para comprobar el papel predictivo de los TCA sobre la
dependencia emocional, violencia recibida y ambas conjuntamente y, el segundo,
para comprobar el papel predictivo de las características psicológicas y
comportamentales asociadas con los TCA en las variables mencionadas.
Finalmente, para comparar las diferencias de medias en las variables del estudio en
función del sexo, se emplearon las pruebas t para muestras independientes. El
tamaño del efecto se determinó según la d de Cohen (1992), que, siguiendo los
parámetros establecidos, valores inferiores a 0,20 se considerarían pequeños, en
torno a 0,50 medios y por encima de 0,80 grandes. Todos los análisis estadísticos
se llevaron a cabo mediante el IBM SPSS Statistics 22.0 (IBM Corp., 2013).

Resultados

En primer lugar, se analizaron las relaciones entre los TCA y sus características
psicológicas y comportamentales y la dependencia emocional, violencia recibida y
dependencia emocional hacia la pareja agresora (tabla 1). Tal y como puede
apreciarse, la dependencia emocional se relaciona positivamente y de manera
estadísticamente significativa con los TCA, así como, con todas sus características
psicológicas y comportamentales. Los tipos de violencia recibida que más se
relacionaron con los TCA fueron la violencia psicológica y sexual. La violencia
psicológica recibida se relacionó positivamente con todas las características de los
TCA, exceptuando, la obsesión por la delgadez, la insatisfacción corporal, el
perfeccionismo y la desconfianza interpersonal. La violencia física se relacionó de
manera positiva con la bulimia, miedo a la madurez, conciencia interoceptiva,
ascetismo e impulsividad. La coerción sexual recibida se vinculó positivamente con
la conciencia interoceptiva, ineficacia, perfeccionismo, ascetismo e impulsividad.
Finalmente, las lesiones recibidas se relacionaron positivamente con la bulimia,
perfeccionismo, ascetismo e impulsividad.
Tabla 1
Correlaciones entre los trastornos de la conducta alimentaria y sus características psicológicas y comportamentales asociadas y la
dependencia emocional, la violencia recibida y la dependencia emocional hacia la pareja agresora

Características psicológicas y comportamentales de los trastornos de la conducta


MULTICAGE CAD-4
alimentaria
Variables evaluadas (TCA)
(EDI-2)
1 2 3 4 9 10 11 12
Dependencia emocional
Dependencia emocional 0,24** 0,33** 0,23** 0,24** 0,36** 0,36** 0,33** 0,14** 0,45** 0,42** 0,24** 0,25**
Ansiedad de separación 0,22** 0,28** 0,22** 0,22** 0,34** 0,32** 0,27** 0,14** 0,37** 0,35** 0,22** 0,25**
Expresión afectiva pareja 0,23** 0,30** 0,22** 0,22** 0,32** 0,29** 0,29** 0,09* 0,41** 0,40** 0,19** 0,22**
Modificación de planes 0,08* 0,19** 0,05 0,08* 0,18** 0,16** 0,25** 0,09* 0,30** 0,23** 0,12** 0,10**
Miedo a la soledad 0,22** 0,26** 0,24** 0,25** 0,32** 0,37** 0,23** 0,16** 0,37** 0,37** 0,25** 0,19**
Expresión límite 0,19** 0,30** 0,18** 0,17** 0,32** 0,39** 0,26** 0,14** 0,36** 0,38** 0,27** 0,22**
Búsqueda de atención 0,18** 0,30** 0,17** 0,16** 0,25** 0,20** 0,30** 0,04 0,40** 0,31** 0,13** 0,18**
Violencia recibida
Violencia psicológica 0,06 0,11** 0,07 0,09* 0,13** 0,11** 0,02 0,06 0,12** 0,17** 0,10** 0,10**
Violencia física 0,04 0,08* 0,04 0,08* 0,08* 0,05 0,04 0,05 0,08* 0,12** 0,07 0,05
Coerción sexual 0,06 0,06 0,03 0,05 0,09* 0,08* 0,08* 0,04 0,08* 0,15** 0,05 0,08*
Lesiones 0,04 0,09* 0,05 0,03 0,07 0,03 0,08* 0,02 0,08* 0,13** 0,02 0,05
Dependencia emocional junto con violencia recibida
Dependencia emocional y
0,23** 0,33** 0,23** 0,24** 0,37** 0,35** 0,29** 0,15** 0,43** 0,44** 0,25** 0,26**
violencia psicológica
Dependencia emocional y
0,23** 0,33** 0,22** 0,25** 0,36** 0,34** 0,31** 0,15** 0,44** 0,43** 0,24** 0,24**
violencia física
Dependencia emocional y
0,24** 0,33** 0,23** 0,24** 0,36** 0,36** 0,33** 0,14** 0,45** 0,44* 0,24** 0,26**
coerción sexual
Dependencia emocional y
Dependencia emocional hacia la pareja agresora y trastornos alimentarios

0,24** 0,34** 0,23** 0,24** 0,36** 0,35** 0,33** 0,14** 0,45** 0,43** 0,24** 0,25**
lesiones
Notas: EDI-2= Inventario de trastornos de la conducta alimentaria; TCA= trastornos de la conducta alimentaria; 1= Obsesión por la delgadez; 2= Bulimia; 3=
Insatisfacción corporal; 4= Miedo a la madurez; 5= Conciencia interoceptiva; 6= Ineficacia; 7= Perfeccionismo; 8= Desconfianza interpersonal; 9= Ascetismo;
10= Impulsividad; 11= Inseguridad social. *p< 0,05; **p< 0,001.
315 
316 MOMEÑE, ESTÉVEZ, PÉREZ-GARCÍA, OLAVE E IRUARRIZAGA

A la hora de analizar la dependencia emocional hacia la pareja agresora, su


vinculación con los TCA se eleva en comparación con la dependencia emocional y
la violencia recibida como aspectos independientes, lo que constituye uno de los
hallazgos más interesantes de este estudio. Todos los tipos de dependencia
emocional junto con violencia recibida se relacionan de manera positiva con los
TCA, al igual que con todas sus características psicológicas y comportamentales
asociadas.
En segundo lugar, se analizó el papel predictivo de los TCA sobre la
dependencia emocional, violencia recibida y dependencia emocional hacia la
pareja agresora. Los resultados estadísticamente significativos son señalados a
continuación (tabla 2). Los TCA se asociaron con la dependencia emocional y sus
subescalas (ansiedad de separación, expresión afectiva de la pareja, modificación
de planes, miedo a la soledad, expresión límite y búsqueda de atención), la
violencia psicológica y la coerción sexual, así como con todos los tipos de
dependencia emocional junto con violencia recibida.

Tabla 2
Los trastornos de la conducta alimentaria como predictores de la dependencia emocional,
violencia recibida y dependencia emocional hacia la pareja agresora


Variable criterio B  t Sig. R R²
corregida
Dependencia emocional
Dependencia emocional 3,81 0,25 6,85 0,00 0,25 0,06 0,06
Ansiedad de separación 1,51 0,25 6,75 0,00 0,25 0,06 0,06
Expresión afectiva de la pareja 0,86 0,22 5,90 0,00 0,22 0,05 0,04
Modificación de planes 0,27 0,10 2,69 0,01 0,10 0,01 0,01
Miedo a la soledad 0,49 0,19 5,21 0,00 0,19 0,04 0,04
Expresión límite 0,29 0,22 5,96 0,00 0,22 0,05 0,05
Búsqueda de atención 0,35 0,18 5,00 0,00 0,18 0,03 0,03
Violencia recibida
Violencia psicológica 0,79 0,10 2,81 0,00 0,10 0,01 0,01
Coerción sexual 0,34 0,08 2,08 0,04 0,08 0,01 0,00
Dependencia emocional junto con
violencia recibida
Dependencia emocional y
4,60 0,26 7,09 0,00 0,26 0,07 0,06
violencia psicológica
Dependencia emocional y
4,14 0,24 6,67 0,00 0,24 0,06 0,06
violencia física
Dependencia emocional y
4,14 0,26 7,03 0,00 0,26 0,06 0,06
coerción sexual
Dependencia emocional y lesiones 3,93 0,25 6,91 0,00 0,25 0,06 0,06
Nota: variable predictora= trastornos de la conducta alimentaria (evaluados con el MULTICAGE CAD-4).

En tercer lugar, se comprobó el papel predictivo de las características


psicológicas y comportamentales de los TCA sobre la dependencia emocional,
violencia recibida y dependencia emocional hacia la pareja agresora (tabla 3). En
cuanto a las características psicológicas y comportamentales asociadas con los
Dependencia emocional hacia la pareja agresora y trastornos alimentarios 317 

TCA, los resultados obtenidos sugirieron que el miedo a la madurez, la ineficacia,


el perfeccionismo, el ascetismo y la impulsividad se asociaron con la dependencia
emocional. Además, el miedo a la madurez, el perfeccionismo y el ascetismo se
asociaron con la ansiedad de separación. Igualmente, el miedo a la madurez, el
perfeccionismo, el ascetismo y la impulsividad se asociaron con la expresión
afectiva de la pareja, así como, a la dependencia emocional junto con la violencia
física y lesiones recibidas. Asimismo, el perfeccionismo y el ascetismo se asociaron
con la modificación de planes. Del mismo modo, el miedo a la madurez, la
ineficacia, el ascetismo y la impulsividad, se asociaron con el miedo a la soledad. A
su vez, la ineficacia, el perfeccionismo, la desconfianza y la impulsividad se
asociaron con la expresión límite. Por su parte, el perfeccionismo y el ascetismo se
asociaron con la búsqueda de atención. Al mismo tiempo, la impulsividad se asoció
con los cuatro tipos de violencia recibida, psicológica, física, sexual y lesiones.
Finalmente, el miedo a la madurez, el ascetismo y la impulsividad se asociaron con
la dependencia emocional junto con violencia psicológica recibida, así como el
miedo a la madurez, la ineficacia, el perfeccionismo, el ascetismo y la impulsividad
se asociaron con la dependencia emocional junto con la coerción sexual recibida.

Tabla 3
El papel predictivo de las características psicológicas y comportamentales asociadas a los
trastornos de la conducta alimentaria sobre la dependencia emocional, violencia recibida y
dependencia emocional hacia la pareja agresora

Variable predictora B  t Sig. Variable criterio


Miedo a la madurez 0,23 0,08 2,27 0,02
Ineficacia 0,24 0,12 2,12 0,03
Dependencia emocional
Perfeccionismo 0,36 0,11 2,96 0,00
(R= 0,51; R²= 0,26; R² corregida= 0,25)
Ascetismo 0,59 0,21 4,08 0,00
Impulsividad 0,29 0,13 2,70 0,01
Miedo a la madurez 0,08 0,08 2,00 0,04
Ansiedad de separación
Perfeccionismo 0,11 0,08 2,11 0,03
(R= 0,44; R²= 0,19; R² corregida= 0,18)
Ascetismo 0,16 0,14 2,67 0,01
Miedo a la madurez 0,06 0,09 2,32 0,02
Perfeccionismo 0,07 0,09 2,28 0,02 Expresión afectiva de la pareja
Ascetismo 0,13 0,17 3,33 0,00 (R= 0,46; R²= 0,22; R² corregida= 0,20)

Impulsividad 0,10 0,18 3,47 0,00


Perfeccionismo 0,07 0,13 3,18 0,00 Modificación de planes
Ascetismo 0,11 0,22 4,06 0,00 (R= 0,34; R²= 0,11; R² corregida= 0,10)

Miedo a la madurez 0,05 0,12 3,12 0,00


Miedo a la soledad
Ineficacia 0,06 0,19 3,34 0,00
(R= 0,46; R²= 0,21; R² corregida= 0,20)
Ascetismo 0,07 0,14 2,73 0,01
318 MOMEÑE, ESTÉVEZ, PÉREZ-GARCÍA, OLAVE E IRUARRIZAGA

Variable predictora B  t Sig. Variable criterio


Impulsividad 0,05 0,14 2,75 0,01
Ineficacia 0,05 0,29 5,09 0,00
Perfeccionismo 0,02 0,08 2,07 0,04 Expresión límite
Desconfianza -0,03 -0,10 -2,08 0,04 (R= 0,47; R²= 0,23; R² corregida= 0,21)

Impulsividad 0,03 0,13 2,66 0,01


Perfeccionismo 0,05 0,13 3,11 0,00 Búsqueda de atención
Ascetismo 0,10 0,27 5,06 0,00 (R= 0,43; R²= 0,18; R² corregida= 0,17)
Violencia psicológica
0,15 0,14 2,48 0,01
(R= 0,20; R²= 0,04; R² corregida= 0,02)
Violencia física
0,11 0,11 1,98 0,04
(R= 0,14; R²= 0,02; R² corregida= 0,00)
Impulsividad
Coerción sexual
0,11 0,18 3,17 0,00
(R= 0,17; R²= 0,03; R² corregida= 0,01)
Lesiones
0,05 0,15 2,56 0,01
(R= 0,14; R²= 0,02; R² corregida= 0,01)
Miedo a la madurez 0,30 0,09 2,50 0,01
Dependencia emocional y violencia
Ascetismo 0,61 0,18 3,57 0,00 psicológica
(R= 0,50; R²= 0,25; R² corregida= 0,24)
Impulsividad 0,44 0,17 3,48 0,00
Miedo a la madurez 0,31 0,10 2,72 0,01
Perfeccionismo 0,44 0,10 2,46 0,01 Dependencia emocional y violencia física
Ascetismo 0,60 0,19 3,69 0,00 (R= 0,50; R²= 0,25; R² corregida= 0,24)
Impulsividad 0,40 0,16 3,30 0,00
Miedo a la madurez 0,24 0,08 2,21 0,03
Ineficacia 0,26 0,12 2,18 0,03
Perfeccionismo 0,39 0,11 2,99 0,00 Dependencia emocional y coerción sexual
(R= 0,52; R²= 0,27; R² corregida= 0,25)
Ascetismo 0,55 0,18 3,59 0,00
Impulsividad 0,40 0,17 3,53 0,00
Miedo a la madurez 0,23 0,08 2,23 0,03
Perfeccionismo 0,38 0,12 3,05 0,00
Dependencia emocional y lesiones
Ascetismo 0,59 0,20 3,96 0,00 (R= 0,52; R²= 0,27; R² corregida= 0,25)
Impulsividad 0,34 0,15 3,11 0,00
Nota: variable predictora= trastornos de la conducta alimentaria (evaluados con el “Inventario de
trastornos de la conducta alimentaria”, EDI-2).

Finalmente, se analizaron las diferencias de medias en los TCA y sus


características psicológicas y comportamentales, dependencia emocional, violencia
recibida y dependencia emocional hacia la pareja agresora entre mujeres y
hombres (tabla 4). Los hombres obtuvieron mayores puntuaciones en comparación
con las mujeres en la dependencia emocional y sus subescalas (ansiedad de
separación, modificación de planes, expresión límite y búsqueda de atención), así
Dependencia emocional hacia la pareja agresora y trastornos alimentarios 319 

como en la dependencia emocional junto con la violencia psicológica, física, sexual


y lesiones recibidas y ascetismo. Por su parte, las mujeres informaron puntuaciones
más elevadas en las lesiones recibidas, en los TCA, obsesión por la delgadez e
insatisfacción corporal.

Tabla 4
Diferencia de medias en los trastornos de la conducta alimentaria, la dependencia
emocional, la violencia recibida y la dependencia emocional hacia la pareja agresora en
función del sexo

Mujer Hombre
d de
Variables (instrumento) (n= 545) (n= 167) t
Cohen
M DT M DT
Dependencia emocional (CDE)
Dependencia emocional 44,78 17,25 51,53 19,81 3,96** 0,24
Ansiedad de separación 14,56 7,07 16,63 7,70 3,10* 0,19
Modificación de planes 6,24 2,94 7,95 3,67 5,48** 0,34
Expresión límite 3,73 1,46 4,25 1,94 3,18** 0,21
Búsqueda de atención 5,03 2,15 6,17 2,43 5,45* 0,33
Violencia recibida (CTS2)
Lesiones 0,65 3,27 0,27 1,10 -2,28** 0,09
Dependencia emocional junto con
violencia recibida
Depend. emocional y violencia
51,60 20,52 58,12 22,50 3,34* 0,20
psicológica
Dependencia emocional y
47,08 19,66 53,26 21,19 3,35* 0,20
violencia física
Dependencia emocional y
46,58 18,58 52,96 20,51 3,59* 0,22
coerción sexual
Dependencia emocional y lesiones 45,44 17,79 51,81 20,03 3,68* 0,23
Trastornos de la conducta
alimentaria (EDI-2)
Obsesión por la delgadez 14,22 9,47 11,83 8,23 -3,16** 0,18
Insatisfacción corporal 18,92 10,94 14,76 9,80 -4,65* 0,26
Ascetismo 11,82 5,95 14,39 6,78 4,40* 0,27
Trastornos de la conducta
alimentaria (MULTICAGE CAD-4)
Trastornos de la conducta
0,82 1,23 0,60 1,00 -2,36** 0,13
alimentaria
Notas: CDE= Cuestionario de dependencia emocional; CTS2= Escala revisada de tácticas para la
solución de conflictos; EDI-2= Inventario de trastornos de la conducta alimentaria. *p< 0,05; **p<
0,001.

Discusión

El primer objetivo del estudio iba dirigido a analizar las relaciones entre los
trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y sus características psicológicas y
comportamentales con la dependencia emocional, la violencia recibida y la
dependencia emocional hacia la pareja agresora. Los resultados obtenidos
320 MOMEÑE, ESTÉVEZ, PÉREZ-GARCÍA, OLAVE E IRUARRIZAGA

sugirieron que a medida que aumentaban las puntuaciones en los TCA, también
aumentaban paralelamente las puntuaciones en la dependencia emocional, la
violencia psicológica y sexual recibida, así como, la dependencia emocional junto
con los cuatro tipos de violencia recibida. En cuanto a las características
psicológicas y comportamentales asociadas con los TCA, cabe señalar cómo los
resultados sugieren que a medida que estas aumentaban, sobre todo el ascetismo
y la impulsividad, también aumentaban la dependencia emocional, la violencia
recibida y la dependencia emocional hacia la pareja agresora. Se ha observado en
la literatura cómo los familiares de las personas con TCA no fomentan su
autonomía e independencia (Betancourt et al., 2007; Seijas y Sepúlveda, 2005),
mostrando dependencia parental y dificultades para independizarse y separarse de
su familia (Hernando, 2000). Sin embargo, en conocimiento de las autoras de este
estudio, no hay estudios que analicen la relación entre los TCA y la dependencia
emocional hacia la pareja, ni tampoco su permanencia en relaciones violentas o
ambas conjuntamente, resultando un aspecto novedoso del presente estudio.
El segundo objetivo iba encaminado a evaluar el papel predictivo de los TCA
sobre la dependencia emocional, violencia recibida y dependencia emocional hacia
la pareja agresora. Los resultados reflejaron que elevadas puntuaciones en los TCA
se asociaron con la dependencia emocional, la violencia psicológica y sexual
recibida, así como con la dependencia emocional junto con los cuatro tipos de
violencia recibida en las relaciones de pareja. No se encuentran estudios al
respecto, sin embargo, los resultados obtenidos podrían explicarse debido a que
las figuras parentales de las personas con TCA no fomentan su autonomía e
independencia, pudiendo repercutir en el establecimiento de relaciones de pareja
dependientes en el futuro (Betancourt et al., 2007). Por su parte, estos resultados
obtenidos también podrían ir a colación de estudios previos que han señalado los
TCA como una de las consecuencias psicológicas ocasionadas por la violencia de
pareja recibida (Hidalgo y Valdés, 2014; Prieto, 2014).
A continuación, el tercer objetivo iba dirigido a evaluar el papel predictivo de
las características psicológicas y comportamentales de los TCA sobre la
dependencia emocional, la violencia recibida y la dependencia emocional hacia la
pareja agresora. De esta forma, los resultados mostraron que el miedo a la
madurez, la ineficacia, el perfeccionismo, el ascetismo y la impulsividad se
asociaron con la dependencia emocional, así como con la dependencia emocional
hacia la pareja agresora. Estos resultados podrían explicarse debido a que la
impulsividad además de asociarse con los síntomas de anorexia y bulimia (Castro-
Zamudio y Castro-Barea, 2016), también se ha relacionado con la dependencia
emocional (Estévez et al., 2018). Del mismo modo, la ineficacia en las personas
con dependencia emocional podría explicarse debido a que muestran una creencia
relacionada con la necesidad constante de recibir aprobación y apoyo de otras
personas para realizar tareas cotidianas, así como, la creencia de incapacidad de
afrontar la vida cotidiana sin otra persona al lado (Young, Klosko y Weishaar,
2013). Del mismo modo, la impulsividad se asoció con la violencia recibida. A lo
largo de la literatura, se ha estudiado la impulsividad en las personas perpetradoras
de violencia (Echeburúa y Amor, 2016), sin embargo, en el presente estudio
también se ha comprobado en la victimización.
Dependencia emocional hacia la pareja agresora y trastornos alimentarios 321 

Finalmente, el cuarto objetivo del estudio fue analizar las diferencias de


medias entre hombres y mujeres en los TCA y sus características psicológicas y
comportamentales vinculadas, dependencia emocional, violencia recibida y
dependencia emocional hacia la pareja agresora. Los datos obtenidos reflejan que
los hombres presentan una mayor dependencia emocional que las mujeres, así
como una mayor dependencia emocional hacia la pareja agresora y un mayor
ascetismo. Estos resultados van en consonancia con lo informado en otros estudios
(p. ej., Estévez, Urbiola, Iruarrizaga, Onaindia y Jauregui, 2017; Laca y Mejía,
2017). Por otro lado, las mujeres obtuvieron mayores puntuaciones en las lesiones
recibidas, TCA, obsesión por la delgadez e insatisfacción corporal. A colación con
estos resultados, estudios previos señalan mayor predisposición a presentar TCA
entre las mujeres (Huaiquifil y Barra, 2017), al igual que una mayor distorsión e
insatisfacción corporal (Camino et al., 2017). Esta diferencia entre mujeres y
hombres podría deberse a que estos segundos se encontrarían presionados o
reforzados socialmente a alcanzar un ideal de muscularidad (Griffiths, Murray y
Touyz, 2013), mientras que a las mujeres se les reforzaría un ideal de delgadez
(Pine, 2001). Esta internalización del ideal de delgadez promueve la insatisfacción
corporal (Castillo, 2006).
Deberían abordarse algunas limitaciones del estudio. Principalmente, su
carácter transversal imposibilita el establecimiento de relaciones causales. Además,
predominaron las mujeres, al igual que los participantes que habían cursado o
estaban cursando estudios universitarios. Del mismo modo, en los autoinformes se
percibe lo que se pretende medir, por lo tanto, puede surgir la problemática de la
deseabilidad social o imposibilidad de juzgar la propia conducta (Markez, 2015).
Asimismo, puede resultar complicado detectar la dependencia emocional ya que
suele existir una escasa o nula conciencia del problema o tendencia a ocultarlo
(Sirvent y Moral, 2018).
Concluyendo, se destaca cómo los TCA pueden resultar un factor de
predisposición o vulnerabilidad para el desarrollo de relaciones de pareja basadas
en la dependencia emocional, permanencia en relaciones de pareja violentas,
sobre todo, donde se sufre violencia psicológica y sexual y dependencia emocional
hacia la pareja agresora. De esta forma, los resultados obtenidos sugieren la
necesidad de incluir intervenciones específicas dirigidas a prevenir el
establecimiento de este tipo de relaciones de pareja en los programas de
tratamiento de personas con TCA.
Por consiguiente, este estudio muestra resultados relevantes tanto para la
investigación como para la práctica clínica, debido a que aporta resultados
novedosos que permiten ampliar conocimientos e identificar factores de riesgo
implicados para prevenir su formación, así como, favorece el desarrollo de
intervenciones terapéuticas personalizadas y adecuadas para promover el
establecimiento de relaciones de pareja saludables.
322 MOMEÑE, ESTÉVEZ, PÉREZ-GARCÍA, OLAVE E IRUARRIZAGA

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RECIBIDO: 22 de octubre de 2019


ACEPTADO: 3 de diciembre de 2019
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