Dadaismo Surrealismo Neoplasticismo

Descargar como odp, pdf o txt
Descargar como odp, pdf o txt
Está en la página 1de 125

DADAISMO, SURREALISMO,

NEOPLASTICISMO
DADAISMO
El Dadaísmo fue un movimiento cultural surgido primero
en Europa y posteriormente en Estados Unidos.
Fue creado en el Cabaret Voltaire en Zúrich (Suiza) entre
1916 y 1922 con Hugo Ball como fundador, cuando una
serie de artistas de distintas nacionalidades se
encontraron como refugiados en esa ciudad durante la
Primera Guerra Mundial.

Posteriormente fue adoptado por Tristan Tzara, quien se


convertiría en la figura más representativa del Dadaísmo,
que surge del desencanto que sentían esos artistas al
Primer poema fonético
vivir en la Europa del periodo tardío de la Primera Guerra de Hugo ball. (fonemas
Mundial y, posteriormente, de la actitud de rebelión e interjecciones
carentes de
hacia la abulia y desinterés social característico de los significación)
artistas del periodo de entreguerras. Manifiesto Dadaista.

De estas protestas surge la ideas de lanzar un manifiesto,


al que se le da el nombre Dadá, palabra sin significado,
que sólo se identifica con la onomatopeya de los
primeros balbuceos de un niño.
Propuestas dadaístas:

El artista se manifiesta contra la belleza eterna, contra la eternidad de los principios, contra las leyes de la lógica, contra la
inmovilidad del pensamiento, contra la pureza de los conceptos abstractos y contra lo universal en general.

Propugna, en cambio, la desenfrenada libertad del individuo, la espontaneidad, lo inmediato, actual y aleatorio, la crónica
contra la intemporalidad, la contradicción.

Defiende el caos contra el orden y la imperfección contra la perfección.

Por tanto, en su rigor negativo, también está contra el modernismo, y las demás vanguardias: el expresionismo, el cubismo, el
futurismo y el abstraccionismo, acusándolos, en última instancia, de ser sucedáneos de cuanto ha sido destruido o está a punto
de serlo.

La estética dadaísta niega la razón, el sentido, la construcción del consciente. Sus formas expresivas son el gesto, el escándalo,
la provocación. Para el Dadaísmo, la poesía está en la acción y las fronteras entre arte y vida deben ser abolidas. Gran parte de
lo que el arte actual tiene de provocación (como la mezcla de ros y materias propia del collage) viene del Dadaísmo.

Con el fin de expresar el rechazo de todos los valores sociales y estéticos del momento los dadaístas recurrían con frecuencia a
la utilización de métodos artísticos y literarios deliberadamente incomprensibles, que se apoyaban en lo absurdo e irracional.
Para ello utilizaban nuevos materiales, como los de desecho encontrados en la calle, y nuevos métodos, como la inclusión del
azar para determinar los elementos de las obras. La performance será una idea aportada por el Dadaísmo.
Marcel Duchamp (1887-1968)
Su propuesta es probablemente la más importante de todo
el movimiento y ha sido decisiva hasta la época actual. Toda
la obra de Duchamp tiene connotaciones eróticas,
humorísticas y cierto carácter interactivo.

En el fondo Dadá destruye el concepto de objeto artístico:


“El arte es un producto farmacéutico para imbéciles”
“Dadá es una necesidad estridente sin disciplina ni
moralidad, finalmente no es más que mierda (…) queremos
cagar en colores bien combinados”.

Inicialmente tiene una etapa cubista en la que realiza


Desnudo bajando una escalera (1911), con la que mostró la
idea de movimiento mediante imágenes superpuestas
sucesivas, similares a las de la fotografía estroboscópica.
Tanto la sensación de movimiento como el desnudo no se
encuentran en la retina del espectador, sino en su cerebro.
A partir de 1913 y hasta 1917 Duchamp desarrolla la fase
que podemos considerar protodadaísta con su nueva
propuesta: el Ready Made. Utiliza objetos
industriales que, ligeramente manipulados, convierte en
objetos de exposición.

El readymade introducía una fuerte crítica a la


institucionalidad y el fetichismo de las obras de arte,
provocando enormes tensiones incluso dentro del mismo
círculo surrealista: son ejemplos de ello Rueda de bicicleta
sobre un taburete, Botellero y La fuente. Esta última
provoca un auténtico escándalo al ser expuesta. Objeto
industrial procedente de una casa de fontanería, lo firma con
el apodo de Mutt. Presenta la obra invirtiéndola, mostrando
el lado contrario de su uso.

La fuente. Duchamp.
Perchero La fuente Rueda de bicicleta sobre taburete Botellero
Después de 1915 pintó muy pocas obras, aunque continuó
trabajando hasta 1923 en su obra maestra, La novia puesta al
desnudo por sus solteros aún (1923), una obra abstracta,
conocida también como El gran vidrio: realizada en pintura y
alambre sobre vidrio, fue recibida con entusiasmo por parte de
los surrealistas.

Los últimos años de su vida, Duchamp preparó en secreto la


que sería su última obra y que sería armada sólo después de su
muerte, ésta es un diorama que se observa a través de un
agujero en una puerta del museo de Filadelfia, lo que ahí
dentro se ve, es una parte del cuerpo de una mujer,
sustentando una lámpara en un paisaje rural. El título añade
aún más incertidumbre a las lecturas que se puedan hacer de la
obra: Dados: 1. La cascada 2. El gas del
alumbrado público.

Su influencia fue crucial para el desarrollo del Surrealismo y el


Pop-Art, y aún hasta nuestros días, se mantiene como el artista
crucial para la comprensión de la posmodernidad.
Duchamp pinta sin respeto alguno sobre esta obra maestra intocable un bigote, una perilla y además le
cambia el título. Al leerlo deprisa en francés, obtenemos la frase «Elle a chaud au cul» (Ella tiene el culo
caliente).

Este genio realizó más


versiones de la obra,
como otra Mona Lisa,
esta vez sin bigote ni
perilla que bautizó como
«L. H. O. O. Q. Afeitada».
Duchamp… El campo de juego de dadaísmo pronto se le quedó corto para sus gamberradas y su
terrorismo artístico…

Por supuesto hay quien se toma muy en serio la obra de este artista, y desde luego, sus
chistes revolucionaron el arte pues se preguntaban precisamente eso: ¿Que es el arte…?

Pues el arte puede ser un urinario, o como en este caso, robar una reproducción la Mona Lisa de 
Da Vinci, ponerle unos bigotes y colgarla en un museo, y claro… ahí se abrió la caja de
Pandora que podemos comprobar 100 años después en delirantes exposiciones en Museos de Arte
Contemporáneo de todo el mundo.
Pero… ¿Es legítimo robar en arte…?

Lo cierto es que el tipo se apropió de una obra de otro, pero creó algo nuevo pues nuevo es el
pensamiento que surge en la cabeza del espectador al ver la versión alterada. Robar se convierte
pues en un concepto más que legítimo… El arte de robar, podríamos decir… Y además con el dedo
medio levantado.
Étant donnés (La cascada) Dados: 1 La cascada. 2 La luz del alumbrado público.
Como voyeurs espiamos a una mujer desnuda tumbada
boca arriba y con la cara oculta. Sus piernas están
abiertas de par en par y sostiene una lámpara de
gas con la mano. Al fondo, un paisaje boscoso con
una cascada movida por un motor…
La obra se divide en tres partes en realidad:
La puerta: (la chute d’eau) que es un ready-made, una
vieja puerta que encontró en Cadaqués.
Una cámara oscura: con una frontera de 69
ladrillos (símbolo de la reversibilidad) que es la frontera
entre la realidad y lo aparente.
La escena: (le gaz d’éclairage) con una iluminación
muy cuidada (el mediodía, donde no hay apariencia) y la
mujer con el sexo rasurado, que es el centro de la obra.
Con esta obra, Duchamp se volvió a lucir: Es la primera
instalación de la historia del arte.
El artista volvió a (reírse?) revolucionar el arte oficial (que
ya era dadaístamente duchampiano) y siguió su estela
entre el dadaísmo y lo conceptual.
Hans (Jean) Arp (1886-1966)
De este grupo, Arp y la que luego sería su esposa, Sophie
Täuber, son prácticamente los únicos artistas que no renuncian
a realizar una obra propiamente artística. Ambos formaron
parte del grupo del Cabaret Voltaire.

Una de las ideas que aporta Arp en aquel contexto dadaísta, es


la intervención del azar en la obra artística, en línea con la
utilización de medios impersonales para borrar todo rastro de
subjetividad.

Según su testimonio, Arp cortaba papeles de colores y los


lanzaba al aire dejándolos caer de manera que la composición
resultante era completamente arbitraria. El azar para el
dadaísmo era una manera de cuestionar la noción de cultura
tradicional basada en el trabajo, la obra bien hecha, la
habilidad...

Hoy en día parece dudoso que algunas de estas obras,


demasiado bien articuladas y compuestas, sean resultado
exclusivo del azar.

Composition 1. Jean Arp


Rectángulos ordenados según las leyes del
azar. Jean Arp
Pechera de camisa y tenedor. Relieve de madera pintada.
Jean Arp. 1922
A Arp le apasiona la poesía, pero termina dedicándose a la
pintura, aunque gran parte de su obra son relieves y esculturas.

Su estilo artístico tiende hacia una abstracción de formas


curvilíneas que caracteriza su obra más conocida.

Fiel a sus principios de renuncia al individualismo los relieves


de madera eran realizados por artesanos carpinteros; él
aportaba simplemente los bocetos realizados de una manera
más o menos improvisada.

En 1925 su obra apareció en la primera exposición del grupo


surrealista. Arp combina las técnicas de automatismo y las
oníricas en la misma obra desarrollando una iconografía de
formas orgánicas que se ha dado en llamar escultura
biomórfica, en la que se trata de representar lo orgánico como
principio formativo de la realidad.
SURREALISMO
Comienza en 1924 en París con la publicación del "Manifiesto Surrealista" de
André Breton, quien estimaba que la situación histórica de posguerra exigía un
arte nuevo que indagara en lo más profundo del ser humano para comprender
al hombre en su totalidad. Siendo conocedor de Freud pensó en la posibilidad
que ofrecía el psicoanálisis como método de creación artística.

Para los surrealistas la obra nace del automatismo puro, es decir, cualquier
forma de expresión en la que la mente no ejerza ningún tipo de control.
Intentan plasmar por medio de formas abstractas o figurativas simbólicas las
imágenes de la realidad más profunda del ser humano, el subconsciente y el
mundo de los sueños y por ello se interesaron por el arte de los pueblos
primitivos, el arte de los niños y de los dementes. Manifiesto surrealista. André Breton. 1924

Para ello utilizarán recursos como la animación de lo inanimado, el aislamiento


de fragmentos anatómicos, elementos incongruentes, metamorfosis,
máquinas fantásticas, relaciones entre desnudos y maquinaria, evocación del
caos, representación de autómatas, de espasmos y de perspectivas vacías.

El pensamiento oculto y prohibido será una fuente de inspiración, en el


erotismo descubren realidades oníricas, y el sexo será tratado de forma
impúdica.

Preferirán los títulos largos, equívocos, misteriosos.


El método paranoico-crítico es una propuesta elaborada por el
pintor surrealista Salvador Dalí (1904-1989), quien encontraba
interesante que la paranoia tuviera la habilidad que transmite
al cerebro para percibir enlaces entre objetos que racional o
aparentemente no se hallan conectados.
Dalí describía el método paranoico-crítico como un «método
espontáneo de conocimiento irracional basado en la
objetividad crítica y sistemática de las asociaciones e
interpretaciones de fenómenos delirantes». Este método era
empleado en la creación de obras de arte, para lo cual el artista
trataba de recrear a través de la obra aquellos procesos activos
de la mente que suscitan imágenes de objetos que no existen
en realidad, por ejemplo, al superponerse una imagen en
primer plano con otra en un plano más alejado. Un ejemplo de
esto en la obra final puede ser una imagen doble o múltiple
cuya ambigüedad da lugar a diversas interpretaciones Cisnes que se reflejan como elefantes (1937). Salvador Dalí.
El poeta surrealista André Bretón (1896-1966) aplaudió la  
técnica, afirmando que la misma constituía «un instrumento de
primera importancia» y que «se había mostrado perfectamente
aplicable lo mismo a la pintura que a la poesía, el cine, la
elaboración de objetos surrealistas, la moda, la escultura, la
historia del arte, e incluso, de ser necesario, a cualquier tipo de
exégesis».
Características:
Creía en la existencia de otra realidad y en el pensamiento libre. Plasmó un mundo absurdo, ilógico, donde la razón no puede
dominar al subconsciente.

Tomó del Dadaísmo la importancia del azar y la rebeldía, pero rechazó su carácter negativo y destructivo.

Buscó inspiración en el inconsciente, la imaginación, el método de la escritura automática y el estudio de las teorías del
psicoanálisis de Freud.

El surrealismo fue el movimiento literario y artístico más importante de entreguerras, pero sus intenciones no se limitaron al
arte. Su finalidad era transformar la vida a través de la liberación de la mente del hombre de todas las restricciones
tradicionales que la esclavizan. La religión, la moralidad, la familia y la patria se convierten así en instituciones a revisar.

El surrealismo adoptó formas muy diversas: en un primer momento fue la causa un proyecto esencialmente literario, sin
embargo en la segunda mitad de los años veinte se fue adaptando rápidamente a las artes visuales (la pintura, la escultura, la
fotografía, el cine).

Observamos dos vertientes: el surrealismo abstracto, donde artistas como Masson, Miró o Klee crean universos figurativos
personales a partir del automatismo más puro; y Ernst, Tanguy, Magritte o Dalí que se interesan más por la vía onírica, un
surrealismo figurativo cuyas obras exhiben un realismo fotográfico, aunque totalmente alejadas de la pintura tradicional.
Técnicas y métodos surrealistas:
Collage (de origen cubista) y ensamblaje de objetos incongruentes (heredadas de Duchamp).

Frottage (dibujos logrados por el roce de superficies rugosas).

Técnica del “Cadáver Exquisito” o pintura automática (varios artistas dibujaban las distintas partes de una figura o de un texto
sin ver el trabajo del anterior, logrando imágenes interesantes e ilógicas).

Automatismo (cualquier forma de expresión en la que la mente no ejerza ningún tipo de control).

Decalcomanía, que consiste en aplicar imágenes, por ejemplo de gouache negro, sobre un papel, el cual se coloca encima de
otra hoja sobre la que se ejerce una ligera presión, luego se despegan antes de que se sequen.

Grattage, consistente en que se desprende de la tela, la pintura, mediante desgarrones (por lo general una vez seca), creando
una especial textura con efecto de relieve o tercera dimensión.
https://culturainquieta.com/es/inspiring/item/11402-el-cadave
r-exquisito-un-juego-creativo-que-revela-el-inconsciente-grupal
.html
Precedentes del Surrealismo
Los pintores surrealistas se encontraron con precedentes en Los Caprichos de
Goya, en el Bosco, en William Blake y en Valdés Leal, aunque los más
inmediatos deben buscarse en el movimiento Dadá y en Giorgio de Chirico,
creador de la pintura metafísica.

Chirico crea un mundo enigmático que es reflejo de la desolación provocada por


la guerra, que se percibe inquietante y desolador. En su obra crea espacios
clasicistas donde el tiempo se ha detenido, elementos anacrónicos y chocantes
nos indican que no estamos ante un lugar tangible, sino que es un espacio que
parte de la imaginación y de la fantasía del propio artista.

El conjunto de estos paisajes nos transmite idea de soledad, de silencio, de


inquietud… de enigma metafísico. Son cuadros que nos invitan a la
contemplación serena y callada, y el espectador se plantea interrogantes, porque
hay cosas que no encajan.

Para ello juega con paisajes urbanos jalonados por construcciones


renacentistas, perspectivas lineales que se pierden en la lejanía, luces intensas
que dejan contraluces y proyectan sombras, elementos chocantes. Se destaca
especialmente la inquietud por lo desconocido, por lo extraño. En Héctor y
Andrómaca, introduce maniquíes, únicos seres capaces de habitar sus plazas
desiertas y calles que se sumergen en el infinito. La pintura de Chirico es el
principal antecedente del surrealismo. Hector y Andrómaca. Giorgio de Chirico.1917
Este cuadro muestra un espacio urbano ascendente junto a chimeneas de fábricas y edificios
industriales; hay dos musas, muñecos articulados sin fisionomía rodeadas de objetos teatrales, que
representan a Talía y a Melpómene (musas de la comedia y la tragedia). También está representado al
fondo Apolo. Todas las figuras carecen de vida por lo que parecen parte de una obra de teatro onírica,
tan absurda como la realidad.

Este cuadro es muy representativo de la pintura metafísica de Chirico que se caracteriza por poseer
una estética extraña, de perspectivas imposibles, de elementos simbólicos, de largas sombras, de
objetos sumidos en una claridad sin atmósfera, donde todo sucede como si fuera un sueño. Consigue
imponer una sensación de misterio a través de maniquíes, manos enguantadas inmersas en un mundo
de horizontes lejanos y de grandes arquitecturas vacías, colosales y fantasmagóricas.

La sensibilidad poética de esta pintura y su irrealidad de carácter mágico caracteriza esta corriente
artística que tiene en Italia su gran foco de creación.

La pintura metafísica es la inspiradora del surrealismo. Los surrealistas consideran que su gran
influencia, a quien más le deben, es a De Chirico. Lo que tenemos que tener en cuenta es que si bien
ambos movimientos exploran lo que hay más allá de la realidad (“surrealismo” quiere decir “lo que está
por encima de la realidad”), los surrealistas lo hacen liberando su inconsciente en el proceso creativo (lo
que se llama “automatismo psíquico”), y los metafísicos, en cambio, eligen “a conciencia” los elementos
simbólicos que protagonizan sus sueños enigmáticos.
LAS MUSAS INQUIETANTES
Autor: Giorgio de Chirico (1888-1978)
Año: 1916-1918
Ubicación: Colección Privada
Técnica: Óleo sobre lienzo
Género: Paisaje Urbano onírico.
Estilo: Metafísica italiana.
El Castillo de los Este
(Castello Estense,
también llamado
Castillo de San Michele)
es el principal
monumento de Ferrara.
Es un edificio de ladrillo
de planta cuadrada
dotado de cuatro torres
defensivas y rodeado
por un foso de agua,
que está situado en el
centro de la ciudad.
Durante los siglos XV y
XVI albergó una
extraordinaria colección
de pinturas, que luego
se dispersó.

Castillo de Los Este en Ferrara


Talia: musa de la comedia, una diosa de las fiestas dionisiacas, lleva como atributos corona de hiedra y una máscara
sonriente.
Melpomene: musa de la tragedia se le representa como una mujer majestuosa y calzando el coturno. Un mito cuenta que tenía
todas las riquezas que podía tener una mujer, solo que con todo eso, no podía ser feliz, y eso la llevaba al drama de la vida.
Estas musas eran las divinidades inspiradoras de las artes y ciencias en la antigua Grecia.
Las máscaras que las representan, se caracterizan por contar con las principales “habilidades” que cada divinidad poseía. Con
el paso del tiempo la figura humana de las musas se fue perdiendo, dando mayor relevancia solamente a las máscaras.
Ápolo. Díos de las artes, del arco y la
flecha, que amenazaba o protegía desde
lo alto de los cielos, siendo identificado
con la luz de la verdad.

Apolo de Belvedere, Múseo del Vaticano


Talía, musa de la comedia. Melpómene, musa de la tragedia.
A partir de 1912, Giorgio de Chirico no sólo introdujo estatuas y monumentos en el ambiente inanimado de sus cuadros, sino que también incluyó figuras -enormes
marionetas-, cuyo carácter anónimo y conformación física recordaban tanto los maniquíes como los muñecos articulados que los artistas utilizaban para sus estudios de
anatomía.

Estos seres sin brazos, parcialmente provistos de bisagras, escarpias y alambres y sostenidos en cierta medida por complejos dispositivos de apoyo, no admiten ningún tipo
de identificación ni tampoco son soportes de sentimientos.

Basta pensar en la mecanización del hombre observada en las obras dadaístas de Francis Picabia y recordar la deconstrucción de la figura humana llevada a cabo por el
cubismo, aspecto que De Chirico abordó en París de una manera intensa, debido, entre otras cosas, a su estrecho contacto con Guillaume Apollinaire y Pablo Picasso.

El mundo como escenario en que se desarrolla un teatro de marionetas absurdo y sin sentido es una idea que domina desde el principio los cuadros «metafísicos» de De
Chirico y que adquiere mayor significación con la introducción de los frágiles muñecos articulados. «Ante la orientación cada vez más materialista y pragmática de nuestra
época […] no es ninguna aberración pensar para el futuro en un estado social en que el hombre, el único que vive para los placeres espirituales, ya no tendrá derecho a
reclamar su lugar al sol.

Escritores, pensadores, soñadores, poetas, metafísicos, observadores […] quien plantee y valore enigmas terminará siendo una figura anacrónica, destinada, como el
ictiosaurio y el mamut, a desaparecer de la superficie de la Tierra». De estas palabras de De Chirico cabe concluir que el mundo está vacío de sentido; ya no hay razón
alguna para preguntarse por su significación.

Su representación de Las musas inquietantes (Le muse inquietanti) evidencia estas ideas. Aparecen delante de la antigua residencia de la familia de Este de Ferrara, tan
aficionada a las bellas artes. Significativamente, este palacio urbano, cerca del cual vivió De Chirico durante la Primera Guerra Mundial, destaca tras un escenario
ascendente junto a edificios industriales, chimeneas de fábricas y un silo. Roja de herrumbre, la fortaleza se alza ante el cielo turquesa del fondo. Las dos musas -muñecos
articulados sin fisonomía y vestidos de un modo arcaizante- aparecen en el borde anterior del espacio escénico, que se articula mediante zonas de sombra profunda.

De pie una y sentada la otra, ambas dan la impresión de haber sido colocadas entre diversos accesorios teatrales. Bajo ellas hay una máscara roja y una vara, atributos
tradicionales de Talía y Melpómene, musas de la comedia y de la tragedia. A su vez Apolo, que estaba al frente de las musas, aparece al fondo sobre un pedestal. Da
impresión de contención, de estar tan falto de vida como las musas. ¿Hacia dónde las dirigirá?, cabría pensar a la vista de las reflexiones profundamente melancólicas en
las que de forma evidente están inmersas sus compañeras sin cabeza.
Mascaras. Giorgio de Chirico.
Giorgio de Chirico, Plaza de Italia. Óleo sobre tela, 1913
La incertidumbre del poeta. 1913. Tate Modern. Londrés.
La canción de amor, por De Chirico, 1914, óleo sobre lienzo, 73 x 59,1 cm, Nueva York, Museo de Arte Moderno.
El hijo pródigo, por De Chirico, 1922, óleo sobre lienzo, 59 x 87 cm, Milán, Galería de Arte Moderno.
La nostalgia del infinito, por De Chirico, 1911-13,
óleo sobre lienzo, 135,2 x 64,8 cm, Nueva York,
Museo de Arte Moderno.
El gran metafísiico, por De Chirico, 1917, óleo sobre lienzo,
104,5 x 69,8 cm, colección particular.
Max Ernst (1891-1979):
Llegó a ser uno de los principales exponentes del
Surrealismo utilizando la técnica del frotagge.
Consiste en frotar una mina de plomo o lápiz sobre
un papel que se apoya en un objeto y se deja así su
huella en dicho papel, con todas sus
irregularidades. Las imágenes surgidas aparecerán
cargadas de misteriosas evocaciones, de signos de
catástrofe y desolación, como en Ciudades, Europa
después de la lluvia.

Max Ernst, L’evadé (1926)


Max Ernst, les éclairs au-dessous de quatorze ans [los rayos
adolescentes]. Lámina XXIV de la serie Histoire El origen del reloj, lámina XXVI.
naturelle [Historia natural], 1926. Colección particular
Ciudades, Europa después de la lluvia.
El artista adoptaría posteriormente la técnica 'decalcomanía', que se logra al aplicar una capa de pintura sobre el lienzo y luego un trozo de papel o vidrio encima que, al ser presionado y
levantado, deja patrones y manchas de formas orgánicas. De esta experimentación surge la pintura 'Europa después de la lluvia', un paisaje que evoca formaciones rocosas, geológicas o
minerales y de las que emergen, como tallados, desnudos femeninos.

Cuando estalló la guerra, en 1939, empezó un calvario, debido a su dependencia de la jurisdicción alemana. Fue internado y excarcelado de varios campos de concentración. En esos años
sólo empezó "Europa después de la lluvia" cuando ya Francia estaba ocupada por los nazis y la Gestapo, que le consideraba un artista degenerado, le vigilaba estrechamente. Entonces
decidió marchar a EEUU e instalarse en Nueva York.

Este cuadro quiere representar una Europa destruida tras la Segunda Guerra Mundial. Se dice que podría simbolizar el fin del sistema, siendo más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del
sistema. Puede ser cierto si se refiere a asteroides chocando contra la tierra, lo que hay sobre éste cuadro no es exactamente fácil de imaginar. Ni siquiera de mirar. Quiere transmitir un
sentimiento de catástrofe y desolación.
La ciudad
entera.
Grattage.
En esta obra Ernst traslada a la pintura el
principio del collage de papel, sólo que
los diversos elementos de la composición
no son recortes sino que son pintados. El
efecto realista del cuadro radica
precisamente en el efecto alucinatorio
intentando por el pintor. La monstruosa
figura se encuentra en un espacio
subacuático, donde hipotéticamente en
el cielo se mueven dos peces ante un
fondo que a su vez resulta enigmático. El
animal representado recuerda a un
elefante sólo por su cuerpo redondo y la
trompa provista de un puño a la que
dotó de una cabeza con cuernos y
colmillos. El nombre del monstruo hace
referencia a unos versos narrativos con
connotaciones sexuales que Max Ernst
memorizó en el colegio. En este contexto,
la torre de la derecha del cuadro, que
recuerda al pintor De Chirico, se
interpreta como un símbolo fálico.
También podría darse una explicación
mitológica de la presencia de la mujer
desnuda, según la cual Marx Ernst quizá
quisiera aludir al rapto de Europa llevado
a cabo por Zeus, padre de los dioses,
disfrazado de toro. Es posible que el
pintor añadiera al final de la trompa del El elefante de las Célebes es un cuadro de Max
elefante la cabeza con cuernos en Ernst, realizado en 1921, ubicado en el Tate
Gallery, Londres.
referencia a este mito.
Yves Tanguy (1900-1985):
Representa sueños desligados a toda referencia a la realidad.
Los horizontes, la presencia de objetos misteriosos y sin
correspondencia con la realidad objetiva y las alusiones a
signos sexuales caracterizan su obra consiguiendo provocar
angustia y misterio, como en Días de lentitud.

Sus paisajes vastos y abstractos suelen ser de paleta muy


limitada, y están habitados por las más variadas formas
abstractas, salidas del subconsciente. Son probablemente
mezcla de sueños, recuerdos de su estancia en África o su tierra
natal bretona y la propia imaginación del artista.
Paisajes inventados pero extrañamente reconocibles que el
artista pinta bajo cielos encapotados. Es muy habitual que la
parte superior de sus cuadros sean puro cielo y la parte inferior
tenga estas arquitecturas entre lo geológico y lo mecánico,
entre lo orgánico y lo inerte, que arrojan largas sombras
proyectadas hacia atrás.

Día de lentitud, 1937, Yves Tanguy (París, Museo


Nacional de Arte Moderno, Centre Pompidou)
Yves Tanguy. Los nuevos juegos (1940)
El palacio con rocas de ventana. 1942. Ives Tanguy. Óleo sobre tela.
René Magritte (1898-1976):
Con cierta similitud con Chirico, es uno de los surrealistas
más claramente simbolistas. Provoca el choque emotivo de
color aplicado a formas realistas puestas en lugares y
momentos inverosímiles. Realiza absurdas combinaciones
de paisajes, arquitecturas, esculturas, ambientes externos e
internos.

En El tiempo perforado muestra el interior de una


habitación en el que un tren sale llameante de una
chimenea doméstica.

La voz de los vientos es la premonición de una amenaza, un


grupo de globos pesados que flotan y son símbolo de algo
que puede aplastar.

A diferencia de otros surrealistas, no buscaba dar expresión


al subconsciente, sino romper con los convencionalismos
para representar la realidad.

El tiempo perforado. Rene Magritte.


1938
La voz de los vientos. 1928
Hijo del hombre.
El arte de vivir.
Los amantes. 1928.
La falsa ventana. 1928
La traición de las imágenes. 1929
La condicion humana. 1923.
El hombre inutil.
El terapeuta.
Golconde.
André Masson (1896-1987):
Analiza la estructura del objeto para convertirlo en una
elucubración intelectual.

Parece que el color, conjugado de modo personal y con


una valoración casi abstracta es lo que más le importa.

Su modo es más vital, sin la opresión angustiosa de la


mayoría de los surrealistas.

Los gallos rojos. 1935


Marc Chagall (1887-1985):
Presenta hechos sacados de la realidad pero dentro de un
ambiente ensoñador.
Sus figuras vuelan sobre el paisaje, como en Yo y la aldea,
donde evoca una serie de elementos reales de su tierra natal
(casas, vacas...), pero la magia del sueño lo transmuta. La vaca
acoge en su cabeza a una lechera ordeñando, la campesina
puede andar con la cabeza en el suelo, etc

Yo y la aldea. 1911
Loco de amor, el artista se
pinta a
menudo volando, como
aquí, donde lleva de tour a
su Bella sobrevolando la
ciudad de Vitebsk formada
por esas sencillas casas.
El cielo pertenece a los
enamorados, que flotan
juntos escapando de los
convencionalismos y la
presión social.
Una metáfora de lo más
poética.

Sobrevolando la ciudad. 1918


El paseo.
Desnudo. 1913.Museo Nacional Thyssen-
Bornemisza, Madrid.
Salvador Dalí (1904-1989)
Se le considera el máximo representante del surrealismo.

Fue un experto dibujante, pintor, grabador, escenógrafo y escritor. También abordó el cine, la escultura, el diseño y la
fotografía, lo cual le condujo a numerosas colaboraciones con otros artistas audiovisuales.

Como artista extremadamente imaginativo, manifestó una notable tendencia al narcisismo y la megalomanía, con el principal
objetivo de atraer la atención pública. Dalí es más escandaloso y extravagante de todo el grupo. Sus cuadros presentan figuras
imposibles fruto de su imaginación. Su pintura resulta excepcional en sus calidades plásticas por la corrección en el dibujo y por
la presencia de la luz, transparente y limpia.

En 1922 Dalí se alojó en la célebre Residencia de Estudiantes de Madrid para comenzar sus estudios en la Real Academia de
Bellas Artes de San Fernando. Allí se relacionó con futuras figuras del arte español, como Federico García Lorca, o Luis Buñuel.
Dalí fue expulsado de la Academia en 1926, por afirmar que no había nadie en ésta en condiciones de examinarlo.

Ese mismo año, visitó París por primera vez. Allí conoció a Pablo Picasso, a quien el joven Dalí admiraría profundamente.
Picasso ya había recibido algunos comentarios elogiosos sobre Dalí de parte de Joan Miró.

Dalí absorbía las influencias de muchos estilos artísticos, desde el academicismo clásico a las vanguardias más rompedoras. Las
exposiciones de su obra realizadas en Barcelona en aquella época atrajeron gran atención y hubo alabanzas y debates
suscitados por una crítica dividida.
En 1929 Dalí colaboró con el director de cine Luis Buñuel, en la creación del polémico cortometraje “Un perro andaluz”, en el
que se mostraban escenas propias del imaginario surrealista. Ese mismo año conoció a su musa y futura esposa Gala, una
inmigrante rusa, once años mayor que él.

Ese mismo año, Dalí continuó exponiendo regularmente, y se unió oficialmente al grupo surrealista. Durante los dos años
siguientes, su trabajo influyó enormemente en el rumbo del surrealismo, que lo aclamó como creador del método paranoico-
crítico, el cual, según se decía, ayudaba a acceder al inconsciente, liberando energías artísticas creadoras.
Sigmund Freud es uno de los referentes culturales del pintor.
Sus teorías aparecen ya en su época de formación: Dalí plasma
en sus pinturas temas como el complejo de Edipo, los deseos
incestuosos, la perversión, el trauma del nacimiento o el
instinto de muerte.

El método paranoico-crítico desarrollado por el pintor en estos


años es, en gran parte, deudor del padre del psicoanálisis. A
partir del concepto de paranoia, Dalí desarrolla su método que
consiste en la extracción consciente de elementos que
conforman el mundo interior del paranoico.

Dalí lo materializa a través de la imagen doble, crea una


representación, que sin transformar su apariencia externa,
conforma una segunda imagen, de forma que el espectador al
contemplarlas pueda discernir ambas. Así, la aplicación del
método paranoico-crítico nos ofrece imágenes que, observadas
de nuevo, se convierten en otra imagen.
La década de los 30 está marcada por el interés en las dobles
imágenes y las ilusiones ópticas, una obsesión que no
abandonará a Dalí a lo largo de su obra. En 1929 empieza a
pintar su primera doble imagen El hombre invisible, para
continuar con Durmiente caballo león invisible (1930), La
metamorfosis de Narciso (1937) o La imagen desaparece
(1938).

También aplicó el método a sus interpretaciones de El ángelus


de Millet, cuadro que siempre obsesionó a Dalí. Le caracteriza
la provocación y su método "paranoico-crítico".

Su primera etapa surrealista es furiosa y ácida: las formas se


alargan, se descomponen o resultan de apariencia equívoca, y
utilizará alusiones al sexo y la paranoia, como en El gran
masturbador, La sangre es más dulce que la miel, La
persistencia de la memoria o Premonición de la Guerra Civil.

El hombre invisible
Durmiente caballo león invisible
La metamorfosis de Narciso
La imagen desaparece.
Reminiscencia arqueológica del angelus.
Atavismo crepuscular.
El gran masturbador.
La sangre es más dulce que la miel.
Construcción blanda con judías hervidas (Premonición de la guerra civil) 1936 Philadelphia Museum of Art, Philadelphia (Pensilvania). Colección Louise and
Walter Arensberg
La actividad artística de Dalí no se limitó a
la pintura. Algunas de sus obras más
populares son esculturas o readymades, y
también destacó en sus contribuciones al
teatro, la moda y la fotografía, entre otras
disciplinas artísticas. Dos de los artefactos
surrealistas dalinianos más notables
fueron el Teléfono, langosta y el Sofá de
los labios de Mae West (realizados entre
1936 y 1937)

Teléfono langosta. Yeso. Copias en varios museos.


Sofá Labios de Mae West.

«Retrato de Mae West que puede utilizarse como apartamento surrealista», Salvador Dalí, 1934-1935
(Temple sobre papel de periódico, 31 x 17 cm) Chicago, The Art Institute
Sofá labios Maes West. Óscar Tusquets y Salvador Dalí, 1972 Sala Mae West Teatro Museo Dalí ,1975. Oscar
Tusquets Blanca y Salvador Dalí
Entre 1940 y 1949, Dalí vive de forma ininterrumpida en los
Estados Unidos. Son los años de los ensayos de la bomba
atómica. Las pruebas de las armas nucleares le impresionan de
gran manera y empieza el período nuclear o atómico. De aquí
surgen obras como Sueño causado por el vuelo de una abeja
alrededor de una granada un segundo antes de despertar
(1944), Las tres esfinges de Bikini (1947) y Leda atómica
(1949).

Fue una de las épocas más fructíferas de su vida, pero también


la más discutida por ciertos críticos, que veían que Dalí
arrinconaba la pintura para volcarse más en el diseño y en
artículos comerciales, con un claro afán mercantilista.

Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo
antes de despertar (1944) Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid
Las tres esfinges de Bikini (1947)
Leda atómica (1949).
Desde 1950 Dalí vivió en Cataluña. El hecho de que
eligiese España para vivir en tiempos de la dictadura hizo
que algunos de sus antiguos colegas, así como sectores
progresistas, le hicieran blanco de nuevas críticas.

En los inicios de la década de los cincuenta, la pintura


daliniana da un nuevo giro: los progresos relacionados
con la fisión y fusión nucleares provocan una evolución
en su pintura hacia el misticismo y la pintura religiosa.

Esta época se caracteriza pues por el tratamiento de


temas religiosos bajo el prisma de los avances
científicos del momento, como El Cristo de San Juan de
la Cruz (1951), La última cena (1955) y Crucifixión (1954)

El Cristo de San Juan de la Cruz (1951)


La última cena (1955)
Crucifixión. Corpus hipercubus.(1954)
En su madurez, el artista también se implicó con otras
actividades «extra-artísticas» que daban una medida de su
enorme popularidad como personaje público.

En 1968 Dalí grabó un anuncio televisivo para una marca de


chocolate y en 1969 diseñó el logo de Chupa Chups.

Finalmente, en 1980 la salud de Dalí se deterioró seriamente,


incapacitándole para la creación artística. Se ha denunciado
que Dalí fue obligado por algunos de sus «cuidadores» a firmar
lienzos en blanco que serían vendidos tras su muerte como
originales. Estos rumores hicieron que el mercado del arte se
mostrase escéptico con las obras atribuidas a Dalí durante su
última época.
Comer un caramelo cómo si lo hiciésemos con un tenedor. Esta fue la gran idea que por el año 1969 triunfaba en España, y por aquel

entonces Enric Bernat, fundador de Chupa Chups decidió que era el momento de expandirse al mercado internacional. Para

conseguir su objetivo, el empresario era consciente de que necesitaba un logo más universal, que funcionase en cualquier parte del

mundo. ¿Qué mejor ayuda que la de Salvador Dalí?

Bernat se trasladó hasta a Figueras, lugar de residencia de Salvador Dalí, para que el artista le hiciera un buen logotipo que

alcanzasen sus aspiraciones comerciales. Tan solo fueron necesarios 60 minutos para que Dalí finalizara el trabajo, el cuál le fue

recompensado con unas cifras astronómicas.


Joan Miró (1893-1983)
"Me es difícil hablar de mi pintura, pues ella ha nacido siempre en un
estado de alucinación, provocado por un shock cualquiera, objetivo o
subjetivo y del cual soy enteramente irresponsable".

La obra clave en su evolución es El carnaval del arlequín (1924),


donde los personajes principales de la composición pictórica son un
autómata que toca la guitarra junto con un arlequín con grandes
bigotes.

Un pájaro con alas azules saliendo de un huevo, un par de gatos


jugando con un ovillo de lana, peces volando, un insecto que sale de
un dado, una escalera con una gran oreja y, en la parte superior
derecha, se ve a través de una ventana una forma cónica con la que
quiso representar la torre Eiffel. Numerosos seres y objetos se
yuxtaponen en el aparente desorden de una habitación con una
pequeña ventana. La presencia de ciertos objetos, como por ejemplo
la escalera, están dotados según explicó el propio Miró de una
relación simbólica. La esencia de esta explicación es que estos
objetos simbólicos se mezclan con otros objetos en la habitación sin
que ello afecte a la expresión artística. irracionales.
Su surrealismo se desenvuelve entre las obras donde explora
sus sueños y fantasías infantiles (El Campo labrado, 1924), las
obras donde el automatismo es predominante (Nacimiento del
mundo, 1925) y las obras en que desarrolla su lenguaje de
signos y formas biomorfas (Personaje lanzando una piedra,
1926). Sus cuadros están llenos de poesía. Pinta con colores
puros y tintas planas.
Miró crea un mundo propio que se abre paso a la abstracción.
Sus imágenes son simples, con pocos trazos, a la manera de los
niños. Rechaza la perspectiva, el modelado, el claroscuro y el
acabado minucioso. Traza signos abstractos, simples, que no
tratan de expresar una idea, sino que desean bastarse a sí
mismos y son extraídos de lo irracional.
El arte de Miró es el resultado de un proceso de simplificación
de la pintura que tiende a reducirla a sus elementos esenciales: El Campo labrado, 1924
línea, color y composición. A partir de ellos construye un
cosmos propio, en el que los objetos no aparecen como son en
la naturaleza, sino como signos muy simples de su universo
interior. Así como Picasso es el modelo de artista polifacético
que innova constantemente, Miró es el prototipo del que
escoge un camino concreto y profundiza en él para aportar una
sólida y homogénea creación.
Nacimiento del mundo, 1925
Personaje lanzando una piedra, 1926
En Mujer, pájaro y estrella (1942), el color se aplica de forma
plana, sin modulaciones. El proceso de simplificación de Miró le
llevó a reducir la gama de colores hasta utilizar casi
exclusivamente los primarios -rojo, amarillo y azul- separados
entre sí por el negro o el blanco. A menudo hay líneas que
actúan como elementos unificadores de la diversidad de
objetos. Los signos con que pinta los objetos se irán definiendo
y simplificando a lo largo de su obra, hasta convertirse en
verdaderos ideogramas; su pintura constituye una auténtica
caligrafía en la que el arte consiste en la manera de elaborar el
signo. La composición es básicamente intuitiva y recurre al
equilibrio entre líneas y manchas de color.
Los años de la guerra civil española y mundial lo alejaron de la
aventura surrealista. Una de las últimas obras fue el
revestimiento cerámico del edificio de la UNESCO en París,
Noche y día

Mujer, pájaro y estrella (1942)


NEOPLASTICISMO
En Holanda surge en 1917 una vanguardia que apuesta por la
abstracción pura, geométrica y estricta.

Es el llamado movimiento neoplástico, que afecta a la


arquitectura, la pintura y el diseño.

Piet Mondrian y Theo Van Doesburg, además de algunos


poetas, escultores y arquitectos, fundan la revista De Stijl,
cuyos antecedentes inmediatos están en los postulados del
suprematismo y el constructivismo rusos para los cuales el
arte debe tener un sentido utilitario y práctico, está al servicio
del diseño, de la propaganda y de la publicidad.

Además como clave fundamental es un arte abstracto:


El suprematista Málevich ya en 1913 empieza a practicar
el cubismo sintético, que le hace reflexionar sobre “la
necesidad de liberar al arte de la carga del objeto”.

Las formas adquieren su propia autonomía, no se refieren a


nada, el cuadro no habla de nada, solo de sí mismo, utilizando
formas planas y geométricas con varias composiciónes de
cuadrados: Cuadro rojo y cuadro negro (1914-15), Cuadrado
negro (1915).
Los constructivistas piensan que el arte, además de
estar al servicio del nuevo estado, tiene que tener un
sentido práctico. La misión del artista es, por tanto, la
de construir el arte, en el que el artista, como
constructor, ha de estar al servicio del nuevo estado
obrero. Tatlin, en 1914 crea una serie de collages
mediante ensamblaje de diversos materiales de
desecho, que se inspiraban en los collage y relieves en
madera de Picasso, cuyo taller había visitado. Sus
seguidores se dedicaron a hacer propaganda del
régimen: carteles, diseño de portadas, fotomontaje y
publicidad útil. Uno de los más llamativos es El Lissitzky
con Atacad a los blancos con una cuña roja, litografía
de 1919.

Atacad a los blancos con una cuña roja, litografía de 1919.


En la misma época en que Tzara escribía el
Manifiesto Dadá, Mondrián junto a Van
Doesburg publicaban el Manifiesto De Stijl,
opuesto en absolutamente todo al primero.

Si los dadaístas querían destruir el arte, De


Stijl quería su renovación total de manera
racionalista, ordenada y simple.

Doesburg, sintetizó el espíritu y la esencia


del grupo con esta frase: "desnudemos a la
naturaleza de todas sus formas y sólo
quedará el estilo”.
Características:
Búsqueda de la renovación estética y de la configuración de un nuevo orden armónico de valor universal, eliminando todo lo
superfluo hasta que prevalece sólo lo elemental.

Depuración de las formas hasta llegar a sus componentes fundamentales: líneas, planos y cubos.

Planteamiento totalmente racionalista.

Estructuración a base de una armonía de líne-as y masas coloreadas rectangulares de diversa proporción, siempre verticales,
horizontales o formando ángulos rectos.

Creación de ritmos asimétricos, pero con gran sentido del equilibrio, logrado por la compensación de las formas y los colores.
Nunca se recurre a la simetría.

Colores planos, de carácter saturado (amarillo, azul, rojo) o tonal (blanco, negro y grises), sobre fondos claros.
Theo Van Doesburg en 1915-16 empezaría un proceso
de abstracción y geometrización coincidiendo con los contactos
con los primeros miembros del grupo, entre los que se
encontraba Piet Mondrian, junto a quien fundaría en Leiden la
revista De Stijl, órgano de prensa del movimiento neoplasticista,
cuyo primer número saldría en octubre de 1917.

Durante su estancia en Weimar, Van Doesburg también había


entablado amistad con los constructivistas. Ambos movimientos
tenían un objetivo común: proponer la reconstrucción material y
espiritual del mundo.

A partir de 1924 la pintura de van Doesburg adopta movimiento y


dinamismo a través del uso de planos inclinados, innovación que
denominó ”Elementarismo”.

Un ejemplo claro de arquitectura neoplasticista es la Casa


Schröder del arquitecto holandés Gerrit Rietveld, que se
incorporó al movimiento en 1920. Igual que sucede en su diseño
de la silla Roja y Azul, el más característico del neoplasticismo,
sigue los mismos principios estéticos de la pintura neoplasticista

Construcción espaciotemporal II. 1924. Gouache, lápiz y tinta sobre papel de calco. 47 x 40,
cm Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid
Piet Mondrian
Fue fundador del neoplasticismo, junto con Theo van Doesburg y
evolucionó desde el naturalismo y el simbolismo hasta la abstracción.

Al dedicarse a la abstracción geométrica, Mondrian, busca encontrar la


estructura básica del universo, la supuesta “retícula cósmica” que él
intenta representar con el no-color blanco (presencia de todos los
colores) atravesado por una trama de líneas de no-color negro (ausencia
de todos los colores) y, en tal trama, planos geométricos
(frecuentemente rectangulares) de los ya mencionados colores
primarios, considerados por Mondrian como los colores elementales del
universo.

Composición número 4.
‘Naturaleza muerta con naranjas’ y ‘Composición B’, de Mondrian.
Composición C con rojo, amarillo y azul’ (1935)
De este modo, repudiando las características sensoriales de
la textura y la superficie, eliminando las curvas, y en general
todo lo formal. Expresó que el arte no debe ser figurativo, no
debe implicarse en la reproducción de objetos
aparentemente reales, sino que el arte debe ser una especie
de indagación de lo absoluto subyacente tras toda la realidad
fenoménica. Como anécdota de sus ligeras excentricidades
cabe mencionar que prohibió el color verde en su casa.
Busca, en suma, un "arte puro", despojado de lo particular, y
dice que «el propósito no es crear otras formas y colores
particulares con todas sus limitaciones, sino trabajar
tendiendo a abolirlos en interés de una unidad más grande».
Su radicalismo es tal que, cuando Van Doesburg buscó
variaciones a sus estructuras formales a partir de 1924,
inclinando los rectángulos, Mondrian abandonó De Stijl.
Mondrian seguirá toda su vida fiel a las líneas rectas
verticales y horizontales y a los colores planos y primarios.
Solamente al final de su vida cuando tuvo que huir de
Holanda a los EEUU por el avance nazi, su obra se vuelve más
compleja y palpitante, de detalles más pequeños: Broadway
Boogie Woogie (1943-44). La simplicidad de este lenguaje ha
influido notablemente en la arquitectura y el diseño del siglo
XX y en diversas tendencias de la abstracción.
Broadway Boogie Woogie (1943-44).

También podría gustarte