Juegos Tradicionales
Juegos Tradicionales
Juegos Tradicionales
explorar la cultura colombiana con diversión a la hora de jugar los juegos Colombianos; esa misma destreza que vemos en
otros tipos de juegos, en donde la personas tiene que pensar rápidamente para ganar, por ejemplo, póker, blackjack, u otros
juegos que requieran de razonamiento rápido y que se pueden jugar en solitario o en grupo.
La lista es larga, sin embargo, reducimos a los 8 juegos más importantes dentro de Colombia, los cuales tienen un
importante bagaje cultural, en la población.
1. El Trompo
Este juego tradicional se puede encontrar en varios países latinoamericanos y en especial en Colombia. La forma de jugarlo
es girar el trompo por una cuerda que se ata alrededor del cuerpo antes de que se lance. Lo ideal es que los jugadores
demuestren sus habilidades al usar este juguete y hay hasta trucos para hacer girar el trompo de forma diferente.
2. Canicas
¿Quién no se ha encontrado una canica en la calle y recuerda esos días de infancia? Las canicas acompañan a los niños
colombianos desde temprana edad. Estas son pelotas hechas con vidrio de diferentes colores y tamaños. El objetivo de
este juego es obtener todas las canicas del oponente.
3. Parqués
Los dados son los elementos principales de este juego. Cada jugador lleva las piezas hasta el final, dependiendo de cuánto
haya sacado en los dados. Se puede jugar entre 2 o hasta 8 personas.
Los jugadores suelen crear estrategias para poder moverse, y dependiendo en qué parte de Colombia te encuentres, la
forma de jugar al Parqués suele ser diferente.
4. Balero
También conocido como coca o pirinola, es un juego con raíces indígenas y consiste en una pelota pequeña hueca que
está atada con un hilo grueso a un palo de madera.
El objetivo de este juego es tratar de atrapar la pelota con el palo, usando los movimientos de la mano.
Un juego para jugarlo entre amigos, y el objetivo es atrapar al resto de los jugadores con el toque. Quien da el toque,
deberá gritar ‘cuatro, ocho y doce’ y mientras toca al adversario por la espalda.
Si no logra cantar ‘cuatro, ocho y doce’ rápidamente, deberá atrapar a alguien más. Este juego es muy parecido a la lleva,
sólo que, en el caso de este último juego, nadie tiene que cantar números.
6. Yo-yo
Este juego no sólo se puede ver en Colombia, sino también en otros países de Latinoamérica. La temática del Yo-Yo es
usar la fuerza para realizar movimientos con discos que están conectados por un eje y se mueven gracias a un pedazo de
hilo que los une.
Hay competencias alrededor del mundo para tratar de hacer trucos complicados con este juego tradicional. En los 90’ fue
muy popular entre los niños y niñas.
7. Fuchi
Con una pelota pequeña llamada hacky sack, los jugadores intentan no dejar caer la pelota al suelo mientras hacen trucos
complejos. Este juego se puede hacer a solas o en grupo. Quien deje caer la pelota, pierde. El juego ha evolucionado con
los años, gracias a la música ya que ahora se pueden ver jóvenes jugando con el hacky sack y haciendo movimientos al
ritmo de la música.
8. Stop
Uno de los juegos más difíciles, ya que requiere rapidez y conocimiento. Pueden jugar todas las personas que quieran y no
hay un límite de edad. Sólo necesitan lápiz y papel.
Ciudad o país
Nombre
Apellido
Animal
Color
Cosa
El jugador elegido deberá decir una letra del alfabeto y los demás jugadores tendrán que escribir las respuestas de las
categorías, pero sólo eligiendo palabras que comiencen con la letra cantada. El primero que termine deberá gritar ‘STOP’.
Por cada respuesta repetida son 50 puntos, por cada respuesta única son 100, el que tenga más puntos al final de la ronda
gana. Es importante que las letras no se repitan.
9. Carrito de balineras
La tradicional carrera de coches de madera en Cerro Norte es un asunto que -en la medida de las posibilidades
de los competidores- se lo toma en serio.
En el calentamiento, los participantes se acomodan una y otra vez los cascos de moto, de ciclismo o de patines
que pudieron conseguir, así como las rodilleras de arquero de fútbol. Unos pocos, además, van reforzados con
canilleras o vendas. Incluso con protectores que más parecen de juguete, sacados de algún olvidado muñeco de
la Navidad pasada. A los más chiquitos, los guantes les cuelgan.
La lógica de la competencia es simple. Hay dos eliminatorias y los mejores tiempos van a la final. Todos los sitios
cuentan con bajadas.
Los coches y supervisados por motos que suben y bajan acompañando a sus familiares. Hay todo tipo de
modelos; desde los más aerodinámicos hasta los más básicos, que parecen salidos de los dibujos animados de
los Picapiedra. Son de madera y las ruedas son recubiertas por un caucho de llanta. El volante en algunos casos
es redondo; en otros, es una palanca, como en los controles de los videojuegos, pero en versión gigante y rústica.
Más que una máquina, los coches de madera son una suerte de artesanías gigantes, vehículos rudimentarios,
que bajan a toda velocidad con unos niños a bordo, aturdidos por la adrenalina de la competencia, el grito de los
miles de aficionados que se dan cita a los lados de la calle y la presión por llegar a la final.
En las calles vecinas, más que una competencia, se vive un festival popular, con los vecinos, con los familiares.
Por donde se pasa se huele a pinchos (chuzos),postres, ect.. y se escucha, a todo volumen la música
A la llegada de cuatro pilotos cada una- la emoción se apodera de los papás, mamás, familiares y amigos. En los
balcones y en las aceras la gente se amontona y grita. Suben el volumen de los parlantes. Los campeones saltan
y gritan su triunfo, los que no, caminan en busca de un abrazo de consuelo. Los coches de madera se amontonan
en las esquinas hasta que los miles de asistentes, poco a poco, vacíen la calle y estos puedan ser llevados por
sus dueños, quienes de inmediato -como si fueran ingenieros de Fórnula Uno- empiezan a ensayar modelos y
adecuaciones para la competencia del siguiente año.
Los juegos tradicionales forman parte de la cultura de cada país, y se van transmitiendo de generación en generación;
además, de mantener la cultura viva, también, los niños y niñas pueden obtener grandes beneficios a la hora de participar
en estos juegos.
En un mundo que está abarrotado de tecnología, la desconexión y conexión con el medio ambiente es importante
para la salud no sólo física, sino también mental del niño.
Por ser, en su mayoría, actividades al aire libre, los niños pueden mantenerse en forma y estar activos durante
más tiempo.
Mejora su memoria y creatividad
Ayuda a establecer relaciones desde temprana edad, y enseñan sobre el compañerismo, la sana competencia y
además, también mejoran la coordinación.
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20191110_101030.mp4
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