Domingo de Guzman
Domingo de Guzman
Nace en Caleruega Burgos, hacia el año 1170 y muere 51 años después en Bolonia Italia el 6 de Agosto de 1221, finales
del siglo XII, principios del siglo XIII, son los años en el que Santo Domingo desarrolla una vida espiritual, eclesial, una vida
apostólica que marcará un antes y un después en la vida de la iglesia.
Domingo es llamado luz de la iglesia, verdaderamente fue una luz en medio de aquella oscuridad.
La sociedad en la que vive el santo, es una sociedad europea totalmente jerarquizada, por un lado tenemos: al rey, la
nobleza, una burguesía incipiente que comenzaba a despuntar en las ciudades, los artesanos, los labriegos, los
mendigos.
Por otro lado tenemos al papa, los obispos, el alto clero, los monasterios, las órdenes religiosas que empezaban a surgir
con santo Domingo y san Francisco y el bajo clero.
Es una sociedad que está marcada por tres elementos que van a condicionar la vida europea son: 1)- las continuas
guerras de los estados. Europa vive continuamente en guerras; guerras grandes pero que cercenaban a la población,
esto unido a 2)- la gran peste, oleada de peste que dejaban y diezmaban a la población, esto hacia que la sociedad
viviera en un temor y un oscurantismo, y en un concepto del pecado que va a marcar la vida de la iglesia en este tiempo.
Ir a la guerra suponía que cualquier herida conllevaba a la muerte, la peste uno se contagiaba sin saber por qué o
porque no, la gente se contagia y la gente se muere de la noche a la mañana, la peste bubónica es algo terrible y deja los
cadáveres vacíos y tirados en las calles.
Otro elemento es 3)- el hambre, la gente vive de las cosechas, depende de las cosechas y del tiempo; cualquier situación
de sequía o malas cosechas suponía la muerte y la enfermedad que se unía a la peste y a la guerra. Estos tres elementos
hacen que vivan en una sociedad un tanto oscura.
Por otro lado, es la época también de las grandes catedrales góticas, empiezan a despuntar, el arte románico empieza a
desaparecer y empiezan a ser incipiente en estos siglos XII, XIII Y XV, el gótico.
Es el tiempo de las grandes catedrales de la luz, hay una cierta esperanza porque la población empieza a aumentar, pero
esto trae un problema social, la gente del campo ve una posibilidad de trabajo en las catedrales, y los pueblos se van a
quedar vacíos y se van a llenar las ciudades, un montón de gente abandona los cultivos para irse a las ciudades.
El problema está en que las ciudades no pueden absorber toda esa cantidad de gente que viene y se crea una clase
social un tanto desfavorecida y mendigante; ya no dependen del noble y del rey, empiezan a desligarse para formar
parte de esa nueva burguesía, nueva clase social que va a fomentar con el alto clero la creación de catedrales.
Edificar una catedral no es edificar con ladrillos y hormigón, hace falta gente muy especializada y gente que lo tiene que
pasar muy mal porque en el pueblo de los malo se cultiva la tierra y se come en la ciudad; o eres un buen artesano o te
mueres de hambre. Esta es la sociedad de aquel tiempo, hay aumento de población pero las ciudades no son capaces de
asimilar esta población nueva que llega a los burgos a las ciudades; es una sociedad poco tecnificada, no hay posibilidad
de producir alimentos se depende en gran medida de las poblaciones rurales que se están quedando vacías ante esta
situación de reclamo de las catedrales, se depende de la agricultura y de la ganadería; con ese condicionante, esto
repercute en el modo de pensar y actuar de Santo Domingo.
Hay unas luchas de poder tanto internas de la iglesia como externas, hay continuas injerencias a la hora de repartir los
cargos religiosos y las prebendas, los obispados, las abadías, hay un clero inculto, un clero poco formado, muchos
sacerdotes apenas sabían leer.
Hay sacerdotes que celebraban misa siempre de una sola manera posiblemente no por devoción sino porque se
aprendían de memoria, porque no sabían otra. Es un clero pobre, que sufre con los más bajos, es un clero que lleva una
doble vida, igual que cualquier paisano de pueblo. Si había que robar se robaba, si había que mendigar se mendigaba, y
si había que engañar se engañaba, porque había que comer todos los días. Hay otros sacerdotes racioneros, que
celebraban misa por una ración de comida de un señor, son los sacerdotes que se llaman de misa y olla, están muchos
ordenados a títulos de capital, de un señorío. Ejemplo: un señor deja una fundación de misas para que se digan durante
un año, como no hay clero suficientes se ordena a un sacerdote para que diga esas misas. En esa época la vocación era
dudosa en mucho de aquellos sacerdotes.
Por otro lado estos sacerdotes van a estar al servicio de estos señores que son los que le pagan la comida, nunca se
muerde la mano que te da de comer, es un clero muy precario.
Pero por otro lado, se destaca un alto clero proveniente de familias adineradas y los nobles que ocupan lugares en la
corte de la casa real; que van junto con los nobles, son gente de corte. Son unos cleros medianamente formados,
constituidos por el rey y obispos que Vivian bien y eran cancilleres, se dedican a las rentas. El clero está muy mal en esta
época.
Había otro estamento que eran los monasterios que se habían convertido en grandes terratenientes, la orden de San
Benito que ocupó toda Europa, llega un momento que necesita una reforma que será la reforma de cluny es la que
introduce en España la reforma gregoriana. Cluny va a ser una de las abadías más ricas de toda Europa. La gente entrega
sus bienes a fin de que se recen por ellos, misas y responsos por sus almas, hay una preocupación por la muerte, no hay
tiempo para prepararse por las guerras, el hambre, entonces hay que proveer esas misas por el eterno descanso de los
difuntos que alguien las tiene que decir; esto dará lugar a la multiplicación de misas, acumulación de estipendios, largas
oraciones, a cobrar por todos los responsos.
Son monasterios muy sabios con grandísimas bibliotecas, pero son lugares cerrados, no hay una formación para el
pueblo, no hay universidades, no hay estudios, no hay porque no hay dinero entre otras cosas. En este mundo que
hemos presentado es en el que nace Santo Domingo.
Santo Domingo nace de una familia noble su padre es Don Félix Ruiz de Guzmán y su madre es doña Juana Garcés de
Aza, hija del ayo del preceptor del infante de Castilla. Es una familia adinerada que recibe como carta de casamiento el
señorío de Caleruega, un señorío no es un gran noble, no es un gran duque, sería un rico hombre, un hidalgo de aquella
época que tiene un territorio suficiente para vivir y que incluso tiene algunos soldados a su servicio con los que colabora
en la guerra de reconquista.
España había sido invadida por los musulmanes, pero ya en esta época que nace Santo Domingo el musulmán ha sido
echado, expulsado a las orillas del rio Duero, 24 kilómetros de Caleruega.
El temor a que haya una reconquista por los musulmanes, empiezan a hacer pequeños pueblos que han sido devastado
por los musulmanes.
Domingo tiene dos hermanos Antonio de Guzmán y Manés de Guzmán este último será beato, dominico y confesor,
será el primer capellán de las monjas dominicas en Madrid.
Santo Domingo como todos los niños de su tiempo, que podían; va a estudiar a Gumiel de Izan, que es su tío paterno de
su madre aquí existían tres estamentos: la casa parroquial, al lado de la parroquia, el cura, una escuelita en donde el
mismo enseñaba a sus pupilos sus primeras nociones de latín y rudimentos de la iglesia, después están las escuelas
catedralicias, superiores y las escuelas monásticas, donde estudiará hasta los 14 años con su tío, mientras su hermano
mayor Antonio hizo un hospital para mendigos y peregrinos en parte del palacio de los Guzmán y Manés su segundo
hermano entró como cisterciense en el convento de caleruega.
Santo Domingo estudia allí con su tío desde los 9 hasta los 14 años en la escuela parroquial, allí Domingo empieza a
tener una inclinación hacia el sacerdocio, hacia las cosas de Dios. Le llaman un niño viejo y maduro, por sus largas horas
de oración, se conmueve con los pobres, ayuda con devoción en la iglesia y esa vocación sacerdotal empieza a surgir.
Domingo con dos hermanos sacerdotes está llamado a ser el defensor de la herencia de sus padres, pero el rompe con
todos estos esquemas de la época, ahí sería la primera ruptura que hace y va a estudiar al estudio general de Palencia se
establece el estudio general catedralicio que dará lugar a la primera universidad de España en Palencia.
Normalmente en la universidad se estudiaban dos grupos de asignaturas: el tridium- (tres): gramática, dialéctica y la
retórica; el sacerdote tenía que saber latín y hablar bien, y el cuadrillum- (4 años), (arte), aritmética, la música, la
geometría y la astronomía esta ultima la estudiaban para saber cuándo llegaba la pascua, la fiesta de los santos, para
hacer el calendario, además de esto Domingo estudia gramática, poética, historia, retorica, lógica, física, medicina,
navegación alquimia, y matemáticas, es una formación que en el siglo XIII se daba en las grandes universidades
europeas como era Paris, Bolonia, eran las grandes universidades de Europa, en España no hubo antes por la invasión
del islam, y por las luchas internas entre nobles españoles.
Dicen que también estudió en la escuela monástica de Silos, que eran estudios especializados para los monjes, estudiará
en Palencia durante 10 años, allí vive en una casa, y aquí se destaca entre los suyos por su inteligencia, su capacidad de
aprendizaje, su gusto por el estudio que marcará después en sus hijos dominicos/as, es un ser de profunda oración y
profundas convicciones religiosas y de gran compasión.
Hacia el año 1185 Domingo tiene 15 años donde hay una gran hambruna en Palencia donde apenas en dos años se
consiguen cosechas.
En castilla del siglo XIII con la invasión del islam, hay poca población, se produce una gran hambruna soberana, Santo
Domingo conmovido por esta situación vende todos sus libros y todo su ajuar, que sería su mesa, su silla, su estantería
con sus libros con lo valiosos que eran en esa época, eran un gran tesoro, quedándose en la pobreza.
Jordán de Sajonia dice: Santo Domingo vende todo su ajuar quedándose en la más absoluta de las pobrezas con una
frase que conserva del santo que dice: “no quiero, ni puedo estudiar en pieles muertas, (los libros eran de pergamino),
mientras mis hermanos los hombres se mueren de hambre”. Esta frase marcará la vida espiritual de Santo Domingo de
Guzmán. Mueve a otros maestros y alumnos a que hagan lo mismo, que vendan parte de sus riquezas, y pone el germen
para la construcción de un hospital de San Bernabé que hoy día sigue funcionando como residencia de ancianos.
Domingo se ordena sacerdote en Palencia con unos 24-25 años y a la mitad de la vida es un hombre lleno de fe, de
espiritualidad y lleno de sabiduría humana, pero no para conseguir cargos eclesiástico que con su estudio podría haber
tenido los máximos cargos, pero este quiere estudiar las sagradas escrituras para gustarla y sobre todo vivirla, no quiere
pieles muertas, quiere trabajar y vivir con las pieles vivas hombres y mujeres de su tiempo.
Hay una reforma gregoriana en la iglesia de España introducida por los monjes cluniacenses, que empiezan por las
catedrales y hay dos sedes donde esa reforma quiere un clero formado, espiritual, que rece, que viva el evangelio, que
son el obispado de cuenca. Los obispos vendieron todas sus riquezas, y de ahí comían 100 familias.
Santo Domingo es elegido por el obispo Martin de Bazán, que es un obispo que estudió en Francia y vió la necesidad de
la reforma y quiere instaurar esto en Osma, con los nuevos canónigos regulares, que son sacerdotes de vida en común
como los apóstoles, con bienes en común, sin posesiones propias, viviendo con lo que se tenga de la iglesia, pero sin
acumular riquezas. Se piden hombres rectos en virtud, formados en sabiduría, hombres de Dios que vivan pobremente,
hombres dedicados a la oración y al culto divino en la catedral.
Toman una regla de san Agustín, regla apostólica, para el servicio de la iglesia para vivir en comunidad y para tener los
bienes en común, dedicados a la oración y a la predicación.
La época de Osma será para Santo Domingo la época donde gustará de las ventajas de la vida en común; hay una gran
convivencia de la vida comunitaria, de la liturgia, de la oración, hay una gran vivencia de la vida comunitaria en torno a
la catedral; pero también hay un inicio de la vida apostólica. En el siglo XIII solo predicaban los obispos y no los
sacerdotes. Y el obispo va buscando hombres y mujeres que sean parte del cabildo, pero que no sean nobles y no
posean riquezas.
Santo Domingo es nombrado sub-prior del cabildo de Osma, estaba el obispo, y el segundo en la diócesis.
En el año 1202 Domingo se encuentra con los albigenses en el sur de Francia, que son un grupo de personas
procedentes de ciudad albí, que son un movimiento revolucionario contestatario ante los nobles que oprimen al pueblo
y la iglesia aburguesada que vive del pueblo con mujeres y predican a un cristo desencarnado, espiritual, gnóstico, una
herejía, y esto suponía un problema doctrinal. En esta época los albigenses tienen un doble problema con la naturaleza
de Cristo y política que rompe con toda la idea humana que redime, salva y bendice y que están con las mismas penurias
que tu vives pero que tiene esperanza, Santo Domingo se da cuenta de esto y ve que la gente se va con ellos porque
viven pobres y predican a un cristo pobre que nos salva, libera, predicaban que no había que tener riquezas y no pagar
impuestos al rey, nos tenemos que sustentar nosotros mismos, y estaban en contra del alto clero.
Para este Santo que observa esto se da cuenta que el éxito está en la pobreza, porque ha vivido ya en la austeridad
desde Palencia, ha vivido la itinerancia y la sencillez de vida.
Domingo se da cuenta que predicando al mismo estilo de los albigenses que Jesús salva, el éxito estará asegurado.
1206-1216 Toulouse en el Sur de Francia, pide al obispo quedarse a predicar ahí, y el papa Inocencio III convoca una
cruzada para detener a los albigenses, se mezcló lo político y religioso, el que no estaba dentro de la iglesia era un
enemigo público y había que combatirlo, en la cual Santo domingo se niega a formar parte de esta cruzada; su intención
fue apartarse y predicar la religión en el sur de Francia.
Se encuentra con una problemática que son las mujeres de los albigenses, provenientes del catarismo, que habían sido
entregadas para el disfrute de los cataros, mujeres que se separaron de la iglesia y vivían itinerantes y no vivían bajo la
protección de nadie, ya que en esta época una mujer era casada o no era nada, estaba bajo la protección de sus padres,
nobles o buen esposo.
Santo Domingo se encuentra con esta situación de las mujeres en el sur de Francia, cuando decide fundar la primera
comunidad de monjas dominicas, monjas predicadoras, 1206-08, fundó las monjas contemplativas, necesitaban de la
oración para la acción apostólica de los frailes.
Domingo empieza a reunir mucha gente, muchos de ellos que eran cátaros convertidos al catolicismo, que quieren
cambiar, predicar y vivir en pobreza.
Pobreza, comunión de bienes, vida apostólica y vida de oración, toda esta problemática le presenta al obispo Fulco pero
él no quiere vivir como monje en un monasterio, porque él necesita es predicar la palabra de Dios, es el predicador de la
gracia en un mundo lleno de predicadores de desgracia, donde se predica la muerte, el infierno, la condenación , donde
se predica todo lo negativo, es el predicador de la gracia, el hombre evangélico, es el hombre que quiere poner una luz
en medio de la iglesia desastrosa, que no se podía estudiar y se vivía como se podía.
1215 se presenta el cuarto concilio de Letrán y Santo Domingo le pide al papa que no quiere dedicarse a la cruzada, cree
que la cruzada no es un método para la conversión.
El papa le prohíbe fundar ordenes nuevas, que muchos grupos heréticos tenían la aprobación papal para salvarse que lo
único que hacían era turbar y dispersar a la gente, ante la insistencia del obispo de Toulouse, le piden a Santo Domingo
que elija una de las constituciones o reglas ya existentes, que una era la regla de san Benito, cisterciense, los norbertinos
todos monjes de clausura y san Agustín que permitía de algún modo el ideal evangélico, la vida en común, la oración en
común, los hechos de los apóstoles, tenerlo todo en común, unánimes en la oración y la predicación.
El concilio de Letrán prohibía fundar una institución y reglas nuevas, y da algunas pautas de órdenes organizativos.
Santo Domingo instaura la democracia en la comunidad, sustituirá el trabajo manual por el estudio, que es el medio
para estar preparados para la predicación, con conventos abiertos, fueras de las ciudades, se pide una vida austera con
dos hábitos y una sola capa porque era cara, que se viva de lo que nos den, es la primera vez que se ven frailes que no
son de clausura, son fraters-hermanos, donde todos somos iguales, es una revolución dentro de la iglesia. Comienza a
haber un clero formado, clero pobre, austero, un clero que se dedica a la predicación.
Los dominicos tiene el gran éxito en el año 1216, cuando el papa confirma el 22 de diciembre la nueva orden de
predicadores, que santo domingo quiere que nos llamemos y seamos una orden de predicadores, que dará un éxito los
planes de la reforma en la iglesia.
Domingo es el orden agradable, de la alegría, del entusiasmo y pide que sus frailes vivan así, y el papa pondera en la
nueva orden para la salvación de las almas, estamos para la salud y la salvación de las almas, porque la salvación de las
almas está vuestra propia salvación.
En los años 2216-17 Domingo reúne a sus frailes el 15 de Agosto y los dispersa, no quiere que vuelvan a caer en el error
de frailes vividores, viviendo en un convento, plácidamente mientras llegan las rentas, el trigo amontonado se pudre,
solo esparcido da buen fruto; mandará a los primeros frailes a Madrid, Bolonia, París y a Roma, son los lugares de la
cultura de las universidades donde se estaba debatiendo la vida en Europa.
Santo Domingo se dedica a fundar conventos por toda Europa, a transmitir esa luz que ilumina a la iglesia, a las
universidades, creando nuestros propios estudios generales dando una impronta que hasta entonces, no se había dado
a excepción de San Francisco con los frailes menores, hermanos de la pobreza.
Domingo vive esa pobreza al servicio de la predicación, Francisco vive esa vida como un modo esencial de vida y
testimonio, los frailes necesitan de convento, de bibliotecas, permitía tener libros para el estudio, la predicación.
Cuando el Santo muere con 51 años Europa está plagada de conventos y de monasterios de monjas que ayudan a la
misión apostólica desde la oración y el recogimiento.
Domingo muere lleno de vida espiritual el 6 de agosto del año 1221, ha dejado a Europa nueva, ha dejado a la iglesia
nueva, ha dejado una orden que será la fundadora de universidades. Las primeras universidades de Europa y de América
estarán hechas por dominicos es en definitiva la luz de la iglesia que iluminó la Europa del siglo XIII.
A partir de ahí la orden se esparce y crece por el mundo entero hasta el día de hoy dando luces siguiendo el ideal de
Santo Domingo, Tomas de Aquino, Alberto Magno, Catalina de Siena, Rosa de Lima, seguimos 800 años después
siguiendo esa estela de la predicación de la gracia, de la salvación, de mostrar al mundo un Cristo muerto y resucitado
que viene a salvarnos y no a condenarnos, desde la vida comunitaria, desde la oración , la contemplación, desde el
asiduo estudio de la palabra de Dios, no para conseguir títulos humanos, sino para conseguir y estar al servicio del
evangelio, de la iglesia, somos colaboradores de los obispos en la misión apostólica, los predicadores que Santo
Domingo quiso que fuéramos.
Biografía:
Domingo de Guzmán nació en Caleruega (provincia de Burgos en España), hacia el año 1170. Sus padres fueron Félix
Núñez de Guzmán (el Venerable Félix2) y Juana Garcés (llamada comúnmente santa Juana de Aza, beatificada en 1828).
Domingo tuvo dos hermanos mayores, Antonio y el beato Manés (este último, fue uno de los primeros beatos dominicos).
De los siete a los catorce años (1176-1184), bajo la preceptoría de su tío que era arcipreste en Gumiel de Izán, Gonzalo de
Aza, recibió esmerada formación moral y cultural. En este tiempo, transcurrido en su mayor parte en Gumiel de Izán,
despertó su vocación hacia el estado eclesiástico.
De los catorce a los veintiocho (1184-1198) vivió en Palencia; estudiando artes (humanidades superiores y filosofía);
cuatro, teología; y otros cuatro como profesor de las escuelas catedralicias de Palencia (que en 1208 serían convertidas
en Estudio General).
Al terminar la carrera de artes en 1190, recibida la tonsura, se hizo canónigo regular en la catedral de Osma. Fue en el año
1191, ya en Palencia, cuando vende sus libros para aliviar a los pobres del hambre que asolaba Castilla. Al concluir la
teología en 1194, se ordenó sacerdote y fue nombrado regente de la Cátedra de Sagrada Escritura en las Escuelas.
Al finalizar sus cuatro cursos de Docencia y Magisterio Universitario, con veintiocho años de edad, se recogió en su
cabildo, luego el obispo le encomienda la presidencia de la comunidad de canónigos y del gobierno de la diócesis en
calidad de Vicario General de la misma.
En 1205, por encargo del rey Alfonso VIII de Castilla, acompaña al obispo de Osma, monseñor Diego de Acebes, como
embajador extraordinario para concertar en la corte danesa las bodas del príncipe Fernando. Con este motivo, realizó
viajes a Dinamarca y a Roma,1 y durante ellos se decidió su destino y se aclaró definitivamente su ya antigua vocación
misionera. Convencido de que los herejes cátaros debían ser convertidos al catolicismo, comenzó a formar el movimiento
de predicadores. De acuerdo con el papa Inocencio III, en 1206, al terminar las embajadas se estableció en
el Languedoc como predicador entre los cátaros, y en 1206 establece una primera casa femenina en Prouille.1 Rehusó los
obispados de Conserans, Béziers y Cominges, para los que había sido elegido canónicamente.
Para predicar la doctrina católica entre los cátaros, en 1215 establece en Tolosa la primera casa masculina de su Orden de
Predicadores, cedida a Domingo por Pedro Sella, quien con Tomás de Tolosa se asocia a su obra. En septiembre del
mismo año llega de nuevo a Roma en segundo viaje, acompañando al obispo de Tolosa, monseñor Fulco, para asistir al
cuarto Concilio de Letrán y solicitar del papa la aprobación de su orden como organización religiosa de canónigos
regulares. De regreso de Roma elige con sus compañeros la regla de San Agustín para su orden y, en septiembre de 1216,
vuelve en un tercer viaje a Roma llevando consigo la regla de San Agustín y un primer proyecto de constituciones para su
orden. El 22 de diciembre de 1216 recibe del papa Honorio III la bula Religiosam Vitam por la que confirma la Orden de
Predicadores.1
Al año siguiente retorna a Francia y en el mes de agosto dispersa a sus frailes; envía cuatro a España y tres a París,1 y él
decide marchar a Roma. Se dice que allí se manifiesta su poder taumatúrgico con numerosos milagros y se acrecienta de
modo extraordinario el número de sus frailes. Meses después enviará los primeros frailes a Bolonia. A finales
de 1218 regresa a Castilla a recorrer Segovia, Madrid y Guadalajara.
Por mandato del papa Honorio III, en un quinto viaje a Roma, reúne en el convento de San Sixto a las monjas dispersas
por los distintos monasterios de la ciudad para obtener para los frailes el convento y la Iglesia de Santa Sabina.
En la fiesta de Pentecostés de 1220 asiste al primer Capítulo General de la orden, celebrado en Bolonia. En él se redacta
la segunda parte de las constituciones.1 Un año después, en el siguiente capítulo celebrado también en Bolonia, se
acordará la creación de ocho provincias.
Con su orden claramente estructurada y más de sesenta comunidades en funcionamiento, agotado físicamente, fallece el 6
de agosto de (1221) tras una breve enfermedad, a los cincuenta y un años de edad, en el convento de Bolonia.1 Sus restos
permanecen sepultados en la basílica de Santo Domingo de esa ciudad. En 1234 el papa Gregorio IX lo canonizó.
La Iglesia católica celebra su fiesta el 8 de agosto, aunque en algunos lugares como en Palenque (Chiapas - México) se
celebra su festividad el 4 de agosto.
La ciudad capital de la República Dominicana (Santo Domingo de Guzmán) lleva ese nombre en su honor.
Representación iconográfica
Perro con antorcha
La leyenda (primera hagiografía de Santo Domingo narra una visión que su madre, la Beata Juana de Aza, tuvo antes de
que Santo Domingo naciera. Soñó que un perrito salía de su vientre con una antorcha encendida en su boca. Incapaz de
comprender el significado de su sueño, decidió buscar la intercesión de Santo Domingo de Silos, fundador de un famoso
monasterio Benedictino de las cercanías. Hizo una peregrinación al monasterio para pedir al Santo que le explicara el
sueño. Allí comprendió que su hijo iba a encender el fuego de Jesucristo en el mundo por medio de la predicación. En
agradecimiento, puso a su hijo por nombre Domingo, como el santo de Silos. Es un nombre muy apropiado, por cuanto
Domingo viene del Latín Dominicus, que significa del Señor. De Dominicus (Domingo) viene Dominicanus (Dominico,
que es el nombre de la Orden de Santo Domingo). No obstante, utilizando un juego de palabras, se dice que Dominicanus
es un compuesto de Dominus (Señor) y canis (perro), significando el perro del Señor o el vigilante de la viña del Señor)
En su carta del 4 de febrero de 1221 a todos los obispos de la Iglesia recomendando la Orden de Santo Domingo, el papa
Honorio III dijo que Domingo y sus seguidores habían sido «nombrados para la evangelización del mundo entero». Y en
otra carta, esta vez dirigida a Domingo (18 de enero de 1221), el papa les llamaba pugiles fidei (caballeros de la fe,
defendiéndola contra todo el que se oponga a ella). Esto es lo que Domingo hizo durante toda su vida, defender la fe con
el ejemplo de su vida y con su predicación incesante contra los herejes del Languedoc en el sur de Francia, y con su deseo
de ser misionero entre los no-cristianos.
Azucena
Usualmente se le representa con unas azucenas en la mano. El amor por la pureza de Domingo fue tan perfecto que, en su
lecho de muerte, al hacer una confesión pública frente a sus hermanos, pudo decir: «Gracias a Dios, cuya misericordia me
ha conservado en perfecta virginidad hasta este día; si deseáis guardar la castidad, evitad todas las conversaciones
peligrosas y vigilad vuestros corazones». Y entonces, sintiendo remordimiento, dijo a fray Ventura, prior de Bolonia:
«Padre, temo que he pecado hablando de esta gracia delante de los hermanos». La pureza de su alma y el deseo de que sus
hijos le imitasen le llevaron a hacer esa revelación.
Estrella
Se nos dice en la misma leyenda que durante el bautismo de Domingo apareció una estrella sobre su frente. Por medio de
su vida y predicación, Domingo fue como un faro guiando almas hacia Cristo. Desde sus años de estudiante en Palencia,
España, donde vendió sus valiosos libros con el fin de conseguir dinero para ayudar a los pobres que sufrían una gran
sequía, y donde llegó a ofrecerse a ser vendido como esclavo para redimir a cristianos cautivos por los moros, a aquella
noche, en un viaje a Dinamarca, que pasó en conversación con el hospedero hereje, atrayéndole por fin otra vez a la fe
verdadera, a su etapa en el Languedoc, donde pasó los mejores años de su vida, su enseñanza y predicación, hasta la
fundación de su Orden, Santo Domingo fue siempre una estrella brillante que atrajo almas perdidas a Cristo.
La cruz, el estandarte, el rosario
La cruz de dos brazos (llamada «patriarcal») es un símbolo de los fundadores de grandes familias religiosas (patriarcas) o
de importantes comunidades cristianas que han dado origen a otras muchas. Se usa para Santo Domingo porque él fue el
primero en sacar al monje del monasterio a la ciudad, convirtiéndole en apóstol: un religioso sin dejar de ser un monje.
Otras órdenes fueron fundadas inmediatamente después de los Dominicos o casi simultáneamente, como
los Franciscanos, y todos siguieron la misma pauta. Fue mucho después, en el siglo XVI, cuando aparecieron las
Congregaciones dedicadas al trabajo apostólico, pero sin observancias monásticas.
El estandarte con el emblema dominicano es el escudo de armas de santo Domingo. Blanco y negro: pureza y
penitencia, muerte y resurrección, combinando el ideal dominicano de mortificación y alegría, renuncia al mundo y
posesión de Cristo. Su lema es Laudare, Benedicere, Pradicare que significa alabar, bendecir, predicar.
En cuanto al rosario, los medievales consideraron erróneamente que fue invención de santo Domingo, cuando en
realidad se lo conocía desde el siglo IX; por otra parte, quien popularizó el rosario fue el dominico Alano de
Rupe (1428-1475).4 Sin embargo, fue Domingo quien le dio al rosario una finalidad evangelizadora, y fue la orden
dominica la que convirtió esta devoción inicialmente particular en una oración eclesial universal
El libro y la Iglesia
En algunas representaciones, Santo Domingo sostiene un libro en su mano izquierda. El libro representa la Biblia, que era
la fuente de la predicación y espiritualidad de Domingo. Era conocido como el Maestro Domingo por el grado académico
que obtuvo en la universidad de Palencia, España. Sus contemporáneos nos dicen que en sus viajes por Europa siempre
llevaba consigo el Evangelio de san Mateo y las Cartas de san Pablo. Esto hace referencia a la visión que tuvo en una de
sus noches de vigilia. Mientras Domingo oraba, los santos Pedro y Pablo se le aparecieron. San Pedro llevaba consigo el
Evangelio, y Pablo sus Cartas, con este mensaje: «Ve y predica, porque has sido llamado para este ministerio». Esta
revelación le reafirmó en su vocación de continuar siendo un Predicador Itinerante, no solo en el sur de Francia sino
también en todo el mundo por medio de su Orden, la Orden de Predicadores.
A veces, sobre el libro hay una iglesia. Esta iglesia representa la Basílica Laterana, la Madre Iglesia universal.
Santo Domingo tuvo que enfrentarse con muchos obstáculos legales para que el papa aprobara su nueva Orden. De
acuerdo con la leyenda, el papa Inocencio III, santo Domingo y san Francisco tuvieron un sueño. Cada uno de ellos vio
que la Basílica Laterana estaba comenzando a derrumbarse, y a dos frailes, uno en hábito blanco y el otro en un hábito
marrón, colocándose ellos mismos como columnas para evitar el colapso total. Domingo se reconoció a sí mismo como el
fraile del hábito blanco, pero no sabía quién era el otro fraile. De igual modo, Francisco de Asís se reconoció a sí mismo
como el fraile del hábito marrón, pero desconocía quién era el del hábito blanco. Para Inocencio III el sueño era un
rompecabezas y un misterio. El día siguiente, cuando Domingo iba a ver al papa sobre la aprobación de su Orden, se
encontró a un fraile joven vestido con un hábito marrón. Mirándose mutuamente, cada uno reconoció al otro como el
compañero que ayudaba a soportar la Basílica Laterana, y se abrazaron en medio de la calle. Después fueron juntos a ver
al papa, y éste comprendió inmediatamente el significado de su sueño: Las Órdenes de estos dos gran hombres serán
como columnas que salvarán a la Iglesia de su destrucción.
Reliquias[editar]
Si bien el cuerpo de santo Domingo de Guzmán permanece en su Basílica de Bolonia, existen numerosas reliquias
de él a lo largo y ancho del mundo. Es de reseñar que le fue concedida a la Sacramental de la Sgda. Cena y Maria
Stma. Del Rosario (Huelva) una reliquia del santo padre. Esta reliquia se guarda en un relicario que se coloca el
Domingo de Ramos (salida procesional de la hermandad) a los pies de la Virgen, así como en cultos internos que
se le rinden. En enero de 2007 la Vicaría de Roma concedió una de primera clase y que puede encuadrarse dentro
de la tipología de las ex osibus a la Real Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Alhaurín el
Grande (Málaga), en atención a los lazos que unen a esta Hermandad a la Orden Dominicana. Esta reliquia es
procesionada cada Viernes Santo junto a otra de san Roque en un relicario doble situado en el frontal del trono de
María Santísima del Mayor Dolor. No siendo la única existente en España, pues hay muchas repartidas a lo largo
de la península por parte de los dominicos como por ejemplo otra enviada hasta las Islas Canarias en la Parroquia
de Santo Domingo de Guzmán (Vegueta).