Unidad de Disco Duro
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Para otros usos de este término, véase HD.
Disco duro
Información
Fujitsu
Fabricante
HGST
Hitachi
Samsung
Seagate
Toshiba
Western Digital
Se conecta a
Fuente de Molex
alimentación
Cronología
unidad de estado
Disco duro
sólido
Índice
1Historia
2Estructura lógica
3Estructura física
o 3.1Direccionamiento
o 3.2Factor de Forma
4Características de un disco duro
5Conectores
o 5.1Tipos de conexión de datos
5.1.1IDE, ATA o PATA
5.1.2SATA
5.1.3SCSI
5.1.4SAS
o 5.2Fuente de alimentación
6Funcionamiento mecánico
o 6.1Integridad
7Mantenimiento y cuidados
8Galería de imágenes
9Presente y futuro
o 9.1Comparativa de SSD y HDD
9.1.1Discos que no son discos
o 9.2Unidades híbridas
10Fabricantes
11Véase también
o 11.1Fabricantes de discos duros
12Referencias
13Bibliografía
14Enlaces externos
Historia[editar]
Antiguo disco duro de IBM (modelo 62PC, «Piccolo»), de 64,5 MB, fabricado en 1979.
Al principio los discos duros eran extraíbles, sin embargo, hoy en día típicamente
vienen todos sellados (a excepción de un hueco de ventilación para filtrar e igualar
la presión del aire).
El primer disco duro, aparecido en 1956, fue el Ramac I, presentado con la
computadora IBM 350: pesaba una tonelada y su capacidad era de 5 MB. Más
grande que un frigorífico actual, este disco duro trabajaba todavía con válvulas de
vacío y requería una consola separada para su manejo.
Su gran mérito consistía en que el tiempo requerido para el acceso era
relativamente constante entre algunas posiciones de memoria. Este tipo de acceso
se conoce como acceso aleatorio. En cambio, en las cintas magnéticas era
necesario enrollar y desenrollar los carretes hasta encontrar el dato buscado,
teniendo tiempos de acceso muy dispares para cada posición. Este tipo de acceso
se conoce como acceso secuencial.
La tecnología inicial aplicada a los discos duros era relativamente simple.
Consistía en recubrir con material magnético un disco de metal que era
formateado en pistas concéntricas, que luego eran divididas en sectores. El
cabezal magnético codificaba información al magnetizar diminutas secciones del
disco duro, empleando un código binario de «ceros» y «unos». Los bits o dígitos
binarios así grabados pueden permanecer intactos durante años. Originalmente,
cada bit tenía una disposición horizontal en la superficie magnética del disco, pero
luego se descubrió cómo registrar la información de una manera más compacta.
El mérito del francés Albert Fert y al alemán Peter Grünberg (ambos premio
Nobel de Física por sus contribuciones en el campo del almacenamiento
magnético) fue el descubrimiento del fenómeno conocido
como magnetorresistencia gigante, que permitió construir cabezales de lectura y
grabación más sensibles, y compactar más los bits en la superficie del disco duro.
De estos descubrimientos, realizados en forma independiente por estos
investigadores, se desprendió un crecimiento espectacular en la capacidad de
almacenamiento en los discos duros, que se elevó un 60 % anual en la década de
1990.
En 1992, los discos duros de 3,5 pulgadas alojaban 250 MB, mientras que 10 años
después habían superado 40 GB (40 960 MB). A la fecha (2017), ya se dispone de
en el uso cotidiano con discos duros de más de 5 TB, esto es, 5120 GB
(5 242 880 MB).
En 2005 los primeros teléfonos móviles que incluían discos duros fueron
presentados por Samsung y Nokia, aunque no tuvieron mucho éxito ya que las
memorias flash los acabaron desplazando, debido al aumento de capacidad,
mayor resistencia y menor consumo de energía.