Guia Introduccion A La Biblia - PB
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INTRODUCCION A LA BIBLIA
Los primeros vestigios vienen del sur de Babilonia, por obra de los sumerios que son considerados los "inventores" de la
escritura entorno al año 3500 a.C.
El material para escribir desde los tiempos antiguos fue muy variado. Los Asiro-babilonios, por ejemplo, empleaban
tabletas de arcilla fresca en la que imprimían signos con un punzón de madera o de metal, que dejaba una impronta en
forma de cuña -de ahí el nombre de cuneiforme y que ponían luego a secar al sol o al fuego para que se endurecieran.
Para los monumentos se empleaban también estelas de piedra, planchas de metal, de plomo, o de bronce.
Manuscrito, concepto
Todo libro escrito a mano en un material flexible con la intención de colocarlo en una biblioteca, recibe el nombre de
manuscrito.
Los manuscritos se han redactado desde la más remota antigüedad (papiros egipcios de la época menfita) hasta el periodo
de la invención de la imprenta. Sin embargo, los manuscritos griegos se continúan realizando hasta fines del siglo XVI, y en
los monasterios del Este (Monte Athos, Siria, Mesopotamia, etc.) la copia de manuscritos continua incluso durante el siglo
XIX. En contraste, los manuscritos más recientes de Occidente datan de finales del siglo XV. Clasificación de Manuscritos
A. Materiales utilizados:
1.- Papiros: es el nombre que recibe el soporte de escritura elaborado a partir de una planta acuática, muy
común en el río Nilo, en Egipto, y en algunos lugares de la cuenca mediterránea. También es el origen de la
palabra papel.
2.- Pergaminos: es un material hecho a partir de la piel de res o de otros animales, especialmente fabricado para
poder escribir sobre él.
3.-Vitelas: es un tipo de pergamino, para hacer las páginas de un libro o códice, caracterizado por su delgadez,
durabilidad y lisura. Estrictamente hablando, el papel vitela debería ser sólo hecho de piel de becerro (vitela) ,
pero el término comenzó a usarse para designar un pergamino de calidad muy alta
C. Letra utilizada:
1.- Unciales: es un tipo de escritura en el que todo el texto se escribía en letras mayúsculas, tomando
«mayúscula» en su sentido paleográfico, es decir, un tipo de letra que queda determinado por dos líneas
paralelas horizontales (la minúscula requiere de cuatro). Fue de uso común entre los s iglos iii y vii,
principalmente por los escribas latinos y griegos.
2.- Minúsculos: es la grafía cuyo tamaño, a diferencia de la mayúscula, es menor y, por lo general, de forma
distinta.
E. Según su Origen:
1. Autógrafos: es un documento escrito totalmente a mano por su autor, en oposición a un documento
mecanografiado transcrito por un copista
2. Apógrafos: tratado que se trata de una copia fiel de un escrito original.
La Biblia
El nombre “Biblia” viene del griego “biblos” que es el plural de “biblion” (librito), de ahí que significa “Los libros”; es decir,
que la biblia es, pues, una biblioteca. El término no se encuentra en la Biblia misma, se cree que el primero en usar el
término fue Juan Crisóstomo (347-407 D.C). El término bíblico es “Escritura (s)” - Hechos 8:32; II Timoteo 3:16.
La Biblia es el nombre que se le ha dado a los escritos que la Iglesia cristiana considera divinamente inspirados.
La Biblia se divide en dos secciones muy importantes conocidas como: Antiguo y Nuevo Testamento. La Biblia completa
se compone de 66 libros, 39 para el Antiguo Testamento y 27 para el Nuevo Testamento.
La Biblia se escribió por 40 escritores de diferentes profesiones: Pescadores, doctores, cobradores de impuestos, escribas
de la ley, reyes, profetas, etc. Cada uno de ellos escribieron la Biblia, y su mensaje es un mensaje de unidad y armonía, ya
que en ninguna parte de la Biblia encontramos contradicciones o algo que nos de la idea de que la Biblia tiene errores. Se
dice que el periodo de tiempo que se llevo para escribir la Biblia fue de aproximadamente 1,600 años.
“Escritura”, “Escrituras” o “Sagradas Escrituras” son términos que los escritores del Nuevo Testamento emplean para
referirse al Antiguo Testamento o a cualquier parte del mismo. Por “Escrituras”, querían decir “Escrituras Divinas”. Pablo
habla de “Sagradas Escrituras” en 2 Ti. 3:15 y en el verso 16 emplea el término “la Escritura”.
La expresión “las Escrituras” se emplea en Mt. 21:42; Lc. 24:32; Jn. 5:39; Hch. 18:24. La expresión singular “la Escritura”
usualmente se refiere a un determinado pasaje del Antiguo Testamento más que al Antiguo Testamento en su conjunto
(Mr. 12:10; Lc. 4:21); Stg. 2:8). En 2 P. 3:16 se llama “Escrituras” a las epístolas de Pablo y probablemente a los Evangelios;
de modo que tenemos precedentes de peso para emplear tanto el Antiguo como El Nuevo Testamento en nuestras
Escrituras cristianas.
LA PALABRA “TESTAMENTO”
En lenguaje corriente “Testamento” es la última voluntad de una persona, en la que esta dispone de sus bienes para el
momento de su muerto. Pero no es ese el sentido que tiene en la Biblia, en la cual significa “pacto” o convenio. Sería más
apropiado hablar de Antiguo Pacto y Nuevo Pacto, pero la tradición (a partir de Tertuliano) desde hace mucho ha
establecido el empleo de la palabra “Testamento”.
La idea de un “pacto” se remonta a Moisés en el Sinai (Ex. 24:3-8), y aun antes de Moisés, a Abraham (hasta hay más
antiguos indicios del Pacto, Génesis 6:18, por ejemplo) cuando Dios hizo una promesa con su pueblo elegido. Al hacer
aquella promesa o pacto, Dios se colocó en una especial relación con su pueblo: en una relación salvadora o redentora. El
Antiguo Testamento narra la historia de cómo aquella especial relación ha funcionado en la historia. Pero los Judíos
preveían y esperaban un Nuevo Pacto, y en el ponían su esperanza; Jeremías 31:31-34 predijo aquel Nuevo Pacto (véanse
palabras de Jesús en Mateo 26:28).
Hebreo Griego Latín Español
Berit Diatheke Testamentum Testamento
(Pacto) (Pacto) (Pacto o (Pacto, acuerdo,
(Gn 9:9; Nm 14:44) (2 Co 3:14; He 8:6) Testamento) voluntad)
LA DIVERSIDAD DE LA BIBLIA
Cuando nosotros hablamos de la "diversidad" de la Biblia nosotros queremos decir que la Biblia tiene variedad. La Biblia
registra las maneras diferentes en que Dios trató con las personas y las diferentes maneras en que ellas respondieron a
Él.
La Biblia fue escrita en atmósferas diferentes. Algunas porciones expresa alegría mientras otras reflejan el sufrimiento.
La Biblia incluye maneras diferentes de escribir. Contiene historia, poesía, profecía, cartas, aventura, parábolas,
milagros, e historias de amor. Debido a su variedad, la Biblia ha sido dividida adicionalmente en grupos de libros.
DIVISIONES DE LA BIBLIA
Hay tres divisiones en el Antiguo Testamento hebreo: Ley, Profetas y Escrituras. Esta división triple se refleja en pasajes
del Nuevo Testamento como Mateo 5:17; Lc. 16:29 y Lc. 24:41. Tradicionalmente la Biblia hebrea contenía solamente
veinticuatro libros distribuidos así:
Libros Históricos
22- Daniel
Estos 24 libros de la Biblia hebrea corresponden a los treinta y nueve de nuestro Antiguo Testamento. El número se
altera principalmente al dividir los profetas menores en doce libros separados y al dividir (en dos cada uno) Samuel,
Reyes, Y Crónicas. Esdras-Nehemias también se separan en dos libros. El orden que usualmente conocemos es:
Antiguo Testamento
En cuanto al Nuevo Testamento pudiéramos considerarlos de la siguiente manera: Mateo hasta Juan: La vida de Jesús.
Hechos: Como llegar a ser un Cristiano. Romanos hasta Judas: Como vivir como cristianos. Apocalipsis: Como morir como
Cristianos vencedores. El memorizar esta información nos ayudara a poder darnos una idea de lo que cada uno de estos
libros enseñan a la humanidad.
El Antiguo Testamento se escribió originalmente en hebreo, pues era el idioma en que se expresaba literariamente el
pueblo hebreo, la nación llamada Israel. Hay que saber, sin embargo, que Daniel 2:4b—7:21 y Esdras 4:8-6:18; 7:12-26 y
Jeremías 10:11 están escritos en arameo, idioma emparentado con el hebreo y parte de la familia de lenguas semíticas
(árabe, asirio, babilonio, cananeo). El N. T. se escribió en griego, aunque parte del mismo primeramente fue hablado en
arameo, idioma cotidiano de Jesús y sus discípulos.
1. El Hebreo: Este es el idioma en que se escribió todo el Antiguo Testamento, a excepción de los siguientes pasajes
que se escribieron en Arameo:
- Esdras 4:8-6:18; 7:12-26
- Daniel 2:4b-7:28
- Jeremías 10:11
- Génesis 31:47 – Solo 2 palabras Jegar Sahaduta
- En el A. T. se le llama “la lengua de Canaán” ó “lengua de judá” - Isaías 19:18; 36:11; II Reyes 18:26; Nehemías
13:24.
2. Arameo: Fue la lengua internacional luego de la conquista por Babilonia en el siglo VI A.C. Fue la lengua de la
diplomacia. Fueron escritos en Arameo, los versículos citados anteriormente, nada más. También fue la lengua
predominante cuando vino Jesús. En los evangelios, aparecen varias frases citadas directamente por Jesús:
“Talita cumi, efata, raca y Abba” - Marcos 5:31, Mateo 7:34, Mateo 5:22; Marcos 14:32; Romanos 8:15; Gálatas
4:6.
3. El Griego: La presencia del idioma griego en Palestina y en Asia Menor tiene raíces históricas. Cuando Alejandro
Magno, rey macedonio y no griego, conquistó el inmenso imperio persa en el siglo IV a. de J.C., llevó consigo el
idioma griego y una cultura basada en modelos griegos, que se llamó helenística. Muchos de sus soldados y
oficiales hablaban un dialecto griego, ya sea el ático o el jónico, y la lengua oficial del imperio de Alejandro fue el
griego.
Luego de su muerte, el imperio alejandrino se dividió entre sus generales, pero ellos siguieron usando el idioma
griego. También en Palestina, que pronto pasó a pertenecer al reino egipcio de los ptolomeos (hasta 198 a. de
J.C.), se siguió usando el griego como idioma oficial. Lo mismo ocurrió del 198 al 168 a. de J.C., cuando reinaron
los seleucidas (de Siria). En la época de los macabeos se incorporó el hebreo como segundo idioma oficial, pero se
siguió usando el griego.
Cuando los romanos y sus aliados los herodianos llegaron al poder, empezó a usarse el latín, pero el griego siguió
cumpliendo una función oficial importante. Un ejemplo de esto es la inscripción que Poncio Pilato hizo poner en
la cruz de Jesús: "... y el letrero estaba escrito en hebreo, en latín y en griego" (Juan 19:19, 20). El griego servía
muchas veces como el idioma común entre judíos y no judíos, tanto en instancias personales (Mar.
7:26) como en públicas o jurídicas (Hech. 21:37-39).
INSPIRACION DIVINA
La Biblia no tiene errores dado a que es inspirada por Dios. Pablo dijo: “Toda Escritura es inspirada por Dios y es útil para
enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra” (2 Ti. 3:16-17)
Pedro dijo acerca de las Escrituras la siguiente declaración: “Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la
Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos
hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 P. 1:20-21)
Pablo también dijo las siguientes palabras: “Lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana,
sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual” (1 Co. 2:13). También dijo: “Si alguno se cree
profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor” (1 Co. 14:37)
Estas declaraciones afirman la inspiración de las Escrituras, y por esta causa e s importante que creamos en las Escrituras,
y no solo creamos en ellas, sino también las apliquemos a nuestra vida.
Note lo que dice el diccionario ilustrado de la Biblia: “De todos los libros que la humanidad ha conocido, ninguno ha
ejercido tanta influencia como la Biblia. Sobre ella se han escrito millares de estudios; autores famosos han tomado de
ella temas para sus obras; pensadores y científicos se han inspirado por ella; y aun movimientos antagónicos al
cristianismo, como el Islam y el marxismo, han tomado de ella buena parte de sus doctrinas. Completa o en parte ha sido
traducida a mas de mil idiomas, y provee la base doctrinal a centenares de iglesias en culturas y situaciones muy diversas”
(Diccionario Ilustrado de la Biblia p. 82).
LA UNIDAD DE LA BIBLIA
Cuando nosotros hablamos de la unidad de la Biblia, nosotros queremos decir dos cosas:
Aunque la Biblia fue escrita por muchos escritores durante muchos años, no hay ninguna contradicción en ella. Un autor
no contradice ninguno de los otros. La Biblia incluye la discusión de centenares de asuntos polémicos. (Un asunto polémico
es uno que crea opiniones diferentes cuando mencionados). Todavía los escritores de la Biblia hablaron sobre tales
asuntos con armonía desde el primero libro de Génesis hasta el último 11 libro de Apocalipsis. Esto fue posible porque
ella realmente tuvo sólo uno autor: Dios. Los escritores sólo registraron el mensaje bajo Su dirección e inspiración. Por
esta razón, el contenido de la Biblia está unido.
Algunas personas piensan que la Biblia es una colección de 66 libros separados en asuntos diferentes. Ellos no comprenden
que la Biblia está unida por un tema mayor. De inicio al fin, la Biblia revela el propósito especial de Dios que se resume en
el libro de Efesios:
“Él nos ha dado a conocer el misterio de su voluntad, según el beneplácito que se propuso en Cristo, a manera de plan
para el cumplimiento de los tiempos: que en Cristo sean reunidas bajo una cabeza todas las cosas, tanto las que están en
los cielos como las que están en la tierra. En él también recibimos herencia, habiendo sido predestinados según el
propósito de aquel que realiza todas las cosas conforme al consejo de su voluntad” (Efesios 1: 9-11).
La Biblia revela el misterio del plan de Dios que es el tema unificador de la Biblia. Es la revelación de Jesucristo como el
Salvador de la humanidad pecadora. Jesús explicó cómo el Antiguo Testamento está centralizado en Él:
“Y les dijo: --Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliesen todas
estas cosas que están escritas de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos” (Lucas 24:44).
Con esta introducción, Jesús continuó y...“Entonces les abrió el entendimiento para que comprendiesen las Escrituras”
(Lucas 24:45).
¿Cuál fue la llave que Jesús los dio a entender las Escrituras? El hecho que su tema mayor enfocase en Él: “Y les dijo: -Así
está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese y resucitase de los muertos al tercer día; y que en su nombre se
predicase el arrepentimiento y la remisión de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén” (Lucas 24:46-
47).
Los Testamentos Antiguo y Nuevo, ambos cuentan la historia de Jesús. El Antiguo Testamento nos prepara para su venida
y el Nuevo Testamento dice cómo ella se pasó. Esto une la Biblia en un tema mayor. Las personas que esperaban a Jesús
bajo el Antiguo Testamento se salvaron de sus pecados a través de la fe en la promesa de Dios. Cada uno qué mira hacia
atrás, para lo que fue cumplido en Jesucristo, se salva de la misma manera: A través de la fe en que se pasó así como Dios
prometió.
RECOMENDACIONES PARA LEER LA BIBLIA
Entre algunas recomendaciones para entender la Biblia el cristiano debe tener en cuenta y reconocer.
A) La Inspiración:
Etimología: Inspiración del griego y esta compuesta de la palabra THEOPNEUTOS que significa: producido por la
divinidad.
B) La iluminación:
Es la obra del Espíritu Santo sobre la mente del ser humano que lo capacita para entender correctamente la
palabra de Dios revelado en la Biblia.
Es un acto divino por el cual Dios capacita al hombre para entender la re velación especial y la inspiración, un
ejemplo lo tenemos en (Juan 16:13,14).
C) La Revelación:
Etimología: Revelatio (lat)= Apokálupsis (gr) Quitar el velo - Descubrimiento
Por lo tanto revelar significa; manifestar algo que está escondido u oculto para su pleno conocimiento.
Revelación es; alguna cosa escondida que da luz y conocimiento a aquel que lo busca según (Romanos 16:25,
Efesio 3:3, Gálatas 1:12).
Revelación es, discernimiento cristiano para las verdades espirituales según (Efesio 1.17). Jesús
revela al padre según (Mateo 11:27).
Traducciones de la Biblia
Las traducciones: Como ya hemos visto, los textos originales de la Biblia fueron escritos en tres idiomas: heb reo, arameo
y griego. Para que los que confiesan creer en Cristo tuvieran acceso a la Palabra de Dios había tres posibilidades:
Así que, las traducciones, son el trabajo de pasar el mensaje original de la Palabra de Dios, a un idioma que todos podamos
entender.
- Una razón práctica: Hay una imposibilidad prácticamente absoluta de que todos los cristianos que hay en el
mundo aprenden los idiomas originales. Por lo tanto es necesario traducirlos a las lenguas en uso.
- Una razón bíblica: Dios al dar la revelación en tres idiomas, de alguna manera señala el camino a seguir por la
Iglesia porque la verdad de Dios no puede encerrarse en uno de ellos. Cuando el AT es citado en el NT, no suele
ser traducción directa sino que los escritores usaron en su mayoría la traducción al griego del AT ya existente
conocida como la Septuaginta.
- Una razón teológica: Nuestra fe no se basa en sacramentos sino en la enseñanza bíblica, y el ejemplo que tenemos
de los creyentes de Berea (Hch.17:11) nos anima a analizar la Palabra expuesta, si está de acuerdo co n la escrita.
Para eso hay que tenerla en el idioma local. Por otro lado ¿cómo podríamos hacer “discípulos a todas las naciones”
en otra lengua?
- Dios ha ordenado a todos sus hijos que lean las Escrituras, y esto sólo es posible por medio de la traducción.
- El pueblo de Dios tiene que estar armado contra el diablo, y esto sólo es posible si las Escrituras están traducidas
a su propio idioma.
- Las Escrituras han de leerse públicamente para beneficio del pueblo, y esto sólo es posible mediante la traducción.
- Cristo enseñó a su pueblo en su idioma, como lo hicieron también los apóstoles en el día de Pentecostés.
- Luego la Iglesia tiene que instruir en el lenguaje de la población en que existe
Versiones de la Biblia
Las versiones de la biblia: El término técnico que se le da a las traducciones es “versiones” modernas. Hay versiones
antiguas, medievales y modernas de la Biblia.
a. Los Tárgumes: Tras el cautiverio babilónico y el dominio persa, muchos núcleos de población judía se quedaron
asentados fuera de Israel. Con el tiempo ya no entendían bien la lectura de la Ley y de los Profetas, hecho en
hebreo en las sinagogas, por lo que surgieron unas explicaciones orales del texto hechas en arameo.
Estas fueron reunidas, más tarde, por escrito y se llaman Targums. Se conocen unos diez, siendo el principal el de
Onkelos (60 a.C.). Existen Tárgumes de la mayor parte del AT (excepto Daniel, Esdras y Nehemías).
b. La Septuaginta: La primera y más antigua traducción de todo el AT apareció en círculos judíos de Alejandría
(Egipto) entre los años 260 al 150 a.C. Fue vertida al griego por muy diversos traductores y se conocen bajo el
nombre de Septuaginta o versión de los Setenta (LXX). Dicho nombre se debe a una leyenda según la cual 72
traductores (6 por cada tribu de Israel) hubieron llevado a cabo este trabajo. El valor de la Septuaginta radica en
el hecho de que sería ampliamente usada por la iglesia primitiva. De cada 7 citas del AT que encontramos en el
Nuevo Testamento, seis son tomadas literalmente de la versión de los LXX.
Lucas y el escritor de Hebreos fueron los que más la utilizaron. Sirvió de base para la predicación apostólica, a la
extensión del Evangelio. Asimismo su texto fue utilizado para las demás versiones antiguas del Viejo Testamento:
Vulgata, Vetus latina, Peshíta, copta, etíope, armenio, gótico, árabe, georgiano, eslavónico, etc. Los títulos que
hoy le damos a los libros del AT proceden en parte de la LXX (parcialmente de la Vulgata, que es la traducción
latina de la LXX).
Con el tiempo los cristianos la adoptaron, llegando a colocarla junto al NT griego para así constituir la Biblia griega
completa.
c. La Vulgata Latina: La Vulgata En el siglo II d.C., cuando el latín sustituyó al griego como lengua internacional,
comenzaron a aparecer traducciones latinas. Con el pasar de un siglo o dos, y conforme se extendió el empleo del
latín, las versiones latinas crecieron en cantidad pero llegaron a ser tan variadas y difíciles que Dámaso, obispo de
Roma, encargó a un gran erudito de los siglos IV y V la producción de un texto latino estable.
Éste fue traducido del hebreo, del latín antiguo y del griego. Es muy significativo que haya usado el texto hebreo,
lo que no era costumbre. Este hombre se llamó Jerónimo. Su versión se llamó la Vulgata. Su nomb re significa:
“común” (de vulgar) e incluye tanto el AT como el Nuevo Testamento. Sigue siendo la Biblia oficial de la Iglesia
Católica Romana, aunque no se le otorgó reconocimiento oficial hasta el Concilio de Trento en 1546.
d. Versiones Siríacas: El siríaco es un idioma emparentado con el arameo empleado en Edesa y la Mesopotamia
hasta que el árabe lo suplantó. En esta lengua se originaron varias versiones: El Diatessaron de Taciano (II d.C); la
Siríaca antigua (II d.G.); Siríaca Peshitta (IV d.C.); Versión Filoxenia (principios del siglo VI);Palestina Siríaca (cerca
del siglo IV hasta VI d.C.)
e. Versiones coptas: Siglos III y IV D.C. El copto era el idioma de los primitivos cristianos egipcios. Tenía caracteres
similares al griego. Los cristianos produjeron la Biblia en diversos dialectos coptos.
f. Otras versiones antiguas: Gótica (antiguo germano del siglo IV); Armenia (IV), Georgiana (antiguos pueblos de
Georgia, cerca de los mares Negro y Caspio, alrededor del siglo V); Etíope (IV o V); Nubia (entre Egipto y Etiopía
de fecha desconocida); Sogdiana (Asia Central y de fecha desconocida); Eslavo antiguo (cerca del siglo IX); y Árabe
antiguo (del siglo Xlll en adelante).
La Biblia en Español
Mucho antes de la invención de la imprenta, España poseía las Sagradas Escrituras, primero en latín y luego en español.
Pero el problema era que al ser copias a mano eran muy caras, y sólo algunos privilegiados la podían tener. Aparte de
esto el analfabetismo era tan grande que muy pocos sabían leer. Pero lo que más impidió la extensión de la Biblia en
español fueron las constantes prohibiciones y persecuciones por tener una Biblia en lengua común. Las reiteradas
prohibiciones hacen entender que ya desde el siglo Xlll se conocía en Cataluña la Biblia en lengua vulgar. Por entonces
ya los valdenses y albiguenses habían ganado adeptos en España.
a. Biblias Alfonsinas (XIII): El más antiguo ejemplar de la Biblia en español se conserva en el museo de El Escorial. Es
la llamada Biblia Prealfonsina, una de las obras de Alfonso X (1221-1284). Obra del mismo Rey Sabio es la Biblia
Alfonsina, parte de la Grande y General Estoria. Alfonso X, en colaboración con sabios moros y judíos, escribió
obras en las cuales la lengua castellana fue depurando su estilo y alcanzando inusitado esplendor. De este modo,
la Biblia influyó en la evolución de nuestro idioma en aquellos días.
b. Traducciones de judíos conversos: Los siglos XIV y XV vieron un gran auge en cuanto a producciones bíblicas.
R.Salomón, judío convertido al catolicismo, produjo una traducción paralela: una columna de la Vulgata junto a
otra de la traducción española, hecha directamente del hebreo. El rabí Mosé Arrangel invirtió 9 años para hacer
un lujoso códice de vitela bellamente ilustrado y caligrafiado. Lo terminó en 1430 y se llamó la Biblia de la casa de
Alba. Una traducción que se ha perdido en las persecuciones del “Santo Oficio” fue la del judío Martín de Lucena.
En 1498 los Reyes Católicos decretaron la expulsión de los judíos. Éstos se llevaron a España en su corazón, y aún
conservan amorosamente su idioma. En el exilio continuaron produciendo traducciones españolas del AT,
publicadas principalmente en Ámsterdam (Holanda) y en Ginebra (Suiza).
Luego en España siguieron tres siglos de represión antibíblica con lo cual se limitó mucho la elaboración de nuevas
versiones aunque se siguieron haciendo algunas. Fuera de España, bajo mayor libertad, varios judíos siguieroncon
su labor de traducción. Dos de ellos Jom Tob Athías (conocido como Duarte Pinel) y Jerónimo Vargas, bajo el
patrocinio del Duque Hércules II de Ferrara producen en 1533 la Biblia de Ferrara (AT).
c. Las Biblias protestantes en Español: La Reforma encontró bien abonado el terreno español, según hemos visto
por la gran difusión de las Sagradas Escrituras debida en gran parte al pueblo judío. En el siglo XVI Juan de Valdés
tradujo los Salmos, Romanos y Corintios.
Bajo la influencia de Meláncton, y naturalmente en el extranjero, Francisco de Enzimas en 1543 tradujo el NT.
Dedica su traducción al emperador Carlos V con la cita de Josué 1:8, buen consejo para todo gobernante.
Entre 1556 y 1557 Juan Pérez de Pineda publicó en Ginebra su bella traducción del NT y los Salmos. Juan Pérez de
Pineda dedicó toda su vida a esparcir la Palabra de Dios, y para contribuir en la empresa aun después de morir,
dedicó por testamento todos sus bienes a la impresión de una Biblia completa en español.
Casiodoro de Reina, perseguido por la inquisición huyó a Basilea donde se imprime su obra “La Biblia del Oso” en
1569. Se trata de la primera traducción castellana completa de la Biblia, hecha sobre los textos originales, y
constituye un notable documento de nuestra lengua. Se llama “del Oso” porque en su portada se encuentra la
figura de un oso empinado, que chupa un panal de miel silvestre. Debajo está impreso, en letras hebreas y
castellanas este pasaje de Isaías 40: “La Palabra del Dios nuestro permanece para siempre”.
A pesar de la rigurosísima censura de libros, se sabe que varios centenares de estas Biblias penetraron en la
Península entre 1570 y 1630.
Cuidadosamente revisada por Cipriano de Valera, en 1602 apareció en Amsterdam, la 2a edición de la Biblia del
Oso, bajo el título de: “La Biblia”. Contiene el AT y el NT revisados y conferidos con los textos hebreos y griegos y
con diversas translaciones.
En su exhortación al cristiano lector, dice Cipriano de Valera: “Nuestro buen Dios y Padre, que tanto desea y
procura nuestra salvación, y que ninguno de nosotros se pierda por ignorancia, sino que todos vengamos al
conocimiento de la verdad, y que así seamos salvos, nos manda muy expresamente, y no en un lugar, sino en
muchos, que leamos la sagrada Escritura, que la meditemos, escudriñemos y rumiemos…”.
Al finalizar la Edad Media, la lectura de la Palabra de Dios en lengua común fue prohibida. Ahí se entró en los
oscuros siglos de persecución de la Palabra (XVI -XVIII). Se registraron numerosas quemas públicas de Biblias,
como las de Valencia (1488), de Sevilla (1490), y de Salamanca (1492). Se prohibió la lectura de la Palabra a no ser
en griego, hebreo, latín o caldeo. Este veto fue renovado y confirmado por el concilio de Trenío. Esta noche bíblica
duraría 223 años. En julio de 1757 esta prohibición fue levantada, con tal que las versiones leídas fueran
autorizadas por la “Silla Apostólica”. Pero todavía demoró un cuarto de siglo hasta que esta ley fue válida en
Castilla y Aragón.
Esto produjo una verdadera avalancha de nuevas traducciones, de manera que entre 1784 y el principio de la
guerra de la Independencia surgieron 26 versiones nuevas.
De ahí en más surgieron infinidad de versiones protestantes, y desde 1922 se editaron 52 versiones católicas entre
las cuales se destacan la “Biblia Nácar-Colunga” (1944), “Bover-Cantera”, “Ediciones Paulinas” (1964), “Biblia de
Jerusalén” (1967), entre otras.
Las persecuciones a las versiones evangélicas seguían después de la guerra civil. En 1940 fueron confiscados y
destruidos los 110.000 ejemplares existentes en la Sociedad Bíblica Madrileña. Operación que se repitió en 1956
con 35.000 ejemplares del NT y Salmos, aparte de constantes incautaciones y censura.