La Brecha Digital y La Educación
La Brecha Digital y La Educación
La Brecha Digital y La Educación
Francisco Albarello*
"Inforricos" e "infopobres"
Los efectos de la brecha digital (digital divide) han producido lo que muchos
autores de habla hispana denominan la división entre "inforricos" (aquellos que
tienen acceso a un gran caudal de información) e "infopobres" (quienes
permanecen marginados de ese acceso a la información. Esta división no aparece
en las visiones optimistas como la del ideólogo del MIT Nicholas Negroponte, para
quien la red provocará con el transcurso de los años una democratización en otras
áreas de la sociedad. Para Negroponte, "las fuerzas que determinan la difusión del
uso de la computación no es social ni racial ni económica, sino generacional. Los
pobres y los ricos son tanto jóvenes como viejos." (Negroponte, 1995: 206) Es
decir, la brecha sería más generacional que económica. La postura de Negroponte -
basada en un determinismo tecnológico que supedita el progreso social al progreso
tecnológico, lo que lo lleva a afirmar que "cada generación es más digital que la
anterior"- ignora otros factores sociales que se tienen que dar antes que el acceso a
estas nuevas tecnologías (las necesidades básicas de alimentación, el acceso a la
electricidad o al teléfono, por nombrar algunas), factores que tienen marginados a
numerosísimos segmentos sociales en todo el mundo. Para ilustrar el tema, basta
con observar los datos de Septiembre de 2002 sobre la cantidad de conectados en
el mundo.
Podemos ver cómo el continente africano, así como el Medio Oriente, permanecen
marginados de esta nueva tecnología. Pero no se trata de algo nuevo: en África, un
alto porcentaje de la población adulta jamás hizo un llamado telefónico.
Uno de los fenómenos donde se hace más palpable la falta de criterios para el uso
de Internet en las escuelas se ve reflejada en su uso como fuente de información.
Es común que los alumnos "bajen" de Internet monografías y trabajos realizados en
algún lugar del mundo, y -sin mediar ninguna instancia de contrastación de fuentes
o complementación con otras informaciones y los propios puntos de vista de los
chicos- los entreguen a sus profesores, quienes en muchos casos ni sospechan que
se trata de un plagio. En un artículo publicado en diario Clarín, la doctora en
Ciencias de la Educación y profesora de Tecnología Educativa de la UBA, Edith
Litwin, sostuvo al respecto que "hoy los chicos tienen a disposición una enorme
cantidad de información no escolarizada y desordenada que requiere que los
docentes vuelvan a preguntarse qué fines, legitimidad y valor tiene, en qué país fue
generada, o si, por ejemplo, fue elaborada por un organismo de gobierno o por una
empresa de turismo".
- "las cuestiones del acceso (quién puede utilizar Internet, quién puede comprar un
ordenador, quién puede conseguir una conexión, quién sabe operar los programas)
.
Conclusión
Como hemos visto, es necesario ampliar el concepto de brecha digital para no
centrarlo sólo en el acceso sino también en el uso educativo de los recursos que
ofrece Internet para la educación. Sin dudas, son tan necesarias las políticas de
estado que apunten a la dotación de computadoras y conexión para las escuelas
como así también al desarrollo de instancias de capacitación docente. Los proyectos
institucionales transdisciplinarios que incluyan el uso de nuevas tecnologías como
rasgo distintivo, representan una buena alternativa para lograr una utilización
creativa y ajustada a las necesidades de la escuela. De esta forma nos vamos a
asegurar de que las generaciones futuras desarrollen un sentido crítico y no sólo
consumista en el uso de estas tecnologías.
FUENTES CONSULTADAS
URL: http://www.periodismosocial.org.ar/area_infancia_informes.cfm?ah=128
Jung, Joo-Young, Linchuan Qiu, Jack, Kim, Yong-Chan, Internet Connectedness and
Inequality, Communication research, Vol. 28 Nº 4, August 2001, pp. 507-535
Wolf, Mauro, Los efectos sociales de los media, (Buenos Aires), Paidós, 1994.