Beatriz Castelblanco

BEATRIZ CASTELBLANCO (1931-2013): 85 AÑOS DE NACIDA
Hace 85 años, el 25 de Enero de 1931, nació en Tunja, cerca a la plaza de Bolívar, Beatriz
Castelblanco de Castro, una de las primeras abogadas de Colombia y poetisa prolífica con
siete libros publicados y uno inédito y cultivadora de diferentes géneros que van desde el
soneto (donde se la reconoce como una de las principales sonetistas de nuestra historia)
hasta las canciones de cuna sin dejar de lado los poemas terrígenos. Javier Ocampo López
la denominó como “la poetisa del amor”. Un fragmento de su poema a Jenesano está en
una placa en la plaza principal del municipio. Tuvo muchos premios y reconocimientos,
entre estos haber sido considerada como ALMADRE (el máximo reconocimiento para
una poetisa colombiana que otorga el Encuentro de Mujeres poetas colombianas del
Museo Rayo) y ser la poeta homenajeada del IV Encuentro Internacional del Valle de
Iraca en 2009. En los próximos días, la Academia Boyacense de Historia le hará un
homenaje y se descubrirá una placa en su casa en Tunja y también se le realizará un
reconocimiento en la Casa de Boyacá en Bogotá. Igualmente, el Museo Rayo de
Roldanillo (Valle) publicará su obra inédita en su colección “Ediciones Embalaje”.
BIOGRAFÍA BEATRIZ
Beatriz Castelblanco de Castro nació en Tunja (Boyacá) el 25 de Enero de 1931. Hija del
abogado de la Universidad Nacional y magistrado Francisco Castelblanco Reyes, natural
de Jenesano, y de Noemí Salamanca de Castelblanco, institutriz y pianista. Beatriz es
bachiller del Colegio del Rosario de Tunja en 1949, donde publicó sus primeros poemas
en la revista del plantel, cuando hacía tercero de bachillerato. Adelantó estudios de
derecho en la Universidad Javeriana entre 1950 y 1954, que le valieron el título de doctora
en ciencias jurídicas y económicas con la tesis “Estudio y análisis del derecho subjetivo”
(1958). En 1955 se desplazó a Tunja para desempeñarse como Juez Tercero Civil
Municipal, factor que la acercó a la Tertulia Aquimín que congregaba a los entonces
jóvenes escritores o periodistas: Vicente Landínez Castro, Enrique Medina Flórez,
Octavio Rodríguez Sosa, Max López Guevara, Max Gómez Vergara, Luis López
Rodríguez, Víctor y Diego Corredor Rodríguez, Bernardo Rodríguez, David Parra, Jaime
Dueñas, Constantino Martínez Villamarín, entre otros. Ella y la abogada Teresa Gómez
Rodríguez eran las únicas mujeres del grupo. En 1957 de nuevo se traslada a Bogotá
donde se vincula a las primeras organizaciones de abogadas y funda con su colega Stella
1
Monsalve el periódico “Ecos Femeninos”. En 1958, se desempeña durante tres meses
como alcaldesa de Cota (Cundinamarca). En esos años y en otros posteriores obtiene las
especializaciones en derecho laboral, policivo, internacional, procedimiento civil, de
familia y entre 2001 y 2002, a sus 72 años, estudia varios diplomados en el tema de
derecho de avalúos en un convenio del Agustín Codazzi con la Universidad Distrital. En
1960 contrae matrimonio con el abogado, poeta costumbrista y publicista nariñense José
Félix Castro, con quien tuvo cuatro hijos y estuvo casada hasta 1986, año de su
fallecimiento. Con él fundó en 1962, la escuela de periodismo y publicidad “Instituto de
Aplicación Publicitaria” que en 1964 se transformó en la Editorial Publicitaria, que se
especializó en textos jurídicos y de la cual fue gerente general desde 1989 hasta 1998.
Aparte del ejercicio profesional como abogada ejerció los siguientes cargos: Inspectora
de policía, Juez Promiscuo de menores de Facatativá, Juez municipal de Sotaquirá, Togüí,
San Eduardo y Samacá, Jefe de Asistencia Legal del Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar, seccional Boyacá, último cargo antes de obtener la pensión.
En 1987, la Industria Panificadora El Arbolito le otorgó un premio por su soneto Salmo

al pan. En 1988, integró el grupo fundador de los cuenteros en Colombia denominado
“Cuento con todos” bajo la dirección del maestro cubano Francisco Garzón hasta 1989
cuando un meningioma le produjo un derrame cerebral que la llevó a un estado de
discapacidad. Desde 1992 ha asistido a los Encuentros de mujeres poetas en Roldanillo-
Valle del Cauca, donde en 2008 la elevaron a la categoría de Almadre, la máxima
distinción que otorga el Encuentro a las mujeres poetas colombianas; es la única poeta
boyacense que ha obtenido tal reconocimiento. También ha sido invitada a los encuentros
de mujeres poetas de Antioquia y a los Encuentros Internacionales de poesía del “Valle
de Iraca”, en cuya cuarta versión del año 2011 recibió un homenaje por su vida y obra.
En 1994, la Corporación Si Mañana Despierto para la creación y la investigación de la
literatura la nombró como miembro honorario. Dicha institución, colocó una placa en su
casa paterna, en el parque principal de Jenesano (Boyacá), con un fragmento del poema
a dicho municipio, que la declaró huésped de honor e hija ilustre. En 1997, el Colegio
Nacional de Periodistas, Seccional Boyacá, la premió como una de las diez mujeres
sobresalientes del Departamento mientras que un año después, el Instituto de Cultura de
Tunja la homenajeó en el auditorio de la Casa del Fundador, evento que quedó registrado
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en la revista “Repertorio boyacense” de la Academia Boyacense de Historia. En 2009 fue
homenajeada por las poetisas de la tertulia “Francia Vélez, Tienes la palabra”.
Publicó los siguientes libros de poemas: Ensueño Lírico (1954), Poemas de amor en
llamarada (1978), Los niños buscan una lámpara (1979), Siempre el amor (1990),
Cuando los versos son alondras (1995), Maná del alma piadosa (1999) y Sombras y
asombros (2003). En 1997, con motivo de sus cincuenta años de producción poética salió
una producción audioral con una antología de su obra denominada Duendes de oro.
También ha compilado más de una veintena de textos jurídicos y realizó una “Antología
de Navidad” y otra de “La madre en la poesía”. A nivel estético y generacional se une
con las poetisas boyacenses que cultivaron prolíficamente el soneto y el estilo clásico-
romántico: Francelina Duvis, Fanny Osorio, Diana Rubens, Magda Negri, Margoth
Sarcey, Gloria Dall, Fanny Lucila Cruz y Beatriz Quevedo, herederas de la tutelar sombra
de Laura Victoria.
Sus hijos son Germán Diego Fidel, profesional en estudios literarios y magíster en
literatura de la Universidad Javeriana, escritor y docente universitario; Alma Beatriz,
administradora de empresas; Pablo Martín, empresario y Ernesto Iván, médico
veterinario.
Hizo parte de varias agremiaciones como la Asociación de periodistas de Boyacá, el
Colegio Nacional de periodistas, la Academia Hispanoamericana de letras, el Centro
Poético Colombiano. Desde la década del sesenta hizo parte del Círculo Literario de
Bogotá y desde mediados de los noventa de la Mesa Redonda Panamericana de Mujeres,
Bogotá, de la cual fue vicepresidenta entre 2006 y 2012.
Murió en Bogotá, el 18 de Diciembre de 2013.

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En 1987, la Industria Panificadora El Arbolito le otorgó un premio por su soneto Salmo

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