CAPITULO 4 Tecnicas para El Control de Arena
CAPITULO 4 Tecnicas para El Control de Arena
CAPITULO 4 Tecnicas para El Control de Arena
Introducción
Existen muchas técnicas para controlar la producción de arena en pozos, las cuales van desde
simples cambios en las prácticas de operación hasta costosas completaciones, tales como
consolidación de arena y empaque con grava. El método de control seleccionado depende de las
condiciones específicas del sitio, las prácticas operativas y factores económicos. Algunas de las
técnicas existentes para el control de arena son:
Mantenimiento y rehabilitación de pozos
Modificación de la tasa de flujo
Prácticas selectivas de completación
Consolidación plástica
Colocación con alta energía de resina
Grava recubierta con resina
Forros ranurados o rejillas sin empaque con grava
Forros ranurados o rejillas con empaque con grava
las ganancias. Para la producción a tasas altas, este enfoque resulta poco práctico, poco
económico e inaceptable.
Arena de baja
resistencia
Arena de alta
resistencia
Figura 4.1
Control de arena utilizando prácticas de completación selectiva
Consolidación plástica
Este proceso consiste en la inyección de resinas plásticas, las cuales son atraídas hacia los granos
de arena de la formación. La resina se endurece y forma una masa consolidada, uniendo los
granos de arena en sus puntos de contacto. De ser exitoso el empleo de esta técnica, el aumento
en la resistencia a la compresión de la formación será suficiente para soportar las fuerzas de
arrastre mientras se continúa produciendo a las tasas deseadas.
Existen tres tipos de resinas disponibles a nivel comercial: las epóxicas, furanos (incluyendo
mezclas furano/fenólicas) y fenólicas puras. Cuando se introducen en la formación, las resinas se
encuentran en forma líquida y para endurecerlas se requiere un catalizador o un agente de
endurecimiento. Algunos sistemas utilizan catalizadores internos que se mezclan con la solución
de resina en la superficie y requieren tiempo y/o temperatura para endurecer la resina. Otros
sistemas utilizan catalizadores externos que se inyectan después que la resina está en su lugar.
Los catalizadores internos tienen la ventaja de mayor seguridad, ya que toda la resina estará en
contacto con el catalizador requerido para un endurecimiento eficiente. Una de las desventajas
Existen dos tipos de sistemas de consolidación plástica; éstos se conocen como sistemas de
separación de fases y sistemas de sobredesplazamiento. Los primeros contienen sólo de 15 a
25% de resina activa en una solución que sería inerte. La resina es atraída preferiblemente hacia
los granos de arena, dejando que la porción inerte, que no se endurece, llene los espacios porales.
Estos sistemas utilizan un catalizador interno que se mezcla con la solución en la superficie. Para
colocar la resina en las perforaciones, es necesario tener un control muy preciso del
desplazamiento; el sobredesplazamiento dará como resultado arena no consolidada en el área
crítica cercana al pozo.
Los sistemas de separación de fases podrían resultar ineficientes en formaciones que contengan
más de 10% de arcillas. Las arcillas, que también atraen a la resina, tienen un área superficial
extremadamente grande en comparación con las arenas. Las arcillas atraen más la resina y, dado
que los sistemas de separación de fases contienen sólo un pequeño porcentaje de esta última,
podría no haber suficiente resina como para consolidar los granos de arena.
Todo sistema de consolidación plástica requiere un buen trabajo de cementación primaria con el
fin de evitar que la resina se filtre por detrás de la tubería de revestimiento. La densidad de
perforaciones debe ser un mínimo de 4 disparos por pie con el objeto de reducir el diferencial de
presión y mejorar la distribución del plástico. Las zonas lutíticas no deben cañonearse. Para
emplear tratamientos de consolidación plástica es indispensable contar con sistemas limpios, ya
que todos los sólidos que se encuentren en el sistema para el momento del tratamiento quedarán
adheridos en su lugar. Las perforaciones deben lavarse y limpiarse por contraflujo, los tanques
del taladro deben depurarse y los fluidos deben filtrarse a 2 micrones. Las sartas de trabajo deben
limpiarse con una solución diluida de HCl que contenga agentes secuestrantes, y el lubricante de
tubería debe usarse en pequeñas cantidades y sólo en el pin. Se recomienda aplicar tratamiento
de ácido de matriz, que incluye HF y HCl, para areniscas sucias.
Tanto los sistemas de separación de fases como los de sobredesplazamiento requieren un preflujo
de etapas múltiples para remover los fluidos del yacimiento y para que el aceite moje los granos
de arena. La primera etapa, generalmente con diesel, sirve para desplazar el aceite del
yacimiento. Las resinas epóxicas son incompatibles con el agua, y por lo tanto, se debe continuar
con alcohol isopropílico después del diesel, con el fin de remover el agua de formación. La
última etapa incluye un espaciador que evita que el alcohol isopropílico se ponga en contacto con
la resina.
La principal ventaja de la consolidación plástica es que ésta permite que el pozo quede
completamente abierto, factor importante cuando se requieren equipos de completación de fondo
que tengan diámetros exteriores grandes. Asimismo, la consolidación plástica es apropiada para
aplicaciones a través de tuberías (through tubing) y puede emplearse en pozos con tuberías
revestidoras de diámetro pequeño. Para muchas aplicaciones, los problemas asociados con la
consolidación plástica superan las posibles ventajas. La permeabilidad de una formación siempre
disminuye con la consolidación plástica. Incluso en tratamientos exitosos, la permeabilidad al
aceite se reduce debido a que la resina ocupa una porción del espacio poral original y porque la
resina está oleohumectada. La cantidad de resina utilizada se basa en la cobertura uniforme de
todas las perforaciones. Sin embargo, el taponamiento de las perforaciones o las variaciones de
permeabilidad suelen causar que algunas perforaciones acepten más plástico que otras. Aquellas
perforaciones que recibieron exceso de plástico pueden taponarse, y en las perforaciones que no
reciben resina ocurrirá un pequeño reforzamiento, si acaso ocurre alguno. En los sistemas que
emplean catalizadores externos, no habrá control de arena en las áreas que no son contactadas ni
por la resina ni por el catalizador.
La primera dificultad cuando se utilizan sistemas de resinas es completar e incluso colocar los
químicos en la formación. Por esta razón, la consolidación plástica sólo es apropiada para
longitudes de intervalo menores que 10-15 pies. Los intervalos mayores pueden tratarse
utilizando empacaduras para aislar y tratar, una por una, secciones más pequeñas de la zona, pero
estas operaciones resultan difíciles y consumen mucho tiempo. Los sistemas de consolidación
plástica tampoco funcionan bien en formaciones que presenten permeabilidades menores que 50
milidarcies aproximadamente y/o con temperaturas mayores que 225 ºF.
La consolidación plástica se utilizó mucho entre finales de los años '50 y mediados de los '70
para la completación de pozos en el Golfo de México; sin embargo, esta técnica representa en la
actualidad menos del 1% aproximadamente de todas las completaciones de control de arena a
nivel mundial. Entre las razones que explican la reducción en el uso de esta técnica se encuentran
las dificultades de colocación descritas anteriormente, así como exigentes normas en el manejo
de químicos, que resultan por lo general muy tóxicos (siendo los furanos los menos tóxicos de
los tres). Además, estos tratamientos tienden a ser muy costosos. La consolidación de arena se
utiliza con buenos resultados en algunos campos de Africa, donde las formaciones cumplen con
los criterios generales de selección.
Una técnica desarrollada por Oryx 1 busca remediar este problema. En este nuevo método, el pozo
se cañonea y la resina se coloca bajo condiciones altamente sobrebalanceadas. La resina se
introduce en la formación a tasas que permitirán su colocación antes de que la formación pueda
fallar. Otro beneficio de la colocación rápida de la resina es que esta técnica no parece ser
afectada por los contrastes de permeabilidad; esta característica permite una colocación más
uniforme a lo largo de un intervalo cañoneado grande.
Existen tres métodos para crear las altas presiones de sobrebalance que pueden ayudar a la
colocación de la resina. Estos son: una herramienta de fracturación de gas propulsor, el cañoneo
con sobrebalance y flujo con sobrebalance. De estas tres técnicas la segunda es la que Oryx
recomienda actualmente, cuando sea posible.
Columna
de fluido
Generador
de gas
Figura 4.2
Esquema de la herramienta con gas propulsor
El proceso para completar un tratamiento de este tipo es el siguiente: en primer lugar, se bombea
un preflujo para remover el agua del intervalo objetivo; luego, la resina de furano se coloca a
través de las perforaciones y la herramienta generadora de gas se coloca a través de todo el
intervalo cañoneado. Después, se aplica un sobrebalance de nitrógeno a la sarta de trabajo y se
dispara el dispositivo de propulsión para inyectar la resina por encima de la presión de fractura.
Finalmente, luego de la resina, se coloca un post flujo de ácido para catalizar el endurecimiento
de la resina.
Una ventaja de este sistema es que la resina se colocará inmediatamente en todas las
perforaciones que estén frente a la herramienta generadora de gas. Sin embargo, si se requieren
corridas múltiples de herramientas para tratar un intervalo mayor de 36 pies aproximadamente, el
movimiento de la herramienta hará difícil mantener la resina en su lugar. Los dos métodos de
cañoneo con sobrebalance y de flujo con sobrebalance están diseñados para aliviar el problema
de mantener la resina en su lugar.
Nitrógeno
Presurizado
Fluido de
baja densidad
Cañones de
Resina
perforación
Fluido de
alta densidad
Figura 4.3
Esquema de pozo para un tratamiento OB Perf Resin
Una pulsación inicial de presión proveniente de la columna de fluido sobrebalanceada hace que
una cierta cantidad de resina llene las perforaciones adyacentes. El remanente de resina en el
fondo es inyectado aún más hacia dentro de la formación por la condición de presión
sobrebalanceada. La resina adicional proveniente de la superficie es empujada hacia la formación
por la presión aplicada por nitrógeno o bombeo adicional de fluidos. Un sobredesplazamiento
posterior con ácido asegura el curado, o endurecimiento de la resina que recubre la arena de
formación cercana al pozo.
Nitrógeno
presurizado
Disco frágil
Resina
Figura 4.4
Esquema de pozo para tratamiento OB Surge Resin
A pesar de que el concepto es simple, el uso de grava con revestimiento de resina puede ser una
operación compleja. Lo primero y más importante es tener en cuenta que un trabajo exitoso
requiere que las perforaciones estén completamente llenas de grava recubierta de resina, y la
grava debe endurecerse. Llenar por completo las perforaciones se hace aún más difícil a medida
que aumentan la longitud de la zona y la desviación. En segundo lugar, el endurecimiento de la
grava con recubrimiento de resina depende de que exista suficiente resistencia a la compresión.
Este factor, a su vez, depende de la temperatura y del tiempo. Existen sistemas que se endurecen
No se recomienda el uso de un forro ranurado o rejilla sin empaque con grava como una buena
técnica de control de arena, ya que eventualmente pueden presentarse obstrucciones que casi
siempre reducen la capacidad de producción del pozo. Esta reducción es causada por la mezcla
de arenas de formación, lutitas y arcilla cuando la arena de formación está llenando los
alrededores de la rejilla. La mezcla de arena, arcilla y lutita puede presentar mucho menos
permeabilidad que la arena de formación nativa. Es importante hacer notar que esta técnica de
control de arena se utiliza ampliamente en pozos horizontales, lo cual se discutirá en el Capítulo
15.
producción de arena de formación. La Figura 4.5 muestra los esquemas de un empaque con
grava en un hoyo abierto y en un hoyo revestido. Debido a que la grava está empacada de
manera bien apretada entre la formación y la rejilla, los puentes que se forman son estables, lo
cual evita el desplazamiento y la reorganización de la arena de formación. Si se diseña y se
ejecuta apropiadamente, el empaque con grava mantendrá su permeabilidad en un amplio
intervalo de condiciones de producción.
Figura 4.5
Empaques con grava en hoyo abierto y revestido
Los empaques con grava se realizan corriendo el forro ranurado o rejilla en el hoyo y circulando
la grava hacia su posición, utilizando un fluido de acarreo. Para obtener óptimos resultados, todo
el espacio entre la rejilla y la formación debe estar completamente empacado con arena de
empaque con grava de alta permeabilidad. Realizar un empaque completo es relativamente
simple en completaciones en hoyo abierto, pero puede resultar más difícil en completaciones de
hoyos revestidos perforados. A pesar de ser costosos, se ha demostrado que los empaques con
grava constituyen la técnica de control de arena más confiable entre las que se dispone, y por lo
tanto, es el enfoque más comúnmente utilizado.
Resumen
Muchas de las decisiones que se toman en cuanto al control de arena se basan en condiciones
específicas y filosofías de operación. En efecto, el problema de la producción de arena involucra
a la gerencia de operaciones. La mejor solución técnica al control de arena puede no ser la
posibilidad más económica. Si un pozo produce o no arena de formación quizás no sea el
problema. El verdadero problema es cuál práctica operativa es la más económica para un campo
en particular. Si las limpiezas periódicas de los equipos de producción es el enfoque más
económico para una operación, entonces estas limpiezas deberán ser el método seleccionado. Por
otra parte, si se está hablando de pozos de altas tasas y existe el riesgo de dañar los equipos y
crear un problema de seguridad, entonces se debe controlar la producción de arena en el pozo.
También puede haber diferencias en cuanto a las estrategias de operación si los pozos se
encuentran en tierra firme, en áreas remotas o en alta mar. La técnica de control de arena
seleccionada depende de las condiciones específicas de operación. Como consecuencia, el
control de arena puede implicar el tener que saber tolerar y manejar pequeñas cantidades de
producción de arena, si éste es el enfoque más atractivo desde el punto de vista económico y si,
además, no crea condiciones inseguras de operación para el personal.
Cuando se requiere control de arena, el empaque con grava es el enfoque más común. Esta
técnica puede aplicarse en completaciones de hoyos abiertos y en hoyos revestidos, en
desviaciones de pozo de 0 a 100º y en zonas con longitudes de hasta unos pocos miles de pies.
Existen sistemas para casi cualquier temperatura, presión o ambiente de pozo. Los pozos con
empaques con grava pueden ponerse a producir bajo altos diferenciales de presión sin
preocuparse por la producción de arena. A pesar de que el proceso de empaque con grava puede
producir daños significativos a la formación si no se realiza correctamente, apegarse a las
prácticas adecuadas, así como a técnicas de instalación avanzadas, puede reducir el daño a la
formación hasta niveles aceptables.
Referencias
1. Hollabaugh, G.S. y Dees, J.M., “Propellant Gas Fracture Stimulation of Horizontal Austin
Chalk Wellbore”, SPE Paper 26584, 68va. Conferencia y Exposición Técnica Anual,
Houston, Texas, 3 al 6 de octubre, 1994.
2. Dees, J.M. y Handren, J.M., “A New Method of Overbalanced Perforating and Surging of
Resin for Sand Control”, SPE Paper 26545, Journal of Petroleum Technology (Mayo 1994),
431-435