Sumerguidos en La Realidad de Dios Abel-Ballistrer

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Copyright © 2015 - Abel Sebastián Ballistreri Protasowicki

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1a- Edición

SHD Estudio - [email protected]

Todos los derechos reservados conforme a la ley. Ninguna parte de este libro
se puede reproducir, guardar en un sistema electrónico o transmitir en forma
alguna sin el permiso escrito del autor © Abel Sebastián Ballistreri Protasowicki y
sin la debida autorización de la editorial
© SHD Estudio.
ISBN - 978-987-33-6676-5

Diseño & Diagramación


SHD Estudio
[email protected]

© Diseño de Portada, Isaias Lucy


© Diseño Interior, Isaias Lucy
Todos los derechos reservados.

Copias en Circulación 1000


Impreso en Enero de 2015 por Grancharoff | Tapalqué 5868
c1440aet | Ciudad de Buenos Aires | Argentina
(5411) 4684-1551 | www.grancharoff.com
Contenido
INTRODUCCIÓN ............................................................. 11

Cap.1. QUE DIOS PIENSA DE MI ................................. 15

Cap.2. LAS PALABRAS DE DIOS .................................. 30

Cap.3. UN PARAÍSO INTERIOR ................................... 42

Cap.4. DIOS HABLA DE MI ........................................... 63

Cap.5. QUE ESPERA DIOS DE MI ................................ 71

Cap.6. CONOCER A DIOS ............................................. 86

Cap.7. CONOCIENDOME SEGUN DIOS .................... 100

Cap.8. INTELIGENCIA ESPIRITUAL ........................... 115

Cap.9. CRISTO LA REALIDAD ...................................... 134

Cap.10. LA GUÍA DEL ESPÍRITU SANTO ................... 153


Agradecimientos

l Padre, por darnos acceso por medio de


Jesucristo a Su realidad y por la guía
de Su Espíritu que lo hace posible.

A mi esposa Marisa y mis hijas Sasha y Sarah,


por ser colaboradoras del Señor en hacer
tangible lo que este libro plantea.

A Juan Ballistreri por su entrega, compromiso


y permanencia en la Palabra de Dios
y por sus aportes a esta obra.

A Luciano Menguelle, Gisela Virsi, Laura Leto


y Roberto Pintos, por sus aportes y correcciones
invaluables.

A Rudy y Rosi Arraigada por su apoyo


incondicional a este proyecto.
PREFACIO DEL AUTOR

n una ocasión los fariseos trajeron a Jesús una mujer sorprendida


E en adulterio. Seguramente el lector conoce las respuestas de Jesús
ante el planteo de ellos. No era la primera vez que los religiosos
intentaban poner una prueba a Jesús utilizando la ley, para socavar su ima-
gen frente a las multitudes. La respuesta inesperada, sencilla y profunda,
dejó en descubierto el corazón de ellos, rescatando a aquella mujer de una
muerte segura.

Quizá alguna vez se sintió como aquella mujer. Atrapado entre sus er-
rores, debilidades y las circunstancias del momento. Aquella realidad en
la cual esperamos que Dios intervenga y nos rescate una vez más con sus
palabras oportunas y sus muestras de poder.

Quizá nos cueste reconocerlo, pero también pudiéramos ser parte de


aquella otra realidad. Me refiero a la posición de los fariseos. Esos momen-
tos en los cuales pareciera que tenemos todo resuelto y nos sobra el tiempo
para descubrir los errores de los demás, convirtiéndonos así en piedras de
tropiezo para otros. Aunque la mente no quiera reconocer fácilmente nues-
tra identificación directa con esa realidad, lo cierto es que nuestra natu-
raleza humana reacciona frecuentemente con ese tipo de conductas.

Debe ser una verdad contundente y direccional a nuestras vidas el hecho


de que no hemos sido llamados a ser parte de ninguna de esas realidades.
Cuando el Padre nos ve, no trata con nosotros como la mujer pecadora.
Tampoco intenta mejorar nuestra perspectiva de vida, cuando mostramos
comportamientos religiosos. Nuestra posición es Cristo, y nuestra asig-
nación es la manifestación de Su Gracia y Verdad, como una naturaleza
transformadora que juzga el sistema del mundo y la muerte.
El Padre lo sabe. Quizá nosotros no estemos totalmente conscientes de
eso. Muchas veces preferimos permanecer identificados con las realidades
incorrectas. Pero nuestro Padre siempre buscará provocar en nosotros Su
realidad. Esa realidad es Cristo en nosotros. Es Su Iglesia como unidad. Es
nuestra vida siendo parte de Sus diseños.

Al escribir esta obra, sus capítulos fueron siendo enriquecidos con


palabras frescas y de reciente aprendizaje para mi propia vida; como así
también principios que han sido elaborados a lo largo de los años. Aún ter-
minada esta obra, y al escribir este prefacio, sigue surgiendo la necesidad
de agregar más y más elementos que sin lugar a dudas podrían enriquecer
el contenido. La explicación que encuentro a este hecho es el alto nivel de
practicidad de las herramientas que otorgan cada capítulo. Hablo de las
herramientas prácticas y concretas que, correctamente utilizadas, nos
ayudarán a salir de las posiciones incorrectas que asumimos en la vida y
sumergirnos completamente en la realidad para la cual Dios nos ha creado
y nos ha llamado.

ABEL SEBASTIAN BALLISTRERI PROTASOWICKI


PROLOGO

E s un verdadero privilegio, el que se me ha entregado al pedirme


que escribiera el prólogo, de un libro “FUERA DE SERIE” (no es
una frases de cajón ni tampoco para adular a nadie, sino darle toda
la gloria a Dios y honrar al maestro Juan Ballistreri y Abel su hijo, como
reza el dicho popular al estilo de la costa norte Colombiana “hijo de tigre
sale pintao” y esté sí que salió bien pintao) que usted mismo llegará a esta
conclusión después de leer con responsabilidad y compromiso este libro.

En diez extraordinario capítulos el escritor nos SUMERGE EN LA REALIDAD


DE DIOS.

Desde el inicio el escritor nos confronta con la petición más común de los
creyentes “DIOS ENTRA EN MI REALIDAD” frente a lo cual el escritor nos
propone que en este libro la respuesta a esa oración es : NO , pero que después
de leer este libro usted podrá concluir como yo qué NO volveré a pedir a Dios
que entre en mi realidad sino que mi petición será sea cual sea la realidad que
vivo o que me afecta “SEÑOR SUMERGEME EN TU REALIDAD” . Este libro
nos desafía a salir de cotidiano, de lo que conocemos y toda experiencia vali-
osa que hemos vivido en nuestra vida cristiana a la posición mas elevada
VIVIR EN LA REALIDAD DE DIOS. No se propone es este libro un nuevo
paradigma en nuestra comunión con Dios sino una mayor dimensión, el-
evada a la máxima potencia, que no desearemos otra cosa diferente qué
SUMERGIRNOS EN LA REALIDAD DE DIOS.Esta es una propuesta seria
con fundamento biblico y revelación, es un un libro innovador y revelación
fresca acomoda a la Palabra de Hebreos 11:40. proveyendo Dios alguna cosa
mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de no-
sotros.

Se nos profundiza he ilustra de lo que perdemos sí vivimos fuera de Su


realidad, encerrados en nuestra propia realidad o en la que nos imponen
los demás o en caso peor las circunstancias o el mismos diablo,llevando al
cristiano a vivir una vida de miserias y altibajos. Pero también de lo que
ganamos si decidimos SUMERGIRNOS EN LA REALIDAD DE DIOS, a una
verdad poderosa, DIOS PENSA EN MI, a entender que el universo fue
creado por la PALABRA DE DIOS, a disfrutar de la vida abundante y prospera
9

de VIVIR EN EL PARAISO INTERIOR, que lo que debe dominar no es lo que


la gente dice de mi, ni las circunstancias ni mucho menos el diablo, sino lo que
DIOS HABLA DE MI, hacer de nuestro trasegar por esta vida la meta mas sublime
CONOCER A CRISTO, y ser conocidos por Cristo nos posiciona para que en medio
de la debilitad, flaqueza y errores EL PODER DIOS NOS CATAPULTA, teniendo
como vivencia la INTELIGENCIA ESPIRITUAL que nos conecta con los propósi-
tos eternos de Dios y nuestro destino profético, para que vivamos la Realidad de
Cristo que ausencia toda tinieblas, bajo la GUIA del ESPIRITU SANTO no hay
duda que SUMERGIRNOS EN AL REALIDAD DE DIOS, es alcanzable, y seguro
para todo aquel que entiende que el MAS DE DIOS SOLO SE DA CUANDO VI-
VAMOS UNA VIDA SUMERGIDA EN SU REALIDAD.

VIVIR EN LA REALIDAD DE DIOS NOS PROBEE UN BLINDAJE FRENTE


AL POS MODERNISMO, SENSACIONALISMO, HUMANISMO, MUNDAN-
ALIDAD Y TODA ESTRATAGEMA DEL DIABLO.

ESTE LIBRO ES UNA RESPUESTA DE DIOS A LA NECESIDAD DE SU


PUEBLO Y A LA EXPECTATIVA DIVINA QUE DIOS TIENE CON EL MISMO

SUMERGIDO EN SU REALIDAD TOD ES POSIBLE


“TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE FORTALECE”

- Pr. Moises Amaya


CFA Bucaramanga - Colombia -
11

Introducción

P ienso en cómo introducir este libro, y mientras medito descubro


lo que más deseo y anhelo:

“Que usted pueda sumergirse en la realidad de estas páginas”


Quizá no le resulte suficiente una sola zambullida literaria. Quizá le lleve
varios días o toda una temporada. Pero lo que sí espero es que sea para usted
una buena y profunda experiencia, para que cada vez que usted lo desee,
sepa que puede volver y encontrar una fuente de disfrute y crecimiento.
En un día caluroso de verano, a nadie le gusta encontrarse con una pis-
cina helada. Para obtener una saludable y placentera inmersión, el agua
debe estar templada y nosotros preparados. Es por eso que para ponernos
a punto, quisiera que usted se pueda identificar con el tema que trataremos
y familiarizar con los términos más importantes.

Lo invito entonces a que juntos introduzcamos este libro. Yo lo haré con algunos
ejemplos de la vida cotidiana y usted lo hará con su imaginación y memoria. No nos
resultará difícil, pues lo cierto es que todo el tiempo estamos entrando en diferentes
realidades. Salimos de una y entramos en otra todo el tiempo. Las realidades en las
que vivimos a diario de manera personal, colisionan unas con otras y casi siempre
se conjugan. Estamos hablando de las atmósferas internas y externas en las que
vivimos. No puedes escribir tu realidad. Aunque usted pudiera hacer una lista de
las cosas que tiene, situaciones presentes, historia y personas que lo rodean, eso no
bastaría. Porque nuestra realidad incluye todo eso, pero se vuelve un ámbito que
nos lleva a concebir la vida de una manera única y particular.

Con mi esposa nos gusta ir al cine. Mi esposa es de esas mujeres que ven
una película y ríen, lloran o se levantan de la sala y se van. Ella tiene la ca-
pacidad de detectar en los primeros diez minutos, y a veces antes, si vale
la pena o no ver esa película. Un día estábamos disfrutando una película
romántica, cuando me percato de que ella estaba muy emocionada. En ese
momento me preocupó la manera en que lloraba. No sabía si estaba dis-
frutando o sufriendo. Algo se conmovió en mi interior y quise ayudarle.
12
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Mi idea fue fantástica. Le miré tiernamente y le dije:

“Amor, ¿sabías que están actuando,


y que hay cámaras grabando esto no?”

La respuesta fue inesperada. Ella me miró con cara irascible, el entrecejo


fruncido, los ojos a medio abrir y mordiéndose el labio superior me dijo:

“¡Me arruinaste la película!”

¡Guau! Ese día aprendí una gran lección: nunca te interpongas entre
una mujer y sus emociones cinematográficas (a menos que quiera conocer
a Gozdilla1 ).

Nuestra estructura interna está preparada para sumergirse en realidades.


Una realidad puede ser la lectura que hacemos de una circunstancia deter-
minada. Por ejemplo, cuando estamos oyendo los problemas que un amigo
nos cuenta. Al hacerlo, por breves instantes sufrimos por dentro, como si
aquello lo estuviéramos viviendo en carne propia.

Pero además de eso, vamos construyendo con


cada pequeña realidad, una estructura mayor. “Nuestra manera de
Esa estructura es el mundo en el que vivimos. entender el mundo
Necesitamos esa estructura para entender el en el que
mundo que nos rodea. Esa lectura nos permite vivimos, no es ni
subsistir e intercambiar vida con quienes nos más ni menos que
rodean. No entraré en terrenos de la psicología, una construcción
porque esa no es mi materia, pero creo que será de la cual nosotros
muy enriquecedor entender esto: mismos somos
“Nuestra manera de entender el mundo en el arquitectos”.
que vivimos, no es ni más ni menos que una
construcción de la cual nosotros mismos
somos arquitectos”.

Somos constructores y diseñadores de la realidad en la que vivimos.


Y si bien, muchas son las circunstancias y las personas que aportan a dicha
construcción, somos nosotros quienes expedimos los permisos para que
puedan entrar en el terreno de la obra que es nuestro ser interior.

Ahora bien, si usted ha elegido leer este libro, seguramente es porque cree
en Dios. Cuando comenzamos a transitar el camino de la fe en Dios, lo que
13
INTRODUCCIÓN

generalmente sucede es que pretendemos traer a Dios a la escena de


todas esas realidades. Queremos que Dios la transforme. Pedimos a Dios
que intervenga en nuestra realidad. Buscamos que nos cambie, que cambie
a las personas que nos rodean, que mejore nuestra situación financiera, que
intervenga en nuestra salud, etc. En resumen, le decimos a Dios:

“Entra en mi realidad”
Piense por un momento en esa realidad como un gran campo con una
casa en medio. En ese campo están depositados todos los elementos
que constituyen nuestra manera de concebir la vida. Algunos construyen
grandes y fuertes edificios, sólidas estructuras que lo soportan todo. Otros
construyen pequeñas chozas temporales que deben ser reparadas una y
otra vez. Algunos simplemente se dedican a acopiar el material en los
alrededores. Y en el centro está el puesto de mando: el lugar donde se definen
nuestras determinaciones y nuestras reacciones. ¡Guau! ¡Qué extraordi-
nario es nuestro cerebro!

Todo lo que llega a nuestra vida debe atravesar algunas fronteras, los
filtros de nuestra percepción e interpretación de los hechos y personas.
Cuando eso sucede, esas circunstancias y personas encontrarán su posición
en nuestra realidad. Y por alguna razón, en algún momento reconocemos
la necesidad de Dios en nuestras vidas. Él nos envía un obsequio: FE. La
capacidad de creer en Él y la posibilidad de conectarnos una vez más con
Su persona. Y cuando recibimos su obsequio, no podemos resistir el deseo
de responderle con una oración, un ruego, un pensamiento:

“¡Dios! ¡Entra hoy en mi realidad!”


En este libro hablaremos de la respuesta a esa oración: NO.

Dios nunca entrará en nuestra realidad. Lo que descubriremos juntos en


estas páginas es la razón por la cual podemos creer en Dios, pero muchas
veces no alcanzamos a vivir y palpar todos los días lo que creemos Hal-
laremos la causa por la cual leemos y oímos de Dios, pero no llegamos a
conocerle de manera personal. Y por otro lado, lo más importante: descu-
briremos el camino que Dios abrió para que toda su vida, amor y potencia
sean una realidad constante en nuestras vidas.
La razón por la cual, en algún momento, Dios se niega a entrar en nuestra
realidad, es sencilla: Dios quiere que entremos en Su realidad. Puedo oír a
Dios decirme una y otra vez: “Allí no entro, mejor sal tú y ven a mi realidad”.
¿Es eso posible? Vamos a descubrirlo.

1
Godzilla es un monstruo inventado por el cine japonés. Una mezcla entre lagarto gigante, dinosaurio y dragón.
14
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Todas nuestras realidades humanas y naturales tienen la capacidad de


cortar nuestra comunicación con Dios. Tienen ese poder porque nosotros
mismos se lo otorgamos. Dios no violentará nunca nuestras realidades,
pero tampoco entrará en ellas, a menos que esa intervención sea parte de
su plan eterno. Para eso Él creó un camino perfecto y un ámbito único al
cual estamos siendo invitados.

Todo lo que Dios nos ha prometido, todas sus bendiciones, toda su sabi-
duría, fuerza, salud y propósito, se encuentran en Su realidad. La manera
de liberar todo aquello en nuestros días, es sumergirnos en ella y disfrutar
sus beneficios.

Cada capítulo de esta obra le mostrará una manera práctica de sumer-


girnos día a día en esa realidad. Es muy posible que las palabras contenidas
en estas páginas no sean suficientes para alcanzar semejante objetivo, pero
las hojas de los libros siempre han servido para ayudarnos a iniciar un
fuego en momentos de necesidad.

También aprenderemos a no salirnos de los ámbitos de la realidad de


Dios. La religión siempre se ha encargado de convencer a las generaciones
de que los ámbitos de Dios son breves momentos de experiencias superla-
tivas; como migajas a las que debemos conformarnos. Un domingo vivimos
una reunión extraordinaria, pero luego viene el lunes, y hay que volver a la
“realidad”. Vamos a descubrir que los ámbitos de la realidad de Dios no son
breves “experiencias envolventes” (aunque son muy buenas, si las ha podido
vivir).

Este libro se enfocará mucho más en lo que Dios desea de nosotros, que en
lo que nosotros deseamos de Él. La vida se vuelve mucho más fácil cuando
vamos a Dios y le preguntamos lo que Él desea. Y ese es un primer y gran
paso.

Una de las razones por las que Dios responde “No” a nuestros pedidos
desesperados de su intervención en nuestras vidas, es que arrastramos
demasiado con nosotros. Cuando vamos a Dios con nuestras realidades,
vamos con demasiada gente y situaciones a cuesta. Queremos ir a Dios sin
soltar nuestros recuerdos y experiencias. Queremos ver su accionar, pero
sin despojarnos de nuestra manera de concebir la vida. Pero Él nos cela
y nos ama de una manera muy especial. Él nos quiere a nosotros en su
presencia, y a nadie más. Sumergirnos en la realidad de Dios es aprender a
reconocer nuestra verdadera identidad en Él y aprender a desprendernos
de todo aquello que nos frena. Si usted está dispuesto a eso, quiero animarlo
15
INTRODUCCIÓN

a que saque una fotografía a su realidad presente, porque pronto ya no es-


tará allí. Está a punto de experimentar un cambio inesperado, de tal manera
que, tanto usted como la gente que le rodea, deberán conocerle nuevamente.

Voy a concluir esta introducción con un obsequio. Mi madre solía recitar y


representar una poesía. Lo hacía de una manera muy especial. Cuando ella
lo hacía no quedaba ni una sola persona en ese lugar que no se emocionara.
La letra es emocionante, pero no he vuelto a oír a una persona que recite
una poesía como ella lo hacía con ésta. Le animo a que pueda disfrutarla de
la siguiente manera: léala de manera pausada. Cuando vea un punto o una
coma, haga una pausa exagerada. Eso le ayudará a sumergirse en ella.

Señor, ¿No me das la mano? ¿No ves? Me estoy


hundiendo en el cieno del pecado.

Llegué tarde, lo sé, me entretuve por ese camino


andando. Camino, mejor caminos, ¡Hay Señor, anduve tantos!

Anduve por aquel que parecía lucir, lienzo de


nubes de color blanco y eran nubes de polvo, polvos
sucios. Los ojos de la carne me han engañado.

Caminé con pie firme en el otro, altiva la cabeza, y


encumbrado. Pero cedió a mis pies todo el camino.
Era Señor, mi orgullo tan pesado, y el otro iluminado por las
velas, los lirios, las liturgias y los cantos.

Cuando pasé por él, no hubo más voces. Las velas y los lirios
se apagaron. ¡Cómo engañan los hombres, Señor mío! ¡Cuán-
tos falsos caminos me indicaron!

Caminé lejos y conté mis pasos. Miro a mis pies y estoy de-
salentado. No moví un paso en este lodo inmundo. ¡Señor,
Señor, estoy hundido en el pecado!
16
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Y que será de mí cuando ya sienta que el fango va


subiendo despiadado, me cubra el pecho y entre en mi
garganta, y se apague mi voz y el fin haya llegado.

¡Hay que será de mí, Señor, Señor! ¿Me escuchas?,


Perdido estoy si no me das la mano. Quizás tampoco
tú sacarme puedas. Quizás soy yo que tarde te he
buscado.

¡Pero mira Señor, mira!, ¿No ves? ¿No ves mis ojos?
Están húmedos. ¿Ves?, se han mojado.
¿Ves como golpean aquí dentro?
Mi corazón también está llorando.

¡Soy yo, Señor! Yo soy que me arrepiento, del lodo en que yo


mismo me he ensuciado, de andar por los caminos que me
han dicho, de volverte la espalda Dios amado!

Te dije... Te dije, Amado. ¿Ves Señor? Te quiero, te dije


Amado. ¿Ves Señor? Te amo, y lo dije con voz que era un
sollozo. Lo dije de rodillas y temblando.

Quiero estar junto a ti, no quiero lodo. Quiero tu firme amor,


no quiero fango. No tengo nada, ni me quedan fuerzas. Mas
viviré si tú me das la mano.
17
INTRODUCCIÓN

¡Señor, Señor! ¿No me respondes? Mas presiento que


ocurrirá tal vez algún milagro. Las lágrimas dejaron ya
mis ojos, mi corazón cesó con su quebranto.

¡Señor, Señor! ¿No me respondes? Y parece como si un viento


suave y perfumado, acariciara con amor mi rostro.

¡¡Señor!! ¡Mira, Señor!, ¡Ya no hay mas barro! Ya puedo caminar


con paso firme. Ya no se mueve el suelo con mis pasos. Ya no
hay lodo que ensucie más mi vida.

Tú solo me sacaste de este fango. ¡Señor, me diste la mano! ¿No


ves? Jamás he de hundirme en el cieno del pecado. Porque, lim-
piaste con sangre, ese camino de barro.
15

CAPÍTULO 1
¿Qué piensa Dios de mi?

P

or qué estoy aquí? No me refiero al lugar físico. Tampoco me refi-
ero a los problemas que tengo, ni a los logros que he alcanzado. Me
refiero a todo lo que me rodea. ¿Cómo llegué a este lugar?

Nuestras realidades son como espacios en los que vivimos . Nos ofrecen
oportunidades, pero también tienen sus límites. Nos hacen saber hasta
dónde podemos llegar.

En este libro usaremos la palabra “realidad” para referirnos a nuestra


manera humana de concebir el mundo que nos rodea. No hablamos de los
hechos y de las personas, sino del sentido que todo ello toma en nuestro
interior. En nuestro diario vivir compartimos espacios físicos comunes. Por
ejemplo: con nuestra familia, compartimos nuestra casa. Y pudiéramos en
algún momento estar todos en un mismo espacio físico, compartiendo el
mismo entorno familiar, pero nuestras realidades serían totalmente difer-
entes. Por lo tanto, nuestra manera de procesar el mundo externo, es difer-
ente. Todos compartimos la misma casa, pero cada uno vive ese espacio de
una manera particular y única. Para el esposo, el baño es un lugar de medi-
tación por las noches, mientras que para el hijo adolescente, es un lugar en
el que no le provoca estar. A eso llamaremos realidad.

Nuestra realidad tiene todo un sistema de


premios y castigos que nos enseña una serie de
lecciones que ya hemos aprendido debidamente. “Todos somos
Nos comportamos siendo obedientes plena- perfectamente
mente a ella. Vamos a ver un ejemplo de esto. obedientes a
nuestras
¿Recuerda, tal vez, cuando usted era un realidades”
adolescente desobediente? Esa etapa de la vida
donde nadie lo comprendía, y tampoco querían
comprenderlo. Lo más terrible es que ni usted
mismo se comprendía. Y pasan los años, y cada
vez entiende menos todo lo que pasó allí. Muchos
adultos viven sus vidas actuales negando que
20
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

algún día fueron adolescentes. Otros asumen que algunos arranques de


desobediencia en esa etapa eran normales. Sin embargo, en la mente de
los adolescentes todo es diferente. Ellos piensan que todo lo que hacen está
bien y que todos los demás en el mundo son los que están equivocados. Sit-
uaciones, recuerdos, deseos propios e impuestos por el círculo de personas
que les rodean, les lleva a desobedecer. Lo cierto es que en muchos sentidos
el adolescente está siendo perfectamente obediente a su manera de percibir
la realidad. Es un ejemplo un tanto extremo, pero describe claramente un
principio que debemos entender: Todos somos perfectamente obedientes
a nuestras realidades (y un poco esclavos de ellas también). Vivimos como
en una adolescencia permanente y de la cual sólo la realidad de Dios puede
salvarnos.
Romanos 7:18-19
“porque yo sé que el bien no habita en mí, es decir,
en mi carne, porque el desear el bien me resulta fácil, pero
no puedo ponerlo por obra, ya que no hago el bien que deseo hacer,
sino al contrario, hago el mal que no deseo hacer”. 1

Volvamos a la pregunta del comienzo, ¿Cómo llegué hasta aquí? Si descu-


bro cómo llegué, puedo encontrar una salida. Y quizá podamos rezar la fa-
mosa frase de aquel personaje argentino llamado Mafalda: “Paren el mundo
que me quiero bajar”. Me refiero a salir de cualquier estado en el cual reco-
nozco que debería estar mejor de lo que estoy hoy.

Nunca acepte realidades mediocres. Usted ha nacido para una vida de


plenitud y productividad. Es el ámbito para el cual ha sido creado y todo su
ser clama por el. No importa cuánto se esmere por convencerse de que ya
no hay nada mejor para usted. Todo su ser seguirá clamando por una mejor
vida, mejores ámbitos, mayor crecimiento, mayor plenitud y felicidad. Es
decir, todo su ser clama por los ámbitos de Dios.

Una de las maneras en la que construimos nuestra realidad es en base a


¿Qué piensa la gente de mí? Si al leer esta pregunta usted la pasa por alto o
la menosprecia, quizás sea la mayor víctima de ella. Le pido que no meno-
sprecie esta pregunta. He descubierto que las personas que dicen: “A mí no
me importa lo que la gente piensa de mí”, son aquellas a quienes, en realidad,
más les afecta el pensamiento de otros.

Preocuparse por lo que otros piensan de uno mismo es natural y alta-


mente necesario para llevar una vida social civilizada. No tiene que ver

1
Biblia Peshitta en Español (Traducción de los Antiguos Manuscritos Arameos).
21
¿QUÉ PIENSA DIOS DE MI?

con el estar obsesionado, averiguando y preguntando lo que otros pien-


san. Tiene que ver con la “realidad” que vivimos en un mundo observado
por otros.

DESDE EL COMIENZO

Génesis 2:25
“Y estaban ambos desnudos,
Adán y su mujer, y no se avergonzaban.” 2
El sentido de este pasaje es que ellos estaban libres de los pensamientos de
uno y otro. La sentencia: “no se avergonzaban”, significa que su ser interior
estaba completamente dedicado a los pensamientos de Dios. Ellos podían
vivir tal como Dios los había creado y en la atmósfera que Dios había creado
para ellos, sin ningún tipo de prejuicio. ¿Cuál cree usted que fue la primera
reacción del hombre después de comer del árbol que no debía? Veamos:
Génesis 3:7
“Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron
que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera,
y se hicieron delantales.” 3
A partir de ese momento, el hombre dejó su libertad para someterse
a una inevitable situación: “hay gente a mí alrededor, y esa gente piensa”.
Es una manera de esclavitud, porque no podemos liberarnos por propia
determinación. No podemos decidir que otros dejen de pensar. Podemos
negar y menospreciar esos pensamientos, pero el efecto que eso tiene es
contraproducente. Es decir, dedicamos tantas fuerzas a menospreciar lo
que otros piensan, que termina afectándonos mucho más.
Génesis 3:9-11
“Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?
Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo;
y me escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo?
¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?” 4

¿Lo ha notado? Nadie le dijo a Adán que estaba desnudo. Eva no se burló
de él. La serpiente no tocó el tema. Dios tampoco se lo hizo notar. Sencil-
lamente lo pensaron. Ellos pensaron lo que otros pensarían, y por lo tanto
tomaron sus primeras determinaciones fuera de Dios: cosieron hojas de
higuera y se hicieron delantales. La primera manufactura del ser humano
provino de pensar en lo que otros piensan. Se sorprendería al saber cuánto
de lo que el hombre consume en nuestros días tiene su base en esto.

2,3,4
Versión Reina Valera Revisada 1960.
22
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Quisiera concentrarme en este principio fundamental: Nos salimos de


la realidad de Dios cuando nos sumergimos en las realidades incorrectas.
Necesitamos encontrar el camino de regreso a la realidad de Dios.

La realidad de Dios es sencillamente el


ámbito para el cual hemos sido creados.
“Nos salimos de la realidad
Es una atmósfera interna, pero que modi-
de Dios cuando nos
fica sustancialmente la manera de conce-
sumergimos en las
bir nuestro entorno. Por lo tanto, es una
realidades incorrectas”
atmósfera interna y externa. Es diaria y
constante. No existe tal cosa como, entrar
en los ámbitos de Dios, para volver a la
“realidad de la vida”.

Quienes usan ese tipo de frases, probablemente nunca han probado Su


realidad. La realidad de Dios para nuestras vidas es el único ámbito de Ver-
dad que podemos vivir. No es un estado de “éxtasis momentáneo”. Cuando
usted vive sumergido en la realidad de Dios, no necesita ignorar los hechos
o las personas que lo rodean, ni tampoco los problemas que le toque en-
frentar.
La realidad de Dios lo activa y lo fortalece. Le hace ver el mundo como
Dios lo ve. Él no ignora sus conflictos. Muchas veces vivimos como si Dios
ignorara lo que vivimos. Él no lo ignora, sencillamente nos espera hasta que
estemos dispuestos a ver nuestra vida desde Su realidad.

La realidad de Dios es un ámbito extraordinario. Mucha gente cree vivir


en libertad, porque puede tomar determinaciones. Al avanzar en los temas
de este libro, descubrirá que muchas de las determinaciones que tomamos
en “libertad”, en realidad responden de manera exacta a realidades menti-
rosas y altamente limitadas. A los religiosos les gusta mucho hablar del
“libre albedrío” (aún los religiosos que nunca van a las iglesias). La obediencia
a Dios no es una renuncia a nuestras libertades (tal como lo es con las leyes
humanas). La obediencia a Dios es un camino que nos lleva a recuperar
nuestra verdadera libertad.
Juan 8:36
5
“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.”

5
Versión Reina Valera Revisada 1960.
23
¿QUÉ PIENSA DIOS DE MI?

EL ALIMENTO DE NUESTRA REALIDAD

Nuestra realidad personal se alimenta día a día con los pensamientos que
otros tienen de nosotros, aún con aquellos que inventamos por lo que cree-
mos que la gente piensa de nosotros. Nuestra realidad puede volverse tan
compleja que se transforma en obstáculo para nuestro avance a cada paso.

¡Gracias a Dios por sus buenas noticias! El mensaje de la salvación y


del evangelio no tiene que ver con una solución para “la vida después de la
muerte”. ¡Claro que no! Las buenas noticias de Dios son un mensaje que nos
llama al recupero de todo lo que hemos perdido al separarnos de Él y a una
vida extraordinaria a cada paso. Muchos creen que la vida de Adán y Eva
era tranquila y despreocupada, porque ellos tenían una vida sin conflictos
para resolver. Creemos que nuestra vida perfecta es una vida sin conflictos.

¡Qué aburrido puede ser eso! Dios le entregó el mundo a Adán, pero sólo
le otorgó un pequeño espacio perfecto. Su atmósfera de paz y un lugar de
referencia donde todo era perfecto. En pocas palabras, Dios les otorgó a
Adán y Eva una porción de Su realidad. Pero les dijo: “Llenen la tierra”. Allí
no hay paraíso. Fuimos creados para traer soluciones, y esas soluciones se
comienzan a expresar cuando recuperamos nuestra capacidad de vivir en
los ámbitos de la realidad de Dios.

Nos salimos de la realidad de Dios cada vez que le damos mayor peso a
los pensamientos de personas que nos rodean, que a los pensamientos
de Dios.

Voy a contarle un secreto muy bien guardado: Dios piensa. Y otro secreto
más: Dios piensa cosas de usted. Es secreto, porque Dios piensa cosas que
no dice. A veces sus pensamientos quedan en Su persona. Podemos oír a
Dios, podemos leer de Dios, podemos oír a gente que nos hable de Dios,
pero no deberíamos perdernos este tesoro: DIOS PIENSA EN NOSOTROS.

Evidentemente yo no puedo responder esa pregunta. Yo no tengo los


pensamientos de Dios. Pero puedo ayudarle en el proceso. ¿Cómo voy a
hacerlo? Dejaremos juntos algunos preconceptos que tenemos acerca de
los pensamientos de Dios. La idea es que usted pueda comenzar su propia
24
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Evidentemente yo no puedo responder esa pregunta. Yo no tengo los


pensamientos de Dios. Pero puedo ayudarle en el proceso. ¿Cómo voy a
hacerlo? Dejaremos juntos algunos preconceptos que tenemos acerca de
los pensamientos de Dios. La idea es que usted pueda comenzar su propia
búsqueda sin juicios ya formados. Una búsqueda genuina, entendiendo que
es una búsqueda que vale la pena emprender. Todo en su vida cambiará si
al terminar de leer estos párrafos, usted desecha las palabras leídas y se
determina a comenzar algo que nadie le pidió que haga: Averiguar lo que
Dios piensa de usted.
Pero todavía este capítulo no termina. Debemos hacer algunas tareas
altamente necesarias:
1. Debemos derribar argumentos, toda estructura en nuestro
interior que nos separa de la realidad de Dios. A veces eso
significa que debemos desechar mucho de nuestra experiencia.

2. Necesitamos predisponernos a una experiencia que no tiene


que ver con un “aprendizaje cognoscitivo”. No haremos un
estudio de Dios. Nos meteremos en Su vida. Nos sumergiremos
en Su realidad. No hay libros para esto, es sólo vida.

3. Tenemos que asumir una postura de humildad. Los altivos


nunca tienen acceso a los ámbitos de Dios, porque Él los desecha.
Hay algo a lo que ningún padre se puede resistir: a un hijo que se
preocupa por entender sus pensamientos.

Disfrute conmigo este pasaje como si fuera la primera vez que lo lee:
Jeremías 29:11
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros,
dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” 6

Este es uno de los pasajes más utilizados del libro de Jeremías. Y no es así
por accidente. Es una joya muy especial del libro. Muchos llaman a Jeremías
“el profeta llorón”. Se le llama así porque debió profetizar a cinco reyes de
Judá antes del exilio a Babilonia. Ninguno de ellos se arrepintió del camino
que llevaban. Fue un profeta ignorado completamente en sus días. Las pá-
ginas de Jeremías están cargadas de juicios y lamentos, pero en medio de
toda esa “realidad”, emerge este pasaje. Una palabra de Dios para los exili-
ados en Babilonia.

6
Versión Reina Valera Revisada 1960.
25
¿QUÉ PIENSA DIOS DE MI?

Quisiera que pudiéramos entender el contexto de este pasaje. El pueblo


de Israel estaba cautivo. Ellos habían ignorado la voz de Dios por mucho
tiempo. En el exilio comienzan a clamar a Dios una vez más: “¡Señor,
mira cómo estamos! ¡Ahora sí entendemos y queremos arrepentirnos!”.
Ellos están allí cautivos, pensando que Dios debía estar muy enojado
con ellos. Ellos creen que Dios ya no les responderá, porque no merecen
su perdón.

Ellos están seguros de que Dios está pensando cómo hacerles pagar
toda su desobediencia y menosprecio a sus leyes. Pero Dios habla una
vez mas y les dice: “¡¡Hey!! ¡Yo sé lo que estoy pensando! ¡No intenten con-
vencerme de lo que yo pienso!”

¿No le ha pasado nunca? Cuando estamos atravesando algún momento


de debilidad o pasamos tiempos de turbulencia, tenemos la tendencia de
pensar en todos los errores que hemos cometido. Nos provocamos un
“castigo psicológico”, con la idea inconsciente de que eso nos ayudará a
cambiar en el futuro. Además de eso intentamos convencernos de que
Dios debe estar enojado con nosotros. Creemos que Él ya no tiene el
deseo de creer una vez más en nosotros. Estamos completamente seg-
uros de que ya Dios se convenció que no valemos la pena. Nuestras ora-
ciones son un pedido de limosna. Si esa fuera una actitud de humildad
verdadera, quizá tuviera un resultado positivo, pero en realidad oculta
una actitud de orgullo. Lo que intentamos decir es: “Siempre creí que
podía hacerlo con mis fuerzas y esta vez me salió mal”.

Pero allí estamos, en una situación de la que no podemos salir por


nuestras propias fuerzas. Oramos a un dios enojado con nosotros (dios
con minúscula, porque ese ya es un dios que nos hemos creado para
nosotros mismos). No intentamos conocer Sus pensamientos; ya los
sabemos: él está enojado y completamente decidido a no ayudarnos.
Clamamos a Dios para que Él intervenga en nuestra realidad. Pero Dios
es sabio y todo amor. Él sabe lo que necesitamos. No necesitamos que
Dios intervenga en nuestra realidad; necesitamos sumergirnos en Su
realidad.

Dios le está diciendo: “¡Hey! ¡Yo sé lo que estoy pensando! Eres tú el que
no lo sabe. Pero yo tengo pensamientos acerca de tu vida”. Me gusta mucho
cómo dice el original de ese pasaje: “Yo estoy haciendo planes con ustedes…”.
¡Guau! Mientras nosotros intentamos salir de una situación penosa y
buscamos las migajas de Dios, distraídos por todo el mundo de pensami-
entos que la gente tiene acerca de nuestras vidas y buscando en todo lugar
alguna salida que pudiera servirnos, Dios está haciendo planes con nosotros.
26
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

La realidad de Dios para nuestra vida


son los ámbitos de reposo de Dios. En esos
ámbitos no hay pérdida de energía, de tal
manera que nuestras vidas se activan en “Sumergidos en los
lo físico para producir todo lo que nace en ámbitos de Dios,
el corazón de Dios. Pero nuestro ser nuestra vida es
interior está en el reposo de Dios. Enfocar activada por el
nuestras fuerzas en problemas personales
es una verdadera pérdida de energía. Eso
poder de Dios.
es realmente grave en una persona de- Energía es el resultado
positaria de la salvación de Dios. Cuando del alimento
nos conformamos con migajas de la mesa y la acción para
de Dios, perdemos energía. El esfuerzo la cual somos
personal que ejercemos por unas pocas llamados”
migajas de la mesa de Dios, nos produce
cansancio y fatiga en nuestro ser interior.
Pero sumergidos en los ámbitos de Dios,
nuestra vida es activada por por el poder de
Dios. Energía es el resultado del alimento y
la acción para la cual somos llamados.

VOLVIENDO A LA SENCILLEZ DEL DÍA A DÍA

Dios piensa en nosotros. Dios nos habla, nos mira, nos bendice, pero
además de todo eso, Él piensa en nosotros. Esta es una verdad poderosa
que puede sacarnos de cualquier pozo en el que nos encontremos. Pero
tenemos el resto de nuestros días: esos que son comunes. Esos días que
no tienen turbulencias, no tienen llantos, ni oraciones desesperadas. Esos
son los días más importantes. ¿Por qué razón? Veámoslo en las palabras
de Jesús:
Mateo 10:39
“El que encuentre su vida, la perderá,
7
y el que la pierda por mi causa, la encontrará.”

Este pasaje tiene un significado muy profundo. Mientras nosotros pasa-


mos la vida huyendo de los días difíciles y de las circunstancias adversas,
para Jesús no hay peor estado en una persona que este: encontrar la vida.
¿Qué significa hallar la vida? Sencillamente significa haber aprendido a

7
Versión Reina Valera Revisada 1960.
27
¿QUÉ PIENSA DIOS DE MI?

vivir sin la necesidad continua y vital de Dios. Trabaja, paga cuentas, cría
a sus hijos, paga más cuentas, etc. El domingo va a la iglesia y se siente bien
con usted mismo... ¡Halló su vida! Quizá no sea un error ostentoso, pero si
usted cree en Jesucristo, debe saber que para Él no hay nada peor que eso
en un ser humano. Eso es peor que el peor de los pecados. Una persona que
halló su vida ya no tiene canales para conectarse con Dios. A este estado
no necesariamente lo asumen las personas que absolutamente no creen en
Dios. La religión es experta en crear hombres que han hallado su vida. Es
decir, personas que no sostienen la necesidad viva y continua de la realidad
de Dios. Una forma de hallar nuestra vida es conformarnos con el cono-
cimiento aprendido del Dios en el cual hemos creído, pero no nos atrevemos
a confrontar ese conocimiento con Su vida experimentada día a día. La re-
alidad de nuestro Padre Celestial no se encuentra en nuestros pensamientos
y conocimientos humanos, Su realidad está en Sus pensamientos.

Es curioso como mucha gente busca a Dios para nunca más necesitar de
Él. Es decir, queremos tener a Dios, para que nuestra vida no necesite de
Dios. Una vida común, tranquila, sin desafíos ni sobresaltos, es totalmente
incompatible con Dios (al menos con el Dios que he conocido hasta ahora).
En nuestros días comunes y sencillos debemos aprender a sumergirnos
en la realidad de Dios. Esos días donde no tenemos un impulso carnal por
recurrir a Dios porque nuestras fuerzas parecen alcanzar, son los días en
los que más necesitamos Su realidad.

UNA NUEVA POSICIÓN

Es importante entender que sumergirse en la realidad de Dios es una


tarea de tiempo completo. Ni siquiera es una tarea full-time. Es una asig-
nación full-life 8 . Es un cambio total de ámbito. Estamos hablando de vivir
plenamente en sus ámbitos, y desde allí observar el mundo que nos rodea.

Una herramienta potente para lograrlo son los pensamientos de Dios.


Voy a mostrarle un ejemplo. Usted sale a trabajar por la mañana. Es un día
soleado y templado, un día perfecto para trabajar. Está feliz ese día porque
pudo descansar muy bien la noche anterior. Ese día se levantó dando gra-
cias y adorando al Señor. Pero al llegar a su trabajo, su jefe se encuentra de
mal humor y le hace el siguiente comentario: “Pedro, usted siempre llegando
justo a tiempo. Se puede llegar 15 minutos antes también… ¿Lo sabía?”.

8
La expresión full-time se refiere al trabajo que se lleva a cabo en todas las horas laborales de un día. Por
ejemplo, en Argentina la jornada laboral estándar es de ocho horas diarias. La expresión full-life se refiere a
una asignación que no puede ser limitada por un horario de trabajo diario, sino que exige toda nuestra
vida. Es decir, las veinticuatro horas del día.
28
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

En ese momento se abren dos posibilidades:


Puede darle rienda suelta a la realidad en la que estamos siendo atra-
pados: el mundo de los pensamientos de los demás. Observe todo lo que
puede ocurrir en el mundo de sus pensamientos:
• “Seguramente mi jefe hoy no tiene un buen día”
• “¿Será eso, o será que está enojado conmigo?”
• “Justo iba a pedirle un aumento de sueldo. ¡Mejor lo olvido!”
• “Pero, ¿por qué tiene que decirme eso delante de todos los
empleados? ¿Cómo quiere que la gente me respete cuando le ordeno
cosas, si él me desacredita delante de ellos?”
• “Al final, llego a tiempo y tengo que soportar este tipo de desprecio.
Soy uno de los mejores empleados de esta empresa y parece que
soy el único que se da cuenta”

¿Lo ha notado? Un comentario que llevó diez segundos hacer, disparó toda
una artillería de conjeturas y juicios en nuestra cabeza. Puede aplicar ese
ejemplo a todo tipo de personas y situaciones. Nos sucede de manera con-
tinua. Si se propone descubrirlo en usted mismo, seguramente no le llevará
más de un día lograrlo. Es cierto que nuestra mente es altamente creativa,
pero esta vez se trata de otra cosa. Estamos intentando hacer una lectura
de la realidad que hoy nos rodea. Y para hacerlo, procuramos evaluar los
pensamientos de todas las personas que nos rodean.

VEAMOS LA SEGUNDA OPCIÓN:


Luego de levantarme tomo unos minutos para sumergirme en los pen-
samientos de Dios. Eso significa tan sólo preguntarme qué estará pensando
Dios de mí para este día. Lo hago sabiendo que Dios siempre piensa en mí y
entendiendo (como un ancla para el alma) que Él siempre tiene pensamientos
de paz. Dios siempre está queriendo llevarme a la mejor de las metas. Él
siempre busca que podamos cumplir Su propósito eterno, y esos son Sus
pensamientos. Teniendo en cuenta esos dos principios, puedo saber que
hay una realidad esperándome allí afuera: la realidad de Dios. Cuando una
persona puede sumergirse en la realidad de Dios, no hay circunstancia ni
persona que pueda sumergirlo en angustia o confusión.

Cuando se encuentra con situaciones inesperadas, no permita que lo


saquen de su realidad en Dios. Usted ha sido creado para una dirección
postal en su ser interior: los pensamientos de Dios, de tal manera que,
cuando las distracciones de la vida lleguen, ya no puedan encontrarlo. Hay
29
¿QUÉ PIENSA DIOS DE MI?

demasiado para descubrir allí. No puedes perder el tiempo en los pen-


samientos de otras personas. Esos pensamientos no te llevarán al fin para
el cual has sido creado.
No se trata de ignorar lo que otros piensan, ni de negarnos a la existencia
de ellos. Se trata de observar lo que nos rodea, siempre dando mayor peso
e importancia a lo que Dios piensa de nosotros.
Salmo 139:16-18
“Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba
ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía
uno solo de ellos. ¡Cuán preciosos, oh Dios, me son tus pensamientos!
¡Cuán inmensa es la suma de ellos! Si me propusiera contarlos, sumarían
más que los granos de arena. Y si terminara de hacerlo,
aún estaría a tu lado.” 9
Este salmo es altamente profético. Cuando Jesús leyó de niño este salmo,
seguramente descubrió que hablaba de Él mismo. Una buena noticia es que
el llamado de Dios a tu vida se resume en que alcances a manifestar al
Cristo que has recibido por la fe. Y allí van dirigidos todos los pensamientos
de Dios para tu vida.
Los ojos de Dios miraban mientras usted se gestaba en el vientre de su
madre. ¿Por qué lo haría? Allí no hacía nada bueno ni nada malo. No tuvo
aciertos ni errores. ¿Por qué Dios le miraría en ese momento? Allí no pudo
haber mostrado nada extraordinario, ni digno de ser observado. Cuando
usted era un embrión, la gente no podía verlo ni juzgarlo. Pero Dios lo mi-
raba. Él le miraba y pensaba. Esos pensamientos son los que vale la pena
descubrir. Porque en esos pensamientos, Dios escribió días de gloria para
usted. Si aún no los ha vivido, quizá sea porque se ha sumergido en las re-
alidades incorrectas. En la realidad de Dios encontrará los días escritos por
Él. No hablamos de las cosas escritas en la Biblia, hablamos del Dios eterno
escribiendo sobre su persona.
Nunca le faltarán pensamientos de Dios disponibles. Pero, por favor, no
crea que llegará a ellos leyendo una porción bíblica diaria. No hay mejor
manera de menospreciar a Dios que limitarlo a las letras impresas de un
papel. Puede usar la Biblia para ayudarse y para ello es una gran herrami-
enta. Pero es de gran importancia entender que los pensamientos de Dios
sólo se abrirán cuando usted esté dispuesto a llevarlos a su vida cotidiana.
¿Ha enumerado los pensamientos que la gente tiene sobre usted? Son
muchos. Pero le aseguro que los pensamientos de Dios son muchos más. Es
un buen ejercicio el contar los pensamientos de Dios. David lo dejó claro en
su salmo: “Si terminara de contar tus pensamientos, me daría cuenta que estoy

9
Nueva Versión Internacional
30
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

a tu lado”. Lo que dice el salmista es: “Puedo dejar de pensar en ellos, puedo
despertar de aquello que parece demasiado extraordinario, pero cuando despi-
erto me doy cuenta de que sigo allí contigo.”

La versión Reina Valera de ese pasaje dice: “Despierto, y aún estoy contigo”.
El sentido de esta palabra es que usted puede pasar mucho tiempo en sus
propios pensamientos (o los pensamientos de personas que le rodean), pero al
despertar de aquello descubrirá que no nació para esa atmósfera de vida. El
secreto de nuestra intimidad con Dios no está en que Él intervenga en nues-
tro mundo de pensamientos, sino en sumergirnos en los suyos. Pero cu-
ando medita una y otra vez en los pensamientos de Dios, pudiera parecerle
estar en un sueño. Sus pensamientos son demasiados extraordinarios y
contradictorios con su realidad presente. David descubrió que de ese sueño
se despierta con una nueva realidad: ahora Dios forma parte de su realidad
presente. Despertará y ¡Él estará aún a su lado!
Es el efecto que buscamos. A muchos les pudiera parecer una locura estar
buscando y contando los pensamientos de Dios. Pero Sus pensamientos no
son conceptos abstractos ni filosóficos, no lo dejan durmiendo en nubes ir-
reales. Sus pensamientos lo despertarán a una nueva realidad: la realidad
de Dios. Cuando captura un pensamiento de Dios, vuelve a su vida diaria
rodeado de Su realidad.
Así termina el Salmo 139:23-24:

“Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba


y sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino,
y guíame por el camino eterno.” 10
¡De eso estamos hablando! Hablamos de los caminos eternos. Es el re-
sultado que buscamos. Creemos en un Dios que ha marcado un camino
eterno. Un camino de verdadero valor en Sus propósitos. El camino que
Dios escribió acerca de nuestras vidas. Nuestros pensamientos y corazón
tienen mucho que ver con eso.
Quizás no pueda cambiar de manera inmediata muchas de las realidades
físicas que lo rodean, pero le aseguro que la realidad de su ser interior puede
cambiar hoy mismo. Y también puedo asegurarle que cuando se sumerja
plenamente en la realidad de Dios, sus caminos cambiarán por completo.
No estamos hablando de un camino lleno de utopías humanas. No hablamos
de un camino sin desafíos o sin conflictos. Hablamos del camino que tiene
sentido transitar. Aquel que nos espera con desafíos y conflictos pero con
un sentido eterno.

10
Nueva Versión Internacional
31
¿QUÉ PIENSA DIOS DE MI?

ALGUNOS PASAJES PARA MEDITAR

Filipenses 4:4-8
“Regocijaos en el Señor siempre.
Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida
de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis
afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante
de
Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y
la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guard-
ará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo
Jesús.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable,
todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna,
si algo digno de alabanza, en esto pensad.” 11

Salmo 10:4
“El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios;
No hay Dios en ninguno de sus pensamientos.” 12

Salmo 33:10-15
“Jehová hace nulo el consejo de las naciones, Y frustra las
maquinaciones de los pueblos. El consejo de Jehová
permanecerá para siempre; Los pensamientos de
su corazón por todas las generaciones. Bienaventurada
la nación cuyo Dios es Jehová, El pueblo que él escogió
como heredad para sí. Desde los cielos miró Jehová;
Vio a todos los hijos de los hombres; Desde el
lugar de su morada miró Sobre todos los moradores
de la tierra. El formó el corazón de todos ellos;
Atento está a todas sus obras.” 13

11
Versión Reina Valera revisada 1960. Énfasis del autor.
12
Versión Reina Valera revisada 1960.
13
Versión Reina Valera revisada 1960. Énfasis del autor.
32
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Salmo 40:4-8
“Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su
confianza, Y no mira a los soberbios, ni a los que se des-
vían tras la mentira. Has aumentado, oh Jehová Dios mío,
tus maravillas; Y tus pensamientos para con nosotros, No
es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de
ellos, No pueden ser enumerados. Sacrificio y ofrenda no te
agrada; Has abierto mis oídos; Holocausto y expiación no
has demandado. Entonces dije: He aquí, vengo; En el rollo
del libro está escrito de mí; El hacer tu voluntad, Dios mío,
me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.” 14

Salmo 92:5-6
“¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová! Muy profundos
son tus pensamientos. El hombre necio no sabe,
Y el insensato no entiende esto.” 15

1 Corintios 2:14-16
“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del
Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede
entender, porque se han de discernir espiritualmente.
En cambio el espiritual juzga todas las osas; pero él no es
juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del
Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la
mente de Cristo.” 16

14
Versión Reina Valera revisada 1960. Énfasis del autor.
15
Versión Reina Valera revisada 1960.
16
Versión Reina Valera revisada 1960. Énfasis del autor.
34

CAPÍTULO 2
Las Palabras de Dios
Juan 5:24-25
“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió,
tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los
muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.” 1

a ce unos días oí una frase dicha por unos jóvenes físicos de la
H congregación, que me dejó pensando: “Dios se muestra de manera
indubitable en la naturaleza y el universo, a través de las leyes que los
rigen”. El universo entero está regido por leyes que son cumplidas de man-
era exacta. La precisión de las leyes que origen al universo sólo puede ser
el resultado de la gestión de un Dios legislador y a Él nada se le escapa de
Su control.
Podemos decir que las leyes que rigen nuestro mundo y el universo entero,
son resultado de las palabras de Dios. Y Él nos ha creado con la capacidad de
hablar. Nuestras palabras cargan mucho más que el sonido que producen.
No voy a ahondar en este tema, el cual ha sido ya repetidamente expresado
por cientos de escritores, videos y conferencias en el mundo, me refiero al
poder de las palabras. Pero sí voy a aludir a un pasaje que lo ilustra todo.
Génesis 2:19-20
“Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda
ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar;
y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.
Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo;
mas para Adán no se halló ayuda idónea para él.” 2

Dios le otorgó al hombre el don del habla y con él, parte de su semejanza.
Dios nos ha dado la capacidad de legislar con nuestras palabras. Una de las
primeras acciones que el hombre aprendió fue la de dar nombre a los ani-
males. Desde el principio de la creación el hombre no ha dejado de hacer eso
mismo: dar nombre a su entorno. De esa manera creamos una atmósfera
a nuestro alrededor.

1,2
Versión Reina Valera Revisada 1960
35
LAS PALABRAS DE DIOS

Podríamos decir que, desde el momento que le damos nombre a personas,


objetos y situaciones, comienzan a tener existencia en nuestra realidad.

Por un lado tenemos a nuestro alrededor un sin número de leyes que


cumplimos sin discutir. Por ejemplo, usted no podría elegir algún día
comenzar a flotar por el aire. Hay leyes físicas y naturales que rigen nues-
tro entorno y comportamiento. Por otra parte, tenemos otro conjunto de
leyes que requieren de nuestra voluntad para ser cumplidas. Leyes de la
nación en que habitamos, reglas sociales y culturales, ellas forman entornos
a nuestro alrededor que afectan nuestra realidad.

Menospreciar el poder de las palabras no les resta importancia ni potes-


tad. Al contrario, otorga nuevos accesos a las palabras incorrectas a nuestra
vida, a través de la ignorancia. Hoy nos interesa conocer cómo las palabras
van creando, modificando y eliminando realidades en nosotros.

LA ACCIÓN DE LA FE

Hebreos 11:3
“Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios,
de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.” 3

Permítame mostrarle lo que este pasaje no


dice. No dice que “por la fe creemos en Dios”. El “Si usted puede concebir
escritor establece la función más importante su universo como la
de la fe: entender. Cuando la fe abre una nueva expresión de las
manera de entender la vida, se activará para palabras de Dios,
llevarlo a vivir cosas extraordinarias e impen- entonces puede estar
sadas. seguro que su fe es
¿Qué debemos entender a través de la fe? Que genuina”
POR LA PALABRA Dios constituyó el universo.
Si usted puede concebir su universo como la ex-
presión de las palabras de Dios, entonces puede
estar seguro que su fe es genuina.
El punto principal de lo que estamos diciendo es que toda persona sobre la
tierra habita un universo creado por la palabra de Dios, pero no todos lo en-
tienden. Lo que cambia tu vida, es la manera en la que entiendes tu universo

3
Versión Reina Valera Revisada 1960
36
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

El escritor a los hebreos está diciendo que por la fe, donde hay montañas
y llanuras, nosotros vemos palabras. En este capítulo hablaremos sobre la
manera de volver al universo de las palabras de Dios.

¿CÓMO COMENZÓ TODO?

Como ya lo hemos hecho antes, vamos a ver cómo comenzó todo esto.
Cuando uso el ejemplo de Adán y Eva, intento descubrir dónde empezó en
mi propia vida. Me pregunto: ¿Dónde comencé a edificar mi propio
universo separado de Dios?
Génesis 3:17-20
“Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del
árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra
por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos
y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu
rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado;
pues polvo eres, y al polvo volverás. Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva,
por cuanto ella era madre de todos los vivientes” 4

Nuestras realidades mentirosas comienzan por obedecer a las palabras


incorrectas. Gracias al fruto del árbol incorrecto, el hombre comenzó a
crear sus realidades, pero esta vez separado de Dios. La sentencia de Dios
fue: “tus realidades separadas de Mí siempre te serán contrarias”. El ser hu-
mano persiste en sus infructuosos intentos de mejorar su pasar en la vida,
y lo único que consigue es espinos y cardos, sudor y muerte.

Si creyendo en Dios, no llego a entender mi universo de manera difer-


ente, entonces nada cambia. Es por eso que el escritor de la carta a los
hebreos dice: “Por la fe entendemos…”. Se trata de entender el universo de
una manera diferente. Entender es la palabra justa, porque siempre esta-
mos intentando entenderlo todo. Y, ¿cómo entiende Su universo? Un hijo
de Dios no va en búsqueda de tocar lo que Dios le habla, sino que busca la
voz de Dios en todo lo que toca. Esa es la acción de la fe.

La primera acción de la fe no es hacerle tocar algo que desea, sino en


hacerle entender primeramente todo lo que toca como un universo
nuevo.

Si su universo no está formado por las palabras de Dios, entonces se llenará de


palabras incorrectas. La sentencia de Dios sobre Adán no fue por el fruto del árbol,
sino por haber obedecido la voz incorrecta.

4
Versión Reina Valera Revisada 1960
37
LAS PALABRAS DE DIOS

Sumergirnos en la realidad de Dios, es sum-


ergirnos en Su universo, donde todo lo que
nos rodea, sea material o inmaterial, está for- “Sumergirnos en la
mado por Su palabra. Eso no quiere decir que realidad de Dios, es
las personas dejarán de hablar o que las situa- sumergirnos en Su
ciones dejarán de ser contrarias. Sumergirme universo, donde todo
en la realidad de Dios es una posición frente lo que nos rodea, sea
a todo lo que me rodea. Si no viene de Dios, material o inmaterial,
deja de tener existencia o valor para mi vida, está formado por Su
porque no pertenece a mi universo. palabra”

ALIMENTO PARA NUESTRO SER INTERIOR

Es imposible evitar hablar de nuestra alimentación cuando de la palabra


de Dios se trata. Eso se debe a que nuestra realidad se va formando por
aquellos alimentos con los cuales se nutre nuestro ser interior. Tenemos
una mesa de la cual nos alimentamos diariamente. El problema es que no
hemos aprendido a seleccionar nuestro alimento y a desechar aquello que
no nos ayuda a crecer sanos en nuestro propósito eterno.
Las palabras tienen un poder asignado por Dios, cualquiera sean sus for-
mas. Pero quisiera mostrarle algo más allá de los sonidos que escuchamos.
Usted puede oír una frase ofensiva, por ejemplo en un programa televisivo,
pero no por esa razón se sentirá agredido. Es decir, no son las palabras
las que nos afectan interiormente, sino nuestra interpretación o reacción
frente a ellas. Pero si a esa misma frase la oye de una persona cercana di-
rigiéndose a usted, es muy posible que despierte emociones de todo tipo.
Ese es el resultado de haber comido un alimento que alguien deposita en
nuestro ser interior. No necesitas comer todo lo que dejan en tu mesa.
Estamos hablando de la posibilidad de no aceptar todo aquello que ponen
en nuestra mesa. Tenemos la tendencia de alimentarnos con todo aquello
que nos ofrecen. Fuimos creados para alimentarnos sólo de la voz de Dios.
Jesús nos muestra que la vida del hijo de Dios debe resaltar en el mundo que
habitamos, por conductas extraordinarias e inesperadas.
38
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

• Ante una bofetada, damos la otra mejilla. Mateo 5:39.


• Si nos piden la capa, damos la camisa también. v. 40.
• Si nos piden llevar una carga un kilómetro, vamos dos. v. 41.
• A quién nos pide, le damos. v. 42.
• Amamos a nuestros enemigos y oramos por quienes nos
persiguen. v. 44.
• Perdonamos las ofensas aún cuando no nos piden hacerlo.
Mateo 6:14.
• Nos gozamos en medio de padecimientos. 1 Pedro 4:13
• Tenemos un especial dominio propio. 2 Timoteo 1:7
• Somos productores de un amor que no depende de ninguna
circunstancia. Gálatas 5:22.
Estas y muchas otras características no pueden
ser el resultado de nuestros méritos humanos, “ Sólo es posible
obedeciendo una lista de requerimientos re- expresar nuestra
ligiosos. Sólo es posible expresar nuestra natu- naturaleza divina
raleza divina cuando aprendemos a habitar en cuando aprendemos a
los ámbitos de Dios cada día de nuestras vidas. habitar en los ámbitos
Así como hay árboles que no dan su fruto si no de Dios cada día de
están rodeados de las condiciones climáticas nuestras vidas ”
adecuadas, nuestra atmósfera interior debe ser
la correcta para que podamos manifestar los
frutos del Espíritu.
Es posible alimentarse continuamente de la
voz de Dios. Porque aun cuando pudiéramos oír palabras contrarias a lo que
Dios nos habla, esa circunstancia nos permite, por una parte, desecharlas
como alimento y, por otra, preguntarnos qué está diciéndonos Dios sobre
el asunto.
La voz de Dios cambia todo en nuestro interior y nos provoca a una
acción externa. Esa voz siempre está queriendo manifestarse en personas
llamadas a la salvación. Cuando dejemos que la voz de Dios sea todo nuestro
universo, comenzaremos a entender este extraordinario salmo:

Salmo 23:5
“Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.” 5

5
Versión Reina Valera Revisada 1960
39
LAS PALABRAS DE DIOS

Tenemos un Dios que no quita a nuestros angustiadores de nuestra pres-


encia. Él nos sirve un gran banquete delante de ellos. Es importante que
aprendamos a disfrutar los banquetes de Dios, más que a padecer o sufrir la
presencia de situaciones que nos producen angustia. Muchas veces Dios nos
habla cuando atravesamos momentos difíciles. El secreto está en sentarse
a la mesa y disfrutar, porque si Dios está hablando, estamos en nuestro
mejor tiempo.

LA VOZ DE DIOS TE RODEA TODOS LOS DÍAS

Comencé de joven mis primeros pasos en el Señor y Su llamado a mi


vida. Las primeras preocupaciones que me embarcaron en búsquedas apa-
sionadas fueron el poder oír la voz de Dios y entender Sus palabras hacia
mí claramente. He regresado muchas veces de esas búsquedas con serias
frustraciones. No sabía si el problema era que Dios no me hablaba o si era
yo el que no sabía oírle o entenderle. Eso fue hasta que comprendí que el
asunto de la comunicación no debe ser una preocupación del hijo, sino del
padre. Debemos aprender a relajarnos con nuestro Padre. Él es quien está
más interesado en que podamos comprender Sus palabras. Él es quién se
preocupa por entender lo que necesitamos.
Oír la voz de Dios es de suma importancia para nuestra vida ya que ella es
la que nos traslada de las tinieblas a la luz, de la muerte a la vida. Pero más
importante es no ponerle freno a Sus palabras en nosotros. Las palabras de
Dios son mucho más que sonidos. Ellas producen en nosotros mucho más
de lo que pudiéramos pensar o esperar. No se trata tan sólo de entender una
nueva idea o convencernos de algo nuevo. Las palabras de Dios cargan Su
potencia y Su vida.
Juan 6:63
“El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he
hablado son espíritu y son vida.” 6
El contexto de este pasaje es poco motivador: los discípulos se quejaban de
la dureza de las palabras de Jesús. Por esa razón Jesús tiene que recordarles
que Sus palabras son más que sonidos, son espíritu y vida. En nuestras
simplezas, muchas veces buscamos palabras que nos inspiren y motiven.
Dejamos pasar palabras de Dios porque muchas veces no tienen la forma
que esperamos. Sus palabras siempre nos edificarán y nos dejarán en una
mejor posición, pero no será por elocuencia o genialidad, sino por la vida
que cargan.

6
Versión Reina Valera Revisada 1960
40
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Las palabras de Dios le rodean y sostienen todos los días. No necesita


oír todas Sus palabras pero, a medida que lo entienda, podrá aprender
a disfrutarlas de manera diferente.

La voz de Dios está presente en todo tiempo y trabaja a su favor.

LA VOZ DE DIOS Y SUS DISEÑOS

Puede estar seguro de que Dios le habla todos los días. Muchas veces me
encuentro con personas sumergidas en dolor por las circunstancias que les
toca vivir. Puede volverse muy difícil encontrar una salida de la adversidad
cuando no aprendemos a oír la voz de Dios. Lo
que frecuentemente sucede es que esperamos
oír las palabras de Dios, y que éstas se identi-
fiquen plenamente con la situación que atrave- “Las palabras de Dios
samos. No siempre es así. Las palabras de Dios están siempre
están siempre plenamente identificadas con plenamente
aquello que Él desea hacer con nuestras vidas. identificadas con aquello
Sus palabras nos llevan a nuestro mejor futuro. que Él desea hacer con
nuestras vidas. Sus
Todo intento desde lo humano por mejorar su
palabras nos llevan a
calidad de vida le llevará a un estado de egoísmo
nuestro
y soledad. Concentrarnos en nosotros mismos,
mejor futuro”
pudiera ser una trampa escondida. El individu-
alismo es un mal que la sociedad no puede aún
solucionar. La religión está lejos de ser la respu-
esta; todo lo contrario, pareciera tener un efecto
potenciador frente a este problema. Si queremos
experimentar crecimiento en la vida que Dios
ha pensado para nosotros, debemos aprender a quebrar el individualismo.
Las palabras de Dios siempre te conectan con Sus diseños.

Sumergirse en la realidad de Dios no se trata de apartarse o aislarse de las


personas o situaciones de la vida. Por el contrario, Sus palabras nos intro-
ducen en la única realidad capaz de unirnos verdaderamente a personas y al
propósito eterno de Dios. Si lo piensa bien, son nuestras propias construc-
ciones internas (pensamientos, experiencias, cultura, etc.) las que nos separan
y dividen. Pero el Señor nos necesita unidos para un plan extraordinario:
las intenciones de Dios con Su Iglesia.
41
LAS PALABRAS DE DIOS

Es de esperar que cuando somos niños en la fe, Dios responda a algunas


de nuestras peticiones elementales. Pero debemos saber que a medida que
vamos creciendo en la fe, Dios espera que seamos nosotros quienes nos vol-
vamos una respuesta del cielo en la tierra. Y eso nos lleva al siguiente punto:
cuando las palabras de Dios se vuelven nuestra realidad, nos convertimos cada
día más en Su palabra expresada en la tierra.

ALIMENTO PARA NUESTRO SER INTERIOR


Jeremías 15:19
“Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré,
y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca.
Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos.” 6

“Delante de mí estarás”. Dios está hablando de un cambio geográfico de


nuestro ser interior. Una vez más, un cambio de realidad presente y eterna.
Jeremías se encuentra desanimado, por todo el proceso de su ministerio.
Va a su Dios una vez más y presenta sus argumentos. Él presenta su amor a
Dios y su dedicación a su llamado. Sin embargo se siente vulnerable y her-
ido. No son las heridas de quien ha fallado, sino todo lo contrario. Jeremías
está herido por hacer lo correcto. Esos sentimientos pueden ser totalmente
abrasadores y difíciles de superar. Es decir, cuando estamos atravesando
dificultades que provienen de errores que hemos cometido, es más sencillo
el proceso de superación. Pero cuando estamos sumergidos en una realidad
que no condice con nuestra conducta, entonces el panorama es diferente.
Dios no exhorta a Jeremías, pero tampoco lo anima. Él establece Su
palabra.
Recordemos que Dios no acepta las invitaciones a nuestras realidades. Él
nos llama a Sus ámbitos. Con Jeremías lo hizo así: “Si te convirtieres…”. ¿Por
qué debía convertirse Jeremías? Él estaba haciendo lo que se suponía debía
hacer. Estaba obedeciendo a Su llamado como se esperaba. Recordemos que
a Jeremías le había sido asignada la tarea de profetizar a Judá en uno de los
peores momentos de su historia. Judá estaba en decadencia y estaba cer-
cana a ser invadida por Babilonia. Sus palabras eran de advertencia, juicio
y condenación, pero no eran oídas. Por el contrario, su vida corría riesgo
permanentemente. Pero Dios le estaba diciendo que se convierta.
Me ha llamado mucho la atención el estudiar este pasaje en su idioma
original. Cuando Dios le dice a Jeremías “si te convirtieres…”, la palabra
convertir se utiliza para traducir dos palabras: Shub y Pané. Juntas estas
palabras dan la idea de un cambio de posición y del aspecto del rostro. En
6
Versión Reina Valera Revisada 1960
42
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

En nuestros días podríamos traducirlo: “Si cambias tu cara…”. Creo que


tiene mucha relación con aquello que Dios le está pidiendo a Jeremías. Mu-
chas veces nuestro rostro refleja el lugar geográfico que habitamos con
nuestro ser interior. Jeremías apenas había terminado de decirle a Dios
que había comido de Sus Palabras y que ellas le habían sido por gozo y por
alegría a su corazón (Jeremías 15: 16). Pero ahora él estaba en angustia por
causa de las acciones de la realidadque le rodeaba. Dios le está diciendo “sal
de allí”. Sumergidos en la realidad de la palabra de Dios experimentamos
Su restauración. Es un traslado total de nuestro ser (espíritu, alma, cuerpo,
emociones, pensamientos, etc.) al lugar del cual nunca debimos salir: “…de-
lante de mí estarás”.

Dios puede restaurar absolutamente todo en nuestra vida si estamos dis-


puestos a sumergirnos en Su realidad. Esta pudiera ser una de las palabras
en la que puede sumergirse en este preciso momento: “Yo puedo restaurar
todo en tu vida”. Cuando permitimos a Dios intervenir en nuestra posición,
Él no mejora nuestro estado actual, sino que nos lleva a un lugar extraordi-
nario: “delante de mí estarás”.

SER LA PALABRA DE DIOS

Hemos dicho que la palabra de Dios es mucho


más que sonidos y códigos (como muchas veces
concebimos las palabras humanas). Sus palabras “Nuestra conversión
tienen un poder transformador. Cuando Dios como hijos de Dios
nos habla, esa palabra carga todo el poder nec- no tiene que ver tan
esario para que su cumplimiento sea efectivo sólo con un asunto de
y lleve frutos abundantes. En nosotros actúa salvación, sino con la
transformándonos cada día, de tal manera que transformación plena y
Sus palabras dejan de ser nuestro entorno y completa de nuestro
comienzan a ser parte de nosotros mismos. Ser ser interior”
la palabra de Dios, significa manifestar a Cristo
en la tierra. El Dios en el que yo creo, no espera
menos de mí. Soy consciente de que hablamos
de algo superlativo e inalcanzable por méritos
humanos. Pero esa sentencia realza el valor y el
poder de la Gracia de Dios.
Jeremías 15:19
“Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante
de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca.” 7

7
Versión Reina Valera Revisada 1960. Énfasis del autor.
43
LAS PALABRAS DE DIOS

Nuestra conversión como hijos de Dios no tiene que ver tan sólo con un
asunto de salvación, sino con la transformación plena y completa de nues-
tro ser interior. Por el contrario, muchas veces sucede que permitimos que
las circunstancias nos sumerjan en realidades incorrectas. Esos sentimien-
tos y pensamientos pueden aún tener sustento en hechos ajenos a nuestras
determinaciones. He pensado alguna vez: “¿Porqué estoy viviendo esto si
estoy haciendo todo bien? No he cometido ningún error suficientemente grave
que justifique esta situación”. De alguna maner exigimos a Dios sus respuestas
frente a esas realidades. Sin embargo Él (una vez más) se niega a intervenir,
si antes no permitimos que Él nos sumerja en Su realidad. “Si te conviertes,
yo te restauraré”. Eso significa poner bajo el juicio de Dios nuestros pensam-
ientos y deducciones, permitiéndole a Él que se expida sobre nuestra vida.
La transformación que Dios produce en nuestra vida es un cambio de
geografía interior total y absoluto. Tan radical es ese cambio, que nos
llevará de las heridas a la restauración, de la angustia al trono de Dios, de la

angustia al trono de Dios, de la desesperanza a


ser como la boca de Dios en la tierra. Jeremías
creía no tener más fuerzas, cuando Dios le “Nuestra tarea,
ofrece un nuevo trabajo: “Comienza a entresacar sumergidos en la
lo precioso de lo vil”. Eso significa que nuestra realidad de Dios, es
tarea, sumergidos en la realidad de Dios, es descubrir lo precioso de
descubrir lo precioso de todo lo que nos rodea, todo lo que nos rodea,
entresacarlo y hacerlo relucir. Es decir, que entresacarlo y hacerlo
pudiéramos estar rodeado de situaciones, perso- relucir
nas incorrectas, enfermedades y escasez, y aún
así ser como la boca de Dios. Ser la expresión
de las palabras de Dios es el resultado final de
una vida sumergida en Su realidad.

UN DIOS QUE HABLA Y ME HACE HABLAR

Es un hecho que nos parecemos a aquello que adoramos. El ser humano


adora por instinto. Eso va mucho más allá de la posición religiosa o filosó-
fica. Permítame mostrarlo de esta manera: Adoramos todo aquello frente
a lo cual nos postramos (ese es el sentido verdadero de la adoración). Cuando
nos rendimos frente a algo o alguien, entonces estamos adorando.
44
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

El siguiente salmo lo expresa de manera clara:


Salmo 115:1-8
“No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, Sino a tu nombre da gloria, Por tu
misericordia, por tu verdad. ¿Por qué han de decir las gentes: ¿Dónde está ahora
su Dios? Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho. Los ídolos
de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan; ;
Tienen ojos, mas no ven; Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen;
Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta.
Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos.” 8

Tenemos un Dios que habla y eso marca la diferencia. La idolatría tiene


muchas formas, y debemos aprender a identificarlas. Nuestra adoración
tiene el poder de sumergirnos en diferentes realidades. Usted puede
comenzar su día de una manera excepcional y estar decidido a disfrutarlo,
pero no puede evitar que personas inoportunas
se crucen en su camino. Cuando las palabras
de las personas tienen el poder de someter sus
emociones, cambiar su rostro o arruinar un día
“ Es de esperarse
de vida, a eso le llamamos postrarse. Si usted que aprendamos
hace un análisis de las situaciones que cambian a postrarnos
su estado de ánimo, y lo compara con los efec- delante del
tos que tienen las palabras de Dios en su vida, Dios Verdadero y
quizá pueda descubrir sus propias idolatrías. Lo Sus palabras ”
importante de tratar este asunto en nuestro in-
terior, es que muchas veces las palabras de Dios
son contrarias a las palabras de hombres o de las
circunstancias. Es de esperarse que aprenda-
mos a postrarnos delante del Dios
Verdadero y Sus palabras.

Cuando aprendemos a rendirnos ante las palabras de Dios, nuestras


palabras son transformadas, nuestros ojos comienzan a ver diferente y
aprendemos a oír las cosas correctas. A eso llamamos sumergirnos en la
realidad de Dios.

8
Versión Reina Valera Revisada 1960. Énfasis del autor.
42

CAPÍTULO 3
Un Paraíso Interior

U na vida ideal es aquella donde todo a nuestro alrededor está resu-


elto, en perfecto estado y funcionamiento. Al menos eso parece
pensar la mayor parte de la humanidad. Lo cierto es que Dios puso
al hombre en un mundo lleno de desafíos y necesidades. La evidencia de
que el mundo creado por Dios suponía desafíos y problemas por solucio-
nar es esta: “Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí
al hombre que había formado” (Génesis 2:8). El mundo debía ser lleno, so-
juzgado y señoreado. Si todo el mundo hubiera estado en perfecto estado
y sin desafíos para Adán, entonces Dios no hubiera necesitado plantar un
huerto para él. El libro de plantar un huerto
para él. El libro de Génesis establece un prin-
cipio fundamental para entender nuestra propia “ Fuimos creados
vida: Fuimos creados para habitar un paraíso
para habitar un
interior y un mundo exterior lleno de desafíos.
paraíso interior
Si el mundo que le rodea no es perfecto, está y un mundo
lleno de desafíos y de problemas por resolver… exterior lleno de
¡Felicidades, ya tiene la mitad de su vida per- desafíos”
fecta! Ahora bien, si aún no considera tener una
vida perfecta, quizás lo que le esté faltando no
sean soluciones externas, sino un paraíso in-
terno.
Romanos 3:23-24
“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de
la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente
por su gracia, mediante la redención
que es en Cristo Jesús.” 1
La obra de Cristo debe desarrollarse en nosotros hasta la restauración
plena de nuestro ser interior. Eso nos llevará a recuperar la posición de
la cual nunca debimos salir: nuestra vida en el paraíso. El apóstol Pablo
establece el resultado máximo del pecado en el hombre: la destitución del

1
Versión Reina Valera Revisada 1960. Énfasis del autor.
47
UN PARAÍSO INTERIOR

ámbito para el cual fue creado, es decir, la Gloria de Dios. Esa atmósfera
de Gloria no tiene que ver con un estado externo y tangible, ni la solución
total de los problemas y situaciones. La gloria de Dios no se manifiesta en
una persona por la abundancia de bienes y riquezas. Todos estos pudieran
ser consecuencias inevitables para el avance del propósito de Dios en una
persona, pero nunca pueden volverse nuestro objetivo.

PARAÍSO EXTERNO O INTERNO


Génesis 13:8-15
“Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros dos,
entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos. ¿No está toda la tierra
delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda,
yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda. Y alzó Lot sus ojos,
y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como
la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese
Jehová a Sodoma y a Gomorra. Entonces Lot escogió para sí toda la llanura
del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro. Abram
acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura,
y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma. Mas los hombres de Sodoma eran
malos y pecadores contra Jehová en gran manera. Y Jehová dijo a Abram,
después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde
el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente.
Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre.” 2

Todo en nosotros clama por vivir en los ámbi-


tos para los cuales hemos sido creados. Podría-
mos decir que el ser humano busca de manera “ Las palabras de Dios
instintiva vivir en un paraíso. La sociedad en la no tienen por objetivo
que vivimos persiste en mejorar su calidad de llevarnos a vivir un
vida, desarrollando productos y tecnología cada paraíso exterior, sino en
vez más avanzada. Esa búsqueda trasciende las transformar nuestro ser
creencias ideológicas y religiosas. por completo. Dios nos ha
Abram y Lot caminaron juntos, hasta que el llamado a expresar Sus
crecimiento les obligó a tomar caminos separa- respuestas con nuestras
dos. En ese punto se evidenció la diferencia de vidas”
juicio que entre ellos había. El paraíso que Lot
buscaba era externo. Muchas veces oigo a per-
sonas decir: “Todavía no veo el evangelio funcio-
nando en mi vida”. Esas sentencias evidencian
una búsqueda clara de un paraíso exterior.

2
Versión Reina Valera Revisada 1960.
48
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Creemos que una palabra de Dios funciona, cuando podemos verla


reflejada en nuestro mundo externo. Frases tales como: “Ya he oído dema-
siada palabra, y veo pocos resultados…”, abundan en los ámbitos religiosos.
Es muy probable que las personas que piensan así nunca hayan oído una
palabra de Dios. Las palabras de Dios no tienen por objetivo llevarnos a
vivir un paraíso exterior, sino en transformar nuestro ser por completo.
Dios nos ha llamado a expresar Sus respuestas con nuestras vidas.

Lot dijo: “¡Aquel lugar parece el huerto de Dios! Seguramente allí debo ir”.
Una vida en el paraíso es una búsqueda genuina, pero debemos entender
a qué paraíso nos ha llamado Dios. Podemos creer en Dios y tener anhelos
genuinos, pero eso no nos asegura un entendimiento acabado de Sus planes
para nuestra vida. Muchas personas usan el nombre de Dios y su propósito
para justificar sus búsquedas personales y los logros alcanzados, pero sus
ojos están cegados para ver la tierra de su llamado. La tierra que Él quiere
entregarnos, Su herencia, nos requiere en un paraíso interior para que nada
externo tenga el poder de distraernos o someternos.

Una vida concentrada en lo externo, se evidencia cuando nuestros estados


de ánimo y motivación provienen de las siguientes fuentes:

1- Personas. Sus palabras, expresiones, gestos y mensajes


2- Situaciones inesperadas
3- Resultados externos. Proyectos, negocios y logros personales
4- Estado físico. Pueden ser enfermedades o el interés exagerado
en el aspecto externo (vestimenta, estado físico, etc.)
5- Éxitos personales del pasado.

Estas y muchas cosas más nos llevan día a día a tomar determinaciones
y a asumir una posición frente a la vida. Cuando nos concentramos en esas
cosas vamos poniendo tiendas.

Es decir, estructuramos nuestra vida en un camino que es difícil desandar. Véalo


en Lot: “…Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas
hasta Sodoma”. El sistema del mundo y sus distracciones están siempre a la
puerta cuando no aprendemos a habitar en el paraíso correcto.

Por otra parte, parecía que a Abram le había quedado la peor tierra. Sin
embargo, luego de esa determinación Dios le habla: Sin embargo, luego de
esa determinación Dios le habla: “Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar
donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la
tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre”. ¡Qué extraor-
dinaria palabra! Cuando habita el huerto de Dios de su interior, todo a su
alrededor está asegurado por Dios a su favor. Usted ha sido llamado para
49
UN PARAÍSO INTERIOR

la obra de Cristo para su interior fue completa.


Cuando aprendamos a habitar en Su realidad,
estaremos listos para las conquistas externas. “ Cuando aprendamos
a habitar en Su
Dios no le dijo a Abram: “no mires hacia aquel realidad, estaremos
lugar, porque allí está Lot”. Dios le hizo mirar listos para las
hacia todos los puntos cardinales. No existe bien conquistas externas”
material, necesario para tu propósito en Dios,
que te sea retenido cuando estás decidido a habi-
tar y permanecer en el paraíso de las palabras
de Dios.

¿QUÉ ES UN PARAÍSO INTERIOR?

Un paraíso interior es la atmósfera perfecta en la que podemos habitar


con nuestro ser interior. Es el ámbito para el cual hemos sido creados. Para
que esa atmósfera sea considerada un paraíso, debemos estar seguros que
ha sido Dios quien la ha creado para nosotros.
Hemos hablado de esto desde el comienzo.
Cuando nos sumergimos en la realidad de Dios, “ Un paraíso
nuestro ser interior habita su mejor estado: un interior es la
huerto especialmente preparado por Él. atmósfera perfecta
en la que podemos
En este capítulo quiero que tomemos algunos habitar con nuestro
pensamientos que nos servirán para entender ser interior”
la vida que Dios ha previsto para sus hijos y sus
beneficios.

Nuestro paraíso interior es un huerto


especialmente plantado por Dios.
Génesis 2:8
“Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente;
y puso allí al hombre que había formado.” 3

Esto presupone un recupero total de nuestra confianza en Dios. Implica


estar dispuestos y disponibles a que sea Dios quien nos lleve al lugar que
Él ha previsto para nuestro ser interior. Significa estar dispuesto a dejar el
lugar en el cual nos hemos puesto nosotros mismos, personas o circunstan-
cias, para ser trasladados a un nuevo estado.

3
Versión Reina Valera Revisada 1960
50
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Dios quiere ponernos en un huerto plantado por Él. El huerto en Edén era
muy especial. La tierra tenía el mandato de producir plantas y árboles, pero
esta vez un huerto había sido plantado. Hay semillas especiales preparadas
para tu paraíso interior. Son palabras especialmente plantadas para ti.

Cuando permitimos que las palabras de personas o nuestros pensamientos


ocupen un lugar más importante que la voz de Dios en nosotros, nos alejamos
de Su realidad y de nuestro paraíso interior. Pero lo cierto es que ese huerto
está disponible hoy para sus hijos. No es un huerto exterior, es una atmósfera
interna para la cual hemos sido creados.

Romanos 3:23-24
“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención
que es en Cristo Jesús.”
La gloria de la cual el hombre fue destituido por el pecado, es restaurada
por la obra de Cristo Jesús. Esa gloria no está reservada para una vida luego
de la muerte. Es la restauración de nuestro ambiente interno para una vida
de conquistas externas.

A medida que la fe obra en nuestra vida, vamos entendiendo más y más


que todo lo que nos rodea está formado por palabras de Dios. Pero para
nuestro ser interior Dios ha preparado un espacio diferente y especial.
Podemos permanecer en nuestro universo de palabras y pensamientos
humanos limitados o podemos permitir a Dios que nos lleve al lugar del cual
nunca debimos salir: el huerto de Sus palabras y pensamientos.

DELICIOSO A LA VISTA
Génesis 2:9.
“Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista,
y bueno para comer…” 4
Su paraíso interior es un espacio preparado por Dios en el cual puedes
habitar por Su Gracia. Usted sabrá que ha comenzado a habitarlo porque
experimentará una nueva manera de concebir la vida.
Dios puso a Adán en el huerto para entrenarlo para su llamado y asignación.
Ese entrenamiento consistía en rodearlo de aquello que es delicioso a la vista.
El sistema de vida que el hombre lleva sin Dios lo entrena permanentemente
para detectar lo negativo y oscuro de aquello que le rodea.

4
Versión Reina Valera Revisada 1960
51
UN PARAÍSO INTERIOR

Puedo recordar algunos momentos especiales


de mi vida donde pude detenerme y disfrutar de “ Cuando nuestro
lo que me rodeaba. El shock de un paisaje bello, ser interior habita
una flor hermosa o quizás la sencillez del gesto el huerto especial
de un niño. Momentos en donde nuestra alma se que Dios plantó para
detiene a disfrutar. Existe un sin número de mo- nuestra vida,
mentos donde podríamos vivir esa experiencia, comenzamos a ver
pero no hemos sido entrenados para ellos. En-
mejor”
tendemos nuestro universo como común y poco
admirable y somos más propensos a descubrir
todo lo que nos amenaza e incomoda.

Ese es el resultado de nuestra ausencia en el paraíso de Dios.

Cuando nuestro ser interior habita el huerto especial que Dios plantó
para nuestra vida, comenzamos a ver mejor. Somos entrenados para de-
tectar lo delicioso a la vista. Los ámbitos de la Gloria de Dios no son tan sólo
experiencias momentáneas, sino un campo de entrenamiento constante en
nuestro ser interior. Si puedes ver lo delicioso, podrás cambiar aquello que
no lo es.
Usted podrá entrar en su casa y ver a su familia
como nunca antes la vio. Claro que todavía no
vemos su perfección totalmente expresada. Es “ Si puedes ver lo
cierto que todavía hay muchos errores. En la re- delicioso, podrás
alidad de Dios, tu mundo exterior te espera con cambiar aquello
desafíos y problemas, pero esos desafíos deben
que no lo es ”
ser enfrentados desde una realidad interna es-
pecífica. Estoy diciendo que si usted puede ver
todos los días en su esposa lo delicioso que Dios
puso en ella, entonces vivirá grandes conquistas
y victorias con sentido eterno a su lado.

Su paraíso interior le entrenará día a día. Ese


entrenamiento le llevará a descubrir todo lo que Dios ha puesto a su alrede-
dor. Descubrirá que todo lo que Dios pone en su vida es delicioso a la vista y
eso le otorgará el poder de transformar el mundo que le rodea.
52
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

BUENO PARA COMER

Un paraíso interior es la atmósfera perfecta en la que podemos habitar


con nuestro ser interior. Es el ámbito para el cual hemos sido creados. Para
que esa atmósfera sea considerada un paraíso, debemos estar seguros que
ha sido Dios.
La vida del hijo de Dios debe ser alimen-
tada de manera constante con las palabras
“ La vida del hijo de que salen de la boca de Dios. Muchas veces
Dios debe ser atravesamos momentos de debilidad. Quizás
alimentada de le haya sucedido alguna vez que se sintió débil y
manera constante cansado, pero es un cansancio especial, porque
con las palabras que no se va con horas de sueño. Me ha sucedido
salen de la boca más de una vez. Si yo fuera una persona que
de Dios ” no tiene la vida de Dios, entonces creería que
estoy estresado. Pero no acepto esa palabra en
mi vida (no con el Dios en el cual he creído). Cu-
ando mi ser interior está débil es porque no se
ha alimentado lo suficiente o se ha alimentado
incorrectamente.
Dios sabía que si Adán aprendía a reconocer lo bueno para comer, tam-
bién podría reconocer aquello que debe ser desechado. Nuestro paraíso
interior nos entrena. Si nos humillamos y permitimos a Dios introducirnos
en Él, entonces vamos a recuperar la capacidad de alimentarnos de lo bueno.
El huerto que Dios plantó para nuestro ser interior tiene un poder extraor-
dinario. Esa atmósfera prevé todo nuestro alimento en Dios. Nos sacia
completamente, de manera que no necesitamos alimento externo. Aunque
muchas veces Dios nos habla por medio de personas y circunstancias, Él
necesita que aprendamos a reconocer lo que es bueno. No toda palabra en la
boca de personas es buena para comer (aunque tengan la apariencia de ser
buenas). Pero puede estar seguro que si una palabra sale de la boca de Dios
será buena para comer.

Si usted le permite a Dios introducirlo en Su paraíso, entonces comenzará


a experimentar un crecimiento y una madurez de manera extraordinaria
y acelerada.
53
UN PARAÍSO INTERIOR

EL ARBOL DE LA VIDA
Génesis 2:8-15
“Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre
que había formado. Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso
a la vista, y bueno para comer; también el árbol
de vida en medio del huerto” 5

Cuando habitamos el huerto de Dios en nuestro ser interior, Cristo es


nuestro centro. El árbol de la vida en medio del huerto aseguraba que en
todo lo que Adán hiciera, pudiera verlo y cruzarlo en sus trayectos cotidianos.

Esta realidad en nuestro ser interior se ve re-


flejada cuando no hay dualidades en las difer-
entes actividades que realizamos en el día. El “ Cuando
ritmo de vida que llevamos hoy nos provoca a habitamos el
crear pequeñas islas donde realizamos difer- huerto de Dios en
entes actividades necesarias. Una isla es nues-
nuestro ser
tro trabajo y otra nuestra casa. Cambiamos
nuestra postura y nuestros objetivos. Nuestro interior,
ser interior comienza a entrenarse para fuertes Cristo es nuestro
cambios internos de actitudes, emociones, ex- centro”
periencias y conocimientos. Los límites entre
las islas se pueden volver tan fuertes que a
veces la gente parece olvidar si trabaja para
mantener a su familia, o si tiene una familia y
de esa manera vive para su trabajo.

Cuando perdemos a Cristo como centro de toda nuestra vida, la iglesia


puede ser otra isla para nuestro ser interior. Oigo muy frecuentemente a
la gente decir: “hoy no podré ir a la iglesia, porque tengo que trabajar”, o
“necesito pasar más tiempo con mi familia y es por eso que no estoy yendo
a la iglesia con mucha frecuencia”. Más allá de los hechos puntuales que
nos llevan a esas circunstancias, la mentalidad edificada puede ser muy
peligrosa. Dios no habita nuestras islas, Él nos quiere viviendo en Su
paraíso y de manera completa. El Dios en el que yo creo me quiere completo
para Él.

En el huerto de Dios, Cristo es el centro. Allí no hay dualidades, porque


todo lo que haces tiene algo en común: vives por y para Cristo.

5
Versión Reina Valera Revisada 1960
54
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Colosenses 3:23-24
“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia,
porque a Cristo el Señor servís.” 6

Podríamos pensar que habitar el huerto de Dios en nuestro ser interior nos
podría aislar del mundo que nos rodea. En realidad sucede todo lo contrario.
Esa habitación es la única que tiene una verdadera posibilidad de unir todo
nuestro ser de manera coherente y sustentable. Gran parte del estrés que se
vive en el mundo de hoy, no tiene que ver necesariamente con el fracaso o con
las situaciones adversas. Mucha gen,te vive sumergida en estrés por causa de la
rutina que deben cumplir todos los días. Su ser interior debe cambiar una y otra
vez de postura, actitud y aptitudes según la circunstancia. Es entonces cuando
comenzamos a crear una coraza de apariencias que den un respiro a nuestro
corazón. Este fenómeno es más común de lo que pudiéramos imaginar. Creo
que esa es la mejor manera de vivir aislados del mundo que nos rodea.

El paraíso de Dios nos genera una perfecta comunicación con nuestro


entorno y con las personas que nos rodean. La razón es clara: allí se hace posi-
ble producir frutos que fortalecen nuestra comunión y conexión con la vida.
Estamos hablando de verdadero amor, paz, bondad, piedad, afecto, justicia;
hablamos de la realidad de Dios.

UN RIO INTERIOR

Génesis 2:18-15
“Y salía de Edén un río para regar el huerto,
y de allí se repartía en cuatro brazos…” 7, 8

En una oportunidad estaba Jesús en una barca con sus discípulos, cuando
se levantó una terrible tempestad. Los discípulos comenzaron a preocu-
parse por la posibilidad de que la barca se hundiera, sin embargo Jesús
dormía tranquilamente. Cuando los discípulos despertaron a Jesús, sucedió
algo que siempre me llamó la atención. Todos sabemos que Jesús reprendió
al viento y el mar se calmó. Pero lo que llama mi atención es la exhortación
de Jesús a sus discípulos. Cuando la amenaza de la tormenta pasó, Él les
llamó la atención a todos en el barco: “¿Por qué tienen tanto miedo?” 9 . La
razón por la cual no deja de asombrarme este hecho, es porque en esa barca
había hombres que vivían del mar. Cuando era niño hicimos un viaje en
avión con toda la familia a Brasil, nos preparamos por meses para ese viaje,

6, 7, 8, 9
Versión Reina Valera Revisada 1960
55
UN PARAÍSO INTERIOR

porque para mí y mis hermanos era el primer viaje en avión que haría-
mos. Cuando subimos al avión experimentamos toda una mezcla de sensa-
ciones que nos llevaba de los nervios a la risa en segundos. Durante el viaje
tuvimos un período de turbulencia serio. No conocíamos nada de un viaje
en avión. Ninguno de nosotros sabía que el ala de los aviones podía doblarse
de esa manera, pero cuando vimos la cara de
papá, toda preocupación se disipó. Ahora quisi-
era que usted se posicione en la barca con los “ La madurez de un
discípulos y piense por un momento cómo se hijo de Dios se
sentiría si en medio de la tormenta viera a Pedro manifiesta en la
desesperado. Ese sería el paralelo a estar en un capacidad de confiar
avión y ver al piloto orando en medio de una en Él y mantenerse
turbulencia. Ninguno de los discípulos imaginó
en una posición
que se podría reprender al viento como Jesús lo
hizo. ¿Cuál fue su falta de fe? Ellos estaban tan firme
concentrados en la tormenta, que se les pasó y de paz ante
por alto lo que era aún más asombroso: ¡Jesús la adversidad”
dormía! Ante semejante tormenta Jesús podía
mantener la paz suficiente para descansar. Que
importante es entender que nuestro estado de
ansiedad ante las tormentas de la vida, no son
compartidas con el Dios a quién clamamos.
Aunque más de una vez quisiéramos que nos
respondiera con el mismo ímpetu con el cual muchas veces oramos, debe-
mos saber que no será así. La madurez de un hijo de Dios se manifiesta en
la capacidad de confiar en Él y mantenerse en una posición firme y de paz
ante la adversidad.

¿De dónde proviene la fuente que alimenta tu vida día a día?

Juan 7:38
“De aquel que cree en mí, como dice la Escritura,
brotarán ríos de agua viva.” 10

Cuando permitimos al Espíritu Santo ser nuestra fuente central de vida,


comenzamos a experimentar el paraíso de Dios en nuestro ser interior. Esa
realidad pasa a ser expresada en nuestras determinaciones y reacciones
diarias. Cuando esto sucede, las realidades externas comienzan a tener cada
vez menos gobierno sobre nuestras respuestas.

10
Versión Reina Valera Revisada 1960
56
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Como niños, debemos comenzar a ver a Jesucristo cuando las tormen-


tas de la vida se levantan. Si podemos ver Su paz con mayor potencia que
las circunstancias, entonces podremos imitarle. Muchas veces intentamos
llevar adelante el llamado de Dios en nuestras vidas, alimentándonos con
ríos que no provienen del paraíso de Dios, de esta manera nos volvemos
altamente vulnerables. Cuando permitimos que ríos externos atraviesen
nuestro ser interior, puede ser peligroso. Algunos pueden ser tan fuertes y
violentos que produzcan desastres.

Dios ha provisto un río que se inicia en intimidad. Es imprescindible


el recupero de una vida íntima con el Señor. El río de Dios en nuestro ser
interior podrá salir torrencialmente hacia el exterior, pero por dentro es si-
lencioso, constante, persistente y altamente nutritivo, para hacer prosperar
Su obra en nosotros.

Nos ha tocado ser parte de una generación


que no entiende la palabra intimidad. En estos “ Dios ha provisto un
tiempos, si se piensa, se habla. Y mejor aún si
río que se inicia en
se habla sin pensar. Jesús enseñó a sus discípu-
intimidad.
los el secreto de una vida en el paraíso interior:
“cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la Es imprescindible
puerta, ora a tu Padre que está en secreto” 11 . El el recupero de una
Padre está en lo secreto. El lugar de encuentro vida íntima con el
del Padre contigo es en el huerto que Él plantó Señor”
para ti. Cuando eso sucede, ríos comienzan a
brotar del interior alimentando cada palabra.

Dios le dijo a Adán que labrara el huerto, eso


es algo muy importante. Dios puso a Adán en
el lugar perfecto y le pide que lo labre. Nuestra
verdadera labor debe ser en lo íntimo. La vida de Dios en nosotros asegura
todo lo externo como una consecuencia por expresar lo logrado en el inte-
rior. Me ha sucedido muchas veces que tengo todo el entusiasmo para pro-
ducir cambios y ser productivo en diferentes desafíos, pero al trabajar no
veo resultados. Cuando cosas así nos suceden, comenzamos a ver a la gente
que no responde, la falta de recursos, nuestras debilidades y entonces per-
demos el entusiasmo y el anhelo del comienzo. Necesitamos recuperar ese
entusiasmo, nuestro primer amor. Pero no debemos olvidar que en donde
nos volvemos efectivos en todo lo que Dios pone en nuestro camino es:
labrando nuestro huerto interior. Es decir, cuidando cada palabra dada por
Dios y haciendo de todas ellas nuestra máxima realidad.

12
Versión Reina Valera Revisada 1960
57
UN PARAÍSO INTERIOR

Cuando nuestras fuerzas se concentran plenamente en lo externo y no


cuidamos nuestra realidad interior y nuestro crecimiento, es Dios mismo
quien nos pone límites. Él es un Padre responsable y no nos permitirá tran-
sitar caminos que nos llevan a la destrucción o a alejarnos de Su propósito.

Proverbios 11:13
“El que anda en chismes descubre el secreto; mas el de
espíritu fiel lo guarda todo.” 12

Nos sumergimos en la realidad de Dios, porque Él ha asegurado para


nuestro ser interior un río vivo y continuo, suave y constante que alimenta
y asegura los frutos del Espíritu en nosotros.

RÍOS AL EXTERIOR

Todo el mensaje del Evangelio de Dios nos lleva a entender el trato de


Dios con el hombre y sus efectos inevitables en lo externo. Aún la naturaleza
habla del método de Dios. Si tiene genética, condiciones internas y atmós-
fera correcta, prosperará y dará frutos.

La vida con el Espíritu de Dios no puede hacerse tardar en ser productiva


hacia otros y en producir resultados en Su llamado. Es la vida de Dios cor-
riendo en nosotros. No es concebible que debamos ser instados una y otra
vez a producir lo que agrada a Dios y aquello que hace a nuestro propósito.

El río de Edén se repartía en cuatro ríos. Su caudal se volvía tan potente


en Edén que alcanzaba para reproducirse en cuatro ríos hacia el exterior.
Es por eso que cuando creemos en Cristo, de nuestro interior corren ríos de
agua viva. Por lo menos cuatro tipos de ríos deben correr para transformar
el mundo que nos rodea.

1. PISÓN
Es el río de la prosperidad. Es mucho más que riquezas y dinero. El
parámetro de las riquezas y las finanzas es matemático, pero el parámetro
de la prosperidad es de propósito.

Pisón tenía oro, bedelio y ónice. Metales y piedras preciosas que siem-
pre son señales de progreso innovador. Si un río se produce desde nuestro
paraíso interior, nuestro exterior deberá manifestar la prosperidad que nos
impulsa a la manifestación de nuestro llamado.
58
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Si eres el apóstol Pablo, Pisón proveerá una prisión domiciliaria en Roma,


con pasaje en crucero de aventura incluído. Eso es prosperidad según Dios.
Roma proveyó por años todo lo necesario para la mantención del apóstol
Pablo y sus consiervos, para que sus cartas pudieran ser escritas desde el
corazón del imperio. Para Pablo, todos los caminos salen de Roma. Para
muchos sería una tortura esa atmósfera de vida, pero muestras abundantes
tenemos de que el apóstol Pablo había aprendido a habitar en el huerto de
Dios.

2. GIHÓN
Su nombre significa corriente. Gihón es el río perfecto para el trans-
porte. Un río que corre y recorre mucho terreno. Cuando aprendemos a
permanecer en los ámbitos de Dios, todo en nosotros aprende a correr.
Dios nos impulsa a una vida activa. Una vida verdaderamente serena y
llena de paz en el interior, se manifiesta en actividad intensa y redentiva
en el exterior. Muchas veces he cometido el error de creer que personas de
apariencia pacífica y serenas en el exterior, condice con una vida de paz in-
terior. He descubierto que cuando una persona no vive en acción externa, se
debe a batallas internas que permanecen por años. Si lo piensa tiene mucho
sentido: Las guerras internas se llevan toda nuestra energía y consumen
toda nuestra capacidad creativa y resolutiva.
Dios nos ha llamado para expresar la redención de Cristo en el mundo. No
es aceptable una vida lenta e inactiva. Pero esa realidad externa debe nacer
de la realidad de Dios: ríos de agua viva brotando del interior.

3. HIDEKEL
Hidekel es el río que traspasa fronteras y límites. Nuestra vida en el
huerto de Dios, nos hace de exportación. Mucha gente queda atrapada por
ilusiones de viajes internacionales, creyendo que en eso se basa su llamado.
De alguna manera, todos hemos sido llamados a ser de exportación. Eso
se debe a que en nuestro llamado pertenecemos a otro reino, y eso es un
misterio.
Se es de exportación desde una vida interior coherente. Pareciera ser
una contradicción, pero no lo es. En una ocasión el apóstol Pablo insta a los
corintios a realizar una acción en la que él debía estar presente. Sin em-
bargo, les dice que estaría ausente en cuerpo, pero presente en el espíritu 13.
Somos de exportación como producto de una vida en el espíritu sumergida
en la realidad de Dios.
13
Versión Reina Valera Revisada 1960 - 1 Corintios 5:3
59
UN PARAÍSO INTERIOR

En mis primeros años de ejercicio en el min-


isterio, comenzaba a viajar y predicar en difer-
entes lugares. Al volver de muchos de esos “ Somos de
viajes, mi padre me sentaba y me pedía cuentas exportación
del viaje. Frente a algunos hechos y circunstan- como producto
cias negativas de esos viajes, él me decía: “Abel, de una vida
yo pasé por esas circunstancias en el pasado. No en el espíritu
debes permitirte volver a pasarlas vos también. sumergida en la
No debes aceptarlas, porque si lo aceptas y lo realidad de
atraviesas retrocedes en el camino que transita- Dios ”
mos juntos y me haces retroceder a mí también”.
Eso me ayudó a quitarme rápidamente los deseos
de viajar por viajar y también a entender la difer-
encia entre ir a otro país y ser verdaderamente
de exportación.

Tres cosas hacen que un producto o mensaje se vuelva de exportación


desde su inicio:
1. Una búsqueda continua de la perfección. Lo perfecto en los
términos de Dios es aquello que expresa su mejor posibilidad
hoy, pero que está en la búsqueda de lo mayor para mañana 14.

2. Ser persistente en el tiempo. La persistencia y la fidelidad son


siempre requeridas cuando de exportación se trata. Una vida
sumergida en la realidad de Dios nos eleva por encima de todo
ciclo humano, nos lleva a una vida de crecimiento sostenido.
Eso significa darle un mensaje al cielo: “Aquí me vas a encontrar”.

3. Ser altamente requerido. No podemos ser de exportación a menos


que descubramos algo único y altamente necesario para el mundo
que nos rodea. Usted tiene el monopolio de una parte de Cristo que
necesita ser expresada en la tierra. Eso y nada más que eso, le hace
requerido en los términos de Dios. Frecuentemente oigo cómo nos
preocupa preparar a los jóvenes para escoger su carrera
universitaria, pero pocas veces descubro esa misma preocupación
para que nuestros jóvenes descubran lo único e irrepetible que hay
de Cristo en ellos. Usted no es otro intento de Dios en la tierra. Él
tiene sólo un plan A con su vida, para el cual no se prevén fallas.
Sumérjase en Su realidad y todo el mundo clamará por la
manifestación del Cristo que usted carga.

14
Versión Reina Valera Revisada 1960 - Filipenses 3:12-15
60
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

4. EUFRATES
Eufrates significa abrirse paso. Es el río que no busca el camino más fácil,
sino que se abre paso entre la roca hasta marcar su propio camino. Una vida
en el paraíso interior nos lleva a manifestar un carácter forjado por Dios
apropiado para una vida de propósito sin retorno.

Si decidimos creer en el llamado de Dios, debemos estar preparados para


la confrontación. No se espera de nosotros que huyamos de la confront-
ación, se espera que resistamos frente a ella hasta que huya. Así lo expresa
Santiago:
Santiago 4:7
“Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes.”

Siempre me pregunté: ¿Por qué razón, si me encuentro resistiendo, luego


mi enemigo huiría? Lo que sucede es que si nuestros enemigos nos atacan,
sólo lo hacen por nuestra ignorancia. Ellos esperan que nunca descubramos
el poder que hay en nosotros. Pero mientras más mantenga su guardia ar-
riba, descubrirá que el poder que opera en usted es superlativamente supe-
rior a cualquier confrontación con la que pudiera encontrarse. Es entonces
el enemigo quien huye, porque él sabe que si se queda un minuto más, su
destrucción total es el escenario más probable.

Usted ha nacido para la confrontación, tanto como un varón


espartano para la guerra. La confrontación es siempre la antesala de la
gloria. Gloria es su destino, y lo dice el Cristo que corre por sus venas.

EL PARAÍSO PERSONAL DE DIOS Y SUS DISEÑOS GLOBALES.

Para terminar este capítulo me gustaría presentarle algunos pasajes que


nos eleven a un nivel mayor de entendimiento de los planes eternos de Dios.
Su Iglesia se compone de hombres y mujeres que han aprendido a habitar
en Su huerto. Sumamos a los diseños de Dios en la medida que aprendemos
a salir de todas nuestras realidades humanas y naturales, y nos sumergi-
mos por completo en la realidad de Dios, la cual es perfecta y completa.
61
UN PARAÍSO INTERIOR

Cantares 4:12-16
“Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía; fuente cerrada, fuente sellada.
Tus renuevos son paraíso de granados, con frutos suaves, de flores de alheña y
nardos; nardo y azafrán, caña aromática y canela, con todos los árboles de incienso;
mirra y áloes, con todas las principales especias aromáticas. Fuente de huertos,
pozo de aguas vivas, Que corren del Líbano. Levántate, Aquilón, y ven, Austro;
soplad en mi huerto, despréndanse sus aromas. Venga mi amado a su huerto,
y coma de su dulce fruta.” 16

Cantares 5:1
“Yo vine a mi huerto, oh hermana, esposa mía; he recogido
mi mirra y mis aromas; he comido mi panal y mi miel, mi vino y mi leche
he bebido. Comed, amigos; bebed en abundancia, oh amados.” 17

Cantares 6:2
“Mi amado descendió a su huerto, a las eras de las especias,
para apacentar en los huertos, y para recoger los lirios.” 18

Joel 3:17-18
“Y conoceréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que habito en Sión,
mi santo monte; y Jerusalén será santa, y extraños no pasarán más por ella.
Sucederá en aquel tiempo, que los montes destilarán mosto, y los collados
fluirán leche, y por todos los arroyos de Judá correrán aguas; y saldrá una
fuente de la casa de Jehová, y regará el valle de Sitim.” 19

16, 17, 18, 19


Versión Reina Valera Revisada 1960.
63

CAPÍTULO 4
Dios Habla de Mí
Mateo 5:11-12
“Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga
y levante contra ustedes toda clase de calumnias. Alégrense y llénense de júbilo,
porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron
a los profetas que los precedieron a ustedes.” 1

P udiera parecer un pequeño detalle, pero el lugar que ocupa aquello


que la gente habla de nosotros es de suma importancia al momento
de edificar una vida con crecimiento sustentable. Ya hemos
hablado de la importancia de las palabras, pero en este espacio nos enfo-
caremos en la forma puntual que adoptan las palabras para afectar nuestra
realidad diaria. Esta vez no se trata de lo que las personas nos dicen, sino
de aquello que la gente habla sobre nosotros con terceros. Hablan mucho
de nosotros sin que lo sepamos y de alguna manera es muy bueno no saber
todo lo que dicen. Si usted quiere tener una idea de cuánto hablan de usted,
voy a enseñarle una fórmula altamente precisa: lo que debe hacer es enu-
merar las veces que usted mismo habla de personas que no están presentes
en las conversaciones de todo un día. Una vez que haga la suma, puede
presuponer que todas esas veces han hablado de usted en algún lugar del
mundo.
Acabo de suministrar una dosis de realidad
que quizá no sea muy saludable. No estamos lis-
tos para tratar con todas las palabras que hablan “Aquellos que saben
de nosotros. Esto se debe a que las personas son tratar con las palabras
más sinceras sobre lo que piensan acerca de que las personas hablan
nosotros cuando no estamos presentes, y esa en su ausencia, tendrán
sinceridad (aunque pudiera no basarse en la ventaja en el mundo
verdad) nos puede molestar bastante. A Jesús que nos toca vivir”
le sucedió 2 . Él sabía que la gente hablaba de
su persona, y por lo tanto les preguntó a sus
discípulos qué decía la gente sobre Él. Muchos
tuvieron una lectura altamente errónea sobre
1
Versión Reina Valera Revisada 1960.
64
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

quién era Él, pero eso no afectó a Jesús. Por el contrario, estaba buscando
una excusa entre esas palabras para producir un efecto positivo en las per-
sonas que le rodeaban.

Es posible hacer una fortaleza de aquel flanco que para muchos es alta-
mente débil y expuesto. Aquellos que saben tratar con las palabras que las
personas hablan en su ausencia, tendrán ventaja en el mundo que nos toca
vivir; y el evangelio de Dios responde de manera precisa sobre este asunto.

LAS PERSONAS HABLARÁN

Una manera de tratar este asunto en nuestro ser interior es estar atento
a cuántas veces hablamos de personas no presentes. Se sorprenderá al hac-
erlo, porque no solemos estar conscientes de esto. Cada vez que hablamos
de alguien, otra persona está hablando de nosotros. Eso le ayudará a cuidar
sus palabras, porque el problema no es el hablar de otros, sino que debemos
cuidarnos de los juicios que ejecutamos. El mundo sería mucho mejor si
evitáramos hablar de manera ociosa sobre otras personas, cuando éstas no
están presentes.

Ya he dicho que somos altamente propen-


sos a esperar que Dios intervenga en nuestro “El resultado de la obra
mundo externo. En este caso significa esperar del evangelio en una
que la gente deje de hablar de mi persona, o es- persona, es la
perar que cada vez que lo hagan, hablen bien. transformación de
Sin embargo, Jesús es claro en su mensaje; “las sus reacciones y
personas hablarán”. El resultado de la obra del respuestas ante
evangelio en una persona, es la transformación las diferentes
de sus reacciones y respuestas ante las difer- circunstancias”
entes circunstancias. Quiere decir que muchas
veces Dios no cambiará las circunstancias, sino
que Él quiere cambiarnos a nosotros.

¿Es posible ser feliz cuando estamos siendo calumniados? Sí, es posible
cuando nos determinamos a sumergirnos en la realidad de Dios. Jesús dijo:
“Serán dichosos cuando hablen mal de ustedes mintiendo”. ¡Qué distante
puede volverse esa declaración a lo que vivimos diariamente! En general,
cuando llegamos a saber que alguien habla mal de nosotros, el enojo es la
primera reacción instintiva. Podría decir que casi de manera diaria me en-
cuentro con este tipo de problemas. Hay personas que pasan meses cargando
65
DIOS HABLA DE MÍ

con angustias y dolores por causa de que otros hablaron mal de ellos.
Un sencillo comentario de pasillo puede volverse una compleja red que en-
maraña corazones descuidados. Un rumor comienza por una leve sospe-
cha nacida en ojos de quien no ve claramente, luego se alimenta por oídos
no percatados del daño potencial, para terminar en una bola de nieve que
destruye todo a su paso sin medir consecuencias.

Me cautiva la practicidad de esto, porque estamos hablando de una trans-


formación que resuelve asuntos puntuales en nuestras vidas. Nos ayuda
a reducir pérdidas de tiempo y energía que nos detienen en nuestro crec-
imiento.

Guerras y odios entre países comenzaron por entredichos y malos enten-


didos. La historia está cargada de hechos cuyos protagonistas no son per-
sonas, sino sus palabras mal pensadas. Tan poderosa puede ser esta arma
casi mortal, que se ha vuelto una herramienta muy efectiva en el mundo
político, social y económico del cual somos parte. Empresas que invierten
millones en campañas de desprestigio a la competencia. Políticos que no
dudan en pagar juicios millonarios tan sólo por sembrar una duda en el
público acerca de su contrincante de campaña.

Las abundantes evidencias demuestran la imperiosa necesidad de que


Dios pueda tratar en nuestro corazón con este asunto.

TRANSFORMANDO TRISTEZA EN ALEGRÍA

Jesús otorgó a sus discípulos un gran poder al hacerles saber de qué man-
era pudieran ellos transformar una circunstancia desagradable en una
razón para gozarse. Cuando abrazamos la causa de Jesucristo, adquirimos
la capacidad de que todo comportamiento humano externo a nuestras vidas
se quede allí, en el exterior. Si vivimos para Jesucristo, ya nada de lo que
sucede en nuestras vidas es común ni casualidad. Nuestros sufrimientos
son tomados como participación del propósito eterno de Dios y las palabras
contrarias que otros hablan a nuestras espaldas, ya no podrán detener lo
que Él determinó a nuestro favor.
66
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Este principio debe ser ejercitado en nosotros.


Recuerde que Dios no quitará a las personas que
hablan mal de usted. Por otra parte, Jesús nos “Si vivimos para
insta a adoptar la causa del propósito de Dios en Jesucristo, ya nada
nuestras vidas, como seguro contra toda palabra de lo que sucede en
contraria. Pero este cuadro abre una directiva nuestras vidas es
en modo imperativo: “Alégrense y llénense de jú- común ni
bilo, porque les espera una gran recompensa en casualidad”
el cielo”. Hasta pareciera que Jesús les estuviera
ordenando que se alegren, y de alguna manera
es así. La razón es sencilla, si no aprendes a go-
zarte ante este tipo de situaciones, seguramente
tendrán el poder de distraerte, desenfocarte y
abortar los planes de Dios para un momento
puntual de tu vida.

Gozarse es imperativo cuando creemos en Dios. Nos hace saber a nosotros


y a quienes nos rodean, cómo es el Dios en el cual creemos. Nos hace re-
cordar que ya no vivimos para nosotros mismos, sino que toda nuestra vida
fue absorbida en Cristo. Si hablan mal de mí, lo hacen de Cristo, porque en
Él fueron quitados todos mis errores y mis aciertos humanos. Eso es parte
de la realidad de nuestro espíritu, sólo que a veces nuestra mente y corazón
no han sido notificados.

DIOS HABLA DE USTED


Efesios 2:10
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras,
las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” 3

Ya hemos visto que Dios nos habla continuamente, pero ahora debemos
saber que, además de eso, Él habla DE nosotros. Puede verlo de la siguiente
manera: cuando una persona habla mal de usted, le prepara un camino
contrario por el cual usted deberá transitar. ¿Le ha sucedido alguna vez?
Llega a un lugar y las personas le están mirando de manera extraña. Usted
se da cuenta, pero persiste en hacer aquello para lo cual llegó. Sin embargo,
después de un tiempo comienza a sufrir las consecuencias de una guerra
para la cual no estaba preparado; porque alguien estuvo antes hablando
mal de usted. También sucede lo mismo en sentido positivo. Mucha gente
obtiene buenos puestos de trabajo gracias a las recomendaciones de alguien
más.

3
Versión Reina Valera Revisada 1960.
67
DIOS HABLA DE MÍ

De esa misma manera, Dios prepara nuestro


camino. Pero debemos saber que esos caminos
son siempre extraordinarios. Recordemos las “Una casa es digna
recomendaciones de Jesús al enviar a sus dis- de recibirlo, si Dios
cípulos: ha hablado de usted
antes de su llegada,
Mateo 10:12-14 preparando el
“Y al entrar en la casa, saludadla. Y si la casa camino de
fuere digna, vuestra paz vendrá s antemano”
obre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz
se volverá a vosotros.
Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras
palabras, salid de aquella casa
o ciudad, y sacudid el polvo de
vuestros pies.” 4

Una casa es digna de recibirlo, si Dios ha hablado


de usted antes de su llegada, preparando el camino
“Desde el momento de antemano. Jesús no les enseñó técnica alguna para
que se determina lograr que una casa fuera convencida sobre el
a abrazar el mensaje del evangelio. Tan sólo les dijo “salúdenla”,
propósito de Dios y con esa acción sabrían si ese lugar era digno de
para su vida y a tenerles allí.
sumergirse en Su
realidad, Él Si lo piensa bien, es todo lo que usted necesita para
comienza a hablar detectar la atmósfera de un lugar; un saludo correcto.
de usted” En nuestro saludo debemos transmitir este mensaje:
“Tengo en mi persona el bien de Dios para cada
uno de ustedes y Su paz quedará reposando en
este lugar luego de que me vaya”. Ese es el resul-
tado de una persona que ha aprendido a sumergirse
en la realidad de Dios. Cuando nos dejamos llevar por
las palabras de personas y las atmósferas que son
contrarias, entonces hacemos crecer el conflicto y la confusión.

El apóstol Pablo lo explica clarament. Los creados en Cristo (en la reali-


dad de Dios), tienen un camino escrito y preparado de antemano. Desde el
momento en que se determina a abrazar el propósito de Dios para su vida
y a sumergirse en Su realidad, Él comienza a hablar de usted. De hecho,
pudiera estar hablando de su persona ahora mismo, preparando para usted
una semana extraordinaria de bien y crecimiento.

4
Versión Reina Valera Revisada 1960.
68
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

DIOS DEFIENDE NUESTRO CAMINO

Salmos 3:5-7
“Yo me acosté y dormí, y desperté, porque Jehová me sustentaba. No temeré a diez
millares de gente, que pusieren sitio contra mí. Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío;
porque tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla; los dientes de los perversos que-
brantaste.” 5

Cuando nos sumergimos en la realidad de Dios, le otorgamos mayor


poder a Sus palabras en nosotros que a cualquier otra palabra contraria. De
esa manera también nosotros hablamos bien del Dios en el cual creemos.
Cuando permitimos que otras personas afecten nuestro ser interior para
mal, de manera indirecta estamos diciendo que el Dios en el cual creemos
y sus palabras no son suficientemente poderosas.

Su Padre nunca permitirá que las palabras


de personas sobre usted traspasen el límite que
Él ha impuesto. Eso debe estar claro desde el
primer momento del día. Puede levantarse y “Cuando nos
comenzar a pelear contra el mundo que le rodea sumergimos en la
o puede hacerlo y preguntarse: “¿Por qué des- realidad de Dios, le
perté hoy?”. Si su respuesta es: “Porque mi Dios otorgamos mayor
me sustenta”, entonces tiene asegurado el día poder a Sus palabras
a su favor. Aunque diez millares de personas en nosotros que
quisieran armar una realidad contraria a su al- a cualquier otra
rededor, no habrá temor en su corazón. No lo palabra contraria”
olvide, usted está sumergido en la realidad de
Dios. Y por último, puede estar confiado que Él
no permitirá una palabra más de la que es de-
bida, sino que quebrará los dientes de los per-
versos antes de que puedan siquiera intentar
abortar algo de Su propósito. ¡Así es el Dios en
el que creo!

5
Versión Reina Valera Revisada 1960.
69
DIOS HABLA DE MÍ

ALGUNOS PASAJES PARA MEDITAR

Hechos 16:14-15
“Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura,
de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo;
y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta
a lo que Pablo decía. Y cuando fue bautizada, y su familia,
nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad
en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.” 6

Hechos 10:19-20
“Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu:
He aquí, tres hombres te buscan. Levántate, pues, y desciende
y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado.” 7

6, 7
Versión Reina Valera Revisada 1960.
71

CAPÍTULO 5
¿Qué Espera Dios de Mí?

C reo en un Dios que transforma vidas con sólo una palabra. Muchas
veces he experimentado eso. Él tiene el poder de cargar en una
sola palabra todo un mensaje, vida y espíritu. Cuando el apóstol
Pablo habla de los dones del del Espíritu menciona los llamados “dones de
revelación”, entre los cuales tenemos los dones de “palabra de ciencia” y
“palabra de sabiduría”. No existe tal don como “discurso de sabiduría”. La
capacidad de conectar principios espirituales con nuestros pensamientos,
muchas veces sucede de esta manera: con una palabra. Quizá le haya suce-
dido alguna vez que al levantarse por la mañana encuentra en su corazón
una palabra. Luego puede inquirir y ampliar ese sentir en el espíritu, pero
todo comenzó con tan sólo una palabra.
Una de las palabras que Dios usó para transfor-
marme fue “esperanza”. Para mí fue totalmente
impactante descubrir que Él tiene una esper-
anza, ya que hasta ese momento, siempre había “Todos los hombres
creído que Dios debía responder a mi esperanza fueron creados para
personal. Desde ese momento me he encargado vivir por la
de repetir una y otra vez algunos pensamientos esperanza del
que usaré para introducir este capítulo. corazón de Dios”

- PRINCIPIO 1: Dios tiene una


esperanza (Efesios 1:18) 1.

- PRINCIPIO 2: Todos los hombres


fueron creados para vivir por la
esperanza del corazón de Dios.

- PRINCIPIO 3: La verdadera esperanza es lo primero que se pierde


en el hombre (en contraposición al conocido dicho: “La esperanza
es lo último que se pierde”).

1
Versión Reina Valera Revisada 1960.
72
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

- PRINCIPIO 4: Una persona que no abraza la esperanza de Dios


acerca de su persona, vivirá toda su vida gobernado por sus
propios deseos. Ellos son una imitación falsa de la esperanza de
Dios, y mantienen al mundo distraído en cosas vanas.

Cada uno de estos principios puede ser estudiado de manera profunda,


pero en esta ocasión hablaremos de la manera en que la esperanza del
corazón de Dios actúa para sumergirnos en Su realidad.

CREADOS PARA SATISFACER UNA EXPECTATIVA

Es bueno dejar que Dios nos muestre cómo nos ha creado. No es una
tarea que fácilmente podamos ejercer por nuestra propia cuenta. De hecho,
ha tomado muchos siglos de filosofía, medicina y psicología (entre otras
disciplinas), llegar a entender las superficies de la profunda complejidad
del ser humano.

El hombre podrá determinar no creer en Dios,


pero nunca podrá liberarse del hecho de haber “El hombre nunca
sido creado por Él. Hemos sido creados con la podrá alcanzar la
directiva imperante de satisfacer las expectati- plenitud para la cual
vas de Dios. Ese impulso espiritual es disfrazado fue creado hasta
y distorsionado para que no alcance su objetivo. que no se entrelace
El hombre ha encontrado la manera de satis- a la esperanza del
facer ciertos grados de esa necesidad espiritual, corazón de Dios”
pero nunca podrá alcanzar la plenitud para la
cual fue creado hasta que no se entrelace a la es-
peranza del corazón del Dios que le creó.

En una ocasión una mujer llamó por teléfono


al servicio técnico de una importante empresa de computadoras. Un agente
atendió su llamado, y del otro lado una voz dulce, pausada y gentil comenzó a
hablar con gran inquietud. La mujer le explicó que estaba queriendo usar su nueva
impresora y que no lograba hacerla funcionar. El agente comenzó a hacer las pre-
guntas del protocolo:
73
¿QUE ESPERA DIOS DE MÍ?


- ¿Ha encendido su computadora?
- ¡Claro!
- ¿Ha puesto usted el CD de instalación?
- Sí señor.
- ¿Ha enchufado su impresora?
- Sí lo hice.
- ¿Ha intentado imprimir algún documento?
- ¡Claro que lo he intentado! Pero esta impresora hace ruidos
extraños y además parece que algo se estuviera quemando.
- Muy bien, vamos a hacer lo siguiente: desenchufe el cable de
energía y vamos a enviar un técnico de manera inmediata a su
hogar para resolver su problema.

Al llegar el técnico al hogar, encontró un panorama único. En un rincón


de un living acogedor, una antigua máquina de coser de madera, mantel
bordado a mano y la computadora perfectamente alineada y limpia sobre
ella. Luego de aceptar la propuesta de una taza de té, se dispuso a trabajar,
descubriendo que todo estaba muy bien conectado, entonces procedió a en-
cender la computadora. Luego intentó instalar la impresora:

- Señora, no quisiera molestarla, pero necesito que me entregue


el CD de instalación que vino con la impresora.
- No es ninguna molestia, el CD está puesto.
- No. Ya lo he revisado y no está puesto.
- Claro que está puesto, está allí…
(mientras señalaba la ranura frontal de la impresora).

Esta historia verídica (y muy frecuente en esta generación de transición


tecnológica) tiene mucha similitud con la conducta del hombre sin Dios.
Esta persona había cumplido con todos los pasos del manual, pero hubo
un pequeño detalle, cuando leyó que se debía “Introducir el CD”, forzó a la
impresora a recibir el disco por la ranura del papel.

¿Qué hace el hombre con un diseño divino en su ser interior, pero alejado
del Dios que le creó? Se dedica a satisfacer expectativas. Pudieran ser las ex-
pectativas de personas que le rodean o de conceptos personales en función
de otras personas. Vamos a ir aclarando este principio de a poco.
74
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Aquello que la gente espera de nosotros puede ser una fuerza muy po-
tente que determina nuestra realidad presente y futura. Hay hijos que es-
tudian carreras y ejercen profesiones para satisfacer las expectativas de sus
padres. Jóvenes que cometen graves errores por obedecer aquello que sus
amigos esperan de ellos. Matrimonios que son formados por las presiones
ejercidas por un círculo social cercano. Estos ejemplos (y muchos otros) son
evidencias abundantes de la fuerza que ejercen las esperanzas de las per-
sonas que nos rodean.

Muchas personas pasan su vida oponiéndose a las expectativas de los


demás. Quizá haya conocido a alguna persona que parece esmerarse para
ir en contra de las expectativas de aquellos que le rodean. Desde su manera
de vestir, hablar y hasta en el modo de decidir lo demuestran. Una vez más,
afirmo que no hay mejor manera de ser esclavos vitalicios de una realidad
incorrecta. El efecto se vuelve totalmente contrario a lo esperado, afectando
continuamente al corazón y a las emociones de manera negativa. Es allí
donde comienzan a actuar los conceptos preformados sobre las expectativas
de las personas. En vez de reducir las consecuencias de una manera errónea
de concebir la vida, potencia todos sus daños y minimiza los beneficios.

Aunque las expectativas que otras personas tienen de nosotros pueden


llegar a ser limitantes y hasta a veces molestas, no podemos vivir en contra
de ellas. Liberarnos del poder que ejercen sobre nosotros (si fuera eso lo que
deseáramos) no se logra oponiéndose con espíritu revolucionario. Esas acti-
tudes y acciones contrarias a las expectativas de otros en realidad producen
un mayor estado de esclavitud, potenciando su capacidad de daño.

LAS ESPERANZAS HUMANAS, SUS BENEFICIOS Y PERJUICIOS

Nunca podremos evitar que la gente espere cosas de nosotros. El verd-


ulero espera que le paguemos la cuenta, un amigo espera que nos riamos del
nuevo chiste que aprendió, alguien espera que usted ponga “Me gusta” en la
última foto que cargó en Facebook, y tantas otras cosas que nos suceden día
a día. No todas esas esperanzas producen efectos negativos. Quien aprende
a administrar, modificar y aprovechar las expectativas de las personas,
tiene éxito asegurado en lo que se proponga hacer.
75
¿QUE ESPERA DIOS DE MÍ?

Las expectativas humanas mueven el mundo.


En una ocasión me encontraba asistiendo a una
clase de ética profesional en la universidad. El “Quien aprende
profesor que daba la clase era un hombre muy a administrar,
reconocido, ya que tenía una gran carrera en esa modificar y
universidad y grandes logros personales. En aprovechar las
esa clase debía hablar sobre filosofías y reli- expectativas de las
giones, entonces comenzó a hablar de la fe. personas, tiene éxito
Comenzó haciendo un fuerte énfasis en con- asegurado en lo que
vencer a la clase del poco valor de la fe del hom- se proponga hacer”
bre y sus consecuencias negativas. Él dijo: “La fe
es un asunto limitado a las religiones y abunda en
personas débiles y vulnerables, de las cuales mu-
chos se aprovechan”. En ese momento levanté
mi mano, llamé al profesor y todo el curso se dio
vuelta para mirarme. Creo que nadie entendía
cómo me atrevía a interrumpir a este gran profesor. Le dije: “Yo no estoy
de acuerdo con lo que está diciendo”. Las caras de todos se mudaron aún
más. El profesor se mostró muy interesado en mis futuros argumentos y
me preguntó: “¿Por qué lo dice?”. En ese instante hice una pausa, mientras
me hacía la misma pregunta. Fue un claro momento en donde el Espíritu
Santo actuó para sacarme de una segura catástrofe. Tal como si lo hubiera
estudiado durante todo ese día comencé a explicarle al profesor la manera
en que las esperanzas de las personas afectan a nuestro mundo. “Profesor,
la Biblia explica que la fe es una certeza de algo que se espera. Nuestro mundo
social, económico y político gira alrededor de las esperanzas”. Recordé que en
Macroeconomía nos habían enseñado una serie de fórmulas que demostra-
ban cómo afectan las expectativas de las personas a los valores principales
de la economía de un país. En resumen, si los gobernantes no tomaran nin-
guna decisión económica, y ésta estuviera en plena estabilidad, una nación
puede crecer o entrar en crisis tan sólo por la manera en que se mueven las
expectativas de las personas. Por si se lo estuviera preguntando, le cuento
que el profesor terminó dándome la razón y para mi sorpresa, cada vez que
llegaba a su clase me saludaba de manera especial y buscaba mis interrup-
ciones en su clase.

Nunca menosprecie el poder que tiene lo que la gente espera de usted.


Las esperanzas manejan el mundo y su historia. Pero Dios aún se mantiene
en control de esa historia, porque la potencia de Su esperanza es superlativa-
mente mayor que la suma de todas las esperanzas humanas.
76
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

SUMERGIRSE EN LA ESPERANZA DE DIOS

Sumergirse en la realidad de Dios no tiene que ver con experiencias


momentáneas, sino con una práctica continúa. Si pudiera enumerar con
cuántas personas usted se encuentra diariamente, podrá tener una leve es-
timación de la cantidad de esperanza con la que debe lidiar. Dedique su vida
a descubrir cada día más la esperanza que hay en el corazón de Dios. Es una
manera muy poderosa de experimentar los ámbitos de la realidad de Dios.

Hay una gran diferencia entre las esperanzas


de las personas acerca de usted, y las esperanzas
de Dios. Es muy común que las personas siem- “Sumergirse en la
pre esperen nuestra acción en su propio benefi- realidad de Dios no
cio. Un ejemplo podría ser el de un esposo que tiene que ver con
llega a su casa; él viene de un arduo día de tra- experiencias
bajo donde ha tenido que lidiar con las altas ex- momentáneas, sino
pectativas de su jefe, por lo que espera que en su con una práctica
casa todo esté en orden para poder alimentarse continúa”
y descansar. Es de esperarse que así sea, ya que
“para eso él se esfuerza tanto en trabajar y proveer
para su casa”. Sin embargo, en la casa, su esposa
se encuentra sumergida en otra realidad. Ella
espera que llegue su esposo para ayudarle con
ayudarle con la casa, ya que ha estado todo el día limpiando, cocinando,
cuidando a los niños y planchando la ropa. Así ha llegado el final del día
y la casa está nuevamente sucia, todos tienen hambre, los niños han dado
vuelta la casa para encontrar algo nuevo con qué jugar y el lavarropas ha
entregado una nueva tanda de ropa para planchar. No es nada extraño que
aquella esposa espere que su esposo llegue y le otorgue un espacio para
poder descansar. Ambos comparten un ámbito, pero sus esperanzas son
diferentes y se contraponen. Las esperanzas que se alojan en la mente y
corazón de las personas se generan y alimentan tantas maneras que sería
imposible predecirlas o intentar controlarlas. Si esperamos que las personas
que nos rodean respondan siempre de manera positiva a nuestras esper-
anzas, entonces encontraremos un conflicto en cada momento de nuestra
vida.

Hay algo extraordinario en las esperanzas del corazón de Dios. Junto con Su
esperanza, Él nos otorga todas las herramientas para alcanzarlas. También nos
asegura las fuerzas que necesitamos diariamente. Él sólo pide que nos dejemos
llevar y que no nos detengamos, ni permitamos que la gente nos detenga.
77
¿QUÉ ESPERA DIOS DE MÍ?

LAS ESPERANZAS DE DIOS NO NOS LIMITAN


He podido ser testigo muchas veces de casos que se repiten una y otra vez.
Las personas, los problemas y las circunstancias, son siempre diferentes,
pero hay algo que se repite. Cuando las personas creen en Dios y reciben Su
vida, vienen cargadas de situaciones a resolver y cosas que deben cambiar
en ellas mismas. Creen a la palabra de Dios, y comienzan a creer que Dios sí
puede cambiarlos completamente. Pero al volver a su rutina diaria, descu-
bren que su vida está atada a una realidad. Les ha costado creer que pueden
cambiar, pero ahora descubren que lograr que quienes les rodean crean en
su cambio cuesta mucho más. Las esperanzas de quienes nos rodean son
siempre un límite. Lo son en función de las esperanzas de Dios, y con algunos
casos prácticos le mostraré de qué manera.

- CASO 1 -

El jefe espera que su empleado produzca más. No parece un límite,


sino todo lo contrario. Al parecer esta esperanza puede impulsar
y provocar al empleado a lograr más de lo que ha alcanzado hasta
ahora. Sin embargo, la esperanza de su jefe es altamente egoísta y lo
único que desea es un beneficio personal. Su esperanza lleva
implícito un límite: “Quiero que produzcas más, pero no quiero que
crezcas demasiado para que no te salgas de mi control”.

- CASO 2 -
Los amigos muchas veces son un verdadero respiro para el alma.
Jamás oirá de un amigo: “No quiero que crezcas”. Pero en las es-
peranzas de nuestras amistades tenemos reglas estrictas: “Puedes
crecer, pero no cambies tu personalidad, tus horarios, tus desafíos,
tu manera de hablar, de vestir, de pensar y por ninguna razón se te
ocurra cambiar el número de teléfono”. La razón de ese límite es clara
y evidente, nuestras amistades son creadas por las realidades en las
que vivimos. Si cambiamos nuestra realidad, las amistades tam-
bién cambiarán. Si lo piensa bien, es muy posible que le haya su-
cedido ya. Una buena pregunta para hacernos puede ser: ¿Cómo
afectará a mis amistades si logro sumergirme en la realidad de
Dios? (sugiero la lectura de Juan 15:12-17).
78
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

- CASO 3 -
Nunca debemos tomar a la familia como un límite. La familia es un
diseño perfecto de Dios, aunque esté formada por hombres
imperfectos. Cada vez que veamos errores en la familia, debe ser
para hacerla volver a su diseño original. La familia no es un límite,
pero ella se compone de personas con esperanzas únicas y
personales que siempre tendrán la capacidad de limitarnos. Volver
a la forma de Dios todo aquello que Él ha diseñado es una buena
manera de expresar Su esperanza para con nosotros. La familia
en el corazón de Dios es un diseño perfecto por medio del cual
somos perfeccionados e impulsados continuamente a una vida de
valor eterno en la tierra, cualquier cambio en ese diseño traerá
efectos contraproducentes. Las esperanzas de quienes están más
cerca pueden ser limitantes por el sencillo hecho de que “nos
conocen demasiado”. Por un lado podemos intentar hacer cambios
en nuestras vidas, pero convencer a nuestra familia de esos
cambios es un trámite aparte.

Ellos conocen nuestras limitaciones, nuestra historia, errores,


debilidades y carácter, más que ninguna otra persona. Pero sus
esperanzas pueden limitarnos, porque nosotros afectamos gran
parte de su realidad diaria. La construcción de nuestras expectativas
hacia otras personas (desde nuestro corazón humano y natural) no
busca el bien del prójimo, sino un beneficio personal. Ese beneficio
personal que buscan nuestras esperanzas para con otros no es
necesariamente egoísta, pero sí tiene el potencial de serlo en la
medida en que vamos exteriorizando lo que hay en nuestro
corazón. Con respecto a esto, puedo decirle que convencer a
nuestra familia de los cambios que Dios produce en nosotros
puede ser difícil pero es de alta importancia. Esto puede ser
logrado en la medida en que aprendemos a creer en el proceso
que Dios hace en ellos también, celebrando a cada paso el
crecimiento y la madurez en sus vidas y anulando cada día más
las palabras de juicio. La obra de Dios en nuestra familia se vuelve
más rápida y eficaz cuando dejamos entrar Su Gracia en nuestra
casa.
79
¿QUÉ ESPERA DIOS DE MÍ?

Estos tres sencillos y prácticos casos de la vida cotidiana nos dejan ver el
poder limitador de las esperanzas de otras personas hacia nosotros. Aún
cuando la gente espere más de nosotros, nos limitan. Esos límites algunas
veces pueden decirnos: “No creo que puedas lograr lo que te has propuesto”
o pueden decirnos: “Necesito que logres más de lo que te has propuesto”. Pero
en ambos casos, el corazón de quien lo expresa impone un límite implícito
muy potente. Si usted compra un auto y lo usa para apoyar sus plantas en
el jardín, le impondrá un límite a su verdadero valor de uso. Pero también,
pudiera suceder que usted llame inservible a su auto porque no se encarga
de regar las plantas que pone sobre él. Consciente de lo improbable de este
ejemplo, lo uso por su similitud con la manera en que actúan las esper-
anzas de las personas unas con otras. Por un lado, producen límites por
el menosprecio y la incredulidad, pero por otro lado, imponen exigencias
vanas que sólo producen frustración.

Mucha gente se pasa la vida peleando contra esos límites, pero nosotros
tenemos un mejor camino: sumergirnos en la esperanza de Dios. Su esper-
anza no nos limita. Lo que Dios espera de nosotros está siempre perfecta-
mente alineado con la razón de nuestra existencia. Su esperanza nos
desafía al crecimiento, pero nos otorga el poder para alcanzarlo. Su propósito
para nuestra vida nunca será mayor de aquello
que podemos alcanzar y esto es independiente
de lo que pensamos o creemos de nosotros.
“Lo que Dios espera
Nuestro Padre nos conoce más de lo que pudié-
de nosotros está
ramos conocernos a nosotros mismos. Cuando
siempre
nos sumergimos en Su esperanza, Él mismo
perfectamente
se compromete y entrelaza con nuestro cami-
alineado con la razón
nar diario, porque esa esperanza exige más de
de nuestra
Él mismo que de nosotros. No gaste su vida en
existencia”
las esperanzas del mundo que le rodea, invierta
todo el capital de su tiempo y energía para para
sumergirse en la esperanza del corazón de Dios,
y en poco tiempo verá su vida prosperar íntegra-
mente como nunca antes lo había experimentado.

SUMERGIRSE EN LA ESPERANZA DE DIOS

Sumergirse en la esperanza de Dios es prepararse para acceder a lo más ín-


timo de Su corazón. Es experimentar Su vida día a día. Esa experiencia no puede
ser forzada ni iniciada por nosotros, sino que sólo es dada por Dios. Pero sí
puedo decirle que hay cosas a las que nuestro Padre Celestial no se resiste, y una
de ellas es a los hijos que anhelan sumergirse verdaderamente en Su esperanza.
80
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Para acceder a esa dimensión de vida debemos dejar atrás algunas cosas.
Debemos renunciar a nuestra estructura de deseos personales y al mundo de
las expectativas que nos rodea, para que nuestro corazón y nuestros pensami-
entos se concentren en una sola búsqueda: la satisfacción del Padre.

Muchos ejemplos bíblicos muestran el poder de este principio espiritual, pero


sólo mencionaré dos de ellos. En Marcos 10:17 1 podemos ver el encuentro de
Jesús con un hombre rico, el cual deseaba saber cómo recibir la vida eterna. La
respuesta de Jesús al comienzo fue un tanto fría y confrontadora, pero al pasar
los primeros segundos de ese encuentro algo cambió. Creo que Jesús pudo ver
algo en el corazón de aquel hombre. En primer lugar, Jesús lo exhortó dicién-
dole: “¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios”.
Luego se limitó a recitar lo que todos ellos sabían: “Los mandamientos sabes:
No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes.
Honra a tu padre y a tu madre”. Pero ninguna de esas dos respuestas dejó sat-
isfecho a aquel hombre, que seguramente con la mirada expectante de un niño
le respondió: “Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud”.
Antes de hablar de la respuesta de Jesús quisiera hacer un paréntesis.
Nuestro espíritu tiene un anhelo genuino de la vida del Padre, que muchas
veces no sabemos identificar claramente. De la misma manera en que un
niño sabe que necesita algo, pero no puede identificar qué es ni cómo
pedirlo, sino que lo único que puede hacer es llorar, así nos comportamos
muchas veces delante de Dios. Eso estremece el corazón del Padre, quien sí
sabe lo que estamos buscando verdaderamente: queremos acceder a Su
corazón. Jesús lo dijo en una oración y a su discípulo amado no se le pasó
por alto: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero,
y a Jesucristo, a quien has enviado (Juan 17:3).” 2
La actitud radical y confrontadora de Jesús ante el hombre rico cambió
por una sentencia estremecedora:

Marcos 10:21
“Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende
todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven,
sígueme, tomando tu cruz.” 3

Una propuesta de semejante cambio de vida no podría comenzar sino con


una expresión de amor extremo. Algo vio Marcos en los ojos de Jesús, como
aquellos momentos en que conociendo tanto a una persona no se nos escapan
los pequeños detalles de sus expresiones.

1, 2, 3
Versión Reina Valera Revisada 1960
81
¿QUÉ ESPERA DIOS DE MÍ?

Quizá los ojos un tanto húmedos, la voz tenue o la postura de su cuerpo; o


quizás todo eso y mucho más le decían a aquel hombre: “Te estoy amando
mientras digo estas palabras”.

Cuando anhelamos sumergirnos en la esper-


anza de nuestro Padre, estremecemos Su corazón “Cuando anhelamos
y le provocamos a sus expresiones de amor más sumergirnos en la
potentes. Cuando eso sucede, debemos estar dis- esperanza de
puestos a dejarlo todo para seguirle. No podemos nuestro Padre, es-
aferrarnos a nuestros logros personales, ni a tremecemos Su
nuestras esperanzas limitadoras. Su esperanza y corazón y le
las nuestras se encuentran en “geografías” difer- provocamos a sus
entes; no podemos esperar una mezcla de ellas. expresiones de amor
Sólo podemos rendirnos a sus planes y dejarnos más potentes”
moldear por sus manos, mientras somos transfor-
mados hasta la perfección de Su corazón.

El segundo ejemplo bíblico que quiero mos-


trarles está en Apocalipsis 2. Allí Dios habla a la
Iglesia de Éfeso para celebrar por una parte, su conducta de arduo trabajo, sus
obras en el Señor, su paciencia y sufrimiento en amor a Dios. Pero el Señor tenía
algo contra aquella Iglesia: ellos habían dejado su
primer amor. Él abre su corazón para mostrar lo
“ Él espera que Su sensible de su intimidad cuando aprendemos a hacer
esperanza capture lo que debemos hacer, y lo hacemos bien, pero sin
para siempre olvidar de qué se trata todo aquello. Dios nos anhela
nuestras vidas y nos sumergidos en Su esperanza. No podemos entrar y
lleve a habitar una salir de allí, porque Él comienza a extrañarnos. Él
nueva y perpetua espera que Su esperanza capture para siempre nues-
realidad en Él ” tras vidas y nos lleve a habitar una nueva y perpetua
realidad en Él.

DONDE TODO COMIENZA

Es importante saber dónde comienza lo que hoy vivimos y tocamos. Una


vida exitosa en los términos de Dios se alcanza cuando podemos producir y
rodearnos de todo aquello que fue iniciado en Su trono. Cuando usted va a
comprar un producto, seguramente busca conocer al fabricante. Eso le permite
82
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

estar seguro de que el precio pagado asegura su satisfacción. Dos productos


virtualmente iguales pueden tener precios muy diferentes si cambia el fab-
ricante. Cualquier precio pagado por algo que no fue iniciado por Dios será
demasiado alto.

Nuestra realidad presente se alimenta por el resultado de aquellas cosas que


compramos. Esta sentencia no se refiere sólo a los bienes materiales. Compra-
mos situaciones y pagamos por ellas. Entregamos energías a cambio de conv-
ersaciones de pasillo. Por alguna forma de pensar, pagamos con días de nuestra
vida. Lo único que vale la pena comprar con todo los recuersos de nuestra
vida, es la verdad. Esos recursos pueden ser días
de vida, energía interior, emociones, fuerzas, crea-
tividad, alegrías o tristezas, paz o incertidumbre,
y muchos otros recursos de nuestro ser interior. “Lo único que
Comprar la verdad es invertir todo nuestro ser en vale la pena comprar
aquello que se ha iniciado en el corazón de Dios. con todos los
recursos de
Sumergirse en la realidad de Dios comienza con nuestra vida,
un cambio en nuestro ser interior, pero será inevi- es la verdad”
table que ese cambio produzca transformaciones
en nuestro exterior. Las situaciones en las que
estamos involucrados, las personas, problemas
y proyectos son expuestos a la intervención del
poder de Dios, cuando se vinculan a una persona
sumergida en la realidad de Dios.

A continuación le mostraré un ejercicio práctico que usted puede realizar


cada vez que lo desee y en cualquier momento. Se trata de encontrar el origen
de aquello que pretende absorber algo de su vida. Por ejemplo, pudiera suceder
que una persona se cruce en su camino y comience una conversación así:
“Sabes que me encontré con Juan y me hizo un comentario que me dejó pen-
sando…”. Tan sólo un comentario es necesario para que comiencen en usted
una serie de eventos que transformarán su realidad. Concentrar nuestra mi-
rada en lo que nos rodea por sus resultados y efectos, nos aleja de la sabiduría,
mejor es buscar su inicio. Eso nos permitirá entender cómo Dios quiere iniciar
lo bueno y lo perfecto que ha pensado para nuestras vidas. Veamos este prin-
cipio en dos pasajes muy especiales.
Isaías 59:4
“No hay quien clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad; confían en
vanidad, y hablan vanidades; conciben maldades, y dan a luz iniquidad.” 5

5
Versión Reina Valera Revisada 1960
83
¿QUÉ ESPERA DIOS DE MÍ?

Salmo 7:14-15
“He aquí, el impío concibió maldad, se preñó de iniquidad, y dio a luz engaño.
Pozo ha cavado, y lo ha ahondado; y en el hoyo que hizo caerá.” 6

Este salmo produjo un gran impacto en mi vida


“ Todo lo por dos razones. Primero, al saber la razón por
extraordinario la cual fue escrito por David y en segundo lugar,
y poderoso que Dios por las palabras que él utilizó para referirse a al-
espera hacer en no- gunos conceptos. La palabra “concebir” es usada
para traducir la palabra hebrea “Kjabál”, término
sotros se produce
que no es usado para referirse a la concepción
cuando concebimos de un hijo, sino que su significado tiene que ver
aquello en lo que Su con anudar apretadamente una cuerda o enredar
Espíritu interviene ” algo. Nos da la idea de una persona que une dos
o más elementos en su corazón, que comienzan
a gestarse. Quizás haya oído alguna vez la frase:
“Estoy atando cabos…”. Quiere decir que en su
mente algo está comenzando a cobrar sentido,
producto de diferentes elementos que se van combinando. Todo lo extraordi-
nario y poderoso que Dios espera hacer en nosotros se produce cuando conce-
bimos aquello en lo que Su Espíritu interviene.

Un niño en un pesebre pudiera no tener una apariencia muy atractiva al


mundo, pero si fue concebido por la suma de lo escogido y la obra del Espíritu
Santo, espérelo porque cambiará el rumbo de la historia.

Cuando en el salmo dice la palabra “maldad”, el original utiliza la palabra


hebrea “Áven”, la cual tiene un significado muy particular. Esta palabra sig-
nifica “jadear en vano”. También significa “la nada”. David está refiriéndose
a personas que conciben algo en su interior y terminarán dando a luz. En
ese contexto “áven” tiene un sentido violento, refiriéndose al orgasmo que
se tiene con las cosas vanas. Es un cansancio que no produce nada con valor
real y eterno. Toda realidad mentirosa y humana en la que pudiéramos
vivir nos provoca a una agitación diaria cuyo fin es dar a luz consecuen-
cias diversas. Algunas de ellas grandes y ostentosamente negativas, otras
pequeñas y con buenas apariencias, pero todas ellas comparten una misma
característica: son vanas.

Las verdaderas experiencias transformadoras que Dios tiene preparadas


para usted suceden cada vez que puede unir algo de su vida con los planes
eternos de Dios. Él no tiene ningún compromiso en responder a todas nues-
tras circunstancias y problemas. Por esa razón necesitamos sumergirnos

6
Versión Reina Valera Revisada 1960
84
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

en Su esperanza. Es ella la que nos otorga la posibilidad de concebir nues-


tras circunstancias y problemas. Por esa razón necesitamos sumergirnos
en Su esperanza. Es ella la que nos otorga la posibilidad de concebir nuevas
circunstancias y nuevos problemas, pero esta vez con todo el compromiso
del cielo a nuestro favor.

Mientras Jesús se dirigía a la casa de Jairo, mucha gente se agolpaba apre-


tándole. Pero entre toda esa multitud había una mujer que pertenecía a la
realidad de Sus planes eternos. Ese es el verdadero resultado de nuestras
vidas sumergidas en la esperanza del corazón de Dios. Pudiéramos tener
que lidiar con muchas personas, palabras o situaciones, pero ninguna de
ellas puede distraernos ni robarnos el camino marcado por el Padre. Usted
está entrelazado a Su esperanza. Ha logrado despojarse de la vanidad de
sus propios deseos. Se encuentra cada día más cerca del corazón del Padre.
Usted está sumergido en la realidad de Dios.
86

CAPÍTULO 6
Conocer a Dios

C ada momento que permanecemos en la realidad de Dios, se acel-


era el cumplimiento de Su propósito para nuestra vida. Esto debe
producir en nosotros un cambio en la manera de entender la vida,
y esto requiere de nosotros una permanencia insistente en no buscar Su
realidad para breves momentos de disfrute personal, sino para entrar, para
ser transformados y correr nuestra carrera desde allí.

El rey David pasaba días enteros en el tabernáculo, a pesar de todas las


demandas que su reinado le imponía. Él nunca consideró una exigencia de
tiempo “extra” el estar en los ámbitos de la gloria de Dios. Muchas veces
oigo a personas excusar su falta de intimidad con Dios en la multitud de
sus compromisos y tareas. Esa manera de pensar nos hace permanecer en
inmadurez y debe ser cambiada, entendiendo que los ámbitos de intimidad
de Dios le dan sentido a nuestra vida.
Salmo 84:10
“Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes
estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad.” 1

No estamos hablando tan sólo de disfrutar momentos placenteros con


Dios. Un día en la realidad de los diseños de
Dios, un día en Sus pensamientos y palabras, “ Si verdaderamente
es mejor que mil días fuera por una sola razón: queremos
puedes lograr más allí que en toda una vida de sumergirnos en la
trabajo en realidades incorrectas. realidad de Dios,
debemos estar
David sabía que estar con Dios aseguraba
batallas exitosas y sabiduría para las decisiones dispuestos a renunciar
que debía tomar. El asunto es muy práctico, es a nuestras maneras de
mejor ganar la próxima batalla que pasarme la administrar nuestros
vida perdiendo batallas intentando ganar al- días”
guna. El estilo de vida al que el mundo se ha
acostumbrado, asume como normal el fracaso
1
Versión Reina Valera Revisada 1960.
87
CONOCER A DIOS

y celebra en sobremanera los éxitos personales. Pero el sumergirnos en


la realidad de Dios, implica una renuncia a nuestras batallas y una fusión
total a las batallas de Dios. Eso asegura para usted victorias extraordinarias.
Todo lo demás viene para crearnos los escenarios para esas victorias.

Si verdaderamente queremos sumergirnos en la realidad de Dios, debemos


estar dispuestos a renunciar a nuestras maneras de administrar nuestros días.
También debemos permitir a Dios que cambie nuestra manera de concebir los
éxitos y fracasos..

LAS PROFUNDIDADES DE DIOS

Para comprender el contenido de este capítulo no será suficiente caminar por


la orilla de las playas de la realidad de Dios. Esta vez vamos a saltar del peñasco
para llegar rápidamente a las profundidades. El evangelio nos invita a la realidad
de Dios y el título de esa invitación es: “CONOCE A DIOS”.

Una fe verdadera y genuina nunca permite que nos


detengamos hasta que alcancemos a conocer a Dios
“Una fe verdadera y
en Su plenitud. Muchas personas buscan a Dios para
genuina nunca permite
obtener una respuesta puntual a problemas o situa- que nos detengamos
ciones. Cuando obtienen lo que buscan, se detienen hasta que alcancemos a
allí. No se necesita demasiada fe para ver producirse conocer a Dios en
un milagro. La verdadera fe comienza a descubrirse Su plenitud”
después del milagro 2, cuando nos provoca a conocer
al Dios que hizo el milagro . Puedes pasar toda una
vida viendo o leyendo las obras de Dios, pero nunca
alcanzar el conocimiento de Dios.

EL SIGUIENTE PASO

El impacto espiritual del evangelio en nuestra vida es contundente, extremo e


inmediato. Somos trasladados de las tinieblas a la luz, de la muerte a la vida y de
la condenación a la salvación. Pero el evangelio de Dios nos provoca a procesos que
deben ser experimentados durante nuestra vida en el cuerpo, mente y corazón.
Teniendo eso presente, hablemos del siguiente paso. Estamos hablando de conocer
los caminos de Dios.

2
Mateo 17:20 ; Mateo 8:10 - Versión Reina Valera Revisada 1960
88
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Hebreos 3:7
“Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz,
no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación, en el día de la
tentación en el desierto, donde me tentaron vuestros padres; me probaron,
y vieron mis obras cuarenta años. A causa de lo cual me disgusté contra esa
generación, y dije: Siempre andan vagando en su corazón, y no han conocido
mis caminos. Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo.” 3

Vagar en el corazón es estar caminando de realidad en realidad, pero nunca


sumergirse en la de Dios. Cuando permitimos que los problemas que enfren-
tamos definan nuestra realidad, nuestro corazón va de un lugar a otro y nos
perdemos las riquezas de ser parte de la historia que Dios quiere escribir
con nosotros. Israel estaba en el desierto y teniendo sed se rebelaron contra
Dios, olvidándose de los testimonios sorprendentes de su liberación. Algunos
llaman a eso “vivir día a día”. Cuando vagamos en nuestro corazón, en un
momento podemos estar viviendo el mejor día de nuestras vidas y luego estar
peleando con un pensamiento de depresión.

Dios se enojó con toda una generación por una razón puntual: ellos vieron
Sus obras, pero no alcanzaron a conocer Sus caminos. El siguiente nivel de
fe que se desata en la vida de aquellos destinados a la salvación, es la capaci-
dad de conocer los caminos de Dios.

Conocer los caminos de Dios incluye tres aspectos importantes:

1. ENTENDER POR EL ESPÍRITU LAS HUELLAS DE DIOS EN LA HISTORIA

Un hijo de Dios sabe que no existe otra historia que aquella que Dios
escribe. Los únicos acontecimientos relevantes del pasado son aquellos en
los que Dios ha intervenido por causa del hilo conductor de Su propósito
eterno. El estudio de las escrituras y la historia, a través de la revelación
del Espíritu, nos lleva a entender un aspecto de la realidad de Dios. Cuando
estudiamos historia, no evaluamos todos los hechos y todos los personajes,
sino aquellos que son verdaderamente relevantes; todo lo demás se agrupa
en pequeños conceptos o se considera vano. El problema es que el hombre
ha escogido sus propios hechos destacados para determinar cuál es la ver-
dadera historia del mundo, pero su visión está muy distante de ser la visión
de Dios sobre ella. De la misma manera, en nuestra mente y corazón hemos
escrito nuestra historia, porque creemos saber cuáles son los hechos y ex-
periencias relevantes en nuestro pasado y su significado.
89
CONOCER A DIOS

Desde pequeños nos han rodeado de una re-


alidad mentirosa, enseñándonos cuál es nues- “Los únicos
tra biografía. Un día nos convencieron de que acontecimientos
el hombre es el protagonista de los hechos de relevantes del pasado
la historia. Nos dijeron que en el pasado el ser son aquellos en los que
humano logró dominar y modificar su entorno Dios ha intervenido
a su propio antojo. Aprendimos que hoy somos por causa del hilo
víctimas de los errores cometidos en el pasado conductor de Su
y beneficiarios de los aciertos, totalmente con- propósito eterno”
vencidos de esa trama. Así, fuimos persuadidos
de que nuestro hoy es el resultado de un preté-
rito que no puede ser cambiado. No hay nada de
extraordinario en esa sentencia, pero tengo una
mejor noticia:
2 Corintios 5:17
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” 4
El poder de este pasaje se activa cuando olvidamos que ya lo leímos y
podemos leerlo una vez más como si fuera la primera vez. Dios tiene el
poder de rehacer lo que ha pasado. Eso debe producir un cambio en nuestra
mentalidad. El único pasado del hijo de Dios es aquel en el cual su Creador
ha intervenido, todo lo demás ha desaparecido de todo registro o cambiado
su sentido eterno.

Este paso es claro y contundente: escribe tu historia según Dios. Conocer


los caminos de Dios es dedicar todos nuestros pensamientos a entender
dónde ha estado Él y cuánto ha escrito para nuestros días. Si Dios escribió
nuestra historia, nuestro futuro está asegurado. Dios se disgusta cuando
una generación se distrae con Sus obras, pero no permite que Él determine
su historia. Si usted está en búsqueda de ver a Dios intervenir en su vida,
comience dejando que sea Él quién defina su pasado.

“Zéker” es una palabra hebrea muy potente. En las escrituras es traducida


muchas veces como “memoria”, pero su significado verdadero es mucho
más amplio. Tiene que ver con una ofrenda memorable y una de sus acep-
ciones es “olor”. En todo el proceso de formación de la nación de Israel
vemos a Dios muy ocupado en forjar sus memorias. Aún desde sus comien-
zos en Egipto, Dios se encargó de incorporar prácticas en sus costumbres
con el único sentido de formar en ellos una memoria puntual. Nuestros re-
cuerdos producen un aroma espiritual. Nuestra historia habla por nosotros
aún cuando no abrimos nuestra boca.
4
Versión Reina Valera Revisada 1960 - Énfasis agreado por el autor
90
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Entender las huellas de Dios en la historia tiene una elevada impor-


tancia para nuestro propósito eterno. Cuando hablamos con los hombres,
podemos acercarnos con los aromas de nuestra trama personal. Pero Dios
no permite cualquier aroma en Su presencia. Él sólo permite una historia
y es la vida de Cristo en nosotros. Él es nuestra historia y es el olor que
debemos emitir.
Me ha llamado mucho la atención un asunto,
el cual he asumido como un estudio de campo
sobre el comportamiento de las personas en los “Dios no permite
diferentes grupos sociales. Cuando alguien se in- cualquier aroma en
corpora por primera vez en un entorno nuevo y Su presencia. Él sólo
desconocido comienza a tener ciertas conductas permite una historia
que se repiten una y otra vez. No pasan muchos y es la vida de Cristo
segundos cuando comienzan las expresiones y en nosotros”
gestos que tienden a manifestar el pasado. Es
con la intención de convencer a los otros acerca
de cuál es nuestra identidad. Es el aroma que ex-
pedimos por entender que nuestra persona está
formada por experiencias pasadas propias y de
nuestro entorno cercano.

Cuando permitimos a Dios establecer Su historia en nosotros, nuestro


aroma comienza a cambiar para Dios mismo y para toda persona que nos
rodea. Nuestro inicio no es la voluntad de nuestros padres. Nuestro inicio
es Cristo mismo y allí comienza nuestra extraordinaria historia.

Juan 1:12-13
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad
de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de
voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” 5

Efesios 1:3-5
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda
bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en
él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha
delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos
suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad”. 6

5, 6
Versión Reina Valera Revisada 1960 - Énfasis agreado por el autor
91
CONOCER A DIOS

2. ENTENDER DÓNDE ESTÁ DIOS HOY

Sabemos que Dios es omnipresente, pero no hablaremos de Su presencia


en ese sentido. Lo que buscamos es entender en dónde Dios está poniendo
hoy Su mirada y poder en acción. Se trata de entender Sus negocios en el
presente.

En una ocasión un joven vino de muy lejos


para tener una cita conmigo. Cuando finalmente
nos reunimos él comenzó a contarme la multi- “La madurez del hijo
tud de situaciones adversas que debía soportar, de Dios no está en
en contraposición con su anhelo ferviente de saber dónde debe
vivir en la voluntad de Dios. Toda aquella conv- estar, sino en
ersación concluyó con un clamor: “¡Necesito con conocer dónde está
urgencia saber qué hacer!”. Mucha gente vive los el Padre”
propósitos de Dios de esa manera, quieren saber
qué hacer. Pero la madurez del hijo de Dios no
está en saber dónde debe estar, sino en conocer
dónde está el Padre.
No estamos en la búsqueda de tomar buenas
decisiones, sino de estar en los negocios del Padre. Estar en el lugar correcto
es siempre mucho más potente que hacer las cosas correctas. Siempre es
mejor conocer dónde está Dios que saber lo que Él está haciendo.
Salmo 103:7
7
“Sus caminos notificó a Moisés, y a los hijos de Israel sus obras.”

No hay mejor lugar donde usted pueda estar que en la realidad de Dios.
Observe todo lo que hoy le rodea y pida al Padre que abra sus ojos. Usted no
necesita ver la confrontación, necesita ver dónde está Dios. ¡Ese es su único
presente! Juan 3:1-3
“Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los
judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios
como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios
con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de
nuevo, no puede ver el reino de Dios”. 8
Los religiosos siempre estaban juzgando a Jesús por sus obras, sus mi-
lagros y su comportamiento con los discípulos. En este pasaje pareciera
que ellos están diciendo algo coherente por fin: “sabemos que has venido de
Dios”. La respuesta de Jesús fue contundente. Jesús les deja en claro que no
pueden conocer Su camino juzgando Sus obras.

7, 8
Versión Reina Valera Revisada 1960
92
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Mucha gente concentra todo su conocimiento


sobre Dios mirando sus obras, pero hay un
problema con respecto a eso. Dios puede estar “Usted no necesita
en un asunto aún cuando no esté actuando y a ver la confrontación;
veces podemos ver un milagro sorprendente de necesita ver dónde
Dios, pero si permanecemos demasiado tiempo, está Dios. ¡Ese es su
es posible que perdamos Su rastro. único presente!”

La guía del Espíritu Santo nos asegura una per-


manencia continua en la realidad de Dios, más allá
de cualquier circunstancia. Pero es importante
estar siempre abiertos a los cambios. Mucha
gente se resiste a los cambios. El cambio implica un riesgo y eso significa la
posibilidad de perder. Es cierto que cuando asumimos un riesgo podemos
ganar o perder, pero si nunca asumimos un riesgo, es seguro que perder-
emos. La buena noticia es que cuando aprendemos a movernos en la reali-
dad de Dios, no importa el resultado, siempre ganamos 9. Para un hijo de
Dios es inaceptable una vida sin riesgos. En la realidad de Dios, el riesgo es
tan sólo ese breve momento previo a ver nuestra fe dando frutos extraor-
dinarios.

3. CONOCER DÓNDE ESTARÁ DIOS

Todo empresario sabe que la clave del éxito


“ El único futuro que en los negocios es poder anticiparse a aquello
nos debe interesar es que sucederá. Saber lo que vendrá genera un
aquel en el cual Dios poder extraordinario, si se puede contar con los
estará. Ese es el arte
recursos necesarios para aprovecharlo. Muchos
cristianos pasan su vida mirando el mundo que
de un hijo maduro:
les rodea y proyectando un futuro de tinieblas
anticipar las acciones en el. El único futuro que nos debe interesar es
de su Padre ” aquel en el cual Dios estará. Ese es el arte de un
hijo maduro: anticipar las acciones de su Padre.

Quizá le haya sucedido alguna vez el conocer


tanto a una persona que usted puede anticipar
una acción. A eso llamamos conocer los caminos.
Saber dónde estará Dios, le llevará a saber dónde estará usted Esa es una
gran adoración que nos sumerge en Su realidad: “Padre, yo estoy donde tú
estás y quiero estar donde tú estarás”.

9
Versión Reina Valera Revisada 1960
93
CONOCER A DIOS

Sabemos que vamos conociendo los caminos de Dios porque nos atreve-
mos a renunciar a toda conjetura humana sobre nuestro futuro y apren-
demos a despojarnos de nuestras expectativas limitadas. Pensar en el
futuro es una acción cotidiana muy necesaria. Es importante identificar la
manera en que nuestra mente trabaja para anticiparse a lo que sucederá.
Esos procesos internos intervienen continuamente para formar nuestra
realidad presente.

Vamos a tomar un ejemplo cotidiano. Cuando me levanto por la mañana,


me dirijo al baño y abro el grifo para lavar mi cara. Lo hago porque espero
que al hacerlo, el agua fluya. Si eso no sucede, mi expectativa se ve frustrada
y comenzaré a tomar otras decisiones para solucionarlo. Pero si en cambio
yo me anticipara a la posibilidad de que no saldrá agua del grifo, entonces
quizá ni siquiera me molestaría en intentarlo. Posiblemente tendría bidones
de agua en el baño para mi aseo personal. Este ejemplo, un poco improb-
able, deja en evidencia la importancia de aquello que esperamos del futuro.
Sólo estamos hablando de lavar nuestra cara en la mañana. Usted puede
trasladar este principio a todas sus acciones y de esa manera magnificar
su importancia.

Entender nuestro futuro en Dios nos permitirá caminar sumergidos en


Su realidad. Podremos despojarnos de nuestras maneras humanas y limi-
tadas de evaluar nuestro futuro en base a nuestras propias capacidades y
posibilidades. Lo que Dios ha pensado para usted no tiene que ver con sus
fuerzas o sus logros personales, sino que tiene que ver con las fuerzas de
Cristo actuando en usted. Esas fuerzas lo llevarán al futuro correcto.

CONOCER A DIOS PLENAMENTE

En la Biblia podemos leer sobre las historias


más extraordinarias vividas sobre la tierra. “Lo que Dios ha pensado
Hombres y mujeres que experimentaron el para usted no tiene que
poder de Dios tan sólo por llegar a conocer Sus ver con sus fuerzas o sus
caminos. Noé salvó a todas esas especies y a su logros personales, sino
propia familia por conocer lo que Dios había que tiene que ver con las
determinado para el futuro del mundo. Abra- fuerzas de Cristo
ham fue el padre de la fe por dejar atrás toda actuando en usted”
su historia y atreverse a creer en los planes
de Dios. Daniel pudo sobresalir en medio del
cautiverio y exilio de Judá, por mantener su
corazón y esperanza en Dios. Moisés dirigió
toda una nación desde la esclavitud a la libertad,
94
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

siendo testigo de algunas de las mayores demostraciones del poder de


Dios, tan sólo porque Dios decidió usarlo y mostrarle Sus caminos. Ellos
pudieron conocer las sendas de Dios, pero el verdadero conocimiento de
Dios mismo les estaba reservado.

Pero nosotros hemos sido escogidos para acceder a un nuevo y mejor pacto.
El Nuevo Pacto tiene un objetivo claro: el conocimiento de Dios.
Hebreos 8:10-11
“Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días,
dice el Señor: pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré;
y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo; Y ninguno enseñará a su
prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: conoce al Señor; porque todos me
conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos.” 10
Dios nos está llamando a un conocimiento de Él mismo altamente reser-
vado. El pacto al cual hemos accedido por la obra de Cristo, asegura para
nosotros el conocer a Dios de tal manera que no habrá diferencia entre
el menor o el mayor. No es un conocimiento que pueda ser transmitido
ni enseñado (Y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a su hermano,
diciendo: conoce al Señor…). Esta vez no estamos hablando de conocer Sus
caminos, sino de conocerle a Él mismo. Antes de continuar aclarando este
punto, quisiera hacer una reflexión. Si los grandes hombres de Dios que
sostuvieron con sus vidas el plan de Dios desde el inicio de los tiempos, lo
hicieron por conocer Sus caminos, ¿cuánto podrá Dios hacer con nosotros
con la gracia de poder conocerle a Él plenamente? Sin duda eso debe cam-
biar completamente nuestra vida y expectativas.

DOS PALABRAS PARA CONOCIMIENTO

Para comprender la potencia del conocimiento al que hemos sido con-


vidados es necesario hacer una breve incursión a las palabras griegas
usadas en los originales de las cartas apostólicas y los evangelios. Dos
palabras griegas muy diferentes son traducidas en nuestro idioma como
“conocimiento”. Pero sus significados son ampliamente diferentes.

La primera palabra es “Ginosko”. Significa estar tomando conocimiento.


11
Tiene que ver con un conocimiento que se alcanza por experiencia y
relación profunda. Es el conocimiento que se va adquiriendo por medio de
un proceso. Es la palabra que se usa para la intimidad en la pareja (el marido
“conoce” a la esposa, es decir cuando tiene relaciones sexuales con ella).
10
Versión Reina Valera Revisada 1960 - Énfasis agregado por el autor
11
Diccionario Vine en español.
95
CONOCER A DIOS

Implica intimidad, o un conocimiento íntimo.

La segunda palabra es “Oída o Eído”: Esta palabra tiene más que ver
con un conocimiento instantáneo y pleno. Se traduce en muchas ocasiones
como “ver”.

En principio la palabra “Ginosko” tiene más potencia y profundidad que


“Oída”, cuando de conocer se trata. Sin embargo, en este punto no quisiera
hacer un mero análisis de las palabras griegas, sino de expresar una ver-
dad espiritual que va más allá del significado de las palabras. Para eso voy
a referirme a un episodio único y particular en el cual Jesús utiliza ambas
palabras.

Fuera del contexto de lo que Jesús va a expresar a los judíos, la palabra


“Ginosko”, siempre nos hablará de un conocimiento más profundo y com-
pleto. Pero Jesús usará esa palabra para expresarles que pueden tener la
mayor y más profunda de las experiencias con Dios y aún así no alcanzar
a conocerle.
Juan 8:54-55
“Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el
que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios. Pero vosotros no le
conocéis (ginosko); mas yo le conozco (oída), y si dijere que no le conozco,
sería mentiroso como vosotros; pero le conozco, y guardo su palabra.” 13

Al usar las dos palabras en un mismo mensaje, Jesús resalta el hecho


de que ellos no habían siquiera comenzado a conocer algo de Dios. De
alguna manera les está queriendo decir que todos aquellos estudios de las
escrituras y toda la experiencia de sus padres con Dios no les había servido
para alcanzar un poco del conocimiento de Dios. Pero Jesús les dice: “Yo le
conozco”. Es decir: “Yo le he visto y por lo tanto le conozco plenamente”.

Toda esta explicación nos dirige hacia un solo


puerto. Nuestros días pueden ser gastados en
una búsqueda externa de ver a Dios actuar e in- “No somos hombres en
tentar entender lo que Él desea para nosotros. busca de conocer a Dios,
Por otro lado, podemos recibir la vida de Dios de sino que buscamos
manera plena y su conocimiento en nuestro es- manifestar una poderosa
píritu y de esa manera usar todos nuestros días verdad: YA LE
para manifestar ese conocimiento. No somos CONOCEMOS”
hombres en busca de conocer a Dios, sino que
buscamos manifestar una poderosa verdad: YA
LE CONOCEMOS.
13
Versión Reina Valera Revisada 1960
96
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Además debemos entender que el MAYOR conocimiento de Dios nos ha


sido dado por Su Gracia y NADA podemos hacer para adquirir ese cono-
cimiento.

Cuando le buscamos profundamente en intimidad, podemos experimen-


tar momentos extraordinarios que nos cambian para siempre. Esos mo-
mentos podemos relatarlos como un “ginosko” con Dios.

Sin embargo debemos entender que toda experiencia de intimidad con


Dios debe ayudarnos a descubrir aquel conocimiento que YA nos ha sido
dado en nuestro espíritu por medio de la salvación y el Espíritu Santo.

Eso derriba toda posibilidad de poner sobre nuestros méritos personales


y nuestra disposición personal la posibilidad de conocer a Dios. Es decir
que nunca podremos ostentar conocer a Dios más que otra persona, por las
experiencias que hemos tenido con Él. Porque en el nuevo pacto TODOS
conocen de manera plena a Dios. Es el sello del nuevo pacto.
“Y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo:
conoce al Señor; porque todos me conocerán, desde el menor hasta el
mayor de ellos.” 14

LA REALIDAD DE DIOS Y LA VIDA ETERNA

Son muchos los que piensan que la vida eterna tiene que ver con aquello
que sucederá con nosotros luego de la muerte del cuerpo. Ese pensamiento
es muy limitado y nos lleva a distraernos para perder el verdadero valor de
nuestra salvación. La vida eterna es una realidad a la que somos incluidos
por medio de la salvación y la redención de Jesucristo. Es la realidad en la
que comenzamos a habitar desde nuestro es-
píritu. Esa realidad marca la diferencia con “La vida eterna es una
quienes no han recibido por la fe a Jesucristo y realidad a la que somos
por lo tanto habitan una eterna muerte espir- incluidos por medio de la
itual (ver Efesios 2). salvación y la redención de
Jesucristo. Es la
Juan, el discípulo amado, siempre estaba at- realidad en la que
ento cuando se hablaba de vida eterna. En su comenzamos a habitar
evangelio podemos ver evidenciado este hecho. desde nuestro espíritu
Mientras Mateo, Marcos y Lucas mencionan
entre dos o tres veces las palabras “vida eterna”,
Juan lo hace dieciocho veces. En una ocasión
14
Versión Reina Valera Revisada 1960 - Hebreos 8:11
97
CONOCER A DIOS

Jesús estaba orando y Juan oyó algo que capturó su atención. Él no estaba
dando un mensaje ni discutiendo con los judíos. No estaba haciendo un
milagro, ni dándoles alguna orden. Sencillamente estaba orando. Sólo Juan
registra esa oración y verá usted porqué.
Juan 17:1-3
“Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha
llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; como l
e has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que
le diste. Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero,
y a Jesucristo, a quien has enviado.” 15

Jesús está diciendo: “Esta es la vida eterna…”. Tantas veces había inten-
tado Juan entender esa vida y ahora Jesús está orando la fórmula suprema.
Conocer a Dios es la vida eterna.

Podemos pasar nuestros días en la tierra viviendo una vida limitada y


vana. Esto significa permanecer distraídos ignorando nuestro verdadero
estado espiritual. El desafío del evangelio no está en la vida después de la
muerte, sino en manifestar la potencia de la vida eterna en nuestros días.
Para los hijos de Dios no hay vida después de la muerte, sólo una mayor vida
después de la vida. El cielo espera de nosotros que aprendamos a manifestar
en nuestros días el conocimiento de Dios, y ese es nuestro verdadero estado.

El conocimiento del que estamos hablando no se adquiere por enseñanza


humana. El estudio sistemático de las escrituras tiene gran importancia,
mientras entendamos este poderoso principio. No estamos en busca de in-
corporar algo que no tenemos, sino en abrir camino a Dios desde nuestro
espíritu. Aún nuestra mente y nuestro cuerpo necesitan conocerle, pero en
nuestro espíritu le conocemos plenamente.
- Cuando las circunstancias adversas quieren ahogar nuestra fe,
no buscamos cambiar la circunstancia, buscamos manifestar
nuestro verdadero estado.
- Cuando nuestro pasado pretende traer depresión y desánimo,
no buscamos olvidar, sino manifestar el conocimiento de nuestra
verdadera historia en Cristo.
- Cuando las amenazas del futuro producen ansiedad, no
ignoramos su importancia, sino que vamos en busca de nuestro
verdadero y único futuro sumergidos en la realidad de Dios.
Todo esto es posible por una razón: conocemos a nuestro Padre. Manife-
star ese conocimiento es la manera de permanecer en Su realidad.

15
Versión Reina Valera Revisada 1960 - Énfasis agregado por el autor
98
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

ALGUNOS PASAJES PARA MEDITAR

1 Juan 2:27
“Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en
vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece
en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y
en el Padre. Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida
eterna. Os he escrito esto sobre los que os engañan. Pero
la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vo-
sotros,
y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la
unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera,
y no es mentira, según ella os ha enseñado,
permaneced en él” 16

2 Corintios 2:14-16
“Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo
en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo
lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios somos
grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se
pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte,
y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas,
¿quién es suficiente?” 17

16 , 17
Versión Reina Valera revisada 1960. Énfasis del autor.
100

CAPÍTULO 7
Conociendome Según Dios

2 Corintios 5:16
“De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne;
y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.” 1

E n medio de la inmensidad del océano, por momentos calmo, por


momentos violento, se encuentra una embarcación de caracterís-
ticas particulares. Siglos de perfección le han dado forma a una de
las obras humanas más hermosas que pueden encontrarse en lugares re-
motos del mundo. La perfecta combinación entre arte y matemáticas exac-
tas; la nobleza de la madera resistente que se doblegó para tomar la forma
de curvas perfectas, que rompen olas y las acarician al mismo tiempo.

Me ha llamado la atención las similitudes que tiene un velero con la vida


de un hijo de Dios. Jesús dijo: “No ruego que los quites del mundo…”. Esa
es una realidad en nosotros. Así como el velero se encuentra sumergido
en aguas que siempre están queriendo gobernar su destino, gran parte de
nuestra superficie es altamente influenciable por los caprichos del mundo.
Así como en el océano hay corrientes, olas, temperaturas y tantas otras
cosas que pudieran atentar en contra de su integridad, en el mundo hay
corrientes que intentan llevarnos. ¿Adónde nos llevan esas corrientes? La
respuesta no tiene importancia. Lo importante es el destino eterno al cual
fuimos llamados.
No podemos ignorar que gran parte de nuestra
vida se encuentra afectada por elementos que in- “La vida de Cristo en
tentan desviarnos del propósito eterno de Dios. nuestro espíritu es la
Pero Él nos ha dado otra superficie en nuestro superficie que se deja
espíritu. Esas son las velas de la embarcación, gobernar por Dios”
aquella superficie que pareciera fina y endeble,
pero que tiene todo el poder para darle sentido,
potencia y verdadera identidad al velero.

1
Versión Reina Valera Revisada 1960
101
CONOCIENDOME SEGÚN DIOS

El principio poderoso al que quiero arribar es que la vida no se trata


solamente de tomar determinaciones correctas. Podríamos pasarnos toda
la vida tomando buenas decisiones, pero aún así no encontrarnos con el
verdadero sentido de nuestra existencia. Se trata de levantar las velas. Las
decisiones que tomamos son como los movimientos del timón. Pero si las
velas no están arriba, esas decisiones no tienen ningún efecto verdadero.
La vida de Cristo en nuestro espíritu es la superficie que se deja gobernar
por Dios. El impulso que Él nos da para tener verdaderos avances en la
vida, se experimenta cuando aprendemos a levantar nuestro espíritu por
encima de nuestra vida natural. Entonces pudieran venir tormentas o haber
mares calmos, pero siempre nos encontraremos avanzando hacia el lugar
correcto.

En este capítulo descubriremos que hay dos superficies conviviendo den-


tro de nuestro ser. Por una parte, todo aquello que nuestros sentidos y pen-
samientos pueden procesar. Esa superficie se deja llevar por el mundo y
sus caprichos. Por otra parte, la vida que Dios depositó en nuestro espíritu.
Esa superficie que se deja gobernar por Él. En Cristo nos ha sido dada una
vida de victorias y gloria, y eso incluye desafíos por superar. Él ya nos ha
dado todo lo que necesitamos para alcanzar nuestro destino extraordinario.

LLAMADOS A LOS DISEÑOS DE DIOS

Cuando el evangelio es tomado como un asunto personal, se pierde su


mayor riqueza y se desactivan muchos de sus principios poderosos. Si ver-
daderamente creemos en Dios, nos llevará al crecimiento y madurez por
una razón: Él nos ha llamado para ser parte de Sus diseños eternos. Creer
en Dios y al mismo tiempo negarnos a creer en Sus diseños es uno de los
mayores engaños sobre la tierra, en el cual caen muchos. Recibir la vida de
Dios y la salvación de nuestras almas, plantea la posibilidad de experimen-
tar los verdaderos desafíos.

Cuando Salomón llevó a cabo la construcción del templo, prestó atención


a los detalles. Uno de esos detalles era la manera de incorporar los elemen-
tos y materiales de construcción. Las piedras eran traídas ya acabadas, de
tal manera que en la edificación no se escuchaban ruidos de ninguna her-
ramienta de hierro 2 .

Hay aquí un principio muy poderoso y práctico para nuestra vida. En la


medida en que permitimos que Dios nos perfeccione, nos permite ser parte

2
Versión Reina Valera Revisada 1960. 1 Reyes 6:7.
102
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

de Sus diseños con aquello que hacemos día a día. No se trata de hacer o
dejar de hacer, sino que todo lo que hagamos adquiera verdadero sentido
eterno.

Nuestras vidas sumergidas en la realidad de Dios se vuelven parte de Sus


diseños. Eso no tiene que ver con obras hechas, sino con el espíritu que ex-
presamos a través de lo que hacemos. Tal es así, que los primeros apóstoles
instaban a quienes eran siervos o criados a servir a sus amos como al Señor
y de esa manera manifestar a la Iglesia en su posición 3. En una ocasión se
presentó un matrimonio de la congregación que
pastoreamos, con un planteo contundente y una
determinación: “Pastor, vemos que en esta iglesia “No se trata de
no estamos encontrando nuestro lugar para crecer hacer o dejar de
y servir en los propósitos de Dios. Por lo tanto, hacer;
nos vamos a congregar en otra iglesia, donde ya sino que todo
nos han ofrecido algunas responsabilidades”. lo que hagamos
Mucha gente busca “crecer en los propósitos de adquiera
Dios” a través de las actividades de una congreg- verdadero sentido
ación. Podemos ser oradores elocuentes, pero eterno”
sólo Dios tiene la potestad de decidir qué suma a
Sus diseños y qué no. No hay hombre en control
de semejante tarea. Nunca debemos creer que
nuestro crecimiento en el Señor depende de la
determinación de otra persona.

La perfección que Dios busca de nosotros no es aquella que se alcanza


por méritos personales, a través de la fuerza de voluntad. Lo que Dios busca
de nosotros es la manifestación de la naturaleza perfecta que Él ya nos ha
dado. Es decir, no se trata de quitar errores a nuestro hombre natural, el
cual está ya demasiado viciado para tener posibilidades en los propósitos de
Dios, sino de la acción diaria de abrir puertas a la manifestación de la vida
del Espíritu. En este capítulo hablaremos del camino a recorrer para que
estas tres expresiones de poder se manifiesten:
1. Nuestras vidas sumergidas en la realidad de Dios
2. La vida del Espíritu expresándose a través de nosotros
3. Nuestra completa unidad con los diseños de Dios en la tierra

3
Versión Reina Valera Revisada 1960 - Efesios 5:5. Colosenses 3:22. 1 Pedro 2:18.
103
CONOCIENDOME SEGÚN DIOS

CONOCERNOS NUEVAMENTE

Cuando llegamos al conocimiento del evangelio, con el se nos presenta


una propuesta de vida que en ocasiones lleva tiempo alcanzar. Deseamos
arribar al evangelio vivido de manera plena, pero esa vida pareciera estar
demasiado lejos cuando habitamos tantas realidades contrarias y adversas.
Por otro lado sabemos que Dios no está contando con nuestras capacidades
para transformar toda nuestra vida, ya
que a la salvación la obtuvimos por Su gracia y a todo lo demás lo lograre-
mos por Sus fuerzas.

Una pregunta es inevitable: ¿Cómo alcanzar los cambios internos y exter-


nos, profundos y perdurables, que nos ofrece la vida en Dios? Esos cambios
no se forjan por nuestro empeño. El evangelio nos plantea un cambio de
realidad. Una de las razones por las cuales no se efectúa ese cambio se debe
a nuestro amplio y convencido conocimiento de nosotros mismos.

En general nos cuesta reconocer que no sabemos sobre algún asunto. En


una ocasión, yo estaba de visita en un pequeño pueblo que no conocía. En
un momento pedí instrucciones a un lugareño, el cual con total conven-
cimiento y seguridad me indicó cómo llegar al destino. Luego de deambular
por aquel lugar me di cuenta que esas indicaciones estaban totalmente erra-
das. Aquel hombre prefería dar mal sus instrucciones antes que reconocer
que no sabía la respuesta. De alguna manera todos tenemos esa tendencia.
Algunos la llaman orgullo, pero es una palabra un poco fuerte para usarla
demasiado rápido.

Si en las pequeñas cosas nos cuesta reconocer nuestra ignorancia, cuánto


más pudiera costarnos admitir el hecho de que desconocemos mucho de
nosotros mismos. Somos la persona con la que más tiempo pasamos. Si
alguien me dijera que no conozco a mi esposa, probablemente me enojaría
con el tal. ¿Cuál sería mi reacción si alguien me dijera que debo conocerme
a mí mismo? Ese es el mensaje del evangelio que nos provoca a buscar una
nueva realidad.

Mientras sigamos convencidos de que nos conocemos completamente,


no arribaremos a la realidad a la cual el Señor nos está llamando. Debemos
permitirle a Él que nos presente nuevamente: “Hola Abel, quiero presentarte
a Abel; tu verdadero tú”.
104
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

UN NUEVO CONOCIMIENTO ES UNA NUEVA REALIDAD

Muchas veces he leído este pasaje en 2 Corintios 5:16. Sin embargo en


una ocasión produjo un impacto que fue el inicio de una reforma en mi
corazón. Fue cuando descubrí que yo mismo me conocía según la carne. El
apóstol Pablo dice: “Si a alguien conocimos según la carne…”. Este pasaje es
muy poderoso, y aún lo es más cuando nos damos cuenta de que nosotros
mismos podemos ser ese “alguien”.

El apóstol Pablo fortalece en sus cartas los


principios que forjan a la Iglesia del Nuevo
“Una postura de
Pacto. Una iglesia fundamentada en la Gracia
gracia hacia las
de Dios es aquella cuyos miembros han apren-
personas es actuar
dido a mirar por el espíritu a quienes les ro-
con la capacidad de
dean. La vida en congregación puede volverse
obrar con ellos tal
una trampa al momento de crecer en el Señor,
como Cristo obró
cuando quienes la componen no han logrado en-
con nosotros”
tender y asimilar este principio. El problema no
son las personas que me rodean, sino la posición
desde la cual yo las conozco. Ese es el énfasis del
Evangelio de la Gracia de Dios.

Tener una actitud de gracia hacia quienes nos


rodean no es una conducta común. Cargamos con los errores de las perso-
nas como expedientes bien guardados y custodiados. Nos gusta decir: “Yo
ya lo he perdonado” o “No tengo nada contra esa persona”. Son buenas frases,
aunque el problema comienza con el “pero” que usualmente sigue a esas
frases. Una postura de gracia hacia las personas es actuar con la capacidad
de obrar con ellos tal como Cristo obró con nosotros: sin “peros”. Al darnos
Su perdón, redención, santificación, llamado y elección, borró todo registro
de nuestros pecados y errores pasados y nos otorgó una nueva vida, identi-
dad y posición. Cada paso de nuestra vida en Dios requiere de Su gracia. La
gracia de Dios actúa como un ámbito en el cual nos movemos, crecemos y
damos frutos. Cuando juzgamos a otros y no extendemos perdón por sus
errores y pecados hacia nosotros, entonces nos salimos de esa gracia.
105
CONOCIENDOME SEGÚN DIOS

En una ocasión estaba oyendo a una persona explicarme todas las razones
por las cuales no estaba de acuerdo con otro hermano de la congregación.
Todas sus palabras parecían correctas y hasta bíblicas. El único problema
es que aquella presentación concluía sencillamente en una excusa personal
para no acercarse a su hermano. La lista no era demasiado extensa. Las
acusaciones eran débiles y circunstanciales. Al terminar de oír todo aquello,
las palabras del Espíritu que retumbaban en mi corazón fueron las que dije:
“Tenemos un grave problema aquí. Todos los errores, falencias, pecados y
agravios que esta persona ha cometido, comete y cometerá, ya Dios los ha
perdonado. Pero tu falta de perdón y tu actitud de juicio te alejan de la gracia
de Dios. Por lo tanto, delante de Dios es más grave tu posición que la de aquella
persona”.

Nuestro crecimiento en Dios no se basa en el cambio de la gente que nos


rodea, sino en la posición desde la cual podemos conocerlas. Es por eso que
el Apóstol Pablo habla de la manera de conocer. El evangelio no asegura que
todos a su alrededor cambiarán, pero sí espera que cambie la manera en
que usted las ve. Debemos aprender que la gente no debe cambiar para que
podamos amarlas, sino que deben ser amadas para que puedan cambiar.
Ese es el modelo de Dios.

Para arribar a esa verdad tan potente, es necesario dejar que Dios actúe
en nuestro ser interior. Si no podemos conocernos a nosotros mismos como
Dios nos conoce, entonces no podremos hacerlo con otros.

PARA CONOCER, PRIMERO HAY QUE DESCONOCER

“…de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne…”

A continuación vamos a examinar un principio muy poderoso que abrirá


su corazón para una verdadera revelación. Este principio poderoso consta
de dos partes:
106
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios


1. “De aquí en adelante”

Significa poner un punto de partida. Es el comienzo de un tratamiento


completo. Necesitamos que Dios nos interne en su sala de cuidados inten-
sivos para intervenir nuestro corazón. Ser expuestos a un examen exhaus-
tivo y a la transformación del Espíritu, para que nuestros ojos espirituales
sean abiertos.

Desde siempre Dios ha intentado mostrarnos nuestra verdadera identi-


dad en Él. En Cristo tenemos una verdadera historia y un futuro de Gloria.
Sin embargo, cargamos con mentiras que nos distraen. Es por eso que debe-
mos estar dispuestos a que Dios nos diga: “De aquí en adelante…”. Son esos
momentos en donde Dios pone Su mano y nos hace saber que hay cosas
que no pueden seguir con nosotros. Esa mano también marca el inicio de
cosas nuevas.

Es posible que por años usted haya querido cambiar cosas en su vida sin
éxito. Es muy difícil cambiar lo que es parte de nosotros. No es lo mismo
cambiarnos de vestimenta que cambiar nuestra estatura. Pero Dios no está
queriendo cambiar algo que es parte nuestra, sino hacernos ver quiénes
somos en verdad y desde esa posición despojarnos de lo que ya no nos sirve.

2. “A nadie conocemos según la carne”

Esta sentencia puede ser resumida en una palabra: desconocer. Es una


limpieza que comienza con nuestra propia persona. Significa desechar todo
conocimiento de nosotros mismos.

Si podemos desconocer, podremos volver a conocer, y por lo tanto podre-


mos establecer la reforma que Dios espera de nosotros.
2 Corintios 5:11
“Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres;
pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que también lo
sea a vuestras conciencias.” 4

Si leemos ese pasaje aislado de su contexto corremos un serio riesgo de


interpretarlo de manera equivocada. Pareciera que el apóstol se refiere a
esas personas que siempre se quieren mostrar. El persuadir a los hombres
de aquello que somos y podemos hacer, es nuestro trabajo diario el con-
vencer a otros.
4
Versión Reina Valera Revisada 1960
107
CONOCIENDOME SEGÚN DIOS

Dios no está interesado en modificar parcialmente nuestro autocono-


cimiento. Es necesaria una nueva posición, un nuevo conocimiento, una
nueva visión. Es necesaria la cosmovisión de Dios para producir los resul-
tados propuestos por Él.
El conocimiento de nosotros mismos se basa en ciertos aspectos en común:
1. Las personas que nos rodean y nos han rodeado en el pasado
2. Nuestro origen
3. Experiencias negativas por responsabilidad de terceros
4. Errores cometidos en el pasado
5. Aciertos y victorias alcanzadas
6. Beneficios alcanzados o perjuicios por nuestro status social
7. Detalles de nuestro cuerpo
8. Influencia de grupos sociales en los que participamos
9. Logros académicos y profesionales
10. Gustos personales
11. Carácter
12. Emociones
13. Debilidades y temores
14. Seguridades y fortalezas

Estos son sólo algunos de los elementos que


usualmente consideramos cuando afirmamos “Dios no está interesado
conocer a alguna persona. A modo de ejerci- en modificar
cio, pudiera tomar esa lista y poner dos o tres parcialmente nuestro
palabras al lado de cada una de ellas que defina autoconocimiento.
aquello que usted conoce de sí mismo. Si tiene Es necesaria una nueva
pensado prestar el libro a alguien, le sugiero posición, un nuevo
usar una hoja en blanco. Al terminar el ejer- conocimiento, una nueva
cicio, podrá obtener algunos datos, recuerdos visión”
y experiencias para desechar y de esa manera
poder reemplazarlos por un nuevo y fresco con-
ocimiento. Cada uno de esos puntos acerca de
nosotros mismos tiene una respuesta diferente
en Dios.

No se trata de desecharlo todo. Se trata de desechar el conocimiento er-


róneo que tenemos de nosotros mismos. Cuando decimos conocernos, nos
aferramos a una realidad mentirosa. Ninguno de los elementos que enu-
meré anteriormente define nuestra verdadera identidad en Dios, si no es
respondido por revelación.
108
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

ALGUNAS FRASES QUE DEBEN DESAPARECER

Día a día escucho oraciones que asumimos como normales, pero que
debemos hacer desaparecer de nuestra experiencia. Estas expresiones son
verdaderos atentados en contra de la vida de Dios en nosotros. Su verdadero
efecto es mantenernos en fascinación para que nunca nos conozcamos
como Dios nos conoce. Si nos mantienen conociéndonos según la carne,
entonces nunca podremos expresar la vida extraordinaria que nos ha sido
dada en Dios.

Por lo tanto no debemos tomar estas frases como normales o inocentes.


Es mejor tener una actitud extrema contra ellas, hasta que esa postura
muestre sus efectos positivos. Hablamos de un cambio de vocabulario, para
sustentar lo que sólo Dios puede hacer en nosotros: un cambio rotundo
hacia Su realidad.

Algunas de esas frases son:


- “No puedo hacerlo.”
- “A mí no me gustan los problemas…”
- “Yo soy así, y creo que deben aprender a aceptarme.”
- “Siento lo que siento, no puedo controlar mis emociones.”
- “Mmm… Hay algo que no me gusta de esa persona.”
- “Yo nunca voy a poder superar esto…”
- “Yo no tengo nada contra esa persona, pero ella allá y yo acá…”
- “Simplemente somos incompatibles…”

Estas y muchas otras frases son el producto de formas de pensar limita-


das, que generalmente frenan nuestras vidas y producen separaciones que
pudieran no tener coherencia con lo que Dios quiere para nuestra vida y
familia.

Todo lo que creemos poder o no poder hacer está basado en una man-
era superficial y mentirosa de conocernos. Deje que Dios determine lo qué
puede hacer usted. Si Él lo ha llamado por gracia, también lo capacitará y
lo llevará a una mayor gloria por gracia. El llamado de Dios siempre nos
llevará a caminar más allá de nuestras fuerzas humanas. Nuestra mente
limitada siempre se siente incómoda con aquello que no puede controlar.
Pero son esos desafíos los que provocan la manifestación de la vida del Es-
píritu en nosotros. Precisamente porque no podemos…
109
CONOCIENDOME SEGÚN DIOS

Puedes ser el hombre elegido por Dios para sacar a toda una nación de la
esclavitud. Ser testigo de los milagros y prodigios más extraordinarios de la
historia. Pero debes saber que el camino por el cual Dios te llevará todavía
incluye cruzar un mar y atravesar desiertos. Hemos decidido creer en un
Dios que hace cosas imposibles. Él nunca concebirá su vida como una suc-
esión de cosas posibles y sin desafíos. El justo debe aprender a vivir por fe.
Esa fe se activa en lo imposible. Cada día sin desafíos puede ser peligroso
en la vida de un justo. Debemos aprender a convivir con la sensación de que
no podemos controlarlo todo, para que Dios encuentre puertas todo los días
para manifestarse en nosotros.

Renuncie a buscar y pedir a Dios que actúe haciendo las cosas que lo dejen
a usted no necesitando más de Él. Piénselo un momento. Si unimos nuestra
vida a los planes de Dios, entonces ella se verá cada día más expuesta a lo
imposible. Dios nunca lo llevará a una vida de comodidad y confort, donde
ya no necesite de Él. Nuestra incredulidad a los desafíos de fe son los que
nos hacen permanecer en problemas menores sin solucionar.
Cuando permite a Dios que le diga quién es
CONOCERNOS
usted en verdad,NUEVAMENTE
parecerá más bien un busca-
dor de problemas. Recuerde cada día que el nivel “Debemos aprender
de problemas que usted resuelve determinará el a convivir con la
nivel de vida que vivirá. No está de más aclarar sensación de que no
que hablamos de un “buscador de problemas” podemos controlarlo
que a la vez produce las soluciones por la vida y todo, para que Dios
el fruto del Espíritu. encuentre puertas
todo los días para
La revelación de la Gracia de Dios, nos permite manifestarse en
vernos como nunca antes nos hemos visto, pero nosotros.”
también nos permite ver a otros como Dios les
ve. Es curioso que toda vez que oigo a una per-
sona juzgar con intolerancia a otra, luego resulta
que ni ella se acepta a sí misma. Muchas veces
esperamos ver el poder de Dios

actuando para que cambie a las personas que nos rodean; pero Él siempre
está buscando que nosotros cambiemos la manera en que las vemos. Es allí
donde nuestro Dios se ve glorificado. Jesús no dijo a sus discípulos: “Si creen
en mí, voy a quitar a toda persona que se atreva a maldecirlos”. Él les decía:
“Oren por los que les maldicen”.
110
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Dios no quitará a las personas que lo maldicen; Él busca que su ser in-
terior sumergido en Su realidad, produzca amor inesperado e inexplicable
para los hombres.

Nuestra alma no sujeta a Dios y nuestro hombre exterior, se llenan de


vicios y ciclos que fatigan. Hay personas que llegan a tales niveles de fas-
tidio consigo mismas que lo manifiestan con discusiones y problemas in-
terpersonales. Es como un mecanismo de supervivencia interior. Funciona
de la siguiente manera: “Si puedo echarle la culpa a alguien de mi malestar,
entonces no tengo que admitir que algo no está bien conmigo mismo. Al final,
a las personas las puedo cambiar, pero a mi propia persona la debo seguir
soportando”.
¡Tengo una buena noticia! Ya no tiene que seguir soportándose. De alguna
manera no era usted el problema. Es aquella realidad mentirosa que dema-
siadas circunstancias crearon para que usted no pueda conocer su única y
verdadera versión: la de Dios.

No es novedad que nuestras emociones pueden ser manejadas para lograr


una vida más efectiva en el mundo que vivimos. Ese es uno de los postula-
dos de la llamada “inteligencia emocional”. Pero creo que es importante en-
tender que nuestras emociones no siempre son tan nuestras. Más bien son
una reacción a los estímulos externos, y por lo tanto necesitamos prestarles
atención. Sin embargo, las emociones nos ayudan muchas veces a identifi-
car nuestra verdadera identidad espiritual. Nuestro espíritu también tiene
sentidos, y por lo tanto siente. Pero es el Espíritu Santo quién nos ayuda a
identificar cuando hablamos de un sentir espiritual o una simple emoción.
La siguiente frase puede ser un ejemplo de esto.

Una manera práctica de identificar algo que viene del Espíritu, son los
frutos que produce. Es por eso que cuando, por el Espíritu, vemos algo
que no está bien, nos provoca a intervenir para ayudar y rescatar a la per-
sona del error. No lo hace para que “nos alejemos” o para que “alertemos a
otros de esa persona”. Podemos usar a la misma Biblia para defender esas
cosas, pero los frutos son frutos. En general, cuando oigo frases como esas,
provienen de personas inmaduras que producen más daño que beneficio a
sus hermanos.

Pero la vida del Espíritu en nosotros, es decir, nuestra verdadera identi-


dad en Dios, siempre busca mostrar y reproducir el carácter de Dios y sus
criterios. Es por eso que Jesús siempre golpeaba la conciencia de los dis-
cípulos con mensajes como estos:
111
CONOCIENDOME SEGÚN DIOS

Mateo 5:44-45
“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os
maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan
y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos,
que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre
justos e injustos.” 5

Filipenses 3:7-8
“Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como
pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas
como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor,
por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura,
para ganar a Cristo.” 6

Cuando la revelación del Evangelio de la Gracia de Dios abre nuestro


entendimiento, aquello que creíamos parte nuestra, comienza a cobrar un
nuevo sentido. Lo que antes “era parte”, ahora “lo tenemos”. El principio
es poderoso por una razón clara, es muy difícil cambiar lo que ya es parte
nuestra. Sin embargo, nadie considera una tarea imposible el cambiarse
una prenda de ropa.

Cuando permitimos a Dios que nos conceda


conocernos a nosotros mismos tal como Él nos “Cuando
conoce, entonces nuestras debilidades y er- permitimos a Dios
rores cambian de posición. Antes eran parte de que nos conceda
nuestra vida, ahora Dios las pone en nuestras conocernos a
manos, para que podamos desecharlas y dejar- nosotros mismos tal
las atrás. Aún podremos poner nuestras victo- como Él nos conoce,
rias y trofeos en su lugar correcto, para que ellos entonces nuestras
no produzcan retroceso en el futuro. Debemos debilidades y
aprender a desechar cada día nuestros logros y errores cambian
aciertos para entender que en Cristo tenemos de posición”
mucho más por alcanzar.

Nuestros logros tienen mayor poder que


nuestros errores al momento de distraernos
para revelar a Cristo en nosotros y el poder de
Su evangelio.

5, 6
Versión Reina Valera Revisada 1960
112
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Pero la buena noticia es que aquello que era parte de su vida, fue sepa-
rado de usted, para que ahora lo tenga en sus manos y pueda determinar la
posición que le dará.

Según nuestra identidad en Dios, las aflicciones no son parte de nuestra


vida, sino un privilegio otorgado para manifestar de qué estamos hechos.
Romanos 8:18
“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son
comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.” 7

RESULTADOS EXTRAORDINARIOS

Comenzamos este capítulo con un pasaje de la segunda carta del apóstol


Pablo a los corintios. Hemos tomado varios pasajes aislados de esa carta y
quisiera terminar con otro principio que puede ofrecernos un panorama
futuro de gloria, si nos atrevemos a creer lo que Dios dice sobre nosotros.
2 Corintios 5:12-15
“No nos recomendamos, pues, otra vez a vosotros, sino os damos ocasión
de gloriaros por nosotros, para que tengáis con qué responder a los que s
e glorían en las apariencias y no en el corazón. Porque SI ESTAMOS LOCOS,
ES PARA DIOS; Y SI SOMOS CUERDOS, ES PARA VOSOTROS. Porque
el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos,
luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no
vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.”

Las apariencias siempre serán una fuente de mentiras peligrosas al mo-


mento de conocernos y conocer a otros. Pero cuando dejamos que Dios nos
haga conocernos como Él nos conoce comienzan a operar en nosotros dos
aspectos poderosos:

1. Estamos locos para Dios. Esta locura no opera para con la gente,
sino para Dios. Es la locura que nos permite atrevernos a lo que
nadie se atreve.
Es la pasión que proviene de una incoherencia con todo aquello que
quiere determinarnos y detenernos. Creer que Dios nos ha hecho
perfectos es una locura. Es totalmente incoherente con las
experiencias de nuestro pasado. Es la locura que nos dice que Dios
nos ha sentado en lugares celestiales juntamente con Cristo.

7
Versión Reina Valera Revisada 1960
113
CONOCIENDOME SEGÚN DIOS

2. Somos cuerdos para la gente. Es la coherencia que nos provee el


saber que nuestra perfección, justificación y gloria no proviene de
nuestras fuerzas o méritos. Eso nos mantiene en constante hu
mildad y actitud de servicio a otros. Necesitamos ser coherentes
para entender que aunque somos perfectos según Dios, debemos
ser constantes para que esa perfección sea manifestada cada día
más, y por lo tanto necesitaremos de Su gracia todos los días de
nuestra vida.

No debe haber persona más fastidiosa que aquella que se cree perfecta.
Esas personas siempre están notando los errores de los demás y hablando
de sus propias virtudes. Nunca producen cosas positivas en su entorno. Por
el contrario, se dedican a humillar a otros y de esa manera limitarlos en su
crecimiento.

Pero eso no sucede con un hijo de Dios a quién


se le ha revelado Su gracia. Su perfección es loca
y cuerda a la misma vez. Es la perfección que “Esté dispuesto
manifiesta sin mudanza, el amor incondicional a que Dios le
de Dios. diga quién es
usted y cuando lo
Este capítulo termina, según mi visión del haga, créalo
asunto, sin decir lo más importante. Tan sólo ciegamente”
es una provocación a enfocar nuestra mirada y
nuestro corazón en el trono de nuestro Señor.
Esté dispuesto a que Dios le diga quién es usted
y cuando lo haga, créalo ciegamente. Créalo sin
entender y sin explicaciones. Busque en las es-
crituras su historia, su presente y su historia,
su preente y su futuro. Será testigo de cambios poderosos y deresultados
extraordinarios, mientras se derriban a su alrededor las mentiras que hasta
ahora lo han limitado. Cuando eso suceda, nunca olvide su fuente y haga
que esto se multiplique en muchos.
115

CAPÍTULO 8
Inteligencia Espiritual

C uenta una leyenda oriental que un maestro y su discípulo se


dispusieron ir a la ciudad. Estaba terminando la temporada de
cosechas en los campos de Japón aquel agosto. Ellos vivían en el
campo, donde cultivaban algunos vegetales y de tiempo en tiempo, iban a la
ciudad más cercana para venderlos. Eso significaba caminar varias horas
a pie, mientras su viejo burro hacía el trabajo duro. Aquella era una noche
cálida y estrellada, ideal para comenzar la caminata hacia la ciudad. El joven
discípulo estaba entusiasmado con la travesía. Él había hecho todos los cál-
culos de los horarios que debían cumplir para arribar a la ciudad temprano
y de esa manera ganar los mejores lugares del mercado. Eso aseguraría la
mayor ganancia en el menor tiempo posible. Esa noche el joven presentó
su plan al maestro, demostrando de manera acabada que sus cálculos eran
infalibles. El anciano maestro atendió sus razones y prosiguió a establecer,
sin explicaciones, que era mejor detenerse un momento para repasar lo que
llevarían y salir tranquilos y pausados. Todo aquel viaje se desarrolló con la
insistencia del joven de apresurar el paso y de esa manera obtener el mejor
resultado final en la consumación del propósito del viaje. Sin embargo, el
maestro se detenía una y otra vez a meditar en el camino y a tomar mo-
mentos de contemplación de los hermosos paisajes que encontraban. Una
hora antes de llegar a la ciudad el joven ya había perdido toda esperanza de
cumplir con su objetivo. Ahora se preguntaba si al menos llegaría a encon-
trar a alguien dispuesto a comprar por algunas monedas su mercadería.
Fue entonces cuando un resplandor muy fuerte detuvo repentinamente
su paso, seguido por un fuerte temblor estremecedor. Se quedaron varias
horas estupefactos y sin palabras, ya que no había comentario posible que
pudiera siquiera aproximarse a una explicación de lo que había sucedido
frente a ellos. Se trataba de la explosión de una gran bomba. De la ciudad a
la que ellos se dirigían, subía una gran nube con forma de hongo. Al pasar
las horas descubrieron que por muy poco se habían librado de morir vícti-
mas de la bomba atómica en Hiroshima.

Esta historia puede ser usada para ilustrar la importancia de disfrutar el


camino. Podemos realzar la importancia de la paz y la paciencia en la vida.
116
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Sin embargo, lo que estoy a punto de hacer


es arruinar por completo el contenido inspira-
dor de la historia. Usted nunca sabrá el nom-
“¿Cuántos de los
bre de estos dos personajes, pero la historia dice
que aquella bomba se llamaba “Little Boy”. No hechos que la
sabremos a qué hora salieron de su casa para historia humana
el mencionado viaje, pero sí sabemos que la registra, serán
bomba cayó el lunes 6 de agosto de 1945. La his- tenidos en cuenta en
toria sólo registra aquellos hechos que considera la historia que Dios
de verdadera relevancia y descarta de manera está escribiendo?”
sistemática lo que no es trascendente. En ese
descarte sistemático quedan fuera nombres y
sucesos que pudieran haber sido importantes
para muchas personas, pero que serán olvida-
dos por completo.
La historia que les he presentado abre la posibilidad de introducirnos en
pensamientos que pueden enriquecer nuestras conductas, pero ninguno
de ellos nos conecta con la verdadera inteligencia espiritual. Hay una pre-
gunta que me hago continuamente: ¿Cuántos de los hechos que la historia
humana registra, serán tenidos en cuenta en la historia que Dios está es-
cribiendo? Puedo decir sin lugar a dudas, que la manera de Dios de juzgar
lo trascendente es muy diferente a la de los hombres. Hay una poderosa
verdad que es el inicio de toda inteligencia espiritual. En la eternidad que
Dios habita, todos los hechos humanos, pasados, presentes y futuros ya han
sucedido. Cuando decimos hechos, nos referimos a aquellos que tienen ver-
dadero sentido eterno. Luego están los otros hechos: los vanos. Al terminar
este capítulo descubriremos que la inteligencia espiritual es aquella que se
expresa para que en nuestros días, podamos conectarnos y manifestar esos
hechos con verdadero valor eterno.
En los últimos años han surgido algunas “La inteligencia
líneas filosóficas y el desarrollo de libros bajo el
espiritual es aquella
título de “Inteligencia Espiritual”. Sin embargo,
que se expresa para
la primera mención de la inteligencia espiritual
la encontramos en la carta del apóstol Pablo a los que en nuestros días,
colosenses. Considero que la inteligencia espir- podamos conectarnos y
itual sólo puede ser entendida y manifestada en manifestar esos hechos
su mayor expresión por los hijos de Dios. Todo con verdadero valor
otro intento humano de aproximarse a ella sólo eterno”
servirá para hacer más complejas las otras in-
teligencias, pero lejos está de ser la inteligencia
que proviene de Dios. Al hacer una breve mi-
rada sobre las exposiciones actuales acerca de
117
INTELIGENCIA ESPIRITUAL

la “inteligencia espiritual”, queda en evidencia que tan sólo se trata de una


forma más de inteligencia emocional.

DESDE EL COMIENZO SOBRE LAS INTELIGENCIAS

El mundo siempre va en búsqueda de los “secretos” para ser exitoso. Basta


con hacer una visita a la librería más cercana y descubrir los cientos de tí-
tulos que parecen prometernos grandes beneficios con tan sólo leer lo que
tienen para ofrecernos.

He leído libros que intentan enseñarte los secretos de la gente que tiene
éxito en la vida. Muchos de esos libros son el resultado de la observación
que el autor puede ejercer sobre su propia persona o la de otros, que han
alcanzado niveles de éxito en algún aspecto de la vida. Al leer algunos, me
he dado cuenta de que a veces se vuelven una explicación acerca de por
qué no tenemos éxito. Es decir, la gente exitosa no leyó el libro, sino que su
comportamiento fue forjado por algo más potente que la lectura de un libro
o el simple deseo de que las cosas salgan bien.

Producto de esta inagotable búsqueda del hombre de los secretos y las


llaves del éxito, surgen las diferentes teorías sobre las inteligencias. Esos
postulados y estudios pretenden ordenar y activar principios que hagan a
las personas más efectivas en alcanzar los objetivos esperados.

En este capítulo descubriremos que la mayor fuente de inspiración y


activación para el éxito en los hijos de Dios, proviene de una vida sum-
ergida en la realidad de Dios. En ella se activa nuestra inteligencia espir-
itual. Pero además de eso, encontraremos las herramientas necesarias para
aprovechar su mayor potencial.

LA INTELIGENCIA Y SU HISTORIA COMO CONCEPTO 1

En los inicios de la psicología científica se partió de una perspectiva


psicométrica, en la cual la inteligencia era algo biológico, innato y capaz de
ser cuantificada al ser evaluada. Vinculada a la lógica y a la resolución de
problemas, el Coeficiente Intelectual era su forma de medición. Desde esta
consideración, los seres humanos estaríamos dotados de un conjunto de
factores o rasgos, de los que cada individuo dispondría de manera diferente.
118
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Estas variaciones individuales hacen referencia a las diferencias en el


rendimiento intelectual. En el año 1905 Alfred Binet elaboró la primera es-
cala de inteligencia para niños y escribió: “El órgano fundamental de la in-
teligencia es el juicio. En otras palabras, el sentido común, el sentido práctico,
la iniciativa, la facultad de adaptarse. Juzgar bien, comprender bien y razo-
nar bien son los resortes esenciales de la inteligencia”. De su mano aparece
por primera vez el concepto del Cociente Intelectual (C.I.), definido como la
razón entre la edad mental y la edad cronológica.

En el año 1920 Thorndike publicó un artículo titulado: “La inteligencia


y sus usos” en donde da un paso hacia una mejor comprensión sobre qué
significa inteligencia e introduce el componente social en su definición. En
dicho artículo, Thorndike señala la existencia de tres tipos de inteligencia:
la inteligencia abstracta, la inteligencia mecánica y la inteligencia social.
Por inteligencia abstracta entiende la habilidad para manejar ideas y sím-
bolos tales como palabras, números, fórmulas químicas y físicas, decisiones
legales, leyes, etc. Por inteligencia mecánica, la habilidad para entender
y manejar objetos y utensilios tales como armas y barcos. Finalmente
Thorndike define a la inteligencia social como la habilidad de entender y
manejar a hombres y mujeres, en otras palabras de actuar sabiamente en
las relaciones humanas. La inteligencia era en ese momento un concepto
en auge.

Posteriormente, la psicología Cognitiva presentó una propuesta impor-


tante donde la inteligencia era vista desde la perspectiva del procesamiento
de la información. Dentro del enfoque del procesamiento de información,
la llamada inteligencia artificial hizo que algunos investigadores de los pro-
cesos superiores humanos, se basaran en el modelo computacional para
intentar explicar los procesos cognitivos en las personas.

Resumiendo: la inteligencia partió de ser algo más bien biológico, capaz de


ser medida y primariamente vinculada a la lógica, pasando por el recono-
cimiento de que poseía distintos componentes y se manifestaba en difer-
entes áreas de aplicación, hasta llegar a ser entendida a través del modelo
computacional. Pero esto no alcanzaba para abarcar un fenómeno tan com-
plejo. Por esta razón, sus investigadores comenzaron a contemplar que eran
muchos y variados los componentes que participaban en una “respuesta
inteligente”. Frente a este complicado panorama y ya en la década de los
80, Mayer llegó a definir a la inteligencia como “las características cogniti-
vas internas relativas a las diferencias individuales en el rendimiento, para la
resolución de problemas”. En otras palabras, la inteligencia se pondría en
evidencia en el enfrentamiento de las situaciones y conflictos que tienen los
119
INTELIGENCIA ESPIRITUAL

individuos delante de sí. Y fue justamente Mayer, quien inició el concepto


de inteligencia emocional, que años más tarde Goleman haría famoso de la
mano de la introducción del coeficiente emocional.

Al llegar a nuestros días, ya nos encontramos con una conceptualización


más amplia, como algo que reúne no sólo al mundo intelectual sino también
al mundo afectivo propio del ser humano y que tiene en cuenta su interac-
ción con el contexto social y su plasticidad.

Veamos algunos de los enfoques más importantes:

- BINET 3 (1817-1911): En el año 1905 elabora la primera escala de


inteligencia para niños. En el año 1916 la modifica y aparece por
primera vez el concepto de Cociente Intelectual definido como la
razón entre la edad mental y la edad cronológica. Su tra
bajo da comienzo a la polémica de si el rendimiento en inteligencia
depende de un único factor general o de muchos pequeños factores
específicos.

- WECHSLER4 (1939): Diseña la escala Wechsler-Belleune, la


primera que evalúa los procesos intelectuales de los adolescentes y
adultos. Este test introdujo el rompimiento con el concepto global
de inteligencia y aportó la visión de la evaluación de muchos
factores en la medición, divididos en dos grandes áreas: la verbal y
la de ejecución.

- GARDNER5 (1983–1993): Insiste en la pluralidad del intelecto.


Existen muchas capacidades humanas que pueden ser
consideradas como inteligencias. Gardner propone dejar de hablar
de inteligencia y comenzar a considerar el concepto de
“inteligencias múltiples”.

1
Bibliografía consultada: Carmen Molero Moreno, Enrique Saiz Vicente, Cristina Esteban Martínez: “Revisión
histórica del concepto de inteligencia: una aproximación a la inteligencia emocional”. Revista Latinoamericana
de Psicología, vol. 30, núm. 1, 1998, pp. 11-30. Fundación Universitaria Konrad Lorenz.
Gardner, Howard: “Inteligencias Múltiples. La teoría en la práctica”. Paidós Ibérica, 1998.
2
Edward Lee Thorndike (1874-1949) psicólogo y pedagogo estadounidense, considerado un antecesor de la
psicología conductista estadounidense.

3
Alfred Binet (1857-1911) Pedagogo, grafólogo y psicólogo francés.
4
David Wechsler (1896-1981) Psicólogo estadounidense.
5
Howard Gardner (Nacido en 1943) Psicólogo, investigador y profesor de la Universidad de Harvard.
120
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

- MAYER6 Y SALOVEY7 (1990): Acuñan el concepto de Inteligencia


Emocional.

- GOLEMAN8 (1996): Aparece el concepto de Cociente Emocional


(EQ).

* La Inteligencia Emocional.

Fue Gardner quien con su visión de las inteligencias múltiples preparó el


escenario para el reconocimiento de la inteligencia emocional. De las siete
inteligencias que él expuso, dos capacidades, la intrapersonal y la interper-
sonal, son las que conforman la inteligencia emocional. Veamos en dónde
se encuadran:
- Inteligencia Lógica-matemática, es la que utilizamos para
resolver problemas de lógica y matemáticas. Es la inteligencia que
tienen los científicos y la que nuestra cultura ha considerado
siempre como la única inteligencia.

- Inteligencia Lingüística, la que tienen los escritores, los poetas,


los buenos redactores. Utiliza ambos hemisferios.

- Inteligencia Espacial, consiste en formar un modelo mental del


mundo en tres dimensiones. Es la inteligencia que tienen los
marineros, los ingenieros, los cirujanos, los escultores, los
arquitectos, etc.

- Inteligencia Musical es la de los cantantes, compositores,


músicos, bailarines.

- Inteligencia Corporal-kinestésica, o la capacidad de utilizar el


propio cuerpo para realizar actividades o resolver problemas. Es la
inteligencia de los deportistas, los artesanos, los cirujanos y los
bailarines.

- Inteligencia Intrapersonal, es la que nos permite entendernos a


nosotros mismos. Se asocia a la Inteligencia Interpersonal, la que
nos permite entender a los demás, y la solemos encontrar en los
buenos vendedores, políticos, profesores o terapeutas.

6 John Mayer, Psicólogo de la personalidad que co-desarrolló un modelo popular de inteligencia emocional
con el Dr. Peter Salovey.
7 Peter Salovey (Nacido en 1958) Psicólogo social y 23 Presidente de la Universidad de Yale.
8 Daniel Goleman (Nacido en 1947) Psicólogo estadounidense.
121
INTELIGENCIA ESPIRITUAL

- Inteligencia Naturalista, la que utilizamos cuando observamos y


estudiamos la naturaleza. Es la que demuestran los biólogos, por
ejemplo.

No obstante, el término de “Inteligencia Emocional” fue acuñado por Sa-


lovey y Mayer en el año 1990 quienes la resumían como la capacidad de
una persona para comprender sus propias emociones y las de los demás, y
expresarlas de forma que resulten beneficiosas para sí mismo y la cultura
a la que pertenece.

Agruparon esta inteligencia en cinco dominios:


1) Conocer las propias emociones. Para los autores que se encuen-
tran actualmente investigando en el campo de la inteligencia emocional, el
conocimiento de uno mismo, de nuestros propios sentimientos, es la piedra
angular de la inteligencia emocional. El reconocer nuestros sentimientos
nos da un mayor control sobre nuestras vidas, por el contrario, la incapaci-
dad para reconocerlos nos deja a su merced.

2) El manejo de las emociones. La inteligencia emocional no se fun-


damenta sólo sobre el autoconocimiento de nuestras emociones, ya que
es importante también la capacidad de manejarlas de forma apropiada
evitando los sentimientos prolongados de ansiedad, irritabilidad, etc.

3) El motivarse a uno mismo. La capacidad de automotivarse, es


decir, de regular las emociones al servicio de una meta es fundamental para
prestar atención, conseguir dominar una dificultad y para la creatividad.

4) El reconocer las emociones en los demás. La empatía es la habili-


dad relacional más importante, ya que supone la antesala del altruismo y
comprende la capacidad de sintonizar con los deseos y las necesidades de
los demás.

5) La capacidad de relacionarse con los demás. Se refiere a la habili-


dad para la competencia social, que en buena medida implica el manejo de
las emociones de los sujetos con los que se interactúa.

Finalmente para Goleman, la inteligencia emocional llega a ser tan deter-


minante en el desarrollo y expresión del ser humano, al punto de declarar
que puede resultar tan decisiva, y en ocasiones mucho más que el cociente
intelectual de la persona, para predecir la satisfacción personal a lo largo
de la vida.
122
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

EL PRINCIPIO NIVELADOR

Hay quienes aseguran que la leyenda con la que iniciamos este capítulo fue una
historia real y bien pudiera serlo. Sin dudas, muchos alcanzaron a observar ese
espectáculo tenebrosamente asombroso, desde una posición relativamente segura.
Muchos inocentes murieron aquel día. Me gustaría pensar que al menos fue una
decisión difícil, pero no puedo asegurarlo. Seguramente no encontrará una lista de
las víctimas de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. La historia consideró
que era información vana y por lo tanto se han perdido en el tiempo y el espacio.
Pero sí encontrará todo acerca de aquellas bombas, sus nombres, tamaño, peso,
composición, funcionamiento, etc.

La vanidad tiene que ver con todo aquello que no tiene sentido ni propósito dentro
de ciertos parámetros considerados. La historia escrita por el hombre tiene la fun-
ción de juzgar los hechos y declarar cuáles de ellos resultan relevantes y cuáles son
vanos. Los que sean puestos en esta segunda categoría, serán olvidados completa-
mente al pasar el tiempo y hasta podríamos decir que no tuvieron mucho sentido en
su existencia. Eso no quiere decir que las personas no existieron. De alguna manera
todo ser viviente ha tenido alguna participación en la historia, al menos como parte
de una multitud, una población o simple estadística.

El apóstol Pablo nos dejó un misterio escondido en la carta a los romanos. Un prin-
cipio de alta importancia, el cual me he encargado de enseñar en muchas ocasiones
(y lo seguiré haciendo toda mi vida). El principio de la vanidad comienza con una
sentencia: Dios sujetó toda la creación a vanidad. Este es un principio que nivela al
mundo entero y voy a mostrarle por qué.

El principio nivelador de la vida es el que hace desaparecer todo parámetro hu-


mano de éxito y fracaso. A todos nos deja en la misma posición. No importa si eres
un futbolista de primera división o estás mirando el partido en la puerta del bar.
123
INTELIGENCIA ESPIRITUAL

En los términos de Dios, las personas, los hechos y las cosas, no se divi-
den en éxitos o fracasos, sino en eternos o vanos. La eternidad en la que la
vida espiritual se desenvuelve NO funciona como una línea de tiempo sin
final. Por el contrario, esa eternidad contiene al tiempo de una manera total
y dinámica. A nuestra mente le cuesta entenderlo, pero es allí donde todo
comienza a tener sentido. Esa es la línea que separa la inteligencia espiritual
de toda otra inteligencia.

La línea de la vanidad separa todo aquello que


sucede en la creación, de aquello que tiene ver- “En los términos de
dadero sentido eterno. Voy a tomar un ejemplo Dios, las personas, los
extremo para clarificar este punto: es muy posi- hechos y las cosas, no
ble que aquellas bombas atómicas en Hiroshima se dividen en éxitos o
y Nagasaki no tengan verdadero valor eterno. Si fracasos, sino en
eternos o vanos”
consideramos por un momento que la eternidad
es “la historia escrita según Dios”, podríamos
decir que no todo lo que el hombre escribe, es
escrito en el cielo.

Quizás algún hijo de Dios estaba orando aquella


aquella mañana en una de esas ciudades y la eternidad contará su historia,
ignorando los detalles de las bombasque terminaron con su vida.

En la eternidad de Dios, se descartan los nombres de emperadores ro-


manos y se recuerda el de una mujer que con un vaso de alabastro derramó
perfume sobre Jesús. Alguien pudiera decirme que no conocemos el nombre
de aquella mujer. Lo que sucede es que no estoy hablando de lo escrito en la
Biblia, sino de hechos con con verdadera relevancia eterna.

Lo que es vano no tiene sentido ni propósito. Usted pudiera decir: “Yo


estoy haciendo esto porque quiero alcanzar un objetivo”. En un principio,
parecería que aquella acción sí tiene sentido y propósito. Pero si nos pre-
guntamos por qué usted quiere alcanzar ese objetivo y luego siguiéramos
como niños preguntándonos el por qué, entonces nos encontraríamos in-
evitablemente con el problema de la vanidad.

Entender la línea que separa lo vano de lo eterno es altamente crucial


para sumergirnos en la realidad de Dios. La razón es clara: Dios no habita
lo vano, Él sólo habita lo eterno.
124
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Los seres humanos alcanzan, según su visión, diferentes niveles de éxito.


Esos éxitos son medidos por parámetros humanos que no tienen en cuenta
a Dios. Pero delante de Él, pudiera no haber diferencia entre un rico y un
pobre, si ninguno de ellos se ha conectado con Su propósito. Dios llama a
eso muerte.
La muerte espiritual no es más ni menos que
la vida de un hombre, absolutamente limitada
“ La muerte por la vanidad. Sin dudas este es un principio
espiritual no es más que pertenece a la vida misma y no puede ser re-
ni menos que la vida sumido sin perder profundidad y fundamento.
de un hombre Eso se debe a que la vanidad es uno de los mis-
limitada terios que pertenecen al evangelio y cuando digo
absolutamente esto, resalto la importancia de que Dios abra los
por la vanidad” ojos de nuestro entendimiento para poder ac-
ceder a las riquezas que hay escondidas detrás
de ese misterio.

Quizá esta sea una más, de las tantas opor-


tunidades en las que he intentado explicar la
vanidad, sin tener éxito. Digo esto porque aún en mi propia vida puedo
observar cuántos días, fuerzas y recursos se nos pierden en asuntos vanos.
Puedo entender el panorama desalentador que Salomón vio al final de sus
días al decir: “Vanidad de vanidades, todo es vanidad” 9. Sin embargo, mi
espíritu se goza, porque nos ha sido dada la salida. El único problema que
el hombre tiene, se soluciona con una única respuesta: Cristo. Es por eso
que me tomo la libertad de introducir este párrafo muy personal en lo que
venimos desarrollando, para animarle a que no deje sus fuerzas flaquear a
causa de los panoramas externos desalentadores, sino que se haga fuerte
en el panorama del Espíritu, el cual es Cristo en nosotros. Esa esperanza
no sólo es la mejor noticia para usted, sino que además es la respuesta a un
mundo que le necesita.

INTELIGENCIA ESPIRITUAL

La inteligencia espiritual es la capacidad que Dios otorga a sus hijos para


conectar sus días, acciones y bienes, con aquello que tiene verdadero valor
eterno.

9
Versión Reina Valera Revisada 1960. Eclesiastés 1:2
125
INTELIGENCIA ESPIRITUAL

Mientras la sabiduría espiritual actúa entre


Dios y el hombre, la inteligencia se pone en ac-
ción para traer esa sabiduría a la vida práctica. “La inteligencia
Ambas caminan de la mano, pero funcionan de espiritual es la
manera diferente. La sabiduría espiritual actúa capacidad que Dios
en nosotros a través de la vida de Dios en el otorga a sus hijos
espíritu. Salomón pudo expresar su gran sabi- para conectar sus
duría a través de los proverbios que escribió, días, acciones y
pero a través de la salvación recibimos algo bienes, con aquello
mucho mejor que los proverbios; recibimos la que tiene
sabiduría de Dios, la cual es Cristo en nosotros. verdadero valor
Si usamos como ejemplo la manera de gobernar eterno”
de Salomón, podemos decir que un hijo de Dios
no vence a la pereza por la lectura de un prover-
bio, lo hace por la sabiduría que le ha sido dada
en Cristo. 10

La inteligencia espiritual es la encargada de conectar esa sabiduría con el


mundo de los pensamientos, lo tangible y lo temporal.

Podríamos decir que la inteligencia espiritual es la que nos hace exito-


sos en los términos de Dios. La importancia para nuestras vidas es crucial,
porque pudiera sucedernos que seamos víctimas de las formas humanas
de juzgar los resultados. Veamos un ejemplo: muchos podrían decir que
Esteban no tuvo ningún nivel de éxito en su vida. Recordemos que él murió
apedreado por causa del evangelio. Puedo ver a un evangélico promedio
orando en el lugar de Esteban: “Señor, si yo soy tu hijo, ¿por qué viene esta
piedra hacia mí?”. O bien pudiera hacer algunas declaraciones: “Yo declaro
que la próxima piedra no me tocará, porque mi Dios es más fuerte que toda
piedra”. Pero eso nunca sucedió.
A veces hacemos declaraciones ciertas, pero
sin poder. Dios puede detener las piedras y aún “Podríamos decir que
puede hacerlas hablar. Para eso necesitas cono- la inteligencia
cimiento elemental y algo de fe. Pero entender espiritual es la que nos
hace exitosos en los
la razón por la cual Él no lo hace, es resultado de
términos de Dios”
la sabiduría espiritual. Esa sabiduría abre nues-
tros ojos para ver lo que nadie ve y crea el esce-
nario perfecto para que la inteligencia espiritual
entre en acción.
10
Versión Reina Valera Revisada 1960. Proverbios 6:6
126
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Fue entonces que Esteban, ante las acusaciones y amenazas abrió sus la-
bios y pronunció palabras poderosas. Hablamos de sonidos que se soltaron
y se apagaron en aquel recinto. El día terminó y la multitud se disipó, pero
Esteban conectó aquel suceso con episodios eternos y le dio sentido no sólo
a su vida, sino también a su muerte.

Hechos 7:55-56
“Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios,
y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo
del Hombre que está a la diestra de Dios.”

Por sabiduría espiritual, Esteban vio. Por la inteligencia espiritual, él dijo.

LA URGENCIA DE LA INTELIGENCIA ESPIRITUAL

Es de elevada importancia para la vida de un


hijo de Dios, que puedan activarse en él la sabi-
duría y la inteligencia espiritual. La razón es “Por sabiduría
clara: podemos ser salvos, pero pasar toda una espiritual, Esteban
vida sin edificar nada con valor eterno. vio. Por la
inteligencia
Ese es el sentido de uno de los más impor- espiritual, él dijo”
tantes mensajes de la primera carta del apóstol
Pablo a los corintios. Ella nos habla de lo que so-
breedificamos en nuestras vidas.

1 Corintios 3:12-15
“Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas,
madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el
día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál
sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó,
recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida,
si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.” 12

11, 12 Versión Reina Valera Revisada 1960


127
INTELIGENCIA ESPIRITUAL

Los apóstoles entendían que la vida de un hijo


de Dios sin inteligencia espiritual era grave. Esa “Los apóstoles
inteligencia es la que nos lleva a edificar nues- entendían que la vida
tras vidas con materiales eternos. Podría com- de un hijo de Dios sin
prar la mejor de las casas y hasta decir que Dios inteligencia espiritual
me la dio, podría contar el testimonio del mila- era grave. Esa
gro que sucedió en mi vida. Pero la compra de inteligencia es la que
una casa no tiene ningún valor eterno, a menos nos lleva a edificar
que esa casa conecte con asuntos y sucesos rel- nuestras vidas con ma-
evantes en los propósitos de Dios.
teriales eternos”
A continuación le mostraré otro pasaje que
aclara este punto. Quisiera que al leerlo preste
atención a sus expresiones y pueda ver la ur-
gencia que éste plantea. A esa urgencia la en

contrará en una frase como esta: “…desde el día que lo oímos, no cesamos
de orar…”.

Colosenses 1:9
“Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos
de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de
su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual”. 13

¿Qué era lo que activaba en los apóstoles la urgencia de orar por los cris-
tianos “sin cesar”? No está hablando de personas que sencillamente con-
fesaron a Cristo. Los colosenses lograron expresar una fe y un amor por
medio de los cuales se hicieron famosos 14. Las evidencias del amor y la
fe contundentes son el sello de Dios de una salvación genuina. Ambos son
dones de Dios que no pueden ser alcanzados por méritos humanos. No pu-
edes pedirle a una persona que ame o que tenga fe, en los términos que Dios
busca en nosotros. Hablamos de aquel amor extraordinario que expresa con
potencia la naturaleza de Cristo en nosotros. La salvación tiene estas cosas
como evidencias y no como desafío. Si no hay amor ni fe, lo que necesitamos
es alcanzar la salvación de manera genuina. Hay un tipo de oración que no
puede ser expresada hasta oír las evidencias de la verdadera salvación.

13
14 Versión Reina Valera Revisada 1960.
Versión Reina Valera Revisada 1960.- Colosenses 1:4
128
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Las evidencias de la salvación plantean una urgencia. No podemos per-


manecer demasiado tiempo allí. Ese estado de inmadurez puede volverse
muy peligroso. Para ello necesitamos que se manifieste la sabiduría de Dios,
que es Cristo en nosotros, y la inteligencia espiritual, que es la capacidad de
manifestarlo en la tierra. La urgencia es clara: no es posible perder la poten-
cia de Cristo depositada en un hijo de Dios, en las tinieblas de la vanidad en
las que viven los hijos de los hombres. Por esa razón, mientras el heredero
es niño, en nada difiere del esclavo. un hijo de Dios, en las tinieblas de la
vanidad en las que viven los hijos de los hombres. Por esa razón, mientras
el heredero es niño, en nada difiere del esclavo.

No son las acciones con apariencia de bon-


“ La urgencia es clara: no
dad las que marcan la diferencia entre un hijo
es posible perder la
de Dios y una vida natural sin Cristo. Así como
potencia de Cristo
la salvación es una acción deliberada y absoluta
depositada en un hijo de
de Dios hacia el hombre, debe también operar
Dios, en las tinieblas de la
en nosotros una segunda instancia de trans-
vanidad en las que viven
formación: una impartición de sabiduría e in-
los hijos de los hombres.”
teligencia espiritual. Una pregunta que pudiera
surgir es: Si es una acción deliberada de Dios,
entonces ¿qué debemos hacer nosotros para
alcanzarla? Como todas las instancias que
marcan nuestra vida en fe, no se trata de qué
haremos, sino de permitir que la gracia de
Dios actúe en nosotros y no interponerle tropiezos. Esa gracia actúa en no-
sotros para llevarnos a la madurez, tal como la vida de una semilla, cuando
es alimentada tiene crecimiento inevitable.

QUITANDO OBSTÁCULOS

Si pudiera expresar algunos obstáculos a los cuales les damos poder para
interrumpir el crecimiento de la sabiduría y la inteligencia espiritual, no
podría dejar de mencionar los siguientes:
• Exacerbar la importancia de la inteligencia humana. Cuando nos
permitimos considerar el conocimiento humano como valorable
para los asuntos eternos, comenzamos a confundir nuestro

129
INTELIGENCIA ESPIRITUAL

fundamento en Cristo. La razón es que nos vemos tentados a creer


que son nuestros méritos, los que están edificando cosas con
valor verdadero en los propósitos de Dios. Es por esa razón que el
apóstol Pablo no exhortaba a las iglesias a tener inteligencia
espiritual, sin que les expresa claramente que él oraba a Dios para
que les diera esa inteligencia. No estoy diciendo que está mal
estudiar, sino todo lo contrario. Cuando estudiamos libros con
contenido racional y humano lo que buscamos es provocar la
sabiduría de Cristo que hay en nosotros, para que ella (que es mayor
y perfecta) sea puesta por encima de todo. Eso nos pone en una
posición de humildad y de gloria al mismo tiempo, porque es una
gloria alcanzada.
• Los ritos y costumbres religiosas. La religiosidad es una fuente
altamente peligrosa para mantener a las personas en estado de
inmadurez y sin frutos verdaderos. Su poder está en la creación de
apariencias. La falsedad tiene mayor poder cuando puede
parecerse mucho a la verdad, y así es el espíritu religioso. Hace un
tiempo me conecté con una personade otro país, la cual me pidió
una palabra a causa de su gran angustia y confusión. Ante toda la
explicación que él me manifestó, mi palabra fue puntual: cuando
una palabra es del Espíritu y es verdadera, siempre trae paz y gozo.
Aún la exhortación, si es expresada desde la madurez y la pericia
del Espíritu Santo, no puede producir otra cosa que avance y
crecimiento. La razón es irrefutable, ya que no es posible que la
irrupción del Espíritu produzca confusión y angustia, sino que
siempre produce el fruto del Espíritu.
• La comodidad de la ignorancia. Ella produce ámbitos de relativa
comodidad. La posición de víctima parece liberarnos de las verdad
eras responsabilidades que tenemos delante de Dios. Sin embargo,
la ignorancia cobra un precio en las personas y las generaciones
mucho más alto del que podemos mensurar. Por otra parte, la
inteligencia espiritual pareciera depositar en nosotros
responsabilidades de acción, pero el Dios que nos la ha dado por
gracia, nos dará también por gracia el poder y las fuerzas para
ejecutar Sus planes y Su obra. En una ocasión oí una frase que
me tuvo meditando un buen tiempo. Esa frase decía algo así: “Eso
de la revelación siempre trae cosas difíciles de entender; yo
prefiero hablar cosas más sencillas…”. Permanecer en ignorancia
130
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

de manera voluntaria es la mejor receta para interrumpir el


accionar de Dios sobre nosotros. Nunca olvide que las cosas
difíciles de entender son las que nos hacen más fácil la vida y nos
aceleran en el tiempo.

INTELIGENCIA ESPIRITUAL ES PASIÓN INAGOTABLE

El hombre sin Dios ha encontrado cómo activar su pasión interna con


actividades y profesiones, aún cuando estas no tengan un verdadero sentido
y propósito. La pasión es el combustible interno que se canaliza correcta-
mente en los diferentes canales de inteligencia que el hombre posee.

Podemos descubrir y limpiar esos canales, pero si no hay verdadera


pasión en la vida, no habrá éxito en ninguno de sus niveles.

Los principios de un libro nunca son suficientes para producir resulta-


dos, si no están acompañados por el combustible vital que los transformen
en determinaciones y acciones. Por ejemplo, usted podría leer en un libro
los siguientes pensamientos:

* La creatividad es una fuerza que viene de adentro. Descubra esa


fuerza y déjela fluir.

* Acepte las pequeñas victorias. No se deje desanimar por las


grandes metas y alimente día a día las pequeñas metas alcanzadas

* Resista la tentación de ser término medio

* Siempre busque mayor eficiencia en la administración del tiempo

* Haga del orden una manera de hacerlo todo

Escritos en la página de un libro, estos principios tienen el valor poten-


cial de que alguien los ponga en práctica. Sin embargo, muchos de ellos
provienen de personas que no leyeron un libro para aplicarlos, sino que
vivieron apasionados por aquello que hacían.
131
INTELIGENCIA ESPIRITUAL

Cuando leo estos principios en un libro o los oigo de un orador, lo que


comienzo a hacer es inquirir de dónde proviene la pasión de aquella per-
sona que los produce. De otra manera, la frialdad de las recetas de los bue-
nos pensamientos sólo producirá más decepciones.

Pero todo esto es sólo el punto de partida para entender el poder del
cual estamos hablando. Para comenzar a entenderlo podríamos decir que
de manera primaria, las inteligencias humanas son activadas por ciertos
grados de pasión interna. Esa pasión es sostenida por encontrarle sentido
a alcanzar ciertas metas u objetivos. Cuando las personas descubren que
aquello que hacen no tiene verdadero sentido, la pasión se pierde y la in-
teligencia se desactiva. Es por eso que se producen continuamente casos de
suicidio de personas que ostentaban grados de éxito. He aquí una contradic-
ción: la inteligencia humana requiere una ignorancia básica. Es decir, para
que el hombre permanezca inteligente, necesita ignorar la falta de sentido
(la vanidad) de aquello que hace o estudia. Si lo descubriera, esa inteligencia
entraría en un proceso de autodestrucción.

Es por esa razón que la inteligencia espiritual


es una fuente poderosa e inagotable de pasión “La inteligencia
en una persona. Ella nos lleva a ejecutar ac- espiritual es una fuente
ciones y alcanzar metas con sentido eterno. poderosa e
inagotable de pasión en
Según la inteligencia humana y natural, pudi- una persona. Ella nos
era ser más inteligente una persona que logra, lleva a ejecutar
por sus propios méritos, alcanzar una vida con acciones y alcanzar
riquezas y comodidades que aquella que vive en metas con sentido
la pobreza y no logra salir de ella. Pero la inteli- eterno”
gencia espiritual nos lleva a ejecutar pequeñas
y grandes acciones que pudieran hasta requerir
la muerte. Eso significa que es preferible un día
con valor y sentido eterno que toda una vida de
vanidad.
132
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

ALGUNOS PASAJES PARA MEDITAR

Efesios 1:3-10
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares
celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la
fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin
mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado
para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo,
según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la
gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,
en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de
pecados según las riquezas de su gracia, que hizo
sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e
inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su
voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto
en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la
dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que
están en los cielos, como las que están en la tierra.” 15

1 Corintios 1:24
“Mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo
poder de Dios, y sabiduría de Dios.” 16

Romanos 8:20
“Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su
propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en
esperanza;” 17

Efesios 4:17
“Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis
como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su
mente.” 18

15, 16, 17, 18


Versión Reina Valera revisada 1960.
134

CAPÍTULO 9
Cristo, La Realidad

2 Corintios 5:17
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” 1

U na de las tareas de las estructuras religiosas, ha sido trabajar en el pen-


samiento de las generaciones, con el objetivo de hacer permanecer
a Cristo encapsulado y limitado en el Jesús de los evangelios.
Esto ha resultado contrario al propósito de Dios. Jesús es el Cristo, pero
además, Cristo en el principio, fue el verbo de Dios 2. De diferentes man-
eras, Él estuvo presente en cada paso de la historia 3. Fue hecho semejante
a los hombres y se humilló hasta la muerte. Por eso le fue dado un nombre
que es sobre todo nombre: Jesucristo 4.
La progresión dinámica y viva del Cristo del
principio no se detuvo en los evangelios, ni en “Cristo es la realidad
la cruz, sino que para nuestros días vino a con- de Dios, para que
vertirse en un ámbito del cual formamos parte todo Su poder y
aquellos llamados a la salvación. Aunque expli- deidad se
caremos este principio durante todo el capítulo, manifiesten en
si pudiéramos entenderlo, toda la realidad del nuestra vida de
evangelio se nos haría práctica y tangible. Para manera práctica
que eso suceda es necesaria una obra de Dios y clara”
con nuestra mente y corazón. Uso la palabra
tangible, no refiriéndome a asuntos materiales,
sino en contraposición al conjunto de conceptos
abstractos que quedan de los estudios y mensajes,
pero que muchas veces no alcanzamos a vivir plenamente. Sin embargo,
Cristo es la realidad de Dios, para que todo Su poder y deidad se manifiesten
en nuestra vida de manera práctica y clara.

1
Versión Reina Valera Revisada 1960
2
Versión Reina Valera Revisada 1960 - Juan 1:1.
3
Versión Reina Valera Revisada 1960 - 1 Corintios 10:4.
4
Versión Reina Valera Revisada 1960 - Filipenses 2:6-10
135

LA REALIDAD DE DIOS ES CRISTO MISMO

Jesucristo es el hijo de Dios. Pero a través de su muerte y resurrección, Cristo


se abrió como un ámbito en el cual podemos habitar. A eso se refiere el apóstol
Pablo con estar “en Cristo”.

Estar CON Cristo, es un asunto de compañía. Estar POR Cristo, es un asunto


de causa. Pero estar EN Cristo, es un asunto de geografía. Estamos hablando
de los ámbitos de la Realidad de Dios. Cristo es la Realidad de Dios abierta para
nuestra vida por Su gracia. La máxima expresión del evangelio no está en que
Cristo venga a nuestra vida, sino en que podamos sumergirnos completamente
en Él, en Su nombre y en Su persona.
Colosenses 1:15-17
“Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque
en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay
en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean
principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten” 5.

Es importante asimilar esto. Pudiéramos no


creer en la realidad de Dios, pero sus ámbitos son
verdad, más allá de nuestra comprensión. Si no “Estar CON Cristo,
es un asunto de
alcanzamos a entenderlo, seguiremos viviendo en
compañía. Estar POR
atmósferas mentirosas que nos apartan cada día
Cristo, es un asunto de
de aquello que Dios diseñó para nuestra vida. causa. Pero estar EN
Cristo, es un asunto
Cuando llega a su hogar, puede estar rodeado de geografía”
de paredes que alguien edificó, muebles que com-
pró con mucho esfuerzo y un cuadro que alguien
le regaló. Esa suma de elementos forma parte de
su entorno material y por lo tanto de su realidad
externa. Pero no tienen verdadera relevancia en
su realidad espiritual. El plan de Dios para su vida se basa en la idea extrema
de que todo lo que le rodea es Cristo. Eso es real para Dios, y es por eso que
puede pensar en la posibilidad de que se manifieste el propósito por el cual lo
ha llamado. Estar en Cristo asegura, con ausencia total de todo tipo de riesgos,
que usted pueda consumar su propósito eterno.

5
Versión Reina Valera Revisada 1960
136
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Soy consciente de la profundidad de estas palabras, y me animan. Porque


son las cosas profundas (y a veces difíciles o misteriosas), las que nos llevarán
a vivir más rápido y fácilmente aquello que Dios está pensando para nosotros.
Estoy diciendo que es más fácil entender al Jesús que camina con sus dis-
cípulos, pero nunca debemos olvidar que Él mismo dijo que haríamos cosas
mayores que las que Él hizo 6.

Las cosas simples servirán siempre, pero no


siempre nos hacen la vida más fácil. Nuestros an- “Estar en Cristo
tepasados usaban cocinas alimentadas con leña. asegura, con
Nadie ha negado la efectividad de ese tipo de coci- ausencia total de
nas. Pero luego llegaron las cocinas a gas, luego todo tipo de
cocinas eléctricas y los microondas. En alguna riesgos, que usted
época, los telegramas fueron una forma para co- pueda consumar su
municarse altamente efectiva, pero hoy tenemos propósito eterno”
la posibilidad de hablar con un amigo en otro con-
tinente, mirándonos el rostro en tiempo real. No
hay complejidad que pueda prosperar si no nos
ofrece hacer más rápida y sencilla nuestra vida.

El apóstol Pedro terminó sus días reconociendo que su amado hermano


Pablo, hablaba en sabiduría de algunas cosas difíciles de entender e instando
a la Iglesia a crecer en el conocimiento del Señor 7. La sabiduría de Dios es
profunda y misteriosa, pero no tiene el objetivo de llenar nuestra mente de in-
formación, sino que ella nos lleva a acelerar en nuestros días el cumplimiento
de lo que Él ha determinado manifestar en nuestra vida.

SUMERGIRSE EN CRISTO Y LA POTENCIA DEL EVANGELIO

Mientras llevamos a Cristo más de nuestras vidas, el evangelio comienza


a mostrar su mayor potencia y practicidad. El cómo hacerlo es una pregunta
que debemos hacernos todos los días y experimentar Su respuesta de manera
continua.

La vida de Dios no puede ser expresada en nosotros a menos que habitemos


más y más en Su realidad. Porque el lugar en el que habitamos (interna y exter-
namente)
6
Versión Reina Valera Revisada 1960 - Juan 14:12.
7
Versión Reina Valera Revisada 1960 - 2 Pedro 3:16.
137
CRISTO, LA REALIDAD

nos condiciona al momento de manifestar las cosas correctas. El evangelio


debe ser manifestado por los frutos que producimos. Un fruto es el resultado
de dos cosas: genética y atmósfera. Para dar el fruto del espíritu es necesaria la
genética de Dios en nosotros (asegurada por la gracia de Dios por medio de la
salvación) y nuestras vidas sumergidas en Cristo. Es de esperarse que la gracia
de Dios siga actuando en nosotros para asegurarnos una atmósfera propicia
para que el crecimiento y la madurez produzcan frutos para Él. Todo eso su-
cede, a menos que antepongamos tropiezos a esa gracia.

Si quitamos los obstáculos, la salvación que nos fue dada por Gracia, seguirá
actuando para llevar todo nuestro ser a Cristo. Se trata de no reservarle nada a
Dios. Hablamos de no aferrarnos a pensamientos, recuerdos, cultura, costum-
bres, ritos, carácter, deseos, sueños, etc.

EN CRISTO SOMOS JUSTIFICADOS

La redención, justificación y santificación son las verdaderas consecuencias


de la obra perfeccionadora del evangelio de la gracia de Dios. Entender la pro-
fundidad de su alcance en nuestra vida nos llevaría más que un capítulo de un
libro. Pero debemos entender que nuestro verdadero crecimiento comienza
cuando nos sumergimos en Cristo. Por el contrario, se detiene cuando damos
más importancia a las realidades mentirosas que nos rodean.
Romanos 3:23-24
“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo
justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención
que es en Cristo Jesús”. 8
La manera más práctica y real de expresar el efecto del pecado en el hom-
bre, es la pérdida de la realidad de Dios. Adán fue echado del huerto del Edén.
Ese huerto representaba la creación de una realidad puntual y específica para
Adán. La orden de Dios al hombre era: “Completa la tierra con esta realidad en
la que te he puesto”. Pero el hombre fue destituido de esa gloria.

Recuperar nuestra posición en la gloria de la cual fuimos destituidos es la


mejor noticia que podemos recibir en la vida. Es la buena noticia de la sal-
vación y de la redención. Es EN Cristo, en donde actúa esa redención. Redimir
es volver todas las cosas al lugar original de posesión. Pero esa redención no
actúa si permanecemos en la realidad incorrecta.
8
Versión Reina Valera Revisada 1960. Énfasis añadido por el autor
138
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

A manera de ejemplo, pudiéramos decir que sería imposible expresar el gozo


que es fruto del Espíritu, si una enfermedad es más real que la salud que nos
fue dada en Cristo. Pudiéramos estar atravesando una enfermedad puntual en
nuestro cuerpo, pero no hemos sido llamados para habitar la enfermedad. Aún
con enfermedades o cárceles en nuestro cuerpo, podemos habitar la salud y la
libertad, porque Cristo es nuestra realidad. En Cristo ya hemos sido sanados y
por lo tanto ninguna enfermedad podrá evitar que lo manifestemos en la tierra.

Esa obra de redención y de justificación debe


“Recuperar nuestra
ir tomando más terreno en nuestro ser interior,
posición en la gloria de la
hasta que sólo quede delante la redención de nues-
cual fuimos
tro cuerpo. destituidos es la mejor no-
ticia que podemos
Cuando te sales de la realidad de Dios, tu vida se recibir en la vida. Es la
deforma. Cuando vuelves a la realidad de Dios, tu buena noticia de la
vida se reforma. Eso produce en nosotros una mu- salvación y de la
danza completa y contundente. Cambia nuestra redención”
manera de ver la vida, pero debe cambiar aquello
en lo que ponemos nuestra mirada.

2 Corintios 4:17-18
“Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez
más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven,
sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales,
pero las que no se ven son eternas.” 10

La realidad de Dios crea un entorno a nuestro alrededor de cosas que no se


ven. No pueden ser vistas con nuestros ojos físicos, pero tampoco pueden ser
vistas con los ojos de nuestra alma. Esas contradicciones son nuestra mayor
ventaja. El apóstol Pablo le expresa a los corintios: “La tribulación puede ser
vista fácilmente, pero el peso de gloria no muchos lo ven… Determinen poner
sus ojos en aquello que no se ve”.

Esa es la verdad poderosa de la que hablamos. Muchas veces la realidad de


Dios a la que somos invitados se contradice con las circunstancias y situaciones
que atravesamos en lo físico y emocional. Pero esa contradicción no es más que
una gran ventaja para que aprendamos a caminar en la vida del Espíritu.

9
Ver Romanos 8:23
10
Versión Reina Valera Revisada 1960.
139
CRISTO, LA REALIDAD

¿Ha podido alguna vez disfrutar de un día de campo? Todo ese verde rodeán-
dole. El aroma de los pinos y los eucaliptos. Los animales parecen estar siem-
pre felices y las aves tienen todo un repertorio diferente en aquellos lugares,
el cual parecen practicar con vehemencia para recibirle. Un poco de césped y
una sombra son suficientes para un momento de relajación y mucho más si
contamos con buena compañía. Si a eso le sumamos un buen paisaje de sierras
y nubes, el cuadro se vuelve perfecto. Esos momentos nos producen una paz
extraordinaria. Pero esa paz no es fruto del Espíritu. En esos momentos es muy
difícil distinguir la paz que proviene de Dios y la que nos provee las circunstan-
cias. Sin embargo, al atravesar por circunstancias turbulentas, tenemos la pro-
visión inagotable de paz que es por causa de la vida de Dios en nosotros. Antes
de orar para que Dios cambie una circunstancia, Él pretende que aprendamos
a poner Su realidad por encima de todo. Si Dios hace un milagro, entonces
disfrutaremos de sus beneficios, pero si expresamos el fruto del Espíritu, Dios
disfrutará los beneficios.

EN CRISTO DISFRUTAMOS LIBERTAD COMPLETA

Romanos 6:1-4
“¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?
En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún
en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos
sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para
muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos
por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” 11
Este profundo pasaje contiene una riqueza superlativa y altamente actual.
Nos habla de la distancia que existe entre la vida que el evangelio de Dios nos
propone y las limitaciones que experimentamos en nuestras realidades hu-
manas. El pecado es la forma de esclavitud más grande que el hombre puede
experimentar. Esa palabra no debe limitarse a una lista de conductas moral-
mente inaceptables. El pecado es toda acción contraria al propósito de Dios
para nuestras vidas.

Este pasaje de la carta a los romanos, nos habla del pecado como una realidad
en la que puede vivirse: “¿Cómo viviremos aún en él?”. Pero nos expresa la
potencia de la gracia de Dios al establecer que por ella hemos sido trasladados
de una realidad a otra. Cuando somos sumergidos (bautizados) en Cristo, su
muerte actúa en nosotros, como así también su sepultura y su resurrección. Si
eso sucede, tenemos una nueva vida por delante.
11
Versión Reina Valera Revisada 1960 - Énfasis añadido por el autor
140
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

El apóstol Pablo viene hablando de la necesidad de entender que cu-


ando abundó el pecado se necesitó sobreabundancia de Gracia. Pero luego tiene
que aclarar: esto no significa que para obtener más gracia debemos pecar más.
Entonces se produce la explicación magistral del efecto de la gracia en una per-
sona: La gracia de Dios te quita de una realidad y te lleva a otra.

El pecado no es un acto equivocado que ofende a


Dios. El pecado es una realidad en la que el hombre “La gracia de Dios
vive sin Dios. Su Gracia actúa con potencia para qui- te quita de una
tarnos de ese pecado. Cuando el pecado es mucho, se realidad y te
necesita más gracia; pero cuando esa gracia actúa, te lleva a otra”
deja depositado en la realidad de Dios, y en esa reali-
dad no hay pecado.

Como hijos de Dios debemos saber que Él ya proveyó suficiente gracia para borrar
todos nuestros errores. Pero la potencia de esa gracia no se expresa en su mayor
gloria en nuestros errores, sino en el traslado total de nuestra vida a una nueva
realidad que nos perfecciona día a día.

Ese es el bautismo del nuevo pacto. Es un bautismo en Cristo. Si al sumergirnos


en agua, salimos, pero persistimos en nuestra propia realidad, entonces sólo hemos
cumplido con un rito religioso. Cuando leemos la palabra bautismo en la Biblia
asumimos que todas sus acepciones tienen que ver con la sumersión en agua. Sin
embargo, ese acto externo pierde total sentido si no expresa una realidad espiritual
mayor. Hablamos de una entrega total al sumergirnos en la realidad de Dios y no
permitir que ninguna otra circunstancia sea mayor que Su palabra y Su vida en no-
sotros. El verdadero bautismo nos sumerge por completo: espíritu, alma y cuerpo.
Tus pensamientos, tus emociones, tu carácter, tu corazón y junto con ello toda tu
casa, en la realidad de Dios que es Cristo.

EN CRISTO ENCONTRAMOS UN NUEVO SENTIDO

2 Corintios 5:17-19
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;
he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió
consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba
en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus
pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.” 16

16
Versión Reina Valera Revisada 1960
141
CRISTO, LA REALIDAD

He visto a mucha gente que, creyendo en Dios, siguen peleando con su pasado y
sus pecados. Eso es porque el secreto no está en el creer, sino en quedar depositados
EN la realidad de Dios. En esa realidad, creada por todo lo que Dios ha pensado para
nosotros desde el principio, nuestro pasado no actúa.

Cuando no estamos depositados en la realidad de Dios, nos volvemos enemigos de


Su propósito, actuando en contra de nosotros mismos. Es decir, ni siquiera necesitas
dañar a otros, tan sólo dañándote a ti mismo, con tus recuerdos y costumbres del
pasado, te vuelves enemigo.

Pero EN Cristo ya no actúa el pasado. En Su realidad todo es hecho de nuevo.

Cuando estás en esa realidad, tu ministerio es extenderla en otros. No hay min-


isterio si tu vida no demuestra estar sumergida en la realidad de Dios. Si tan sólo
permaneces en tu mundo de dones y esperanzas personales, no tendrás autoridad
ni acceso al accionar del propósito de Dios para tu vida: Reconciliar.

EN CRISTO ESTAMOS PROTEGIDOS

La vida de un hijo de Dios sólo encuentra resistencia cuando está en proceso de


avance y conquista. Las tinieblas no tienen acceso a tu vida ni a tu casa si están
sumergidas en la realidad de Dios.
¿Qué palabras son las más oídas en tu casa?
¿Quién es el que más habla en tu casa?
¿Quién o qué determina los estados de ánimo en tu familia?
¿Qué te inspira, motiva y anima, y qué desanima todo accionar
en tu familia?

Estas y algunas otras preguntas más te marcarán la realidad en la que está in-
mersa tu casa. ¡SUMERGE TU CASA EN LA REALIDAD DE DIOS!

Si necesitamos consolidar nuestra vida y nuestra familia, es porque existe la posi-


bilidad de que seamos apartados de Dios.
142
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

El pasaje que leemos habla del amor de Dios. Pero


no está hablando del amor que Dios tiene para con “Las tinieblas sólo
todo el mundo. Está hablando de la manera en que pueden entrar
actúa ese amor dentro de la realidad de Dios. Es donde tu apagues la
por eso que NADA ME SEPARARÁ… EN CRISTO. luz que portas”
Cuando no te sumerges en la realidad de Dios, aún
estás expuesto a ser apartado de la dinámica del
amor de Dios. Él te seguirá amando, pero tú estarás
lejos.
La realidad de Dios crea un entorno a nuestro alrededor de cosas que no se.
Pero EN Cristo, tienes una base de operaciones impenetrable. Vuelves a tu
espacio y allí sólo tienes luz y paz. Las tinieblas sólo pueden entrar donde tu
apagues la luz que portas. Si tu vida está sumergida en la realidad de Dios,
tienes mucho espacio para moverte sin resistencia. Y desde allí, prepárate para
la confrontación que vale la pena para un hijo de Dios.

CRISTO EL UNICO ASUNTO

En el año 2012 mi padre ministró una palabra llamada “Los muchos asuntos
y el único asunto”. Ha sido una palabra fundamental para mi vida y es la es-
encia de este capítulo. Creo que tiene gran importancia entender este principio
por los tiempos que nos tocan vivir. La profundidad de este misterio no es vana,
sino que tiene el poder de hacernos más fácil el avance y crecimiento.

El sistema del mundo está siendo tremendamente conmovido. Lo que nunca


pensábamos que íbamos a oír sobre la economía del mundo, las enfermedades,
la situación que atraviesa la familia, todo eso que parecía tan lejano, lo estamos
oyendo. Pero más allá de toda la oscuridad levantada en el mundo que podamos
ver, la realidad vista desde la eternidad nos muestra un mundo sujeto plena-
mente al control de Dios. Eso no puede ser entendido racionalmente, sino que
requiere una profunda revelación de la soberanía de Dios.

En una ocasión la presidente de Argentina exclamó una frase de manera


contundente: “Lo que pasa es que la gente no sabe cuántos asuntos hay que
gobernar”. Quizá usted pueda identificarse con esa frase. Me refiero a todo ese
conjunto de tareas que usted debe cumplir diariamente y parecen competir
143
CRISTO, LA REALIDAD

entre ellas para obtener un poco más de su tiempo, dinero y energía. Al final
quedan sólo los despojos de su vida para ser repartidos entre las cosas más im-
portantes de su experiencia. Al menos esa parece ser la apreciación cuando van
pasando los años y la vida comienza a reclamarnos nuestras falencias, como si
nos hubiéramos pasado años vacacionando plácidamente.

Si lo que usted experimenta se parece en algo al párrafo anterior, le pido que


me permita el atrevimiento de transmitir una sentencia que luego entenderá al
avanzar el párrafo. No hay expresión más orgullosa y más descalificativa que
decir: “¡Tengo tantos asuntos para resolver!”. En general usamos esas expre-
siones con personas o en conversaciones donde no queremos decir lo siguiente:
“Yo estoy más ocupado que tú, y no creo que puedas entenderlo”.

Al igual que la señora presidenta de la nación Argentina, podemos encontrar


a muchos cristianos expresando: “Tengo demasiados compromisos; es por eso
que no me pidan ir a todas las reuniones, ni dedicar tiempo para predicar el
evangelio a otros, ni ayudar en las actividades de la iglesia…”. Debemos aceptar
que esa expresión es un acto de orgullo humano. Si eso sucede, al finalizar este
capítulo, es posible que algo nuevo y fresco comience a revelarse y a producir
frutos sorprendentes.

Si hay algo que aleja al ser humano de la realidad de Dios, es su actitud de


orgullo y de altivez. ¿Cómo hace Dios para mantenerse en paz con todas las
cosas que dependen de Él? Si podemos acceder a la respuesta de esa pregunta,
podremos entender cómo Él puede pedirnos algunas cosas que hasta ahora
parecen estar muy lejos de tener coherencia con nuestras agendas diarias.

¿Cómo hace Dios para que el sol salga todos los días? Es bueno saber que no
me encomendó esa tarea a mí, porque no sé cuándo comenzaría el día. ¿Cómo
hace el Dios del universo para mantenerlo todo en control perfecto? No caiga
en la apreciación facilista: “Es que Dios es todopoderoso”. Evitemos esa respu-
esta para acceder a un principio de sabiduría que nos enseñe una manera de
administrar que nos sumerja en la realidad de Dios.

En el mundo en que hoy vivimos, si usted tiene tiempo es un vago y si no


tiene tiempo, es un héroe. Pero si ha determinado creer en Dios y caminar en
Sus planes para su vida, eso deberá cambiar. Si Dios va a desafiar su vida con
acciones de valor eterno, es probable que eso altere su agenda y tiene que en-
contrarlo dispuesto y preparado.
144
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Las personas tienen cada vez menos tiempo, pero tienen más problemas y
más situaciones sin resolver. No podemos permitir que la multitud de situa-
ciones terminen alejándonos del propósito de Dios, porque si así fuera, en-
tonces mejor nos hubiera sido no resolver ni uno sólo de ellos. Para revertir
esa tendencia que arrastramos de nuestra naturaleza no regenerada, debemos
asumir que este tratamiento del Espíritu debe llevar nuestro nombre.
Efesios 1:3-10
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda
bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes
de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en
amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo,
según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual
nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón
de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros
en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad,
según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las
cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que
están en los cielos, como las que están en la tierra.” 13

Quizá le ha sucedido alguna vez tener que tratar un tema con toda su familia.
Si quiere evitar tener que tratarlo uno por uno, entonces deberá reunir a la
familia en la sala. Dios nunca entrará en crisis, y nos ha mostrado la manera
de administrar nuestras vidas a Su manera. Se trata de traer todos los asuntos
de la vida a un solo asunto: CRISTO.

Esa fórmula espiritual es la esencia de la predicación del evangelio y del evan-


gelio mismo. Es Dios gobernándolo todo por medio de Cristo.

Piense por un momento cómo cambiaría su agenda


si usted pudiese reunir a todas las personas con las
que debe tratar algún asunto, en un mismo lugar
“Se trata de traer
y a una misma hora. Los convoca a un auditorio
todos los asuntos
cómodo, y allí están todos a la hora indicada. Allí se
de la vida a un solo
encuentra el agente del banco y el cajero, el sobrino
asunto: CRISTO”
que le debe dinero, el joven que hace la repartición
del agua (el cual debe cobrarle la factura men-
sual); también ha venido su jefe, sus subalternos en
la empresa, el pastor de su congregación, su líder
de célula, y aunque usted no lo crea, también ha venido el verdulero y el carnicero
del barrio. Todos se sientan tranquilamente y atienden sin apuro a sus palabras.
Usted toma el micrófono y comienza a transmitir a ese increíble auditorio sus

13
Versión Reina Valera Revisada 1960. Énfasis añadido por el autor.
145
CRISTO, LA REALIDAD

inquietudes, solicitudes y ordenes, mientras todos oyen atentos y compla-


cientes. Posiblemente, esta escena altamente deseable, le haya otorgado en una
hora todas las soluciones que usted necesita en todo el mes.

Aunque el párrafo anterior pareciera inalcanzable, expresa de una manera


muy clara el poder que puede desatarse en un hijo de Dios que entiende el prin-
cipio activo de la administración de Dios: reunirlo todo en Cristo. No podemos
creer que además de congregarnos, orar y meditar en las escrituras, tengamos
muchos asuntos más por resolver. Ese pensamiento nos pone en una posición
de orgullo delante de Dios, porque Él tiene un único y gran asunto por resolver.
El asunto del Padre es Cristo.

Quiero decirle que este principio revelado podrá traer salud a su mente y a su
cuerpo como usted nunca antes lo ha experimentado. En Cristo todas las islas
en las que se divide nuestra vida, son absorbidas por un mismo continente.
Pero esta vez, nos salimos de la sequedad de las islas que todo lo que hacen es
exigirnos provisión y nos sumergimos en un continente lleno de vida, árbo-
les frondosos y llenos de frutos, lagos y ríos, pastizales y montañas. En Cristo
encontrará grandes desafíos (quizá más grandes que los desafíos que hoy lo
comprometen), pero también encontrará la provisión necesaria para manife-
star la gloria del Dios que lo ha llamado.

Colosenses 1:15-20
“Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito
de toda creación. Porque en él fueron creadas todas “En Cristo todas
las cosas, las que hay en los cielos y las que hay las islas en las
en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean que se divide
dominios, sean principados, sean potestades; todo nuestra vida, son
fue creado por medio de él y para él. Y él es antes absorbidas por un
de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; mismo ”
y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que
es el principio, el primogénito de entre los muertos,
para que en todo tenga la preeminencia; por cuanto
agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y
por medio de él reconciliar consigo todas las cosas,
así las que están en la tierra como las que están en
los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su
cruz.” 14

14
Versión Reina Valera Revisada 1960. Énfasis añadido por el autor.
146
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Dios ha asegurado la resolución de todo asunto en tu vida, si Cristo tiene


la preeminencia. De otra manera, Él no tiene ningún compromiso con nues-
tros problemas. Desde Adán, Dios dejó de tener responsabilidad sobre las sit-
uaciones humanas. Eso responde a la tan mencionada pregunta: “Si Dios es
bueno, ¿por qué tantos niños mueren de hambre?”. Creo que pocos cris-
tianos han tomado en serio esa pregunta, porque si así lo hubieran hecho,
hubiesen encontrado un gran tesoro en su respuesta.

El tratamiento de esta palabra revelada tiene que corregir nuestra manera


de pensar. El universo sería ingobernable si Dios tuviera que atender todos los
asuntos como nosotros.
Colosenses 3:9-11
“No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus
hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va
renovando hasta el conocimiento pleno, donde no hay griego ni judío,
circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que
Cristo es el todo, y en todos”. 15

Dios tuvo que resolver este asunto: “Yo no puedo estar atendiendo al griego,
al escita, al judío”. Dios resolvió todo eso: “Cristo es el todo y en todos”.

Cuando tú has reunido todo en Cristo, todas las cosas de la vida dejan
de ser tus asuntos y comienzan a ser los asuntos de Cristo.

Tome un tiempo para hacer de este principio una confesión. Puede comenzar
declarando sobre aquellos asuntos que traen angustia y ansiedad, llevándolos
a Cristo, su único asunto.

LA META DE DIOS

La meta de Dios es que Cristo sea la cabeza de todas las cosas y que Él quede
gobernando todo en la tierra. En la eternidad, aquello es una realidad presente.
Pero en los tiempos, la oportunidad de ser protagonistas de la manifestación
de esa realidad, es nuestra.

El evangelio es el arte de reunir todas las cosas en Cristo, por la palabra, la


oración, la intercesión y la vida cristiana. A eso llamamos madurez.
15
Versión Reina Valera Revisada 1960. Énfasis añadido por el autor.
147
CRISTO, LA REALIDAD

CREYENTES MENTAL O ESPIRITUALMENTE VIVOS

¿Qué diferencia hay entre un creyente mentalmente aceptado y un creyente


divinamente regenerado? ¿Qué diferencia hay entre una persona que dice ser
cristiana y una que lo es?

Cuando una persona tiene muchos asuntos que


resolver y no está listo para orar, para ministrar “Dios redimirá el
el nombre del Señor, para congregarse, sino que tiempo perdido en
veinte siglos, porque
lo llaman continuamente sus muchos asuntos,
encontró una gener-
esa persona es mentalmente cristiana. Pero cu-
ación que comienza a
ando alguien experimenta la vida del Señor en su reunir todas las cosas
plenitud, tiene todas sus cosas, todas sus necesi- en Cristo ”
dades, todas sus ansiedades, todos sus problemas
reunidos en Cristo. Esto no es mágico, pero puede
ser milagroso si se abre una puerta de revelación
desde su espíritu.

Si un tratamiento oncológico se está llevando su vida, llame al cáncer a que se


meta en Cristo, porque cuando ese cáncer entre en Cristo, sus llagas eliminarán
el cáncer.

Cuando las cosas se reúnen en Cristo, somos indestructibles. Cuando las


cosas se reúnen en Cristo, nadie nos puede tocar. Generalmente no tenemos
lucha contra el diablo, solamente le abrimos puertas y oportunidades. Las opor-
tunidades que como cristianos le damos al diablo, es que no logramos meter
nuestros asuntos en CRISTO.

Imite a Dios en este día. Hágalo con su confesión: “Señor todas las cosas que
me diste a administrar, yo por mi confesión las reúno en Tí. Mis angustias,
mis alegrías, mis aciertos, mis errores, mi familia, lo que tengo, lo que voy
a tener y lo que dejé de tener, todas las cosas las reúno en Ti”.

Mucha gente vive mentalmente aceptando el evangelio, pero nunca pueden


adorar a Dios con libertad y siempre están luchando para mantener sus vidas
conectadas al Propósito de Dios.

Dios nos creó para un solo asunto: “Que Cristo sea glorificado en la tierra a
través de cada uno de nosotros”. ¿Qué va a suceder si nos humillamos y expre
148
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

LA REVELACIÓN DE CRISTO EN EL EVANGELIO DE JUAN

El evangelio de Juan es un libro extraordinario porque su escritor está cen-


trado en la última etapa, en la revelación máxima del hijo de Dios. El evangelio
de Juan no se centra en el Señor restaurando la vida del hombre. Juan no dice
que “el Señor restaura la vida del hombre”, tampoco que “el Señor va a
resucitar al hombre”. No se concentra en decir que Él nos va a dar la luz o la
vista. El evangelio de Juan fue escrito por el último apóstol que escribe en la
Biblia, y Juan dice que el Cristo que él vio ya no da nada, sino que LO ES TODO.

Juan 6:48-51
“Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y muri-
eron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera.
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá
para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del
mundo.” 16

DIOS NO DA OBJETOS, DIOS DA A CRISTO. En Él fueron reunidas todas


las cosas.

- No le pida Luz a Dios, Él se la ha dado en Cristo. Juan 8:12 - “Otra vez
Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no
andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.”

- No pida que Dios le muestre el camino, sino que revele a Cristo en


usted. Juan 14:6 - “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie viene al Padre, sino por mí.”

- Cristo en usted es la resurrección que Dios quiere manifestar en la


tierra, trayendo a vida todo lo que hasta ahora está muerto. Juan 11:25
- “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí,
aunque esté muerto, vivirá.”

La posibilidad que tenemos de que un asunto se resuelva en la voluntad de


Dios, es proporcional al tamaño de Cristo revelado en nuestra vida. Porque
Cristo no vino a darle esperanza. Él ya no está interesado en darle vida. Él no
vino a darle, sino a serlo en usted; porque todas las cosas fueron resueltas en Él.

16
Versión Reina Valera Revisada 1960. Énfasis añadido por el autor.
149
CRISTO, LA REALIDAD

Colosenses 1:27
“A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio
entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria.” 17

El nuevo pacto es la manera en que Dios determinó hacerlo todo en nues-


tro tiempo. Marca la determinación de Dios de hacerlo de una manera y no
de otra. Por ejemplo, si en este tiempo hay oscuridad a nuestro alrededor,
ya no podemos pedir que Dios traiga luz. No podemos hacerlo porque hay
un nuevo pacto y a Dios le ha agradado hacerlo de otra manera. Si vemos
oscuridad, esta vez pedimos que Cristo, que mora en nosotros, se revele a
través de nosotros en forma de luz. Ese Cristo es la luz de Dios expresán-
dose a través de la Iglesia.

En la manera de hacer de Dios para este


tiempo, Él ya no otorga riquezas, porque todas las “No debemos
riquezas fueron reunidas en Cristo. La riqueza esperar que Dios
material que se manifestará en los hijos de Dios nos de cosas, sino
es aquella que es necesaria para el avance de Su buscar manifestar
propósito en la tierra. Todos los recursos se man-
lo que ya nos ha
sido dado en
ifestarán en la medida en que expresemos cor- Cristo”
porativamente a Cristo. Aún así, no puedo dejar
de mencionar que nuestro Padre siempre está
deseoso de hacernos disfrutar de Su abundancia
y de las mejores cosas, pero no puede ser eso el
centro de nuestra vida.

Colosenses 3:4
“Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también
seréis manifestados con él en gloria.” 18

Cuando recibo a Cristo, recibo la luz, la vida, la salud, la prosperidad, el


ministerio, la esperanza, las riquezas y toda provisión. Pero el apóstol dice:
“Cuando eso comience a explotar, cuando se manifieste…” . No debemos
esperar que Dios nos de cosas, sino buscar manifestar lo que ya nos ha sido
dado en Cristo. Esa es nuestra máxima realidad según Dios. Lo externo es
sólo una circunstancia mentirosa, cuyo poder se va agotando al pasar el
tiempo, si ponemos la realidad de Dios por encima de todo.

17
Versión Reina Valera Revisada 1960. Énfasis añadido por el autor.
18
Versión Reina Valera Revisada 1960.
150
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Su Canaán no está fuera de usted, sino dentro de usted. No es el lugar que


usted va a pisar, sino el que ya Cristo pisó por usted. En la medida en que
crezcamos, se va a manifestar la vida de Cristo y Dios irá manifestándose
en la tierra.

LA REVELACIÓN DE CRISTO EN EL EVANGELIO DE JUAN


1 Corintios 1:29
“Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios
sabiduría, justificación, santificación y redención.” 19

Dios no nos justificó, Él se hizo justicia. Él no nos santifica, sino que Él es


la santificación. Si tiene a Cristo, la santificación no es un proceso sino que
es una experiencia. El proceso reconoce el señorío del pecado latente, pero
la experiencia marca un inicio del señorío de Cristo en usted. Sus errores
y desaciertos ya no podrán seguir teniendo el control de sus días. Estamos
hablando de un pensamiento que debe madurar desde la vida del Espíritu.

La revelación dinámica y contundente de Cristo en usted y como mani-


festación de Su plan con la Iglesia, transformará sus próximos días y años
de vida. Prepárese para lo no esperado ni imaginado. Prepárese para ver la
Gloria de Dios expresándose en usted.

vino a darle, sino a serlo en usted; porque todas las cosas fueron resueltas
en Él.
151
CRISTO, LA REALIDAD

ALGUNOS PASAJES PARA MEDITAR

Romanos 8:1-2
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que
están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la
carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Es-
píritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del
pecado y de la muerte.” 19

Romanos 8:37-39
“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores
por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seg-
uro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni prin-
cipados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni
lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos
podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús
Señor nuestro.” 20

19, 20
Versión Reina Valera Revisada 1960. Énfasis añadido por el autor.
153

CAPÍTULO 10
La Guía del Espíritu Santo

E s una mañana de sábado, previamente dispuesta para el descanso,


pero eso no sucederá. Un sueño particularmente sorprendente me
despierta temprano y ya no logro conciliar el sueño nuevamente y
me levanto. Me propongo hacer productivo este día y comienzo a traba-
jar en algunas cosas, mientras me despabilo en una mañana lluviosa que
parece casi rogarme que vuelva a la cama. Sólo pasan unos minutos cuando
escucho pequeños pasos acercarse. No necesito ver para saber de quién se
trata. Sasha suele levantarse temprano. Seguramente me oyó levantarme y
no resistió la tentación. Yo estoy en la oficina junto a la cocina cuando escu-
cho su voz: “¡Norma! ¿Dónde está Norma?”. Se trata de la hermana que nos
sirve en casa, cuyo amor y cuidado por mis hijas es muy especial. Entonces
la llamo, pero ella insiste en buscar a su Norma. Se para frente al ventanal
que le ofrece una excelente vista al patio trasero y a sus mejores juegos.
Entro en la cocina y me siento en un pequeño banco a un metro y medio
de ella, intentando explicarle: “Hija, Norma no está hoy. Hoy es sábado y
Norma no viene”. Su respuesta era de esperarse: “¡Quiero la Norma!”.

Entonces sucedió algo casi mágico. Ella se quedó parada allí y yo sentado
aquí. Le hice unas monerías con la cara y ella se quedó mirándome. Luego
dejé las monerías, porque noté que ella seguiría mirándome. Nos quedamos
por un momento congelados, mirándonos a los ojos, lo cual me pareció muy
extraño, no sólo para ella, sino para cualquier niño de dos años. Pero no
quería pensarlo, sólo disfrutarlo. Luego de un momento de miradas padre
e hija, le dije: “ven con papá”, mientras hacía pequeños golpes en mi regazo.
Pero ella estaba intentando descubrir lo que quería hacer. Por lo que miró
hacia afuera por el ventanal y me volvió a mirar. Decidí no ir a buscarla,
sino esperar a que ella viniera, por lo que insistí: “ven amor”. Se repite la
mirada exterior y su regreso ocular hacia mi persona. Pero luego por fin
comienza su paso delicado hacia mí. Al llegar, la alzo y disfruto uno de los
mejores abrazos que pueden existir en la historia de la humanidad. Exta-
siado en ese abrazo superlativamente asombroso, lo comprendo. Nuestro
Padre quiere que vayamos a Él.
154
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Claro que estamos con el Padre. Su vida está fundida con nuestras propias
vidas. Pero hay un escenario eterno al cual todavía podemos acceder. Es la
posición que nuestro Padre disfruta: ver a sus hijos correr a Él. Hablamos
de volver a Su realidad, de la cual nunca debimos separarnos. No podemos
escaparnos de un Dios que es omnipresente, pero sí podemos salirnos de Su
realidad, cuando nos dejamos llevar por palabras incorrectas o circunstan-
cias mentirosas. Su salvación nos entregó Su vida en el espíritu, pero por
algún motivo seguimos vulnerables a la distracción que ejercen nuestros
sentidos. Esas distracciones sólo tienen el poder que nosotros le otorgamos.
El problema es que tenemos un poder superlativo, el cual entregamos a las
mentiras que nos alejan del Padre.

Muchas veces me parece que Dios se ha quedado desinteresado en mí. Lo


digo por si a usted le ha pasado alguna vez. Lo que sucede es que el Padre
no viene a nuestras realidades mentirosas. Si lo hiciera, debería contradecir
su propia palabra. Pero se queda esperando en Su realidad con los mejores
regalos, recompensas y coronas que se pueden recibir. No viene a nuestra
realidad, pero sí puede hacer algo: darnos Su Espíritu Santo. Su tarea es
llevarnos a la verdad de Dios (Su realidad).

Juan 16:13
“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque
no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará
saber las cosas que habrán de venir.” 1

PASO A PASO HACIA SU REALIDAD


Ezequiel 47:9
“Y toda alma viviente que nadare por dondequiera que entraren estos dos ríos,
vivirá; y habrá muchísimos peces por haber entrado allá estas aguas, y recibirán
sanidad; y vivirá todo lo que entrare en este río.” 2

Cuando de la realidad de Dios se trata, no hay mejor palabra que podamos


usar que “sumergir”. Todo este libro ha tratado de un cambio de ambiente en
nuestro ser interior. La vida de un hijo de Dios, sumergida en Su realidad, ha
sido el plan eterno para el cual fuimos creados. El cambio es total y rotundo. En
este capítulo descubriremos la razón por la cual muchas veces nos resistimos a
sumergirnos en esa realidad o lo hacemos pero no persistimos en permanecer
en ella.

1, 2
Versión Reina Valera Revisada 1960.
155
LA GUÍA DEL ESPÍRITU SANTO

La visión de Ezequiel es un gran paralelo del


llamado de Dios a sumergirnos en Su realidad.
Cuando entramos en el río podemos experimen- “La vida de un hijo
tar la frescura del agua hasta los tobillos. Es la de Dios, sumergida
posición inicial de la vida con Dios que todos ex- en Su realidad, ha
perimentamos alguna vez. El impacto de una sido el plan eterno
atmósfera totalmente diferente a la que nos para el cual fuimos
hemos acostumbrado en el mundo. Esa experi- creados”
encia se asemeja a un suceso conocido. Cuando
era niño mis padres nos llevaron por primera
vez al mar. Recuerdo que el viaje era largo y que
en todo el camino mi mente estaba embargada
mi mente estaba embargada por la sola idea de pensar cómo sería el entrar por
primera vez en el mar. Al fin llegamos al mar y todas mis películas mentales
se agolpaban para decidir cual ganaría el premio de ser mi conducta final. Me
quité la remera como todo un experto, escondí la panza y, como si se tratara
de mi propia casa comencé la aproximación al objetivo. Una gran ola hizo ret-
roceder el agua unos metros y aprovecho para ganar terreno en seco. Pero
todo eso era la crónica de una vergüenza anunciada. Al primer contacto con
el agua, se produjo una “mini catástrofe”, paralizándome por completo por el
frío inesperado y provocando una colisión de realidades. Por un lado tenía mis
episodios de “Baywatch” tratando de explicar lo sucedido, y por otro lado mis
pies gritándome que saliera o se revelarían con un calambre (digamos que no
estábamos precisamente en el Caribe).

Es la etapa del encuentro con Dios que todos atravesamos alguna vez, donde
todo parece chocar. La palabra de Dios es altamente refrescante, pero confron-
tadora al mismo tiempo. Produce un estado de incomodidad al que muchos
no sobreviven. Creo que es el estado menos cómodo para permanecer en el
camino, sin embargo muchos insisten en quedarse allí cuando se han acostum-
brado. Caminar a la orilla y sentir un poco de las olas ir y venir. Esas personas
que parecen nunca estar de acuerdo con lo que se predica o quién lo hace, pero
aún así insisten en venir cada quince días a las reuniones. Definitivamente eso
está lejos de ser la realidad de Dios. El Espíritu de Dios opera en esa posición
con “molestia” para que nunca nos acostumbremos a ella.
156
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Juan 16:7-11
“Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera,
el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él
venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cu-
anto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de
juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.” 3

UN PASO MÁS

Si nos dejamos llevar por el Espíritu hacia la realidad de Dios, pronto tendre-
mos el agua hasta las rodillas. Es la posición en donde la vida de Dios comienza
a ocupar un lugar en nuestra vida, pero sólo eso: un lugar. Es el camino del
hijo de Dios que va creciendo, dejando que su agenda abra espacio para las
disciplinas espirituales. Ya no discutimos el congregarnos al menos una vez a
la semana, y hasta oramos cuando hay tiempo o la circunstancia lo exige. Pero
las atmósferas en donde nos movemos son bien diferenciadas. Hasta cuesta
trabajo reconciliarlas, porque parecen competir entre sí. Allí está el hermano
que le exige al pastor: “Necesito que me hable de cosas prácticas… hábleme
de mí realidad”. Es de esperarse, porque la realidad de las palabras de Dios son
siempre contradictorias con las realidades humanas y naturales. Debe creer en
un Dios dueño de toda la tierra, el cual es su Padre, pero no tiene cómo pagar
las deudas que le aquejan.

Hago un paréntesis para explicar que el sumergirnos en la realidad de Dios


no cambia, necesariamente, nuestras circunstancias exteriores, sino que nos
pone en una posición de Verdad en Dios. Esa posición nos lleva a manifestar
con potencia el fruto de la vida de Dios en nosotros. Eso es lo más importante
según Dios y debe serlo para nosotros. Quiero decirle que nuestro Padre sabe
recompensar y celebrar más allá de lo que pedimos o esperamos. Sin duda Sus
caminos siempre tienen preparado lo mejor para nosotros (en bienes y en
personas), pero no debe ser el centro de nuestras vidas. Los sentidos y pen-
samientos nos mienten cuando pretenden decirnos cuál es nuestra realidad. Si
persistimos en permanecer en la realidad incorrecta, nunca llegarán a nosotros
las recompensas que Dios desea darnos.

3
Versión Reina Valera Revisada 1960.
157
LA GUÍA DEL ESPÍRITU SANTO

En esa posición el Espíritu Santo actúa para traer cierta incomodidad,


hasta hacernos entender que Su llamado no es a una vida adaptada a nuestras
necesidades sino a los planes de nuestro Dios. He visto muchos cristianos
renegar por años, creyendo que una confrontación es traída por el diablo,
cuando muchas veces el Espíritu las pone en el camino para que no perman-
ezcamos en una posición que nos impide madurar.

Siempre recuerde que el justo no vive por “el cumplimiento” de la fe. El


justo vive por fe. Un hijo de Dios siempre disfruta y celebra más una palabra
del Padre que su cumplimiento expresado materialmente. Vivimos por fe y no
por lo que nuestros sentidos nos dictan. Su palabra es nuestra máxima realidad
presente. La verdadera fe es aquella que se produce cuando entendemos que si
Dios ha hablado, ya tenemos su cumplimiento por completo.

Nos gozamos superlativamente más por una “La verdadera fe es


palabra que por el “ver” de nuestros sentidos y aquella que se produce
la razón es clara. El gozo que viene por la palabra cuando entendemos
es sin duda un gozo espiritual. Cuando Dios nos que si Dios ha
da Su palabra y vemos con nuestros sentidos su hablado, ya tenemos
cumplimiento, siempre nos quedará la sensación su cumplimiento por
de que hay algo más de lo que vemos. Así es la completo”
palabra de Dios. Ella siempre busca la edificación
de su propósito en nosotros y no la manifestación
en bienes materiales o en soluciones person-
ales. Eso le sucedió a Abraham (Hebreos 11:10).
Cuando llegó a la tierra que Dios le prometió, habitó como extranjero. ¿Por
qué? Porque esperaba la ciudad que tiene a Dios como arquitecto. ¡Abraham
esperaba ver la Iglesia! Dios nunca le dijo “ciudad”, le dijo “tierra y nación” y él
entendió “ciudad”. Eso nos sucede cuando no oímos a Dios de manera genuina,
cuando procesamos esa palabra por nuestra necesidad o situación personal.

Es por eso que debemos salir del agua hasta las rodillas. Si hacemos una
mezcla de realidades, terminaremos distraídos y detenidos. Vamos más
adentro en la realidad de Dios.
158
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

AGUA HASTA LOS LOMOS

Cuando vamos más adentro, el agua nos llega a los lomos. En esa posición
podemos sentir la fuerza del agua que nos invita a tomar una decisión. Ese
es el momento que todos debemos experimentar alguna vez, donde dos re-
alidades compiten fuertemente. Las reglas en ambas realidades son difer-
entes y se contraponen. El río de la realidad de Dios pretende llevarnos a
nuestro destino eterno, mientras la realidad mentirosa de nuestras limita-
ciones humanas pretende hacernos permanecer en ignorancia y esclavitud.

Hay una razón por la que muchas personas pasan su vida en esa posición
interior. Experimentar la potencia de Dios en nuestro diario vivir, todavía
no significa estar sumergido en Su realidad, si aún permanecemos sos-
tenidos por nuestras propias fuerzas. Lo atractivo de esta vida, que mu-
chos escogen, es que se puede experimentar de tiempo en tiempo la fuerza
de la Gloria de Dios, pero sin renunciar al control (o al menos a la sensación
de estar en control). Otra razón es la comparación. Si tiene el agua hasta los
lomos, puede compararse con otros que no han llegado hasta allí y sentir
que usted es más espiritual y maduro.

¿Ha estado alguna vez en una reunión donde “Los verdaderos


las personas cuentan sus testimonios? Pareci- signos de madurez
era que si el testimonio es más sorprendente, provienen de la
eleva el prestigio de su protagonista. Experi- manifestación del
mentar la potencia de Dios por medio de la poder de Dios a
manifestación de Sus milagros nunca debe ser través de los hijos y
tomado como un signo de madurez ni apro- el fruto del Espíritu”
bación. Los verdaderos signos de madurez
provienen de la manifestación del poder de
Dios a través de los hijos y el fruto del Espíritu.

PLENAMENTE SUMERGIDOS

Mientras estamos fuera del río podemos mantener el control de nuestras


vidas. En tierra, nuestras fuerzas son las protagonistas y allí está el secreto
más poderoso de toda esta obra literaria. Vivir en la realidad de Dios significa
159
LA GUÍA DEL ESPÍRITU SANTO

habitar en Su Gracia. Allí, nuestras fuerzas pierden protagonismo y ya no


podemos controlarlo todo.

En Cristo, la realidad de Dios, suceden cosas absolutamente sorprendentes.


Cuando las circunstancias externas nos llevan a la tristeza o el fastidio, pro-
ducimos gozo y pasión desenfrenados. Nuestras respuestas exteriores ya no
responden a las condiciones exteriores, sino a una realidad interna superior.
El apóstol Pablo habla a los romanos de la ley del pecado. Esa ley actúa como la
ley de la gravedad cuando estamos fuera del agua. La ley de la gravedad gobi-
erna todo nuestro cuerpo y lo que nos rodea. A su vez nos permite sostenernos
con nuestras fuerzas y desplazarnos con nuestras piernas. La ley de Moisés
ponía su mirada en los méritos personales, de tal manera que ninguno pudo
cumplirla sino sólo Jesús. Fuera de la realidad de
Dios, la ley del pecado que está en nuestros miem-
“Todo lo que está
bros, actúa para alejarnos de Su propósito y des-
fuera de la realidad
tino eterno. Sin embargo, esa atmósfera tiene un
de Dios es sólo una
poder de atracción poderoso a nuestra mente y
construcción
sentidos 4. Esa atmósfera en la que muchos prefi-
mentirosa y
eren vivir nos engaña, haciéndonos creer que ten-
temporal”
emos el control de nuestras acciones y decisiones.
Todo lo que está fuera de la realidad de Dios es sólo
una construcción mentirosa y temporal.

Pero sumergido completamente en el agua, hasta nadar, donde ya nuestras


piernas no pueden sostenernos, las leyes cambian completamente.

Romanos 8:2
“Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la
ley del pecado y de la muerte.” 5

Esa nueva atmósfera nos propone un nuevo desafío: la libertad verdadera.


En ella nos damos cuenta de que hasta ahora hemos creído vivir bajo nuestra
propia conducción, pero en realidad hemos vivido bajo esclavitud e ignorancia.
Entonces nuestra manera de andar debe cambiar. Ya no son nuestras fuerzas
o méritos los que nos sostienen sino la vida del Espíritu.

4
Versión Reina Valera Revisada 1960. - Romanos 7:7-25
5
Versión Reina Valera Revisada 1960.
160
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

JUSTO ANTES DE SUMERGIRNOS

La resistencia del ser humano a la vida de Dios es un misterio. Pero la


resistencia de un hijo de Dios a la vida en Su realidad, es un misterio aún
más grande. Pero entender esos misterios puede ayudarnos a romper con las
limitaciones que por siglos han frenado a las generaciones.

Muchas veces preferimos el agua hasta los tobillos o las rodillas. Una vida
basada en nuestras fuerzas y algunos refrescos espirituales de tanto en tanto.
Nuestras agendas repletas de reuniones y compromisos, pero no vemos los
resultados de los cuales nos habla el evangelio.

Otros prefieren el agua hasta los lomos. Es una posición de “alta espiritu-
alidad”. Allí podemos sentirnos “casi en el cielo”. Eso es así cuando nos com-
paramos con quienes sencillamente se quedaron en la posición anterior.

Hago un profundo énfasis en la palabra mérito porque es ese el último paso


a dar. Es curioso que en la visión de Ezequiel (capítulo 47 del libro), el Señor no
lo haga nadar en el río. Sólo lo hace llegar hasta el lomo, y luego le dice que los
que naden en Él, vivirán. La visión de Ezequiel no era sobre un nuevo templo
hecho de mano, sino la iglesia manifestada a partir de Jesucristo. Pero esa
gracia estaba reservada para nosotros.
1 Pedro 1:10-11
“Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y
diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y
qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de
antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.” 6

Estar dispuestos a soltar nuestro sostén de las fuerzas humanas y sus mé-
ritos, no significa la inacción total, sino todo lo contrario. El resultado de una
vida sumergida en la gracia de Dios es un hijo que se esfuerza en Su gracia.
Cuando la potencia de Dios se manifiesta, somos provocados a vivir en gracia.
Israel atravesó caminando el Mar Rojo, pero a ninguno se le ocurriría valorar
el esfuerzo del camino que ellos hicieron frente a semejante hecho. Ese es-
fuerzo y mérito humano queda totalmente opacado ante la gloria de las aguas
separadas. La diferencia para nuestros días es que el nuevo pacto nos ofrece
un camino continuo entre paredes de agua.
6
Versión Reina Valera Revisada 1960. - Romanos 7:7-25
161
LA GUÍA DEL ESPÍRITU SANTO

ANDAR EN EL ESPÍRITU ES MOVIMIENTO EN LA REALIDAD DE DIOS

Romanos 8:1
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los
que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.” 7
Si nos sumergimos en un rio en el cual nuestros pies no alcanzan el fondo,
entonces ya no podremos caminar y debemos comenzar a nadar. La manera
de andar cambia cuando cambiamos de realidad. La única manera de andar en
la realidad de Dios es en el Espíritu.

No podemos mezclar la realidad de Dios con


nuestra vida afirmada en las fuerzas humanas,
porque son incompatibles. Esa es la profunda “La única manera
razón por la cual muchos prefieren cortas zam- de andar en la
bullidas y no una vida continua y completa en realidad de Dios
esa realidad. El ser humano prefiere vivir mal, es en el
pero hacerlo con la sensación de que aún tiene Espíritu”
el control de su vida.

La verdad de Cristo debe impactar en primera


instancia para hacernos ver la esclavitud en la
hemos vivido, para que toda falsa sensación de libertad sea expuesta. En nues-
tros días el mundo permanece en poderosa y creciente esclavitud gracias a la
creación efectiva de las “sensaciones de libertad”.
Juan 16:13
“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque
no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere,
y os hará saber las cosas que habrán de venir.” 8

La palabra utilizada para verdad en su escrito


original es “aletheia”. La esencia de esta palabra “Cuando caminamos
es una realidad experimentada de manera in- sostenidos por nuestras
dubitable. El Espíritu Santo es el Espíritu de fuerzas naturales,
realidad, el cual nos guía a la realidad de Dios. más allá de toda
percepción de libertad,
En la práctica implica una entrega absoluta y
permanecemos
completa. Aún en las más pequeñas determi-
en profunda
naciones y reacciones nos dejamos llevar por el esclavitud”
Espíritu de Dios. No es una pérdida de liberta-
des, sino un acceso total a la verdadera libertad.
7
Versión Reina Valera Revisada 1960. - Énfasis añadido por el autor.
8
Versión Reina Valera Revisada 1960.
162
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Cuando caminamos sostenidos por nuestras fuerzas naturales, más allá de


toda percepción de libertad, permanecemos en profunda esclavitud. Es por esa
razón que en la gracia, ya Dios no pide nuestra conducta, sino que pide todo
nuestro corazón.

Muchos han probado la potencia de esa gracia a lo largo de la historia. Pero


Dios no está buscando quienes prueben de ella, sino una generación dispuesta
a sumergirse completamente para nunca más salir de ella. Sólo así Dios es
glorificado verdaderamente a través de los hijos. Su gloria no se mezclará con
los méritos humanos y así fue su Salvación para nosotros. La fe provino de Él.
Cristo provino de Él. La Vida provino de Él. En nada pudimos intervenir en tan
gloriosa salvación.

Aún así muchos pretenden exaltar el valor de la confesión humana. Sin em-
bargo, esa confesión fue la consecuencia de la fe del corazón. Esa fe no nos
pertenecía, sino que fue un regalo de Dios (Efesios 2:8). Ese es el camino de la
Gracia y la base del evangelio. Nos entregamos a la vida de Dios y nos dejamos
llevar en palabra y en acción, de manera que Él sea glorificado en la tierra.

PERSISTE EN LA REALIDAD DE DIOS

Persistir en permanecer en la realidad de Dios es una determinación sabia.


Eso nos exigirá una vida en el Espíritu. En las realidades, humanas y mentiro-
sas, están escritas sus próximas acciones, reacciones y todo un futuro contrario
al propósito de Dios para su vida.

El libro de Hechos relata con algunos detalles el


momento vivido por Pablo y Silas siendo puesto
“Dios se ve
en la cárcel. Sabemos que tuvieron que soportar glorificado en la vida
las mentiras frente a las autoridades. La mul- de los hijos cuando,
titud les rasgó sus vestiduras. Las autoridades bajo las condiciones
les azotaron con varas. Sabemos también que externas contrarias
les pusieron en la cárcel y que el carcelero les a la realidad de Dios,
puso en el calabozo de más adentro. Una vez oí ellos pueden expresar
de un predicador que en esas cárceles tenían un el poder de la vida del
sistema de afluentes cloacales abierto, de Espíritu”
manera que por el calabozo de más adentro
atravesaban todos los residuos cloacales de

6
Versión Reina Valera Revisada 1960. - Romanos 7:7-25
163
LA GUÍA DEL ESPÍRITU SANTO

todas las celdas de la cárcel. Estando en esa condición el carcelero aseg-


uró sus pies en el cepo. ¿Lo ha notado? Las realidades humanas y menti-
rosas nos hablan con demasiados detalles. Por cada frase de este párrafo
justificaríamos una lágrima y el dolor de Pablo y Silas. Por otra parte la
realidad de Dios es contraria y aparentemente incoherente: “ERES LIBRE
EN CRISTO”.

Dios se ve glorificado en la vida de los hijos cuando, bajo las condiciones


externas contrarias a la realidad de Dios, ellos pueden expresar el poder de
la vida del Espíritu.

Hechos 16:22-25
“Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles las ropas,
ordenaron azotarles con varas. Después de haberles azotado mucho, los
echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad.
El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro,
y les aseguró los pies en el cepo. Pero a medianoche, orando Pablo y Silas,
cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.” 9

REALIDADES CONTRARIAS
Juan 14:15-17
“Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro
Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al
cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le
conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.” 10

¿Por qué el mundo no puede recibir el Espíritu de la realidad de Dios? Por


una razón clara: no lo ve ni le conoce. Es importante entender que nuestros
sentidos atentan continuamente para distraernos de los ámbitos de la realidad
de Dios. También lo hace nuestro entendimiento y conocimiento no procesado
por la revelación de Dios.

Mientras nosotros estamos interesados en ver los milagros de Dios producirse


a nuestro alrededor, el Padre está interesado en ver nuestras acciones antes de
que nuestros sentidos nos digan qué hacer. A eso llamamos fruto del Espíritu.
Es fruto, porque su origen es la naturaleza de Dios en nosotros. Quién ha leído
la carta del apóstol Pablo a los gálatas, sabe que el amor es fruto del Espíritu.
Pero amar a quienes nos hacen el bien no es necesariamente fruto del Espíritu.

9
Versión Reina Valera Revisada 1960.
10
Versión Reina Valera Revisada 1960. - Énfasis añadido por el autor
164
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

Cuando amamos a quienes nos hacen mal y nos dañan, entonces sólo allí
podemos decir que estamos mostrando el fruto del Espíritu. Son las reali-
dades contrarias las que evidencian ese fruto.

Puedo recordar muchos testimonios oídos desde pequeño. Aquella per-


sona que pudo comprar por fin su propia casa o la recibió como herencia,
reboza en gozo exuberante. Sin embargo, ese no es el gozo que edifica a la
Iglesia. Para gozarnos por la adquisición de una casa no necesitamos ser
cristianos. Pero debemos aprender a gozarnos en el entendimiento de que
toda la tierra es de nuestro Padre. Eso es verdad y realidad en Dios y debe
serlo en nuestro corazón, porque ese es el gozo que glorifica al Señor.

Cuando Jesús caminaba sobre las aguas, los discípulos rebozaban de en-
tusiasmo y pasión. Sin embargo, la imagen de Jesús sangrando en la cruz
contradecía todo lo que ellos esperaban de Cristo. El mensaje era claro: “no
encontrarán nada en el mundo de sus sentidos con suficiente poder para man-
ifestar la gloria de su llamado”. Por esa razón Jesús les ordenó permanecer
en Jerusalén hasta que fueran investidos por el Espíritu Santo. Su vida es
potencia y combustible inagotable para llevarnos a expresar aquello que
contradice totalmente a las circunstancias presentes que nos presentan
nuestros sentidos.

NO SALGA DE LA REALIDAD DE DIOS

Jesús le dice a sus discípulos: “Si me aman, guarden mis mandamientos…”.


El impacto de esa palabra no puede ser apreciado por nuestra cultura pre-
sente. Un judío nunca tomaría como anecdótico la frase “mis mandamien-
tos”. Los discípulos todavía estaban intentando procesar la ley de Moisés y
Jesús les habla de “sus mandamientos”. Él les está instando a permanecer
insistentemente en las palabras y en el espíritu de sus enseñanzas.

Juan 15:1-3
“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí
no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que
lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que
os he hablado” 11

11
Versión Reina Valera Revisada 1960.
165
LA GUÍA DEL ESPÍRITU SANTO

Jesús está diciendo a sus discípulos que por Su palabra les ha creado una
nueva realidad, pero que la clave de esa realidad es la permanencia. Mientras
que las palabras humanas nos añaden y cargan nuestra mente y alma, las
palabras de Dios nos limpian y purifican. Algunas de las cosas que debe limpiar
la palabra de Dios en nosotros son:
• La concepción de nuestro pasado
• La concepción de nuestro origen
• El recuerdo de las experiencias pasadas y cómo las interpretamos
• Las tradiciones y costumbres heredadas y adoptadas
• Nuestros deseos no procesados por el propósito de Dios para
nuestra vida
• Las situaciones presentes y cómo las interpretamos
• Nuestras agendas y planes hacia el futuro (cercano y lejano)
• Nuestros éxitos y fracasos
• El poder que tienen sobre nosotros las posesiones materiales
• Culturas nacionalistas y familiares
• Expectativas personales basadas en nuestras capacidades
y limitaciones
• Nuestra autoestima (alta o baja)
• Toda palabra de personas que nos fueron dadas sin la
sabiduría de Dios
• Ansiedades y preocupaciones
• Conceptos religiosos edificados y no puestos bajo la luz de la
revelación del Espíritu
• Nuestras expectativas y confianza puesta en hombres
(en todos o cualquiera de ellos)
• Vicios o costumbres que nos distraen y roban energías
periódicamente
• Reacciones propias del carácter
• Las presiones de grupos sociales que nos rodean

Estas son algunas de las cosas que debe limpiar la palabra de Dios,
hasta introducirnos en la realidad para la cual hemos sido creados. De
esa manera produciremos inevitablemente los frutos que el Padre busca
en nosotros. Si toma un solo punto de esa lista y la examina, descubrirá
que Dios se ha expedido sobre él y aún así hay situaciones que pretenden
hacernos retroceder. ¡No retroceda! Medite en Su palabra hasta que forme
conciencia presente de la verdad eterna que ha creado una nueva realidad
para usted.
166
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

EL ESPÍRITU SANTO Y EL SENTIR DE DIOS


1 Corintios 2:9-12
“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido
en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero
Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo
escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas
del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció
las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el
espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo
que Dios nos ha concedido”. 12

Un joven estaba festejando su cumpleaños y su madre había invitado a


todos sus amigos. Pero ese día el joven no se sentía muy bien. Por alguna
razón no podía disfrutar aquel momento tan especial. Los invitados iban
llegando con sus regalos y él pretendía disimular lo que sentía, mientras
los recibía con una convencedora sonrisa. Por momentos, los invitados
parecían estar disfrutando el momento, sin notar que el verdadero pro-
tagonista de la fiesta no tenía su mejor día. Al terminar la fiesta, todos se
retiraron. El joven se acercó a la puerta para despedir con su última sonrisa
al último de los invitados. Pero al cerrar la puerta, y antes de que pudiera
descansar la sonrisa de su rostro, sintió a su madre parada detrás suyo.
No alcanzó a darse vuelta cuando ella le preguntó: “¿Qué te sucede hoy que
estás triste?”. Sin mediar palabras, se produjo el abrazo tan esperado du-
rante todo el día. Al terminar el abrazo, el ambiente cambió por completo.
Un sentimiento de paz completa invadió el corazón de aquel joven. El sólo
hecho de que su madre se haya dado cuenta de su estado significó la difer-
encia en todo el día.

El Espíritu Santo es el sentir de Dios. Su persona nos provoca y nos lleva


a una vida en Su realidad. Eso nos permite experimentar todo el evangelio
de manera genuina. Pero a diferencia de las emociones humanas, el sentir
de Dios es el palpitar del corazón que le da sentido a todo el universo.

El evangelio no puede ser vivido como una religión, porque se desactiva


su esencia. Por ejemplo, no puedes adorar a Dios suponiendo que sabes lo
que a Él le agrada. Tampoco puedes buscar Su agrado por lo que alguien te
ha dicho o por una canción que alguien escribió. No hay recetas para adorar

12
Versión Reina Valera Revisada 1960.
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LA GUÍA DEL ESPÍRITU SANTO

a Dios de manera genuina. Sólo la vida del Espíritu Santo puede asegu-
rarte un minuto de adoración eficaz y genuina.

He visto como a veces a la gente le cuesta orar y expresarse delante de


Dios. Sin la vida del Espíritu Santo, la oración puede volverse literalmente
tediosa. No debe preocuparnos que la gente se aburra de las oraciones. Lo
grave es que Dios se canse de ellas. Cuando el Espíritu interviene en nues-
tros tiempos íntimos de oración, pueden pasar horas sin darnos cuenta.
También me ha sucedido terminar mis oraciones pensando que ha pasado
mucho tiempo, por todo lo que Dios ha hablado a mi espíritu, para darme
cuenta que sólo fueron unos minutos. Es el resultado de haber tocado los
ámbitos eternos de Dios.

Efesios 4:30
“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados
para el día de la redención.” 13

La presencia y dinámica del Espíritu Santo no puede ser explicada. Tan


sólo podemos provocarnos a permitirle acceso total a nuestras vidas y
cuidar Su persona en nosotros. Cuidarnos a nosotros mismos es una man-
era de cuidar Su presencia en nosotros. Ese cuidado significa soltar el timón
de nuestra vida y dejar que Su Espíritu nos guíe. Dejarnos llevar por Su
fuerza todos los días es la mejor manera de decirlo. Soltarnos de todo lo que
nos aferra a una vida sin la plenitud de Su propósito eterno.

¡Nos preparemos para ser protagonistas del mejor tiempo de la historia!

13
Versión Reina Valera Revisada 1960.
168
SUMERGIDOS EN LA REALIDAD de Dios

ALGUNOS PASAJES PARA MEDITAR

1 Corintios 6:19
“¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu
Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte
de Dios? Ustedes no son sus propios dueños” 14

Santiago 4:5
“¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que
él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?” 15

Romanos 8:14
“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de
Dios, éstos son hijos de Dios.” 16

Gálatas 5:16-18
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los
deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra
el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se
oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.” 17

Romanos 15:13
“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz
en el creer, para que abundéis en esperanza por el
poder del Espíritu Santo.” 18

1 Tesalonicenses 1:6-7
“Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del
Señor, recibiendo la palabra en medio de gran
tribulación, con gozo del Espíritu Santo, de tal manera
que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia
y de Acaya que han creído.” 19

13
Versión Reina Valera revisada 1960.
14
Nueva Versión Internacional
15, 16, 17, 18
Versión Reina Valera revisada 1960. - Énfasis añadido por el autor.
169

ALGUNOS PASAJES PARA MEDITAR

1 Tesalonicenses 1:6-7
“Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del
Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribu-
lación, con gozo del Espíritu Santo, de tal manera que
habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya
que han creído.” ” 19

Hechos 13:2-4
“Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu
Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que
los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les
impusieron las manos y los despidieron. Ellos, entonces,
enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia,
y de allí navegaron a Chipre.” 20

19, 20
Versión Reina Valera Revisada 1960. - Énfasis añadido por el autor.
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