Articulo Sis - Financieros
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Artículo Original
El financiamiento, la ciencia, la tecnología e innovación y la educación superior en
los países en vías de desarrollo
Financing, science, technology and innovation and higher education in the
developing countries
Óscar Guilherme de AlmeidaI, Nora Ángela Arrechavaleta GuartonII
I Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC), Angola.
II Centro de Estudios para el Perfeccionamiento de la Educación Superior (CEPES),
Universidad de La Habana, Cuba.
RESUMEN
El éxito económico de un país depende también del desarrollo científico-tecnológico
y su aseguramiento financiero; y de la creatividad de las personas, sobre todo, para
generar, divulgar y aplicar nuevos conocimientos, en lo cual participa la educación
superior. De aquí el énfasis en la triada: ciencia-tecnología-innovación (CTI) y su
financiamiento en los países más desarrollados, lo que constituye aún un reto para
los países en vías de desarrollo. En este sentido, el problema es vincular la CTI a
los planes de desarrollo económico-social, identificar las prioridades, las fuentes de
financiamiento, acceder a ellas y enrumbar estos recursos hacia los destinos
económicos o sociales que produzcan los mayores rendimientos.
Consecuentemente, el objetivo de este artículo fue identificar las regularidades del
vínculo financiamiento, ciencia-tecnología-innovación y educación superior, que
podrían apoyar el despegue y consolidación del desarrollo económico-social en los
países en vías de desarrollo.
ABSTRACT
The economic success of a country also depends on the scientific-technological
development and its financial assurance; the individuals´ creativity, most of all, to
generate, disseminate and apply new knowledge, a process in which the higher
education participates. Thus, the emphasis on the triad: science-technology-
innovation (STI) and its financing in the industrialized countries, which still poses a
challenge for the developing countries. In this sense, the issue is to link STI to the
social and economic developing programs, to identify the priorities, the financial
sources, to access them and direct those resources towards the social and
economic goals that produce higher profits. Therefore, this article is aimed at
identifying the link´s irregularities: financing, science-technology-innovation and
higher education, which might support the launching and consolidation in the
developing countries.
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Introducción
El presente trabajo sintetiza la relación de interdependencia entre el financiamiento,
la ciencia-tecnología-innovación y la educación superior. Las instituciones de
educación superior tienen un papel importante en la formación de la capacidad de
absorción de conocimientos por la sociedad, es decir, en la capacidad de generar
conocimientos, interpretar los que no han sido obtenidos en ellas, difundirlos y
utilizarlos.
El análisis documental de los conceptos tratados y su interpretación en el contexto
de los países en vías de desarrollo1, desde la perspectiva macrosocial, ha
constituido la estrategia metodológica empleada en la investigación para cumplir el
objetivo propuesto: identificar las regularidades del vínculo entre el financiamiento,
la ciencia-tecnología-innovación y la educación superior, que podrían apoyar el
despegue y consolidación del desarrollo económico-social en los países en vías de
desarrollo.
Para alcanzar los objetivos estratégicos inherentes al desarrollo económico-social,
son necesarias las contribuciones de la ciencia, la tecnología y la innovación (CTI)
que involucran a la educación superior, para la satisfacción de las demandas y
necesidades nacionales, lo que requiere del correspondiente aseguramiento
financiero y de la adecuada gestión de estos recursos, concebidos en un sistema de
financiamiento.
En este sentido, la determinación de las prioridades de desarrollo de la CTI, el
respaldo gubernamental para las asignaciones financieras y la adecuada gestión de
tales recursos, junto a la formación masiva de profesionales que requiere el
desarrollo económico-social y la investigación y desarrollo (IyD), en particular,
constituyen las acciones fundamentales a realizar por los países en vías de
desarrollo.
Consecuentemente, los contenidos básicos de este artículo son: las principales
relaciones entre la sociedad, la CTI y la educación superior, en particular, las
contribuciones de la educación superior a la sociedad, así como el respaldo
financiero que la sociedad da a la CTI, incluido el que va dirigido a la universidad,
acorde con los procedimientos de asignación y captación de fondos establecidos
para las instituciones de educación superior (IES) y las instituciones de IyD.
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Por otra parte, atento a las necesidades sociales del contexto, el modelo interactivo
considera, en particular, que las interacciones entre la educación superior y los
territorios se expresan por medio de actores colectivos: universidades, instituciones
de IyD, empresas y otras organizaciones. Dicha relevancia del contexto es opuesta
a la tradicional universidad de la ciencia, en la que se privilegian las políticas
homogéneas, de orientación vertical.
Tanto el modelo contexto-céntrico como el interactivo apuntan hacia una
epistemología diferente: la producción, la distribución y el uso de los conocimientos
y de las tecnologías, que tienen siempre lugar en contextos particulares con sus
singularidades económicas, culturales, valorativas. Esos contextos deben modelar
sus prioridades de desarrollo y tienen que ser un referente a seguir por los países
en vías de desarrollo.
El muy divulgado modelo de la triple hélice concibe, básicamente, a la universidad
como generadora del nuevo conocimiento y la tecnología, a la empresa como el
lugar de producción y al Estado como garante de la estabilidad de las interacciones
e intercambios entre la universidad y la empresa, además como financiador de la
investigación; sin embargo, estas condiciones no se cumplen en la inmensa mayoría
de los países en vías de desarrollo.
La actual prevalencia mundial de una ciencia con fines exclusivamente económicos,
regida por las potencias del mundo desarrollado, es reconocida por prestigiosos
organismos internacionales. En el Informe sobre Desarrollo Humano del Programa
de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2001) se expresa que la tecnología
se crea en respuesta a las presiones del mercado y no en función de las
necesidades de los pobres, quienes tienen escaso poder de compra.
Los progresos científicos y tecnológicos deben ser analizados en cada contexto
social ya que las definiciones positivistas de la ciencia –que ignoran o subestiman el
papel de los factores sociales– y las más modernas –que consideran lo ideológico,
lo político, lo económico, etcétera, en el desarrollo científico-técnico (Caballero y
Borrero, 2011)– incorporan aspectos esenciales (Pacey, 1990) como: lo objetal,
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García de Fanelli (Soriano, 2008) considera que los profesionales formados son
portadores de un capital humano que proporciona un doble beneficio: personal o
privado9 y social. Por lo general, quienes han alcanzado mayores niveles educativos
tienen más altos ingresos, pagan más impuestos, están más preparados para
realizar emprendimientos económicos y son multiplicadores del conocimiento en el
seno de sus familias, en las empresas donde trabajan y en las comunidades donde
viven.10
El panorama que presentan los países en vías de desarrollo es extremadamente
complejo y puede ser más controvertido o no en dependencia de sus riquezas
naturales, situación geográfica, cultura, diferencias y contradicciones internas que
llegan, incluso, a manifestarse en guerras, entre otros aspectos a considerar. No
obstante a la diversidad de situaciones existentes, la educación superior constituye,
como ya se ha expresado, una palanca para el desarrollo económico-social por
medio no solo de la masa de profesionales que se forman y superan, sino también
de los resultados de IyD que aportan a la sociedad, aunque las IES en los países en
vías de desarrollo se encuentren en una posición de desventaja respecto a la de los
países desarrollados porque son objeto de presiones para contribuir al desarrollo
nacional y, a la vez, participar en el sistema internacional de la CTI que incluye
supeditarse a sistemas de evaluación de la investigación y su producción científica
que no se corresponden con sus realidades económicas y sociales.
A pesar de que, generalmente, las misiones de las IES declaran la contribución a la
solución de los problemas económicos y sociales y, en consecuencia, crece la
visibilidad e impacto de estas acciones y su relevancia social, siempre se compite
en tiempo, recursos y dedicación entre la IyD y la formación o superación
profesional. No obstante, la combinación de la IyD con la docencia de pregrado y
posgrado, o la capacitación impartida para el cumplimiento de los objetivos de la
interacción social universitaria, propicia la generación y transmisión del
conocimiento, así como el desarrollo de cada individuo, ya sea en calidad de
estudiante, profesor o investigador.
El entorno de una organización académica dedicada al avance del conocimiento
anima a los estudiantes jóvenes a aprender y les educa a utilizar sus mentes de
acuerdo con el método científico para entender el mundo y, posiblemente,
modificarlo (De Brito, 2010). La conexión entre la investigación y la educación de los
estudiantes universitarios agrega un componente cualitativo que no está presente
en la investigación empresarial, cuyo objetivo fundamental no es formar y desarrollar
las habilidades científico-investigativas de los educandos, sino mejorar los productos
y servicios para hacerlos más competitivos.
En los países en vías de desarrollo es difícil encontrar universidades que dediquen
gran parte de sus recursos a la investigación; además, la formación de profesores y
estudiantes para estas actividades es muy limitada; aunque hay casos de IES que
logran enfrascarse en la investigación científica y lo hacen en virtud del respaldo
político nacional y la motivación de profesionales que se constituyen en líderes
científicos. Sin embargo, la determinación de los objetivos de la IyD se realiza entre
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Conclusiones
La estrategia para combinar la CTI, la educación superior y el financiamiento de
ambas en los países en vías de desarrollo no puede ser copia de las experiencias
exitosas en el primer mundo. A su vez, los países en vías de desarrollo no tienen
suficiente infraestructura y tejido social-económico; además, presentan gran
variedades de problemas sociales particulares, por lo que es necesario, en primera
instancia, que el Estado impulse la CTI de acuerdo con las prioridades de los planes
de desarrollo nacional según el criterio de sostenibilidad, por medio de inversiones,
impuestos, subsidios, en particular, destinados a las IES e instituciones de IyD,
encargadas de fomentar la investigación científica, a partir de la combinación de los
modelos de producción del conocimiento: contexto-céntrico y de interacción, con
miras a la innovación, que contribuya al desarrollo social sostenible.
Al unísono, debe fomentarse la formación permanente de profesionales,
especialistas e investigadores que constituyen la masa crítica para crear y
consolidar la CTI, con el correspondiente establecimiento de redes del conocimiento
en las cuales participen las IES, las instituciones de IyD, así como todas las
organizaciones que aporten conocimiento científico, empírico, tradicional u otro que
enriquezca el acervo cultural nacional y de la humanidad.
Finalmente, el perfeccionamiento de la gestión financiera y no solo el aumento de
las asignaciones presupuestarias, constituye la vía principal para elevar la necesaria
efectividad de la inversión en IyD en los países en vías de desarrollo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Recibido: 10/2/2017
Aceptado: 12/4/2017
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NOTAS ACLARATORIAS
1. A pesar de la polémica en torno al término «países en vías de desarrollo», se
asume en este trabajo para hacer referencia a aquellos países con indicadores
macroeconómicos y sociales (producto interno bruto per cápita, balanza
comercial, esperanza de vida, desempleo, acceso al agua potable y desarrollo
humano) que, de manera sostenida, expresan bajos niveles de vida.
2. La CTI son procesos sociales que incluyen la generación, la difusión y la
aplicación de los conocimientos, es decir, la realización de investigaciones de las
cuales se obtiene la producción científica que divulga o difunde el conocimiento
generado (patentes, artículos, libros, ponencias, conferencias, etc.), las
innovaciones y otras tareas que están estrechamente ligadas a intereses
políticos, económicos, valores y creencias inherentes al contexto cultural donde
se realizan.
3. 3 Esta influencia puede ser interpretada como las condiciones políticas y
económicas que favorecen o no el progreso de la CTI.
4. La discusión pública de la ciencia se ha centrado, entre otros, en los riesgos
científicos y tecnológicos de la energía nuclear, el deterioro de la capa de
ozono, los daños potenciales derivados de la biotecnología y la ingeniería
genética.
5. El desarrollo sostenible o sustentable presupone satisfacer las necesidades del
presente, sin comprometer el desarrollo futuro de las nuevas generaciones; y
combina la dimensión humana y la medioambiental, según explica Vázquez
(1999).
6. La noción de desarrollo endógeno incorpora la satisfacción de las necesidades
básicas, la participación social, la protección medioambiental, la localización
territorial de determinada comunidad y la complementación de lo local con lo
global. En general, se asume como «desarrollo desde adentro».
7. Programas sociales tales como: el aseguramiento alimentario, el saneamiento
de las ciudades, la salud, la construcción, la formación y superación del
profesorado, entre otras necesidades y demandas sociales que son
particularmente importantes, aunque no generan beneficios económicos, al
menos de manera inmediata, por tanto, el apoyo de la CTI no será visible a
corto plazo.
8. El crecimiento económico no necesariamente conduce al desarrollo, ni a la
disminución de la pobreza y de las desigualdades en la distribución de la renta;
en cambio, la educación constituye una palanca para el desarrollo y la movilidad
social.
9. Sanyal y Martin muestran las tasas de rentabilidad provenientes del diferencial
de salarios de los egresados de la educación superior y de los que solo han
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