Conventos e Iglesias en Cusco para Visitar

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Conventos e Iglesias en

Cusco para Visitar

Parte de la majestuosidad de Cusco se encuentra en sus hermosos templos


y conventos, los cuales reflejan una parte fundamental de la historia
cusqueña. Sin duda, una excelente manera de descubrir y aprender más acerca
de una cultura, es conociendo más acerca de sus creencias, prácticas
espirituales y templos donde rendían culto a sus dioses. 

Con la llegada de los españoles a la antigua capital inca, la evangelización y


extirpación de idolatrías se convirtió en una labor fundamental por parte de los
conquistadores. Una buena parte fue la construcción de varias iglesias sobre
importantes templos incas. 

Hoy estos conventos e iglesias en Cusco son consideradas las más hermosas
de toda América por su alto nivel arquitectónico y espiritualidad. A
continuación te damos detalles de seis de las más hermosas iglesias en la
antigua capital inca.

Conociendo los mejores conventos e iglesias en Cusco


Un tramo esencial del circuito turístico en Cusco es la visita a los conventos e
iglesias más hermosas de la ciudad –todas guardando rastros históricos que
ningún visitante se quiere perder. La fusión de las tradiciones andinas y el
encanto colonial, hace que estas edificaciones sean verdaderamente únicas. 

Si vas a iniciar tu exploración de la ciudad de Cusco visitando algunos de los


conventos de la ciudad, empieza en la Plaza de Armas. Desde la Catedral de
Cusco hasta la Compañía de Jesús, cada iglesia de esta ciudad única, tiene
algo que despertará tu admiración. 

Lo hemos simplificado para ti seleccionando las 6 iglesias más importantes de


Cusco. Solo recuerda –no se permiten tomar fotografías.

Catedral de Cusco

Construido por el arquitecto español Juan Veramendi en 1560 sobre el antiguo


palacio del Inca Wiracocha, la construcción de la Catedral de Cusco
comenzó en 1559 y fue terminada casi un siglo después. Ubicada en la
plaza principal de Cusco, la iglesia fue construida con piedras de la cercana
fortaleza de Sacsayhuamán. 

Además de albergar extraordinarias piezas de la Escuela Cusqueña, la


Catedral de Cusco representa un ejemplo de arquitectura colonial. La
Virgen María, que lleva puesto una falta en forma de montaña haciendo
alusión a la Pachamama, es una de las representaciones presentes más
singulares.

Además, su céntrica ubicación a pasos de la Plaza de Armas de Cusco, hace


que sea una parada obligada para todo visitante. Entre los principales
atractivos está la cripta del cronista Garcilaso de la Vega, la cual posee la
mitad de sus cenizas –pues la otra mitad se encuentra en España. 

La pintura de la última cena, pintada por el maestro cusqueño Marcos Zapata


y la “Sala de Plata” que contiene ornamentos hechos en plata, son otros de los
imperdibles durante su visita a la Catedral.
Convento de Santo Domingo

Ubicado a pocos pasos de la plaza principal, el llamativo convento de Santo


Domingo se asienta sobre los cimientos del Coricancha. Considerado como el
edificio inca más importante, el Templo del Sol fue saqueado y demolido
décadas antes de que los españoles terminaran la construcción del convento en
1633.

La combinación del estilo colonial e inca, incluye una magnífica torre tallada
de estilo barroco que sostiene el campanario. Algunas de las paredes curvas e
incluso el espacio del jardín del Coricancha permanecen en los terrenos del
monasterio bien mantenidos hasta el día de hoy. 

Descubre los hermosos claustros y admira la colección de pinturas centenarias


hechas al estilo de la Escuela Cuzqueña y serás testigo de un registro único de
la historia incaica. 
Iglesia de San Pedro

Ubicada cerca al Mercado Central de San Pedro, uno de los mercados más
grandes y peculiares de Cusco, la Iglesia de San Pedro se caracteriza por
tener una fachada tradicional cusqueña.  Obra del arquitecto autodidacta
Juan Tomás Tuiru Túpac, indio noble descendiente de los incas, la iglesia
destaca por su altar rico en imágenes y lienzos que se aprecian desde cualquier
ángulo.

Aunque de tamaño bastante modesto en relación con las iglesias más


grandiosas de la ciudad, las intrincadas esculturas y pinturas históricas dentro
de la iglesia de San Pedro son dignas de ser admiradas. Asimismo el púlpito,
barroco y de color nogal, llama la atención de cualquier espectador.

San Pedro Apóstol o “Capilla Sixtina”

Ubicada en Andahuaylillas, provincia de Quispicanchi a 40 km de la


ciudad de Cusco encontrarán la Iglesia San Pedro de Apóstol conocida
como la  “Capilla Sixtina de América”. Además de ser uno de los puntos
más populares de la ruta de templos coloniales de Cusco, esta capilla tiene los
más hermosos altares dorados. A pesar de su sobria fachada de adobe y
piedra, esta capilla está adornada con diversas obras de arte religioso.

La cantidad de detalles artísticos que se pueden apreciar en el interior de la


Capilla Sixtina evidencian la singularidad del barroco andino. El retablo de
magnífico pan de oro con lienzos y esculturas de santos y vírgenes y otros
elementos tallados en 1645 no hacen sino resaltar la belleza que caracteriza a
esta capilla.

Convento de la Merced

A una cuadra de la Plaza Regocijo en el Centro histórico del Cusco está


situado el Convento de La Merced.  Destruido en 1650, llevaría casi 20 años
reconstruir este hermoso convento donde destaca la pintura mural y la
Custodia elaborada en oro y adornada con piedras preciosas.

Las históricas paredes rústicas del claustro están adornadas con pinturas de la
Escuela Cuzqueña y la iglesia alberga la tumba del conquistador Gonzalo
Pizarro (hermano de Francisco). Sus encantadoras columnas y su campanario
barroco son parte de su atractivo, pero también los preciosos tallados. 

La Compañía de Jesús

Como la iglesia San Pedro Apóstol de Andahuaylillas, esta iglesia forma parte
de la ruta del Barroco Andino. La Compañía de Jesús, fue construida por
los jesuitas en 1571 y como otras iglesias también es representante del
barroco cusqueño.

Ubicada en la Plaza de Armas de Cusco, la Compañía de Jesús recibe a sus


visitantes con una encantadora fachada. La majestuosidad de la Iglesia no solo
se debe al imponente altar mayor tallado en cedro y adornado con hojas de
oro, sino también a la presencia de la imagen de la Virgen de la Inmaculada
Concepción.

Vale la pena admirar los lienzos que representan la vida del fundador de la
Orden, San Ignacio de Loyola, pintados por Marcos Zapata y su ayudante
Cipriano Gutiérrez.

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