ORDEN Y AMOR Relacion de Pareja
ORDEN Y AMOR Relacion de Pareja
ORDEN Y AMOR Relacion de Pareja
Dar y tomar A la larga, una relación únicamente puede ir bien si en ella existe un
equilibrio entre dar y tomar. Siempre que sólo es una parte la que da, se crean un
desequilibrio y una tensión que nos apremian a buscar la compensación. En
cuanto el otro devuelve algo, la tensión puede cesar. Si éste último da un poco
más de lo que recibió, se mantiene una tensión buena en la relación.
"La felicidad en una relación depende de la medida en que se toma y se da. Un
movimiento reducido sólo trae ganancias reducidas. Cuanto más extenso sea el
intercambio, tanto más profunda será la felicidad. Sin embargo, existe una gran
desventaja: la vinculación resulta aún más fuerte. El que quiera la libertad, tan
sólo puede dar y tomar muy poco y tan sólo puede permitir un intercambio muy
reducido entre ambas partes." (También las demás citas de Hellinger se ponen en
cursivas.)
Aquellas relaciones en las que únicamente uno da, mientras que el otro tan sólo
toma, corren el peligro de fracasar. En algún momento, uno de los dos ya no
soporta el desequilibrio - ¡y puede ser muy bien aquél que recibió demasiado! - y
se va. Lo que vale para la compensación del bien, también es válido para la
compensación del mal. En cuanto uno comete una injusticia con el otro, hiriéndolo,
se desarrolla la misma necesidad de compensación. El autor debería ofrecer un
sacrificio o algún tipo de satisfacción que aproximadamente corresponda a lo que
hizo; así favorece la relación. También es correcto exigir la compensación. Para la
compensación del mal resulta especialmente provechoso exigir algo menos que el
otro hizo. El que se considera demasiado noble para exigir la compensación, por
ejemplo perdonando generosamente, daña la relación, ya que no resuelve la
necesidad de compensación de una manera humanamente comprensible. Todo lo
contrario, aún agrava el desequilibrio, ya que, por una parte, él es la víctima, por
otra parte, se pone por encima del otro, perdonándole. Esta es una de las razones
por las que Hellinger dice: Muchas veces, el que parece ser el bueno, en realidad
es el malo.