001 Vigilia de Pentecostés 2017 DIÓCESIS DE ZARAGOZA Guión Completo
001 Vigilia de Pentecostés 2017 DIÓCESIS DE ZARAGOZA Guión Completo
001 Vigilia de Pentecostés 2017 DIÓCESIS DE ZARAGOZA Guión Completo
DE ZARAGOZA
Delegaciones de Apostolado Seglar, Familia y Vida, Pastoral Juvenil
VIGILIA DE PENTECOSTÉS 2017
Esquema
CORO: Pastoral Juvenil
Edición folletos, lapiceros y póster de Cristo: Pastoral Juvenil
MONITOR: Persona que designa Apostolado Seglar. Es la persona que va
conduciendo todo el desarrollo de la Vigilia, al inicio y al final
fundamentalmente.
PRIMERA PARTE
Lector 1 y lector 2: personas que designan Apostolado Seglar
Testimonio: Persona Laico comprometido
Oración: Renovación Carismática
SEGUNDA PARTE
Lector 1 y lector 2: personas que designan Familia y Vida
Testimonio: Persona perteneciente a Familia Vicenciana
Oración: Delegación de Familia y Vida
TERCERA PARTE
Lector: El Consiliario Delegación Apostolado Seglar lee el Evangelio
Testimonio: Homilía del Sr. Arzobispo
CUARTA PARTE
Comprar y preparar los detalles para el Envío: Apostolado Seglar
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ARCHIDIÓCESIS DE ZARAGOZA
Delegaciones de Apostolado Seglar, Familia y Vida, Pastoral Juvenil
VIGILIA DE PENTECOSTÉS 2017
En un lugar visible y destacado, preferiblemente en el centro de nuestra
asamblea, habrá un póster o imagen de Cristo (preferiblemente vivo) Tras la
monición de entrada y mientras el canto inicial, acceden al presbiterio los
lectores, sacerdotes y el Sr. Arzobispo, que se colocan en sus respectivos lugares.
MONITOR: hace la monición de entrada /ambientación
Buenas noches. Bienvenidos a esta vigilia diocesana de oración. La Iglesia que
peregrina en Zaragoza se concentra esta noche bajo las bóvedas de este
inmenso cenáculo para recordar a aquellos “discípulos” que acompañaron al
Señor durante su vida, que le vieron obrar milagros y prodigios, que fueron
privilegiados de excepción en escuchar su Palabra. Pero fue el día de
Pentecostés cuando recibieron la fuerza del Espíritu Santo que les convirtió en
testigos valientes del Resucitado. Y hoy revivimos, celebramos y actualizamos
este momento donde el Espíritu también se derrama por doquier en la Iglesia
infundiéndonos el deseo de «anunciar la novedad del Evangelio con audacia, en
voz alta y en todo tiempo y lugar, incluso a contracorriente», como nos dice el
Papa Francisco.
Invoquemos a este Espíritu de la verdad que ha tomado parte del mismo Señor
y viene a dárnoslo en esta oración para que nuestra vida no quede vacía y
nuestro anuncio nunca carezca de alma. Jesús nos quiere evangelizadores que
anuncien la Buena Noticia no solo con palabras, sino sobre todo con una vida
que se ha transfigurado en la presencia de Dios y ha discernido cómo darla a los
demás en carismas, servicios, ministerios, opciones y estados de vida, siempre
fieles y contentos. Nos ponemos de pie y cantamos.
CORO: Ilumíname, Señor, con tu Espíritu
1. Ilumíname, Señor, con tu Espíritu,
transfórmame, Señor, con tu Espíritu.
Ilumíname, Señor, con tu Espíritu,
Ilumíname y transfórmame, Señor.
2
Y DEJAME SENTIR EL FUEGO DE TU AMOR
AQUÍ EN MI CORAZÓN SEÑOR. (2)
2. Resucítame, Señor, con tu Espíritu,
conviérteme, Señor, con tu Espíritu,
Resucítame, Señor, con tu Espíritu,
Resucítame y conviérteme, Señor.
3. Fortaléceme, Señor, con tu Espíritu,
Consuélame, Señor, con tu Espíritu,
Fortaléceme, Señor, con tu Espíritu,
Fortaléceme y consuélame, Señor.
RITOS INICIALES Y SALUDO DE PAZ: Sr. Arzobispo
V/. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
R/. Amén.
V/. El Señor que dispone de nuestros corazones para que
descienda sobre ellos el Espíritu de Dios y podamos vivir de su
amor en acogida, fraternidad y misericordia, esté con todos
vosotros.
R/. Y con tu Espíritu.
MONITOR:
“El verdadero misionero, que nunca deja de ser discípulo, sabe que Jesús
camina con él, habla con él, respira con él, trabaja con él. Percibe a Jesús vivo en
él, en medio de la tarea misionera. Si uno no lo descubre a Él presente en el
corazón mismo de la entrega misionera, pronto pierde el entusiasmo y deja de
estar seguro de lo que transmite, le falta fuerza y pasión. Y una persona que no
está convencida, entusiasmada, segura, enamorada, no convence a nadie”. (EG
266)
TODOS JUNTOS: Secuencia de Pentecostés que la rezamos a dos coros
Ven, Espíritu Divino
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
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Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.
Terminada la secuencia, todos se sientan.
Primera parte:
Salimos con fuerza del Espíritu Santo
Lector 1:
“Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le
pide, pero todos somos invitados a aceptar esta llamada: salir de la propia
comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del
Evangelio. La alegría del Evangelio que llena la vida de la comunidad de los
discípulos es una alegría misionera. Todo cristiano es misionero en la medida en
que se ha encontrado con el amor de Dios en Cristo Jesús; ya no decimos que
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somos discípulos y misioneros, sino que somos siempre discípulos misioneros”.
(EG 20‐21)
Lector 2:
Lectura del profeta Jeremías (Jer 1, 4‐8)
El Señor me dirigió la palabra:
—Antes de formarte en el vientre, te elegí; antes de que salieras del seno
materno, te consagré: te constituí profeta de las naciones.
Yo repuse:
—¡Ay, Señor, Dios mío! Mira que no sé hablar, que solo soy un niño.
El Señor me contestó: —No digas que eres un niño, pues irás adonde yo te
envíe y dirás lo que yo te ordene. No les tengas miedo, que yo estoy contigo
para librarte —oráculo del Señor—. Palabra de Dios.
CORO: En mi debilidad (Brotes de Olivo)
En mi debilidad me haces fuerte.
En mi debilidad me haces fuerte.
Sólo en tu amor me haces fuerte.
Sólo en tu vida me haces fuerte.
En mi debilidad te haces fuerte en mí.
TESTIMONIO: LAICO / LAICA COMPROMETIDA
Tiempo para la reflexión personal y escritura (VER)
VER: el origen de una experiencia cristiana auténtica está en sentirte llamado,
en reconocer que es Cristo el que tiene la iniciativa en tu vida, sale a tu
encuentro y te regala el don de la vocación. Él te hace gustar de su amor para
que puedas vivir desde él. ¿Vives realmente tu vida cristiana como una respuesta
a la iniciativa de Dios? ¿Te sientes llamado?
A la luz del testimonio de Jeremías ¿qué experimentas? ¿Qué llamada recibes?
Gesto: En este momento de reflexión personal invitamos a los fieles a que
escriban en sus cuadernos su reflexión.
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Después del gesto, los componentes del grupo de la Renovación Carismática
hacen una oración con motivo de su 50 aniversario.
Segunda parte:
Caminamos movidos por el Espíritu Santo
Lector 1:
“La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad.
Los que más disfrutan de la vida son los que dejan la seguridad de la orilla y se
apasionan en la misión de comunicar vida a los demás… La vida se alcanza y se
madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros… Recobremos la
dulce y confortadora alegría de evangelizar, incluso cuando hay que sembrar
entre lágrimas”. (EG 10)
Lector 2:
Lectura del Libro de los Hechos de los Apóstoles (Hch 2, 1‐4)
“Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar.
De repente, se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento que
soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban sentados.
Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se dividían, posándose
encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron
a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía manifestarse”
CORO: Ven, Espíritu del Señor
Espero en ti, Espíritu de Dios,
consolador de los pobres.
Tus siete dones son la ilusión,
la fuerza de tu amor.
Ven, Espíritu del Señor,
llena nuestras vidas.
Ven, Espíritu del Señor,
danos tu verdad.
TESTIMONIO: FAMILIA VIVENCIANA por los 400 años de su fundación
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Tiempo para la reflexión personal y escritura (JUZGAR)
JUZGAR: Una de las grandes promesas del Señor resucitado a los apóstoles fue
que siempre estaría con ellos, que nos lo abandonaría en la misión. Una de las
motivaciones para evangelizar es experimentar el amor que hemos recibido de
Jesús, es esa experiencia de ser salvados por Él que nos mueve a amarlo siempre
más. ¿Te sientes amado por Jesús? ¿En qué momentos de tu vida experimentas
la fuerza de su amor en tu vida? Piensa y trae a tu oración algún hecho concreto
en el que hayas sentido el amor de Cristo, su presencia o su envío.
Gesto: En este momento de reflexión personal invitamos a los fieles a que
escriban en sus cuadernos su reflexión.
Después del gesto, dos miembros de la delegación de Familia y Vida hacen una
oración en este momento final de la segunda parte de esta Vigilia.
Tercera parte:
Sembramos la alegría del Espíritu Santo
Para introducir esta tercera parte y mientras el coro entona el canto “Espíritu de
Dios ven a mi vida”, desde el fondo de la Iglesia se introducirá el Cirio Pascual
que colocaremos a cerca del lugar de la Palabra (ambón), simbolizando la
presencia del Resucitado en medio de nosotros. Todos se ponen de pie.
CORO: Espíritu de Dios ven a mi vida
Espíritu de Dios, ven a mi vida,
ven a mi alma, ven a mi ser. (2)
Lléname, lléname, con tu presencia
lléname, lléname, con tu poder
lléname, lléname con tu bondad.
Lector (Consiliario Delegación de Apostolado Seglar):
+ Lectura del Santo Evangelio según San Mateo (Mt 28, 16‐21)
Los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron. Acercándose a ellos, Jesús
les dijo: «Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced
discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y
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sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos».
Palabra del Señor.
TESTIMONIO: HOMILÍA DEL SR. ARZOBISPO
Tiempo para la reflexión personal y escritura (ACTUAR)
Gesto: En este momento de reflexión personal invitamos a los fieles a que
escriban en sus cuadernos su reflexión.
CORO: Ven Espíritu de Dios sobre mí
VEN ESPIRITU DE DIOS, SOBRE MÍ
ME ABRO A TU PRESENCIA,
CAMBIARÁS MI CORAZÓN.
VEN ESPIRITU DE DIOS, SOBRE MÍ
ME ABRO A TU PRESENCIA,
CAMBIARÁS MI CORAZÓN.
1. Toca mi debilidad,
toma todo lo que soy.
Pongo mi vida en tus manos y mi fe.
Poco a poco llegarás
a inundarme de tu luz,
tú cambiarás mi pasado cantaré.
2. Quiero ser signo de paz.
Quiero compartir mi ser.
Yo necesito tu fuerza, tu valor.
Quiero proclamarte a ti.
Ser testigo de tu amor.
Entra y transforma mi vida, ¡ven a mí!
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Cuarta parte:
Invocaciones al Espíritu Santo y Envío
Esta cuarta y última parte la haremos de forma asamblearia rezando a dos
coros. Y cada dos invocaciones cantaremos todos juntos “Espíritu Santo, ven,
ven”. El monitor introduce esta parte explicando a los fieles cómo lo haremos.
MONITOR: hace la introducción y explicación a esta parte de la Vigilia
Pentecostés es el día del Espíritu Santo. Nuestra Iglesia diocesana camina con la
confianza de que Jesús habita en ella. Si los apóstoles, en aquel día, vieron cómo
sus corazones quedaron totalmente transformados para recorrer los caminos
del Evangelio, también nosotros queremos experimentar esta gracia
haciéndonos capaces de Dios y siendo portadores de su amor. Oremos e
invoquemos diciendo, Espíritu Santo:
CORO 1: FORTALECE nuestra débil fe para recibir el coraje de rechazar cualquier
obstáculo que nos impida vivir y anunciar tu Palabra.
CORO 2: CONVIERTE nuestro corazón. Restablece en nosotros la relación con el
Padre, destruida por nuestro pecado; apártanos de la condición de huérfanos y
restitúyenos a la de hijos.
CORO / TODOS: ESPIRITU SANTO VEN, VEN
ESPIRITU SANTO VEN, VEN
ESPIRITU SANTO VEN, VEN
EN EL NOMBRE DEL SEÑOR
MONITOR: Oremos e invoquemos diciendo, Espíritu Santo:
CORO 1: INFUNDE en nosotros la capacidad del diálogo fraterno, que nos ayude
a hablar con los demás reconociendo en ellos a los hermanos y hermanas; a
hablar con amistad, con ternura, comprendiendo las angustias y las esperanzas,
las tristezas y las alegrías de los demás.
CORO 2: RENUEVA nuestra vida para acoger cada vez más tu proyecto de vida,
haciéndonos canales humildes y dóciles de la Palabra de Dios.
CORO / TODOS: ESPIRITU SANTO VEN, VEN
ESPIRITU SANTO VEN, VEN
ESPIRITU SANTO VEN, VEN
EN EL NOMBRE DEL SEÑOR
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MONITOR: Oremos e invoquemos diciendo, Espíritu Santo:
CORO 1: TRANSFORMA todos nuestros deseos, oriéntalos hacia ti, para que
podamos interpretar las inspiraciones interiores y los acontecimientos de la vida
a la luz de las palabras de Jesús.
CORO 2: ANIMA en nosotros el deseo de vivir unidos a Cristo. Sé el maestro
interior de nuestra vida que nos guía por el camino justo, Jesús. Enséñanos a
seguirlo, a caminar sobre sus huellas.
CORO / TODOS: ESPIRITU SANTO VEN, VEN
ESPIRITU SANTO VEN, VEN
ESPIRITU SANTO VEN, VEN
EN EL NOMBRE DEL SEÑOR
MONITOR: Oremos e invoquemos diciendo, Espíritu Santo:
CORO 2: LLENA nuestros corazones con el deseo de vivir el mandamiento del
amor y ayúdanos, en todo momento, a vivir desde él. Que todas nuestras
actitudes, elecciones, gestos, pensamientos y palabras estén construidas por el
testimonio amoroso de Cristo.
CORO 2: IMPULSA nuestra vocación, el tomar conciencia de nuestro bautismo
que nos convierte en cristianos en salida, dispuestos siempre a partir para
anunciar a todos la Buena Noticia del Evangelio.
CORO / TODOS: ESPIRITU SANTO VEN, VEN
ESPIRITU SANTO VEN, VEN
ESPIRITU SANTO VEN, VEN
EN EL NOMBRE DEL SEÑOR.
PADRE NUETRO: Sr. Arzobispo
V/. El amor de Dios Padre ha sido derramado en nuestros
corazones con el don del Espíritu Santo para que, guiados por este
mismo Espíritu, nos consideremos hijos de Dios y digamos con fe y
esperanza las palabras que el mismo Jesús nos enseñó:
R/. Padre Nuestro
Terminada la oración del Padre Nuestro todos se sientan. Da lugar el Rito de
Envío. El monitor hace la monición y va llamando a los representantes de las
actividades que se anuncian. Se acercan al Altar.
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RITO DE ENVÍO
MONITOR: nombra las parroquias, asociaciones y movimientos que
previamente nos han comunicado sus actividades. Salen al centro los
representantes de estas actividades. Después, hace la siguiente monición:
Con el Espíritu Santo comienza el tiempo de la Iglesia, es el momento de la
evangelización que nosotros expresamos esta noche anunciando las actividades
que parroquias, movimientos, asociaciones y congregaciones realizarán este
verano, especialmente el encuentro de laicos de parroquias y la tercera
asamblea general que la acción católica celebrará en Santiago de Compostela.
Hoy acogemos estas actividades como acciones del Espíritu, no como un regalo
merecido, sino como una vivencia alegre de la misión significada en el símbolo
[…] que nuestro Arzobispo les entregará.
El Arzobispo entrega el símbolo a los representantes que permanecerán en el
Altar hasta el final de la Vigilia. Mientras el coro canta:
CORO: Ven Espíritu
Es un rio, es la lluvia, es un soplo, es el fuego.
Es el Espíritu de Dios que está aquí (bis).
Y va bajando, va cayendo, va soplando, va ardiendo,
es el Espíritu de Dios que está aquí (bis).
Como corre el rio dentro de mi ser (bis),
es que yo confió en Cristo, mi Rey (bis).
Como rio de agua viva que salta pa' arriba,
que llevo dentro; confirmo, confirmo en este momento
el Espíritu Santo y su derramamiento (bis).
Oh..., hay que nacer del agua,
oh..., hay que nacer del Espíritu de Dios;
oh..., hay que nacer del agua y del Espíritu de Dios,
hay que nacer del Señor (bis).
Prepárate para que sientas (x3)
el Espíritu de Dios.
Déjalo que se mueva (x3)
dentro de tu corazón. Oh...
Mi Dios está vivo, Él no está muerto,
mi Dios está vivo en mi corazón.
Mi Dios está vivo, ha resucitado;
lo siento en mis manos, lo siento en mis pies,
lo siento en mi alma y en mi ser / Oh...
Si tuviera fe como un granito de mostaza,
eso dice el Señor (bis),
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tú le dirías a las montañas: "muévanse" (x3).
Y las montañas se moverán (x3).
Fluye, fluye, Espíritu Santo (bis).
Todos se ponen de pie. Continua el Arzobispo con la siguiente oración.
ORACIÓN DE ENVÍO: Sr. Arzobispo
V/. Que Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo esté con
vosotros
R/. Y con tu Espíritu.
V/. Derrama, Señor, tu Espíritu Santo sobre nuestros corazones y
haznos dóciles a sus inspiraciones. Que sus siete dones infundan
en nosotros el deseo de vivir como discípulos misioneros
buscando en todo momento y cualquier circunstancia el «salir,
caminar y sembrar siempre de nuevo» tu Palabra en los
corazones de todas las personas con las que nos encontremos,
especialmente en las actividades que nuestra Iglesia de Zaragoza
realizará este verano y con las que afirmaremos que Cristo es
nuestra verdad, el que da sentido a nuestra vida y el que nos
hace capaces para la acogida del hermano, venga como venga.
Salgamos con la fuerza y la alegría del Espíritu Santo en nosotros.
Y que la bendición de Dios nos acompañe siempre en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
R/. Amén.
V/. Podéis ir en paz. Aleluya. Aleluya.
R/. Demos gracias a Dios. Aleluya. Aleluya.
CORO: Esperando con María
El Señor ha estado grande, a Jesús resucitó,
con María sus hermanos, entendieron qué pasó.
Como el viento que da vida, el Espíritu sopló,
y aquella fe incierta en firmeza se cambió.
GLORIA AL SEÑOR, ES NUESTRA ESPERANZA,
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Y CON MARÍA SE HACE VIDA SU PALABRA.
GLORIA AL SEÑOR, PORQUE EN EL SILENCIO,
GUARDÓ LA FE SENCILLA Y GRANDE CON AMOR.
Pues sus ojos se abrieron y también su corazón,
la tristeza fue alegría, fue su gozo en el dolor.
Esperando con María se llenaron del Señor,
porque Dios está presente si está limpio el corazón.
Nuestro tiempo es tiempo nuevo cada vez que sale el sol
y escuchamos su Palabra, fuerza viva de su amor.
Que disipa las tinieblas y aleja del temor.
Se hacen fuertes nuestras manos con la Madre del Señor.
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