El Pacto de Dominacion Estado Clase y Reforma Social en Mexico 1910 1995 876957
El Pacto de Dominacion Estado Clase y Reforma Social en Mexico 1910 1995 876957
El Pacto de Dominacion Estado Clase y Reforma Social en Mexico 1910 1995 876957
EL COLEGIO DE MEXICO
EL PACTO DE DOMINACIÓN
Estado, clase y reforma social en México (1910-1995)
CENTRO DE ESTUDIOS SOCIOLÓGICOS
EL PACTO
DE DOMINACIÓN
Estado, clase y reforma
social en México
(1910-1995)
Viviane Brachet-Márquez
EL COLEGIO DE MÉXICO
309.2972
M317p
ISBN 968-12-0580-4
ISBN 968-12-05804
I. Introducción 15
México: el escenario 17
Reformas sociales y trabajo 21
Métodos 25
Límites de estudio 27
Organización del libro 51
7
8 EL PACTO DE DOMINACIÓN
Apéndice 1 271
Apéndice 2 279
Apéndice 3 283
Bibliografía 291
1 Advierto, desde ahora, que los términos gobierno, Estado y régimen no son
sinónimos, como a veces los periodistas nos podrían hacer creer. Un gobierno es un
equipo gubernamental determinado (o sea, presidente y gabinete) que gobierna
el país durante un periodo también determinado. En este sentido, hablamos del
gobierno de Miguel de la Madrid o del de José Lopez Portillo. El Estado es el con
junto de estructuras y mecanismos organizacionales que instrumentan el cuerpo de
leyes generado por el proceso parlamentario-gubernamental. Un régimen es un
conjunto de reglas y procedimientos para el acceso y el ejercicio del poder político.
El régimen estructura los mecanismos de funcionamiento del Estado y del gobierno.
En este sentido, no puede existir un Estado a secas, sino un Estado democrático o
un gobierno autoritario.
11
12 EL PACTO DE DOMINACIÓN
15
18 EL PACTO DE DOMINACIÓN
4 Con esto no cuestiono la teoría del sistema mundial cuando afirma que el
sistema de la hacienda, iniciado en el siglo XVI, era capitalista (Wallerstein, 1974,
Cockroft, 1972); simplemente indico cuándo fue el inicio del capitalismo industrial.
INTRODUCCIÓN 19
9 Véase Brachet-Márquez, 1992, para una discusión crítica del análisis de los
cambios políticos en México en los años ochenta.
6 González Block, 1989, y Leyva Flores, 1990.
INTRODUCCIÓN 21
Métodos
Introducción
35
36 EL PACTO DE DOMINACIÓN
9 Véase Loaeza, 1987, 1989, 1990; Molinar, 1987a, 1987b; Maxfield y Anzal-
dúa, 1987; Story, 1987, y Arriola, 1987.
10 Véase Street, 1991, donde se revisa la documentación acerca de la capacidad
de los movimientos sociales para influir en los cambios políticos en México.
LUCHAS POPULARES Y REFORMA SOCIAL 39
El Estado magnánimo
ocurrir son los decididos por los actores estatales. Para matizar esta
visión en extremo estructural, varios analistas recurren a las cir
cunstancias particulares de la historia posrevolucionaria de México
que han generado mecanismos sui géneris de negociación entre la
cúpula y la base.
El Estado sensible
1987; Bravo Mena, 1987; Arriola, 1987; Loaeza, 1987; Carr, 1986).
La mayoría de los estudiosos se preguntaba si la política mexicana
estaba evolucionando rumbo a un proceso electo ral más competitivo.
Esta hipótesis reflejaba las desusuales movilización política y ganan
cias electorales del Partido Acción Nacional (pan) durante los ochen
ta, acompañadas de una ineficacia relativa del movimiento obrero
y de los partidos de izquierda durante la misma época. Era muy
probable que, con esta oposición conservadora al partido oficial,
partidaria de las privatizaciones y del mer- cado libre, el Estado
benefactor tuviera pocos defensores. Loaeza notó, por ejemplo,
que la plataforma electoral del pan en 1988 no mencionaba com
promiso *alguno con la justicia social, y comentó que esto reflejaba
“el reconocimiento, por parte del sector dominante de la desigual
dad como un fenómeno cruel aunque natural, y por lo tanto
inevitable” (Loaeza, 1989: 361).
El inesperado surgimiento en 1987 del frente Democrático
Nacional (fdn) como contendiente en las elecciones presidencial y
legislativa de 1988 tomó por sorprésa a la mayoría de los analistas. Las
fuerzas opositoras de izquierda, hasta entonces dispersas y divididas
entre partidos de izquierda pequeños, resultado de esciciones ideo
lógicas profundamente divisorias (Semo, 1986), movimientos so
ciales localizados, con poca influencia política, y pequeños secto
res sindicales disidentes (en especial magisteriales y petroleros) se
habían unido bajo la bandera del neocardenismo encabezado por
Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del venerado Lázaro Cárdenas, presi
dente de México de 1934 a 1940. El origen del movimiento fue el
rechazo, por parte de la dirección del partido oficial, de un llama
miento interno a la reforma democrática, formulado por la “Co
rriente Democrática” del partido, llevando a la expulsión de ésta
del pri y su constitución como partido independiente. Este nuevo
contrincante cambió radicalmente la naturaleza de los desafíos
políticos que enfrentaría el partido oficial en 1988. Más que com
petir con un opositor cuyas demandas conservadoras excluyen
implícitamente a la mayoría pobre de los mexicanos, el pri debió
enfrentar a un protagonista que revivía el discurso revolucionario de
justicia social, en un momento en que su desempeño en este
ámbito era algo menos que satisfactorio y el descontento con las
políticas económicas del gobierno era elevado.
LUCHAS POPULARES Y REFORMA SOCIAL 51
19 Este error, sin embargo, rara vez es cometido por los estados autoritarios
“de verdad”. En estos, los disidentes son eliminados, por muy “débiles" que sean.
LUCHAS POPULARES Y REFORMA SOCIAL 53
El pacto de dominación
21 Aquí, el término clase nada más representa a un grupo que comparte una
posición económica común. En este sentido tan limitado, no incluimos una sola
clase subordinada, sino toda una variedad de ellas, que, a menudo, tienen poco en
común aparte de su proximidad en una escala imaginaria de la distribución de
recursos económicos en la sociedad. Asimismo, hablar aquí de las clases como sujetos
únicamente indica grupos organizados con un fuerte —mas no exclusivo- compo
nente de esta categoría social.
56 EL PACTO DE DOMINACIÓN
23 Los esfuerzos por relacionar régimen con políticas resultantes surge de una
larga e infructífera tradición en el estudio de América Latina, como infatigablemen
te nos recuerda Remmer (1978,1986).
III. DE LA REVOLUCIÓN
A LA INSTITUCIONALIZACIÓN: 1910-1940
65
66 EL PACTO DE DOMINACIÓN
1 En 1891, por ejemplo, México debía 56.7 millones de pesos a los inversionis
tas extranjeros por concepto de subsidios a la construcción de 5 930 km de líneas
férreas; esto representaba 30 por ciento del valor de las exportaciones de ese año.
Cf. Bazant, 1968, en Arnaud, 1981.
2 El principal instrumento legal en esas acciones fue la aplicación fraudulen
ta de la Ley de Terrenos Baldíos, o de tierras ociosas, creada inicialmente bajo
la Reforma (1848-1876) para fomentar la pequeña propiedad agraria. Permitía a
“compañías de agrimensura” especiales apropiarse de tierras desocupadas y vender
las al mejor postor. Para 1906, cerca del 25 por ciento del territorio nacional (49
millones de hectáreas) habían sido “revisadas" por estas compañías. Una descrip
ción más apropiada de este proceso es que la tierra era arrebatada por la fuerza a
las comunidades indígenas, cuyos miembros terminaban desprovistos de medios
independientes de supervivencia.
68 EL PACTO DE DOMINACIÓN
4 Womack (1969) sostiene que esta disolución había sido iniciada antes por el
propio Díaz, dada su contradictoria táctica de anunciar su retiro político para luego
eliminar a sus sucesores potenciales.
5 Victoriano Huerta es el chico malo de la historia moderna de México. Su
nombre se asocia con atrocidades cometidas contra campesinos, en especial en
Morolos, lugar de origen del movimiento zapatista (Womack, 1969). Sigue siendo
un misterio por qué lo escogió Madero como uno de sus más cercanos colabora
dores y soslayó repetidas advertencias de su traición inminente. Su nombre no debe
70 EL PACTO DE DOMINACIÓN
gos (el ejército), sin por ello lograr el apoyo de la vieja burguesía
porfírista.
El grupo que llevó a Madero a su victoria era muy heterogé
neo, con pocas posibilidades de reconciliar sus diferencias inter
nas. La división entre trabajadores industriales y campesinos era
total (Knight, 1987). La clase obrera, alfabetizada y laica,6 tenía
poco en común con un campesinado muy religioso y tradicionalis
ta (Knight, 1987; Carr, 1976). A pesar de contar con 195 mil indi
viduos en 1910, en contraste con los 11 millones de campesinos y
trabajadores agrícolas, los obreros se concentraban a lo largo de la
frontera norte, en el Valle de México y en los puertos. Además eran
receptivos a muchas corrientes de pensamiento, clubes políticos y
organizaciones sindicales. Por esto, había divisiones internas entre
la tradición católica de las sociedades de asistencia mutua7 y el
cooperativismo, y la tradición anarquista y sindicalista anticlerical.
La brecha cultural y “experiencial” entre los trabajadores y los cam
pesinos llevó a la aparición de formas totalmente diferentes de
disensión política: entre los campesinos, ésta se fundaba en la indigna
ción moral ante la injusticia y en la exigencia de respeto a los dere
chos ancestrales; entre los obreros, se fundaba en la constitución liberal
de 1857, que les había dado el derecho a organizarse y negociar.8
El ala anarquista de la clase trabajadora, bajo la dirección de
los hermanos Magón, inicialmente había cargado con el peso de la
oposición a Díaz durante la represión de las grandes huelgas de
ta, que culminaron con la victoria de la cuarta; cuatro bajo Carranza; tres bajo
Obregón; otras tres bajo Calles— fueron fomentadas por coaliciones de terratenientes
tradicionales, compañías extranjeras, la Iglesia y caudillos aventureros insatisfechos.
74 EL PACTO DE DOMINACIÓN
14 Walker (1981) calcuh que los trabajadores habían perdido 57 por dentó de
su poder de compra hacia fines del porfiriato.
76 EL PACTO DE DOMINACIÓN
23 Por lo regular, hay una brecha considerable entre las actividades huelguísti
cas reales y las declaradas en México. En esos años, sin embargo, las Juntas de
Conciliación y Arbitraje aún no adquirían el derecho a declarar legales o ilegales
las huelgas, haciendo las estadísticas relativamente más fiables que las subsecuen
tes. Lo que en ellas desaparece, sin embargo, son las huelgas emplazadas, mas no
estalladas, por haber llegado a un acuerdo. Queda poca duda de que muchas
compañías deben haber preferido concertar en lugar de correr el riesgo de sufrir
una mutilante huelga, y de que el ejemplo de otras huelgas redundantes en acuerdos
favorables al trabajo deben haber representado un fuerte desaliento a la adopción
de actitudes cerradas. Así, las huelgas constituyen sólo la punta del iceberg del
proceso de reivindicaciones y de respuestas a éstas bajo la influencia del historial
de acuerdos y arreglos y del ambiente inmediato de cada empresa. Para ello, se
requieren de estudios serios de empresas particulares, basados en los archivos de
éstas y en crónicas de la época.
DE LA REVOLUCIÓN A LA INSTITUCIONALIZACIÓN: 1910-1940 89
24 En esa época, eran frecuentes las quejas contra la violencia física y verbal de
los capataces, incluyendo la violación de mujeres trabajadoras.
90 EL PACTO DE DOMINACIÓN
Cardenismo (1934-1940)
80 El monto disponible de crédito por este canal era tan modesto en relación
con el número de campesinos que recibieron tierra que según Hamilton (1982), tan
sólo 15 por ciento de ellos pudo sacarle provecho.
106 EL PACTO DE DOMINACIÓN
Conclusiones
115
116 EL PACTO DE DOMINACIÓN
A
La inclusión del ejército se habla decidido sobre bases constitucionales poco
sólidas desde un inicio, dictadas por la necesidad inmediata de proteger al régimen
contra la amenaza del callismo en los años treinta. Después de esta decisión, los
rangos inferiores dentro del sector militar podían participar en el partido oficial,
pero como miembros del sector “popular”, que todavía no había recibido un esta
tuto legal claro. Veremos más adelante cómo Ávila Camacho definió este sector y lo
incorporó legalmente al partido oficial.
4 El argumento para posponer la lucha de clases se basaba en la noción
subrayada en la Tercera Internacional de que el capitalismo debía primero desarro
llarse plenamente antes de poder realizar una revolución de carácter socialista.
DE LA ALIANZA A LA CONFRONTACIÓN: 1940-1970 123
11 Véase apéndice.
DE LA ALIANZA A LA CONFRONTACIÓN: 1940-1970 133
19 Según los defensores de Gómez Zepeda, dice Basurto (1984), dicho monto
había sido retirado de los fondos sindicales con la debida autorización de la
dirección. Su objetivo era financiar la cut.
138 EL PACTO DE DOMINACIÓN
21 Esto contrasta con la aseveración de Reyna y Trejo apenas tres años más
tarde de que “desde la fundación del partido oficial en 1929, no ha habido ni un
solo movimiento de oposición que haya puesto en peligro la cohesión interna [del
Estado]” (Reyna y Trejo, 1981:34).
82 Discurso pronunciado en Guaymas, el 7/1/1960.
150 EL PACTO DE DOMINACIÓN
29 Entre los grupos más entusiastas por mostrar su apoyo activo al gobierno de
Fidel Castro se encontraban los maestros disidentes del Movimiento Revolucio
nario del Magisterio, los restos de la oposisión sindical en ferrocarriles, el Consejo
Nacional Ferrocarrilero, y organizaciones estudiantiles de la unam y de la Escuela
Normal. Dada la reciente experiencia, de los años cincuenta, no es sorprendente
que el gobierno no estuviera dispuesto a dejar a estos grupos un foro para ventilar
sus demandas.
DE LA AUANZA A LA CONFRONTACIÓN: 1940*1970 151
26 “Disolución social” era una vieja ley heredada de 1916 que permitió a
Carranza aplastar a sus antiguos aliados de la Casa del Obrero Mundial. Según ella,
cualquier disturbio podía .ser definido como “disolución social”, ofensa que, en
principio, podía ser castigada con la muerte.
154 EL PACTO DE DOMINACIÓN
28 Esta información es tomada del análisis de la deuda externa bajo Díaz Ordaz
hecho por Rosario Green, en especial del cuadro 14, pp. 158-163 (incluido, aquí, en
el apéndice), que da detalles de acreedores, montos prestados y objetivo de cada
préstamo.
162 EL PACTO DE DOMINACIÓN
90
" A manera de ejemplo, sólo un préstamo a la Cía. San Cristóbal, una viga
empresa papelera que se vio obligada a vender gran parte de sus acciones a la Scott,
corresponde a más del 30 por ciento de la totalidad de todos los préstamos
extranjeros destinados a la educación durante tod-i el periodo 1964-1970. Véase
Green, 1976:158-163.
30 El aguinaldo no es una prima navideña, sino un ahorro forzoso que se
retiene de los pagos a lo largo del año.
91 No ha habido amnistía subsecuente ante dicha decisión. En consecuencia,
cientos de médicos debieron irse de México de manera definitiva.
DE LA ALIANZA A LA CONFRONTACIÓN: 1940-1970 163
95 Según los cálculos oficiales hubo 49 muertos, pero éstos difícilmente podían
haber llenado los 300 ataúdes exhibidos en la UNAM al día siguiente. Cálculos
más realistas indican 500 muertos, 2 500 heridos y 1 500 arrestados (Cockroft,
1983:241).
166 EL PACTO DE DOMINACIÓN
haberse logrado una aparente unidad sindical, esta medida fue de
masiado limitada para garantizar el control total del sector obrero.
Sin embargo, por fortuna para el gobierno, la situación de los
salarios industriales no era crítica en 1968. Entre 1964 y 1970, el
índice de salarios reales de los trabajadores urbanos en el Distrito
Federal había aumentado de 74.2 a 96.9 por ciento respecto a 1938
(Bortz, 1984). La amenaza de apoyo obrero a los estudiantes no era,
por lo tanto, ni clara, ni inmediata.
A pesar de estas reformas preventivas, el movimiento estudian
til empezaba a movilizar a varios grupos políticamente estratégi
cos que incluían algunos obreros (principalmente ferrocarrileros,
electricistas y petroleros), campesinos, marginados urbanos y em
pleados. Las brigadas políticas estudiantiles, el sector mejor organi
zado del movimiento buscó activamente contactos con las or
ganizaciones obreras y campesinas (Heilman, 1984:178). Las gran
des multitudes que participaron en las manifestaciones masivas de
agosto y septiembre de 1968 incluían a obreros, taxistas, vendedo
res ambulantes, pequeños comerciantes y campesinos. En otras
palabras, la oposición al régimen amenazaba de nuevo con rebasar
los estrechos canales verticales impuestos por el corporativismo
estatal. Lo novedoso era la presencia de las clases medias y de los
marginados urbanos, anteriormente ausentes de los desafíos al
régimen. Su presencia anunciaba la incapacidad de la cnop para
concentrar y neutralizar los sectores bajos de este grupo tan
heterogéneo.
Se dice que la masacre de Tlatelolco se inició cuando las mar
chas de campesinos y obreros se sumaron a la concentración estu
diantil (Cockroft, 1983:241). No obstante, no hay que sobreestimar
el papel de los trabajadores en esta acción. Füe la acumulación de
descontento entre varios sectores lo que ponía en peligro al gobier
no, y no la presencia individual de uno u otro elemento. Fue
también el hecho de que habría sido difícil satisfacer las nuevas
demandas de libertad política si llegaban a ser compartidas por una
alta proporción de la población. No obstante, fue precisamente eso
lo que trató de hacer el siguiente gobierno.
Para cuando el humo de esta conflagración mayor se había
disipado, el gobierno ya había cambiado de manos. A todo lo largo de
la campaña presidencial, el candidato del partido oficial había
168 EL PACTO DE DOMINACIÓN
Conclusión
173
174 EL PACTO DE DOMINACIÓN
proceso, aunque sin fuertes reveses. La tercera abre una nueva era
de austeridad para México y de erosión de los pactos anteriores, así
como un viraje del centro de gravedad del des- contento popular.
Finalmente, durante la cuarta reaparece, bajo un distinto manto, el
reformismo estatal en respuesta al descontento popular provocado
durante el periodo anterior.
Los distintos males que se impusieron a la orden del día en
1970 no eran ninguna novedad. Ya se sabía que: 1) el modelo no
planificado ni integrado de sustitución de importaciones (consis
tente, por lo general, en la importación de capitales y bienes
intermedios para producir bienes finales) tendía a generar un alto
volumen de importaciones que no podían ser fácilmente compen
sadas por las exportaciones; 2) el subsidio a la sustitución del
capital privado por el Estado sólo podía mantenerse a costa de
aumentar la deuda externa; 3) la política de sostener artificialmen
te la paridad cambiaría entre el peso y el dólar estadunidense
provocaba serias distorsiones en los precios, inhibía las exporta
ciones y dolarizaba la economía; y, 4) la muy alta tasa de crecimiento
demográfico consumía, en gran medida, los beneficios del alto
crecimiento económico (reduciendo el crecimiento per cápita a
alrededor del 3 por ciento). También se sabía que la agricultura
—que había apoyado el esfuerzo de industrialización desde los
cuarenta, proveyendo divisas y alimentos baratos a la población
urbana mientras reducía a la mayoría de la población rural a una
pobreza abyecta— se había agotado a causa de la negligencia del
gobierno.1 Desde 1968, la producción agrícola ya no bastaba para
alimentar a la creciente población, en la medida en que las familias
que dependían de la agricultura de subsistencia eran cada vez
menos capaces de subsistir de la tierra y, a fortiori, de producir un
excedente. Desde los años cincuenta, los campesinos depauperados
no habían dejado de emigrar hacia las tres principales ciudades,
formando alrededor de éstas los llamados “cinturones de miseria”,
algunos de los cuales se habían convertido en ciudades (como
ciudad Nezahualcóyotl e Ixtapalapa, a un costado de la ciudad de
4 Bravo Ahuja (1982) muestra una separación entre las empresas paraestatales
cuyo principal objetivo era ofrecer subsidios al capital privado (como electricidad,
petróleo y agua) y las destinadas a generar ingresos para el Estado. En una muestra
pareja de empresas nacionalizadas y privadas, el autor encuentra que la productivi
dad y rentabilidad de aquéllas era comparable a las de éstas. Es por ende falso
asumir, como suelen hacer los ideólogos del neoliberalismo, que las empresas del
Estado son invariablemente antieconómicas.
DE ADMINISTRAR LA RIQUEZA A DISTRIBUIR LA POBREZA 179
tuvo una cierta aplicación. Echeverría también creó una Comisión Nacional Tripar
tita (Molina, 1977); pero éste apenas servía de canal de comunicación, pronto
obstruido por el creciente conflicto entre el Estado y la empresa privada durante
ese periodo.
DE ADMINISTRAR LA RIQUEZA A DISTRIBUIR LA POBREZA 183
8 Tiras esta reforma, que nadie había solicitado, Fidel Velázquez montó una
campaña para obtener lo mismo para el resto de los trabajadores, pero en vano
(Molina, 1977:71).
9 Es significativo que esta red de distribución nunca se completó en las zonas
rurales, aunque las ciudades fueron ampliamente abastecidas.
184 EL PACTO DE DOMINACIÓN
no
Bizberg (1984) reporta las siguientes variaciones en el poder de compra
durante los años de López Portillo: 0.2 por ciento en 1977; 0.5 en 1978; se carece
de datos para 1980; -6.8 en 1981 (a pesar de la expansión petrolera), y 1.8 por ciento
en 1981. Comparando estas cifras con las del sexenio siguiente (-9.4 por ciento en
1982 y -28.6 por ciento en 1983, según la misma fuente), podremos apreciar la
diferencia entre la privación real y la relativa. Bortz presenta un cuadro similar en
lo referente a los cambios en el índice de salarios reales en el Distrito Federal.
Tomando 1938 como base, van de 125.7 en 1977 a 123.6 en 1978,122.8 en 1979,
116.8 en 1980 y 122.6 en 1981. El desplome comenzó en 1982, cuando el índice se
encontraba a 100.2 (Bortz, 1986:45).
DE ADMINISTRAR LA RIQUEZA A DISTRIBUIR LA POBREZA 199
ficit global del sector público alcanzó el 18 por ciento del pib (Nexos,
septiembre de 1985) y la deuda externa total llegó a 87.6 miles de
millones de dólares, o 61 por ciento más de lo que representaba
dos años antes (Urquidi, 1988a).
En diciembre de 1982, cuando el nuevo gobierno tomó posesión,
se introdujo el Programa Inmediato de Reordenamiento Económi
co (pire), un plan de estabilización de tres años supervisado por el
fmi. El documento oficial para presentar el programa identificaba
cuatro culpables de las desventuras de México: 1) la ineficacia del
sistema productivo; 2) la generación insuficiente y el uso irracional
de divisas extranjeras; 3) la escasez de ahorro interno, y 4) las
desigualdades sociales generadas por el proceso de crecimiento
(García Alba y Serra, 1984: 73). Esto era, en efecto, una acusación
severa a un gobierno que había explícitamente aspirado a fijar un
ejemplo histórico de “buena administración”.24 La promesa formu
lada al fmi a cambio de los préstamos necesarios para pagar el
servicio de la deuda fue la reducción del déficit público fiscal a 8.5
por ciento del pib en 1983,5.5 en 1984 y 3.5 en 1985. Esta reducción
sólo podía lograrse incrementando los impuestos y el precio de los
servicios públicos, los cuales, tradicionalmente, se habían manteni
do bajos para proteger a los grupos de menor ingreso, a la vez que
estimular la inversión. Ambas medidas eran necesariamente infla
cionarias, al menos a corto plazo. Dada la consagrada tradición
mexicana de evadir impuestos, tales ingresos sólo podían provenir
de los causantes cautivos: primero, del exiguo sector de empleados
con sueldos superiores al mínimo (en especial los sectores medios)
y segundo, de los impuestos sobre las ventas, cuyo peso principal
recaería sobre los pobres de la ciudad. Ambos grupos aportarían
mucha fuerza a la oposición electoral al pri durante los años
26 Según Álvarez (1986), quien utiliza datos publicados por el Banco Nacional
de México (Banamex), el costo promedio de una hora de mano de obra en julio de
1983 era de 0.91 dólares. Compárese esto con su costo en Singapur, de 1.75, en
Hong Kong, de 1.45 y en Estados Unidos, de 8 a 13. El único pais más barato entre
los de nueva industrialización era Malasia (0.49), incomparable con México en lo
referente a la experiencia industrial de la fuerza de trabajo y la proximidad al
mercado estadunidense.
DE ADMINISTRAR LA RIQUEZA A DISTRIBUIR LA POBREZA 205
42 La asociación del reí con Pronasol fue abierta. Por ejemplo, el símbolo del pro
grama en los anuncios de televisión era tres cordones entrelazados, cada uno con un
218 EL PACTO DE DOMINACIÓN
color de la bandera nacional, asociada por todo mexicano con el partido oficial, dado
que éste, en la práctica, ha monopolizado la bandera como su símbolo exclusivo.
DE ADMINISTRAR LA RIQUEZA A DISTRIBUIR LA POBREZA 219
Conclusión
225
226 EL PACTO DE DOMINACIÓN
capital, sino que ha sido uno de los principales y, por lo tanto, uno de
los mejores documentados. Su progresiva desaparición como prota
gonista político individual o junto con otros protagonistas no
invalida, en modo alguno, esta argumentación.
Explicaciones alternativas
249
250 EL PACTO DE DOMINACIÓN
dos por la expectativa del tlc. Se esperaba que tanto éstos como
las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos y Canadá crece
rían todavía más con la puesta en vigor del tratado a partir de enero
de 1994.
Dada esta precaria situación, no cabe duda de que el creciente
déficit de la balanza comercial representaba un peligro potencial del
que los estudiosos de México estaban plenamente conscientes
(excluyendo, por supuesto, al 80 por ciento de la población que
depende para informarse de las noticias cuidadosamente editadas
que difunden las cadenas de televisión mexicanas). De haberse
presentado otras presiones, el gobierno tenía opción entre tomar
las medidas de austeridad necesarias para corregir estos desbalan
ces, o tratar el problema como si fuera meramente coyuntural. La
Secretaría de Hacienda optó por lo segundo.
Otro punto de presión en la estrategia salinista era el peligro
potencial de que la política de transferir los costos de la recupera
ción económica a los asalariados fuera contraproducente, al re
constituir las coaliciones de oposición recientemente disueltas, las
mismas que habían amenazado la supervivencia del régimen en
1988. Si las élites gobernantes no lograron percibir como grave el
desbalance comercial, menos podían estar conscientes de la posi
bilidad de un nuevo brote de oposición. De hecho, todos los
indicadores apuntaban en dirección opuesta. La coalición carde
nista había sido desmantelada, en parte por medio de las acciones
legales y extralegales del gobierno (como vimos en el capítulo
quinto), y en parte como resultado de los cismas internos del recién
creado Partido de la Revolución Democrática (prd), el cual no ha
bía podidojuntar a todos los participantes en el fdn . El pan se había
vuelto más colaborador, debido a la participación real de las élites
empresariales en la política económica (por medio del pece), y a unas
cuantas victorias electorales concedidas por el partido oficial. La
mayoría de los movimientos urbanos, algunos de los cuales habían
votado por el fdn, estaban colaborando con el gobierno y recibien
do los beneficios sin los cuales no podían sostener indefinidamente
a sus bases (Haber, 1995). Los campesinos y los pobres eran
participantes activos en programas focalizados —Pronasol y más
tarde Procampo— que les aportaban beneficios directos y desvia
ban su atención del momento político. Los sindicatos obreros
252 EL PACTO DE DOMINACIÓN
6 En noviembre de 1993, el total de las reservas netas del Banco de México era
de aproximadamente 20 billones de dólares.
256 EL PACTO DE DOMINACIÓN
21 Según las promesas del presidente Zedillo, la selección del próximo candi
dato a la presidencia será por medio de una elección interna del partido. Debemos
recordar, sin embargo, que Carlos Salinas de Gortari también anunció la democra
tización de México cuando tomó el poder, y también había prometido que no
nombraría a su sucesor. Por lo tanto, es demasiado temprano para predecir cuáles
de las actuales promesas presidenciales tienen alguna probabilidad de cumplirse.
22 Esto se debe, en gran parte, a la represión sistemática del prd, evidenciada
por los cientos de asesinatos no resueltos de sus militantes desde la cración del prd.
EPÍLOGO: PROLEGÓMENOS A UN DERRUMBE 269
oficial, sin embargo, el pan tendrá que ampliar su atractivo ante los
excluidos de la gran bonanza anunciada por los neoliberales, es
decir, los pobres, que conforman más de la mitad de la población,
y seguirán creciendo en los años venideros.23 Esto implica que este
partido haga realidad algunas de las promesas incumplidas por el
pri, bajo condiciones de mínima credibilidad. De lo contrarío,
seguirá siendo un partido preponderantemente clasemediero y
provinciano.
En resumen, la actual precariedad política del régimen apunta
hacia una democratización de corte restrictivo, que aunque signifi
que una transformación profunda de la cultura política del país,
no augura mejoras sustanciales para las clases subordinadas, pau-
perízadas por 13 años de un modelo de desarrollo que las excluye.
Cronología general
Declaración de la
rebelión armada
por Madero (20 de
noviembre)
1911 Elección de F. I.
Madero
271
272 EL PACTO DE DOMINACIÓN
1915 Convención de
Aguascalientes
1927 Federalización de
“Conciliación y Arbi
traje”
Revisión de la Ley
Federal del Trabajo:
restricción del dere
cho a huelga
1948 Devaluación
1976 Devaluación
276 EL PACTO DE DOMINACIÓN
1981 Moratoria
1982 Nacionalización
de la banca
1990 Descontinuación
de la cnop
Lista de abreviaturas
279
280 EL PACTO DE DOMINACIÓN
Cuadro A.l
Pobladón mexicana, 1900*1994
Año Población
1900 13 607 272
1905 14 331 188
1910 15 160 369
1921 14 334 780
1930 16 552 722
1940 19 653 552
1950 25 791 017
1960 34 923 129
1970 48 225 238
1975 60 153 387
1980 69 392 835
1985 78 524 158
1990 85 124 000
1991 82 820 000
1992 84 420 000
1993 85 970 000
1994 87 520 000
Fuentes: inegi: 1900-1985; CEPAU 1990, y Ciemex-WEFA: 1995.
283
284 EL PACTO DE DOMINACIÓN
Cuadro A.2.1
índice de salarios reales de los trabajadores,
Distrito Federal, 1938-1982
Año índice Año índice
1938 100.0 1961 66.4
1939 92.0 1962 70.9
1940 83.2 1963 75.7
1941 79.1 1964 74.2
1942 66.1 1965 79.9
1943 66.8 1966 84.6
1944 53.0 1967 90.7
1945 50.3 1968 91.4
1946 45.8 1969 99.8
1947 46.4 1970 96.9
1948 52.4 1971 99.5
1949 52.1 1972 107.5
1950 66.1 1973 116.6
1951 50.9 1974 125.7
1952 49.7 1975 117.6
1953 53.3 1976 143.5
1954 57.0 1977 125.7
1955 57.1 1978 123.6
1956 60.2 1979 122.6
1957 59.9 1980 116.8
1958 63.5 1981 122.6
1959 64.2 1982 100.2
1960 64.7
Fuente: Bortz, 1986:45.
APÉNDICES 285
Cuadro A.2.2
Salario mínimo anual,
1985-1994
Salario índice
nominal salario medio
Año <Nt) (1980=100)
1985 623.1 73
1986 1 054.1 66
1987 2 396.0 65
1988 4 676.9 59
1989 5 893.9 62
1990 7 668.9 64
1991 9 717.1 66
1992 12 072.6 71
1993 13 614.8 73
1994 14 813.9 74
Fuente: Ciemex-WEFA, julio de 1995.
Cuadro A.3
Producto Nacional Bruto, 1900-1991
Cuadro A.3
(continuación)
Cuadro A.3
(conclusión)
Cuadro A.4.1
Deuda pública mexicana (pesos), 1913*1946
Año Externa Interna Total
1913 463 500 000 136 500 000 600 000 000
1922 1 037 116 145 113 475 388 1 150 591 533
1925 669 467 826 108 015 902 777 483 728
1929 656 500 000 116 000 000 772 500 000
1942 2 589 382 874 523 050 000 3112 432 847
1946 485 341 343 1 068 143 000 1 553 484 343
Fuente: Bazant, 1968:227.
Cuadro A.4.2
Deuda neta total del sector público1
Deuda económica amplia 1980*1994
(saldos promedios en millones de N$)
Millones de nuevos pesos Porcentajes de PIB
Años Total Externa Interna Total Externa Interna
1980 1 187 769 417 26.5 17.2 9.3
1981 1806 1090 716 29.5 17.8 11.7
1982 5 125 3 515 1610 52.3 35.9 16.4
1983 10 936 7917 3 019 61.2 44.3 16.9
1984 17 129 12 163 4 966 58.1 41.3 16.8
1985 27 580 19 935 7 645 58.2 42.1 16.1
1986 63 934 48 962 14 972 80.7 61.8 18.9
1987 148 149 118 631 29 518 76.6 61.4 15.3
1988 257 577 191 007 66 570 66.0 48.9 17.0
1989 302 218 202 837 99 381 59.5 40.0 19.6
1990 338 604 210 520 128 084 49.3 30.7 18.7
1991 339 552 208 273 131 280 39.2 24.1 15.2
1992 300 748 211 005 89 743 29.5 20.7 8.8
1993 274 631 213 105 61 526 24.4 18.9 5.5
1994p 310 211 256 096 54 115 24.8 20.5 4.3
Las cifras históricas de la Deuda Económica Amplia no coinciden con las
presentadas en informes anteriores debido a una revisión metodológica, resultado
de la consideración de nuevos conceptos de recursos y obligaciones del Banco de
México y de las bancas comerciales y de desarrollo.
p Preliminar
Fuente: Banco de México, Informe Anual, 1994. México, 1995.
APÉNDICES 289
Cuadro A.5.1
Servicio de la deuda externa pública de México
e ingresos por exportaciones, 1960*1973
(millones de dólares)
Servicio deuda
Ingresos por como porcentaje de
Año exportaciones Servicio/deuda exportación
1960 1 457.2 219.0 15.0
1961 1545.8 218.9 14.2
1962 1 664.0 321.5 19.3
1963 1 767.9 288.2 16.3
1964 1907.7 433.5 22.7
1965 2 112.5 483.8 22.9
1966 2 265.6 456.5 20.1
1967 2 324.5 469.8 20.2
1969 2 588.4 622.3 24.0
1970 2 868.0 493.5 24.2
1971 3 106.9 724.7 23.3
1972 3 736.1 851.2 22.8
1973 4 665.2 747.5 17.2
Fuente: Green, 1976:147.
290 EL PACTO DE DOMINACIÓN
Cuadro A.5.2
Servico de la deuda externa pública,
ingresos por exportación y servicios de la deuda
como porcentaje de exportaciones, 1986-1994
(millones de dólares)
Servicio deuda
Ingresos por* Servicio como porcentaje
Año exportaciones deuda de exportación
1986 25.180 16.810 66.7
1987 31.443 16.909 53.8
1988 33.741 16.589 49.2
1989 38.126 16.984 44.5
1990 45.067 14.473 32.1
1991 45.354 17.887 39.4
1992 47.366 22.976 48.5
1993 50.202 19.131 38.1
1994* 60.882 17.467 28.6
* De 1985 a 1993 las cifras de exportaciones no incluyen las maquiladoras; en
1994, las maquiladoras (aproximadamente 26 mil millones de dólares) sí fueron
incluidas, por lo que el porcentaje del servicio de la deuda en relación con
exportaciones sin éstas sería de 49.9 por ciento.
Fuentes: Ciemex-WEFA, julio de 1995; Banco de México, Informe anual 1994.
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291
292 EL PACTO DE DOMINACIÓN
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BIBLIOGRAFÍA 309
313
314 EL PACTO DE DOMINACIÓN
E
Juste libro representa una nueva interpretación de la evolu
ción del régimen mexicano entre 1910 y 1995. Se examinan
tres grandes periodos que abarcan desde la víspera de la Revo
lución hasta 1939 el primero; desde 1940 hasta 1970 el segun
do, y desde 1970 hasta mediados de 1995 el tercero. Los datos
históricos de cada uno se analizan en función de la hipótesis de
que las reformas sociales surgen como resoluciones de los en
frentamientos, en momentos críticos, entre actores subalternos
disidentes y élites estatales, que amenazan la estabilidad del Es
tado. En tales momentos, éste se recupera cuando puede aislar
la disidencia recompensando la lealtad de las bases corporativas
del partido oficial por medio de políticas sociales.
De esta forma, la historia posrevolucionaria se lee como una
sucesión de crisis, durante las cuales se transforma el pacto de
dominación, seguidas por periodos de relativa paz social. En el
epílogo se analizan los acontecimientos de 1994-1995, diag
nosticando un derrumbe de los arreglos flexibles que han carac
terizado las relaciones entre élites estatales y clases populares
desde la Revolución, y señalando los obstáculos a la recompo
sición del régimen sobre una base más democrática.
Este libro ofrece, además, una metodología para estudiar el
cambio sociopolítico no revolucionario en otros países de Amé
rica Latina.
EL COLEGIO DE MÉXICO