Plan de Estudios de Secundaria
Plan de Estudios de Secundaria
Plan de Estudios de Secundaria
Educación Básica. Secundaria. Plan de Estudios 2006 fue elaborado por personal académico de la
Dirección General de Desarrollo Curricular, que pertenece a la Subsecretaría de Educación Básica
de la Secretaría de Educación Pública.
La sep agradece a los profesores y directivos de las escuelas secundarias y a los especialistas de
otras instituciones por su participación en este proceso.
Coordinador editorial
Esteban Manteca
Diseño y formación
Ismael Villafranco Tinoco
Susana Vargas Rodríguez
isbn 978-968-9076-64-3
Impreso en México
MATERIAL GRATUITO. PROHIBIDA SU VENTA
Índice
Presentación 5
v . Mapa curricular 29
Para llevar a cabo la renovación del currículo, cuyo resultado se presenta en el Plan y
en los Programas de Estudio 2006, se impulsaron diversos mecanismos que promovieran
la participación de maestros y directivos de las escuelas secundarias de todo el país, de
equipos técnicos estatales responsables de coordinar el nivel, y de especialistas en los
contenidos de las diversas asignaturas que conforman el plan de estudios. En este proceso
se contó con el apoyo y compromiso decidido de las autoridades educativas estatales.
De igual manera, y con el propósito de contar con evidencias sobre la pertinencia de
los contenidos y de los enfoques para su enseñanza, así como de las implicaciones que tie-
ne aplicar una nueva propuesta curricular en la organización de las escuelas y en las prác-
ticas de los maestros, durante el ciclo 2005-2006 se desarrolló en escuelas secundarias
de 30 entidades federativas la Primera Etapa de Implementación (pei) del nuevo currículo.
Los resultados del seguimiento a esa experiencia permiten atender con mejores recursos la
generalización de la reforma curricular a todas las escuelas del país.
Es innegable el valor que tiene el proceso de construcción curricular arriba expresado.
Por ello, y a fin de garantizar que en lo sucesivo se favorezca la participación social en la
revisión y el fortalecimiento continuo de este servicio, la Secretaría de Educación Pública
instalará Consejos Consultivos Interinstitucionales conformados por representantes de ins-
tituciones educativas especializadas en la docencia y la investigación sobre los contenidos
de los programas de estudio; de las instituciones responsables de la formación inicial y
continua; de asociaciones y colegios, tanto de maestros como de padres de familia; y de
organizaciones de la sociedad civil vinculadas con la educación básica. El funcionamien-
to de los Consejos en la evaluación permanente del plan y de los programas de estudio y
de sus resultados permitirá atender con oportunidad las necesidades y retos que se pre-
senten, instalar una política de desarrollo curricular apegada a las necesidades formativas
de los ciudadanos, así como fortalecer en las escuelas la cultura de la evaluación y de la
rendición de cuentas.
La Secretaría de Educación Pública reconoce que el currículo es básico en la transfor-
mación de la escuela; sin embargo, reconoce también que la emisión de un nuevo plan y
programas de estudio es únicamente el primer paso para avanzar hacia la calidad de los
servicios. Por ello, en coordinación con las autoridades educativas estatales, la Secretaría
brindará los apoyos necesarios a fin de que los planteles, así como los profesores y directi-
vos, cuenten con los recursos y las condiciones necesarias para realizar la tarea que tienen
encomendada y que constituye la razón de ser de la educación secundaria: asegurar que
los jóvenes logren y consoliden las competencias básicas para actuar de manera respon-
sable consigo mismos, con la naturaleza y con la comunidad de la que forman parte,
y que participen activamente en la construcción de una sociedad más justa, más libre y
democrática.
i. Las finalidades de la educación básica
Los lineamientos establecidos en el artículo 3° de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, la Ley General de Educación y el Programa Nacional
de Educación 2001-2006 concretan el compromiso del Estado Mexicano de ofre-
cer una educación democrática, nacional, intercultural, laica y obligatoria que
favorezca el desarrollo del individuo y de su comunidad, así como el sentido de
pertenencia a una nación multicultural y plurilingüe, y la conciencia de solida-
ridad internacional de los educandos. En dichos documentos se encuentran los
propósitos generales y se describen las características de una educación básica
considerada plataforma común para todos los mexicanos.
México es un país que se reconoce como multicultural y diverso (artículo 2o de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos), por lo que asume la
existencia de diferentes culturas, etnias y lenguas, y requiere, por tanto, impulsar
una educación intercultural para todos, que identifique y valore esta diversidad
y, al mismo tiempo, afirme su identidad nacional.
El acelerado cambio demográfico, social, económico y político de nuestro
tiempo exige que la educación se transforme, a efecto de estar en condiciones de
cumplir con sus objetivos, lo cual nos obliga a una profunda reflexión sobre la
sociedad que deseamos y el país que queremos construir. Las formas en que los
individuos se apropian y utilizan el conocimiento en su proceso de formación
y desarrollo imponen enormes retos que la educación habrá de enfrentar en las
próximas décadas.
Los cambios educativos deben responder al avance continuo de la sociedad
y a las necesidades de adaptación que exige, y no pueden ni deben limitarse a
revisiones esporádicas de planes y programas de estudio; por el contrario, la
profundidad y la velocidad de estos cambios nos obliga a construir mecanismos
graduales y permanentes, que permitan evaluar y reformular los contenidos cu-
rriculares y las formas de gestión del sistema y de las escuelas en atención a una
demanda cada día más diversa.
El cumplimiento del carácter obligatorio de la secundaria implica, en primer
lugar, que el Estado proporcione las condiciones para que todos los egresados de
primaria accedan oportunamente a la escuela secundaria y permanezcan en ella
hasta concluirla (idealmente, antes de cumplir los 15 años). En segundo lugar,
significa que la asistencia a la secundaria represente, para todos los alumnos, la
adquisición de los conocimientos, el desarrollo de habilidades, así como la cons-
trucción de valores y actitudes; es decir, la formación en las competencias pro-
puestas por el currículo común, a partir del contexto nacional pluricultural y de
la especificidad de cada contexto regional, estatal y comunitario.
Ya sea que continúen con una educación formal o ingresen al mundo laboral,
la escuela secundaria asegurará a los adolescentes la adquisición de herramien-
tas para aprender a lo largo de toda su vida. En la actualidad, las necesidades
de aprendizaje se relacionan con la capacidad de reflexión y el análisis crítico; el
ejercicio de los derechos civiles y democráticos; la producción y el intercambio de
conocimientos a través de diversos medios; el cuidado de la salud y del ambiente,
así como con la participación en un mundo laboral cada vez más versátil.
Esta educación constituye la meta a la cual los profesores, la escuela y el siste-
ma educativo nacional dirigen sus esfuerzos y encaminan sus acciones. De ma-
nera paralela, este proceso implica revisar, actualizar y fortalecer la normatividad
vigente, para que responda a las nuevas necesidades y condiciones de la educa-
ción básica.
Es importante subrayar que la decisión, tomada en 1993, de definir la secunda-
ria como el último tramo del ciclo obligatorio, fue un paso fundamental para dar-
le un sentido claro al papel de este nivel educativo; pero tal medida, por sí sola,
no podía resolver los problemas relativos a la definición del tipo de necesidades
sociales que el nivel puede atender, ni hacerla más pertinente para los jóvenes.
La reforma de 1993 planteó una formación general, única y común para todos los
alumnos; sin embargo, en la práctica no se ha logrado una efectiva vinculación
con los niveles previos de la educación básica. Como último tramo de escolaridad
básica obligatoria, la educación secundaria debe articularse con los niveles de
preescolar y primaria para configurar un solo ciclo formativo con propósitos co-
munes, prácticas pedagógicas congruentes, así como formas de organización y de
relación interna que contribuyan al desarrollo de los estudiantes y a su formación
como ciudadanos democráticos.
ii. Perfil de egreso de la educación básica
a) Utiliza el lenguaje oral y escrito con claridad, fluidez y adecuadamente,
para interactuar en distintos contextos sociales. Reconoce y aprecia la
diversidad lingüística del país.
b) Emplea la argumentación y el razonamiento al analizar situaciones, iden-
tificar problemas, formular preguntas, emitir juicios y proponer diversas
soluciones.
c) Selecciona, analiza, evalúa y comparte información proveniente de di-
versas fuentes y aprovecha los recursos tecnológicos a su alcance para
profundizar y ampliar sus aprendizajes de manera permanente.
d) Emplea los conocimientos adquiridos a fin de interpretar y explicar pro-
cesos sociales, económicos, culturales y naturales, así como para tomar
decisiones y actuar, individual o colectivamente, en aras de promover la
salud y el cuidado ambiental, como formas para mejorar la calidad de
vida.
e) Conoce los derechos humanos y los valores que favorecen la vida demo-
crática, los pone en práctica al analizar situaciones y tomar decisiones
con responsabilidad y apego a la ley.
f) Reconoce y valora distintas prácticas y procesos culturales. Contribuye
a la convivencia respetuosa. Asume la interculturalidad como riqueza y
forma de convivencia en la diversidad social, étnica, cultural y lingüís-
tica.
g) Conoce y valora sus características y potencialidades como ser humano,
se identifica como parte de un grupo social, emprende proyectos perso-
nales, se esfuerza por lograr sus propósitos y asume con responsabilidad
las consecuencias de sus acciones.
h) Aprecia y participa en diversas manifestaciones artísticas. Integra cono-
cimientos y saberes de las culturas como medio para conocer las ideas y
los sentimientos de otros, así como para manifestar los propios.
i) Se reconoce como un ser con potencialidades físicas que le permiten me-
jorar su capacidad motriz, favorecer un estilo de vida activo y saludable,
así como interactuar en contextos lúdicos, recreativos y deportivos.
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adquisición de los saberes socialmente construidos, la movilización de saberes
culturales y la capacidad de aprender permanentemente para hacer frente a la
creciente producción de conocimiento y aprovecharlo en la vida cotidiana.
Lograr que la educación básica contribuya a la formación de ciudadanos con
estas características implica plantear el desarrollo de competencias como propó-
sito educativo central. Una competencia implica un saber hacer (habilidades) con
saber (conocimiento), así como la valoración de las consecuencias del impacto
de ese hacer (valores y actitudes). En otras palabras, la manifestación de una
competencia revela la puesta en juego de conocimientos, habilidades, actitudes y
valores para el logro de propósitos en un contexto dado.
Las competencias movilizan y dirigen todos estos componentes hacia la con-
secución de objetivos concretos; son más que el saber, el saber hacer o el saber
ser. Las competencias se manifiestan en la acción integrada; poseer conocimiento
o habilidades no significa ser competente: se pueden conocer las reglas gramati-
cales, pero ser incapaz de redactar una carta; se pueden enumerar los derechos
humanos y, sin embargo, discriminar a las personas con necesidades especiales.
La movilización de saberes (saber hacer con saber y con conciencia respecto
del impacto de ese hacer) se manifiesta tanto en situaciones comunes de la vida
diaria como en situaciones complejas y ayuda a visualizar un problema, deter-
minar los conocimientos pertinentes para resolverlo, reorganizarlos en función
de la situación, así como extrapolar o prever lo que falta. Algunos ejemplos de
estas situaciones son: diseñar y aplicar una encuesta; organizar un concurso, una
fiesta o una jornada deportiva; montar un espectáculo; escribir un cuento o un
poema; editar un periódico. De estas experiencias se puede esperar una toma de
conciencia de la existencia misma de ciertas prácticas sociales y comprender, por
ejemplo, que escribir un cuento no es cuestión de inspiración, pues demanda tra-
bajo, perseverancia y método.
Las competencias que aquí se proponen contribuirán al logro del perfil de
egreso y deberán desarrollarse desde todas las asignaturas, procurando que se
proporcionen oportunidades y experiencias de aprendizaje para todos los alumnos.
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lizar información; el conocimiento y manejo de distintas lógicas de cons-
trucción del conocimiento en diversas disciplinas y en los distintos ámbitos
culturales.
c) Competencias para el manejo de situaciones. Son aquellas vinculadas
con la posibilidad de organizar y diseñar proyectos de vida, conside-
rando diversos aspectos como los sociales, culturales, ambientales, eco-
nómicos, académicos y afectivos, y de tener iniciativa para llevarlos a
cabo; administrar el tiempo; propiciar cambios y afrontar los que se pre-
senten; tomar decisiones y asumir sus consecuencias; enfrentar el riesgo
y la incertidumbre; plantear y llevar a buen término procedimientos o
alternativas para la resolución de problemas, y manejar el fracaso y la
desilusión.
d) Competencias para la convivencia. Implican relacionarse armónicamente
con otros y con la naturaleza; comunicarse con eficacia; trabajar en equi-
po; tomar acuerdos y negociar con otros; crecer con los demás; manejar
armónicamente las relaciones personales y emocionales; desarrollar la
identidad personal; reconocer y valorar los elementos de la diversidad
étnica, cultural y lingüística que caracterizan a nuestro país.
e) Competencias para la vida en sociedad. Se refieren a la capacidad para
decidir y actuar con juicio crítico frente a los valores y las normas socia-
les y culturales; proceder en favor de la democracia, la paz, el respeto a la
legalidad y a los derechos humanos; participar considerando las formas
de trabajo en la sociedad, los gobiernos y las empresas, individuales o
colectivas; participar tomando en cuenta las implicaciones sociales del
uso de la tecnología; actuar con respeto ante la diversidad sociocultural;
combatir la discriminación y el racismo, y manifestar una conciencia de
pertenencia a su cultura, a su país y al mundo.
12
iii.
Elementos centrales en la definición
de un nuevo currículo
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notación; por una parte, implica una serie de cambios biológicos y psicológicos
del individuo hasta alcanzar la madurez y, por otra, la preparación progresiva
que debe adquirir para integrarse a la sociedad.
Se trata de un periodo marcado por la preocupación de construir la identidad
y la necesidad de establecer definiciones personales en el mundo de los adultos,
todo acompañado de importantes cambios fisiológicos, cognitivos, emocionales
y sociales. Pese a estas características comunes, es conveniente señalar que no
todos los adolescentes son iguales, y que la experiencia de ser joven varía fuer-
temente en función de aspectos como el género, la clase social, la cultura y la
generación a que se pertenece. Incluso un mismo individuo puede vivir periodos
muy distintos durante su adolescencia y juventud. Resumiendo, existen múlti-
ples formas de vivir la adolescencia, y así como es posible encontrar adolescentes
con procesos personales de gran complejidad, otros transitan por este periodo de
vida sin grandes crisis ni rupturas.
En esta reforma, la reflexión sobre las características y el papel de los jóvenes
en la escuela secundaria y en la sociedad ocupa un papel central. Se propone un
currículo único y nacional, que toma en consideración las distintas realidades de
los alumnos; para implementarlo es necesario ser flexible en las estrategias de en-
señanza y en el uso de un repertorio amplio de recursos didácticos. Toda acción
de la escuela se deberá planear y llevar a la práctica a partir de un conocimiento
profundo de las características particulares de sus alumnos, y considerando su
interacción permanente con la sociedad a través de la familia, la escuela, la cul-
tura, los grupos de pares y los medios de comunicación. Sólo entonces la viven-
cia escolar se convertirá en una experiencia altamente formativa; es decir, en un
aprendizaje para la vida.
Para tener un verdadero impacto en la vida de los adolescentes es esencial que
la escuela secundaria se ocupe de comprender y caracterizar al adolescente
que recibe, y de definir con precisión lo que la escuela ofrece a sus estudiantes,
para quienes las transformaciones y la necesidad de aprender nuevas cosas serán
una constante.
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programas de las diferentes asignaturas no sólo son el conjunto organizado de los
contenidos a abordar en el ciclo escolar, también son un instrumento que posibi-
lita una transformación en la dinámica escolar. Esta transformación al interior de
las comunidades escolares se impulsa desde los distintos programas, ya que en
todos los casos se ofrecen numerosas oportunidades de entablar múltiples rela-
ciones que trascienden el ámbito específico de cada asignatura.
La propuesta curricular para secundaria promueve la convivencia y el apren-
dizaje en ambientes colaborativos y desafiantes; posibilita una transformación de
la relación entre maestros, alumnos y otros miembros de la comunidad escolar, y
facilita la integración de los conocimientos que los estudiantes adquieren en las
distintas asignaturas. Algunas razones para considerar la propuesta curricular
como un instrumento para el cambio son las siguientes.
Existen numerosas oportunidades para realizar proyectos didácticos compar-
tidos entre maestros de diferentes asignaturas. El tipo de trabajo que se sugiere en
la propuesta curricular permite relacionar las actividades que desarrollan distin-
tos maestros. Así, por ejemplo, un maestro de Ciencias puede organizar una feria
de ciencias para dar a conocer lo que aprenden los alumnos en el ciclo escolar, y
los maestros de Español y de Artes podrán apoyarlo en la elaboración de carteles
publicitarios o invitaciones para convocar a la comunidad escolar al evento; un
maestro de Español podría organizar la publicación de un periódico escolar don-
de se incluyan textos producidos en distintas asignaturas, con la colaboración de
los demás maestros, en español y alguna lengua indígena o extranjera (inglés o
francés). La definición explícita de las relaciones entre las asignaturas que confor-
man la propuesta curricular incrementa las oportunidades para integrar los cono-
cimientos, las habilidades y los valores de las distintas áreas de aprendizaje.
El trabajo colegiado se transforma en un espacio necesario para compartir ex-
periencias centradas en procesos de enseñanza y aprendizaje. Para una óptima
operación de la propuesta curricular los maestros requieren intercambiar infor-
mación al interior de las academias específicas, acordar con maestros de otras
asignaturas, y compartir ayuda y apoyo para el logro de metas comunes. De ma-
nera adicional, el trabajo del colectivo docente se beneficiará profundamente con
la información generada en el espacio de Orientación y Tutoría.
El trabajo que se desarrolla en la escuela puede trascender las paredes esco-
lares. En primer lugar, entre los nuevos elementos que se encuentran en los pro-
gramas de las asignaturas está la explicitación de los aprendizajes que se espera
logren los alumnos durante el ciclo escolar. Esta información permitirá tanto a los
maestros como a los alumnos y a sus padres conocer hacia dónde deben dirigir
sus esfuerzos. Una adecuada relación escuela-comunidad favorece el intercam-
bio de experiencias y el vínculo entre estudiantes de diferentes culturas; además,
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aporta un mayor sentido al aprendizaje. La realización de entrevistas, el análisis
de situaciones problemáticas en el contexto inmediato o la organización de even-
tos artísticos, entre otros, son ocasiones privilegiadas para que los padres y la
comunidad participen en el trabajo que se hace en la escuela.
16
iv.Características del plan
y de los programas de estudio
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Por otro lado, cada vez es más evidente que el desinterés de los alumnos por
aprender durante su estancia en la secundaria se relaciona con programas de
estudio saturados, prácticas de enseñanza que priorizan la memorización sobre
la participación activa de los estudiantes, y la frecuencia y el carácter definitorio
que se da a la aplicación de exámenes.
Así, el desafío de aplicar los enfoques propuestos en el Plan y los Programas
de Estudio de 1993 sigue vigente. Contar con programas en los que se explicita
lo que se espera que los alumnos aprendan, así como con propuestas claras de
integración entre las asignaturas favorecerá la aplicación del enfoque y, lo que es
más importante, contribuirá a que los alumnos comprendan y apliquen los cono-
cimientos adquiridos.
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d) Interculturalidad
Cada asignatura de la nueva propuesta curricular para secundaria incorpora te-
mas, contenidos o aspectos particulares relativos a la diversidad cultural y lin-
güística de nuestro país.
Cabe mencionar que el tratamiento de esta temática no se limita a abordar
la diversidad como un objeto de estudio particular; por el contrario, las distin-
tas asignaturas buscan que los adolescentes comprendan que los grupos huma-
nos forman parte de diferentes culturas, con lenguajes, costumbres, creencias y
tradiciones propias. En este sentido, se pretende que los alumnos reconozcan la
pluralidad como una característica de su país y del mundo, y que la escuela se
convierta en un espacio donde la diversidad pueda apreciarse y valorarse como
un aspecto cotidiano de la vida.
La interculturalidad es una propuesta para mejorar la comunicación y la con-
vivencia entre comunidades con distintas culturas, siempre partiendo del respeto
mutuo. Esta concepción, desde las asignaturas, se traduce en propuestas prácti-
cas de trabajo en el aula, sugerencias de temas y enfoques metodológicos.
Con ello se busca reforzar el sentido de pertenencia e identidad social y cultu-
ral de los alumnos, así como tomar en cuenta la gran diversidad social y cultural
que caracteriza a nuestro país y a otras regiones del mundo. Además, es conve-
niente aclarar que los ejemplos que se citan no limitan el tratamiento de temas
sobre la diversidad de México, sino que ofrecen pautas para incluirlos en el aula
de la escuela secundaria e invitan al ejercicio de la interculturalidad.
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que los alumnos logren en cada ciclo escolar. Esto pretende facilitar la toma de
decisiones de los docentes, así como favorecer la creación de las estrategias que
consideren adecuadas para alcanzar las metas propuestas. Los aprendizajes es-
perados también son un referente importante para mejorar la comunicación y
colaboración entre docentes, estudiantes y padres de familia.
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Estos campos son:
• Educación ambiental.
• La formación en valores.
• Educación sexual y equidad de género.
Educación ambiental
Uno de los criterios de la construcción curricular atiende de manera específica
la urgencia de fortalecer una relación constructiva de los seres humanos con la
naturaleza. Se parte del reconocimiento de que esta relación está determinada
por aspectos físicos, químicos, biológicos y geográficos, así como por factores so-
ciales, económicos y culturales susceptibles de tener un efecto directo o indirecto,
inmediato o a largo plazo sobre los seres vivos y las actividades humanas.
Lo anterior llevó a considerar la educación ambiental como un contenido
transversal que articula los contenidos de las asignaturas en los tres niveles edu-
cativos. La intención es promover conocimientos, habilidades, valores y actitudes
para que los estudiantes participen individual y colectivamente en el análisis, la
prevención y la reducción de problemas ambientales, y favorecer así la calidad de
vida de las generaciones presentes y futuras. Para ello, es indispensable que los
egresados de educación básica:
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La formación en valores
Es un proceso que se da en diversos momentos de la experiencia escolar y se
expresa en las acciones y relaciones cotidianas entre maestros, alumnos, padres
de familia, personal de apoyo y autoridades escolares. La acción de los docentes
en la escuela secundaria para formar en valores es, por tanto, parte de la relación
cotidiana que establecen con los alumnos y se ve influida por las pautas de orga-
nización escolar que enmarcan su actividad diaria y su contacto con ellos.
A fin de que la escuela cumpla eficazmente con la tarea de formar en valores es
imprescindible reconocer que estas interacciones cotidianas moldean un clima de
trabajo y de convivencia en cuyo seno se manifiestan valores y actitudes explícita
e implícitamente. Por ello, los profesores, el personal de apoyo y las autoridades
de la escuela secundaria requieren poner especial atención al conjunto de prácti-
cas que de manera regular dan forma a la convivencia escolar. A continuación se
mencionan algunas de estas prácticas.
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los mínimos éticos que la institución puede asumir de manera sistemática y cons-
tante para enriquecer la convivencia diaria entre sus miembros.
Los contenidos curriculares de las diferentes asignaturas también favorecen la
formación en valores en la educación secundaria. El artículo tercero constitucio-
nal brinda un marco general de valores que orientan los contenidos de la educa-
ción básica, por lo cual, algunos como la libertad, la igualdad, la solidaridad, la
justicia, el aprecio y el respeto a la vida, a la diversidad cultural y a la dignidad de
las personas, constituyen elementos permanentes de los programas de estudio.
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El estudio de la sexualidad en la educación secundaria plantea que los alum-
nos la reconozcan como:
Para que esta labor sea posible, se consideró la inclusión de temas relacionados
con la educación sexual y la equidad de género en diversos espacios del currículo
de la educación secundaria, como es el caso de las asignaturas Ciencias i y For-
mación Cívica y Ética i y ii.
Asimismo, en otras asignaturas también se pueden abordar los temas de sexua-
lidad y género, y propiciar el desarrollo de habilidades, nociones, actitudes y va-
lores que permitan a los alumnos analizar información relacionada con el género,
el desarrollo poblacional, y la participación de hombres y mujeres en diversos
aspectos de la vida social, cultural, científica y artística.
Las relaciones que se establecen entre alumnas y alumnos, el trato diario que
los docentes tienen con ellos, la manera en que se dirimen conflictos, el tipo de
conductas que se sancionan y las oportunidades que se brindan a unas y a otros
constituyen, en sí mismas, toda una dimensión que forma en valores y actitu-
des orientadas al género y la sexualidad que los docentes y directivos no deben
desaprovechar como parte de la formación que se ofrece en este terreno. Así, se
requiere que todos los docentes cuenten con información confiable y actualizada
sobre este campo.
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por otro, que estas tecnologías ofrecen posibilidades didácticas y pedagógicas de
gran alcance. Las tic incluyen no sólo las herramientas relacionadas con la compu-
tación, sino otros medios como el cine, la televisión, la radio y el video, todos ellos
susceptibles de aprovecharse con fines educativos.
Conviene evitar las tendencias a pensar que la tecnología puede sustituir al
docente, que es un fin en sí misma, o suponer que su sola presencia mejorará la
calidad de la educación. Esta visión simplificada puede tener consecuencias en
la aplicación y el uso de las tic en el aula, que operen en contra tanto de las fi-
nalidades de la educación básica como del logro del perfil de egreso esperado.
Para que las tic incidan de manera favorable en el aprendizaje, su aplicación
debe promover la interacción de los alumnos, entre sí y con el profesor, durante
la realización de las actividades didácticas.
También habrá que evitar la tendencia a subutilizar los recursos tecnológicos.
Esto último suele presentarse cuando el uso de la tecnología no constituye un
aporte significativo para el aprendizaje, en comparación con lo que puede lograr-
se con los medios de enseñanza más comunes. En cambio, habrá que promover
modelos de utilización de las tic que permitan nuevas formas de apropiación del
conocimiento, en las que los alumnos sean agentes activos de su propio aprendi-
zaje, pongan de manifiesto sus concepciones y reflexionen sobre lo que aprenden.
En congruencia con esta perspectiva del uso educativo de las tic será necesaria
una selección adecuada de herramientas y de paquetes de cómputo, así como un
diseño de actividades de aprendizaje que promuevan el trabajo en equipo, las dis
cusiones grupales y las intervenciones oportunas y enriquecedoras por parte del
docente.
La utilización de las tic en el aula, con las características antes señaladas, ayu-
dará a que los alumnos accedan a diferentes fuentes de información y aprendan
a evaluarlas críticamente; organicen y compartan información al usar diversas
herramientas de los procesadores de texto, el correo electrónico y la Internet; de-
sarrollen habilidades clave como el pensamiento lógico, la resolución de proble
mas y el análisis de datos al utilizar paquetes de graficación, hojas de cálculo
y manipuladores simbólicos; manejen y analicen configuraciones geométricas a
través de paquetes de geometría dinámica; exploren y analicen fenómenos del
mundo físico y social, al representarlos y operar sus variables con paquetes de
simulación, modelación, graficación y bases de datos.
Además de su uso por asignatura, las tic favorecen el trabajo interdiscipli-
nario en el salón de clases, en vista de la posibilidad de desplegar en pantalla
representaciones múltiples de una misma situación o un fenómeno, y de manejar
simultáneamente distintos entornos computacionales (por ejemplo, tablas numé-
ricas, gráficas, ecuaciones, textos, datos, diagramas, imágenes). Así, el diseño de
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actividades transversales al currículo, como actividades de exploración sobre el
comportamiento de fenómenos de las ciencias naturales o sociales a través de la
manipulación de representaciones numéricas o gráficas de modelos matemáticos
de tales fenómenos, fomentará en los estudiantes la movilización de conocimien-
tos provenientes de distintos campos del conocimiento. Este tipo de acercamiento
interdisciplinario a la enseñanza redundará en que los estudiantes alcancen y
apliquen competencias cognitivas superiores, no sólo en su trabajo escolar sino
en su preparación como ciudadanos capaces de poner en juego dichas competen-
cias más allá del ámbito de la escuela.
El uso de las tic en la educación básica presenta, hoy en día, diferentes nive-
les de desarrollo para las distintas asignaturas. Esto necesariamente se refleja en
cada programa de estudio. Así, en algunos se incluyen lineamientos generales de
uso de las tic –el caso de Historia y de Español–; en otros se señalan sitios en In-
ternet vinculados con contenidos específicos, como en Inglés y en Artes (Música,
Artes Visuales, Danza y Teatro), y en otros más hay lineamientos y sugerencias
generales, además de la referencia a actividades concretas que ya se probaron en
aulas de secundarias públicas del país, como en Matemáticas y en Ciencias.
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j) Mayor flexibilidad
El presente plan de estudios favorece la toma de decisiones por parte de maestros
y alumnos en distintos planos. Así, serán los docentes quienes seleccionen las
estrategias didácticas más adecuadas para el desarrollo de los temas señalados
en los programas de las asignaturas, a partir de las características específicas de
su contexto, y tomando como referentes fundamentales tanto el enfoque de ense-
ñanza como los aprendizajes esperados en cada asignatura. De la misma manera,
los profesores y alumnos podrán elegir los materiales de apoyo que consideren
necesarios para lograr sus propósitos, no sólo en cuanto a los libros de texto sino
a otra serie de materiales disponibles, como las bibliotecas de aula y la videoteca
escolar.
En cada asignatura los profesores pueden incluir temas relacionados con los
propósitos planteados en el programa y que sean de interés para los alumnos.
También es factible ampliar la flexibilidad con la organización de espacios curricu
lares definidos por la escuela a partir de lineamientos emitidos por la Secretaría
de Educación Pública, de acuerdo con un abanico de propuestas establecidas por
cada entidad y con actividades extracurriculares (clubes y talleres, entre otros),
que atiendan tanto las necesidades e inquietudes de los adolescentes como las de
la comunidad.
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v. Mapa curricular
A fin de cumplir con los propósitos formativos de la educación secundaria y a
partir de los elementos señalados en los apartados anteriores, se diseñó un mapa
curricular que considera una menor fragmentación del tiempo de enseñanza
para los tres grados de educación secundaria y promueve una mayor integración
entre campos disciplinarios. La jornada semanal constará, entonces, de 35 horas
y las sesiones de las asignaturas tendrán una duración efectiva de, al menos, 50
minutos.
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Para la formación artística se diseñaron contenidos para cada lenguaje: Dan-
za, Teatro, Música y Artes Visuales. Los programas se proponen con un carácter
nacional; sin embargo, son flexibles para que cada escuela, a partir de las posibi-
lidades y los recursos con que cuente, imparta la o las disciplinas que considere
pertinente. En las escuelas que ofrezcan dos o más programas de artes se sugiere
que los alumnos elijan la opción en función de sus propias inclinaciones y sus
propios intereses.
b) Asignatura Estatal
Este espacio curricular ofrecerá oportunidades para integrar y aplicar aprendi-
zajes del entorno social y natural de los estudiantes; reforzar, articular y apoyar
el desarrollo de proyectos transversales derivados del currículo; fortalecer con-
tenidos específicos, e impulsar el trabajo en relación con situaciones y problemas
particulares de la región donde viven. Las entidades, a partir de los lineamientos
nacionales y de acuerdo con las características, las necesidades y los intereses de
sus alumnos, propondrán los programas de estudio para esta asignatura, apega-
dos a las finalidades de la educación pública mexicana.
c) Orientación y Tutoría
Orientación y Tutoría se incluye con el propósito de acompañar a los alumnos en
su inserción y participación en la vida escolar, conocer sus necesidades e intereses,
además de coadyuvar en la formulación de su proyecto de vida comprometido
con la realización personal y el mejoramiento de la convivencia social. Se asignó
una hora a la semana en cada grado, pero no debe concebirse como una asig-
natura más. El tutor, en colaboración con el conjunto de maestros del grupo en
cuestión, definirá el contenido a fin de garantizar su pertinencia. Conviene tener
presente que, a partir de los lineamientos nacionales, cada entidad establecerá los
criterios sobre las actividades que llevará a cabo en esta franja del currículo.
De acuerdo con las posibilidades de cada escuela, el trabajo que realice el tu-
tor se compartirá con los demás profesores del grupo para definir, en sesiones
colegiadas, estrategias que contribuyan a potenciar las capacidades de los alum-
nos, superar limitaciones o dificultades, y definir los casos que requieran de una
atención individualizada. Se recomienda que cada tutor atienda sólo un grupo a
la vez, porque esto le permitirá tener mayor cercanía y conocimiento de los estu-
diantes.
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Tomando en consideración las características anteriores, el mapa curricular del
nuevo plan de estudios para la educación secundaria es el siguiente:
Mapa curricular
Geografía de
5 Historia i 4 Historia ii 4
México y del Mundo
Artes (Música,
Artes (Música, Danza, Artes (Música, Danza,
2 2 Danza, Teatro o 2
Teatro o Artes Visuales) Teatro o Artes Visuales)
Artes Visuales)
Asignatura Estatal 3
Total 35 35 35
* En el caso de la asignatura Tecnología, la distribución horaria no será limitativa para la educación secun-
daria técnica, con la finalidad de que se cumpla con los requerimientos pedagógicos que caracterizan a esta
modalidad y, por tanto, sus cargas horarias serán determinadas según los campos tecnológicos impartidos.
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vi. Propósitos de las asignaturas
Español
Los procesos de enseñanza del español en la escuela secundaria están dirigidos a
acrecentar y consolidar las prácticas sociales del lenguaje y la integración de los
estudiantes en la cultura escrita, así como a contribuir en su formación como suje-
tos sociales autónomos, conscientes de la pluralidad y complejidad de los modos
de interactuar por medio del lenguaje.
Por ello, la escuela debe garantizar que los estudiantes:
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y sean capaces de modificar sus opiniones y creencias ante argumentos
razonables.
• Analicen, comparen y valoren la información generada por los diferentes
medios de comunicación masiva y tengan una opinión personal sobre los
mensajes que difunden.
• Conozcan, analicen y aprecien el lenguaje literario de diferentes géneros,
autores, épocas y culturas; valoren su papel en la representación del mun-
do; comprendan los patrones que lo organizan y las circunstancias discur-
sivas e históricas que le han dado origen.
• Utilicen el lenguaje de manera imaginativa, libre y personal para recons-
truir la experiencia propia y crear ficción.
Matemáticas
El estudio de las matemáticas en la educación secundaria se orienta a lograr que
los alumnos aprendan a plantear y resolver problemas en distintos contextos, así
como a justificar la validez de los procedimientos y resultados y a utilizar ade-
cuadamente el lenguaje matemático para comunicarlos.
Por ello, la escuela debe garantizar que los estudiantes:
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Ciencias
El estudio de las ciencias en la escuela secundaria está orientado a consolidar la
formación científica básica, meta iniciada en los niveles educativos anteriores,
y que implica potenciar el desarrollo cognitivo, afectivo, valoral y social de los
adolescentes, ayudándoles a comprender más, a reflexionar mejor, a ejercer la cu-
riosidad, la crítica y el escepticismo, a investigar, opinar de manera argumentada,
decidir y actuar. También contribuye a incrementar la conciencia intercultural
reconociendo que el conocimiento científico es producto del trabajo y la reflexión
de mujeres y hombres de diferentes culturas.
Los programas de Ciencias pretenden que, al concluir la educación secunda-
ria, los alumnos:
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• Potencien sus capacidades para el manejo de la información, la comunica-
ción y la convivencia social. Ello implica aprender a valorar la diversidad
de formas de pensar, a discernir entre argumentos fundamentados e ideas
falsas y a tomar decisiones responsables e informadas, al mismo tiempo
que fortalezcan la confianza en sí mismos y el respeto por su propia per-
sona y por los demás.
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• Valoren y respeten las diferentes manifestaciones culturales. Particular-
mente, que reconozcan la multiculturalidad en México como parte funda-
mental de la formación de la identidad nacional.
• Analicen los acontecimientos políticos y la participación de diversos
organismos en la configuración del espacio político mundial.
Historia
Se busca que los estudiantes analicen la realidad y actúen con una perspectiva
histórica, por ello se requiere concebir esta disciplina como un conocimiento crí-
tico, inacabado e integral de la sociedad en sus múltiples dimensiones: política,
económica, social y cultural. Esta percepción requiere de la enseñanza de una his-
toria formativa, centrada en el análisis crítico de la información para la compren-
sión de hechos y procesos. En este sentido, los programas de Historia pretenden
que, al concluir la educación secundaria, los alumnos:
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• Conozcan la importancia de los derechos humanos y los valores que
la humanidad ha creado a lo largo de la historia como referencias para la
comprensión del mundo social y la conformación de una perspectiva éti-
ca; misma que se exprese en su acción cotidiana y en sus relaciones con
los demás.
• Comprendan el significado de la dignidad humana y de la libertad en sus
distintas expresiones y ámbitos. Desarrollen su capacidad para identificar
medidas que fortalecen su calidad de vida y el bienestar colectivo, para
anticipar y evaluar situaciones que ponen en riesgo su salud e integridad
personal.
• Construyan una imagen positiva de sí mismos: de sus características, his-
toria, intereses, potencialidades y capacidades; se reconozcan como per-
sonas dignas y autónomas; aseguren el disfrute y cuidado de su persona;
tomen decisiones responsables y fortalezcan su integridad y su bienestar
afectivo, y analicen las condiciones y alternativas de la vida actual para
identificar posibilidades futuras en el corto, mediano y largo plazos.
• Valoren a México como un país multicultural; identifiquen los rasgos que
comparten con otras personas y grupos y reconozcan la pluralidad y el
respeto a la diversidad como principios fundamentales para una convi-
vencia democrática en sociedades multiculturales.
• Desarrollen actitudes de rechazo ante acciones que violen los derechos
de las personas; respeten los compromisos adquiridos consigo mismos y
con los demás; valoren su participación en asuntos de interés personal
y colectivo para la vida democrática; y resuelvan conflictos de manera no
violenta, a través del diálogo y el establecimiento de acuerdos.
• Identifiquen las características de la democracia en un Estado de derecho;
comprendan el sentido democrático de la división de poderes, el federalis-
mo y el sistema electoral; conozcan y asuman los principios que dan sus-
tento a la democracia: justicia, igualdad, libertad, solidaridad, legalidad y
equidad; comprendan los mecanismos y procedimientos de participación
democrática; y reconozcan el apego a la legalidad como un componente
imprescindible de la democracia que garantiza el respeto de los derechos
humanos.
• Desarrollen habilidades para la búsqueda y el análisis crítico de infor-
mación; construyan estrategias para fortalecer su perspectiva personal de
manera autónoma ante diversos tipos de información; y desplieguen ca-
pacidades para abordar los medios de comunicación como una vía para
formarse una perspectiva de la realidad y para asumir compromisos con
la convivencia social.
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Lengua Extranjera (Inglés)
El propósito de estudiar una lengua extranjera (inglés) en la educación secunda-
ria es que los estudiantes obtengan los conocimientos necesarios para participar
en algunas prácticas sociales del lenguaje, orales y escritas, en su país o en el
extranjero, con hablantes nativos y no nativos del inglés. En otras palabras, a
través de la producción e interpretación de diversos tipos de textos, tanto orales
como escritos –de naturaleza cotidiana, académica y literaria–, los estudiantes
serán capaces de satisfacer necesidades básicas de comunicación en un rango de
situaciones familiares.
Los programas de Inglés pretenden que al concluir la educación secundaria,
los alumnos:
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• Utilicen adecuadamente las convenciones gramaticales, ortográficas y de
puntuación.
Educación Física
La educación física en la secundaria tiene como propósito central que los ado-
lescentes disfruten de la actividad física, los juegos, la iniciación deportiva y el
deporte educativo como una forma de realización personal.
Esta asignatura tiene mucho que aportar, porque ayuda a los estudiantes a
aceptarse a sí mismos, a desinhibirse, a expresarse, a descubrir y apreciar su cuer-
po como elemento fundamental de su persona. Adicionalmente busca que los
estudiantes asuman conductas de cooperación y se muestren tolerantes y serenos
frente a la victoria o la derrota.
La práctica educativa de la educación física prioriza que todos los alumnos
desarrollen sus capacidades y aptitudes posibles, de tal manera que se afiance su
personalidad. Para lograrlo se pretende que los adolescentes:
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Artes
El propósito de la asignatura de Artes en la escuela secundaria es que los alumnos
profundicen en el conocimiento de un lenguaje artístico y lo practiquen habitual-
mente, a fin de integrar los conocimientos, las habilidades y las actitudes relacio-
nados con el pensamiento artístico. Para alcanzar esta meta, el estudiante habrá
de conocer las técnicas y los procesos que le permitan expresarse artísticamente,
disfrutar de la experiencia de formar parte del quehacer artístico, desarrollar un
juicio crítico para el aprecio de las producciones artísticas y la comprensión de
que el universo artístico está vinculado profundamente con la vida social y cul-
tural de nuestro país.
Asimismo, mediante la práctica de las artes se busca fortalecer la autoestima
y propiciar la valoración y el respeto por las diferentes expresiones personales,
comunitarias y culturales.
Así, y de acuerdo con el programa de Artes que se curse (Danza, Música, Tea-
tro o Artes Visuales), se pretende:
Danza
Música
• Ofrecer a los adolescentes la posibilidad y los medios para que hagan mú-
sica y disfruten al realizarla (como individuos y formando parte de un
colectivo).
• Desarrollar su sensibilidad y percepción auditivas y enriquecer su apre-
ciación musical.
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• Favorecer su expresividad y creatividad mediante el ejercicio de prácticas
musicales de improvisación, creación y ejecución.
• Formar alumnos críticos y respetuosos de la diversidad musical, tanto de
México como de otros países.
• Contribuir a la construcción del sentido de pertenencia a una cultura na-
cional.
Teatro
• Ofrecer a los estudiantes los medios que les permitan reconocer el cuerpo
y la voz como vehículos de comunicación y medio para exteriorizar sus
ideas, inquietudes, emociones, sentimientos, vivencias e intereses de for-
ma personal, así como para conocer, representar e interpretar la realidad
y el mundo circundante.
• Brindar a los estudiantes la posibilidad de explorar todas las actividades
del teatro (actuación, dirección, dramaturgia, escenografía, vestuario, ilu-
minación, sonorización, etcétera) así como la oportunidad de valorar la
diversidad cultural.
• Propiciar en los adolescentes el trabajo en equipo y el respeto, consideran-
do las diferencias entre ellos.
• Desarrollar la creatividad y las habilidades de análisis, de investigación y
crítica constructiva a fin de propiciar un pensamiento artístico.
Artes Visuales
• Ofrecer a los estudiantes diversas experiencias con las artes visuales que
les permitan comprender el vínculo de las imágenes con el mundo social,
así como facilitar la comprensión de las diferentes formas en que las cul-
turas han representado la realidad.
• Fortalecer en los estudiantes tres habilidades principales: la creatividad,
la percepción visual y la sensibilidad estética.
• Propiciar que los adolescentes asuman diferentes actitudes respecto a su
propio aprendizaje y al papel que las imágenes juegan en su vida, por
ejemplo: la curiosidad, el disfrute de las posibilidades expresivas que
ofrecen las técnicas plásticas, la imaginación para generar puntos de vista
propios, la solidaridad en el trabajo colectivo, el respeto a la diversidad
cultural y el compromiso con el propio aprendizaje.
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Asignatura Estatal
La elaboración de los programas de la Asignatura Estatal es responsabilidad de las
autoridades educativas de las entidades, quienes tomarán como referencia los li-
neamientos que al respecto emita la Secretaría de Educación Pública. Los campos
temáticos que se sugieren son: a) la historia, la geografía o el patrimonio cultural
y natural de la entidad; b) el estudio de temas que se abordan en más de una asig-
natura: educación ambiental, formación en valores, o educación sexual y equidad
de género; c) estrategias para que los alumnos enfrenten y superen problemas y
situaciones de riesgo; y d) el fortalecimiento de estrategias para el estudio y el
aprendizaje en los alumnos de primer grado de educación secundaria.
Mediante el estudio de los contenidos del programa, diseñado sobre alguno de
los campos temáticos sugeridos, la Asignatura Estatal promoverá que los alum-
nos de educación secundaria desarrollen competencias que les permitan:
Orientación y Tutoría
Orientación y Tutoría constituye un espacio del currículo destinado al diálogo
y a la reflexión de los alumnos sobre sus condiciones y posibilidades como ado-
lescentes. Su coordinación estará a cargo de un tutor, seleccionado entre los do-
centes del grado que cursan, quien se reunirá con el grupo una hora a la semana
dentro del horario escolar.
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Los propósitos de Orientación y Tutoría son los siguientes:
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vii.
Orientaciones didácticas para el mejor
aprovechamiento de los programas de estudio
Para que una reforma de la educación secundaria se convierta en realidad, debe
reflejarse en el aula. En otras palabras, el logro de los objetivos propuestos en el
presente Plan de Estudios depende, en gran medida, de la posibilidad que tengan
los docentes de renovar su práctica, de tal manera que los procesos de enseñanza
y de aprendizaje resulten relevantes y pertinentes para sus alumnos.
Algunas de las principales responsabilidades del docente son: dar cumplimien-
to a los programas de estudio; promover diversas formas de interacción dentro
del aula; organizar la distribución del tiempo y el uso de materiales. Para realizar
estas tareas de manera efectiva es necesario planificar el trabajo didáctico toman-
do en cuenta el “qué” (contenidos) de la lección, el “cómo” (tareas), el “cuándo”
(tiempos) y el “con qué” (materiales), así como evaluar permanentemente las
actividades que se llevan a cabo, a fin de contar con elementos que permitan va-
lorar los beneficios que han obtenido los alumnos y hacer las modificaciones ne-
cesarias. Con el propósito de aprovechar mejor los programas de estudio de cada
asignatura, se sugiere tomar en cuenta las siguientes orientaciones didácticas.
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la enseñanza los docentes tomen en cuenta los intereses, las motivaciones y los
conocimientos previos de los alumnos. Integrarlos al trabajo cotidiano implica
conocer las actitudes que los alumnos tienen hacia ciertas prácticas y el valor que
les confieren dado que estos factores condicionarán su aprendizaje.
De manera adicional, el trabajo didáctico atenderá también la modificación,
el fortalecimiento o la construcción de nuevas prácticas, habilidades, actitudes y
valores, e incluso el surgimiento de nuevos intereses en los estudiantes. En otras
palabras, si bien ha de tomarse en cuenta la experiencia previa de los alumnos,
no debe perderse de vista el carácter formativo de la escuela.
El ambiente escolar es un primer elemento que influye en las estrategias que
los estudiantes desarrollan para concentrar sus esfuerzos en aprender. Hacer de
la escuela una mejor experiencia para ellos implica reconocer los profundos cam-
bios y las transformaciones por los que se atraviesa en esta etapa –que adoptan
distintas formas según cada individuo y su contexto–, pero aún más importante
es el compromiso pedagógico de los maestros con los alumnos. Esto es, tener una
clara disposición para apoyar y acompañar al alumno en su proceso formativo.
Asuntos como la rigidez de la disciplina escolar, que suele relacionarse con for-
mas de control autoritarias, podrían empezar a modificarse de tal manera que
los estudiantes percibieran un aprecio por sus personas y un mensaje de interés
sobre su tránsito por la escuela.
b) Atender la diversidad
La heterogeneidad de los estudiantes de educación secundaria es una caracterís-
tica que debe ser considerada en el aula con la finalidad de mejorar la calidad de
la propuesta educativa. Lejos de ser un obstáculo para la planeación didáctica y la
organización de la enseñanza, la diversidad étnica, cultural y lingüística, así como
la heterogeneidad en sus múltiples dimensiones, constituyen una oportunidad
para el intercambio de experiencias, en la medida en que se logre aprovechar la
coexistencia de diferencias para generar oportunidades de aprendizaje.
En un país multicultural, el desarrollo y fortalecimiento de la diversidad será
el punto de partida para la construcción de un país intercultural, de ahí que la
diversidad sea inherente a la práctica docente y la base común de los procesos de
enseñanza y de aprendizaje. Por tanto, es necesario considerar que:
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• El progreso en el aprendizaje depende más de la calidad y cantidad de
las oportunidades de aprendizaje que de las capacidades innatas de los
alumnos.
• El aprendizaje básicamente es resultado de la interacción social. Depende,
en gran medida, de las relaciones interculturales e interpersonales, de los
retos intelectuales que se propongan al alumno y del clima de trabajo. Por
eso es importante el planteamiento y seguimiento de aspectos no sólo aca-
démicos sino también individuales, interpersonales y afectivos.
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para participar y, en consecuencia, para aprender dentro de espacios de plurali-
dad, donde exista la posibilidad de compartir opiniones.
Además de replantear las relaciones que se establecen dentro del aula, para
lograr mejores condiciones de aprendizaje se requiere promover la participación
activa de los alumnos en diferentes modalidades de trabajo, en grupos de distin-
to número de integrantes y mediante el uso de diversas estrategias discursivas.
Distintas formas de organización del grupo sentarán las bases para una enseñan-
za socializada: aquella que trata de sacar partido de la interacción mental y social,
inherente a las situaciones en que dos o más personas están en contacto y actúan
en función de un objetivo común.
Finalmente, es recomendable que los docentes posibiliten a los alumnos invo-
lucrarse en tareas de organización de actividades, selección de temas, formas de
comunicación e incluso en el establecimiento de las reglas de interacción. Para
lograr lo anterior, se sugiere:
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de sus ventajas es que permite reconocer y aprovechar el conocimiento, las expe-
riencias y los intereses de los estudiantes, y ofrece oportunidades para pregun-
tarse acerca del mundo en que viven, además de reflexionar sobre su realidad.
Los fines y propósitos del trabajo por proyectos se orientan a que los alumnos
encuentren espacios flexibles de acción que respondan a sus inquietudes, esta-
bleciendo sus propias reglas para el trabajo en equipo, participando en la con-
ducción de sus procesos de aprendizaje, diseñando procedimientos de trabajo
activo y relacionándose de una manera cada vez más autónoma con la cultura y
el mundo natural.
En el trabajo por proyectos los estudiantes son protagonistas activos que ma-
nifiestan su curiosidad y creatividad en el desarrollo de sus propias propuestas.
Llevar a primer plano el trabajo de los alumnos implica la atención y actividad
continua del docente para ayudarlos a ampliar su campo de interés, perfilar sus
temas de investigación y orientar el proceso, de manera que se cumplan los pro-
pósitos establecidos en los programas y se integren los contenidos. Asimismo,
demanda al docente verificar el cumplimiento de las actividades, ayudando a los
alumnos a consultar bibliografía, orientar las búsquedas adicionales de informa-
ción y ofrecer sugerencias de trabajo, alentar una buena comunicación de resulta-
dos y crear un clima de apoyo, aliento y reconocimiento a los logros.
En el desarrollo de proyectos, los alumnos se plantean cuestiones de diversa
índole a nivel personal o social que responden a sus preguntas, necesidades y
a su propia acción social, fortaleciendo sus habilidades y actitudes. Entre éstas
destacan el manejo de diversas fuentes de información; la realización y el cum-
plimiento de planes; el trabajo colaborativo; la capacidad de diálogo, la libertad,
la tolerancia y el juicio crítico; la cooperación y el respeto que se ven reflejados en
una mejor convivencia; la toma de decisiones; el diseño de objetos originales; la
participación en grupos autónomos de trabajo; la comunicación efectiva y el uso
de diferentes medios y lenguajes.
En términos generales, se apuntan tres etapas en los proyectos, mismas que
llevan implícita la evaluación. La primera fase es la planeación, donde se espe-
cifica el asunto, el propósito, las posibles actividades a desarrollar y los recursos
necesarios. En la fase de desarrollo se pone en práctica el proyecto y los alum-
nos realizan el seguimiento del proceso. La etapa de comunicación significa la
presentación de los productos a destinatarios determinados, que incluso pueden
trascender el ámbito del aula. Generalmente, los proyectos involucran la elabora-
ción de productos específicos como exposiciones y demostraciones públicas, do-
cumentos, periódicos u objetos de diversa índole dirigidos a destinatarios reales.
El trabajo por proyectos implica el abordaje de distintos temas desde las pers-
pectivas particulares de las asignaturas, planteando retos de aprendizaje en los
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aspectos comunicativos, económicos, afectivos, éticos, funcionales, estéticos, le-
gales y culturales. En este sentido, los proyectos fortalecen el desarrollo de las
competencias transversales al tener la posibilidad de integrar y relacionar los
contenidos de las diversas asignaturas.
En los programas de Artes, Ciencias, Español y Formación Cívica y Ética se
propone un trabajo basado en el desarrollo de proyectos y en cada uno se hacen
recomendaciones específicas, aquí sólo se plantean las características generales
de esta modalidad de trabajo.
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f) Seleccionar materiales adecuados
Los materiales didácticos constituyen un apoyo importante para desarrollar las
actividades, por lo que es necesario valorar sus ventajas y limitaciones. Si se eli-
gen y utilizan adecuadamente, los materiales contribuirán al desarrollo de situa-
ciones de aprendizaje significativas.
La totalidad de las escuelas secundarias públicas cuenta con bibliotecas de aula
para cada grado, así como con bibliotecas escolares y videotecas, valiosos recur-
sos que el maestro podrá aprovechar para enriquecer el trabajo con los alumnos,
en función de los propósitos educativos señalados en el programa de estudio.
Además, la Secretaría de Educación Pública proporciona de manera gratuita
libros de texto para todos los alumnos que cursan la educación secundaria, y
dado que su selección compete a las escuelas, es recomendable tomar en cuenta
las siguientes consideraciones:
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garantiza una enseñanza de calidad: por muy interesante que sea, ningún ma-
terial debe utilizarse de manera exclusiva, la riqueza en las oportunidades de
aprendizaje radica en la posibilidad de confrontar, complementar, compartir la
información que pueda obtenerse de distintas fuentes. Es necesario explorar los
materiales de apoyo disponibles, reconocer su valor para complementar el traba-
jo docente e involucrar a los alumnos en la elección de los recursos necesarios de
acuerdo con los requerimientos del trabajo que se desarrolle.
h) Evaluación
Es un aspecto fundamental de cualquier propuesta curricular y, en la medida de
su eficacia, permite mejorar los niveles de desempeño de los alumnos y del maes-
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tro, así como la calidad de las situaciones didácticas que se plantean para lograr
el aprendizaje.
Para evaluar el desempeño de los alumnos es necesario recabar información
de manera permanente y a través de distintos medios, que permita emitir juicios
y realizar a tiempo las acciones pertinentes que ayuden a mejorar dicho desem-
peño. Asimismo se requiere que los docentes autoevalúen su labor. Asumiendo
que dos de sus tareas centrales consisten en plantear problemas y favorecer el
intercambio de opiniones entre los alumnos, es esencial que los maestros analicen
sus intervenciones a fin de lograr cada vez mayor claridad al dar instrucciones,
hacer preguntas que ayuden a profundizar en las reflexiones, argumentar en fa-
vor o en contra de los resultados que se obtienen o explicar los procedimientos
utilizados en la resolución de las tareas o los problemas planteados.
La evaluación implica analizar tanto los procesos de resolución como los resul-
tados de las situaciones que los alumnos resuelven o realizan, y es fundamental
que esta responsabilidad no sea exclusivamente del maestro. Los alumnos pue-
den emitir juicios de valor acerca de su propio trabajo o del de sus compañeros, y
es necesario darles cabida en el proceso de evaluación para que resulte equitati-
vo. Por otra parte, es necesario que el maestro explicite las metas que los alumnos
deben alcanzar y los criterios que utilizará para valorar su trabajo, así les ayudará
a identificar cuáles son sus limitaciones y cómo pueden superarlas.
El proceso de evaluación dará al maestro la posibilidad de describir los rasgos
más importantes del proceso de aprendizaje de los alumnos, además de cumplir
con la responsabilidad de asignar una calificación numérica. La evaluación se
hará de manera descriptiva y la información que se obtenga se compartirá con los
propios alumnos, con los padres de familia y con los demás maestros.
La evaluación es un proceso continuo de obtención de información que no
se reduce a la aplicación periódica de pruebas. Por lo cual es necesario, dentro
de lo posible, eliminar las actividades que no promueven el aprendizaje, tales
como dedicar tiempos especiales a preparar a los alumnos para la resolución de
exámenes, o proporcionarles “guías de estudio” que sólo sirven para memori-
zar información y pasar un examen. Es deseable que tanto los alumnos como el
maestro consideren la evaluación como una actividad más del proceso de estu-
dio, evitando convertirla en un medio para controlar la disciplina. La aplicación
de exámenes es un recurso importante para recabar información, pero no debe
ser el único. Por un lado, es necesario utilizar diferentes tipos de pruebas (opción
múltiple, preguntas de respuesta cerrada, de respuesta abierta, etcétera) y, por
otro, conviene contrastar la información que arrojan los resultados de las prue-
bas con la que se puede obtener mediante notas de observación, los cuadernos
de trabajo de los alumnos u otros instrumentos, como el portafolios o la carpeta de
trabajos, la lista de control o el anecdotario.
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Las pruebas o los exámenes que se utilicen deben permitir a los maestros cono-
cer si los adolescentes han adquirido ciertos conocimientos o ciertas habilidades.
Para efectos de la evaluación continua del proceso de estudio, el maestro es el
único que puede tener claro este propósito, ya que cada grupo de alumnos tiene
características particulares: por ello, es conveniente que cada maestro elabore las
pruebas que aplicará para evaluar. Este material no tiene por qué desecharse una
vez que se aplica, sino formar parte de un banco que se vaya nutriendo y se uti-
lice en otros cursos.
Observar sistemáticamente y con atención las participaciones de los alumnos
permite que el maestro conozca el grado de dominio que han alcanzado en ciertos
aspectos y las dificultades que enfrentan en otros. Los errores y los aciertos sirven
para entender cómo piensan y, con esta base, elegir la manera más adecuada de
ayudarlos. El maestro debe propiciar la reflexión sobre los errores y aprovechar-
los como fuentes de aprendizaje, en vez de sólo evitarlos o, peor aún, conside-
rarlos una razón para debilitar la autoestima de quienes los cometen. El interés
que despiertan las actividades de estudio que el maestro propone a los alumnos
puede ser muy diverso, desde muy poco o nulo hasta muy alto. Lo importante es
que tome nota de las actividades que favorecen o no la reflexión de los alumnos
y las posibles causas. Esta información ayudará a mejorar año con año la calidad
de las actividades que se plantean.
La evaluación continua, sustentada en el acopio permanente de información,
permite describir los logros, las dificultades y las alternativas de solución para
cada alumno, pero también sirve para cumplir, de manera más objetiva, la norma
que consiste en asignar una calificación numérica en ciertos momentos del año
escolar. Así, la calificación puede acompañarse con una breve descripción de los
aprendizajes logrados y los padres de familia sabrán no sólo que sus hijos van
muy bien, regular o mal, sino cuáles son sus logros más importantes y qué aspec-
tos tienen que reforzarse para obtener un mejor desempeño.
Lo dicho hasta ahora son criterios generales que se sugieren en relación con
la evaluación; en el programa de cada asignatura se hacen propuestas específi-
cas sobre los aspectos que se pueden evaluar; además, se incluye un apartado
denominado “Aprendizajes esperados”, donde se explicita qué deben lograr los
alumnos al término de cada uno de los cinco bloques que se desarrollarán a lo
largo del ciclo escolar. Este apartado constituye una guía fundamental para la
elaboración de las evaluaciones que realizarán los maestros.
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Educación Básica. Secundaria
Plan de Estudios 2006
Se imprimió por encargo de la
Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos,
en los talleres de
con domicilio en