Meramente Declarativa Impuesto A Las Ganacias
Meramente Declarativa Impuesto A Las Ganacias
Meramente Declarativa Impuesto A Las Ganacias
Señor Juez.
TELEDANO FIDEL, jubilado, domiciliada realmente en la calle Mariano Moreno 127, localidad Embalse, Provincia de Córdoba,
con el patrocinio letrado del Dr. Federico Despoulis Netri, abogado, inscripto en la matrícula, Tomo 113 folio 213 CPACF,
respectiva, constituyendo domicilio a los efectos procesales en calle José Bonifacio 1748 piso 7 C de la Ciudad de Autónoma de
Buenos Aires ante, domicilio electrónico 20-22962762-6 V.S. se presenta y respetuosamente Dice:
OBJETO
I-
La beneficiaria, interpone la presente acción a los efectos de que se declare inconstitucional el art. 79 inc. “c” de la
ley 20.628 de impuesto a las ganancias, el Decreto 394/16 que el Poder Ejecutivo Nacional publicó en el Boletín Oficial el 22 de
febrero del 2016, donde se establece el nuevo mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias y el monto de deducciones para
la denominada cuarta categoría, el cual afecto plenamente al haber jubilatorio del causante.
La acción de inconstitucionalidad, va dirigida contra la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) con
domicilio en BALCARCE 167 PB de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pretendiendo con ello obtener se declare la
inconstitucionalidad e inaplicabilidad el art. 79 inc. “c” de la ley 20.628 de impuesto a las ganancias y el Decreto 394/16 y
cualquier otra norma, reglamento, circular o instructivo que se dictare en consonancia con la citada, en cuanto la mencionada
norma lesionan, restringen, alteran y amenazan con arbitrariedad e ilegalidad manifiesta los derechos y garantías contemplados en
la Constitución Nacional y los Instrumentos Internacionales sobre Derechos Humanos incorporados a nuestro derecho, y por crean
un estado de incertidumbre jurídica productora de un perjuicio o lesión actual, con costas a la parte demandada.
Asimismo, solicita se reintegre en forma retroactiva lo percibido por la AFIP en forma indebida del impuesto a
las ganancias durante su situación previsional, más su interés resarcitorio aplicando la tasa Activa del Banco Central, por
el descuento realizado.
Conforme quedará demostrado en la presente acción la demandada es responsable por una serie de acciones y
omisiones que ponen en grave riesgo derechos contemplados en la Constitución Nacional y otros instrumentos jurídicamente
vinculantes.
Asimismo, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha declarado inconstitucional dicho impuesto en le fallo
II.
Por último, y como medida cautelar, solicito que V.S. ordene al demandado se abstengan de ordenar la retención como
materia imponible del impuesto a las ganancias, ya sea en los haberes, o en cualquier otro tipo de remuneración de la beneficiaria,
En virtud de ello se encuentran cumplimentados los requisitos establecidos por el artículo 230 del C.P.C.C.N. en
cuanto a los requisitos para la procedencia de la medida en lo que respecta a la verosimilitud en el derecho, el peligro de que si se
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mantuviera la situación de hecho influirá en la sentencia o hará ineficaz su ejecución, y por último la cautela no podría obtenerse
COMPETENCIA
Debido a la materia puesta en crisis en los presentes actuados y siendo demandados la Administración Federal de
Ingresos Públicos, esta parte entiende que V.S. resulta competente para entender en los presentes actuados.
Por otra parte, resulta de aplicación el ARTICULO 26 de la Ley 24.463. — Modificase el artículo 39 bis del Decreto -
a) En los recursos de aplicación interpuestos en contra de las sentencias dictadas en las causas sustanciadas con motivo de
impugnaciones judiciales contra resoluciones o actos administrativos que afecten pretensiones de los afiliados,
beneficiarios, peticionarios de prestaciones o de afiliación empleadores y, en general, de cualquier persona que alegare la
afectación de su derecho respecto del régimen de reparto del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones;
b) En los recursos interpuestos contra resoluciones que dicte la Dirección General Impositiva que denieguen total o
parcialmente impugnaciones de deuda determinadas por el citado organismo en ejercicio de las funciones asignadas por el
Decreto Nº 507/93, siempre que en el plazo de su interposición se hubiere depositado el importe resultante de la resolución
impugnada;
PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN.
I.-
La presente acción está establecida en el artículo 322 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación establece
como requisitos para la procedencia de la acción meramente declarativa: a) que exista un estado de incertidumbre sobre la
existencia, alcances o modalidades de una relación jurídica; b) que esa falta de certeza pueda producir un perjuicio o lesión actual
al actor; y c) que éste no dispusiera de otro medio legal para ponerle término inmediatamente. En el caso de autos se dan los tres
a) La falta de certeza. Entendemos que existe un alto grado de incertidumbre acerca de si art. 79 inc. “c” de la ley 20.628
de impuesto a las ganancias es constitucional, atento que un fallo de la Corte actualmente ha establecido un criterio
b) El perjuicio actual. El perjuicio es claro, la doble imposición que esa situación creaba por cuanto “cuando corresponde
se gravan Ganancias en la vida activa y al reintegrar los aportes del trabajador se vuelven a gravar con Ganancias el
beneficio”, lo que derivaría en una “clara aplicación del impuesto dos veces sobre el mismo importe que resulta
proceso ordinario de daños y perjuicios, el cual, al cabo de un largo tiempo --que pueden ser varios años--, finalmente
podría culminar con una resolución judicial que declare extinguida la acción por prescripción.
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Estos perjuicios, sin duda actuales y patentes, pueden evitarse mediante un pronunciamiento previo que dé
certeza acerca de un aspecto fundamental que hace al progreso o no de la acción, como es, que ésta no se encuentre
sostiene: “la exigencia de que el perjuicio o lesión sea actual debe ser interpretada en armonía con la finalidad de la
institución, que no es otra cosa que la de prevenir daños futuros”. (Cod. Proc. Civil y Comercial comentado, pag. 263).
c) Inexistencia de otro medio legal. Mientras no exista una decisión judicial que establezca lo contrario, de seguirá
descontado en forma periódica este impuesto a un jubilado cuyo único medio de vida y existencia es el haber
jubilatorio.
Por otra parte, como dice FENOCHIETTO (pag. 266), “el requisito de indisponibilidad de otro medio legal
debe ser interpretado, a nuestro entender, de un modo amplio y no como un valladar que obste el progreso de la presente
acción”.
A mayor abundamiento, la SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACION ha sido clara en este aspecto cuando
expresa: “la eventualidad de oponer como excepción las cuestiones que se incluyen en la demanda, no es equivalente a
la vía alternativa cuya existencia tornaría intransitable la acción de certeza” (CSJN, 18.10.88; ED 131-35).
Sin perjuicio del cumplimiento de los requisitos rituales antedichos, cabe manifestar que la acción declarativa
tiene básicamente una finalidad preventiva, y agota su objeto en la pretensión meramente declarativa (como dice su
nombre), es decir, que la sentencia emergente de tal acción no va acompañada de función condenatoria alguna.
negativa) de una relación jurídica incierta o controvertida. Y en nuestro caso, cabe perfectamente para que V.S. defina si
nuestra acción de reparación por la participación de las demandadas en los ilícitos de lesa humanidad del que fuimos
víctimas, a la luz de la nueva situación que más adelante desarrollaremos, está o no prescripta. Así lo afirma FASSI
(Cod. Proc. Civil y Comercial, pág. 70) “16. Acción declarativa de prescripción. Esta es procedente, a fin de que se
Cabe finalmente citar jurisprudencia y doctrina general que avala la presente acción meramente declarativa:
Así, la CNCiv, Sala D, 22.10.97, ED, 175-278 ha dicho que: “la acción declarativa de certeza tiende a suprimir un
estado de incertidumbre acerca de un derecho o una situación de hecho o jurídica, es decir, aquello que pone en duda la
existencia, la eficacia, la modalidad, la oponibilidad o interpretación de una determinada y concreta relación o estado
jurídico”. La CNCiv, Sala H, 9.4.97, LL 1997-E-169, dijo “la acción declarativa tiene carácter preventivo; no supone la
preexistencia de un estado de lesión, sino la existencia de una situación de incertidumbre, de falta de certeza capaz de
causar perjuicio”. Y también tiene dicho en sentencia 95.953 del 09 de abril de 1997 (Consorcio de propietarios de
Jujuy 340): “La acción meramente declarativa en el art. 322 del Cód. Procesal, como un medio para obtener directa y
únicamente la declaración del Poder Judicial de que existe un derecho del actor o de que no existe un derecho del
demandado, no escapa al principio de raigambre constitucional que establece la necesidad de que el órgano
jurisdiccional no se expida en abstracto” .... “El interés que constituye el presupuesto de la acción de sentencia
meramente declarativa de certeza existe cuando el actor se encuentra en un estado de incertidumbre perjudicial que sólo
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puede ser removido mediante una declaración judicial de certeza”. A su vez, la CNCiv, Sala I, sentencia 98.358,
21.4.98 (Abad, Isidoro P.), tiene dicho: “La procedencia de la acción meramente declarativa prevista en el art. 322 del
Cód. Procesal se halla subordinada a que exista un estado de incertidumbre sobre la existencia y modalidad de una
relación o situación jurídica, la cual debe considerarse configurada si existe un interés legítimo concreto que autorice la
vía elegida”.
En cuanto a la doctrina más actualizada, dice BIDART CAMPOS: Acción declarativa de certeza y control de
acción declarativa –y la sentencia de igual naturaleza- no versan sobre una cuestión abstracta ni teórica, sino todo lo
contrario, sobre una muy concreta, cual es la incertidumbre en una relación jurídica en la que, debido a la falta de
certeza, hay interés actual entre las partes que discrepan. La exigencia de que esa falta de certeza ocasione daño o
perjuicio, y todavía la más extrema de que no haya otra vía legal para hacer cesar la incertidumbre, revelan que en la
acción declarativa hay incitación procesal de un caso o causa judiciable, y que la sentencia no evade un marco
inexorable de esa causa al resolver la pretensión en ella articulada. El proceso declarativo se sustancia entre actor y
demandado dentro de la regla de bilateralidad o de contradicción, y la sentencia declarativa hace cesar el estado de
incertidumbre entre las partes con fuerza de cosa juzgada. En suma, en el proceso declarativo hay: a) dos partes en
sentido procesal; b) controversia entre ambas; c) interés concreto y actual; d) perjuicio actual por la falta de certeza; e)
necesidad de tutela judicial. Por ende, hay “causa” judiciable. Lo que no hay es daño consumado por vulneración de
intereses, ni acción de condena, pero, que sepamos, hoy ya ningún procesalista reduce la noción de proceso a aquel que
sólo persigue la fuerza o ejecución a través de sentencia condenatoria. La garantía jurisdiccional contra la incertidumbre
jurídica, mediante la acción declarativa, obliga a admitir la promoción de un verdadero proceso sin fin condenatorio, y a
reconocer que eso es también jurisdicción judicial, proceso “caso” y “causa”, muy distintos de las consultas, las
Por último, la presente norma atacada fue sancionada por el Ejecutivo por medio de un decreto, cuando la Constitución
Nacional establece en su articulado que es competencia del Congreso de la Nación reglar sobre temas contributivos e impositivos.
I.-
EL HABER NO ES GANANCIA.
Que, desde hace varios años, el impuesto a las Ganancias viene afectando de manera sensible los ingresos de los
trabajadores y jubilados. En parte debido a la recuperación salarial experimentada en los últimos tiempos, y también, porque el
gobierno nacional no actualiza el monto del mínimo no imponible al mismo ritmo que han aumentado los salarios.
Que este gran flagelo que sufren los jubilados y pensionados en nuestro país que motiva el planteo de esta
acción ante la justicia, repercute día a día en el hogar de los beneficiarios representados en esta acción, puesto que absorbe los
aumentos salariales.
Que el salario no es ganancia, no es una novedad, puesto que está directamente destinado a satisfacer las
necesidades básicas del hogar del jubilado. Ese dinero está destinado a alimentos, vestimenta, gastos de vivienda, atención
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Es decir, que cuando el haber de un jubilado como el caso traído a examen, supera el mínimo no imponible y
por ende se convierte en contribuyente de impuesto a las ganancias, no lo es por obtener “ganancias”, sino que, lo es sólo
Que, si un jubilado que recibe por sus años de labor un beneficio que le permite sólo cubrir las necesidades básicas
de su hogar, pasa a obtener una mejora en sus ingresos por la movilidad jubilatoria, lo que está obteniendo no es una GANANCIA
Pero no debe escaparse de este análisis el factor INFLACIÓN, que juntamente con el Impuesto a las Ganancias
se ocupan de amputar mes a mes, lo obtenido, por quienes ponen su esfuerzo físico y mental frente a un curso.
La inflación en la Argentina es un hecho público y notorio, y en el caso particular de los jubilados, ha ocurrido en
este último tiempo que, si bien el piso salarial a partir del cual se paga el Impuesto a las Ganancias (técnicamente denominado
mínimo no imponible y las deducciones) fue ajustado estos últimos años no así como la inflación o la suba de los salarios, esto
significó y significa actualmente que los trabajadores con sus escuetos salarios peguen más impuesto a las ganancias, o comiencen
a pagarlo los que antes no eran alcanzados, pese a que el poder adquisitivo no creció o se mantuvo igual.
Por todo ello, el salario que cobra un trabajador apenas por encima del costo de la canasta familiar no puede ni
II.-
Que el artículo 79 inc. c de la Ley de impuesto a las ganancias establece como ganancias de la cuarta
Que en virtud de las sucesivas Resoluciones Generales emanadas del organismo recaudador en las que se dicen
y desdicen sobre los montos no imponibles del impuesto a las ganancias y las liquidaciones que del mismo se deben practicar
sobre los beneficios de los jubilados, se mantiene constantemente en vilo a los agraciados que se ven afectados, en algunos
períodos y en otros no y así sucesivamente, por los descuentos que en virtud de este impuesto se realiza sobre sus haberes.
Que el Poder Ejecutivo en su afán recaudatorio de manera selectiva establece impuestos sobre el sector de
trabajadores de manera arbitraria y selectiva, dejando de lado a sectores económicos poderosos. De esta manera el salario del
jubilado se ve claramente afectado no solo por el proceso inflacionario imperante, sino por el gravamen que el art. 79 inc c de la
Que actualmente existe un mínimo no imponible por el cual el jubilado sufre un descuento despótico, que viene
afectando en gran medida los ingresos de esta clase trabajadora violándose de este modo derechos constitucionalmente
amparados.
La Constitución Nacional, los Tratados Internacionales sobre la materia y la Ley de Contrato de Trabajo
consideran que el trabajo en relación de dependencia y la remuneración del trabajador deben ser protegidos. Siguiendo esa
normativa la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó numerosos fallos que consideran al jubilado como “sujeto de preferente
tutela”, “que imponen su consideración con criterios propios", y a la remuneración como un medio para que “logre sus
aspiraciones, en aras de alcanzar su desarrollo integral como ser humano”.. Por otra parte, la demanda judicial demuestra que,
como resultado del congelamiento de las escalas del artículo 90, entre otros conceptos, se produce una rebaja anual del haber del
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jubilado. Esa rebaja ilegal tiene carácter confiscatorio y, por lo tanto, también es inconstitucional de acuerdo con la doctrina de la
CSJN.
Que como anteriormente se ha mencionado no se trata aquí de buscar soluciones con aumentos esporádicos de los
mínimos no imponibles, ya que no existe solución alguna cuando un jubilado sin capacidad contributiva sigue siendo perjudicado
Por lo que podemos decir que se trata de un impuesto contra la supervivencia de estos beneficiarios.
Estos montos no imponibles se han ido atrasando en relación con los incrementos salariales que ha
experimentado el sector, los que no pueden ser gozados por los beneficiarios puesto que son alcanzados por los primeros y por lo
tanto sufren la retención correspondiente en tanto que la inflación hace lo propio dejándolos siempre en una situación de
perjudicial.
Es por ello por lo que se solicita que se declare la inconstitucionalidad del Decreto de la ley 20.628.
Declarar la invalidez constitucional de la norma, en cuanto aplicable a la accionante, ya que en virtud de ella, el
sector del beneficiario aquí representado, se ve incluido en la categoría de contribuyentes del impuesto a las ganancias.
La interposición de esta acción no tiene simplemente un carácter consultivo ni de una indagación meramente
especulativa, sino que el actor tiene un interés jurídico concreto de resguardar su fuente de subsistencia a los vaivenes económicos
Desde el nacimiento de la economía moderna, los economistas clasificaron los diferentes factores que
intervenían en la creación de la riqueza. Dichos factores de producción fueron clasificados por Adam Smith en el año 1776 (Adan
Smith. La riqueza de las naciones. Año 1776) en tres: Tierra; Trabajo y Capital. A cada factor le correspondía un precio o un
costo; al costo de la Tierra se lo denomina Renta; al costo del Trabajo se lo denomina Salario y al costo del Capital ganancia,
interés o beneficio. Desde la economía clásica se diferenció a estos conceptos, que al ser receptados por la ciencia jurídica
conservaron su particularidad. De hecho, en nuestro Código Civil, que data del siglo XIX todavía figura el salario como un fruto
civil. Las luchas obreras y el constitucionalismo social. Las luchas obreras de los siglos XIX y XX ponen de manifiesto que los
Estados y las leyes no daban respuesta a la superexplotación que sufría la clase trabajadora. Estas luchas obreras y populares
tuvieron por protagonistas en nuestro país a anarquistas, socialistas y comunistas. El resultado de ellas fue la conquista de los
derechos sociales, el reconocimiento de la relación laboral no es una relación que se da en pie de igualdad entre el trabajador y el
empleador y por ello el Estado de intervenir para equilibrar las fuerzas. Allí surge el derecho del trabajo y el Constitucionalismo
Social, cuya manifestación es la incorporación del Art. 14 bis, que implica la elevación de los derechos sociales a rango
constitucional. A partir de esta concepción es que el trabajo en relación de dependencia no puede ser considerado nunca más una
mera “mercancía” o un simple “factor de producción” pues ello ofende la dignidad del trabajador. El empresario que invierte su
capital busca en ello maximizar sus ganancias y persiguen un fin lucrativo, mientras que los trabajadores y trabajadoras buscan
con la venta de su fuerza de trabajo poder alimentar a sus familias y vivir dignamente. Lo que en términos jurídicos es
“alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y
previsión”. El salario en la Constitución Nacional. Como decíamos, en la Constitución Nacional menciona en el artículo 14 bis el
salario como “salario mínimo, vital y móvil”, “igual retribución por igual tarea” y “remuneración justa”. En el mismo artículo
menciona las ganancias cuando dice “participación en las ganancias de las empresas”. Es decir, el constituyente nunca quiso
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confundirlos ni mucho menos asimilarlos. Con la relación laboral el trabajador obtiene un salario, remuneración, sueldo o
retribución; mientras que el empleador obtiene por invertir su capital (y asumir con ello un riesgo) una ganancia, renta, beneficio
o enriquecimiento. Tanto la ciencia económica como la jurídica es unánime en distinguirlos como elementos diferentes y
antagónicos de la realidad económica. Sostener por ello que el salario es una ganancia es contradictorio con el modelo de Estado
Social Democrático de Derecho al que adhiere nuestra Constitución Nacional. La ley de Impuesto a las Ganancias. Entonces: ¿Por
qué los trabajadores pagan “ganancias” si perciben un “salario”? Para poder responder esta pregunta, debemos decir que la ley de
Impuesto a las Ganancias fue creada para gravar a las empresas, sociedades y al trabajo libre (aquel en que no hay relación de
dependencia); pero que con el objetivo de cobrarle impuestos a los salarios altísimos (por ejemplo: de directores de bancos
públicos y privados) en el año 1973 incorporó en la denominada cuarta categoría a las “ganancias obtenidas por las jubilaciones”.
Pero los legisladores incorporaron en la ley un mecanismo por medio del cual el Estado Nacional debe “actualizar anualmente”
los elementos que componen el impuesto y que son indispensables para determinar entre otras cosas quien paga y cuanto paga. La
obligación de “actualizar anualmente” es para que se pueda efectuar el ajuste por inflación, ya que la inflación es un elemento de
la realidad económica que distorsiona el salario real, esto es que impacta en el poder adquisitivo de los trabajadores y
trabajadoras. Lo que no previeron los legisladores que aprobaron esta ley es que el Estado Nacional iba a hacer trampa no
actualizando los elementos del impuesto. Uno de los elementos más importantes que permanece inmóvil es el Art. 90, que lleva
III.-
Debe tenerse en cuenta que, al gravar al jubilado, no se cumplen ninguno de los tres elementos esenciales
de un tributo. Primero, no existe el nacimiento de la obligación porque no se configura el hecho imponible. Segundo, el Estado
viola el procedimiento que la ley fija para determinar quién paga (el sujeto pasivo del impuesto) y tercero, tampoco respeta la
forma de determinar cuánto se debe pagar. Las obligaciones tributarias tienen tres elementos esenciales: vínculo (hecho
Cuando se añade a este impuesto directo otros del mismo carácter, como la contribución personal a la
previsión social, y otros indirectos, como los que gravan el consumo personal o a la vivienda única e incluso ingresos brutos al
consumo personal, se llega a la conclusión que el sistema impositivo confisca un 55% del salario de los beneficiarios.
La ley de Ganancias describe el hecho imponible con tres características: la permanencia en la fuente, la
periodicidad y la ganancia, renta, beneficio o enriquecimiento. No menciona el salario. La periodicidad es un requisito que el
sueldo comparte con la ganancia, pero la permanencia inalterable en la fuente (la jubilacion en sí) es imposible. Tampoco se
puede equiparar salario a ganancia o renta; son conceptos económicos y tienen naturaleza jurídica diferente.
Lo que se trata aquí de establecer es que estos trabajadores obtienen un salario, el cual está destinado en un
100% a su sustento y el de su familia, por lo que no es una riqueza susceptible de tributar impuesto a las ganancias.
Téngase especialmente en cuenta que cuando la Corte estableció un límite cuantitativo a los impuestos,
superado el cual resultan confiscatorios, lo hizo con especial referencia al impuesto territorial y a la transmisión gratuita de bienes
Pero, no hay que por ello esperar a que el impuesto a las ganancias absorba más del 33% del salario de un
jubilado para considerarlo confiscatorio, lo que claramente resultaría violatorio del principio de razonabilidad, puesto que la
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fuente productora a la que hacemos referencia con la presente acción no es renta del suelo o proveniente de acciones societarias,
Haciendo un razonamiento sencillo se puede advertir que, si se produce un aumento en el salario en virtud de un
incremento salarial, el mismo es casi o completamente, en algunos casos, absorbido por el puesto. Lo propio ocurre con las horas
extras, que en muchos casos ya no son una opción entre los trabajadores a los fines de mejorar sus ingresos.
Adviértase que esta incidencia también afecta en gran escala las dos cuotas del S.A.C.
IV.-
Por otra parte, el artículo 2 de la ley de impuesto a las ganancias establece lo siguiente: “A los efectos de esta
ley son ganancias, sin perjuicio de lo dispuesto especialmente en cada categoría y aun cuando no se indiquen en ellas:
1) Los rendimientos, rentas o enriquecimientos susceptibles de una periodicidad que implique la permanencia de la fuente que
2) Los rendimientos, rentas, beneficios o enriquecimientos que cumplan o no las condiciones del apartado anterior, obtenidos
por los responsables incluidos en el artículo 69 y todos los que deriven de las demás sociedades o de empresas o explotaciones
unipersonales, salvo que, no tratándose de los contribuyentes comprendidos en el artículo 69, se desarrollaran actividades
indicadas en los incisos f) y g) del artículo 79 y las mismas no se complementaran con una explotación comercial, en cuyo
3) Los resultados obtenidos por la enajenación de bienes muebles amortizables, acciones, títulos, bonos y demás títulos
Como puede evidenciarse claramente, en ningún momento la ley presume al haber por ganancia.
Por otra parte, el término ganancia, que más precisamente se denomina “ beneficio económico”, es una suerte
de sensor que indica el grado de generación de riqueza. El salario, lejos de eso, forma parte de los costos de una empresa, puesto
que el trabajador, incluso, cobrará su sueldo antes de que el empleador obtenga certezas de si efectivamente obtendrá beneficios.
Los aumentos de movilidad jubilatoria (por debajo de los índices inflacionarios) se ven afectados en muchos casos
por el impuesto a las ganancias, lo cual torna irracional dicho impuesto afectando significativamente el haber de los beneficiarios.
Si bien su haber aumentó, no así lo hizo su poder adquisitivo, que se mantuvo igual producto del proceso
inflacionario que viene llevándose a cabo. En rigor de verdad, no sólo que no subió la capacidad de compra de las personas-ni
siquiera empató- sino que perdió, dado que ahora son abarcados por el “mínimo no imponible”.
V.-
Que, la Ley de Impuesto a las Ganancias - Ley 20.628, texto ordenado por Decreto 649/97- establece que están
sujetas a este impuesto las ganancias de la cuarta categoría y el artículo 79 en su inciso c, dispone: “b) Del beneficio previsional”.
La Corte ha sentenciado en reiteradas oportunidades lo siguiente: “… las leyes son susceptibles de ser
configura cuando no se adecuan a los fines cuya realización procuran, o cuando consagran una manifiesta inequidad, y el
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principio de razonabilidad debe cuidar especialmente que las normas legales mantengan coherencia con las reglas
constitucionales durante su vigencia, de suerte que su aplicación concreta no resulte contradictoria con lo establecido en la
Constitución Nacional”.
Creemos estar frente a una Ley claramente irrazonable, en cuento no debió ser la intención del legislador de la
ley de impuesto a las ganancias, atacar con dicho impuesto el magro salario de un trabajador de la salud y eximir a quienes los
Estamos a tiempo de reparar este grave perjuicio al sector de jubilados aquí representados, es el poder judicial
el que tiene las herramientas para ello, sentenciando que este sector no es, ni puede ser contribuyente de este impuesto, porque
tiene capacidad económica para subsistir, pero no contributiva para tributar ganancias.
La doble imposición que esa situación creaba por cuanto “cuando corresponde se gravan Ganancias en la vida activa y
al reintegrar los aportes del trabajador se vuelven a gravar con Ganancias el beneficio”, lo que derivaría en una “clara aplicación
del impuesto dos veces sobre el mismo importe que resulta confiscatorio y en consecuencia fulminadas de inconstitucional las
normas señaladas.
La irracionabilidad de esta ley debe tacharse con la declaración de inconstitucionalidad e inaplicabilidad del artículo 79
inc. c de la Ley de impuesto a las Ganancias y cualquier otra norma, reglamento, circular o instructivo que se dictare en
consonancia con la citada, en relación con los trabajadores a los cuales se refiere la presente acción.
VI.-
La inflación por la que atraviesa el país, conocida por todos, no puede ser ignorada como factor incisivo a la hora
de liquidar impuestos.
La inflación que provoca, como sabemos, una pérdida constante del poder adquisitivo de la moneda y la distorsión
consecuente de la base imponible, alterando de este modo la renta real sobre la que correspondería tributar, gravándose utilidades
ficticias.
La presión tributaria que representa el impuesto a las ganancias sobre los ingresos de un jubilado responde tanto
a aspectos estrictamente legales (alícuotas) como al tratamiento que se le da a la inflación ante la presencia de montos fijos en el
Surge de la propia doctrina que "El ajuste por inflación opera en forma directa sobre el estado
patrimonial de la sociedad" (Fallo 307:310); y que "…debía concederse la corrección numérica, a fin de salvaguardar la
garantía de propiedad, cuando ese denominador común, que es el dinero, ha sido afectado por la progresiva depreciación
monetaria (…) de otro modo se vería así frustrada la finalidad (…) con desmedro en los principios que consagran los arts.14 bis
y 17 de la Constitución Nacional" (Fallos 304:1073; 312:60); "(…) la posterior agudización de la pérdida de valor del signo
monetario significó imponer a los sujetos mencionados una carga adicional a la antes descripta, cual es la de soportar la
depreciación del crédito o el mayor tributo resultante de la compensación de valores heterogéneos" (Fallos 304:1922).
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"Candy S.A. c/AFIP", CSJ 03/07/2009: Luego de varios años de ansiosa espera, la Corte Suprema de Justicia
de la Nación finalmente se pronunció, en Candy (Sentencia del 3/7/09, con dos abstenciones (Dres. ZAFFARONI y ARGIBAY) y
una disidencia (Dr. PETRACCI), sobre los efectos confiscatorios de la inaplicabilidad de las normas de ajuste por inflación
…Sin embargo la CSJ acepta como legítimas las normas que hacen inaplicables el ajuste impositivo por
inflación (salvo probada confiscatoriedad de su aplicación en un caso concreto), la Corte parece retrotraer el estado de
situación a los primeros años de la década del setenta, cuando existían unas pocas previsiones legales (no sistematizadas) para
hacer frente a este fenómeno económico indeseado que provoca, entre otros daños, la captación de rentas no genuinas a los
efectos tributarios. El Tribunal reconoce, como ya lo había hecho para otros tributos, que el impuesto a las ganancias no puede
absorber una porción sustancial de la renta, pero no ofrece al respecto una solución que exceda el interés concreto de la causa
que decide.
….Ciertamente, con las pautas brindadas en "Candy" no es posible saber qué alícuota máxima es tolerable
por el programa constitucional argentino en épocas de inflación o, lo que es similar, a cuánto debe trepar la inflación (siempre
no deseada) para que las normas (hoy suspendidas) escritas en la ley del impuesto a las ganancias renueven sus efectos.
…Para la Corte no es de su competencia "considerar la bondad de un sistema fiscal para buscar los
tributos que necesita el erario público…" (CONSIDERANDO 6to.); será entonces el legislador quien deba tomar cartas en el
asunto, pues si lo ha hecho hace 40 años, cuando "…buscó reflejar una situación patrimonial y un resultado económico que
adaptara sus valores históricos a los que correspondía a una realidad distorsionada por la inflación" (GIULIANI FONROUGE,
Impuesto a las ganancias, 3ª ed., Buenos Aires, p. 627), no debería ahora aguardar una crisis como la de 2002 para movilizar su
tarea.
…Entendemos que la Corte ratifica en este pronunciamiento que la fórmula "absorción de una parte
sustancial de la renta o el capital gravado" (Fallos 205:132; 207:373; 210:856; 242:76; 314:1293: 322:3255, entre otros) no
implica que un tributo que absorba una parte no sustancial del capital gravado no sea también confiscatorio. La preservación
del capital es una exigencia constitucional que se deriva del derecho de propiedad y nuestro sistema no admite la
descapitalización del contribuyente. Vale recordar que en la idea primigenia de nuestros constituyentes "La contribución, como
gasto público de cada particular, debe salir de donde salen sus demás gastos privados: de la renta, de la utilidad de sus fondos,
no de los fondos que la producen porque así disminuís los fondos originarios de la renta, empobrecéis a los particulares, cuya
riqueza colectiva forma la riqueza de la Nación, de la cual es parásita la del fisco" (ALBERDI, Juan Bautista, -1854- "Sistema
económico y rentístico de la Confederación Argentina", Ciudad Argentina, Buenos Aires, 1998, Tercera Parte, Capítulo IV, n° V
-p.319-).
…A partir de "Candy" puede decirse entonces que quedan definitivamente sepultadas aquellas
primeras aproximaciones del Tribunal, en relación con el impuesto a los réditos, que parecerían sugerir que nunca podría ser
confiscatorio pues jamás afectaría el capital del contribuyente -In re Sociedad de Electricidad de Rosario, la Corte consideró
que "en tanto que los impuestos a los réditos y de emergencia no inciden sobre el capital sino en este caso, sobre las ganancias
resultantes de su realización, previa detracción de los valores de adquisición no amortizados, tampoco se ve afectado el principio
de no confiscatoriedad" (Fallos 291:293); mientras que in re Gobierno de Italia c. Consejo Nacional de Educación (Fallos
190:159) y Carlos Vicente Ocampo (Fallos 234:129) sostuvo que "el impuesto a la renta, que deja a salvo e intacto el capital o
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fuente que la produce."-. Ahora se ratifica que el impuesto a la renta tampoco puede absorber una parte sustancial de ella; que
siempre deberá respetarse la garantía de razonabilidad y que, en cualquier caso, existirá "un límite más allá del cual ninguna
cosa, persona o institución tolerará el peso de un determinado tributo" (Consid. 11. Recordamos además que desde antaño la
Corte ha recogido el concepto de razonabilidad como medida de la confiscatoriedad de los gravámenes, al decir que el poder
impositivo ha de ser ejercido de buena fe y para fines públicos, y que los impuestos deben establecerse con arreglo a un sistema
de imparcialidad y uniformidad, en condiciones razonables y en forma tal que no lleguen a constituir una prohibición o
confiscación (Fallos 179:98). (Título: “Ajuste impositivo por inflación. Lo que deja Candy. BALLONE Mariano C., 26/11/2009).
La importancia de este precedente es que por primera vez nuestro máximo tribunal fija algunos límites
“El voto de la mayoría, compuesto por los Dres. Lorenzetti, Highton de Nolasco, Fayt y Maqueda,
reitera algunas de las pautas jurisprudenciales que ha dado la Corte a lo largo del tiempo en cuanto a la garantía constitucional de
sentido lato que le ha adjudicado esta Corte, encuentra fundamento en la relación en que tal derecho -cuya función social se ha de
tener presente- se halla con la medida de la obligación de contribuir a las necesidades comunes que pueden imponerse a sus
2. "…para que la confiscatoriedad exista, debe producirse una absorción por parte del Estado de una
porción sustancial de la renta o el capital (Fallos: 242:73 y sus citas, 268:56, 314:1293, 322:3255, entre muchos otros)".
3. "…debido a las cambiantes circunstancias del país -e incluso bajo las mismas circunstancias- la
diversa relación de determinadas especies de impuestos con el bienestar general, derivada de la clase de riqueza o actividad
gravada, entre otros factores, puede justificar que la determinación del límite varíe en más o en menos. Dicho límite no es
absoluto sino relativo, variable en el tiempo y aun susceptible de diferenciaciones en un mismo tiempo (Fallos: 210:855, 1208)".
(Titulo: “La causa Candy S.A. Nuevas precisiones de la Corte Suprema sobre el ajuste impositivo por inflación y
Debe tenerse presente que la Corte ha determinado cuando es inaplicable la prohibición de utilizar el
mecanismo de ajuste por inflación para la liquidación del impuesto a las ganancias.
Téngase presente también que de acuerdo con la importancia de este precedente y de la doctrina
surgida, todos los casos que a futuro se presenten deberán analizarse a luz de los postulados de “Candy”.
Así ya ha ocurrido en “Estancia San Pedro S.R.L. c/ En -AFIP- Ley 24073 Dto.214/02 s/ Proceso de
Conocimiento”, Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal, 09/12/2010.-La Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal, aplicando los parámetros establecidos por la CSJN en la causa "Candy"
para tener por acreditada la confiscatoriedad del impuesto a las ganancias calculado sin utilizar el mecanismo de ajuste por
inflación, revoca la sentencia de grado y declara aplicable dicho mecanismo respecto de la firma recurrente-.
Lo propio ha ocurrido también en la causa “LARTEX S.R.L. s/ recurso de apelación, Tribunal Fiscal
de la Nación, Sala A, 28/12/2011.- Si bien las normas que impiden realizar el ajuste por inflación en el impuesto a las ganancias
11
fijan el valor de la moneda, no cabe un pronunciamiento judicial a su respecto, por ser un acto reservado al Congreso Nacional,
por ello la pretensión de la AFIP-DGI de determinar el impuesto a las ganancias sin aplicar el aludido ajuste no puede ser
VII.-
En virtud de que quien suscribe el presente en particular el beneficiario afectado, se encuentra comprendido dentro de
la categorización que realiza la Ley de Impuesto a las Ganancias, más específicamente, la cuarta categoría y dentro de ésta, de la
jubilaciones y beneficios previsionales, le son aplicables por ende todas las deposiciones relativas al gravamen.
Es decir, al quedar comprendidos en el régimen por ser personas físicas que obtienen ganancias que la ley
considera sujetas a este gravamen, le son de aplicación todas las disposiciones relativas a la determinación del monto que mes a
mes se les retiene del haber, puesto que la clase jubilada, ni siquiera puede hacer maniobras para evadir el impuesto.
Ésa es la situación que se trata de impedir por medio de esta acción, que mes a mes el jubilado siga sufriendo la
retención en virtud del impuesto a las ganancias, produciendo un menoscabo a derechos amparados constitucionalmente, a saber:
Que es necesario que V.S. tenga primordialmente en cuenta que con este impuesto se está afectando el derecho de
Desde antiguo la Corte Suprema ha considerado que este derecho comprende todos los intereses apreciables que
Que nuestra constitución se refiere al derecho de propiedad en sus artículos 14, 17 y 20. En el artículo 14 lo alude al
decir que todos los habitantes tienen derecho de “usar y disponer de su propiedad”; en el artículo 20 lo reconoce respecto de los
De la debida articulación o interacción del derecho de propiedad con los demás derechos y preceptos
constitucionales se deduce, sin mayor esfuerzo, que aquel no implica un valladar que ponga al individuo al resguardo de la
obligación constitucional de contribuir al sostenimiento del Estado. Tampoco, el derecho del Estado de apropiarse de la riqueza
privada, mediante el establecimiento de tributos, es ilimitado, ya que ello implicaría desconocer el derecho de propiedad. De ahí
que el principio de la no confiscatoriedad de los tributos fluye a nuestro juicio, en forma explíci1ta de la propia Constitución,
habiendo la Corte fijado, en numerosos precedentes, los límites de la potestad tributaria del Estado. (RODOLFO R. SPISSO
“Derecho Constitucional Tributario”. Principios constitucionales del gasto público. Doctrina Judicial de la Corte Suprema de
Que la Corte Suprema de Justicia de la Nación, también ha señalado que “todo derecho que tenga un valor reconocido
como tal por la ley, sea que se origine en las relaciones de derecho privado, sea que nazca de actos administrativos (derechos
subjetivos privados o públicos), a condición que su titular disponga de una acción contra cualquiera que intente interrumpirlo en
su goce así sea el Estado mismo, integra el concepto constitucional de “propiedad” (Fallos 145:307).
12
Que el derecho de propiedad como ha sido delineado se encuentra tutelado no sólo en la propia Ley
Fundamental sino además en una serie de instrumentos internacionales en materia de Derechos Humanos con jerarquía
constitucional.
Por lo que detraer parte de su haber en virtud de él es quitarles lo que les pertenece, es violar su derecho de
propiedad.
propiedad es inviolable, y ningún habitante puede ser privado de ella sino en virtud de sino en virtud de sentencia fundada en ley.
La expropiación por causa de utilidad pública debe ser calificada por ley y previamente indemnizada”.
Sin embargo, este derecho, se ve atenuado sensiblemente por la existencia de los tributos que impone el Estado,
La Corte Suprema de la Nación, en reiterados pronunciamientos, ha expresado que un impuesto es confiscatorio y, por
ende, incompatible con el derecho de propiedad, cuando de la prueba rendida surja la absorción por el Estado de una parte
Pero, no hay que por ello esperar a que el impuesto a las ganancias absorba más del 33% del salario de un beneficiario
para considerarlo confiscatorio, lo que claramente resultaría violatorio del principio de razonabilidad, no es renta del haber
jubilatorio.
Que, existe una relación íntima entre el Estado de Derecho, la garantía constitucional del derecho a la propiedad privada
y los tributos como institución. El abuso de la potestad tributaria puede demoler el Estado de Derecho y lesionar el derecho a la
propiedad privada. Por esto la noción de no confiscatoriedad es independiente de la finalidad de un tributo, razón por la cual la
injusticia que con éste pudiera haberse cometido debe siempre ser reparada cuando ella produce en el patrimonio o en la renta de
cualquier persona un daño que implique confiscación. Así lo exige el artículo 17 de la Constitución Nacional, que garantiza el
derecho de propiedad privada y proscribe la confiscación como pena. Así lo impone también la garantía innominada de
Nuestra Corte Suprema sostiene reiteradamente que cualquier tributo que grave una parte excesiva de la propiedad o de la
“…la capacidad contributiva constituye un principio constitucional implícito que sirve a un doble propósito; de un lado, como
presupuesto legitimador de la distribución del gasto público; de otro, como límite material al ejercicio de la potestad tributaria”
(Tarsitano, Alberto, “El principio constitucional de capacidad contributiva”, en Estudios de Derecho Constitucional Tributario,
En efecto, se trata de la aptitud para pagar impuestos que no está si sólo se tiene cierta capacidad económica para
afrontar los gastos necesarios para la subsistencia del sujeto y de su grupo familiar. La capacidad contributiva opera como un
13
PROTECCIÓN DE LA FAMILIA Y LA TERCERA EDAD. SITUACION DE VULNERABILIDAD
El artículo 14 bis de la Constitución Nacional, incorporado por la Convención Constituyente de 1957, contiene el
siguiente enunciado: “La ley establecerá la protección integral de la familia, la defensa del bien de familia, la compensación
La protección de la familia desde la perspectiva del derecho tributario debe transitar por una adecuada
consideración de las circunstancias económicas familiares, los gastos que la familia ha de atender como tal, y que obviamente
disminuyen su capacidad contributiva. (Rodolfo R. Spisso, Derecho Constitucional Tributario, Ed. Depalma Bs. As. 2000).
La ley de impuesto a las ganancias en la Argentina no da una adecuada protección al núcleo familiar, puesto que el
tratamiento fiscal que ésta realiza es sobre personas individuales creando así numerosos inconvenientes, y dejan a un lado la
Resulta sorprendente el manifiesto contraste que existe entre el tratamiento fiscal dado a los gastos de instalación
de las empresas que gozan de exenciones, diferimientos impositivos, desgravaciones, amortizaciones normales o aceleradas
sobres bienes de uso, y el que se dispensa a los de constitución de una familia, que carecen de beneficios. En tanto que la
Constitución postula la protección integral de la familia y el acceso a una vivienda digna, la ley de Impuestos a la Ganancias no
permite la deducción de los gastos de adquisición, ni de mantenimiento del inmueble donde habita el matrimonio.
Las relaciones de familia y su incidencia en materia tributaria ha sido objeto de estudio, debate, y recomendaciones
en diversos foros científicos y dieron motivo a declaraciones de inconstitucionalidad por parte de los tribunales europeos.
En la búsqueda de un modelo óptimo de tributación familiar, varias comisiones en diversas naciones elaboraron
las conclusiones que han trascendido las fronteras de sus respectivos países.
Nuestra ley 20.628, sigue el sistema de imposición individual a personas que carecen de otro emprendimiento
laboral y que su situación es solamente acogida por el Estado que es único pagador y generador de haberes, por lo tanto, reducir
esta condición de vida es inhumano, llevándolo a una situación de vulnerabilidad absoluta, al carecer de otro ingreso.
La capacidad contributiva entendida como la aptitud económica de pago, legitima la potestad tributaria del
estado, de forma tal que si el tributo va más allá de esta medida el mismo pierde su naturaleza y se convierte en un despojo. Esto
es así puesto que no puede haber impuesto sin capacidad contributiva. La misma tiene que ser actual, entendida en términos de
Con el avenimiento de la inflación, y siendo que los mínimos no imponibles en el impuesto a las ganancias
han quedado en desproporción con la escena económica real que atraviesan los beneficiarios en la Argentina, comenzaron a
tributar este impuesto sujetos no alcanzados por el espíritu del legislador, en efecto, un universo de contribuyentes sin capacidad
contributiva para ese impuesto comenzó a soportar retenciones en virtud de él: los trabajadores de sanidad.
De esta forma se paga el impuesto sacrificando la porción mínima que le garantiza una vida digna al jubilado y a
su grupo familiar. Esto debe modificarse. Mientras tanto, el Estado está cobrando en tales supuestos impuestos inconstitucionales.
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Esto sucede si no se elevan los valores topes de las deducciones por mínimo no imponible, cargas de familia y otras y si no se
De esta forma el Estado cobra impuestos allí donde no hay capacidad contributiva, como principio de justicia
sustancial, lo que torna esa tributación como inconstitucional a la luz de la jurisprudencia de la Suprema Corte de la Nación
(“Fallos” 312:2467, sent. 19/12/89, “Navarro Viola” y “Fallos” 319:1725, sent. 27/8/96, “San Telmo”). El principio de capacidad
contributiva exige, por tanto, no sólo que la norma nazca legítima ab initio, sino también que sea constantemente adaptada a las
Los tres poderes del Estado están obligados a dar respuesta frente a la problemática de la inflación en materia
fiscal, cada uno dentro de sus facultades. Un Estado de Derecho y Democrático, por el sólo hecho de recaudar, no debe tirar por la
Sin embargo, uno de los Poderes del Estado, el Poder Judicial, dio respuesta constitucional a la problemática
planteada del avasallamiento a la capacidad contributiva en épocas de inflación, al resolver un caso concreto, si bien no se expidió
sobre el fondo por tratarse de la resolución de una medida cautelar. Se trata de lo resuelto en la causa “Rufino, Rubén B. v. AFIP
En efecto, en esta causa el actor, empleado del Nuevo Banco del Chaco solicitó medida cautelar contra el Estado
Nacional y la AFIP, “ante el estado de incertidumbre jurídico, objetivo y actual creado por la vigencia y aplicación del artículo 39
de la ley 24.073 y del artículo 23 del Impuesto a las Ganancias, y la suma gravedad institucional que implica su falta de
adecuación con garantías supralegales atinentes al derecho de propiedad (artículo 17 de la C.N.) y de razonabilidad (artículo 28 de
la C.N.) al impedir la recomposición del mínimo no imponible y de las deducciones en el impuesto a las ganancias, distorsionando
declare la procedencia del incremento de dichos importes mínimos a los fines de su adecuación a la realidad económica imperante
en la actualidad, en consonancia con lo expresamente contemplado por el artículo 2 de la ley de procedimiento tributario, tomando
como parámetros de actualización, la inflación sufrida por nuestra economía y a la suba nominal de los salarios operada desde el
Dentro del planteo de la acción declarativa, como medida cautelar solicita que la AFIP se abstenga de ordenar la
retención como materia imponible del impuesto a las ganancias, ya sea en los sueldos, en las cuotas del sueldo anual
Por lo que, resulta confiscatorio que al beneficiario que no logran siquiera alcanzar un poquito más allá de lo
necesario para acceder a la canasta básica familiar, estén tributando ganancias; por lo que surge el interrogante ¿el espíritu del
legislador del impuesto a las ganancias tuvo en mira a los trabajadores a los fines de instaurar un impuesto que sirva al
Otros fallos actuales son claros respecto a este tema Dejeanne Oscar Alfredo y otro cl Administración Federal de
Ingresos Públicos (AFIP) si amparo (Recurso Extraordinario) S.C. D.248, L.XLVII A fs. 107/1 08 vta., la Cámara Federal de
Apelaciones de Corrientes, al revocar lo resuelto por el juez de primera instancia (fs. 60/60 vta.), hizo lugar a la presente acción de
amparo, declaró la inconstitucionalidad del arto 79, inc. c), de la ley 20.628 (t.o. en 1997 y sus modificatorias) en cuanto alcanza
15
Consideró que la vía propuesta por los amparista resultaba practicable, debido a que la cuestión planteada es de puro
derecho, que no requiere de mayor debate y prueba, y porque surgen con claridad lesiones a los derechos reconocidos por los arts.
En materia tributaria, los caminos recorridos no convergen con las prescripciones constitucionales, sino que,
incluso, las transgreden abiertamente, en tanto en forma reiterada, distintas normas legales han convalidado la ilegalidad,
permitiendo a los evasores regularizar sus situaciones fiscales, a un costo sensiblemente menor que el soportado por los
El principio de legalidad es la garantía fundamental en el diseño de nuestro sistema tributario; es decir, no debe
existir obligación tributaria que no emane de una norma legal. Este principio deberá ser respetado en forma inflexible. Ello es así
debido a que los impuestos producen detracciones en el patrimonio de los particulares a favor del Estado, obligación ésta que sólo
puede surgir de una ley formal elaborada por los representantes del pueblo de la Nación Argentina, y por ende, que habilite al
poder público a obrar en ese sentido. Sólo la ley puede establecer los contenidos objetivos y subjetivos del tributo (base
imponible, sujetos, determinación y exenciones, entre otros). El Poder Ejecutivo es el habilitado para dictar los "reglamentos que
sean necesarios para la ejecución de las leyes de la Nación" [art. 99, inc. 2).
La Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene dicho lo siguiente: “No cabe admitir que por la reglamentación se
introduzcan variantes a la norma legal que importen modificarla, pues ello resulta contrario a la cláusula constitucional que
manda ejercer esta última potestad, cuidando no alterar el espíritu de las leyes de la Nación”. En la causa "Cine Rocha SRL",
del año 1981, el Máximo Tribunal expresó que “La potestad acordada a la Dirección General Impositiva para dictar
resoluciones con carácter obligatorio no significa que el Poder Judicial carezca de atribuciones para verificar si se apartan de
la ley y adoptar un criterio distinto cuando la interpretación general resultante no se ajusta a los textos legales, pues dichos
criterios interpretativos no tienen el mismo alcance de una ley, cuando el Congreso de la Nación no delega sus funciones en el
Organismo Administrativo.”
El principio de la división de poderes resulta esencial al régimen de la república democrática adoptado por
nuestra Constitución constituyendo una garantía insustituible en el orden a la vigencia de los derechos y libertades públicas .
(RODOLFO R. SPISSO “Derecho Constitucional Tributario”. Principios constitucionales del gasto público. Doctrina Judicial de
Es por ello que se solicita a V.S. la reivindicación del derecho del beneficiario en cuestión y disponga el
cese definitivo de la aplicación de este impuesto sobre los salarios del jubilado, declarando la inconstitucionalidad de la norma
La razonabilidad es una forma de control judicial que excede a la inconstitucionalidad formal, pues aun cuando
una norma pudiera ser formalmente constitucional, podría ser declarada irrazonable e inconstitucional por dicha razón. Este
principio surge implícitamente del artículo 28 de nuestra Constitución Nacional, atento a que este principio debe estar presente en
toda norma -no sólo tributaria-, ya que la Corte ha sentenciado en reiteradas oportunidades lo siguiente que, las leyes son
susceptibles de ser cuestionadas en cuanto a su constitucionalidad cuando resultan irrazonables, en la inteligencia de que la
16
irrazonabilidad se configura cuando no se adecuan a los fines cuya realización procuran, o cuando consagran una manifiesta
inequidad, y el principio de razonabilidad debe cuidar especialmente que las normas legales mantengan coherencia con las reglas
constitucionales durante su vigencia, de suerte que su aplicación concreta no resulte contradictoria con lo establecido en la
Constitución Nacional.
inicio, devienen indefendibles desde el punto de vista constitucional, pues el principio de razonabilidad exige que deba cuidarse
especialmente que los preceptos legales mantengan coherencia con las reglas constitucionales durante el lapso que dure su
vigencia en el tiempo, de suerte que su aplicación concreta no resulte contradictoria con lo establecido en la Constitución
Nacional. La Corte Suprema ha ido acuñando un concepto de razonabilidad en la legislación y en los actos de gobierno en general
cuyas reglas esenciales pueden resumirse en estos puntos: debe existir una adecuación medio-fin, ambos deben vincularse con la
proporcionalidad, no debe afectarse o degradarse la sustancia de los derechos subjetivos y, finalmente, el poder público debe ser
Ello quiere decir que existe un patrón, un criterio, un estándar jurídico, que obliga a dar a la ley y a los actos
estatales de ella derivados un contenido razonable, justo, y valioso, de modo que alguien no puede ser obligado a hacer lo que
manda la ley o privado de hacer lo que la ley prohíbe, siempre que el contenido de esa ley sea razonable, justa y válido (Conf.
Que para el estudio profundo de la razonabilidad de una norma y de conformidad con la etapa actual del
constitucionalismo, debe seguirse lo dispuesto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el informe al que llegara en
el caso “Arena vs. República Argentina”, en donde el Tribunal realiza un examen de razonabilidad desde tres criterios
diferenciados; tales son: a) el de “proporcionalidad del derecho restringido y el fin buscado por la norma”; b)“existencia de
medios menos lesivos que no restrinjan a tal extremo el derecho”; c) el de “adecuación técnica”.
La demandada no puede, a través de los actos denunciados, alterar derechos y garantías reconocidos por la
Constitución, constituyendo a la legalidad y la razonabilidad, como límites infranqueables en el Estado de Derecho. Los actos
denunciados, avanzan sobre estos límites, debilitando el ordenamiento legal que debiera ser protegido y que hace a la defensa de
Cuando la autoridad administrativa quebranta este principio y promueve operaciones materiales restrictivas o cercenadoras de los
derechos y garantías individuales carentes de esa base sustentadora, estamos en presencia de una vía de hecho (conf. Greco,
Carlos M., “Vías de hecho administrativas”, LL 1980-C-1207), definida como “la violación del principio de legalidad por la
acción material de un funcionario o empleado de la Administración Pública” (Marienhoff, Miguel S.: “Tratado de Derecho
Administrativo”, EditoriaAbeledo-Perrot, Tomo II, pág. 213; en sentido similar Escola, Héctor Jorge: “Tratado General de
El estado de derecho supone en nuestro sistema político-jurídico el sometimiento del Estado al “bloque de legalidad” (leyes,
reglamentos, principios generales, precedentes, tratados internacionales, Constitución Nacional, etc.). El Poder Judicial no puede
ser cómplice de este avasallamiento y convertirse en un “acompañante” más. “De esto se derivaría una grave consecuencia: la de
que, como el fin justifica los medios, y lo esencial es “no entorpecer” al Ejecutivo, el juzgamiento de la constitucionalidad de una
decisión o una medida se limita a valorar su conveniencia para el Poder Ejecutivo o los eventuales beneficiarios. Sobre dicho
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peligro alertó Germán J. Bidart Campos al decir que “juzgar la constitucionalidad de una medida no es juzgar su conveniencia”.
La garantía de razonabilidad debe estar siempre presente en los actos del Estado a tenor del artículo 28 de la Constitución
Nacional. La razonabilidad impone un cierto límite, el que traspasado, cae en la zona opuesta de lo irrazonable o de lo arbitrario, y
esto es lo que ha ocurrido con los actos administrativos denunciados, los que desde ya impugnamos por irregulares.
Si bien es cierto que la misión más delicada de la justicia es la de saber mantenerse dentro de la órbita de su jurisdicción sin
menoscabar las funciones que incumben a los otros poderes, de allí no cabe derivar que el Poder Judicial pueda abstenerse de
ejercer el control de razonabilidad. Lo contrario, deja de lado garantías que hacen a la esencia de nuestro sistema Republicano de
Gobierno, cuya integridad pretende resguardarse por medio, entre otros, de la subsistencia de dichas garantías.
Todas las medidas que se dicten deben gozar de razonabilidad. Se trata de asegurar lo previsto en el art. 28 de la Constitución
Nacional, cuando con dureza operativa y no sólo programática dispone: “Los principios, garantías y derechos reconocidos en los
anteriores artículos, no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio” según lo expresa inspiración de Alberdi
Los actos preparatorios y ejecutorios en conflicto son irrazonables e inconstitucionales. Desconocen, innecesaria e
injustificadamente, derechos fundamentales de nuestros hijos, y normas que el Poder Judicial debe amparar, porque de otro modo
La vigencia del Estado de Derecho supone, de manera cabal y completa, la facultad de ejercer los derechos y garantías
reconocidos en todo el plexo normativo. Requiere un marco confiable, estable, de normas generales que se apliquen con
continuidad, al cubierto de sorpresas, cambios o giros imprescindibles o caprichosos, que respondan a los intereses del
“Cuando la administración de justicia fracasa, la regularidad del Derecho es desplazada por la irregularidad caprichosa de la
arbitrariedad y, por la tanto, se afirma la irracionalidad, se consagra la imprevisibilidad y se arruina la confianza. El Derecho, en
cuanto representa el medio para la realización de valores en la persona individual, sólo puede llevarse a cabo donde existe
seguridad jurídica. Porque, dicho con el expresivo estilo del jusfilósofo Luis Recasens Siches, ‘sin seguridad jurídica no hay
No hay derechos constitucionales simbólicos, sino que los Derechos consagrados por nuestra Carta Magna, como derechos
fundamentales, existen por ser inherentes a la persona humana y consustanciales al Estado de Derecho
cual establece que "el Gobierno Federal provee a los gastos de la Nación con las contribuciones que equitativa y
proporcionalmente a la población imponga el Congreso General...". Es contundente el mencionado texto al establecer que los
tributos deben responder a un análisis equitativo en su implementación, y que su aprobación debe ser indudablemente por medio
de una ley emanada del Congreso Nacional; caso contrario, estaríamos en presencia de una violación al mentado principio.
Importante es resaltar que el diseño de la política tributaria como herramienta de política económica, en el ámbito de competencia
nacional, es función privativa del Congreso de la Nación, actuando el Poder Ejecutivo solamente en ejercicio de sus funciones
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referidas a la promulgación de leyes, a la reglamentación de las mismas, o en cumplimiento de funciones delegadas y en tanto la
delegación no afecte el principio de legalidad al establecer la ley, con claridad, el parámetro impositivo.
El artículo 16 de la Ley Fundamental consagra el segundo de los principios, el cual reza que "todos sus
habitantes son iguales ante la ley. La igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas". La igualdad de todos ante la ley
parece abolir las diferencias. Se consagra allí la igualdad formal, la igualdad en paridad de condiciones. Ahora bien, si nos
adentramos al principio de igualdad en materia tributaria, implica que la igualdad debe estar en la ley, no solamente que todos
somos iguales ante la ley, es decir asegurar el mismo tratamiento a quienes están en análogas situaciones, con exclusión de todo
Este principio de igualdad se severamente atacado por cuanto deben tributar este impuesto aquellos
contribuyentes que perciban ganancias tales para poder aportar partes de ellas al sostenimiento del Estado y no la clase trabajadora
que muy lejos de percibir grandes ganancias sólo obtienen mensualmente lo indispensable para su subsistencia y el su grupo
familiar.
LEGITIMACIÓN ACTIVA
El causante, jubilado afectado por el impuesto a las ganancias, tiene legitimación activa, puesto que, por
aplicación de dicha disposición, queda incorporado en la categoría de contribuyentes del impuesto a las ganancias y en virtud de
Que el haber en definitiva tiene carácter de supervivencia y de subsistencia y que por ende es volcado de una u otra
forma al circuito económico, y no alcanza a los fines de la inversión o especulación. Por lo que claramente la retención por
En cuanto a la legitimación, establece que puede interponerla cualquier habitante y las personas
jurídicas defensoras de derechos o intereses colectivos, cuando la acción se ejerza contra alguna forma de discriminación, o en los
casos en que se vean afectados derechos o intereses colectivos, como la protección del ambiente, del trabajo y la seguridad social,
del patrimonio cultural e histórico de la Ciudad, de la competencia, del usuario o del consumidor
MEDIDA CAUTELAR
Se solicita como medida cautelar innovativa el cese en las retenciones que en aplicación de la ley de impuesto
El artículo 230 del CPCCN habilita su procedencia en este tipo de procesos, dado que según su texto podrá
Cabe recordar aquí que la finalidad de esta medida precautoria es, según pacífica y reiterada
jurisprudencia, la de mantener la igualdad de las partes en el litigio, evitando que se conviertan en ilusorias las sentencias que le
ponen fin (conf. Fallos 247:263 y 265:236; Cám. Fed.Apel. San Martín, Sala II in re "Rey, Eduardo Jorge c/ COMFER s/Medida
Cautelar").
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“...las medidas cautelares no exigen de los magistrados el examen de certeza sobre la existencia del derecho pretendido sino solo
de su verosimilitud. Es más, el juicio de verdad en esta materia se encuentra en oposición a la finalidad del instituto cautelar que
no es otra cosa que atender aquello que no excede del marco de lo hipotético, dentro del cual asimismo, agota su virtualidad...”
(fallos: 306:2060).
Que en el caso basta un mero análisis de la normativa impugnada, para verificar la verosimilitud del derecho
Con respecto a la viabilidad de la medida cautelar solicitada, la doctrina nacional recomienda la mayor
flexibilidad en su otorgamiento para que éstas cumplan sus fines en forma satisfactoria, sin ocasionar perjuicios que pueden
evitarse.
La medida que se requiere importa un verdadero anticipo de la garantía jurisdiccional que se otorga con el objeto
de impedir que el derecho cuyo reconocimiento se pretende obtener, pierda virtualidad durante el plazo que transcurra entre la
Así la doctrina nacional viene sosteniendo:“... se ha abierto camino una tendencia amplia y flexible, que ha
terminado por prevalecer, porque tanto o más que al interés privado del solicitante, interesa al orden público que la justicia no
fracase por la inevitable lentitud de su actuación, motivo por el cual se viene resolviendo que es preferible un exceso en
acordarlas que la parquedad en desestimarlas, ya que con ello se satisface el ideal de brindar seguridades para la hipótesis de
triunfo” (Morello, Passi Lanza, Sosa, Berizonce, Códigos procesales, ed. 1971, v.III.).
Las medidas cautelares han sido concebidas como un remedio tendiente a impedir que el tiempo torne
ilusorio el eventual reconocimiento del derecho cuya protección jurisdiccional se pretende (Arg. Art. 177 CCAT; Cam. Cont.
Adm. Tributario Sala I in re "Rubio Adriana Delia y otros c/GCBA s/amparo", Expte. N° 7 del 28/12/00).
En igual sentido se ha establecido que "la finalidad del proceso cautelar consiste en asegurar la
eficacia práctica de la sentencia que debe recaer en un proceso, y la fundabilidad de la pretensión que constituye su objeto no
depende de un conocimiento exhaustivo y profundo de la materia controvertida en el proceso principal, sino de un análisis de
mera probabilidad acerca de la existencia del derecho discutido". (conf. C.S.J.N., 24-7-91, fallo 90078)
Así, "(a) la prerrogativa de la Administración para obtener el cumplimiento del acto por sus medios o
ejecutarlo por sí (ejecutoriedad), le corresponde como contrapartida la garantía otorgada al administrado de la suspensión de la
ejecución del acto administrativo" (cfme. "Las medidas cautelares contra la administración nacional", Pablo Gallegos Frediani,
En el presente concurren los presupuestos que ameritan la medida cautelar solicitada, a saber: verosimilitud
en el derecho, peligro en la demora y la cautela no puede obtenerse por medio de otra medida precautoria.
El derecho invocado resulta verosímil, como surge de lo expuesto en los capítulos anteriores de este escrito y a
los que, en honor a la brevedad, corresponde remitirse. Sin perjuicio de lo cual a los fines del presente capítulo volveremos sobre
20
El derecho invocado surge verosímil en tanto se advierte que en el presente caso se quiebra el principio de
razonabilidad de que debe estar revestida toda norma jurídica. La ley es arbitraria e irrazonable al terminar intempestivamente con
el derecho de quienes gocen de un mínimo medio de sustento el que no alcanza a cubrir ni las mínimas necesidades básicas
humanas, lesionando el fin de justicia que debe caracterizar la actividad del Estado.
Se configura, entonces, la verosimilitud del derecho alegado. En tal sentido la doctrina ha afirmado
que “...por su propia naturaleza las medidas cautelares no requieren la prueba terminante y plena del derecho invocado... ”,
porque mientras ella se produce podrían ocurrir justamente los hechos que se pretende evitar.
"...Basta entonces la acreditación ‘prima facie’, esto es, a primera vista, sin entrar al estudio último de las causas, tomando los
hechos tal como se dan o aparecen... Para decretar cualquiera de las medidas preventivas, el Juez no necesita tener la evidencia
o la certidumbre de que lo que se pide o se dice es la verdad... Se exige algo menos en la escala cualitativa y cuantitativa de los
valores lógicos: que lo que se dice sea verosímil, la demanda debe ‘aparecer’ como destinada al éxito" 1.
Asimismo, es pacífica la jurisprudencia al reconocer que : “...para la procedencia de las medidas cautelares
no se requiere una prueba acabada de la verosimilitud del derecho debatido ... extremo que sólo puede ser alcanzado al tiempo
de la sentencia, ni tampoco un examen exhaustivo de las relaciones que vinculan a las partes, bastando que a través de un
estudio prudente - apropiado al estado del trámite- sea dado percibir el fumus bonis juris en el peticionario...” 2.
Además, si bien la verosimilitud es palmaria e incuestionable en autos, la inminencia del daño hace que la
Sin perjuicio de ello, cabe insistir en que la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre
esta cuestión es conteste al exigir solamente la mera verosimilitud del derecho pretendido: “Que esta Corte ha señalado
reiteradamente que como resulta de la naturaleza de las medidas cautelares, ellas no exigen el examen de la certeza sobre la
existencia del derecho pretendido, sino sólo de su verosimilitud. Es más, el juicio de verdad en esta materia se encuentra en
oposición a la finalidad del instituto cautelar, que no es otra que atender a aquello que no excede del marco de lo hipotético,
dentro del cual, asimismo, agota su virtualidad (Fallos: 315:2956; 316:2855 y 2860; 317:243 y 581; 318:30 y 532; 323:1877)” 4.
Por lo expuesto, atento que el mantenimiento de la situación de hecho durante la sustanciación de la presente
acción podría ocasionar una lesión irreparable, es que solicitamos se tenga por reunidos los requisitos que tornan procedente a la
En síntesis, la verosimilitud del derecho surge de las todas las disposiciones constitucionales y legales
2. Peligro en la Demora.
El otro requisito esencial para la procedencia de la medida cautelar es “el peligro probable de que la tutela
jurídica definitiva que el actor aguarda de la sentencia a pronunciarse en el proceso principal no pueda, en los hechos,
1
Conf. Morello, Augusto,.Códigos Procesales... T. III Bs.As. 1971. pág. 61)
2
Conf. CNCont.Adm.Fed. Sala II, 10.7.97, in re “Nievas, Alejandro y otros c/ P.E.N. Dto. 375/97- s/ amparo ley
16.986”.
3
conf. CNCont.Adm.Fed. Sala I. julio 23.1985. "Banco Juncal Cooperativo Limitado c/ Bco. Central de la
República Argentina" ED T. 115 pág. 202, en idéntico sentido Juzg. Cont.Adm.Fed Nro. 2 31.8.88 ED T. 130 pág.
517, idem. Sala I. 23.7.85. ED T. 115 pág. 199.
4
CSJN, Originario, “Alvarez, Oscar Juan c. Provincia de Buenos Aires y otro s/acción de amparo”, sentencia del 12
de julio de 2001.
21
realizarse (periculum in mora), es decir que, a raíz del transcurso del tiempo, los efectos del fallo final resulten prácticamente
inoperantes”5.
Se trata de que el juzgador analice el temor de la parte en cuanto a la frustración del derecho,
independientemente de la irreparabilidad o no. La afectación del derecho puede ser realizada de diversas formas y la lesión
invocada comprende la producción de un daño de cualquier índole y la restricción (en cuanto privación parcial y/o total del
derecho), alteración (como cambio o modificación del derecho) o amenaza (como temor o zozobra del particular frente a una
intimidación de realizar un acto censurable) de derechos y garantías constitucionales, es suficiente para tornar procedente la
medida cautelar.
Conforme señaláramos, el haber del jubilado tiene carácter alimentario; y la cuestión alimentaria hace a la
existencia misma de la persona, y, por ende, no puede demandar demora alguna en el cese de la aplicación de este gravamen que
A todo ello cabe agregar que de no suspenderse las retenciones que se vienen practicando mes a mes en concepto
de anticipo en el impuesto a las ganancias se causaría un grave perjuicio porque todo ese dinero entraría a las arcas del Estado sin
que posteriormente sea devuelto a los trabajadores a no ser que se instaure otra acción en tal sentido.
sentencia o convertir su ejecución en ineficaz o imposible, implica ello que el fallo no sólo no ha de poder cumplirse en la forma
debidamente pretendida sino que, aún lográndose un cumplimiento disminuido del mismo, se constituye dicha circunstancia en
un grave perjuicio por reparación difícil, sino imposible” (Medidas Cautelares, obra dirigida por Roland Arazi, pág. 257, 2da.
Las medidas cautelares tienden a impedir que el derecho cuyo reconocimiento o actualización se pretende
obtener a través de un proceso, pierda virtualidad o eficacia durante el tiempo que va desde antes de su iniciación hasta el
pronunciamiento y cumplimiento de la sentencia definitiva. Tienden, pues, a salvaguardar la efectividad del cumplimiento de la
sentencia favorable (CNFed. Cont.Adm., Sala II, junio-23-995 Compañía Gral de Gas S.A. c. Enargas Rev. LL del 5/7/96, S. 27,
fallo 94.461).
Tal como resulta de lo hasta aquí expuesto, la medida solicitada es la única idónea para evitar las
retenciones que mes a mes se vienen practicando sobre el haber del jubilado aquí representados en virtud de que la norma que se
ataca con la presente acción los arrastra a la categorización que entiende por ganancia un simple salario suficiente para cubrir las
necesidades básicas.
4. Contracautela.
En punto al recaudo previsto por el artículo 199 del ritual, dicha exigencia no tiene aplicabilidad ni razón de
ser ante la presente pretensión puesto que no se pretende imponer obligaciones a terceros sino tan sólo que el jubilado pueda
disponer libremente de su propio dinero sin que el mismo sea absorbido por un impuesto que mal los alcanza.
5
conf. CamFed.Apel. de Rosario Sala B., “Cipoma SA c/ gobierno Nacional”, del 4.4.88, JA 1988 II, pág. 316.
22
Que encontrándose en juego derechos de directo e inmediato raigambre constitucional que fueran explicitados en el
presente escrito (propiedad, igualdad, subsistencia, etc.) una sentencia contraria a esta pretensión irrogaría un agravio
constitucional de magnitud, por lo cual se hace expresa reserva de la cuestión constitucional para ocurrir ante la Excma. Corte
Suprema de Justicia de la Nación por el procedimiento previsto por el art. 14 Ley 48.
PRUEBA:
Documental:
PETITORIO.
4. Disponga medida cautelar consistente en el inmediato cese de las retenciones que se practican sobre los haberes de la
Proveer de Conformidad.
SERA JUSTICIA
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