La Semilla Generalidades
La Semilla Generalidades
La Semilla Generalidades
ORIGEN DE LA SEMILLA
Los recursos de una planta para producir semillas son limitados, así
que cierta cantidad de energía disponible para producirlas puede
traducirse en un gran número de semillas pequeñas o en un número
menor de semillas grandes. El número producido y su tamaño
afectarán la capacidad de sobrevivencia y perpetuación de las
especies. Las plantas que producen muchas semillas pequeñas se
diseminan más ampliamente y tienen mayores oportunidades de
encontrar un sitio favorable para germinar y crecer; sin embargo, su
tamaño pequeño aporta poco al crecimiento de la nueva planta y ésta
depende muy pronto de los recursos disponibles en su medio, por lo
que su riesgo de morir es muy alto. También tienen menor resistencia
a los efectos de la defoliación por herbívoros y pueden ser aplastadas
fácilmente por la hojarasca que cae al suelo. Aunque esto se compensa
de alguna manera por el gran número, sólo una pequeña fracción
sobrevive a todos esos accidentes.
Las semillas de plantas que necesitan Sol (plantas heliófilas) suelen ser
pequeñas, mientras que aquellas que se establecen a la sombra de
otros árboles, como la mayoría de las semillas de los árboles de
bosques maduros, suelen ser mayores. Sin embargo, existen muchas
excepciones a esta afirmación. Se dice que las semillas grandes
producen plántulas con mayor superficie radical y foliar antes de
depender totalmente de los recursos externos, lo cual les permite
sobrevivir en condiciones de baja disponibilidad de energía luminosa y
nutrientes.
Fenología
Cosecha de semillas
GERMINACIÓN
Cuando llegan las semillas al suelo, el recurso clave para iniciar los
cambios fisiológicos que conducen a la germinación es el agua, que
resulta indispensable para activar el metabolismo y el crecimiento de
las células vivas de los tejidos de las semillas. La cantidad de agua que
absorbe una semilla y la velocidad a la que lo hace no sólo dependen
de las características de la semilla, como la permeabilidad de sus
cubiertas, la composición química de sus reservas, su tamaño y su
contenido de humedad, sino que también están determinadas por
condiciones ambientales como la humedad del suelo, la humedad del
aire y la temperatura.
Por otra parte, algunas semillas pueden tolerar cierto grado de sequía
cuando se encuentran en el suelo, perdiendo humedad y entrando en
un estado quiescente (de reposo) hasta que se incrementa la humedad
del suelo, al inicio de la estación de lluvias. Las semillas del cedro y la
caoba de América tropical son dos ejemplos de semillas que son
dispersadas por el viento en la estación seca, que son liberadas con
bajo contenido de humedad y que permanecen quiescentes en el suelo
hasta que las primeras lluvias permiten su germinación. La aparición
de multitud de plántulas de árboles en el suelo de los bosques
tropicales al principio de la estación lluviosa se explica por la presencia
de muchas semillas quiescentes que se diseminaron durante la
estación seca.
LATENCIA
Temperatura
Termoperiodo
Fuego
Luz
El estudio del efecto de la luz sobre la germinación se ha mantenido en
el primer plano del interés de los fisiólogos y de los ecofisiólogos
durante mucho tiempo. Actualmente, la cantidad de información
disponible en este campo es muy grande. La fotoinducción o
fotoinhibición de la germinación es uno de los casos más claros del
control de un proceso fisiológico por un factor ambiental.
Son tres las principales bandas del espectro lumínico que tienen acción
sobre la germinación, y corresponden a la franja de 660 nanómetros
(rojo), 730 nanómetros (rojo lejano) y la luz comprendida entre 400 y
500 nanómetros (azul), aunque con efectos mucho menos claros.
Tanto el rojo como el rojo lejano son absorbidos por un compuesto
denominado fitocromo, que es una cromoproteína que actúa como
sensor. Este pigmento en su forma activa es inductor de la
germinación e interviene en procesos de permeabilidad, activación de
enzimas y expresión genética. La conversión del fitocromo inactivo (Pr)
a fitocromo activo (Pfr) por lo general se lleva a cabo bajo el efecto de
la luz roja, y la reacción opuesta ocurre bajo el efecto del rojo lejano.
Estas dos formas del fitocromo corresponden a cada uno de sus picos
de absorción de luz. Esta reacción de conversión en ambos sentidos
está relacionada con la inducción y la inhibición de la germinación, y
puede ser modificada o controlada por otros factores ambientales
como la temperatura o el termoperiodo. La intensidad de la luz, el
fotoperiodo y la cantidad de rojo en relación con el rojo lejano presente
(denominada relación R:RL) modulan la respuesta de las semillas a la
luz a través de este pigmento. La cantidad de fitocromo activo
presente en una semilla en el momento de su liberación determina si
ésta puede germinar en la oscuridad o si requerirá luz para iniciar el
proceso.
Temporalidad de la germinación
ECOLOGÍA DE LA GERMINACIÓN
El banco de semillas del suelo está formado por las semillas viables no
germinadas presentes en éste, ya sea enterradas, depositadas sobre la
superficie o mezcladas en la capa de hojarasca y humus.
Frecuentemente hay gran cantidad de semillas latentes en la mayoría
de los suelos, su número depende de factores como la historia, la
diversidad y la dinámica de la vegetación que cubre cada suelo. Entre
las muchas contribuciones que el naturalista británico Charles Darwin
hizo a la biología está el hecho de que quizá fue el primero que escribió
acerca del banco de semillas del suelo, en 1859:
a) subóptimas
b) óptimas
Ecología de la longevidad
Una vez colectadas las semillas debe tenerse mucho cuidado de evitar
o reducir su exposición a condiciones que afecten su longevidad. Por
ejemplo, se deben mantener frescas, ya que la viabilidad de las
semillas y su vigor se ven reducidos conforme la temperatura se
incrementa o cuando se exponen al calor más tiempo del necesario;
incluso media hora de exposición al calor del Sol o al calor de un
vehículo puede dañarlas. Colocar semillas húmedas en recipientes
cerrados puede interrumpir la respiración normal y terminar
asfixiándolas; el agua condensada del vapor de la respiración también
puede promover el desarrollo de moho. La forma ideal de mantener
semillas recién colectadas hasta su arribo al laboratorio es dentro de
bolsas de papel o sacos de tela de algodón, porque estos materiales
permiten la circulación de aire entre el interior y el exterior.
Almacenamiento de semillas
El almacenamiento de semillas es una manera importante de mantener
vivo, por largos periodos de tiempo, el germoplasma de plantas
superiores. Sin embargo, los almacenes de semillas, particularmente
en los trópicos, con frecuencia carecen de condiciones adecuadas para
prolongar al máximo la duración de la viabilidad de las semillas, ya que
se requieren técnicas de manejo y almacenamiento apropiadas y
equipos relativamente costosos para lograr ese propósito.
Semillas recalcitrantes
Semillas intermedias.
Centro de semillas
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TRODUCCIÓN
La semilla en una cadena interminable que asegure la vida de su especie. El biólogo W.
Heydecker dice: "la semilla es el principio y el fin, simboliza la multiplicación y la dispersión, la
continuación y la innovación, la sobrevivencia, la renovación y el renacimiento".
Por medio de datos y de ejemplos se hace el análisis de los rangos de vida de las semillas del
trópico y de las zonas templadas y bajo qué condiciones pueden conservarse. Al respecto se
informa acerca de los hallazgos más importantes de semillas antiguas, como las del trigo
egipcio Lupinus o Nelumbo que han sido descubiertas en sitios arqueológicos y que se han
conservado gracias a otro fenómeno que aquí se estudia: el de la latencia, que permite a la
semilla reconocer en cierta forma que se encuentra en el medio adecuado para germinar.
Las semillas es un campo cuyas perspectivas son enormes. Las plantas y semillas tienen
múltiples usos en la alimentación, la farmacia, la industria, la decoración, la reforestación y la
conservación, por sólo mencionar algunas de las áreas. Y son tan pocas las plantas que usamos
habiendo en el mundo alrededor de 300 000 especies que podemos conocer y utilizar.
La investigación y aplicación de los conocimientos sobre nuevas especies y su conservación
en bancos de germoplasma son no sólo tareas, sino también perspectivas importantes que
tenemos frente a nosotros.
Las semillas constituyen un enorme potencial para la conservación y manejo de
nuestros recursos naturales. Desafortunadamente, en las zonas tropicales el conocimiento de
la biología de las semillas se restringe a unas cuantas especies. Ello se refleja en
los problemas que aún persisten para su almacenamiento y conservación.
La semilla, simiente o pepita es cada uno de los cuerpos que forman parte del fruto que da
origen a una nueva planta; es la estructura mediante la que realizan la propagación las plantas
que por ello se llaman espermatófitas (plantas con semilla). La semilla se produce por la
maduración de un óvulo de una gimnosperma o de una angiosperma. Una semilla contiene un
embrión del que puede desarrollarse una nueva planta bajo condiciones apropiadas. También
contiene una fuente de alimento almacenado y está envuelto en una cubierta protectora.
Estructura
El alimento almacenado comienza como un tejido fino llamado endospermo que es provisto
por la planta progenitora y puede ser rico en aceite o almidón y en proteínas. En ciertas
especies el embrión se aloja en el endospermo, que la semilla utilizará para la germinación.
En otros, el endospermo es absorbido por el embrión mientras que el último crece dentro de la
semilla en desarrollo, y los cotiledones del embrión se llenan del alimento almacenado. En la
madurez, las semillas de estas especies carecen de endospermo. Algunas semillas de plantas
comunes que carecen de endospermo son las habas, guisantes, calabazas, girasoles, y rábanos.
Las semillas de plantas con endospermo incluyen todas las coníferas, la mayoría de
las hierbas y de otras monocotiledóneas, tales como el maíz y el coco.
La envoltura de la semilla se desarrolla a partir de cubiertas, llamadas tegumentos, que
originalmente rodean al óvulo. En la semilla esta envoltura madura se puede convertir en una
fina cubierta, como en el cacahuete, o en algo más sustancial.
Las semillas de las angiospermas quedan contenidas en estructuras secas o carnosas (o en
capas de ambas), llamadas frutos. En español se llama fruta al alimento que representan los
frutos carnosos y dulces. En cambio las semillas de las gimnospermas comienzan su desarrollo
«desnudas» sobre las brácteas de los conos, aunque en su desarrollo son acompañadas por
escamas, que ayudan a su protección o a su dispersión.
Existe también un concepto legal de semillas, en el que se considera como semilla a cualquier
parte de la planta cuando su fin es la multiplicación, incluyéndose entonces plantones,
vitroplantas, esquejes, etc.
Función de la semilla
A diferencia de los animales, las plantas están limitadas en su habilidad de buscar las
condiciones favorables para la vida y el crecimiento. Por consiguiente, han evolucionado de
muy diversas formas para propagarse y aumentar la población a través de las semillas.
Una semilla debe llegar a la localización adecuada en el momento óptimo de germinación.
Estas propiedades que fomentan la producción de la siguiente generación es posible que estén
más relacionadas con los frutos que con las mismas semillas, ya que la función típica de la
semilla es la de servir de mecanismo retardante, permitiendo suspender el crecimiento si las
condiciones no son favorables o dar el tiempo necesario para su dispersión. Cada especie logra
su objetivo de una forma diferente: produciendo gran cantidad de semillas, envolviendo las
semillas en duras capas que se van ablandando con las lluvias y el frío invernal para germinar.
Producción de semilla
La producción de semillas es un proceso industrial que permite crear semillas de alta calidad,
en las mejores condiciones, libres de contaminación, plagas o enfermedades. La producción de
semillas es parte de la industria alimentaria (maíz, soja, trigo, frutas entre otros), pero también
de productos como el algodón y las flores.
Etapas de producción
La producción de semillas incluye las siguientes etapas: siembra, cosecha, acondicionamiento y
secado, análisis y control de calidad, clasificación y selección, lavado y tratamiento, almacenaje,
certificación, etiquetado y embalaje, y embarque.
Germinación:
Esta comprende tres etapas sucesivas:
1. La absorción de agua por remojo o humectación, causando su
hinchamiento y la ruptura de la cubierta protectora. El primer paso para que se
inicie la germinación es que la semilla entre en contacto con el agua.
2. En esta etapa la semilla inicia lo que se conoce como actividad enzimática y
el metabolismo respiratorio, Comienza a asimilar sus reservas que le ayudarán a
emerger el embrión.
3. Es en esta tercera etapa, donde por fin observaremos el crecimiento. De un día a
otro podemos ver la emergencia de la raíz y posteriormente el tallo.
El agua
Está es fundamental para que la semilla se rehidrate y exista un medio acuoso donde
los procesos metabólicos puedan llevarse a cabo. Te recomendamos que realices un remojo de
12 horas, si quieres evitarte este paso, siembra directamente pero no olvides humedecer lo
suficiente el sustrato.
b) Los gases
En la germinación se comprende un intercambio de gases, la semilla libera bióxido
de carbono e ingresa oxígeno. Para que esto se nos haga más fácil de entender, debemos de
considerar que las plantas son seres vivos que tienen los mismos requerimientos que nosotros
para poder vivir (Para lograr una buena distribución del oxígeno, se deben utilizar sustratos
porosos como la agrolita y la vermiculita)
c) La temperatura
Amigos hidrocultores este punto es muy importante ya que el proceso de germinación también
está influenciado por la temperatura. Para cada clase de semillas, existe una temperatura
mínima que por debajo de esta los procesos de germinación no se pueden detectar de manera
visual en un periodo razonable de tiempo y una temperatura máxima, que por encima de esta
los daños a la semilla son irreversibles. Existe también una temperatura óptima, en la cual se
da el porcentaje máximo de germinación en un mínimo de tiempo.
d) La luz
En mayoría de las plantas cultivadas se ha visto que no requieren luz para germinar, pues lo
hacen de igual manera en la luz que en la oscuridad. Es hasta que aparecen las primeras hojas,
que es indispensable la luz solar. Por esto último te recomendamos no tener tus plantas con
poca luz después de que observes sus primeras hojas.
Diferentes tipos de semillas en el mercado nacional
I.-Semillas de Polinización Abierta (Semillas OP, por sus siglas en inglés):
Cuando decimos que las semillas son de polinización abierta (OP) hacemos referencia a las
semillas criollas adaptadas a nuestro entorno por un proceso de selección natural; así que la
polinización fue realizada por insectos o el viento y en ningún caso hubo intervención del los
humanos para que algún tipo de planta fuera fecundada o manipulada genéticamente, por
tanto tienen la característica de producir descendencia fértil, es decir, de ellas podemos obtener
semillas para nuestra próxima siembra.
Sin embargo, estas semillas crean un poco de confusión porque si te dicen que es resistente por
ejemplo a Fusarium entonces te imaginas que fueron manipuladas genéticamente, lo cual es
erróneo, ya que esto se debe a que algunas plantas desarrollan de manera natural ciertas
características al transcurso del tiempo y que han dado grandes ventajas a los agricultores.
Para que te des una idea de lo que sucede te voy a dar un ejemplo:
En el sitio en donde cultivas hay una plaga de Fusarium entonces dicho hongo infectará las
plantas de ese lugar, pero si dentro de ese cultivo encuentras una planta que no esta infectada,
quiere decir que se hizo resistente a dicho hongo, así que puedes seleccionar y aislar las
semillas de dicha planta y luego las cultivas; cuando obtengas la descendencia te darás cuenta
que esta también será resistente a Fusariosis.
Clasificación de la semilla:
Semilla polinizada
La mayoría de las variedades de los catálogos son de tipo "convencional" o "estándar". No se ha
realizado ninguna hibridación especial, por lo que generalmente es la más económica.
Recuerde, que las nuevas variedades son más caras que las viejas.
Semilla híbrida
Variedad producida por un cruzamiento de dos progenitores de raza pura. Sus características
principales son su mayor vigor y uniformidad en su altura, forma, etc. y por ello un híbrido F1
es, a menudo, una buena compra a pesar de su elevado precio. Presenta un inconveniente:
todas las plantas tienden a madurar al mismo tiempo, lo cual es bueno para el profesional pero
no para el aficionado.
Semilla capsulada
Semilla recubierta con arcilla u otro material para facilitar su manipulación. Es útil para
semillas muy pequeñas ya que se pueden sembrar bastante espaciadas y disminuir así, o
eliminar, la necesidad de aclareos. A menudo los resultados son decepcionantes ya que
al suelo que rodea las semillas debe mantenérselo uniformemente húmedo (si se mantiene
demasiado seco o demasiado húmedo, la germinación será escasa).
Semilla desinfectada
Semilla cubierta con un fungicida o con un fungicida - insecticida antes de que el horticultor lo
empaquete.
Semilla empaquetada al vacio
Semilla envasada en bolsas al vacío. Estas semillas se conservan viables más tiempo que las
empaquetadas según el método corriente.
Semilla germinada
Semilla germinada por el cultivador y enviada en bolsas impermeabilizadas. Esta semilla debe
plantarse inmediatamente.
Semilla aprovechable
A menudo sobran algunas semillas después de la siembra. Casi todas las variedades pueden
aprovecharse para el año siguiente.
Semilla de cosecha
Es una tentación aprovechar las semillas de las hortalizas que han formado vainas pero en la
mayoría de los casos no es aconsejable. Los híbridos F1 producirán plantas menos vigorosas y
pudiera ser que las coles sean el resultado de un cruzamiento y produzcan plantas sin
ningún valor. Los guisantes, las judías y las cebollas son excepciones (muchos cultivadores de
cebollas campeonas insisten en emplear sus propias semillas).
Las Monocotiledóneas y las Dicotiledóneas
Las angiospermas se dividen en dos grupos: monocotiledóneas y cotiledóneas. Las
dicotiledóneas son angiospermas en las que cada semilla posee dos hojas primarias. Las hojas
primarias se llaman cotiledón. Las monocotiledóneas son angiospermas cuya semilla contiene
una hoja primaria. Hay, aproximadamente, 45,000 especies que incluyen las gramíneas y las
orquídeas. Además del tipo de semilla, hay otras diferencias entre las monocotiledóneas y las
dicotiledóneas, como el patrón de las venas en las hojas y el número de las partes florales que
se encuentran en la planta.
En las dicotiledóneas, el engrosamiento del tallo ocasiona la producción del tejido leñoso. En
las monocotiledóneas, la producción de tejido leñoso es rara.
Estructura de la semilla
LAS semillas constituyen una de las innovaciones más importantes de las plantas vasculares
que surgieron durante el curso de la evolución. Son uno de los factores responsables
del dominio actual de las plantas superiores en la flora de nuestro planeta hoy en día. Cuando
se examina una semilla inmadura, o sea un óvulo, se ve que tiene una serie de tegumentos o
capas que la protegen, así como una gran cantidad de alimento almacenado. De este modo, el
ovario no sólo protege del medio ambiente al gametofito femenino, sino que también
suministra alimento a la nueva plántula que surge cuando la semilla germina. Este cuidado
parental de la semilla permite la mejor adaptación de las plantas vasculares al
medio ambiente y hace que predominen sobre otros grupos vegetales. La semilla, por lo tanto,
es fundamental en la sobrevivencia de las especies, como se vio en el capítulo anterior. La
evolución de la semilla constituye un mecanismo invaluable de adaptación a la vida en la
Tierra. La cubierta de la semilla o testa la protege de muchas de las inclemencias del medio
ambiente. El embrión puede permanecer latente durante mucho tiempo, hasta que haya las
condiciones adecuadas para germinar y la existencia de sustancias de reserva le brinda
alimento hasta que la planta pueda sobrevivir por sí misma (capítulos IV, V y VI).
Figura III.3. (b) Ciclo de vida de una angiosperma (tomado de Raven y Johnson,
1989).
Las angiospermas y gimnospermas comparten, ambas, las primeras etapas del desarrollo del
embrión, que se inicia con la división del huevo fertilizado o cigoto. Una de las dos células
formadas dará origen a la parte superior del embrión y la otra a la parte inferior. Por medio de
una progresión ordenada de divisiones el embrión se va diferenciando, iniciándose así la
formación de los meristemos primarios que son los precursores de los futuros tejidos de la
planta. Al mismo tiempo se van formando los cotiledones.
Figura IV.5. A) Ejemplos de plántulas con germinación epígea: el primer esquema muestra la
cebolla,Allium cepa y al frijol, Phaseolus vulgaris. Se muestran los diferentes estadios desde
semilla hasta plántula. B) Algunos ejemplos de plántulas con germinación hipogea: Pisum
sativum (chícharo) yZea mays (maíz).
Dentro de las dicotiledóneas, esta diferencia es clara en función de los distintos grados de
crecimiento o extensión del hipocótilo. En el primer caso el hipocótilo crece bastante,
levantando los cotiledones, y en el segundo caso permanece pequeño. Posteriormente, cuando
los cotiledones se separan, el epicótilo se elonga para que las dos primeras hojas queden
al aire y reciban la luz del Sol. En general, se acepta que el escutelo de las gramíneas constituye
un cotiledón modificado (al igual que el haustorio de otras monocotiledóneas). Ninguno de
éstos se eleva por encima del endospermo durante la emergencia de la plántula.
Se presentan tanto en semillas endospérmicas como en las no endospérmicas, aunque la
germinación hipogea de semillas endospérmicas en dicotiledóneas es más bien rara. A
continuación se listan algunos ejemplos:
Los cotiledones de las semillas no endospérmicas generalmente almacenan las reservas que se
usan durante las primeras etapas de crecimiento de las plántulas. Por otro lado, en las semillas
endospérmicas las reservas están precisamente en el endospermo y los cotiledones
desempeñan un papel importante en la movilización de las reservas pues absorben los
carbohidratos, lípidos y proteínas digeridos. Ejemplos de ello son las semillas de Ricinus
communis (ricino) y de Allium cepa (cebolla). En las monocotiledóneas el cotiledón se ha
especializado en la absorción de reservas. En Tradescantia, la punta de dicho cotiledón se
mantiene dentro del endospermo y está unido a la base del coleoptilo. En Cocos nucifera (coco)
el cotiledón se agranda e invade el endospermo y, en las gramíneas, el escutelo absorbe los
productos del endospermo disuelto y los transfiere al eje embrionario.
Esta etapa de la vida de la planta es una de las más vulnerables. De ahí el esfuerzo de la planta
progenitora para que existan suficientes reservas que ayuden en el inicio, en lo que la planta se
desarrolla lo suficiente como para competir con otras y obtener agua y sustancias nutritivas.
Investigaciones hechas en distintas partes del mundo en las que se ha estudiado el destino de
las semillas y plántulas producidas por un individuo han demostrado que el número de
semillas germinadas es frecuentemente alto. Sin embargo, el número de plántulas que logran
establecerse, llegar finalmente al estado adulto y reproducirse es muy bajo. En la siguiente lista
aparecen datos sobre la mortalidad de plántulas durante la primera fase de establecimiento:
Durante esta etapa del ciclo de vida el medio ambiente constituye un lugar muy riesgoso donde
pocos individuos pueden establecerse y sobrevivir. Sin embargo, para reemplazar a la planta
que dio origen a esas semillas y a esas nuevas plántulas sólo hace falta que una sobreviva. En el
caso de las plantas anuales (las dos primeras de la lista) es fundamental que sobreviva cada año
un número tal que garantice que la población va a permanecer. Para estas especies, cada año
hay un momento en que sólo están representadas en el ambiente por sus semillas, pues la
plántula ya fructificó, sus semillas se dispersaron, se completó el ciclo y murió. De la
germinación y establecimiento de esas semillas y plántulas depende que la especie permanezca
en la zona. En el caso de las perennes la producción de semillas es anual; por ello la planta
cuenta con más tiempo para producir individuos que la reemplacen. Sin embargo, cada año se
enfrenta a los mismos riesgos de las semillas y plántulas que tienen ciclos anuales.
PARA que una semilla germine se requieren ciertas condiciones, como se vio en el capítulo
anterior. La primera de ellas es que se hidrate. Hay ocasiones en que una semilla viable se
imbibe y aun así, no puede germinar pues no todas las condiciones son favorables, como por
ejemplo, la temperatura. Pero en el momento en que se satisfagan esas condiciones la semilla
germinará; esta semilla se encontraba en estado quiescente —condición que se define como el
arresto o retraso del metabolismo y crecimiento debido a que el medio ambiente no lo permite.
Cuando una semilla no germina, a pesar de que se encuentra bajo condiciones favorables de
agua, temperatura y oxígeno, se considera que está latente. Este estado es distinto de la
condición de quiescente, pues dentro de la propia semilla existe un impedimento para que se
produzca la germinación. Éste puede desaparecer poco a poco y se le denomina
posmaduración. O bien es superado, o sea que termina la latencia al poner a la semilla bajo una
serie de condiciones (factores) bajo los cuales no necesariamente germina, pero que sí la ponen
en condiciones de germinar. Por lo tanto, la desaparición de la latencia y la germinación
representan una discontinuidad de condiciones.
La latencia es de gran importancia en la ecología de las semillas, pues permite mejorar
la distribución de la germinación en el tiempo y en el espacio. En el primer caso, la germinación
se alarga. Ciertas semillas muestran diferente grado de profundidad de latencia y poco a poco
van saliendo de ella. Dentro de la población de semillas esto provoca una germinación irregular
a través del tiempo. Se habla de germinación simultánea cuando la mayor parte de la población
germina en un corto periodo, y de una continua cuando se extiende a lo largo de un lapso
mayor. En una curva de la germinación de una especie (Figura IV.1(b)), la pendiente de la
curva estaría cerca de la vertical cuando la germinación fuera simultánea, y mucho más
acostada cuando fuera continua. En el segundo caso, las semillas se dispersaron en un
ambiente heterogéneo y por tanto la población se encuentra sujeta a diferentes condiciones y
factores ambientales. En algunos sitios las condiciones o requerimientos para romper la
latencia y germinar se satisfarán más rápidamente, produciendo un patrón diferencial de
germinación.
El mecanismo de la latencia permite a las semillas distinguir un buen sitio para germinar. Por
ejemplo, las semillas que requieren luz para germinar, no lo harán cuando estén enterradas en
el suelo o cuando haya plantas que les den sombra. Así, a través del mecanismo de latencia las
semillas perciben información de las condiciones ambientales externas, ¡inclusive de la época
del año! Hay especies cuyas semillas tienen que atravesar por un periodo de bajas
temperaturas, cercanas a cero grados. Esto circunscribe a las especies a cierta región geográfica
donde las temperaturas bajan en el invierno. Cuando las semillas encuentran estas condiciones
es señal de que el invierno ha llegado; después, la temperatura se eleva y significa que la
primavera se ha iniciado y con las primeras lluvias hay germinación y la plántula se establece
en una época del año adecuada para su sobrevivencia.
Se reconocen diferentes tipos de latencia en función de su origen. La latencia primaria o innata
se establece durante el desarrollo y maduración de la semilla. La latencia secundaria puede ser
inducida en las semillas maduras una vez que se han separado de la planta progenitora.
Semillas que no estaban latentes pueden presentar latencia, o bien si ya existía, hacerse más
profunda. Este proceso se da cuando las semillas están sujetas a condiciones desfavorables a la
germinación. Un agente efectivo es la anaerobiosis, la cual se produce cuando hay un exceso de
agua, por atmósferas bajas en oxígeno o por testas pobremente permeables. A veces las
temperaturas altas ocasionan este mismo efecto. Hay ocasiones en que la falta de uno de los
requerimientos para germinar induce la latencia, como por ejemplo la ausencia de luz. Sin
embargo, hay que recordar que cada especie tiene respuestas particulares. Este tipo de latencia
es muy importante desde el punto de vista ecológico, ya que controla la germinación de las
semillas una vez dispersadas en el campo.
¿Cuál es la naturaleza del bloqueo que evita la germinación de las semillas que están latentes?
En función de la forma en que se mantiene la latencia se distinguen dos tipos:
1) latencia embrionaria, cuando el control de la latencia se encuentra dentro del embrión; y
2) latencia impuesta por la testa, en la cual la latencia es impuesta por la cubierta de la semilla,
o sea la testa.
LATENCIA EMBRIONARIA
El caso más claro de este tipo de latencia se da cuando un embrión que se ha extraído de la
semilla es incapaz de germinar bajo las condiciones adecuadas. El control de este tipo de
latencia lo ejercen por un lado los cotiledones que inhiben el crecimiento del eje embrionario, y
por el otro, sustancias inhibidoras de la germinación como el ácido abscísico. Se han realizado
experimentos en donde se "lavan" las semillas quitándoles estas sustancias y se ha comprobado
la presencia de estos inhibidores, pues después de ello sí pueden germinar. En ocasiones el
embrión está anatómicamente inmaduro y requiere de un tiempo mayor para completar su
desarrollo, como en el caso del Fraxinus excelsior (fresno) y del Pinus sylvestris (un tipo de
pino).
LATENCIA IMPUESTA POR LA TESTA
Las estructuras responsables de este mecanismo frecuentemente no sólo incluyen a la testa
sino también otras partes de la semilla como la gluma, la palea y el lemna en las gramíneas y
endospermo, pericarpio y testa (Figura III.4). Imponen la latencia de varias maneras:
interfieren la entrada de agua, intercambian gases, contienen inhibidores químicos, impiden el
escape de los inhibidores presentes en el embrión, modifican la luz que llega al embrión y
ejercen una constricción mecánica.
La interferencia de la entrada de agua es una de las principales causas de la latencia en las
semillas de testa dura de las leguminosas, y también es importante en especies de
lasConvolvulacea, Cannanacea, Chenopodiacea, Graminae, Malvaceae y Solanaceae. Se ha
comprobado que es necesario perforar la capa externa incluyendo cutícula y la capa de células
en empalizada. —Figura III.4). Cuando la perforación llega hasta los tejidos internos se inicia la
imbibición. Algo similar ocurre con la entrada de oxígeno. En ambos casos no es necesario
remover toda la cubierta, pues con que ésta se perfore ya se rompe la latencia. Muchas semillas
poseen testas mucilaginosas y se cree que en algunos casos este mucílago produce la
impermeabilidad, i.e. Sinapis arvensis, Blepharis persica,etcétera.
Algunas especies, principalmente las del grupo de las Mimosoideas (leguminosas) presentan
una pequeña abertura en la testa, que tiene un tapón que es necesario romper para que entre el
agua; se le denomina estrofiolo. Las fluctuaciones de temperatura pueden romper este tapón y
también fracturar la testa. Otros mecanismos que producen perforaciones o rupturas son el
ataque por microorganismos, la abrasión mecánica y el paso por el tracto digestivo de un
animal.
En algunos casos, como el de Iris o Rosa, la testa contiene sustancias que inhiben la
germinación. Se puede provocar la germinación lavando las semillas con gran cantidad de
agua. A veces estos inhibidores están dentro de la semilla y la impermeabilidad de la tésta evita
que se escapen. Por ejemplo, en la avena la latencia se mantiene por las cubiertas de la lemna y
la palea. Cuando éstas se remueven y las semillas desnudas se ponen en un medio húmedo, hay
germinación.
La gran mayoría de las semillas que requieren luz para germinar presentan latencia impuesta
por la testa. Esta actúa como un filtro por el cual la luz tiene que atravesar. Se debe recordar
que las semillas que requieren luz para germinar se estimulan cuando se establece cierta
proporción del fitocromo activo y del inactivo, producto de la acción combinada de luz roja y
roja lejana. Las semillas tienen diferentes grosores de testa y diferentes pigmentaciones, lo cual
modifica la cantidad y calidad de luz que llega al embrión. Por ejemplo, se ha visto
en Chenopodium album que en las semillas con testa gruesa (49-53 m) sólo germina el 27%, en
las que miden 44-99 m germina 47% y las más delgadas (24-28 m) presentan una germinación
de 62%, cuando se exponen durante 15 minutos a la luz.
Finalmente, hay varios casos en los cuales una incisión o perforación de la testa remueve la
latencia y sin embargo no sucede nada de lo anterior. En estos casos se ha pensado que las
cubiertas externas, duras, ejercen una restricción mecánica al crecimiento del embrión.
Una pregunta interesante es en qué momento se establece la latencia. Estudios hechos
con Medicago lupulina muestran tres fases: en la primera las semillas no germinan y si se
separan de la planta progenitora mueren, ya que no han completado su desarrollo. En la
segunda fase las semillas están viables y no presentan latencia, o sea que pueden germinar, y
dura sólo unos cuantos días. En la tercera fase están latentes y no pueden germinar. La latencia
se debe a la formación de una testa dura e impermeable. Este fenómeno está controlado por
factores genéticos pero también influyen los factores ambientales modificando los tiempos.