Preguntas (NCTM)
Preguntas (NCTM)
Preguntas (NCTM)
Análisis
Los investigadores han elaborado una diversidad de marcos teóricos para categorizar los
tipos de preguntas que los docentes plantean (por ejemplo: Boaler y Brodie 2004; Chapin
y O’Connor 2007). A pesar de que las categorías son distintas en cada marco teórico, exis-
ten rasgos comunes a los tipos de preguntas. Por ejemplo, todo marco teórico suele incluir
preguntas que exigen a los estudiantes recordar información, así como aquellas que exigen
a los alumnos explicar su razonamiento. La figura 14 muestra un conjunto de tipos de
preguntas que sintetizan los aspectos clave de dichos marcos teóricos y que resultan par-
ticularmente importantes para la enseñanza de las matemáticas. Aunque los tipos de pre-
guntas se diferencian respecto del nivel de pensamiento que exigen de la respuesta, todas
las clases de preguntas se requieren en las interacciones entre estudiantes y docentes. Por
ejemplo, las preguntas que recopilan información son necesarias para establecer lo que los
alumnos saben, en tanto que aquellas que alientan a la reflexión y la justificación resultan
esenciales para revelar su razonamiento.
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Fig. 14 Un marco teórico para los tipos de preguntas utilizadas en la enseñanza de las matemáticas.
Si bien los tipos de preguntas que los docentes plantean son relevantes, de igual for-
ma lo son los modelos de cuestionamiento que utilizan durante las interacciones entre el
docente y el estudiante (Walsh y Sattes 2005). En el modelo Inicio-Respuesta-Evaluación
(I-R-E), el docente comienza planteando una pregunta para obtener información, por lo
general teniendo en mente una respuesta específica; después un estudiante responde y
luego el docente evalúa la respuesta (Mehan 1979). No es poco frecuente que los docentes
den menos de 5 segundos para que responda un educando y además el profesor da menos
tiempo incluso para que aquél reflexione su respuesta. Por lo general, este modelo de cues-
tionamiento ofrece muy escasas oportunidades a los estudiantes para que piensen y a los
docentes les impide saber si los alumnos están dando sentido a las matemáticas y la forma
en que hacen esto. Otros modelos de cuestionamiento van más allá del tipo de preguntas
que requieren recordar información. Dos de éstos son el de embudo y el de enfoque (Her-
bel-Eisenmann y Breyfogle 2005; Wood 1998).
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Ejemplo
La figura 15 muestra dos implementaciones hechas en sus clases por maestros de nivel
medio superior de una tarea sobre la circulación de una moneda. Escogen la tarea porque
ofrece a los estudiantes la oportunidad de resumir, representar e interpretar datos y de
tener una mejor comprensión y evaluación de los procesos aleatorios que subyacen en las
investigaciones estadísticas. En particular, los estudiantes representan datos mediante pun-
tos sobre una recta numérica de reales e interpretan las diferencias habidas en su forma, su
centro y su dispersión, dentro de un contexto de conjuntos de datos.
Los estudiantes de dos clases de nivel medio superior están investigando cuánto cuesta acuñar mo-
nedas. Como parte de su investigación decidieron que sería útil determinar el número aproximado
de años que una moneda circula. En vez de estudiar todos los tipos distintos de monedas, eligieron
recopilar datos respecto de la duración de las monedas de centavo. Esto condujo a que investigaran
el tiempo que estas monedas están en circulación.
Las metas de aprendizaje matemático de los docentes para esta tarea consisten en que los alumnos
recopilen datos, los analicen y lleguen a una conclusión, así como que identifiquen las limitantes de
esta investigación referente a su método de muestreo. De manera específica, los profesores quieren
que sus alumnos reconozcan que los resultados no se generalizan para poblaciones mayores.
Ambos profesores le piden a cada estudiante que traiga monedas al salón. El propósito de ambas
clases es que les toque un rollo de monedas a cada dos o tres alumnos. Equipos pequeños arreglan
las monedas de acuerdo con su año de acuñación y determinan su antigüedad. Los datos recopilados
por todo el salón se registran en una tabla dibujada en el pizarrón. Luego en grupos reducidos se
hacen gráficas de punto y de caja-brazos, similares a las mostradas más adelante, tomando como
base la antigüedad de las monedas.
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Número de monedas
Duración (años)
Aunque la tarea fuerza a los estudiantes de ambos grupos a razonar y resolver pro-
blemas, los docentes usan diferentes modelos de cuestionamiento. Los fragmentos de la
puesta en común mostrados en la figura 16 ilustran los modelos de cuestionamiento de
ambos maestros.
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M: ¿Qué indica la gráfica de caja-brazos respecto a la M: ¿Qué elementos de la gráfica te hacen decir eso?
variabilidad de los datos?
E2: Tiene un brazo largo en un lado. E1: Hay un montón de monedas nuevas.
M: Tal vez sea cierto, ¿pero qué pasa con el rango inter- M: ¿Hay algo más que notes?
cuartil (RIC)? ¿Qué nos dice?
E3: El lugar donde se ubica la mayoría de las monedas. E2: Determiné el rango intercuartil y vi que la mayoría
de las monedas tiene una duración de entre 3 a 19
años.
M: ¿Eso es en verdad lo que nos señala el RIC? ¿Qué es lo M: Explícanos qué nos indica el rango intercuartil.
que representa cada parte de la gráfica caja-brazos?
E4: Cada una es un 25%. E2: Es en donde se ubica la mayoría de las monedas.
M: Sí, pero ¿qué más? M: ¿Qué quieres decir con “la mayoría de las monedas”?
E5: La mitad es el 50% de las monedas y se ubica entre E2: Bueno, quiero decir el 50%. Creo que la gráfica mues-
los 3 y los 19 años de duración. tra con dificultad en qué lugar se ubican verdadera-
mente las cosas. No parece una gráfica normal, así
que no podría usar el criterio del área de en medio
donde se ubica el 68%, del que ya habíamos hablado.
M: Bien. ¿Qué más se puede decir de las monedas con M: No estoy seguro si entendí. ¿Puede alguien más acla-
base en esta información? rar lo que está diciendo su compañera?
E6: Que la mayoría tiene una duración de casi 10 años. E3: Quiere decir que debido a que hay un brazo, la gráfi-
ca no es como las curvas normales que hemos estu-
diado. Si lo fuera, podríamos dar una aproximación
del lugar en donde se ubican la mayoría de los tiem-
pos de duración más parecidos; diríamos que el 68%
de los datos se ubicaría dentro de una desviación
estándar de la media.
M: Pero ya que son monedas de centavo, ¿qué más nos (Enseguida se da un mayor análisis y los estudiantes
dicen respecto de todas las monedas? determinan que el 75% de las monedas no tienen una
duración de más de 19 años).
E7: Que las monedas durarán cerca de 10 años. M: ¿Sería correcto que dijera que un centavo quizá no
duraría más de 19 años?
M: Bien, los centavos duran 10 años, pero esto no será E4: Sí, porque esas monedas eran una muestra aleatoria,
necesariamente cierto para, digamos, las monedas lo cual significa que podemos generalizar.
de 25 centavos, ¿por qué no?
E5: Pero estudiamos los centavos, así que no podemos
generalizar para los 25 centavos. La gente utiliza más
los centavos.
M: ¿Qué quieres decir con eso?
Fig. 16. Una comparación en dos grupos de los modelos de cuestionamiento para la tarea de circulación de
monedas (M significa maestro, E1 estudiante 1, etcétera).
En el ejemplo del modelo de embudo, el docente quiere que sus estudiantes observen
las medidas de tendencia central y la dispersión de los datos. El diálogo deja ver una de-
pendencia en las preguntas de recopilación de información. Se necesita determinada reco-
pilación de la información para que el maestro conozca el fundamento del razonamiento
de los estudiantes. Pero las preguntas que exploran la comprensión, necesitan formar parte
de un modelo de cuestionamiento que haga progresar el razonamiento de los estudiantes.
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Conforme este diálogo tipo embudo se desarrolla, el docente fuerza a sus estudiantes
a que observen la parte central y la dispersión de los datos para que lleguen a una conclu-
sión, y por último les plantea una pregunta de alto nivel: ¿qué pueden decir de las monedas
con base en esta información? Ya que no se les ha dado a los estudiantes la oportunidad
de reflexionar con la suficiente profundidad sobre lo que los datos muestran en cuanto a
la circulación de las monedas, sólo pueden dar respuestas superficiales a esta pregunta.
Este ejemplo ilustra un modelo de cuestionamiento demasiado común, en el que el docente
utiliza al principio una pregunta exploratoria, pero da poco tiempo para la respuesta, y de
inmediato sigue planteando preguntas más enfocadas hacia una respuesta particular.
Por el contrario, el ejemplo del modelo de enfoque ilustra el modo en que el docente
mezcla a propósito los cuatro tipos de preguntas. Algunas se pensaron con anticipación a la
clase, y del mismo modo se consideraron las posibles respuestas de los estudiantes. Otras
preguntas se formularon en el momento, como respuesta a las afirmaciones y acciones de
los estudiantes durante la clase. A lo largo del diálogo, el docente se esfuerza para incluir
preguntas que obliguen a los estudiantes a clarificar sus ideas y a que hagan explícitas las
matemáticas, con el objeto de profundizar su comprensión matemática en función de las
metas de aprendizaje pretendidas.
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