Los Incentivis Tayklor Gantt

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Los 

incentivos laborales son una herramienta muy eficaz para motivar a tu equipo de


trabajo y aumentar el rendimiento de tus empleados. 

Incentivos monetarios

Los incentivos laborales con un efecto más inmediato en el trabajador.


Existen diferentes formas de incentivo monetario: 1. Aumento
de sueldo. 2. Bonificaciones o retribuciones por objetivos. 3. Bonificaciones
igualitarias entre todos los trabajadores para demostrar igualdad, y la ausencia
de favoritismos dentro de la empresa. 4. Premiar económicamente a un
empleado de confianza por buscar a un profesional de calidad para una
vacante disponible en nuestra empresa; evitamos procesos de selección y nos
aseguramos  un candidato de calidad, además de demostrar nuestra total
confianza en el empleado bonificado.

Incentivos motivacionales

Reconocer los méritos de nuestros empleados es una excelente forma de


valorar su trabajo. Existen formas muy sencillas de hacerlo: 5. Felicitarles
cuando alcancen los objetivos establecidos. 6. Pedirles consejo en algunas
cuestiones para demostrar que valoramos sus conocimientos. 7. Agradecer su
valiosa aportación a la empresa. 8. Felicitar y motivar al equipo de trabajo. 9.
Destacar al empleado del mes.

Incentivos en pro del bienestar

El estrés o la acumulación de cansancio pueden jugar malas pasadas al


rendimiento de nuestros empleados. Por ello, es importante premiar a nuestros
trabajadores con pequeñas ayudas que les permitan llevar una rutina de
trabajo más cómoda y satisfactoria. Estos son algunos ejemplos de estos
incentivos: 10. Horarios flexibles que permitan compenetrar vida familiar y
laboral. 11. Tiempo de descanso en la jornada laboral. 12. Inclusión
de instrumentos lúdicos(como un futbolín) que ayuden a nuestros empleados
a desconectar durante un corto plazo de tiempo y descargar el estrés
acumulado. Estos son los incentivos laborales que gozan de más
popularidad. Implántalos en tu empresa y observa los resultados
positivos con un equipo de trabajo altamente motivado y un rendimiento
muy superior, obteniendo unos resultados laborales plenamente
satisfactorios. 

Taylor

Este tenía la convicción de que los empleados podrían aplicar un mayor esfuerzo si se les
pagaba un incentivo financiero basado en el número de unidades que producían. El sistema de
Taylor pronto fue seguido por otros, que llevaron los nombres de los líderes en el campo
administrativo como Gantt, Emerson, Halsey, Rowan y Bedaux. Aunque los planes variaban un
tanto en cuanto al sistema para calcular los pagos de incentivos, todos representaban un intento
para relacionar más estrechamente los salarios de los empleados con su productividad.

Este sistema fija cuotas por unidad producida; una para obreros de bajo rendimiento y
otra para los de alto rendimiento. Por lo cual, una cuota será baja y la otra alta con
referencia a una producción estándar para una jornada de trabajo y no se contempla un
sueldo fijo por día.

Gantt

Consiste en conceder una prima determinada, si se consigue llegar a sobrepasar la producción


fijada, el salario real una vez alcanzados los estándares pasa a un valor superior
manteniéndose así. Este sistema no pretende producciones altas y por ello se puede aplicar
cuando se trate de trabajos en los que convenga sacrificar la cantidad por la calidad o en
aquellos otros en los que no proceda rebasar la producción fijada.

Halsey

Trata de repartir los beneficios entre empresa y trabajador, concibe un cociente que
determinaría el valor del tiempo ahorrado por el trabajador y que se abonaría a éste,
quedando otra parte en poder de la compañía. Se le ha llamado también plan “fifty-fifty” (50 -
50) para significar que los beneficios obtenidos por el mejor rendimiento se dividen por partes
iguales entre empresa y trabajador

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