Este poema es una oración a Luis Enrique Cerrada Molina, apodado "Machera", un santo popular andino que cometió actos violentos como disparar balas y asaltar farmacias pero que también ayudó a los enfermos de la comarca. Tras su muerte asesinado por la policía con muchos disparos, se convirtió en un símbolo de unión para la policía y los vecinos durante su entierro, realizando su primer milagro. El poema pide a Machera, canonizado entre la violencia andina, que conceda un
Este poema es una oración a Luis Enrique Cerrada Molina, apodado "Machera", un santo popular andino que cometió actos violentos como disparar balas y asaltar farmacias pero que también ayudó a los enfermos de la comarca. Tras su muerte asesinado por la policía con muchos disparos, se convirtió en un símbolo de unión para la policía y los vecinos durante su entierro, realizando su primer milagro. El poema pide a Machera, canonizado entre la violencia andina, que conceda un
Este poema es una oración a Luis Enrique Cerrada Molina, apodado "Machera", un santo popular andino que cometió actos violentos como disparar balas y asaltar farmacias pero que también ayudó a los enfermos de la comarca. Tras su muerte asesinado por la policía con muchos disparos, se convirtió en un símbolo de unión para la policía y los vecinos durante su entierro, realizando su primer milagro. El poema pide a Machera, canonizado entre la violencia andina, que conceda un
Este poema es una oración a Luis Enrique Cerrada Molina, apodado "Machera", un santo popular andino que cometió actos violentos como disparar balas y asaltar farmacias pero que también ayudó a los enfermos de la comarca. Tras su muerte asesinado por la policía con muchos disparos, se convirtió en un símbolo de unión para la policía y los vecinos durante su entierro, realizando su primer milagro. El poema pide a Machera, canonizado entre la violencia andina, que conceda un