TP Integrador de Psicologia
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TEMA: PSICOANÁLISIS
CURSO: 4 D - Col Secundario n 14.
Prof.: Cristina Colivoro
Fecha de entrega: jueves 28/08
1.Analiza la canción de Ricardo Arjona “Ayúdame Freud” desde los conceptos que te aporta la teoría
psicoanálitica.
Ella vive conmigo en mi inconsciente
ella es dueña de mi pasado y mi presente
su morada es mi falta de seguridad
y su comida mi ansiedad
Ayúdame Freud
Ella pisa cada uno de mis pasos
bebe el vino junto a mi en el mismo vaso
ella es la mujer perfecta que me construyó mamá
y está jodiendo mi psicología
Ayúdame Freud
Será doctor
que el chaleco de fuerza aún sigue atando mi cordura
que mis complejos aún no rasgan su costura
será que la mujer que me construyó mamá
es de muy grande estatura
Será doctor
que pido mucho o me conformo con poco
que sigo cuerdo o estoy totalmente loco
o será que la vida no es otra cosa que un
racimo de antojos
Y la que paga los platos rotos siempre es ella
la de a de veras, la que me cuida
la que me entibia mis noches de tanto frío
la que me espera, la que me aguanta
la enemiga del fantasma en mi cabeza
Me la construyeron Puritana e inteligente
buena para la cocina y muy decente
tan irreal que existiría en mi mente nada más
pero insisto en compararla con ella
Ayúdame Freud
Si usa la falda muy corta habrá problemas
pues la chica en mi cabeza es de otro esquema
si se le ocurre una idea habrá que ver que dice ella
y se siente como la mierda
Ayúdame Freud.
1
Cierta dama dirige a su hermana unas líneas deseándole felicidad a raíz de la mudanza a una nueva y
espaciosa casa. Una amiga que estaba presente observa que la escribiente ha puesto una dirección
incorrecta en el sobre, que no corresponde al domicilio actual sino al primero que su hermana tuvo,
cuándo se casó y de donde se había mudado hacía ya mucho. Se lo señala a su amiga: “Tienes razón -
debe confesar ésta- pero, ¿cómo he llegado a hacerlo? ¿porqué lo hice?”.
La amiga opina: “Es probable que le envidies la vivienda grande y hermosa que ella tendrá ahora,
mientras tú misma sientes que vives en un espacio estrecho, y por eso la vuelves a mudar a su primera
casa, donde ella no estaba mejor que tú” – “Ciertamente le envidio su nueva casa” confiesa la otra
honestamente y prosigue: “¡Qué pena que una sea siempre tan vulgar es estas cosas!”
3. SEGUNDA TÓPICA:
El siguiente fragmento, también de Freud, corresponde a su libro “La interpretación de los sueños”
(Obras completas; Tomo IV; Amorrortu; Bs As 1984). En este texto.
Dice usted que siempre el sueño es un deseo cumplido –comienza una ingeniosa paciente-. Ahora le
contaré un sueño cuyo contenido es todo lo contrario, puesto que no me cumple un deseo.
“¿Cómo lo hace condecir con su teoría?”
El sueño es éste:
Quiero dar una comida pero no tengo en mi despensa sino un poco de salmón ahumado. Me
dispongo a ir de compras, pero recuerdo que es domingo por la tarde y todos los almacenes están
cerrados. Pretendo llamar por teléfono a algunos proveedores, pero el teléfono está
descompuesto. Asé debo renunciar al deseo de dar una comida”
2
Respondí, desde luego que sobre el sentido de ese sueño sólo el análisis podría decidir, aunque
admitía que a primera vista parecía racional y coherente y semejaba lo contrario de un cumplimiento
de deseo. “Pero, ¿de qué material nació ese sueño? Usted sabe que el incitador de un sueño se
encuentra en todos los casos en las vivencias de la víspera.
El marido de la paciente, un honrado y cabal comerciante en carnes, le había declarado días antes
que estaba poniéndose obeso y quería iniciar una cura de adelgazamiento. Se levantaría temprano,
haría ejercicios, observaría una dieta estricta y sobre todo, no aceptaría invitaciones a comer (…)
Después de una breve pausa justamente como cuadra al vencimiento de una resistencia, me informa
también que ayer fue de visita a casa de una amiga, de quien está en verdad celosa porque su marido
la alababa en demasía.
Por suerte esa amiga es muy descarnada y flaca, y su marido y su marido es amante de las
redondeces. Ahora bien, ¿de qué habló esta amiga flaca? Desde luego, de su deseo de engordar un
poco. También le preguntó (la paciente) “¿cuándo vuelve usted a invitarnos? ¡se come tan bien en
esta casa!”
Ahora, el sentido del sueño está claro. Puedo decir a la paciente “Es justamente como si ante ese
reclamo usted hubiera pensado: ¡tan luego a ti he de invitarte, para que comas en mi casa, te pongas
más gorda y puedas gustarle todavía más a mi marido! ¡Más vale que no dé más comidas!
Después el sueño le dice a usted que no puede ya dar comidas y entonces cumple su deseo de no
contribuir en nada a redondear las formas del cuerpo de su amiga. Que las cosas que se ofrecen en
los banquetes lo ponen a uno gordo, lo aprendió usted del declarado propósito de su marido de no
aceptar más invitaciones a comer en interés de su adelgazamiento” ahora no falta sino cualquier otro
dato coincidente que corrobore la situación. Nada se aclaró todavía sobre el salmón ahumado que
aparece en el contenido del sueño. “¿Cómo llega usted al salmón que se menciona en el sueño?”
“Salmón ahumado es el plato predilecto de esta amiga”, responde.
5. CONTESTA