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Stefano

Este documento analiza la novela Stefano de María Teresa Andruetto. Argumenta que a pesar de tratar temas complejos como la separación familiar, la individualidad y la rebeldía juvenil, la novela presenta una "literatura sin adjetivos" que no subestima a los lectores infantiles y juveniles. El documento también discute el uso de diferentes perspectivas narrativas en la novela y cómo estas cumplen funciones valiosas para la historia. Concluye que Stefano ofrece una oportunidad para que lectores de todas las edades se reconozcan en la

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Este documento analiza la novela Stefano de María Teresa Andruetto. Argumenta que a pesar de tratar temas complejos como la separación familiar, la individualidad y la rebeldía juvenil, la novela presenta una "literatura sin adjetivos" que no subestima a los lectores infantiles y juveniles. El documento también discute el uso de diferentes perspectivas narrativas en la novela y cómo estas cumplen funciones valiosas para la historia. Concluye que Stefano ofrece una oportunidad para que lectores de todas las edades se reconozcan en la

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Universidad Jorge Tadeo Lozano

Literatura Infantil y Juvenil

William Ricardo Tocora Ortiz

07/09/2020

¿Un libro para niños o jóvenes?: un análisis de Stefano de María Teresa Andruetto

Tradicionalmente, la literatura infantil y juvenil ha sido concebida como un medo para


educar y muchas veces legitimar comportamientos valorados como buenos en la sociedad
y, mediante el uso de la omisión y la censura, ocultar temáticas que se consideren
inadecuadas para los niños y jóvenes. Sin embargo, hay escritores que no subestiman a los
menores y optan por una literatura más profunda, que acerque a los infantes a lo más
recóndito y el les brinde aquellas reflexiones que a veces son obviadas o ignoradas por
aquellos que se rigen por los intereses del mercado. Una estas escritoras es María Teresa
Andruetto, quien en su novela Stefano nos presenta la historia de un joven rebelde que
afronta la llegada a la adultez a través de todas la vicisitudes y conflictos que significan: la
separación de la familia, la individualidad y la inseguridad que significa el hecho de valerse
por sí mismo. En este ensayo analizaré la novela Stéfano a través de los puntos
anteriormente mencionados e indagaré respecto a la propuesta de una literatura sin
adjetivos propuesta por María Teresa Andruetto.

Separación, individualidad y rebeldía.

Respecto a este punto, nos encontramos con Stefano un joven italiano que vive con su
madre pero que se siente insatisfecho con lo que tiene a su alrededor y por influencia de sus
amigos decide emprender un viaje a América. En este punto, nos encontramos con un
personaje rebelde, deseoso de conocer un mundo más amplio que el que tiene al frente pero
que (como casi cualquier joven) es indiferente al sufrimiento de sus padres y opta por
seguir su propio camino, muchas veces incierto y sin un objetivo real, más allá del hecho de
querer vivir. Este hecho no solo lo vemos cuando decide dejara su madre, sino que se repite
cuando deja a su amigo, a su novia Lina e incluso a su maestro para seguir su camino. En
este aspecto hay que hacer énfasis en el hecho de que no se despidiera de nadie y prefiriera
perseguir una libertad incierta, dada por una mujer a la que acababa de conocer lo único
que le brindará será compañía y satisfacción sexual. Volviendo al hecho de la separación de
la madre hay que tener en cuenta que no solo se aleja de ella sino también de su patria y lo
que esta representa, rompiendo de esta manera con las ideas tradicionales de patria y hogar.

Stefano una literatura sin adjetivos

Teniendo en cuenta lo anteriormente dicho ¿Stefano es una novela para niños o jóvenes? En
un primer momento, cualquiera que pase rápidamente por el libro diría que no, que su
contenido y su lenguaje no podrían ser aptos pues aparte de lo dicho hasta ahora sobre la
novela, esta posee cambios en el narrador, unas veces primera persona otras veces en
tercera persona intradiegético, pero no omnisciente, aunque diera apariencia de que sí.
Estas complejidades en el estilo de la novela también podrían hacer que dudemos más
respecto al hecho de que pudiera considerarse a Stefano como literatura infantil juvenil o
no. Sin embargo, al revisar escritos ya no literarios, sino ensayísticos de Andruetto nos
encontramos con una visión de la literatura que daría sustento para concebir a esta novela
como literatura infantil juvenil.

En un primer lugar, respecto al hecho del contenido María Teresa Andruetto considera que
la literatura: “Se trata del dolor o la alegría de lo singular, lo humano es singular, se trata de
una lucha de unos personajes entre lo que son y lo que no pueden ser” (2009, p. 23) y en
este sentido ¿acaso se podríamos indagar en estas luchas internas si no hablamos de los
temas y las circunstancias que atraviesan complejidad del ser humano? El odio y el amor, la
alegría y la tristeza, la sexualidad y la soledad son temas que nos atraviesan a todas y todos,
incluyendo a los niños y jóvenes y no hablar de estos temas o hacer a un lado solo mostrado
la parte cómoda e idílica de la existencia sería un atentado contra aquellos que empiezan a
leer y, aun más importante, empiezan a conocerse así mismos. Stefano se está conociendo
así mismo, está soportando la culpa por haber dejado a su madre, el miedo de haber estado
al borde de la muerte, la tristeza por la muerte de un amigo y maestro y la insatisfacción de
no encontrarse dichoso y realizado en el lugar en el que está: “Pregunta si soy feliz y no sé
qué decir” (Andruetto, 2008, p. 47).
Por otro lado, respecto a la complejidad estilística de la novela, como Andruetto afirma:
“No hay un narrador mejor que otro pro si hay, para cada historia, un narrador/una voz/ una
mirada capaz de dar los mayores frutos” (2009, p. 129). En este sentido, cabe preguntarnos
por la utilidad y función del narrador en la novela. Por un lado, la primera persona que
narra desde su punto de vista dentro de la historia: “Yo no digo nada. Sólo escucho lo que
me dice, y el ruido de la lluvia sobre el techo de la casilla. “¿Puedo quedarme?, le pregunté.
Y ella dijo: Esta vez sí” (Andruetto, 2009, p. 75); por otro lado, la tercera persona no
omnisciente. Respecto a este tipo de narrador, Andruetto afirma que debemos considerar la
cercanía del narrador respecto a la historia. En este caso en muy cercana pues es el mismo
protagonista quien a veces cuenta su historia como si se tratara de otro pero que a veces se
apropia de ella:

“Y no regresó, ni cuando recibió el telegrama de Pino que decía que Aldo Moretti había
muerto de un ataque al corazón y que lo enterraron la tarde que él llegó. Me escondí para
llorar y toqué otra vez esa canción que Aldo me había enseñado” (Andruetto, 2008, p. 78).
Este narrador que le cuenta la historia a su esposa en retrospectiva tiene la función de
reflexionar sobre los actos del personaje , de ahí que tome distancia y haga consideraciones
sobre sus actos y así mismo, funciona como reconciliador entre la madre y el hijo: adulto y
joven, pues este adulto que una vez fue un rebelde ahora comprende los sentimientos de la
madre y guarda con cariño el último regalo que recibió de parte de ella el cual fue conocer a
quien sería su esposa en medio de la búsqueda de Chiara Martino, el último recuerdo de su
madre.

Por tanto, en Stefano nos encontramos con una historia libre de adjetivos pues, aunque los
seres humanos cada día tratamos de clasificarlo todo, hay cuestiones que simplemente no
podemos empaquetar en un cómodo conjunto y despreciar todas las ambivalencias que
rodean la existencia humana, y no es que estas dualidades lleguen que la vejez, están ahí
desde muy pequeños, así quieran hacernos creer que son temas de unos y no de todos.
Stefano, no excluye a los niños o jóvenes de esta complejidad, por el contrario, es una
oportunidad de encontrarnos en medio de la rebeldía, la sexualidad y el individualismo,
reconciliarnos y ser compresivos con aquellos quienes tratan de cuidarnos y terminamos
despreciando. Y así mismo, los grandes tampoco están excluidos, pueden volver a esas
épocas de incertidumbre e insatisfacción y verse en ese hombre maduro que habla de sí
mismo casi como si se trata del personaje de un sueño profundo, pues como afirmaba
Andruetto, citando a Julia Kristeva: La literatura no solo es divertimento sino verdadera
vida del pensamiento.

Bibliografía

Anduetto, M. (2008). Stefano. Bogotá: Babel libros.

Andruetto, M. (2009). Los valores y El valor se muerden la cola. Bogotá: Asolectura.

Andruetto, M. (2009). Hacia una literatura sin adjetivos. Comunicarte.

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